Tarea
Tarea
Tarea
1. Presentación
En el Perú, en los últimos trece meses, a raíz de la constatación fáctica que to-
dos o casi todos los propietarios de canales de televisión abierta habían acordado
con el asesor del ex Presidente Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos Torres, en
sólo brindar la información que beneficiaba políticamente a dicho gobierno a cam-
bio de altas sumas de dinero, se ha puesto sobre el tapete la discusión sobre cuáles
son los límites de las libertades de expresión e información, en especial en lo que
respecta a los medios de comunicación; y, si entre esos límites se encontraría la li-
bertad de empresa, entendida como la posibilidad de que un privado -léase propie-
tario o directivo de un medio de comunicación- censure antes de su emisión la in-
formación, ya sea en razón a una posición política pre-determinada o en acuerdos
contractuales previos.
Los límites de las libertades de expresión e información y el rol que deben de-
sempeñar los medios de comunicación en relación a dichas libertades y sus límites,
han sido desarrollados por la doctrina y, especialmente, en la jurisprudencia de di-
versos tribunales internacionales, entre los que destacan el Tribunal Europeo de De-
rechos Humanos; estableciéndose una serie de pautas y criterios que se analizarán
en la presente contribución, siempre dentro de la perspectiva del derecho peruano,
con especial referencia a su marco constitucional.
Ahora bien, es de indicar que aunque algunos sectores doctrinarios, siguiendo
la tradición jurídica, han defendido la unificación de los derechos a la libertad de
1
Azurmendi. Derecho de la información. Guía Jurídica para profesionales de la comunicación.
Navarra, 1997, pp. 28.
2
Rubio Correa. «La ubicación jerárquica de los tratados referentes a Derechos Humanos dentro
de la Constitución peruana de 1993», Pensamiento Constitucional 5/1998, pp. 99ss.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 187
3
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución Nº 217 A,
aprobada por Perú a través de la Resolución Legislativa Nº 13282 de 15 de diciembre de 1959.
4
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución Nº 2220 A
(XXI), aprobada por Perú a través del Decreto Ley Nº 22128 de 28 de marzo de 1978 y ratificada por
la 16ª Disposición Final de la Constitución de 1979.
188 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
5
Aprobada por Perú mediante el Decreto Ley Nº 22231 de 11 de julio de 1978 y ratificada por
la 16ª Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1979.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 189
ro en un marco de prohibición de la censura previa. Esta norma precisa que «El ejer-
cicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa cen-
sura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas
por la ley y ser necesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos o a la reputa-
ción de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas».
El aspecto más trascendente de este dispositivo radica en la prohibición de la
denominada censura previa, es decir de los actos encaminados a evitar o restringir
de antemano la difusión de una determinada información u opinión, sin conocerse
su contenido. Como se observará, a propósito del Informe 11/96 o también llamado
caso Martorell, reseñado en el párrafo siguiente, la Comisión Interamericana de De-
rechos Humanos ha señalado que «La interdicción de la censura previa, con la ex-
cepción que prevé el párrafo 4 del artículo 136, es absoluta»7 y que «El artículo 13
determina que cualquier restricción que se imponga a los derechos y las garantías
contenidos en el mismo, debe efectuarse mediante la imposición de responsabilidad
ulterior», así como «El ejercicio abusivo del derecho a la libertad de expresión no
puede estar sujeto a ningún otro tipo de limitación» pues «Como lo señala la mis-
ma disposición, quien ha ejercido ese derecho de forma abusiva, debe afrontar las
consecuencias ulteriores que le incumban»8.
Es de relatar en este punto, el caso del Sr. Francisco Martorell, el cual dio co-
mo resultado el antes citado Informe 11/96 de la Comisión Interamericana de Dere-
chos Humanos. El Sr. Martorell y la Editorial Planeta publicaron en Argentina un
libro titulado «Impunidad Diplomática», el cual describía las circunstancias que
condujeron a la partida del Ex Embajador argentino en Chile, Oscar Spinosa Melo.
El mismo día que el libro salió a la luz en Argentina y un día antes que éste ingre-
sara a territorio chileno, el Sr. Andrónico Luksic Craig presentó un «recurso de pro-
tección» (en nuestro ordenamiento, acción de amparo), en el cual sostenía que el
mencionado libro atentaba contra su privacidad, solicitando que se prohibiese su
circulación; ante lo cual, la Corte de Apelaciones de Santiago en un fallo de dos vo-
tos contra uno, emitió una orden de no innovar que prohibía la «internación y co-
mercialización» del libro en Chile. Tal decisión fue consentida cuando la Corte Su-
prema de Justicia de Chile, rechazó el recurso de apelación y la circulación del li-
bro fue prohibida. Ante ello, el Sr. Martorell acudió ante la Comisión Interamerica-
na de Derechos Humanos, alegando que se estaba violando lo dispuesto en el art.
