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Grupo 1 - Monografia - Deontología.

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

POLÍTICAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE


DERECHO

DEONTOLOGIA FORENSE
Monografía sobre estudio ético y moral de la abogacía.

DOCENTE
Coronado Ojeda Katherine Elizabeth

ALUMNOS
Benites Granda, Alexander Moreno Castillo Adriano
Calderón Barrientos Maythe Prieto Román Cristopher
Heras Farias Liseth Ruiz Guaranda Roxy
Saavedra Rondoy Aracely Velásquez Peña Hailyn
Silva Mulatillo Iris
Valladolid Cespedes Manuel

Tumbes. Perú
2023
Trabajo monográfico acerca del estudio ético y moral de la abogacía

Benites Granda, A., Calderón Barrientos M., Heras Farias L., Moreno Castillo A.,
Prieto Román C., Ruiz Guaranda R., Saavedra Rondoy A., Silva Mulatillo I.,
Valladolid Cespedes M. & Velásquez Peña H.

Facultad de Derecho y Ciencia Politica, Escuela de Derecho,


Universidad Nacional de Tumbes: Deontología Forense.

Mg. Coronado Ojeda Katherine Elizabeth

7 de octubre del 2023


Índice
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 4

1. ¿Qué es la ética? ........................................................................................................... 5

2. ¿Qué es la moral? ......................................................................................................... 5

3. La abogacía .................................................................................................................... 6

3.1. La historia de la abogacía........................................................................................ 7

4. Importancia de la ética y la moral en la abogacía ................................................... 11

4.1. Importancia de la ética ........................................................................................... 11

4.2. Importancia de la moral ......................................................................................... 12

5. Cómo son los abogados en la actualidad en Perú ................................................. 12

6. Conflictos éticos en la práctica legal ....................................................................... 14

7. Responsabilidad Profesional del Abogado ............................................................. 15

7.1. Responsabilidad hacia el cliente ........................................................................... 15

7.2. Responsabilidad hacia la justicia y el sistema legal ............................................. 16

7.3. Responsabilidad hacia la sociedad ....................................................................... 17

7.4. Sanciones y consecuencias por mala conducta ética .......................................... 17

8. La formación ética del abogado ................................................................................ 18

8.1. La responsabilidad de las Facultades de Derecho en la Formación Ética de los


Abogados .......................................................................................................................... 18

8.2. El abogado y la sociedad....................................................................................... 19

8.3. La ética jurídica en la actualidad ........................................................................... 21

9. Conclusiones ............................................................................................................... 22

10. Referencias bibliográficas ......................................................................................... 23


INTRODUCCIÓN

El estudio ético y moral de la abogacía es una disciplina fundamental que aborda los
principios, valores y normas que guían el comportamiento de los profesionales del derecho
en el ejercicio de su labor. Se centra en examinar las responsabilidades éticas y morales
que los abogados tienen hacia sus clientes, la sociedad y el sistema legal en su conjunto.
La abogacía es una profesión con un papel crucial en la administración de justicia y en la
defensa de los derechos individuales y colectivos. Bajo este contexto, la ética y la moral se
convierten en pilares fundamentales para garantizar la integridad, la imparcialidad y la
equidad en el ejercicio de nuestra profesión.

Este campo de estudio se ocupa de cuestiones variadas, que van desde la confidencialidad
y lealtad hacia el cliente, hasta la obligación de actuar con honestidad y diligencia en la
representación legal. También aborda dilemas éticos que pueden surgir en la toma de
decisiones, especialmente en situaciones donde los intereses de distintos actores puedan
entrar en conflicto. El estudio ético y moral de la abogacía no solo se enfoca en la conducta
individual de los profesionales del derecho, sino también en la estructura y funcionamiento
del sistema legal peruano. Examina, por ejemplo, el acceso a la justicia y el papel de los
abogados en la promoción de la equidad y la protección de los derechos fundamentales.

Por último, podemos decir que, este campo busca fomentar una cultura de responsabilidad
y transparencia en la práctica legal, fortaleciendo la confianza de la sociedad en el sistema
de justicia. Proporciona las herramientas conceptuales y normativas necesarias para que
los abogados puedan tomar decisiones éticas informadas y actuar en beneficio de la justicia
y el bien común.
1. ¿Qué es la ética?

El concepto de la ética, según la Real Academia Española (RAE) la define como el conjunto
de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida.

Podemos decir también que la ética es una disciplina de la filosofía que se encarga de
estudiar la conducta o comportamiento humano y su relación con las nociones del “bien y
del mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar común o colectivo”.

Para ello la función de la ética como disciplina es analizar los preceptos de la moral, el
deber y la virtud que guían el comportamiento humano hacia la libertad y la justicia.

Esta disciplina sólo define normas explícitas para los profesionales en ejercicio de sus
funciones, con el fin de garantizar que actúen adecuada y correctamente, en caso de que
la moral personal entre en conflicto con el deber profesional.

Por ejemplo, supongamos que un médico recibe a un asesino herido de bala por la policía
como paciente de emergencias. Ante esta situación los valores morales del médico le hacen
reprobar al “paciente” y pensar que es injusto que él viva cuando ha matado a tantas
personas inocentes.

Sin embargo, el código ético de su profesión le obliga a hacer todo lo posible por salvar la
vida del asesino, pues si lo deja morir, deliberadamente, el médico puede perder su licencia
profesional. Podemos concluir con ello que el cumplimiento del deber profesional se impone
sobre la moral del individuo, así se garantiza que todo profesional actúe de manera
imparcial a la hora de ejercer sus funciones.

2. ¿Qué es la moral?

