Dinosaurios
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Uno de los temas más significativos que surgen en los trabajos de los
historiadores peruanos de la última década es la persistencia en que las
etapas finales del período colonial testificaron no una intensificación del
conservadurismo y letargo, tradicionalmente asociado con el Virreinato del
Perú, sino un crecimiento que con llevó una actividad revolucionaria, res
paldados por peruanos de todas las razas, en procura de la independencia
nacional. No fué mera coincidencia que este argumento que alcanzara la
cumbre de la popularidad en 1971, el año del sesquicentenario de la decla
ración de la independencia en Lima, recibiera el entusiasta respaldo del
gobierno revolucionario del General Juan Velasco Alvarado, en el poder
desde el 3 de octubre de 1968. La nueva interpretación de la actitud
social y política del Perú a fines de 1780 habilmente armonizaba con la
insistencia de los militares desde fines de 1968 en la importancia del
nacionalismo, justicia social y armonía racial en la creación del nuevo Perú.
11) Campbell, "The Army of Peru and The Tupac Amaru Reyolt, 1780-1783".
HAHR, 56 (Feb. 1976). 43, 51.'
12) lbid, p. 52.
13) Ibid, p.p. 55-57.
14) Ver íohn Fisher, "La rebelión de Túpac Amaru y el programa de la reforma
imperial de Carlos III" en Quinto Congreso Internacional de Historia de
América, 11, 411-412.
15) Jean Piel ,"The Place of the Peasantry in the National life of Perú in the
Nineteenth Century", Past and Presente W 46 (feb. 1970), 108, 114.
16) Bonilla, La independencia, p. 46.
17) lbid, p. 36.
FISHER / Monarquismo, Regionalismo y Rebeli6n, Perú Colonial, 1808-1815 121
Aquellos estudiosos peruanos, quienes a diferencia �e Boni�la estaban deci
didos a interpretar cada violen!ª protesta �n el �eru colonial _tardío, como
un paso hacia la meta de la mdependenc1a nac1o�al, cualqu1�ra fu�ra su
motivación precisa tiende a pasar po� alto las sutileza� q�e d1fer�nc1an la
rebelión de Túpac Amaru de, por e1emplo, las consp1rac1ones criollas de
Lima en 1810, o estas de la rebelión del Cuzco de 1814. Un punto de vista
fundamental que ellos no pueden pasar por alto, sin embargo, es que a
pesar de la persistencia de la esparcida explotación de los indígenas en el
período colonial tardío, la élite indígena no estaba consistentemente unida
tras el movimiento por la independencia nacional.
José Gabriel Condorcanqui puede ser proyectado como el primero de los
grandes precursores, pero que se puede hacer con el enigmático Mateo
García Pumacahua, Cacique de Chinchero, flagelo de los tupamaros en
los años 1780, aliado de José Manuel de Goyeneche en el saqueo de las
rebeliones del Alto Perú en 1811, pero finalmente en 1814 a la edad de
setenta y cuatro, ¿un converso tardío de la causa nacional? El hecho de
que emergiera de su retiro para unirse a la rebelión del Cuzco de agosto
de 1814 selló su fracaso al enfatizar los peligros sociales para la élite
costeña es una complicación añadida para los protagonistas de la armoniosa
interpretación de la independencia peruana. Su solución al problema de
como tratar a Pumacahua, no ha sido de hecho ignorarlo, disminuirlo como
un disidente sin significado real. El mismo nombre "rebelión de Pumaca
hua" usado hasta ahora automáticamente por generaciones de historiadores
para definir el movimiento del Cuzco de 1814-1815, ha sido descartado
en favor de la rebelión (o revolución) de José Angulo" 11• Al identificar
claramente a los jefes de la rebelión como José Angulo, un prominente
cuzqueíio, y sus hermanos: Vicente, Mariano y Juan, es posible interpretarlo
como una cruzada que unificaba a todos los ciudadanos de la vieja capital
Inca y las provincias de los alrededores, ricas y pobres, criollos e indígenas,
tras las metas comunes de la independencia y justicia social.
