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Estudio de Mercurio

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El mercurio se ha utilizado en una variedad de aplicaciones a lo largo de la

historia, como en termómetros, barómetros, interruptores eléctricos, lámparas


fluorescentes y en la producción de productos químicos como el cloruro de
mercurio y el óxido de mercurio. Sin embargo, debido a su toxicidad, su uso ha
sido restringido y regulado en muchos países.
La exposición prolongada al mercurio puede causar efectos adversos para la salud,
incluyendo daño neurológico, problemas renales, trastornos del desarrollo en
niños, y otros efectos nocivos. Por esta razón, se han implementado medidas para
limitar su uso y manejo seguro en diversas industrias.

Manifestaciones clínicas

El mercurio es una neurotoxina. La forma en que la salud de las personas puede


verse afectada por la exposición al mercurio depende de varios factores:

La forma del mercurio (por ejemplo, si es metilmercurio o mercurio


elemental/metálico).
La cantidad de mercurio a la que está expuesto.
La edad de la persona expuesta (los fetos son los más vulnerables).
La duración de la exposición.
La manera en que la persona está expuesta (inhalación, consumo, contacto con la
piel, etc.).
La salud de la persona expuesta.
Signos y síntomas

La exposición al mercurio puede causar una variedad de signos y síntomas de


salud, que pueden variar dependiendo del nivel y la duración de la exposición, así
como del tipo de mercurio involucrado (mercurio elemental, inorgánico o
orgánico). Algunos de los signos y síntomas comunes de exposición al mercurio
incluyen:

Problemas neurológicos: El mercurio tiene efectos neurotóxicos y puede causar


síntomas como temblores, dificultades para caminar o coordinar movimientos,
debilidad muscular, pérdida de memoria, irritabilidad, cambios de personalidad,
problemas de concentración y dificultades en el habla.

Problemas gastrointestinales: La ingestión de mercurio puede provocar problemas


gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Problemas respiratorios: La inhalación de vapores de mercurio puede causar


irritación en los pulmones, tos, dificultad para respirar y dolor en el pecho.

Problemas renales: La exposición prolongada al mercurio puede dañar los riñones,


lo que puede resultar en problemas como aumento de la frecuencia urinaria,
cambios en la cantidad de orina producida y daño renal crónico.

Problemas cutáneos: El contacto prolongado con mercurio puede causar irritación


en la piel, dermatitis y posiblemente lesiones cutáneas graves.

Problemas cardiovasculares: La exposición al mercurio también puede estar


asociada con problemas cardiovasculares, como aumento de la presión arterial y
trastornos del ritmo cardíaco.
Medidas preventivas

Las personas que trabajan con mercurio deben tomar precauciones para
minimizar los riesgos asociados con este metal tóxico. Aquí están algunas
recomendaciones importantes:

Manipulación segura del mercurio:


No guardar ni consumir alimentos o bebidas, ni fumar en los lugares donde se
utilice mercurio o sus derivados.
Evitar el contacto con la piel y la impregnación de la ropa con estos productos o
sus disoluciones.
Sustituir inmediatamente la ropa contaminada.
Proteger la piel mediante el uso de implementos de seguridad, como guantes de
nitrilo o neopreno, gafas de seguridad certificadas para evitar salpicaduras,
mascarilla respiratoria con filtro para protegerse de inhalación de vapores tóxicos
con certificación niosh, para proteger contra vapores de metales pesados. Utilizar
batas u overoles para cubrir la piel y disminuir la exposición cutánea al mercurio,
calzado cerrado, Además de elementos de protección personal, es fundamental
utilizar equipos de manipulación segura, como contenedores herméticos para
almacenar el mercurio, sistemas de ventilación adecuados para eliminar vapores,
y herramientas específicas diseñadas para manipular mercurio de forma segura.

Lavar la cara y las manos al término del trabajo.


Mantenimiento del entorno de trabajo:
Las mesas de trabajo donde se manipule mercurio deben tener bordes altos en
todo su contorno y disponer de drenajes o canalizaciones a depósitos especiales.
También se debe evitar la generación de vapores o aerosoles.
Trabajar bajo una vitrina extractora para evitar la inhalación de sustancias.
Evitar barrer los lugares donde se utilicen estos productos, especialmente las
esquinas o ángulos de difícil acceso.
Primeros auxilios:
En caso de inhalación, respirar aire fresco y, si es necesario, realizar maniobras de
reanimación cardiopulmonar (RCP).
En caso de contacto con la piel, lavarla con abundante agua durante al menos 20
minutos y cambiar la ropa contaminada.
En caso de contacto con los ojos, enjuagarlos con abundante agua durante unos
20 minutos y acudir al médico.
En caso de ingestión, llamar inmediatamente al Servicio Médico de Urgencias y al
Servicio Nacional de Toxicología.
Recuerda que estas medidas son esenciales para proteger la salud de quienes
trabajan con mercurio. Siempre es importante seguir las pautas de seguridad
establecidas para minimizar los riesgos asociados con este metal

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