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A SU IMAGEN

Entonces Dios dijo, Hagamos al hombre a nuestra imagen… (Génesis 1:26)

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo… (Romanos 8:29)

LEONA ENGLAND KARNI


Copyright © 2007 Por Leona England Karni
[2ª edición abril de 2017]

A Su Imagen
Por Leona England Karni

Impreso en los Estados Unidos de América

[ISBN-13: 978-1543059885]
[ISBN-10: 1543059880]

Todos los derechos reservados solamente por el autor. El autor garantiza que
todos los contenidos son originales y que no infringe ningún derecho legal de
ninguna otra persona u obra. Ninguna parte de este libro puede ser
reproducida de cualquier forma sin el permiso del autor. Los puntos de vista
expresados en este libro no son necesariamente los mismos del editor.

A menos que se indique de otra forma, las citas de la Biblia son tomadas de la
versión Reina- Valera. Copyright 1960 por Sociedades Bíblicas Unidas.

www.leonakarni.com

Diseño por Sylvia Coleman, agogitter@yahoo.com

Imagen de portada por Carlos E. Santa Maria utilizada bajo licencia de


Shutterstock.com
TABLA DE CONTENIDOS
INTRODUCCIÓN
LA FAMILIA DE ADÁN Y EVA
LA FAMILIA DE ABRAM Y SARAI
LA FAMILIA DE ISAAC Y REBECA
DINA Y LOS HIJOS DE JACOB
JEFTÉ
GOMER Y OSEAS
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Notas
AGRADECIMIENTOS

h
Mis muy especiales agradecimientos a mi editora Sylvia
Coleman, sin ella la visión para este libro no habría sido
realizada, y a todos ustedes quienes me han animado a
poner estos estudios en una forma escrita.
INTRODUCCIÓN
h
A su imagen es la traducción al inglés de la expresión hebrea “B´Tselem”.La
imagen del Dios Creador está reflejada a través de Su creación. El orden en el
universo nos habla de un ordenado y metódico Dios. La belleza de la
naturaleza nos habla de Su genio creativo. La interminable variedad de la
vida animal y botánica nos habla de Su generosidad. Su preocupación por los
más mínimos detalles puede verse en la diligencia de las hormigas, y Su
majestuosidad es aparente en los picos de las montañas más altas. Solamente
necesitamos el tiempo para observar y meditar sobre la naturaleza para
adentrarnos en el carácter y los atributos del Creador.
Es la misma verdad para el ser creado llamado “hombre”. En Génesis 1:26
Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza…” Vemos en este versículo que una clara decisión fue hecha por
Dios al hacer al hombre “a Su imagen”; un reflejo de Él mismo. De una
manera misteriosa, la triada humana hecha de cuerpo, mente y alma refleja la
Trinidad del Dios de la creación. Como con la naturaleza, uno solamente
necesita tomar el tiempo para observar y meditar sobre el ser humano para
conocer al Creador.
También es observable en este versículo del Génesis (que la comunicación
existe entre la Trinidad), es que una decisión final fue hecha . De algún otro
sitio en la escritura sabemos que el amor y la cooperación existe entre la
Trinidad, las metas fueron establecidas y esa sumisión ante la autoridad del
Padre era necesaria para el cumplimiento de esas metas (Juan 14:31 es una de
las numerosas escrituras que demuestra esta verdad). Este aspecto de la
imagen de Dios (una amorosa relación revelada en la Trinidad), está reflejada
en la relación de Dios con el hombre, registrada minuciosamente en las
escrituras, comenzando en el jardín.
En el jardín observamos que el hombre fue creado con libre albedrío. Al
hombre le fue dada la oportunidad de escoger si ejerce su libre voluntad para
someterse a la autoridad del Dios Padre, o escoger rebelarse contra esa
autoridad. Como lo sabemos, el hombre escogió rebelarse. Las características
y atributos de Dios están reflejados en los tratos hechos por Dios hacia con
los humanos después de su rebelión. Primero, vemos que Él consoló
gentilmente al hombre, haciéndole preguntas que le ofrecieron al hombre la
oportunidad de aceptar la responsabilidad y arrepentirse. Al disciplinarlos,
Dios se dirigió hacia las causas originales de la rebelión antes de pronunciar
las consecuencias por los pecados de los hombres. En Su amor, Él le dio al
hombre una promesa que albergó esperanza para el futuro. Después Dios
protegió al hombre de entrar en un peligro más grande al resguardar el
camino hacia el árbol de la vida para que el hombre no estuviera eternamente
separado de Él. Este es un reflejo del corazón del Dios Padre en relación con
Su hijo; el hombre. Esta es la imagen que yo creo que es la que Dios desea
que refleje el hombre en las relaciones con sus hijos.
Yo creo que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza con la intención
de que el hombre reflejara la imagen de Dios en todos los aspectos de su
vida, especialmente en sus relaciones con otros. Pero, en vez de someterse a
la autoridad de Dios, el hombre escogió rebelarse. A través de la rebelión (el
pecado) la imagen se Dios se distorsionó. Hoy en día, la distorsión es tan
grande que los niños crecen pensando que no hay Dios, debido a que Su
imagen no ha sido reflejada en la vida de sus padres.
En este libro veremos la imagen de Dios reflejada en Su relación con el
hombre. Usando las familias de la Biblia, observaremos las relaciones entre
ellos y a su vez, con Dios, las decisiones que tomaron, qué los llevó a tomar
esas decisiones, y las consecuencias de haber tomado esas decisiones. Para el
lector que pueda identificarse con los personajes, el énfasis estará en
examinar sus relaciones personales para determinar si está reflejando la
imagen de Dios.
LA FAMILIA DE ADÁN Y EVA
Génesis capítulos 3 y 4

h
A dán y Eva tenían un matrimonio hecho en el cielo. Ellos vivían en un
ambiente perfecto, y trabajaban en equipo: Adán atendía el jardín y Eva
estaba a su lado como su ayudante. Su hogar era un paraíso, y su entorno era
estable; estaban rodeados por el mismo círculo de seres por el resto de sus
vidas. En este paraíso, ellos disfrutaban una relación personal con Dios. La
suya era una vida llena de paz. Una vida en la que experimentaron amor y
aceptación. Adán y Eva tenían a su alrededor las circunstancias perfectas.

h
ADÁN
Conocemos muy poco sobre Adán, salvo que era inteligente, y podemos
asumir que era diligente atendiendo el jardín. Amaba a Eva. De hecho, es
posible que él sintiera un amor más grande por Eva que por Dios, ya que
escogió desobedecer el mandato de Dios y seguir a Eva en la rebelión.
También es evidente que era un hombre el cual no aceptaba la
responsabilidad de sus actos. El registro en Génesis 3:7-12 respalda esto:
“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. La
respuesta inicial de Adán cuando se dio cuenta del pecado fue una estrategia
de encubierta. Como muchos de nosotros cuando encaramos nuestro propio
pecado, en lugar de un arrepentimiento inmediato, tratamos de encubrirlo
(algunas veces mediante métodos muy complicados). No funcionó para
Adán; no funcionará para nosotros.
En el versículo 9 del capítulo 3, Dios buscó a Adán. Dios se pone en contacto
con él en su rebelión. Adán se esta escondiendo entre los árboles, y Dios lo
llamó, “¿Dónde estás?” ¿Era necesario para Dios preguntarle a Adán dónde
estaba? ¡Claro que no! Pero Él le estaba dando a Adán la oportunidad de
aceptar la responsabilidad y arrepentirse. La respuesta de Adán es interesante.
Él declara que tenía miedo, y por eso se escondió. Miedo que entró a la vida
de Adán debido al pecado. Y entra a nuestras vidas por la misma razón. Dios
continuó buscando a Adán en su estado temeroso.
Y Dios le dijo: ¿quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del
árbol que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que
me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
(Génesis 3:11-12 Reina - Valera)
Pienso que las preguntas que hizo Dios a Adán son muy interesantes. Dios
sabía las respuestas, pero Él le dio a Adán toda posible oportunidad de
aceptar la responsabilidad de sus actos. En lugar de eso, Adán permitió que lo
controlara su miedo, y le echo la culpa a su esposa. También él infirió que
Dios compartía la responsabilidad, ya que fue “la mujer que me diste”.
Sabemos de 1 de Timoteo 2:14 que Adán no fue engañado, “Y Adán no fue
engañado”. Eso sólo puede significar que él escogió rebelarse contra el Señor
con pleno conocimiento de lo que estaba haciendo. Cuando fue confrontado
por Dios, Adán (sabiendo plenamente lo que había hecho) no estaba listo para
responder ante la grandeza del Señor. En lugar de eso, permaneció escondido
en los árboles, encogiéndose de temor, y culpando a su esposa. Qué triste
descripción de un hombre que había vivido en una cercana relación con el
Dios Viviente.

h
LA SERPIENTE
Antes de mirar a Eva consideremos brevemente a la serpiente. Es aceptado
por la mayoría de los eruditos que la serpiente en el jardín era Satanás. En el
libro de Revelaciones, capítulo 20, versículo 2, leemos: “Esa vieja serpiente,
la cual es el Diablo y Satanás”. En el capítulo 12, versículo 9, del mismo
libro, leemos: “esa vieja serpiente, llamada el diablo y Satanás, la cual
engañó al mundo entero” En el último versículo, no sólo está siendo
identificado con nombres comunes para él, sino que también una de sus
características: es un engañador .
En el relato del Génesis, el primer adjetivo usado para describir a la serpiente
es la palabra “sutil ”. Esta palabra puede ser traducida también a astuto .
Cuando pienso en una persona astuta, pienso en un manipulador o engañador.
Desde que la serpiente es presentada, estamos concientes de que es un ser
listo, astuto y calculador.

h
EVA
Como se había mencionado, Eva estaba felizmente casada, viviendo en el
paraíso. Tenía todo lo que una mujer pudiera desear. Tenía un esposo
amoroso, y tenía una relación con un Dios amoroso. La vida era perfecta para
Eva hasta que consideró la sugerencia de la serpiente.
La serpiente envolvió primero a Eva en una conversación, al hacerle una
pregunta. La Nueva Versión Internacional de la Biblia dice lo siguiente: “¿Es
verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?” El
énfasis está en “dijo que no comieran”. En el tono está implícita una
restricción injusta.
En el versículo 4 de Génesis 3, vemos a la serpiente atreverse a hacer una
declaración en directa contradicción a lo que Dios había dicho: ¡No es cierto,
no van a morir! Él había retado la palabra de Dios y continúa retando la
bondad de Dios. “Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les
abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del
mal”.Entonces vemos que la estrategia de la serpiente es primero al hacer
implícita una restricción injusta, después retar la palabra de Dios, y
finalmente retar la bondad del señor.
“Y la mujer le dijo a la serpiente, ‘Podemos comer del fruto de todos los
árboles.’”
Eva responde al “dijo que no comieran” de la serpiente con un “podemos”.
Es una respuesta muy positiva ante semejante insinuación negativa, y no hay
evidencias aquí que indiquen si Eva se sintió privada en cualquier manera.
Ella continúa, “Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín,
Dios nos ha dicho: ‘No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario,
morirán’” (Génesis 3:3). La respuesta de Eva es específica en cuanto al árbol
del cual no pueden comer.
La serpiente hizo una declaración general en su uso de la palabra “ningún”.
Eva se refirió a esto con el uso de “ el árbol”. En su conversación con la
serpiente, Eva lo hizo muy bien. Ella respondió positivamente ante su
negatividad . Ella fue específica, no permitiéndole salirse con la suya usando
generalidades, y se mantuvo arbitrariamente en la verdad. No fue su
confrontación directa con la serpiente lo que provocó la caída de Eva; fue su
propio procesamiento de las sugerencias que le planteó la serpiente la que la
llevaron por el mal camino.
Yo no creo que Eva se alejara de la conversación con la serpiente e
inmediatamente comiera del árbol. Creo que ella se marchó y pensó en sus
palabras. El cuestionamiento más serio que hizo la serpiente fue el decir que
Dios le estaba negando a ella algo bueno. La serpiente sembró exitosamente
en el corazón de Eva la duda sobre la bondad de Dios. Dudar de la bondad del
Señor llevó a Eva al engaño y a la rebelión.
Tal vez Eva se preguntó cómo era el morir. Ella nunca había visto la muerte;
ella pudo haber tratado de imaginar lo que significaba. En algún punto, ella
sacó la conclusión de que no moriría. Ella creyó una mentira.
Una probabilidad más peligrosa es que ella empezó a compararse con Dios.
Eva tal vez se preguntó cómo sería ser “como dioses, diferenciando el bien
del mal”. Tal vez ella veía y escuchaba al Señor con más curiosidad ahora
cuando caminaban juntos en la frescura del atardecer. Es posible que la
trampa en la que cayó Eva le permitiera compararse con Dios, y esta
comparación fue construida con base a una duda.
Cuánto tiempo pensó Eva en estas cosas, no lo sabemos. Yo pienso que ella
pasó mucho tiempo mirando la fruta prohibida del árbol en el centro del
jardín. En el versículo 6 leemos: “La mujer vio que el fruto del árbol era
bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir
sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y
también él comió”. Las palabras claves en este pasaje de la escritura son
bueno para comer , tenía buen aspecto y adquirir sabiduría . En el Nuevo
Testamento, Primera de Juan, capítulo 2 versículo 15, nos instruyen a no
amar las cosas de este mundo. El autor continúa en el versículo 16 para
enlistar todo lo que hay en el mundo los malos deseos del cuerpo , la codicia
de los ojos y la arrogancia de la vida . Este versículo en Juan parece estar
describiendo el proceso de pensamiento de Eva llevándola a su equivocada y
fatal elección.
Mientras Eva miraba la fruta, parece que imaginaba a qué sabría.
Probablemente pensó en su tamaño y color y no dudó en compararla con
otras frutas del jardín. Es posible que lo discutiera con Adán; al parecer él
estaba con ella cuando tomó su decisión final y también comió. Es probable
que lo discutieran juntos, entonces; una mordida; eso fue todo lo necesario, y
sus ojos se abrieron.
Es interesante que Eva no quisiera estar sola en su rebelión. Ella quería
compañía. Esta es una dinámica en la personalidad del humano que continúa
en nuestros días.
Instintivamente, queremos que alguien nos siga en nuestras rebeliones. Hay
una expresión que describe esto: “mal de muchos, consuelo de tontos”. El
mundo de Adán y Eva cambió inmediatamente. Ellos se cubrieron (se
aislaron) y la culpa de Adán ya ha sido discutida, entonces ahora veremos la
respuesta de Eva cuando el Señor la confrontó.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: “¿Qué es lo que has hecho?
La serpiente me engañó, y comí”- contestó ella. (Génesis 3)
¿Pueden imaginar por un momento cómo se sintió ella? La realidad de la
situación fue que ella había estado en una buena relación con el Señor Dios,
Creador del Universo; su único padre. Había sido una relación llena de amor.
Ella había conocido Su bondad. De hecho, en Su bondad, el Señor le había
dado libre albedrío y una oportunidad para ejercer ese libre albedrío dejando
de lado solamente un árbol. Eva había ejercido su libre albedrío y había
desobedecido a Dios Padre. Ahora, delante de Él, apresada en su rebelión, se
le pide que explique. Es un momento que deja sin aliento cuando Eva da un
paso al frente y ofrece una simple explicación de su pecado.
“La serpiente me engañó, y comí” Es en este punto donde Eva gana mi
respeto. Se para ante el Ser más poderoso en el universo, al cual había
desobedecido, da un paso adelante y acepta la responsabilidad. La palabra
“me engañó” es traducida del hebreo “nasha” que significa “dejarse engañar,
dejarse seducir” Lo que Eva está diciendo es: Yo fui engañada para tomar la
decisión equivocada . I de Timoteo 2:14 confirma esto, y claramente
manifiesta que Eva fue engañada. Dice: “…Además, no fue Adán el
engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado.”
Creo que todos podemos identificar el ser engañados para tomar una decisión
incorrecta. La mayoría de nosotros tomamos malas decisiones creyendo que
estamos tomando las correctas. Eva fue culpable por tomar una mala decisión
y aceptó la responsabilidad ante Dios. Al hacerlo, ella puso un ejemplo para
que todos lo sigamos. No he leído nada bueno sobre Eva, y yo soy de la
opinión de que ella tenía una presión muy grande. Me parece que no sólo
acepta la responsabilidad por su pecado sino que, como lo vemos en el
siguiente capítulo del Génesis, ella se abraza a la esperanza, se sostiene de la
promesa de Dios.

