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TEMA 16:

Atención y cuidados del paciente en las necesidades de


movilización. Movilidad e inmovilidad física, factores que afectan
a la movilidad. Técnicas de ayuda a la deambulación.
Procedimientos de traslado del paciente. Riesgo de caídas,
medidas preventivas. Uso correcto de dispositivos de ayuda.

LAS NECESIDADES DE MOVILIZACION:


Las personas tenemos una serie de necesidades básicas que debemos cubrir para mantener
nuestra estabilidad física y psicológica. Una de ellas es la necesidad de movilización.
Entendemos por necesidad de movilización aquella que trata de mantener la capacidad
para mover cada una de las partes del cuerpo y de trasladarse de un sitio a otro
conservando una correcta estabilidad y alineación corporal.
Esta necesidad hace referencia a distintos aspectos:
• Función motora normal: Es la capacidad del cuerpo para moverse. Esta función va a
depender de la existencia de una buena integridad en músculos, huesos y
articulaciones.
• Posturas: Es la posición en la que se mantienen las diversas partes del cuerpo al estar
sentado, de pie, acostado, etc.
• Mecánica corporal: Es el adecuado equilibrio y control del cuerpo que se consigue
mediante una correcta alineación; es decir, adoptando una correcta posición de los
miembros con respecto al tronco.
El correcto funcionamiento del sistema músculo - esquelético es fundamental para poder
cubrir satisfactoriamente la necesidad de movilización, pero también van a intervenir en
ello otros elementos como el estado psicológico del individuo, la existencia o no de
patologías, las limitaciones funcionales que presenta, la presencia de otras personas que
puedan ayudarle en la satisfacción de esta necesidad en el caso de que no pudiera por sí
solo, las barreras arquitectónicas, etc.

MOVILIDAD E INMOVILIDAD FISICA:


MOVILIDAD
Es la capacidad de moverse libremente, con facilidad, con ritmo y con un fin determinado
en el entorno, es un componente esencial de la vida.
• El movimiento es necesario para protegerse de traumatismos y cubrir las
necesidades básicas.
• Fundamental para mantener la independencia.
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• Esencial para el funcionamiento adecuado de los huesos y los músculos.
• El movimiento sin dolor influye en la autoestima y la imagen corporal.
• Alteraciones en la movilidad hacen que las personas se sientan indefensas y una
carga para los demás.
• Es necesario para una vida satisfactoria.
La movilidad y estabilidad normal son el resultado de un sistema musculoesquelético
intacto, sistema nervioso intacto y unas estructuras del oído interno intactas, responsables
del equilibrio.

INMOVILIDAD:
Ocurre cuando la movilidad y la tolerancia a la actividad se ven afectadas por trastornos
que deterioran la capacidad del sistema nervioso, del sistema musculoesquelético, del
sistema cardiovascular, del aparato respiratorio y del aparato vestibular. Los problemas
que pueden afectar la funcionalidad motriz son: displasia de cadera, espina bífida, parálisis
cerebral y distrofia muscular. También puede ser efecto de trastornos del sistema nervioso
como: Parkinson, esclerosis múltiple, tumores del sistema nervioso central, accidentes
cerebrovasculares, procesos infecciosos como la meningitis y lesiones de cabeza y médula
espinal.

Clasificación:
En cuanto a su forma de presentación pueden presentarse en forma SÚBITA o
GRADUAL.
En cuanto a su intensidad, pueden clasificarse en:
• ALTERACION LEVE: dificultad para deambular distancias largas o subir escaleras.
• ALTERACION MODERADA: dificultad para realizar en forma independiente su
movilización dentro del hogar.
• ALTERACION SEVERA: va desde la dificultad para la movilización independiente
de su cama o sillón para realizar las actividades básicas de la vida diaria, hasta la
inmovilidad total.

FACTORES QUE AFECTAN A LA MOVILIDAD:


Existe un gran número de factores que pueden influir en la mecánica corporal. Pueden ser
biológicos, psicológicos o socioculturales, y todos ellos pueden afectar tanto a la postura
que adopte el individuo y a su coordinación de movimientos como al equilibrio que le
permite mantener la estabilidad.
• Factores biológicos
La edad
La postura o la alineación corporal en un individuo se modifica a medida que transcurren
los años. En los niños aumenta progresivamente el equilibrio y la coordinación de
movimientos en tanto avanza su crecimiento y desarrollo. Si no se corrigen las posturas
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defectuosas que se adoptan durante la infancia, pueden provocar alteraciones en la edad
adulta. Con el envejecimiento, las modificaciones que sufren los cartílagos y los huesos
pueden originar cifosis y otras alteraciones que dificulten el movimiento.
El embarazo
En las mujeres embarazadas se modifica la alineación corporal y el equilibrio debido al
aumento del peso que hace variar el centro de gravedad del organismo. Aparece
normalmente una lordosis, con el consiguiente dolor de espalda. Estos trastornos pueden
agravarse si la mujer embarazada utiliza calzado inadecuado.
La nutrición
La nutrición puede igualmente afectar a la mecánica corporal. En un estado de
desnutrición, los músculos están debilitados y dificultan la correcta alineación corporal; al
individuo le resulta difícil mantener el cuerpo erecto. Los casos graves de desnutrición,
aunque son poco frecuentes, pueden dar lugar a una lordosis debido al esfuerzo que debe
realizarse para mantener el equilibrio si el abdomen está abultado.
Por otro lado, las personas obesas presentan una modificación del centro de gravedad, que
conlleva una cifosis torácica y una alteración de las articulaciones por sobrecarga, al
mismo tiempo que disminuye considerablemente su actividad, por la fatiga que supone
realizar determinados ejercicios.
El ejercicio físico
El ejercicio físico practicado de forma moderada y continua influye beneficiosamente en la
mecánica corporal. Un ejercicio físico programado mejora el tono y la fuerza muscular,
mantiene la movilidad de las articulaciones y puede incluso favorecer el crecimiento.
Además de las ventajas que supone para la mecánica corporal, influye también en el
funcionalismo de los diversos órganos, debido a que el ejercicio:
⁃ Mejora la circulación sanguínea, especialmente el retorno venoso.
⁃ Asegura una mayor expansión pulmonar al tener que inhalarse el oxígeno suplementario
que el organismo necesita durante el esfuerzo.
⁃ Aumenta el tono muscular del tracto gastrointestinal, favoreciendo la digestión y la
eliminación fecal, al mismo tiempo que aumenta el apetito.
⁃ Favorece la eliminación de los productos de desecho metabólico a través de la orina, al
aumentar la irrigación sanguínea de los riñones.
⁃ Actúa sobre el metabolismo tanto en su fase anabólica como catabólica, con el fin de
obtener energía.
A pesar de los efectos beneficiosos del ejercicio, hay que tener en cuenta que la fatiga
extrema puede influir en la alineación corporal. Cuando el individuo se siente fatigado, ya
sea física o psicológicamente, los hombros bajan, el cuello se flexiona y como
consecuencia se produce una cierta cifosis en la columna torácica.
La enfermedad
Es evidente que cualquier enfermedad que afecte al sistema nervioso o al
musculoesquelético influirá en la capacidad del individuo para moverse, permanecer activo
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o adoptar determinadas posturas. No obstante, hay que tener en cuenta que además de las
alteraciones musculoesqueléticas o nerviosas, cualquier enfermedad que padezca el
individuo limitará en mayor o menor grado su actividad. En algunos casos será debido al
miedo a moverse por el dolor que provoque el movimiento, como sería el caso de un
paciente intervenido quirúrgicamente. En otros casos, la reducción de la actividad se debe
a la necesidad de permanecer en reposo durante el transcurso de una enfermedad aguda,
como por ejemplo tras un infarto de miocardio.

