Escolástica
Escolástica
Escolástica
Como programa, la escolástica comenzó como un intento de armonización por parte de los pensadores
cristianos medievales, para concordar las diversas autoridades de su propia tradición y para reconciliar la
teología cristiana con la filosofía clásica y de la antigüedad tardía, especialmente la de Aristóteles pero
también del neoplatonismo.6 Su formación fue, sin embargo, heterogénea, ya que acogió en su seno
corrientes filosóficas no solo grecolatinas, sino también árabes y judaicas. Esto incentivó en este
movimiento una fundamental preocupación por consolidar grandes sistemas sin contradicción interna que
asimilasen toda la tradición filosófica clásica. Por otra parte, se ha señalado en la escolástica una excesiva
dependencia del argumento de autoridad y un descuido de las ciencias y el empirismo.[cita requerida]
Pero la Escolástica también es un método de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse al
principio de autoridad, y la enseñanza podía limitarse en principio a la reiteración de los textos clásicos, y
sobre todo de la Biblia (principal fuente de conocimiento). A pesar de ello, la escolástica incentivó el
razonamiento y la especulación, pues suponía adaptarse a un riguroso sistema lógico y un estructurado
esquema del discurso que debía ser capaz de exponerse a refutaciones y preparar defensas.
Los escolásticos incluyen como figuras principales a Anselmo de Canterbury (el padre de la escolástica7 ),
Pedro Abelardo, Alejandro de Hales, Alberto Magno, Juan Duns Scoto, Buenaventura y Tomás de Aquino.
Se ha llevado a cabo un trabajo importante en la tradición escolástica mucho más allá de la época de Tomás
de Aquino, por ejemplo, por Francisco Suárez y Luis de Molina, y también entre pensadores luteranos y
reformados.
Índice
Etimología
Etapas
Filosofía y cristianismo
Preescolástica
Siglos VI al IX: inicio del pensar didáctico
Severino Boecio
Juan Escoto Erígena
Gerberto de Aurillac
Otros filósofos
Escolástica inicial
Siglos IX al XII: la cuestión de los universales
Anselmo de Canterbury
Pedro Abelardo
Escuela de Chartres
Otros filósofos
Alta escolástica
Siglo XIII: apogeo de la escolástica
Dominicos y franciscanos
Alberto Magno
Tomás de Aquino
Buenaventura de Fidanza
Otros filósofos
Periodo de decadencia
Siglo XIV: separación de la filosofía y de la teología
Juan Duns Escoto
Guillermo de Ockham
Segundo escolasticismo
Neoescolástica
Véase también
Notas y referencias
Lectura adicional
Enlaces externos
Etimología
Los términos "escolástico" y "escolasticismo" derivan de la palabra latina scholasticus, la forma latinizada
del griego σχολαστικός (scholastikos), un adjetivo derivado de σχολή (scholē), "escuela". Scholasticus
significa "perteneciente o relativo a las escuelas". Los "escolásticos" eran, más o menos, "escolares".
Según Edward Feser, "estrictamente hablando, no existe el escolasticismo" como una sola filosofía que se
enseñó en las universidades de la Europa medieval- El término "escolasticismo" fue adoptado más tarde por
neoescolásticos autodenominados de finales del siglo xix y principios del XX. Feser sostiene que se puede
hablar de un neo-neoescolasticismo que intenta revivir el neoescolasticismo.8
Etapas
Ideológicamente la escolástica evolucionó en tres fases, a partir de
la inicial identificación entre razón y fe, ya que para los religiosos el
mismo Dios es la fuente de ambos tipos de conocimiento y la
verdad es uno de sus principales atributos, de forma que Dios no
podía contradecirse en estos dos caminos a la verdad y, en última
instancia, si había algún conflicto, la fe debía prevalecer siempre
sobre la razón, así como la teología sobre la filosofía.
Por último, ya a fines del siglo xiii y comienzos del siglo xiv, en
una tercera fase, la separación y divorcio entre razón y fe fueron
mayores, así como entre filosofía y teología.
Desde el comienzo del siglo ix al fin del siglo xii la Platón, Séneca y Aristóteles en una
escolástica está marcada por la polémica cuestión de ilustración de un manuscrito
los universales, que opone a los realistas encabezados medieval.
por Guillermo de Champeaux, a los nominalistas
representados por Roscelino y a los conceptualistas
guiados por Pedro Abelardo.
Del siglo xii al fin del siglo xiii tiene lugar la entrada de Aristóteles, primero indirectamente a
través de los filósofos judíos y árabes, especialmente Averroes, pero en seguida
directamente traducido del griego al latín por Alberto Magno y por Guillermo de Moerbeke,
secretario de Tomás de Aquino. Se distingue la filosofía de la teología.
