Semiologia Obstetrica
Semiologia Obstetrica
Semiologia Obstetrica
SEMIOLOGÍA OBSTÉTRICA
La Obstetricia es aquella parte de la medicina que trata la gestación, el parto y el puerperio; por su parte, la
semiología es la ciencia que estudia síntomas y signos de las enfermedades, incorporando como elementos
esenciales la anamnesis y el examen físico; en sus aspectos fundamentales, la semiología en ginecología y
obstetricia es similar a lo aprendido en semiología general.
En el caso de la semiología obstétrica, la particularidad es obvia, además de la anamnesis general
(remota y próxima), debe hacerse especial énfasis en los antecedentes obstétricos de la mujer. Respecto del
examen físico, además del examen físico habitual (general y segmentario), se requiere especial énfasis en el
examen obstétrico abdominal, destinado a caracterizar al feto en crecimiento en el interior del útero.
Todos los elementos semiológicos deben ser evaluados en cada control prenatal, aunque por
razones prácticas, se recomienda especial énfasis en el ingreso a control prenatal (primer control prenatal).
Este control es la primera instancia para establecer una buena relación médico-paciente y para abarcar
temas de salud y antecedentes que habrá que tener en cuenta en los controles posteriores, durante todo el
embarazo.
El ingreso a control prenatal corresponde al primer control que se realiza, una vez confirmado el
embarazo; en este control se efectuará una anamnesis y examen físico completo; y permite efectuar los
“diagnósticos de ingreso a control prenatal”, que permiten categorizar al embarazo como una gestación de
alto o bajo riesgo. La anamnesis incluye: anamnesis general, antecedentes ginecológicos, antecedentes
obstétricos e historia del embarazo actual. El examen físico incluye: examen físico general, examen físico
segmentario, examen ginecológico y examen obstétrico abdominal.
Anamnesis General:
Identificación de la mujer y su pareja
o Antecedentes personales: nombre, edad,
domicilio, trabajo, nivel educacional, etnia de
pertenencia, estado civil, previsión, etc.
Anamnesis remota personal
o Antecedentes mórbidos, antecedentes quirúrgicos,
hábitos, alergias
Anamnesis remota familiar
o Antecedentes mórbidos de carácter hereditario:
cáncer de mama, ovario, colon, etc.
Manual de Obstetricia y Ginecología. Dr. Jorge A Carvajal y Dra Constanza Ralph T. Octava Edición. 2017.
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Antecedentes obstétricos (permite identificar factores de riesgo)
Comentario: La causa más frecuente del aborto de primer trimestre es el “huevo anembrionado”, el cual se
origina habitualmente en un cigoto aneuploide. En casos de huevo anembrionado, la ecografía muestra solo
el saco gestacional, sin desarrollo embrionario. Mediante la anamnesis es posible determinar si el aborto fue
secundario a un huevo anembrionado, lo que es relevante pues el huevo anembrionado no le confiere a la
mujer un riesgo especial en su siguiente embarazo.
El caso es diferente cuando se detecta una “muerte embrionaria”, que si bien en la mayoría de los casos
también se origina en una aneuploidía, puede ser causada por otros factores como: malformaciones
uterinas, SAAF, etc. En este caso la paciente refiere una primera ecografía que muestra un embrión visible y
con detección de latidos cardíacos fetales (LCF), y una segunda ecografía en que el embrión no presenta LCF.
Estos casos deben ser estudiados cuidadosamente, para determinar la causa, y evaluar la necesidad de
tratamiento antes o durante su próximo embarazo.
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Examen Físico en el primer control prenatal
Examen ginecológico:
En el primer control prenatal, debe efectuarse un examen ginecológico completo, incluyendo el
examen físico de mamas y los genitales.
Examen mamario: se efectúa mediante inspección y palpación. Permite determinar las características
de las mamas (volumen, consistencia, forma, presencia de nódulos), el pezón y la presencia o ausencia
de secreción láctea
Inspección de genitales externos, para determinar características de genitales externos (presencia de
posibles lesiones) y de flujo genital.