h
CONSECUENCIAS
Primero, noten la respuesta de Dios ante la caída. Él comienza al dirigirse al
engañador y juzgarlo. En el juzgamiento de la serpiente hay una promesa
para la mujer: “…su simiente…te aplastará la cabeza”. Esto es conocido
como la primera profecía mesiánica. Es una promesa para la mujer que
aunque la serpiente ganara la batalla en el jardín, su semilla ganaría la guerra.
Qué reconfortante debió haber sido eso para Eva. La respuesta inmediata del
Dios Padre ante Su hija rebelde cuando ella aceptó la responsabilidad por su
mala decisión fue reconfortarla con una promesa- una palabra de esperanza.
El Señor después se dirigió hacia Eva. Las consecuencias de su mala
decisión pudieron incluir la pena y el dolor, y ella estaría bajo las reglas de
su esposo. ¿Cómo enfrentaría esto Eva? Su mundo no cambió drásticamente.
En su matrimonio, que alguna vez fue feliz, ahora ella experimentaría una
relación diferente, una en la que ella sería sumisa. Ella fue forzada a dejar el
único lugar que había conocido como hogar. Ella había presenciado, por
primera vez en su vida, la muerte (cuando Dios mató al animal para cubrirla).
También había sido una muerte espiritual: su separación de Dios. El peso de
todo esto debió haber sido muy grande para cargar en sus hombros. Aún así,
con todo lo sucedido, parece que la duda de Eva hacia la bondad de Dios
había desaparecido. Parecía que este problema se había resuelto. Como un
recordatorio para su vida una cosa es abrumadoramente obvia: ¡Eva confió en
Dios!
En el capítulo 4, versículo 1, cuando Eva concibió y dio a luz a Caín, su
respuesta fue una declaración de su fe: “¡Con la ayuda del Señor, he tenido
un hijo varón!” Eva recordó la promesa de Dios en cuanto a su semilla, y ella
se sostenía en esa promesa. La duda que la había llevado al engaño, había
desaparecido. Ahora había una seguridad de la bondad de Dios, y con ese
fundamento, Eva creyó en Su palabra.
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CAIN Y ABEL
Adán y Eva tuvieron dos hijos después de dejar el jardín. Caín era un
granjero y Abel criaba manadas. Los dos traían ofrendas de sus respectivas
labores al Señor. Las de Abel eran aceptadas. Las de Caín no. La reacción de
Caín ante esto fue de enojo. El Señor contactó a Caín en su enojo con
palabras que lo debieron haber animado. “Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido?” (Génesis 4:7, Reina-Valera). Todo lo que Caín tenía que haber
hecho era acercarse al Señor en Sus términos. Pero Caín no aceptó la palabra
del Señor; él decidió permanecer enojado. El Señor advirtió a Caín si él no
“Bien hiciere” el pecado estaría tocando sus puertas, y terminaría consumido
por él.
Varios aspectos del carácter de Caín son aparentes inmediatamente. Él reta la
justicia de Dios por aceptar la ofrenda de Abel y no la suya. Él responde con
enojo ante esta injusticia percibida, y es tan orgulloso que no se abre ante al
consuelo, ni siquiera del Señor. Caín sí es consumido por sus celos y su
enojo, justo como el Señor lo advirtió; él fue consumido por su enojo y mató
a su hermano Abel.
El relato de este asesinato está en Génesis 4:9-15, y comienza con el Señor
confrontando a Caín. De nuevo vemos al Señor haciendo preguntas dándole
la oportunidad a Caín de arrepentirse: “¿Dónde está Abel tu hermano?” La
reacción de Caín fue mentir, y en una provocante arrogancia pregunta: “¿Soy
yo acaso guarda de mi hermano?” Paremos aquí por un momento y
consideremos sólo lo que hizo Caín mientras desarrollaba un medio para
atender su dolor y decepción.
Claramente el enojo, los celos y el orgullo fue el camino que eligió Caín para
lidiar con su decepción. La decepción causa dolor. El enojo y los celos son
maneras muy comunes que escogen los humanos para lidiar con el dolor.
Podemos ver en el ejemplo de Caín que esto ha sido cierto desde el primer
registro del hombre. Caín tuvo todas las oportunidades de discutir su
decepción con Dios y de dar su dolor al Único que le hubiera podido dar
alegría y paz. Pero Caín decidió enfrentarlo a su manera. En su orgullo, Caín
creyó que él sabía más que Dios. Vemos esa actitud de Caín en las ofrendas:
en lugar de estar abierto a la instrucción y acercarse al Señor en Sus términos,
él vaciló. Lo vemos ahora en sus respuestas a las preguntas del Señor.
Habiéndole dado a Caín una oportunidad para arrepentirse, el Señor ahora
disciplina Su impenitente hijo. Primero Él declara la verdad: “La voz de la
sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. Las consecuencias de la
acción de Caín son entonces pronunciadas. Caín se convertiría en fugitivo y
vagabundo, y la tierra no produciría fruto para él. En respuesta, una vez más,
vemos a Caín retando la justicia de Dios: “Grande es mi castigo para ser
soportado…cualquiera que me hallare, me matará”. El amoroso padre
respondió con piedad y puso una marca en Caín para protegerlo. Caín nunca
se arrepintió, y en el versículo 16 del capítulo 4 del Génesis, leemos: “…
Salió, pues, Caín de delante de Jehová…” ¡Qué triste que Caín eligiera
aferrarse a su orgullo en lugar de confesar su pecado y reconciliarse con
Dios!
Caín no sólo fue separado de Dios, sino también de sus padres. Qué dolor tan
grande debieron causar las acciones de su hijo a Adán y Eva, especialmente
cuando ellos supieron que esto resultó de la caída de la cual ellos eran los
responsables. Eva, quien no conocía a la muerte hasta que un animal fue
matado para cubrirla, ahora presenciaba a uno de sus hijos levantarse con
celos y enojo, ¡y matar a su otro hijo! ¿Cómo pudo manejar eso? Si alguna
vez hubo tiempo de que la vieja duda regresara, debió haber sido cuando su
corazón fue roto por el asesinato de Abel. Aún así, la evidencia que se nos
presenta claramente muestra que ella nunca más dudó de la palabra de Dios.
En el versículo 25, Eva concibió y dio a luz un hijo al cual llamó Set. ¿Por
qué? Escuchen la voz de una mujer que conoce la bondad del Señor. “Porque
Dios…me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín”. En
tan terribles circunstancias, circunstancias que pudieron causarle a Eva
enorme culpa, sus ojos fueron dirigidos hacia la verdad y hacia la bondad de
Dios.

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CAÍN Y SET
El legado de Caín se encuentra en el versículo 23, donde su descendiente,
Lamec, está registrado jactándose con sus esposas sobre el asesinato de un
hombre. El legado de Set se encuentra en el versículo 26 “…Entonces los
hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”. Caín y Set nacieron de
los mismos padres, criados en el mismo ambiente, instruidos por el único y
verdadero Dios, aún así se fueron por caminos totalmente distintos. Caminos
que fueron determinados por las elecciones que ellos hicieron.

h
CONCLUSIÓN
Adán escogió a su esposa sobre Dios y entró en pecado. No hay registro de
que él haya aceptado la responsabilidad por sus acciones. Sabemos que culpó
a otros por sus fallas, acusando primero a Eva y después infirió que Dios
comparte la responsabilidad de sus acciones porque Él le había dado a Eva.
Sin provecho, Adán trató de encubrir su pecado. Se hizo temeroso y alejado,
y se escondió. Después del jardín, la única mención de Adán es que él “…
conoció a su esposa…” registrado en el tiempo en que Eva quedó
embarazada.
Eva fue una mujer que permitió la duda sobre la bondad del Señor y que la
abrió a la decepción. Ella fue engañada para que tomara la decisión
incorrecta. La decisión incorrecta que tuvo impacto en toda la humanidad,
una decisión incorrecta que inmediatamente afectó su vida familiar y trajo
devastación a los niños que ella parió. Eva es también una mujer que aceptó
la responsabilidad por su decisión incorrecta. Ella continuó con su vida
cosechando las consecuencias. Pero ella recordó la promesa de Dios y se
aferró a ella.
Eva es una mujer que ha sido conocida a través del tiempo por su error. Ella
ha sido objeto de burla y ha sido usada como ejemplo de generación en
generación. Aún así, yo observo que lo que está registrado de su vida en los
capítulos del principio del Génesis es una gran fuente de estímulo para mí.
Me puedo identificar con ella. Ella no era muy espiritual. Tampoco yo. Ella
tomó una muy seria mala decisión, también yo (muchas). Ella mantuvo en
mente la promesa de Dios, y se aferró a ella con esperanza - ¡también yo! Me
gustaría compartir un ejemplo de mi propia vida de una vez en que la imagen
de Dios que estaba observando se distorsionó y tomé una mala decisión.
De adolescente, observé la imagen de Dios que se mostraba en la iglesia a la
que mi madre asistía, llevándome a mí y a mis tres hermanos. Me parecía que
Dios tenía favoritos, y que Él estaba más interesado en esas familias en las
que ambos padres asistían a la iglesia. Mi padre era alcohólico y no asistía a
la iglesia. También me parecía que a los niños de aquellas familias les eran
dadas más gracias que a mis tres muy activos y de alguna manera traviesos
hermanos.
Percibí de los miembros adultos de la iglesia que nosotros éramos una de las
familias menos favoritas de la congregación, y eso dolía. Siendo joven y
testaruda, atribuí las características de aquellos que observé a Dios, e
interioricé mi dolor. También actué rebeldemente. Esto era muy aparente
cuando, como miembro del grupo de las Chicas Exploradoras, me asignaron
un proyecto de investigación. Íbamos a escoger a una mujer de la Biblia, y en
la siguiente reunión, íbamos a compartir los atributos de la mujer que
habíamos escogido. ¡Yo escogí a Jezabel!
No muchos meses después, decidí alejarme de Dios. Como una mujer joven,
estudié Budismo, Espiritismo, Judaísmo y muchos otros “ismos” en un
intento para llenar el vacío en mi vida y para encontrar la verdad. No estaba
abierta a la Cristiandad, porque tenía una imagen distorsionada de lo que era
Dios. Hice un desastre de mi vida y herí profundamente a muchas personas,
la mayoría, aquellos a los que amaba. Aún así, mi decisión incorrecta no tuvo
impacto en el mundo entero, o en toda la humanidad, como lo hizo la
decisión de Eva.
Como con Adán, Eva y Caín, el Señor me alcanzó en mi rebelión, y yo me
rendí ante Su amor. Hubo, y hay, consecuencias de mis decisiones. Mis
propios hijos observaron la imagen distorsionada de Dios que yo reflejé, y
fueron lastimados. Pero así como Eva se mantuvo en la promesa de Dios,
también yo lo hice. Él prometió que redimiría los años que se comió la
langosta, y que al final, Él arreglaría todas las cosas. Yo, como Eva, puedo no
ver esas promesas cumplidas mientras estoy aquí en la tierra, pero eso no
niega la verdad de la palabra de Dios.
Él nos prometió que lo hará como lo prometió . Como Eva escogió abrazarse a
la esperanza, también yo. Me niego a dar lugar a esas dudas que reten la
palabra de Dios. Como Eva, no sigo buscando la imagen distorsionada de
Dios como la refleja el hombre, sino en la cara de la verdad y del Dios
Viviente; un Dios que no tiene favoritos.
Ninguno de nosotros ha tomado una decisión incorrecta de tan gran alcance
como la decisión que tomó Eva, pero todos nosotros hemos experimentado el
fracaso en algún grado. ¿En dónde están ustedes en ese fracaso? ¿Alejados…
temerosos… viviendo las consecuencias? En donde quiera que estén, hay una
promesa del Señor a la cual se pueden aferrar. En Hebreos 13:5, Él promete
nunca abandonarte o renunciar a ti. En Santiago 1:5, Él promete a todo aquel
a quien le falte la sabiduría Él se la dará libremente. ¿Qué es lo que
necesitan? Cualquiera que sean sus necesidades personales, pueden recibir el
consuelo que Él tiene para ustedes en las promesas de Su palabra y pueden
abrazar la esperanza.

h
SU IMAGEN
Ahora consideremos la relación de Padre que Dios tenía con la familia de
Adán y Eva. Hay muchos aspectos en una relación que uno puede tener con
el Señor: la de padre-hijo hijo es una. Otros incluyen esposo- esposa,
hermano, amigo y la lista continúa. En el estudio de esta familia, estamos
considerando la relación entre el padre de familia y el hijo, y mirando la
imagen de Dios como un padre .
Como un padre amoroso, el Creador les dio a Adán y a Eva el libre albedrío y
una oportunidad de usar ese libre albedrío para escoger entre la obediencia o
la rebelión. La restricción impuesta a Adán y Eva fue claramente definida,
razonable y entendida. Cuando ellos decidieron rebelarse, ellos sabían que
estaban tomando una decisión que se oponía a Dios. En su rebelión, Él los
contactó. El amoroso corazón del Padre no esperó a que sus vulnerables hijos
se acercaran a él; Él se acercó a ellos.
El Señor buscó a Adán, Eva y Caín. Él no los confrontó inmediatamente con
acusaciones; primero Él hizo unas preguntas. Por supuesto, el Señor sabía las
respuestas a las preguntas, pero Él les estaba dando a sus hijos rebeldes una
oportunidad de contar su versión de lo que había pasado. Eso les daba la
oportunidad de aceptar la responsabilidad de sus actos. En respuesta ante su
fracaso al arrepentirse, el Señor los confronta con la verdad.
En el caso de Adán y Eva, después de que ella aceptó la responsabilidad, el
Dios Padre se enfocó en la raíz del problema, la serpiente (el instigador). Con
Caín, Él se dirigió a la actitud de Caín (Génesis 4:6-7) la cual fue la base de
su rebelión. Antes de que disciplinara a Eva, el Señor le dio una promesa de
esperanza (Génesis 3:15). Con Caín, el Señor prometió que había una
posibilidad de aceptación (4:7), y advirtió a Caín del peligro que existía si él
no se ocupaba de su actitud. El Dios Padre les explicó a Eva y a Caín las
consecuencias de su rebelión. Caín no se ocupó de su actitud, sino que
decidió residir en ella, y en última instancia asesinó a su hermano. El Señor
lo buscó, haciéndole una pregunta diseñada para abrirle el camino a Caín para
que confesara su pecado. Aunque, al final pasó lo que el Señor le había
advertido a Caín que pasaría, Él no le dijo “te lo dije”. Él le dio a Caín la
oportunidad de explicarse. Caín continuó con su rebelión llena de orgullo y el
Señor lo confrontó con la verdad. Cuando Caín se quejó de que su castigo era
injusto, el Señor fue misericordioso. Él no eliminó las consecuencias, pero
mostró compasión en la situación.
Esta es la imagen de un Padre que el Señor mantiene para que la reflejen sus
hijos como padres de familia. Los niños necesitan tener la oportunidad de
escoger obedecer. Para que eso sea posible, los padres deben fijar límites.
Cuando un niño escoge rebelarse en contra de la autoridad y cruza los límites,
los padres necesitan seguir el ejemplo del Señor y acercarse a ellos con la
verdad y amor. Puede que sea necesario hacerle preguntas al niño para darle
la oportunidad de que cuente su versión de la historia y para que acepte la
responsabilidad de sus malas decisiones. Y antes de que el castigo sea dado,
el niño necesita afirmar y estar seguro del amor de sus padres. Esto puede
lograrse al mostrarles una opción alternativa que ellos pudieron haber tomado
en esas circunstancias y al sugerirles los posibles resultados de esa mejor
opción. Ser padres a la imagen de Dios toma tiempo y requiere del apoyo del
Señor.
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APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Cómo responde cuando reta la bondad de Dios en su vida? ¿Qué
hace con sus dudas?
2. En su más reciente decisión equivocada, ¿puede identificar
específicamente cómo y cuando se decepcionó?
3. ¿Qué palabra de esperanza específica le ha dado su Dios Padre?
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea Génesis 1:26-27.
b. Dentro de cabeza-Dios existen aspectos del hombre y la mujer. ¿En
qué formas las mujeres reflejan de manera única la imagen de Dios?
2. a. Lea Génesis 2:21-22.
b. Adán estaba en un estado inconsciente cuando su costado fue
abierto, para que pudiera recibir a su esposa. ¿Hay alguna semejanza
entre este relato de Adán recibiendo a su esposa y el relato de cuando
el costado de Jesús fue abierto? (Juan 19:31-37)
3. ¿Quién es la esposa de Cristo?
4. En Génesis 3:24, la palabra traducida como “ expulsarlo” viene del
Hebreo “ garish ” que significa roto y también la palabra en Hebreo
para “divorcio”. ¿Qué nos dice este versículo sobre la relación de
Adán y Eva con Dios? (Jeremías 3:8 e Isaías 50:1 usan la misma
palabra hebrea)
5. a. Lea Génesis 4:1-16.
b. ¿Caín se arrepintió de sus pecados?
6. ¿Cuál es la diferencia entre la respuesta de Eva cuando confrontó al
Señor, y la respuesta de Caín cuando fue confrontado por el Señor?
LA FAMILIA DE ABRAM Y SARAI
Génesis 12-24

