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Historicas-Tercer Malon de La Paz

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2

“Tú no venías a pedirle nada a un hombre,


Tú venías a pedirle a la Nación,
A exigirle ante los ojos de todo el pueblo
la tierra que tus manos reclamaba,
La siembra de todo lo que lleva la vida hacia adelante.”
-Carta de Atahualpa Yupanqui al Primer Malón de la Paz.
3

Índice
PRESENTACIÓN 4

PRIMERA PARTE: “LOS MALONES DE LA PAZ” 6

1. Breve recorrido histórico del Malón de la Paz. 7

1.1 “El Malón de la Paz por las rutas de la patria.” 8

1.2 Segundo Malón de la Paz. 13

SEGUNDA PARTE: EL TERCER MALÓN DE LA PAZ 15

1.1 La reforma (in)constitucional de Morales: punto específico que marca la continuidad del
movimiento. 17

1.2 “El agua vale más que el Litio” 19

2. El renacer del nuevo espíritu: El Tercer Malón de la Paz. 21

2.1 “El territorio como relato”: El Malón acampa en Plaza Lavalle 22

2.2 “La Comunidad, como la común-unidad” 25

2.3- Organización Comunitaria y Lucha del Tercer Malón 28

2.4 "Guerrerxs del arcoíris y de la paz” 31

2.5- Activismos feministas y El 3er Malón de la Paz 35

2-6 Repercusiones y alcance del movimiento: medios, redes y lazos que se tejen en la resistencia. 40

NARRATIVAS COMUNITARIAS El Tercer Malón en la perspectiva del Trabajo Social 43

REFLEXIONES FINALES 45

➢ BIBLIOGRAFÍA 48

➢ ANEXO 50
4

Agradecimientos

A lxs malonerxs que nos recibieron, brindando su espacio y predisposición, abriendo


sus corazones para conocer sus historias personales y dentro del Malón.
Desde nuestro lugar, comprometernos a llevar sus voces al aula y a cada lugar en el que
estemos con el mayor de los respetos que merece, no solo como comunidad sino
también como futuras profesionales en trabajo social. Así como también, acompañar la
lucha desde nuestro lugar, por los derechos que, como bien dijeron, no son solo de
ellxs sino de todxs.
5

PRESENTACIÓN
De trabajadorxs, de mujeres, de campesinxs, de pueblos, de comunidades,
hasta de vecinxs incluso. Los movimientos sociales se manifiestan de diversas maneras,
pero todos tienen algo en común; como si se tratase de una mamushka que va
exhibiendo distintas versiones de sí misma, así los movimientos sociales se diferencian
entre sí, pero logrando siempre dejar en evidencia una injusticia, un derecho
vulnerado, una necesidad. Todos surgen de actores sociales que se organizan con un
objetivo en común, pasando de su individualidad para convertirse en sujetos colectivos
unidos por un espíritu de lucha. Eroles (2008) nos diría que surgen dentro de las
familias, siendo estas el primer tipo de organización social. Familias que, vulneradas en
sus derechos, reconocen las injusticias y se organizan para reivindicar y protestar por
recuperar lo que, en primer lugar, nunca deberían haberles quitado. Cuando decimos
familias, decimos vecinxs; cuando decimos vecinxs, decimos pueblos; cuando decimos
pueblos, decimos comunidad; y cuando decimos comunidad no podemos evitar pensar
en la común-unidad, en la fuerza cálida que impulsa a los ciudadanos a exigirle al
mundo el reconocimiento de sí mismxs y los derechos que les corresponden.

Este trabajo es desarrollado por las estudiantes y futuras profesionales de la


Licenciatura en Trabajo Social de La Universidad Nacional de La Matanza, en el marco
de la materia “Trabajo Social IV : Grupo y Comunidad”. Las integrantes del grupo
somos: Andrada Yamila; Gallardo Daniela; Lucero Leiza; Maciel Melany y Romero
Daiana, quienes nos unimos bajo el nombre grupal de “Históricas”. Al respecto del eje
central de la materia, enfocamos nuestro análisis desarrollado en el presente trabajo
investigando al movimiento El Tercer Malón de la Paz, sujeto colectivo que en el
presente se encuentra en resistencia y en lucha, tanto en las calles de Jujuy como
también en las calles de Buenos Aires, exigiendo de manera pacífica que se le
reconozcan sus derechos ciudadanos, territoriales, culturales e identitarios.

El trabajo está dividido en dos partes: en la primera parte, realizamos un


análisis y descripción teórica, desde una perspectiva decolonial, respecto de las
relaciones históricas entre el Estado-Nación y lxs “Malonerxs” (así se autodenominan
lxs integrantes del movimiento) que nos permitirá obtener una mirada sobre procesos
históricos que han marcado -y que aún hoy siguen marcando- la relación actual entre
estos dos actores citados. Seguidamente, teniendo en cuenta la teoría de Rubén Dri
(2008) invitamos a un breve recorrido temporal explicando la historicidad del Tercer
Malón de la Paz, para lo cual repasamos las características centrales de “El Primer
Malón de la Paz por las Rutas de la Patria”, mencionando sus protestas, el contexto
socio-político y las medidas y estrategias que se han implementado como respuesta a
sus protestas. A continuación, seguimos con el Segundo Malón de la Paz, incluyendo
sus características centrales y mencionando los procesos de tramitación de los títulos
comunitarios que debían elaborarse desde la Provincia.

La segunda parte del trabajo se enfoca en el movimiento contemporáneo y


protagónico de actualidad: el Tercer Malón de La Paz. Para ello, comenzaremos
6

describiendo al movimiento tomando las propias palabras de malonerxs que están


acampando en Plaza Lavalle, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Asimismo, analizamos las diversas dimensiones que constituyen a este movimiento
social, a saber: los reclamos y protestas, quiénes son sus integrantes, las costumbres,
creencias y símbolos, la noción del territorio y el significado de comunidad. Finalmente
se incluye, por un lado, un análisis y relación con los activismos y feminismos
comunitarios, y por el otro, una vinculación con Trabajo Social, incluyendo algunas
miradas que resulta pertinente mencionar desde la disciplina.

La información incluida en estos análisis se construye a partir de una


complementación entre la interpretación crítica del marco teórico visto en la materia,
el trabajo de investigación documental, las declaraciones de lxs malonerxs1 que
pudimos entrevistar y cuya información que han brindado ha enriquecido
enormemente el desarrollo de nuestro trabajo.

Finalmente, se incluye una reflexión grupal que engloba nuestros sentires y


pensamientos, así como también algunas opiniones y miradas al respecto del
movimiento, la elaboración del presente trabajo y observaciones del proceso grupal.

1
Los nombres de lxs entrevistadxs han sido cambiados para proteger su identidad.
7

PRIMERA PARTE: “LOS MALONES DE LA PAZ”


8

1. Breve recorrido histórico del Malón de la Paz.

“La historia es un profeta con la mirada vuelta


hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue,
anuncia lo que será.” Eduardo Galeano (escritor y
periodista uruguayo, 1940-2015). Las Venas
Abiertas de América Latina
Para comenzar esta invitación a un breve recorrido por la historia del Malón de
la Paz, consideramos fundamental partir desde una perspectiva crítica y decolonial de
la misma. Siguiendo a Enrique Dussel (1997), fundador de la “filosofía de la liberación”,
esto quiere decir adoptar una mirada propia, alternativa y diferente de la historia
universal - o mundial- por fuera del pensamiento colonial y eurocentrista. Sin embargo,
advertimos que la crítica al pensamiento eurocéntrico no debe confundirse con una
crítica al pensamiento europeo, sino, más bien a su predominio en tanto dominación
de las élites frente al pueblo (Miguel Trotta; 2020)
Adherimos desde esta perspectiva, a la crítica del pensamiento hegemónico,
moderno y eurocéntrico planteada por el autor Boaventura de Sousa Santos (2010),
sociólogo portugués, quien explica que dicho pensamiento es abismal, en tanto se
estructura en una línea que divide dos mundos: uno corresponde a “la realidad”
(eurocéntrica) y del otro lado - del “abismo”- una realidad excluida, “lo otro” que se
produce como ausente.
“Es un pensamiento abismal. Este consiste en un sistema de distinciones visibles
e invisibles, las invisibles constituyen el fundamento de las visibles. Las distinciones
invisibles son establecidas a través de líneas radicales que dividen la realidad social en
dos universos, el universo “de este lado de la línea” y el universo “del otro lado de la
línea”. La división es tal que el otro lado de la línea desaparece como realidad, se
convierte en no existente y de hecho, es producido como no existente. No existente
significa no existir en ninguna forma relevante o comprensible de ser. Lo que es
producido como no existente es radicalmente excluido porque se encuentra más allá del
universo de lo que la concepción aceptada de inclusión considera que es su otro” (Sousa
Santos, 2010: 11)
Es por ello que, antes de adentrarnos en la historia de los malones y la lucha de
las comunidades y pueblos originarios, consideramos importante invitar, también, al
lector, a decolonizar el saber, junto a nosotras, para continuar conociendo este
movimiento. Tal como lo señala un malonero de los cochinocas a quien nos referiremos
como “H.”, nos enseña a través de sus palabras lo siguiente:
“Yo vengo de la Quebrada de Humahuaca, no soy de la nación kolla soy de los
cochinocas, la historia oficial ha puesto todo kollas y todavía no se están decolonizando,
yo ya me decolonize (…) y en la historia oficial todo son kollas y punto, y entonces
9

ustedes también les corresponde leer un poquito más e informarse y empezar a


diferenciar. No es lo mismo decir guaraní que decir andinos (…)”
Desde aquí partiremos, comprendiendo que esta es la historia que comprende
a “más de 400 comunidades constituidas y 11 pueblos” que conviven en nuestro
territorio Argentino y que son parte de nuestra patria.

1.1 “El Malón de la Paz por las rutas de la patria.”


“La idea no fue desarrollar América según América, incorporando los elementos
de la civilización moderna; enriquecer la cultura propia con el aporte externo asimilado,
como quién abona el terreno donde crece el árbol. Se intentó crear Europa en América
trasplantando el árbol y destruyendo lo indígena que podía ser obstáculo al mismo
para su crecimiento, según Europa y no según América”

- Jauretche (1999)

A finales del Siglo XIX, el incipiente Estado-Nación buscaba construir una


identidad homogénea de una sociedad argentina a partir de la constitución de
enemistades internas que apuntaron principalmente hacia los pueblos originarios. De
esta manera, nació el llamado “Malón salvaje” (Balazote, 2015 p. 3) para referirse a las
comunidades originarias que, al no formar parte del proyecto homogeneizador de la
Nación Argentina, fueron dibujados como enemigos internos que ponían en peligro el
orden. Frente a la amenaza de supuestas fuerzas subversivas de estos pueblos, el
gobierno de Roca dio paso a un genocidio que acabó con la mayor parte de estas
comunidades y esclavizó a la otra parte. “La incomprensión de lo nuestro preexistente
como hecho cultural o, mejor dicho, el entenderlo como hecho anticultural, llevó al
inevitable dilema: todo hecho propio, por serlo, era bárbaro, y todo hecho ajeno,
importado, por serlo era civilizado. Civilizar, pues, consistió en desnacionalizar”
(Jauretche, 1977:43)

La estigmatización de estos pueblos originarios como extranjeros y peligrosos


responde al objetivo de explotarlos y subordinarlos, presentándolos como elementos
peligrosos que propician el caos y desconocen las normas, las pautas culturales y
cualquier representación de autoridad. En este esquema del poder cualquier otredad
resultaba desafiante y la diversidad no era bienvenida, ni resultaba favorable para la
construcción de un ideal de “hombre argentino” (Balazote, 2015). En este sentido, vale
aclarar que no es casualidad que el autor, para referirse al ideal de la época, hable
solamente de “hombre”: claramente, se refiere al hombre blanco, cis-género2, con
privilegios y con la aspiración al modelo de hombre europeo, dejando fuera de la
categoría de Sujeto de derechos a todas las otras identidades étnicas, de clase, de
género y de raza.

2
El significado de cisgénero hace referencia a la identidad de género de una persona. Describe
aquella realidad por la que una persona se siente conforme con su identidad de género asumida al
nacer. Federacion Andaluza LGBT https://andalucialgbt.com/que-significa-cisgenero/
10

Volviendo a lo anterior, el proyecto Nación que se quería construir requería


hacerse con los territorios ocupados por los pueblos originarios y la valorización - o
mejor dicho, la explotación - de sus recursos, así como también utilización de la fuerza
de trabajo -o, mejor dicho, la opresión y explotación - de dichas poblaciones.

Asimismo, a partir de la mal llamada “campaña del desierto” que constó de la


invasión de las tierras de las comunidades indígenas y el genocidio de estas
comunidades, las tierras expropiadas o compradas por el Estado, ignorando a los
pueblos originarios que allí residían, se convierte en un expansivo negocio. Según
Balazote (2015), no fueron las decisiones políticas ni acciones militares las que mataron
y despojaron a los indígenas, sino que el progreso y civilización hicieron emerger un
escenario socioeconómico en el cual los pueblos originarios no podían estar incluidos,
y de hecho, no los incluyeron. ¿Qué sucedía? Es que estos pueblos residían en los
territorios en disputa. Es decir, desde la dirigencia política, se requería hacerse de esas
tierras para explotar sus recursos -y a sus campesinos- en pos del desarrollo y el
progreso económico. En este sentido, Hernandez (2014) diría que la contracara de este
desarrollo es “el empobrecimiento cultural de diversas manifestaciones, la cooptación e
invisibilización de las expresiones de vida en el planeta debido al abuso de la
naturaleza, así como la deshumanización y el aumento de la pobreza” (Hernández,
2014 p. 12). Esto nos dice que el desarrollo económico del país, sobre todo en esta
época, no era para todos.

Siguiendo las primeras líneas de Valko (2023), en lo que respecta al gobierno


peronista, contemporáneo al Primer Malón, han tenido más bien una posición
ambivalente ante los pueblos indígenas, inclinándose a una especie de integración de
estos pueblos a partir del cambio de su modo de vida de uno tradicional -propio de
estos pueblos- a uno moderno. Mientras no exista lo que Hernandez llama “diálogo
intercultural” (Hernandez, 2014), las formas de vida que se acepten y se reproduzcan
serán solo aquellas que se impongan desde el modelo hegemónico, proveniente de un
Estado Nación que arrastra consigo determinadas relaciones con los pueblos
originarios. Esto es, la situación con la que se encontraron los pueblos originarios que
decidieron marchar bajo el nombre de “Malón de la Paz”: no se trataba de una
situación arbitraria de explotación, sino que es producto de una historicidad de
relaciones de poder y hegemonía que impusieron sus ideales eurocéntricos sobre las
comunidades oriundas de Argentina.