El problemático Pumacahua, "el más importante de los contrarevoluciona
rios del siglo XVIII y comienzos del XIX entonces puede ser descartado
como un mero oportunista, quien antes de su ejecución en Sicuani el 17
de marzo de 1815 por el General realista Juan Ramírez, se retractó en el
juicio y espiritualmente retornó a su fidelidad de súbdito del "deseado"
Fernando VII" 19•
¿Cómo puede ser interpretada la historia social y política del Perú colonial
tardío? ¿Es posible ver el último medio siglo del gobierno español en
18) Ver, Por ejemplo, Manuel Jesús Aparicio Vega, "José Angulo, según los docu•
mentos �e la revolución de 1814", Quinto Congreso Internacional de Historia
de Amh1ca, 11, 172-174. Para terminología tradicional' ver, por ejemplo Benja
mín Vicuña Mackenna, La independencia en el Perú, 6� ed. (Lima,' 1971).
p. 256; Luis Antonio Eguiguren, La revolución de 1814, (Lima, 1914) p. 7; y
Jorge Cornejo Bouroncle, Pumacahua: La revolución del Cuzco de 1814 (Cuzco
1956), passim.
19) Car.los Daniel Valcárcel, "José Angulo, líder de la rebelión cuzqueña de 1814".
Quinto Congreso lnternacnonal de Historia de América, II, 169.
122 HISTORIA Y CULTURA 15
términos de una heroica lucha uniendo todas las razas y clases para crear
una nación independiente y mestiza como insisten los conductores de la
escuela del sesquicentenario? Probablemente no, sin embargo .la existencia
de un apoyo limitado de criollos a la rebelión de Túpac Amaru y una
cierta ambigüedad acerca de las aspiraciones políticas de su jefe, el movi
miento tiene sentido primariamente como una violenta protesta social, dise
ñada básicamente para hacer operar el sistema colonial más claramente al
nivel local antes que destruirlo. Existe la tentación de ver la reciente
glorificación de Túpac Amaru en el Perú principalmente en términos de la
insistencia de los militares inmediatamente después de 1968 de que los
indígenas han tenido tanto para dar a la nación como la oligarquía criolla.
Por otro lado, ¿es aún legítimo para el estudioso del Perú en este período
ir hacia el otro extremo, describiendo el virreinato en términos de "el prin
cipal bastión del poder español en el nuevo mundo", o como "el baluarte
monárquico" y explicar el fracaso de los peruanos para asegurar su propia
independencia casi enteramente como consecuencia de la existencia de dife
rencias raciales insalvables?20 Por supuesto, no se niega que el Perú no
rechazara el gobierno español en 1810, con una variedad de complots y
protestas que culminarán en la rebelión del Cuzco de 1814-1815, termi
nando en fracaso, y que hasta en 1824 muchos peruanos influyentes todavía
simpatizaran con la causa realista. Pero el fracaso de la actividad revolu
cionaria no justifica el fracaso que los historiadores no reconozcan su
existencia 21• No obstante hasta los historiadores peruanos patriotas en
cuentran difícil reunir evidencias convincentes de insurgencia entre 1815 y
1820, el período hasta 1815 al menos fué uno de considerable inquietud
política, particularmente al sur del Perú, donde la ciudad del Cuzco pro
veyó el foco natural de oposición tanto a Lima como a Madrid 22•
Los años entre 1783, cuando la revolución de Túpac Amaru fué finalmente
extinguida y 1808 no fueron testigos de una mayor manifestación del des
contento peruano contra el gobierno español. La fidelidad del Cuzco, sin
embargo, continuó preocupando a los oficiales. Benito de la Mata Linares,
quien continuó en la ciudad como primer intendente hasta alcanzar la
regencia de la Audiencia de Buenos Aires en 1787, lo consideraba un foco
de subversión, situación por la cual responsabilizaba a toda la jerarquía 23•
Se enorgulleció de haber tenido al Obispo del Cuzco, Juan Manuel Moscoso
y Peralta, un arequipeño, suspendido por el cargo de apoyo a la reciente
rebelión, y también por su vigilancia para desterrar una supuesta conspira-
20) Citado en (Sir) Robert Marett, Perú (Londres, 1969), p. 72, Y Luis Martín
The Kingdon of the Sun: A short history of Perú (New Y<;>rk, _1974), P •. ndepen
170 •
21) Martin, The Kindom of the Sun, por ejemplo recoge la h1stona de la !
