Hepatitis B y C
Hepatitis B y C
Hepatitis B y C
El VHB se aísla no sólo en la sangre, sino también en otros líquidos orgánicos tales
como: semen, secreciones vaginales, leche materna, saliva, sudor y lágrimas.
Existen 4 formas fundamentales de transmisión del VHB:
Es bien conocido que los individuos adultos que se convierten en portadores crónicos
del VHB tienen riesgo 15-40 veces mayor de desarrollar una cirrosis hepática o un
hepatocarcinoma que los sujetos sanos. Se estima que en el mundo hay unos
300-350 millones de portadores del VHB y que el 80% de los tumores primitivos
hepáticos están relacionados con el VHB.
TRATAMIENTO
El virus de la hepatitis C es un virus RNA de cadena simple positiva, envuelto, que perte- nece a la
familia Flaviviridae y al género Hepacivirus
La partícula viral tiene forma esférica, con un diámetro aproximado de 40 nm a 70 nm]. Su genoma
está en el interior de una cápside icosaédrica, tiene una longitud de 9.600 pares de bases y codifica
para una poliproteína única que se procesa mientras es traducida en al menos 10 proteínas,
incluidas las proteínas estructurales (core, E1 y E2) y las no estructurales como la enzima RNA
polimerasa viral.
Replicación viral
El virus de la hepatitis C solo infecta en forma natural al hombre. Aunque los hepatocitos son el principal
blanco del virus, éste también puede infectar otras células, como los linfocitos B y las células dendríticas.
Similar a lo que ocurre con el virus de la hepatitis B, el virus no es directamente citopático y es la
respuesta inmune del hospedero la responsable de las manifestaciones clínicas
EPIDEMIOLOGÍA
El RNA del virus de la hepatitis C (RNA VHC) se puede detectar en el suero de los pacientes
entre 1 y 2 semanas después de la exposición, en tanto que la aparición de anticuerpos
comienza a hacerse evidente después de 8 a 12 semanas (periodo de ventana), lo cual
convierte la detección de anticuerpos en un prueba prácticamente inútil para el diagnóstico
temprano de la infección aguda.
En la hepatitis aguda que se resuelve, los síntomas pueden permanecer varias semanas y
comienzan a desaparecer
Pruebas serológicas
Las pruebas serológicas, usualmente por inmunoensayo enzimático o quimioluminiscencia, detectan
anticuerpos contra el virus. Se utilizan antígenos recombinantes adheridos
Pruebas virológicas
Las pruebas virológicas que detectan el RNA VHC, pueden ser cualitativas o cuantitativas (que detecten
la carga viral en un momento dado). Se basan usualmente en la técnica de PCR en tiempo real y
pueden detectar desde 50 UI/mL]. Estas pruebas también tienen una alta especificidad, mayor del 98%,
El pronóstico de la hepatitis C crónica a largo plazo es relativamente bueno y el mejor indicador
pronóstico es la biopsia hepática.
Tratamiento
El tratamiento de primera línea de la hepatitis C crónica se basa en el uso de cualquiera de los dos
interferones (IFN) pegilados que se encuentran en el mercado, administrados semanalmente, por vía
subcutánea, en compañía de ribavirina,
Una mujer de 32 años, enfermera, sin antecedentes patológicos de interés y sin factores de riesgo conocidos
de infección por VHC, que acudió a consulta de atención primaria aquejada de malestar general, dolor
lumbar, astenia, sensación nauseosa sin vómitos y deposiciones normales, de 3 días de evolución.
En la exploración general no se encontraron datos significativos, la temperatura era de 36,4 ºC, fue
diagnosticada de probable proceso viral, y se recomendó analgesia y observación. A las 24 h de la visita, la
paciente comenzó con ictericia conjuntival y solicitó una analítica en su centro de trabajo.
El estudio bioquímico reflejaba: GOT, 2.000 U/l; GPT, 3.360 U/l; GGT, 274 U/l; fosfatasa alcalina, 618 U/l;
bilirrubina total, 7,0 mg/dl; alfafetoproteína, 6,28 ng/ml; amilasa, 44 U/l. Se realizó un estudio serológico, y las
serologías de hepatitis A (anti-VHA-IgM), hepatitis B (anti-HBc-IgM), hepatitis E (anti-VHE-IgG) y hepatitis C
(anti-VHC [cuarta generación], IgG y ARN-VHC por (PCR) fueron negativas en 2 pruebas consecutivas. Fue
en la tercera serología, realizada a los 6 días de la primera, donde aparecieron anti-VHC y ARN-VHC (PCR)
positivos.
Ecográficamente se observa una discreta hepatomegalia a expensas de lóbulo hepático izquierdo. Fue
diagnosticada, en consecuencia, de hepatitis aguda C e inició tratamiento con interferón. Al volver a
interrogar a la paciente, refirió haber tenido una exposición accidental con aguja 34 días antes, durante una
extracción sanguínea a un paciente en estudio por hígado graso, sin que en aquel momento llevará a cabo el
control del posible riesgo de contagio y sin conocer el estado serológico del paciente. La evolución clínica de
la paciente está siendo satisfactoria. Desde el punto de vista medicolegal, dado el origen profesional de la
infección, se declara como accidente laboral con baja médica en seguimiento por su mutua.
Discusión y conclusiones. La hepatitis C aguda, cuando es sintomática (10%), es clínicamente indistinguible
de la infección aguda por otros tipos de virus de hepatitis. Puede ocasionar síntomas como malestar general,
náuseas y dolor en el hipocondrio derecho en el 10-20% de casos, junto con la aparición de ictericia y coluria
en el 20-30%. El desarrollo de una hepatitis fulminante no es frecuente y no suelen observarse
manifestaciones extrahepáticas. El período de incubación medio es de 7 semanas. El ARN del VHC puede
detectarse desde el principio y se acompaña de elevaciones séricas de las transaminasas y, a veces, de la
bilirrubina. Los anticuerpos anti-VHC se positivizan a las 6 y 8 semanas. Después de una hepatitis C aguda,
más del 70% de los casos evoluciona a la cronicidad, aunque hasta un 20% de pacientes eliminan el virus y
consiguen la curación. Aunque todavía no existe ningún estudio aleatorizado, el tratamiento con interferón
parece resolver la infección en la mayoría de los pacientes (hace indetectables los tests virológicos). Tampoco
se ha definido el momento exacto en el que se debe iniciar ni la pauta terapéutica correcta. La mejor medida
ante este tipo de exposiciones en el personal sanitario es la prevención primaria de accidentes.