• Factores emocionales
Cada persona manifiesta sus emociones y sus sentimientos por medio de la postura y de los
gestos u otras actividades físicas. Los movimientos que realiza un individuo, ya sea de
forma consciente o inconsciente, reflejan claramente sus impulsos psicológicos internos o
la falta de ellos. No obstante, algunas emociones, como el miedo, pueden disminuir de
forma considerable los movimientos y la actividad del individuo.
Los valores que cada persona concede a la postura corporal también influyen de manera
importante en esta necesidad. Un individuo alto, sobre todo joven, que no valore su
estatura o que se sienta acomplejado por ser más alto que sus compañeros adoptará una
mala postura; su alineación corporal no será la correcta, ya que intentará encorvarse para
resultar más bajo. Por el contrario, una persona que conceda importancia a la alineación
corporal, que considere que la postura correcta beneficia el estado de salud por su in-
fluencia sobre los distintos órganos del cuerpo, mantendrá intencionadamente una buena
alineación corporal.

• Factores socioculturales
De entre los factores socioculturales que influyen en la necesidad de movimiento cabe
destacar los patrones culturales, la actividad laboral, la vivienda y la política social.
Patrones culturales
La cultura entendida como tradiciones, costumbres y modas puede determinar el ritmo de
la actividad diaria y la realización de deportes específicos ligados a ella. Algunas culturas
conceden mayor importancia a la actividad física que otras.
Por otra parte, los valores culturales y las creencias de un individuo pueden motivarle a que
realice ejercicio físico, con el fin de mantenerse en forma, conseguir niveles adecuados de
relajación, etc. La importancia de la actividad con respecto a la salud es algo que el niño
aprende muy pronto de las personas que le rodean. Mientras algunos niños practican
deportes en las escuelas y sus familias los animan a que jueguen al aire libre, en otros niños
las actividades que se potencian son más sedentarias, como los juegos de mesa, ver la
televisión, etc.

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Actividad laboral
La realización de ejercicio físico y el mantenimiento de determinadas posturas tiene una
relación evidente con el trabajo o la profesión que desempeña cada individuo.
Las posturas incorrectas que se adoptan de forma continuada durante las horas de trabajo
pueden provocar alteraciones permanentes en la alineación corporal. En este sentido, es
importante que en las escuelas se enseñe a los niños a mantener una postura correcta
mientras permanecen sentados.
También deben valorarse las características de los objetos relacionados con la mecánica
corporal que utiliza habitualmente el individuo durante las horas de trabajo. Las sillas, los
bancos, las mesas, los escritorios, etc. deben proyectarse y seleccionarse de forma que
favorezcan la buena postura del estudiante y del trabajador.
La vivienda
El tipo y la situación de la vivienda pueden influir de forma notable en la actividad que
desarrolla un individuo. Una vivienda situada en un piso alto y que no disponga de
ascensor puede favorecer la actividad en aquellas personas que no tienen problemas de
movilización en individuos con ocupaciones muy sedentarias, subir las escaleras a menudo
es el único ejercicio físico que realizan. Por el contrario, en personas ancianas limita
mucho sus movimientos, ya que presentan mayores problemas para subir y bajar escaleras,
dificultando de esta forma la posibilidad de dar un paseo diario.
El interior de la vivienda debe acondicionarse de manera que haya espacio suficiente para
proporcionar libertad de movimientos.
Política social
Generalmente las grandes ciudades, y de forma especial los barrios más deprimidos,
poseen una infraestructura insuficiente en cuanto a parques y jardines, iluminación
adecuada de las calles, pavimentos en buen estado, etc., todo lo cual dificulta que los
ancianos y los niños puedan andar y realizar actividades que les resultarían beneficiosas.
Por otro lado, las Administraciones no contemplan suficientemente la necesidad de
modificación y adaptación de las ciudades a las necesidades particulares de desplazamiento
que presentan aquellas personas que sufren una disminución física.

RESPUESTAS FISIOLOGICAS A LA INMOVILIDAD:


Los sistemas más afectados por la inmovilidad son el cardiovascular y el
musculoesquelético. En ellos y en el resto de sistemas se aprecian cambios que, a su vez,
contribuyen a perpetuar el síndrome.
• Sistema cardiovascular
Los cambios fisiopatológicos se observan al cabo de pocos días en el caso de los ancianos.
Existe alteración del flujo sanguíneo que puede provocar tendencia sincopal y
fatigabilidad, pérdida de fluidos con aparición de ortostatismo; intolerancia al ejercicio y
riesgo de desarrollar complicaciones tromboembólicas: TVP (trombosis venosa profunda),
tromboflebitis y TEP (tromboembolismo pulmonar).
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• Sistema musculoesquelético
Disminuye la fuerza muscular hasta un 55% a las seis semanas de inmovilización y de un
1-3% al día, con una tasa de recuperación de un 6% a la semana.
Se observa atrofia muscular de predominio en músculos flexores y en EEII (extremidades
inferiores), disminuye la masa ósea predisponiendo a la aparición de osteoporosis por
desuso y aparecen contracturas musculares y osificaciones heterotópicas de predominio en
zonas proximales articulares.
Las articulaciones más afectadas por la inmovilidad son el tobillo (desarrollo de pie
equino) y cadera (flexo).
• Sistema respiratorio
Se observa desaturación y riesgo de aparición de atelectasias y neumonías.
• Sistema nervioso
Disminuye la coordinación y aparece inestabilidad en bipedestación. También puede
existir deprivación sensorial, depresión y aislamiento social.
• Sistema digestivo
Disminuye el apetito, puede existir reflujo gastroesofágico y estreñimiento.
• Sistema genitourinario
Se favorece la aparición de cálculos, incontinencia urinaria funcional e ITU (infección del
tracto urinario).
• Sistema endocrino
Puede haber hiperglucemia por resistencia a insulina.
• Piel
Aparición de úlceras por presión

TECNICAS DE AYUDA A LA DEAMBULACION:


Entendemos por deambulación o marcha la capacidad del individuo para trasladarse de
un sitio a otro.
La marcha depende de dos factores relacionados entre sí, aunque bien diferenciados:
▪ Equilibrio: es la capacidad de un individuo para mantenerse erguido y estable.
▪ Locomoción: es la capacidad para iniciar el movimiento y, una vez hecho, mantenerlo
rítmicamente.
Los problemas en la marcha se manifiestan como fallos en uno de los dos componentes
anteriores o en ambos, lo que da lugar a una disminución en la velocidad de la misma y a
una disminución de la longitud de zancada.

