Trabajo de Posesion
Trabajo de Posesion
Trabajo de Posesion
Maestrantes:
Rodríguez Alexys
Andreina
Estas acciones son acciones especiales, cuyo objeto no es proteger el hecho de la posesión
sino las cosas mismas poseídas, puesto que lo que se discute es si hay o no una amenaza o un
peligro para así evitar el daño a la propiedad, y así por tanto, si se justifica o no una medida de
prohibición o de continuación de la obra nueva; o de evitar la amenaza del peligro por la
proximidad de la cosa dañosa, o de intimar al querellado a que constituya una caución para
responder por los daños posibles derivados de esa amenaza. Siendo que no se discute la posesión,
ésta parece ser la opinión mas acertada y además la más conforme con la concepción de nuestro
legislador que en el Código de Procedimiento Civil no lo regula dentro de la sección intitulada “De
los interdictos posesorios” sino en la sección intitulada “De los interdictos prohibitivos”
Vale la pena en este tipo de acciones hacer mención a algunas de las diferencias de los
interdictos prohibitivos con las acciones posesorias interdictales:
Los interdictos prohibitivos se diferencian de las acciones posesorias interdictales, por
los hechos que las originan; en efecto el despojo o la perturbación son los hechos que
originan los interdictos de restitución o de amparo. Por el contrario la amenaza de un
daño próximo o el daño inminente son los hechos que dan lugar a los interdictos
prohibitivos.
Los interdictos posesorios el despojo o la perturbación son hechos consumados. En los
interdictos prohibitivos los hechos que los determinan todavía no se han realizado,
sino que es el temor o amenaza de un daño próximo o inminente.
En los interdictos posesorios se aspira recuperar la posesión perdida o conservarla sin
molestias, mientras que en los interdictos prohibitivos se pide un remedio que impida
el daño o que elimine una amenaza de un daño.
En los interdictos posesorios el juez solo puede decretar o negar la restitución o el
amparo, o el secuestro. Mientras que en los interdictos prohibitivos el juez puede
prohibir o permitir la construcción total o parcial de la construcción de la obra o tomar
cualquier medida que considere conducente para evitar el daño temido o inminente
derivado de un objeto o en su lugar intimar al querellado a que constituya una caución
para responder por los daños posibles.
En los interdictos posesorios la posesión precaria impide ejercer el interdicto de
amparo, mientras que en los interdictos prohibitivos la condición de la posesión no
impide el ejercicio de ambos tipos de interdictos prohibitivos.
En el procedimiento de los interdictos posesorios la controversia se tramita en un solo
procedimiento que concluye con una sentencia definitiva, mientras que en los
interdictos prohibitivos, el procedimiento no termina con la medida interdictal, sino
que es una etapa previa del juicio ordinario y su vigencia depende que se inicie o no
este juicio.
El juez competente para conocer de los interdictos prohibitivos, según el artículo 712 del
Código de Procedimiento Civil, lo es el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, cuando la cosa
cuya protección se solicita esté situada en la misma localidad donde tenga su asiento este tribunal.
Es decir que la competencia del tribunal de primera instancia es la regla general, pero si su
sede es la misma del lugar donde se encuentre la cosa amenazada de daño.
Por el contrario, si el tribunal antes mencionado esta localizado en otro sitio diferente, la
competencia se traslada según el artículo 712 eiusdem, al juzgado del distrito o departamento,
que hoy día corresponde a los Juzgados de los Municipios, por ser el órgano jurisdiccional que está
mas cercano al bien que requiere protección.
Esta acción esta contemplada en el artículo 785 del Código Civil que dispone:
“Quien tenga razón para temer que una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio
suelo, sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro objeto poseído
por él puede denunciar al juez la obra nueva, con tal que no esté terminada y de que no haya
transcurrido un año desde su principio”.
Tiene por objeto evitar un daño futuro pero próximo, causado por una obra cuya construcción
se ha iniciado; por ello se le denomina “de obra nueva”.
Con relación a la legitimación activa puede intentar la acción el poseedor ello se deduce del
texto literal de la ley que se refiere a “quien tenga razón para temer que una obra… nueva cause
un perjuicio a un inmueble, a un derecho real u a otro objeto poseído por él, puede denunciar al
Juez la obra nueva…”.
