Poder Autoestima Recurso Psicologico
Poder Autoestima Recurso Psicologico
Poder Autoestima Recurso Psicologico
laves que dan forma a nuestra vida. Pero, ¿cómo podemos determinar si el poder de la
.utoestima está trabajando a nuestro favor? Ésta es una pregunta a la que sólo podremos
esponder una vez hayamos leído este libro, en el que Nathaniel Branden nos presenta
as ideas principales de su pensamiento:
NA1HANIEL BRANDEN
El poder de
la autoestima
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Biblioteca Nathaniel Branden
Nathaniel Branden
Títulos publicados
PAIDÓS
Barcelona
Buenos Aires
México
Título original: The Power ofSelf-Esteem. An Inspiring Look at our Most lmportant
Psychological Resource, de Nathaniel Branden
Publicado en inglés por Health Communications, Inc., Florida
1.ªedición, 1993
J.ª edición en esta colección, octubre 2011
ISBN: 978-84-493-2614-l
Depósito legal: B-32436-2011
Impreso en Liberdúplex
Crta. BV-2249, km. 7,4
Poi. lnd. Torrentfondo - 08791 Sant Lloren d'Hortons
El papel utilizado para la impresión de este libro es cien por cien libre de cloro
y está calificado como papel ecológico
13
Más adelante perfeccionaré y condensaré esta definición, pero
esto es esencialmente lo que quiero decir cuando trat el concepto
de autoestima.
Introducción
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LA IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
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neutra que propone. Literalmente, no es tanto una definición de la smith entendía por «digno» algo bastante parecido a mi propia
autoestima como una afirmación. en. cuanto a cómo cree. que se definición en el prefacio de este libro, pero no lo dice.
determina.el.nivel de ésta, no en algunos individuos desafortuna- «Con éxito», ¿quiere decir éxito mundano?, ¿económico?, ¿pro-
dos; sino en todos. fesional?, ¿social?, ¿con respecto a qué? Obsérvese que no dice que
la autoestima contenga la idea de que el éxito (en principio) es apro-
piado; dice que contiene la idea de verse a uno mismo con éxito, que
Contribución de Stanley Coopersmith es completamente diferente y tiene consecuencias complicadas.
22 23
Los primeros tres apartados son la adaptación de una charla que di
en Asker/Oslo, Noruega, en la Primera Conferencia Internacional
sobre Autoestima, en el verano de 1990.
En el cuatro efectúo varias observaciones acerca de las fuentes
¿Qué es la autoestima
de la autoestima positiva, en la medida en que depende de nuestras
propias elecciones y comportamiento.
En el quinto trato la aplicación de los principios de la autoes-
tima al lugar de trabajo.
Finalmente, en el sexto apartado efectúo recomendaciones para
un estudio más amplio. Si éste es el primer libro que lee sobre la
autoestima, este apartado le sugiere qué podría leer después. Espe-
ro que desee ir más allá y aprender más acerca de la autoestima, ya
que, como digo al principio del libro, de todos los juicios que emi-
timos en la vida, ninguno es más importante que el juicio que
emitimos sobre nosotros mismos.
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La mayoría de nosotros somos hijos de familias disfuncionales.
No quiero decir que la mayoría de nosotros hayamos tenido
padres alcohólicos o que nos hayan maltratado o hayan abusado
sexualmente de nosotros o que hayamos crecido en una atmósfera
de violencia fisica. Lo que afirmo es que la mayoría de nosotros
pertenecemos a hogares caracterizados por señales contradic-
torias, negaciones de la realidad, mentiras de los padres y falta
de respeto adecuado a nuestra mente y persona. Hablo del hogar
promedio.
Recuerdo que un día discutí este tema con la distinguida te-
rapeuta familiar Virginia Satir, que me dio un exquisito y asom-
broso ejemplo del tipo de locura con la que crecimos muchos de
nosotros.
Imagine, me dijo, una escena de una niña, una madre y un
padre.
Al ver una mirada de desdicha en el rostro de su madre, la niña
pregunta: «¿Qué te pasa, mamá? Pareces triste.»
Su madre responde, con la voz tensa y seca: «Nada. Estoy
bien.»
Luego el padre dice, irritado: «¡No molestes a tu madre!»
La niña mira alternativamente a ambos, completamente perple-
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ja, sin poder comprender la reprimenda. Comienza a llorar. La Una historia sin culpables
madre le grita al padre: «¡Mira lo que has hecho!»
Me gusta este relato porque es muy común. Analicémoslo más Una historia común sin culpables. Nadie imaginaría que los
detenidamente. padres estén motivados por intenciones destructivas. Pero al optar
La niña percibe correctamente que algo perturba a su madre y por negar la simple realidad, le dan a la niña la impresión de que
responde apropiadamente. La madre actúa invalidando la percep- vive en un mundo incomprensible donde la percepción no es con-
ción (correcta) de la realidad de la niña: miente. Tal vez lo hace fiable y el pensamiento es fútil. Multiplique ese incidente por mil,
con el deseo equivocado de «protegen> a su hija o quizá porque más o menos similares. Probablemente la niña no recuerde ningu-
ella misma no sabe cómo tratar su desdicha. Si hubiera dicho: «Sí, no años más tarde, pero todos tendrán, casi con certeza, un impac-
mamá está algo triste, gracias por notarlo», habría convalidado la to acumulativo en su desarrollo. (¿No hemos pasado la mayoría de
percepción de la niña. Al reconocer su propia desdicha simple y nosotros por experiencias similares?)
abiertamente, habría reafirmado la compasión de la nijia y enseña- Si la niña deduce que su mente es impotente, o que su potencia
do algo importante sobre una actitud sana hacia el dolor: le habría es dudosa, ¿cómo puede desarrollar una buena autoestima? Y sin
quitado fatalidad al dolor. ella, ¿cómo afrontará la vida?
El padre, tal vez para «proteger» a la madre o quizá por sentir
culpa porque tiene que ver con la causa de la tristeza de la madre,
Nuestra autoestima la determinan factores complejos
reprende a la niña, aumentando la confusión de la situación. Si la
madre no está triste, ¿por qué molestaría una simple pregunta? Si No quiero decir que la forma como nos traten nuestros padres
está triste, ¿por qué es incorrecto preguntar y por qué miente la determina el nivel de nuestra autoestima. El tema es más comple-
madre? Ahora, para aturdir más a la niña, la madre le grita al pa- jo. Tenemos un decisivo rol propio que cumplir. La noción según
dre, reprochándole que haya reprendido a la niña. Contradicciones la cual somos simplemente peones formados y determinados por
agravadas, incongruencias sobre incongruencias. ¿Cómo puede la nuestro medio no puede sustentarse científica ni filosóficamente.
niña comprender la situación? Somos agentes causales por derecho propio; competidores activos
l:;a'1liña·1)üede1correr, buscando frenéticamente algo qué hacer en el drama de nuestras vidas; creadores y no simplemente indivi-
o con qué jugar, intentando borrar todo recuerdo del incidente lo duos que reaccionan o responden.
más rápidamente posible, reprimiendo sentimientos y percepcio- Sin embargo, es evidente que el medio familiar puede producir
nes. Y si la niña huye hacia la inconsciencia para escapar de la un profundo impacto para bien o para mal. Los padres pueden
sensación de terror que produce .el estar atrapada en una pesadilla, alimentar la confianza y el amor propio o colocar enormes obs-
¿culparemos a sus bien intencionados padres por comportarse de táculos en el camino del aprendizaje de tales actitudes; transmitir
forma tal que la inducen a sentir que ver es peligroso y que la ce- que creen en la capacidad y bondad de su hijo o bien lo contra-
guera es segura? rio; crear un ambiente en el cual el niño se sienta seguro, o uno de
terror; fomentar el surgimiento de una buena autoestima o hacer
todo lo concebible para subvertirla.
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i
.,
Obstáculos para el crecimento de la autoestima liceo para describir el problema, saben que sufren algún sentido
inefable de no ser «suficiente», o algún sentimiento perturbador
h.as1 padres crean importantes obstáculos para el crecimiento de de vergüenza o culpa, o una desconfianza generalizada en sí mis-
}juautttestinia.de-su hijo,cuando: mos, o un sentimiento difuso de indig n idad. Sienten su falta aun
cuando no sepan con precisión qué es la autoestima, y menos
• Transmiten que el niño no es «suficiente». aún cómo alimentarla o fortaJ¡¡cerla en su interior.
• Le castigan por expresar sentimientos «inaceptables».
• Le ridiculizan o humillan.
• Transmiten que sus pensamientos o sentimientos no tienen Una definición de autoestima
valor o importancia.