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Las técnicas de ayuda a la deambulación tienen como fin facilitar al paciente el
mantenimiento de su movilidad y, en consecuencia, de su nivel de independencia
con todos los beneficios que esto conlleva, proporcionándole un apoyo que le facilite
el moverse y una seguridad a la hora de desplazarse.
En todos los casos será el personal facultativo el que determine qué tipos de ayuda a
la deambulación requiere cada paciente y el tipo de marcha que realizará.

La ayuda a la deambulación consiste en ayudar al paciente para que pueda volver a


levantarse y andar. La deambulación debe iniciarse lo más pronto posible y bajo la
supervisión del médico y la enfermera. Debe hacerse gradualmente, empezando por un
periodo de sedestación, luego bipedestación y por último deambulación. El encargado de
su vigilancia y control es el auxiliar de enfermería, que estará atento a los movimientos del
paciente, observando su reacción y sirviéndole de punto de apoyo cuando éste se fatigue.
Además, instruirá al paciente en el manejo de las ayudas Cuando el paciente mantiene la
bipedestación y puede caminar, a veces será necesario el empleo de medios auxiliares,
como andadores, sillas de ruedas y muletas, o la ayuda del personal de enfermería para el
desplazamiento.
Procedimiento para ayudar al paciente en su desplazamiento:
Recursos materiales:
Bata y zapatillas.
Protocolo de actuación:
⁃ Ayudar al paciente a sentarse en la orilla de la cama.
⁃ Ayudarle a ponerse la bata y las zapatillas.
⁃ Sujetarle por la cintura, hasta la posición de bipedestación
⁃ Colocarse a su lado y sujetarle, pasando un brazo alrededor de su cintura, mientras él
apoya su brazo próximo sobre el hombro más lejano del auxiliar. El auxiliar puede sujetar
esta mano con la suya.
⁃ Mientras se realiza el desplazamiento, observar atentamente cualquier cambio que se
produzca en el paciente, para evitar posibles caídas.
Aparatos de ayuda

Bastón Inglés Muleta Axilar Trípode Andador

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Los aparatos de ayuda son una serie de elementos cuya función es favorecer la movilidad
del individuo. Algunos de estos dispositivos pueden usarse con un solo brazo, mientras que
otros requieren de los dos para su correcta utilización.
Estos aparatos son eficaces si se prescriben en el momento adecuado y si el paciente reúne
unas condiciones físicas mínimas para su utilización; de lo contrario, resultan inútiles por
completo.
1. Bastones.
Los bastones sirven para facilitar la deambulación, ya que aumentan la estabilidad del
paciente al incrementar la base de apoyo y disminuir la carga sobre las piernas. Los
bastones suelen estar hechos de madera y/o aluminio y deben tener en su base un taco de
goma para evitar deslizamientos. Además, han de ser ajustables en altura: se considera
como altura óptima aquélla igual a la distancia existente entre la cadera y el suelo.
Además de los bastones convencionales, existen otros con varios puntos de apoyo que
proporcionan mayor estabilidad porque aumentan la base de sustentación, a la vez que
distribuyen mejor el peso.
La forma correcta de usar el bastón consiste en agarrarlo con la mano en la que se tenga
más fuerza, normalmente la derecha si el paciente es diestro, o la izquierda si es zurdo.
Partiendo de la posición de parado con los pies juntos, el asistido adelantará primero el
bastón, moviendo a continuación la pierna contraria. Para finalizar, se hace avanzar la otra
pierna quedando de nuevo en la posición inicial.
En caso de existir lesión o debilidad en alguna de las dos piernas, se agarrará el bastón con
la mano correspondiente a dicha pierna.

2. Muletas.
Tienen la misma función que los bastones y se basan en el mismo principio, aunque se
prefieren a éstos cuando los déficits funcionales son más importantes, ya que proporcionan
mayor soporte y estabilidad.
En el caso de las muletas hay que distinguir si el paciente usa una o dos:
• Si el paciente sólo usa una muleta, ésta se utilizará del mismo modo que el bastón.
• Si usa dos muletas, existen tres tipos de marcha, diferenciadas entre sí según los puntos
de apoyo:
⁃ En cuatro puntos: se usa cuando el paciente tiene poca fuerza en las piernas y/o falta
de estabilidad. La secuencia a seguir será la siguiente: se adelanta una de las muletas;
luego, el pie opuesto; se adelanta la otra muleta; y, por último, el otro pie.
⁃ En tres puntos: se usa cuando el paciente tiene toda la fuerza en una de las piernas. Se
adelantan primero las muletas, moviendo después la pierna en la que se disponga de
menos fuerza; por último, la otra pierna, llegando de nuevo a la posición inicial.
⁃ En dos puntos: se usa si el paciente no tiene mucha fuerza en las piernas, pero sí en los
brazos y, además, tiene buena estabilidad. Se adelantan simultáneamente una muleta y
el pie opuesto y, a continuación, la otra muleta y el otro pie.
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3. Andadores.
Están indicados cuando el individuo presenta una gran inestabilidad, bien sea por
problemas musculares, de estabilidad o porque tenga miedo a caerse. El andador aumenta
la base de sustentación y aporta seguridad y estabilidad al paciente.
Existen dos tipos:
• Andadores con ruedas incorporadas. Facilitan el movimiento, aunque no son muy
recomendables porque pueden provocar la caída del anciano.
• Andadores sin ruedas. Dentro de este grupo distinguimos dos tipos:
⁃ Estacionarios: son aquéllos que tienen una estructura fija. El movimiento se hará
adelantando primero el andador; a continuación, una de las piernas; y, por último, la
otra.
⁃ Recíprocos: son aquéllos que se doblan permitiendo que un lado avance antes que
el otro.
Al igual que con las muletas, según la estabilidad y la fuerza que presente el paciente en
sus miembros, la marcha se realizará con dos, tres o cuatro puntos de apoyo.