La moral es un sistema de principios, valores y normas que guían el comportamiento


humano y ayudan a distinguir lo que es correcto de lo que es incorrecto desde una
perspectiva ética.

En la profesión de la abogacía la moral es de suma importancia, ya que los abogados tienen


la responsabilidad de representar y defender los intereses de sus clientes, al mismo tiempo
que deben adherirse a altos estándares éticos y morales.

La moral puede estar influenciada por diversos factores, incluyendo:


Religión: Muchas religiones tienen sus propios sistemas morales y códigos éticos que guían
la conducta de sus seguidores.

Cultura: Las normas morales pueden variar de una cultura a otra. Lo que se considera
moralmente aceptable en una cultura puede no serlo en otra, debido a las diferencias en
valores, tradiciones y costumbres.

Educación: La educación y la socialización desempeñan un papel importante en la


formación de la moral de un individuo. La familia, la escuela y otros entornos sociales
transmiten valores y normas morales a las personas desde una edad temprana.

Experiencias personales: Las experiencias personales de una persona también pueden


influir en su moral. Las situaciones difíciles o las decisiones éticamente desafiantes pueden
moldear y cambiar la moral de alguien a lo largo del tiempo.

Es importante destacar que la moral puede ser subjetiva y que las opiniones sobre lo que
es correcto o incorrecto pueden variar entre individuos y grupos. Sin embargo, en muchas
sociedades, existen ciertos principios morales comunes que suelen incluir la honestidad, la
justicia, la empatía, el respeto por los demás y la responsabilidad.

En última instancia, la moral desempeña un papel fundamental en la toma de decisiones


éticas y en la forma en que las personas interactúan en la sociedad. Ayuda a establecer
estándares para el comportamiento humano y a promover valores que contribuyen al
bienestar colectivo y a la convivencia pacífica.

3. La abogacía

La abogacía es la actividad dirigida a la defensa de los intereses de otras personas ante


autoridades y tribunales. El abogar consiste, fundamentalmente, en la presentación y el
apoyo de las razones a favor de una persona ante quien ha de juzgar o decidir sobre ellas.

Asimismo, en la asesoría, consejo jurídico y asistencia que se presta a otras personas para
el desarrollo de sus relaciones de carácter social, y la intervención en la prevención y
solución de conflictos.

En el derecho existen diversas “profesiones jurídicas”, que, si bien todas ellas requieren,
para su preparación inicial, del estudio del derecho, en su ejercicio se diferencian de manera
importante y en un momento dado los requisitos para su práctica pueden variar. El título de
licenciado en derecho, cualquiera que sea la denominación con la que se expida por las
instituciones autorizadas, faculta a quien lo ostenta para el ejercicio de las diversas
profesiones jurídicas; así se estudia derecho, pero profesionalmente se ejerce la abogacía,
la judicatura, el notariado, la correduría, la asesoría o consejo jurídico, la asistencia, la
intervención en la prevención y solución de conflictos o la academia en su aspecto tanto de
investigación científica como de docencia jurídica. En el ejercicio profesional, es
responsabilidad del ejerciente tener presentes las incompatibilidades que existen entre las
diversas profesiones jurídicas.

3.1. La historia de la abogacía

-Evolución de la Abogacía.

El hombre moderno está acostumbrado a ver en todo proceso judicial la presencia de un


defensor llamado abogado. Sin embargo, la institución de la defensa ha sufrido una
evolución interesante en la historia.

Se pueden dar muchos ejemplos. Así, al remontarnos hasta Egipto, descubrimos que en el
sistema legal de esta antiquísima cultura no existió la defensa con abogado. Durante el
proceso, las partes se dirigían por escrito al tribunal, explicando su caso, el que luego de
hacer el estudio pertinente, emitía la sentencia.

El hecho que no existiera un defensor en el sistema legal se debió a la idea que tenían los
egipcios respecto a los juicios orales, en donde un intermediario podía asumir la defensa; y
es que la jurisprudencia de la época, encontrada en un antiguo papiro, decía que la
presencia de un orador hábil podría influir sobre las decisiones de los jueces y hacerles
perder objetividad. La última instancia consistía en apelar al Faraón, quien no representaba
a la justicia, sino que era la «justicia».

En Babilonia también existió la administración de justicia, tanto en el período sumerio como


en el acadio, y desde luego existieron tribunales, pero como en Egipto, tampoco hubo ese
intermediario que los romanos, muchos siglos después, llamaron Advocatus.

Las partes recurrían a los jueces y luego apelaban al rey o emperador, según las épocas
históricas. El rey, que era el brazo de la justicia, tenía la última palabra. Igualmente, entre
los hebreos, el sistema legal tampoco se distinguió de los anteriores.
Recordemos el juicio ante Salomón, en donde no hay defensor. Cristo tampoco lo tuvo
porque fue juzgado según las leyes judías, pero si hubiese sido juzgado por las leyes
romanas, el Estado le hubiera asignado un abogado para su defensa.

En los canales judiciales de la China y la India tampoco figura un ejercicio similar al de


abogado. Empero, había notarios e intermediarios que actuaban como fiscales. Muchos
tratadistas del sistema judicial chino sostienen que este pueblo estaba bien informado sobre
las leyes escritas y normas consuetudinarias que les permitía plantear su defensa en
función de este conocimiento.

Además, periódicamente las autoridades judiciales chinas publicaban las decisiones de los
tribunales con las leyes que había aplicado para cada caso, lo que permitía una mejor
información. En la India, tanto en el período budista como en el brahmánico, tampoco existió
la figura del defensor.

Al principio, durante los orígenes de la Ciudad-Estado ateniense, los ciudadanos defendían


sus propias causas y el «orador-escritor» era la persona que le preparaba el discurso para
su defensa.