La tercera abarca todo el siglo xiv: Guillermo de Ockham se decanta por los nominalistas y
se opone al tomismo, separando y divorciando la filosofía de la teología.
Filosofía y cristianismo
Los fundamentos de la escolástica cristiana fueron establecidos por Boecio a través de sus ensayos lógicos
y teológicos,9 y los precursores posteriores (y luego compañeros) de la escolástica fueron la filosofía judía
e islámica.
Uno de los primeros puntos que deben tenerse en cuenta es la influencia que filósofos como Aristóteles y
Platón han tenido en la formación de las ideas fundamentales del cristianismo, tanto en el pensamiento
desarrollado durante los primeros siglos de esta era por los Padres de la Iglesia, como en el apogeo de su
filosofía con la escolástica, en el periodo comprendido entre los siglos xi y xiii.10
Desde sus comienzos, el cristianismo ha visto a la filosofía como un medio propicio para entender y
profundizar el misterio revelado por la fe.
Todas aquellas verdades que podemos conocer a través de nuestras experiencias deben ser alcanzadas
mediante el recto uso de la razón, pero respecto de aquellas que nos han sido reveladas, esta debe ir detrás
de la fe, la filosofía debe ponerse al servicio de la teología.
Sin duda, todas estas cuestiones se mantienen en la filosofía cristiana hasta nuestros días y es quizás esta
una prueba histórica de que la pretensión de verdad de la religión cristiana no es extraña a la razón del
hombre, sino que, por el contrario, ella revela su origen más profundo.[cita requerida]
Preescolástica
La Pre-escolástica parte de los orígenes patrísticos y de la herencia clásica. Se caracterizó por momentos de
gran decadencia moral y cultural debido a la ausencia del poder y autoridad de unidad administrativa, que
quedó en pueblos bárbaros. Posteriormente, Carlos Martel (686-741) llegó a consolidar el imperio
Carolingio. El mundo político estaba además jerarquizado por la Iglesia.11 En tal virtud, en el renacimiento
carolingio se empezó a designar con el nombre de escolástico a todo el que libre de oficios serviles,
consagraba sus ocios al estudio y después de que Carlo Magno (768-814) hizo del «Officium
Scholasticum» llámese «scholasficum» a todo el que regentaba una cátedra en las escuelas y universidades
de la edad media.11 12
Severino Boecio
Escoto Eriúgena (810-877) fue un destacado filósofo del renacimiento carolingio. Su filosofía se mantiene
en la línea de lo que se conoce como neoplatonismo en cuanto al platonismo y la teología negativa (o
apofática) del cristianismo de Pseudo Dionisio en términos panteísticos.14 Como Dios es incomprensible,
Dios no se conoce a sí mismo.15
Gerberto de Aurillac
Gerberto de Aurillac (945-1003) alcanzó gran renombre como teólogo y filósofo, destacando obras como
Sobre lo racional y sobre el uso de la razón y Sobre el cuerpo y la sangre de Cristo; pero es en su faceta de
matemático en la que más destacó. Introdujo en Francia el sistema decimal islámico y el uso del cero.
Otros filósofos
Casiodoro
San Isidoro
Escolástica inicial
Se denomina «primera escolástica» o «escolástica temprana» la que tuvo lugar durante los siglos ix y xii,
periodo caracterizado por las grandes cruzadas, el resurgimiento de las ciudades y por un centralismo del
poder papal que desembocó en una lucha por las investiduras.16 17 La renovación del aprendizaje en
Occidente se produjo con el renacimiento carolingio de la Alta Edad Media con la fundación de nuevas
escuelas.18 Estuvo marcado con un pensamiento agustiniano y la penetración del pensamiento
aristotélico.18
Desde el comienzo del siglo ix al fin del siglo xii los debates se
centraron en la cuestión de los universales, que opone a los realistas
encabezados por Guillermo de Champeaux, a los nominalistas
representados por Roscelino y a los conceptualistas (Pedro
Abelardo).
Anselmo de Canterbury
Pedro Abelardo
Pedro Abelardo (1079-1142) renovará la lógica y la dialéctica y creará el método escolástico de la quaestio
—un problema dialecticum— con su obra Sic et non.