dencia peruana sólo desde 1820. Frederick B. Pike, The Modern _History_ ot
Peru (Londres, 1967) pp. 44-47, debate el alza?liento d�l Cuzco s1� explicar
las razones de su fracaso. John Lynch, The Spamsh American Revolut_,ons 1808- par�
1826 (Londres, 1973) pp. 168-170 resalta la amenaza social_ que_ constituyó Peru
los criollos, como lo hizo John Fisher, Government and Soc,ety m Colonial
(Londres, 1970) p. 230. . • . s de/
22) Para la actividad de la guerrilla, ver Raul Rivera Serna. Los guerri/lero
Centro en la emancipación peruana, (Lima, 1958).
23) Fisher, Government and Society, pp. 43-47.
FISHER/ Monarquismo, Regionalismo y Rebelión, Perú Colonial, 1808-1815 123
ción criolla en diciembre de 1784: "yo hice salir de aquí los Ugartes,
Capetillo y Palacios, coronando la obra con sacar al Obispo, suceso que será
memorable..." 24• Pero el nombramiento del último al rico obispado de
Granada en 1789, la misma promoción de Mata, y la libertad de los sospe
chosos de conjuración sugiere que la Corona no tomó el asunto en serio y
buscó simplemente remover de la ciudad a administradores que no eran
incompatibles entre sí. La instalación en 1788 de la nueva Audiencia del
Cuzco, presidida por Josef de la Portilla, un burócrata peninsular conser
vador, parece que aflojó las tensiones posteriores, aunque posiblemente
porque en el corto plazo los cuzqueños interpretaron la innovación no como
una medida represiva sino como un recurso para estimular el renacimiento
de las ciudades dotándolas de cierto grado de independencia de Lima. El
mismo Mata apoyó la reforma en base a que era esencial para la Corona
ganar la confianza de los habitantes de esta ciudad cuya importancia estra
tégica era mucho mayor que la de Lima y Buenos Aires juntas 25• Parecía,
sin embargo, que a largo plazo el resultado era alejar a los habitantes
criollos, quienes vieron al tribunal no como el defensor de los intereses
locales sino básicamente como representante de la autoridad virreinal y
peninsular.
A pesar del grado considerable de descentralización que la elevación del
Cuzco al status de presidencia había implicado, al menos en teoría,
algunos estudiosos del período colonial tardío han buscado una reorganiza
ción gubernamental aún más radical en el Perú. El famoso intendente
de Potosí, Juan del Pino Manrique de Lara, argumentó que el Cuzco debía
reemplazar a Lima como capital del Bajo y Alto Perú, una idea resurgida
brevemente en 1825 por los delegados a la asamblea que discutían el futuro
del emancipado Alto Perú 26• Francisco de Carrascón y Solá, el prebendado
español de la catedral del Cuzco entre 1798 y 1815 quien, como veremos,
iba a desempeñar un significativo papel en la rebelión de 1814, ya desde
1801 estaba convencido que la capital del Perú debía ser transferida al
interior. En su "Nuevo Plan que establece la perpetua tranquilidad del
vasto imperio del Perú", propuso la creación de un virreinato o capitanía
general en Puno o "en las inmediaciones del Collao", principalmente como
una medida para reforzar la seguridad en una región poblada por indíge
nas poco fidedignos, pero también para promocionar el desarrollo económico
del rico potencial interior 27•
24) Benito de la Mata Linares a José de Gálvez, Cuzco, oct. 15, 1785, Archivo
General de Indias, Sevilla, Audiencia del Cuzco (citado como AGI, Cuzco).
leg. 35.