• Intentan controlarle mediante la vergüenza o la culpa. Los psicoterapeutas o maestros intentamos avivar una chispa
• Le sobreprotegen y en consecuencia obstaculizan su normal en aquellos con quienes trabajamos, ese sentido innato de autova-
aprendizaje y creciente confianza en sí mismo. lía que presumiblemente es nuestro derecho al nacer. Pero esa
• Educan al niño sin ninguna norma, sin una estructura de apo- chispa es sólo la antesala de la autoestima. Si hemos de ser justos
yo, o con normas contradictorias, confusas, indiscutibles y con las personas con quienes trabajamos, necesitamos ayudarlas a
opresivas. En ambos casos inhiben el crecimiento normal. desarrollar ese sentido de autovalía hasta alcanzar la experiencia
• Niegan la percepción de su realidad implícitamente le plena de la autoestima.
alientan a dudar de su mente. La autoestima es la experiencia de ser aptos para la vida y para
• Tratan hechos evidentes como irreales, alter ndo así el senti- sus requerimientos. Más concretamente consiste en:
do de racionalidad del p.iño; por ejemplo, uando un padre
alcohólico se tambalea hasta la mesa, no cierta a sentarse en 1. Confianza en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los
la silla y cae al suelo mientras la madre continúa comiep.do o desafios de la vida.
hablando como si nada hubiera sucedido. 2. Confianza en nuestro derecho a ser felices, el sentimiento de
• Aterrorizan al niño con violencia fisica o c :m amen zas, in- ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras
culcando agudo temor como característica permanente en el necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos.
é}lm del niño.
• Tratan a un niño como objeto sexual.
• Le enseñan que s malvado, indigno '? pecador por n turalez . Una poderosa necesidad humana
Hoy millones de hombres y mujeres que han tenido experien- La autoestima es una necesidad muy importante para el ser
cias similares en la infancia buscan cómo curar sus heridas. Reco- 1-" 1 -humano. Es básica y efectúa una contribución esencial al proceso
nocen que han ingresado a la vida adulta con una desventaja: un de la vida; es indispensable para el desarrollo normal y sano; tiene
déficit de autoestima. Cualesquiera que sean las palabras que uti- valor de supervivencia.
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El no tener una autoestima positiva impide nuestro crecimiento para lograr mucho, a pesar de poseer una autoimagen pobre: por
psicológico. Cuando se posee actúa como el sistema inmunológi.co ejemplo, el adicto al trabajo altamente productivo que se· siente
y
de la concienci ', dándole resistencia, fortaleza capacidad de rege- impulsado a probar sus méritos a, digamos, un padre que predijo
es
nera i'óµ. Cuando baja, distcinuye nuestra resistencia frente a las que no llegaría a nada. Pero sí significa que seremos menos efica-
adversidades de la vida. Nos derrumbamos ante vicisitudes que un ces - m e n o s creativ os-de lo que podemos llegar a ser, y signifi-
sentido más positivo del uno mismo podría vencer. Tendemos a estar ca que nos veremos impedidos de gozar de nuestros logros. Nada
más influidos por el deseo de evitar el dolor que de experimentar la de lo que hagamos nos parecerá uficiente».
alegría. Lo negativo ejerce más poder sobre nosotros que lo positivo. Si tenemos confianza objetiva en nuestra mente y valor, si nos
sentimos seguros de nosotros mismos, es probable que pensemos
que el mundo está abierto para nosotros y que "respondemos apro-
Adicción y autoestima piadamente a los desafios y oportunidades. La autoestima for-
talece, da energía, motiva. Nos impulsa a alcanzar logros y nos
Estas observaciones nos ayudan a comprender las adicciones. permite complacernos y enorgullecernos de nuestros logros: ex-
Cuando nos volvemos adictos al alcohol o a las drogas o a relacio- perimentar satisfacción.
nes destructivas, la intención inconsciente es invariablemente ali- En medio de su entusiasmo, algunos autores parecen sugerir
viar la ansiedad y el dolor. Nos volvemos adictos a tranquilizantes que lo único que necesitamos para asegurar la felicidad y el éxito
y calmantes. Los «enemigos» de los que intentamos huir son el es un sentido positivo de autovalía. El tema es más complejo.
temor y·el dolor. Cuando los medios elegidos no funcionan y em- Tenemos más de una necesidad y no hay una solución única a
peoran nuestros problemas, nos vemos impulsados a tomar cada todos los problemas de nuestra existencia. Un sentido bien desa-
vez más del veneno que nos está matando. rrollado del uno mismo es una condición necesaria pero no sufi-
Los adictos no son menos temerosos que otros seres humanos, ciente para nuestro bienestar. Su presencia no garantiza satisfac-
lo son más. Su dolor no es más leve, es más severo. Al igual que no ción, pero su falta produce indefectiblemente algún grado de
podemos comprar la felicidad con relaciones -nocivas, tampo- ansiedad, frustración, desesperación.
co podemos conseguir nuestra autoestima con la bebida o la droga La autoestima se proclama como necesidad en virtud de que su
porque son prácticas que evocan odio hacia uno mismo. ausencia (relativa) traba nuestra capacidad para funcionar. Por eso
Si no creemos en nosotros mismos - n i en nuestra capacidad ni decimos que tiene valor de supervivencia.
en nuestra bondad - el universo es un lugar atemorizante. Y nunca más que hoy. Hemos llegado a un momento de la his-
toria en que la autoestima, que siempre ha sido una necesidad
psicológica sumamente importante, se ha convertido también en
Valorarnos a nosotros mismos una necesidad económica de la misma importancia, atributo impe-
rativo para adaptarnos a un mundo cada vez más complejo, com-
Esto no significa que necesariamente seamos incapaces de al- petitivo y lleno de desafios.
canzar valores reales. Algunos poseemos el talento y el impulso
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Recursos psicológicos para el futuro Las elecciones inteligentes requieren autoestima
La evolución de una sociedad industrial a una de información, En un mundo en el que hay más elecciones y opciones que nunca
del trabajo fisico al mental como actividad predominante del tra- y en el que nos enfrentamos con posibilidades ilimitadas en cual-
bajador y el surgimiento de una economía global caracterizada quier dirección hacia donde miremos, necesitamos un nivel más
por el cambio rápido, por acelerados adelantos científicos y tec- elevado de autonomía. Esto implica una mayor necesidad de ejercer
nológicos y por un nivel de competitividad sin precedentes, crean un juicio independitnte, de cultivar nuestros propios recursos y de
demandas de niveles más elevados de educación y capacitación de asumir responsabilidades sobre las elecciones, valores y acciones
los que se exigían a las generaciones anteriores. Todas las perso- que dan forma a nuestras vidas; una mayor necesidad de confiar, de
nas que tienen relación con la cultura empresarial lo saben. Pero creer en nosotros mismos desde un punto de vista objetivo.
lo que no se comprende con la misma facilidad es que estos avan- Cuantas más elecciones y decisiones necesitemos tomar cons-
ces crean también nuevas demandas a nuestros recursos psico- cientemente, más urgente será nuestra necesidad de autoestima.
lógicos. En la medida en que confiemos en la eficacia de nuestras men-
Estos desarrollos exigen específicamente una mayor capacidad tes - e n nuestra capacidad de pensar, aprender, comprender-
de innovación, autonomía, responsabilidad personal e indepen- tenderemos a perseverar cuando nos enfrentemos a desafíos difí-
dencia. Esto no se exige sólo «arriba» sino en todos los niveles de ciles o complejos. Si somos constantes, seguramente obtendremos
una empresa, desde la gerencia hasta los encargados y aun los más triunfos que fracasos confirmando y reafirmando así nuestro
operarios. sentido de eficacia. Por el contrario, cuanto más dudemos de la
Una empresa moderna ya no pueden dirigirla algunas personas eficacia de nuestras mentes y desconfiemos de nuestro pensamien-
que piensan y muchas personas que hacen lo que se les indica (el to, en vez de perseverar seguramente nos rendiremos. En conse-
modelo tradicional de orden y control militar). Hoy las organiza- cuencia, será más frecuente el fracaso que el triunfo, con lo que
ciones necesitan no sólo un nivel extraordinariamente elevado de confirmaremos nuestra autoevaluación negativa.
conocimientos y aptitudes en todas las personas que participan, La autoestima positiva busca objetivos e?(jg n e q\J;e la estimu-
sino también de autonomía personal, confianza en sí mismo y la len y el lograrlos la..alimenta. La baja autoestima busca la seguri-
capacidad de tener iniciativa; en una palabra, autoestima. Esto dád de lo conocido y poco exigente; limitarse a ello debilita la
significa que en la actualidad se necesita, por motivos econó- autoestima.
micos, un gran número de personas con un nivel moderado de Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor equipados esta-
autoestima. Históricamente éste es un fenómeno nuevo. (La im- remos para enfrentarnos a la adversidad en nuestras profesiones y
portancia de la autoestima en el lugar de trabajo se trata in extenso en nuestras vidas personales; cuanto más rápido nos levantemos
después de una caída, más energía tendremos para comenzar de
en el capítulo 4.)
nuevo; seremos más ambiciosos, no necesariamente en sentido
profesional o económico, sino en cuanto a lo que esperamos expe-
rimentar en la vida: emocional, creativa, espiritualmente. Cuanto
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más baja·es'nuestraautoestima, a menos aspiramos y menos logros
asombrada y me preguntó: «¿Acaso las personas son realmente
obtenemos. Los dos caminos tienden a reafirmarse y a perpetuarse. fefices?».