Robustiano Patrón Costas, exgobernador de Salta y luego Senador de Argentina,


era quien manejaba a su antojo la forma de vida -y muerte- de las comunidades
indígenas de Salta y Jujuy. En 1916, como gobernador de Salta, instala el mayor ingenio
azucarero en las tierras expropiadas, estableciendo que las comunidades que allí
residen deben pagar arriendos trabajando gratis. Estas personas, vulneradas en su
derecho y negadas en su subjetividad y ciudadanía, fueron víctimas además de
sistemáticos maltratos como: castigos físicos, hambre, enfermedades, explotación y
desapariciones. Este maltrato se expande hasta la década del ‘40, cuando Patrón
Costas es candidato a presidente en un contexto donde el GOU (Grupo de Oficiales
Unidos) ya preparaba su golpe de Estado.
11

Actualmente, el Malón de la Paz es multitudinario, pero tiene sus orígenes en


tan solo tres hombres que ante la primera sorpresa de tener que pagar la pastura de
sus ovejas, se dirigieron hacia Buenos Aires a reclamar por la nueva reforma agraria.
Uno de estos hombres se llama Hermógenes Cayo, quien pudo reunirse con Mario
Augusto Bertonasco, funcionario de la Secretaría de Trabajo, fue quien los escuchó y
los impulsó para realizar una marcha multitudinaria y que así toda la provincia
escuchara sus reclamos.
Hermógenes Cayo elabora un diario de viaje del primer malón de la paz, en
donde sintetiza a través de su escritura todos los procesos, senti-pensamientos y
detalles que hicieron, transcurrieron y caracterizaron la marcha desde distintas
localidades de Jujuy y Salta hasta Buenos Aires. Según escribe en el diario, en sus
brazos llevaba la virgen de Copacabana, que la describe como “la Madre viajera y
valiente la Reina de los indígenas (.) hermosa como la aurora de la mañana (,) brilla
como una estrella mal nunca vista” (Cayo, 1946, p.42). Además, llevaron durante su
recorrido y bien en alto, la bandera de la Patria Argentina. Así, en 1946 un grupo de
174 personas pertenecientes a distintas comunidades originarias del norte argentino
marcharon a pie desde la Puna de Jujuy hasta Buenos Aires, pasando por otras
provincias como Rosario, Tucumán y Mendoza en cuyo trayecto se amplió el grupo,
antes de llegar a la Capital del país, con la participación, entre ellos, de Bertonasco. Se
llamaron a sí mismos “El Malón de la Paz por las rutas de la patria” (Cayo, 1946, p.43),
resignificando el concepto de “Malón Salvaje” que traía Balazote (2015, p.3), más bien
relacionado a la violencia y la estigmatización de estos pueblos, para convertirlo en un
símbolo de paz y lucha colectiva. Nadie pudo predecir que nacía en ese entonces, un
movimiento, un sujeto colectivo que marcaría la exigencia y presencia de los pueblos
originarios en la actividad política y social.
¿Qué motivó a estas comunidades a caminar durante largos meses hasta llegar
a la emblemática Plaza de Mayo, en donde se concentraría la mayor manifestación de
los pueblos originarios en la capital?
Para responder a esta pregunta, destacaremos, en primer lugar, el testimonio
de H., quien nos cuenta a viva voz estos hechos históricos fundantes del primer malón,
y los explica desde el saber propio de quien lleva consigo su memoria ancestral, en su
propia identidad y experiencia de vida:
“¿en que se han inspirado aquella gente del 46? no sabemos bien en qué se han
inspirado…pero sabemos que los malones venían del sur, los pampas y los tehuelches
hacían malonadas. Como ellos estaban en el estadio cazador-recolector les molestaba
mucho que la gente de aquí de Buenos Aires, los españoles que colonizaron y les han
quitado su territorio de caza, porque era su territorio de caza..y entonces, de cuando en
cuando quitaban esos territorios de caza ocupados por estancias con colonos y ellos
criaban ovejas, caballos y vacas, en ese territorio que antes era de los Pampas y de los
Tehuelches. Como ese era su territorio venían a llevar lo que había.. y en esas entradas
violentas, que eran marcha de caballería, ellos venían y tomaban y se llevaban las
vacas, las ovejas, se llevaban los niños, las niñas. Los conquistadores mataban a las
mujeres indias, las niñas indias y los niños indios.. ellos también se llevaban para
reponer (...) “De ahí ha venido el malón, pero este dice que es de la "paz" porque no
viene a hacer violencia ni nada, viene de la paz, viene del norte, viene basado en la ley.
12

O sea cuando se encontraron en el 46 con Juan Domingo Perón estaban reclamando


todas cosas que estaban dentro de la ley, dentro de la Constitución... por eso se llama
"de la paz".

ILUSTRACIÓN 1: LAS COMUNIDADES DEL NORTE LLEGAN A BUENOS AIRES.

Así es como los pueblos originarios, desde hombres y mujeres, incluso hasta
niñeces -el menor de ellos tenía tan solo siete años- peregrinaron durante varios
kilómetros en pos de defender sus derechos, la restitución de las tierras que habían
pertenecido durante décadas a sus antepasados, y su participación y visibilidad en la
política del país. Las palabras de Juan Domingo Perón sobre que la tierra debe ser de
quien la trabaja, refiriéndose a la expropiación de alrededor de 340 mil hectáreas,
encendió una chispa de esperanza en estos pueblos que marchaban.
Sin embargo, pese a contar con la vista buena del presidente y el apoyo de un
dirigente como lo fue Bertonasco, el camino para los integrantes del Primer Malón de
la Paz no fue llano, tuvieron que enfrentarse a largas semanas de espera sin obtener
una respuesta. Fueron alojados en el entonces llamado “Hotel de Inmigrantes” -como
si no pertenecieran desde siempre a la tierra argentina- e incluso sometidos a los
rigurosos procedimientos médicos que se le realizaban a los migrantes en ese
entonces. A partir de esto, la opinión pública y medios de comunicación, que ya venían
siguiendo el andar y proceso de este Malón, comenzaron a desacreditar al movimiento.
Algunos sectores de la opinión pública decían que eran extranjeros y que no eran
verdaderos indios porque sabían leer y escribir.
13

ILUSTRACIÓN 2: ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA AHORA EL 10.8.46

El mes de agosto transcurrió sin noticias para estas comunidades y pronto los
diarios dejaron de publicar noticias relacionadas a los reclamos en sus columnas. Se
estima que tres semanas después, las fuerzas armadas se presentaron en las puertas
del hotel y llevaron a la fuerza a los integrantes del Malón hasta la estación de Retiro,
de allí viajaron hacia las fronteras del país con Bolivia en un intento por el propio
gobierno de lavarse las manos y dejar en el olvido la cuestión con los pueblos
originarios. Aquí mismo es que Hermógenes Cayo, representante jujeño del Primer
Malón, termina su diario de viaje entre frases como “era la noche del 4 de septiembre
(,) noche helada y triste y conté los pasajes de mi viaje a mi familia lloroso y triste sin
conseguir nada” (Bertonasco y Cayo, 1946 p. 55), representando el abandono y falta
por parte del gobierno y, aún más, de la sociedad ante los reclamos de los pueblos
originarios.

En síntesis, intentaron enterrar el recuerdo de pueblos que marcharon desde


sus tierras hacia la capital; que subieron tres representantes del movimiento al balcón
de la casa Rosada y se abrazaron con el presidente, quien prometió respuestas a sus
demandas que jamás pudo dar; a quienes un día recibió la sociedad porteña con
vítores y gritos de apoyo, semanas antes de ella misma olvidarse de las injusticias por
las que reclamaban.

El desenlace de una lucha -siempre pacífica- de estas comunidades y el esfuerzo


por recuperar sus tierras y obtener su debido lugar en la sociedad argentina, no fue
favorable para ellos. Esto nos dice dos cosas; la primera, manifiesta cómo estas
comunidades han sido utilizadas para beneficios políticos y económicos de una clase
que no las reconoce como parte de la sociedad argentina; y la segunda, marca un antes
y un después en su lucha.

El Primer Malón de la Paz fue condenado a las penumbras del olvido de la


“historia oficial”, más no es la primera vez que los excluyen de las sociedades y de la
14

identidad argentina. Pero hay algo que nunca van a poder enterrar: la memoria
histórica de los pueblos. Para bien o para mal, este primer Malón se configuró como el
primer reclamo importante que debe enfrentar el nuevo presidente, ya que presenta
las presiones de una reforma agraria en todo el país; y la primera gran manifestación
de los pueblos originarios que marcaría el comienzo de una lucha que, hasta día de
hoy, perdura.

1.2 Segundo Malón de la Paz.


El Segundo Malón de la Paz hizo su presencia alrededor del año 2006, nacido a
partir de una Asamblea que se realizó en la ciudad de Abra Pampa, en el mismo punto
donde 60 años antes nació el Primer Malón de la Paz. En esta Asamblea, los delegados
resolvieron organizar otra de carácter comunitario en Purmamarca, en la cual
participaron diferentes comunidades.
Como una canción que se repite en la radio, nuestros pueblos nuevamente se
vieron en una posición de tener que reclamar por sus derechos a los territorios, debido
al incumplimiento constitucional por parte del gobierno.
Como resultado de las marchas del Primer Malón de la Paz por los caminos de
la Patria, en 1949 el gobierno nacional expropió algunas tierras de la puna y quebrada
de Humahuaca para entregarlas a sus ocupantes originarios. Finalmente con la reforma
Constitucional del año 1994, se incluyó a los pueblos originarios en el artículo 75 inc.
17 que establece:

“Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e


intercultural; reconocer la personería Jurídica de sus comunidades, y la posesión y
propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la
entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será
enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su
participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que
los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”

En síntesis, se reconoce la preexistencia de estos pueblos y se aboga por el


respeto a su cultura y la propiedad de los territorios que son habitados
tradicionalmente por ellos.
En principio, ninguna de aquellas dos promesas expuestas se han cumplido. A
partir del ‘96, la Nación envía fondos a las provincias para tramitar la titulación
colectiva, pero se tramitaron unos pocos títulos, por lo que en el año 2003 la Comisión
de Participación Indígena promovió una acción de amparo que obtuvo una sentencia
favorable tres años después. Dicha sentencia exigía a la Provincia la entrega de los
títulos de propiedad comunitaria en un plazo de quince meses. Ante este
incumplimiento y la apelación de la provincia, en el año 2005 el Segundo Malón de la
Paz denunció a través de una protesta el incumplimiento del fallo por parte del
gobierno.
Debemos agregar que nos hubiese gustado poder terminar este apartado con
alguna frase que afirme el cumplimiento de los derechos de propiedad de los pueblos
originarios, de manera tal que daríamos lugar a una conclusión quizás orientada hacia
una reflexión de la madurez política en torno la cuestión de los pueblos originarios,
pero hace no mucho tiempo, el gobierno apeló el fallo judicial para no devolver las
15

tierras. Y es que, la lucha continúa hasta nuestros días, por ello es que presentaremos
a continuación el último movimiento en manos de las comunidades originarias: el
Tercer Malón de la Paz, que está teniendo su auge en el momento presente.

Este es, en realidad, el principio de nuestro trabajo.


16

SEGUNDA PARTE: EL TERCER MALÓN DE LA PAZ.


17

Sabiendo ya, a partir de lo expuesto, que el movimiento posee una larga


historia; habiendo presentado al Primer y Segundo Malón de la paz, ahora nos
detendremos y nos enfocaremos en conocer el Tercer Malón de la Paz. Sin embargo,
para dar comienzo a esta parte nodal del trabajo partiremos de preguntamos ¿En qué
se inspira el 3er Malón para continuar el legado? ¿Qué similitudes y diferencias hay
entre los distintos malones? Lxs malonerxs entrevistados contestan a estas
inquietudes, de manera clara y esclarecedora:

H. nos responde “es lo mismo, lo que han venido a reclamar desde el 46 es lo


mismo: territorios. La posesión de sus territorios han venido a reclamar pero resulta
que en el 46 no tenían las armas que tenemos ahora, no tenían el reconocimiento de la
Constitución nacional y ahora lo tenemos pero igual estos tipos no lo cumplen, son
violadores.”

En relación al segundo interrogante planteado, otrx malonerx a quien nos


referiremos como K. perteneciente a la comunidad tonocotés, responde que considera
como similitudes de los malones: “el reclamo de los territorios, la preexistencia de los
pueblos originarios y su permanencia en el territorio”.

H. amplía la respuesta, manifestando sus ganas de participar y aportar, y nos


dice “ (...) cada uno tiene que tener su propia idea pero yo lo pienso así leyendo la
historia del Malón de 1946 …. el viaje a Buenos Aires ya han quedado inscriptos en la
historia y de pronto se gesta en Jujuy un nuevo Malón a Buenos Aires, aquí voy a entrar
en la historia. Venir, participar, ellos están haciendo historia también, sus nombres
están, hay una lista donde vinieron en colectivo, vinieron en traffic… No es que yo le
dije que inventó la historia por mi parecer. Fuimos a la Universidad de Jauretche hace
una semana atrás y ahí el historiador dijo “entraron en la historia” “el malón entró en
la historia”, y eso es importante ¿saben por qué? Porque hay un historiador de aquí de
Bs As Jose Luis Romero o José Alberto Romero no recuerdo, son dos los Romeros, uno el
hijo otro el padre, el mayor escribió “las clases bajas no tienen historia porque nunca
escribieron nada de ellos” así dijo ese historiador que está reconocido, de esos que
dicen que todos son kollas, entonces cuando podamos entrar en la historia tenemos
que venir y participar, y es importante porque viste que ellos vinieron caminando
(señala al primer malón) todos los días caminaron, tres meses tardaron, nosotros
utilizamos la tecnología, llegamos en una semana, y paseando por allá. Ahora la gente
dice “pero ya no son indios” dicen que tenemos que venir caminando, tenemos todo el
derecho a utilizar la tecnología. Un hermano dijo “que nos discriminan porque a veces
usamos ojotas”, porque nos discrimine porque usamos ojotas yo a ese tipo lo tengo por
ignorante, si lo tengo como ignorante y lo puedo demostrar porque su dios Jesucristo
usaba ojotas, los filósofos (Los nombra) usaban ojotas, sus mejores guerreros usaban
ojotas, no tenían botas.”

Partiendo de esta presentación y distinción del Tercer Malón, iremos


particularizando en los diferentes puntos que consideramos claves para el
conocimiento y entendimiento del mismo, acerca de qué fue lo que lo originó, los
conflictos territoriales y los motivos que impulsaron su llegada de Jujuy a Buenos
Aires, así como también intentaremos transmitir todo lo que significa este movimiento
18

social en particular, desde la voz de lxs malonerxs y el análisis y aportes del Trabajo
Social, de la manera más adecuada y acorde a la magnitud del movimiento.

1.1 La reforma (in)constitucional de Morales: punto específico que


marca la continuidad del movimiento.
Durante el mes de junio, la Convención Constituyente de la Provincia de Jujuy
aprobó la reforma parcial de la Constitución jujeña propuesta por Gerardo Morales,
quien es gobernador de la provincia y funcionario por parte de la Unión Cívica Radical
electo democráticamente. En la reforma se establece la prohibición de cortes de ruta y
el uso de los recursos y tierras de la provincia, por nombrar solo algunas medidas que
se contrarían con la Constitución Nacional y que dan origen a la presencia del Tercer
Malón de la Paz en las calles de Buenos Aires.