Dada la finalidad de la acción, algunos autores consideran que el interdicto puede ser
intentado por el actor a titulo de propietario o el titular de un derecho real incluso cuando no es
poseedor.
Esta acción de defensa a la posesión contra daños provenientes de bienes próximos tiene su
fuente en el artículo 786 del Código Civil dispone lo siguiente:
“Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o cualquiera otro
objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído por él, tendrá derecho a
denunciarlo al Juez y de obtener, según las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a
evitar el peligro, o que se intime al interesado la obligación de dar caución por los daños posibles”.
Su regulación procesal se encuentra consagrada en el artículo 717 del Código de
Procedimiento Civil.
Es necesario que exista un temor racional de que un edificio, un árbol u otro objeto
amenace con causar un daño próximo. Por ejemplo: malas construcciones, grietas, el
estado de deterioro, la falta de mantenimiento, el abandono, la vetustez o la amenaza
de ruina de la cosa denunciada como dañosa.
Que esa amenaza provenga de un edificio, de un árbol u otro objeto cualquiera, que
puede ser inmueble o un mueble.
Que se trate de una obra ya construida.
Que el objeto amenazado sea un predio, un inmueble o cualquier otro objeto que
estén en posesión del querellante.
A estos requisitos el legislado añade, por la remisión que hace el artículo 713 al 717 del C.P.C,
que se acompañe el titulo que se invoca para solicitar protección posesoria, es decir, si se trata de
poseedor legítimo el titulo de propiedad, y si es poseedor precario se acompaña el contrato.
Una vez que se haya prohibido la obra total o parcialmente, el querellado tiene la
posibilidad de solicitar al tribunal que autorice la continuación de la obra, caso en el cual el juez
mandará a practicar una experticia a costa del querellado y con el dictamen favorable de los
expertos podrá autorizarse la continuación de la obra, previo el cumplimiento de las
recomendaciones y medidas establecidas por los expertos, las cuales se harán constar en acta
levantada por el juez. Igualmente en este caso, el tribunal exigirá al querellado las garantías
oportunas para asegurar el resarcimiento del daño que la continuación de la obra pueda ocasionar
al querellante, conforme a lo establecido en el artículo 715 eiusdem.
Para los casos establecidos en el artículo 786 del Código Civil, se procederá en la forma
prevista en el artículo 713 del C.P.C, y el juez deberá resolver según las circunstancias sobre las
medidas conducentes a evitar el peligro, o que se intime al querellante a la constitución de una
garantía suficiente para responder por los daños, de acuerdo a lo pedido por el querellante.
5. Procedimiento administrativo sancionador en materia de urbanismo.
Este procedimiento tiene como objeto controlar tolo lo concerniente a las construcciones
o edificaciones que se encuentren en situación ilegal, concluidas, iniciadas o por iniciar, es decir,
que presenten violaciones a la normativa legal relativa a la materia de urbanidad. En este sentido,
conviene indicar que en materia de urbanidad existe en nuestro país una Ley Orgánica de
ordenación urbanística, la cual tiene por objeto la ordenación del desarrollo urbanístico en todo el
territorio nacional con el fin de alcanzar el crecimiento armónico de los centros poblados, todo
para salvaguardar los recursos naturales y la calidad de vida en los centros urbanos. Asimismo, a
través de dicho instrumento normativo se designan como Autoridades Urbanísticas el Ejecutivo
Nacional y los Municipios siendo que a estos últimos, les atañe lo indicado en cuanto al control de
la actividad urbanística dentro de la esfera de su competencia.
En razón de lo anterior, se deriva que los Municipios regulan en las Ordenanzas que a tal
efecto dicten sus respectivos Concejos Municipales, las sanciones en materia de urbanismo,
siendo que, tales sanciones patentizan ese control posterior que las Alcaldías están llamadas a
ejercer ante una determinada infracción urbanística, siendo que tal infracción, debe estar
detallada en el texto legal que contenga la sanción, en razón del principio de tipicidad que debe
imperar en materia punitiva, constituyendo la concreción del quebrantamiento de la legalidad
urbanística, el presupuesto necesario para que se inicie el procedimiento que determinará si
efectivamente ello es así, y por ende, conlleve a imponer la sanción a que haya lugar.