Si nuestra autoestima es alta, más dispuestos estamos a entablar
Cuanto más alta es nuestra autoestima, más inclinados estamos
relaciones positivas y a rechazar las nocivas. Los similares se
a tratar a los demás con respeto, benevolencia, buena voluntad y
atraen, la salud atrae a la salud y la vitalidad y la apertura a los justicia, ya que no tendemos a percibirlos como una amenaza y el
otros son naturalmente más atractivas para las personas con una
•
respeto a nosotros mismos es la base del respeto a los demás.
autoestima positiva que la vacuidad y la dependencia.
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¿;_
Aun saber cuándo se deben abandonar los esfuerzos conscien-
La mente es la herramienta básica de la supervivencia
tes para resolver problemas y trasladar la tarea al subconsciente,
cuándo detener el pensamiento consciente o cuándo prestar una
Al igual que todas las demás especies capaces de tener concien-
atención más estrecha a los sentimientos o intuición (percepciones
cia, nuestra supervivencia y bienestar dependen de la guía de nues-
o integraciones subconscientes), todo requiere un proceso de pen-
tra forma particular de conciencia, únicamente humana, nuestra
samiento, un proceso de conexión racional.
facultad conceptual: la facultad de abstracción, generalización e
integración.
A esta forma de conciencia la denomino mente. Su esencia es
Pensar o no pensar: una elección
nuestra capacidad de razonar, que implica captar relaciones. Nues-
tras vidas y bienestar dei,nden de la ejercitación apropiada de
El problema y el desafio es que, aunque pensar sea una necesi-
nuestras mentes.
dad para una existencia con éxito, no estamos «programados>>
La mente es algo más que la conciencia explícita inmediata. Es
para hacerlo automáticamente. Podemos elegir.
una compleja arquitectura de estructuras y procesos. Abarca más
No somos responsables del control de las actividades de nues-
que los procesos verbales lineales, analíticos, a veces popularmente
tro corazón, pulmones, hígado o riñones. Forman todos parte del
descritos de forma confusa como actividad del «hemisferio izquier-
sistema autorregulador del cuerpo (aunque estamos empezando a
do del cerebro». Abarca la totalidad de la vida mental, incluyendo lo
aprender que podemos ejercer algún grado de control sobre estas
subconsciente, lo intuitivo, lo simbólico, todo lo que a veces se aso-
actividades). Tampoco estamos obligados a supervisar los proce-
cia con el «hemisferio derecho». La mente es todo aquello por me-
sos homeostáticos por los cuales, por ejemplo, se mantiene una
dio de lo cual nos abrimos al mundo y lo aprehendemos.
temperatura más o menos constante. La naturaleza ha diseñado los
órganos y sistemas de nuestro cuerpo para funcionar automática-
El.proceso de ;pensamiento mente al servicio de nuestra vida sin nuestra intervención volitiva.
.
Pero nuestra µiente opera de forma diferente.
. .
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porque el no hacerlo, en una situación dada, se ha vuelto peligroso
requiere un proceso de pensamiento. Responder apropiadamente a
para nosotros.
las quejas de un niño o un marido, reconocer que hay disparidad
La conciencia no se expande «de forma refleja» frente a lo nue-
entre nuestro comportamiento y nuestros sentimientos, descubrir
vo y desconocido; por el contrario, a veces la contraemos. La na-
cómo afrontar el dolor y la ira de forma que curen y no destruyan:
turaleza nos ha otorgado una extraordinaria responsabilidad: la
todo requiere un proceso de pensamiento.
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opción de aumentar o disminuir la luz de la conciencia. Existen Piense en el impacto sobre nuestras vidas y sobre nuestro sentido
diversas opciones: buscar la conciencia, no intentar buscarla o del uno mismo de las siguientes opciones:
eludirla activamente; pensar o no pensar. Ésta es la raíz de nuestra
libertad y de nuestra responsabilidad. Enfocar versus no enfocar.
Pensar versus no pensar.
Conciencia versus inconsciencia.
Podemos efectuar elecciones racionales o irracionales Claridad versus oscuridad o vaguedad.
Respeto a la realidad versus evasión de la realidad.
Somos la única especie capaz de formular una visión de qué Respeto a los hechos versus indiferencia ante los hechos.
valores merecen perseguirse y luego elegir lo contrario. Podemos Respeto a la verdad versus rechazo de la verdad.
decidir que un curso de acción es racional, moral e inteligente y, Perseverancia en el esfuerzo por comprender versus abandono
tras ello, suspender la conciencia y realizar otra acción. Podemos del esfuerzo.
:
controlar nuestro comportamiento y preguntarnos si es coherente _ Lealtad a nuestras convicciones en la acción versus deslealtad
con nuestro conocimiento, co vicciones e ideales, y podemos, el tema de la integridad.
también, eludir planteamos esa pregunta. La opción de pensar o Honestidad con uno mismo versus deshonestidad.
no pensar. Autoenfrentamiento versus autoevasión.
Si sé que el alcohol es peligroso para mí y sin embargo bebo,
l Receptividad a nuevos conocimientos versus aislamiento.
Predisposición a ver y corregir errores versus permanencia en
1
primero debo apagar la luz de la conciencia. Si sé que la cocaína
me ha costado mis últimos tres empleos y sin embargo elijo esni- f el error.
Preocupación por la congruencia versus despreocupación por
1
farla, primero debo borrar mi conocimiento, debo negarme a ver
lo que veo y a saber lo que sé. Reconozco que tengo una relación las contradicciones.
Razón versus irracionalidad; respeto a la lógica, coherencia v
¡
que destruye mi dignidad, menoscaba mi autoestima y es peligro-
sa para mi bienestar físico. Si a pesar de ello escojo mantenerla, evidencia versus despreocupación o desafío de ellas.
debo ahogar la conciencia, sofocar el cerebro y volverme funcio- Lealtad a la responsabilidad de la conciencia versus traición a
nalmente estúpido. La autodestrucción es un acto que se realiza dicha responsabilidad.
mejor en la oscuridad.
Si deseamos comprender las bases de la autoestima gen ina,
esta lista es un buen punto de partida.
Nuestras elecciones afectan nuestra autoestima Nadie podría sugerir seriamente que el sentido dé nuestra com-
petencia para afrontar el desafio de la vida o nuestro sentido de
Las elecciones que realizamos en relación con las operaciones nuestra bondad puedan permanecer inalterados, a través del tiem-
de nuestra conciencia tienen consecuencias importantes para po, según el patrón de nuestras elecciones con respecto a las op-
nuestras vidas en general y para nuestra autoestima en particular. ciones anteriores.
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Conciencia, responsabilidad, elecciones morales
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- La autoestima no es un don gratuito que sólo necesitamos pe-
dir. Su posesión a través del tiempo representa un logro.
Para ser auténtica autoestima, la experiencia que estoy descri-
biendo debe basarse en la realidad. Es algo más que una simple
cuestión de «sentirse bien con uno mismo», un estado que, al me-
nos temporalmente, puede conseguirse de diferentes maneras:
desde tener relaciones sexuales placenteras hasta comprar un traje
nuevo, recibir un cumplido, ingerir drogas. La autoeficacia y auto-
dignidad genuinas nos exigen algo más que esto.
En la revista Time (del 5 de febrero de 1990) se publicó un ar-
tículo que expresaba:
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las lecciones del currículo de autoestima que últimamente está en autoestima auténtica. Son fuentes de lo que yo denomino «pseu-
boga, en el cual se enseña a los niños a sentirse bien consigo mismos. doautoestima». ¿Se puede experimentar placer legítimo con algu-
no de estos valores? Por supuesto. ¿Pueden brindar apoyo provi-
Las críticas a los «currículos de autoestima» que efectúa el sional a egos frágiles y en desarrollo? Probablemente. Pero no
autor de este artículo se justifican dentro de los límites de esta reemplazan a la conciencia, responsabilidad o integridad. No son
comprensión ingenua y primitiva. En consecuencia;cuando escri- fuentes de autoeficacia o autodignidad. Incluso pueden convertir-
bo sobre autoeficacia y autodignidad, lo hago en el contexto de la se en fuentes de autoengaño.
realidad, no en el de los sentimientos generados por deseos o afir-
maciones. Una de las características de las pet.tonas con autoes- ·
tima positiva es que tienden a evaluar sus habilidades y logros de Pero ¿es auténtica?
forma objetiva, sin negarlos ni exagerarlos.
