Rev76 Articulo4
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LIC. CROMBERG,
JAVIER EUGENIO
NOS MUSCULOESQUELÉTICOS DE
LIC. BORNANCIN, AYELEN RODILLA
LIC. VETTESE, ANDRÉS
LIC. AMOZA, ROCÍO
LIC. BATTISTOTTI, ROMINA INTRODUCCIÓN
LIC. CURA, ADRIANO El dolor es el síntoma más comúnmente referido por los pacientes con
LIC. ESPERÓN, FRANCISCO
alteraciones musculoesqueléticas de rodilla y su prevalencia a largo de
toda la vida es del 45%, de las cuales el 31% consultará a un profesional
LIC. FERRARIO, ANTONELA
de la salud.1 Dichos trastornos incluyen lesiones meniscales y ligamen-
LIC. FINN, LUCAS
tarias, osteoartrosis (OA), síndrome femoropatelar (SFP) y tendinopatías,
LIC. IVALDI, DIEGO entre otras, con una prevalencia que oscila entre el 10% y el 50%. Las
LIC. MUHAFARA, GASTÓN mismas pueden producir discapacidad, ausentismo laboral y deterioro de
LIC. SAVIO, PAULA la calidad de vida.2
LIC. SIMIONI, MARÍA BELÉN En el Hospital General de Agudos Parmeño Piñero (HGAPP) localizado en
LIC. OSHIRO, MARTÍN
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en el período de junio del
2015 a mayo del 2016, se presentaron 1.319 pacientes a los consultorios
LIC. PRIETO, LUCIANA
externos del servicio de kinesiología. Del total, 243 pacientes (18,42%),
LIC. TOZZI, WALTER
fueron derivados por afecciones en la rodilla.
LIC. VILLARRUEL, MATÍAS Teniendo en cuenta la elevada prevalencia de estas entidades y la falta de
una evaluación unificada que cumpla con los requerimientos de nuestro
javisrv@gmail.com
centro, el objetivo de este trabajo, a través de una revisión literaria, es
describir las características y pruebas diagnósticas más precisas que per-
Servicio de Kinesiología mitan la correcta valoración de las lesiones meniscales, ligamentarias, el
del Hospital General
de Agudos síndrome femoropatelar y la función del miembro inferior.
“Parmenio T. Piñero”.
Lesiones meniscales
La importancia en realizar un correcto diagnóstico de lesión meniscal radi-
ca en 3 puntos fundamentales: poder definir una línea de tratamiento, ya
sea conservador o quirúrgico;3 realizar un diagnóstico diferencial cuando
hay lesiones de otras estructuras adyacentes como ligamentos y cartílago
articular;4 y evitar exámenes complementarios costosos o invasivos como
lo son la resonancia magnética nuclear (RMN) y la artroscopía.5
Según describe la literatura, el diagnóstico se hace a través de la anam-
nesis, el examen físico y si es necesario exámenes complementarios.3,4,6
Al realizar la anamnesis se deberá tener en cuenta la historia y el mecanis-
mo lesional, ya que pueden existir dos situaciones. Por un lado lesiones
meniscales agudas en individuos jóvenes y deportistas.7 Por el otro, en la
población adulta lesiones meniscales secundarias a procesos degenera-
tivos.5
Las lesiones meniscales agudas representan alrededor del 15% del total
de casos de lesiones deportivas. El mecanismo lesional más común es
la carga rotacional y compresiva en cadena cinemática cerrada sobre la
rodilla a medida que ésta se mueve desde una posición semi-flexionada
a una posición extendida. Este movimiento provoca esfuerzos de ciza-
llamiento sobre la estructura del menisco, dañándolo. Con frecuencia
el paciente puede referir dolor (92% de los casos) luego del evento
lesional.4, 5, 7 A menudo se puede escuchar en el relato la sensación de
“
Los desgarros meniscales en este caso se asocian a pérdida del volumen
del cartílago articular y prevalencia de artrosis vista en la radiografía. Las
personas que padecen de gonartrosis tienen el doble de posibilidades de El dolor es el síntoma
tener un desgarro meniscal que aquellas de la misma edad que no pade-
cen dicha patología. Este tipo de mecanismo lesional también cursa con
más comúnmente
tumefacción articular, dolor en la línea articular y bloqueo mecánico.5,7 referido por los
Se considera a los pacientes con patología meniscal como una población pacientes con
heterogénea debido a que su sintomatología puede expresarse de forma
alteraciones
ambigua e inespecífica, sobre todo durante la evaluación en la atención
primaria, la cual suele verse dificultada por la presencia de dolor.8,9 Mu- musculoesqueléticas
chas lesiones pueden ser asintomáticas e incluso el dolor de intensidad de rodilla y su
variable puede atribuirse a diversas patologías o lesiones de otras estruc- prevalencia a largo de
turas asociadas, como pueden ser los ligamentos o el cartílago articular.8
A su vez incluso en presencia de una lesión meniscal, ciertos tipos de
toda la vida es del 45%,
lesiones, como por ejemplo desgarros parciales (con patrón horizontal o de las cuales el 31%
desgarro anterior) no siempre interfieren con la mecánica normal de la ro- consultará a un
dilla.4 En cambio otros tipos de patrones pueden ser más propensos
a causar síntomas de inestabilidad.8 Es por ello, que si bien la historia
profesional de la salud.
