José Tono Martínez, es escritor, ensayista

y gestor cultural. Sociólogo-Antropólogo

(UCM, 1982) y Doctor en Filosofía
(UAM, 1996), su tesis titulada “La condi-
ción postrimera. Una delimitación del ser
contemporáneo”, fue Premio Extraordina-
rio del año 97.
Fue Co-fundador (1982) y redactor jefe de
La Luna de Madrid y director de la revista
entre 1985 y 1987. En EE.UU. (1988-
1994), dirigió la revista Encounters y fue
Asesor Ejecutivo en la Fundación Spain
´92. En Buenos Aires dirigió el ICI.Centro
Cultural de España, entre 1997-2001, y la
revista Barbaria. Fue Director de la Edito-
rial Old Factory, y Director Ejecutivo del
Foro Observatorio Tánger-Tarifa, entre el
2002 y el 2005 www.fott.es Y Profesor de
Filosofía Contemporánea Norteamericana
en el Máster de Estudios Norteamericanos
de la U. de Alcalá de Henares.

Fue nombrado Director de Relaciones Ins-

titucionales e Informativas de la Sociedad
Estatal para Exposiciones Internacionales,
entre 2006 y 2008, en Madrid, y Vice-Co-
misario del Pabellón de España en Zara-
goza, durante la Expo 2008. En octubre de
2009 fue nombrado Director Ejecutivo de
la Fundación Arquitectura y Sociedad.
Colabora con distintos medios y revistas
y ha escrito numerosos artículos, dirigido
seminarios e impartido conferencias en
diversos foros. Sus últimos libros son Con-
ceptos y experiencias de Gestión Cultural.
Ed. Mº de Cultura, 2007; El Orientalismo
al revés (comp.) Ed. La Catarata, Madrid
(2007); y La doma del elefante. Ensayos
de poesía, y estética. Ed. Renacimiento.
Sevilla. 2008.

