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Trabajo de Posesion

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

DIVISION DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS

CÁTEDRA: PROTECCION POSESORIA

PROF. LUIS ACOSTA

ANALIZAR LOS INTERDICTOS PROHIBITIVOS Y COMPARAR CON


OTROS PROCEDIMIENTOS DE NATURALEZA ADMINISTRATIVA

Maestrantes:

Díaz Anny C.I 16.170.964

Fuenmayor Azalia C.I

Rodríguez Alexys

Suarez Susana C.I

Andreina

Santiago Royck C.I 17.826.097

Maracaibo, Octubre de 2011


1. LOS INTERDICTOS PROHIBITIVOS
1.1. Su carácter posesorio o no posesorio.
1.2 Diferencias con las acciones interdictales ordinarias.
1.3 Juez Competente.

2 EL INTERDICTO DE OBRA NUEVA.


2.1 Consagración legal y Requisitos de procedencia.
2.2 Legitimación activa y pasiva.

3 EL INTERDICTO DE DAÑO TEMIDO O DE OBRA VIEJA.


3.1 Consagración legal y Requisitos de procedencia.
3.2 Legitimación activa y pasiva.
4 Procedimiento de los Interdictos Prohibitivos.
5 Procedimiento Administrativo sancionador en materia de urbanismo.
6 Comparación de los procedimientos.
7 Conclusiones
1. LOS INTERDICTOS PROHIBITIVOS
1.1. Su carácter posesorio o no.

El vigente Código de Procedimiento Civil, siguiendo la tradición de los Códigos de


Procedimientos anteriores que datan desde las antiguas leyes de enjuiciamiento criminal, siguen
regulando dentro de los interdictos posesorios las acciones que tradicionalmente se han
denominado Interdictos Prohibitivos, es decir el Interdicto de Obra Nueva (novio peris nunciato) y
el Interdicto de daño temido (damni infecti). No obstante a través de ese tratamiento unitario
denominado en general “interdictos” todavía se discute en la doctrina si son o no acciones
posesorias.

Estas acciones son acciones especiales, cuyo objeto no es proteger el hecho de la posesión
sino las cosas mismas poseídas, puesto que lo que se discute es si hay o no una amenaza o un
peligro para así evitar el daño a la propiedad, y así por tanto, si se justifica o no una medida de
prohibición o de continuación de la obra nueva; o de evitar la amenaza del peligro por la
proximidad de la cosa dañosa, o de intimar al querellado a que constituya una caución para
responder por los daños posibles derivados de esa amenaza. Siendo que no se discute la posesión,
ésta parece ser la opinión mas acertada y además la más conforme con la concepción de nuestro
legislador que en el Código de Procedimiento Civil no lo regula dentro de la sección intitulada “De
los interdictos posesorios” sino en la sección intitulada “De los interdictos prohibitivos”

En estos casos el procedimiento se reduce a dilucidar si se debe prohibir o mantener la


prohibición de la ejecución de la obra, o si se debe autorizar o mantener la autorización de su
continuación, o las medidas que eviten el peligro derivado de las cosas próximas.

1.2 Diferencias con las acciones interdictales ordinarias.

Vale la pena en este tipo de acciones hacer mención a algunas de las diferencias de los
interdictos prohibitivos con las acciones posesorias interdictales:
 Los interdictos prohibitivos se diferencian de las acciones posesorias interdictales, por
los hechos que las originan; en efecto el despojo o la perturbación son los hechos que
originan los interdictos de restitución o de amparo. Por el contrario la amenaza de un
daño próximo o el daño inminente son los hechos que dan lugar a los interdictos
prohibitivos.
 Los interdictos posesorios el despojo o la perturbación son hechos consumados. En los
interdictos prohibitivos los hechos que los determinan todavía no se han realizado,
sino que es el temor o amenaza de un daño próximo o inminente.
 En los interdictos posesorios se aspira recuperar la posesión perdida o conservarla sin
molestias, mientras que en los interdictos prohibitivos se pide un remedio que impida
el daño o que elimine una amenaza de un daño.
 En los interdictos posesorios el juez solo puede decretar o negar la restitución o el
amparo, o el secuestro. Mientras que en los interdictos prohibitivos el juez puede
prohibir o permitir la construcción total o parcial de la construcción de la obra o tomar
cualquier medida que considere conducente para evitar el daño temido o inminente
derivado de un objeto o en su lugar intimar al querellado a que constituya una caución
para responder por los daños posibles.
 En los interdictos posesorios la posesión precaria impide ejercer el interdicto de
amparo, mientras que en los interdictos prohibitivos la condición de la posesión no
impide el ejercicio de ambos tipos de interdictos prohibitivos.
 En el procedimiento de los interdictos posesorios la controversia se tramita en un solo
procedimiento que concluye con una sentencia definitiva, mientras que en los
interdictos prohibitivos, el procedimiento no termina con la medida interdictal, sino
que es una etapa previa del juicio ordinario y su vigencia depende que se inicie o no
este juicio.

