Las Virtudes Del Santo Cura de Ars para Imitación de Los Sacerdotes
Las Virtudes Del Santo Cura de Ars para Imitación de Los Sacerdotes
Las Virtudes Del Santo Cura de Ars para Imitación de Los Sacerdotes
Juan Bautista María Vianney, más conocido como el Santo Cura de Ars, fue un
presbítero francés proclamado patrono de los sacerdotes católicos, especialmente de los
que tienen la gran tarea de la cura de almas, es decir, los párrocos. Julio Eugui, escritor
Belga, en su libro “Mil anécdotas de virtudes”, expresa que una de las cosas que más le
impresionaba del santo era su dedicado servicio en el confesionario. (Eugui 2004).
Su humildad, su predicación, su discernimiento y saber espontáneos; su capacidad para
generar el arrepentimiento de los penitentes por los males cometidos fueron
proverbiales. Sabemos, por historia, que su vida no fue nada fácil, fueron muchas las
dificultades que tuvo que pasar desde su infancia hasta su muerte, incluyendo su
vida en el Seminario y posteriormente en su ministerio.
Pero, ¿qué fue lo que este hombre hizo para causar tanta admiración? ¿Cómo logró
que su ministerio fuera tan fecundo en una población árida en la fe? ¿Cuál era la
razón por la que muchos peregrinos hicieron largas travesías para escuchar sus
enseñanzas? Considero, y sin temor a equivocarme, que el secreto estuvo en el cultivo
de las virtudes que caracterizaron la vida de éste hombre sencillo y temeroso, que hoy es
puesto como modelo y patrono de los sacerdotes y de manera especial de los
párrocos. Podemos decir que lo verdaderamente extraordinario de la vida de los santos
no son los milagros o hechos grandiosos, sino el modo heroico de vivir las virtudes
cristianas. Virtudes que debemos cultivar en estos tiempos quienes tenemos el cuidado
de la cura de almas mediante el sacramento del orden recibido válidamente (can. 150
CIC). La finalidad de esta magna tarea es ganar almas para Dios mediante el celo
pastoral que no es otra cosa que el efecto del amor.