¿Podría a un estudiante irle mal en la escuela y sin embargo A veces vemos a personas que gozan de popularidad o de esti-
tener una buena autoestima? Por supuesto. Existen diversas razo- ma y que tienen una apariencia pública de seguridad; sin embargo.
nes por las cuales un niño o niña puede no ir bien en la escuela, se sienten profundamente insatisfechas, ansiosas o deprimidas.
incluyendo la falta de desafios y estimulación. Es dificil que las Pueden proyectar la apariencia de autoestima, pero no poseerla en
calificaciones sean un indicador fiable de la autoeficacia y auto- realidad. ¿Cómo podríamos comprenderlas?
dignidad de un individuo. Pero, por lo general, los estudiantes con Obsérvese en primer lugar que las consecuencias que se des-
autoestima no se engañan a sí mismos diciéndose que les va bien prenden de no tener una autoestima auténtica son grados varia-
cuando les va mal. - · bles de ansiedad, inseguridad y duda de sí mismo. Ésta es la sen-
Las escuelas deberían introducir los principios y prácticas de la sación de ser, en efecto, inapropiado para la existencia (aunque
autoestima en sus currículos y, actualmente, hay algunos progra- nadie piensa en estos términos, sí puedo creer que hay algo malo
mas excelentes en vigencia. Pero no contribuimos al desarrollo en mí). Este estado es sumamente doloroso. Y por ello intentamos
sano de los jóvenes cuando decimos que la autoestima puede lo- evadimos de él, negar nuestros temores, racionalizar nuestro com-
grarse repitiendo «Soy especial» todos los días, acariciándose la portamiento y fingir una autoestima que no poseemos. Podemos
mejilla y diciéndose «Me quiero», o identificando la autovalía con desarrollar lo que yo denomino «pseudoautoestima».
ser miembro de un grupo en particular («orgullo étnico»), en lugar La pseudoautoestima es la ilusión de la autoeficacia y autodig-
de identificarla con el carácter personal. nidad sin la realidad. Es un medio no racional, una autoprotección
En este último punto, recordemos que la autoestima correspon- para disminuir la ansiedad y brindar un falso sentido de seguri-
de a aquello que depende única y exclusivamente de nuestra elec- dad, para aplacar nuestra necesidad de autoestima auténtica mien-
ción volitiva. No puede estar en función de la familia en la que tras nos permitimos eludir las causas reales de su falta. Está basa-
nacimos, o de nuestra raza o del color de nuestra piel, o de los lo- da en valores que pueden ser apropiados o inapropiados, pero que
gros de nuestros ancestros. Éstos son valores a los cuales a veces en cualquier caso no están intrínsecamente relacionados con lo
las personas se aferran para eludir la responsabilidad de lograr una que exigen la autoeficacia y la autodignidad.
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Por ejemplo, en lugar de buscar la autoestima a través de la Aclamación no es autoestima
conciencia, responsabilidad e integridad, podemos hacerlo a tra-
vés de la popularidad, prestigio, adquisiciones materiales o proe- La aclamación de los demás no crea nuestra autoestima. Tam-
zas sexuales. En lugar de valorar la autenticidad personal, pode- poco lo hacen el conocimiento, las aptitudes, las posesiones mate-
mos valorar el hecho de pertenecer a los clubes adecuados, a la· riales, el matrimonio, la paternidad, los esfuerzos filantrópicos, las
iglesia adecuada o al parti'do político adecuado. En vez de practi- conquistas sexuales ni la cirugía plástica facial. Estas cosas pue-
car la autoafirmación apropiada, podemos sustituirla por una leal- den hacemos sentir mejor con nosotros mismos temporalmente 0
tad ciega a un grupo en particular. En vez de buscar la autodig- más cómodos en situaciones particulares. Pero la comodidad no es
nidad a través de la honestidad, podemos hacerlo a través de la autoestima.
filantropía. (Debo de ser una buena persona, realizo «buenas Desafortunadamente, los teóricos de la autoestima no son me-
obras».) En lugar de luchar por obtener capacidad, podemos per- nos impermeables que cualquier otro a la adoración a falsos dio-
seguir el «poder» de manipular o controlar a otras personas. es. Recuerd? h ber asistido a una conferencia de un hombre que
Las posibilid!tes de engañarse a uno mismo son casi ilimita- imparte semmanos sobre la autoestima. Anunció que una de las
das: todos los callejones sin salida en los cuales podemos perder- mejores maneras de elevarla es rodearnos de personas que tengan
nos, sin advertir que lo que deseamos no puede comprarse con un alto concepto de nosotros. Pensé en la pesadilla de la baja
dinero falso. autoestima para las personas que están rodeadas de alabanz;s
La autoestima es una experiencia íntima; habita en mi alma. Es Y adulaciones, como es el caso de las estrellas de rock que 110 tie-
lo que yo pienso y siento respecto a mí mismo, no lo que otra per- nen idea de cómo llegaron a donde están y que no pueden sobre-
sona piensa o siente respecto a mí. Este hecho tan simple cuesta ivir un día _sin drogas; en la futilidad de decirle a una persona que
muchísimo que se recalque lo suficiente, que quede bien claro. tiene un baJo concepto de sí mismo que se siente afortunada si
Pueden quererme mi familia, mi pareja y mis amigos, y a pesar cualquier persona la acepta, que la forma de elevar la autoestima
de-ello no quererme yo mismo; puedo ser admirarado por mis so- es buscar sólo la compañía de admiradores.
cios y sin embargo considerarme indigno; proyectar una imagen Es mucho más inteligente buscar compañías que sean amiga
de seguridad y aplomo que engañe prácticamente a todos y por el en lugar de enemigas de nuestra autoestima. Las relaciones bene-
contrario temblar secretamente por sentirme inseguro e inadapta- ficiosas son más idóneas que las nocivas. Pero es peligroso ver en
do; satisfacer las expectativas de los demás pero no satisfacer las los demás una fuente primaria de autoestima: en primer lugar,
propias; obtener todos los honores y sin embargo sentir que no he porque no funciona; en segundo, porque corremos el riesgo de con-
conseguido nada; ser adorado por millones de personas y aun así vertirnos en adictos a la aprobación, algo nefasto para el bienestar
despertarme cada mañana con una enfermiza sensación de engaño mental y emocional.
y vacío. No deseo sugerir que una persona psicológicamente sana no se
Alcanzar el «éxito» sin alcanzar una autoestima positiva es vea afectada por la realimentación que recibe de los demás. Somos
condenarse a sentirse un impostor que espera ansiosamente ser seres sociales y con certeza los demás contribuyen a nuestras auto-
descubierto. percepciones. Pero hay enormes diferencias entre las personas en
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deprimido y desdichado sin comprender
cuanto a la importancia relativa de la realimentación que reciben: el motivo. Descubrimos
que él siempre había querido ser investigador
para algunas personas es casi el único factor de importancia mien- cient!fico, pero que
renunció a su deseo por deferencia a sus
tras que para otras es mucho menor. Dicho de otra manera, hay padres, que lo impulsaron
hacia una carrera en el mundo de los
enormes diferencias entre las personas en cuanto a su grado de negocios. No sólo no podía
sentir más que un orgullo superficial por
autonomía. sus logros, sino que su
autoestima estaba dañada.
Después de haber trabajado durante más de treinta años con
No era dificil identificar el motivo. En
pacientes que están lamentablemente preocupados por las opinio- la cuestión más impor-
tante de su vida había subordinado su mente
nes de los demás sobre ellos, estoy convencido tle que el medio y valores a los deseos
de los demás, por su deseo de sentirse «amado»
más eficaz para liberarse es elevar el nivel de concien ia en nues- y de «pertenecer».
Está claro que un problema de autoestima
tros actos; cuanto más aumentamos el volumen de nuestras seña- anterior motivó dicha
capitulación.
les internas, más tienden a equilibrarse las señales ·externas. Esto
implica, como escribí en El respeto hacia uno mismo, aprender a Su depresión reflejaba una vida con una
trayectoria brillante,
pero que obviaba sus necesidades más profundas.
escuchar al cuerpo y a las emociones, y a pensar por nosotros l\/i"ientras él ac-
tuaba dentro de ese marco, el orgullo y
mismos.
• fuera de su alcance. Hasta que no estuviera
esa situación y a enfrentarse al temor de
la satisfacción estaban
dispuesto a desafiar
hacerlo, no habría solu-
Auténtico orgullo ción posible.
Éste es un punto que es importante comprender
porque a veces
oímos decir: «He llegado muy lejos. ¿Por
Si la autoestima se refiere a la experiencia de nuestra capacidad qué no me siento más
orgulloso de mí mismo?».
y valor fundamentales, el argu.lwae,refiere,al placer explícitamen-
Aunque hay diversas razones por las cuales
te consciente que experimentamos debido a iriuestras acciones y alguiel) puede no
sentirse realizado con sus logros, puede dar
logros La primera contempla lo que necesitamos hacer y dice: resultado el preguntar-
se: «¿Quién eligió sus metas? ¿Usted o
«Puedo». E1 segundo contempla lo que se ha logrado y dice: «Lo la voz de algún "otro im-
portante" en su interior?». Ni el orgullo ni
he hecho»? la autoestima pueden
estar sustentados por la persecución de valores
El auténtico orgullo no tiene nada en com con la jactancia, la secundarios que no
reflejan quiénes somos realmente.
vanagloria o la arrogancia. Proviene de la raíz opuesta. Su fuente
no es el vacío sino la satisfacción. No ha de··«probar»·sitie gozar.