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INTRODUCCIÓN
E n este estudio se nos presentará a Abram, Sarai y su familia. Pero nos
enfocaremos en Agar, la servidora de Saray. En esta familia, era Abram el
que tenía la relación con Dios. Su jornada con el Señor comenzó en un
ambiente pagano donde el Señor lo buscó. Abram respondió con una medida
de fe; mientras él seguía el camino de la obediencia, su fe se incrementaba.
Abram era la máxima autoridad en esta familia y la imagen de Dios que
reflejaba Abram era de acuerdo a la medida de fe que tenía a ese momento.
Agar era la servidora de Sarai. No hay menciones de Agar hasta después de
que Abram viajó a Egipto. Se asume que ella fue dada a Sarai por el Faraón
cuando ella fue llevada a su casa (Génesis 12:14-20). Cuando Abram y Sarai
dejaron Egipto y regresaron a Canaán, Agar fue con ellos. Agar provenía de
un ambiente pagano, y lo que ella pudiera saber sobre la verdad y el Dios
Viviente venía de lo que ella vio en Abram. En nuestro estudio
consideraremos lo que Agar entendió sobre Dios a través de Abram y Sarai, y
compararemos eso con una revelación personal que recibió de Yahvé.
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ABRAM
Dios ordenó a Abram que dejara una ciudad que era una importante
metrópoli: una ciudad que estaba rodeada por tierras de cultivo fértiles.
Además de la agricultura, la población estaba involucrada en la lana y la
industria textil. Esta ciudad floreciente estaba completamente ofrecida a la
adoración del dios de la luna, Pecado. En este ambiente pagano, el Dios
Viviente contactó y habló con Abram. A Abram le fueron dadas
instrucciones muy claras: él iba a dejar su país, sus parientes y la casa de su
padre. A Abram se le dijo que el Señor le mostraría la tierra a dónde él tenía
que ir (Génesis 12:1). Y entonces, el viaje de Abram hacia lo desconocido
con el Dios Viviente comenzó. Abram tenía la fe para dejar su país, pero él
no tenía todavía la fe para abandonarlo todo. Él no dejó a sus parientes atrás;
él se llevó consigo a su padre y a su sobrino (Génesis 11:31-32).
El tiempo pasó y el padre de Abram murió, pero su sobrino seguía con él
cuando partió hacia Jarán (su primera parada en Canaán), y viajó a Siquén
donde recibió más revelaciones de Dios. Previamente, el Señor había
prometido que Él bendeciría a Abram, que su nombre sería grande, y que el
mismo Abram sería una bendición. El Señor también prometió que Él
bendeciría a los que bendijeran a Abram y maldeciría a los que lo maldijeran
(Génesis 12:1-2). En Siquén el Señor prometió a Abram que su semilla
tendría la tierra de Canaán. Antes de continuar en su viaje al sur, Abram
construyó un altar e “invocó el nombre del Señor” (Génesis 12:8-9). La
relación de Abram con el Señor estaba en las primeras etapas. Él había
escuchado al Señor hablarle, él obedeció y se le dieron promesas, pero
cuando se enfrentó con la hambruna, Abram confió en su propio
entendimiento para sobrevivir. Fue en este punto del viaje espiritual de
Abram en el que él viajó a Egipto y en el que Agar se convirtió en parte de la
familia.

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AGAR
Agar era una joven esclava egipcia. Esta es la única información que tenemos
concerniente al historial de Agar. El periodo en la historia antigua de Egipto
conocida como el Reino Medio es el tiempo cuando Abram viajó por
primera vez a Egipto. El país había sido reunido bajo el liderazgo de una
familia de gobernantes de Tebes. El Reino Unido funcionaba bien y proveía
condiciones mejoradas de vida. Era un tiempo próspero para Egipto.
Cuando Abram llegó en el año aproximadamente 1900 AC, había
básicamente cuatro clases: la realeza y los nobles; artesanos y mercaderes;
obreros; y esclavos. El sistema de clases no era fijo. Existía la posibilidad de
un levantamiento del nivel más bajo de esclavo a un nivel más alto entre la
sociedad egipcia. De manera interesante, las mujeres tenían el derecho de
poseer propiedades y podían comprar y vender bienes. Debió haber habido
dentro del reino de posibilidades, entonces, para una joven esclava, como
Agar, la de ganarse su libertad y con trabajo duro convertirse en dueña de una
propiedad.
La lengua que hablaba Agar fue hablada en el antiguo Egipto, y era una
mezcla de Semítico y del Suroeste de Asia, los Bárbaros y los Cuchitas del
norte de África. Aunque esta es una lengua diferente a la que Abram y Sarai
hablaban, es probable que ellos pudieran comunicarse y que muchas de las
palabras fueran similares si no es que las mismas.
Los egipcios eran conocidos también como personas que amaban a su familia
y que tenían gran afecto por sus hijos. Había lazos cercanos y fuertes
compromisos entre los miembros de las familias. El ser separados de sus
propias familias , como lo fue Agar, pudo haber sido una dolorosa experiencia.
La siguiente cita da alguna intuición de lo que pudo haber sentido Agar.
El estar lejos de Egipto fue estar divorciado de la realidad. Ser egipcio
significa estar en Egipto, adorar dioses egipcios (que no tiene nada que ver
con el mundo de afuera), morir, y sobre todas las cosas, ser enterrado en
Egipto. ……. (Traducción de The New Encyclopedia Britannica . Egipto,
página 146)
El Faraón, a quién servía Agar, era un dios/rey de Egipto y en este punto en
la historia es creíble que haya sido Amenemhet I. Él fue el monarca supremo
en quien estaba vertido todo el poder, y él era la gran autoridad en Egipto.
Para el Faraón, una joven esclava era un pedazo de propiedad para disponer
de ella como él quisiera, y en el caso de Agar, él decidió dársela a los
extranjeros. En realidad, como lo entendió Agar, su dios la exilió en esclavitud
con los extranjeros. Con esta perspectiva del mundo, Agar, una joven esclava,
fue desarraigada de su país y destinada a vivir una existencia nómada con
Abram y Sarai. Probablemente Abraham pudo haber visto a Agar como una
propiedad recientemente adquirida; él apenas pudo haber estado consciente
de ella ya que era la responsabilidad de Sarai.
Los años pasaron y la vida, sin duda, se convirtió en rutina. Es un poco
posible que una buena relación existiera entre Sarai y Agar, pero aún si era
una relación cercana, debió haber habido una clara definición de los roles.
Esto se evidencia por el hecho de que Sarai, aún estéril, le ofrece a Abram a
Agar para que sea la madre sustituta del hijo que ella deseaba. En ninguna
parte es mencionado, o incluso levemente, que Agar fuera consultada o fuera
parte de esta decisión.
Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez
años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a
Abram su marido. (Génesis 16:3)
Este versículo sugiere que Agar fue dada en posición de una esposa menor.
Sin embargo, en un versículo posterior, Abram se refiere a ella como la
criada de Sarai, sigue como una posesión, no como un miembro de la familia.
Como posesión, ella fue dada a Abram con el propósito de procrear. El
cuerpo de Agar sería usado para concebir y cargar el hijo que Sarai
desesperadamente quería.
Uno puede imaginar fácilmente que Agar se pudo sentir explotada, tal vez
traicionada, después de años de fiel servicio para ser usada de esa forma. Lo
más probable es que Agar era muy joven cuando fue dada a Sarai, es dudoso
que una mujer madura fuera dada como criada y por lo tanto desarraigada de
su hogar. Una criada tendría contacto íntimo con su ama. Es posible que Sarai
y Agar se relacionaran una con la otra de manera similar a una madre e hija.
Agar pudo haber satisfecho los deseos maternales de Sarai. Cuando Agar
creció y se convirtió en una joven mujer ella no pudo seguir satisfaciendo
esas necesidades. Sarai estaba aparentemente desesperada por un hijo y
decidió usar a Agar para satisfacer esta necesidad. Cualquiera que fuera la
relación de Sarai y Agar, el hecho se mantiene, el de que para una joven
mujer, ser dada a un hombre viejo para propósitos sexuales pudo haber sido
una experiencia increíblemente dolorosa.
Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido,
miraba con desprecio a su señora. (Génesis 16:4 Reina–Valera)
Agar estaba cargando dentro de su matriz un bebé del cual nunca hubiera
podido ser la madre. La costumbre de sustituir la maternidad era que la media
esposa acompañada por la pretendida madre (en este caso Sarai), ella estaría
presente en el momento del parto. La media esposa recibiría al mundo al niño
y lo pondría en brazos de la mujer que sería conocida por él como su madre.
Pueden imaginar cargar a un niño el cual sienten moverse dentro de ustedes
por meses, un extraño durmiente que sólo ustedes conocen, y saber que
ustedes nunca pueden reclamar esa preciada vida; conscientes en cada
momento de que los brazos de otra mujer serán los primeros en cargarlo.
Añadan a esto la traición que Agar sintió por ser usada de esta manera, y
entonces es fácil entender por qué Sarai fue despreciada por Agar.
Agar estaba experimentando una tremenda pena. La pena no era algo nuevo
para ella; ella ya había experimentado la pérdida de su familia y de su país.
Pero ahora su propio hijo sería la posesión de otra. ¿Cómo podía ella resistir
esto? Agar era una herida, solitaria, confundida mujer joven. La manera en
que ella escogió administrar su dolor fue a través de la rebelión. Su rebelión
fue directa hacia su ama Sarai. Sarai, ya incapaz de arreglárselas con la
dificultad, exclamó en llanto a Abram.
Y respondió Abraham a Sarai: he aquí, tu sierva está en tu mano; haz con
ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su
presencia. (Génesis 16:6 Reina–Valera)
Agar, una don nadie, una posesión, pasaba por los caprichos de sus dueños:
primero por el Faraón quien la exilió de la tierra de su nacimiento. Después,
por Sarai quien la dio a Abram para el propósito de procrear; y finalmente por
Abram quien la regresó a Sarai para que hiciera con ella lo que quisiera. Al
final el peso de todo es más de lo que puede soportar, y Agar huye; otra
manera común usada para lidiar con el dolor.
¿Cómo pudo percibir Agar el Dios a quien servía Abram? ¿Qué imagen
reflejaba Abram? Agar pudo haber estado consciente de que Yahvé era
adorado de diferente manera que los dioses que ella adoraba en Egipto. El
Dios de Abram hablaba con él; Él le dio instrucciones y promesas para el
futuro. De allí Agar conjeturó que Él era un Dios personal para Abram. Agar
también pudo haber sido testigo de la victoria de Abram en la batalla cuando
él fue a rescatar a Lot. De allí ella pudo haber percibido que el Dios Viviente
de Abram era poderoso. Pero ¿ la imagen del Dios de Abram fue reflejada a
Agar de semejante manera que ella pudo haber creído que Él se preocupaba
por ella?
Evidentemente no, porque ella no clamó a Dios, ella huyó y el ángel del
Señor la buscó.
Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú y a dónde vas? Y ella
respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. (Génesis 16:8 Reina–
Valera)
En primera instancia, el Señor identifica a Agar como la criada de Sarai. La
realidad de sus circunstancias, y su responsabilidad en ellas, fueron
claramente dirigidas. Frecuentemente queremos sacar a las personas heridas,
aquellas a quien amamos, de sus dolorosas circunstancias para aliviarlas de
sus responsabilidades. Esto es especialmente cierto cuando hay una gran
injusticia. Aún así, en este caso, el Señor nos presenta un ejemplo el cual es
una contradicción a nuestras respuestas emocionales de “corazón blando”.
En segunda instancia, Él hace una pregunta la cual Él obviamente conoce la
respuesta. Esto le da a Agar la oportunidad de exclamar las cosas que había
en su corazón. Le dio la oportunidad de expresar su pena, y tal vez, por
primera vez en su vida, alguien se preocuparía lo suficiente para escucharla.
A menudo no permitimos a las personas heridas que lloren. Nos apresuramos
a darles consejos y citando escrituras que su pena evita que escuchen. Hay
una vieja expresión que creo se aplica aquí; “a las personas no les importa
cuánto sabes, hasta que ellos saben cuánto importas”. Permitir a otros que
expresen sus penas les manda un mensaje de que alguien se preocupa lo
suficiente como para escuchar. Agar responde la pregunta “…Huyo de
delante de Sarai mi señora…” Ella probablemente estaba llorando su
desdicha y el Señor, sin duda, le permitió hacer eso. “Y le dijo el ángel de
Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano” (Génesis 16:9
Reina–Valera).
¿Pueden imaginar cómo esas palabras perforaron el corazón de Agar? El
Señor le ordenó aceptar cual fuera su responsabilidad en sus circunstancias.
Fueron palabras duras, pero el Señor no lo evitó. Él habló la verdad con
amor, porque era por su bien.
Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia,
que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además le dijo el ángel
de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su
nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero;
su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos
sus hermanos habitará. (Génesis 16:10-12 Reina–Valera)
Siguiendo con las palabras duras, el Señor le da a Agar Su promesa para el
futuro. La primera promesa es que ella va a tener muchos descendientes.
Piensen en esto por un minuto. Agar está embarazada con su primer hijo el
cual ella no había pedido; piensen en lo confortable que esas palabras
debieron ser para ella en esas circunstancias imposibles. La segunda promesa
debió haber sido totalmente impresionante; ¡el hijo que estaba en su vientre
era un niño! Esto fue antes del moderno equipo que tenemos en nuestros días
para determinar el sexo de un niño nonato. Y por encima de todo; su nombre
sería Ismael, porque el Señor había escuchado su aflicción. Qué palabras de
consuelo para la herida criada de Sarai.
El Señor también le dice a Agar que su hijo vivirá un estilo de vida nómada,
que prosperará, y que vivirá en las fronteras de todos sus parientes. Dadas
estas promesas, Agar supo que las duras circunstancias del presente
cambiarían algún día. “Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella
hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que
me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está
entre Cades y Bered” (Génesis 16:13-14 Reina–Valera).
Este es el testimonio de Agar; “Tú, oh Señor, eres un Dios que me ve y que
se preocupa por mí” Ella nombró al pozo Beerlahairio, que significa el
Viviente-que-me-ve . ¡Aleluya! Qué testimonio. Cómo vio Dios a Agar; como
una hija Suya. Como una hija herida a la cual Él amaba y la cual cuidaba. La
evidencia más obvia de esto se encuentra en el siguiente versículo (15): “Y
Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio
Agar, Ismael” (Génesis 16:15 Reina–Valera).
El Señor le demuestra a Agar que Él es un Dios de promesa y un Dios que
cumple Su promesa. No es sólo la promesa de un hijo cumplida, también
Abram nombró a su hijo Ismael. ¿Cómo creen que él escogió ese nombre?
Abram no estaba junto al pozo cuando el Señor habló con ella. Agar, como
una criada, no tenía derecho sobre el niño que parió, y ciertamente no tenía el
derecho de darle un nombre. La escritura claramente manifiesta que Abram
nombró a su hijo Ismael.
Evidentemente el Señor tuvo una conversación con Abram. Tal vez la
oportunidad de esa conversación se dio mientras Agar estaba junto al pozo
llorando. Tal vez durante el momento de más profunda desesperación de
Agar, Dios estaba preparando un camino para ella (facilitándole las cosas en
los momentos difíciles) para “volver a su señora y ponerse sumisa”. Una cosa
es cierta, el Señor le hizo claro a Abram de que Él era un Dios que escuchaba
el llanto de los afligidos, y que actuaba para su beneficio. Y Abram nombró a
su hijo Ismael.
Abram, Sarai y el Faraón tal vez vieron en Agar como una posesión para ser
usada de acuerdo a sus antojos, a una don nadie. Pero el Dios Viviente, quien
lo ve todo, lo sabe todo, y ama a todos, se preocupó por Agar. En Su amor, la
buscó en su desesperación. Cuando la vida se tornó en algo más de lo que ella
podía soportar, Él le dio una promesa de esperanza para su futuro. Cuando el
mensaje de rechazo se había hecho tan fuerte que creyó que ella no valía
nada, Él le aseguró que ella era amada por el Dios que ve. Cuando Agar llegó
al final de sus recursos y capacidades para solucionar sus problemas, Dios
demostró que Él estaba al tanto de lo que estaba pasando en su vida. Él
entendía su adversidad y se ocupó de ella.