25) Mata a Gálvez, Cuzco, febrero 21, 1786, AGI, Cuzco, leg. 35.
26) Charles W. Arnade, The Emergence o/ the Republic o/ Bolivia (Ncw York.
1970) p. 197. .
27) Francisco de Carrascón y Sola, Nuevo Plan que establece la perpetua tranqui
lidad del vasto Imperio del Perú, Archivo General de la Nación, Lima (citado
como AGN en adelante), Superior Gobierno, Jeg. 28, cuaderno 877.
124 HISTORIA Y CULTURA 15
"Si continua el abuso", advirtió en diciembre de 1812, "se verán con los
mismos ojos las Leyes, y cuando V.M . emprende el gran trabajo de for
marlas quedaran sin efecto, por no haber fuerza para que se ejecuten" 38•
Las quejas abiertas como estas fueron responsables del hecho que entre
1811 y 1814 Vidaurre, únicamente entre los miembros de la Audiencia
ganará el apoyo de los Cuzqueños. Ciertamente su administración era tal
que mientras sus colegas eran tomados prisioneros por los rebeldes en
agosto de 1814, a Vidaurre se le ofreció el mando la ciudad, un honor que
sabiamente rechazó 39•
La inestabilidad administrativa y política del Cuzco entre 1809 y 1814 era
típica de la crisis general de gobierno en el Perú durante el cautiverio de
Fernando VII, caracterizado por la incertidumbre, la dislocación econó
mica, las dificultades financieras y sobre todo la confusión administrativa
surgida de la puesta en ejecución de los programas de reforma de la Junta
Central y del Consejo de Regencia 40• Ya desde 1809, se introdujo en los
peruanos la idea de representación con la elección por los cabildos de un
diputado para integrar la junta y no sólo la oportunidad, sino más bien la
obligación, de transmitir sus quejas para que se les proporcionara instruc
ciones específicas. De este modo las instrucciones que el Cabildo de Lima
presentó a José de Silva y Olave, rector de San Marcos, en octubre de 1809,
cuando estaba por embarcarse a la península, constituyen un formidable
proceso al gobierno español en el Perú. La élite de la ciudad, a la cual el
cabildo representaba, lejos de desear la independencia, pero ahora deman
daba enérgicamente una drástica revisión de la estructura fiscal, la abolición
de las intendencias, un auténtico comercio libre, e igualdad de acceso a los
cargos para los criollos y los europeos. La decisión del Consejo de Regen
cia, heredero de la Junta Central, a comienzos de 1810 convocar a Cortes
en las cuales cada cabildo estaría representado por un diputado llevó a la
ampliación de esta libertad de expresión a un grado sin precedentes, y las
elecciones efectivas otra vez dieron a las corporaciones municipales un
realzado prestigio y autoridad 41•
El mayor desbaratamiento fué causado, sin embargo, por la segunda etapa
del programa liberal, luego de la promulgación por las cortes el 19 de
marzo de 1812, de la famosa Constitución Política de la Monarquía Española.
A pesar que desaprobó el código, Abascal como un burócrata leal no tuvo
otra alternativa que estar de acuerdo con su aplicación en el Perú. Aparen
temente, por supuesto, profesaba aprobación refiriéndose en la Gaceta de
Gobierno del 30 de setiembre de 1812 a la "Obra inmortal de la sabiduría
y patriotismo de nuestras Cortes. . . Código que va a ser la desesperación
de los tiranos y el más seguro garante de la prosperidad y las futuras glorias
38) Informe de Manuel Vidaurre, Cuzco, dic. 10, 1812, AGI, Cuzco, leg. 7.
39) Fisher, Government and Society, p. 226.
40) Ibid. pp. 201-229.
41) Las actividades de los diputados peruanos en Cádiz son debatidas en Luis Alayza
y Paz Soldán, La Constituci6n de Cádiz: El egregio limeño Morales y Du �rez
(Lima, 1946) y Rubén Vargas Ugarte, S. J., Por el rey y contra el rey, (Lima.