1.3 JUEZ COMPETENTE.

El juez competente para conocer de los interdictos prohibitivos, según el artículo 712 del
Código de Procedimiento Civil, lo es el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, cuando la cosa
cuya protección se solicita esté situada en la misma localidad donde tenga su asiento este tribunal.

Es decir que la competencia del tribunal de primera instancia es la regla general, pero si su
sede es la misma del lugar donde se encuentre la cosa amenazada de daño.

Por el contrario, si el tribunal antes mencionado esta localizado en otro sitio diferente, la
competencia se traslada según el artículo 712 eiusdem, al juzgado del distrito o departamento,
que hoy día corresponde a los Juzgados de los Municipios, por ser el órgano jurisdiccional que está
mas cercano al bien que requiere protección.

2 EL INTERDICTO DE OBRA NUEVA


2.1 Consagración legal y requisitos de procedencia.

Esta acción esta contemplada en el artículo 785 del Código Civil que dispone:

“Quien tenga razón para temer que una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio
suelo, sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro objeto poseído
por él puede denunciar al juez la obra nueva, con tal que no esté terminada y de que no haya
transcurrido un año desde su principio”.

Tiene por objeto evitar un daño futuro pero próximo, causado por una obra cuya construcción
se ha iniciado; por ello se le denomina “de obra nueva”.

Los requisitos de procedencia son los siguientes:


 Que se trate de una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio suelo sea en suelo
ajeno.
 Que la obra no esté concluida, por lo cual si la obra ya existía (no es nueva) el interdicto
procedente es el de daño temido o de obra vieja, ya que la finalidad de esta acción es que
se paralice la construcción o que se tomen ciertas precauciones.
 Que no haya transcurrido un año desde la iniciación de la obra, el cual deberá computarse
desde el momento en que se realicen actos que permitan descubrir con certeza la
intención de ejecutarla.
 Que exista un motivo para temer que la obra cause un perjuicio a un inmueble, a un
derecho real o a otro objeto, ese temor debe ser fundado y causado por el peligro que
representa la continuación de la obra nueva.
 Que el querellante debe hallarse en posesión de las cosas amenazadas de perjuicio. De
modo que no es suficiente pues ser propietario de las cosas amenazadas sino que es
necesario ser poseedor, porque no basta la propiedad ni la titularidad de cualquier otro
derecho, sino la posesión.

2.2 Legitimación activa y pasiva.

Con relación a la legitimación activa puede intentar la acción el poseedor ello se deduce del
texto literal de la ley que se refiere a “quien tenga razón para temer que una obra… nueva cause
un perjuicio a un inmueble, a un derecho real u a otro objeto poseído por él, puede denunciar al
Juez la obra nueva…”.

La jurisprudencia ha considerado que el interdicto puede ser intentado no solo por el


poseedor propiamente dicho sino también por el detentador.

Dada la finalidad de la acción, algunos autores consideran que el interdicto puede ser
intentado por el actor a titulo de propietario o el titular de un derecho real incluso cuando no es
poseedor.

El legitimado pasivo es el constructor de la obra en el propio suelo del querellante o en otro,


que puede ser del propio querellado o de un tercero.