El orgullo es el premio emocional al logro. No es un vicio que
se ha de superar sino un valor que se ha de alcanzar. ¿El logro Elección volitiva: qué queremos hacer
siempre produce orgullo? No· necesariamente, como lo muestra el
En lo que se refiere a nuestras acciones
siguiente relato. y comportamiento,
l!lüestra autoestima depende, en gran medida,
El presidente de una empresa mediana me consultó porque, a de lo que queremos
hacer.
pesar de haber tenido un enorme éxito con su empresa, se sentía
58 59
Resalto este aspecto de la elección vo lit iv por ue existen razo-
a q .
nes para cree r que venimo sa este mundo nidad y como adultos satisfacen
i r
t
s diferencias todos los criterios racionales
con c e a autoes tima positiva. Es de
hereditarias que facilitan o dificultan el lc la
como si estuvieran en
a anzar una autoestima la Tierra
positiva: diferenci as en cuanto a ene rg ía concertar y confundir a los para des-
, resisten cia, predisposi.:. psicólogos.
ción a gozar la vida, etcétera. So spec ho que los ño venid Aunq ue pode mos desconocer
alguno de los factores biológicos
en a s eros ode desarrollo que influyen
aprenderemos que la her encia genética forma defi iti
n vam n t en la autoestima, sabemos
e e mucho acerca
par- de las p rác ticas (vo litiv
as) específicas que pueden
te del tema. aumentarla o dis-
minuirla. Por ejemplo, un
Es evidente que la educació n p uedeju ga l muy importan- compromiso honesto con la compr
r un ro ensión
individu os nos insp ira confianza en
te. Nadie puede decir cuántos nosotros mismos, y elud ir el esfuerz
fr
su en en s us primeros o tiene
el efecto contrario. Sabem
años antes que la ps ique esté totalmen te formada i os que las personas que
, y es as impo- viven de forma
c lleva consciente se sienten más
sible que más tarde su r a una autoestima i ti v i capacitadas que aquellas que lo hacen
j a, s no-se a un nivel baj o de
con
cabo una intensa psicoterapi . pos conciencia. O que la integridad genera autodignid a
a
y que la hipocresía, no. d
La invest igació n su giere que una de las mej es maneras de Sabemos todo esto aunque es
or implícitamen te,
asombroso escasa
poseer una autoestima pos itiva es tener pa d e s
r que la posean y que la frecuencia con que se tratan estos temas.
la exhiba n, como se dej a claro en The An teced e ts o fSelf-Es t ee m,
n
de Stanley Coopersmit h. Ademá s, si tene s padr s d -
e que nos e u
o
m
can con amor y re speto, que nos p ermit n expe ri
e mentar una acep- Sustentar la autoe stima
tación invariable y benevolent e , qu e no s brin d an
la estruttura de
apoyo de normas razonables y ex pectati a ap ro i da No podemos actuar directamente
no sobre la autoestima, ni la pro-
v s p a s , qu e nos p ia ni la de ninguna otra
abruman con contradicciones, que n orecurr l ridícu l la persona, ya que ésta es una consecuencia
en a o, ,
hu- un p roducto de prácticas
millación oel maltrato fisico com omedios para l
rn o generadas internamente, tales como vivir
contro a s , que conscientemente, con responsabilidad
reflejan que creen en nuestra ca pacida d bon d a d, tenemo s i - e integridad. Si compren-
y po s bi demos cuáles son es tas
lidades razonables de interiorizar su s actit ud s o b ne la s, podremos comprometernos
práct ic a
e
y te r así iniciarlas en nosotros mismo a
base para una auto estim ap ositiva. s y a relacionarnos con los demás
p ar aayudarlos o alentarlos a
Sin embar go, ning una investig ación ha d hacer lo mismo. Fomentar la autoes
de m os ra o que este -
t
tima en la familia, la escuela
resultado sea inevitable. El estudio de Coopersm ith lu- o e llugar de trabajo, por ejempl
, e nprimer o, es
crear un ambiente
gar, muestra claramente que n lo o es. Algun as que sustenta y reafirma
persona s pare cen autoestima. las prácticas que forta-
haber sido excelentemente educada s seg ú
n las o lecen la
c o rdenada s ante-
riores y sin embarg o son adulto s inseguros que du d de i
an sí m s-
mos. Otras personas, en cambio, han eme r g id o d te rribl
e s antece-
e
61
r:.
y de move rse qu e re fl e j a • Ojos de spie rtos, brillant e s y vivac e s.
• Un rostro, actitud, mane ra de hablar • Rostro re laj ado qu e (salvo e n caso de enfermedad) suele
e e star vivos .
e l plac e r qu e se ntimos d te ne r color natural y vitalidad e n la pi e l.
fracasos dire cta y hone s-
• S e re nidad al hablar de los logros y • Me ntón e n posición natural y alin e ado con el cuerpo.
ión amistosa con los
tam e nte , ya que mante ne mos u na re lac • Mandíbula re laj ada.
he chos. • Hombros re laj ados aunque e rguidos.
, e xpre siones de afecto,
• Comodidad al dar y re cibir cu mpl idos • Manos que ti e nde n a e star relajadas, gráciles y quietas.
apre cio, e tcéte ra . • Brazos re laj ados y en posición natural.
para re conoce r e rrore s
• Ape rtura a las críticas y comodidad • Postura re laj ada, e rguida, bien e quilibrada.
a u na image n de
porque nu e stra auto e stima no e stá atada • Modo de caminar de cidido (sin ser agre·sivo ni altanero).
«p e rfección». • Voz modulada, con int e nsidad ade cuada a la situación y con
a se r se re nas y e spontá-
• Nu e stras palabras y accione s ti e nde n pronunciación clara.
nosotros mismos.
ne as porque no e stamos e n gue rra con
s y nu e stro asp e cto Y
• Armonía e ntre lo qu e de cimos y hac e mo d
ge stos . , Obs e rve que e l tema e la re laj ación se repite una y otra vez.
las ide as, e xpe rie n- Esta implica que no nos estamos escondi e ndo de nosotros mismos
• Una actitud abi e rta y de cu riosidad hacia Y que no luchamos contra quien e s somos. La te nsión crónica trans-
cias y posibilidade s de vida nu e vas . •
mite un me nsaj e de alguna forma de división inte rna, de autoeva-
ntos d ansi dad o ins e guridad, ·e s me nos
• Si surge n se nt imie e e
ya qu e no sue l se r sión y de autorrepudio o de que se e stá negando o reprimi e ndo algún
probabl e qu e nos intimide n o abrume n, asp e cto de uno mismo.
dificil ac e ptarlos, dominarlos y sup e rarlos. L e s pre gunté a varios psicoterapeutas de difere ntes orientacio-
humorísticos de la vida,
• Capacidad para gozar los asp e ctos nes te óricas se gún qué crite rios intuirían la autoestima de ·un pa-
e n nosotros mismos y los
de más .
e s y desafios, movida
ciente . Fue int e re sante comprobar que coincidíamos en muchos
• f l e xibilidad para responde r a situacion asp e ctos.
ya qu e confiamos
por un e spíritu inve ntivo e incl u so lúdico,
e n nu e stra me nte y no
v e mos la vida como una fatalidad o
de rrota. ¿Cuánta autoestima es suficiente?
(no be lig e rante ) e n no-
• Comodidad con u na actitud positiva
sotros mismos y e n los de más. ¿Es posible te ne r demasiada auto e stima?
y dignidad e n condicio-
• Capacidad para pre se rvar la armonía No, no lo e s; no es más posible que te ne r de masiada salud fisi-
ne s de e strés. ca._ A vec e s se confunde au toe stima con vanagloria, jactancia o
e de n obs e rvar caracte rís-
arrogancia; pe ro e stos rasgos no re fl e j an de masiada auto e stima
L u ego , a nive l purame nte fisico, se pu sino demasiado poca. R e fl e j an u na falta de au toe stima. Las pe rso-
ticas tal e s como: nas con una au toe stima alta no se v e n impu lsadas a mostrars e su-
63
62
periores a los demás; no buscan probar su valor midiéndose según
un estándar comparativo. Se alegran de ser como son, no de ser
mejores que otra persona.
Reflexiones sobre las fuentes
Engendrar resentimiento en los menos seguros de la autoestima
Es cierto que las personas con problemas de autoestima se sien
ten incómodas ante la presencia de personas que no los padecen;
sienten resentimiento y declaran: «Tienen demasiada autoesti-
ma».
Los hombres inseguros, por ejemplo, suelen sentirse todavía
más inseguros frente a mujeres con confianza en sí misias. Los
individuos con una autoestima baja se muestran irritables general-
mente frente a personas entusiastas con respecto a la vida. Si un
cónyuge cuya autoestima se está deteriorando ve que la de su pa-
reja está creciendo, responde con ansiedad e intenta abortar el
proceso de crecimiento.
La triste realidad es que cualquiera que tenga éxito en este
mundo corre el riesgo de convertirse en blanco de tiro. Las perso-
nas que tienen logros escasos suelen envidiar y experimentar re-
sentimiento por las personas que los tienen importantes. Las per-
sonas desdichadas suelen envidiar y experimentar resentimiento
por las personas dichosas. Quienes tienen una autoestima baja
gustan a veces hablar del peligro de tener «demasiada».
