FINAL Existimos
FINAL Existimos
FINAL Existimos
PENSAMOS
APUNTES DESDE LA COMUNALIDAD
2017-2021
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ÍNDICE
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PRÓLOGO; REFLEXIONES SOBRE LAS REFLEXIONES DE JAIME LUNA
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hecho pensar como naturales y deseables. Quien lea el presente libro debe tener una
disposición particular para dejarse sorprender y trascender esa misma sorpresa inicial
que nos invade cuando el autor plantea ideas que reacomodan muchas de las
suposiciones que hemos aceptado con total naturalidad. Antes de hablar de las más
arriesgadas, me parece importante hacer notar que el autor reflexiona sobre el hecho de
que, al despojarnos de nuestras lenguas, el sistema colonialista y el capitalista impiden
que podamos partir de un universo semántico que sea distinto del que plantean el
español y otras lenguas hegemónicas. Pero es desde el español que Jaime demuestra
que es posible poner en entredicho ese mismo universo semántico.
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tradiciones de pensamiento en el mundo, muchas disciplinas orientales tocan los mismos
puntos.
Los textos que se leen en este libro Jaime los ha calificado como momentos, no como
textos que se puedan ordenar linealmente, más bien extienden redes rizomáticas que se
van extendiendo, conectando ideas, reflexiones y conceptos. Las ideas que se plantean
en uno de los textos podrán reaparecer en otros alumbrados por un un nuevo contexto
discursivo que les va agregando otra capa de complejidad y de sentido, de modo que
queda la impresión de estar metiéndonos a bañar en un río conceptual siempre nuevo.
Si alguno de los planteamientos se antoja abstracto o difícil de aprehender en algún
punto, otros textos lo revisarán aclarándolo de otras maneras. El autor nos hablará de
economía, de naturaleza, de territorio, de los pueblos, de lo universal, de la educación,
de la música y de una gran variedad de temas que se entretejen con la comunalidad
como urdimbre principal.
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comunalidad, una tradición que ha sido la clave de la existencia de nuestros pueblos a
pesar de la catástrofe que nos ha significado la ya larga noche colonialista y capitalista.
Y en medio de esas noches, la palabras y reflexiones contenidas en este libro se erigen
haces de luz.
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INTRODUCCIÓN: COMUNALIZACIÓN DE LA VIDA EN LA PENSAMIENTO DE JAIME
MARTÍNEZ LUNA
El libro “Existo, luego…pienso”, de Jaime Martínez Luna, recopila textos que el autor
escribió entre 2017 y 2021. Justo conocí a Jaime a finales de 2016, colaborando en la
realización del II Congreso Internacional de la Comunalidad, en Oaxaca. Luego
caminamos algunos proyectos más, y he de decir, que han sido estas experiencias
quienes han posibilitado una comprensión más profunda del alcance práctico de lo que
Jaime llama el razonamiento comunal. Digamos que, comunalidad es, por un lado, una
forma de vida concreta en muchas comunidades en Oaxaca y por otro, una forma de
razonar que tiene su manifestación más importante en formas concretas de hacer unas
cosas y no hacer otras y no tanto en cómo podemos elaborar un discurso sobre ellas.
Por esta razón me parece que las reflexiones que aquí se escriben tienen
importantísimas consecuencias para ser pensadas en términos prácticos. Esto es muy
importante en este libro y por eso es importante que Jaime lo haya escrito.
Pienso a menudo que Jaime no podría emprender cosas solo, o al menos, si la vida lo
pusiera en esa tesitura, sería muy torpe, o de plano no las podría hacer. Creo que sólo
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cuando escribe está él solo en ese acto concreto. Me dijo una vez que un texto lo escribe
en un solo día, de corrido. Digo yo que no quiere detenerse más tiempo en ello. Aunque
sí puede estar doce horas o más en una asamblea en su comunidad los domingos y
nunca lo vi inquieto en las reuniones que teníamos porque el debate se alargaba. Y sin
embargo, aunque esté solo ante el texto, insistirá que no es uno sino que “somos los
otros”. Estoy segura que Jaime estaría de acuerdo conmigo en afirmar, que también
este libro son los otros. Sencillamente porque en nada de lo que hacemos es posible
desgajarnos de los otros, porque estamos integrados en una interdependencia que es
fruto de relacionarnos con lo que nos rodea y con quienes están ahí, así sean estos
amigos o enemigos. Esto, en términos prácticos organizativos, las comunidades de
muchos pueblos de Oaxaca lo han integrado de formas diversas en sus formas de vida.
Posteriormente se le puso a esto el nombre de comunalidad, no para dar existencia a
algo de siglos de antigüedad, sino para nombrar lo que de por sí ya sucedía.
Por otra parte, los textos que Jaime presenta en este libro, responden a actos concretos;
una petición de una conferencia, una invitación para un capítulo de libro, un escrito para
aclarar internamente una discusión relativa a algún proyecto, etc. Es decir, se hicieron
con una intencionalidad para alguien o para algún proceso que estaba en curso. No es
un ensayo o un monográfico ni mucho menos una investigación convencional, sino que
es camino andado y emocionalmente reflexionado. En algunas ocasiones podrá leer un
solo texto y en otras no entenderá algunas cuestiones hasta que lea otros textos, porque
ellos mismos son complementos entre sí de lo que implica un razonar basado en formas
de vida comunal, y por ello, se trata de una obra integral. Intentaré resaltar algunos
aportes que me parecen sustanciales, en realidad no porque los otros no lo sean, sino
porque la introducción exige de alguna manera una síntesis.
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En otros textos anteriores, Jaime profundiza en la noción de comunalidad1. No tanto en
este. Este libro refleja más bien la fuerza que el propio concepto de comunalidad y su
razonamiento implícito, tiene para interpretar tópicos tan diferentes como el de
educación, el arte, el derecho, la ciencia y…. la vida misma. De cualquier forma, en el
libro se encuentran algunos textos que sirven para aclarar aspectos relativos a la
comunalidad. El suelo que pisamos, añadirá Jaime, la vida que hacemos con otros, son
el medio natural en el que emerge un pensamiento, un razonamiento particular. De ahí
la importancia, aunque sea brevemente de aclarar cuál es esa vida de la que habla Jaime
y que es madre del razonamiento que en este libro expresa.
Sin duda, algo que ayudará a comprenderlo, es el reconocimiento que en Oaxaca existe
de dos regímenes políticos, el de partidos políticos (153 municipios) y el de Sistemas
Normativos Internos-asambleario (417 municipios). Ocho mil de sus diez mil
comunidades están organizadas mediante Sistemas Normativos Internos, en los cuales
la Asamblea Comunitaria es el órgano político máximo de decisión. Mientras tanto, el
70% de su territorio es propiedad comunal, más un 15% que es propiedad ejidal y de
reserva gubernamental. Entonces, solo un 15% del territorio total en Oaxaca es
propiedad privada. Ello hace que en Oaxaca, el modelo de vida comunitario sea
definitorio para comprender mucho de su andar. En muchas de estas comunidades (de
forma desigual), está muy presente lo que Jaime y Floriberto denominaron comunalidad,
que por ser breves y por existir ya muchos documentos que hablan sobre ello, podemos
decir brevemente que se trata de una forma de vida que tiene lugar en muchos pueblos
en Oaxaca donde la normatividad política recae en la asamblea, y por tanto en el trabajo
colectivo para enfrentar necesidades comunes.
Esta forma de gobierno sucede en un territorio que es comunal también donde no existe
la propiedad privada como la conocemos en las ciudades y se sostiene a través de un
sistema de cargos generalmente no remunerados y el trabajo colectivo basado en el
tequio. Todo ello sostiene un tejido social igualitario, en el cual la persona vale por su
1
De cualquier forma, referencias al mismo concepto se podrán encontrar más explicitadas en
otros textos anteriores de Jaime, así como de Floriberto Díaz, o de antropólogos como Benjamín
Maldonado y José Rendón.
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trabajo en común y por el cumplimiento a las obligaciones acordadas en la asamblea, y
no por el capital que acumula, ya sea este monetario o profesional-escolar. Y hay alegría
en ello, señala Jaime, que se expresa sobre todo en el festejo del goce de todo el trabajo
conseguido en común.
Claro que esto que hemos señalado, no sucede de igual manera en una comunidad que
en otra, y que junto a estos procesos claramente comunitarios, hay presencia de otros
que los limitan, fruto de las interferencias continuas de otras lógicas individualistas,
letradas, competitivas, liberales, etc. También sucede, con demasiada frecuencia, que
desde el mundo académico y letrado se dan cuenta detenidamente de todos aquellos
procesos que señalan la penetración de los elementos ajenos a las comunidades y que
lastiman el tejido comunitario – y por ello ven en quienes realizan una defensa del
pensamiento comunitario un ejercicio de idealización de algo que no existe. Este libro sin
embargo, tiene otra historia que contar, la de la “permanente renovación de la actitud de
resistencia comunitaria”, y la fuerza de un pensamiento comunal, que es especialmente
visible cuando se ve y se habla de ese mundo siendo parte de él. Y por eso señala que
comunalidad no es abstracción o utopía, sino sencillamente un “proceso natural de
habitar y explicar el mundo, a partir de saberse parte o elemento de la naturaleza”.
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claridad; “hoy por hoy, quitarnos esas vendas, vestiduras, ese razonamiento, está
costando doble tarea, la de reconocer y trascender, las consecuencias de la invasión, y
por el otro, el reconocimiento de esa otra visión, que clandestinamente se guarda, de lo
propio, y como tal, el lograr el encuentro de nuestras propias fuentes de
razonamiento...esta es por ahora nuestra urgente preocupación”. Esta y no otra en la
intencionalidad del presente libro.
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En no pocas ocasiones transmitir el razonamiento y la vida de las comunidades desde la
comunalidad ha sido tachado como un ejercicio que cosifica, esencializa, las ata a su pasado, y
establece categorías cerradas, estáticas e idealizadas de lo propio y ajeno. Considero que esta
es una lectura errónea. De todas formas, insisto en lo que el propio Jaime señala en su texto;
“vivimos nuestro momento histórico, no vivimos el pasado, lo valoramos pero construimos
nuestro momento y en el espacio que nos ha tocado”. Lejos de las críticas sobre esencialización
e idealización del pasado a las que frecuentemente se asocia al pensamiento comunitario, lo que
encontrarán en el texto es más bien integralidad, dinamismo, acciones reales presentes que se
concretizan en la vida misma.
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Para Jaime en el razonamiento comunal no cabe el individuo. Porque el ser comunal no
puede ser explicado sino es en sus relaciones. Por lo tanto, lo que él ve por todos lados,
una y otra vez, al derecho y al revés, se lo pintes de blanco o de negro, es la
interdependencia que tenemos con el todo. Y siendo así, cuestiona también la existencia
de eso que llamamos individuo y libertad. Él insistirá que no somos seres libres sino
comunales, como también lo son todo lo animal y lo vegetal, las estrellas y el viento. Y
que lo comunal no existe sin el respeto. Dirá que no es el respeto a las jerarquías o a las
propiedades. Sino que “es el reconocer que somos el otro, y sin el otro no somos”. Por
ello, el individuo encarna esta idea de poder y de forma opuesta, la autoridad, que es
colectiva, centra su actuar en la decisión asamblearia, que es contrapoder.
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No es complicado pensar qué consecuencias tuvo y sigue teniendo este particular
razonamiento sobre el conocimiento, sobre la ciencia, sobre la naturaleza y sobre el
poder de controlar a otros seres humanos, animales y territorios. Por ello, podemos
señalar que finalmente al “pienso luego existo” (que aunque se produjo como
pensamiento de una parte del mundo, tuvo enormes anhelos de universalidad que
impuso con crueldad), se le sumó después “si no razonas como yo, eres inexistente”, y
se convirtió en un enunciado radical para comprender las contradicciones que emanan
en nuestra propia contemporaneidad.
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estas alturas del partido, con dos décadas de transcurrido el siglo XXI, podríamos decir
que se nos va la vida misma en comprenderlo.
Por ello, señala Jaime, que se trata de alguna forma de destruir el poder que buscamos
sistemáticamente en la política, en la economía, en la ciencia, en lo letrado, en la
competencia, en el individuo, en el sistema patriarcal, etc. y contraponerlo al ejercicio de
la autoridad como responsabilidad colectivamente acordada. No es extraño que sea la
experiencia de la comunalidad, la que ponga encima de la mesa esta discusión.
Hay que leer los textos de Jaime para analizar las enormes consecuencias prácticas de
estas dos formas de ver el mundo. Desde lo político-poder, pasando por la lecto-
escritura, la mecánica mercantil y necesidad de la propiedad privada, hasta conceptos
como individuo, ciencia, libertad, arte, democracia y derecho. Se trata de un giro radical.
En los textos ustedes podrán comprobar que este giro permite entender de una forma
muy distinta estos conceptos. Dirá Jaime, y yo coincido, que se trata en realidad de
modelos civilizatorios distintos. Un cambio paradigmático, que nos invita a un cambio que
afecta a “todos los haberes de nuestra existencia”. Yo añadiría que se trata también de
un cambio generoso, porque si sabemos leerlo bien, será para bien de unos y de otros.
Me parece además que este giro va más allá de algunas corrientes críticas que resuenan
en la actualidad en las Ciencias Sociales. Jaime celebra a aquella parte de la academia
que habla de de-colonialidad, epistemologías del sur, ecología de saberes, agroecología,
bioculturalidad, interculturalidad, sindicalismo, cooperativismo, humanismo y otros
ismos. Lo celebra porque están abriendo puertas y sin embargo, según él, finalmente
también emanan de “la visión individualista de la vida, de la concepción de poder, la
propiedad y el mercado de la vida”. Arriesgando un poco más, añade, que las visiones
antirracistas, anti clasistas y aun antipatriarcales, son finalmente concepciones derivadas
del poder individual. Porque lo fundamental para él, es ir a la raíz de lo que está
confrontando dos mundos que emanan de diferentes “razonamientos civilizatorios”.
Porque señala; “occidente, busca soluciones a los problemas que ha generado su
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límite, está en el razonamiento mismo”. Por ello, para él lo que urge, es “caminar bajo
otra racionalidad”. Y considero que hace aportes importantísimos al campo científico
social cuando nos plantea que “existir o investigar la existencia”, son dos razonamientos
divergentes en la producción de conocimiento. Uno, viéndose uno parte del mundo, y
otro, entendiéndonos siempre fuera de él.
De forma distinta dirá que habitamos el mundo en radical interdependencia entre todos
los seres y por ello, con horizontalidad. Y desde ese lugar, y de manera sencilla, se
reconoce el suelo que pisamos, con quienes habitamos y pisamos ese suelo, lo que
hacemos en ese suelo y lo que logramos con nuestro hacer en ese suelo. Esta es
básicamente, la propuesta de Jaime en la compartencia para la vida y el conocimiento.
También para el conocimiento científico. Pero imaginarán de entrada que para la ciencia
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convencional, algo así, tan subjetivo, tan lleno de uno mismo, no puede de ninguna
manera atravesar los cánones de objetividad y neutralidad de lo que se entiende por
ciencia. Para algunos no podrá incluso ser ciencia nunca. Y ahí es donde Jaime lleva
razón; se trata de dos formas de razonamiento distinto que emanan de modelos
civilizatorios distintos. Pero si sólo se hace ciencia a partir de este ejercicio artificial de
ver el mundo de forma separada a uno mismo, entonces, dirá Jaime, que se trata de
ciencia colonial, porque no encuentra ese razonamiento en las bases de su cultura
comunitaria.
Finalmente añade, y creo que es importante señalarlo, que esta visión de la vida, en el
fondo, no es atributo exclusivo de pueblos “indígenas”, o de izquierda, sino de “una
Jaime reclama nuevos conceptos para construir un nuevo lenguaje que permita explicar-
comprender procesos que tienen otro centro, otro origen, que al querer expresarlos en
español no acaban transmitiendo lo que significan. Hay en ello, un esfuerzo muy singular,
de encontrar un “lenguaje apropiado para describir y nombrar el mundo”. Comprendo
muy bien esto que señala Jaime. Cuando visité la Sierra por primera vez hace ya 20
años, proveniente del sur de España y sin saber nada de la vida que en la Sierra tenía
lugar, lo primero que me dijeron es que me presentara con la autoridad para explicarle
qué hacía yo allá y qué quería. Yo me imaginé instantáneamente un hombre bigotudo,
cacique a más no poder, autoritario y controlador de todo lo que pudiera. Así que no fui.
Después fui a la escuela y un papá me dijo que no confiaban en mí porque no me había
presentado con la autoridad. ¿Por qué el papá, que seguro era oprimido por el cacique-
autoridad, estaba molesto conmigo? De golpe comprendí que la palabra autoridad como
era referida allá no tenía nada que ver con el concepto de autoridad que yo traía. Podría
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decirse incluso que es su antónima. Sucedían a cada rato eventos parecidos. Aunque
hablábamos la misma lengua, no hablábamos el mismo lenguaje. Las palabras en sus
contenidos siempre parecían referenciar cosas distintas de lo que la palabra decía, y las
acciones mismas parecían ser otra cosa distinta de lo que parecían a simple vista. Y eso
indicaba que tenían que ser comprendidas en sus propios referentes, aunque me fueran
ajenos.
Por lo tanto, dado que así está la cosa, y ocurre con muchos otros conceptos, como
obligación, libertad, individuo, democracia, etc. parece que lo más razonable es
comprender – y darle un nuevo concepto diría Jaime – a esos otros procesos que no
pueden ser cabalmente comprendidos bajo esos conceptos y mostrar como son leídos
bajo horizontes comunitarios. Jaime dirá mas; en que en realidad, aunque sean críticas
nuestras ideas, “razonamos occidental y liberalmente”, porque desechamos
razonamientos que ponen en el centro, no al humano, sino a la “naturaleza planetaria
como totalidad”. Y aún más, que este mismo planteamiento lo lleva a dudar de la fidelidad
de sus propias afirmaciones, que están finalmente escritas en español, una lengua que
se expresa en un lenguaje originado en contextos ajenos y hegemónicos. Con ello, Jaime
reconoce la fortaleza que tienen las lenguas indígenas para expresar su propio
pensamiento, que lamentablemente él perdió a causa del mismo proceso de colonización
actual que atravesó a su familia y que fue consecuencia para que su madre ya no le
enseñara zapoteco.
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Existen en el libro diferentes textos que permitirán al lector ir desvelando estos
conceptos. Muy brevemente; a) la compartencia nace como concepto que intenta
explicar la interdependencia que nace del pensamiento comunal, que nos lleva, de forma
natural diría Jaime, al intercambio y a compartir y no tanto a competir (o a acumular).
Esta dimensión de la vida – somos los otros – sin la que nada es posible en el
pensamiento de Jaime, tiene enormes consecuencias en muchos campos, pero
especialmente en cómo comprender de forma distinta lo económico; b) lo naturocéntrico,
que parte del todo para explicar las partes, se contrapone a lo homocéntrico, que parte
de las particularidades del homo para explicar y adueñarse de todo; c) la comunalicracia,
como forma política basada en la reflexión colectiva horizontal que busca el consenso y
que se contrapone a una decisión tomada en base a la suma de individuos que toman
una decisión (democracia-votos-partidos políticos frente a comunalicracia-consenso-
asamblea). Por ello insiste tanto en que la horizontalidad de la comunalicracia dista
mucho de cómo se entiende el ejercicio del poder, la propiedad y el mercado, de raíz
occidental y colonial; d) finalmente, emana el concepto de ombligación para expresar
procesos de orden distinto que guían las normas comunitarias. Esto le lleva a afirmar
que no existe el derecho indígena, porque el derecho parte de un concepto de ley escrita
intemporal (que no corresponde a un tiempo y aun espacio), y esto, finalmente es muy
distinto al acuerdo oral. Reconoce que es este el que dibuja la normatividad comunitaria
que se basa en acuerdos y decisiones que se van tomando según cada contexto y
tiempo, y por lo tanto, están vivas. No responden a intereses individuales sino a normas
decididas asambleariamente. Entonces, para él, tanto como no existe el individuo, no
existen los derechos colectivos. Tampoco existen leyes (por ser textos muertos o
intemporales), sino acuerdos, como decisiones vivas en su tiempo, reales, contextuales
y comunales. Junto a ello, menciona que el concepto de obligación es un concepto
“pesado que nombra la coerción, la imposición”, y por ello la palabra no ayuda a explicar
su mundo, que podría decirse está habitada por obligaciones que han surgido del
acuerdo, de las normas decididas asambleariamente. Prefiere la palabra ombligación,
que habla de la “ligazón natural al mundo del que es tan sólo un habitante”, y esto es lo
que guía su actuar y no el Derecho. Otros conceptos más, finalmente, también nos des-
ombligan, porque no explican nuestra dependencia al “universo total”.
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Ya para terminar. Tal vez alguien se pregunte – al menos yo si me lo he preguntado – ;
si a Jaime lo erudito no le agrada mucho, la teorización discursiva frente a la acción
colectiva y concreta menos, resaltar la figura individual y el prestigio de quien piensa y
escribe pues tampoco porque como tal no existe y tampoco antepone la escritura frente
al poder de la oralidad y considera que el español tiene muchas limitaciones como lengua
de comunicación de un pensamiento que es comunal. ¿Entonces por qué escribe un
libro? Me quedo con algunos fragmentos que él mismo expresa. Él señala que mucho de
lo que escribe no es un descubrimiento, sabe que se practica desde hace siglos. Pero sí
es muy consciente de que es necesaria “hacer ver esta otra visión”, PORQUE ES EL
RECONOCIMIENTO DE SU EXISTENCIA. Y para reconocerla hay que exponerla,
discutirla, plantear cuales son esos venederos de pensamiento que la conforman, y sobre
todo, practicarla, para honrar no solo su existencia actual sino la venidera.
Espero disfruten el libro, se espejeen o se confronten con él, cualquiera de ellas habrá
merecido la pena.
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SE HACE CAMINO AL ANDAR3
Aportar ideas construidas desde la individualidad, cancela toda posible relación concreta
con un proceso real. Para ello, es necesario la construcción de herramientas de análisis,
que sean de protagonistas de procesos concretos.
Una interpretación fuera de un proceso real, no deja de ser una investigación fincada
desde la comodidad del poder, además de positivista, cosifica procesos y da
fundamentación al poder.
Aún reconociendo esta realidad, ha sido difícil elaborar herramientas adecuadas, para
que la historia, ante nuestros ojos, no quede como una atomizada ilustración de nuestro
devenir.
Reconocer a Comunalidad, como una noción vivencial, pretende dar respuesta a muchas
dudas que nos ahoga, en nuestro compromiso, por conocer y transformar la realidad que
nos ha tocado vivir.
Una visión Comunal, cuestiona una atomizada visión individual de la vida. Esta
exposición desea, pretende contribuir sobre ésta necesidad, a partir de la experiencias y
criterios, que aquí se mencionan.
3
Texto escrito para el Primer Congreso Internacional de Comunalidad
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Floriberto Díaz Gómez, ayuuk del estado de Oaxaca, su servidor, zapoteco del mismo
estado, arrancando de nuestras montañas una experiencia y un razonamiento propio,
propusimos nombrar a la integración de nuestra acción y pensamiento; Comunalidad.
Más tarde, con fuerte vehemencia, y decisión, estudiosos de diversos rincones, entre los
que sobresale Juan José Rendón y Benjamín Maldonado, imprimieron energía al cauce
que emanaba de procesos concretos, la defensa de nuestro territorio y su naturaleza.
Debemos reconocer que la vida que enuncia esta palabra, rompe, la hegemonía
conceptual que se ha impuesto al mundo; La Individualidad. Noción epistémica que ha
pretendido por siglos enseñorear al ser humano, como el dueño del universo. Noción,
que ha hecho de las Ciencias Sociales, el instrumento racional, que mide y valora la vida
humana, como se mide y se valora a la materia.
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reflexión. El académico puede, si quiere, ser un apoyo en esta sistematización
instrumental.