Pero en la medida que los litigios aumentaban, esta profesión de orador-escritor adquirió
prestigio y quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores. Lysias (440-360 a.c.)
fue el abogado más notable entre los atenienses.

Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera vez, de manera sistemática y
socialmente organizada, la profesión de abogado, palabra que viene del vocablo latino
advocatus, que significa llamado, porque entre los romanos se llamaba así a quienes
conocían las leyes para socorro y ayuda.

También como en Grecia, se les llamó «oradores» o «voceris», porque era propio de su
oficio el uso de voces y palabras. Como en ninguna sociedad del mundo antiguo, los
romanos permitieron que ciertas mujeres, las de la clase alta, pudieran ejercer la abogacía.

La historia nos ha conservado el nombre de tres grandes abogadas romanas: Amasia,


Hortensia y Afrania, llamada también Calpurnia, esposa de Plinio «El Joven». Con ella
sucedió un caso de antología que fue determinante para el futuro de la mujer en la abogacía.
Mujer con tendencia a la promiscuidad, de espíritu vivo, sin la gravedad de Amasia y
Hortensia, se excedió en su lenguaje, casi grotesco. Su lengua y palabra eran el terror de
los jueces, abogados y litigantes, lo que le valió que se dictara una ley suspendiéndola y
prohibiendo a las mujeres ejercer la abogacía, prohibición que duró por espacio de veinte
siglos, es decir, hasta fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Es en «Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio», donde aparece por primera vez en un texto
legal la definición de abogado, en lengua española. «Bozero es nome que razona por otro
en Juycio, o el suyo mesmo, en demandando o en respondiendo. E así nome, porque con
boze e con palabra usa de su oficio».

Las Siete Partidas dice que los abogados eran ciudadanos útiles, porque «ellos aperciben
a los juzgadores y les dan luces para el acierto y sostienen a los litigantes, de manera, que
por mengua, o por miedo o por venganza o por no ser usados de los pleitos no pierden su
derecho, y porque la ciencia de las leyes, es la ciencia y la fuente de justicia, y
aprovechándose de ella el mundo más que de otras ciencias.

Pero a pesar de los elogios de las Siete Partidas, la profesión de abogado en España fue
grisácea y oscura, no gozaban de la necesaria libertad para ejercer su profesión. Asimilados
a burócratas como funcionarios públicos, jamás pudieron cumplir su misión de proteger al
oprimido y al injustamente perseguido.

Muy diferente fue la situación del abogado en Francia. Su papel fue preponderante en la
sociedad, respetando y acatando las leyes. La «Ciudad de los Reyes», el 13 de septiembre
de 1538, tres años después de haberse fundado Lima, el Cabildo, preocupado por los
conflictos entre partes decidió que era indispensable la intervención de abogados y
procuradores en los litigios.

En conformidad con este criterio se procedió a nombrar por pregones en la plaza pública
dos defensores, don Alonso de Navarrete y don Pedro de Avendaño, los primeros abogados
que registra nuestra historia oficial.

Estos defensores deberían proteger al ciudadano, al poco tiempo se autorizó que se pudiera
ejercer libremente la abogacía previa licencia del juez que era el alcalde. Cabe destacar
que el Colegio de Abogados de Lima se fundó durante el Virreinato en 1808 por el virrey
Abascal. El primer decano fue Antonio de Oquendo.
Ya en la República, los abogados organizados en el Colegio, participaron en el proceso
emancipatorio y libertario de la República Dominicana.

Fue el 27 de febrero de 1844, es cuando se proclamación de la independencia de nuestro


país, a partir de abril se crea la junta gubernativa presidida por el ilustre abogado Tomas
Bobadilla, hasta que, en noviembre, fue tomada la presidencia de la república por Pedro
Santana.

A partir de esa fecha muchos han sido los abogados ilustres en la República Dominicana.
Desde nuestra independencia, «un ser independiente que no pretende sino a sí mismo, y
que sólo da cuenta a su conciencia de sus trabajos y de sus actos. Libre de las trabas que
oprimen a los demás hombres, demasiado altivo para tener protectores y demasiado
modesto para tener protegidos; sin esclavos y sin señores», como diría Lic. Pedro Francisco
Bono.

-San Alfonso María del Ligorio, (San Ivo, Patrono de los Abogados).

San Ivo, patrono de los abogados, representa no solamente un ejemplo espiritual, moral o
religioso sino, el precursor de la ética y la deontología profesional del abogado. Ivo de Ker-
Martín fue hijo de Heroly de Ker-Martín y nació en 1253 en el castillo de ese nombre, en el
Departamento de Coste-du-Nord, República Francesa (no debe confundirse con SAINT
IVES, que es un santo asiático).

Como su familia era noble y disponía de bienes de fortuna, recibió una educación esmerada,
la cual perfeccionó por medio de continuos viajes. En Paris, Orleáns y Rennes cursó
estudios de Derecho Canónico. En 1280 fue nombrado por Mauricio, Arcediano de Rennes,
Oficial o Juez Eclesiástico y, en 1284, se le confió igual cargo en la Diócesis de Treguier a
cargo del Obispo- Alain de Bruce.

Durante todos estos años ejerció la abogacía con gran celo y mansedumbre.