PROCEDIMIENTOS DE TRASLADO DEL


PACIENTE:
Movilización del Paciente
En una Institución Sanitaria nos vamos a encontrar con pacientes, que por motivo de una
enfermedad o por su avanzada edad, tienen disminuidas sus capacidades físicas o
psíquicas, lo que provoca que estos enfermos necesiten ayuda para realizar determinados
movimientos.
Objetivos de la movilización
- Mantener la comodidad del paciente encamado.
- Mantener la alineación corporal del paciente.
-Prevenir posibles complicaciones (úlceras por presión, deformidades, pérdida del tono
muscular, trastornos circulatorios, etc.)
El personal sanitario será quién efectúe dichos movimientos, ayudados en la mayoría de los
casos por los Celadores.
Deberemos tener en cuenta diversas normas generales a seguir:
• Adoptar las medidas de higiene necesarias.
• Preparar el área donde se va a trabajar, quitando aquellos elementos que puedan
estorbarnos, es decir adaptar el medio. Garantizando en todo momento la seguridad del
paciente.
• Colocar la cama en la posición adecuada al paciente.

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• Frenar la cama.
• Tener cuidado con sueros, drenajes, sondas, etc.
• Pedir colaboración al paciente.
• Guardar en todo momento la intimidad del paciente.
• Evitar movimientos bruscos en la movilización del paciente. La movilización no debe
suponer un proceso traumático o doloroso para el paciente.
• Utilizar ayudas mecánicas cuando sea posible.

MOVILIZACIÓN DEL PACIENTE ENCAMADO


Diferencia entre movilización y transferencia de pacientes encamados:
• Movilización es el movimiento que se realiza sobre una misma superficie implicando
cambios de posición o de situación (giro en la cama), diferenciando dos tipos, activa y
pasiva.
1. Movilizaciones activas son las que puede realizar el paciente bajo la supervisión de un
profesional.
2. Movilizaciones pasivas son las que realiza el profesional en pacientes que no pueden
realizar esfuerzos.
• Transferencia es el movimiento que se realiza de una superficie a otra o de un plano a
otro. Para realizar la transferencia del paciente disponemos de varios dispositivos que nos
ayudan a efectuarla con cierta seguridad para el paciente y también para el personal,
como son la sábana entremetida, grúas, transfer, etc.

Movimiento del paciente hacia la cabecera de la cama:


Cuando el paciente colabora:
• Lo puede elevar hacia arriba una sola persona:
• Decirle al enfermo que se agarre al triángulo o a la cabecera de la cama, flexione sus
rodillas y coloque la planta de los pies apoyando sobre la superficie de la cama.
• El paciente hará fuerza con los talones sobre la cama para impulsarse hacia arriba a una
voz de mando.
• Si necesita ayuda, colocaremos los brazos por debajo de las caderas del paciente; se le
pedirá que haciendo fuerza con sus pies y brazos intente elevarse; es entonces cuando le
ayudaremos a subir hacia la cabecera.

Cuando el paciente no colabora:


• Se necesitará como mínimo dos personas
• Se puede realizar este movimiento con la ayuda de la entremetida, si el paciente la
tuviese. Se coloca una persona por cada lado de la cama, sujetando bien la entremetida,
enrollándola y bien pegada al cuerpo del paciente, y al unísono se desliza hacia la
cabecera de la cama. (La entremetida se colocará desde el hombro hasta el muslo del
paciente).
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• De igual manera, una persona por cada lado de la cama, agarrando al paciente por las
axilas, deslizándolo hasta la cabecera. Se pondrá uno de sus brazos debajo de las axilas
y el otro debajo del cuello del paciente.
• Si fuera un paciente politraumatizado, el desplazamiento se realizaría en bloque.

Movilizar al paciente hacia un lateral de la cama:


• Colocarse en el lado de la cama hacia el cual se va a trasladar al enfermo y colocar el
brazo más próximo del paciente sobre su tórax:
• Frenaremos la cama y la colocaremos en posición horizontal, retirando las almohadas y la
ropa de cama.
• Una persona colocará un brazo bajo la espalda y otro debajo de la cabeza del paciente.
• La segunda persona colocará un brazo bajo la columna lumbar y el otro bajo las piernas.
• Una vez sujeto, tiraremos suave y simultáneamente del paciente hacia la posición
deseada.
• En todo momento se debe levantar al paciente y no arrastrarlo sobre la cama.

Esta movilización se puede realizar usando la sábana de tiro o entremetida:


1. Se realiza entre dos personas, una a cada lado de la cama.
2. Se enrolla la sábana hacia el paciente, colocaremos una mano a la altura del hombro y la
otra a la altura de la cadera y desplazaremos al paciente a una voz de mando hacia un
lateral.
Sentar al paciente al borde de la cama:
Si la cama es articulada, colocaremos al paciente en posición fowler, siempre que la
patología del paciente lo permita.
• Se adelanta un brazo, el más próximo a la cabecera, y se rodea los hombros del
enfermo, y el otro se coloca en la cadera más lejana del paciente.
• Haciendo que la cadera y las piernas del paciente giren de modo que queden colgando
en el borde de la cama. Con el otro brazo ayudamos a erguir el tronco (en un solo
movimiento debemos elevar los hombros y rotar el cuerpo del paciente, moviendo con
nuestro brazo las piernas y rodillas hasta que quede sentado con las piernas colgando en
la cama).
• Una vez que el paciente está sentado en la cama, colocaremos nuestros pies y rodilla en
los pies y piernas del paciente haciendo tope, para evitar que éste resbale y caiga.

El transporte es el desplazamiento del paciente de un lugar a otro en la sala de


hospitalización o de un servicio a otro del hospital. El transporte puede realizarse en cama,
silla de ruedas o camilla.

