Taller
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Taller
PRESENTADO POR:
LIANETH MAGDANIEL BRITO
PRESENTADO A:
MALVINA BARBOSA MEJIA
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN MARÍTIMA Y PORTUARIA
RIOHACHA, LA GUAJIRA
09/Marzo/2023
¿QUE LA ÉTICA?
La ética es una parte de la filosofía que elabora una reflexión crítica sobre el
comportamiento de las personas y sociedades.
La ética o filosofía moral es una de las ramas más antiguas de la filosofía, dedicada
al estudio de la conducta humana, relacionada a temas como lo correcto y lo
incorrecto, lo bueno y lo malo, la virtud, la felicidad y el deber.
Esta disciplina filosófica está asociada a reglas, que son la base para la distinción
entre el bien y el mal. La capacidad de un individuo para decidir si algo es
moralmente correcto se denomina norma moral. Hay muchos criterios para tomar
decisiones, incluidos criterios utilitarios, énfasis en la justicia y énfasis en los
derechos.
- Práctica o Especial: Por estudiar los medios particulares, las virtudes, los
deberes, etc.
- Enfoca la moral Como fenómeno: Toma en cuenta los valores, sean estos
positivos o negativos, en cada época.
- Orienta el Comportamiento Moral: Señala las normas adecuadas de la
convivencia.
Ética religiosa, en la base de cada concepción de la ética está la noción del bien y
del mal, de la virtud y de una determinada visión del hombre y de las relaciones
humanas, ideas a menudo relacionadas con una religión particular, o en todo caso
con una ideología. La ética de base religiosa, en efecto, fija normas de
comportamiento que pretende válidas para todos, mientras que la ética laica no
pretende imponer valores.
Ética laica, como hemos visto, la ética laica no pretende imponer valores y se
muestra generalmente atenta a las exigencias humanas que tengan en cuenta las
condiciones y las transformaciones históricas. En realidad, hablar de una ética laica
presupone ya la confrontación con la ética religiosa, es decir, con un sistema de
valores dogmática y universalmente identificados; en realidad es más oportuno
hablar de un enfoque laico al problema ético, definiendo este enfoque como libre de
referencias a una ideología predeterminada y más dispuesta a afrontar los
problemas del individuo y del contexto histórico concreto en el que se expresa.
La ética cristiana, está dominada por la idea, predicada por Jesús de Nazaret, de
la inefable paternidad de Dios ante la cual los hombres son todos iguales y todos
hermanos. La regla de conducta evangélica, precisamente porque ejemplifica sobre
la perfección divina, se traduce en mandamiento de amor para los demás; cae toda
distinción étnica y social y el amor incondicional por el hermano, aunque sea
enemigo y pecador, es el mandamiento supremo.
Ética médica, los principios y valores que, desde la antigüedad, han gobernado la
práctica profesional de la medicina (a través de los juramentos y los códigos
deontológicos) obligaban al médico a actuar siempre para el máximo beneficio del
paciente, prohibiendo cualquier intervención que pudiera dañarle o ir en contra de
los valores morales que prevalecen en la sociedad. Por supuesto, los contextos
culturales eran diferentes, por lo que también los criterios y valores. La ética médica
antigua ponía el acento en el carácter y las virtudes requeridas al médico que ejercía
el arte. Debía tener un cierto porte, que definiera su perfil o estilo profesional
(etiqueta), incluyendo el estar en buena salud, no sobrepeso, alegre, sereno,
reservado, pero decidido, y educado.
Criticismo, esta corriente la inicia Emmanuel Kant con su obra Crítica de la razón
pura y parte, en gran medida, para solucionar la dicotomía surgida entre el
racionalismo y el empirismo (razón y experiencia). Con ella, el filósofo pretende fijar
los límites del conocimiento. Esta doctrina busca demostrar que el conocimiento
parte de la experiencia pero que necesita de la razón para poder completarse, de
aquí la frase: “sin sensibilidad ningún objeto nos sería dado y, sin entendimiento,
ninguno sería pensado”.
Existencialismo, es una de las corrientes filosóficas más destacadas del siglo XX.
Uno de los principios básicos que sostienen los filósofos existencialistas es que “la
existencia precede a la esencia” y se centran fundamentalmente en el análisis de la
condición humana.
El ser humano no tiene una condición firme, es decir, no hay una naturaleza que le
lleve a ser de una manera o de otra, el punto de partida es su existencia. Como no
tiene una naturaleza establecida, tiene la libertad de hacerse a sí mismo, puede
decidir en cada momento, así va construyendo su esencia. Son nuestros actos
quienes determinan quienes somos y el significado de nuestras vidas.