Haber entendido y asimilado que, la razón es la herramienta del poder, nos ha mantenido
en el mar de los sentimientos, que ahoga, en su realización, nuestra razón de ser.
Razonar que somos existencia natural, debe estar por encima de la razón que etiqueta
nuestra ignorancia, y la ubica como irracional.
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nuestros principios. Suena aventurado la invención de nuevos términos, pero la vieja
fundamentación que soporta tal irreverencia, ha de allanar la apertura de nuevos
caminos. Comunalidad es un ejemplo claro de lo que proponemos.
Esta, debe quedar como un espacio de utilidad fotográfica. Que como toda fotografía,
nos permite recordar, pero jamás imaginar un retrato distinto del que se vive cada día.
La historia, como cronografía, es un ejercicio sano, pero jamás referencia de lo que, de
manera diferente, se puede hacer en el futuro.
Resulta a todas luces, superfluo dedicar tiempos y recursos, si desde nuestra epistémica
razón, vivimos el infinito, y nuestro ciclo de vida y muerte, es inalterable.
4.- La reproducción social, desde este concepto debe abandonar su raíz economicista.
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La diversidad de fórmulas de existencia social, no se conocen desde la superficie, se
puede dar cuenta de ellas, cuando se navega sus entrañas.
Registrar la vida, sin vivirla es cosificar la existencia, y exponerla, cual si fuera materia
inerte objeto de control.
Reflexionar lo que se ve, es excluir, discriminar, desaparecer lo que no se ve. Peor aún,
depositar en lo que se ve, la verdad profunda de una razonamiento partido, mutilado, es
esconder, con y en ello, la enorme riqueza del movimiento natural del mundo.
Esto implica revisar la geografía que define al ser, el movimiento o trabajo que realiza, y
la múltiples situaciones que consigue.
En otras palabras, volver al sentido común. Ese conocimiento básico que occidente
excluye de manera fulminante.
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PODEMOS SER….NOSOTROS?4
Pese a los siglos, hemos sido NOSOTROS sin darnos cuenta, si haber logrado
descubrirlo, sin siquiera imaginar que un razonamiento es el que se nos enseña, y otro,
el que realizamos.
Será que, ¿es cierto que somos seres “sin razón”? Y que por ello, ¿debemos ser
colonizados para entrar a la civilización? Nosotros pensamos que NO. Podría ser cierto
que no anteponemos la razón a la existencia, que somos seres directos e integrados al
mundo, que no sentimos la distancia como para convertirnos en un Dios, que mira a la
distancia el mundo “que crea a su imagen y semejanza”.
Con ello genera un intermediario que lo explica todo, es él mismo quien crea al mundo,
a todos los seres vivos que habitan el planeta, no a la inversa. Con ello, él explica al
mundo, por lo tanto lo mira, lo percibe, como si estuviera fuera del mundo.
4
Texto elaborado para un Congreso Internacional cancelado por el Terremoto de 2017.
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Los anterior fundamenta la existencia del poder, quien hace del mundo algo que él crea
en su intelecto, lo diseña y modifica según sus gustos, sus aficiones que nacen de él, no
del mundo.
Al sentirse creador del mundo, recrea la visión de que puede hacer de él, lo que le venga
en gana, el mundo es suyo, es de su propiedad, y hará de ese mundo lo que quiera y
obtendrá de él, lo que se le ocurra. Si, venderlo está en su posibilidad para generarse
comodidad, lo hará sin ningún miramiento. Al cabo él lo ha creado y por ello lo considera
suyo.
Esta explicación no tiene objeción de tal manera que cada rincón que va descubriendo
lo considera un territorio del que se apropia, argumentando la posesión mediante las
propias reglas que va deshilvanando. Esta mentalidad, coloniza el planeta en sus
espacios desconocidos. Los que no están en disputa con otra mentalidad colonial.
Las Universidades, siglos más tarde, reproducen la operación del monasterio, y los
aportes de todos lados se amafian como nuevos textos sagrados a memorizar.
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Los textos que se elaboran, tanto dentro de una gubernatura colonial, como fuera de ella,
con los mismos principios, herramientas y postulados, son la continuidad de aquellos que
se van apoderando del mundo, separados del él, investigándolos como un propietario
revisa concienzudamente su espacio. Las Ciencias Sociales, en la actualidad, no han
perdido ésta mística de comportamiento.
Sin embargo, la existencia real o concreta a pesar del discurso, del texto, del sermón,
mantiene su integralidad. La integralidad de relaciones que explican la vivencia de los
que lo integran, mantiene su lógica natural, que no es explicada, pero sí, existida. Esto
da pie, a la resistencia, a la sobrevivencia de otra sensibilidad fundada en la labor, o
trabajo concreto. A la resultante del movimiento natural del entorno. Esto fundamenta
otro razonamiento que no se expone en sermones, menos en textos, que se vive, que se
reproduce en el actuar natural por la conservación de la vida. A esta manera de vivir la
vida, hemos llamado; Comunalidad, visión que baña nuestra presente reflexión.
27
nuevas formas de vida, modos de vida que ni el poder del discurso, ni la imposición de
la Lécto-escritura, puedan desaparecer.
Lo que sería, escribir, nuestra lógica de razonamiento, sin partir de premisas discursivas,
teoréticas, conceptuales, académicas, literarias, etc. Lo que significa encontrar nuestros
propios abrevaderos, nuestros manantiales de conducta natural. Esto es, textualizar
nuestro razonamiento natural, no escribir y reproducir el pensamiento impuesto.
Lo anterior, en lo cotidiano resulta necesario para un bien estar, pues expresa la lógica
de vida real que está integralmente vinculada a todas la dimensiones de vida natural,
que suelen no tomarse en cuenta cuando se navega exclusivamente el discurso, que
para colmo, ha salido de la reflexiva y discursiva experiencia de otros, que se sienten
fuera y que son el poder sobre el mundo.
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Llegar a comprendernos resultado del movimiento del mundo, es diferente que
comprendernos como seres que diseñamos el mundo. Pensar para luego existir, sintetiza
lo que aquí necesitamos desaparecer. Invertir el sentido del axioma cartesiano, nos
puede ubicar. Es decir, existir para reflexionarnos, podría ser, no un axioma, sino un
camino para reconocer lo real, que radica en nuestra propia existencia, no en nuestras
ideas sino en nuestros hechos.
Esto es sencillo, si comprendemos que el mundo que llevamos dentro lo obtenemos del
exterior. Si lo que vemos, olemos, tocamos, saboreamos y escuchamos, está fuera de
nuestro organismo, y que por lo mismo, somos su resultado. Del mundo que habitamos,
no del mundo que miramos fuera de nosotros y diseñamos. A esto, comprendemos como
respeto, que no es reverencia a lo externo, sino a ser lo externo que al incorporarse a
nosotros, deja de serlo, nos construye y nos da existencia.
Esto desde el poder nunca se ve, porque se antepone la idea que consideramos MIA, de
MI capacidad y propiedad individual y que evaluamos como un resultado individual no
como un resultado comunal. Es decir, creemos que la labor la realizamos solos, porque
el YO, prevalece en el razonamiento, y olvidamos que dependemos de todo, y de todos.
La reciprocidad es hacer la vida con el otro, con los demás, es no entenderse solo. Es
saberse mundo, es saberse comunal y reconocerlo abre la puerta a nuevos caminos de
razonamiento fincados en lo concreto. El ver la vida construida horizontalmente, nos
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permite ver la verticalidad del poder. Poder que de manera horizontal se diluye en todas
las dimensiones de la vida.
Tanto un Dios, como un jefe de Estado, tienen poder, y los reproducen en todos las capas
de la sociedad, hasta convertir el poder en la substancia vivencial. Cuestión que hay que
desaparecer desde el reconocimiento de lo propio, de lo natural, de lo concreto.
Con toda firmeza, afirmamos que el ser individual ha sido una construcción mental
derivada del poder, fincada en la separación del humano del mundo. Y que es prioritario
reconocernos dentro del mundo, que dependemos íntegramente del mundo, que
construimos el mundo percibiéndonos dentro, no fuera del mundo. En otras palabras que
somos seres comunales y comunes, parte integrada al mundo del que no somos ni
centro, ni eje, ni diseñadores, ni conductores de su destino, por lo contrario que nos
debemos a él, y que siendo parte de él, nos movemos en su movimiento. Reconocerlo
nos llevara, a exponer un razonamiento, que en el lenguaje del poder, se ha llamado
epistémia, y que nosotros simplemente le llamamos fuente de vida, venero de
razonamiento, manantial de movimiento.
Ubicar la individualidad, el YO, el ego como una construcción mental, nos abre la
certidumbre del NOSOTROS. Es decir, permite entendernos como un resultado comunal.
El nosotros, es real, concreto, natural, no es diletancia, ni discurso, ni imaginación,
mucho menos poder, o propiedad.
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Ese mismo camino explica el campo de las Artes, pero tampoco hemos de separarlos de
la producción natural. Así como el color de las flores tienen una explicación integral,
energética y multi-determinada, el Arte es , en ese mismo sentido un resultado integral.
31
CAMPOS DE CONOCIMIENTO COMUNALITARIO5
LA NATURALEZA
Las ciencias naturales, se han tratado desde una perspectiva econométrica. Fundadas
en la biología, la geografía, medio ambiente, la ecología, la cartografía, la acuacultura,
etc. han centrado su interés en la medición de los seres naturales, a quienes
económicamente identifica como recursos.
La palabra naturaleza, hecha concepto, ha servido para cuantificar montos de seres vivos
que se explican en o están, en una profunda y cualitativa articulación. El concepto
naturaleza, se ha introyectado tanto en la razón, que es utilizado incluso para asignar a
5
Este texto, se elaboró para explicar las dimensiones del conocimiento que se requería para un
Plan de Estudios Requerido por CEVIE-UABJO en 2017.
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lo humano, cualidades que no le pueden ser atribuibles, sino al conjunto de relaciones
que genera el movimiento articulado de los seres vivos, incluyendo al homo.
Por otra parte, la separación de la sociedad y naturaleza, cosifica, a los seres no sociales.
Estos son convertidos en materia bruta o materia prima, recursos para procesos
decididos desde fuera, separadamente, desde el razonamiento que sitúa al humano
como centro del universo.
LA ORGANIZACIÓN COMUNAL
33
Lécto-escritura, la religión y la guerra, ha diseñado disciplinas de conocimiento que le
han garantizado la reproducción de su poder, y de su apoderamiento, por la vía del
mercado de todo constituyente del universo.
34
vinculada de origen a la normatividad agraria, lo cual hace del derecho, un estudio que
solamente nos ofrecería resultados, en su integral y unitaria comprensión.
SABERES Y EXPERIENCIAS
Para su reproducción se entiende que los seres requieren de casa, cobijo y sustento.
Hasta ahora, las prácticas que se derivan de esta necesidades básicas, también han sido
parceladas. La economía, la agronomía, la zootecnia, la arquitectura, la ingeniería, la
medicina, etc. Se han construido como campos específicos de todo un campo de
conocimiento que es orientado a satisfacer necesidades básicas para la vida. Estos
campos disciplinarios, deben ser entendidos en su unidad. Independientemente del
enfermizo tratamiento económico que reciben, se hace desaparecer sus naturales
relaciones. Un ejemplo lo es la agronomía y la medicina, que se nutren y se
complementan. Una adecuada agronomía, no produce enfermedades, por lo contrario,
puede sanar alteraciones de diverso orden.
35
procesos de trabajo real, los que conduzcan a una interpretación integral de los
elementos que le conforman.
GOCE E INTERCAMBIOS
La fiesta es un resultado integral, tanto de la creatividad que emerge del trabajo, del
movimiento, de la sabiduría, como de la naturaleza que aporta las materias necesarias,
y la organización que fortalece los resultados, que se plasman en el goce de todo tipo de
sociedad.
36
La literatura, la poesía, la danza, el teatro, no pueden existir, sino existe el reconocimiento
que muy claramente los produce. Es en este sentido, y con esta lógica que un cuarto
campo de conocimiento, es el goce y los intercambios.
DE LO COLONIAL A LO PROPIO6
La invasión europea, nos ha impuesto una prepotente manera de ver el mundo. Vemos
al mundo separado de nosotros, lo que nos da el poder de entenderlo como queramos,
siempre desde la perspectiva de un razonamiento que expresa la seguridad de que
somos, los únicos que habitamos este continente.
Pero debe quedar claro, Europa, no sólo nos impuso su razonamiento, entendiéndonos
a los habitantes originarios como salvajes, sin alma, o primitivos sin conocimiento, sino,
que nos impuso su propio razonar, que debemos entender como su forma de ver el
mundo.
El español, como idioma, nombra un mundo que le da origen y explica, su propia forma
de verlo. Esto significa que, o re-significamos o creamos nuestro u otro lenguaje. Sin
olvidar, que ha sido la Lécto-escritura, la herramienta fundamental, que occidente utiliza
para imponernos su razonamiento.
6
Este texto fue elaborado para la Unidad Formativa Antropología de la Educación, impartido en
el ICE-UABJO. Publicado en 2018, en el libro con el mismo nombre.
37
Si de siglos atrás, la Lécto-escritura del idioma dominante, su ejercicio, ha sellado
nuestro razonar. Será en éste también, que deberemos encontrar el o los conceptos, que
nombren nuestro profundo razonar, por lo mismo, será la herramienta a utilizar.
1.- EL PODER
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no sólo en la administración colonial gubernamental, sino también siembra, la existencia
del gran poder, en nuestro razonamiento.
El poder no tiene otra explicación, más que explicar la existencia humana separada del
mundo (Homo sapiens). Cuando el humano cree mirar al mundo, le da la interpretación
que se le ocurre. La existencia de dios, es la existencia de lo humano creador del mundo.
En esto, radica la fuente generadora del poder, que Europa utiliza, para justificar su
razonamiento, de que se ha de apropiar de todo, y hacer del mundo lo que le venga en
gana.
Al poder de la iglesia en la primera etapa colonial, le sigue el poder civil, o laico, como
Estado en la segunda, pero se sigue reproduciendo en el poder. Dicho de otra manera;
a un poder celestial, religioso, vertical, lo hace a un lado, un poder terrenal, civil y vertical,
pero sigue siendo poder.
La existencia actual del poder eclesiástico, y del poder laico, gubernamental Estatal, que
conviven en el razonamiento general, emanan de la misma fuente o del mismo principio;
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el Poder. Ambos a su vez, dibujan y consolidan la existencia del poder como
razonamiento hegemónico.
Resulta difícil, desde cualquier ámbito, el núcleo familiar por ejemplo, (que también fue
diseñado en el ejercicio del poder Patriarcal), trascender los efectos del poder en nuestro
razonamiento, ya que es estructural, y ello fortalece su ejercicio, en todos los haberes de
nuestra existencia.
Podríamos decir, que interpretar al movimiento del mundo, desde nuestro YO, lleva
implícito ver al mundo, como entidad apartada de nuestra existencia. De ahí, que la
comprensión del poder, nos conduzca a interpretarlo como natural. “El hombre, tiene
como naturaleza, al poder”. “El poder del hombre es natural”, a tal grado se razona y
afirma de esa manera, que la existencia concreta, es expuesta y extendida, por el axioma
que le representa: “pienso, Luego existo “, “ ve a la escuela, si quieres ser alguien en la
vida”.
“Si no piensas, no existes”. Todo lo define el razonamiento, y si ante todo, “no razonas
como yo, eres inexistente”. Todo esto, lo encontramos a través de la Lécto-escritura, en
la filosofía, la ciencia, la literatura, etc. y por lo mismo se convierte en lenguaje
hegemónico.
Ya no sólo son las “sagradas escrituras”, las que nos inyectan el poder del conocimiento,
sino toda la literatura que emana y expone el poder del hombre como “natural”. A fin de
cuentas, esto lo reproducimos en la canción, en la poesía, etc. La sola interpretación del
afecto en la relación entre hombre y mujer, expresa, con grandiosidad el endiosamiento
del ser humano, “creador del cielo y de la tierra”.
Destruir al poder, en lugar de buscarlo sistemáticamente, es el gran reto que nos depara
la descolonización de nuestro razonamiento actual.
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2.- LA PROPIEDAD
Delimita, mide, cuantifica y registra a su nombre territorios, regiones, que incluyen a sus
habitantes. Norma las relaciones que establece, erige constituciones, de Estados-
Nación, que identifica en un solo lenguaje, el heredado de sus orígenes.
La propiedad como categoría, que se deriva del ejercicio del poder, se siembra en
nuestro razonamiento. En la actualidad, no se concibe al hombre y a la mujer sin la
etiquetación de sus bienes, a tal grado, que hasta las mismas ideas, son reclamados por
41
sus autores. Es decir, las ideas no sólo son concebidas como propiedad de quien las
emite, sino que se esgrimen derechos legales de su propiedad.
Algo, que a nuestros ojos pareciera lógico, el que el poder se apropie de lo que mira y
percibe sus sentidos, se convierte también en lo mismo, es decir, el tener, se convierte
en su razonamiento. No explica su existencia sin algo que tiene, que lo representa, y que
de algún modo lo cosifica. “Tu eres en cuanto tienes, bienes o ideas, y son ellos, quienes
realizan o demuestran tu existencia”. Te apropias del mundo, pero las cosas, los bienes,
las ideas se apropian de tu ser.
El invasor se apropia de suelos, de bienes, y son estos los que le dan su razón de ser.
Es en este sentido, que el poder y la propiedad son indisolubles, “tiene poder, quien
posee”, y posee, lo que le otorga el poder.
42
La iglesia se apodera de territorios y de bienes, lo mismo el gobierno colonial Virreinal.
Más tarde, un gobierno Laico, liberal se apodera de territorios y bienes, y se adjudica en
propiedad, lo que ha de constituir, en territorio, su Nación.
La lucha por el poder, se viste de la lucha por la propiedad. De ahí, que la propiedad,
también continúa, omnipresente en los Estados, llamados “independientes”. Cualquier
habitante, que desee, ser respetado, ha de mostrar propiedades. Este razonamiento, se
consolida pues, en la época laica, liberal, republicana, nacional.
3.- EL MERCADO
Occidente no invade continentes para descubrir, para conocer, lo hace para mercadear,
es decir para obtener materias primas, y extender la venta de sus productos. Es este
mercado, el tercer elemento indisoluble que apera en el razonamiento occidental.
43
COMPETIR O COMPARTIR; ES LA PREGUNTA7
Este trabajo pretende enfrentar tal problema, y propone, no un nuevo modelo, pero si,
creemos, aporta elementos conceptuales a ejercitar, si queremos entender la
profundidad que subyace a otros tipos de comportamientos económicos, que explican,
de mejor manera los mecanismos de la reproducción social de las grandes mayorías de
la población.
EMPECEMOS
Toda economía tiene un satisfactor que guía su proceso de trabajo. Las interpretaciones
que se hacen de toda economía, fijan sus ojos en la importancia, el logro de sus
propósitos, sus métodos de trabajo y las consecuencias que obtienen de sus prácticas.
Por ello, vista la reproducción social desde la economía política, se nos explica, desde
su lógica, las grandes desigualdades, socioeconómicas, y señala un tratamiento
específico a éstas, desde ésta economía.
Son pocos los esfuerzos analíticos que ven la reproducción social desde su totalidad
existencial, totalidad que invade todas las dimensiones de la vida, que el pensamiento
hegemónico ha parcelado hasta la saciedad.
7
Este texto se elaboró para participar en un seminario organizado por la BUAP, en 2015
44
presente reflexión centre su atención en las lógicas económicas que son respuesta
desde la totalidad existencial y no sólo desde la economía.
ALGO AL RESPECTO
Desde una perspectiva económica clásica, La economía popular, la que practican las
grandes mayorías, busca en principio, la satisfacción de sus necesidades básicas. Esto
significa que centra su atención en su reproducción elemental como ser vivo, lo que nos
lleva a pensar, en que participan de la producción y la satisfacción de lo urgente.
45
Por ello, resulta estúpido, pensar que se puede y se debe trabajar para compartir los
beneficios de su trabajo, con otros, en lugar de generarse un beneficio que puede
destinar para su satisfacción individual o familiar.
La lógica que fundamenta esta actitud es la existencia del otro por encima de la suya. Es
decir, es prioritario estar en los demás, en su aprecio, en su gusto, en su participación,
que ser y pensarse sólo él en su comodidad, en su individualidad. Esto es entender que
somos los otros, que nos definimos a partir del otro, que vivimos integrados a lo y a los
demás, que no vivimos solos.
Es más relevante, “el qué dirán”, que el beneficio personal, que por su trabajo, pueda
lograrse en términos individuales. Podríamos sintetizar diciendo, esto es ser el otro, no
uno solo.
Estos razonamientos son, los que nos invitan a pensar la existencia de otros caminos
económicos, que permitan una transformación social que garantice la reproducción
material y espiritual de sociedades enteras.
Esto también nos permite, avizorar lo que podríamos llamar economía comunitaria. Que
en la presente reflexión, se nos aparece, como un objetivo natural. Le llamamos así,
porque responde a un sentir de vida colectiva, de substancia comunal.
46
¿PORQUE LO FESTIVO?
¿Qué significa esto? Que lo que importa es ser feliz hoy, no mañana. Esto significa que
la vida se va y hay que vivirla, no se diseña el futuro, se realiza el presente.
Definitivamente esta es otra lógica de vida, que para la academia y para la mentalidad
empresarial, es ignorancia, despilfarro, falta de educación, etcétera.
Trabajar para ser y estar con los demás, nunca ha sido un principio para la economía
Clásica. Esta actitud rompe la idea básica de una economía de carácter individual y por
lo mismo empresarial. Es decir, no es lo mismo trabajar para ti, que trabajar para los
demás.
Para muchos, esto queda explicado como resultante de la operación mecánica del
mercado, fortalecida por la educación y por la publicidad a su servicio. No se busca ni se
comprende el razonamiento que subyace a su reproducción, el cual encierra valores,
principios, prácticas comunitarias de consumo, en fin toda una cosmovisión que tiene
lógica e historia.
Y es esto lo que nos lleva a la filosofía natural, aquella que demuestra el razonar
colectivo, como natural integral, total, y que es lo contrario a lo individual, que suena a
proceso antinatural.
47
Obviamente esto no significa negar la producción de valor que Marx dejo claramente
explicado, ni tampoco negar los procesos de explotación que se derivan, sin embargo
deseamos ir más allá de ese camino ya transitado.
Es innegable por otra parte, que el consumo complejice esta situación. El consumo tal y
como lo orienta la producción Industrial y de servicios, aleja en buena parte, o suplanta
la producción directa, esto ampliamente explicado, por un lado obstaculiza el uso de la
producción directa y por el otro amarra a un consumo externo, que hace abandonar lo
propio. Pese a ello, lo propio sigue siendo el baluarte de lo que ha de hacerse, de lo que
es urgente reconocer, ubicar y reproducir. Esto se ve con mayor claridad en ámbitos
rurales, comunitarios, y originarios.
Emigración, abandono de la tierra, no son más que mecanismos que revelan presiones
externas, aspectos que vistos desde lo festivo, son causa, pero también argumento y la
clara demostración de un diferente pensamiento económico. Esto lo ejemplifica, el
elevado gasto que hacen los migrantes en sus festividades comunitarias.
Las razones económicas del Estado, como buen representante del razonar hegemónico,
profundiza, a través de sus programas, la incomprensión de razonamientos que caminan,
en sentido contrario a la racionalidad que defiende. Tanto la autorización de subsidios
financieros, tecnológicos, como el mismo tratamiento del consumo y su propia
interpretación evaluadora, completan el ciclo, que impide conocer a fondo los
razonamientos que la economía de las grandes mayorías, guarda, oculta, y les
reproduce.
48
organizada, orientada por sus preclaras vanguardias, deposita en el empleo su confianza
total para abatir las desigualdades.