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Arqué-textura: la ciudad en tres tiempos. estirpe de nuevos buscadores que es fruto
José Tono Martínez Nuestro proyecto estilo Factory warholia- de aquel tránsito. Y, por qué no, de aquel
na, La Luna de Madrid, fue una reivindica- ocaso.
ción casi de la ciudad como forma de vida,
Naturaleza de cualquier ciudad, pero también un Pensamiento
aldabonazo de modernidad y un testimonio
Yo comencé a tener un entendimiento más de confianza, o de fe, en que Madrid podía Carlos Marx en su memorable arranque de
o menos claro de lo que es una ciudad muy ser esa gran ciudad abierta, plural y El 18 Brumario de Luis Bonaparte,
a finales de los años setenta y desde luego divertida que todos estábamos buscando. publicado en 1852 para explicar los
durante los años ochenta. Para la genera- sucesos que llevaron al poder a Napoleón
ción más joven y más comprometida en Nuestro tipo de trabajo y de intervenciones III, dice, entre otras cosas: “Los hombres
acciones e intervenciones ciudadanas, los defendían la idea de proximidad a un hacen su propia historia, pero no la hacen
ochenta fueron una respuesta al desencanto momento peculiar de una ciudad concreta a su voluntad, bajo condiciones elegidas
post-transición, una profundización de ya que, gracias a esa proximidad, nuestro por ellos mismos, sino bajo condiciones
espacios de emancipación moral y de trabajo creativo y la propia revista en este directamente existentes, dadas y hereda-
costumbres, y, por encima de todo, una caso se convertían en una suerte de das. La tradición de todas las generaciones
popularización y masificación de los personajes activos que, en el mejor de los muertas gravita como una pesadilla sobre
mismos. Se habían cambiado los procedi- casos, se presentaban luego como emble- el cerebro de los vivos. E incluso cuando
mientos políticos, pero luego había que mas sacrificiales de un tiempo. Hablába- parecen ocuparse de cambiar las cosas y a
cambiar las bases morales. Esto se hizo en mos de la ciudad (Madrid, Vigo, BCN, sí mismos, y crear lo que no estaba,
la calle, pues fueron las calles los dedos de etc.) como quien habla de un amigo. precisamente en estas épocas de crisis
la ciudad tomada como metáfora del revolucionaria invocan temerosamente a
cuerpo. Así, se inaugura toda una simbolo- Los estados de ánimo de las ciudades, los espíritus del pasado para servirse de
gía cuyo epicentro es el de la calle y la como los de las personas, son transitorios, ellos, toman prestados sus nombres, sus
ciudad recuperada como espacio y órgano pero dejan huella, y sus residuos, indivi- consignas de batalla y sus trajes, para
de creación. duales o colectivos, señalan fronteras representar, engalanados con esta vesti-
imaginarias susceptibles de ser emuladas o menta venerable y con este lenguaje fiado,
Por eso conviene señalar el carácter traspasadas por subsiguientes y renovados la nueva escena de la historia universal”1.
profundamente grupal, local, ciudadano, esfuerzos de quienes, en todo tiempo,
anti-estatal y libertario que adquirió dicho mirando al pasado de una manera irónica, La tradición de todas las generaciones
cambio o modificación de sensibilidad. pugnarán por aprehender su presente en la muertas gravita como una pesadilla sobre
Aquello fue un movimiento de nuevo más absoluta y radical de las apuestas. el cerebro de los vivos, qué frase tan
cuño, generacional e inédito en nuestro hermosamente hebrea que no puedo dejar
país, dichosamente descabezado y no Es la misma diferencia que hay al entender de hacer destellar, aquí mismo. Ahí está, in
jerárquico que pretendía una forma de la tradición como museo o la tradición noce, todo el discurso de la recuperación
vivir el medio y el hecho estético desde la como memoria activa, como recuerdo de la memoria de los vencidos, de los
base más individual, esto es, popular, con fecundante y reasumido; la manifestación derrotados, de la historia redimida que nos
contra planteamientos que se hacían todas artística como exposición celebratoria o desplegará Walter Benjamin noventa años
las noches y que se deshacían en otras como vinculación, como posibilidad de después en sus Tesis de la filosofía de la
cosas todos los días. transformación. historia, también desde París, en 1940, con
los nazis pisándole los talones.
Tal y como tal vez suceda con la crisis que Si la felicidad es un ideal de la imagina-
hoy amenaza, entonces nuestra carencia de ción, yo con la perspectiva de los años, Hace unos cuatro años asistimos pasmados
medios era total, y a ello se sumaba la tiendo a pensar en que aquellos años a todos esos conflictos y desordenes en los
ruina generalizada de todos y la ausencia improvisados, arriesgados, inauguraron guetos y cités de París, extendidos luego a
de un Estado protector y rico. Y todo se una especie de felicidad difícil de instantá- otras ciudades francesas, y luego los
superó con improvisación y espontaneís- neas dispersas, libres. Los ochenta fueron hemos visto hace poco en ciudades
mo. Los ochenta y lo que luego se popula- un ensayo de cambio moral no del todo españolas. Una celebración, la del Barça
rizó como Movida fueron un canto truncado. En el recuerdo quedan los Champion puede terminar en un asalto a la
optimista al presente. Y en ese sentido mejores momentos. Pero las puertas de la Generalitat. ¿Quiénes son aquellos
fueron un elemento desdramatizador y imaginación que abrieron nunca volvieron redimibles vencidos que trataban de
divertido que trasmitieron al mundo otra del todo a cerrarse. Pese a tantos. Veo incendiar París o los que ayer asaltaban las
ciudad posible, otro país posible. ahora entre estos próximos toda una Ramblas? ¿Quiénes son estos parias, esta