Escuela de Chartres
En el siglo xii, la Escuela de Chartres se renueva con las figuras de Bernardo de Chartres (muerto en 1124),
Thierry de Chartres, Bernardo Silvestre y Juan de Salisbury. Influidos por el neoplatonismo, el estoicismo y
la ciencia árabe y judía, su interés se centró fundamentalmente en el estudio de la naturaleza y en el
desarrollo de un humanismo que entrará en conflicto con las tendencias místicas de la época representadas
por Bernardo de Claraval (1091-1153). La escuela de Chartres era seguidora de la escuela de lógica
parvipontina fundada por Adam du Petit-Pont (1100-1169), quien fuera maestro del propio Juan de
Salisbury, Robert de Melun, Guillaume de Soissons, Albéric de Rheims y Guillermo de Tiro. Los
parvipontinos de la escuela de Chartres propugnaban el uso de la lógica aristotélica en todos los argumentos
teológicos; esto los puso en conflicto con las escuelas místicas.
Otros filósofos
Hugo de San Víctor, sin embargo, llevará a cabo una conciliación entre misticismo y escolasticismo, siendo
además el primero que escribió una Summa en la Edad Media (Summa Sententiarum).
Alta escolástica
La «Alta escolástica» o «la edad de oro de la escolástica»16 estuvo marcada por un renacimiento de la
antigua filosofía clásica mediante la reinterpretación del pensamiento aristotélico y sus variantes islámicas
(Averroes, Avicena...), de tal manera que quedaba conciliado con los dogmas cristianos. En la orden
dominica predominaba el pensamiento tomista, mientras que en la franciscana aún predominaba el
agustinianismo.18
Dominicos y franciscanos
Alberto Magno
Alberto Magno (1193/1206-1280) fue el primero en introducir y articular con la fe los textos aristotélicos.
Fue profesor de Santo Tomás de Aquino. Alberto nació alrededor del año 1206 en Lauingen (hoy,
Alemania), cerca del Danubio; hizo sus estudios en Padua y en París. Ingresó a la Orden de Predicadores,
en la que ejerció con éxito el profesorado en varios lugares. Ordenado obispo de Ratisbona, puso todo su
empeño en pacificar pueblos y ciudades. Es autor de importantes obras de teología, como también de
muchas sobre ciencias naturales y sobre filosofía. Murió en Colonia el año 1280.
Tomás de Aquino
Sin duda, el máximo representante de la teología dominica y en general de la escolástica es santo Tomás de
Aquino (1225-1274) elevado al rango de Doctor de la Iglesia. En su magna obra Summa teologica o
Summa Theologiae aceptó el empirismo aristotélico y su teoría hilemórfica y la distinción entre dos clases
de intelectos.19 De la filosofía árabe, Avicena tomó la distinción (ajena a los griegos) entre ser de esencia y
el ser (de existencia). Dios se hace comprensible únicamente a través de una doble analogía.20
Elaboró así una fusión platónico-aristotélica, el tomismo, que con sus argumentos cosmológicos y
teleológicos (Quinque viae) para demostrar la existencia de Dios han sido la base fundamental de la
filosofía cristiana durante muchos siglos. La demarcación entre filosofía y creencia religiosa llevada a cabo
por Tomás de Aquino iniciará el proceso de independencia de la razón a partir del siglo siguiente y
representará el fin de la filosofía medieval y el comienzo de la filosofía moderna.
Buenaventura de Fidanza
Juan de Fidanza (1221-1274), conocido como San Buenaventura, estudió en Universidad de París se
ordenó franciscano. Buenaventura estaba de acuerdo con Tomás de Aquino en que era posible conocer la
existencia de Dios, su naturaleza, la inmortalidad del alma y las ley natural universal del bien del mal.
Contrario que Santo Tomás, seguía a San Agustín en la necesidad de la iluminación divina en el
conocimiento y las formas platónicas en la mente de Dios (ejemplarismo), dando un papel más importante a
la gracia divina.
Otros filósofos
Pedro Hispano
Periodo de decadencia
La «Baja escolástica» se denomina a la fase final de la escolástica entre los siglos xiv y xv año 1280.16 21
El pensamiento escolástico giró hacia un misticismo y por otro lado al estudio de las ciencias naturales.
Surgieron corrientes nuevas como el nominalismo que rompía la armonía fe y la razón anterior.18 Cabe
mencionar en este periodo las condenas de París, donde los obispos de París condujeron una serie de
investigaciones para prohibir ciertas enseñanzas de Aristóteles y de Averroes consideradas heréticas o
contrarias al dogma cristiano.
En el siglo siguiente los franciscanos cobran importancia. De este período sus máximos representantes son
Juan Duns Escoto llamado Doctor Sutil, y Guillermo de Ockham, para quien la inteligibilidad del mundo y,
principalmente, la de Dios, serían firmemente cuestionadas; misma línea de pensamiento que sería
continuada por sus sucesores y que daría por resultado la decadencia de la escolástica.