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SARAI
Sarai siguió a su esposo desde la metrópoli que ella conocía como hogar y
atravesó con Abram Canaán hacia Egipto y de regreso. Ella era una mujer de
increíble belleza, pero era una mujer que nació con la pena de ser estéril; no
podía concebir un niño. Su esposo había recibido las promesas de Dios de
que ellos tendrían descendientes, pero ella se había dado por vencida ante
esas promesas, y se tornó a la práctica de una madre sustituta para tener un
hijo.
Los años pasaron, Ismael se había convertido en un hombre joven, cuando
tres ángeles visitaron a Abraham (Dios había cambiado los nombres de los
dos Abram y Sarai). Durante el curso de su visita los ángeles le dijeron a
Abraham “…he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo… y Sara escucho y se
rió dentro de ellaz” (Génesis 18:9-12). Sara pasaba de la edad para la
concepción y le pareció una profecía divertida. El Señor le hace una pregunta
a Abraham: “… ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?” Y reiteró Su promesa
de que Sara pariría un hijo: que fue exactamente lo que pasó cuando nació
Isaac.
Hasta que Isaac nació, Ismael pudo haber sido el centro de atención. Agar
pudo haberlo amamantado hasta los tres años, cuando él fue destetado, pero
Sara pudo haber sido la autoridad maternal en su vida. Sara había esperado
años para cargar un bebé en sus brazos y es seguro que ella malcrió a Ismael.
Isaac, un bebé que de hecho ella había cargado en su vientre y dado a luz, se
convirtió en el centro de atención. Ismael se redujo a la posición de hijo de la
sirvienta, “…Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia…” (Génesis 21:9).
Ismael ya era un adolescente cuando Isaac nació, y su lugar en el corazón de
Abraham y de Sara había sido irreversiblemente cambiado. Sin duda él estaba
herido y confundido, y se expresó molestando a Isaac el cual sin duda lo
resintió “…Y vio Sara que el hijo de Agar…el cual ésta le había dado a luz a
Abraham, se burlaba. Por lo tanto dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su
hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo”
(Génesis 21:9-10). Qué doloroso golpe para Ismael y para Agar. La dureza de
las palabras de Sara puede sentir aún.

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AGAR E ISMAEL
Agar se encontró una vez más dentro de una situación desesperada vagando
en el desierto, esta vez no había retorno; había sido echada. Cuando se acabó
el pan y el agua que Abraham les había dado, ella asumió que iban a morir.
Fue entonces cuando “…el muchacho alzó su voz y lloró…” (Génesis 21:16).
“Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el
cielo…” Es interesante que Agar llorara, pero Dios escuchó la voz de Ismael.
¿Ismael había aprendido a orar de su padre?
Otra vez, vemos al Señor haciendo una pregunta “… ¿Qué tienes Agar?”
Después una voz de ánimo “…No temas…Dios ha oído la voz del
muchacho…Levántate…yo haré de él una gran nación…” (Génesis 21:17-
18). El Señor confirma la promesa que le había dado a ella cuando Ismael
todavía estaba en su vientre como en otro momento de su vida cuando ella
estaba desesperada.
“Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua…” (Génesis
21:19). Evidentemente Agar estaba muy cerca de un suministro de agua, pero
no lo podía ver porque sus ojos estaban enfocados en sus circunstancias.
Tuvo que haber oraciones intercesoras de otro (Ismael), porque ella estaba
perdida en su desesperación.
El nombre de Agar significa fuga . Una de las formas que ella escogió para
enfrentarse con su dolor fue la de huir. Otra forma, como lo vimos antes, fue
la de usar la rebelión como modo de lidiar con la angustia que estaba
experimentando. Fuga (huir), enojo y rebelión; estas son formas comunes que
los hombres escogen para lidiar con su dolor, pero no son efectivas. No traen
alivio. De hecho, sólo causan más dolor.
A principios de los 70 yo pasé por un doloroso proceso de divorcio. Estaba
sola con cuatro niños, y sin suficiente dinero. Mi salud era mala y no tenía la
fuerza para cuidar de mis hijos quienes dos de ellos tenían menos de dos años
en ese tiempo. No tenía a nadie a quién pedirle ayuda. En mi dolor y mi
miedo, usé las drogas como un escape. Como Agar, yo estaba escapando.
Durante mis años de fuga el Señor trajo a mi vida a creyentes quienes
compartieron conmigo, y quienes, estoy segura, oraron por mí. Finalmente
acepté al Señor, y Él me sano este terrible dolor. Fue un proceso de
transformación que tomó muchos años. Él pacientemente trabajó Su amor a
través de mis mecanismos y me dio la revelación de lo que yo era en Él.
Muchas mujeres de hoy se pueden identificar con Agar. Sus circunstancias
son duras y no hay nadie con quien ellas puedan compartir su carga. El
comportamiento y las actitudes de otros han enviado el mensaje de que ellas
son unas “don nadie”, y que nadie se preocupa por ellas. Ellas necesitan
intercesores, y alguien que las guíe al Señor, el verdadero y viviente Dios: el
Único que puede darles a sus vidas un propósito y traerles completa cura.

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SU IMAGEN
Abraham reflejó la imagen del Señor de acuerdo al nivel de revelación que él
tenía en ese momento. Abraham sabía que Dios estaba relacionado en su vida
personal, pero obviamente no entendía que Dios estaba preocupado por otros,
incluso por una sirvienta egipcia. Abraham reflejaba la imagen de un Dios
que solo cuidaba por Sus elegidos. Era una imágen distorsionada.
El Señor, sin embargo, destrozó esa imagen distorsionada al responder a las
necesidades de Agar y al buscarla. Agar estaba en el nivel más bajo de la
sociedad en su mundo. Ella había sido pasada de una persona a otra: usada y
abusada. Ella no conocía a Dios. Su único conocimiento del único y
verdadero Dios fue a través de la imagen que reflejaba Abraham, y esa
imagen estaba distorsionada. Sin embargo, en su periodo de necesidad, el
Señor la encontró y ministró Su amor a su herido corazón.
El Señor la buscó en el desierto cuando ella se rebeló y huyó de Sarai y de
sus responsabilidades. Él le hizo preguntas para darle una oportunidad de
compartir el dolor que estaba experimentando, y para ayudarla a que se diera
cuenta de que al huir se había puesto en una situación peligrosa (al
preguntarle a dónde iría). Hemos visto que el Señor hizo esto con Adán, Eva
y Caín. Él está desencadenando sus esfuerzos para alcanzar al hombre rebelde
y acercarlo a Él. El Señor entonces le ordenó que aceptara la realidad de su
situación, y le dio una promesa de esperanza para ayudarla a resistir la pena
de regresar.
De nuevo, en el desierto en una situación desesperada, el Señor llamó a Agar
haciéndole preguntas que la abrirían y le darían la oportunidad de compartir.
Una vez más, el Señor le da palabras de aliento y una promesa que mantiene
la esperanza para el futuro.
En la vida de Agar, vemos a Dios como un defensor de los más indefensos,
como protector de los vulnerables, y como proveedor de las que no tienen
esposos. Su carácter no cambia, sin importar contra quién esté lidiando, o
cuáles sean las circunstancias. Como Él lo hizo con Adán y Eva, y Caín, el
Señor buscó a Agar. Ella respondió, pero Dios inició la comunicación. El
Señor implanta la verdad al hacerle preguntas. Él le pide que regrese a una
muy difícil circunstancia armada con una promesa para el futuro.
Mujeres solteras, y especialmente mamas solteras, son vulnerables y tienen
necesidad. El Señor desea ser su defensor y su proveedor. Ellas sólo
necesitan responderle cuando Él trate de buscarlas.
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APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Qué es lo que le han dicho las circunstancias presentes y
pasadas sobre su identidad?
2. Lea el Salmo 139:1-6 y Efesios 1:4.
3. ¿Quién dice la Palabra de Dios que es usted?
4. ¿Fue verdad la palabra de Dios para Agar? ¿Es verdad para
usted?
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea Génesis 21:8-10.
b. ¿Qué edad tenía Ismael en ese momento?
[Para encontrar la respuesta reste la edad de
Abraham cuando Ismael nació de la edad de
Abraham cuando Isaac nació y añada tres que es la
edad del destete.]
2. ¿Este comportamiento puede ser descrito como el de un adolescente
rebelde?
3. a. Lea Génesis 21:11-13.
b. ¿Por qué estaba Abraham afligido y qué promesa le dio Dios?
4. ¿Qué está enlistado como la pensión de Agar en Génesis 21:14?
5. a. Lea Génesis 21:15-17.
b. ¿Qué hizo Agar cuando se le acabaron sus recursos?
6. a. Lea Génesis 21:18.
b. ¿Era necesario para Agar actuar en contra de la palabra de
Dios?
7. a. ¿Cuántas veces ha dado Dios esta promesa?
b. ¿Dios cumplió su promesa en cuanto a Ismael?
LA FAMILIA DE ISAAC Y REBECA
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INTRODUCCIÓN
I saac y Rebeca conocían y confiaban en el Señor. Tenían el hábito de buscar
al Señor para cumplir los deseos de sus corazones. La siguiente escritura es
un ejemplo de esto:
Y oró Isaac a Jehová por su mujer que era estéril; Y lo aceptó Jehová, y
concibió Rebeca su mujer. …….
(Génesis 25:21)
También buscaron al Señor cuando les faltaba el entendimiento. Como es el
caso de Rebeca en el siguiente versículo:
Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y
fue a consultar a Jehová. (Génesis 25:22)
Su comunicación con el Señor no era unilateral. El Dios Viviente no sólo
satisfizo la petición para tener un hijo, sino que Él les dio respuestas a las
preguntas que les preocupaban sobre el futuro de sus niños.
Y les respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán
divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro
pueblo, y el mayor servirá al menor. (Génesis 25:23)
Dios le dijo a Rebeca que ella iba a tener mellizos, y que iban a ser muy
diferentes uno del otro. Hasta este punto no hay nada que cause alarma, pero
después Él declara que el hijo mayor servirá al menor. Esto era lo opuesto a
las costumbres de la época. Estaba en contra de todo lo que probablemente
Rebeca había atestiguado en su vida.
Por un momento, consideremos el propósito de la profecía. La profecía nos
manifiesta que Dios existe más allá del tiempo, Él sabe lo que depara el
futuro. En la Biblia, la profecía ha sido dada para alentar, para advertir y para
reconfortar. La profecía por si misma no refleja necesariamente la voluntad
de Dios para ese propósito o situación. Refleja que Dios es conocedor y sabe
todo lo que depara el futuro.
¿Cuál fue la respuesta de Isaac y de Rebeca ante esta extraña profecía?
Continuemos leyendo el relato Bíblico.
Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su
vientre. Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y
llamaron su nombre Esaú. Después salió su hermano, trabada su mano al
calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de sesenta
años cuando ella los dio a luz. Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en
la caza, hombre de campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en
tiendas. Y amó Isaac a Esaú porque comía de su caza; mas Rebeca amaba
a Jacob. (Génesis 25:24-28)
Seguro, Rebeca tuvo gemelos, y en el momento del nacimiento, había una
señal de que el mayor sirviera al menor. Jacob, el usurpador se aferró al talón
de Esaú. Después del nacimiento de sus hijos, leemos que Isaac amó a Esaú y
Rebeca Amó a Jacob.
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ESAÚ
Al pasar los años, mientras las personalidades de Esaú y Jacob se
desarrollaban, Isaac y Rebeca escogieron a sus favoritos basados en sus
gustos e intereses personales. Rebeca, cuya vida giraba en torno al hogar,
prefirió a Jacob. Es posible que ella prefiriera a Jacob desde el nacimiento
debido a la profecía que recibió del Señor. Tal vez el tratamiento preferencial
ató a Jacob a sus lazos del delantal. Isaac, como sabemos, tenía un gusto por
la carne de venado y Esaú alimentaba su apetito.
En esta unidad familiar, Isaac era la mayor autoridad, pero en las etapas muy
tempranas de desarrollo, la personalidad fuerte en la vida de Esaú pudo haber
sido su madre Rebeca. El favoritismo que Rebeca mostró por Jacob pudo
haber sido muy doloroso para Esaú. Desde la infancia un niño desarrolla
formas de manejar la decepción, frustración y dolor (mecanismos de
defensa). Los modos en que Esaú decidió para lidiar con su decepción y dolor
se convirtió en una parte integral de su personalidad. Para cuando Esaú fue
apartado, su personalidad y sus formas de lidiar con el dolor se pudieron
haber establecido.
Las circunstancias de Esaú cambiaron cuando él se libró de una situación
donde él había conocido una medida de rechazo de la siempre presente figura
de autoridad (su madre), y entra a una relación con la mayor figura de
autoridad (su padre). Esaú como un hábil cazador es aceptado por Isaac.
¡Imaginen que emocionante debió haber sido para este herido jovencito
descubrir que algo que él hacía, algo sobre él, complacía a su padre!
El amor y la aceptación mostrada hacia Esaú por Isaac debieron haberse
sentido como una refrescante lluvia de verano. Sin dudarlo Esaú se baño en
ella bebiendo de la hace mucho solicitada atención.
Como un jovencito, Esaú manejó su dolor a manera del orgullo . Uno de los
síntomas de un corazón con orgullo es un demandante e impaciente
comportamiento.
Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a
Jacob: Te ruego que me des de comer de ese guiso rojo, pues estoy muy
cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió:
Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me
voy a morir; ¿Para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob:
Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y
bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
(Génesis 25:29-34)
Hay muchos puntos que deben hacerse aquí. Antes que nada, Esaú estaba
extremadamente hambriento y cansado cuando él llegó del campo. Piensen,
por un momento, cómo son cuando están cansados y tienen hambre (es un
pensamiento dolorosamente vergonzoso para mí). En momentos como este,
cuando una necesidad básica es lo suficientemente grande para causar
incomodidad, nuestra naturaleza humana puede dominar fácilmente y tomar
el control. Esaú probablemente había olido la comida que Jacob estaba
cocinando cuando regresó del campo. Él estaba cansado y hambriento y el
olor de la comida probablemente le hizo agua la boca. Él le pidió a su
hermano un poco de la comida que estaba cocinando. Jacob, tomando
completamente ventaja de la situación, le pidió a Esaú su primogenitura a
cambio de la comida. Esaú impacientemente reacciona con la declaración de
que está tan cansado que podría caer muerto, y su único pensamiento era la
comida.
Esta no era la única comida disponible para Esaú. Isaac era un hombre rico;
debió haber habido algo más por allí para que Esaú comiera. ¡Pero Esaú
quería lo que Jacobo estaba cocinando y nada más sería suficiente! Él podía
saborear mientras su boca se le hacía agua por el olor. Esaú era impaciente, y
su naturaleza demandante tenía el control. No había nada más importante en
ese momento. No era sólo por la comida; era el sabor de esa particular olla de
frijoles. Él era un hombre que vivía por la pasión del momento, un hombre
que demandaba que sus necesidades inmediatas se cubrieran sin importar el
costo. En este caso, él renunció a todo por un momento de placer.
La siguiente pista la tomamos de la naturaleza orgullosa de Esaú encontrada
en Génesis 26:34: “Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a
Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo.” ¡Esaú entró por
primera vez al matrimonió con dos esposas!
Habiendo visto la personalidad de Esaú, y las formas que él escogió para
lidiar con el dolor y la decepción, veamos ahora a lo que él renunció por un
momento de placer.
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PRIMOGENITURA
En tiempos patriarcales, el primogénito (que en este caso fue Esaú) sucedería
al padre como el cabeza de familia, y recibirían una doble porción de la
herencia. También funcionaban como el sacerdote de la familia para ofrecer
sacrificios, oraciones de intercesión, y para funciones religiosas en general.
Por lo tanto, como primogénito, se tenía la responsabilidad de guía espiritual
de la familia. Esta responsabilidad tenía mayor significado que la doble
porción de la herencia que se recibía. Como leímos en Génesis 25:35, Esaú
despreció su primogenitura.
La palabra hebrea traducida a despreció en este versículo es la palabra “baza”
y es también traducida a desdén . En el Webster´s New World Diccionary
encontramos como definición de“desdén”: desdén implica una alta
arrogancia hacia lo que se considera por debajo de su dignidad . “Así
menospreció Esaú su primogenitura” (Génesis 25:34). Es una persona
orgullosa aquella que considere su responsabilidad espiritual como algo por
debajo de su dignidad.