“
clínica y la anamnesis pueden aumentar la sospecha clínica, no son capa-
ces por sí solas para diagnosticar una lesión meniscal.4,13
Una revisión sistemática sobre factores de riesgo que incluyó 11 estudios
demostró una fuerte evidencia de que mayores de 60 años de edad (OR=
2,32; IC del 95%= 1,80% - 3,01%), el sexo masculino (OR= 2,98; IC del
95% = 2,30% - 3,85%), el trabajo que requiere de posturas sostenidas de
rodillas o en cuclillas más de una hora por día y subir escaleras más de
30 escalones por día durante 12 meses (OR= 2,69; IC del 95% = 1,64% -
4,40%) son factores de riesgo cuando la lesión es del tipo degenerativo.
A su vez, los autores refieren que en su trabajo hallaron pruebas sólidas
de que el estar sentado más de 2 horas por día reduce el riesgo de lesión
meniscal (OR = 0,68; IC del 95% = 0,50 - 0,92). Por otro lado, deportes
como el fútbol (OR = 3,58; IC del 95%: 1,87, - 6,86) y el rugby (OR = 2,84;
IC del 95% = 1,48 - 5,45), aumentan el riesgo de desgarro meniscal agu-
do. Por último, esperar más de 12 meses entre una lesión de ligamento
cruzado anterior y la cirugía también demostró con fuerte evidencia ser
un factor de riesgo (menisco interno OR = 3,50; IC del 95% = 2,09% -
5,88% y menisco externo OR = 1,49; IC del 95% = 0,94% - 2,38%). Hay
que tener en cuenta que si bien la revisión sistemática abarcó 11 estu-
dios, la cantidad de artículos para cada factor de riesgo fue limitada. La
identificación de los factores de riesgo de lesión meniscal puede ayudar
a establecer el correcto diagnóstico.10
“
sobre la camilla, luego se realiza máxima flexión de rodilla; con una
mano se sujeta el pie desde el talón y con la otra mano se sujeta la
rodilla del paciente, palpando la línea articular; desde esta posición
La importancia en se realizan rotaciones internas y externas de la rodilla, manipulando
realizar un correcto la tibia (figura I). La prueba se considera positiva cuando se puede
diagnóstico de lesión escuchar y / o sentir un “clic” durante la palpación de la línea articular.