3 EL INTERDICTO DE DAÑO TEMIDO O DE OBRA VIEJA.


3.1 Consagración legal y Requisitos de procedencia.

Esta acción de defensa a la posesión contra daños provenientes de bienes próximos tiene su
fuente en el artículo 786 del Código Civil dispone lo siguiente:

“Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o cualquiera otro
objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído por él, tendrá derecho a
denunciarlo al Juez y de obtener, según las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a
evitar el peligro, o que se intime al interesado la obligación de dar caución por los daños posibles”.
Su regulación procesal se encuentra consagrada en el artículo 717 del Código de
Procedimiento Civil.

Respecto de los requisitos de procedencia se encuentran los siguientes:

 Es necesario que exista un temor racional de que un edificio, un árbol u otro objeto
amenace con causar un daño próximo. Por ejemplo: malas construcciones, grietas, el
estado de deterioro, la falta de mantenimiento, el abandono, la vetustez o la amenaza
de ruina de la cosa denunciada como dañosa.
 Que esa amenaza provenga de un edificio, de un árbol u otro objeto cualquiera, que
puede ser inmueble o un mueble.
 Que se trate de una obra ya construida.
 Que el objeto amenazado sea un predio, un inmueble o cualquier otro objeto que
estén en posesión del querellante.

A estos requisitos el legislado añade, por la remisión que hace el artículo 713 al 717 del C.P.C,
que se acompañe el titulo que se invoca para solicitar protección posesoria, es decir, si se trata de
poseedor legítimo el titulo de propiedad, y si es poseedor precario se acompaña el contrato.

A diferencia del interdicto de obra nueva, en este interdicto no se estipula un lapso de


caducidad para su ejercicio, puesto que puede intentarse en cualquier momento, porque nunca se
sabe cuando va a terminar el daño temido.

3.2 Legitimación activa y pasiva.

En cuanto al legitimado activo o querellante, es el poseedor de la cosa amenazada de daño,


que puede estar detentándola en su propio nombre o en nombre de otro tal como se procede
para el interdicto de obra nueva; y el legitimado pasivo o querellado, es quien aparezca como
dueño o poseedor del edificio, árbol u otro objeto de donde proviene el daño o contra la persona
que será responsable en caso de producirse el daño que se teme.

4. PROCEDIMIENTO DE LOS INTERDICTOS PROHIBITIVOS.

A falta de regulación expresa acerca de los requisitos de forma de la querella interdictal,


debe asumirse la enumeración contenida en el artículo 340 C.P.C.

Ahora bien, de conformidad con lo establecido en el artículo 713 del Código de


Procedimiento Civil, en los casos establecidos en el artículo 785 del Código Civil, el querellante
deberá hacer la denuncia ante el juez competente el cual ya hemos estudiado, expresando el
perjuicio que teme y la descripción de hecho atinentes al caso, y producirá junto con la querella el
titulo que invoca para solicitar la protección posesoria cuando se tenga fundado temor que una
obra nueva emprendida por otro, en suelo propio o ajeno cause perjuicio a un inmueble, derecho
real u otro objeto poseído por el denunciante.

Seguidamente, el Juez previo conocimiento sumario del hecho, y examinando


cuidadosamente si se han llenado los extremos se trasladará al lugar y asistido por un profesional
experto, resolverá sin audiencia de la otra parte, sobre la prohibición de continuar la obra nueva o
permitirla.

Si el juez prohibiere la continuación de la obra nueva o parcialmente, dictara las medidas


necesarias para hacer efectivo el decreto y exigirá las garantías oportunas al querellante conforme
al artículo 785 del Código Civil para asegurar al querellado el resarcimiento de los daños que
puedan sobrevenir por la suspensión de la obra, y que resulten demostrados en el procedimiento
ordinario a que se refiere el artículo 716 del Código de Procedimiento Civil. Las obras hechas en
contravención a la orden del tribunal serán destruidas por cuenta del dueño y los respectivos
gastos serán abonados a éste, a falta de pago se procederá conforme lo dispuesto en el artículo
527 del C.P.C.

En cuanto a la apelación, se oirá al querellado en un solo efecto, si se prohibiere la


continuación de la obra; y de la resolución que permita su continuación se oirá apelación al
querellante en ambos efecto, según lo dispuesto en el último aparte del artículo 714 del C.P.C.