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chusma, esta gentuza o escoria, según dijo planes urbanísticos, reformas y problemas centros comerciales asentados a otros
el entonces ministro del Interior francés, siempre pendientes, y tienden a menospre- tantos.
Nicolás Sarkozy, con el mismo asombro y ciar o ni siquiera a desarrollar lo que sería
extrañeza con el que lo hubiera preguntado el concepto de ciudad: la imagen central y Por supuesto que ha habido encomiables
Maria Antonieta, enterada de que la reconocible que aspiraría a ser compartida esfuerzos de análisis proyectivos que
racaille, la canalla, le reprochaba los por los habitantes de la ciudad en cuanto tratan de adivinar las tendencias predomi-
gastos excesivos invertidos en aquellos ciudadanos. nantes que modificarán la ciudad del
peinados y tocas que parecía torres, en futuro inmediato, pero la mayoría de estos
aquellos diamantes que competían con el La mundialización de formas de vida, análisis se han realizado desde la óptica de
sol y, sobre todo, en aquel su petit Trianon, actitudes, personas y creencias, esa deriva lo irremediable, en un cóctel explosivo que
en cuyos jardines los actores y sus familias lyotardiana de una posmodernidad que mezcla la ciencia ficción con los modelos
representaban escenas reales de campesi- algunos se habían apresurado a despachar de comportamiento derivados de la
nos, pastores y obreros? ¡Qué escena de con excesiva prisa, ha traído como introducción de las nuevas tecnologías de
duplicidad y reiteración tan posmoderna co-relato, como efecto marea, la difumina- la información. No sé cómo vivirán en
como barroca! Otra vez la historia revisita- ción de las propias ideas que afectan a Telépolis los Cosmopolitas Urbanos de
da, como decía Marx en su dieciocho dichas formas de vida, y a los colectivos, Javier Echeverría, pero a mí me sigue
Brumario. cada vez más disímiles y tribalizados, que preocupando este modelo impuesto que ha
las comparten o disputan en un mismo eliminado la idea de recorrido, que es lo
Tengo la impresión de que estos jóvenes, territorio. que un ciudadano normal puede caminar y
esos casi adolescentes de la diáspora del recorrer en una hora o dos a lo sumo con
hambre mundial no se integran porque el El mismo contexto de ciudad, cada vez su vehículo propio y natural, esto es, con
modelo de ciudad que estamos construyen- menos “territorio común”, ha venido a ser sus piernas, gastando suela, en beneficio
do impide la integración entendida como cuestionado y redefinido más desde la del modelo de vehículo impropio, con el
interrelación, priorizando la teatralidad del perspectiva de la mercadotecnia y el coche, gastando gasolina y de paso
tejido urbano sobre el viejo concepto de diseño industrial y urbano que desde el contaminando la propia ciudad2. Y el
barrio y ciudadanía, constituido, referido, propio concepto de ciudad, esto es, del mundo.
y alienado éste respecto del Estado deber ser de una ciudad, desde los meca-
lebiatánico, y no desde la polis, que es el nismos identificatorios que nos permitirían Arqué-textura
espacio natural del ciudadano. imaginar el perfil ideal de una ciudad.
Invoquemos a la musa de los comienzos y
Así, lo que falla es la ciudad, pues las Es evidente que la ciudad tal y como la de la voluntad. Lo que yo echo en falta no
ciudades, tribalizadas, ya no integran, sino conocimos morirá si no somos capaces de son análisis tendenciales o futuribles sino
que extrarradian, y al crecer centrífuga- revitalizarla con intervenciones destinadas lo que podríamos llamar una verdadera
mente alejan de su seno a los más débiles, a facilitar la vida al ciudadano, una vida de metafísica de la ciudad. En definitiva,
incapaces de sufragar los onerosos impues- interrelación, de trabajo sin horarios de palabras mayores, políticas de intervención
tos y gastos a que obliga la vida ciudadana galeote y de cercanía, una ciudad que que se impongan o quieran imponerse
de hoy, en las metrópolis europeas de permita el sentido del recorrido, de sobre los hechos o dicho de otro modo: un
Occidente. pertenencia al barrio. La idea de proximi- desiderátum de la ciudad.
dad sólo la enuncian los ediles como
(No tan al margen, en las entrevistas leídas complemento circunstancial de precisa- Un ideal que como todo ideal no alcanza-
que les hicieron a algunos de aquellos mente las fuerzas del orden. remos pero que por el camino nos entre-
jóvenes alborotadores me llamó la tendría y, al hacer esto, que no es poco,
atención un detalle relacionado con lo que Se habla de una policía de proximidad, nos permitiría establecer una línea
venimos diciendo: ellos nunca habían subi- porque es el miedo lo que justifica esos divisoria entre lo que queremos y lo que
do a la Torre de Eiffel, ni por supuesto anuncios. Parece que queremos tener un abominamos. La gente no sólo necesita
visitado los geométricos monumentos que policía a modo de sombra. Con el agravan- una plaza de garaje, un polideportivo, o
enorgullecen al Nuevo París, no menos te de que esos anuncios sí tienen cartel una nueva circunvalación. La gente
geométrico y cartesiano que el anterior). electoral. Y por desgracia, lo que se necesita, y más en las grandes ciudades,
impone es el concepto de ciudad de una metáfora de ciudad, una metáfora
Uno tiene la sensación de que los políticos servicios de lejanía, con el downtown alternativa, como quería Richard Rorty,
y los distintos partidos en liza, como suele reemplazando a la calle mayor y a la plaza, que venga a sustituir los fragmentos de
suceder en otros ámbitos, se pierden en un al viejo foro, y donde uno vive a quilóme- otras metáforas de adscripción social que
Plan Marshall berlanguesco de nuevos tros de distancia y consume y disfruta en ya no pueden cumplir con sus roles, bien