La Causa de los huérfanos, de las viudas y de los desheredados de la fortuna encontró en


él un esforzado paladín y por ello se hizo digno del honroso título de Abogados de los
Pobres. Posteriormente, después de estudiar a fondo los Sagrados Cánones, ordenándose
sacerdote, tomó en Guingavy el hábito de Terciario de la Orden de San Francisco, en el
ejercicio de su apostolado distinguiéndose siempre por su caridad y por su amor al prójimo.
Los bienes herederos de sus mayores los invirtió en cuidar a huérfanos y menesterosos y
en reconstruir la Catedral de Treguier.
Fue Rector de Tredets y también de Lohanec, ciudad donde murió en 1303. El Papa
Clemente VI lo canonizó en 1347 y su fiesta se celebra el 19 de mayo. En la vida trabajó
como un coloso para orientar la abogacía por los senderos de la ética; en la defensa de sus
clientes puso en evidencia la mansedumbre de su corazón y la nitidez de su conducta.
Conforme al irónico decir de Cardenet, ha sido el único abogado capaz de recibir los
honores de la canonización.

Predicó principios de moral altísima y en relación con nuestro gremio, ellos pueden
resumirse en sus famosos Mandamientos de los Abogados, acogidos posteriormente como
norma de la Orden de los Abogados de Francia.

4. Importancia de la ética y la moral en la abogacía

4.1. Importancia de la ética

La ética profesional del abogado son las obligaciones y deberes que rigen la práctica de su
profesión. De esta manera se garantiza la máxima protección a cada cliente.

Así un código deontológico obligará al profesional jurídico de manera positiva a cumplir con
ciertas obligaciones. De ahí la importancia de la ética profesional de un abogado. Estas te
ayudarán tanto a su trabajo como a la protección de tu cliente:

•Libertad en el ejercicio de la abogacía: de esta manera aseguras el libre ejercicio de tu


profesión sin estar sujeto a presiones o coacciones de los poderes públicos o de otras
entidades. Si en algún momento no crees que puedas ejercer tu labor con total
independencia, rehúsa el caso.

•El deber de mantener el secreto profesional: como abogado tienes la obligación de


mantener en secreto cualquier comunicación o información que tu cliente le proporcione.

•Mantener al cliente informado: debes especificar el coste aproximado de tu labor antes de


ser contratado, así como los posibles gastos en los que pudiese incurrir el cliente. Asimismo,
tienes que comunicarle siempre el estado del proceso, y consultar con él cualquier cuestión
que pudiese afectar de manera particular o que afecte al caso.

•Ante un cambio de abogado, hay que solicitar la venia: si te contratan durante el curso de
un proceso debes solicitar la venia del abogado anterior. El abogado anterior está obligado
a hacerte llegar toda la documentación que tenga sobre el caso.
•Comunicación fluida con la parte contraria a través de su abogado: es un principio ético y
procesal básico. Las partes solo deben comunicarse a través de sus abogados. Así pues,
la comunicación que tengas con otros profesionales debe ser fluida y cordial.

4.2. Importancia de la moral

En la abogacía, la moral es fundamental ya que los abogados tienen una gran


responsabilidad al ejercer su profesión, ya sea en el asesoramiento de clientes, en la
defensa de sus intereses o en la administración de justicia. A continuación, se presentan
algunas de las razones por las que la moral es importante en la abogacía:

1.Ética profesional: Los abogados tienen la responsabilidad de actuar de manera honesta,


justa y transparente, y la moral es la base de estos valores.

2.Confianza del cliente: Los clientes necesitan confiar en sus abogados para que los
representen de manera efectiva y justa, y la moral es fundamental para establecer y
mantener esa confianza.

3.Responsabilidad social: Los abogados tienen una responsabilidad social para promover
la justicia y la igualdad en la sociedad, y la moral es fundamental para guiar sus acciones
en este sentido.

4.Integridad personal: Los abogados deben actuar de acuerdo con sus valores personales
y morales para mantener una conciencia clara y una buena reputación en su profesión.

5.Administración de justicia: La moral es importante ya que los abogados tienen un papel


fundamental en la administración de justicia y deben actuar de manera justa y equitativa
para garantizar la protección de los derechos de todos los ciudadanos.

Cómo son los abogados en la actualidad en Perú

A. Abogados que estudiaron «solo para ganar dinero» (malos abogados)

Malos no en el sentimiento, porque nada exige ser buena persona para ser
«buen abogado», sino malo en la práctica de la profesión.

En los últimos años, han crecido y prosperado notablemente, demandas por mala praxis
contra abogados, que, por ejercer su profesión de manera negligente, han perjudicado las
acciones judiciales de sus clientes, provocando de esta manera un menoscabo económico
en su patrimonio. La mala praxis de los «malos abogados» encuentra su fundamento en los
presupuestos de las obligaciones y la responsabilidad civil.

Muchos de los abogados con la finalidad de ganar dinero no toman en cuenta una
«obligación de medios», y en su gran mayoría los «malos abogados» toman
responsabilidad por la decisión final del juez, sin haber estudiado el caso.

Ejemplo: Caso de abogado que aconsejó a su cliente esconder un cadáver causa polémica

El caso es el siguiente: Juliana Villacorta fue secuestrada, torturada y asesinada el 20 de


enero de 2007, y luego colocada en un cilindro de metal y enterrada en Cañete por Randy
Helmut Gómez Nieto, hoy en prisión por estos hechos. La madre de la víctima, al presentar
su queja, sindicó al exabogado de Gómez Nieto, Víctor Girao Alatrista, de haberle dado a su
patrocinado la instrucción de esconder el cadáver de su hija en los siguientes términos: “te
saco de esta, pero asegúrate que el cuerpo no aparezca”

Así también, denunció que dicho abogado le pidió a Gómez la suma de ocho mil dólares
americanos, supuestamente para ser entregados a la prensa, a la Policía y a la DIVINCRI
Callao, para que apoyen la versión del secuestro, de manera que nadie encuentre el
cadáver de su hija, circunstancia que aprovecharía Gómez para huir.