Precedente de ambos sería la Escuela de Oxford (Robert
Grosseteste y Roger Bacon) centrada en el estudio de la
naturaleza, defendiendo la posibilidad de una ciencia experimental
apoyada en la matemática, contra el tomismo dominante. La
polémica de los universales se terminó decantando por los
nominalistas, lo que dejaba un espacio a la filosofía más allá de la
teología.
Guillermo de Ockham
Pero será Guillermo de Ockham (1290-1349) el que lleve más lejos este desarrollo. Su famoso principio de
economía, denominado «navaja de Ockham», postulaba que era necesario eliminar todo aquello que no
fuera evidente y dado en la intuición sensible: «El número de entes no debe ser multiplicado sin
necesidad».
En el acto de conocer hemos de dar prioridad a la experiencia empírica o «conocimiento intuitivo», que es
un conocimiento inmediato de la realidad (particular), ya que si todo lo que existe es singular y concreto, no
existen entidades abstractas (formas, esencias) separadas de las cosas o inherentes a ellas. Los universales
son únicamente nombres (nomen) y existen solo en el alma (in ánima).
Esta postura, conocida como nominalismo, se opone a la tradición aristotélico-escolástica, que era
fundamentalmente realista. Los conceptos universales, para Ockham, no son más que procesos mentales
mediante los cuales el entendimiento aúna una multiplicidad de individuos semejantes mediante un término.
El nominalismo conduce a afirmar el primado de la voluntad sobre la inteligencia. La voluntad de Dios no
está limitada por nada (voluntarismo), ni siquiera las ideas divinas pueden interferir la omnipotencia de
Dios. El mundo es absolutamente contingente y no ha de adecuarse a orden racional alguno. El único
conocimiento posible ha de basarse en la experiencia (intuición sensible). La teología no es una ciencia, ya
que sobrepasa los límites de la razón: la experiencia. Después de Ockham, la filosofía se separará de la
teología y la ciencia comenzará su andadura autónoma.
No se preocupa por lo que es el movimiento sino por cómo funciona el mismo. Este y otros autores son los
precursores de Galileo Galilei.
Segundo escolasticismo
Véase también: Escuela de Salamanca
Todavía, sin embargo, tendrá el escolasticismo una renovación de carácter renacentista que surgirá en los
siglos xv y xvi con España como centro principal, y la cual estará particularmente asociada a las órdenes
dominicana y jesuítica.22 Este escolasticismo tardío tendrá en el jesuita español Francisco Suárez (1548-
1617) uno de sus máximos exponentes. En la obra más importante de este, las Disputaciones metafísicas
(1597), escrita en latín, se resume y moderniza toda la tradición escolástica anterior y se sientan las bases
del iusnaturalismo o derecho natural de Hugo Grocio. Su obra,
fecunda en inspiraciones ulteriores, fue muy influyente a lo largo
del siglo xvii y xviii y todavía se pueden encontrar ecos de ella en
Hegel e incluso en Heidegger. Si bien continúa la tradición
aristotélica de la filosofía española, añade elementos del
nominalismo.
Neoescolástica
En el siglo xix se produce un resurgimiento de la escolástica denominado «neoescolástica» y en el siglo xx
surgirá un «neotomismo», cuyas figuras más representativas fueron Jacques Maritain y Étienne Gilson.
Ambos contribuyeron a difundir el tomismo en la cultura laica. Merecen destacarse también Désiré Joseph
Mercier, Desiderio Nys, A. Farges, Tomasso Zigliara, Fernand van Steenberghen, Leo Elders, M.
Grabmann, Armand Maurer, Charles de Koninck, James A. Weisheipl, Jean-Pierre Torrell, Josef Pieper,
Pierre Mandonnet, A. D. Sertillanges, Reginaldo Garrigou-Lagrange, Odon Lottin OSB, Gallus M.
Manser, Cornelio Fabro, John F. Wippel, etc.
Bertrand Russel cita en Historia de la filosofía occidental a R. H. Tawney, quien dice que el verdadero
descendiente de Aquino es la teoría del valor del trabajo, siendo el último de los escolásticos Karl Marx en
economía.23
El balance del tomismo en el siglo xx es muy positivo. En este siglo merece destacarse la labor que han
realizado los dominicos españoles. Además de los ya citados destacan: Victorino Rodríguez, Santiago
Ramírez, Guillermo Fraile OP y Teófilo Urdánoz (autores de Historia de la Filosofía, BAC), Quintín Turiel
y Aniceto Fernández. En la actualidad continúan enseñando la filosofía de Santo Tomás: José Todolí, Juan
José Gallego, Jordán Gallego, Vicente Cudeiro, Armando Bandera, Marcos F. Manzanedo, Mateo Febrer,
Vicens Igual y Juan José Llamedo. Uno de los filósofos más importantes de los dominicos fue el español
Abelardo Lobato, que llegó a ser rector de la Facultad de Teología de Lugano (Suiza).
