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Programa Sobre Antonio Machado

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ANTONIO MACHADO: EVOCACIN BIOGRFICA Y TEMTICA

POESA SONORA A la recitacin: Manuel Valenzuela. Al piano: Sara Surez.

JUSTIFICACIN:

Poesa Sonora acerca al gran pblico el perfil humano y potico de Antonio Machado, patrimonio cultural de Sevilla y de la historia de la Literatura Espaola. Iremos conjugando en paralelo su biografa por las distintas ciudades que componen la Ruta Literaria sobre los Machado y Sevilla La complejidad y extensin de su produccin nos obliga inexcusablemente a establecer una seleccin didctica de apartados por los que discurrir en nuestro recital poticomusical. De este modo establecemos unas lneas maestras de carcter biogrfico y temtico en las cuales, a travs de significativos poemas, vamos decantando su obra potica, en funcin de sus smbolos y elementos fundamentales (la infancia, el tiempo, el amor, el agua, el sueo, el paisaje, la muerte, Espaa, etc.). Reseamos a continuacin ejemplos de estos grandes apartados, con carcter ilustrativo, con inclusin de ttulos y primeros versos de poemas significativos. Al mismo tiempo, este poemario se integra en estrecho maridaje con la interpretacin al piano de composiciones musicales de autores representativos de esa poca de Espaa: Manuel de Falla, Joaqun Turina, Isaac Albniz, Federico Mompou, etc. De este modo, poesa y msica, recitacin y piano, a travs de sus lenguajes, cohesionan y enriquecen el valor comprensivo y placentero del imaginario personal y colectivo del pblico asistente

ANTONIO MACHADO: EVOCACIN BIOGRFICA Y TEMTICA POESA


SU FAMILIA Mi padre, en su despacho Autorretrato. LA INFANCIA Recuerdo infantil. Era un nio que soaba Pegasos, lindos pegasos Ah, cuando yo era nio! EL IMPACTO DE SORIA Es la tierra de Soria rida y fra. He vuelto a ver los lamos dorados. LEONOR Una noche de verano Seor, ya me arrancaste GEOGRAFA POPULAR ANDALUZA Desde mi ventana. Oh Guadalquivir! Canto a Andaluca (M. Machado) SUEO Y REALIDAD So que t me llevabas Yo voy soando caminos LO FILOSFICO Y MORAL El ojo que ves no es Para dialogar, Despacito y buena letra: Tras el vivir y el soar Todo necio Tu verdad? No, la Verdad Nuestro espaol bosteza. Ayer so que vea Caminante, son tus huellas Todo pasa y todo queda AGUA, TIEMPO Y MUERTE El agua en sombra pasaba Entre los poetas mos GUERRA, EXILIO, COLLIOURE Y SEVILLA El crimen fue en Granada. De mar a mar entre los dos la guerra Otra vez el ayer Y cuando llegue el da del ltimo viaje,,, Estos das azules y este sol de la infancia Oracin por Antonio Machado. (Rubn Daro)

MSICA

SU FAMILIA

SONETO A SU PADRE

Esta luz de Sevilla...Es el palacio donde nac, con su rumor de fuente. Mi padre, en su despacho.-La alta frente, la breve mosca y el bigote lacio-. Mi padre, an joven. Lee, escribe, hojea sus libros y medita. Se levanta; va hacia la puerta del jardn. Pasea. A veces habla solo, a veces canta. Sus grandes ojos de mirar inquieto ahora vagar parecen, sin objeto donde puedan posar, en el vaco. Ya escapan de su ayer a su maana ya miran en el tiempo, padre mo!, piadosamente mi cabeza cana.

RETRATO Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte aos en tierra de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. Ni un seductor Maara, ni un Bradomn he sido - ya conocis mi torpe alio indumentario-, mas recib la fecha que me asign Cupido, y am cuanto ellas pueden tener de hospitalario. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, ms que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Adoro la hermosura, y en la moderna esttica cort las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmtica, ni soy un ave de esas del nuevo gay trinar. Desdeo las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. Soy clsico o romntico? No s. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitn su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada. Converso con el hombre que siempre va conmigo -quien habla solo espera hablar a Dios un da-; mi soliloquio es pltica con este buen amigo que me enseo el secreto de la filantropa. Y al cabo, nada os debo; debisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansin que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. Y cuando llegue el da del ltimo viaje, y est al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraris a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.