Normas generales:
⁃ Lavarse las manos antes y después de ponerse en contacto con el paciente.
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⁃ Preparar los recursos materiales necesarios para cada situación: bata, zapatillas, sábanas,
manta, cojines, butaca, silla de ruedas, camilla, etc.
⁃ Explicar el procedimiento al paciente y pedir su colaboración.
⁃ Procurarle intimidad, colocando un biombo, si es preciso.
⁃ Frenar la cama y colocarla en la posición apropiada.
⁃ Realizar la técnica con seguridad, evitando lesionar o incomodar excesivamente al
paciente. Para ello, se tendrá en cuenta que:
⁃ La sujeción del paciente debe ser firme para evitar posibles caídas.
⁃ Es preferible realizar el transporte entre dos, tres o más personas, según el caso.
⁃ La necesidad de una buena coordinación entre las personas que realicen la técnica exige
que, previamente, se acuerde un procedimiento (contar hasta tres, que una persona diga
una palabra concreta, etc.) para conseguir que el movimiento sea simultáneo.
⁃ Si el paciente lleva insertadas sondas o sueros, la enfermera los pinzará o elevará durante
la maniobra.
⁃ Una vez transportado el paciente, se le acomodará con almohadas o cojines y se le cubrirá
con una sábana o manta.
⁃ Durante el traslado no se le debe abandonar en los pasillos ni pararle entre corrientes.
⁃ Si en el desplazamiento es necesario atravesar alguna rampa, deben extremarse las
precauciones, colocando las cintas de sujeción de la camilla y situándose la persona que
realiza el transporte delante del paciente y de espaldas a la pendiente, cuando se
desciende.
⁃ Comunicar a la enfermera lo observado durante la realización de la técnica y
cumplimentar los registros, si fuera necesario.

Traslado del paciente de la cama a una silla de ruedas o sillón:


Pacientes que pueden colaborar:
El traslado lo puede realizar una sola persona.
1) Se elevará la cama y se frenará.
2)Tendremos la silla o sillón convenientemente preparado, paralelo a la cama. Si es una
silla de ruedas deberá de estar frenada. Si es un sillón se cubrirá con una sábana o
similar.
3)Se desplaza al paciente al borde de la cama en la que se dejará sentado. Para esto, se
introduce un brazo por debajo del hombro del paciente y el otro pasando por encima del
cuerpo, bajo los muslos, haciendo movimientos rotatorios, dejando que se deslicen las
piernas hacia abajo y levantando el tórax.
4) Para ponerlo de pie se le sujetará con las dos manos por debajo del tórax, fijándole sus
rodillas con las nuestras
5) Si el paciente puede, colocará las manos sobre nuestros hombros.
6) Se hará un movimiento rotatorio de espalda a la silla sentando al paciente lentamente.

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7)Una vez en la silla, los pies deberán de estar planos sobre el suelo o apoya pies.
8) Las rodillas y las caderas estarán en ángulo recto, liberando hueco poplíteo.
9) Los glúteos firmemente apoyados hacia el respaldo de la silla. Cabeza, hombros y
tronco rectos.
10)Se mantendrán los brazos apoyados. Si la silla no tuviera apoyabrazos o fuera más
ancha, se cubrirá esta deficiencia con unas almohadas a los lados.
11)Si es necesario se colocarán rollos en las manos
12)Si no tiene respaldo adecuado o queda bajo se deberá corregir con una almohada.

• Pacientes que no pueden colaborar:


Se debe realizar entre dos personas
Tendremos la silla o sillón convenientemente preparado, paralelo a la cama. Si es una silla
de ruedas, deberá estar convenientemente frenada, si es un sillón se cubrirá con una sábana
o similar.
1) Se frena la cama y se desplaza al paciente al borde de la misma.
2) Una persona le cogerá por las axilas y la otra por la cadera y las piernas.
3) Le trasladaremos a la silla a una voz de mando.
4) El resto del procedimiento igual que el anterior.

Traslado del paciente de la cama a la camilla:


La camilla se colocará paralela a la cama, frenadas ambas. Si el paciente puede
desplazarse, se le ayudará a colocarse en la camilla. Si no pudiera moverse se le desplazará
con la ayuda de DOS o TRES personas (Toda movilización dependerá de movilidad que
disponga el enfermo, por un lado, y del número de personas que intervengan en la misma,
por otro).
Con una persona:
Si el enfermo posee movilidad, puede él solo trasladarse a la camilla, con algo de ayuda.
Con dos personas:
1) Una realiza la movilización del enfermo y la otra se asegura de fijar la camilla para que
no se mueva y de ayudar a la primera;
2) La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a ésta; (ambas deberán estar
frenadas)
3) Previamente se habrán sacado la entremetida y el hule (salvacamas) tras haber retirado
la sábana encimera y las mantas hacia los pies;
4) Una de las dos personas se coloca en el lado externo de la camilla, en el centro, y tira de
la entremetida hacia sí, mientras la otra se coloca en la cabecera sujetando al enfermo
por los hombros, levantándolos y acercándole hacia la camilla;
5) Una vez que el enfermo está colocado en la camilla, se le tapa con las sábanas y mantas
y se arreglan el hule y la entremetida.

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Otra variante con Dos Personas es situarse cada una en un extremo, una en un
extremo de la cama y otra en el extremo contrario de la camilla, y movilizar al
. paciente desplazando la entremetida que está debajo del mismo.

Con tres personas (Movilización en Bloque):


1)Si el enfermo no puede moverse en absoluto serán necesarias tres personas;
2)La camilla se coloca perpendicular a la cama, con la cabecera de la camilla tocando los
pies de la cama; (ambas deberán estar frenadas)
3)Las tres personas se sitúan frente a la cama, adelantando un pie hacia la misma;
4)Doblan las rodillas al unísono y colocan sus brazos bajo el paciente: el primero, uno por
debajo de la nuca y hombros y el otro en la región lumbar; el segundo, uno bajo la
región lumbar y otro debajo de las caderas, y el tercero, uno debajo de las caderas y el
otro debajo de las piernas;
5)Después vuelven al paciente hacia ellos haciéndole deslizar suavemente sobre sus
brazos. Éstos se mantienen cerca del cuerpo para evitar esfuerzos inútiles;
6)Se levantan, giran los pies y avanzan hacia la camilla, luego doblan las rodillas y apoyan
los brazos en la misma. Los movimientos han de ser suaves y simultáneos para dar
seguridad al enfermo y evitar que se asuste.

Cambio de cama/camilla mediante transfer


1)Colocar la cama a la que se va a trasladar el
paciente junto a la cama en la que está.
2)Ladear al paciente ligeramente e introducir el
transfer por debajo de la sábana, apoyando al
enfermo sobre él.
3)Deslizar al paciente sobre el transfer, tirando
suavemente por la sábana.
4)Colocar al paciente en la cama a la que va
destinado.
5)Ladearle de nuevo para retirar el transfer y la
sábana.
6)Dejar al paciente nuevamente en posición cómoda.

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PROTOCOLO DE MOVILIZACION DE PACIENTES CON GRÚA
La grúa es un elemento auxiliar del que dispone el personal sanitario para movilizar al
enfermo dependiente con la mayor seguridad y menor riesgo de lesiones para él y para el
personal.
Recursos Materiales:
Grúa para movilización de paciente
Arnés
Guantes
Recursos Humanos:
Enfermera
Auxiliar de enfermería
Celador
Preparación del Personal:
Lavar las manos.
Poner los guantes.
Preparación del Paciente:
Informar al paciente de lo que se le va hacer y pedir su
colaboración.
Preservar su intimidad en todo momento.
Procedimiento:
Frenar la cama y colocarla en posición horizontal.