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LA BENDICIÓN
Era la costumbre de los hombres de Dios la de llamar a sus hijos ante ellos
cuando pensaban que el momento de su muerte estaba cerca. La bendición
que ellos daban estaba inspirada por Dios y era profética. Así fue en el
capítulo 27, en el versículo 4, Isaac ordena a Esaú hacerle carne sabrosa y
entonces lo bendeciría antes de morir. La anécdota que continúa sobre la
farsa que Rebeca y Jacob intentan para obtener la bendición pensada para
Esaú nos es familiar a todos. Por lo tanto, deberíamos tomar la narración en
el versículo 34 del capítulo 27.
Esaú había regresado de cazar y había preparado para su padre su carne
favorita. Cuando la trajo ante su padre para que Isaac lo bendijera, se enteró
de que su hermano ya la había recibido.
Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y
muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.
(Génesis 27:34)
Es posible para uno estar arrepentido por los resultados de un pecado y no
estar arrepentido por el pecado mismo. En otras palabras, no arrepentirse.
Creo que este es el caso de Esaú. La realidad de la situación le llegó de golpe,
y él estaba realmente conciente de su pérdida, pero su amargo llanto no va
más allá.
Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha
suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha
tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?
(Génesis 27:36)
La respuesta de Esaú fue la de poner toda la responsabilidad por la pérdida de
su primogenitura, la cual él despreció, en Jacob. No hay ni una seña de
remordimiento de parte de Esaú; su pena superaba su pérdida. De nuevo, en
el versículo 38, en llanto él le ruega a su padre una bendición. Isaac le dio a
Esaú una bendición, la cual no lo hizo más feliz. Esaú estaba totalmente
consumido por su pena. Una vez más él estaba hiriendo, viviendo el
momento y demandando. Esta vez Esaú pretendió ponerse agresivo para
lidiar con su dolor, él planeó en su corazón matar a su hermano Jacob.

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LA BENDICIÓN SIN LA RESPONSABILIDAD
Esaú quería la bendición del primogénito sin la responsabilidad que traía
consigo. En este punto en el desarrollo de Esaú, él era un orgulloso,
egocéntrico hombre que vivía el momento. Todavía no había aprendido a
aceptar la responsabilidad de sus decisiones con libre albedrío. Era un
hombre que solamente buscaba la bendición que creía que era suya.
¿En dónde estaba el Señor en todo esto? El versículo en Romanos, el cual
manifiesta que Dios amó a Jacob y odió a Esaú siempre me ha molestado. De
hecho, esto fue lo que me llevó a este estudio. Romanos 9:13 es una
referencia a Malaquías 1:2-3. La Biblia Amplificada proporciona el versículo
3 de la siguiente manera:
Pero (en comparación con el grado de amor que tengo por Jacob) Yo odié
a Esaú. (Malaquías 1:2-3)
El Señor está declarando aquí que Él odia a alguien. En un esfuerzo por
entender esto, busqué en otras escrituras que expresaran lo mismo.
Proverbios 6:16 dice: “Seis cosas aborrece Jehová… versículo 17…los ojos
altivos…” Los versículos siguientes enlistan siete cosas que odia el Señor. El
orgullo encabeza la lista. Hebreos 12:15 y 17 también mencionan a Esaú. En
el versículo 15, se nos dice que estemos en guardia para que no permitamos
que una raíz de amargura evite que recibamos la gracia de Dios. Más
explicación continúa en el versículo 16: para que no seamos culpables de
vicio sexual o nos convirtamos en “sacrílegos como Esaú”.

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UN CAMBIO EN EL CORAZÓN
Por primera vez Esaú parece considerar el bienestar de alguien más que no
sea él mismo, como se mencionó anteriormente él tomó a dos esposas de los
Hititas, lo cual fue un disgusto para Isaac y Rebeca. En el capítulo 28,
versículos 8-9, se nos dice que Esaú tomó otra esposa. “Vio asimismo Esaú
que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre; y se fue Esaú a Ismael,
y tomó para sí por mujer a Malta, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana
de Nebaiot, además de sus otras mujeres” (Génesis 28:8-9).
Parecía que Esaú consideró a alguien más además de sí mismo cuando tomó
otra esposa. Él estaba dándose cuanta de las necesidades de otros, y fue
sensible con su padre. Esta es la única señal que tenemos de algún cambio de
actitud que haya sucedido.

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JACOB
Jacob era un hombre apacible que se la pasaba en la tienda con Rebeca. A él
evidentemente le gustaba cocinar; y parece ser que era muy bueno en ello
porque Esaú estaba dispuesto a pagar tan alto precio por un tazón de frijoles
de Jacob. Jacob también era astuto y manipulador. Tenía la habilidad de
explotar las debilidades de los demás y lo hizo cuando la oportunidad se le
presentó con su hermano. (Ver Génesis 25:27-34, 27:5-42).
Rebeca tenía una fuerte influencia sobre Jacob, tanta que él estaba dispuesto a
seguir su juego para obtener para él lo que Dios le había prometido. Ni
Rebeca ni Jacob confiaban en el Señor. Ellos dependían de su propio
entendimiento y engañaron a Isaac. Una vez más, cuando Esaú amenazaba
con matar a Jacob, Rebeca intervino y envió a Jacob con su hermano en
Harán. Pero no tomaron al Señor por sorpresa. Él sabía lo que se proponían, y
Él lo permitió porque sabía que al final todo sería por el bien de Esaú y
Jacob.

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RECONCILIACIÓN
Muchos años habían pasado desde que Esaú planeó asesinar a su hermano
Jacob. A través de la intervención de Rebeca, Jacob pudo escapar de la
amenaza de Esaú. Jacob había prosperado y regresaba con su familia. Esaú
escuchó sobre su regreso y salió a encontrarse con él. La reunión fue
increíble. “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su
cuello, y le besó; y lloraron” (Génesis 33:4). Qué emoción la de Esaú al ver a
su hermano gemelo (del cual había sido responsable por su exilio) regresar a
casa. “Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he
encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. Y
dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo”
(Génesis 33:8-9).
Qué actitud tan diferente la de Esaú en esta reunión, pero no termina aquí. En
el versículo 15 Esaú le ofrece a Jacob ayuda. De hecho, estos hermanos,
quienes alguna vez querían obtener lo que el otro tenía, no estaban tratando
de despojarse entre ellos. La reconciliación debió haber sido completa
porque en Génesis 35:29, se nos dice que Isaac muere, y sus hijos Esaú y
Jacob lo sepultan. Después, en Génesis 36:6-8, Esaú de manera voluntaria se
muda al Monte Seir porque, “los bienes de ellos eran muchos; y no podían
habitar juntos, ni la tierra donde moraban los podía sostener a causa de sus
ganados. Y Esaú habitó en el monte de Seir. Esaú es Edom (Edom era el
padre de los Edomitas)” (Génesis 36:7-9).
En conclusión, vemos a Esaú decidir tomar una resolución en lugar de
empujar a su hermano a tomarla. Esaú ciertamente experimentó un cambio en
el corazón y no sólo al reunirse con su hermano, sino también al cooperar con
él en el entierro de su padre y al mudarse a otra área cuando la tierra en la que
estaban no los podía mantener a ambos. Parece un final feliz. Y lo pudo haber
sido para estos dos hermanos. Pero ese no es el final de esta historia, por lo
que veremos, los hijos de Esaú retoman la ofensa de su padre.

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EL LEGADO
Cientos de años pasaron, Jacob y todos sus hijos fueron hacia Egipto, pasaron
cuatrocientos años de esclavitud egipcia, y Moisés fue elevado a libertador.
El Señor extrañamente dejó a los hijos de Israel salir de Egipto y atravesar el
Mar Rojo. Ellos llegaron a la frontera de los hijos de Esaú, los Edomitas.
Moisés envió a un mensajero con el rey de Edom, “Así dice Israel tu
hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido” (Números 20:14).
Moisés continuó diciendo a través del mensaje todo lo que había pasado
desde que ellos llegaron a Egipto. En Números 20:17, él imploró permiso
para atravesar su país, prometiendo no beber de su agua y no salirse del
camino. “Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré
contra ti armado” (Números 20:18). Moisés rogó de nuevo declarando esta
vez, que si sus ganados bebieran de su agua ellos pagarían por ella. Edom de
nuevo se rehúsa a dejarlos pasar. “Y salió Edos contra él con mucho pueblo,
y mano fuerte” (Números 20:20).
Es muy triste que un hermano se rehúse a ayudar a otro en momentos de
necesidad. Cuando leo esto, siento el dolor y la decepción de Moisés y los
hijos de Israel. Pero lo más importante es que el Señor lo presenció. En el
libro de Abdías, el juicio del Señor sobre Edom está registrado. Es interesante
que mientras la profecía contra Edom comienza, el primer asunto que brota se
refiere al orgullo. “La soberbia de tu corazón te ha engañado, por la injuria a
tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza” (Abdías 3-10). La profecía continúa
describiendo el mal hecho por Edom a los hijos de Jacob.
Cuando hubo una reconciliación entre Esaú y Jacob, la raíz de la amargura
había sido pasada. Eso impidió a los Edomitas recibir la gracia de Dios. La
Biblia nos dice en Éxodo 20:5 que los pecados de los padres fueron pasados.
Este es un perfecto ejemplo de ello.
Isaac y Rebeca sembraron la discordia entre los hermanos (listado en
Proverbios 6:19 como lo que el Señor odia) cuando ellos mostraron
favoritismo entre sus hijos. Había enemistad entre Jacob y Esaú durante su
infancia y durante muchos años en sus vidas adultas. Esa enemistad y el
orgullo de Esaú fueron pasadas a través de las siguientes generaciones.

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CONCLUSIÓN
Todos nosotros hemos experimentado ofensa de un hermano: alguien a quien
amamos es herido por otro y él o ella nos hiere a nosotros. Conforme pasa el
tiempo nuestro ser amado se reconcilia con la persona que lo hirió, todo está
perdonado. Ellos continúan con la relación, pero nosotros albergamos
amargura. A los terceros les es difícil perdonar. ¿Por qué? Creo que es porque
no renunciamos inmediatamente a la herida. No recibimos el toque sanador
del Señor; nos aferramos a las penas de alguien más. Por alguna razón la
herida de la tercera persona puede ser más dolorosa; la amargura se aferra
rápidamente y nos impide obtener la gracia que necesitamos para poder
perdonar. Tal vez es porque el resentimiento que sentimos es de segunda
mano y su poder es engañoso. Los hijos de Edom obviamente tomaron como
suya la ofensa de su hermano.
La vida de Esaú se nos presenta con mucho que tenemos que aprender como
padres, como los ofendidos, o como amigos del ofendido. Como un padre,
¿Has sido culpable de mostrar favoritismo? Algunas veces un hijo muestra
más intereses en común con un padre que el otro hijo. En situaciones como
esta, el padre puede inadvertidamente alabar a un hijo más que a los otros, o
puede pasar más tiempo con él. Esto tiene el potencial de ser doloroso para el
hijo menos favorecido . Ellos pueden interpretar esto como un rechazo y
sufrirlo sin que los padres se den cuenta.
O posiblemente ustedes son de esos que cargan la herida de otro, sosteniendo
rencor contra alguien que hirió a uno de sus seres queridos. La única manera
de lidiar con esto es pidiéndole a Dios la gracia para permitirse perdonar. No
lo dejen en sus corazones hasta pasar la amargura a sus hijos.