Para realizar la prueba sobre el menisco externo se realiza una rota-
meniscal radica en 3
ción interna de la tibia, y para evaluar el menisco interno se realiza
puntos fundamentales: rotación externa.5,12
poder definir una Según se explica en el artículo original, durante estos movimientos
línea de tratamiento, rotatorios los cuernos posteriores del menisco acompañan el movi-
miento de la tibia, y si algún fragmento del mismo está desgarrado
ya sea conservador o puede apreciarse un chasquido o “clic”. Alternando los diferentes
quirúrgico;3 realizar un grados de flexión de rodilla (siempre que esté flexionada a más de
diagnóstico diferencial 90º) se puede examinar la totalidad de la porción posterior de los
meniscos. En cambio, si la rodilla está flexionada a menos de 90º, la
cuando hay lesiones de
presión ejercida sobre el menisco es tan baja que hace muy dificul-
otras estructuras toso el examen.12
adyacentes como
ligamentos y cartílago • Prueba de Apley: para realizar este test, el paciente debe encontrarse
en decúbito ventral sobre el borde de una camilla. La rodilla a explo-
articular;4 y evitar rar debe estar lo más cerca posible del terapeuta. Antes de comenzar
exámenes la prueba, se realiza una maniobra preliminar: se sujeta cada pie del
complementarios paciente con ambas manos y se generan rotaciones y flexo-extensio-
nes hasta el final del rango (figura II-A). Es importante realizar esta
costosos o invasivos
prueba preliminar, ya que gracias a ella se pueden conocer los lími-
como lo son la tes de los movimientos de la rodilla del paciente, y en caso de que
resonancia magnética aparezca dolor, conocer exactamente en qué grado de rotación o de
nuclear (RMN) y
“ flexo-extensión ocurre.13
Luego de la maniobra preliminar se flexiona a 90º la rodilla y desde
la artroscopía. esa posición el terapeuta coloca una de sus rodillas en la cara pos-
terior del muslo del paciente, mientras que con sus dos manos toma
el pie del miembro inferior a analizar. A continuación se realiza rota-
ción interna y externa sin distracción o compresión (figura II-B), para
determinar si las simples rotaciones generan dolor en el paciente.13
Luego, sin cambiar de posición y las tomas, se procede a generar una
fuerza longitudinal de distracción, evitando que la rodilla del pacien-
te se despegue de la camilla y a continuación se rota externamente
para evaluar el menisco interno o se rota internamente para evaluar
el menisco externo (figura III-A y III-B).13
• Thessaly Test: fue descrito por primera vez en 2005 por Karachalios.5
Su característica principal es que se realiza en carga, es decir es una
reproducción dinámica de la transmisión de la carga sobre los me-
niscos. Para realizar el test el paciente apoya sus manos sobre las del
examinador, mientras se encuentra en monopedestación. A continua-
ción, el paciente rota su rodilla y su cuerpo en dirección interna y ex-
terna, tres veces, manteniendo la rodilla en flexión de 20°. La prueba
se considera positiva si se experimentan molestias en la zona medial
o lateral de la articulación o si hay sensación de bloqueo articular.
Al realizar esta prueba en monopedestación se busca reproducir los
síntomas que refiere el paciente, generando cargas excesivas sobre
el menisco comparativamente con la posición de bipedestación. Lo
ideal es realizar la prueba primero en la rodilla sana para que el pa-
ciente pueda familiarizarse con la prueba, y a su vez reconocer un
resultado positivo al compararla con la lesionada (figura VI).
Síndrome femoropatelar
Existe gran diversidad de términos para denominar al síndrome femoropa-
telar (SFP), lo cual podría llevar a una evaluación errónea y, en consecuen-
“
cia, influir en el tratamiento. Algunos términos se han usado de manera
sinónima para clasificar a los individuos que informan síntomas en la región
de la rodilla, como condromalacia patelar, artralgia patelar, dolor patelar y La etiología del SFP
síndrome patelofemoral.15
no se ha delineado,
El SFP se puede definir como dolor peri o retropatelar, que se ve agravado
ante una actividad con carga sobre la articulación patelofemoral mientras considerándose
“
la rodilla se encuentra flexionada, como por ejemplo, estar en cuclillas, multifactorial.
descender escaleras, trotar, correr o saltar.16 Otros autores, además de la
definición antes citada, hacen referencia a la ausencia de otra condición
que genere este dolor o exacerbación.17 Por ende, se deberían descartar
otras patologías para diagnosticar dicho síndrome.
