Argumentos
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Sin el derecho a la libertad de expresión es imposible que la ciudadanía se informe o exija a las
autoridades una adecuada rendición de cuentas, incluso se vería imposibilitada para compartir
posturas con el resto de personas por lo que la percepción propia y la visión del mundo estaría
estrechamente limitada, como ha señalado reiteradamente el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de
no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones,
y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa
censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y
ser necesarias para asegurar:
3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el
abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias
radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera
otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo
objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin
perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio
nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción
ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de
raza, color, religión, idioma u origen nacional.
“las libertades de información y de expresión son piedras angulares de toda sociedad libre y
democrática” (Caso Aduayom y otros c. Togo).
Artículo 19:
Artículo 20
2. Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la
discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley.
Los Estados tienen la posibilidad de limitar el derecho a la libertad de expresión, pero no
pueden hacerlo de forma arbitraria. Como se puede apreciar, el artículo 19, numeral 3, del
PIDCP, establece que las restricciones tienen que estar expresamente fijadas por ley y ser
necesarias.
Aunque parezca excesivamente meticuloso, el desarrollo de este test tripartita está en función
del alcance democrático que tiene la libertad de expresión, pues no tiene una dimensión
únicamente individual sino también colectiva:
Lo anterior implica que las violaciones contra el derecho a la libertad de expresión, incluidas las
restricciones innecesarias o desproporcionales, no sólo afectan a las personas agredidas en el
ejercicio de su derecho sino también pueden constituir una afectación a toda la sociedad en la
medida en que cesa el libre flujo de ideas, opiniones e informaciones.
Toda persona tiene derecho a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del
pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de
comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las
responsabilidades de la ley.