6
El mencionado numeral describe: «Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley
a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la in-
fancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2».
7
Numeral 56 del Informe Nº 11/96 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 3
de mayo de 1996, relativo al caso del Sr. Francisco Martorell.
8
Numeral 58 del Informe Nº 11/96 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 3
de mayo de 1996, relativo al caso del Sr. Francisco Martorell.
190 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
ca, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que no es-
té protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial».
9
Sobre este punto, ver acápite 7 siguiente, «Mecanismos constitucionales de protección de las
Libertades de Expresión e Información».
192 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
titucional10, que opta por reconocer una protección por igual de todos los derechos
fundamentales que en dichos documentos se reconocen, no puede sostenerse a prio-
ri que un derecho prevalece frente a los demás «porque el contenido y los límites de
los derechos fundamentales deben determinarse partiendo de la totalidad del siste-
ma constitucional de los valores al que hace en su esencia, referencia (de) todo de-
recho constitucional»11.
En ese orden, será el juez quien determinará en caso de una supuesta «coli-
sión» de dos o más derechos fundamentales -lo cual ocurre con alta frecuencia, por
ejemplo, entre las libertades a la información y a la expresión, y el derecho al ho-
nor- cuál de dichos derechos se está ejerciendo legítimamente y por ende cuál debe
prevalecer; solución que deberá basarse en analizar si cada uno de ellos se está ejer-
ciendo en el marco de su contenido esencial12 y dentro de los límites que la doctri-
na le ha concedido a cada uno de ellos; limites que en el caso particular de la liber-
tad de información y expresión se analizarán en el acápite 5 siguiente.
Así, en mi opinión no puede comprenderse como censura previa prohibida a
aquellas restricciones a la libertad de información que provengan de un mandato ju-
dicial firme o que sea cosa juzgada, por ejemplo, cuando en un caso concreto el Juez
privilegia un derecho fundamental distinto al de las libertades de información o ex-
presión, por considerar que el ejercicio de las mismas implica una injerencia injus-
tificada contra el contenido esencial de tales derechos fundamentales. Tal postura es
consecuente con la adoptada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, quien
en casos como «Handyside», determinó que la incautación antes de su difusión del
«Little Red Schoolbook», un libro de educación sexual dirigido a escolares a partir
de los 12 años escrito por los daneses Soren y Jasper Hansen, era una medida ade-
cuada para prevenir un perjuicio mayor que, muy probablemente, la difusión del li-
bro ocasionaría13.
En esa línea de ideas, es de recalcar que el Tribunal Europeo de Derechos Hu-
manos ha señalado que un límite válido para el ejercicio del derecho a la informa-
ción y por ende pasible de estar sometido a censura previa, es el de Seguridad Na-
cional, salvo en el supuesto que exista un interés público informativo superior14. En
tal circunstancia no será un juez quien decida qué valor debe prevaler -seguridad na-
10
Landa Arroyo. Tribunal Constitucional y Estado Democrático. Lima, 1999, pp.329.
11
Häberle. La libertad fundamental en el Estado Constitucional. Lima, 1997, pp.109
12
Al respecto, Pérez Luño. Los derechos fundamentales. Madrid, 1993, pp. 77. Señala que el Tri-
bunal Constitucional español ha distinguido dos acepciones de la noción del contenido esencial, cuales
son: 1) la naturaleza jurídica de cada derecho que se considera preexistente al momento legislativo y,
2) los intereses jurídicamente protegidos; acepciones que deben considerarse como complementarias al
enfrentarse con la determinación del contenido esencial de todo concreto derecho fundamental.
13
Azurmendi. Ibid. pp. 65.
14
Resolución de 21 de marzo de 1991, en «Publications of The European Court o Human Rights,
Serie A» 216 (1992), nº 59, p.30.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 193
15
«Artículo 59.- El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y la
libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio de estas libertades no debe ser lesivo a la mo-
ral, ni a la salud, ni a la seguridad públicas. El Estado brinda oportunidades de superación a los secto-
res que sufren cualquier desigualdad; en tal sentido, promueve las pequeñas empresas en todas sus mo-
dalidades ».
16
El artículo 3 de la Constitución peruana establece que la enumeración de los derechos inclui-
dos en el Titulo I, Capitulo I, «Derechos fundamentales de la persona» no excluye a los demás que la
Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del hombre o en
los principios de la soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republica-
na de gobierno; mas la no exclusión no implica equiparación.
17
El segundo párrafo del art. 317 del Código de Procedimientos Penales, quedó derogado táci-
tamente desde la vigencia de la Constitución Política de 1993, tal como señala la Ley de Interpreta-
ción Auténtica Nº 26773 de 17 de abril de 1997.