Una vez que se haya prohibido la obra total o parcialmente, el querellado tiene la
posibilidad de solicitar al tribunal que autorice la continuación de la obra, caso en el cual el juez
mandará a practicar una experticia a costa del querellado y con el dictamen favorable de los
expertos podrá autorizarse la continuación de la obra, previo el cumplimiento de las
recomendaciones y medidas establecidas por los expertos, las cuales se harán constar en acta
levantada por el juez. Igualmente en este caso, el tribunal exigirá al querellado las garantías
oportunas para asegurar el resarcimiento del daño que la continuación de la obra pueda ocasionar
al querellante, conforme a lo establecido en el artículo 715 eiusdem.

En lo adelante, cualquier otra reclamación entre las partes se ventilará por el


procedimiento ordinario, y que según el articulo 716 del C.P.C el lapso para interponer la demanda
deberá proponerse dentro del año siguiente a la terminación de la obra nueva o dentro del año
siguiente al Decreto que hubiere ordenado suspensión total o parcial de la obra, transcurrido este
lapso de caducidad quedaran extinguidas las garantías constituidas en el interdicto.

Para los casos establecidos en el artículo 786 del Código Civil, se procederá en la forma
prevista en el artículo 713 del C.P.C, y el juez deberá resolver según las circunstancias sobre las
medidas conducentes a evitar el peligro, o que se intime al querellante a la constitución de una
garantía suficiente para responder por los daños, de acuerdo a lo pedido por el querellante.
5. Procedimiento administrativo sancionador en materia de urbanismo.

Este procedimiento tiene como objeto controlar tolo lo concerniente a las construcciones
o edificaciones que se encuentren en situación ilegal, concluidas, iniciadas o por iniciar, es decir,
que presenten violaciones a la normativa legal relativa a la materia de urbanidad. En este sentido,
conviene indicar que en materia de urbanidad existe en nuestro país una Ley Orgánica de
ordenación urbanística, la cual tiene por objeto la ordenación del desarrollo urbanístico en todo el
territorio nacional con el fin de alcanzar el crecimiento armónico de los centros poblados, todo
para salvaguardar los recursos naturales y la calidad de vida en los centros urbanos. Asimismo, a
través de dicho instrumento normativo se designan como Autoridades Urbanísticas el Ejecutivo
Nacional y los Municipios siendo que a estos últimos, les atañe lo indicado en cuanto al control de
la actividad urbanística dentro de la esfera de su competencia.

En razón de lo anterior, se deriva que los Municipios regulan en las Ordenanzas que a tal
efecto dicten sus respectivos Concejos Municipales, las sanciones en materia de urbanismo,
siendo que, tales sanciones patentizan ese control posterior que las Alcaldías están llamadas a
ejercer ante una determinada infracción urbanística, siendo que tal infracción, debe estar
detallada en el texto legal que contenga la sanción, en razón del principio de tipicidad que debe
imperar en materia punitiva, constituyendo la concreción del quebrantamiento de la legalidad
urbanística, el presupuesto necesario para que se inicie el procedimiento que determinará si
efectivamente ello es así, y por ende, conlleve a imponer la sanción a que haya lugar.

En tal sentido, los órganos ejecutivos de los Municipios, tienen atribuida una potestad
punitiva, concretada en la imposición de sanciones de naturaleza pecuniaria como es la multa, y
por la imposición de sanciones de otra naturaleza, como es la orden de paralización de una obra
determinada, la demolición u otras medidas de restitución del medio ambiente.

Visto lo anterior, perentorio resulta advertir que si estimamos que todo acto dictado en
ejecución de una potestad sancionatoria, debe estar precedido de un procedimiento previo, no
podría escapar de tal premisa, los actos de contenido sancionatorio emanados de las
Administraciones Locales en materia de urbanismo, siendo que, precisamente en aras de
salvaguardar los derechos de los administrados, el procedimiento tendente a producir un acto
administrativo contentivo de una sanción debe velar por el cumplimiento de una serie de
principios como son: el de legalidad, los relativos a las garantías jurídicas, dirigidos a proteger las
situaciones jurídicas de los administrados, tales como el del contradictorio, el de presunción de
inocencia y el de confianza legítima o expectativa plausible, así como aquellos de eficacia de la
actividad administrativa, dentro del que se incluye al principio de economía procedimental, al
principio de actuación de oficio y por último, al principio de publicidad.