Cabe señalar que esta confrontación ha sido estudiada, desde variadas ópticas,
principalmente desde las economías, llamémosles; formales. Cuando se ha hecho,
desde perspectivas diferentes, se cae en campos de o en interpretaciones
economicistas, sociológicas, culturales, etc. No negamos el valor de unas y de las otras,
pero creemos que en su perspectiva parcelada, radican y evidencian sus propias
limitantes.
Pensar la realidad desde el sujeto protagonista del proceso de valorización del trabajo, y
del consumo, impide ver, el raciocinio colectivo, integral, holístico, que subyace en la
conducta económica del habitante. Es decir, estudiar la realidad desde el individuo, nos
lleva a parcelar el razonamiento. Mirar la realidad desde un razonamiento colectivo
natural, nos conduce a entender, en primera, la inexistencia de conceptos que ayuden a
entender dichos razonamientos, y en segunda, a dudar de la fidelidad de nuestras
conclusiones, cuando estos son expuestos en conceptos civilizatoriamente originados en
lenguajes y contextos ajenos y hegemónicos.
49
No ponemos en cuestión la fortaleza argumental, tanto de los convencidos de la
economía liberal, como los razonamientos que le confrontan, sean estos desde
perspectivas económicas, sociales, culturales, etc., lo que afirmamos es que no queda
claro entonces, las razones que fundamentan la real reproducción social de las grandes
mayorías de la población.
NUESTRA PROPUESTA
Todo ser vivo, o habitante de este mundo, tiene un suelo para el ejercicio de su
existencia. Reconocer, que somos seres interdependientes, en ese suelo, nos permite
pensar desde un ser colectivo, integral, total. Todos dependemos del oxígeno, del agua,
en primera instancia. Ese mismo suelo a través de otros habitantes, nos aporta los
ingredientes para crecer y reproducirnos. Todos nacemos de otro elemento de esa
totalidad. Por lo mismo dependemos, unos de otros. Es a esto que nosotros llamamos
integralidad.
Para nuestra reproducción necesitamos de todo y de todos, es lo otro lo que nos permite
definirnos como existentes, respiramos para vivir, comemos para reproducirnos, nos
50
vestimos para protegernos y convivir, todo lo hacemos ante y por la existencia del otro.
Ante esto, lo que se nos revela, es el nosotros.
Todos los seres estamos en movimiento, por lo mismo obtenemos resultados de nuestra
labor, de nuestras relaciones, productos que son cultura, es decir modos de vida y de
razonamiento, con las particularidades de cada contexto. Pero en nuestro ser habita la
integralidad, una totalidad.
Todo esto, que es un razonamiento natural, ha sido ocultado por el poder, la propiedad,
el mercado, que hacen del hombre el todo poderoso, creador del cielo y de la tierra.
51
para convertirse al comprenderlas, en la explicación integral de sus elementos
vivenciales.
52
EVALUÉMOS TODOS8
Desde 1995, la primera ley de educación de éste Estado, definió su rumbo. Sin
confrontar, los principios guía de el proyecto nacional, definió a la Comunalidad, como
su forma y razón de ser. Ver su educación desde ésta óptica, implica, no reproducirla
con base en las competencias, sino en sus Compartencias.
8
Texto elaborado para un seminario organizado por el IEEPO, en 2016
53
La Comunalidad educativa, debe practicarse con la activa participación comunitaria. Esto
no es empobrecer los contenidos de la enseñanza, por lo contrario, enriquecer los
impactos de la educación en cada contexto. Nutrir de saberes comunitarios la práctica
educativa, no es abstraer prácticas comunitarias sino envolver la práctica educativa a la
vida comunalmente determinada.
Insistir en lo nacional para la educación regional, implica abstraer realidades ajenas, que
no impactan en el bienestar de sociedades locales y regionales.
54
Competencias y productividad van de la mano en un razonamiento de basamento
mercantil. La geografía de Oaxaca, garantiza la suficiencia, no insistamos en imaginar a
Oaxaca como un valle verde de potencia mono-cultora. Sus principales voceros son sus
habitantes, los mismos que ante el señuelo de la competencia y la productividad,
prefieren emigrar con su consonante des-comunalización, el que a la distancia, a pesar
del contexto, refrendan para no desvincularse de sus suelos y de su Comunalidad.
Estas razones, permiten comprender que la formación de los docentes, han de surgir de
las entrañas de su propia experiencia, de su propia geografía. Si esto nos conduce a una
55
revisión epistémica, hagámosla. Si esto no lleva a erigir nuevas Currículas, permítanos
contestar una realidad inocultable. Pero será la sociedad en su conjunto quien evalúe,
su marcha y sus resultados, no mecanismos métricos, que encubren prepotencia y que
terminan generando violencia.
56
9
DERECHO PROPIO. OBLIGACIÓN O DERECHO
EMPECEMOS
Por derecho, creo que ya todos sabemos lo que significa en términos jurídicos. Pero ni
el derecho ni la jurisprudencia, tienen efecto si antes no se pasa por acuerdos sociales
que emanan de la definición de obligaciones. Tanto la jurisprudencia, como el derecho,
son constructos que pretenden normar la vida social. Emanan del raciocinio hegemónico
y se imponen homogéneamente a la sociedad. Bueno, eso de homogéneo, todos
sabemos que tiene su propia viacrucis.
9
Este texto fue elaborado para un seminario en Mérida Yucatán, organizado por El
Tribunal Electoral en 2016
57
En esta ocasión, nos centraremos en lo otro, si, en las posibles “normas” que se observan
en sociedad no regidas por el derecho constitucional, establecido de manera escrita y
dictaminados por una estructura de poder de una entidad supracomunitaria, como lo es,
un Estado-Nación.
CONCEPTOS BÁSICOS
58
Otro elemento más, es la razón que determina cada dictamen, el establecido, es un
constructo realizado por el humano y la segunda por la naturaleza vivencial en
movimiento, en otras palabras, el primero por UN elemento de la naturaleza, y el otro por
su totalidad integral. Este razonamiento contradictorio, obedece a razones epistémicas,
la impuesta por occidente y la natural que brilla si se parte de la vida concreta. Conceptos
como el de libertad, demuestran la profunda diferenciación epistémica a la que nos
referimos.
OBLIGACIÓN O DERECHO
59
vista de su comprensión y valoración de todo. Desde niño, el colectivo te llena de todo y
te forma con base en obligaciones cotidianas. La persona, su actitud, su sensibilidad es
resultado de un todo, es decir, es el todo lo que hace al habitante y no lo contrario. Los
“cargos” de representatividad, son obtenidos en términos de cualidad, no de cantidad, se
logra en el trabajo, no en el discurso, se fundan en el respeto observado y demostrado,
no en la libertad ejecutada. El tipo de trabajo también es parte del todo, el colectivo sabe
las habilidades y capacidades de cada elemento que habita esa realidad natural, no sólo
social.
CONSENSO O MAYORÍA
Tomar una decisión mediante una mayoría de votos o manos alzadas, supone una
cantidad de individuos, que deciden individualmente. A esto se le ha conocido como
democracia, y es el mecanismo que define la decisión en el régimen nacional, es decir,
dentro del derecho “establecido”, el habitante es tan solo un número. Sus consecuencias
es de todos conocido, no nos detendremos en ello.
60
consciente de su participación en la toma de una decisión y con ello, la definición de su
obligación.
ACUERDO O JUSTICIA
Cuando ocurre una transgresión, es decir, cuando algo no está dentro de los acuerdos
naturales en un ámbito asambleario, el restablecimiento de la normatividad, se da con
base en la colectividad. Una colectividad que se define en su integralidad, que responde
a criterios cualitativos, es decir que se Valora en términos de un prestigio obtenido en el
cumplimiento de las obligaciones, por los servicios prestados, por las capacidades
demostradas en los campos de la convivencia comunitaria.
La integralidad del ser, es lo que lo define, en la toma de acuerdos, que son decididos,
para resolver todo tipo de anormalidad. Es decir, al señalado como alterador se le evalúa
integralmente, no sólo por la falta cometida como ocurre en el derecho “establecido”.
LO ESTABLECIDO ESTABLECE
61
Esto promueve la existencia de miles de comunidades pequeñas, que el derecho
“establecido”, regulariza mediante 570 municipios, casi a cuarta parte de municipios del
país. La presencia de la Comunalicrácia en éstas más de diez mil comunidades, obligó
al Estado, a reconocer su régimen asambleario en 417 de estos Municipios. Las
contradicciones son evidentes, hay municipios comunócratas que pugnan por ser de
régimen partidista, y otro partidistas que buscan ser comunócratas. En ellos son su
conformación, o sus asambleas, quienes tienen la última palabra.
PARTIDOS O ASAMBLEAS
El ejercicio del poder, es posible que sea inherente a toda sociedad, que requiere de una
organización, que reconozca jerarquías, atributos de grupo, capacidades individuales,
sin embargo esto no se puede afirmar en la medida que no existen referencias
comprobables de las sociedades en este continente, después del brutal exterminio de
elementos comprobatorios de su vida. En estos términos, la incidencia del pensamiento
occidental es innegable. Con ello el parlamentarismo, de occidente se incorpora a
nuestra sociedad con la “independencia” del poder colonial. Desde este momento, el
partido político emerge como una mecánica necesaria.
Sin embargo, este modelo de participación no enraíza en todas las regiones, lo contrario,
particularmente en Oaxaca, en muchos lados, anidan formas de organización, muy
distintas, que responden a su tamaño, y estas, a su geografía.
No es casual, que Oaxaca sobresalga por, en un 70%, poseer sus territorios bajo el
régimen comunal. Esta es la explicación concreta, de por qué Oaxaca, haya reconocido
el régimen de Sistemas normativos internos.
CONCLUSIONES
62
1.- Es urgente un nuevo lenguaje que permita explicar, la substancia de comportamientos
políticos diferentes al occidental. Un homocentrismo, que ha tejido explicaciones de
conceptos con conceptos, es decir de abstracciones de abstracciones, que ocultan,
encubren, excluyen la existencia de visiones naturales y concretas, expresadas en
hechos y recreados a través de los hechos.
2.- Se hace indispensable, una revisión epistémica, que albergue, formas organizativas,
políticas, económicas, culturales, comunicacionales, tecnológicas que emanan de
razonamientos asentados en el movimiento del mundo real.
63
MÚSICA COMUNAL10
Reconocer que vivimos una realidad colonial, es un primer requerimiento para dar suelo
concreto a nuestra labor de trabajadores cantores de la vida.
Los que nos dedicamos a cantar, a escribir, a decir lo que apreciamos de nuestro
entorno, tenemos la enorme tarea de no razonar en la lengua hegemónica.
Comprender y aceptarlo, no es cosa fácil, dado que la Colonialidad nos invade de tal
manera, que reconocer que pensamos para existir, es una faena casi imposible.
10
Soy cantautor que nació en una región bilingüe. Estas líneas se escribieron pensando en las
implicaciones de esa labor.
64
Existir para pensar, es el horizonte esperanzador de nuestra labor. No solo como
trabajadores que tienen la necesidad de reproducirse de manera concreta, sino como
pensadores de la realidad que habitamos.
Nuestros idiomas propios, conducen nuestra mirada a nombrar un mundo directo, natural
y concreto, pero la familia, la escuela, el gobierno y la economía, nos conduce a un
razonamiento fundamentado en la abstracción.
65
Vivimos nuestro momento histórico, no vivimos el pasado, lo valoramos pero construimos
nuestro momento y en el espacio que nos ha tocado.
Por todo esto, lo que decimos para nuestros pueblos y la sociedad colonial y colonizada,
con la que se convive, es por ahora nuestra urgente preocupación.
Mirar al humano como centro del universo, es situarlo como un individuo interpretador de
un mundo separado del mundo. Es importante verlo como un resultado integral del
mundo. Que es afectado, no sólo por el clima, el suelo y sus habitantes, sino por el
momento que viven los otros de su género. Es decir, no es lo mismo ver al mundo desde
fuera, que interpretarnos parte integrante de él. El mundo no es nuestro, nosotros somos
de él.
Cuando enfocamos la mirada a la mujer, no la vemos como parte integral del mundo,
sino como diosa, sujeto y objeto de poder, de un poder que navega en nuestro
razonamiento y en su concepto. En nuestras lenguas originarias, existe una percepción
integral de la mujer, cuestión que razonada en español y traducida a nuestra lengua
propia, desaparece.
Para terminar; nombrar el suelo concreto que perciben nuestros sentidos, la gente que
enfrenta y goza ese suelo, adentrarnos en lo que hacemos todos en ese suelo, nos
permitirá definir el mundo que lograremos. Decirlo y cantarlo en palabras construidas y
reconstruidas desde nuestro vital razonamiento, abrirá un nuevo camino construido por
todos, en y con la compañía y presencia de nuestra canción.
ARTE COMUNAL
66
El modelo de vida actual, ha agotado todas sus posibilidades de reproducción. Se han
cerrado, todas las puertas que puedan alumbrar nuevos caminos para una más normal
convivencia entre los seres vivos que habitamos el planeta.
Pensar la vida desde el mundo, desde su integralidad, no significa descubrir algo nuevo,
sino reconocer aquellos razonamientos que han sido excluidos, encubiertos, pero que
han resistido al genocidio cultural imperial.
El arte en su proceder, es una gran obra científica, y por igual, el que hacer de la ciencia
es una gigantesca obra artística, interpretadas así desde la integralidad. Pensar ambas,
desde lo comunal, nos podría conducir, a detener la separación, la fragmentación, a que
nos ha llevado la vivencia individual.
67
Justicia educativa, no es más que reconocer la capacidad comunal y colectiva de
enfrentar todo tipo de obstáculo, y así obtener, un modelo de convivencia, que respete
la participación de todos, en el diseño de este andar.
68
69
Y LA SALUD LLEGÓ……….11
Suena grosero afirmar que en 1492, fuimos invadidos por la ignorancia, pero ésta es una
verdad que se demuestra, palmo a palmo, día tras día. Hace más de quinientos años, la
idea de que el planeta era propiedad del Homo Sapiens, apareció en el océano,
invadiendo todo los poros, no sólo de este continente, sino de todo aquel espacio no
conocido hasta ese momento.
Desde aquel momento, los ojos y el razonamiento del poder, la propiedad y el mercado,
dieron precio a todo ser vivo cuya utilidad beneficiara, una cosmovisión que diseñaba al
humano para sí mismo. Y es en ese proceso, que resulta, a lo largo de los siglos, que
todo tiene un valor mercante, fundado en una lógica de razonamiento que consolida, el
ejercicio de un poder que se apropia de todo.
Hoy por hoy, quitarnos esas vendas, vestiduras, ese razonamiento, está costando doble
tarea, la de reconocer y trascender, las consecuencias de la invasión, y por el otro, el
reconocimiento de esa otra visión, que clandestinamente se guarda, de lo propio, y como
tal, el lograr el encuentro de nuestras propias fuentes de razonamiento.
El estudio del campo de la salud, nos da una posibilidad concreta para lograrlo. A esto
puede denominarse descolonización, o bien, liberación del conocimiento, cuestión que
nosotros simplemente nombramos; Comunalización de la vida.
11
Este texto, es la introducción de un libro que Coordina Patricia Medina Melgarejo y publicado
por la Universidad de Chapingo en 2016.
70
Vernos como un elemento de este gran planeta, nos permite reconocer el movimiento de
todos los seres que lo integran, de la enorme interdependencia que existe en su natural
ritmo y movimiento.
Sin embargo, para Occidente, esa obviedad, no existe. Es el humano, quien con su
poder, ha de saber lo que es lo útil, por lo mismo apropiarse de ello, y mercadearlo a su
antojo. La salud, por ahora, es un estado del ser, catalogado y medido por el poder. De
ahí que el manejo de la naturaleza sanadora, resulte un objeto más, que debe ser de su
propiedad para mercadearlo según sus criterios.
No es extraño, que esta sabiduría natural sea localizada en los lugares más apartados,
regiones en las que han sobrevivido poblaciones originarias que encuentran en su
entorno, en su naturaleza, la respuesta a todas sus preguntas. Poblaciones, poco
contaminadas por la llamada modernidad, que significa en nuestras palabras, la
materialización de una pretendida universalización del poder y del mercado, diseñada y
buscada por el Imperio del homo.
71
territorios, de conocimientos, que al ser propiedad del razonamiento invasor, se
convierten en mercancía que se ofrece a los mismos portadores de éste conocimiento.
Sin embargo, es necesario reconocer que para que estas puertas, estén abiertas a las
futuras generaciones, es importante reconocer y subrayar los principios que guían a los
participantes de cada organización, actitudes que les permite empaparse de aquello,
oculto, que prevalece en el razonamiento propio. Estos principios, son; el respeto, el
trabajo y la reciprocidad, que son verdaderos ejercicios de un razonamiento propio.
72
El respeto concebido desde el razonamiento hegemónico, resulta ser un concepto
fortalecedor de la obediencia, del reconocimiento a las jerarquías, de la propiedad ajena,
o lo que es lo mismo de la propiedad privada. Nosotros, no nos referimos a este respeto,
hablamos de entender a la persona, como el resultado del todo, de todo lo demás, de lo
que del exterior lo conforma. Respetar en términos de salud, implica, entenderse como
parte de esa naturaleza, y encontrar en ella, las relaciones que te permitan estar sano.
73
a la mirada que requiere ver el mundo desde el mundo, y dejar de verlo desde desde el
humano.
74
75
FORTALECIENDO LA PALABRA12
NUESTRA EXPERIENCIA
En este proceso, vive permanentemente la realidad oral que por uso, le ha tocado,
nosotros lo escribiremos, cargando con ello los errores normales en esta codificación de
significados escritos, que apenas si se acerca al movimiento de la oralidad que se
esparce por los aires.
12
Este texto ha sido publicado en el libro “Pensando las autonomías” editado por BAJO TIERRA,
en 2021.
76
extender la “conciencia” que porta un escolarizado, en éstas otras distintas sociedades,
es cuestionable.
77
Nacional Indigenista, (hoy INPI), encontró en la demanda redactada por una buena
cantidad de comunidades, la perspectiva ideal para fortalecer sus políticas. Fue así, que
una demanda presentada en 1980 ratificada en 1985, fue atendida en 1989. Las
tribulaciones de este proceso, que quedó en manos del Estado, son contenido de otra
historia, lo que subrayaremos por ahora, es que el empeño de utilizar medios
electrónicos, para fortalecer lo propio, había comenzado.
Debemos señalar que los mensajes de una Asamblea Mundial de Radio Comunitarias,
en estos tiempos, empezaba a llegar a nuestros oídos. Sí, nuestra preocupación de crear
una radio que fuera manejada por las comunidades, no era nada más nuestra, sino que
era un proceso de efervescencia mundial. No era para menos, el Imperio, en su afán de
universalizar sus principios acalla la voces de los pueblos sometidos, por lo mismo, las
respuestas de resistencia a tal fin florecen en todas partes. Nuestras pretensiones, sin
imaginarlas movidas por aquellos empeños mundiales, se iban deshilvanando a su
tiempo y en su espacio.
Una vez definida, la primera etapa de nuestro trabajo, (la primera emisora, sale al aire
en 1990) bajo operación gubernamental, y confiados de la presencia como responsables,
de compañeros nuestros, de la región, decidimos enriquecer, otros de nuestros
proyectos; la creación musical, tanto en su producción como en su exposición y difusión.
Resultaba lógico, ya se contaba con una radio, tenía que ser nuestra música la que se
reprodujera. En efecto, las bandas de viento, tan distintivas de la región encontraron
inmediatamente en la radio el instrumento estimulador por excelencia. Con esta primera
radio, aprendimos los vericuetos de la producción radiofónica, nos dimos a la tarea de
investigar con más cuidado, los elementos sobresalientes que eran susceptibles de
exponer por la radio. Y sobre todo, a escribir sobre nosotros mismos. Labor que a la
fecha llena nuestros tiempos de vida.
78
watts de potencia, en 1994 hicimos nacer Canal 12, NUESTRA VISIÓN, con apenas 50
watts de potencia. Este nuevo medio, incidió en acuerdos antes no vistos, como el
compartir territorio concreto con una comunidad vecina, lugar donde instalamos nuestro
espacio trasmisor y la antena. La televisión requirió de audacia, no eran muchos los
recursos económicos con los que contábamos, pero parte del ajuar de instrumentos de
XEGLO se utilizaron en el canal, en el que participaban los mismos compañeros
locutores de la radio.
79
Sin embargo, “no hay mal que por bien no venga” se dice. Fue aquello lo que posibilitó
el abrir trasmisiones en FM, a las mismas ocho comunidades, lo que en 2000 creció a 40
comunidades, al obtener un apoyo, también Gubernamental, para la compra de un
trasmisor de 300 watts.
Estéreo Comunal, nace formalmente en marzo de 2000, hace sus pruebas en 1998,99.
La creación de esta radio comunitaria, responde por un lado al avasallamiento de la
televisión Estatal y Comercial, pero por el otro, al empeño de tener una difusora propia,
sin intervención gubernamental, sin lazos de dependencia política y económica, que
obstaculizaran nuestra actividad creativa. Podríamos afirmar, que mantuvimos nuestra
necedad de enriquecer lo propio, ante las imposiciones que nos llegaba del mundo
exterior, básicamente de mercado, que excluía nuestras capacidades endógenas, para
diseñar un camino propio. Es cierto, reconocemos haber cometido el error de no calcular
la voracidad externa, al gestionar una señal, que aparte de estar dirigida por amigos,
considerábamos idónea para consolidar nuestros propósitos.
80
El contenido de su programación, abraza cápsulas de género, de comunalización, de
leyendas, de reflexión agroecológica, y de política actual. Se abastece de noticias
generadas por Radio Educación, de cobertura nacional, y de editoras noticiosas de
internet. Pese a ello, son muchas las dificultades que enfrenta en su personal. Quienes
laboran en ella, prácticamente haciendo Tequio, (trabajo comunitario gratuito), lo cual
hace endeble y efímera su permanencia, y formación. Su articulación al mercado mayor,
es inexistente, y no fomenta la comercialización de su programación, situación resultado
de una serena reflexión interna.
La historia puede relatarse fácilmente como ustedes lo podrán comprender, pero resulta
a todas luces, necesaria una explicación del contexto que permite el florecimiento de
estas posibilidades de comunicación. El Estado de Oaxaca México, se caracteriza,
centralmente por su singularidad geográfica. Se reúnen en su territorio, las dos grandes
cordilleras que atraviesan la nación; la sierra madre oriental y la sierra madre occidental.
Su suelo es escabroso habitado por montañas y lomeríos intensos. Sus planos son
reducidos. Su población se integra de más de 10 000 comunidades. 570 de ellas asumen
la categoría de Municipio, que constitucionalmente son el tercer nivel de gobierno,
después de la Federación, y de los Estados que conforman el México actual. Se
considera que aproximadamente 8 000 de sus comunidades están organizadas, bajo
patrones de decisión interna. El Estado mediante su constitución local, reconoce dos
regímenes políticos. El de partidos políticos y el de Sistemas Normativos internos. 417
municipios son de normatividad interna y 153 son de partidos políticos. Se usan 16
idiomas distintos, con más de cien variantes dialectales.
81
Es esta complejidad geográfica lingüística y política, la que explica, el hecho de que el
70% del territorio sea de Propiedad comunal. Si a esto añadimos que un quince% más
sean de propiedad ejidal y de reservas gubernamentales, se puede afirmar que el 85%del
territorio sea considerado territorio social, la propiedad privada ostenta sólo un 15% del
suelo. Con esto podemos afirmar que la Geografía de Oaxaca, es la que fundamenta,
que ésta región de la república Mexicana, sea eminentemente comunitaria. Es decir, que
su contexto, contenga los elementos necesarios, que exige y realiza, un modelo de vida
comunitario, por excelencia.