LA INFANCIA

RECUERDO INFANTIL Una tarde parda y fra de invierno. Los colegiales estudian. Monotona de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel se representa a Can fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmn. Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano. Y todo un coro infantil va cantando la leccin: mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un milln Una tarde parda y fra de invierno. Los colegiales estudian. Monotona de la lluvia en los cristales.

PARBOLAS I Era un nio que soaba un caballo de cartn. Abri los ojos el nio y el caballito no vio. Con un caballito blanco el nio volvi a soar; y por la crin lo coga Ahora no te escapars! Apenas lo hubo cogido, el nio se despert. Tenia el puo cerrado. El caballito vol! Quedse el nio muy serio pensando que no es verdad un caballito soado. Y ya no volvi a soar. Pero el nio se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le deca: T eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soar, el caballito soado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazn preguntaba: T eres sueo? Quin sabe si despert!

PEGASOS, LINDOS PEGASOS Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera. .. Yo conoc, siendo nio, la alegra de dar vueltas sobre un corcel colorado, en un noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas y la noche azul arda toda sembrada de estrellas. Alegras infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

AH, CUANDO YO ERA NIO! Ah, cuando yo era nio soaba con los hroes de la Ilada! yax era ms fuerte que Diomedes, Hctor, ms fuerte que yax, y Aquiles el ms fuerte; porque era el ms fuerteInocencias de la infancia! Ah, cuando yo era nio soaba con los hroes de la Ilada!

EL IMPACTO DE SORIA

CAMPOS DE SORIA I Es la tierra de Soria rida y fra. Por las colinas y las sierras calvas, verdes pradillos, cerros cenicientos, la primavera pasa dejando entre las hierbas olorosas sus diminutas margaritas blancas. La tierra no revive, el campo suea. Al empezar abril est nevada la espalda del Moncayo; el caminante lleva en su bufanda envueltos cuello y boca, y los pastores pasan cubiertos con sus luengas capas.

VIII He vuelto a ver los lamos dorados, lamos del camino en la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio, tras las murallas viejas de Soria barbacana hacia Aragn, en castellana tierra-. lamos del amor que ayer tuvisteis de ruiseores vuestras ramas llenas; lamos que seris maana liras del viento perfumado en primavera; lamos del amor cerca del agua que corre y pasa y suea, lamos de las mrgenes del Duero, conmigo vais, mi corazn os lleva!

LEONOR

UNA NOCHE DE VERANO Una noche de verano -estaba abierto el balcn y la puerta de mi casala muerte en mi casa entr. Se fue acercando a su lecho -ni siquiera me mir-, con unos dedos muy finos, algo muy tenue rompi. Silenciosa y sin mirarme, la muerte otra vez pas delante de m.Qu has hecho? La muerte no respondi. Mi nia qued tranquila, dolido mi corazn. Ay, lo que la muerte ha roto era un hilo entre los dos!

SEOR, YA ME ARRANCASTE Seor, ya me arrancaste lo que yo ms quera. Oye otra vez, Dios mo, mi corazn clamar. Tu voluntad se hizo, Seor, contra la ma. Seor, ya estamos solos mi corazn y el mar.

GEOGRAFA POPULAR ANDALUZA

DESDE MI VENTANA I Desde mi ventana, campo de Baeza, a la luna clara! Montes de Cazorla, Aznaitn y Mgina! De luna y de piedra tambin los cachorros de Sierra Morena! II Sobre el olivar, se vio a la lechuza volar y volar. Campo, campo, campo. Entre los olivos, los cortijos blancos. Y la encina negra, a medio camino de beda a Baeza. III Por un ventanal, entr la lechuza en la catedral. San Cristobaln la quiso espantar, al ver que beba del veln de aceite de Santa Mara. La Virgen habl: Djala que beba, San Cristobaln. IV Sobre el olivar, se vio a la lechuza volar y volar. A Santa Mara un ramito verde volando traa. Campo de Baeza, soar contigo cuando no te vea!

OH GUADALQUIVIR! Oh Guadalquivir! Te vi en Cazorla nacer; hoy, en Sanlcar morir. Un borbolln de aguja clara, debajo de un pino verde, eras t, qu bien sonabas! Como yo, cerca del mar, Ro de barro salobre, sueas con tu manantial?

CANTO A ANDALUCA Cdiz, salada claridad. Granada, agua oculta que llora. Romana y mora, Crdoba callada. Mlaga, cantaora. Almera, dorada. Plateado, Jan. Huelva, la orilla de las tres carabelas. Y Sevilla. Manuel Machado.