Especuloscopía: se efectúa rutinariamente en el primer control prenatal, permitiendo la toma del frotis
de Papanicolaou (PAP)
Tacto vaginal: se efectúa rutinariamente en el primer control prenatal. Permite caracterizar el tamaño
uterino (para saber si es acorde con la edad gestacional estimada por FUM) y los anexos.
Examen obstétrico:
Se efectúa en el primer control prenatal, y se repite en todos los controles siguientes, el examen
obstétrico incluye: palpación abdominal, maniobras de Leopold (en embarazos mayores a 28 semanas),
auscultación de latidos cardíacos fetales (en embarazos mayores a 12 semanas), medición de altura uterina
(en embarazos mayores a 20 semanas) y estimación clínica del peso fetal (en embarazos mayores a 28
semanas). Como parte del examen obstétrico, sólo en ocasiones se requerirá del tacto vaginal obstétrico, el
que se efectúa con la mano más hábil.
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Diagnósticos de ingreso al control prenatal
Al igual que en cualquier situación clínica, el médico o matrona, debe establecer una conclusión
respecto de su anamnesis y examen físico, esto es el diagnóstico clínico. En este caso, al ingreso al control
prenatal, se establecerán los diagnósticos que permiten orientar el control prenatal futuro. Si se trata de un
embarazo de bajo riesgo (riesgo normal), la paciente continuará su control en el nivel primario. Si se trata de
un embarazo de alto riesgo (por patología materna o fetal), se requerirán exámenes o tratamientos
especiales, y la derivación a nivel secundario o terciario de atención (sistema público) o a un especialista en
medicina materno-fetal.
El diagnóstico de ingreso a control prenatal incluye: la fórmula obstétrica, la edad gestacional y la
patología concomitante.
Formula MINSAL:
Se trata de un número de 7 dígitos, que representan el número de: abortos espontáneos, abortos
provocados, partos de pre término, partos de término, mortinatos, mortineonatos, e hijos vivos.
Ej. FO: 10/01/00/1: un aborto, un parto de término y un hijo vivo
Comentario: no existe consenso sobre la inclusión de los embarazos ectópicos como aborto en estas
fórmulas, lo que induce a error. Recomendamos no incluir los embarazos ectópicos y hacer mención de ellos
en los diagnósticos de patología concomitante. En literatura internacional suele usarse la terminología GPA
(gestas, paras, abortos), indicando el número de embarazos, partos y abortos.
Patología concomitante
Se señalan condiciones patológicas actuales, ya sean pre-existentes (ej. hipertensión, diabetes, etc.)
o propias del embarazo (presentación podálica, diabetes gestacional, etc.). También deben señalarse
antecedentes patológicos relevantes propios de embarazos previos.
Ejemplo:
1. FO: 21013
2. Embarazo de 8 semanas
3. HTA crónica
4. Antecedente de cesárea en su primer embarazo
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Anamnesis en los controles prenatales
Examen ginecológico:
Se hará especuloscopía o tacto vaginal si la paciente presenta síntomas sugerentes de alguna
enfermedad (ej. flujo vaginal, prurito vulvar, sangrado, etc.).
Examen obstétrico:
El examen obstétrico abdominal se efectúa en cada control. Es
importante registrar en la ficha clínica todos los datos.
Tacto vaginal obstétrico se hará solo cuando sea necesario.
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Palpación: en este período es posible palpar el útero,
comprimiendo suavemente la pared abdominal, para
determinar su tamaño, el que debiera relacionarse con la edad
gestacional. Si bien esta evaluación se ve afectada por la
contextura de la mujer embarazada, el borde superior del
útero debiera palparse considerando los siguientes reparos
anatómicos:
o 12 semanas: suprapúbico.
o 16 semanas: entre pubis y ombligo.
o 20 semanas: umbilical.