Métodos de Colocación del Arnés:


1. EN DECUBITO LATERAL
Girar al enfermo en Decúbito Lateral, (en enfermos
con FRACTURA DE CADERA, colocar una
almohada doblada entre las piernas, para evitar que
las junte), colocar el arnés y una entremetida si el
enfermo no la tuviese hacia la mitad, luego hacerlo
girar hacia el Decúbito contrario y acabar de estirar
el arnés y entremetida. Luego las bandas de las
piernas se pasan por debajo de ambas piernas y se
entrecruzan, la de la pierna derecha para colgar en el
gancho izquierdo y la de la pierna izquierda en el
gancho derecho.
ES MUY IMPORTANTE que en enfermos con FRACTURA DE CADERA las
piernas queden separadas; por eso se entrecruzan las cintas del arnés.

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2. DESDE LA POSICIÓN DE SENTADO
Incorporar al enfermo hasta la posición de
sentado, colocar el arnés de arriba a abajo,
por debajo de una sábana entremetida, - del
mimo modo que se hace si el enfermo está
sentado en una silla -, hasta la altura de la
cintura.
Acostar de nuevo al enfermo y hacer pasar la
banda de las piernas, justo por debajo de los
muslos y cruzarlas como se explicó arriba en
el método de Decúbito Lateral.
Una vez colocado el arnés al enfermo por uno u otro método, elevar un poco el brazo de la
grúa, y acercar a la cama o silla desde donde se desee movilizar al enfermo y colocar las
bandas más cortas (hombros) en los enganches del lado correspondiente o en la percha
supletoria si se dispone de ella, en la posición más corta, es decir más cercana al cuerpo del
arnés. Y a continuación las bandas más largas (piernas) en la posición más alejada, o sea,
la de la punta de la banda y entrecruzarlas de modo que la derecha se coloque en el
enganche izquierdo y la izquierda en el derecho; así el enfermo, irá más sentado al
elevarlo.

En enfermos con FRACTURA de CADERA, en el momento en el que el enfermo


está con el arnés puesto y elevado sobre la cama, para el traslado a la silla o sillón o
viceversa, es conveniente, sujetarle la pierna operada, para mantener la alineación.
del miembro y restarle dolor.
Elevar con suavidad, hasta una altura de separación entre la cama y el enfermo, ABRIR
LAS PATAS DE LA GRUA PARA AUMENTAR EL RADIO DE ESTABILIDAD DE
LA MISMA y procurar mayor seguridad en el traslado; transportar al enfermo, hasta el
sillón o viceversa; Situar encima del sillón y descender, hasta la posición de sentado.
En el supuesto de que el enfermo, necesite sujeción adicional y pudiendo dejarle puesto el
arnés, se usarán las bandas largas de las piernas, para sujetar en los brazos del sillón de este
modo el enfermo no se escurrirá del sillón con tanta facilidad.

Transporte paciente
Cuando la situación o el tipo de desplazamiento lo requiera, el transporte del enfermo se ha
de realizar mediante la propia cama, camilla o silla de ruedas. Para ello deberemos tener en
cuenta una serie de Consideraciones Generales:
1) Explicarle al paciente el recorrido que van a realizar y cómo lo van a hacer.
2) Elegir el medio de transporte más adecuado, atendiendo a las indicaciones del personal
sanitario sobre la movilidad del paciente.
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3) Si lo que vamos a movilizar es una cama eléctrica, comprobar que no está enchufada a
la red.
4) Antes de mover la Camilla, Cama o Silla de Ruedas debemos verificar que todos los
componentes, sueros, bombas, sondas, bala de oxígeno, etc. están en el lugar adecuado
y asegurarnos que no nos van a entorpecer el traslado cuando entremos en un ascensor,
atravesemos una puerta, etc.
5) El paciente deberá estar bien sujeto para evitar caídas en su desplazamiento.
6) Evitar situaciones donde existan corrientes de aire o en lugares donde el enfermo pueda
sentirse incómodo.
7) Los movimientos en el traslado deben ser rápidos y coordinados.
8) Una vez llegado al destino, planta de hospitalización, servicio de radiología, quirófano,
etc. no abandonar al paciente hasta que no se hagan cargo de él el personal
correspondiente.
Como Norma General, empujaremos la Cama o Camilla desde la cabecera de la misma,
de tal manera que los pies del paciente sean los que vayan abriendo camino. Igualmente, la
Silla de Ruedas se empujará desde la parte de atrás de la misma, agarrándola por las
empuñaduras.

Situaciones especiales:

SUBIDA Y BAJADA DE RAMPA CON SILLA DE RUEDAS:

SUBIDA Y BAJADA DE RAMPA CON CAMA O CAMILLA

ENTRADA Y SALIDA DEL ASCENSOR CON SILLA DE RUEDAS

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ENTRADA Y SALIDA DEL ASCENSOR CON CAMA O CAMILLA

Excepción: En el caso de Traslado en Cama o Camilla de PACIENTES ASISTIDOS


(aquellos que están conectados a aparatajes que les ayudan a mantener las constantes
vitales adecuadas) se empujará por el piecero de la Cama o Camilla, dejando así
despejada la parte de la cabecera para poder ser utilizada por el Anestesista, Enfermera u
otro personal sanitario, que desde ahí vigilarán los monitores, respirador portátil,
paciente, etc.

Normas de Protección para el personal:


Para realizar los cambios de posición del paciente o su movilización se deben seguir unas
normas generales tales como:
•Preparar el área donde se va a trabajar, quitando aquellos elementos que puedan
entorpecernos.
• Procurar realizar el esfuerzo con los músculos más fuertes (muslos, piernas y brazos).
• Acercarnos lo máximo posible a la cama del enfermo para que el esfuerzo sea menor.
• Mantener la columna vertebral lo más erguida posible.
• Cuando sea posible, debe actuar más de una persona.

RIESGO DE CAIDAS. MEDIDAS PREVENTIVAS:


El Ministerio de Sanidad y Política Social ha situado la seguridad del paciente en el centro
de las políticas sanitarias como uno de los elementos clave de la mejora de la calidad.
Constituye la estrategia número 8 del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud
(SNS), que se viene desarrollando desde el 2005 en coordinación con las Comunidades
Autónomas.
Según la Organización Mundial de la Salud, se define caída como “la consecuencia de
cualquier acontecimiento que precipite al individuo al suelo en contra de su voluntad”.