SUEO Y REALIDAD

SO QUE T ME LLEVABAS So que t me llevabas por una blanca vereda, en medio del camp o verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una maana serena. Sent tu mano en la ma, tu mano de compaera, tu voz de nia en mi odo como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de primavera. Eran tu voz y tu mano, en sueos, tan verdaderas. Vive, esperanza: quin sabe lo que se traga la tierra! YO VOY SOANDO CAMINOS Yo voy soando caminos de la tarde. Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... Adnde el camino ir? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero -La tarde cayendo est-. En el corazn tena la espina de una pasin; logr arrancrmela un da; ya no siento el corazn. Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombro, meditando. Suena el viento en los lamos del ro. La tarde ms se oscurece; y el camino que serpea y dbilmente blanquea, se enturbia y desaparece. Mi cantar vuelve a plair: Aguda espina dorada, quin te pudiera sentir en el corazn clavada.

LO FILOSFICO Y MORAL

PROVERBIOS Y CANTARES El ojo que ves no es ojo porque t lo veas; es ojo porque te ve. Para dialogar, preguntad primero; despusescuchad. Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa ms que el hacerlas. Tras el vivir y el soar, est lo que ms importa: despertar. Todo necio confunde valor y precio. Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, gurdatela. -Nuestro espaol bosteza. Es hambre? Sueo? Hasto? Doctor, tendr el estmago vaco? -El vaco es ms bien la cabeza. Ayer so que vea a Dios y que a Dios hablaba; y so que Dios me oa Despus so que soaba. Caminante, son tus huellas el camino, y nada ms; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrs se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar. Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.

AGUA, TIEMPO Y MUERTE

EL AGUA EN SOMBRA PASABA

XIII El agua en sombra pasaba tan melanclicamente, bajo los arcos del puente, como si al pasar dijera: Apenas desamarrada la pobre barca, viajero, del rbol de la ribera, se canta: no somos nada. Donde acaba el pobre ro la inmensa mar nos espera

GLOSA

Nuestras vidas son los ros, que van a dar a la mar, que es el morir. Gran cantar! Entre los poetas mos tiene Manrique un altar. Dulce goce de vivir: mala ciencia del pasar, ciego huir a la mar. Tras el pavor del morir est el placer de llegar. Gran placer! Mas y el horror de volver? Gran pesar!

GUERRA, EXILIO, COLLIOURE YSEVILLA

EL CRIMEN FUE EN GRANADA I Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo fro, an con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotn de verdugos no os mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ni Dios te salva! Muerto cay Federico -sangre en la frente y plomo en las entraasQue fue en Granada el crimen sabed - pobre Granada! -, en su Granada.

DE MAR A MAR ENTRE LOS DOS LA GUERRA

De mar a mar entre los dos la guerra, ms honda que la mar. En mi parterre, miro a la mar que el horizonte cierra. T, asomada, Guiomar, a un finisterre, miras hacia otro mar, la mar de Espaa que Camoens cantara, tenebrosa. Acaso a ti mi ausencia te acompaa. A m me duele tu recuerdo, diosa. La guerra dio al amor el tajo fuerte. Y es la total angustia de la muerte, con la sombra infecunda de la llama y la soada miel de amor tardo, y la flor imposible de la rama que ha sentido del hacha el corte fro.

OTRA VEZ EL AYER Otra vez el ayer. Tras la persiana, msica y sol; en el jardn cercano, la fruta de oro; al levantar la mano, el puro azul dormido en la fontana. Mi Sevilla infantil, tan sevillana!

Y CUANDO LLEGUE EL DA DEL LTIMO VIAJE Y cuando llegue el da del ltimo viaje, y est al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraris a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.

ESTOS DAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA

ORACIN POR ANTONIO MACHADO Misterioso y silencioso iba una y otra vez. Su mirada era tan profunda que apenas se poda ver. Cuando hablaba tena un dejo de timidez y de altivez. Y la luz de sus pensamientos casi siempre se vea arder. Era luminoso y profundo como era hombre de buena fe. Fuera pastor de mil leones y de corderos a la vez. Conducira tempestades o traera un panal de miel. Las maravillas de la vida y del amor y del placer, cantaba en versos profundos cuyo secreto era l. Montado en un raro Pegaso, un da al imposible fue. Ruego por Antonio a mis dioses, ellos le salven siempre. Amn. Rubn Daro.

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