Con lo anterior, deseamos clarificar, que el modelo de vida comunal, prevalece ante las
agresiones del poder, la propiedad y el mercado. Y es esto, lo que posibilita el crecimiento
de voluntades comunes que concretan la resistencia ante la penetración de capital. Son
y han sido múltiples los mecanismos comunitarios de resistencia. Mecanismos, que en
otros trabajos, hemos expuesto como Comunalidad: Normatividad decidida en asamblea,
82
trabajo colectivo para enfrentar necesidades comunes, y una permanente fiesta que
fortalece de muchas formas, el tejido social comunitario. Sobre todo una visión propia de
lo que significa el suelo que se pisa, y que ha de conservarse, frente a todo poder o
norma que se busque imponer, desde la federación.
Es en este contexto, que brotan las Radios Comunitarias. Sus mensajes, no pueden estar
alejadas de este proceso natural de resistencia. El apelativo de comunitario, que llevan
estos medios, no es inyección del exterior, pero eso sí, tiene la obligación de representar
la forma de pensar y actuar del movimiento cotidiano interno, y esto no es fácil. La radio
es un medio que tiene que estar enviando mensajes en ámbitos, que reproducen vida
cotidiana, no a través del discurso, sino del trabajo.
83
menos, si lo realizable no implica remuneración económica. Los radialistas comunitarios,
verdaderamente hacen tequio, reconocido por algunas asambleas, pero no en todas.
Se reconoce a los que trabajan en la radio, en aquellos casos en que establecer la radio,
ha sido decisión de asamblea. Cuando es iniciativa grupal, en la mayoría de los casos,
es el grupo quien tiene que buscar las fórmulas para su sobrevivencia, aunque, si
grupalmente solicita apoyo de la asamblea, y si su labor es considerada de satisfacción
general, es común, que obtenga apoyo de la asamblea.
84
En término nacionales, la Radio Comunitaria, es un verdadero instrumento de resistencia
social y de vida. Las comunidades, tienen en su Comunalidad la actitud necesaria para
enfrentar los embates del poder, la propiedad y el mercado.
Pero esto no quiere decir, que las voces críticas a las diatribas generales del modelo de
vida hegemónico, sean acalladas. Por lo contrario, se fomentan, pero son
responsabilidad del emisor, y en última instancia, de la emisora. Son estas voces críticas,
85
y la postura de las emisoras, quienes permiten estar informados de las imposiciones del
poder constitucional y de la resistencia organizada de las comunidades y regiones. Esto
se ve, con las movilizaciones en contra de las concesiones mineras, eólicas, acuíferas,
latrocinios forestales, corrupción, y manifestaciones del poder, en general. Los partidos
políticos, que no tiene incidencia local, pero si regional, no se les cierra las puertas. Sólo
se busca que su discurso, responda a las inquietudes de orden local y regional. Claro,
conocida la actitud y prepotencia de políticos en campaña, esto resulta poco fructífero.
Esto es más claro, si recordamos que en Oaxaca existen dos regímenes, el asambleario
y el partidario. Lo local, mayoritariamente lo maneja lo asambleario, y lo regional, lo
partidario.
86
Una radio comunitaria, efectivamente es un elemento introductor de factores o mensajes
externos, pero también, abre el espacio para el fortalecimiento de lo interno, de lo propio,
de lo nuestro. Es en esta dinámica, que cada radio se inserta en la cotidianidad
comunitaria. Si una radio ofrece solamente el conocimiento externo, demostraría una
actitud para el sometimiento, y por lo contrario, si sólo reprodujera lo interno, caería en
fomentar una visión aislada, lo que también debilita las capacidades endógenas para
tratar lo exógeno. Dicho de otra manera, la radio, asume la contradictoriedad que
dinamiza a la comunidad. Por lo mismo, su labor, no sólo debe girar en un sentido, sino
en todos los sentidos que manifieste el interés y que colabore para las decisiones de la
comunidad.
RETOS Y PERSPECTIVAS
La pregunta central por contestarse es; ¿Tendría , entonces la radio un camino trazado?
o se responde a lo que la comunidad va enfrentando.
87
Al estar copada la academia de autores de razonamiento occidental, suena lógico que
desprendernos de ese razonamiento una labor quimérica. Estas ideas las encontramos
no sólo en ámbitos de la ciencia, de las artes, de la literatura, sino en los propios hábitos
alimenticios, y mucho más en campos de la filosofía.
Para criticar la situación que nos envuelve, se han propuesto diversas corrientes de
pensamiento, y desde diferentes contextos o realidades. La gran mayoría de estas
corrientes, engrosan las filas del razonamiento occidental, que fija como centro del
mundo al homo. Pensar desde el mundo, ya no desde el hombre o la mujer, ha sido tarea
reciente, cuando nos percatamos del laberinto en que occidente nos ha encerrado. En
particular, nosotros, fuera de cualquier corriente académica, afirmamos que son tres los
principios básicos que nos fueron introducidos a la fuerza, desde la invasión europea.
Estos principios son: El poder, La propiedad y El mercado.
Como consecuencia, son estos tres principios los que han de ser enfrentados, no sólo
en los contenidos de las radios comunitarias, sino en todos los ámbitos de relación social.
Dicho de otra manera, para poder enriquecer lo propio, debemos encontrar en cada
contexto, los elementos que enfrenten la influencia de estos principios impuestos y
heredados. Esa respuesta está en cada contexto, en cada región. Y es el reconocimiento
de cómo hacemos la vida, en el suelo que pisamos, el instrumento ideal para definir el
quehacer, ahí, no en otros lugares. Obviamente, hay de contextos a contextos, no es lo
mismo lo urbano que lo semiurbano, o lo rural. Lo urbano es el terreno fértil, para el
ejercicio del poder, la propiedad y el mercado. Las ciudades son centros individualitarios
por excelencia, territorios en los que la gente vive separada en hechos y pensamientos.
Por ello, lo que se puede hacer, a través de la radio, en una comunidad no es lo mismo
que se puede hacer en una ciudad.
88
americano, a pesar de los siglos de colonia. Caracterización, que dan fortaleza a la labor
de las radios comunitarias. Ya que es la comunidad, la entidad que posibilita o ha
permitido la sobrevivencia de modelos de vida y pensamiento, contrarios al hegemónico
occidental.
Son estas regiones originarias, las que nos muestran con mayor nitidez y naturalidad, los
principios que podrían catalogarse como contra-hegemónicos. La pregunta es ¿Cuáles
son estos principios contestatarios de éstas regiones originarias? Desde nuestra
experiencia consideramos que también son tres: El respeto, El trabajo y La reciprocidad.
Podemos preguntarnos, ¿Cuáles son las razones que nos llevan a proponerlas? En
principio, Si es el poder lo que subyace al comportamiento individualitario, el contrapoder,
radica en el colectivo, pero el colectivo, o lo comunal no existe, sin el respeto. El respeto,
no es reconocimiento de la diferencia, de la superioridad, de la propiedad, del valor
mercantil, de la propiedad del conocimiento. Es el reconocer que somos el otro, y sin el
otro no somos. Todos, lo que hacemos es Autoridad, fuerza, unidad de la diversidad. Es
decir, no se oculta la singularidad, se integra a la toma de acuerdos para todo. Es por
ello, que la vida asamblearia es la autoridad comunitaria por excelencia. La decisión
asamblearia de una comunidad, se contrapone al poder depositado en el individuo, en la
propiedad y en el capital.
89
Estos principios contra-hegemónicos que se proponen, pueden sonar a utopía, sin
embargo existen en todos los contextos, pero son excluidos, son encubiertos, por el
pensamiento dominante individualizador, que separa, que abstrae, que cosifica, que
destruye toda relación horizontal posible, para fortalecer jerarquías, estratificaciones,
clases, estamentos, en fin, para consolidar lo vertical.
Lo que afirmamos, no pretendemos que se vea, como una acción vertical, es decir a
imponer a través de la acción radiofónica, por lo contrario es el respeto, el principio que
debe cultivar substancialmente la labor de una radio comunitaria.
Reconocer el valor de todos, implica abrir los micrófonos a toda opinión, implica respetar
cada criterio, que no conduzca al poder, a la propiedad ni al mercado. La persona
individualizada, busca poder, concibe que el conocimiento es suyo, de su propiedad, y
por lo mismo, puede venderlo cuando se le dé la gana, los principios liberales le dan
argumentos concretos; su libertad ante todo, su concepción discursiva de igualdad, etc.
Esto de alguna manera contesta las preguntas que nos hacemos. Sí hay caminos, pero
cada contexto, cada región tiene que diseñarla. En este sentido, ¿cómo se puede llevar
a su realización en una radio comunitaria? De principio, ya comentamos que el respeto
es lo fundamental, no solo reconocerse en el otro, sino valorarlo, tomar en cuenta que
todos aportan, que las categoría del bien o el mal, no existen, cuando se reflexiona
respetado cada contexto. Una verdad, se construye, tiene su temporalidad y espacio, y
90
es esa verdad la que se trasmite en una radio. La vida cotidiana, aporta viejos o
renovados razonamientos, genera conocimientos que son útiles en cada caso, pero esto
se extrae de la participación respetuosa de los habitantes de una comunidad o de una
región. Para esto, suena adecuado tomar en cuenta o distinguir la realización comunitaria
de la intercomunitaria.
Las radios comerciales, tienen en la cantidad lo concreto de sus aspiraciones, por ello la
potencia les hace competitivos, no cualitativos. Buscan mayor wataje para vender más.
Este razonamiento mercantil, claramente busca poder de penetración, de imposición de
mensajes, de paso busca apropiarse de todo, en fin.
La radio comunitaria, necesita generarse sus propios ingresos, que en la mayoría de los
casos, se encuentra fuera de la labor radiofónica. Mediante eventos, cultivos, comercio
de arte propio, etc.
91
No ser lucrativo, es un reto a satisfacer a mediano plazo, independizarse de la autoridad
comunitaria, es sano. La autonomía, va en paralelo con la generación de ingresos, de
productos para el intercambio, y si, se sigue formulando proyectos respondiendo a
convocatorias, la dependencia económica con el exterior no se extinguirá.
Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que estar incorporado a un modelo de vida
fundado en el mercado, no da argumentos para comercializar la señal. No existen recetas
para enfrentar al mercado, pero en cada contexto florecen posibilidades propias. Hay
que diseñar y realizarlas.
es un mundo”, y “en cada lugar se cuecen habas”, dicen los refranes populares. Como
puedes imaginar, mucho de lo que se propone, constituye volver al sentido común, ese
sentido que se cultiva en colectivo sin percatarnos de la profundidad de sus
aseveraciones. Volver al sentido común, es mirar atrás y a los lados, significa abandonar
la linealidad del pensamiento progresivo, positivista que caracteriza al razonamiento
hegemónico. Implica reconocer lo espiral de la vida planetaria, que es infinita, y que el
ser nosotros finitos, demostramos la infinitud del universo que nos crea y transforma.
Son muchos los retos que nos depara la resistencia cotidiana. Pero son nuestros
contextos los determinantes, nuestra geografía da luz, nuestro respeto nos integra, el
trabajo conjunto nos hace creativos, todo para qué, para hacer de la vida una fiesta
permanente. Contrario, a lo que genera el modelo de vida dominante, asentado en la
propiedad territorial, la puesta en venta del planeta y con ello, la concentración del poder.
92
Sin embargo, reconocer que en cada contexto, en cada comunidad, sea urbana o rural,
está la respuesta, no es fácil. Precisamente porque los principios que guían en la
actualidad, dibujan una individualidad permanente, que sólo será superada, cuando se
reconozca que el individuo no existe, que se ha construido para su control. Y que para
ello necesitamos un nuevo lenguaje, que señale lo que en verdad es nuestra existencia,
derrumbando epistemologías, paradigmas, que la “ciencia social” expone, partiendo de
los mismos argumentos que reproducen la dominación.
93
FUNDAMENTACIÓN COMUNAL13
Palabras y conceptos nuevos, se ven en la necesidad de pasar por todos los filtros, que
el homo ha diseñado, para justificar acciones que han llevado a la especie, a un laberinto,
aparentemente, sin salida.
Por otra parte, la era colonial, pareciera no tener fin, eso mismo, obliga a las sociedades
“modernas”, a encontrar en las originarias o pre-coloniales, capacidades propias, que
puedan ser respuestas de futuro.
13
Este texto, fue redactado, para esclarecer y encontrar argumentos en el caminar Comunal.
Fue escrito en 2018.
94
La exposición de otra fuente de razonamiento, no occidental, resulta urgente, para el
diseño de nuevas perspectivas.
La explicación comunal es también humana, pero aquí cabe señalar, que lo comunal se
nos aparece como una explicación natural, es decir, lógica, en términos de la vida
planetaria. Afirmamos lo anterior, porque lo comunal se presenta como una actitud,
natural que le toca jugar al hombre y a la mujer cuando estos se interpretan como
integrantes, parte, elemento del mundo.
Las otras especies, tienen sus propios atributos pero no se pretende señalar más que
los que de manera directa ejercitamos los humanos. Con esto afirmamos, que la
comunidad es una forma natural que tiene el Homos de convivir el mundo. Diríamos, la
95
comunidad es naturaleza, es un modo de vida natural, que responde o se explica en su
naturaleza.
Con esto, afirmamos que la comunidad no es una construcción intelectual sino natural
resultado de la vida planetaria. No entenderlo así, es darle a lo comunitario un rango
conceptual, que de manera inmediata reclama explicación desde la racionalidad
Occidental, fundada en él; “pienso, luego existo”.
Afirmar lo anterior, es empezar a razonar, desde el todo, no desde una de las partes; el
Homos.
Con esto, explicamos por qué la vida, homocéntrica es una cosa, y otra, la naturocéntrica.
En otras palabras, una cosa es partir de las partes para explicar el todo, y otra, es partir
del todo para dar cuenta de las partes. Lo primero ha sido razonamiento occidental, y el
otro es lo nuestro antiquísimo pero en estos tiempos actuales, naturalmente nuevo.
96
Esta palabra no admite una definición estricta, menos de discurso, pero está
representada, por elementos, momentos, dimensiones, a lo que nosotros hemos
etiquetado como pilares, porque imaginamos su existencia como una casa, una
construcción, un edificio. Estos pilares existen, son demostrables de muchas formas,
evidenciables. Tratemos hoy, cada uno de estos pilares, a los que concebimos, que
ponderamos como interdependientes e integrales, los dibujamos como partes, sólo para
dimensionar sus potencialidades:
I.- El territorio, suelo, piso, naturaleza, o como mejor lo entendamos, es el primer pilar.
Lo señalamos al principio, porque todos lo habitamos, lo sentimos, la gozamos, lo
pisamos o la padecemos, pero está ahí, y nuestra existencia lo explica. Nos han
endilgado la idea que ese suelo, ese piso, nos pertenece pero no, nosotros
pertenecemos a él.
Cualquier ser vivo, pisa un suelo que no solamente le permite respirar, sino se articula a
él, con todos los elementos que lo conforman. Para comer, y reproducirnos, dependemos
del suelo, de su conformación de sus cualidades, lo que va conformando la cultura de
cada comunidad.
A esta dimensión integramos a todas las especies, a la gran diversidad de seres que lo
habitan. A esta, se le ha dado el membrete de mundo material, nosotros lo consideramos
animado pues responde, vive, como todos ser integrado del planeta.
El territorio, el suelo, es un todo indivisible, que incluye a todos los seres que le habitan
(hombres, mujeres, animales, plantas, insectos, etcétera). Es por eso que cada territorio,
cada suelo, genera su propia cultura, su propia tecnología, su propia sabiduría, que en
97
algunos casos puede extrapolarse, si la propia naturaleza lo permite, pero será su
diversidad, la generadora de los pensamientos resultantes de su carácter.
El gran problema es separarnos del mundo natural, de pensar que nosotros somos algo
aparte, y que por lo mismo, debemos salvarlo de nuestros errores sin entender nuestra
existencia como la misma existencia del planeta.
98
Sin excluir, los impactos del proceso colonial, podemos afirmar que la inexistencia de
una conciencia textual u oral, de pertenecer al planeta, se debe precisamente a que estos
pueblos, los naturales, viven esa naturaleza, no la intelectualizan. En otras palabras,
“existen, luego piensan”, no a la inversa como lo hace el razonamiento colonial, mercantil,
individualizador. Occidente, ve, percibe esa diferente visión, incluso desearía cooptarla,
pero no la reconoce, no la acepta, la excluye, la irrespeta, en la medida que no se expone,
como considera debe ser expuesta, como occidente expone la suya.
Quien no expone su razonamiento, no existe, dice occidente, nosotros, o sea los pueblos
naturales originarios, existimos, no priorizamos la exposición textual u oral, de nuestra
existencia.
II.- Quien pisa, vive, y reproduce ese territorio, es nuestro segundo pilar. Este es el pilar
que toca a los humanos. La suma de relaciones que establece, que va definiendo su
cotidianidad, la organización de su quehacer, de su vida. Una lógica de respeto que
explica lo humano en su relación, no en su definición consciente. Es decir, el ser humano
es natural y básicamente comunal, en la medida que es el resultado de sus relaciones.
El ser, no se explica sino como parte de una totalidad, la que define su actuar. Se es, los
otros, tanto en su vida orgánica como intelectual. En esa medida, el humano se reconoce
en su organización, en su trabajo y en sus resultados, los que obviamente están ligados
al suelo que pisa.
99
manera de ser distinta, un razonamiento diferente, que cuando emigra a la ciudad, lo
lleva consigo. Esta razón integral, no economicista, demuestra como los pueblos rurales,
menos contaminados por el exterior, protegen, conservan, aprovechan orgánicamente
su articulación al territorio. Estos pueblos en su mayoría reciben la categoría de
originarios.
Esta horizontalidad, dista mucho de la verticalidad, que caracteriza al ejercicio del poder,
la propiedad y el mercado de raíz occidental y colonial.
III.- La organización del trabajo, implican a los cuatro pilares. Por ello, es el trabajo,
nuestro tercer pilar. Quien pisa un suelo, necesariamente evidencia movimiento, las
labores están determinadas por el tipo, el carácter, del suelo que se pisa. Los tiempos y
los espacios se derivan de esta naturaleza. Es en este movimiento, que se genera la
cultura, y los principios, se construyen comunalmente.
Sin embargo, es en este movimiento, que se plasman el mayor número de acciones que
nos engarzan con otros mundos, y con ello, los contaminantes civilizatorios de Occidente.
Desde nuestra racionalidad, el poder no puede entenderse como tal, sino como
autoridad. Una autoridad que es elegida por tiempos estrictos, sin motivo de
remuneración, pero sí de servicio.
100
La propiedad, si bien, muchos pueblos han tenido la necesidad de adoptarla, de
asimilarla, es entendida como propiedad comunal. Existe respeto a la posesión familiar
interna, pero al exterior se defiende como propiedad comunal.
La orientación económica que se le da al trabajo, hace que toda labor, actividad, sea
entendida en esos términos. El movimiento natural, es medido, no cualificado de manera
integral. El cómo vivir, está mediatizado por la generación de un valor económico. De
ahí, que toda interpretación del movimiento, carezca, de un respeto a su naturaleza
existencial.
Los pueblos ligados a la tierra, no tienen dudas de lo que afirmamos, pero las sociedades
urbanas, cada vez, se alejan de una posibilidad de razonamiento integral. A la creatividad
constante, se le etiqueta de artesanía, fundamentalmente si está ligada a la naturaleza,
de manera directa.
El trabajo desde nuestra óptica, es ciencia y arte en unidad. No existe separación, entre
lo uno y lo otro. Todo arte es creatividad y experimentación, toda ciencia es
experimentación emocional. Desde nuestra perspectiva, nada se separa, todo es todo,
en unidad.
101
Un resultado es cierto, puede medirse, pero para quien, si, el que lo logra, lo considera
necesario, pues es él, el que por naturaleza lo consigue. Por eso es la fiesta nuestro
cuarto pilar, porque es lo que fundamenta el inicio de una nueva labor, en ese suelo que
es pisado por el habitante. Un resultado contiene, la energía de quien su movimiento lo
ha logrado. Su carácter festivo muestra el color, el sabor de lo emprendido. Elementos,
que gozan quienes han participado de su obtención. La vida misma es el resultado del
movimiento de quienes pisan el suelo removido. Por ello mismo, la vida es una fiesta en
sí misma.
102
EXISTIR O INVESTIGAR LA EXISTENCIA14
Desde siglos atrás, al mundo lo hemos visto fuera. Nos apropiamos de él entendiéndonos
fuera de él. Consideramos que son nuestros ojos quienes lo ven, nuestros oídos los que
lo escuchan, y son nuestras manos quien lo tocan, por lo tanto que somos nosotros
quienes lo inventamos. Nunca nos percatamos que caminamos necesariamente su
suelo, que respiramos su atmósfera, que nos mantiene vivos su agua y su vegetación,
que lo que vemos, escuchamos, tocamos es el mundo. Es decir que dependemos del
mundo, y no, que el mundo depende de nosotros.
Dicho de otra manera, la investigación social se arma de una suma de hipótesis, o ideas
que el investigador se hace de determinada problemática, integra una suma de
herramientas técnicas que le permitirán manipular la información que considera
14
Ese texto es un intento de encontrar otro camino que finque la experiencia no en una
“investigación”, sino en la reflexión directa de lo que se vive, se escribió en 2018Y fue publicado
en el libro “Pedagogías del sur”, Coordinado por Patricia Medina Melgarejo en a Universidad
Veracruzana.
103
necesaria, y su resultado será una tesis, que explicara la temática o problemática, que
previamente se había propuesto investigar.
Es necesario afirmar, que ésta visión es la que Occidente impone al continente que
invade en 1492. Razonamiento lógico, retomado de la ciencia positivista, fortalecida por
la ilustración en el siglo XVI, y que binariamente explica el movimiento de la sociedad en
cada etapa histórica. Es en éste sentido, que podemos afirmar que este procedimiento
es de raíz colonial, y por lo mismo en su realización, reafirma y consolida una colonial
forma de hacer la vida.
De ésta individual, separada, interpretación del mundo, no puede obtenerse más que
afirmaciones sobre el mundo, lo que determina en su mayoría, que ésta suma de tesis
consoliden el poder y la apropiación colonial de la región investigada. Prolongándose así,
mecanismos de poder, de todo orden.
104
No reproducir está epistemología, nos permitirá detener las condiciones asfixiantes,
genocidas, que nos aporta, el apoderarnos del mundo, obscureciendo en toda dimensión
las capacidades propias de sus habitantes.
LA EXPERIENCIA VIVENCIAL
La relevancia de construir una nueva noción académica, que no se separa del mundo,
radica en la labor de sistematizar el conocimiento desde la experiencia misma. Es decir,
cada persona protagónica de un proceso deberá contar con las herramientas
ordenadoras de su experiencia. Y éstas, podrán y deberán ser diseñadas desde la
experiencia misma.
105
se habita ese universo. Es decir, se ordena el conocimiento, partiendo de lo real, no de
la idea, de los hechos no del discurso.
106
COMUNALIDAD Y CAPITAL15
Durante la colonia, se dependió del oro convertido en moneda. Sistema económico que
vino y se impuso con la invasión. Las materias primas que se enviaban a Europa,
básicamente eran valorizadas en oro, y de acuerdo a las leyes eran definidas por el
mercado Europeo.
Con la “Independencia”, el sistema económico siguió dependiendo del mercado y del oro,
como su base o cimiento. Incluso bien entrada la Reforma, los conflictos de guerra,
fueron argumentados por pagos de préstamos no satisfechos.
Las invasiones, tanto francesa como Gringa, fueron por capitales, y por adueñarse del
territorio, pensándolo como mercancía sujeta al mercado. Es decir, la lógica de mercado,
se impuso desde la invasión Española y se continua hasta el presente.
Los hechos que se dan a nivel mundial al nacer el siglo XX, (Unión Soviética) dan la
imagen de lograrse un diferente sistema económico. Sin embargo solo cambia el que
15
Este texto intenta encontrar el camino y detener la visión economicista que prevalece. Fue
escrito en 2018.
107
protagoniza la propiedad del capital, pero sigue siendo el mercado, quien define o
consolida su poder.