Es importante mencionar que la propuesta de esta reforma es más extensa,


pero a fines de este trabajo recuperamos las dos pautas expuestas más arriba que
explican con más énfasis las presentes protestas y represiones que se están
desarrollando en este momento, durante el mes de noviembre y desde el mes de junio,
tanto en la Ciudad de Buenos aires como en la provincia de Jujuy.

La aprobación de esta reforma parcial constitucional por parte de la Convención


Constituyente tuvo prontas consecuencias en la provincia de Jujuy que se expresaron
en un conjunto de trabajadores y trabajadoras estatales, docentes, comunidades
originarias y organizaciones sociales y sindicales que se manifestaron en las calles para
comunicar su desacuerdo con las reformas. La respuesta del gobierno provincial fue la
represión y la violencia con gases lacrimógenos y balas de goma, mientras que uno de
los fundamentos que utilizó Morales para dar cuenta de su reforma estuvo relacionado
con fines de “mantener la paz”. Algo contradictorio, teniendo en cuenta las
circunstancias.

En este punto, es menester recordar que la Constitución Nacional argentina


establece el derecho a huelga en su artículo 14 bis, afirmando que “queda garantizado
a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al
arbitraje; el derecho de huelga.”, así es que la opinión pública y los sectores que se
oponen a la reforma de Morales, denominan a esta como una “reforma
inconstitucional” en tanto que la actualización jujeña va en contra de los derechos
establecidos por la Constitución Nacional Argentina. En este punto, cabe mencionar
que desde el oficialismo se han pronunciado en contra de la propuesta de Morales, sin
19

embargo, lo cierto es que, llevando más de cuatro meses del estallido del conflicto, aún
no se han presentado soluciones a las personas afectadas por esta nueva reforma
inconstitucional.

Abocando el análisis en el marco de la Constitución jujeña, respecto a la


reforma, son dos artículos los que Morales suprime: en primer lugar, el artículo Nº36
que refiere a la propiedad privada. En su última actualización, éste dispone el uso de
los bienes privados siempre y cuando no se presente en “oposición a la función social o
en detrimento de la salud, seguridad, libertad o dignidad humanas”, pero con la
aprobación de la nueva constitución se quita esta dimensión del apartado y se
establece casi lo contrario, priorizando el uso de los bienes privados por parte del
propietario siempre y cuando sea a su favor, en vistas de proteger el derecho a la
propiedad de privada de “ocupaciones no consentidas”3 que impidan el uso del bien
por parte del propietario.

Podría pensarse que es pura coincidencia, pero a medida que se profundiza en


el análisis, se evidencia que en las decisiones políticas las coincidencias no existen y los
intereses individualistas son lo que más se reproduce.

Siguiendo con el segundo artículo que Morales dio de baja, el Nº50 el cual se
centraba en los derechos y garantías de los pueblos originarios. Conforme a la
Constitución Nacional, en su anterior versión de la Constitución de la provincia, en el
inc. 1 se establecía que se “reconoce la preexistencia étnica y cultural de las
comunidades originarias y pueblos indígenas de Jujuy y garantiza el respeto a su
identidad, espiritualidad, herencia cultural, conocimientos ancestrales y el derecho a
una educación bilingüe e intercultural”, en tanto que en el inc. 2 reconocía que “el
Estado es el encargado de reconocer tanto la personería jurídica de las comunidades
dentro del territorio provincial como la posesión y propiedad comunitarias de las tierras
que tradicionalmente ocupan, con el fin de garantizar y reafirmar la integridad
territorial de la Provincia en la Nación”. Debido a la actualización propuesta por
Morales, el artículo 50 sufrió un cambio radical y regresó a la versión del año 1986
donde se establecía puramente el deber de la Provincia en proteger a los pueblos
originarios para su desarrollo económico y social.
¿En dónde se sitúa a los derechos culturales, que hablan de la identidad de
estos pueblos; los derechos de propiedad comunitaria sobre las tierras que habitan
hace siglos; y el reconocimiento de su personería jurídica y sus derechos a
participación como ciudadanos? Estas preguntas se orientan en función de lo
contemplado en el artículo Nº17 de la Constitución Nacional Argentina que reconoce
los puntos expuestos como derechos de los pueblos originarios y que a su vez se
condice y contemplan con lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
Algunos Derechos Humanos vulnerados a partir de esta reforma se describirán
exhaustivamente en el apartado de medios de comunicación, pero resulta prudente
hacer un breve acercamiento en este apartado para no olvidar que la transgresión de
estos derechos y garantías se dio en manos de decisiones políticas por parte de
funcionarios que fueron electos democráticamente y que responden a intereses de

3
S.f. “Reforma constitucional en Jujuy: qué dice la norma que generó el conflicto” (2023) Ámbito.
20

sectores poderosos en deterioro del bienestar de las comunidades originarias y los


trabajadores y trabajadoras de la provincia de Jujuy.
Ya se expuso con anterioridad en este trabajo que una de las causas de lucha de
los malones históricos está relacionado con la posesión de los territorios, los cuales por
tradición pertenecen a estas comunidades. Con la reforma de Morales, se permitió
ignorar la voz de estos pueblos al momento de decidir el uso de las tierras,
específicamente en el “Triángulo del Litio”, espacio que ocupaban estas comunidades
para la reproducción de su vida.

1.2 “El agua vale más que el Litio”

El Triángulo del Litio es un territorio en donde se concentra cerca del 50% del
litio en tres países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia y Chile. En Argentina, este
territorio comprende “El Salar del Hombre Muerto”, “Salar de Olaroz” y “Salinas
Grandes”, estos constituyen los puntos de explotación minera en Jujuy por parte de
empresas privadas cuyo interés radica en la extracción del litio.

El litio es un material clave para la descarbonización de transporte ya que se


utiliza en la producción de baterías y resulta un recurso estratégico para los países con
grandes yacimientos, siendo entonces un elemento clave para contribuir con el
desarrollo económico del país. El aspecto que más resalta al momento de remitirnos al
desarrollo económico se trata del compromiso ambiental que significa hacer uso del
material del litio con el fin de reducir el uso de combustibles fósiles, extender la
electrificación, mejorar la eficiencia energética y utilizar combustibles alternativos
(CEPAL, 2023). No obstante, así como presenta oportunidades de desarrollar
capacidades productivas y tecnológicas, la obtención del litio trae consigo
consecuencias ambientales y sociales sobre los territorios de extracción, afectando a la
sostenibilidad de los ecosistemas. Además, se ha demostrado que, si se quiere frenar la
contaminación ambiental generada por los automóviles convencionales
reemplazándolos por automóviles eléctricos, estos últimos necesitarán al menos seis
veces más materiales que los convencionales, es decir, más litio, más zinc, grafito y
otros (CEPAL, 2023).

A su vez, el aumento de la demanda del litio por parte de diversos países se


debe, en parte, al aumento del precio internacional de los combustibles fósiles,
21

generado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que se ha trasladado a los sectores
energéticos. La intención de utilizar la energía como combustible en los automóviles se
ha presentado en diversos países desarrollados a tal punto que en Chile se ha creado,
en el marco del Foro Ministerial de Energías Limpias, un foro político llamado Iniciativa
de Vehículos Eléctricos para fomentar la electrificación de los automóviles.

En este aspecto, existen tres tipos de yacimientos


de litio, uno de ellos es el depósito de salmuera en
salares el cual deviene mayor complejidad debido
a la composición química de los salares, el cual
tiene grandes concentraciones de litio, pero
también de impurezas, entendiendo a las
impurezas como la presencia de otros elementos
que se encuentran disueltos en la salmuera. Esto
ocasiona que la extracción del litio sea más
compleja y requiere tener en cuenta diversos
factores para su aprovechamiento, como la
disponibilidad de la electricidad, gas y agua dulce
necesarios para su obtención. Este tipo de
yacimiento es el que se presenta en mayor medida
en Argentina, siendo este país el que más
proyectos en desarrollo en torno al litio tiene ya
que está abierto a la invasión privada
internacional. Dos explotaciones que están operativas son de la zona Minera del
Altiplano y Sales de Jujuy.

En el año 2006 en Jujuy se creó la empresa estatal EXAR, una empresa


argentina conformada por Lithium Argentina, Ganfeng Lithium y JEMSE (Jujuy Energía
y Minería Sociedad del Estado) dedicada al desarrollo y producción del litio en el Salar
Cuachari-Olaroz, cuyo proyecto de producción se estableció para el año 2023. En este
marco, unos años después, se sancionó la Ley Provincial Nº5.674 que establece como
recurso natural estratégico para el desarrollo económico a las reservas minerales que
contengan litio, lo cual adecua el terreno para la explotación del mineral en desmedro
del ecosistema.

En resumen, Argentina es un país abierto para los negocios privados y son


justamente las empresas internacionales quienes se interesan por la explotación del
litio en el norte argentino; el papel del gobierno jujeño es permitir el uso de las tierras
para la explotación a fines de desarrollo productivo para las empresas privadas,
cobrando solo un mínimo porcentaje de regalías en desmedro del ecosistema, ya que
estos humedales ubicados a 4000 metros de altura tienen un valor clave para las
economías locales, incluyendo el pasto para el ganado, recursos alimenticios y agua
fresca, los derechos y la integridad de las comunidades locales.

Haciendo referencia a este conflicto, otrx malonerx a quien nos referiremos


como “K.” nos explica lo siguiente:
22

- (…) la concesión por el uso de las empresas mineras porque se necesitan


toneladas de agua para limpiar la sal para extraer el litio, entonces tienen derechos
ellos (los empresarios). Porque si no existía (…) una consulta previa a las comunidades
originarias. O sea, vos tenías que pedir permiso, si la comunidad se oponía al uso del
agua o de los recursos naturales. Ahora han derogado eso, con la nueva reforma, han
derogado eso, y es para facilitar el negocio.

Respecto a este último aspecto, la extracción del mineral implica la salinización


de miles de litros de agua dulce, afectando directamente a la vida de las comunidades,
los humedales y los animales.

Con lo expuesto anteriormente, vemos cómo el marco político e institucional es


preparado para poder llevar a cabo la explotación minera de territorios a favor de
intereses de empresas privadas, arrebatando los derechos adquiridos de los pueblos
originarios, incentivando un extractivismo feroz que destruye tanto los recursos
ancestrales como la vida de las comunidades.

2. El renacer del nuevo espíritu: El Tercer Malón de la Paz.


“Nosotros somos pacha, nosotros somos semilla, nosotros somos
los lazos que extendemos a nuestros hermanos de las ciudades, a
nuestros hermanos de otros pueblos, de otras naciones. Entonces somos
todo un solo pensamiento y somos todos una buena vibra y mientras nos
mantengamos unidos sabemos que vamos a lograr muchas cosas”.
-Sara Dionisio, integrante de la comunidad de Aguachica.

Como consecuencia de la reforma inconstitucional y la problemática en torno al


litio, los pueblos originarios tuvieron la determinación de hacer escuchar su voz con
fuerza reivindicando sus derechos a través de la movilización pacífica tanto en la
provincia de Jujuy como también en la provincia de Buenos Aires. De esta forma surge
el 3er Malón de La Paz y su reclamo expresa tal claridad como el agua por la que
luchan, y así lo manifiesta H.:

“(…) el Malón lucha contra la corrupción, sobre todo, contra la injusticia.


Entonces ¿Qué quiere hacer? construir una alternativa contra este orden neoliberal
nefasto, terrible, por eso tenemos que tratar de construir algo nuevo, algo mucho
mejor, algo que se pueda vivir como dice la teoría de la Pachamama "el buen vivir". Y
para ejercer el buen vivir necesitamos agua limpia y territorios limpios”.

Como lo expresa Felicitas (2010), los


movimientos sociales son desafíos
colectivos que son planteados por
personas que tienen objetivos comunes y
solidaridad, al mismo tiempo mantienen
una interacción con un oponente. Los
movimientos, como lo es el 3er malón de
la paz, buscan hacer valer sus derechos
como ciudadanos, el espíritu de lucha de
23

las comunidades locales del norte Argentino.

Ante lo expuesto, el 3er malón de la Paz es un espíritu que surge de la memoria


de los malones que lo precedieron. De ellos toman su forma pacífica de manifestarse,
siempre su reclamo se basa en el marco de la ley. Desde su propia voz, expresan: “…de
la paz porque no viene a hacer violencia ni nada, viene de la paz, viene del norte, viene
basado en la ley. O sea, cuando se encontraron en el ‘46 con Juan Domingo Perón
estaban reclamando todas cosas que estaban dentro de la ley, dentro de la
Constitución... por eso se llama "de la paz".

Este malón se caracteriza por su contexto socio-histórico, como lo señalamos en


los apartados anteriores, tiene sus propias particularidades e irrumpe con fuerza
reclamando ante los atropellos que sufren desde el gobierno de Morales.
En palabras de H:

“El malón es una fuerza, es algo que no lo podés ver, pero le podés sentir.
Estamos todos y es una energía enorme, estamos uno solo y no es nada... entonces eso
es el malón, es como el espíritu santo en territorio religioso, nosotros no tenemos nada
que ver... por eso el malón es una fuerza, diríamos entonces "una fuerza nuclear
simple" impresionante no? estamos dentro del campo de la física”.

2.1 “El territorio como relato”: El Malón acampa en Plaza Lavalle


“Como un tremendo viento / dicen que fue el
malón / un torbellino en contra de los días / y eso
que los antiguos eran duros / como rocas / firmes
/ ahí quedó su sangre / desparramada / me decís
abuela / y tu recuerdo es el lago / al que me
asomo / para sorber un trago”

“Escribo para recordarme quién soy”

-Liliana Ancalao Meli, poetisa mapuche.