64
•
Recuerdo que cuando era niño me asombraba enormemente el
comportamiento de los adultos; lo que yo percibía como la pecu-
liaridad y la superficialidad de sus valores, la falta de congruencia
entre sus palabras y sus sentimientos, una ansiedad que parecía
saturar gran parte de la atmósfera a mi alrededor y la abrumadora
sensación de que los adultos generalmente no sabían lo que ha-
cían, de que se sentían perdidos e impotentes aunque fingían con-
trolarlo todo. Esta experiencia era dolorosa y, _en ocasiones, ate-
morizante. Yo deseaba desesperadamente comprender por qué los
seres humanos se comportaban de esa manera. En algún lugar de
mi mente, a una edad bastante temprana, debo de haber tenido la
convicción de que el conocimiento es poder, seguridad, certidum-
bre y serenidad. Sin duda esta convicción jugó un rol significativo
en la elección de mi profesión.
Todos experimentamos momentos de perplejidad, de deses-
peración y la dolorosa sensación de impotencia o inadecua-
ción. La pregunta es: ¿Dejamos que tales momentos nos de-
finan?
No es que las personas con autoestima positiva no sufran o a
veces no experimenten ansiedad. Sí lo hacen, pero estas experien-
cias no las detienen. No se identifican con su temor o dolor, al
67
igual que si se pusieran enfermas no se identi carían c_on su enfer-
miedo cada año que pasa, al ver
medad. No ven el sufrimiento como la esencia de la vida. que las marcas de la edad avanzan
inexorablemente en nosotros. Y
si nuestra apariencia es muy
rior a nuestro comportamiento, supe-
difícilmente curará las heridas
psíquicas infligidas por la deshonestidad,
Vivir con integridad, consciente y responsablemente la irresponsabilidad o la
irracionalidad.
68
69
El asombroso mundo de los adultos racionalidad, el respeto a la realidad, como modo de v i d a - es, en
consecuencia, una fuente y expresión de autoestima positiva.
Muchos niños tienen experiencias que colocan enormes obs- Solemos asociarla sólo con el resultado - c o n el conocimien-
táculos en el camino del buen desarrollo de esta actitud. A un niño to, el éxito, la admiración y el aprecio de los d e m á s - y omitir la
puede resultarle incomprensible y amenazante el mundo de sus causa: todas las acciones que, de forma acumulativa, implican lo
padres y de otros adultos. El uno mismo no se alimenta sino que que denominamos compromiso con la conciencia, la voluntad de
sufre ataques. Después de varios intentos infructuosos de com- comprender. Por lo tanto, podemos engañarnos a nosotros mismos
prender las políticas, afirmaciones y comportamiento de los adul- en cuanto a las verdaderas fuentes de la autoestima.
tos, algunos niños se rinden y as en la culpa por sus sentimien-
tos de impotencia. Suelen sentir de forma desdichada, desesperada
e inarticulada que les sucede algo terriblemente malo a sus mayo- La voluntad de ser eficaz
res, o a ellos mismos, o a algo. El sentimiento acostumbra ser:
«Nunca comprenderé a las personas; nunca podré hacer lo que En la autoestima se refleja «la voluntad de ser eficaz».
esperan de mí; no sé qué está bien o mal y nunca lo sabré». El concepto de la voluntad de ser eficaz es una ampliación de la
de comprender. Pone el énfasis en la perseverancia frente a las di-
ficultades: continuar intentando comprender cuando resulta difi-
Desarrollar una fuente poderosa de fortaleza cil; querer llegar a dominar una aptitud o la solución de un proble-
ma frente a las derrotas; mantener un compromiso con las metas
y a las aunque se encuentren muchos obstáculos en el camino.
El niño que continúa luchando por entender al mundo
una La voluntad de ser eficaz implica negarnos a identificar nuestro
personas que viven en él, sin embargo, está desarrollando
la per- ego o uno mismo con sentimientos momentáneos de impotencia o
fuente poderosa de fortaleza, sin importar la angustia por
derrota.
plejidad que experimenta. Atrapado en un medio particularmente
Hace muchos años fui testigo de una conversación entre dos
cruel, frustrante e irracional, sin duda se sentirá legítimamen-_
lo rodea. colegas, un psicólogo y un psiquiatra, que fue importante para mi
te alienado por muchas de las personas del mundo que
profundo, propia comprensión del tema que estoy tratando. Ambos eran pri-
Aunque no por la realidad; no se creerá, en el nivel más
rel.ativa- mos hermanos y habían crecido en ambientes similares. Compar-
incompetente para vivir, o al menos tiene posibilidades
tieron muchos recuerdos dolorosos del comportamiento de sus
mente buenas de evitar este destino.
con la mayores y de otros parientes.
El individuo en desarrollo que mantiene un compromiso
tareas, al- - T ú sobreviviste a todo aquello a lo que yo de alguna manera
conciencia aprende temas, adquiere aptitudes, cumple
reafirman la no pude - l e dijo el psiquiatra al psicólogo-. No pudieron con-
canza metas. Y por supuesto estos éxitos convalidan y
vida resulta tigo. Siempre me pregunté qué te hizo perseverar. Porque yo no lo
elección de pensar. La sensación de ser apto para la
hice. En cierto modo me rendí.
natural.
con la El psicólogo respondió:
Un compromiso con la conciencia - u n compromiso
70 71
-Recuerdo que muchas veces me sentí bastante abrumado. que algún día encontrarán el camino hacia ella. Perseveran en
Pero en algún lugar muy dentro de mí había una voz que me decía: esa idea. Saben que todas las mujeres no son mamá, todos los
«No te rindas. Continúa.» Continúa estando consciente, supongo, hombres no son papá, su familia no agota las posibilidades de
intentando comprender. No abandones la convicción de que es po- relaciones humanas, hay vida más allá de su barrio. Esto no les
sible controlar tu vida. Obviamente no eran ésas las palabras que ahorra suf rimiento en el presente, pero permite que éste no los des-
utilizaba cuando era niño, pero ése era el sentido. A eso me aferré. truya. El distanciamiento estratégico no garantiza que no experi-
- L a voluntad de ser eficaz-propuse impulsivamente. He ahí mentarán sentimientos de impotencia, pero les ayuda a no hundirse
un concepto que me ayudó a explicar algo que observaba en mis en ellos.
pacientes y estudiantes, el principio que ayuda a comprender la Tener la voluntad de ser eficaces no significa que neguemos los
diferencia entre aquellos que se sentían fundamentalmente derro- sentimientos de ineficacia cuando Sllljan, sino que no los accrra-
tados por la vida y aquel los que no. • mos como permanentes. Nos sentimos impotentes temp;rnlmentc
La voluntad de ser eficaz, la negativa de una conciencia huma- sin definir nuestra esencia como impotencia. Podemos senti r n os
na a aceptar la impotencia como condición permanente e inalte- durante algún tiempo derrotados sin definir nuestra esencia como
rable. fracaso; desesperanzados, abrumados, y sin embargo saber que
tras un descanso recogeremos los pedazos lo mejor que podamos
y comenzaremos a avanzar nuevamente. La visión que tenemos ele
«Distanciamiento estratégico»: nuestra vida se extiende más allá de los sentimientos del momen-
saber que usted es más que sus problemas to. Nuestro concepto del uno mismo puede alzarse por encima de
la adversidad actual. Ésta es una de las formas de heroísmo posi-
Impresiona ver a una persona que ha sido golpeada de muchas bles para una conciencia volitiva.
maneras por la vida, que está perturbada por diversos problemas
sin resolver, que puede estar alienada por muchos aspectos del uno
mismo y que sin embargo sigue peleando, luchando, pugnando Autoestima y cociente intelectual
por encontrar el camino hacia una existencia mejor, movida por la
convicción de que «Soy más que mis problemas». Ninguna teoría ha sugerido nunca que la autoestima positiva se
Los niños que sobreviven a infancias dificiles han aprendido correlacione con el cociente intelectual. Y esto no me sorprende,
una estrategia particular de supervivencia que se relaciona con el ya que está en función no de nuestras dotes de nacimiento sino ele
tema que estamos tratando. Yo la denomino «distanciamient0 es- la manera ele utilizar nuestra conciencia: las elecciones que efec-
tratégico». No se trata del repliegue de la realidad que conduce al tuamos con respecto a la conciencia, la honestidad de nuestra rela-
trastorno psicológico, sino de un aislarse calibrada e intuitivamen- ción con la realidad, el nivel ele nuestra integridad personal.
te de los aspectos nocivos de su vida familiar o de otros aspectos La autoestima no es competitiva ni comparativa. Su contexto es
de su mundo. De alguna manera saben que esto no es lo único siempre la relación del individuo con su uno mismo y con las elec-
que existe. Creen que hay una alternativa mejor en algún lugar Y ciones de éste. Una persona muy inteligente y con una autoestima
72 73
digna de felicidad que Recuerdo que una paciente que seguía una terapia me dijo una
alta no se siente más apta para la vida o más
más modesta. vez: «No puedo comprender por qué siempre dependo de las opi-
una persona con idéntica autoestima e inteligencia
pueden ser niones de otras personas.»