También el jesuita español Ramón Orlandis Despuig, fundador de la Schola Cordis Iesu (1925) e inspirador
de la revista Cristiandad (1944), quien formó a Jaume Bofill i Bofill y a Francisco Canals Vidal, con
quienes se empezó a conocer la Escuela tomista de Barcelona.
Han sido muchos quienes han contribuido al florecimiento del tomismo: Ángel González Álvarez,
Leopoldo Eulogio Palacios, Carlos Cardona y su discípulo Ramón García de Haro. Asimismo, Antonio
Millán-Puelles, Osvaldo Lira, Leonardo Castellani, Julio Meinvielle, Francisco Canals y la escuela tomista
de Barcelona, Juan Vallet de Goytisolo, Jesús García López, Mariano Artigas Mayayo, Luis Clavell
Martínez-Repiso, Ángel Luis González, Miguel Ayuso, Rafael Alvira, Rafael Gambra Ciudad, Tomás
Melendo, Eudaldo Forment, Armando Segura, Luis Romera, Alfonso García Marqués, Patricia Moya, y
Javier Pérez Guerrero.
En Argentina sobresalen Tomás D. Casares, Octavio Nicolás Derisi, Alberto Caturelli, Juan José
Sanguineti, Juan Alfredo Casaubón, Ignacio Andereggen, Juan R. Sepich (en su primera época), Guido
Soaje Ramos, el jesuita Ismael Quiles y el dominico Domingo Basso, entre otros.
Véase también
Filosofía cristiana
Neoplatonismo
Teología
Filosofía
Estética de la luz
Causalidad (filosofía)
Notas y referencias
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e.es/escolástico). «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario.
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2. «ESCOLÁSTICO» (http://etimologias.dechile.net/?escola.stico). Etimologías de Chile -
Diccionario que explica el origen de las palabras. Consultado el 29 de enero de 2021.
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Fordham University Press, 1970) esp. 89; 238ff.
5. Gracia, Jorge JE, and Timothy B. Noone, eds. A companion to philosophy in the middle
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6. Particularmente a través de Pseudo-Dionisio, Agustín y Boecio, ya través de la influencia de
Plotino y Proclo en los filósofos musulmanes. En el caso de Tomás de Aquino, por ejemplo,
véase Jan Aertsen, "Aquinas' philosophy in its historical setting" en The Cambridge
Companion to Aquinas, ed. Norman Kretzmann y Eleonore Stump (Cambridge: Cambridge
University Press, 1993). Jean Leclerq, The Love of Learning and the Desire for God (New
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7. Grant, Edward. God and Reason in the Middle Ages. Cambridge University Press, 2004, 56
8. Johnson-Feser, 1 02. «Aristotle's Revenge: The Metaphysical Foundations of Physical and
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9. Patte, Daniel. The Cambridge Dictionary of Christianity. Ed. Daniel Patte. New York:
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12. Castillo, Cinthia Cruz del; Orozco, Socorro Olivares; García, Martín González (21 de octubre
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13. Esser, Juan Pablo Rosales (2012). Semblanza Histórica de la Filosofia del Derecho
"Lecciones Propedéuticas" (https://books.google.es/books?id=qa80z3HyPCMC&dq=Pre+E
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19. Paciente el uno, que recibe la información como fantasma producido por los sentidos.
Agente el otro, intuitivo, que hace posible la intelección de las esencias como conceptos
20. Analogía de atribución y analogía de proporcionalidad.
21. Coreth, Emerich; Neidl, Walter M.; Pfligersdorffer, Georg (24 de enero de 1995). Filosofía
cristiana en el pensamiento católico de los siglos XIX y XX/2: Tomo 2. Vuelta a la herencia
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22. Historia de la filosofía, Volumen 2, Frederick Copleston, Ed. Ariel.
23. Bertrand, Russell. Historia de la Filosofía Occidental (http://www.pensamientopenal.com.ar/s
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Lectura adicional
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Scholasticon (https://web.archive.org/web/20080715055337/http://www.scholasticon.fr/)
(biblioteca y repertorio biobibliográfico virtual Escolásticon).
Sitio Escolástico (http://escolasticos.ufm.edu/index.php/Portada), espacio virtual de la
Universidad Francisco Marroquín
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