Para adentrarnos en la llegada del 3er Malón a Buenos Aires, y a su
permanencia y acampe en Plaza Lavalle (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) interesa
detenernos en primer lugar en la noción de territorio, es por ello que comenzamos
este capítulo con la siguiente premisa: “el territorio como relato”, la misma es tomada
de Alfredo Juan Manuel Carballeda (2015), trabajador social argentino. Carballeda
toma esta idea para decir que la territorialidad se construye de forma discursiva. El
autor parte de la consideración de que la existencia misma está signada por la
narración, para afirmar que el territorio se delimita en tanto es nombrado y construido
a través de relatos y de forma discursiva en cuanto a su sentido, su historia, su
identidad y pertenencia; y sostiene que a su vez, esto posible a partir de la Otredad, es
decir, en cuanto haya un lazo social con un Otro que posibilite el intercambio, la
reciprocidad y la trama social situados en un tiempo y espacio. (Carballeda; 2015)
La noción de territorio para las comunidades originarias adquiere una mirada
hacia lo territorial desde un pensar situado. Tal como señalamos en la primera parte
24

del trabajo, lo territorial en América posee cierta singularidad que parte de una
construcción impuesta por diferentes formas de dominación colonial que subsisten
hasta el día de hoy. De tal manera es que, Espacio y Lugar, también implican formas
diferentes de circulación, de encuentro y distintas formas discursivas, relacionadas con
las guerras para controlar nuestras geografías y las resistencias a esas imposiciones.
(Carballeda; 2015)
En el encuentro en Plaza Lavalle, durante la entrevista realizada, H. remite,
constantemente y en cada respuesta, a su historia desde lo recuperado en la vivencia y
experiencia de vida en la comunidad, a partir de sus relatos podemos observar la
narrativa construida acerca del territorio: “Nosotros solo nos queda recuerdo de cómo
las vivencias de nuestros antepasados… No hay nada escrito, es poco lo que queda (...)
A mí me sorprende. No puedo tener un libro de mi antepasado”
Continúa contando… "¿Por qué no hay? Porque está deformado. Porque el
Estado lo deformó. Le deformó con que, por ejemplo, (el estado) le quita y le dice,
¡prohibido… nadie puede hablar sobre la lengua aquí!... Yo me acuerdo bien en la
escuela, era prohibido, puede haber algún término - que ni siquiera era quechua, yo era
un regionalista.. “¡no, eso no se habla, hay que hablar así!”. Con el acento, las reglas
gramaticales. Y entonces tales que hoy le dice “si, usted.. ¿Que habló?” No sé… debe
ser que hablábamos quechua, pero no, pero es complejo, no se puede decir qué
hablaba en este sector de los cabildos, los cochinocos, los humahuacas (...) Yo creo que
para ser el líder en esos lugares, creemos según la historia, escarbando historia que un
líder, ya sea humahuaca, cochinoca, casabildo era debe hacer como 5 o 6 idiomas tiene
que saber. No te digo completo, pero él sabía comunicar ¿Por qué? porqué tenía que
saber el aimara y el quichua para comunicarse con los otros andinos, eh, pero también
tiene que saber algo de guaraní (…) Y tenía que saber de la quebrada de Humahuaca
para el noroeste Tenía que saber cursa, tenía que saber cacán tenía que saber Atacama
y cuánto… 6 idiomas… un políglota tenía que ser el tipo. O no era… o no era jefe.”
Interesa recuperar esta concepción de construcción mutua entre el territorio y
los sujetos, en donde el territorio es construido y a su vez, construye territorialidades,
para luego preguntarnos ¿Por qué acampar en Plaza Lavalle? ¿Porque desde Jujuy han
venido hasta Buenos Aires? ¿Por qué este espacio es el privilegiado para visibilizar su
lucha?
H. nos cuenta que “hemos tenido una reunión y nos dijeron: aparentemente es
inofensivo el malón asentado aquí, en esto que yo le llamo "toldería". Allá están
construyendo los toldos (señala a sus hermanxs malonerxs que más adelante están
armando su toldo) estas son las tolderías. Aparentemente quien diría este grupo de
gente, puede Larreta mandar la policía y los saca volando, con gas y todo pero no... Así
está el malón, asentado aquí, al frente de la suprema corte, es un" factor de presión"
que no se, con el tiempo lo vamos a evaluar. También, cuando marchamos todos,
cantando con las banderas por la calle, es un factor de presión que todavía no lo
podemos evaluar, lo evaluará la historia…”
K., por su parte, refiere que eligieron Plaza Lavalle “porque está en frente de la
Corte Suprema de Justicia, quien es el que tiene que determinar la inconstitucionalidad
de la reforma. Está frente a los Tribunales Supremos”
25

Si bien los territorios en conflicto y en lucha, por parte de las comunidades


originarias, se extienden a lo largo y a lo ancho del país, entendemos que acampar y
permanecer en la Plaza Lavalle, constituye un punto estratégico y político para lxs
malonerxs, por estar ubicada en pleno centro porteño, en un lugar que además, es
turístico y de alta circulación.
Resulta interesante para el análisis, agregar lo planteado por Carballeda (2015)
quien sostiene que en las ciudades se han constituido en los últimos años, con el
avance de las políticas neoliberales, en territorios apropiados por las lógicas que
producen desigualdad. En este marco, el neoliberalismo trajo una fuerte crisis que
derivó, entre otras cosas, también en una pérdida de lo público como espacio, como
lugar para desarrollar procesos de socialización histórica y cultural.
“La apropiación de lo público por las empresas, las restricciones en la
circulación, a parcelación de lo estatal, impidieron e impiden en muchos casos una
expresión sin ataduras de lo multicultural” (Carballeda, 2012).
Siguiendo a Carballeda (2012) es en este escenario que el vínculo y el lazo
social como elementos constitutivos de solidaridades, se fueron diluyendo en las
lógicas impuestas desde el neoliberalismo, trocando a la solidaridad por la
competencia. Consideramos que el Tercer Malón de La Paz, en este sentido, viene a
poner estas lógicas en cuestionamiento, y a recordar que existen otras lógicas
ancestrales donde el lazo social y la solidaridad prevalecen.
Al respecto, H. y K., nos cuentan una experiencia que han tenido en este tiempo
acampando, que demuestra lo dicho anteriormente, en donde se han encontrado con
“los chicos de la calle”, según refiere H., “ellos quieren venir” a Plaza Lavalle, sin
embargo, según relata, no los dejan venir (al acampe del Malón) porque “vienen a
tomar por la noche, toman bebidas hasta fuman pucho, se drogan, todo. Luego
entonces después ya empieza a loquear, a gritar, no eh, entonces no”. A lo que los
chicos, le responden: “Ah pues la plaza no es tuya”
K. agrega a la anécdota “(...)Ellos son los originarios les dije yo a ellos
(refiriéndose a lxs malonerxs). Los verdugueaba a ellos y le decía, aquí hay originarios
de la plaza, que era la gente que está en situación de calle, ellos eran… ellos son los
dueños de este territorio que estos éstos le han invadido, claro, pero bueno, pues sí ha
habido convivencia porque han venido a buscar comida… mucha comida (...) Y el
malón también se ha vuelto una respuesta a gente en situación de calle. ¿Ven todas
esas cosas que están ahí afuera? Son de una mujer en situación de calle que nos deja
porque sabe que está cuidada. (...) Toma té con nosotros y come con nosotros.”
En una sociedad moderna que deshizo las nociones de espacio, lugar y
territorio, primero privatizandolas y luego haciendo que sean atravesadas por la lógica
del gasto y el costo beneficio, podemos afirmar que la diversidad cultural, requiere un
lugar para poder ser, y hacerse ver, para salir del mero enunciado y la declamación, y
subvertir las lógicas neoliberales e individualistas: ese espacio como tal es el espacio de
lo público. (Carballeda, 2012) Es por ello, que consideramos que la permanencia del
Malón, la ocupación y recuperación del espacio público, a través del acampe, como
espacio de lucha, de resistencia, de encuentro y de comunidad, es un hecho
revolucionario.
26

“La inscripción subjetiva de la identidad se construye mayoritariamente en el


espacio público, desde su apropiación, allí, si se hace factible la posibilidad de
confrontar y dialogar con otras identidades.” (Carballeda, 2012)
En este sentido creemos que la presencia del Malón en Buenos Aires puede
contribuir a procesos sociales que enfrenten la marginación social de los territorios de
la desigualdad. En términos de Manzanal (2018) los territorios son considerados como
“actores imaginarios” con potencialidad intrínseca para generar procesos sociales con
capacidad de enfrentar a los procesos de marginación social, consecuentes del
fenómeno de la “globalización perversa”. Donde la democracia de mercado y el
neoliberalismo conforman los “brazos” necesarios, de dicho fenómeno, para reducir las
posibilidades de afirmación de vida cuya solidaridad se base en principios de
contigüidad, vecindad solidaria y el territorio compartido. Es por ello que, el territorio
es considerado como actor potencial para el cambio social, esperanzador, solidario y
contrahegemónico, que ofrece el lugar para construir otra historia con otros que se
revelan.
Pensar al Malón desde éstas nociones de territorio, implica necesariamente
hablar de comunidad. Sin embargo, para ello será necesario hacerse la pregunta sobre
¿Qué es la comunidad?, y ¿Qué significa la palabra comunidad para el Malón?

2.2 “La Comunidad, como la común-unidad”


“La comunidad, el modo comunitario de
producción y de vida, es la más remota tradición
de las Américas, la más americana de todas:
pertenece a los primeros tiempos y a las primeras
gentes, pero también pertenece a los nuevos
tiempos que vienen y presienten un Nuevo
Mundo" - Eduardo Galeano

La palabra Comunidad es una categoría polisémica, es decir, que la misma


palabra tiene más de un significado. Sin embargo, partiremos hablando de ella según la
premisa de Néstor Jerez, cacique del pueblo Ocloya, quien nos dice “La comunidad es
eso, es la común-unidad”. Su respuesta, lejos de remitir a lo obvio, como podría
parecer, habla del lugar que toma “lo común” en tanto constituye un “nosotros”, es
decir, un sentido de pertenencia y de aspectos en común; y la “unidad” como aquello
que une, que genera lazo social y proyecta a ese “nosotros” hacia un “nosotros
articulado”, hacia lo participativo en términos económicos, políticos y socioculturales.
Sin embargo, depende de lo que se considere como “común” variará el significado de
comunidad. (Molina y Velazquez; 2006 )

Creemos que esta palabra, por su carácter polisémico, es importante definirla a


partir de lo que las propias comunidades, que conforman al Malón, entienden por
comunidad. En este sentido, recuperaremos las propias palabras de malonerxs
entrevistadxs, quienes relatan, desde sus propias vivencias y memorias, el sentido que
le otorgan a su significado.
27

Al preguntarles lo que representa la comunidad, primero, se dió lugar a un


momento de silencio por parte de todxs en el encuentro, y luego de ese silencio, se
generó un diálogo entre lxs maloneros, dónde el primero en tomar la palabra, fue H.,
quién explicó:

“La comunidad, la comunidad es un… Es compleja, pero… comienza por un


territorio”(Sic.)
K., en ese instante, agrega “y por la convivencia”(Sic.).
El concepto de comunidad, definido sociológicamente, reúne estas dos
características: por un lado, remite a un tipo de agrupación social en una base
territorial; y por el otro, remite a una forma de sociabilidad, es decir, un tipo de
concreción de la experiencia social vinculados a la identidad (intereses, creencias,
particularidades, etc). (Molina y Velazquez; 2006 )
Continuando con los relatos, H. continúa explicando por qué para él, la
comunidad comienza por un territorio. “Tiene que haber un territorio, y sobre ese
territorio un grupo de familias, que están casi emparentadas entre sí por haber vivido
tanto tiempo. (...) Por eso es difícil ser de una comunidad, pero es difícil de haber
problemático eh, porque no es fácil ser de una comunidad; entonces tiene que decir
esta es mi comunidad… y a ver, tenés que demostrar y si ¿y quién te conoce? Ah, sí,
pero el vecino es mi tío, aquel era mi padrino, este de acá era qué sé, yo era mi
concuñado, aquel… así, ¿viste? todos están relacionados. Ese es el árbol genealógico
de la comunidad … Entonces, por ahí se organizan. Por ahí es que a veces hay… hay
gente, hay gente que dice, nosotros somos comunitarios y dice, pero no puede
demostrar en el árbol genealógico… no pueden demostrar que son comunitarios (...)
no se reconocen”(Sic.)
K., vuelve a tomar la palabra y explica por qué su acento en la convivencia, al
responder qué es la comunidad para ellos:
“A mí me ha hecho emocionar cuando me preguntó de la comunidad, porque
yo no soy de Jujuy… Y mi sentido en comunidad aquí. El sentir parte, miembro, y me
pensó eso enseguida, es lo que nos hace falta como sociedad ... .para pensar en el bien
común, en el bienestar. Yo voy a extrañar la comunidad estos días porque me voy a ir,
de donde estoy contenida.”(Sic.)
H., por su parte, agrega:
(...) Claro, eso es una parte, esa es la es la parte de la convivencia, pero la
comunidad así, dentro de su formación es así. Y después este, una vez que tiene el
territorio y tiene tu árbol genealógico y tu historia, ya podés inscribir tu comunidad. (...)
A parte que por supuesto, vivir es hermoso porque imagínate, imagínate que ustedes
viven cada uno en su casa y tienes que tener tu hijo aislado, metido ahí en tu casa, no
ves… en tu casa, en tu lotecito y nada más tienes cuidado. En cambio, la comunidad
no, es una cosa amplia. Todos los chicos en seguridad juegan juntos, todos los padres
mayores cuidan de ellos y entonces, es impresionante cómo que en este momento no,
no se consigue aquí (...) Allá no… Cada uno en su casa, pero están dentro de un
territorio comunitario.”(Sic.)
28

Es a partir de tales interpretaciones que adherimos a Molina y Velazquez


(2008), cuando sostienen que la comunidad está conformada por gente, no por tierras,
aunque sus miembros suelen saber dónde se encuentran los límites de las tierras que
pertenecen a la comunidad. Siguiendo a los autores, dentro de la comunidad
reproducimos nuestro contexto a partir de las relaciones con otros y su interacción
instituye la realidad social. De esta manera construimos un ámbito de sociabilidad, es
decir, relaciones interpersonales, donde reproducimos nuestra vida cotidiana. Silvina,
con sus palabras ayuda a ejemplificar, de manera clara, lo que lxs autores dicen: “Las
comunidades, por ejemplo, comparten el agua, por lo que van de un lado a otro porque
depende de la época de lluvia, cuidan los animales y reparten el agua”. (Sic.)

En relación a la vida cotidiana, podemos ver que es en este ámbito donde la


familiaridad adquiere un rol protagónico en la vida en comunidad, según H. “(...)En la
puna o la quiebra o lo que sea, … cada uno, aparte de ser un territorio grande y
comunitario, cada uno tiene su parcela, pero es grande, ahí tiene para sembrar, los que
tienen agua y si no, tiene para criar animales y el vecino de allá también tiene su
parcela, pero por supuesto todos tienen la familiaridad. Hay mucho respeto, hay
inocencia y por ejemplo, va un día, supongamos… perdiste tu celular en el camino. Y
entonces he ido por atrás … Y saben quién(...) ¿Sabe quién ha venido por atrás por el
camino? Ah, tal fulano! (...) anda aquí por la calle, por eso… y aquí no lo ven nunca
más, ve. Claro, hay una diferencia, o sea, hay familiaridad. (...) Aquí (haciendo
referencia al Malón) es como si fuera una sola familia. Aunque cada uno tiene su
territorio, tomamos el té, compartimos la comida, todo, vamos a marchar juntos como
si fuera una escuela caso, es muy tremendamente contento.”
Al respecto, otrx malonerx a quien nos referiremos como “J.” al contarnos qué
significa el malón, ya lo había adelantado (...) “Y la verdad que también lo que es el
malón, ¿no? También esto se armó una gran familia ya que venimos de diferentes
lugares desde la Quiaca hasta Purmamarca fuimos juntando cada localidad, personas
que ni nos conocíamos y durante el viaje nos hicimos amigos y, hoy por hoy, somos una
gran familia los que estamos acá porque no somos porque vos sos de Tilcara o vos sos
de humahuaca estamos divididos, acá todos somos un grupo de familias ya, te puedo
29

decir de hermanos, nos tratamos como hermanos por comodidad y el malón es esto, es
hermandad y yo creo que ustedes mismos como estudiantes le está pasando decir o
escuchar por ahí el 3er Malón de La Paz y la importancia que es para ustedes, yo creo
en un futuro decir tuvimos la oportunidad de compartir con el Malón y saber porque el
Malón estuvo aca en Bs As, porque duro tanto tiempo, porque cada uno de nosotros
tenemos familia, tenemos familia que tuvimos que dejar nuestra familias, nuestros
hijos, nuestros cultivos, nuestros animales por estar acá.”
K. concluye: “La comunidad es eso, es compartir... común-unidad es todo. La
unidad es común, es comunitaria, es de todos, no es de los ricos, no es de los pobres (...)
No, es para todos.”
Es en torno a estas ideas sobre esta comunidad, sobre lo que es común para
todxs, y esa red que van armando para sostenerse, cuidarse y desarrollar sus vidas, que
se organizan en su cotidianidad, tanto en sus vidas en los territorios que debieron
dejar, como en la vida y lucha, acá, en El Malón. Es por ello, que en el próximo capítulo
ahondaremos específicamente en este aspecto: la organización en el acampe y la
organización para la lucha.