Una analogía puede resultar útil. Dos personas
es más fuerte que Yo le pregunté: «Cuando usted estaba creciendo, ¿alguna vez
igualmente sanas y físicamente aptas, pero una
más alto de bienes- quiso ser independiente, se impuso la independencia como meta?»
la otra. La más fl.1erte no experimenta un nivel
que la otra no puede Ella pensó un instante y luego respondió: «No.»
tar fisico; una simplemente puede hacer cosas
Yo le dije: «Entonces, no debe sorprenderle no haberla alcan-
hacer.
de ciertas ven- zado.»
Desde el exterior, podemos decir que una goza
una diferencia Es útil hablar de «pensar con independencia» porque la redun-
tajas sobre la otra. Pero esto no significa que haya
dancia tiene valor de énfasis. Generalmente, lo que las personas
en el sentimiento interno de bienestar y vitalidad.
llaman «pensar» es meramente el reciclaje de las opiniones de
otros. En consecuencia, podemos decir que pensar con indepen-
Pensar independientemente den - e n nuestro trabajo, nuestras relaciones, los valores que
guiarán nuestra vida, las metas que nos fijaremos- es un gener,1-
La independencia intelectual está implícita en el compromiso dor de autoestima. Y de la autoestima positiva surge una inclina-
con la conciencia o la voluntad de comprender. Una persona no ción natural a pensar de forma independiente.
puede pensar con la mente de otra. Podemos aprender unos de
otros, pero el conocimiento implica comprensión, no meramente
repetición o imitación. Podemos ejercitar nuestra propia mente La autoestima se adquiere, no se da
o transferir a otros la responsabilidad del conocimiento y eva-
luación, y aceptar sus veredictos más o menos sin reservas. La Si una persona ve sólo la fase final del proceso que estoy des-
elección que efectuemos es crucial para la forma como nos sen- cribiendo podría decir: «Para él es fácil pensar independientemen-
timos a nosotros mismos y para el tipo de vida que llevarnos. te con tanta autoestima como posee». Pero la autoestima no se cb,
se adquiere.
Esto puede conseguirse pensando independientemente cuando
Las metas e intenciones son cruciales no es fácil, cuando puede incluso producir temores, cuando la
persona que está pensando lucha contra sentimientos de incerti-
El hecho de que a veces nos influyan otras personas sin darnos dumbre e inseguridad y opta por perseverar a pesar de ello. No
cuenta no modifica el que exista una distinción entre la psicología siempre es fácil mantener nuestro juicio, y si se ha vuelto fácil, en
de aquellos que tratan de comprender las cosas por sí mismos, de sí también es una victoria psicológica, ya que en el pasado hubo
pensar por sí mismos, de juzgar por sí mismos y la de aquellos a seguramente ocasiones en las que no lo fue, en las que las presio-
quienes rara vez se les da esa posibilidad. El tema de la intención, nes contra el pensamiento independiente eran considerables, en
de la meta de un individuo es lo básico aquí. las que tuvimos que enfrentar y sobrellevar la ansiedad.
74 75
Cu a ndo un niño descubre que sus percepciones, sentimientos o Aprender a discriminar
juicios están en conflicto co n los de sus padres u otros miembros
de la familia y surge la cuestió n de escuch a r la voz del uno mismo Na die puede sentirse efic a z de un
a ma n era a decuada (es
c p a z de_ enfrentarse a los des a fíos dcci r.
o neg a rla en favor de la de los otros. Cu a ndo un a mujer cree que su de la vida) si no ha apre n dido a
marido está equivocado en a lgún tem a import a nte y surge la cues- d1fere n c1a r los hechos de los deseos
por un a parte y los temores
tión de expresar sus pensamie n tos o reprimirlos y en consecuenci a por otra.
proteger la «est a bilidad» ele la relación. Cua n do un a rtista o cien- L tarea es a veces difícil porque los
. propios pe n sam ientos es-
tífico ve de repente un camino que puede alej a rlo ele la s teorí a s y ta n siempre teñidos o au n sa turados
de se n timien tos. Sin crnbarno
valores co n sen suales ele sus colegas ele la s princip a les corrientes en muchas ocasiones podemos reconocer
que el deseo de rcali:ai
de orient a ción y opi n ión contemporáne a s, y surge la cuestión de a lguna acción no prueba
seguir ese ca min o solit a rio a donde quiera que conduzc a o volver i que deberí a mos realizarla. Salir corricn-
de una habit a ción en medio de una
discusió n cuando estamos
atrás. El tema y el des a fío en todas est a s cuestiones es el mismo. disgustados, por ejemplo. Y el hecho
de que temamos realizar al-
¿Deberí a mos respet a r la s señ a les internas o neg a rla s? g n a a cción no prueb a que deberíamos
evit a r realizarla. lr al mé-
dico pa ra someterse a un a revisión cua n
do hay síntomas de enfer-
Independencia versus conformid a d, medad es otro ejemplo.
autocxpresión versus a utorrepuclio, Si efectu mos una compr a que sabemos
que n o podremos cos-
autoafirm a ción versus a utorrendición. tearnos Yevitamos pensaren la s facturas
pe n dien tes que n o podre-
mos pagar, hemos subordin a do n uest
ra conciencia a nucstros
deseos. Si _i n oramos la s señales de
peligro en un matrimo n io y
El heroísmo de la conciencia lueg? ad1111t1mos estar perplejos y co n
stern ados cuando el mairi-
mo n i_o Íll almente explot a , hemos pagado
el precio por sacrificar la
Si bien a veces puede ser neces a rio, norm a lmente no disfrut a - concienci a al temor.
mos de largos períodos de a liena ción del pensamiento y creenci a s
de quienes nos rode a n, especialmente de a quellos a quienes respe-
tamos y a mamos. Un a de las formas más importantes de heroísmo Nuestra intención subyacente
es el de la conciencia, el del pensamiento; la voluntad de tolerar la
soledad. En lo que se refiere a nuestra autoestim a
, la clave no es si somos
Al igu a l que en el resto de ra sgos psicológicos, hay grados de perfect?s a l distinguir entre hechos,
_ deseos y temores y optar por
independenci a . Aunque na die es del todo independiente ni nadie la conc1enc1 a por encim a de algun a
form a de eva sión . La clave es
es dependiente siempre, cuanto más a lto se a el nivel de nuestra en re a lidad, la intención suby a cente.
independenci a y más deseemos pensar por nosotros mismos, más Cu a ndo decimos que un a person a es
«básicame n te honesta»
alto tenderá a ser el nivel de nuestra a utoestima . en el sentido explic a do a quí, no queremos
decir que sea imper
me a ble a la influenci a de los deseos y
temores, sino que tiene un
76 77
deseo y una intención:marcados y evidentes de ver las cosas como hecho evidente de que la integridad es, en efecto, uno de los guar-
son. No siempre podemos saber con certeza si somos racionales u dianes de la salud mental y de que es cruel y confuso alentar a las
honestos, pero podemos preocuparnos por ello, puede importar- personas a creer que practicar la «consideración positiva incondi-
nos. No siempre somos libres para triunfar en nuestro pensamien- cional» hacia ellas mismas las conducirá a un amor propio consis-
to, pero siempre lo somos para intentarlo. tente, sin tener en cuenta el tema de su integridad personal.
La suma acumulada de nuestras elecciones en esta materia da
una sensación interior de honestidad o deshonestidad básica, una
•
responsabilidad o irresponsabilidad fundamental con respecto a la Valores, principios y normas
existencia. Desde la infancia, algunos individuos están mucho
más interesados y respetan mucho más las cuestiones relativas a ,la A veces una persona intenta eludir el peso de la integridad des-
verdad que otros. Algunos actúan como si los hechos no fueran conociendo, o manifestando desconocer, todos los valores o nor-
tales necesariamente si no optamos por reconocerlos, como si la mas. Lo cierto es que los seres humanos no pueden retroceder a
verdad fuera irrelevante y las mentiras fueran mentiras sólo si al- un nivel inferior de la evolución sin fracasar; no podemos volver
guien las descubriera. antes de que fuera posible pensar en principios y planificación a
La tarea de la conciencia es percibir lo que existe, según nues- largo plazo. Somos seres conceptuales, ésa es nuestra naturaleza v
tra máxima capacidad. Respetar la realidad - l a percepción de lo no podemos funcionar bien si no es así. itamg lor$! :qu
que existe- es respetar la conciencia; respetar la autoestima. t8ltÍSJt,.; l:!- I?S., acciones, ::principios .:que ..l.g.uíen .nuestras .vidas.
Nuestras normas pueden ser apropiadas o no para lo que nuestra
vida y bienestar requieren, pero es imposible vivir sin normas de
Integridad ningún tipo. Una rebelión tan profunda contra la naturaleza como
el intento de abandonar todos los valores, principios y normas cs.