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porque están desgastadas, o bien porque aniversario de la matanza de 8000 civiles Para más inri, lo simple suele ser más
nuestra razonada y justificable crítica las varones en Srebrenica, perpetrada entre el barato, y eso no casa con estos tiempos,
ha convertido en ritos que cumplimos en 12 y el 19 de julio de 1995, ante la obsesionados como están aquellos con la
cuanto “tarea de representación” escénica- pasividad de la ONU, de la Comunidad todavía idea fabril y desarrollista de los
mente asumible. Internacional y la dejadez de los 600 recursos y las infraestructuras y con esos
cascos azules holandeses encargados de la elementos grandiosos que pueblan el
Hace casi treinta años, Jonathan Raban, en custodia de aquel enclave bosnio en mobiliario urbano de las grandes ciudades.
el clásico Soft City (1980), describía un Serbia. Dice, decía Tertsch, con elocuen- Es sin duda un tipo de actividad que
Londres inmediatamente futuro en cia: “¡Ay de las ciudades, ese escenario de genera empleo a corto plazo y tal vez
términos de blandura, plasticidad y encuentro en los valles y junto a los notoriedad a largo para quienes padecen el
maleabilidad. Aquella ciudad, ya nuestra grandes ríos y costas amables donde la complejo de carlos tercero, pero que con
ciudad, se presentaba como un laberinto, comunicación permite a los hombres frecuencia enajena a los ciudadanos de su
como una enciclopedia, como un teatro juntarse para intercambiar experiencias y propia ciudad, tantas veces hastiados de
donde la representación y los hechos se noticias, mercancías y sentimientos! Sus obras y proyectos faraónicos que tienen
fundían, allí donde uno, si bien tiene la enemigos las odian porque en ellas surge que ver muy poco con la idea de conviven-
posibilidad de liberarse a modo de hace miles de años la riqueza de la cia, con la idea, también muy simple, de
carnaval de sus distintos roles fijos, comunicación y la libertad y dignidad del vida en proyecto común. De vida feliz,
también corre el riesgo de verse subsumi- individuo, porque en ellas es tan difícil algo que ya sabemos que no es de fácil
do en un espacio donde las formas sociales imponer verdades únicas y la peor repre- alcance pero que en todo caso es el único
se disuelven en caos o violencia. sión nunca puede evitar complicidades objetivo digno por el que podemos
humanas entre gentes de diversa proceden- sacrificar nuestros impuestos y nuestro
¿No es esto último lo que sucede en cia, religión y etnia. Allí todo se mezcla y tiempo. Si me permiten que finalice con un
cualquiera de las grandes megas urbes del nada queda en estado puro. ruego telegráfico, en estilo pancarta o
mundo? Sin duda por eso la gente quiere telegrama de esos que ya no se ponen, yo
irse a vivir fuera, a un adosado con Las odiaban los fanáticos de la tribu que diría: “por favor, menos Planes Generales
parcela. Porque ya no pueden vivir dentro. dirigían Ratko Mladic y Radovan Karadzic de Urbanismo y al menos un Plan General
Pero al desaparecer del todo el viejo mode- como las detestan en el fondo todos los de Convivencia”, como querría el impres-
lo de ciudad amurallada, medieval, y verse nacionalismos que no por casualidad cindible Rafael Argullol en EL PAIS en
sustituido por el de ciudad abierta o idealizan la vida primitiva en el campo y esta mayo que se ha ido (ver El gran
no-ciudad, lo que sucede es que, en las amables arcadias de quienes piensan y saqueo 12/5/09 y La culpa del otro
realidad, al construir y pavimentar todo el sienten todo igual. Siempre fueron 31/5/09).
entorno natural eliminamos los ideogramas objetivo de todos los que quieren imponer
centrales de la ciudad, o por lo que esta la tiranía. Los ciudadanos siempre han sido
tenía sentido. los peores súbditos”.
Porque la ciudad era por antonomasia el Y es que en efecto la ciudad era el espacio
espacio de la libertad, lo que en efecto nos común donde se aunaba la idea de libertad
hacía seres de intercambio, al abrigo de los y de comunidad, que es donde la primera
apriscos y bosques que la rodeaban, y que adquiría sentido verdadero. Son estas ideas
estaban bien para ser visitados y gozados muy viejas, que espero fructifiquen en
pero no para vivir entre ellos, como las estos nuevos y próximos odres.
fieras, que es lo que sucede ahora, que uno,
si se lo puede permitir su cuenta bancaria, Terminemos. Estamos asistiendo a un
ya no quiere vivir entre personas sino en la fracaso de la idea de ciudad. Eso que sin
sierra, entre cabras, cuanto más alejado y un sentimiento de pertenencia, de ciudada-
aislado de cualquier vecino, mejor. nía compartida, se convierte en apenas un
conjunto de edificios en vez de hogares, de
Epílogo y homenaje: el asalto a la ciudad. carreteras en vez de calles, de variantes en
vez de paseos. Igual a algún regidor o
Copio, con toda la carga terrible que tiene, munícipe de turno, o de carrera, le parece
un artículo de Hermann Tertsch, que con el esto que digo una idea muy simple, pero es
título de El asalto a la ciudad, fue publica- que la simplicidad es una de esas virtudes
do en el diario EL PAÍS, con motivo del antiguas que hemos perdido casi del todo.

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