Auscultación de latidos cardíacos fetales (LCF): a esta edad
gestacional, los LCF se pueden auscultar mediante el doppler
obstétrico (Figura 2), pero no con el Estetoscopio de Pinard
(Figura 3). La región donde los latidos fetales se escuchan más
nítidos es en la parte media del tronco fetal. Este foco se ubica
a esta edad gestacional semanas en la zona sub-umbilical. En
embarazos más avanzados, el foco de auscultación dependerá
de la situación, presentación y posición fetal.
o Actitud Fetal: es la forma en que se disponen las diversas partes del feto entre sí, durante su
permanencia en el útero (Figura 4). El feto normal tiene una actitud general de flexión activa: la
columna vertebral está flectada sobre sí misma, determinando una marcada convexidad del dorso
fetal; la cabeza flectada de modo que la barbilla toca el esternón; las caderas están bien flectadas
pudiendo estar las rodillas flectadas o estiradas; las extremidades superiores pegadas al cuero y los
codos flectados. La actitud de flexión activa lleva a la formación de un “ovoide fetal”, postura que le
permite ocupar el menor espacio posible en el interior de la cavidad uterina.
o Situación fetal: es la relación existente entre el eje longitudinal del ovoide fetal y el eje longitudinal
(sagital) del útero o la madre (Figura 5). La situación fetal puede ser longitudinal, transversa u oblicua.
En el 99% de los embarazos la situación es
longitudinal. Con mayor frecuencia las
situaciones oblicuas o transversas se
observan con anterioridad a las 34 semanas
de gestación.
o Presentación Fetal: es la parte del
feto que se presenta al estrecho superior de
la pelvis materna (Figura 5). En las
situaciones longitudinales la parte fetal
presentada es el polo cefálico o podálico; en
situación transversa, el segmento fetal que
se presenta es el hombro o tronco.
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o Posición Fetal: es la relación del dorso del feto con el lado izquierdo o derecho
del cuerpo de la madre. En el tacto vaginal obstétrico se determinará, además, la
“variedad de posición”, entendiendo por tal la relación del punto de reparo de la
presentación con la pelvis materna, lo que se explicará más adelante.
Primera maniobra de Leopold (Figura 6): permite identificar el polo fetal que
ocupa el fondo uterino y así determinar la SITUACIÓN y la PRESENTACIÓN FETAL
(pensando en el polo opuesto, el que se encontrará hacia la pelvis materna). Se
efectúa desde el lado derecho y mirando hacia la cabeza de la paciente,
utilizando la palma y el borde cubital de la mano, con los dedos apuntando a la
cara de la paciente. Se identifica el fondo del útero y se palpa el polo fetal (este
puede ser podálico o cefálico). El polo cefálico es más pequeño, duro y “pelotea”
en el fondo uterino (presentación podálica), mientras que el polo podálico es más
ancho, blando y no “pelotea” (presentación cefálica). Si no se detecta ningún polo
en el fondo uterino, se concluye que el feto está en situación transversa. Se
denomina “peloteo” a la posibilidad de mover la cabeza fetal en el interior del
útero, flotando en el líquido amniótico, y rebotando como un cubo de hielo en el
agua, al empujarla con la mano.
Segunda maniobra de Leopold (Figura 7): identifica la POSICIÓN FETAL. Se efectúa
desde el lado derecho y mirando hacia cabeza de la paciente, mientras las manos
del examinador se deslizan desde el fondo del útero hacia abajo, siguiendo las
partes laterales del abdomen, a la derecha e izquierda del útero. Se identifica el
dorso fetal, superficie lisa y convexa ubicada en uno de los costados, y en el lado
opuesto nódulos pequeños que pueden corresponder a las extremidades. Lo
más fisiológico es dorso a izquierda.
Tercera maniobra de Leopold (Figura 8): identifica el GRADO DE
ENCAJAMIENTO, es decir, cuan metida está el polo fetal en la pelvis. Se efectúa
desde el lado derecho y mirando la cabeza de la paciente, colocando la mano
derecha sobre la sínfisis púbica percibiendo el polo de la presentación fetal.