Es la condición de la extremidad inferior más frecuente en la práctica orto-
pédica y la lesión por sobreuso más común en personas físicamente acti-
vas,15, 18 menores de 40 años, aunque también afecta a personas de todas
las edades y niveles de actividad.19 La incidencia en mujeres es 2,2 veces
mayor que en los hombres,18 siendo en adolescentes jóvenes del 9.2%, con
una prevalencia del 7% al 28%.16
“
mentando las presiones de contacto en la faceta lateral de la rótula.21, 22
• Durante la carga de peso, la rotación interna del fémur contribuye
Para realizar el a la inclinación y a el desplazamiento lateral de la rótula22 así como
también al estrés de la articulación.21
diagnóstico del SFP, • Alteraciones relacionadas con las restricciones de los tejidos blandos
se debe hacer hincapié pueden contribuir a la desalineación y a un desplazamiento inadecua-
en el examen completo do de la rótula, en particular la banda iliotibial (más estrecha y gruesa
en comparación con personas sin dolor). También la laxitud ligamen-
de rodilla y cadera,
taria generalizada se asocia con el desarrollo de SFP.22
para excluir otras • Se ha informado que la reducción del grosor del cartílago patelar está
fuentes o causas de asociada con mayor estrés sobre la articulación fémoropatelar,. Su
los síntomas de dolor
“ disminución puede contribuir a un círculo vicioso de patología de la
articulación patelofemoral (reducción del grosor del cartílago ten-
anterior de rodilla. sión elevada del cartílago mayor reducción del grosor del cartílago
artrosis patelofemoral).22
Lesiones ligamentarias
Las lesiones ligamentarias ocurren principalmente durante la práctica de-
portiva, siendo el ligamento cruzado anterior (LCA) el más frecuentemente
afectado. En Estados Unidos se estiman entre 80.000 a 250.000 casos por
año y aproximadamente el 70% son secundarios a un traumatismo indi-
recto. La incidencia de lesión del ligamento cruzado posterior (LCP) es del
0,65% al 44%, del ligamento colateral medial (LCM) es del 7.9% y del li-
gamento colateral lateral (LCL) es del 4 %.24 Las lesiones combinadas de
la LCA y el LCM son las lesiones multiligamentarias más comunes en la
“
población general.24, 25
Para diagnosticar estas lesiones se debe tener en cuenta, el mecanismo
Las lesiones lesional,25- 28 la clínica con la que se presenta el paciente,24- 31 las pruebas
ligamentarias ocurren específicas24- 26, 28, 29, 32, 33 y los estudios complementarios.25, 34- 36
El mecanismo lesional típico del LCA consiste en un movimiento de des-
principalmente durante
aceleración y aceleración, con o sin contacto, con el miembro inferior en
la práctica deportiva, carga con la rodilla en valgo y cerca de la extensión completa.24, 26, 28 El me-
siendo el ligamento canismo de lesión más común del LCP es un traumatismo, anteroposterior
cruzado anterior (LCA) directo, sobre la tibia contra el tablero del vehículo (38.5%), seguido por
“
el más frecuentemente
las caídas sobre la la rodilla flexionada (24,6%) y por último, una hiperex-
tensión repentina y violenta de la articulación (11,9%).26-29 La lesión del LCM
afectado. generalmente se presenta durante la práctica deportiva como resultado de
un traumatismo directo sobre la cara lateral de la rodilla, con el miembro
inferior en carga, provocando un estrés en valgo.25, 26 La lesión aislada del
LCL puede ocurrir cuando la rodilla, en extensión completa o cerca de ella,
recibe un traumatismo directo que fuerza a la articulación hacia la hiperex-
tensión y el varo.26
Los hallazgos clínicos varían según la estructura afectada. En relación al
LCA se puede percibir un "chasquido" en el momento del traumatismo
con presencia de hemartrosis en las primeras 12 horas.26, 28 Cuando se pro-
duce una lesión aislada del LCP se puede localizar una zona dolorosa en la
cara posterior de la rodilla al estar arrodillado o al desacelerar.24, 26, 28, 29, 30
En la lesión del LCL los hallazgos clínicos son la presencia de inflamación
localizada y sensibilidad sobre el ligamento en cuestión.26 Por último, la
lesión del LCM se asocia por un lado a la palpación dolorosa sobre todo
su recorrido y por otro lado a la presencia de sensibilidad sobre las zonas
de inserción del ligamento.25 La lesión de este último, puede estar acom-
pañada de rotura de cápsula articular, ocasionando tumefacción en la cara
interna de la rodilla con presencia de equimosis.31
Las pruebas específicas a destacar para valorar la integridad del LCA son:
“
dida la artroscopia. La información de la RMN debe estar estrechamente
relacionada con el cuadro clínico y el examen físico para garantizar un diag-
Las medidas de nóstico preciso.35
Los estudios han reportado variabilidad en la precisión diagnóstica de la
valoración funcional RMN en lesiones del LCA (sensibilidad del 82% y especificidad del 100%).34
informadas por los A su vez tiene una precisión del 96% - 100% para la detección de lesio-
pacientes son nes agudas del LCP, pudiendo determinar la ubicación y la gravedad de
la lesión.32 El “gold standard” para diagnosticar una lesión de LCM es la
importantes para la
artroscopia,28 sin embargo, esto rara vez se realiza ya que el diagnóstico se
evaluación integral puede realizar de manera confiable con la historia clínica y el examen físico.