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SU IMAGEN
Isaac y rebeca sembraron las semillas de la competencia y el descontento al
mostrar favoritismo a sus hijos. La autoridad mayor en la vida de los niños
son sus padres. Su perspectiva de la autoridad mayor en el universo está
desarrollada a través de su relación con sus padres. La distorsionada imagen
de Dios que fue reflejada en la vida de Esaú y Jacob fue del que tiene
favoritos . Rebeca favorecía a Jacob como el elegido; ella tomó la Palabra del
Señor (la profecía del mayor sirviendo al menor) y manipuló las
circunstancias para hacer que sucediera. Isaac amaba a Esaú porque él tenía
habilidades para la caza y evidentemente intentó ignorar la Palabra del Señor
y le dio la bendición a Esaú.
Esta imagen distorsionada de Dios fue transmitida a través de las
generaciones de Esaú, como lo hemos visto. Los padres de hoy en día
continúan transmitiendo la imagen distorsionada al tener favoritos o al
manipular todo para que pase lo que ellos perciben como la voluntad de Dios.
Pero nuestro Señor puede redimir lo que las langostas se han comido.
Mientras los padres observemos el carácter de Dios y cedamos ante el
Espíritu Santo en nuestras vidas, ¡Él nos transformará a Su imagen!
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APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Alguna vez han sido víctimas o perpetradores del favoritismo ?
¿Cuáles fueron las circunstancias y cuál ha sido el efecto más
duradero?
2. ¿Hay alguna área de su vida donde ha querido la bendición de
Dios sin la responsabilidad?
3. ¿Qué respuesta correcta puede tener hoy que pueda tener un
efecto en las consecuencias de semejante decisión equivocada?
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea Génesis 25:21-23.
b. ¿Cuál fue la reacción de Rebeca ante su dificultad para
embarazarse?
c. ¿Cuál fue la palabra del Señor acerca de la preocupación por sus
hijos?
d. ¿Había alguna manera en los tiempos de Rebeca para saber si una
mujer estaba cargando gemelos?
2. a. Lea Génesis 27:1-40; 41 y 28:5.
b. De este relato de las escrituras sobre la intervención de Rebeca en
el engaño de
Jacobo hacia su padre, ¿Diría que Rebeca confiaba en que Dios
cumpliría Su palabra?
c. ¿Cómo logró Rebeca enviar a Jacob hacia Harán con la bendición
de Isaac?
d. ¿Cómo describiría el carácter de Rebeca?
3. a. Lea Génesis 28:10-22.
b. ¿Qué le dio Dios a Jacob?
c. ¿Qué intuición de las respuestas del corazón de Jacob a sus
presentes circunstancias percibe del versículo 21?
d. ¿Usted cree que Jacob amaba a su padre?
4. a. Lea Génesis 29:5-30.
b. ¿Por qué cree que Labán engañó a Jacob al darle a Lea (la hija
mayor) como esposa?
5. a. Lea Génesis 29:31; 30:24)
b. ¿Jacob mostró favoritismo entre sus esposas?
c. ¿Cuál fue el fruto de ese favoritismo?
6. a. Lea Génesis 25:34, 27:38 y Salmos 10:4.
b. ¿Cuál era el entendimiento de Esaú de lo que había dado a Jacob a
cambio de una comida?
c. ¿Cuál fue el entendimiento de Esaú acerca del engaño que había
sufrido por Jacob?
7. ¿De qué estaba preocupado Esaú?
DINA Y LOS HIJOS DE JACOB
Génesis capítulo 34

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INTRODUCCIÓN
E n el capítulo anterior consideramos el favoritismo con el que Jacob creció,
y observamos brevemente el desarrollo de su carácter. Para el propósito de
este estudio, observaremos su vida en Harán, su estancia temporal en Siquem,
y las circunstancias que rodeaban a Jacob y a su familia que los hicieron
mudarse de Siquem.
Jacob fue enviado a Padan-aram a vivir con su abuelo materno y a que
tomara una esposa de las hijas de su tío. Isaac lo envió con una bendición de
que él sería un asambleísta para la gente, y de que él recibiría la bendición de
Abraham para él y para su descendencia (Génesis 28:1-5). En el camino, el
Señor se le apareció en un sueño y le confirmó que Jacob recibiría la
bendición que Isaac le había dado, y además le aseguró que él regresaría a la
tierra de Canaán.
En Harán Jacob se encontró bajo la misericordia de su tío Labán, un hombre
que era más astuto que Jacob. Labán engaño a Jacob al casarlo con su hija
mayor Lea después de que él había trabajado durante siete años por Raquel.
Entonces él tuvo que trabajar otros siete años por Raquel. El Señor bendijo a
Lea con hijos, y después de muchos años, Raquel dio a luz a José y a
Benjamín.
La familia de Jacob estaba dominada por la competencia y el engaño. Lea y
Raquel intrigaban y competían por el amor y la atención de Jacob. Jacob
prefería a los niños que fueron concebidos por Raquel, que a la larga
complicaron la dinámica de la familia. Jacob estaba reflejando la imagen que
retuvo de su infancia: la imagen de un padre que prefería a un hijo sobre otro.
A su debido tiempo, el Señor permitió a Jacob regresar a Canaán. Era un
hombre muy rico con una familia grande. Ya vimos su reconciliación con
Esaú, pues ahora pongamos nuestra atención en el tiempo que pasó Jacob en
Siquem.
Dina fue el último hijo nacido de Jacob de su menos favorita esposa, Lea.
Como una chica, es dudoso que ella tuviera una relación cercana con su
padre, pero parece que fue amada por sus dos hermanos mayores, Simeón y
Leví. Su profunda pena por la violación de Dina por Siquem consumía a
estos dos hermanos.
En este estudio, examinaremos el relato del abuso de Dina, y después
consideraremos la respuesta de su padre y la reacción de sus hermanos.
Finalmente, consideraremos la diferencia entre las relaciones de Dina,
Simeón y Leví con Jacob, y también la relación de José con Jacob.

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DINA
Dina fue la última hija de Jacob nacida de su esposa Lea. Como hija de Lea,
Dina nació en la rama menos favorecida de la familia. Como una chica que
crece en una sociedad patriarcal, es muy probable que el único contacto que
haya tenido con su padre haya sido a través de las tareas que estaban bajo su
responsabilidad. El ejemplo del matrimonio con el que Dina creció pudo
haber sido uno de conspiración y engaño al mirar a su madre y a su tía
Raquel competir por el tiempo y la atención de Jacob. Ella probablemente
estaba consciente del dolor de su madre y de la decepción por el matrimonio.
Mientras vivían en Siquem, Dina fue a visitar a una mujer del lugar. “Y la vio
Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y a tomó, y se acostó
con ella, y la deshonró” (Génesis 34:2).
Evidentemente Siquem no tenía miedo de sufrir las consecuencias de sus
acciones, desde que no hay indicadores de remordimiento en el relato
continuo. El registro manifiesta que “su alma se apegó a Dina…y habló al
corazón de ella” es muy probable que Dina estuviera llorando, y Siquem
estaba haciendo un esfuerzo por reconfortarla. Después él le pide a su padre
“…tómame por mujer a esta joven”. Siquem parece creer que no habrá
problemas con su padre para arreglar el matrimonio.
¿Esta fue la primera vez que Dina fue a visitar a la mujer? Probablemente no.
Jacob y su familia habían estado en el área lo suficiente como para comprar
tierra (Génesis 33:19) y para asentarse en ella, evidenciado por el hecho de
que le hombre de la familia estaba lejos de casa con el ganado (Génesis 35:5).
Parece dudoso de que ellos hubieran estado a tanta distancia de la mujer y los
niños a menos que ellos hubieran estado en un área lo bastante lejana para
sentirse seguros.
Probablemente, Dina había estado fuera muchas veces visitando a la mujer de
la tierra. Es posible que Siquem la hubiera estado observando. Tal vez ellos
incluso llegaron a hablar. Ellos ya se habían conocido sin duda, porque Jacob
compró la tierra de Hamor, el padre de Siquem. Esto está, también, dentro de
la posibilidad de que Hamor y Siquem hayan visitado a Jacob en su tienda y
que Dina les haya servido de comer. Si fue así, la primera vez que Siquem y
Dina se conocieron fue en la casa de Jacob. ¿Siquem se había sentido atraída
por ella desde entonces? ¿Él sentía el fuego del deseo por ella? Si asumimos
las respuestas a estas preguntas como un “sí”, también podemos asumir que
Siquem tenía la oportunidad de observar a Dina mientras ella iba y venía de
la casa de su padre.
¿Fue esta la violación de una inocente víctima o fue la relación entre dos
personas jóvenes que se les salió de las manos? No sabemos, pero como ya
lo hemos notado, Siquem trató de reconfortarla, y él parecía creer que podía
tomarla como esposa.

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JACOB MANTIENE LA PAZ
“Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus
hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen”
(Génesis 34:5). La reacción de Jacob fue interesante. Él no respondió con
justificada indignación en cuanto al hecho de que su hija había sido
profanada, sino que, reacciona con miedo porque sus hijos no estaban con él.
Él permanece en silencio en lugar de confrontar a Siquem. “Y se dirigió
Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él” (Génesis 34:6). La
propuesta de matrimonio fue hecha de padre a padre. Jacob le debió haber
dicho a Hamor que los hombres de la familia lo discutirían cuando regresaran
y llegarían a una decisión.
Cuando los hermanos escucharon lo que había pasado, hubo una reacción
inmediata. “Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se
entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel
acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho” (Génesis
34:7).
La respuesta inmediata de los hombres de la familia fue el dolor: su pequeña
hermana había sido violada, y esto hería a los hermanos mayores de Dina. La
reacción de los hermanos a su dolor fue el enojo.
“Y Hamor habló con ellos diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha
apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer” (Génesis 34:8).
Otra propuesta de matrimonio fue hecha, esta vez por el padre de Siquem a
los hermanos mayores de Dina. La propuesta de matrimonio estaba basada en
el amor que sentía Siquem por Dina. No hay indicaciones de que Hamor o de
que Siquem sintieran pena por la humillación de Dina. Su idea parecía ser,
porque Siquem la amaba y la quería como esposa, que estaba bien
mancillarla. ¡Sin importar que sus hermanos se encolerizaran!
Hamor continuó proponiendo que hubiera matrimonios con los hijos y las
hijas de Siquem. Su tercera propuesta se trataba de que ellos se quedaran allí
permanentemente; y esta cuarta y última propuesta, fue la de ofrecerles la
oportunidad de negociar y adquirir más tierra. Siquem después continúa con
una súplica por el favor y con la promesa de darles el precio que pidieran
(Génesis 34:9-11). De nuevo se puede ver, no hay señales de remordimiento.

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LOS HIJOS DE JACOB RESPONDEN
Jacob y su familia estaban en medio de una crisis familiar. Dina había sido
violada; su reacción fue de penar. En su pena, ella se alejó de su familia y se
quedó con Siquem (Génesis 34:26). Jacob reacciona con miedo; él entendió
lo volátil de la situación; y también estaba consciente de que eran forasteros
en la tierra de Siquem y que ellos no eran tantos como la gente del lugar. Los
hermanos mayores de Dina respondieron con dolor y reaccionaron con enojo.
¡Nadie en esta familia en crisis acudió al Dios Viviente! Ellos dependieron de
su propio entendimiento e inventaron un plan de acción.
“Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con
palabras engañosas, por cuanto habían amancillado a Dina su hermana. Y
les dijeron: No podemos hacer esto de dar a nuestra hermana a hombre
incircunciso, porque entre nosotros es abominación. Mas con esta
condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se
circuncide entre vosotros todo varón. Entonces os daremos vuestras hijas,
y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos
un pueblo. Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos
nuestra hija y nos iremos” (Génesis 34:13-17).
Hay muchos puntos que me gustaría mostrar en este pasaje de la escritura.
Primero, en el versículo 13, la implicación es que está bien mentir y engañar
porque se le había hecho un gran mal a la familia de Jacob. El pensamiento
que viene a la mente aquí es “mentir al mentiroso no hace una verdad”.
Nunca está bien mentir. Mentir es, de hecho, una indirecta desobediencia a la
Palabra del Señor.
Segundo, los hijos de Jacob usaron su religión en contra de Siquem. Ellos no
hacen la petición de que sus hombres sean circuncidados en respuesta al
mandato de Dios ni con el propósito de que tengan una relación con Dios.
Tristemente, los hijos de Jacob intentan usar este ritual religioso en contra de
los hombres de Siquem para ponerlos en una posición vulnerable. La razón
por la que lo intentaron con su religión en esta situación crítica no fue para
tener fuerza, sino para usarla como arma en contra del enemigo.
Tercero, ellos amenazaron a Siquem. Si él no obedece, ellos tomarán a Dina y
se irán. Hamor y su hijo, Siquem, estaban satisfechos con esta petición
razonable. Entonces ellos fueron al sitio del gobierno (el portón de la ciudad)
y presentaron esta petición a los hombres de la ciudad. Mientras que los
motivos de los hijos de Jacob de usar la religión eran para la venganza, los
motivos de Siquem al ser circuncidado era la de obtener una esposa,
conversión con el propósito del matrimonio. Los hombres de la ciudad
estaban motivados a la conversión porque tenía sentido para hacer buenos
negocios.
Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de la ciudad, y
hablaron a los varones de la ciudad diciendo: Estos varones son pacíficos
con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la
tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por
mujeres, y les daremos las nuestras. Mas con esta condición consentirán
estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se
circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados. Su
ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente
convengamos con ellos, y habitarán entre nosotros. (Génesis 34:20-23).
La conclusión del argumento de Hamor y Siquem para la circuncisión fue:
“Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros” En otras palabras:
sería muy bueno para los negocios. El motivo obvio aquí fue por razones
financieras de nuevo. Los hombres de la ciudad usarían este ritual religioso
para ayudarse en el mundo de los negocios. “Y circuncidaron a todo varón, a
cuantos salían por la puerta de la ciudad” (Génesis 34:24).
Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de
los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su
espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a
todo varón. Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y
tomaron a Dina d casa de Siquem, y se fueron. Y los hijos de Jacob
vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad,, por cuanto habían
amancillado a su hermana. Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo
que había en la ciudad y en el campo, y todos sus bienes; llevaron cautivos
todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.
(Génesis 34:25-29).
Simeón y Leví estaban consumidos por su enojo. Su furia los controlaba. No
estaban satisfechos al haber asesinado a todos los hombres de la ciudad;
regresaron a tomar todo su ganado, y todos los bienes de las casas; y aún no
satisfechos, ellos se llevaron a todas las mujeres y a los niños.

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LA RESPUESTA DE JACOB
Jacob ahora enfrentaba una nueva y aún más intensa crisis, y para su
desprestigio, de nuevo responde con miedo. “Entonces dijo Jacob a Simeón y
a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los oradores de esta
tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán
contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa” (Génesis 34:30).
En pocas palabras, lo que Jacob dijo fue:”¿Qué pensarán los vecinos?” Peor
que eso, “¿Qué harán?”Jacob era el líder espiritual de su familia. Su rol se
suponía ser el de un alto sacerdote para la familia. Su responsabilidad era la
de representar a Dios ante su familia, y presentarla ante Dios. La historia de
la estancia de Jacob en Siquem en una triste descripción de Jacob como
sacerdote y como padre. En las dos situaciones de crisis, Jacob estaba lleno
de miedo.
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CONCLUSIÓN
La chica, por la cual todo esto comenzó, probablemente pasó el resto de su
vida soltera en casa de sus hermanos. Dina sabía muy poco, si no es que
nada, sobre el buen amor, el amor tan grande que prefiere dar en vez de
tomar. Siquem obviamente sentía pasión por ella, pero no tenía que nada que
ver con el más alto bien, él sólo estaba dispuesto a tomar . Jacob, su padre y
protector, se quedó en silencio cuando ella más lo necesitaba. Sus hermanos,
dentro de su enojo y deseos de venganza, la sacaron de la casa de Siquem y la
sentenciaron a una vida de viudez. Ninguno de los que se relacionaban en su
vida fue el canal del amor de Dios hacia ella. Me entristece pensar que Dina
nunca conoció el amor del Dios Padre, porque no estaba reflejado por su
padre terrenal.
Este capítulo concluye con una cita de Simeón y Leví. “Pero ellos
respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como una ramera?”
(Génesis 34:31). Estos jóvenes lidiaron su dolor mediante el enojo. No habían
aprendido cómo entregar su pena a Dios. Ellos no tenían una relación con
Dios, ellos tenían una religión . Y en una situación crítica, la religión y el ritual
no penetrarán ni curarán las profundas heridas del espíritu, para eso se debe
tener una relación . José, el medio hermano de Simeón y Leví, tenía una
relación con Dios. En las situaciones críticas de su vida, él se aferró a esa
relación para tener fuerza y coraje. Él confiaba en que Dios le trajera la
justicia (Génesis 37:50).
Estos tres hombres eran hijos de Jacob. La diferencia era que José tenía una
relación con su padre. Jacob lo amaba, pasaba tiempo con él, y le daba
regalos especiales. José recibió de su padre el conocimiento de una relación
con el Dios viviente que venía de su propia experiencia con Jacob. Simeón y
Leví no tenían semejante relación con Jacob. Ellos recibieron de su padre una
religión con rituales religiosos. Qué diferente su entendimiento sobre Dios y
Sus maneras al entendimiento de José.
Antes de que muriera Jacob, reunió a sus hijos para profetizarlos. A
continuación tenemos la profecía para Simeón y Leví.
Simeón y Leví son hermanos; Armas de iniquidad sus armas. En su
consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque
en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros.
Maldito su furor que fue fiero; y su ira, que fue dura. Yo los apartaré en
Jacob, Y los esparciré en Israel. (Génesis 49:5-7).