2.3- Organización Comunitaria y Lucha del Tercer Malón


“Escondida la justicia, escondidos los poderes,
pero el pueblo no se esconde y ofrece saberes (...)
aunque quieras esconderte de los kollas y mapuches,
la pacha grita tan fuerte que hará que la escuches.”
-Canción “Escondido de la vergüenza”.
Tal como mencionamos, El 3er malón de La Paz tiene su propia forma de
organizarse comunitariamente. En este sentido, la comunidad misma divide sus tareas
cotidianas. Los roles en la cocina están divididos por grupos de corte, se van rotando
por cortes de ruta. Cuando hablan de corte se refieren a los cortes de ruta que se
dividen según cada grupo. De esta manera nos explica J. cómo se organizan:
“En la cocina…en la cocina están divididos por grupos de corte, porque allá en
Jujuy estamos divididos en "corte purmamarca", los diferentes cortes, corte en toda la
parte de la quebrada y puna estaban... El lunes corte la quiaca, martes tilcara,
miércoles humahuaca, por darte nombre. Entonces así están divididos los roles de la
cocina... se van rotando por cortes de ruta. No es que porque yo soy de Jujuy, Palma
sola, voy a tal parte... no? Y por ejemplo en Palma Sola casi no se hicieron cortes
apoyando a la reforma, entonces yo me sumo al corte de Purmamarca. Cuando le toca
a Purmamarca, que es los días martes, yo tendría que estar pero justamente por mi
embarazo y tengo certificados médicos, no participó mucho en la cocina ni en las
marchas tampoco. Más yo hago llamados a los diputados, a los senadores.. como
tengo que hacer reposo, me dedico a llamar a diputados, senadores, mientras los
demás hermanos se van a la marcha. Pero igual acompañamos porque sino tienen que
quedarse los otros que están bien y que pueden salir, porque acá también está
30

separado en grupo. Grupo de jóvenes, legales, logística, cultura, todo es separado por
grupo”.
Ellxs no hacen distinción entre hombres y mujeres (en el transcurso del trabajo
retomaremos este punto), se autodefinen como una comunidad que busca la igualdad.
La cosmovisión Andina tiene otra mirada respecto de la reciprocidad y la
complementariedad. Desde la cosmovisión no se pone a nadie por encima de otro, sino
que los opuestos son complementarios. Y de esta manera lo expresa K.:
“No todas las integrantes del malón son feministas. Porque la cosmovisión
Andina tiene otra mirada respecto de la reciprocidad y la complementariedad. (…) No
pone a nadie por encima de otro, digamos, sino que se complementan los opuestos
complementarios”.
En cuanto a las tareas de cuidado toda la comunidad se encuentra pendiente de
las infancias y lxs adultxs mayores. En sus propias palabras:
“(...) el cuidado es común, estamos todos pendientes. ¿De dónde se ha ido? ¿Por
qué no ha comido? (...) llámalo comer, te cuidas, te guardan la comida, faltan 5 que
han ido a la escuela. Hay que guardar la comida porque van a venir más tarde. Claro,
está todo pensado que se van al congreso, la comida. Todo pensado para el entre
todos”.
Con respecto a la toma de decisiones el malón utiliza el método de asamblea
organizada. Cada información, cada decisión que debe tomarse se presenta en la
asamblea, con la presencia de todxs lxs malonerxs. Al mismo tiempo todo queda
registrado en actas. J. nos comenta lo siguiente:
“Acá nada se decide solo, todo se decide por asamblea, no es que yo porque
tenga un cargo a nivel nación paso sobre ellos, no es así. Acá se hace y se toma
decisiones por medio de la asamblea y después de la asamblea se determina que es lo
que se va a hacer, que se va a seguir, por medio de actas.”
“Todo lo que es cultura... Los compañeros cuando salen a alguna facultad
también le informan a la asamblea que están invitados a tal facultad, se deja asentado
en el acta que se va tal día a tal hora. Tenemos un grupo de WhatsApp donde ellos
informan, los jóvenes, a dónde van y así también sabemos el resto del malón a donde
están los jóvenes”
Por otro lado, es fundamental destacar sus métodos de lucha, los cuales son la
movilización pacífica, los cortes de ruta, el acampe, la huelga de hambre, la
concientización de su lucha en diferentes actividades que llevan a cabo.
El 3er malón de la Paz representa una fuerza maravillosa. Ellxs expresan su
reclamo a viva voz invitando a todxs para que formen parte de esta lucha colectiva
contra un sistema extractivista que destruye todo lo que se encuentra a su paso en
post del “progreso” sin importar la devastación de territorios ancestrales.
La lucha de lxs malonerxs se pueden comprender como experiencias de
subjetivación (Garcia, Alejo 2006) entendiendo a esto la producción de conciencia, de
memoria, la internalización de otrx y la promoción de un encuentro con unx mismx.
Estas prácticas generan el desarrollo de sujetos sociales, lo cual permite que se
31

valoricen, se vean como colectivo y con derechos. Hacer escuchar su voz, ser vistos,
tener una audiencia indica que son sujetos políticos y esta condición los inscribe como
ciudadanos plenos de derechos. Estas formas permiten construir sentido juntos a lxs
otrxs, sentir que todxs somos parte de esta lucha, de este reclamo.

2.4 "Guerrerxs del arcoíris y de la paz”


“Y hoy siguen la jornada / de destilar el llanto/ con la Wiphala en
alto / goteando dignidad / pintando de coraje la ignominia vil /
gritando ¡hemos vuelto! / a corazón latiendo”
-Fragmento del poema de Andrés Castillo.
21 de noviembre 2019 República Bolivariana de Venezuela

Imágenes del Malón de la Paz en Buenos Aires. (Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org)

El 3er Malón de La Paz llegó a la Ciudad de Buenos Aires el 1º de agosto, Día de


la Pachamama, que para la cosmovisión andina se trata de una fecha especial, ya que
comienza un mes en que la Madre Tierra descansa y se repone. Se trata de una
tradición ancestral de agradecimiento por todo lo que la madre tierra da: alimentos,
agua, oxígeno y todo lo necesario para vivir. También, es en este día, que se pide por un
año próspero, cosechas y bienestar comunitario. Una fecha en que se celebra a la
naturaleza. Una fecha cargada de significado y espiritualidad.

La palabra Pachamama tiene su origen en la lengua aymara y quechua, significa


“tierra que se une a la madre”. La celebración es una ceremonia que refuerza y
restablece el vínculo de reciprocidad entre la humanidad y la madre tierra. Para esta
cosmovisión agosto es el mes de los vientos y es cuando la tierra despierta. Este año
con la marcha del 3er Malón de la Paz desde Jujuy a Buenos Aires, la ceremonia busca
despertar provincia por provincia la urgencia de organizarse para derribar la reforma
inconstitucional del Gobierno de Morales y defender a la Pachamama de las políticas
extractivistas.
32

Es fundamental destacar que la cosmovisión de los pueblos originarios está


ligada estrechamente a la naturaleza, el bienestar de las comunidades depende del
trato respetuoso con todos los seres que comparten el territorio. En esta visión del
mundo, es que se construye y se encuentra el sentido a su existencia.

De esta manera lo expresa K.:

“Yo he sido unx de lxs que desde que he llegado en las asambleas he planteado
apuntar hacia una convergencia pluricultural y empezar a trabajar políticamente por un
estado plurinacional por la necesidad de reconocer las etnias... como que se abre la
puerta al inmigrante, reconocer la preexistencia con sus lenguas, restituir un estado
plurinacional, y la tierra, el agua como un sujeto de derecho. En eso estamos... Los que
tenemos convicciones en el marco de la cosmovisión andina y del buen vivir creemos
que la tierra, el agua, los animales, los árboles son sujetos de derecho igual que las
personas, y en eso estamos.”

Según el autor Ruben Dri (s.f) todos tenemos una cosmovisión, todos buscamos
un sentido. Y para comprender las formas de ser, ver, creer, entender, hacer y estar en
el mundo se encuentran los símbolos que siempre representan las visiones de la
totalidad. Los símbolos tienen diversos significados según quien los interprete, y
representan toda la realidad de la comunidad que lo ha originado.

Los símbolos de las comunidades de pueblos originarios son elementos


poderosos que encapsulan y construyen su identidad, valores y creencias. Siguiendo
con la definición de símbolos de Ruben Dri (s.f), se entiende a los mismos como aquello
que nos orienta, proporcionando estabilidad y equilibrio, en un momento de gran
desestructuración. Aquello que convoca, da sentido, construye identidad, y representa
a sujetos tanto en lo particular como en lo colectivo. En este sentido, entendemos que
los símbolos tienen el poder de unir a las personas, proporcionando un sentido de
pertenencia y conexión.

Por otra parte, proponemos investigar la riqueza cultural y social que reside en
los símbolos, revelando las historias y significados profundos que subyacen en estos
elementos representativos que son fundamentales para los pueblos originarios y para
el Tercer Malón de la Paz.

Primeramente, digno de mención es el testimonio visual que se puede


vislumbrar de la rica diversidad cultural y la historia compartida de estas comunidades:
la Whipala. Con sus vivos colores y patrones geométricos, el emblema multicolor, ha
teñido de colores el paisaje gris de la ciudad de Buenos Aires, de la mano de hombres y
mujeres que la levantan con honor, fuerza, coraje y esperanza, recordando y
demostrando a la sociedad su significado. La Whipala une a comunidades originarias
que comparten una historia común, y su firme determinación permite preservar su
identidad en un mundo en constante cambio, así como también la resistencia para
enfrentar desafíos históricos y contemporáneos. J. justifica “Para nosotros, como
comunidad, la Whipala es muy importante (...) la Whipala es mi identificación”.

De acuerdo a lo mencionado anteriormente, resulta enriquecedor ejemplificar


lo dicho a partir de la propia experiencia que nos comparte J., quien durante su
33

permanencia en la Ciudad de Buenos Aires se ha enfrentado a una situación de


discriminación y violencia símbolica, al esperar un taxi llevando consigo la whipala.

“En particular, ponerme la whipala y esperar un taxi, no querían parar nunca y


me dice el hermano que estaba conmigo, sácate la wiphala para que para el taxi... ¡No!
Yo no me voy a sacar la whipala si es mi es mi identificación. ¡Tu identidad! ¿De
acuerdo? No me voy a sacar. Le digo, no me voy a sacar y algún taxi tiene que parar, te
juro por Dios estuvimos media hora (...) Pasaban los taxis vacíos libres y no paraban. ”

Es fundamental, comprender que la Whipala no es una bandera sino que un


símbolo de resistencia, unidad y lucha por los derechos de las comunidades. Tal como
señala J.:

“(...)hay gente que no sabe el significado del color de la Whipala y no sabe


porque la Wiphala tiene que estar y no saben por que este la Whipala y para que esta y
le dicen bandera. No es una bandera es una Whipala, es un símbolo de los pueblos
originarios, entonces capaz que ustedes lo saben y capaz que el día de mañana le va a
tocar a sus hijos un profesor o una maestra que les diga es una bandera y ustedes le
van a poder decir “no hijo, no es una bandera porque es esto. Nosotros la hemos
estudiado, hemos estado con los pueblos originarios, nosotros la hemos estudiado en
nuestros años”

Comprender el símbolo de la Wiphala, significa también la visión de la misma


como un reflejo de la conexión profunda que los pueblos originarios tienen con la
naturaleza y sus elementos, puesto que cada color tiene un significado particular. Se
trata de “la descomposición de la luz solar (...) los colores del arcoíris” nos dirá H., con
intención de explicar cada uno de ellos. J. agrega, “todo tiene un por qué: Blanco, paz;
Amarillo, oro; Naranja, memoria; Rojo, sangre; Morado, indio; Azul, cielo; Verde,
selvas”.

En concordancia con ello, H. explica:

“nosotros, el malón, somos los guerreros del arcoíris. Es algo


poético, “los guerreros del arcoíris”, ¿verdad? pero no porque
hagamos la guerra, sino porque somos “guerreros de la paz”

Como bien se ha hecho mención, ancestralmente, los pueblos originarios han


tejido una relación sagrada y equilibrada con la tierra, los elementos naturales y todas
las formas de vida que ella sostiene. La Pachamama, la Madre Tierra, cobra un lugar
fundamental, puesto que acuden a ella en cualquier momento y circunstancia de la
vida, que siguiendo lo propuesto por De Ieso (2011) se trata de aquello indispensable
para enfrentar los problemas y encontrar un sentido a la vida.

El término “Guerreros de la paz” lleva también a interpretar la importancia de


vivir en armonía con el entorno natural, promoviendo la sostenibilidad y el cuidado del
medio ambiente y los territorios. Estas comunidades reconocen que dependen de “La
Pacha” para su supervivencia física y espiritual, y por lo tanto, la respetan y
reverencian.
34

En este sentido, la relación con la Pachamama está marcada por diferentes


rituales y ceremonias que, como se bien se ha dicho, expresan gratitud y reverencia, lo
cual nos permite presentar al “Abuelo Fuego” considerado un ser sagrado, un símbolo
de purificación y renovación. Se trata de una práctica ceremonial alrededor del fuego,
que implica oraciones, ofrendas y agradecimientos a los espíritus y a las fuerzas de la
naturaleza. Hemos podido identificar que el término “abuelo” está íntimamente
relacionado al Respeto, reconociendo su antigüedad y la importancia vital de preservar
y proteger estas tradiciones y conocimientos ancestrales para las generaciones futuras.