1966).
FJSHER / Monarquismo, Regionalismo y Rebelión, Perú Colonial, 1808-1815 127
de todas las Españas" 42• Su verdadero punto de vista expresada en su
Memoria de 1816, fué que la causa separatista fue muy alentada por las
"opiniones y providencias peregrinas de los que ocuparon el gobierno en
ausencia del Soberano",, opinión compartida con Baquíjano, quien escribió
en 1814 que "las proclamas y providencias de la Regencia, los debates y
decisiones de las Cortes, y las escandalosas doctrinas que circulaban sin
embargo" debilitaron la autoridad real en el Perú 43•
56) José Femando de Abascal a las Cortes, Lima, nov. 30, 1813, AGI, Lima, leg. 745.
57) Josef Gabriel Moscoso al Virrey, Arequipa, abril 11, 1813, AGN, Superior
Gobierno, leg. 35, cuaderno 35 .
58) Representación de Mariano Rivero, Cádiz, oct. 10, 1812, AGI, Lima, leg. 802·
"Intervención de Ribero", dic. 10, 1812, Colección documental, tomo IV
vol. 1, 570-572.
132 HISTORIA Y CULTURA 15
63) Estado incluido con Joaquín Bonet a Francisco Gil, Lima, diciembre, 29, 1795
AGI, Indiferente General, leg. 1525.
64) Una detallada relación de los abusos de los sub-delegados es proporcionada po1
el Intendente de �arma, quien personalmente redujo el alzamiento; José González
de Prada a Ignacio de la Pezuela, set. 24, 1812. AGI, Lima, Jeg. 649.
65) Vargas Ugarte, Historia del Perú, pp. 32-33. El tributo Indio fué formalmente
abolido el 13 de marzo de 1811, el acatamiento de la abolición fué ordenado
en Lima en setiembre 2, George Kubler, La Casta India del Perú 1795-1940
(Washington, 1952), pp. 3-4. La decisión de revocar la abolición fué tomada
por las autoridades virreinales el 14 de nov. de 1812; Colección documental.
tomo III, vol. 7, 5-6.
66) Colección documental, tomo III, vol. 4, 199.
134 HISTORIA Y CULTURA 15
Por otro lado, no hay una evidencia clara que sostenga el punto desarrollado
por Bonilla de que la rebelión fué provocada por criollos, que esperaban
sacar ventaja del vacío político de la península, quienes claramente utili
zaron el descontento indio para sus propósitos egoístas 68• La verdad pro
bablemente se encuentra en algún lado entre estas dos explicaciones. El
significado del movimiento es, no obstante, bastante claro: sirvió como un
recordatorio en el momento apropiado para los disidentes en Lima, donde
las actitudes raciales fueron la amenaza potencial más inflexible que cual
quier forma de actividad revolucionaria a su posición socio-económica
privilegiada.
67) Informe de Gonzáles, mayo 30, 1814, AGI, Lima, leg. 1120.
68) Bonilla, La independencia, p. 49 .
69) Fisher, Gobemment and Society, pp. 225-229. Para un exhaustivo estudio de
la documentación, ver Colección documental, tomo 111, vols. 6-7.
FISHER / Monarquismo, Regionalismo y Rebeli611, Perú Colonial, 1808-1815 135
hecho sin ningún efecto directo al Virrey unos dos meses antes 70• Lo que
Angulo no tomó en cuenta hasta que fué demasiado tarde, sin embargo, fué
que los cientos de cuzqueños que efectivamente peleaban con Pezuela en
el Alto Perú estaban siendo beneficiados, psicológica, material y socialmente
de la oportunidad de ir en una activa campaña en servicio del Rey.