B. Abogados que estudiaron por «pasión del derecho» (buenos abogados)

El ser «buen abogado», no solo involucra saber de normas legales y procesos de litigio, es
mucho más que eso. Aprender conceptos y hablar con palabras difíciles tampoco significa
ser apasionado del derecho.

En definitiva, lo relevante de un abogado que estudió por «pasión del derecho» es que: «de
vez en cuando, no muy a menudo, pero alguna vez, uno puede participar en el hecho de
hacer justicia, y realmente cuando ocurre eso, es apasionante».

Quien elige seguir la profesión de abogado, debe estar motivado por una gran pasión por
buscar la verdad, evitar los abusos y defender la justicia.

Además, como obligación personal del buen abogado «apasionado por el derecho», debería
ser aportar con los conocimientos adquiridos durante su trayectoria, para que los
futuros abogados se nutran de los conocimientos tanto en la universidad como en el ejercicio
mismo de la profesión.
5. Conflictos éticos en la práctica legal

Los profesionales del Derecho en su ejercicio profesional se enfrentan a diversas


situaciones en las que la aplicación de sus valores, principios éticos y morales son de suma
importancia. Algunos de ellos incluyen:

a) Conflicto de intereses: Este ocurre cuando un abogado tiene intereses personales o


económicos que pueden interferir con la representación de un cliente de manera imparcial
y afectar el desempeño de su labor. Por ejemplo, cuando se requieren los servicios de un
mismo abogado para defender al demandante y el demandado en un mismo proceso ya no
podrá velar al tiempo por los intereses de dos personas enfrentadas; también se puede
producir conflicto de interés cuando en un mismo despacho de abogados se acepta como
clientes a compañías de un mismo rubro de negocios, tengan o no algún tipo conflicto, ya
que la información sensible que cada compañía revelará como cliente puede utilizarse para
favorecer o dañar a la otra empresa.

b) Confidencialidad: La obligación de mantener la confidencialidad de la información del


cliente es un pilar fundamental de la relación abogado-cliente, estos tienen el deber de no
revelar, por cualquier vía o forma, ningún tipo de información que haya podido conocer en
virtud de la relación profesional que le une a su cliente. No importa que esa información sea
secreta o que ya sea conocida por terceros, el abogado no podrá, simplemente, revelar
datos de cualquier índole que su cliente le haya confiado. Sin embargo, puede surgir un
conflicto ético si un abogado se encuentra en una situación donde tiene que revelar
información confidencial para cumplir con una ley, impedir la condena a un inocente o
proteger al público.

c) Lealtad al cliente: Los abogados tienen el deber de ser leales a sus clientes, respetar su
autonomía y representar sus intereses de manera competente y diligente. Así, la lealtad al
cliente requiere, por ejemplo, que el abogado le comunique a su cliente los pasos que
pretende adoptar para llevar adelante esta tarea. No obstante, puede surgir un conflicto
ético si un abogado tiene información privilegiada sobre el comportamiento incorrecto de su
cliente y no está seguro de cómo actuar. En este caso, el abogado no puede aprovecharse
de los resquicios que la norma deja para favorecer los intereses de su cliente y frustrar los
fines que la propia norma busca alcanzar. La fidelidad al derecho, y a sus fines, es el valor
que funda el deber de lealtad al cliente y, por tanto, el que establece también sus límites.
El abogado que ofrece una interpretación irrazonable de la norma jurídica, torciendo su
sentido con el objetivo de favorecer los intereses del cliente, ha excedido su deber de lealtad
fundado en la fidelidad al derecho.

d) Publicidad engañosa: La publicidad de servicios legales puede ser un terreno resbaladizo


en términos éticos, por ello, es importante que los abogados eviten realizar afirmaciones
engañosas o exageradas sobre su capacidad o resultados pasados, lo que podría inducir a
error a los posibles clientes. El abogado tiene derecho a informar al público sobre sus
servicios siempre que la información sea exacta, debiendo ser igualmente respetuosa del
secreto profesional y los otros valores esenciales de la profesión.

e) Independencia e imparcialidad: Los abogados tienen la responsabilidad de actuar con


independencia y ser imparciales en la representación de sus clientes. La independencia del
abogado es una exigencia del Estado de Derecho y del efectivo derecho de defensa de los
ciudadanos, por lo que para el abogado constituye un derecho y un deber asesorar y
defender adecuadamente los legítimos intereses de sus clientes, el abogado tiene el
derecho y el deber de preservar su independencia. Sin embargo, pueden surgir conflictos
éticos si un abogado se ve presionado por intereses externos, como influencias políticas o
económicas, que podrían afectar su capacidad para tomar decisiones imparciales.

6. Responsabilidad Profesional del Abogado

De acuerdo con Merlano (2010), el abogado está sujeto a una serie de pautas de
comportamiento durante su trabajo, la más importante de las cuales es su deontología
jurídica. En este contexto, la deontología, un campo que estudia los deberes éticos y
morales, se enfoca en cómo los abogados deben comportarse de manera adecuada y
obligatoria en su trabajo. En la búsqueda de lo que debe ser la conducta profesional,
siempre guiada por la misión especial que tiene el abogado: el respeto por la justicia, que
se manifiesta en su actuación legal y sujeción a los principios y deberes que rigen la práctica
del Derecho.

6.1. Responsabilidad hacia el cliente

Merlano (2010) señala que el deber de fidelidad se basa en el contrato de prestación de


servicios, que da lugar a una relación intuitu personae que justifica su extinción por decisión
única de cualquiera de las partes. Además, teniendo en cuenta que se separa la
responsabilidad del abogado de la propia organización jurisdiccional, el deber de fidelidad
se basa en el mismo contrato de prestación de servicios porque garantiza la protección de
los intereses del cliente. Esta responsabilidad se encuentra respaldada en los siguientes
artículos del Código de Ética del abogado del Perú:

“Artículo 9.- Deber de veracidad

En sus manifestaciones, el abogado debe exponer con claridad los hechos, el derecho
aplicable al caso, y las pretensiones de su cliente. No debe declarar con falsedad. El
abogado no debe realizar citas doctrinarias o jurisprudenciales inexistentes”.