A la Pachamama, al “Abuelo Fuego”, se le pide y agradece, entre otras cosas, por


cuestiones profundas, particulares y significativas de la vida personal de las personas
que conforman las comunidades, aquello que se considera importante y que necesita
de su intervención. Retomando lo expuesto por Dri, las personas depositan su fe en
los símbolos, buscando un sostén en los mismos. Tal podemos verlo en el testimonio
de J. quien expresa que acude a ello para pedir por su hija de 11 años quien padece
Cáncer, para que la acompañe y le de fuerzas, con esperanzas de conseguir un
donador; también, hemos podido presenciar el momento en que K. se acercó a dejar
unas piedritas de ofrenda, pidiendo que la guíe en su regreso a casa, a su provincia, así
como también por lxs hemanxs que aún se quedan resistiendo y luchando en Plaza
Lavalle. La abuela, encargada de guiar este ritual, ha permitido que el grupo de
estudiantes pueda ser parte del mismo, acompañando el momento y haciéndoles
saber que “La Pacha” nos escucha e intercede en lo que le pidamos.

Sumando a aquello que mencionamos sobre las


tradiciones ancestrales, las cuales se van transmitiendo a
las nuevas generaciones, es importante agregar el “Dia
de los fieles difuntos” como una forma de honrar y
recordar a los seres queridos fallecidos. Cada 1 y 2 de
Noviembre, la comunidad se une en una celebración
particular y de las más especiales, según J.. Durante esta
fecha se lleva a cabo esta tradición que consiste en la
preparación de alimentos tradicionales y las comidas
favoritas de los difuntos. Estos alimentos se colocan en
altares junto con fotografías de los seres queridos
fallecidos y otros objetos que solían pertenecerles,
también suelen agregarse flores y velas. Asimismo, se
acompaña al altar con un rezo de un rosario, bajo una
religión católica, y el canto de emblemas musicales. Se
cree que, mediante esta celebración, los espíritus de los
difuntos regresan para disfrutar de los aromas y esencias
de los alimentos preparados para ellos.

Particularmente, en relación con esto último, lxs hermanxs que se encuentran


en permanencia pacífica en Plaza Lavalle, aun estando lejos de su territorio y de sus
familias, han podido llevar adelante este acto festivo de sus creencias y prácticas
culturales, dentro de las posibilidades de las cuales disponen actualmente.
35

Teniendo en cuenta ello, evidenciamos como la comunidad continúa


celebrando sus festividades con mucha fuerza, felicidad, esperanza y disfrute, en su
vida cotidiana se manifiestan estas prácticas como alegre rebeldía frente a la situación
conflictiva en la que se encuentran viviendo. Es una forma de resistencia, es su forma
de vivir. En este punto nos detenemos para tomar la reflexión de Scribano (2009) que
señala la importancia de teorizar la felicidad, el disfrute, la esperanza, tomar estos
objetos como un acto descolonizador que lucha contra un sistema que oprime,
domina, contra un sistema que depreda la energía corporal y natural. Siguiendo esta
línea, J. reflexiona “los del norte somos música” haciendo alusión a un “estilo de vida”.
Asimismo, el arte musical podría ser interpretado como un “grito de lucha”, ampliando
las voces de aquellos que históricamente han sido invisibilizados, marginados y
negados; buscando el despertar de la conciencia colectiva y el entendimiento de las
luchas que persisten actualmente.

No podemos dejar de mencionar en relación a lo dicho anteriormente, la


celebración del canto ancestral más escuchado por cualquier persona que se acerque o
haya conocido al 3er Malón: la canción “Cinco siglos resistiendo - Jacha Mallku” . La
misma se canta, como un mantra, en cada momento de encuentro y en cada marcha y
movilización que llevan a cabo; incluso se podría considerar como un “Himno” del
Malón:

“Cinco siglos resistiendo


cinco siglos de coraje
manteniendo siempre la esencia.
Es tu esencia y es semilla
y esta dentro nuestro
por siempre.
Se hace vida con el sol
y en la Pachamama florece.”
Resulta interesante pensar esta canción, a modo de síntesis, como un poderoso
recordatorio de la resistencia y la fortaleza de los pueblos originarios frente a la
opresión histórica. La misma destaca la importancia de la identidad cultural y la
necesidad de preservar las raíces ancestrales en un mundo que a menudo desafía estas
tradiciones. Es una manera de alzar sus voces, y las nuestras, en un canto colectivo al
unísono por los derechos de los pueblos originarios, por la democracia, para que sigan
existiendo espacios de reflexión y acción en busca de una transformación, para que
este Tercer Malón de la Paz sea un punto de inflexión en pos del futuro que queremos
construir.

2.5- Activismos feministas y El 3er Malón de la Paz

“Soy descendiente de mujeres valientes que desde siempre hemos


cuidado la Pachamama y por eso soy consciente de que el agua es vida,
sin ella no hay vida en el campo”.
Natalia Machaca, referente de las comunidades de Yala Lozano León y
Los Nogales, y Comunera integrante del Tercer Malón de La Paz.
36

Las mujeres del Tercer Malón de la Paz viajaron de Jujuy, resisten en Buenos Aires y
participaron de Encuentro en Bariloche4
En este apartado nos preguntaremos acerca de los puentes que se pueden
entrelazar entre los feminismos y el 3er Malón de La Paz, es decir, indagaremos acerca
de si existen o se perciben relaciones entre los movimientos. Así como también
invitaremos a la reflexión acerca del rol de las mujeres indígenas, y las mujeres
maloneras, en la lucha por sus territorios.
¿Y por qué elegimos hacernos estas preguntas? Y es que, comprendemos que la
perspectiva de géneros es transversal en todos los sentidos, y que tal como sostiene
Rocío Sánchez (2015) “Las mujeres son la mitad de cada pueblo. Pareciera una
obviedad demográfica, pero la sentencia de la que parte Julieta Paredes, boliviana
aymara precursora del feminismo comunitario, no es gratuita. Una premisa de esta
corriente es que ambos elementos, tanto las mujeres como la comunidad, pueden estar
- y lo están - en todas partes, desde espacios rurales hacia ciudades, escuelas, grupos
ideológicos y de amistad, y que en todos estos espacios se puede luchar por los
derechos de las mujeres.” (Sic)
En primer lugar, cabe señalar que se habla de feminismos en plural, ya que se
trata de un movimiento que lo componen diversas corrientes, y en ellas, una pluralidad
de miradas. En particular, los feminismos comunitarios, sobre los que se hace mención
en el párrafo anterior, consisten en una corriente dentro de los movimientos feministas
que se autodefine como un movimiento sociopolítico, y se centra en la necesidad de
construir comunidad.
Resulta interesante traer a Rocío Sánchez (2015), para comenzar este apartado
sobre los feminismos, ya que en su publicación “Feminismo comunitario: Una respuesta
al individualismo” trae distintas voces de referentes de dicha corriente, quienes

4
Foto tomada de: (S.f). (8 de agosto de 2023) Argentina. Jujuy: Minga de la palabra: Audiencia
internacional y plurinacional de mujeres en defensa del agua y de los pueblos originarios. Resumen
Latinoamericano
37

definen lo que es la comunidad desde la perspectiva de géneros y desde, lo que la


autora llama, “pensar desde el propio lugar”.
Una de las voces que toma la autora, es la de Evelyn Rodriguez, integrante de la
Colectiva Gafas violetas, quien explica “La comunidad se puede realizar desde cualquier
lugar del mundo, porque las mujeres somos la mitad de cada pueblo y porque cada
feminismo comunitario que se está creando en cada lugar tiene su historia”(Sic.)
Por otro lado, toma la definición de comunidad de Julieta Paredes, quien
sostiene que “Al hablar de comunidad, (...) se habla de las comunidades urbanas,
rurales, religiosas, deportivas, culturales, políticas, de lucha, territoriales, educativas,
de tiempo libre, de amistad, de barrio, generacionales, sexuales, agrícolas, escolares,
etcétera. “Es comprender que todo grupo humano podemos hacer y construir
comunidades; es una propuesta alternativa a la sociedad individualista”.(Sic.)
Por último, la consigna de “pensar desde el propio lugar” la recupera de las
palabras de Evelyn, quien sostiene que “la existencia del feminismo comunitario es
importante porque las mujeres de Latinoamérica deben crear su propia lucha. A este
territorio prefieren llamarlo Abya Yala, que es el nombre que el pueblo kuna, de
Panamá y Colombia, le dio al continente americano antes de la conquista de los
europeos.”(Sic.)
Desde estas consideraciones acerca de las principales líneas del feminismo
comunitario, es que frente a la pregunta inicial, sostenemos que existen numerosas
similitudes entre el mismo y con lo que vienen a plantear movimientos sociales como
el Tercer Malón de la Paz.
Cabe recordar que, tal como mencionamos anteriormente, K., al preguntarle
por los feminismos, sostuvo que no todas las mujeres del Malón se consideran
feministas, y que existe en la Cosmovisión Andina otras miradas acerca de lo que ella
denomina “la reciprocidad y la complementariedad”. Sin embargo, podemos dar
cuenta de diversas manifestaciones de puentes que se entrelazan entre los activismos
feministas y la permanencia del malón, a través de acciones como: la pronunciación de
activistas y colectivas feministas, a favor y en apoyo al Malón; la participación de
compañeras maloneras en el Encuentro Plurinacional De Mujeres, Lesbianas, Travestis,
Trans y Disidencias, que viajaron de Buenos Aires a Bariloche a llevar sus voces y han
logrado que el próximo encuentro, del 2024, Jujuy sea la sede elegida; El Malón de
Orgullo, que se realizó en el marco del mes del Orgullo; la realización de la Minga de la
Palabra, en el marco de un corte de ruta en Purmamarca donde participaron mujeres
de distintas comunidades que aportaron grandes reflexiones en torno a la cuestión del
rol de las mujeres en las luchas por los territorios; etc.
Por otra parte, nos interesa incluir el análisis de Sandra Ceballos, abogada,
docente y referente de la cuestión indigena, del pueblo kolla, quien nos invita a pensar
en el rol de las mujeres dentro del Malón, reflexionando acerca del lugar que ocupan
las mujeres indígenas enmarcadas en los derechos colectivos de los indígenas. Sandra
sostiene que las mujeres indígenas tienen un rol fundamental tanto en los acampes,
como en el proceso que se viene dando en la Provincia de Jujuy, y en todo el Abya
Yala. Sostiene que en todos estos procesos, las mujeres siempre están al frente de la
lucha.
38

En relación a ello, Francisco Pandolfi (2023) en un artículo publicado en LaVaca,


sobre la llegada del Tercer Malón a Buenos Aires, retoma esta idea de “las mujeres al
frente” y afirma “ellas hicieron retroceder a la Infantería”. El periodista, relata “En la
cabecera de la movilización diez personas sostienen una bandera con el lema del Tercer
Malón de la Paz. Son diez mujeres. Diez «mamitas» como se llama con respeto a las
históricas de las comunidades. «Traigan a Morales para acá, para que vea, que este
pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por su libertad». Llevan la batuta, pero no solo
en una movilización frente a las cámaras. También en una represión. También en el día
a día cotidiano. Rosa, de Uca Pacha, camina con un cartel verde colgado: “Basta de
reprimir a las mujeres indígenas”. No es casual la distinción. Argumenta: “Nuestra
comunidad fue fuertemente reprimida y la policía sabe que la mayoría que luchamos
somos mujeres y hay un salvajismo especial hacia nosotras”. ¿Por qué son más las
mujeres? “No sé, en cada reunión siempre somos más, es lo que veo y lo que siento.
Siempre que hay que organizar algo, somos más las mujeres que estamos al frente de
las decisiones, somos quienes permanecemos constantemente, quienes si hay alguna
debilidad, más levantamos los ánimos. Es inexplicable, pero es así”.5
También en este artículo nos trae a Francisca, o a “Doña Panchita” (como la
conocen en su comunidad de Uquía), quien, con una gran sonrisa dice “estoy contenta
de estar acá, ¿Cómo? ¿Por qué? Porque me siento orgullosa de estar defendiendo a mi
territorio”
Por otra parte, suma la voz de Robinson Suárez, malonero que vino andando
desde la localidad de Abra Pampa, el hombre cuenta que lo que más le impresionó del
recorrido fue la fuerza que vio en sus compañeras, mujeres del malón: “Sentí en este
viaje en particular su fuerza increíble, te obligan, te empujan a que no te quedes atrás.
Vivirlo en el minuto a minuto es impresionante. Si hay algo que este malón dejará es el
protagonismo, es la fuerza arrasadora de las mujeres para que no bajemos los brazos”.
Por último, cierra con los dichos de Martina (del Potrero de la Puna), quien
declara: “Somos quienes estamos al frente incluso de las represiones. El miedo las
mujeres lo perdimos hace rato al ser madres y tener que criar a nuestros hijos”. Sin
embargo, aclara: “Ya no tenemos seguridad en Jujuy. La Policía está contra nosotros
porque ellos también le tienen miedo al gobierno. Pero saben qué es lo peor: que
muchos de nuestros hijos son policías y nos están enfrentando. Es lo más triste que
puede existir… que un hijo te reprima”
Por todo lo expuesto, creemos que los feminismos comunitarios, los
feminismos campesinos y los feminismos populares, son corrientes dentro del
feminismo, valga la redundancia, que conviven con las diversas cosmovisiones de las
comunidades y con los movimientos de lucha y resistencia de las mismas. Interesa
traer algunas de las reflexiones de las mujeres indígenas y maloneras que demuestran
esta relación y resultan sumamente enriquecedoras para comprender las
intersecciones entre los movimientos:
“La convicción que tengo actualmente es de creer en la mujer como dirigente,
en el resurgimiento de las mujeres, no sólo como jefas de familia, sino también las

5
Pandolfi, F. (1 de agosto de 2023) “El Tercer Malón de la Paz llegó a Buenos Aires y sigue frente a la
Corte Suprema”. Lavaca.
39

mujeres como políticas, cuesta mucho surgir como dirigente, puesto que el machismo
no solo está instalado en las familias, sino también en la dirigencia. Desde ese lugar,
acompañar el proceso de las comunidades. Hoy la discusión del litio nos lleva a tener
otro tipo de discusiones, no solamente hacia adentro del territorio indígena, sino
también como movimiento indígena y además hacia afuera, hacia la sociedad, hacia el
común, hacia las políticas predominantes que tenemos actualmente”. - Eva Marianela
Noemí Díaz, mujer que permaneció en los cortes y en las rutas de Jujuy. Integrante de
la comunidad de Agua de Castilla, departamento Cochinoca. Docente y estudiante de la
licenciatura en Gestión Ambiental.
“Las mujeres indígenas en este presente tenemos capacidad política de incidir
en la agenda nacional. Tenemos muchos recursos de conocimiento tanto tradicional
como académico para argumentar, para justificar, para proponer modos de vida o
modelos políticos, societales diversos o diferentes a lo que plantea el modelo
neodesarrollista, que es un modelo de sociedad en la cual se exacerba el yo por encima
de nosotros” - Azpiroz Cleñan, politóloga mapuche e integrante del Tejido de
Profesionales Indígenas.
“Defender el territorio es defender la vida, no es cierto que seamos pobres, nos
han empobrecido quitándonos el territorio, nos han empobrecido porque nos han
quitado nuestras lenguas, nos han quitado nuestra sabiduría, nuestra forma de pensar,
entonces la base de la vida es nuestro territorio, por eso ustedes están acá, por eso yo
estoy acá” - Elisa Loncón, mujer mapuche, en su clase pública del 10 de agosto frente a
la Corte Suprema de la Nación, durante su visita de apoyo a la permanencia del Tercer
Malón de La Paz.
“No es cierto que nuestras culturas sean machistas, nos transformaron en
machistas porque nos colonizaron, pero hoy que veo aquí tantas mujeres y hombres
entiendo que hay pensamiento indígena en resistencia, defendiendo el derecho a
decidir, nosotros tenemos que definir el futuro de nuestros pueblos, ¡no puede ser que
después de cinco siglos sigan pensando que ellos van a pensar y decidir por nosotros!,
tenemos instrumentos jurídicos internacionales que lo conocen todos los gobernantes
que los pueblos indígenas somos sujetos de derecho y eso es lo que estamos haciendo
valer cuando estamos acá” - Elisa Loncón.
Creemos que es importante ampliar la mirada desde estas perspectivas y voces
feministas que invitan a repensar el rol de las mujeres indígenas en las luchas por el
territorio. Así como también, pensando en lo referido durante el trabajo acerca de
decolonizar el saber y la historia, creemos necesario recuperar una historia que incluya
las diferentes luchas por la reivindicación de las culturas ancestrales que habitaban el
continente Americano, dónde los nombres de referentes como Bartolina Sisa, Micaela
Bastidas y Juana Azurduy que han sido invisibilizados, aparezcan por fin, acompañados
de una historia presente dónde las mujeres que se encuentran en resistencia hoy,
también escriban su propia historia.
40

2-6 Repercusiones y alcance del movimiento: medios, redes y lazos que


se tejen en la resistencia.