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SU IMAGEN
En esta familia bíblica hemos observado, una vez más, el dolor al corazón
que trae el favoritismo. El fruto del favoritismo siempre es el enojo, la
competitividad y el dolor. Hemos visto crecer niños del mismo padre, en el
mismo hogar, pero recibiendo imágenes totalmente diferentes de quién es
Dios. Tristemente, una vez más vemos la imagen de Dios distorsionada.
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APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Alguna vez ha sentido que usted es el hijo menos favorecido de
Dios? Escriba la circunstancia, y su respuesta ante el incidente.
2. Pida al Señor que le de una revelación de verdad sobre ello.
3. En su tiempo de silencio con su Padre, pida que le dé
entendimiento de Su amor por usted.
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea Génesis 29:15-35.
b. Revise las preguntas de estudio 4 y 5 del capítulo de Esaú.
c. ¿Jacob amaba a Lea?
2. a. Lea Génesis 30:1-24.
b. ¿Cuál era el motivo que Lea y Raquel tenían para competir en la
concepción de los hijos?
3. ¿Cuál era la esperanza de Lea en esta relación?
4. a. ¿Los hijos de Lea estarían concientes de las circunstancias del
matrimonio de ella con su padre?
b. ¿Se habrán dado cuenta de que sus nacimientos fueron el resultado
de la desesperación de su madre por tener amor y aceptación?
5. a. El nombre de Dina significa “justicia”. ¿Por qué cree que Lea la
nombró “justicia”?
6. a. Lea Génesis 37:3.
b. ¿José estaba seguro del amor de su padre?
7. ¿Quién era la madre de José?
JEFTÉ
Jueces capítulo 10 y 11

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EL TIEMPO DE LOS JUECES
J efté vivió durante el tiempo de los jueces. Era un tiempo de gran
descomposición moral y de deserción religiosa en la nación de Israel. En
Jueces 10:6-16, leemos de las muchas veces en que los hijos de Israel habían
hecho el mal delante de los ojos del Señor al adorar a Baal y Asera, y los
dioses de Siria, Sidón, Moab y los Filisteos. Finalmente, por la gravedad de
su pecado, fueron vendidos a sus enemigos donde experimentaron mucha
opresión. Cuando ellos clamaron al Señor, Él los recordó del pasado cuando
Él los había ayudado y ellos Le pagaron respondieron sirviendo a dioses
extranjeros, “Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os
libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción” (Jueces 10:14). Los Israelitas
reconocieron su pecado (Jueces 10:15) y rogaron por piedad, y Dios una vez
más fue misericordioso. Los hijos de Israel quitaron a sus dioses extranjeros,
y el Señor tuvo compasión por ellos (Jueces 10:16).
En la conclusión de este capítulo, encontramos a los hijos de Amón
acampando en Galaad, y los hijos de Israel acampaban en Mizpa, cada grupo
preparado para la guerra. “Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el
uno al otro: ¿Quién comenzará la batalla con los hijos de Amón? Será
caudillo sobre todos los que habitan en Galaad” (Jueces 10:18). Veremos en
el capítulo 11 que los hijos de Israel van con Jefté y le piden que guíe al
equipo en la batalla contra los hijos de Amón. El escenario está preparado
para la entrada de Jefté.

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HISTORIAL FAMILIAR
El padre de Jefté era Galaad y su madre era una mujer ramera. El estigma de
ser hijo de una prostituta sin duda le causaba a Jefté experimentar con el
rechazo durante su vida. La escritura no da información en quién era su
madre prostituta, y la relación que ella tenía con el padre de Jefté. Sin
embargo, su padre se preocupó por él lo suficiente como para mantenerlo en
su casa y criarlo junto con sus hijos legítimos.
Las complicaciones surgieron cuando los hijos de Galaad, a través de su
esposa legal, crecieron y decidieron que ellos no compartirían su herencia con
el hijo de una prostituta.
Estos herederos legales pensaron que su herencia se encontraba amenazada,
pues es posible que los deseos de Galaad fueran que Jefté estuviera incluido
en la herencia. Los hijos de la esposa de Galaad rechazaron esta idea y
echaron a Jefté, haciéndole ver que él no heredaría en la casa del padre de
ellos .
Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron
con él hombres ociosos, los cuales salían con él. Aconteció andando el
tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel. (Jueces 11:3-
4)
La palabra hebrea, que es traducida a “huir” en el versículo 3 es “barach” y
significa huir de repente . Jefté tal vez tuvo más miedo de que sus hermanos le
hicieran un gran daño a que le quitaran su herencia. Es posible que él haya
sido amenazado por sus hermanos al crecer junto con ellos, y que cuando su
padre murió, Jefté temiera que se cumplirían esas amenazas.
Por ello, Jefté huye de sus hermanos a la tierra de Tob donde establece
relaciones con hombres “vanos” y que no valen la pena. Él se convierte en el
líder de esta banda de rebeldes y ellos sobrevivían al hacer asaltos periódicos
a las caravanas de mercancías. Estas hazañas se hicieron conocidas entre los
Israelitas en el norte y por ello fueron con Jefté cuando los amorreos
declararon la guerra.
Imaginen por un momento cómo debió haber sido la infancia para Jefté.
Todos los que eran significativos para su vida, con la posible excepción de su
padre, le enviaban una señal de rechazo. Él realmente no se sentía en su
lugar: tenía una mamá desconocida, y simplemente él no era aceptable. Su
madre biológica no estaba en casa para secar sus lágrimas, y podemos estar
seguros de que lloró muchas de ellas. Es también dudoso que Jefté haya
encontrado algún apoyo o ánimo en el vecindario en el que él vivía. De
hecho, no hay duda de que todos lo señalaban al pasar en las calles, desde que
se supo que era hijo de una prostituta.
Uno puede entender bien la desesperada necesidad de Jefté por ser aceptado,
y lo importante que era para él no sólo ser aceptado, sino también respetado
como un líder por sus nuevos amigos. Cuando Jefté finalmente experimenta
la aceptación, y la comunidad de hombres con quien vivía le enviaron el
mensaje de que él tenía un valor, él floreció. A la larga, las habilidades y los
dones de Jefté se desarrollaron, y se convirtió en un excelente líder.

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JEFTÉ Y LOS HIJOS DE GALAAD
Con el tiempo, la fama de Jefté como un habilidoso líder se esparció, y los
hijos de Israel se acercaron a él para pedirle ayuda en su momento de
necesidad. “Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los
ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob” (Jueces 11:5).
Jefté y su banda de seguidores eran lo suficientemente poderosos como para
que sus enemigos vinieran a él para que los guiara en la guerra, aún así, Jefté
nunca había usado este poder contra sus hermanos quienes lo habían tratado
tan injustamente. De alguna manera, Jefté pudo recibir la gracia que
necesitaba para perdonar a sus hermanos y confió en Dios para que fuera su
vengador.
Y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los
hijos de Amón. Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me
aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué,
pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción? (Jueces 11:6-7)
Jefté usa una confrontación directa para acercarse a sus hermanos. Él dice la
verdad de la situación, y al hacer eso, hace énfasis en un hecho al escoger
muy bien las palabras “la casa de mi padre”. Galaad no sólo era el padre de
ellos, también era el padre de Jefté. Un detalle que parece se les había
escapado cuando ellos lo echaron manifestando que Jefté no heredaría en “la
casa del padre de ellos”. Teniendo las bases establecidas de la verdad en la
conversación, Jefté pregunta, “¿Por qué vienen conmigo ahora cuando
ustedes están en problemas?”
Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que
vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en
Galaad. (Jueces 11:8)
Corríjanme si me equivoco, pero eso no me parece un buen trato a mí. La
carnada que usan es la promesa de que Jefté será colocado en una posición de
liderazgo. Jefté, sin embargo, ya es un líder. Él es exitosos: tiene una buena
reputación, amigos con quien está a gusto, y una familia que lo ama. ¿Por qué
quería Jefté involucrarse en la guerra de sus enemigos? ¿Qué es lo que lo
podría motivar a decir sí?
Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que
pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré
yo vuestro caudillo? (Jueces 11:9)
Una pista para el motivo de Jefté se encuentra de nuevo en las palabras que él
utiliza cuando les contesta a sus hermanos: “ Si me hacéis volver ”. Creo, en
los años que Jefté estuvo lejos, que él añoraba ir a casa de nuevo. El éxito y la
aceptación en su nuevo medio ambiente, el amor que recibía de su esposa y
su hija no habían satisfecho la necesidad de Jefté de ser amado y aceptado en
la casa de su padre .
Este regreso a casa, sin embargo, no estaba sin ataduras, y había que “pelear
contra los hijos de Amón” El hijo indefenso se había convertido ahora en el
defendedor, un cambio interesante de las circunstancias. Incluso más
interesante es que Jefté, al parecer, Atribuiría este cambio al Señor: “y Jehová
los entregare delante de mí”.
Jefté conocía al Señor. Es altamente probable que él hubiera estado clamando
al Señor desde que era un niño. Tal vez durante las largas noches sin dormir
cuando el dolor del rechazo del día compungía su corazón, y el amor y la
aceptación parecía tan lejano como el primer rayo de luz, él era reconfortado
por Dios Padre. La dependencia en el Señor como un rescatador tal vez haya
comenzado en las oscuras y solitarias horas de la infancia.
Si asumimos esto como posible, es fácil entender por qué Jefté no albergaba
amargura hacia sus hermanos. Él había aprendido desde niño a confiar en el
Señor, y como un vagabundo rebelde, el Señor había demostrado Su
fidelidad. Jefté pudo, de hecho, haber estado pidiendo al Señor en oración
que manejara las circunstancias para establecerse como un aceptado miembro
de la casa de su padre y como un respetado miembro de la comunidad donde
él había sido criado.
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EL REGRESO A CASA
¡Qué bienvenida recibió Jefté! No solamente fue aceptado de regreso para
que viviera entre aquellos que lo habían rechazado, sino que también fue
honrado al hacerlo capitán. En este momento de victoria, esta vez de alegría y
celebración, Jefté adoró y se comunicó con el Señor.
Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por
su caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en
Mizpa. …..
(Jueces 11:11)
¡Todo esto debió ser más de lo que Jefté pudo haber soñado! ¡Nuestro Dios
Padre amoroso hace más de lo que nosotros podamos soñar!
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JEFTÉ COMO LÍDER
Aunque, durante la infancia de Jefté él no fue aceptado, y el fue desgraciado
por las circunstancias de su nacimiento, su carácter como un líder no refleja
esta crueldad. En el trato inicial con Amón, Jefté usa un acercamiento
diplomático.
Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú
conmigo, que has venido a mí para hacer guerra contra mi tierra? (Jueces
11:12)
Antes que nada, vale la pena notar que Jefté no se precipita a una batalla
basada en los reportes de los otros. Él averigua por sí mismo. Uno puede
esperar al líder de una banda de rebeldes apresurarse a la guerra y después
hacer las preguntas, pero Jefté hace lo opuesto. Y al hacerlo, demuestra su
sentido de justicia al permitirle al Rey de Amón una oportunidad de
manifestar su caso. Jefté demostró sus habilidades como un líder y demostró
la diplomacia al abrir las líneas de la comunicación en un esfuerzo por evitar
una guerra innecesaria.
Sin embargo, el rey de Amón no era un diplomático; él respondió con
acusaciones y demandas. “El rey de los amonitas respondió a los mensajeros
de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde
Arnón hasta Jaboc y el Jordán; ahora, pues, devuélvela en paz” (Jueces
11:13).
El rey de Amón claramente establece su queja. Israel es acusado de tomar su
tierra cuando ellos vinieron de Egipto. El área específica que ellos
supuestamente habían tomado está desde Arnón a Jaboc hasta el Jordán. La
demanda que el rey de Amón hace es que los hijos de Israel regresen sus
tierras.
Jefté responde al cargo que “Israel tomó la tierra de los hijos de Amón” al
manifestar que “ellos no” y clarifica el asunto desde el principio al referirse a
ella como la tierra de Moab. Al hacer eso, Jefté establece las bases para su
defensa.
Y Jefté volvió a enviar a otros mensajeros al rey de los amorreos, para
decirle: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los
hijos de Amón. (Jueces 11:14-15)
La tierra del río Arnón, el cual era la frontera entre Moab y los amorreos
(Números 21:13), al río Jaboc era tierra que pertenecía originalmente a Moab.
En el libro de Números capítulo 21, versículos 27-29 está el registro de la
victoria que Sehón, rey de los amorreos, tuvo contra Moab. En la selección
de palabras de Jefté “Israel no tomó tierra de Moab”, el está en efecto
diciendo “Traigamos la historia al presente, la tierra que estamos peleando
fue tomada de Moab por tu gente”. Jefté continúa y da una fiel anécdota de
cómo Israel se involucra con esta tierra.
Porque cuando Israel subió de Egipto, anduvo por el desierto hasta el Mar
Rojo, y llegó a Cades. Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom,
diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra; pero el rey de
Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab, el cual tampoco
quiso; se quedó, por tanto, Israel en Cades. (Jueces 11:16-17)
Las intenciones pacificas de Israel son presentadas como recordatorio de que
ellos hicieron una petición razonable a los reyes de Edom y Moab, quienes
eran los líderes del área en ese tiempo.
Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de
Moab, y viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro
lado de Arnón, y no entró en territorio de Moab; porque Arnón es territorio
de Moab. Y envió Israel mensajeros a Sehón rey de los amorreos, rey de
Hesbón, diciéndole: Te ruego que me dejes pasar por tu tierra hasta mi
lugar. (Jueces 11:18-19)
Después de que presentó toda la historia, la cual incluía tres tierras y tres
reyes, él estableció las intenciones pacíficas de Israel al enfatizar “y no entró
en territorio de Moab”. Jefté ahora presenta a Sehón, el rey d los amorreos,
quien estaba ocupando lo que alguna vez fue de Moab y estaba viviendo en
Hesbón, que fue una ciudad moabita (Números 22:2-30).
Mas Sehón no se fió de Israel para darle paso por su territorio, sino que
reuniendo Sehón toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó contra Israel.
Pero Jehová Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en manos
de Israel, y los derrotó; y se apoderó Israel de toda la tierra de los
amorreos que habitaban en aquel país. (Jueces 11:20-22)
La anécdota histórica correcta es que los amorreos declararon la guerra contra
Israel y la perdieron. Jefté estableció su defensa a través de la presentación de
la verdadera historia de los eventos, y después, él continúa dando su
argumento final.
Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su
pueblo de Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él? Lo que te hiciere poseer
Quemos tu dios, ¿no lo poseerías tú? Así, todo lo que desposeyó Jehová
nuestro Dios delante de nosotros, nosotros lo poseeremos. (Jueces 11:23-
24)
Jefté ahora hace referencia a su declaración inicial “Israel no tomó tierra de
Moab” al señalar claramente que el Señor Dios de Israel desposeyó a los
amorreos. Después él ilustra los derechos de Israel para poseer lo que su Dios
les había dado al preguntarles: “Lo que te hiciere poseer Quemos tu dios, ¿no
lo poseerías tú?” En su respuesta, Jefté está haciendo referencia al hecho de
que los amorreos ahora poseen a Moab. Jefté ahora cambia de un argumento
defensivo a un argumento que reta al rey de Amón.
¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él cuestión con Israel, o
hizo guerra contra ellos? Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas,
a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habréis
recobrado en ese tiempo? Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo peleando
contra mí. Jehová que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón. (Jueces
11:25-27)
En conclusión, Jefté indaga por qué el rey de Amón está retando el derecho
de Israel a la tierra ¡después de que han pasado trescientos años! Después él
pone la responsabilidad del juicio en las manos del Señor. Jefté demuestra
atributos de un buen líder en su discusión con el rey de Amón. Él fue
paciente; tomó su tiempo para saber cuál era la queja de Amón. Escuchó su
argumento, y estaba preparado con hechos. Jefté tenía un completo
entendimiento del historial del problema. En su conversación, Jefté habló con
la verdad en la situación, él respondió con la razón a un adversario
irrazonable, y principalmente él confió en Dios.
Es interesante que Jefté deje el caso en las manos del Señor, el Juez. Este era
un aspecto de Dios que Jefté conocía a través de una experiencia personal, él
confiaba en la justicia de Dios. Sin embargo, el rey de Amón en el tiempo de
Jefté era un tonto como el rey de Sihón en el tiempo de Moisés. Obviamente
él pensaba que podía ganar esta guerra y estaba determinado a llevarlo a
cabo.
Mas el rey de los hijos de Amón no atendió a las razones que Jefté le
envió. Y es espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y
Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a
los hijos de Amón. (Jueces 11:28-29)
Jefté, lleno de poder por el espíritu del Señor, entró en la batalla y pasó sobre
los hijos de Amón.