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Las caídas representan un importante problema de salud pública, especialmente para las
personas mayores, con notables repercusiones de salud y económicas. Se estima que el
30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 tienen, al menos, una caída
al año ligados al normal proceso de envejecimiento o a la presencia de patologías, cuya
frecuencia también aumenta con la edad y que por sí mismas o por la asociación con otros
factores favorecen las caídas.
Hay que resaltar que el 57% de los accidentes se producen dentro del domicilio.
Una población que aparece con menos frecuencia en las guías de práctica clínica (GPC) y
revisiones es la ingresada en centros o unidades psiquiátricas, pese a que, según algunos
estudios, la tasa de caídas es superior a la que se produce entre otros pacientes ingresados
(7,97 frente a 2,29). Los factores relacionados con las caídas en este tipo de pacientes son:
diagnóstico de depresión, confusión, desorientación y uso de terapia electroconvulsiva.
La prevención de caídas es uno de los indicadores de calidad de los cuidados de enfermería
cuyo seguimiento es común en todos los programas de calidad de los distintos hospitales.
Definimos riesgo de caídas como: Aumento de la susceptibilidad a las caídas que pueden
causar daño físico (Taxonomía NANDA-I 2009-2011).

FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo más importantes para la caída son antecedentes de caídas previas y
alteraciones en la marcha o el equilibrio.
A todo paciente que ingrese en el hospital se le realizará la valoración enfermera para
detectar aquellos pacientes con riesgo de caída. En caso de producirse una caída, la
enfermera realizará una valoración del estado del paciente y posibles lesiones que se
puedan haber producido, aplicará los cuidados pertinentes y avisará al facultativo
responsable del paciente, en caso necesario, según su criterio. Evaluará la efectividad de
las medidas aplicadas hasta ese momento y programará las intervenciones necesarias en
relación con la prevención de caídas.
De todo ello debe quedar constancia escrita en la historia clínica del paciente, tanto de las
actividades de prevención como de las realizadas cuando se produce una caída y las
posteriores actividades, de acuerdo al formato de registro establecido en cada hospital.
Existen numerosos factores que pueden incrementar el riesgo de caídas de los pacientes.
Este riesgo aumenta cuantos más factores se asocien. Se pueden clasificar en:
1. FACTORES INTRÍNSECOS O PERSONALES. Son los factores relacionados con la
condición o comportamiento de la persona.
2. FACTORES EXTRÍNSECOS O AMBIENTALES. Son los factores relacionados con el
ambiente de la persona o su interacción con el entorno.

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FACTORES DE RIESGO IINTRINSECOSOS
Relacionados con Actividades Preventivas
⁃ Proporcionar, a menudo, ayuda para acudir al
baño y recomendarle que orine en la botella
Eliminación: durante la noche (pacientes varones).
⁃ Colocar a los pacientes con incontinencia
Nicturia, Urgencia miccional cerca de los baños.
⁃ Vigilar a los pacientes que estén tomando
Diarreas, Fármacos laxantes y diuréticos.
⁃ Recomendar a los pacientes masculinos orinar
sentados.
⁃ Disminuir el aporte de líquidos por la tarde, o
a partir de las 19 horas y administrar los
diuréticos por la mañana.
Medicación: la administración de los ⁃ Observar los efectos que producen en el
siguientes grupos de fármacos: paciente los medicamentos administrados e
Diuréticos, Hipoglucemiantes instruir a la familia / paciente acerca de las
Antihipertensivos, Betabloqueantes acciones y efectos esperados de la medicación
Antiarrítmicos, Anticoagulantes, Inotrópicos
Historia anterior de caídas Conocer la historia previa de caídas e investigar
N.º Caídas último año y actuar sobre los factores desencadenantes.
Estado cognitivo Observar las modificaciones en el estado de
Agitado, Confuso y Desorientado severo y leve conciencia de los pacientes.

Déficits sensoperceptivos Asegurar que el paciente lleve correctamente


Sordera, Ceguera, Hipoacusia, Visión colocadas sus prótesis (gafas o audífonos)
disminuida siempre que sea posible, proporcionándole
ayuda si precisa para su colocación.
Estado físico-dependencia -movilidad
• Deambula con ayuda
• Portadores de dispositivos externos
• Limitación de la movilidad Tener en cuenta estas características de los
• Deambula inestable pacientes tanto de los déficits sensoperceptivos
• Mareos o síncopes por alteraciones en la como del estado físico y aplicar alternativas
perfusión sanguínea (apoyo familiar u otros).
Dificultades en la comprensión
Limitación cognitiva, Idioma, Expresión

Otros factores
Enfermedad neurológica, cardiaca,
respiratoria

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FACTORES DE RIESGO EXTRÍNSECOS
Relacionados con Actividades Preventivas
Cama Mantener la cama en la posición más baja
• Ausencia o mal estado de las barandillas de la posible excepto cuando se realice algún tipo
cama, del freno de la cama. de cuidado.
• Altura de la cama

⁃ Evitar la presencia de objetos desordenados en


el suelo de la habitación (mobiliario en su sitio,
carros, sacos de ropa, cableado, alargaderas).
⁃ Retirar muebles bajos que supongan un riesgo
para la deambulación (tropiezos).
Habitación ⁃ Mantener el mobiliario siempre en buen
• Iluminación deficiente estado (cama, sillas, mesillas).
• Timbre de llamada (mal funcionamiento o ⁃ Seleccionar sillas/sillones adecuados con
alejado) reposabrazos y una altura apropiada para
• Falta de pasamanos en la habitación poder levantarse y sentarse.
• Mobiliario inadecuado ⁃ Disponer de una iluminación adecuada para
• Desorden físico de la habitación facilitar la visibilidad.
• Limitación del espacio físico, demasiadas ⁃ Mantener la luz de emergencia de la
camas por habitación habitación (o del baño) encendida durante la
noche.
⁃ Facilitar a los pacientes el acceso a timbres y
luces. Comprobar siempre antes de abandonar
la habitación que el paciente tiene a su alcance
el timbre y los utensilios básicos que pueda
necesitar (vaso para beber, botella para
orinar).
⁃ Bloquear las ruedas de las sillas, camas u
otros dispositivos, especialmente en los
desplazamientos y transferencias de pacientes.
⁃ Mantener los dispositivos de ayuda en buen
estado de uso.
Baños ⁃ Barras de seguridad de sujeción vertical en
Servicio con mala accesibilidad, sin asideros y lugar de horizontal.
con limitación del espacio físico ⁃ Baños con ducha en vez de bañera.
⁃ Suelo antideslizante.
⁃ Timbre de llamada a mano.
Utensilios personales ⁃ Establecer revisiones periódicas del estado de
Ropa y calzado inadecuado los andadores, bastones y sillas de ruedas de la
unidad.