Ahora bien, en enero del 2005 el Consejo Municipal del Municipio Maracaibo en uso de sus
atribuciones legales sancionó la Ordenanza sobre Control de Edificaciones y Urbanizaciones,
Construcciones Ilegales y Demoliciones en el Municipio Maracaibo la cual contempla dentro de su
articulado el procedimiento y las sanciones referente a las construcciones ilegales. Dicha
ordenanza establece en su artículo 41 los supuestos en los cuales una construcción es considerada
ilegal, y lo dispone de la forma siguiente:

“1. Toda nueva construcción, modificación o ampliación de una existente, ejecutada o


en proceso de ejecución, sin que previamente se haya notificado el inicio de la obra y
sin haberse obtenido la
Constancia de Cumplimiento de Variables Urbanas Fundamentales.
2. Toda construcción que habiendo obtenido la Constancia de Cumplimiento de
Variables Urbanas fundamentales esté ejecutada o en proceso de ejecución en
violación de la misma.
3. Toda construcción que amenace ruina o que por su mal estado en alguna parte de
su estructura pudiese ocasionar daños, que representen un peligro inminente para sus
ocupantes o para la comunidad.
4. Toda construcción ya ejecutada o en proceso de ejecución sobre áreas del dominio
público u obstruyendo una vía pública.”

En atención a los presupuestos antes mencionados, la ordenanza establece a través del


“Procedimiento por Denuncia” que cualquier persona, ya sea natural o jurídica, está en el deber
de denunciar por ante la Oficina Municipal de Planificación Urbana (O.M.P.U.), las irregularidades
que tenga conocimiento en relación con las construcciones que estén subsumidas dentro de los
indicados presupuestos y por tanto sean ilegales. Asimismo, establece que el municipio está en el
deber de aperturar y sustanciar, de oficio, un expediente administrativo cuando constate por
medio de alguno de sus funcionarios la existencia de una construcción ilegal.

Por otro lado, tal como lo establece el artículo 43 de la ordenanza, la denuncia deberá ser
presentada por escrito a través de un formulario preimpreso que la O.M.P.U deberá entregar al
denunciante, en el cual el último deberá indicar su nombre, cédula de identidad, los hechos
denunciados y la ubicación exacta del inmueble objeto de la denuncia. Recibida la denuncia se
ordenará la inmediata inspección de la obra para comprobar los hechos denunciados y se
levantará un acta suscrita por el funcionario inspector y el ocupante o responsable del inmueble
fiscalizado, la cual deberá contener una relación sucinta de lo actuado. Si de la inspección
realizada se comprobaren los hechos denunciados la Oficina Municipal de Planificación Urbana
ordenará al infractor la paralización inmediata de la obra, oficiando para ello al Instituto
Autónomo de Policía del Municipio Maracaibo (POLIMARACAIBO), e inmediatamente se abrirá el
correspondiente procedimiento administrativo, el cual se sustanciará mediante expediente.

Una vez abierto el procediendo administrativo, se ordenará la notificación del infractor,


librando para ello una boleta la cual contendrá una relación lacónica de los hechos comprobados
en sitio y se le concederá un lapso de 10 días hábiles, contados a partir de su notificación, para
que comparezca a exponer y alegar sus razones, promueva y evacue las pruebas en las que
sustente su defensa.

La ordenanza in comento, contempla la posibilidad de que las partes lleguen a un acuerdo,


siempre y cuando la construcción ilegal no violente normas de orden público, dicho acuerdo se
llevará a cabo al tercer día hábil siguiente a la notificación del infractor, si las partes lograran el
acuerdo se levantará un acta en el expediente administrativo y la Autoridad Urbanística
concederá un plazo para que el infractor ejecute de forma voluntaria el mismo y procederá a la
homologación respectiva. En el caso de que el infractor no cumpliere el acuerdo dentro de un
plazo de 15 días hábiles, contados a partir del levantamiento del acta, O.M.P.U. ordenará el
cumplimiento forzoso, en forma ejecutiva, con el apoyo de POLIMARACAIBO, previa solicitud del
denunciante.

