Resumen Unidad N° 1
Resumen Unidad N° 1
Resumen Unidad N° 1
Conceptos básicos.
1.Actividad física: cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos que provocan un gasto energético.
2. Ejercicio: movimiento corporal planeado, estructurado, y
repetitivo,
realizado para mejorar o mantener uno o más componentes de la
aptitud
física.
3. Aptitud física: una serie de atributos que las personas tienen o
adquieren, que se relacionan con la capacidad para realizar una
actividad física.
El componente de la aptitud física, que ha sido más frecuentemente
estudiado
en su asociación con la salud, es la potencia aeróbica o, como es
medido en el
laboratorio de fisiología, el máximo consumo de oxígeno. Este
atributo, también
es llamado capacidad cardiovascular, cardiorrespiratoria, o de
resistencia. A
menos que se especifique lo contrario, nosotros usaremos el
término aptitud
física para referirnos a la potencia aeróbica.
• Enfermedades cardiovasculares
El aumento en el riesgo de enfermedades causadas por un estilo de
vida
sedentario ha sido evaluado en más estudios epidemiológicos que
para
cualquier otra enfermedad combinada, y las enfermedades
coronarias .
• Hipertensión
Los estudios cross-seccionales muestran menores tensiones
sanguíneas en
personas activas que en sedentarias. La magnitud de diferencias en
la
tensión sanguínea entre los grupos activos, es modesta;
normalmente menor a
10 mmHg para la presión sistólica y 5 mmHg para la diastólica. Esta
asociación
parece ser independiente de las potenciales variables confrontadas,
tales como
grasa corporal, ingesta de alcohol, historia familiar de hipertensión,
y edad. Sin
embargo, la actividad no parece normalizar la presión arterial en
todas las
personas hipertensas.
• Ataque cardíaco
Nosotros podemos, razonablemente, pensar que la actividad
física podría tener un impacto sobre ataques no hemorrágicos, ya
que esta
enfermedad parece tener un mecanismo patogénico similar al
atribuido a la
CHD, estando la actividad y aptitud, inversamente relacionadas a la
CHD. La
actividad y aptitud físicas podrían afectar el riesgo de ataque
hemorrágico
indirectamente, vía una asociación con la presión sanguínea, pero
la
asociación, si está presente, parecería ser débil.
• ENFERMEDAD VASCULAR PERIFERICA
Si una forma de vida activa reduce el riesgo de la enfermedad
coronaria
aterosclerótica, también podría afectar la enfermedad
aterosclerótica periférica.
Los análisis desvariados y multivariados no mostraron relación entre
la actividad y la enfermedad en las arterias periféricas.
• Cáncer
Se ha acumulado evidencia de que la actividad
física puede proteger contra el cáncer de colon, pero no de recto.
La evaluación de la actividad física en un corto período de tiempo,
puede no
reflejar la actividad durante un largo tiempo, y esta actividad de
largo plazo
puede ser importante para enfermedades tales como el cáncer, que
tienen un
prolongado período de desarrollo.
Por lo tanto, o son necesarios altos niveles de actividad física en
forma consistente, para proteger
contra el cáncer de colon, o la combinación de las dos evaluaciones
aumenta la
precisión de la medición del ídem actividad física. No se observaron
evidencias
que mayores niveles de actividad protejan contra el cáncer de recto.
El ejercicio puede tener efectos fisiológicos sobre la producción y
utilización de las hormonas sexuales.
De manera similar, las observaciones que sugieren un menor riesgo
de cáncer
de pecho entre las mujeres deportistas en comparación con las no
deportistas .
La aptitud física, evaluada como la máxima
tolerancia al ejercicio a través de un test en cinta ergométrica, está
inversamente asociada con la mortalidad por cáncer.
• Osteoartritis.
El ejercicio intenso puede aumentar el riesgo del desarrollo de la
enfermedad.
La incidencia de
osteoartritis en seis años, en un grupo de 1039 mujeres y 4429
hombres, fue
más alta en los sujetos mayores y más obesos. Pero no fue mayor
en sujetos
que habían corrido más millas en sus vidas, o que habían corrido
durante más
años, o que habían corrido más millas durante el año anterior al
inicio del
estudio.
• Osteoporosis.
La osteoporosis, y el riesgo asociado de fracturas, también es un
problema
principal de salud pública, especialmente para las personas
mayores. El pico
de masa ósea se consigue siendo joven, probablemente durante la
segunda o
tercera década de vida. Una gradual disminución de la densidad
mineral
ósea ocurre a través de la mediana edad, y se acelera en forma
marcada, en
las mujeres luego de la menopausia, especialmente durante los
primeros cinco
años de la postmenopausia. La investigación actual sostiene unas
pocas conclusiones generales. Claramente, el hueso responde al
stress físico
del ejercicio. Es probable, que la actividad física regular eleve el
pico de masa
ósea en mujeres jóvenes, puede ser que retarde la disminución de
la densidad
mineral ósea en mujeres de mediana edad y mujeres mayores, y
puede
incrementar esta densidad en pacientes con osteoporosis declarada
Aún no está del todo claro cómo la actividad física y otras
intervenciones
que se sabe o se sospecha son efectivas,
como la suplementación de calcio o la terapia de reemplazo de
estrógenos,
pueden interactuar para promover o mantener la salud ósea. La
actividad física
regular puede brindar beneficios más allá de un impacto directo
sobre la
densidad mineral ósea. Las personas activas tienen una mayor
masa muscular
y son más fuertes, lo que podría reducirles el riesgo de caer o
protegerse
contra las fracturas cuando se producen éstas caídas.
• Discapacidad músculo-esquelética