Aborto
Aborto
Aborto
Aborto incompleto:
Antes de las 10 semanas de gestación, el feto y la placenta son
frecuentemente expulsados juntos, pero después de las 10 semanas se
expulsan por separado. Por tanto, el tejido puede permanecer
completamente dentro del útero o extruirse de manera parcial a través del
cuello uterino. Los productos que se encuentran sueltos dentro del canal
cervical se logran extraer con mucha facilidad con pinza de anillo. Por otra
parte, con la expulsión incompleta, tres opciones de tratamiento incluyen
curetaje, manejo expectante o misoprostol (Cytotec), que es prostaglandina
E1.
Sin embargo, el misoprostol y el cuidado expectante están asociados con
hemorragias impredecibles
En muchos estudios para esto, se ha utilizado una dosis oral de misoprostol
de 600 μg. De manera alternativa, es adecuada una dosis vaginal de 800 μg o
una dosis de misoprostol oral o sublingual de 400 μg.
Aborto complete:
A veces, puede producirse la expulsión completa de todo el embarazo y el
orificio cervical se cierra posteriormente. Resulta típica una historia de
sangrado abundante, calambres y la expulsión de tejido. Los hallazgos
característicos de un aborto completo incluyen un endometrio con mínimo
grosor sin un saco gestacional.
Por tanto, no se puede diagnosticar un aborto completo a menos que: 1) los
verdaderos productos de la concepción se vean con grosor o 2) a menos que
la ecografía documente con seguridad primero un embarazo intrauterino y
luego una cavidad vacía. En situaciones poco claras, las mediciones seriales
de hCG en suero ayudan a aclarar. Con el aborto completo, estos niveles
disminuyen con mucha rapidez.
Aborto diferido:
Describe los productos muertos de la concepción que se han conservado
durante días o semanas en el útero con un orificio cervical cerrado. El
diagnóstico es imprescindible antes de la intervención y evita la interrupción
de un IUP potencialmente vivo. La ecografía transvaginal es la herramienta
principal.