Tanto en México(1910) como en Cuba, Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, incluso Chile
con Allende, son “revoluciones” que consolidan el poder del capital. No se diga en Rusia,
China, Coreas, etc. En todo el mundo, el centro de cada conflicto se centra en el manejo
de recursos para consolidar el poder del capital.
Desde esta perspectiva, vale la pena preguntarnos si existe una solución dentro de la
misma lógica del mercado. De entrada podríamos decir que NO. En otras palabras, de
nada sirve, cambiar de estilo de gobierno, si la substancia para vivir, recaerá de nueva
cuenta en el capital. Toda búsqueda serán modificaciones o reformas al mercado,
cambios en las reglas, sin que la competencia y el poder mercantil desaparezca. Pueden
ser Estados, Multinacionales, capital financiero, capital comercial, el que dicte las
normas, el caso es que seguiremos dependiendo de la lógica del capital.
Lo que es peor, la participación de los humanos, es cada vez más restringida, ya no sólo
en las decisiones políticas, sino en los procesos mismos de la producción. Los avances
en la mecánica electrónica, están trasladando la inteligencia humana a la robotización.
Con ello, la actividad de los humanos se reducirá aún más.
El humano mismo cava su tumba. ¿Pero por qué lo hace? Esa es la gran pregunta.
Debemos reconocer, que los que antes se consideraban dueños del capital, y se sentían
complacidos por tenerlo todo, en la actualidad dependen de sus capitales almacenados
e invertidos en la bolsa, o guardados en bancos especialmente diseñados para no pagar
impuestos. A sabiendas que los impuestos también agrandan los espacios regidos por
el capital.
108
Pareciera que la lógica mercantil, no busca un futuro, que no tiene fin, o que sólo es el
presente, por lo mismo no tiene tope. Efectivamente no tiene tope, su lógica de
acumulación e inversión es infinita. Y con ello, se lleva consigo la vida del planeta. Claro,
se dispone a la invasión de otros planetas, dizque para escapar de una tierra, que está
desapareciendo con su irrefrenable avaricia.
Encontrar la salida, pareciera radicar en volver los pasos atrás, es decir, desaprender,
regresar al pasado, y esto, con un mundo mecánica e industrialmente destruido, suena
a irrealizable.
Pero tener otra visión, deriva de una manera distinta de razonar. Y es aquí donde los
campos del conocimiento, la filosofía, la epistemología, parecieran estar agotados, o
inmersos en esta lógica de mercado productora de capital.
Por todo ello tenemos que viajar hasta las raíces. Porque el mundo no fue creado por el
mercado, ni por uno de sus habitantes; el homo sapiens, como prepotentemente nos
hemos nombrado a través de la ciencia “moderna”.
Si este mundo no proviene del mercado ni de nuestra existencia, su presencia tiene que
tener otra explicación. Y la hay.
¿QUÉ ES ESA?
A nuestra manera de entender, existen dos maneras de mirar al mundo: viéndolo desde
fuera o viéndolo desde dentro. La percepción de las cosas tienen dos maneras de
apreciarse, cuando crees que tus sentidos son los que miran el exterior, y otra cuando
tus sentidos comprendes, que son el resultado del exterior. Dicho de otra manera, una
es cuando tus sentidos diseñan lo que miran, tocan, saborean y escuchan, y otra cuando
sientes que eres dibujado o diseñado por lo que reciben tus sentidos.
109
Lo que tocas está fuera de ti, también lo que escuchas y miras, por lo mismo eres eso;
el mundo.
Lo contrario es cuando sientes que eres independiente de lo que ves, o sea tu haces lo
que ves, no lo contrario. Yo toco, yo miro, yo escucho, yo huelo por lo tanto yo siento.
Esto es sentirse independiente del mundo, por lo mismo, el mundo es un resultado tuyo.
No lo contrario. A esto es lo que llamamos; Poder. Otros lo llamaran egocentrismo,
egolatría, egoísmo, etc.
¿Esta visión cuando nació?, no se sabe. Sólo sabemos que tiene miles de años.
Sin embargo, en nuestro continente y quizás en otros, se forjó o se cultivó una visión
contraria. Sí, la visión desde dentro, la visión que hace del ser vivo, un resultado de todo.
Vernos como un resultado del mundo, dentro de él nuestra madre y nuestro padre,
implica sentir lo mismo por la madre tierra que genera a todos los seres que habitamos
el planeta.
El poder no sólo edifica sus creencias, sino también sus modelos y órganos de gobierno,
a quien nombra, categoriza, e impone a los territorios habitados por seres vivos que son
sujetados por su poder. El lenguaje del poder nombra los hechos desde la lógica del
110
poder, por ello, las lenguas hegemónicas, y coloniales en nuestros tiempos históricos, se
convierten en instrumentos que sujetan nuestra experiencia, que nos encierran en sus
contenidos. Es por ello, que se nos dificulta llamar a lo que vemos, sentimos, tocamos,
escuchamos, porque ya existe un lenguaje que nos obliga a llamar lo que vemos en
conceptos ajenos.
El ejercicio del poder escribe y hace su propia historia. Es común, leer esa historia como
el encadenamiento de guerras sin fin, en el que sólo cambian los personajes del poder
supremo, pero se da continuidad a su lógica de razonamiento, en lo básico, procesos
intensos de colonización. La suma de imperios, monarcas, religiones es interminable, tan
es así que se extiende hasta nuestros días.
¿CÓMO SE MATIENE?
El mantener esa propiedad genera normas que se han de obedecer, según criterios del
poder. Códigos, creencias, sistemas de compra venta, reglas de justicia, constituciones,
según el período que se viva. También se generan valores, instituciones, misiones,
escuelas, templos, diversiones, en fin, lo necesario para el ejercicio del poder y la
propiedad del poder y del suelo que se pisa.
La propiedad, forja los Estados, sobre naciones o pueblos que miran al poder como algo
inexplicable, siempre o en la mayoría de los casos, recibiéndolos dentro de su lógica
integradora de la vida. Es esto, lo que pasó con la invasión en 1492. Un pueblo que no
se edifica con base al poder, no puede entenderlo, y por lo mismo se convierte en sujeto
del poder, al no entenderlo como tal. Esta es la dinámica colonizadora, cuando estas dos
111
visiones se encuentran y enfrentan. Obviamente, quien no sabe del poder, es víctima
garantizada del poder.
Es decir, se puede percibir que se es resultado del mundo, cuando tu actividad está
diseñada en la Compartencia con el mundo. No es necesario una lectoescritura que
112
demuestre tu propiedad sobre el suelo, y menos el reconocer en la lectura, que eres un
ser creado por el poder, en este caso de un dios, a imagen y semejanza del invasor.
Religión, gobierno, y lectoescritura son las instancias básicas para la reproducción del
poder, la propiedad en el ejercicio del lenguaje invasor. En tiempos recientes, se
incorpora la cibernética.
En tiempos actuales, suena imposible cuestionar estos conceptos, a los que se les ha
dado rango de naturalidad, a través de la misma ciencia. A través de la religión se expone
la grandiosidad del poder, a través del gobierno se impone la grandiosidad del poder y a
través de la lectoescritura, se documenta la grandiosidad del conocimiento invasor, del
poder y la propiedad.
¿CÓMO SE REPRODUCE?
113
Esto no quiere decir, que nuestras afirmaciones en cierto modo no sean elucubraciones
externas, sin fuentes dignas de comprobación, sin embargo los hechos que aún
permanecen en la actualidad dan fortaleza a nuestras afirmaciones. Ni el poder, ni la
propiedad, ni el mercado, existían antes de la invasión Europea, y hablamos de Europa,
dado que el proceso colonial no solamente lo realizó España, sino también Inglaterra,
Alemania, Portugal, Holanda, en fin. Toda una Civilización que se consideró fuera del
mundo y que se asignó el poder sobre éste, del cual se apropió y mercadea en la
actualidad a su antojo. Lo que le permite ver al mundo como una materia inerte, del cual
puede obtener los recursos necesarios para satisfacer sus apetitos ahora de Desarrollo,
concepto que como el de Libertad, Justicia, Democracia, permiten reproducir su lógica
de razonamiento.
El mercado, tiene en sí mismo las fórmulas para crecer. Genera nuevas supuestas
necesidades, por lo tanto más valor en productos que genera de la extracción del suelo
y que convierte en una lógica de razonamiento que obviamente, enajena o pone a la
venta una conciencia que compra todo producto, sin cuestionar su utilidad real, y que se
deja llevar por la necesidad que le inyectan para usarla. La propiedad del bien, que se
compra en el mercado, se convierte en un comportamiento-beneficio que crece día a día,
ante nuevos productos que dan comodidad y supuesto placer, un placer que también se
inventa y que hace crecer el mercado, y por lo mismo al poder.
Por todo esto no resulta extraño que, la lógica de mercado reproduzca en el mundo la
lógica de la conquista del poder. Y que con ese poder, Sociedades de origen milenario,
como China, Rusia, con modelos de gobierno dizque muy horizontales (democráticos),
dependan de la lógica del capital que es la substancia que mueve y reproduce al poder,
la propiedad y el mercado. Como tampoco resulta extraño, que todos tenga una razón
extractivista, dado que entienden al suelo como de su propiedad y lo mercadean a su
antojo.
114
desarrollado linealmente durante y más antes de la era cristiana, quien encuentra en esta
medición de la vida su propia fortaleza, su propia fuerza para reproducir el poder. No
entender que la manera de interpretar el mundo es la fuente de nuestros lastres, permitirá
dar continuidad a un razonamiento que fundamenta al poder sobre el mundo.
Precisamente, vernos que somos parte, no centro del mundo. Vernos o sentirnos dentro
y no propietarios del mundo puede sonar a algo muy complejo. Pero no es así. Es
simplemente fundamentarse en el sentido común.
Lo anterior conduce a verse parte del mundo. A comprenderse integrante del mundo. Del
territorio obtenemos: Oxígeno, Agua, Frutos, Cobijo. De nuestra Compartencia de ese
mundo, diseñamos nuestra organización, nuestras costumbres, el conocimiento. Del
movimiento que realizamos, obtenemos los frutos necesarios para reproducir nuestra
existencia, lo que obviamente se convierte en un resultado, que bien puede ser fiesta,
cansancio, satisfacción, alegría, etc.
Existe una gran diferencia en reconocer el mundo que habitamos, a diseñar que hacer
con el mundo que tenemos frente a nosotros. Comunalidad, percibe al mundo desde
dentro, por ello, no es poder, sino interdependencia, no es propiedad, sino Compartencia,
no es mercado, sino complementariedad.
Esto, que es muy sencillo de exponer, se hace difícil concebir. Simplemente porque el
razonamiento fundado en la libertad, te da las herramientas para concebir que eres tú el
115
que decide, cuando en verdad se te forma para obedecer lo que otros deciden desde el
poder. O sea, se te educa para que tú decidas, y con ello te separan de lo y los demás.
Se te afirma la democracia, para hacer anónima tu participación política separándote de
los demás, se te dictan reglas de justicia, para que obedezcas lo que está escrito y un
profesional con poder decida desde lo escrito, sin la intervención de los demás.
Libertad, Democracia, Justicia, son conceptos abstractos, que manejan a su antojo los
del poder. Y si nos damos cuenta, esos conceptos, son la bandera de movilizaciones
sociales, que terminan en nuevas estructuras de poder, si bien les va.
Resulta difícil concebir otra visión, porque la concepción del poder, lo reproducimos en
la casa, en la calle, en el club, en la escuela, en el trabajo, en todo espacio. Tan dentro
están en nosotros, que hasta en las relaciones de pareja los realizamos. El resultado
absoluto que se logra desde el razonamiento hegemónico es: La individualidad.
Por ello, verse dentro del mundo genera Comunalidad. Esto significa ser y estar con los
demás, me refiero a todos los seres vivos, sí, a los que la misma ciencia, separa en
especies, familias, géneros, etc. Hacer la vida con todo y todos, lo que genera una visión
integradora, no parcelada, de Unidad no de parcialidades, de unitario no de binarios. De
espiritualidades, no de religiosidades. De palabras y acciones, no de letras y teorías. De
horizontalidades, no de verticalidades. Debemos aclarar, que esta visión integral, la
tenemos consigo. Es decir, en nuestro existir, habitan las dos visiones, porque el mundo
real nos conduce a accionar de una manera, y lo que se nos impone, no hace pensar de
otra manera. Quizás un diferencia radical se da en el axioma, “pienso, luego existo”, que
privilegia el pensar para actuar, o el realizarse a través del pensamiento no de la acción.
La pregunta que nos hacemos es; se puede pensar sin existir? Claro que no. Porque
primero se existe, luego se piensa, el pensamiento es un resultado de la existencia.
Mucha se ha escrito, que esta otra visión, habita o se realiza en pueblos denominados
indígenas, originarios, nativos, naturales, etc. Independientemente de qué concepto nos
parezca el adecuado, lo cierto es que estos pueblos o sociedades, habitamos
umbilicalmente su territorio. Es decir, existimos en fuerte dependencia de la naturaleza,
la que nos forma, con quien compartimos la vida, y la respetamos como un bien vivo, con
116
quien hablamos y gozamos, a quien confiamos nuestras intimidades, a quien
pertenecemos a resumidas cuentas. No conocemos el mundo, mediante escuelas, libros,
reglas, biblias, sino en una relación directa, en la labor, en el tequio, en el cargo, en la
asamblea, en la fiesta, en el intercambio, en el apoyo mutuo.
Nos une, el territorio, la decisión, la labor común, la fiesta. Por lo mismo, tenemos
experiencia comunal, decisión comunal, y goce comunal.
117
Por otra parte, es importante reconocer, que sin llamarla así; Comunalidad, ésta se
manifiesta en la ciudades de distintas maneras; reproduciendo la medicina natural,
buscado una alimentación orgánica, festejando la vida comunalmente, digo con la
participación concreta de los que se reúnen, organizando eventos y usando las lenguas
propias, y de alguna manera, aunque con otras intencionalidades, mediante prácticas de
políticas gubernamentales.
Los movimientos sociales, resultado del salvaje autoritarismo que lleva implícito el
ejercicio del poder, ha provocado que Comunalidad se enarbole como bandera de un
futuro que si bien apenas se empieza a esbozar, ya es convicción de gruesos
contingentes que ven en su puesta en práctica, un camino necesario de recorrer.
En nuestro concepto, existen dos principios que pueden guiar los futuros diversos planos
de un modelo de vida más natural. Estos son: El respeto y el Trabajo, lo que nos
conducirán a la Reciprocidad.
118
actividad remunerada. Es necesario resignificar los dos conceptos para explicar lo que
queremos explicar.
Por respeto entendemos, que somos lo otro y los otros, es decir un resultado del mundo
que vivimos. Vivimos del otro, con el otro, para el otro. Por lo tanto, el ser individual lo
entendemos como una entelequia, inexistente. A cambio entendemos que el ser es
comunal, porque no viene, ni es, ni está sólo en el mundo, por lo tanto es un nudo de
relaciones con quienes comparte la vida. En este sentido, el respeto es una interpretación
de la vida, por lo mismo es una filosofía, una fuente de conocimiento, nuestra epistémia.
Y también una actitud ante todo.
El trabajo, el que podemos llamar; labor, faena, tequio, movimiento, es la manera más
sencilla de hacer la vida respetando, lo y al otro. Trabajando, se construye lo necesario,
se complementa, se reúnen capacidades y habilidades en todo. El trabajo es creatividad
en toda labor que se emprenda con respeto, y así como se complementa en el trabajo,
se intercambia y se complementa en los productos que se obtienen. Esta es la manera,
como comunalmente se puede enfrentar la dependencia del capital. Esto puede sonar a
propuesta utópica, pero como dice Galeano, al fin y al cabo es una camino para andar.
Ser recíprocos, desaparece a los dioses, a los amos del poder, porque se horizontaliza
la toma de decisiones, y se elimina la verticalidad de la orden, del dogma, de la verdad.
La verdad se construye, no se aprende.
119
Por ahora y en éste modelo de vida que padecemos, se han buscado fórmulas sociales
como el sindicalismo, el cooperativismo, el mutualismo, el democratismo, el justicialismo,
el humanismo y para acabar, el liberalismo, todos ismos que emanan de la visión
Individualitaria de la vida, de la concepción de poder, la propiedad y el mercado de la
vida.
Por todo lo planteado, reafirmamos que esta nuestra visión no es atributo exclusivo de
regiones “étnicas” ni “indígenas”, sino que es una propuesta que emana de abajo, ni de
izquierda ni derecha, sino de una sencilla interpretación de la vida natural, no
naturalizada, sino natural.
Eliminamos también la palabra ideología, que más bien es, una resultante de la
religiosidad, y no de la percepción natural que nos da el mundo(Espiritualidad). La
120
religiosidad o ideología la encontramos no sólo en las religiones, sino también en partidos
políticos, sectas, mafias, etc.
Enfrentar la lógica del poder del capital, será un proceso amplio, que no puede ser
diseñado por una o un puñado de personas, por más comunales que sean, sino por todos
y en proceso concretos de acción. Y si la dominación también se ha hecho a través de
la lectoescritura, la usaremos también para realizar nuestro empeño.
121
LO COTIDIANO EN COMUNALIDAD16
Existen dos maneras de mirar al mundo, cuando lo ves fuera de ti, y cuando te sientes
dentro de él. La ciencia contemporánea, estudia la realidad sin involucrarse. La revisa,
la experimenta, sujetándola como vida ajena a su existencia. Lo mismo hace cuando
interpreta su movimiento, como cuando busca explicar su naturaleza. Siempre la ve
desde fuera.
Lo anterior, demerita su relevancia científica. El ser humano, es parte de éste gran mundo
que habitamos. Respira y se alimenta con elementos del mismo universo, por lo mismo
no puede ni debe apoderarse, sin engañarse a si mismo desincorporándose de lo que él
sólo denomina objeto de estudio.
Todo ser vivo, existe en un lugar, proviene de otro ser de su especie, con quien en
movimiento realiza su existencia y celebra, de muchas formas, el logro cotidiano de su
vivir.
Comunalidad no fija como centro del movimiento al homos, sino a la integración de todos
los elementos y seres que generan esa misma integración vivencial.
16
La UNAM, a través de el Museo del Chopo, publicará próximamente éste trabajo que fue
elaborado para tal fin. En 2020.
122
Es desde ésta óptica que nos sentimos y somos el mundo, nuestra finitud, explica la
infinitud del universo.
El presente texto, no ambiciona más que reflexionar un modo de vida y de pensar que
tiene una explicación terrenal, que apunta a una lógica de vida, en la que la participación
de todos sus integrantes, es la energía que diseña la existencia. Por lo mismo afirma que
Comunalidad existe o puede existir, en el campo como en la ciudad.
Veamos.
La gran mayoría depende de su fuente de trabajo, así mismo, de los tiempos escolares
y de recreación que debe cumplir su núcleo familiar. Tan es así que no nos percatarnos
de cuan controlada está nuestra existencia.
En las áreas rurales, se puede decir, que el tiempo está más regulado por el propio
tiempo, el clima, y las necesidades concretas que resuelven los requerimientos del día.
Es por ello, que podemos decir que en el campo se depende del ritmo natural del tiempo.
Claro, en aquellos lugares rurales donde se han establecido industrias, que tienen
horarios específicos, el ritmo o el control del tiempo pasará por encima de los del tiempo
natural. Pese a ello, en el campo aún los climas rigen en mayor medida el tiempo o las
actividades a realizar.
123
Iniciamos nuestras reflexiones, invitando a ver nuestra dependencia del entorno en que
vivimos, para hacer notar, que tan vinculados estamos al mundo que nos rodea y que
nos determina. Lo hacemos como una primera reflexión que guía el reconocimiento de
lo que somos, o de lo que determina nuestro razonamiento de la vida que realizamos.
Comunalidad, que es el concepto que guía la reflexión, tiene como primer determinante
el suelo que se pisa. Es decir, el territorio que se habita, y con ello, comprendemos, que
no es lo mismo existir al ritmo de una ciudad, que existir el ritmo de la ruralidad.
Es por ello importante en gran medida, tener clara conciencia de donde se habita, el
suelo que se pisa y por lo mismo, comprender que ello es la fuente epistemológica que
reproduce nuestra actitud ante la vida.
La existencia se comprende por los determinantes del tiempo en el suelo que se pisa, no
es lo mismo depender de la temporada, del clima, de la lluvia, que de un reloj checador
o de la firma estampada en un cuaderno.
Reconocer el suelo, el territorio, implica darle valor al lugar en que y como se reproduce
la existencia. Conocer los detalles de la composición del territorio, es investigar lo que
somos y lo que nos determina.
Llevar este reconocer a un plano académico evita no caer en abstracciones que te llevan
a conocer suelos que no ves, que no sientes, que no inciden en tu existencia real. Y por
lo mismo a creer que existen otro suelos, sin antes reconocer el tuyo, propio e inmediato.
124
centro de trabajo, o de recreación, en fin, de quienes habitan contigo el suelo que se pisa
o el territorio que se habita.
Podemos afirmar, que es en ésta dimensión en donde podrán saber en plenitud, que tan
individuo autónomo eres y que tan comunal es tu existencia.
Saber la organización, no significa sólo entender la vida desde fuera, como cuando se
hace una investigación, pues se queda uno en la forma. Enterarse vía la participación
concreta, te permite valorar al común, y deshacerte de tus criterios personales, que por
muy certeros que sean, dejan de ser un criterio individual, porque es aceptado por todos,
en la medida que contribuye a la solución de equis necesidad común.
125
Es necesario diferenciar lo que se hace en la ciudad y lo que se hace en el campo. En la
ciudad se acude a instancias que resuelven necesidades particulares, una empresa, o
una industria, una institución de servicio de equis naturaleza, un abasto a necesidades
particulares. En el campo, prevalece la búsqueda de la satisfacción comunal, en una
relación directa e inmediata con la naturaleza circundante, es decir, la vida, puede
controlar o diseñarse con la realización cara a cara, o asamblearia. No podemos decir,
que en todo el ámbito rural prevalezca la asamblea, ya que la visión Individualitaria que
llega con la invasión occidental, hace que lo privativo, el poder, y el mercado, hagan de
las relaciones una exposición necia del individualismo.
126
El movimiento de todo tipo de sociedad, representa el suelo que pisa, y la manera como
organizadamente resuelve sus necesidades. Por eso que la existencia comunitaria en la
sea resultado de su propia capacidad como forma de vida.
El cuarto elemento es la celebración del resultado que se obtiene del movimiento. Toda
sociedad celebra sus triunfos o fracasos incluso. La celebración es un motivo para
renovar la energía e iniciar nuevos ciclos de vida. La fiesta como se dice, en pueblos
originarios, celebra la faena, el tequio realizado, el movimiento efectuado y lo hace con
la exposición del colorido, la sonoridad, y el ritmo que más llena sus capacidades y
expectativas.
Muchos investigadores se quedan en el color que ven en una fiesta llamada tradicional,
pero no se comprende el cierre de ciclos anuales y cotidianos que encierra la celebración.
Por ser la celebración, el resultado de un proceso vivencial, genera una imagen tan
colectiva y comunal, que es comprendida como una satisfacción individual. No se
comprende del trabajo, de la acción comunal realizada.
El caminar bajo otra racionalidad, es urgente. La mirada individual y egoísta del mundo
nos ha llevado a la destrucción de nuestro planeta. Por ello, y como lo afirma Galeano,
127
debemos caminar patas pa arriba, antes de que nuestra especie, se extinga por
completo.
128
129
LEY ESCRITA INTEMPORAL, FRENTE AL ACUERDO ORAL TEMPORAL
PRESENTACIÓN
Mucho se habla de derecho indígena, consuetudinario, colectivo, natural, sin advertir que
la palabra Derecho, responde a una lógica de razonamiento fincada en el poder.
Referirse como Derecho, a la normatividad de los pueblos cuyo razonamiento se finca
en el Respeto, nos conduce a un laberinto sin salida.
Sin ser especialistas en el tema nos atrevemos a proponer fuentes propias de una lógica
natural, que puede ser base para comprender el ejercicio de una actitud diferente para
hacer "justicia".