“Artículo 12º.- Deberes del abogado con el cliente

El abogado presta servicios profesionales a su cliente. Al hacerlo, debe actuar con


responsabilidad y diligencia, y está obligado a cumplir con los deberes de información,
confidencialidad, lealtad y demás deberes establecidos en el presente Código”.

“Artículo 13º.- Confianza recíproca

La relación abogado-cliente debe basarse en la confianza recíproca. Su constitución otorga


legitimidad al cliente para exigir el cumplimiento de los deberes estipulados en el presente
Código. Es recomendable que el abogado mantenga un registro actualizado de clientes,
para efectos de poder cumplir a cabalidad con lo regulado en el presente Código”.

6.2. Responsabilidad hacia la justicia y el sistema legal

“Artículo 76°.- Ejemplo profesional

El abogado debe esforzarse por ser un ejemplo de idoneidad ética para sus colegas, en
especial para los futuros profesionales del Derecho”.

“Artículo 77°.- Deber de reconocer incumplimiento profesional

El abogado que en el desempeño de su profesión incumpla alguna obligación de este


Código, debe ponerlo en conocimiento del afectado inmediatamente de haberlo advertido.
No es decoroso que pretenda exculparse de sus errores u omisiones, atribuyéndolos a otras
personas”.

En concreto, la responsabilidad de los abogados es mantener la integridad del sistema


legal, influir en la formación de futuros abogados éticos, garantizar la transparencia y
corregir errores cuando sea necesario, fomentar la ética profesional y fortalecer la confianza
pública en el sistema legal. Estos componentes son esenciales para que la justicia funcione
de manera efectiva y equitativa en una sociedad.

6.3. Responsabilidad hacia la sociedad

“Artículo 78°.- Responsabilidad Social del Abogado

Con el objeto de facilitar el acceso a la justicia y la representación legal efectiva, el abogado


podrá prestar servicios gratuitos a personas de escasos recursos, ya sea de manera directa
o a través de programas sociales”.

Como se describe en este artículo, la responsabilidad social del abogado beneficia a la


sociedad al garantizar un acceso más equitativo a la justicia, promover una representación
legal efectiva y aumentar la confianza en el sistema legal. Además, demuestra el
compromiso de la profesión legal con la responsabilidad social y el servicio público.

6.4. Sanciones y consecuencias por mala conducta ética

La violación de las normas del colegio y del código actual son ejemplos de comportamiento
que van en contra de la ética profesional. Además, incluyen comportamientos que, aunque
no ocurran en el ejercicio profesional, afectan la calidad del servicio y desacreditan a los
abogados.

“Artículo 102°.- Sanciones

En caso de determinarse responsabilidad disciplinaria del denunciado, las medidas


disciplinarias que pueden imponerse son las siguientes:

a) Amonestación escrita, la cual quedará registrada en los archivos por un periodo de tres
(03) meses.

b) Amonestación con multa, la que quedará registrada en los archivos por un periodo de
seis (06)

meses. La multa no podrá exceder de 10 Unidades de Referencia Procesal.

c) Suspensión en el ejercicio profesional hasta por dos (2) años.

d) Separación del Colegiado hasta por cinco (5) años.

e) Expulsión definitiva del Colegio Profesional.


Estas sanciones rigen en todo el territorio nacional y son de observancia obligatoria para
todos los Colegios de Abogados del Perú

7. La formación ética del abogado

La formación ética del abogado es un aspecto fundamental en la carrera de derecho, y se


basa en principios éticos y deontológicos que guían la conducta profesional de los
abogados. La deontología jurídica es la disciplina que se encarga de estudiar estos
principios y normas éticas que deben regir la actuación de los abogados en el ejercicio de
su profesión.

7.1. La responsabilidad de las Facultades de Derecho en la Formación Ética

de los Abogados

Resulta necesario hacer algunas breves observaciones sobre el papel que desempeñan
actualmente las facultades de derecho en la preparación integral de los futuros abogados.
En otras palabras, sobre su idoneidad para lograr tal objetivo en la formación de abogados.

Raúl S. Lozano Merino es un destacado jurista y académico, y sus ideas sobre la


responsabilidad de las facultades de derecho en la capacitación del abogado pueden
proporcionar una perspectiva valiosa; algunas de sus ideas generales que son consistentes
con las preocupaciones y recomendaciones típicas en el ámbito de la educación jurídica.

La responsabilidad de las facultades de derecho en la capacitación del abogado, según


Lozano Merino u otros expertos en el campo, puede incluir los siguientes aspectos:

a.Enseñanza de los fundamentos legales: Las facultades de derecho deben proporcionar


una sólida base en los principios y fundamentos del derecho, incluyendo áreas clave como
el derecho constitucional, el derecho civil, el derecho penal y otros campos importantes.
Esto es esencial para que los estudiantes adquieran un conocimiento profundo de la ley.

b.Énfasis en la ética legal: Las facultades de derecho deben enfatizar la importancia de la


ética legal y la deontología en la formación de abogados. Esto implica no solo la enseñanza
de códigos éticos y normas profesionales, sino también la promoción de un sentido
profundo de responsabilidad ética y profesional en sus estudiantes.