Reconocemos a la autoestima donde vemos un comportamien- por sí sola, una expresión de autoestima empobrecida y una garan-
to coherente con los valores, convicciones y creencias que profesa tía de que el deterioro será constante.
el individuo. Vemos integridad. Reconozcamos que el tema de vivir de acuerdo con normns no
Cuando nos comportamos de forma que está en conflicto con siempre .es simple. ¿Qué sucede si las muestras son erróneas o
los juicios de lo que es apropiado, nos desprestigiamos a nuestros irracionales?
propios ojos. Nos respetamos menos a nosotros mismos. Si esta
actitud se vuelve habitual, confiamos menos en nosotros mismos, Un código de valores
o dejamos de hacerlo.
Los psicólogos, ansiosos por disociarse de la filosofia en gene- Podemos aceptar un código de valores en desacuerdo con nues-
ral y de la ética en particular, suelen sentirse incómoqos con todo tras necesidades como organismos vivos. Por ejemplo, determina-
lo que parezca referirse a la moral en el contexto de la psicoterapia das enseñanzas religiosas implícita o explícitamente condenan el
o del bienestar psicológico. En consecuencia, pueden omitir el sexo, el placer, el cuerpo, la ambición, el éxito material; condenan
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(para todos los fines prácticos) el goce de la vida humana. La acep-
mismo en el momento en que suceden. No podremos cambiar hasta
tación de normas que niegan aspectos humanos es un enorme
que no aceptemos el hecho de lo que somos en cualquier momento
problema que he t ratado en mis libros La psicología de la autoes-
de nuestra existencia, permitamos ser plenamente conscientes de
tima y El respeto hacia uno mismo.
la naturaleza de nuestras elecciones y acciones y admitamos la
Aquí, simplemente comentaré que si llegamos a la conclusión
verdad de nuestra conciencia.
de que vivir de acuerdo con nuestras normas puede estar.ondu-
Aceptar lo que soy me exige contemplar mi propia experiencia
ciéndonos a la au t odestrucción, ha llegado obviamente el momen-
con una actitud que haga i_rr_elevantes los conceptos de aprobación
t o de cuestionarlas en lugar de resignamos simplemente a vivir sin
o desaprobación: &e>Niiiñseiente:
integridad. Puede que necesitemos reunir coraje para desafiar al-
gunas de nuestras suposiciones más profundas en cuanto a lo que
nos han enseñado a considerar como bueno.
Autoaceptación incondicional
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No quiero decir que una persona no sufra nunca por accidente
una autoestima precaria que está en peligro crónico. Pero si a pesar
0 por culpa de otros, ni que sea responsable de todo lo que pueda
de nuestros mejores esfuerzos fracasamos en una empr\!sa particu-
sucederle en su vida. No somos omnipotentes. Pero la responsa-
lar, nuestra autoestima no necesita verse afectada o menoscabada,
bilidad de nosotros mismos es claramente indispensable para la
aun cuando no experimentemos el mismo orgullo que hubiéramos
autoestima positiva. Si eludimos ese compromiso nos transforma-
sentido de haber tenido éxito.
mos en víctimas de nuestras propias vidas. Nos deja impotentes.
Más aún, es necesario que recordemos que el uno mismo no es
Muchas personas necesitan emanciparse de esta actitud, si alguna
una entidad estática, acabada, sino una creación en constante evo-
vez han de evolucionar hacia un sentido de la vida que no sea trá-
lución, un despliegue de nuestro potencial, expresado en nuestras
gico. Fortalece a uno mismo el declarar (¡y ptoponérselo!):
elecciones, decisiones, pensamientos, juicios, respuestas y accio-
nes. Vernos a nosotros mismos como buenos o malos básica e inal-
«Soy responsable del cumplimiento de mis deseos y metas.» terablemente - a l margen de nuestra manera de actuar presente y
«Soy responsable de mis elecciones y acciones.»
futura- es negar los hechos de libertad, autodeterminación y res-
«Soy responsable de cómo me relaciono con_ las personas.»
ponsabilidad de nosotros mismos. Siempre tenemos dentro de
«Soy responsable del nivel de conciencia y atención con que
nosotros mismos la posibilidad de cambiar.
afronto mi trabajo.»
No necesitamos ser prisioneros de las elecciones del pasado.
«Soy responsable de las decisiones según las cuales vivo.»
«Soy responsable de mi felicidad personal.»
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y al mismo tiempo crear un ambiente donde sea seguro cometer tribuyen a integrar la información a las prácticas diarias. Una
errores responsables. Es muy dificil crear un ambiente disciplina- vez que las personas comprendan cómo opera la autoestima en la
do, audaz;-no punitivo. No es una contradicción exigir a las perso- psique humana, reconocerán oportunidades para su aplicación
nas elevados niveles de expectativa y al mismo tiempo permitirles que un extraño no haría.
crecer y aprender, pero para ponerlo en práctica se necesita pen- Un gerente no es un psicoterapeuta ni se puede esperar que lo
sarlo cuidadosamente. sea. Nunca he sostenido que deban serlo. Más aún, los empleados
Se podría partir de la premisa de que tendrán algo valioso e in- no contratan la psicoterapia de su gerente aun cuando esté dis-
teresante para decir. Y si usted no cree que la persona puede pensar puesto a ello.
y que su opinión vale, imagine cómo actuaría si sí lo creyera.
Y luego practique esos comportamientos entre treinta a sesenta
días y observe los cambios que se produzcan. Desafiar, estimular y exigir
Con respecto a establecer elevadas expectativas, al delegar tra-
bajo, pregúntele a la persona si puede cumplir la tarea, si desea Los estudios sugieren que obtenemos lo mejor de las personas
hacerse responsable de realizarla, etcétera. Trabaje para lograr un cuando les pedimos algo más de lo que piensan que pueden dar.
acuerdo firme en cuanto a lo que se ha prometido. Y luego revíselo En otras palabras, les exigimos. Fijemos nuestras miras altas, pero
una vez que se haya realizado la tarea. no tanto que resulten paralizantes. Creo que el mismo principio
puede aplicarse a nosotros mismos. Los gerentes necesitan esta-
blecer sus expectativas con respecto a ellos mismos con objetivi-
Responsabilidad para fijar metas dad, sin duda, pero lo suficientemente elevadas como para desa-
fiar, estimular y exigir. Por cada individuo cuyo problema es que
Siempre que sea posible es deseable tener un equipo que esta- sobreestima sus capacidades, hay cien personas que subestiman
blezca sus propias expectativas y metas dentro del marco de los las suyas.
objetivos de la organización. Esto fortalece la experiencia de la Si yo fuera el director ejecutivo de una empresa, pondría mu-
autonomía personal. Y según algunas investigaciones, cuando los cho énfasis en fomentar en mí mismo y en mis empleados el saber
grupos fijan sus propias metas tienden a ser más altas que cuando que las personas pueden hacer todo tipo de cosas que no creen que
lo hacen otros. pueden hacer. La expectativa positiva puede ayudar a las personas
Los gerentes con autoestima positiva tienen menos dificultades a ver más allá de sus propias limitaciones. Al formar a gerentes
para entregar el control del establecimiento de metas y otras ta- para que ayuden a sus empleados a crecer, les contaría historias y
reas. Para poner en práctica técnicas de administración como ésta, les daría todo tipo de ejemplos con la esperanza de avivar la crea-
probablemente valga la pena incorporar a un experto en autoesti- tividad del gerente. Esto no puede reducirse a un manual de entre-
ma que realmente pueda aclarar qué diferencias puede marcar en namiento.
el lugar de trabajo y por qué.
Inicialmente, los seminarios de enseñanza de autoestima con-
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No HAY ATAJOS HACIA LA AUTOESTIMA
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El enfoque central de mi trabajo como psicólogo ha sido el es-
tudio de la autoestima, su rol en la vida humana y, más concreta-
mente, su impacto en el trabajo y el amor. Si el libro que ha leído
le resulta de valor, le sugiero los siguientes libros para profundizar
sobre el tema.
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Bednar, Richard L. y otros, Self-Esteem: Paradoxes and lnnova-
tions in Clínica! Theory and Practice, Washington, DC, Ame-
rican Psychological Association, 1989.
Branden, Nathaniel, The Psychology o f Self-Esteem, Nueva
York, NY, Bantam, 1971 (trad. cast.: La psicología de la
autoestima, Barcelona, Paidós, 2001 ).
- , Honoring the Self: The Psychology o f Confidence and Respect,
Nueva York, NY, Bantam, 1983, (trad. cast.: El respeto hacia
uno mismo, Barcelona, Paidós, 1990).
- , How to Raise your Self-Esteem, Nueva York, NY, Bantam,
1987, (trad. cast.: Cómo mejorar su autoestima, Barcelona,
Paidós, 1988).
Coopersmith, Stanley, TheAntecedents ofSelf-Esteem, 2ª ed., Palo
Alto, CA, Consulting Psychologists Pr. Inc., 1981.
James, William, Principies o fPsychology, 2 vols., Cambridge, MA,
Harvard University Press, 1983.
TowardA State ofEsteem: The Final Report ofThe California Task
Force to Promote Self-Esteem and Personal and Social Res-•
ponsibility, Sacramento, CA, Bureau of Publications, Califor-
nia State Department of Education, 1990.
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