EMPECEMOS
Una ley, cierto, es aprobada por un colectivo especifico. Colectivo integrado por
comportamientos individuales que obedecen a criterios y formaciones diversas, emitidos
en un determinado tiempo y espacio.
Otra parte es, que un texto intemporal se usa en un acontecimiento temporal, lo cual de
entrada ya es una contradicción. El derecho concebido o repleto de intemporalidad, es
usado para el análisis individual temporal de una norma intemporal. Cualquier
17
Este texto se redacto después de participar en un Seminario de Derecho Indígena, organizado
por la facultad de Derecho de la Universidad de Querétaro. En 2019
130
interpretación, temporal, no puede comprenderse para calificar intemporalmente,
además de ser una derivación de una individualidad.
Todo esto visto desde lo comunal nos resulta antagónico. Los acuerdos o en su caso,
las normas comunitarias para empezar tiene una temporalidad específica. Acuerdos y
decisiones, que según cada contexto, pueden ser modificados o cambiados totalmente
en tiempos breves. Si así la asamblea decisoria lo comprende.
El derecho se ejercita bajo una interpretación temporal e individual, no así una norma
temporal que es la integración de interpretaciones de un colectivo grupal o asambleario.
Aparentemente debe pesar más el respeto irrestricto de un texto, pero intemporal. Lo
que conduce al ejercicio de un derecho con base en intereses individuales, no así el
respeto colectivo a una temporal normatividad decidida grupal o asambleariamente.
Llamar derecho a la ley escrita, por lo mismo intemporal o muerta y que se ejecuta en
una región con normas propias, es una confusa enunciación.
131
NO HAY LEYES, HAY ACUERDOS
Los acuerdos por lo contrario, son decisiones vivas, que se toman en el momento y en
el contexto. Estas decisiones son reales, comunales, y contextuales. Reflexionan la
decisión a partir de los acontecimientos en su lugar y en su momento.
Así como el derecho tiene sus fuentes, el acuerdo, al que se le puede denominar norma
temporal, también los tiene. Estos son; EL LUGAR, EL PROTAGONISTA, LA ACCIÓN
Y EL RESULTADO.
Veámoslos cada uno. Advirtiendo que son una unidad de hecho. Cada fuente depende
de las otras, se les separa sólo para facilitar su exposición.
EL LUGAR
Un hecho a "juzgar" se realiza en un lugar determinado. El suelo tiene mucho que ver,
porque dentro de una explicación comunal, el ser vivo es territorio. Es decir, el ser se
explica en la totalidad del que forma parte y que por lo mismo; pertenece. El ser no es
un ente separado, diríamos una abstracción.
EL PROTAGONISTA
Si el suelo determina la acción de un ser, éste es determinado en mayor medida por los
seres con quien comparte la realidad, al cual se añade el tiempo o el momento que le
toca existir al darse el hecho.
El ser se explica por la suma de relaciones que entabla en el lugar que habita. Es decir,
él es un resultado de sus relaciones, en esa medida el individuo no existe, sino las
relaciones que le definen. Una persona es lo que hace, cómo lo hace, con quién lo hace,
y en qué momento lo hace. En la comunidad no es el carácter individual lo que cuenta,
132
es decir no se le abstrae, sino se le entiende vinculado a un todo comunitario. Como tal
es un ser comunal, que es el desenvolvimiento de haceres que constituyen su prestigio,
o dicho en otras palabras, el papel que desempeña dentro del todo. Una persona es
valorada por el papel que desempeña en el conjunto. No es su retrato o su inscripción
administrativa.
LA ACCIÓN
EL RESULTADO
133
PODER O AUTORIDAD
Por ser autoridad temporal elegida en una asamblea, en tiempo y forma, ejercitará lo
justiciable en los acuerdos orales y escritos, expresados como su experiencia, viendo al
ajusticiado como parte de un todo, no abstrayéndolo ni separándolo del sitio que y con
quien habita.
Es claro pues, que una justicia la realiza la autoridad de todos, y no un individuo vestido
de poder intemporalmente determinado.
134
OMBLIGACIÓN FRENTE A DERECHO18
Esto que parece obvio, no lo es. Invertir los tiempos de ésta realización vivencial, ha dado
poder a toda una civilización, que ha facultado a su mirar, un razonamiento que le da
poder a sus sentidos.
La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene como columna vertebral,
la noción filosófica que emana de los sentidos de la especie humana. Concepción que
hereda de una civilización construida en otros continentes y que se impone a éste
continente como se le impone su nombre.
De ahí que se reconozca como justicia la realización de una equidad social comprendida
desde hechos interpretados por el ser humano sin tomar en cuenta su definición integral
planetaria.
Esta interpretación de los sentidos que hacen a un lado la dependencia que se tiene al
vivir de respirar y alimentarse del mundo, ha dado cause a un régimen de desigualdades
entre quienes razonan desde su reconocimiento como mundo, a quienes se adueñan del
mundo y le imponen su reglas para regular sus relaciones.
18
Este texto forma parte conceptual de un Protocolo de actuación, solicitado por la CNDH, y fue
entregado en 2021.
135
colectivos, derechos indígenas, derechos humanos, sustentabilidad, Bioculturalidad, sin
desvalorar sus aportes, son algunos de los conceptos en boga, que no alcanzan a
136
derechos, incluso dando derechos a la Madre tierra para ser protegida y conservada,
olvidando que es ella la que nos da oportunidad a la existencia.
A través del ombligo se respira antes de nacer, y ya nacidos, respiramos al mundo, por
ello Ombligatoriamente estamos ligados al mundo y de esa manera explicamos nuestra
existencia.
El derecho lo da el humano para los humanos, sin tomar en cuenta la dependencia del
humano al suelo que pisa, del cual respira y aprende a través de su relaciones y
movimientos.
137
En materia electoral y en Oaxaca, para eliminar hondas contradicciones en la
organización política, el Estado se vio presionado a legitimar un comportamiento no
democrático, diríamos Comunalicrático, ya que la existencia de una razonamiento
Natural en el desempeño de la representatividad, hizo que la gran mayoría (417 de 570)
se rija bajo sus propios sistemas. Lo que constituye el inicio del reconocimiento de otra
razón civilizatoria, en el lenguaje jurídico.
Sin embargo, la realidad histórica que nos ha tocado vivir, además de reconocer lo que
se nos ha encubierto, nos ombliga a buscar medidas que nos aproximen a no dar
continuidad a las atrocidades a los que no presiona el razonamiento hegemónico.
138
Ha de quedarnos claro que lo hegemónico lo ha cultivado el humano desde su percepción
sensorial individual, y es el mismo humano, quien debe reconocer que primero respira al
mundo y después lo mira.
El presente protocolo, parte de experiencias directas, que tienen como una primera
referencia las leyes reglamentarias. Sin embargo, se da sustento para que el tratamiento
que se dé a las violaciones graves, estén acompañadas de un razonamiento integral y
natural.
La ciencia al servicio de una sociedad que se considera centro del movimiento universal,
ya no puede ocultar sus fuentes, las que han llevado al mundo a un laberinto sin salida.
Los idiomas propios dan cuanta de esta filosofía negada, que a la luz del momento
histórico que nos ha tocado vivir, resulta ineludible tomar como referencia.
139
No se podrá avanzar, si seguimos considerando que el mundo está diseñado para los
humanos, si no tomamos en cuenta la interrelación de todos los seres que habitamos y
compartimos éste mundo.
Mientras pervivan conceptos humanos, que nos des-ombligan, no se podrá contar con
un mundo que nos aporte equidad en las oportunidades de existir.
Intervenir a partir del Respeto, el trabajo y la Reciprocidad, nos permitirá hacer el camino
conjuntamente todos los seres terrenales. Esto que se protocoliza, es un intento, que
depende de no solamente la sensibilidad humana, sino de la comprensible integración
de una totalidad que da fuente a nuestra existencia como sociedad natural.
140
OMBLIGACIÓN O DERECHO19
INTRODUCCIÓN
¿Se ha vivido en el error? Preguntarse esto puede entenderse como una agresión, o
como una broma. Es tan difícil relatar hechos de conocimiento básico como verdades
científicas, mal tratadas, que se corre el peligro de ser señalado como un charlatán, sí,
el que charla cuentos sin fundamento. Pese a ello, y corriendo todo tipo peligro, incluso
un viaje directo a la hoguera, hemos decidido, evidenciar el error de interpretación del
mundo que nos ha llevado a un laberinto sin salida.
19
Este texto se redactó a instancias de un equipo independiente de investigación sobre Derecho
Indígena, y se pretende publicar próximamente. Se elaboró entre 2020 y 2021.
141
sentido común, sí, el sentido coincidente de los que habitan un cierto espacio, que se
traduce a postulados. Estos son, los que nos dan oportunidad al cuestionamiento.
Lo mismo sucede en las ciencias naturales, y mucho más en las ciencias exactas. Se
observa, se experimenta, se concluye en una investigación auxiliados de los sentidos
inmediatos. Esto lleva a concluir que lo obtenido al seguir los pasos que
metodológicamente son los necesarios, es una verdad utilizable por la especie humana,
tanto para resolver sus necesidades y comodidades, como para garantizar utilidades que
se traducen en un bienestar para el que se apropia del conocimiento.
Basarse en el numeral uno, hace olvidar el CERO. Sí, el no numeral, el que implica e
integra al numeral 1 y los que hasta el 9 se utilicen. Es decir se abandona el todo. Lo
cual hace de la ciencia fundada en el numeral 1, en inventora de una realidad, que en un
continúo ascendente nos ha encerrado en el laberinto señalado.
El abandono del CERO, implica que se abandone la raíz de la existencia. Pues cualquier
ser vivo, primero respira el mundo y en un segundo momento lo observa, algunos seres
ni siquiera lo ven, pero existen. En otras palabras primero es el CERO, después son del
1º al 9. Se vive sin ver, oír, tocar, escuchar, oler o gustar, pero sin respirar no.
142
Es decir, al ser parte o el mundo, lo que los sentidos nos aporta diríamos es secundario,
pues lo primario ES SER EL MUNDO desde el momento que los respiramos y entramos
en dependencia de la totalidad.
CIVILIZACIÓN
143
Cuando se asume ser parte del mundo, en principio desaparece la apropiación del
mundo, y con ello el poder sobre el mundo. Esto significa, que al sentirse mundo, se
comparte el mundo, es decir, se vive de lo necesario que te aporta el mismo mundo del
que formas parte. Por lo contrario, si partes únicamente de la interpretación que te
aportan los sentidos, imaginas o inventas el mundo a tu manera, al poder que tu misma
interpretación inventa, y que se apropia de lo que ve, de lo que escucha, de lo que toca.
Con esto la separación de Sociedad y naturaleza adquiere vigencia y es demostrada con
hechos maniobrando la realidad a tu decisión, haciendo del mundo lo que el individuo
piensa.
Reflexionar la realidad actual, desde únicamente los sentidos, es edificar una manera de
vivir, que no tiene fin. Una manera de hacer la vida que busca y encuentra, por todos los
medios sensoriales, el confort, la comodidad al que diseña e inventa una nueva
tecnología, que supone logra la eternidad de su existencia. Cuando su organismo deje
de respirar, tendrá que abandonar el mundo. Por más religiones o descubrimientos
“científicos” que obtenga o practique, tendrá que irse.
144
pero su uso responderá a nuestra pertenencia al mundo. Nuestra relación con el mundo
obtendrá un respeto profundo y los sentidos guiarán nuestro actuar a la búsqueda de la
manera de dar excelsitud a nuestra vivencia, compartiendo la vida y el mundo al que
pertenecemos.
ELEMENTOS CIVILIZATORIOS
La alimentación, la vestimenta, la casa, no, pues éstas están en diálogo permanente con
el movimiento del mundo, los tiempos, los climas, los suelos, etc.
La lengua y su escritura que se inventa, nombra lo que se ve, lo que se siente, incluso lo
que se entiende, pero esto es resultado de una interacción sensorial que en el existir
excluye la dependencia al mundo a través de la respiración.
145
La historia hegemónica ha dado sus versiones de éste proceso, pero aclaremos, no nos
referimos a siglos de historia que la escritura permite medianamente conocer, sino a
imperios antiquísimos, en los que también prevaleció el modo de vida sensorial,
excluyente de su pertenencia al mundo.
Erigir una civilización propia, para la gran mayoría de mortales, es más que una tarea
imposible. Se han inventado tantos fundamentos de la civilización que hoy se padece,
que suena a utopía pensar en otra. Sin embargo, si hemos señalado aquí que en la
civilización hegemónica, se excluye la base que evidencia científicamente la existencia,
estamos en condiciones para razonar una civilización diferente, diríamos más profunda,
o más seria.
No negamos que nuestra reflexión cuestiona postulados que hoy por hoy son “verdades”
que el grueso de la población lleva a la práctica. Como tal estamos prevenidos para la
interminable suma de epítetos que nos vallan a endilgar.
146
Tampoco podemos negar que a estas fechas, se han logrado propuestas de mucha
importancia, cuestionamientos que desdibujan invenciones que han obnubilado la visión
de la especie humana en la gran mayoría del territorio mundial. Uno de ellos la negación
de la existencia de un Dios. Independiente de qué religión, un Dios nos es más que la
invención más acuciosa, para mantener el control sobre la especie más controvertida.
Sin embargo, todo el cuestionamiento a las creaciones sensoriales se hacen sin partir
del razonamiento natural de la existencia, sino como resultado del tipo de relaciones que
se diseña para únicamente la especie humana.
La individualidad es el resultado natural de una visión sensorial, por lo tanto nos debemos
afirmar la inexistencia del individuo, si partimos del respirar o del CERO, es decir, que es
inexistente lo que ha sido la construcción o eje de la explicación sensorial; el individuo.
147
otras especies viven de ella y de otras, en ciclos que la ciencia sensorial ha descrito con
mucha amplitud, aunque limitada a lo que obtiene a través de sus sentidos.
EL TIEMPO
El primer elemento a controlar en una civilización fundada en el poder de los sentidos es;
el tiempo. Cierto es que el planeta gira y en su movimiento se ilumina y obscurece
dependiendo del contacto con los rayos del sol. Si embargo, la definición del horario y la
del calendario es una primera intención para la uniformización de la actividad humana.
Se puede vivir la noche como si fuera día, porque se respira. El pasado y el presente se
hacen presentes en el imaginario de cada quien, pero el tiempo no vuelve, ni se adelanta.
Porque lo que sucede en el presente, y eso es lo que constituye el pasado y el futuro.
Dicho sea de paso, hasta los tiempos de recreación son controlados para el beneficio en
el incremento de capitales, en todas sus dimensiones de exposición.
Uno de los ejercicios del poder para el control de la economía, y de todas las relaciones
sociales de producción es la planificación o el diseño del futuro como se afirma
recientemente. La planificación, es elaborada o razonada desde un escritorio, afirmando
que todas las regiones son una sola. La imagen que erige el poder desde la planificación,
148
no tiene vida propia y específica. Esto no es más que la colonialidad del poder, que
considera todo lo “suyo”, igual. Todas las jefaturas de Estado, planifican sus periodos de
gobierno nombrándolos planes de desarrollo, es decir viendo al territorio como suyo, y
susceptible de ser usado como él lo considere conveniente.
Algunos afirman desde ópticas menos coloniales, que el futuro ha de diseñarse, incluso
si se quiere edificar otro mundo. Su razonamiento colonial, difícilmente desaparece,
cuando incorpora el futuro, o el mañana en la actividad del presente que realiza el ayer
y el mañana.
EL ESPACIO
Es importante señalar la diferencia que existe entre éstas dos percepciones civilizatorias.
149
viceversa. Normalmente estas diferencias son atribuidas a la cultura, debido a que lo
natural lo excluyen de su razonar.
El espacio, no debe diferenciarse del territorio, o del suelo, o del lugar en el que existimos.
Diríamos que los humanos somos el territorio porque nuestra existencia depende del tipo
de suelo que pisamos.
Pero es importante entender que somos lo que el suelo que pisamos, no donde nacemos,
salvo que residamos en el mismo lugar. Respiramos el suelo donde habitamos o
hacemos la vida en cada inhalación que realizamos.
OMBLIGACIÓN Y DERECHO
No se nace fuera del mundo, se nace dentro. Se depende del mundo, no él depende de
nosotros. Respiramos de él, no él, respira de nosotros.
La vida es una unidad inseparable de los elementos que lo conforman y de las especies
que el universo habita.
El Homo, no puede explicarse a si mismo, fuera de su universo sino dentro, como parte
integral de su existencia.
150
Toda regulación de la vida entre sus habitantes, tiene que ser resultado de su
integralidad, de su unidad interdependiente. La existencia de cualquier sociedad, tiene
que comprenderse dentro de esa interdependencia, como lo es el funcionamiento del
cuerpo humano, que respira y por lo tanto es el mundo que habita.
Esto que ha dado por llamarse Civilización, ha permitido que un razonamiento se haya
erigido como poseedor de la verdad, certeza que se impone y se cultiva con un sin fin de
mecanismos, que terminan envolviendo la vida de todas las especies, mediante una
lógica que nombra “científica”.
La ciencia da cuenta de que todos respiramos, y de que dependemos del oxígeno. Sin
embargo, y a pesar de la existencia de la muerte, por todos los medios, esa “ciencia”, es
orientada para encontrar la eternidad de la especie humana.
Querer o decidir transformar algo, es apoderase de ese mundo como un algo sin vida.
La historia ha llamado y descrito este proceso como Colonial. Y da fe, que ese
razonamiento se impone mediante violencia y religión, y actualmente mediante la
Escuela y la Comunicación.
151
En esa constitución, respondiendo a esa visión fuera del mundo real, se edifican los
principios necesarios para regular el tejido social, que por si mismo y percibiendo su
naturaleza, obtiene y adquiere por sí, una coherencia específica.
Las Constituciones que regulan toda relación social, son códigos cuyos principios,
conceptos, emanan de esa visión Colonial que históricamente es la invasión de
Occidente, es decir del Continente Colonial Europeo en 1492, situándose fuera del
mundo, fundamentan una concepción individual o personalizada de la vida.
LENGUA Y ESCRITURA
152
organización Estatal, estableciendo códigos como su propia constitución, documentos
que se erigen en biblias que concentran verdades elaboradas individualmente y
dictaminadas sensorialmente.
Es esto lo que sucede con el concepto o palabra, obligación. Todos estarán de acuerdo
que la palabra es pesada, es decir, expresa una imposición que nadie quisiera realizar.
Dentro del razonamiento que fundamenta el derecho, la obligación es usada como lo
contrario al goce de la libertad de acción que decide cualquier humano vivo. Esto que es
una brillante justificación del por qué debemos navegar por el derecho, que dispone las
libertades individuales y colectivas. Es precisamente, lo que niega otra fuente de
razonamiento. La que emana de la relación umbilical que tenemos con el universo que
respiramos.
Proponemos este concepto, en la medida que para entender la gran diferencia que existe
entre derecho y obligación, debemos proponer algo que explique mejor lo que liga al ser
153
con el universo, un concepto que explique la dependencia de lo humanos al universo
total. Y éste es la Ombligación.
Derecho es el ejercicio vivencial que se obtiene por estar vivo, cosa refrendada y escrita
en todo código regulador de las relaciones humanas. Pero ¿y la naturaleza que le da
oxígeno para que viva el humano? No, pues no aparece por ningún lado. La respiración
aunque exista y se demuestre científicamente, no aparece en el razonamiento jurídico.
Y si pueblos originarios, civilizatoriamente responden al razonamiento que sí, parte de la
totalidad, del CERO, del respirar, son totalmente excluidos por códigos que son
elaborados desde la percepción sensorial.
Lo que afirmamos, es que una Civilización Profunda, no puede ser enjuiciada por un
razonamiento únicamente sensorial. Y es ésta la situación que en la actualidad se quiere
resolver proponiendo conceptos dentro de la misma lógica sensorial, tales como
Derechos Indígenas, Derechos colectivos, Derechos consuetudinarios, en materia
política se habla de democracia participativa, Democracia Directa, incluso de Democracia
comunitaria, sin entender el razonamiento que subyace a la actitud política que guarda
una población originaria, que se siente natural y una parte del universo.
El Derecho emana de una lógica política en la cual, el ser social está separado del
universo que lo forma. Y que la Ombligación explica lo que liga la naturaleza al humano,
o viceversa. En otras palabras, lo que se requiere es que en una Constitución deben
prevalecer ambos razonamientos que devienen de procesos civilizatorios encontrados,
el individual y el comunal.
COMUNALIDAD
Hasta el momento se ha explicado por qué comprender que estamos sometidos a una
sola Civilización, la definida sensorialmente. Y que por lo pronto, se debe reconocer que
existimos y nos comprendemos entre dos civilizaciones. La que se vive, que es
naturalmente comunal, y la que se imagina sensorialmente, y es substancialmente
individual.
154
Hemos llegado a esta conclusión vía la Comunalidad. Comunalidad es lo contrario a
Individualidad. No es una interpretación, sino, una explicación del ser natural, que vive
un suelo, comparte la vida con los seres vivos en ese lugar, que realiza acción o
movimiento con los seres con quien comparte el lugar, y en su actuar obtiene y logra
resultados de todo tipo, principalmente para su goce de vivir.
Comunalidad respira el universo que habita, organiza la vida con quién habita el suelo,
actúa y construye con quién comparte su vida y es su laboriosidad obtiene el placer que
le otorgan sus resultados.
Esto quiere decir, que es el numeral uno, pero que parte del CERO, explica la razón
sensorial que parte de la noción de existencia y que aprende y complementa su razón
existencia sensorialmente. Es decir, Comunalidad es la epistemología (concepto
occidental y sensorial), que explica la naturalidad de la existencia de los seres vivos que
integran el universo.
La Ombligación explica que razona desde su respirar el mundo y que por lo mismo, lo
que lo que guía no es el Derecho, o el Régimen de Derecho, sino su ligazón natural al
mundo del que es tan sólo un habitante, que se distingue por tener amplia movilidad y
conciencia de ser parte de un todo. Lo que no lo hace superior ni inferior, simplemente
otra especie más.
CONCLUSIONES PRIMARIAS
155
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deberá reconocer los dos
razonamientos civilizatorios en su redacción.
156
RESPIRANDO UNA CIVILIZACIÓN
Hablar de una Civilización que en definitiva detenga los pasos que sigue la civilización
que se nos ha impuesto, no requiere de tanta creatividad, sino solo de un proceso intenso
de reconocimiento de haceres que se nos ha negado, o bien de lo que de su existencia
se nos ha ocultado.
Ya hemos argumentado de la definición del ser, que ha sido argumentado desde lo que
perciben nuestros sentidos. Esta es una verdad limitada, que no expone la profundidad
natural de la existencia humana. El fundamentar y explicar de manera sensorial,
indudablemente que es un resultado ordenado. Independientemente que su mayor error
estriba en que la humanidad concentra su atención únicamente en favorecer a su
especie, su error es el sacarlo de su contexto, dándole a su constitución su mirada
específica, para qué ¿para asegurarle una larga estancia en vida? Si pudiera conseguirle
la eternidad no dudaría es conseguirlo.
A esto que los occidentalizados llaman positivismo, se hizo un método para conocer todo
pensando que cada ser habita solo en el mundo. Y con base en este razonamiento, todo
157
pareciera vivir en autonomía, sí, que todo puede explicarse por sí mismo. A tal extremo
han llevado esta forma de ser, que al humano lo hacen todopoderoso, y lo convierten en
dios.
Toda esta lógica al fundamentar el poder como capacidad Naturalizada del humano, lo
aísla, así como lo separa para estudiarlo, lo aísla de su contexto real. ¿Por qué? Porque
el contexto, o no importa, o bien juega un papel secundario.
Al fundamentar su poder, es lógico que lo convierta en el centro de todo, a tal grado que
ya es común hablar de egolatría.