c.Desarrollo de habilidades prácticas: Además de la teoría legal, las facultades de derecho


deben brindar oportunidades para que los estudiantes desarrollen habilidades prácticas
esenciales, como la investigación legal, la redacción legal, la argumentación, la resolución
de conflictos y la negociación. Esto prepara a los estudiantes para enfrentar desafíos reales
en la práctica legal.

d.Inclusión de la perspectiva social: La capacitación legal debe incluir una perspectiva social
y un compromiso con la justicia social. Esto implica sensibilizar a los estudiantes sobre
cuestiones de equidad, derechos humanos y acceso a la justicia, y alentarlos a considerar
cómo su práctica legal puede contribuir al bienestar de la sociedad.

e.Fomento de la reflexión crítica: Las facultades de derecho deben alentar a los estudiantes
a cuestionar, analizar y reflexionar críticamente sobre la ley y la justicia. Esto ayuda a
desarrollar abogados que sean pensadores independientes y capaces de abordar desafíos
legales y éticos de manera informada.

f.Actualización constante: Dado que el derecho y la ética legal evolucionan con el tiempo,
las facultades de derecho deben estar comprometidas con la actualización constante de
sus programas educativos para reflejar cambios en la ley y las normas éticas.

7.2. El abogado y la sociedad

El abogado debe cumplir con aquellos deberes y responsabilidades para con la sociedad
que se derivan de su profesión y que, si bien interesan a su propio valor, afectan
indirectamente al valor y prestigio del abogado. Tales deberes determinan las reglas
deontológicas, cuya redacción corresponde a la experiencia y a la tradición de varias
generaciones de abogados, que se han transmitido durante siglos y como herencia valiosa
los valores básicos de una importante profesión. sociedad:

a.En primer lugar, debe comportarse para cumplir su función social: como asistente
principal en la administración de justicia, un abogado debe ser apasionado y honesto, tener
una autoestima muy alta y ser celoso. proteger su independencia. a otros, clientes,
autoridades y especialmente jueces. Debe actuar con dignidad impecable, está llamado a
juzgar, a veces a juzgar las acciones de los demás; realiza un servicio que no puede realizar
por autoridad, a menos que él mismo sea honorable. En resumen, su conducta profesional
o privada nunca debe violar las reglas del honor y la decencia de un buen hombre.

b.En la vida privada, el abogado debe evitar todo lo que pueda afectar su independencia
pecuniaria, poner en peligro su civismo o incluso disminuir en lo más mínimo la atención
pública que siempre debe merecer. Debe evitar protesta documental, persecución judicial
o medidas preventivas, ya que la repetición de tales acciones revelaría una conducta poco
profesional. En resumen, debes intentar comportarte lo más moralmente posible para
asegurar el mayor aprecio de la audiencia.

Las exigencias de conducta y valor privado se combinan con el deber de honestidad. La


honestidad que se exige a un abogado no sólo está relacionada con la corrección de la
situación financiera, sino que también requiere lealtad personal, veracidad y, sobre todo,
buena fe. Por lo tanto, no puede, por ejemplo, informar ninguna actividad fraudulenta,
presentar declaraciones o denegaciones inexactas, proporcionar citas sesgadas,
incompletas o falsas en sus presentaciones, almacenar documentos de manera inadecuada
o retrasar la devolución de archivos. Un abogado que puede mantener una conducta limpia
a lo largo de su carrera sin comprometer su dignidad y que se gana el aprecio de la justicia
por parte de todos, clientes y oponentes por igual, adquiere una riqueza espiritual
extraordinaria.

Como dueños de valores como la verdad, la honestidad, la prudencia, la certeza y la justicia


de conciencia, los abogados ejercemos con orgullo nuestra profesión, cumpliéndola como
una verdadera misión social. Somos útiles a la sociedad, y de eso ya hay mucho. Y la
sociedad encuentra en el abogado uno de los pilares importantes para preservar el entorno
de legalidad, paz y libertad, sin el cual no puede nacer una sociedad civilizada. En el
desempeño de esta tarea social, el abogado debe, ante todo, con su ejemplo, garantizar
una condición importante de la convivencia social: la preservación de la legalidad, el respeto
de la ley. Por lo tanto, es responsabilidad primordial de los abogados respetar la ley y las
autoridades y garantizar que sean respetadas.

Finalmente, el abogado debe seguir estrictamente las disposiciones de la ley que indican
las incompatibilidades de la profesión y abstenerse estrictamente de hacerlo si se descubre
en alguno de los casos mencionados en las normas éticas. Si es posible, debes evitar
acumularlo en puestos o tareas que puedan poner en peligro tu independencia, consumir
demasiado tiempo o ser contrarias al espíritu de la profesión.

Como defensores de la ley y soldados de la libertad, siempre hemos sido enemigos de la


opresión y la esclavitud en todas sus formas. Ése es el deber de un abogado para con la
sociedad.
7.3. La ética jurídica en la actualidad

¿Qué casos debe llevar un abogado, quiénes son sus clientes? En primer lugar, un abogado
tiene plena libertad para aceptar o rechazar los casos en los que se solicita su patrocinio
sin tener que dar motivos. Pero que tome una decisión enteramente abstraída de sus
intereses y tenga cuidado de no dejarse llevar por el valor monetario del caso o por
consideraciones derivadas del poder, la importancia o la riqueza de su adversario. Es
aconsejable abstenerse de defender una tesis que contradiga creencias políticas o
religiosas. También deberá abstenerse de intervenir si no está de acuerdo con el cliente
sobre cómo implementar la protección, o si un motivo relacionado con la amistad o el
parentesco puede impedir su independencia. En definitiva, sólo debe aceptarse aquello que
permita una discusión seria, sincera y fiel.

