De Indias II
De Indias II
De Indias II
Nelson Torres
DE INDIAS
Inscripción de propiedad intelectual: nº 85642
Primera edición
Diseño portada
Dibujo: “Huellas al borde del tiempo”
Octavio Barrientos.
APOCALIPSIS
Primera parte:
DESAS INDIAS
Ernesto Cardenal
INTRODUCCIÓN
Y hablaron.
Y no hubo verbo que invirtiera –con sólo recordar el ruido de las aguas-
el curso del horror en nuestros ojos.
Y ellos advirtieron:
“Te seguiremos
pero duele tanto tu amor
a través de tus ojos de fuego...”
EVANGÉLIDOS (1)
Cómo llorar
y que los ojos de los míos me perdonen?
qué hacer para limpiarme esta barbarie?
“...y es tan poderosa la carne que les corre por el cuerpo, que
nuestras hachas ruedan por el suelo, sangrando chispas que nos
hieren los ojos...”
MANCHA RUBIA
La nutro y la prolongo.
Rasgo
araño
surco hasta palpar el insondable abismo
que crece y nos separa.
“...Si eso quieres, señor de las alturas, yo te recibo y voy al cielo que
Soy el Catrilef
el Nahuelpán
el Huenchumán
que otrora jugaba con las piedras.
Y yo Tureo
Ancao
Marimán jugaba a queme entiendan:
Jorge Teillier.
ALUD DE GENTE
(1)
Vamos
les llevaré a ver el sol
si existe.
Tal vez el mar ya ni se acuerde de nosotros
y nada lo separe
o las piedras se nieguen a ser frutas o tortillas.
Pero vengan
que más allá del Aconcagua
más allá del Himalaya lejos
(quizás donde no queda más altura)
alguien nos hace señales de luz
cerrando y abriendo los ojos
abriendo y cerrando los ojos.
(2)
Se van
como se arranca de raíz una montaña: una explosión
de ira y susto escapa en todas direcciones
a rastras con su luz y con su mundo a cuestas.
El hombre va regresa
(el óxido corroe sus palabras)
y en todas partes le sujeto como puedo su color
los pies que son raíces
a punto de saltar -.sangrantes- por los aires.
(4)
Este es el camino:
Pero anda
y la seguimos.
(5)
La huella de lo azul
azota el continente.
Sus senos
chicharrean en el barro.
Aunque a veces
cambia el curso de las aguas
un átomo un gen un rodamiento
dislocado en la órbita del universo
y surgen de improviso
las estrellas
para mostrarnos esos brazos
que ya quisieran ver los telescopios.
SOMOS UN MITO DE AZUL AMERICANO
Entonces amanece
y musgo y desamparo cubren la semilla
que guardamos para una navidad
en la que Dios no vino a visitarnos.
Muchacho loco:
El fuego
-de múltiples oficios y colores-
la hoguera que llameara en nuestros ojos
es hoy el resplandor en la pantalla
los rostros
las miradas de un John Wayne un Franco Nero
sudado
ensangrentado
matando a los villanos pieles rojas.
VOLTEJEOS
Nada de naufragios
a medio andar el viaje.
Ni abandonos de barco
motines
socorros
ni braceadas inútiles.
La tabla
el mástil
o un poema basten
para cruzar el horizonte
y regresar con vida
sin desordenar el orden de los astros.
CAMBIOS DE PAISAJE
Ll uvia
quizás de qué rincón de qué galaxia
impresa en la memoria del hombre
regresó la lluvia.
Y el panorama gris
el desolado sol que compartieron los antiguos
sólo trae esa angustia de hospital
que salpicó un poema de Pezoa Véliz.
Lluvia
después de tanto sol
la l l u v i a
y nadie cree ya en la l
l
u
v
i
a
Hordas ejércitos
irrumpen en las calles y las casas.
Manchado de postal
izado
inaugurado
fosforescentemente impreso: el cielo
no es el salmo que colgamos de estas ramas.
POEMA DE AMOR CON VIENTO FAVORABLE
“No las damas, amor, no gentilezas
de caballero canto enamorados...”
(Alonso de Ercilla)
Sucia y ojerosa
regresa la palabra: vertedero de sombras
luces y estampidas.
Se derrumba
nace
y queda supurando.
Yo no profetizo
ni fundo
ni unauguro: palpo en las cenizas
los escombros
alguna brasa o chispa de palabra sin arder.
Y nadie ni Kenós
(que derramó de un ánfora su verbo
y puso las fronteras de nuestro terrorio) se encuentra
aquí para explicarnos.
Un listado de frases
de palabras amputadas
queda de los chono. Y algunas
vivas en el habla cotidiana
llameantes bellas cálidas
pero desconocidas
guturalizadas por nosotros
sin saber que alguna vez significaron
Arcoiris
tierra
viento sur
corazón
estrella
fuego.
Lanchas
velas de diarios que se alejan
cubriendo de noticia el horizonte.
Ojeras
palafitos
plástico fonolas: una gotera de sol
destruye la burbuja al despertar.
CONCESIONES MARÍTIMAS
Danzas
de espalda de frente o de perfil
y azotas las caderas
como las bailarinas negras de bandas tropicales.
Semidesnuda
como una más: copetinera turbia bataclana
y el mar se encrespa en celo.
Bailas
y la sensualidad que hace variar el orden de los astros
no altera el ritmo de la naturaleza que –implacable-
sigue dando o negándonos el alimento.
De las montañas
de los altos cerros de chips
volverán los conocen el arte de tornar
sus átomos moléculas y células
en otras formas vivas
o en cualquier materia inerte
y ocuparán el Archipélago
y tierras y mares adyacentes.
De los cerros
de los televisores & equipos de video
volverán
del cielo preso en una red de buque-factoría habrán de regresar.