LA RAZÓN
Habitualmente por razón, hemos entendido el pensar ajeno. Sí al que se nos impone y
se fundamenta con lo sensorial. Claro, lo sensorial no se ha cuestionado porque muchos
ojos demuestran lo que ve tan sólo un par. Es decir, la demostración positivista, tiene en
lo sensorial su método y técnica necesaria y como se dice; Objetiva.
158
ibérica, explican lo sucedido en suda-frica o en sur-américa. Mencionamos regiones,
aunque las fronteras deberán también cuestionarse, pero esto lo haremos más adelante.
No es lo mismo explicar un mundo que se ve, se escucha y que se toca, que explicar un
mundo en el que se respira, se habita y en él y por él, se vive. Se es donde se está, al
respirar hacemos el mundo y podemos verlo y razonar desde nuestra pertenencia a él,
no desde nuestra observancia de él.
Si primero se respira el mundo y luego se le ve, quiere decir, que primero somos mundo,
después lo demás.
Ser mundo implica valorar tanto lo que tu especie aporta, como lo que todas le aportan
a la vida de todo el planeta, y quizás del universo. No existe especie superior, ni especie
inferior. Todas juegan lo que tienen que jugar, y cada una depende de las demás, porque
todas tienen un algo que contribuir, un algo que dar, un algo que recibir.
Pero explicar como se vive el mundo, al saberse perteneciente a él, es en primera una
actitud que puede ubicarse como superior, y por lo mismo, intentar ver al mundo pero
ahora sintiéndose parte de él.
159
Cierto, se corre el riesgo que al mirarlo tocar y escucharlo, nos apropiemos de él, pero
quizás sea eso precisamente en lo que la humanidad puede contribuir para hacer del
mundo una existencia armónica, pero interdependiente de las especies que germina y le
habitan sin que exista un centro de razonamiento hegemónico que sitúe el movimiento
del mundo a su particular servicio.
La Ciencia del ser, integra sus percepciones y las da, para recibir la percepciones de los
otros, y hace de ese intercambio, un lenguaje o un decir más propio en cada contexto,
en cada hacer. Es decir, son los hechos, el lenguaje más completo y más claro que
perciben el común de las especies que habitan el mundo.
160
Si partimos de esta razón, los lenguajes hablados son trascendidos por los hechos, y
como resultado la vida genera un lenguaje integrador entre sus especies, que son los
hechos vivenciales, no las palabras que elabora una sola especie.
Seamos más explícitos. No existe lenguaje humano que pueda nombrar lo que se percibe
del mundo. Puede haber lenguas más cercanas a los hechos porque su demostración
sea más percibida y elaborada de hechos también más cercanos. Pero serán los hechos,
el lenguaje más entendible y realizable, ya que podrán tener los hechos interpretaciones
como el número de especies participen del hecho, como también humanos que
intervengan en el hecho.
De cualquier modo, un hecho será interpretado desde diversas percepciones, pero serán
acuerdos que beneficien al conjunto de protagonistas quienes determinarán la validez e
importancia del hecho.
Respetar, lo hemos dicho para la especie humana, es saber el valor que el otro tiene,
recibir su aportación en reciprocidad, y dar lo mejor que uno tiene para la vivencia del
otro.
Un campesino, antes de arar la tierra, antes de sembrar una semilla, antes de limpiar un
terreno, rinde culto y pide respeto a la tierra, comparte con ella la celebración de su
relación de hechos que los vinculan, y hechos en los que contribuirán todos, la tierra, el
agua, la semilla, el trabajo, los animales, el clima, etc.
Lo mismo, cuando una curandera, va a cosechar una yerba y habla con ella, le pide que
contribuya a la sanación, que le ayude a remediar un dolor, este es un hecho en el cual
contribuyen nuevamente múltiples protagonistas que generan el hecho sanador.
161
Esta comunicación si bien se acompaña de lenguajes ya establecidos, son hechos que
expresan una mayor integralidad de cómo se aprecia al mundo. Descubrimos que se
respeta horizontalmente la contribución de cada especie. Que se percibe la
interdependencia de las especies, y que todos participan de hechos que son el lenguaje
más certero, más entendible, porque el hecho es un acuerdo que reúne diversidad de
lenguajes, que adquieren en los hechos una validación. Por ahí decía alguien, “la práctica
es el único criterio de la verdad”, se acerca a lo que queremos fundamentar.
Todas las especies respiran y contribuyen, todas son el mundo. Por lo mismo, lo que nos
toca a los humanos es reconocer el valor de la participación de todas las especies en un
hecho. Es verdad, lo nombraremos en el lenguaje que construyamos pero será el hecho
el que nos guie hacia su propia valoración.
Lo que planteamos no es sentir, como lo que decimos desde fuera de los hechos, es
decir, separar nuevamente sentir y pensar, no, lo que apuntamos son los hechos como
lenguaje entendidos como razonamientos emocionales, o bien como sentires que se
razonan en cada hecho.
Un temblor, refleja que el planeta está vivo. Unos dirán, es el movimiento de placas
tectónicas, otro dirá, es que dios está enojado, otro más es que nos comportamos mal,
otro dirá simplemente el planeta esta viviendo. Todos tendrán un grado de certeza, la
conjugación de todas las interpretaciones será la verdad integral, porque será la unidad
de distintos lenguajes de un hecho. Y así podemos hablar de cualquier hecho, por mínimo
que sea, será multi-interpretado, y todas las interpretaciones tendrán un valor, que guiará
en unidad, al conjunto que ha percibido el hecho.
El agua es un elemento que da vida a todas las especies, por lo mismo es un elemento
que debe ser tratado, diríamos horizontalmente. Esto hace de la existencia del agua,
162
como lo vital que hay que respetar, y ubicar en su tratamiento. Es decir, sin agua no se
puede vivir, por lo mismo se convierte en un elemento que no se toca, porque se siente
razonablemente, como un bien para dar existencia a todas las especies. Por lo mismo,
el agua tiene que ser tratada como también debe tratarse a los otros elementos, que son
tierra, viento/oxígeno y fuego.
Muchos dirán que esto ya se ha trabajado, es posible, solo que no como el resultado
Civilizatorio que aquí hemos venido deshilvanando.
A lo que nos conduce nuestra reflexión, es precisamente a distinguir cuales son los
elementos vitales que tiene el universo. Por lo menos, aquellos que inciden en la
determinación de nuestra existencia integral. Pero también a distinguir el lenguaje
adecuado para fundamentar toda una civilización, lo que son precisamente; los hechos.
Cuando decimos hechos estamos hablando sobre todo de relaciones. Sin tratar de
explicar un hecho, se perciben directamente hechos que son una suma de relaciones.
Sí, no hay hecho que no sea la derivación de una multiplicidad de relaciones, por eso la
percepción puede interpretarse como la integración de relaciones, y que cada ser que
participa elabora una interpretación.
Dicho de otra manera, las relaciones entre todos los seres vivos en un hecho, son
relaciones vivas múltiplemente determinadas, y como tal son, sólo en su momento y en
su espacio.
163
Dicho de otra manera, el razonamiento occidental además de todos los determinantes
que le han justificado, de los cuales ya hemos escrito mucho, mata su propio
razonamiento al convertirlo en ley, para enjuiciar un hecho realizado en otro contexto y
en otro tiempo.
Aquí se cuestiona la validez del derecho, sea cual sea, que al ejecutarse como ley, y
escrita en un lenguaje e interpretación individual, pierde legitimidad en sí misma. Porque
los hechos son comunales, y su justicialización también tiene que ser comunal. También
se cuestiona la Ciencia, si esa ciencia que separa para estudiar cada elemento partícipe
de cada hecho.
Para nosotros, es más fácil, o menos complicado reconocer como inciden los elementos
señalados en cada día de la existencia, que la explicación integral de esos elementos.
Es por ello, que hemos propuesto conceptos como Comunalidad, que al derivarlo de una
existencia demostrable a través de la Respiración, incorpora al universo local de cada
ser humano que depende de la existencia, tanto de los elementos básicos como de la
existencia del resto de seres vivos.
164
consciencia de nuestra dependencia de él, nuestra mirada complementaria se apunta a
otros horizontes. En otras palabras, el darnos cuenta que somos la vida y parte de ese
universo vivo, lo que hacemos en respuesta a la percepción sensorial, será en el
entendido de que somos nosotros mismos, y como tal, desaparece toda discriminación,
o etiquetación de elementos o seres que interdependemos haciendo la vida.
Saber que somos un todo, desafortunadamente para los que nos leen, hace
desaparecer, los ejes en que se fundamenta el poder.
Siempre hemos entendido el Poder, como aquello que faculta a la especie humana a
explicar sensorialmente al mundo, apropiándose de él, a través de los sentidos y hacer
del resto lo que nos venga en gana. Con base en esto, hablamos de Respeto, pero no
en lenguaje derivado de lo sensorial, sino del reconocimiento que respiramos al mundo,
por lo tanto le pertenecemos.
Los Estados, los imperios, Constituciones, Biblias, todas son categorías o compendios
emergidos de una visión sensorial a través de los cuales el ser humano se adueña del
mundo, y utiliza a su ciencia para argumentar que si bien es cierto, tiene cierta veracidad,
es incompleta o limitada al no incorporar el hecho de que pertenece y depende del
mundo. Y que por ello, la interpretación que ejercita la humanidad puede cuestionarse y
fundamentar un nuevo o antiquísimo razonamiento que tiene otra dirección.
165
fundamento de vida. Es por ello, que le llamamos principios a los ejes que conducen
nuestra actitud vivencial.
Una primera cuestión que aclaramos, es que el individuo o el sujeto no existe. Esto
significa que a los seres vivos, los entendemos como un resultado de los elementos y
seres que integramos la vida. Es decir, que en nuestro caso, los humanos somos tan
sólo un nudo de relaciones, que somos los seres que intercambiamos haceres en el día
y la noche. No creemos que la persona viva y se alimente en soledad, sino que es
resultante de la interacción de todos y de todo. Veamos esto por dimensiones.
Partiendo de esto, lo otro y los otros existen y hacen a la persona, como un portador
resultado de su exterior.
166
La percepción sensorial, que invisibiliza nuestra dependencia del mundo, es lo que
fundamenta modelos de vida argumentados por el poder que nos da, el pensar que los
que ven son mis ojos, y los que escuchan son mis oídos y son mis manos y pies los que
tocan el mundo. El yo, se hace presente, por lo mismo el afán de apropiarse de lo que
se ve, y utilizarlo, mercantilmente en el peor de los casos.
El movimiento es otro principio natural que explica la lógica del todo. Los seres vivos se
mueven, buscan su actuación y responden a sus necesidades básicas. El alimento es
uno de ellos.
Si tomamos como referencia el hecho de que el planeta está vivo, y que los seres que le
habitan, que dependen de su movimiento también están en movimiento, podemos
concluir que el movimiento es la expresión vivencial más inmediata que todos realizan
en la multiplicidad de relaciones. Lograr el alimento generador de vida, es un movimiento
necesario, indispensable para dar movimiento a las células vivan que engendran la
reproducción de la especie.
A esta labor, que también suele conocerse como trabajo, pero que por ser
sensorialmente valorada, ya no responde a la necesidad de una suficiencia natural, sino
a la generación de un valor económico que beneficia o lo utiliza otro, no es recomendable
usarse como concepto representativo del movimiento. Sería más bien la acción natural
que ofrecen los seres vivos para mantener la existencia.
167
Cuando se hace consciente que se respira una civilización, el trabajo sensorialmente
definido ya no responde al movimiento natural que llena las necesidades de cada
especie, que contribuyen interdependientemente. El trabajo enajenado se requiere
cuando la especie humana y su sensorialidad, prioriza sus intereses sobre, no sólo del
resto de especies, sino del planeta todo. Es cuando encuentra en el subsuelo, minerales
que analiza positivamente y emprende su utilización para resolver o dotar de
comodidades a su especie. En otras palabras, el extractivismo que se decide sin tomar
en cuenta la respiración se convierte en el mecanismo para el enriquecimiento de un
sector de la especie, que encuentra en la explotación del suelo, los fundamentos del
poder y de la propiedad.
El movimiento natural realizado por los seres vivos que habitan el planeta, tiene un
resultado que podemos llamar Reciprocidad.
Todo movimiento tiene un resultado, llega a un lugar, alcanza algo. Pero estamos
conscientes de que el movimiento logra algo, y que en todo movimiento participa el todo.
Veremos que esta actitud, es dar, es ofrecer tu movimiento, lo mismo que hace lo o el
otro. Esta entrega a partir del movimiento es lo que llamamos reciprocidad. En otras
168
palabras, podemos decir que nos hacemos en el movimiento, que nos construimos entre
todos en reciprocidad.
169
mercantilizar, sino moldeadora de climas y afianzamiento de suelos, como el fuego, que
no solo es energía acompañadora, sino elemento a utilizar para la realización de la
suficiencia en todas las dimensiones vivenciales.
Al dejar de ser el centro de todo, la especie humana encuentra una integralidad que
promueve mayor armonía, y con el respeto a todas las especies, enriquece
horizontalmente los resultados de su labor, y encuentra en la reciprocidad la protección
del territorio que le alimenta.
Usted, podría preguntar, entonces ¿qué hacemos con todo lo que la humanidad ha
hecho? Esa es otra parte de esta reflexión.
170
GLOSA
Este es el libro de filosofía del maestro Jaime Martínez Luna, originario de Guelatao,
Sierra Juárez de Oaxaca. Su obra de madurez. En este compendio de ensayos, algunos
publicados anteriormente y otros inéditos, hay multitud de ideas sorprendentes y
entrañables, además de lúcidas. Aunque sería inexacto afirmar que se trata de una
autoría individual, pues como él lo menciona en este volumen, la manufactura de estos
escritos son resultado de las conversas que tuvo con su gente cercana y su propia
vivencia comunitaria, organizativa y docente, reflexionada desde dentro del mundo; y la
mayoría, si no es que todos estos textos, los circuló previos a su publicación entre amigas
y amigos, para que los comentáramos, discutiéramos e incluso enriqueciéramos. Tal es
su método. Como cuando por inicios de siglo le pidieron escribiera sobre “desarrollo” y
en lugar de buscar a los grandes autores librescos fue a la cantina de Doña Bety y
preguntaba a los parroquianos; hubo un paisano, el Guaca, quien le dijo: “no, compa, no
es desarrollo, es des-arrullo”... De esas charlas salió el libro Comunalidad y Desarrollo
(2003). El eje de la presente compilación es la crítica radical al razonamiento, visión y
expresión escrita hegemónicas, a las que opone sin folcklorismo los equivalentes
homeomórficos propios de los pueblos vernáculos: el pensamiento, la mirada y el habla
naturales de las comunidades oaxaqueñas. Esta glosa a los presentes ensayos la
centraré en la oposición entre fragmentación y totalidad, derivada de la persistencia de
dos miradas y experiencias del mundo, diferentes de raíz: desde afuera y desde adentro,
las cuales --nos plantea Jaime-- deberíamos entenderlas como inevitable y
necesariamente complementarias, debido a la esquizofrenia cultural en la que nos
hallamos desde la Conquista ibérica y a nuestra condición de oximorón resultante. Dicho
de otra manera, en los primeros planteamientos de Jaime sobre comunalidad de los años
80 y 90 del siglo pasado había, me parece, una orientación dialéctica que decantaba en
síntesis; ya en el presente siglo, podemos ver un desplazamiento hacia una dialógica
171
entre los diferentes en permanente tensión, incesante búsqueda de diálogo y
reconocimiento mutuo.
FRAGMENTACIÓN
Uno de los principios nodales del pensamiento hegemónico que Martínez Luna cuestiona
con vehemencia es el de fragmentación, en un sentido semejante a como el físico
cuántico David Bohm –colaborador de Albert Einstein-- hiciera hacia 1976, en un ensayo
que a la postre formaría parte de su libro La Totalidad y el Orden Implicado. Sé que Jaime
no lo leyó pero el dignóstico que nos plantea en estos ensayos coincide con el de Bohm:
para éste, el arte, la ciencia -aún con los intentos interdisciplinarios--, la tecnología, el
trabajo humano, las naciones y sus grupos religiosos, políticos, económicos y raciales,
el ambiente natural y el mismo ser humano se nos presentan desde el pensamiento
dominante como una suma de partes separadas:
Esta fragmentación y sus consecuencias también han sido denunciadas por el filósofo
Edgar Morin, a quien Jaime sí leyo hace unos 20 años, y hoy ambos coinciden en
considerar la urgencia de otra educación como condición sine qua non de un proceso
civilizatorio diferente.
172
Sin embargo, las propuestas del erudito frances son diametralmente distintas a las de
nuestro autor serrano, pues aquel en su centenario de vida plantea, por ejemplo, que
debemos “humanizar la tierra” y es un convencido creyente de la democracia y la libertad
individual... Ciertamente, una mirada desde fuera del mundo, años luz distante de lo
expuesto por Martínez Luna, quien nos muestra que tal humanización del mundo es el
origen del poder –en la medida que nos separamos del mundo y nos concebimos como
independientes de éste, el cual sería un diseño nuestro--, la propiedad y el mercado, que
serían los principios del razonamiento hegemónico; a los que opone el respeto que se
logra cuando miramos desde dentro del mundo y nos consideramos como su resultado
y no su creador, el trabajo compartido y creador y la reciprocidad en los intercambios;
del sistema democratico nos revela su fracaso y mejor enarbola a la autoridad comunal
o comunalicracia –el cual, aquí entre nos, me parece un término feo, fallido, y prefiero el
de comunal determinación--; finalmente, nuestro pensador no se contenta con cuestionar
a la libertad sino que va más allá y argumenta la imposibilidad de su existencia, la cual
en el mejor de los casos sería la de una ficción, y nos habla en su caso de
corresponsabilidad. Libertad, democracia y justicia, sostiene Jaime serían, meras
abstracciones. De lo ilusorio del individuo hablaremos más adelante.
Podríamos decir que la fragmentación es una obsesión occidental, extendida a todas las
dimensiones de la vida. Es bien sabido cómo Leucipo, Demócrito y Epicuro, en la Antigua
Grecia, establecieron en aquel horizonte la idea de que la materia toda estaba formada
de átomos, unidades fundamentales idénticas entre sí que no podían dividirse más pero
con las cuales se conformaba lo existente. Unos dos milenios y medio después, se
informó desde la ciencia física que el átomo –literalmente “sin cortes, indivisible”-- no era
tal, pues presentaba un núcleo conformado por unidades aún más pequeñas, los
protones y neutrones, rodeado por electrones que giraban en órbitas concéntricas de
distinto tamaño, con una imagen parecida a la de los planetas en torno al sol. Fueron
descubiertas nuevas subpartículas atómicas, como los quarks o los hadrones, la
“partícula de Dios”. Y es posible que, con los avances en la física más recientes, la
173
Esta misma mirada se ha proyectado sobre lo social, afirmándose que su tabique básico
es el individuo. No resulta sorpresivo saber que átomo e individuo (del latín individuus,
indivisible) son sinónimos provenientes de lenguas distintas; en ambos casos se trata de
unidades que se piensan fundamentales de su parcela de realidad, idénticos entre sus
pares, y sin división posible: divisum ab alio, unum in se, dirían los latinos: dividido de los
otros, unido en sí mismo. Desde esta perspectiva dominante, la sociedad sería la
sumatoría de individuos que se sueñan libres, se conciben iguales a otros individuos y
viven en permanente competencia; su existencia se fundaría en la barrera que los separa
de los otros. O bien, la sociedad sería resultado del cúmulo de relaciones entre esos
átomos de carne aislados, regidos cada uno por un Yo mismo. No nacemos como
individuos, se nos construye como tal, con la educación escolarizada y la lecto-escritura
alfabética, la religión, las leyes, los medios de información electrónica y en general, con
la disposición de la estructura sociocultural, como sustento indispensable para la
emergencia y continuidad de los Estados-nación y la reproducción del sistema
económico capitalista. El individuo al separarse del otro y del mundo, puede realizarse
en su individualismo: posesivo, egoísta, sexuado pero ya lejos del género vernáculo.
Jaime escribe: “la individualidad es el resultado absoluto del razonamiento hegemónico”.
174
impresas de los sellos en su interior. Ya no eran el oído y las palabras de la oralidad
primaria sino la mirada la que legitimaba los intercambios y las posesiones. Me parece
que con estos registros contables comienza la emergencia del Yo propietario y la
certificación de su propiedad en el marco del mercado.
La distinción entre Sujeto y Objeto propia de las lenguas indoeuropeas –de las que
hablaremos más adelante-- aquí se hacía en una dimensión hasta entonces inexistente,
apareciendo los propietarios y la propiedad. Un Yo que es dueño de cosas y las merca
con otros dueños, y, a diferencia de los intercambios anteriores, por primera vez en toda
la experiencia humana la verdad de esas operaciones comerciales—o de cualquier otra
cosa que hubiera sido-- dejaba de tejerse en lo que la gente decía/sabía y se almacenaba
ya en esferas de arcilla, fija y visible. El orden de la percepción primordialmente oral que
por doscientos milenios había prevalecido –y que ciertamente se había adecuado para
que en sus márgenes se cultivaran ámbitos visuales como los que podemos suponer se
generaron en torno a lo que hoy llamamos arte rupestre-- sufría un trastocamiento brutal
con la escritura protocuneiforme y la emergencia de una nueva realidad óntica –el Yo
propietario y sus enseres materiales--, y el régimen visual de verdad que tal resgistro
inauguraba.
Esta nueva faceta del poder –relación que habría comenzado a ejercitarse poco más de
milenio y medio antes, hacia el año 5000 a.C., con la fragmentación social, las jerarquías
y la invención de la guerra en el centro de la hoy Europa y en el Cercano Oriente-- con
la aparición del Yo posesivo, como podemos ver, ocurre junto con el surgimiento de la
propiedad y el mercado. Ya con la escritura propiamente cuneiforme, a partir del año
3000 a.C., aparece dos elementos fundamentales para la triada poder/ propiedad/
mercado, y con ellos se consuma, a mi parecer, la emergencia de la Ilusión patriarcal,
luego de dos milenios de irse labrando en el Viejo Mundo: las leyes y la narración
mitológica.
Samuel N. Kramer, en su libro The sumerians de 1963, señala que hay evidencia de que
al menos desde el 2700 a.C., se practicaba la venta de “campos, casas, y esclavos” en
Sumeria. Para el 2400 a.C., era común ya que los gobernantes sumerios promulgaran
175
leyes y reglamentos escritos, y quizá esto ocurría desde antes. La regla vuelta necesaria
más antigua que conocemos es el Código de Urukagina, nombre del gobernante de
Lagash que en torno al 2350 a.C., lo habría promulgado, dictando reformas como el
prohibir que las mujeres –y los ladrones-- tuvieran dos esposos, so pena de ser lapidadas
con piedras “en las que su mala intención ha sido inscrita”; exentar a las viudas y los
huérfanos del pago de impuestos; y amnistiar a cierto tipo de prisioneros. Esta última
prescripción nos muestra con claridad la frontera de la naciente Ley escrita, ese lado del
segmento donde inicia la férula patriarcal; y nos recuerda que del otro lado de la Ley,
más allá de ella, antes, está la Madre, el viejo matriarcado. Escribió Kramer:
“set them free”, “liberarlos”. En 1956 dijo que este era el primer registro escrito donde
aparecía la palabra “libertad”; y hasta donde sé esto sigue así. Amargi literalmente
significa: “regreso a la madre” (return to the mother). Kramer admite: “Sin embargo,
todavía no sabemos por qué esta forma de hablar se usó para la libertad”.