En tal sentido, los órganos ejecutivos de los Municipios, tienen atribuida una potestad
punitiva, concretada en la imposición de sanciones de naturaleza pecuniaria como es la multa, y
por la imposición de sanciones de otra naturaleza, como es la orden de paralización de una obra
determinada, la demolición u otras medidas de restitución del medio ambiente.
Visto lo anterior, perentorio resulta advertir que si estimamos que todo acto dictado en
ejecución de una potestad sancionatoria, debe estar precedido de un procedimiento previo, no
podría escapar de tal premisa, los actos de contenido sancionatorio emanados de las
Administraciones Locales en materia de urbanismo, siendo que, precisamente en aras de
salvaguardar los derechos de los administrados, el procedimiento tendente a producir un acto
administrativo contentivo de una sanción debe velar por el cumplimiento de una serie de
principios como son: el de legalidad, los relativos a las garantías jurídicas, dirigidos a proteger las
situaciones jurídicas de los administrados, tales como el del contradictorio, el de presunción de
inocencia y el de confianza legítima o expectativa plausible, así como aquellos de eficacia de la
actividad administrativa, dentro del que se incluye al principio de economía procedimental, al
principio de actuación de oficio y por último, al principio de publicidad.
Ahora bien, en enero del 2005 el Consejo Municipal del Municipio Maracaibo en uso de sus
atribuciones legales sancionó la Ordenanza sobre Control de Edificaciones y Urbanizaciones,
Construcciones Ilegales y Demoliciones en el Municipio Maracaibo la cual contempla dentro de su
articulado el procedimiento y las sanciones referente a las construcciones ilegales. Dicha
ordenanza establece en su artículo 41 los supuestos en los cuales una construcción es considerada
ilegal, y lo dispone de la forma siguiente:
Por otro lado, tal como lo establece el artículo 43 de la ordenanza, la denuncia deberá ser
presentada por escrito a través de un formulario preimpreso que la O.M.P.U deberá entregar al
denunciante, en el cual el último deberá indicar su nombre, cédula de identidad, los hechos
denunciados y la ubicación exacta del inmueble objeto de la denuncia. Recibida la denuncia se
ordenará la inmediata inspección de la obra para comprobar los hechos denunciados y se
levantará un acta suscrita por el funcionario inspector y el ocupante o responsable del inmueble
fiscalizado, la cual deberá contener una relación sucinta de lo actuado. Si de la inspección
realizada se comprobaren los hechos denunciados la Oficina Municipal de Planificación Urbana
ordenará al infractor la paralización inmediata de la obra, oficiando para ello al Instituto
Autónomo de Policía del Municipio Maracaibo (POLIMARACAIBO), e inmediatamente se abrirá el
correspondiente procedimiento administrativo, el cual se sustanciará mediante expediente.
Por otro lado, la ordenanza in comento, establece las sanciones, en el artículo 58 y siguientes
de la ordenanza estudiada, al disponer que toda persona natural o jurídica que realice obras
o actividades urbanísticas, sin dar cumplimiento a la ordenanza y otros instrumentos
legales urbanísticos, así como también a lo previsto en la Ley Orgánica de Ordenación
Urbanística (L.O.O.U.), será sancionada de acuerdo a la gravedad de la violación, cuando
incurra en los supuestos de hecho establecidos en dicho artículo imponiendo multas que oscilan
entre veinte y treinta unidades tributarias.
Igualmente La Oficina Municipal de Planificación Urbana (O.M.P.U.) se reserva el derecho a
denunciar ante el Tribunal Disciplinario del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Seccional Zulia, al
ingeniero, arquitecto o profesional afín, que sea responsable de la construcción, modificación o
ampliación de obras en violación de la normativa prevista en la presente ordenanza, en otros
instrumentos legales urbanísticos, o de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística.
OJO ALEXIS
transcurrido un año desde su principio, y para el caso del interdicto de obra vieja que puede
ser intentado por Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o
cualquiera otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído por él, para
obtener, según las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a evitar el peligro, o que
se intime al interesado la obligación de dar caución por los daños posibles.
El procedimiento establecido en la ordenanza es con la finalidad regular todo lo relativo a la
construcción y ejecución de edificaciones y urbanizaciones de cualquier naturaleza a desarrollarse
en Jurisdicción del Municipio Maracaibo. Igualmente regula todo lo relacionado con las
construcciones o edificaciones que se encuentren en situación ilegal, concluidas, iniciadas o por
iniciar que presenten violaciones a la normativa legal.