Podemos determinar tres niveles: Flotante: el polo fetal se mueve libremente, si
está en cefálica se puede verificar el “peloteo” de la cabeza fetal. Fijo: el polo
fetal está insinuada en la pelvis, es posible palparlo; si está en cefálica, ya no es
posible verificar el “peloteo” de la cabeza fetal. Encajada: el polo fetal está
completamente metido en la pelvis, logrando palparlo con dificultad. Se estima
que cuando la presentación está encajada es porque el ecuador de la
presentación (punto más ancho) ya pasó el estrecho superior de la pelvis, y el
punto más prominente de la presentación ya está a nivel de las espinas ciáticas.
Cuarta maniobra de Leopold (Figura 9): detecta la ACTITUD FETAL. Se efectúa
desde el lado derecho y mirando hacia los pies de la paciente. Se identifica la
flexión del polo cefálico ubicado en la pelvis materna, deslizando una mano
sobre el dorso fetal, hacia la pelvis. Esta maniobra es útil en las presentaciones
cefálicas y permite determinar el grado de flexión de la cabeza fetal. Deflectado:
cuando la mano que se desplaza por el dorso fetal choca con la nuca. Flectado: al
contrario, si la mano llega a la pelvis sin haber chocado con la nuca del feto.
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encuentra en la línea media, infraumbilical. Entre las 20-28 semanas el foco de auscultación máxima se
encuentra sobre el obligo, en situación paramediana. Después de las 28 semanas, se identificará el foco de
auscultación máxima gracias a las maniobras de Leopold. El foco de auscultación máxima se encuentra
donde estimemos se encuentre el hombro del feto, lo que en presentación cefálica suele estar bajo el
ombligo en situación paramediana, y a derecha o izquierda según esté el dorso fetal.
Uso del doppler obstétrico: se aplica una gota de gel para ultrasonido en el transductor doppler, se
apoya el transductor sobre el abdomen materno (en el foco apropiado) presionando suavemente para evitar
ruido, se enciende el aparato y se ajusta el volumen, el transductor se inclina lentamente en varias
direcciones hasta oír los latidos. No es aconsejable usar una gran cantidad de gel, o mover el transductor
rápidamente sobre el abdomen.
Uso del estetoscopio de Pinard: se coloca la parte ancha del estetoscopio de Pinard en el foco de
auscultación máxima, se aplica el pabellón auricular sobre el extremo opuesto del estetoscopio,
presionando suavemente; se quita la mano de modo que el estetoscopio quede aprisionado entre el
abdomen materno y el pabellón auricular. Con el silencio ambiental necesario es posible detectar los LCF y
medir su frecuencia en un minuto, el rango normal es 110-160 latidos por minuto.
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Estimación clínica del peso fetal.
La estimación clínica del peso fetal consiste en estimar el peso fetal mediante la palpación del feto a
través del abdomen materno, lo cual es posible en embarazos mayores a 28 semanas. En manos de un
obstetra bien entrenado, la estimación clínica de peso fetal tiene un margen de error de 10% (similar a la
estimación de peso fetal mediante ecografía).
La mejor manera de adquirir habilidad en esta técnica es estimar el peso fetal en mujeres que estén
en trabajo de parto y luego verificar el peso fetal de nacimiento. Como substituto de este entrenamiento,
recomendamos a nuestros alumnos usar “frozen chicken technique”; entendiendo por tal el estimar con los
ojos cerrados el peso de un pollo en el supermercado, comprobando luego su peso real; recordarán este
ejercicio al palpar el abdomen de la mujer embarazada y podrán estimar el peso fetal.
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cuello está “cerrado”. La dilatación máxima es 10 cm.
Consistencia: expresa la solidez o firmeza del cuello uterino. La consistencia del cuello antes del
inicio del trabajo de parto es “duro” (similar al de tu nariz). Durante el trabajo de parto su
consistencia es “blando” y por cierto entre ambos existe una consistencia “intermedia”.
Posición: normalmente el cuello uterino está inclinado hacia atrás (hacia el sacro de la
embarazada), en ese caso diremos que es “posterior”. Durante el trabajo de parto se inclina hacia
adelante, hasta estar “centrado”, y la situación intermedia se describe como “semi-centrado”.
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Resumen de Aspectos Más Importantes
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