de los trastornos La imagen con RMN por lo general se reserva para casos de traumas graves
musculoesqueléticos
“ o en los que se produjo una lesión presuntamente multiligamentaria.25
En los últimos años se ha demostrado la utilidad y fiabilidad de la RMN en
de la rodilla. la evaluación de las estructuras intraaarticulares. Es la técnica no invasiva
de elección complementaria a la exploración física en el diagnóstico de
las lesiones internas de la rodilla y permite la selección de pacientes para
procedimientos artroscópicos.36
“
útil a la hora de implementarla en nuestra población. Es un cuestionario
autoadministrado que contiene 20 ítems, cada uno es puntuado con una
Con el objetivo de escala de 5 puntos (0-4). El puntaje total posible es de 0 a 80, siendo 0 el
peor resultado y 80 el mejor. Es una herramienta confiable y válida, con
complementar el
una confiabilidad test-retest excelente. El cambio mínimo detectable y la
diagnóstico médico mínima diferencia clínicamente significativa son de 9 puntos. El estudio
proponemos que se de validación , realizado en 1999, tuvo una muestra de 107 pacientes, de
realice el diagnóstico los cuales 80 (75%) tenían alguna patología en la región de la rodilla (22
sujetos con diagnóstico de lesión ligamentaria, 22 de lesión meniscal y 6
kinésico de SFP, entre otras).46
correspondiente, Se validó transculturalmente en Argentina en el año 2016, donde demos-
el cual tendrá tró ser herramienta válida y confiable, en una muestra de 127 pacien-
tes, de los cuales 61 (48%) presentaron lesión en la rodilla. La fiabilidad
implicancia en el
“
abordaje terapéutico
test-retest fue alta y ligeramente superior a la de la versión original. Tam-
bién demostró ser sensible para detectar cambios funcionales. Dell´era y
posterior. colaboradores recomiendan su uso para evaluar la función en pacientes
argentinos con afecciones musculoesqueléticas del miembro inferior, ya
que permite detectar dificultad en algunas actividades, siendo un dato
útil para planificar el tratamiento, así como para poder objetivar resulta-
dos, valorar la evolución y la respuesta a la intervención, constituyendo
una herramienta apropiada para la práctica clínica, tanto con fines tera-
péuticos como de investigación (anexo I).47
CONCLUSIÓN
Como se describió en la introducción, el dolor es el síntoma más común-
mente referido por los pacientes con alteraciones musculoesqueléticas
de rodilla. A su vez este es uno de los síntomas determinantes para el
resultado positivo en las denominadas pruebas especiales que se han
desarrollado. El mismo se repite, aunque con características diferentes,
en todas las patologías revisadas. Sin embargo, en ninguno de los textos
consultados se encontró una recomendación para mensurarlo. 4, 5, 6, 16, 23-
25, 27-29
Por lo tanto, sugerimos la utilización de la escala visual analógica
(EVA), una escala utilizada comúnmente en la práctica diaria de nues-
tro servicio y recomendada por la Sociedad Argentina de Reumatología
(SAR) en casos de gonartrosis. 48
Con el objetivo de complementar el diagnóstico médico proponemos
que se realice el diagnóstico kinésico correspondiente, el cual tendrá im-
plicancia en el abordaje terapéutico posterior. Creemos que esto es posi-
ble utilizando el conocimiento de las características clínicas/funcionales y
pruebas diagnósticas más precisas, que fueron descritas en esta revisión
literaria.
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ANEXO II – IMÁGENES
Figura I - Prueba de Mc Murray.5 Figura II - Prueba de Apley: A: Rotación de ambas rodillas en el examen preliminar; B: Rotacio-
nes sin distracción o compresión.13
Figura III - Prueba de Apley: Figura IV - Prueba de Apley: A: Se realiza la fuerza longitudinal de
A: Se realiza la fuerza longitudinal de distracción. compresión. B: A continuación se realizan rotaciones.13
B A continuación se realizan rotaciones.13
Figura XIII - Prueba caída posterior Figura XIV - Prueba de bostezo interno