No cabe duda de que un abogado, ante un caso, debe decidir su actitud de acuerdo con las
reglas morales establecidas para su conducta. Las reglas de ética profesional ayudan a
encontrar una solución. Pero siempre debe ser esencialmente una solución moral, que de
ninguna manera entre en conflicto con la conciencia de quien la recibe. 10 en ninguna
profesión, como en la nuestra, los conflictos morales ocurren con más frecuencia, a nadie
se le puede exigir una personalidad más fuerte y responsable que a un profesional cuyo
objetivo en la vida es la justicia. Un abogado (legislador, juez, abogado o profesor)
desempeña una actividad tan importante que puede crear un grave desequilibrio en la
sociedad que le ha otorgado el título de honor y confianza, maliciosamente, por cobardía o
por interés.

Las condiciones de nuestro tiempo, que determinan esencialmente la forma de trabajar en


la profesión, son las siguientes:

a. La masificación de la profesión.

b.La creciente conciencia social en nuestras sociedades modernas, que ha hecho de la


ética una de las demandas más valiosas de los ciudadanos y, a medida que la demanda
crece, también una necesidad básica.

c.El papel cada vez más dominante de las autoridades y servicios públicos y sus
funcionarios, que coloca a actores procesales relevantes, como la defensa, en una posición
desventajosa cuando se difunde una idea o género que dificulta la labor administrativa.
justicia, haciéndolos innecesarios o incluso perjudiciales.
8. Conclusiones

Primero, la ética corresponde a una disciplina filosófica que reflexiona acerca de la conducta
humana o la moral, mientras que, la moral viene a ser un conjunto de principios valores,
costumbres que rigen en el comportamiento humano; esta puede estar influenciada por
factores como la religión, la cultura, la educación y las experiencias personales, por lo que
es subjetiva y desempeña un papel fundamental en la toma de decisiones éticas.

Por “abogacía”, entendemos que corresponde a la actividad dirigida a la defensa de


intereses de determinadas personas ante los tribunales o dirigida a situaciones de asesoría
y solución de conflictos. Dentro de la historia de dicha actividad y la evolución de su práctica,
es importante remontarnos a Egipto, cuyo sistema legal no permitía la defensa con abogado
y eran las partes quienes se encargaban de la explicación de su caso ante el tribunal y este
emitía su sentencia.

La relación o el vinculo que tiene el estudio de la moral y la ética en la abogacía, radica en


su importancia. Existe la ética profesional del abogado, siendo las obligaciones y deberes
que este tiene en la práctica de su profesión, con la finalidad de respetar tanto la profesión
como los derechos que tiene el patrocinado y la sociedad misma. Para la formalización de
aquellas obligaciones y deberes se crea el Código Deontológico del abogado, el cuál lo guía
en el cumplimiento de estas. Por otro lado, la moral, al tener un aspecto subjetivo, recae en
cada profesional de saber que los principios, reglas, costumbres que tenga, no deben
sobrepasar o perjudicar en sus responsabilidades como un profesional, siendo integro,
honesto, justo, mostrar confianza con su patrocinado y la defender sus intereses.

En la practica de la abogacía, los profesionales como los patrocinado se encuentran con


diversos desafíos que significan un obstáculo para el correcto funcionamiento del sistema
legal, tal como el conflicto de intereses, confidencialidad, lealtad, publicidad engañosa de
servicios legales, imparcialidad, etc.

Es importante mencionar que en la realidad peruana existen abogados “de todo tipo”. Se
cree pertinente mencionar dos: abogados que estudiaron solo para ganar dinero y aquellos
que lo hicieron por pasión o vocación.

Ahora, ¿En qué consiste, generalmente, la responsabilidad del abogado? Un profesional


en Derecho, específicamente, un abogado, está sujeto a pautas de comportamientos para
llevar a cabo su trabajo; es aquí donde la deontología cumple su función y la
responsabilidad del abogado recae en el cumplimiento del código deontológico de dicha
profesión respetando siempre la justicia y sobre todo la correcta relación de abogado-
patrocinado.

9. Referencias bibliográficas

(s/f). CAPÍTULO PRIMERO DE LA ABOGACÍA Y SUS ORGANISMOS RECTORES.


Unam.mx. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3281/4.pdf

Abril, 2. (2021, abril 2). HISTORIA DE LA ABOGACÍA. Abogado.pe.


https://abogacia.pe/historia-de-la-abogacia/

Aguiló, R. (2012). Aplicación del derecho, independencia e imparcialidad. Revista NEJ.


https://core.ac.uk/download/pdf/19492386.pdf

Castillo, J. (s, f.). Cuando se produce un conflicto de intereses en la abogacía. IMF Blog
Corporativo. https://blogs.imf-formacion.com/blog/corporativo/abogacia/cuando-se-
produce-un-conflicto-de-intereses-en-la-abogacia/

Colegio de Abogados del Perú. (2023). CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO. Pontificia
Universidad Católica el Perú.
https://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/194217/C%C3%
B3digo%20de%20%C3%89tica%20del%20Abogado%20%282023%29.pdf?seque
nce=8&isAllowed=y

Martin, F. (2021). La importancia de la ética profesional del abogado. Lemontechblog.


https://blog.lemontech.com/importancia-de-la-etica-profesional-del-abogado/

Merlano, J. (2010). La responsabilidad jurídica de abogados y administradores de justicia


en el Derecho colombiano. Revista de Derecho, (33), 96-120.
https://www.redalyc.org/pdf/851/85115111005.pdf

Orta, A. (s.f.). Moral y Ética en el Ejercicio de la Abogacía. https://tuabogado.com/moral-y-


etica-en-el-ejercicio-de-la-abogacia/#gsc.tab=0
Seleme, H. (2023). El deber de lealtad. Universidad Nacional Autónoma de México.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/14/6981/4.pdf

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