Si no se lograre un acuerdo, ambas partes efectuarán sus alegatos, promoverán y evacuarán


las pruebas que sustenten la defensa de sus derechos; para tal fin podrán utilizar todos los medios
probatorios previstos en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos y en Código de
Procedimiento Civil a excepción de la prueba de testigos y posiciones juradas. La Oficina Municipal
de Planificación Urbana podrá solicitar de otras autoridades los informes técnicos que estime
convenientes y necesarios para decidir al respecto.
La ordenanza prevé que la sustanciación y resolución del procedimiento administrativo no
podrá exceder de 60 días continuos, salvo que mediante causas excepcionales se conceda una
prórroga, de lo cual se dejará constancia en el expediente. La Oficina Municipal de Planificación
Urbana pondrá fin al procedimiento descrito mediante resolución debidamente motivada, la cual
podrá impugnarse a través de los recursos de Reconsideración, Jerárquico y de Revisión,
regulados igualmente por la ordenanza bajo comento, esto de conformidad con lo establecido en
el artículo 56 de la ordenanza.

Igualmente, establece la Ordenanza sobre Control de Edificaciones y Urbanizaciones,


Construcciones Ilegales y Demoliciones en el Municipio Maracaibo, que se aplicará de forma
supletoria la Ley Orgánica de los Procedimientos Administrativos y el Código de procedimiento
Civil.

Por otro lado, la ordenanza in comento, establece las sanciones, en el artículo 58 y siguientes
de la ordenanza estudiada, al disponer que toda persona natural o jurídica que realice obras
o actividades urbanísticas, sin dar cumplimiento a la ordenanza y otros instrumentos
legales urbanísticos, así como también a lo previsto en la Ley Orgánica de Ordenación
Urbanística (L.O.O.U.), será sancionada de acuerdo a la gravedad de la violación, cuando
incurra en los supuestos de hecho establecidos en dicho artículo imponiendo multas que oscilan
entre veinte y treinta unidades tributarias.
Igualmente La Oficina Municipal de Planificación Urbana (O.M.P.U.) se reserva el derecho a
denunciar ante el Tribunal Disciplinario del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Seccional Zulia, al
ingeniero, arquitecto o profesional afín, que sea responsable de la construcción, modificación o
ampliación de obras en violación de la normativa prevista en la presente ordenanza, en otros
instrumentos legales urbanísticos, o de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística.
OJO ALEXIS

Revisando estos procedimientos se observa que los interdictos


prohibitivos es una acción judicial establecida en el cpc y el código civil para
quien tena razón en temer que una obra nueva emprendida por otro, sea en su
propio suelo, sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro objeto
poseído por él, con el requisito importante con tal obra no esté terminada y de que no haya

transcurrido un año desde su principio, y para el caso del interdicto de obra vieja que puede
ser intentado por Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o
cualquiera otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído por él, para
obtener, según las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a evitar el peligro, o que
se intime al interesado la obligación de dar caución por los daños posibles.
El procedimiento establecido en la ordenanza es con la finalidad regular todo lo relativo a la
construcción y ejecución de edificaciones y urbanizaciones de cualquier naturaleza a desarrollarse
en Jurisdicción del Municipio Maracaibo. Igualmente regula todo lo relacionado con las
construcciones o edificaciones que se encuentren en situación ilegal, concluidas, iniciadas o por
iniciar que presenten violaciones a la normativa legal.

- El Interdicto prohibitivo procede en vía judicial y la ordenanza establece el procedimiento


en vía administrativa.
- Para el procedimiento en via administrativa es requisito que la construcción este inmersa
en un presupuesto de los establecidos en la ordenanza, y que presente violaciones a la
normativa legal.
- Los interdictos proceden contra el fundado temor de la obra,,,,,
-
BIBLIOGRAFIA

 Aguilar Gorrondona, “Cosas Bienes y Derechos Reales”. Manuales de derecho,


Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2007.
 Duque Corredor Román, “Procesos sobre la Propiedad y la Posesión” Academia de
Ciencias Políticas y Sociales. Caracas 2009.
 Ordenanza sobre Control de Edificaciones y Urbanizaciones, Construcciones Ilegales y
Demoliciones del Municipio Maracaibo. Gaceta Municipal de Maracaibo No. 038 de fecha
6 de Julio de 2005.

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