Estas tropas estaban formadas por los mismos hombres que iban a marchar
fuera del Alto Perú bajo el comando del General Juan Ramírez en noviem
bre de 1814 para someter a los ciudadanos y restaurar la autoridad real en
el Bajo Perú, una tarea que fué simbólicamente completada con su entrada
al Cuzco el 25 de marzo de 1815 71•
70) José Angulo al Dr. D. Francisco Bartolomé Maria de las Heras, Cuzco, octubre
28. 1814, Colección documental, t. III, vol. 7, 354-355; Angulo a Abascal,
Cuzco, agosto 13, 1814, Manuel de Odriozola, Documentos Históricos del Perú.
10 vols. (Lima, 1863-1879), III, 246-252. El cabildo del Cuzco afirmó en 1817
que 18,542 hombres se unieron en la provincia del Cuzco al ejército realista en
el Alto Perú entre 1809 y 1814; Biblioteca Británica, División de referencia
Departamento de Manuscritos, Egerton ms. 1813, fols. 577-584.
71) "Diario de la expedición del Mariscal del Campo D. Juan Ramírez sobre las
Provincias interiores de La Paz, Puno, Arequipa y Cuzco" Colección documental,
tomo III, vol. 6, 221-225.
72) Manuel Jesús Aparicio Vega, El clero patriota e11 la revolución de 1814 (Cuzco.
1974), pp. 159-171.
73) "Diario de la expedición .. " Colección documental, tomo III, vol. 6, 221.
136 HISTORIA Y CULTURA 15
Las tropas indígenas por supuesto fueron usadas por ambos, rebeldes y
reali�tas en el Bajo y Alto Perú a través de todo el período de la Indepen
dencia, pero Angulo y sus seguidores, está claro, hicieron una virtud de
esta necesidad y se enorgullecieron del hecho que la restauración de la
capital
_ inca original apelaba a los indios y criollos por igual. La incorpo
ración de Pumacahua al triunvirato con el cual compartió el gobierno de la
ciud�d. después del 3 de agosto fué probablemente dictado más por el
prestigio de que gozaba como antiguo presi¿ente de la Audiencia que por
el factor de que era cacique de Chinchero, pero desde el principio se puso
énfasis en el incanismo, manifestado, por ejemplo, en la adopción de mascay
pacha, o la corona real Inca, como uno de los símbolos de la revolución 82•
Conforme la revolución progresó, sus dirigentes enfatizaron su llamamiento
multiracial. Manuel Hurtado de Mendoza exhortó en diciembre de 1814
por ejemplo a los habitantes de Yauyos y Castrovirreyna, "así Indios como
criollos", a juntarse para arrojar fuera el pesado yugo y gobierno tiránico
de los chapetones, pucacuncas, chupasapas" y expulsarlos de "nuestros
Patrio-suelos" 83•
En marzo de 1815 conforme Ramírez avanzó hacia el Cuzco, la guerra tomó
más el carácter de una lucha racial, conforme la mayoría de los blancos
rápidamente cambiaron de lado, dejando sólo una minoría comprometida
para luchar con los seguidores indígenas de Pumacahua. Pero descartar la
rebelión entera como un alzamiento de las masas indígenas, como algunos
realistas intentaron hacer, es, sin embargo, errado 84• La sugerencia para
lela, propuesta por el cabildo del Cuzco después del evento de que pocos
habitantes de la ciudad la respaldaron es igualmente poco convincente,
sin embargo, la observación de Vidaurre de que "ninguna familia ilustre"
participó en ella es más exacto 85• Los abogados y sacerdotes, que dirigieron
el movimiento, y que figuraron prominentemente en la lista de aquellos
ejecutados por Ramírez, no pertenecían al más alto estrato de la sociedad
cuzqueña, pero ellos representaron una clase criolla media, educada, articu
lada, influyente y ambiciosa de poder 86• La naturaleza y alcance de las
represalias ejecutadas por el general realista incluyeron la reorganización
del clero regular y secular, una visita a la Universidad de San Antonio
Abad, y la publicación de una lista de abogados prohibidos al igual que
la confiscación de tierras indígenas para distribución entre sus tropas indi
can que estuvo ciertamente enterado que tenía que verselas con algo más
que un levantamiento indígena �.