Las luchas de los pueblos originarios suelen involucrar reclamos de tierra,


recursos naturales y derechos culturales, cuestiones que son percibidas como
amenazas para los sectores de poder. En este territorio “existen luchas entre agentes
sociales interesados” (Perissinotti, 2014, 7).
Es por ello, que resulta interesante (re) pensar y poder analizar sobre la relación
de los medios de comunicación hegemónicos y los pueblos originarios,
específicamente en el contexto del Tercer Malón de la Paz, y analizar el papel
desempeñado en la construcción de representaciones y estigmatizaciones en la
sociedad.
Bien sabemos, los medios de comunicación desempeñan un papel crucial al
proporcionar, entre otras cosas, información a la sociedad. Una de sus principales
funciones es informar de manera precisa, imparcial y equitativa sobre diferentes
eventos y temáticas relevantes, incluidas las luchas de comunidades marginadas,
discriminadas, vulnerabilizadas e invisibilizadas como es el caso de nuestros pueblos
originarios. En ese sentido, es crucial reconocer y apreciar el rol fundamental que los
medios deben cumplir para promover una sociedad informada, justa y empática,
promoviendo la multiculturalidad, entendida por Carballeda (2012) como la
convivencia armoniosa y el respeto mutuo entre las diferentes identidades culturales.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando esto no sucede? ¿Por qué si el grito de lucha es
tan grande continúa sin ser escuchado por los medios de comunicación ? La respuesta
es simple, porque los medios masivos de comunicación responden a los intereses
hegemónicos. Por tal motivo, los pueblos originarios siguen siendo vistos como “los
otros”, concebidxs desde la diferencia estigmatizante o ajenxs a la sociedad dominante.
Esto se manifiesta a través de estereotipos, prejuicios y discriminación. Los medios de
comunicación a menudo han perpetuado estas representaciones, contribuyendo a la
marginalización de las comunidades originarias y a la pérdida de sus identidades
culturales, K. justifica: “Se da un total cerco mediato. Malón no lo nombra más que los
medios alternativos”.
Claro ejemplo de ello fue la lamentable nota que hicieron en el programa
televisivo "Bien de Mañana", transmitido por Canal 13, donde el conductor y todo el
equipo han demostrado una falta de sensibilidad y respeto hacia los pueblos
originarios, dejando en evidencia la discriminación y desprecio hacia la diversidad
cultural. Sin embargo, cabe señalar que las personas que atravesaron esta situación no
pertenecían al Malón, en relación a esto, J. nos aclara: “Esos no eran del malón, pero
son de comunidades, sí. Fue en el mismo (...) contexto y trascendió, y fue (...) quizás, lo
único que pudimos llegar a relacionar al malón en los medios de comunicación
hegemónicos” (Sic.)
De igual manera, interesa tomar este hecho, que por la repercusión que tuvo, a
partir del cual podemos pensar en que se dan procesos de desubjetivación
relacionados con la cosificación de los pueblos originarios, tratándolos como objetos
exóticos o folklóricos en lugar de reconocer sus derechos, tradiciones y conocimientos.
41

Los medios de comunicación, como bien pudimos demostrar en la situación


comentada, a través de la selección de imágenes y narrativas, han reforzado estas
percepciones distorsionadas, perpetuando la idea de que las comunidades originarias
son inferiores.
Es fundamental reflexionar, reconocer y cuestionar(nos) estas representaciones
para promover una comprensión más profunda y respetuosa hacia la diversidad
cultural. Las formas de desafiar la subjetividad incluyen la promoción de sus voces en
los medios más masivos, la educación intercultural y la sensibilización sobre la
diversidad cultura. Siguiendo a García (2006), entendemos que se trata de generar un
nuevo posicionamiento mediante un proceso humanizante que despliegue
posibilidades de potenciación. Sin embargo, los medios de comunicación hegemónicos
no centran su atención en las luchas de los pueblos originarios debido a varias razones.
En muchos casos, estos medios están controlados por grupos económicos y políticos
que tienen intereses contrarios a las demandas y derechos de estas comunidades.
Siguiendo los aportes de Perissinotti (2014), entendemos que los medios de
comunicación reproducen los intereses de determinados agentes sociales y es evidente
que estos intereses no representan el de los pueblos originarios. Por tal motivo, existe
una falta de comprensión cultural en la sociedad toda, causada por la falta de
cobertura mediática.
Asimismo, de manera paralela, es importante destacar que existen medios de
comunicación alternativos e independientes, que demuestran interés en cubrir sus
luchas e informar sobre las diversas actividades que llevan a cabo tanto en Plaza Lavalle
como en la provincia de Jujuy, entre ellos es posible nombre el Medio "Sisa” o “Lavaca”.
De igual modo, encontraron una manera de llegar a la mayor cantidad de
personas y ayudó en cuanto a la visibilización, ya que se pudo hacer de uso provechoso
las redes sociales (Facebook e Instagram) creadas por ellxs mismxs, bajo el nombre
“Tercer Malón de la Paz” a fin de ir mostrando aquello que los medios no dicen (o no
quieren mostrar, sino que “más bien los tapan” dirá K.) con el fin de buscar el apoyo de
quienes se encuentran movilizados al hablar de los derechos de todxs a 40 años de
Democracia. Así también, apostando a un mayor alcance y concientización sin
importar el rango etario.
Hemos podido observar, acercándonos a Plaza Lavalle, que muchas personas
por su cuenta, organizaciones sociales y populares, y artistas son las que más se han
acercado a brindar apoyo. Cabe destacar que lxs malonerxs nos han mencionado,
desde su propia voz, quienes fueron lxs que lxs han apoyado en este tiempo. Y lo
expresan de la siguiente manera:
“Movimientos sociales. Piqueteros, las CTA. La diversidad, las feministas de la
washala. Algunos diputados nacionales. (...) la diputada que presentó el proyecto de ley
de intervención. Bueno, los de izquierda, algunos del bloque del frente de la patria, los
de izquierda mucho. (...) artistas también (...)”.
42

También nos han comentando que hay una carta pública6, titulada “Un abrazo
al Malón”, impulsada por Rita Segato y Ana Cacopardo, con la participación de
diferentes artistas, intelectuales y académicxs, la cual fue publicada en Página 12, que
expresa el apoyo y la solidaridad ante el reclamo del 3er Malón de la Paz. Dejamos este
breve fragmento que demuestra el respaldo ante la comunidad de malonerxs:
“Iniciamos este documento expresando nuestro abrazo y solidaridad con los
reclamos del Tercer Malón de la Paz. Sentirnos solidarios es también reconocernos en la
deuda del racismo estructural y de una mirada colonial que sigue jerarquizando
cuerpos y saberes. A 40 años de vigencia de la democracia, los graves hechos de
violencia estatal y persecución, la lucha del pueblo jujeño y el reclamo que llega a
través del Tercer Malón de la Paz, nos interpelan con fuerza. El Estado de Derecho está
siendo vulnerado en Jujuy con prácticas represivas a las que el pueblo argentino les dijo
Nunca Más. Si la única respuesta de la política nacional fuera la indiferencia, algo del
sentido fundante de nuestra vida democrática comenzaría a extraviarse. Mientras la
vigilia del Malón de la Paz continúa en la intemperie de Plaza Lavalle, nos sumamos a
la red de apoyo y solidaridad e instamos a continuar ampliándola con las mejores
herramientas de la imaginación política y poética”.
Ante lo expuesto en este apartado, es fundamental destacar que el 3er Malón
de la Paz necesita que su grito de lucha resuene en cada rincón de nuestro país. Es
imperante que su lucha se difunda de cualquier manera posible porque sus demandas
nos interpelan a todxs, porque la reforma inconstitucional de Morales atenta contra
nuestra democracia y el extractivismo salvaje de los recursos naturales atenta contra la
vida de todxs lxs seres que habitamos este territorio. Y el modo de llevar adelante esta
tarea es que, desde los medios de comunicación, las redes sociales, desde las aulas de
las escuelas y universidades, desde los diferentes espacios sociales, desde nosotras
mismas como ciudadanas y futuras trabajadoras sociales visibilicemos su reclamo, y lo
llevemos del boca en boca implantando en cada persona conciencia comunitaria.

6
Ingresando al link se puede apreciar la nota con la carta completa:
https://www.pagina12.com.ar/581977-abrazo-y-solidaridad-con-los-reclamos-del-tercer-malon-de-la
43

Ante la pregunta “¿Cómo consideran que podamos colaborar?” La respuesta de


lxs malonerxs fue tan simple y clara que solo queda traer su propia voz en estas líneas:
“Informando, contando, promocionando el flayer, poniendo en sus estados en su
grupo de whatsapp o en los Facebook. Ah, qué promociones que en la plaza la base
está el tercer malón de la paz. (...) difundiendo es la mejor forma.
(...) si necesitamos plata, pero también necesitamos, que seamos difundidos,
que seamos escuchados, que alguien de esa casa grande nos abra las puertas y nos
digan vengan y nos sentemos. Les leamos la experiencia (...) busquemos y encontremos
una solución, eso es lo que necesitamos y es algo que no lo tenemos”.

NARRATIVAS COMUNITARIAS
EL TERCER MALÓN EN LA PERSPECTIVA DEL TRABAJO SOCIAL
Frente a las cuestiones expuestas a lo largo del trabajo, es pertinente recordar
que desde la disciplina del Trabajo Social, y en especial al hablar de Trabajo Social
Comunitario, en su dimensión política e ideológica debe incluir un carácter
emancipador, es decir, una praxis orientada desde los derechos humanos, así como
también incorporar un pensamiento y conocimiento descolonizador. En términos de B.
Sousa Santos (2012) “No hay Justicia Social, sin Justicia Cognitiva Global”. A
continuación, se presenta un desglose de estos conceptos a partir de bibliografía que
consideramos de interés y de gran apoyo para realizar el presente escrito.

A partir de la Reconceptualización, se exigió reconocer la dimensión


política-ideológica del trabajo social como una dimensión constitutiva de este, dejando
de lado la ilusión de poder ejercer una práctica profesional basada en el cientificismo y
la neutralidad. La realidad es que el Trabajo Social conlleva una dimensión política que
lo constituye, por más que el profesional no pretenda hacer política esta se ejerce
incluso de manera inconsciente porque el mundo en el que actúa es un mundo político
(Martinez, 2008). En este sentido, y respecto a la posición política del Trabajo Social,
los aspectos centrales que expone Silvana Martinez (2008) son: conciencia,
compromiso, crítica y emancipación. La conciencia, en tanto que, no alcanza la
sensibilización o la información, sino que hay crear conciencia, la cual nos permite caer
en cuenta de dónde estamos, a quién estamos sirviendo, bajar a la realidad. Además, el
compromiso implica que hay que involucrarse, dejar de ser espectador y ser
protagonista junto a los otros, lo cual implica poner el cuerpo y ocupar espacios. Ahí, es
donde nos cruzamos con el compañerismo, con el “Otro”, con la solidaridad.
Empezamos a transformarnos y a transformar a los demás, empezamos a entender
cosas que antes no, a través de la praxis y de la experiencia cotidiana. La crítica hace
referencia a la reflexión y esta es la capacidad de volver sobre nuestra propia práctica
para poder pensar y re-pensar la acción, el quehacer. De esta forma, la crítica abre
lugar a la emancipación, vinculada a la posibilidad de cambio social, y en este sentido
es que se funda la dimensión política: a partir de la pertenencia, de la contribución a la
transformación que queremos ver. Transformar y transformarnos.

Sostenemos que, de igual manera, estas características mencionadas se pueden


vislumbrar en el propio movimiento del Tercer Malón de La Paz y en lxs integrantes que
lo conforman: en la conciencia sobre la propia situación atravesada desde lo personal
44

hasta lo político y la impronta por generar conciencia también en la sociedad; con el


compromiso, poniendo el cuerpo en cada corte de ruta, en cada permanencia y
movilización en Jujuy y en Buenos Aires, y en el compromiso de resistencia de “hace
cinco siglos” de las mismas comunidades; la capacidad de crítica, de pensar en sí
mismos como un movimiento histórico y volver a las calles a visibilizar su lucha; y la
emancipación, como un movimiento capaz de dar respuestas a las consecuencias del
neoliberalismo y transformar la sociedad hacia lógicas más solidarias y respetuosas con
la naturaleza.

Es sumamente necesario un Trabajo Social Emancipador (Martinez, 2008) que


comprenda esta dimensión política y el compromiso con la comunidad, entendiendo a
la práctica de manera situada y enraizada en un determinado contexto sociohistórico.
El propósito del TS, es y debe ser, la transformación social en pos de contribuir a
revertir situaciones de opresión y dominación social; no desde el paternalismo, sino
desde una mirada que acompañe y entienda a los Sujetos colectivos, históricos y
sociales como actores potenciales de cambio, sabiendo escuchar sus voces, y las
necesidades reales de las personas.

En este sentido, en la praxis del Trabajo Social, el actuar debe trascender el


“cuestionar el orden", para asumir un compromiso concreto de transformación de la
realidad; resignificando, junto con los movimientos sociales, el mundo de vida de los
sujetos, contribuyendo a (re)construir lazos sociales, menos desiguales y más
democráticos y solidarios. Así es que el núcleo crítico del Trabajo Social emancipador
debe integrar las nociones de sujetos sociales, mundos de vida, identidades, lazos
sociales y ciudadanía.