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⁃ Orientar a los pacientes y familiares en el uso
de zapatillas cerradas y suela antideslizante.
⁃ Evitar suelos irregulares, mojados o
Infraestructuras resbaladizos; si de momento no es posible,
• Suelo mojado deslizante. señalizar adecuadamente la zona.
• Organización inadecuada de la unidad en ⁃ Valorar la inclusión de las mejoras en los
cuanto a recursos personales y / o materiales correspondientes planes funcionales, obra
nueva,

⁃ Insistir en que paseen cuando haya algún


familiar o personal disponible en pacientes de
alto riesgo.
⁃ Instruir a los pacientes para pedir ayuda
cuando lo necesiten.
⁃ Reevaluar las necesidades de instrucciones y
Personal acompañamiento familiar.
• Personal insuficiente ⁃ Aplicación y seguimiento del protocolo.
• Falta de instrucción de la familia ⁃ Aplicar medidas extraordinarias de seguridad
(acompañamiento familiar, vigilancia
estrecha…)
⁃ En el momento del alta, dejar reflejado en el
informe de enfermería si el paciente continúa
en riesgo de caída o ha sufrido alguna durante
su ingreso.
⁃ Reevaluar las necesidades de personal en
relación con los pacientes de riesgo de
acuerdo con la disponibilidad existente de
personal.
Gestión
• No cumplimiento del protocolo
• Índice de ocupación del servicio o unidad
• Duración de la estancia (19 días o más)
• Momento del día (cuando la capacidad
observacional es baja, como, por ejemplo:
en la ducha, durante las comidas o fuera de
los horarios de visita).

LA AUXILIAR DE ENFERMERÍA:
Comunica a la enfermera si observa alguna situación de riesgo para el paciente y si
observa alteración del equilibrio o cansancio en la deambulación.
Observa la adecuación del mobiliario y del ambiente, al ingreso del paciente, durante su
permanencia y al alta, solicitando asistencia técnica ante defecto de mobiliario o avería.
Comprueba tras la realización de la higiene a paciente encamado o cambio de ropa de
cama que ésta se encuentra frenada y adaptada a la situación del paciente.
Solicita asistencia técnica, si observa algún deterioro o avería en mobiliario o estructura.
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Informa a la supervisora de la Unidad la realización de cualquier solicitud de asistencia
técnica, si no ha sido resuelto el defecto durante su turno.
Instruye al paciente/familia en el momento del ingreso sobre el uso de la cama mecánica,
timbre de llamada, puntos de iluminación...
Proporciona Ayuda al paciente para el aseo, uso del WC, y para la deambulación en caso
de necesidad.

USO CORRECTO DE LOS DISPOSITIVOS DE


AYUDA:
La sobrecarga física supone uno de los riesgos principales en el puesto de auxiliar en
centros sociosanitarios, dependiendo del nivel de colaboración del usuario, de sus
características físicas y de las ayudas técnicas disponibles. Las posturas forzadas y los
esfuerzos elevados durante las tareas de higiene y transferencia de pacientes, pueden ser la
causa de lesiones musculoesqueléticas en espalda, brazos o piernas. Para prevenir
molestias y lesiones sigue estas pautas:
Emplear adecuadamente los equipos de trabajo disponibles:
Usa los dispositivos de movilización de usuarios que tengas a tu alcance.
• Grúas: En caso necesario, utiliza las grúas, así como los arneses adecuados para cada
paciente.
• Sillas de ruedas (SDR): Usa silla de ruedas para pacientes con baja autonomía o

inestabilidad durante la deambulación.


• Camas regulables: Evita realizar transferencias sin haberla regulado antes a la altura ade-

cuada. Siempre que sea posible, debes poner la cama en posición horizontal y regularla a
la altura de la cadera.
• Transfer: Siempre que sea posible utiliza las ayudas técnicas o productos de apoyo

disponibles para realizar las transferencias (tabla, sábana de transferencia, disco giratorio
o cinturón ergonómico). De esta forma se minimizan las posturas forzadas y el esfuerzo.
Además:
• Usar vestido y calzado adecuados:

Se recomienda usar ropa holgada y transpirable, que permita un movimiento libre. Evita
llevar objetos punzantes en los bolsillos, así como colgantes, anillos o relojes que puedan
interferir en las tareas de movilización. El calzado debe ser cerrado y sujetar firmemente el
pie.
En caso de utilizar medias, es recomendable que tengan banda de sujeción anticompresiva
para favorecer la circulación sanguínea.
• Aplicar las técnicas correctas de movilización manual:

⁃ Valora primero la fuerza a realizar en función del peso, el grado de cooperación del
usuario y el tipo de movilización.
⁃ Explica al usuario los movimientos que se van a realizar.
⁃ Cuando el usuario colabore, dale órdenes claras y concretas.
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⁃ Quita los obstáculos que interfieran en la movilización (baja los laterales protectores de
la cama, extrae los reposabrazos de la silla de ruedas).
⁃ En caso necesario, pide ayuda a otro compañero para realizar la movilización.
Mantén la espalda recta y la musculatura del abdomen contraída.

• Durante las transferencias o cambios posturales:


⁃ Trabaja siempre a una altura adecuada (altura de las caderas). Regula para ello los
dispositivos y equipos utilizados.
⁃ Mantén la espalda recta y las piernas flexionadas durante la movilización.
⁃ Mueve al usuario lo más cerca de tu cuerpo posible, y con un agarre amplio (mano
abierta y con ayuda del antebrazo).
⁃ Para un mejor alcance, apoya una pierna flexionada sobre la cama manteniendo la
espalda recta.
⁃ Mantén los pies ligeramente separados para aumentar la base de apoyo y conseguir una
mayor estabilidad y equilibrio.
• Durante la deambulación:

⁃ Evitar que el usuario se apoye demasiado sobre nosotros. En caso de necesitar más
apoyo, solicita una muleta o andador.
⁃ Usa la silla de ruedas para usuarios con baja autonomía o inestabilidad en la
deambulación
Levantamiento de cajas u otros objetos:

Intenta manipular y depositar las cargas como cajas de material sanitario, ropa de cama,
etc., preferentemente a la altura de las caderas, evitando posiciones por debajo de las
rodillas o por encima de los hombros. Si debes coger una carga a nivel del suelo, sigue los
siguientes pasos:
1-Aproxímate a la carga, separa ligeramente los pies y flexiona las rodillas.
2-Inclina ligeramente la espalda hacia delante manteniendo la columna alineada.
3-Recoge la carga lo más cerca posible del cuerpo y vuelve a la posición derecha estirando
las piernas y manteniendo la columna recta.

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