194 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
uso de los medios de comunicación social para referirse a sus respectivas personas
y/o al hecho o dicho imputado, relacionados con el proceso. Si esta prohibición fue-
ra transgredida, el inculpado a que se refiere el párrafo anterior, será considerado
como reiterante, y el ofendido, incurrirá en la comisión de delito contra el honor. En
este caso, el Juez procederá a la acumulación».
18
Derogado por el Decreto Ley 22633 de 14 de agosto de 1979.
19
Es de mencionar que el derecho de «aclaración y rectificación» se plasmó inicialmente en nor-
mas de rango legal, específicamente en los arts. 21-25, 16 y 12 de los Decretos Leyes Nº 18075, 20680
y 22244, respectivamente.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 195
20
Rubio Correa. Estudio de la Constitución Política de 1993. Tomo I. Lima, 1999, p. 258.
196 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
21
El art. 363 del Código Penal sanciona este delito del modo siguiente: «El que con falso título
o el titulado que sin reunir los requisitos legales, ejerce profesión que los requiera, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años».
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 197
22
A partir de la Sentencia 159/1986 de 12 de diciembre, el Tribunal Constitucional Español ha
señalado los criterios a seguir a fin de ponderar los derechos en conflicto y ha declarado la posición pre-
ferencial de que goza el derecho a la información debido a su función institucional de garantía de una
opinión pública libre, base para la construcción y fortalecimiento de un Estado democrático y plural.
23
Herrero Tejedor. Honor, intimidad y propia imagen. Madrid, 1994, passim.
24
Ibid., p. 467.
198 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
25
Al respecto es de considerar la «doctrina de la real malicia», la cual sostiene que los periodis-
tas procesados penal o civilmente por daños y perjuicios causados por informaciones falsas, sólo serán
declarados responsables en aquellos supuestos en los que se constate que difundieron la noticia con el
conocimiento de que ésta era falsa o, con imprudente y notoria despreocupación sobre si lo eran o no.
26
Cit. por Eguiguren Praeli. «La libertad de información y su relación con los derechos a la in-
timidad y al honor en el caso peruano», cit., p. 63.
27
Publications of The European Court of Human Rights, Serie A» 103 (1986) Nº 40, p.26.
28
Jaén Vallejo. Principios constitucionales y derecho penal moderno. Buenos Aires, 1999, pp.
110-111.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 199
bles de probar, no pueden ser sometidos a un juicio de veracidad. En tales casos de-
berá recurrirse, a su vez, al denominado Principio de Proporcionalidad, el cual pres-
cribe que el ejercicio de la libertad de expresión es legítimo y por ende prevalecerá
frente a otros derechos fundamentales, siempre que aquél no contenga excesos y ha-
ya sido ejercido en el ámbito de lo necesario, adecuado y proporcionado.
En esa línea, el Tribunal Constitucional Español «ha dejado sentado que el
ejercicio de la libertad de expresión ampara el empleo de expresiones molestas e in-
cluso hirientes, así como de excesos terminológicos, aún censurables, siempre que
los mismos no constituyan apóstrofes insultantes fuera de discurso y desconectados
con el tema objeto de la opinión»29.
29
Cit. por Ugaz Sánchez-Moreno. Prensa Juzgada: treinta años de juicios a periodistas perua-
nos (1969-1999). Lima, 1999, p. 64.
30
Art. 7 del Texto Único Ordenado de la Ley de Telecomunicaciones, Decreto Supremo Nº 013-
93-TCC.
31
Art. 61 de la Constitución Política del Perú.
200 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
y en la formación moral y cultural». En esa línea, los arts. 27 y 28 del Texto Único
Ordenado de la Ley de Telecomunicaciones, prescriben que «El Ministerio de Edu-
cación y el Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción
concertarán con los organismos representativos de los medios de radiodifusión, a
fin de establecer un código de ética y conducta que permita difundir una programa-
ción que mantenga los principios formativos que den relieven a la dignidad eminen-
te de la persona humana y la defensa de la familia como célula básica de la socie-
dad, así como los demás valores que proclama la Constitución Política del Perú co-
mo factores de integración, de identidad nacional y de pacificación», teniendo «es-
pecial cuidado en señalar que durante las horas de audiencia infantil se difunda so-
lamente programas de contenido educativo, cultural y de distracción propias de di-
cha audiencia».
De igual modo y en aras del interés público, los medios de comunicación de-
ben contribuir a un real ejercicio de la libertad de expresión y del derecho a la in-
formación, permitiendo a la ciudadanía participar de manera activa, en favor de una
comunicación plural, equitativa y respetuosa de los derechos fundamentales.
32
De Trazegnies Granda. La responsabilidad extracontractual. T. I, cit., p. 481.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 201
33
Cascajo Castro/Gimeno Sendra. El Recurso de Amparo. Madrid, 1992, p. 90-91.