La reforma de Urukagina buscaba frenar los abusos prevalecientes contra la gente por
parte de la terrible burocracia de los gobernantes de las ciudades-estado sumerias y sus
camarillas. Kramer advierte que estas disposiciones cuneiformes son una “severa y
ominosa foto de la crueldad del Hombre hacia el hombre en todos los niveles –social,
económico, político y psicológico--” de esa época: los estragos de más de un milenio de
penetración de la ilusión patriarcal, podríamos decir. El padre –Urukagina, seleccionado
por el dios Ningirsu, deidad masculina de la tierra, y guerrero de Enlil-- perdonaba a los
176
hijos que tenía castigados con su Ley –la cual los segmentó y aisló en una prisión--, pues
los consideró víctimas de la injusticia previa, propiciada por un padre/gobernante
anterior. Al concluir la segmentación forzada, los ex-presidiarios podían dejar atrás la
frontera de la ley y volver, metafóricamente, al otro segmento, a la unidad total de la que
fueron separados, a la edad de la Madre y la oralidad; a ese lugar sin cárcel ni ley, sin
burocracia ni mercancías, sin dios padre y sin rey --ensi, entre los sumerios--; y, de
manera práctica, retomar su vida vernácula cotidiana, donde lo matriarcal seguía siendo
el orden.
El signo amargi, ama-gi, regresar a la madre, tenía el sentido, digo yo, de “salir de la
potestad del padre” --como emanciparse, ir fuera del mancipium, de lo que el padre tiene
en su mano, en su poder--, y “volver al orden de la madre”; y se usaba para designar el
acto y posibilidad de la gente que dejaba de estar bajo el yugo patriarcal bruto: de un
dueño, de la ley, los gobernantes y los usureros, como los reos excarcelados y la
manumisión de esclavos. Por eso se le traduce como libertad, etimológicamente, eso
que crece sin obstáculos y refiere a un pueblo no esclavo. La libertad surge con la
opresión patriarcal; en lo matriarcal no hubo libertad, carecía de sentido, de manera
semejante a como no la hay en la mirada y experiencia desde adentro del mundo de la
que nos habla Jaime Martínez Luna, pues se vive inserto en la totalidad del mundo y la
vida, ombligado a la Madre Tierra.
177
Nammu --“madre primigénea, que dio a luz a los dioses mayores”--, parió a Anki, la
montaña cósmica, el cielo y la tierra entreverados; y Anki dio a luz a Enlil –el aire o el
aliento--, quien separó el cielo de la tierra, se casó con ésta y resultó ser --como Yavhé,
su recreación entre los hebreos-- el dios creador:
Al parecer, ya no era necesario establecer en el mito una unidad originaria que después
sería seccionada: mejor se comenzaba recordando la separación original: en el Principio
fue lo segmentado. La unicidad originaria, el orden matriarcal, la oralidad primordial y la
Diosa fueron borradas del mito: una omisión que impidió recordar y más bien fomentó su
olvido. Con la escritura cuneiforme ya era posible borrar la experiencia y creencias
matriarcales anteriores y establecer nuevos mitos dentro de los cuales se construía la
nueva realidad patriarcal, la mirada separa del mundo que ve a éste desde afuera, como
señala Martínez Luna.
178
Para nuestro pensador serrano, la propiedad se sustenta en la escritura alfabética, a
través de las leyes, los sistemas de compra-venta, las Constituciones políticas y la
Historia. Y dicha propiedad es resultado del “ejercicio pleno del poder”, el cual emerge al
desintegrarse el Nosotros en múltiples Yo mismos que se separan del mundo, de la tierra.
Pues en la medida que ese Yo mismo imagina que el mundo es su creación, está en su
derecho el apropiárselo. El poder y la propiedad se reproducen en el mercado, advierte
nuestro autor. Cabe señalar que el Yo mismo del que hablamos aquí es distinto de la
primera persona del singular, el Yo deíctico --“cuyo significado es relativo a la persona
hablante y que solo pueden conocerse en función de ella”, nos aclaran Andoni A. Puelles
y José Antonio Ullate--, presente en todas las lenguas, y que en muchas de ella sería
como un dedo pulgar señalando hacia uno. Estos autores nos explican: “Para adquirir un
self (Yo mismo) hay que salir de sí mismo y verse como si fuera desde afuera: un ‘esto ’
que es mi yo”; un desdoblamiento análogo –y complementario-- al que Martínez Luna se
refiere cuando dice que el poder surge del desdoblamiento del Yo mismo con respecto
al mundo. El Yo mismo es una ficción nacida del poder. Jaime afirma que “religión,
gobierno y lecto-escritura son las instancias básicas para la reproducción del poder”. La
historia del poder sería “una cadena de guerras”. Desde el poder se ha buscado
interpretar al mundo –como lo intentaron los filósofos anteriores a Carlos Marx--, e
incluso transformarlo –como lo exigía el mismo Marx--, la cuestión es que ambos
empeños, nos dice Martínez Luna, han implicado ser llevados a cabo desde la misma
lógica del poder.
El Yo mismo era una substancia alfabética. Nos advierten Illich y Sanders: “El ciudadano
del siglo XX se contempla a sí mismo a través de los ojos de diversas ciencias, como
capas sucesivas de un hojaldre de textos”. Sin embargo, pareciera que hoy, en la era de
la Pantalla digital, ese Yo mismo se disuelve junto con los textos que lo sustentaban
desde finales del siglo XII, y estaría emergiendo otra realidad de corte cibernético, en la
cual, el sí mismo ya no es un pastel de capas textuales, sino un subsistema, un
dispositivo, conectado a la Web. Ese Yo mismo textual que desaparece fue durante
siglos el conductor interno de cuerpos vivos individuales. Sin embargo, tal armadura de
179
carne no siempre existió. Es hasta el siglo V a.C., que el cuerpo vivo es propiamente
nombrado, y por lo tanto, adquiere existencia como tal, como resultado de la
consolidación del uso de la escritura alfabética entre las élites ilustradas de la Antigua
Grecia. Volveremos más adelante a esto.
Por ahora, sólo agregaré otra creación individualizante derivada del alfabeto en una
etapa más avanzada, la del surgimiento del texto. Después de 1215 la Iglesia católica
decretó como obligatoria la confesión anual, individual y auricular para todos los hombres
y mujeres. Durante el milenio anterior la gente repetía las oraciones como las escuchaba,
según el lugar y la época, por lo que –nos dice Illich-- éstas mantenían la piedad aunque
carecían de sentido. Durante el siglo XII los clérigos obligaron a sus feligreses a
aprenderse de memoria esas oraciones según estaban escritas en la Biblia y repetirlas
en la confesión. Y sobre todo, el clérigo “podía luego examinar otra parte de su corazón
[del parroquiano], desde entonces llamada la conciencia, en la que se conservaba la lista
de sus malas acciones, palabras y pensamientos. Ahora, incluso el "yo” iletrado que se
expresaba en la confesión percibía con ojos nuevos, ojos "letrados”, su "yo” a imagen de
un texto”. Para Illich, esta confesión individual fue el primer antecedente de la moderna
educación universal.
180
heredamos ambas concepciones. De ahí que requiramos los colonizados una definición
propia, no impuesta como las dos mencionadas, a partir de la pregunta ¿qué es la vida?
En su compilación de textos, Jaime nos adelanta una respuesta, que veremos en el
segundo apartado de esta glosa.
Carlos Lenkersdorf distinguió dos grandes clases de lenguas: acusativas, como las
indoeuropeas (IE); y ergativas, como el euzkerra del País Vasco y las mayenses de
Chiapas, a las que podemos agregar todas las lenguas originarias de Oaxaca y del Abya
Yala. Este lingüista hacía énfasis en que las lenguas IE se fundaban en la relación sujeto-
objeto. Y esta relación la encontramos ya en las lenguas protoindoeuropeas (PIE), que
se considera hablaban los kurganes. Kurgán es el nombre asignado por Gimbutas a los
pueblos pastores pre-patriarcales que llegaron en torno a la Vieja Europa agrícola y
matriarcal desde las estepas pónticas, al norte de los mares Negro y Caspio de Asia,
hacia finales del milenio VI a.C. Posiblemente al inicio en grupos pequeños y después
con invasiones masivas --llevando consigo armas forjadas de bronce arsénico, dioses
masculinos, caballos y carros con ruedas--, imponiendo por medio de la guerra –que
habría nacido hacia el año 5000 a.C., en el oeste de la actual Alemania--, un modo de
vida que derivaría en lo que hoy conocemos como patriarcado, o en nuestros términos,
Ilusión patriarcal. Según Batini, la contribución genómica –y podemos agregar, lingüística
181
y de comportamiento-- de los pastores de las estepas al norte del Mar Caspio es “ubicua”
en los europeos modernos.
La relación fundante sujeto-objeto en las PIE nos indica que en el principio estaba la
fragmentación. Al respecto escribió el lingüista B. L Whorf, pensando al parecer
exclusivamente dentro de las lenguas IE:
182
Esta estructura gramatical nos muestra ya la lógica de la sinécdoque patriarcal, es decir,
del empeño permanente y violento en el que la parte sustituye al todo, pars pro toto,
dirían los antiguos latinos. Su forma implica los principios ontológico-epistémico de la
fragmentación, el axiológico de la ponderación sesgada, el lógico-ético de la oposición y
el político de la superioridad y la jerarquía, que sustentan la dominación.
TOTALIDAD
Ahora bien, hice la misma pregunta a otra estudiante en ese curso, originaria de Santa
María Tlahuitoltepec, en la Sierra Mixe. Ella, si bien estaba escolarizada, había bebido
183
desde niña el modo oral de existencia de su pueblo. ¿Qué ves por esa ventana?, y
agregué: pero por favor, contéstanos como si estuvieras con tus paisanos. La estudiante
miró y dijo: lo que yo veo puede expresarse en español en dos palabras: Tierra-Vida.
Después, nos explicó que en mixe lo que los urbanos llamamos “bosque”, traducido del
mixe se diría aproximadamente: lo que está entorno que nos sustenta. Ya Walter Ong
había advertido que la mirada alfabetizada analiza, fragmenta, para poder entender lo
que ve; y que la mirada oral totaliza. Además, que la mirada en sí misma, como forma
prioritaria de percepción, separa al observador de lo observado; en tanto la oralidad nos
sitúa en el centro del espacio sonoro, integrándonos con todo alrededor. Para nuestra
estudiante carecía de sentido distinguir componentes individuales en lo que miraba: en
su pueblo conciben la Tierra-Vida como una totalidad integrada en movimiento, de la que
ella y su gente forman parte.
El estudiante vallisto mira el mundo desde afuera, él mismo se ubica separado, ajeno a
ese mundo que describe como suma de pedacitos; la estudiante mixe mira el mundo
desde dentro, se reconoce integrada al movimiento total del mundo no fragmentado, sino
unitario. Esta diferencia entre las miradas textual y oral, abordada por Jaime Martínez
Luna, es la tesis central del presente compendio de ensayos de nuestro autor zapoteco,
a saber, la presencia de dos visiones sobre la relación que guardamos con el mundo:
desde afuera y desde adentro. En la primera, estamos separados del mundo, nos
soñamos autónomos y creemos que ese mundo es creación nuestra, por lo tanto,
tenemos el derecho de apropiárnoslo y someterlo. Esta es la mirada hegemónica. En
cambio, en la segunda, no creamos al mundo, éste nos crea, lo que percibimos nos
dibuja, pues estamos ombligados con la tierra y todas las criaturas, espectros y fuerzas.
Esta es la mirada natural.
Desde esta mirada entreverada con el mundo, cabe la afirmación de Jaime de que el
conocer no puede lograrse contemplando sólo lo visible –como el discípulo Tomás
cuando dijo al Nazareno: "Si no veo [...], no creeré"--, sino que es preciso considerar a lo
invisible, esa dimensión innombrable que no está allá lejos en el cielo, sino en el corazón
de todos los seres y cosas. Como otros autores sensatos –por ejemplo, Gustavo Esteva-
-, Jaime nos plantea la urgente necesidad de salir de las abstracciones y volver al sentido
184
común, que como sabemos, hoy es el menos común de los sentidos. Y realizarnos en la
existencia concreta, con los otros, humanos, sí, pero también con el resto de los seres,
comenzando por la tierra. Abandonando la ficción perniciosa del Yo y su individualismo,
para dar paso al Nosotros en la compartencia.
Lo cual va totalmente a tono con lo planteado por Jaime: ese mito –entendido como un
horizonte de inteligibilidad, como el marco donde nos orientamos y damos sentido a
nuestra vida compartida, según Panikkar-- es el comunal, el de esa mira desde dentro
del mundo. Y que se expresa con nitidez en la reformulación que Jaime hace del
concepto “respeto”. De ninguna manera se trata del sentido liberal que su paisano de
Guelatao, don Benito Juárez, le dio en la célebre frase “El respeto al derecho ajeno es la
185
paz”, puesto que este “respeto, concebido desde el razonamiento hegemónico, resulta
ser un concepto fortalecedor de la obediencia, del reconocimiento a las jerarquías, de la
propiedad ajena, o lo que es lo mismo de la propiedad privada”. El respeto advertido por
Martínez Luna, por el contrario significa el reconocimiento de “que somos lo otro y los
otros, es decir un resultado del mundo que vivimos. Vivimos del otro, con el otro, para el
otro”; somos resultado del mundo, no su creador. Y contunúa:
186
complementariedad subyacentes, donde todo está intercompenetrado con todo, en una
comunidad cósmica diría Lenkersdorf, en una cosmunidad según Güetio Daza, o en una
totalidad en movimiento a decir de Martínez Luna.
Allí no hay fragmentación posible, y la que pudiera haber sería en todo caso una
“entelequia inexistente” como el individuo, una ilusión perversa impuesta desde el poder.
El mundo mirado desde adentro no estaría compuesto de partículas subatómicas, sino
de movimiento, según Martínez Luna. Esto iría en concordancia –dicho de manera
hipersimplificada y desde una declarada ignorancia-- con la teoría de las supercuerdas,
la cual sostiene que el Universo estaría formado por cuerdas vibrantes en total simetría;
con la teoría de los órdenes implicado y explicado, con el holomovimiento entre ellos, de
Bohm; y la teoría sintergica del neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg y sus
conceptos de la Lattice –la estructura fundamental de lo existente --la cual sería una
matriz energética totalmente coherente y simétrica--, y el campo neuronal, perteneciente
a aquella, con la cual interactua. Quizá habrá que estudiar estas propuestas teóricas con
miras a robustecer el planteamiento comunalitario de la realidad como totalidad no
fragmentaria.
una palabra que lo nombrara, así, como “cuerpo vivo”. No había noticia, digo yo, de
nuestra carne separada. La gente no se veía entre sí, ni vivía su vida como átomos de
carne. Lo más parecido en el siglo VIII a.C., al “cuerpo vivo” es el démas, según
Aristarcón, en el siglo IV a.C. Pero, nos dice Snell: “démas es un pobre sustituto de
'cuerpo': la palabra es utilizada sólo en acusativo de relación. Significa 'en cuanto a la
estatura' o 'a la forma' y por eso se limita a pocas expresiones, como: ser grande o
pequeño, parecido a alguien, etc.”. Snell nos dice que en el intento de traducir frases
187
actuales como “todo su cuerpo tiembla”, o “el cuerpo empezó a sudar” al griego
homérico, no encontraríamos para “cuerpo” un término así en singular, sino el plural
“gyia”: miembros articulados, como los brazos y las piernas. Allí, otra palabra, melea,
podría hacer las veces de “cuerpo”, no obstante, más bien alude a “los miembros en tanto
que reciben la fuerza de los músculos”. Es decir, en la poesía épica del siglo VIII a.C.:
“los héroes se refieren a su brazo o su “thymós”, pero no lo contextualizan en el tipo de
cuerpo que ahora tenemos”, precisan Illich y Sanders.
Otras palabras, dice Snell, que en Homero podrían acercarse a nuestra noción de
“cuerpo” son sóma y chrós. Pero sóma nombraba no al “cuerpo vivo” sino al cadáver.
Como si sólo en la quietud de la muerte, ya sin aliento vital, se hubiera podido distinguir
una entidad discreta como el “cuerpo”. Y chrós es antes que cuerpo, “piel”. Será hasta el
siglo V a.C., que sóma y chrós sean entendidos como “cuerpo vivo”. Píndaro empleó
chrós para designar al “cuerpo vivo”, y conocía ya la palabra sóma en este mismo
sentido. Pero refiéndose a un cuerpo “frágil, amenazado”, y no tanto a uno sano. Con
sóma también se nombraba el cuerpo perecedero de los animales. Para Snell, otro
indicativo de que en Píndaro ya hay una concepción del “cuerpo” está en el uso en
singular de gýion -que como vimos sólo se usaba en plural- como sustituto poético de
sóma.
psique en la oralidad era el “alma libre”. Que volaba durante los sueños y los
desvanecimientos, o escapaba a través de una herida. En Homero el thymós sería el
188
equivalente homemórfico de lo que para nosotros es el “alma”. Los griegos arcaicos lo
ubicaban en el pecho, y era el impulso para hacer y decir. Y sólo estaba activo en el
hacer y decir. Al dormir o en el desmayo el thymós se apagaba como una vela. Señalan
Illich y Sanders:
189
no emplea, pues esta noción implica que de origen la realidad está fragmentada y el reto,
en todo caso, consistiría en reunir y reintegrar los pedazos que componen al mundo.
Esto tiene repercusiones profundas en los planteamientos de Jaime, por ejemplo, cuando
hace un llamado para trascender la separación entre ciencias sociales y naturales,
abogando por una nueva ciencia, una ciencia natural.
Durante tres decenios el planteamiento de los cuatro pilares mencionados resultó muy
útil –y lo sigue siendo, basta mirar hoy el marco teórico-metodológico de los programas
de licenciatura y maestría de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO, en
los que representa la matriz ordenadora--, sin embargo, tenía dos inconvenientes: uno,
en ocasiones fue mal entendido y lo que eran distinciones en un mismo movimiento se
tomó como cuatro cosas relacionadas pero separadas... El principio de fragmentación
190
impuesto en nuestro pensar occidentalizado hacía de las suyas; y dos, los cuatro pilares
de la comunalidad se expresaban con términos y no con palabras.
La palabra es propia de la oralidad primaria, allí no hay palabras, que son como el Yo, la
Historia y la Memoria, hijas del alfabeto, según mostraron Illich y Sanders en su libro
ABC: la alfabetización de la mente popular. Ese sentido integral y no fragmentario del
habla oral lo encontramos aún cuando al prometer algo decimos: te doy mi palabra. No
obstante, en la oralidad que persiste bajo la mentalidad alfabética lega –en el caso de
los pueblos oaxaqueños, desde la Conquista--, la palabra se descompuso en palabras,
a imagen y semejanza de lo que ocurría en los textos. Pero aún así, siguiendo a Raimon
Panikkar, podemos afirmar que esas palabras no son abstracciones, sino que nacen o
bien adquieren su sentido específico en cada lugar donde se emplean. No requieren de
diccionario. Todos sus usuarios saben lo que significa aunque no puedan ofrecer un
significado explícito. Cada vez que se les pronuncia, en situaciones concretas,
parecieran nuevas, recién inventadas, pues adquieren su sentido del entorno vital en el
que son dichas, y tendrán esas mismas palabras sentidos distintos si las pronuncia un
hombre o una mujer, si se expresan en la ciudad o bien en las serranías. Las palabras
en la oralidad tienen alas, son evanescentes, desaparecen apenas son expresadas. Por
otra parte, los términos o conceptos tienen un origen técnico y se nos presentan como
abstracciones puras. Son producto de la actividades científica y tecnológica, requieren
de un diccionario especializado para adquirir sentido o ser comprendidas y su significado
es independiente del contexto en el que se usen, pues implican una estandarización de
la escritura y del habla. Me parece que el Maestro Martínez Luna labra su labor reflexiva
y escritural en la tensión entre palabras y términos. Si bien, tiene sus pies bien plantados
en la oralidad y la imagen propia de los pueblos comunales, y escribe como si platicara
con amigos cercanos con un mezcal o un café en la mano, también es cierto un constante
coqueteo, para decirlo de algún modo, con conceptos técnicos que le permitan dar a
entender sus cavilaciones, particularmente, con lectores que habitan el mundo desde
afuera. A contracorriente del Hamlet shakesperiano y de los juicios categóricos de
Imanuel Kant, en los que se afirmaba que algo es o no es, Jaime Martínez Luna –de
manera similar a la filosofía subyacente en el I-Ching, el milenario Libro de las
mutaciones chino-- plantea como necesaria la complementariedad entre lo que es y lo
191
que no, es decir, que se es y no se es de manera sincrónica o alternadamente: somos
orales, textuales y cibernéticos hoy, vemos el mundo desde dentro pero en ocasiones
también desde afuera, usamos palabras y términos. Aunque, como mencioné, es notable
su empeño en ir restándole terreno a los términos abstractos y académicos, para
ensanchar el terruño de la experiencia y decir enraizados en una tierra concreta.
Por ejemplo, con el concepto actual de territorio: proveniente del giro geográfico realizado
a finales de los 60 y principios de los 70 en la geografía italiana, en el cual se retomaba
la noción clásica de territorio como el espacio del animal salvaje, extendiéndose al ámbito
humano. Cuando el finado Floriberto Díaz y Jaime Martínez Luna –quienes, como
sabemos, labraron originalmente el planteamiento de comunalidad-- estudiaron
antropología en la segunda mitad de los años 70 del siglo XX, me parece fueron
formados dentro de esa nueva concepción de territorio. Este concepto académico
alcanzó una gran popularidad en las décadas siguientes, tanto, que se olvidó entre sus
usuarios que se trataba de una abstracción teórica, al grado de convertirse en la
actualidad en una palabra ameba, que es como Iván Illich designó a los términos técnicos
–como comunicación, energía, cultura, educación, etc.--, llegados de la academía hacia
el habla común, empleados profusamente, sin una definición clara, pues cada persona
que lo empleaba le daba el significado que quería o podía, aunque se tenía la creencia
de que los especialistas sí sabrían su significado correcto. Es decir, el concepto de
territorio estalló en el uso indiscriminado que se le dio, quedando vacío de sentido
preciso, siendo empleado hasta el absurdo, por ejemplo, en la expresión: “mi cuerpo, mi
territorio”. Además, se confundió con la Tierra hasta que ésta quedó oculta, ignorada: el
territorio abstracto se tornó en realidad inobjetable. De ahí que en reflexiones de los
últimos años se distinga y relacione Tierra y Territorio: la tierra es lo dado, pertenece al
orden de lo sagrado en tanto Madre y es la primer fuente de existencia y sentido; al
territorio, por su parte, se le defiende y se trata de una abstración teórico-política.
192
pero basta mirar su etimología para ver lo inadecuado de su empleo en el mundo desde
dentro: proviene de tripalium, esto es, tres palos, un viejo instrumento de tortura. El
concepto trabajo no puede librar su herencia. En las discusiones que tuvimos con nuestro
autor y otros compañeros habíamos llegado a la conclusión de que podía usarse con
propiedad para referir las actividades asalariadas dentro de la sociedad económica,
distinguiéndola de la acción colectiva, gratuita y obligada para el bien común, a la que
habíamos preferido nombrar labor, faena o de otras maneras propias de cada realidad
comunal, y que se expresan de manera clara en el tequio.
Así pues, la opción de dar un paso hacia atrás de los conceptos de los cuatro pilares y
volver a las palabras que designan cuatro reconocimientos, por parte de Jaime, me
parece brillante, además de muy útil. Mejor usar palabras buenas y simples para nombrar
el movimiento de la vida conjunta, pues precísamente la comunalidad es una propuesta
seria para abandonar las abstracciones y volver a la experiencia concreta.
¿Es posible salir de la mirada dominante y reintegrarse al movimiento natural del mundo?
Jaime dice que sí y lo argumenta de una manera insólita y simple: dándonos cuenta de
que respiramos. No sé de otro pensador o pensadora que haya planteado algo tan
profundo y apremiante de manera tan sencilla. Alguien podrá decir que en el budismo y
la meditación en diversas tradiciones se le da un lugar central a la respiración, pero no
lo hacen para reintegrarse al mundo, sino para evadirlo pues lo consideran maya, ilusión
transitoria, y buscan más bien reconocerse en la permanencia de la mente, digamos,
universal.
De tal suerte que respiremos una nueva civilización. Jaime nos ofrece ya algunas
notables pistas.
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