Informe Karito
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Informe
La educación maternal es la ofrecida para los primeros años de vida, por tanto
debe considerarse como el primer peldaño y centrarse tanto en niños y niñas,
como en sus principales escenarios de formación: familia y comunidad. En
nuestro país se considera el maternal como el primer nivel formal del Sistema
Educativo. En atención a ello el Ministerio de Educación y Deportes, señala que la
etapa maternal está referida a la educación integral de niños y niñas desde la
gestación hasta los 3 años,
Un profesional que se dedique a la educación de los más pequeños, le
corresponde orientar su tarea a partir de una propuesta pedagógica clara en la
que actúe como mediador del aprendizaje de niños y niñas, lo cual implica
apropiarse de su contexto sociocultural, por lo que debe contar con las
competencias necesarias para relacionarse con la familia y la comunidad,
complementando así la acción de estas instituciones. El maestro ha de llevar a
cabo una práctica pedagógica pertinente que permita el desarrollo pleno de las
potencialidades de los más pequeños, dejando de lado la brecha existente entre
las labores de cuidado infantil (entendiéndolo como función asistencial) y la tarea
pedagógica.
La acción docente en maternal, se caracteriza por ser integral sin dejar de
considerar ningún aspecto del desarrollo infantil; para ello se hace necesario
comprender el significado de cada uno de los elementos que la constituyen y
complementan. Cuidar es sostener al niño, sus aprendizajes, sus necesidades,
sus logros. Pero cuidar es también sostener los vínculos desde la salud personal e
institucional, manteniendo las diferencias entre lo familiar y escolar, lo personal y
lo profesional, lo espontáneo y lo señalado desde la intencionalidad pedagógica.
La Educación Inicial es considerada como una orientación didáctica hacia la
globalización de los aprendizajes, éstos son: La afectividad, lo lúdico y la
inteligencia los cuales están en concordancia con los aprendizajes fundamentales
que son: convivir, saber, hacer fundamentales en el desarrollo del ser social. La
cual es ofrecida a los niños y las niñas de 3 a 6 años de edad.
El docente mediador debe ser reflexivo, crítico e investigador con habilidades,
conocimientos y actividades para diseñar, desarrollar, evaluar y formular
estrategias y programas de intervención educativa en el contexto sociocultural
cambiante.
El perfil apunta hacia una formación integral profundamente humana que reúne
tantos aspectos personales, afectivos, actitudinales, intelectuales y habilidades
como las relaciones con los demás, siendo estos pilares: El aprendizaje a hacer,
aprendizaje a conocer, aprender a convivir, aprender a ser. Las cuales están
asociados a los distintos roles y competencias del docente requeridos en la
cotidianidad de la acción pedagógica.