34
Dicha norma ha sido complementada por la Ley Nº 25398 - Ley Complementaria de la Ley
de Hábeas Corpus y Amparo- de 5 de febrero de 1992.
202 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
35
Art. 26 de la Ley Nº 23506.
36
Arts. 27 y 28 de la Ley Nº 23506.
37
En ese sentido, el art. 29 de la Ley Nº 23506 prescribe que «Es competente para conocer de
la Acción de Amparo en la Capital de la República y en la Provincia Constitucional del Callao el Juez
Especializado en Derecho Público. En los demás Distritos Judiciales son competentes el Juez Civil o
Mixto del lugar donde se produzca la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional
(...)».
38
Es de resaltar que si la obligación antes mencionada proviniese de una norma legal, no proce-
dería una acción de amparo sino una acción de inconstitucionalidad, la cual conforme al art. 200 num.
4 de la Constitución «procede contra las normas que tienen rango de ley (...) que contravengan la
Constitución en la forma y en el fondo».
39
Eguiguren Praeli. «La libertad de información y su relación con los derechos a la intimidad y
al honor en el caso peruano», cit, p. 71.
40
Vid. art. 6 de la Ley Nº 23506, el cual señala que «No proceden las acciones de garantía: 1)
(...) Si la violación se ha convertido en irreparable; (...)».
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 203
41
El art. 2 num. 5 de la Constitución señala que «Toda persona tiene derecho: (...) 5) A solicitar
sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, en el pla-
zo legal, con el costo que suponga el pedido. Se exceptúan las informaciones que afectan la intimidad
personal y las que expresamente se excluyan por ley o por razones de seguridad nacional.
El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del Juez, del Fiscal de la Nación,
o de una comisión investigadora del Congreso con arreglo a ley y siempre que se refieran al caso in-
vestigado».
42
Por su parte, el art. 2 num. 6 de la Constitución prescribe que «Toda persona tiene derecho:
(...) 6) A que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados, no suministren in-
formaciones que afecten la intimidad personal y familiar».
204 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
de los derechos que ésta protege no se origine en archivos judiciales o del Ministe-
rio Público, ya que en aquellos casos «conocerá de la demanda la Sala Civil de tur-
no de la Corte Superior de Justicia respectiva, la que encargará a un Juez de Prime-
ra Instancia en lo Civil su trámite».
Antes bien, es de precisar que la mencionada ley establece en el art. 5 como
requisito necesario para el ejercicio de la acción de hábeas data una vía previa, la
cual consiste en el requerimiento por conducto notarial, con una antelación no me-
nor a quince días calendario, a quien se niegue a suministrar la información solici-
tada o a quien deba dejar de suministrar la información que amenace o viole la in-
timidad personal o familiar de una determinada persona, a efectos de que ésta de-
sista de su acción u omisión. Es de indicar que, si bien la exigencia de la mencio-
nada vía previa tiene por objeto impedir el uso desmesurado de la acción de hábeas
data, su plasmación en nuestro ordenamiento ha sido duramente criticada por dis-
tintos autores ya que «dista mucho de asemejarse a la vía previa en el amparo, que
supone la existencia de un típico procedimiento reglado, normalmente ante la auto-
ridad administrativa, lo que explica la exigencia de su agotamiento previo y tam-
bién que se contemplen taxativamente excepciones a dicha regla»43.
Finalmente, es de resaltar que la acción de hábeas data puede ser de suma uti-
lidad, por cuanto permite la obtención de información necesaria para el ejercicio de
la misma. Pero aunque en nuestro medio su utilización es poco frecuente, quizás por
razones de desconocimiento o costes de acceso a la justicia constitucional, existen
ya varias decisiones jurisprudenciales que han ordenado a entidades públicas a pro-
porcionar a los particulares la información por éstos solicitadas, por ejemplo en ma-
teria ambiental44.
8. Conclusiones
1. Las libertades de expresión e información son dos derechos con contenido dis-
tinto. En esa línea, la primera libertad implica la posibilidad de difundir las
opiniones, pensamientos, ideas, creencias y juicios de valor, mientras que la li-
bertad de información se encuentra vinculada a la facultad de difundir, descri-
bir o narrar hechos noticiables, así como también, a la facultad de investigar,
recibir o acceder a información. Tales derechos se encuentran consagrados en
el art. 2 num. 4 de la Constitución Política de 1993.
2. Desde una interpretación institucional de los derechos fundamentales no es po-
sible sostener una supremacía absoluta, o a priori, de un derecho fundamental,
43
Eguiguren Praeli. «El hábeas data y su desarrollo en el Perú», Derecho PUC 51/1997, p. 305.
44
Entre otras, las publicadas en el diario El Peruano el 4 de septiembre y 29 de diciembre de
1996, pp. 2297 y 2748-2749, respectivamente.
DINO CARLOS CARO CORIA - LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN... 205