Otro punto que consideramos fundamental del Trabajo Social comunitario y


emancipador, es la praxis social de Derechos Humanos. Según lo plantea Eroles (2004),
la idea del Trabajo Social como praxis de DDHH, deviene mirar a las ciencias sociales
desde una posición ético-política que apunte a generar espacios de resistencia y
transformación social, tomando el verdadero compromiso con la comunidad y/o las
personas a quien destina su intervención; a su vez, esto implica un ejercicio de
reconstrucción de la intervención que conciba en un lugar privilegiado a la dignidad
humana, apostando por la construcción de la ciudadanía y la vigencia de los derechos
humanos, entendiendo que estos no son solo económicos, sino también ciudadanos,
políticos, culturales e identitarios.
En el movimiento del Tercer Malón de la Paz, se evidencia una vulneración de
estos derechos por parte del poder político hegemónico, privilegiando los intereses
económicos de empresas privadas por encima de los derechos de las comunidades
originarias. El núcleo del problema respecto a los territorios está directamente
relacionado con los derechos de identidad y culturales –en tanto que una comunidad
construye el territorio a partir de experiencias y subjetividades, a la vez que se
construye y reconstruye a ella misma y su existencia dentro de ese mismo espacio-. Por
otro lado, también su derecho a la participación política se les está siendo negada,
desde el “Primer Malón de la Paz por los Caminos de la Patria” hasta el movimiento del
presente, de manera que la ciudadanía política de estos pueblos ha sido una de las
temáticas de protesta por parte de estos. Una praxis de intervención social con la
45

mirada puesta en los derechos humanos debe reconocer esta dimensión para dirigirlo
hacia su pertinente análisis.
Tal como hemos señalado en la primera parte del trabajo, la historia oficial ha
sido escrita desde lo que Sousa Santos (2010) presenta como sociología de las
ausencias. Explica que es una manera de construir aquello que existe desde la
invisibilización de esto mismo, presentándose como una alternativa que no encaja con
el tipo de realidad que se quiere construir desde la mirada hegemónica. No se trata de
algo que no existe, se trata de algo que se produce –adrede- como ausente, como no
existente, logrando así la exclusión de esto mismo (Sousa Santos, 2010).
Históricamente, las ciencias sociales también han sido estudiadas y producidas a partir
de la construcción como ausente de todas aquellas formas de conocimiento que no
responden al modelo planteado por las ciencias modernas. Así, las ciencias se han ido
gestando a partir de una epistemología eurocéntrica (Sousa Santos, 2018) cuyos
conocimientos construyen y reproducen las relaciones coloniales entre países centrales
y periféricos, impactando no solo en las clases populares, sino en también en las
comunidades originarias del todo el territorio Argentino y el Abya Ayala. El
pensamiento colonial genera una negación de la propia cultura nacional y desemboca
en una continua desvalorización de la ciudadanía y los derechos de los pueblos
originarios.
Cuando se plantea comprender a las ciencias sociales desde una mirada
decolonial, se sugiere dejar de lado el tipo de pensamiento eurocéntrico-colonial y
comprender a los conocimientos desde lo que Sousa Santos llamó Epistemologías del
sur (2018) que señala la validación y recuperación de los distintos conocimientos de
cada cultura y de las experiencias de resistencias de los grupos sociales que
históricamente han sido expuestos a la opresión y destrucción en manos del
capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Jauretche (1964) plantea el diálogo entre
ambos tipos de culturas y pensamientos, sin invisibilizar ninguna, sino buscando el
mutuo enriquecimiento entre ambas epistemologías.
En suma, creemos que estas concepciones deben ser adoptadas, también, en el
campo de las propias ideas como estudiantes y futurxs profesionales, asumiendo la
autocrítica necesaria para no ponerse en el lugar de “colonizador de ideas” de lxs
sujetos con quienes se construya la intervención. Evitando toda forma paternalismo,
estigmatización y exclusión, así como también construyendo colectivamente la
participación y la ciudadanía en las comunidades, grupos y sujetos colectivos con
quienes se intervenga; reconociendo la otredad, las diferencias, y también la alteridad
desde un lugar de discernimiento (Eroles, 2004) identificándose con el otrx que a su
vez se asume como igual y merecedor de un trato justo.

REFLEXIONES FINALES
Como estudiantes y futuras profesionales de trabajo social, creemos que se nos
ha presentado un gran desafío y oportunidad al poder adentrarnos en el momento
cúlmine de su acampe en Plaza Lavalle, conocer y analizar al Tercer Malón de la Paz,
nos pareció fundamental recuperar para el desarrollo de nuestro trabajo, las
identidades y voces de “Lxs malonerxs” que pudimos entrevistar presencialmente, lo
que posibilitó y facilitó la creación de un contexto de confianza ,familiaridad y libertad,
46

para poder recabar la información de fuente primaria, tal cual ellxs la expresaron,
siendo fieles a sus subjetividades, pensamientos, opiniones y discursos. Aun así,
independientemente de la elaboración escrita de nuestras experiencias, saberes e
información que pudimos recabar respecto al Tercer Malón de la Paz, existió en algún
momento un punto de inflexión en donde nos encontramos y posicionamos en un
lugar ya no solo de estudiantes, sino como personas que, en tanto parte de una
sociedad, encuentran que las luchas que lleva adelante el movimiento que analizamos,
son transversales a todxs lxs ciudadanos.

Siempre hay algo trágico cuando nos encontramos con la historia, pero cuando
esa historia es opresiva y se hace carne en las personas con quienes nos encontramos
cara a cara, es cuando nos damos cuenta de que en un mundo con muchos avances
tecnológicos, aún nos queda muchísimo más por avanzar como comunidad. Lxs
hermanxs malonerxs están siendo objeto de diversos ataques, desde lo más concreto
hasta lo más simbólico, siento víctimas de un destrato y una desubjetivación al mismo
tiempo que se conforma como un apoyo para otras personas que de igual manera han
sido dejadas de lado por la sociedad, como bien nos contaron cuando mencionaron
que, a pesar de escasear en recursos, igualmente repartían comida a las personas de la
calle que se acercaban con su necesidad de alimento, o a los guardias de seguridad que
se turnan en la Plaza Lavalle.

Durante estas semanas que dedicamos al conocimiento, análisis y conexión con


el Tercer Malón de la Paz fue inevitable preguntarnos: ¿Cuánto sabemos y cuánto nos
han contado respecto a nuestros pueblos? Los pueblos argentinos, los oriundos, los
que ya estaban aquí mucho antes de que llegaran los españoles a decirles que los
habían “descubierto”. De esta manera es que se construye el imaginario social
colonizado alrededor de los pueblos originarios desde lo ausente, ubicándolos en un
lugar ideológico y simbólico más tendiente a la sumisión y la inferioridad que al
reconocimiento de la otredad y la alteridad. Se los ha etiquetado como lo diferente, lo
inferior, lo malo (los malones) que no reconocían autoridad ni tenían cultura, que no
sabían leer ni escribir, que son indios “pero no son verdaderos indios porque usan la
tecnología”. Ellos tomaron este concepto peyorativo de “Malón”, ligado a la maldad y lo
subversivo (a la barbarie, diría Jauretche) y lo resignifican a partir de la construcción de
un movimiento social que deja bien en claro por qué luchan: por sus derechos, sus
territorios, por su ciudadanía, su identidad y por la paz. Siempre por la Paz.

A lo largo de los apartados expuestos intentamos describir, analizar y presentar


al Tercer Malón en sus dimensiones más significativas, sin embargo, es un movimiento
contemporáneo que día a día se va transformando, un movimiento que dentro de sí
tiene mucha riqueza cultural y diversidades. Un movimiento que se conforma por
cientos de comunidades, que se preocupa por el cuidado ambiental, por los animales,
por su reproducción, y lo que obtienen a cambio es represión, estigmatización y
persecución por parte las autoridades principalmente de la provincia de Jujuy, desde la
cual se les han tramitado causas judiciales que para nada están fundamentadas desde
lo democrático.

En este punto nos preguntamos, ¿por qué ningún funcionario político salió a
demandar la inconstitucionalidad de la reforma jujeña? Teniendo en cuenta que se
47

contraría con la Constitución Nacional, ¿no sería correcto, en nombre de la democracia


y los Derechos Humanos, demandar estas reformas provinciales que se desarrollaron
en la provincia de Jujuy? ¿Por qué como sociedad no nos involucramos en el reclamo
tan válido que realizan los pueblos originarios y salimos a manifestarnos con ellxs?
¿Cómo es posible involucrarse cuando se ha destruido tanto nuestro sentido de
comunidad? ¿Por qué los medios hegemónicos siguen ignorando el asunto? ¿Qué hay
detrás de tanto silencio? ¿Será que aún ven a la provincia de Jujuy muy lejana a la
Capital del País? ¿O será que ven al territorio con el único fin de extraer todos los
recursos posibles para llenar de dinero los bolsillos de empresarios inescrupulosos?
¿Cómo podemos hacer, en este mundo de individualidades, capitalista, egoísta, para
que la comunidad que no pertenece a los pueblos originarios se de cuenta de que estas
reformas y sus consecuencias nos afecta a todos? ¿Cómo podemos crear un sentido de
comunidad que nos interpele a todxs en nuestro país?
¡Arriba los Derechos, abajo la reforma! ¡JALLALLA JUJUY!
48

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e-la-paz-y-el-poder-pol%C3%ADtico-de-las-mujeres-en-el-abya-yala
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➢ Anexo
Guía de Entrevista realizada por el grupo “Históricas” a integrantes del Malón de la Paz,
en Plaza Lavalle, CABA, el día 29 de Octubre del 2023
Origen del movimiento y territorio
1) ¿Cómo es su nombre? ¿Qué comunidad representa? ¿Cuál es su lugar/rol
dentro del malón?
2) Sabemos que el movimiento tiene su historia, es decir, que hubo un primer y
segundo Malón de la Paz ¿En qué se inspiraron para continuar el legado del
malón?
3) ¿Cómo se originó el 3er malón de la paz? ¿Cuál fue el conflicto que se generó
en el territorio de tu comunidad? ¿Existen similitudes y/o diferencias entre
ellos? ¿Cuáles?
4) ¿Qué fue lo que impulsó la llegada del 3er malón a Buenos Aires? ¿Por qué
eligieron plaza Lavalle como lugar para hacer más visible su lucha?
5) ¿Qué representa para usted el tercer malón de la Paz?
6) ¿Cómo se conforma el tercer malón (que comunidades lo integran)?
7) Sabemos que están hace más de dos meses resistiendo en la plaza ¿Cómo es la
convivencia en el acampe entre las diferentes comunidades?

Organización del movimiento y cotidianidad

8) ¿Cómo se organizan al interior?¿Cuáles son los roles que existen dentro de las
comunidades? ¿Existen comisiones? ¿Tienen referentes por cada comisión?
¿Qué actividades realiza cada comisión?
9) ¿Cómo toman las decisiones?¿Cómo funcionan las asambleas plurinacionales?
¿Cuáles son y cómo se eligen los temas que se abordan?
10) Entendemos que dentro del movimiento pueden existir diversas tensiones, ya
sea en toma de decisiones, ideologías y demás… ¿Podes verlo ejemplificado
particularmente en el Tercer Malón?
11) ¿Qué tareas y roles ocupan las mujeres en esta lucha? (Ej. hay mujeres que se
quedaron en jujuy porque debían quedarse a cargo del cuidado de lxs niñxs)
12) ¿Cómo se organizaron con el cuidado de las niñeces y adultos mayores que
seguramente tengan a cargo?
13) ¿De qué manera o con qué medios cuentan para sustentarse?

Tejiendo lazos
51

14) En una conversación con un cacique de una comunidad del Malón, remarcó la
palabra comunidad como algo importante a recuperar y agregó, "La comunidad
como la común unidad" Pensando en ello preguntamos: ¿Cómo entienden la
comunidad?//¿Qué sentido tiene la palabra comunidad para ustedes?
15) ¿Qué percepción creen que tiene la sociedad sobre el malón y cómo se auto
perciben ustedes ? ¿Qué prácticas generan para hacer conocer su lucha?

16) En este tiempo que llevan en Buenos Aires, ¿Alguien les ha brindado apoyo? En
caso de que sí, ¿quiénes y de qué manera? (Organizaciones, ciudadanxs,
artistas, políticxs, universidades, escuelas?)
17) ¿Y en Jujuy? ¿Qué está pasando allá en cuestión organización, redes?
18) En cuanto a los medios de comunicación, ¿cómo es la relación que tienen con
ellos? (en caso de no tener consultar cómo les gustaría que sea, como les
gustaría ser tratados)
19) ¿Cómo consideras que es la relación que tienen con las autoridades del país?
20) ¿Cómo consideras que el cambio de gobierno va a influir en su lucha?
21) ¿Encontraron dificultades/obstáculos en este largo periodo de lucha? ¿Cuáles?
¿Y fortalezas y aspectos favorables?

Religiosidad, espiritualidad, símbolos y festividades

22) Quisiéramos saber ¿cuáles son las creencias y valores que tienen en el malón
de la paz? ¿Qué lugar / importancia ocupa lo espiritual en sus vidas? ¿Cómo se
transmiten estás creencias entre las generaciones?
¿Estas son compartidas por toda la comunidad? En caso que haya diversidad
¿cómo conviven las distintas creencias que tienen (en su propia comunidad y en
la sociedad)? ¿Encuentran relación entre dichas creencias con la lucha que
vienen a dar/dando?
23) Observamos la Whipala como un símbolo distintivo, presente en cada
manifestación de su movimiento ¿qué significado le otorgan a ella?
24) ¿Hay otros símbolos que consideren importantes para su comunidad?
25) Pudimos dar cuenta en las veces que vinimos a compartir y a acompañar, que
más allá de la situación de lucha por nuestros derechos, le dan una gran
importancia a lo festivo, a la música y al baile. ¿Qué lugar ocupa esta festividad
tanto en la resistencia como en su vida cotidiana?

Objetivos, métodos de luchas y resistencias


52

26) Bien podemos observar que su lucha, su resistencia, se caracteriza por ser
“pacífica” ¿Por qué consideran que esta es la mejor forma? (orientar las
respuestas a sus métodos de lucha / hacer mención a las huelgas de hambre,
asistir a lugares neurálgicos, charlas/conferencias de visibilización)
27) ¿Consideran que sus métodos de lucha son efectivos en función a sus objetivos
particulares?
28) Y en cuanto a los reclamos actuales, ¿Qué consideras que pasaría en la vida
cotidiana de las comunidades si el estado continúa con el proyecto en torno al
litio?
29) Retomando un poco las luchas que traen históricamente, sabemos que el
segundo malón de la paz exigió la tramitación de los títulos comunitarios de
algunos territorios que habían sido expropiados por el estado. ¿Cómo sigue ese
proceso hoy en día?

Feminismos
30) Sabemos que el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias tendrá
sede en Jujuy, en apoyo al reclamo del Tercer Malón. ¿Las mujeres del Tercer
Malón participaron del Encuentro de este año en Bariloche? ¿Por qué?

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