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EL VOTO DE JEFTÉ
El Señor ungió a Jefté para una tarea específica: guiar a los hijos de Israel a la
victoria sobre sus enemigos. Jefté fue guiado por el Espíritu para entrar a la
batalla, por lo tanto, el momento era perfecto. Aún así, por alguna razón Jefté
no puede creer que Dios esté a punto de darle todo lo que su corazón desea
basado sólo en la bondad y el amor de Dios por él. Jefté siente que es
necesario para él ganarse de alguna manera lo que Dios desea darle.
Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis
manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme,
cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en
holocausto. (Jueces 11:30-31)
Así tenemos a Jefté ofreciendo un sacrificio. Para uno es sabido
inmediatamente que si lo que se va a ofrecer estuviera saliendo por la puerta
de la casa de Jefté, estaría vivo. También es posible asumir que Jefté entendió
esto como un sacrificio humano. ¿El Dios Viviente, con quien Jefté se
comunicaba y conocía, fomentaría el sacrificio humano? ¡Claro que no! Él lo
prohíbe.
En Levítico 18:21, los hijos de Israel se les ordena no permitir que ninguna
de sus semillas pase por el fuego de Moloc, el dios de los amonitas. La
adoración a Moloc involucraba la ofrenda de niños como sacrificio humano (I
Reyes 11:7). ¿Dios permitiría hacer a Jefté algo contra Su Palabra?
Absolutamente no. ¿Qué motivaba a Jefté a hacer semejante voto? Él sabía
que el Señor lo estaba guiando y entonces pudo haber confiado en la victoria
del Señor.
Jefté era un hombre, quien a través de su niñez y la mayor parte de su vida
adulta, experimentó el rechazo de su familia y de su comunidad. Ahora, Esta
misma familia y comunidad lo aceptara y lo pondrá en una posición de
liderazgo, si él gana la guerra contra sus enemigos. La aceptación y el respeto
dependerían del resultado de la batalla contra los amorreos.
La intensidad de este momento para Jefté es difícil de imaginar para nosotros.
Fue un momento de gran necesidad. Fue un momento en la vida cuando Jefté
desesperadamente necesitó reafirmarse con al amor de Dios y necesitó
asegurar Su fidelidad. Era un momento crítico para Israel y el capitán de su
ejército debía estar muy seguro al entrar a la batalla. Jefté sintió que
necesitaba hacer algo para asegurar la victoria.
Una vez más tenemos a Jefté batallando dentro de sí con un conocido viejo
enemigo, el miedo al rechazo. En su corazón probablemente él se preguntaba
si Dios le daría todo lo que su corazón deseaba desde hace tiempo solamente
porque Él lo amaba . Antes de entrar en guerra con loa amonitas, Jefté perdió
una crítica batalla con un viejo enemigo. Jefté evidentemente creía que él
necesitaba hacer más que sólo recibir la bondad de Dios. Él sentía que tenía
que ganársela. Jefté sabía que Dios era un Juez Justo , pero no lo conocía
como un Padre amoroso , y a causa de este déficit de amor él hizo un voto
tonto.
Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los
entregó en su mano. Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y
hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron
sometidos los amonitas por los hijos de Israel. (Jueces 11:32-33)
El motivo de Dios para darles la victoria sobre sus enemigos a los hijos de
Israel (guiados por Jefté) era la compasión (Jueces 10:16); no fue una
respuesta al voto innecesario de Jefté. En I Samuel 12:11, se manifiesta
claramente que el Señor mandó…”a Jefté y os libró de mano de vuestros
enemigos…”La batalla ya estaba ganada incluso antes de que Jefté entrara a
ella, y la base por la cual Dios liberó a los hijos de Israel fue la compasión .

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LA VICTORIA Y LA DERROTA DE JEFTÉ
Jefté regresó de la batalla como vencedor. Ahora tiene todo lo que alguna vez
quiso tener: aceptación, respeto, y el sueño de una vida llena de satisfacción.
Su posición como líder de los hijos de Israel se había asegurado. En esta ola
de emoción Jefté llega a Mizpa.
Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a
recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía
fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo:
¡Ay, hija mía! En verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser
causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré
retractarme. (Jueces 11:34-35)
La marea de emociones cambió para Jefté cuando vio salir por la puerta a su
hija, y comenzó a caer en desesperación. La larga espera por el amor y la
aceptación ahora estaba atada a una insoportable pérdida. Creo que si Jefté de
verdad hubiera conocido el amor y la aceptación del Dios Padre, su reacción
inmediata habría sido la de arrepentirse y pedir a Dios piedad. El Señor Dios
no quería este sacrificio. Sin ligar a dudas causó pena al Dios Padre que Jefté
sintiera que era necesario hacer semejante voto. Si Jefté hubiera estado
suficientemente seguro en su relación con el Señor, él se habría arrepentido.
Y Dios le habría mostrado piedad. Pero las propias inseguridades de Jefté lo
condujeron a llevar a cabo un compromiso muy tonto.
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LA HIJA DE JEFTÉ
Algunos investigadores creen que Jefté realmente no ofreció a su hija en
sacrificio humano, sino que ella nunca se casó y vivió su vida como virgen.
El pasaje siguiente es usado para apoyar esa teoría:
Ella entonces le respondió: Padre mío si le has dado palabra a Jehová, haz
de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en
tus enemigos los hijos de Amón. (Jueces 11:36)
Es difícil creer que Jefté ofreciera a su hija en sacrificio humano. Aunque, al
recordar el tiempo en la historia de Israel que esto era, y que el sacrificio
humano era común, uno debe admitir que pudo haber sido posible. Lo que es
sabido, sin embargo, es que Jefté hizo un voto innecesario del que se
arrepintió profundamente, y que él cumplió su promesa.
Él entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus
compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Pasados los dos meses
volvió a su padre quien hizo de ella conforme el voto que había hecho. Y
nunca conoció varón. (Jueces 11:38-39)
Cinco años después, o un poso más, Jefté entró en batalla contra los
Efraimitas. De nuevo él salió victorioso. Él juzgó a Israel por seis años;
después murió y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad.
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CONCLUSIÓN
Jefté fue un niño que experimentó un fuerte rechazo. Este rechazo culminó en
su expulsión de la familia. La primera aceptación que Jefté conoció fue como
un líder de una banda de rebeldes. A pesar de estas difíciles circunstancias,
existió una relación entre Jefté y Dios.
Mediante su relación con el Señor, Jefté pudo perdonar a sus hermanos, y
como su nombre lo dice (Jefté se traduce como abrir o abridor y significa Yahvé
abriré ), el señor abrió un camino para que él regresara como un aceptado y
respetado miembro de su familia y su comunidad. Pero las heridas profundas
de su primera infancia permanecían. Esto se evidenció en el voto que hizo, y
se sintió obligado a mantenerlo cuando todo lo que él deseaba estaba a su
alcance. El rechazo en la infancia de Jefté no sólo influenció cómo se veía a
sí mismo; también influenció su comprensión de Dios. Su relación con el
Señor estaba canalizada a través del contagio de su pasado.
El Señor se mantuvo fiel hacia Jefté y completó el proceso de transformación
que Él había comenzado. En el Nuevo Testamento en el Salón de la Fe
(Hebreos 11), leemos sobre un hombre que refleja la imagen de la
virtuosidad, coraje y fe .
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de
Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los
profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron
promesas, taparon bocas de leones… (Hebreos 11:32-33)
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SU IMAGEN
La imagen de Dios reflejada por Galaad durante la infancia de Jefté, su padre
terrenal, fue la de un padre que tenía ambos, hijos legales que eran parte del
“círculo central” por así decirlo, y un hijo de quien tenía la responsabilidad:
ese hijo era Jefté. A ese niño se le proveía todo, pero no era aceptado como
miembro con igual posición en la familia.
Es interesante que Jefté escogió voltearse hacia el Dios de Israel y desarrollar
una relación con su Padre celestial. Creo que el señor primero buscó al
solitario niño y lo condujo hacia Él. Jefté respondió y milagrosamente pudo
darle el dolor a Él, y por lo tanto pudo perdonar a sus hermanos.
Aún así, el mensaje de rechazo que Jefté recibió de su familia, dejó heridas
que distorsionaron la imagen de Dios en su momento de crisis. Cuando todo
lo que había deseado se había cumplido, Jefté no confió en la fidelidad de su
Padre; él creyó que tenía que ganarse de alguna manera su fidelidad.
Me alegra tanto que la narración de la escritura no termine con el tonto voto
de Jefté. A través de la siguiente historia en su tiempo como juez cuando
otras batallas fueron peleadas y ganadas, y la referencia a Jefté en Hebreos,
podemos vislumbrar el sanador y transformador poder del Espíritu Santo en
la vida de Jefté.
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APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Está cómodo relacionando a Dios como su Padre?
2. ¿Ha experimentado el rechazo de su familia o de algún ser amado?
3. ¿Ha experimentado alguna vez la soledad? ¿Qué ha producido eso
en su vida?
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea I Samuel, capítulos 18-21.
b. ¿Cuál fue el motivo de la hostilidad de Saúl hacia David?
2. ¿Qué nos dice I Samuel 22:2 sobre David durante su tiempo como
un fugitivo?
3. ¿Cuál era la relación de David con ellos?
4. a. Lea I Samuel 24:1-5.
b. ¿Cómo responde David a su enemigo?
5. a. ¿Es igual es estilo usado en el versículo 15 al usado en el de Jefté
cuando confronta al rey de Amón?
b. ¿Qué otras similitudes hay entre estos dos líderes?
6. a. En Salmo 68:5-6a, ¿Cuál es el testimonio del autor (David)?
b. Ambos líderes experimentaron la soledad. ¿Qué produjo esto en sus
vidas?
7. ¿Qué diferencia significativa hay entre la forma en que estos dos
líderes veían a Dios?
GOMER Y OSEAS
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INTRODUCCIÓN
A l leer el primer capítulo del libro de Oseas se me presenta con algunas
preguntas difíciles. La pregunta más difícil para mí fue: ¿El Dios que yo
conozco y amo ordenaría a un honrado sirviente casarse con una prostituta?
También cuestiono ¿por qué una mujer que estaba casada con un profeta
decide entrar en la prostitución? ¿Qué la llevaría a tomar esa decisión? Pero,
como yo no estaba allí, y las escrituras no explican por qué Gomer tomó las
decisiones que tomó, sólo puedo trazar conclusiones basadas en la
información disponible. En este estudio comparto mi opinión sobre las
respuestas a estas preguntas, y las conclusiones a las que he llegado sobre
Gomer.
Estudiosos tienen diferentes puntos de vista sobre el matrimonio de Oseas.
Vamos a considerar brevemente esas perspectivas, y después en un esfuerzo
por entender a Gomer, veremos lo que se conoce sobre su historial familiar y
sobre los tiempos en que ella vivió. Para el propósito de este estudio,
consideraremos cuál imagen de espejo fue tomada por Gomer durante su
vida. Después compartiré mis impresiones sobre el desarrollo de la
personalidad de Gomer, y cómo ella responde a las circunstancias que
afectaron su matrimonio. En conclusión, consideraremos cómo se relaciona
eso con nosotros hoy en día.

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PUNTOS DE VISTA SOBRE
EL MATRIMONIO DE OSEAS
Hay tres principales puntos de vista sobre el matrimonio de Oseas: punto de
vista alegórico que manifiesta que no había tal matrimonio y que una alegoría
fue usada para enseñar una lección espiritual; el punto de vista literal que
acepta que Gomer era una prostituta en el momento del matrimonio; y el
punto de vista profético que considera que el término “esposa de fornicación”
(Oseas 1:2) es usado con anticipación, por lo tanto creyendo que Gomer era
pura al casarse. Los estudiosos discuten sobre estos puntos de vista y
volúmenes han sido escritos para apoyar cada uno de estos argumentos.
A mí me satisface personalmente el punto de vista profético. Mi razón se
basa solamente en el carácter de Dios, como yo lo conozco. No creo que el
Dios que conozco hubiera guiado a un fiel sirviente Suyo a un matrimonio
con una prostituta practicante. La dirección que toma este estudio está basada
en esta conclusión personal.

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ISRAEL EN LOS TIEMPOS DE GOMER
Los hijos de Israel habitaban un reino dividido en la época de Oseas. El
ministerio de Oseas fue llamado al reino del norte para representarlo. Oseas
1:1 enlista los reyes que reinaron sobre Judá e Israel (el reino del norte)
durante el ministerio de Oseas.
Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam,
Acaz y Ezequias, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de
Israel. ……
(Oseas 1:1).
Jeroboam, el rey de Israel, reinó por 41 años y en el versículo 24 de 2 Reyes,
capítulo 14, está registrado que,…”e hizo lo malo ante los ojos de Jehová…”
El relato continúa al hacer el punto de que Jeroboam continuó en los pecados
del primer rey de Israel, también llamado Jeroboam, quien hizo pecar a Israel.
El Jeroboam mayor es el rey que introduce la adoración a Baal al recién
formado reino del norte.
Jeroboam (El mayor) construye dos santuarios (uno en Betel y el otro en
Dan) al final del reino en el sur y en el norte. Él construyó lugares muy altos
y ordenó sacerdotes que no eran de las familias de Leví. Esto abrió el camino
para todas las abominaciones asociadas con la adoración canaanita de Baal.
Jeroboam, que fue rey en el mismo tiempo que Oseas y Gomer, fue el décimo
rey de Israel y como leemos en 2 Reyes, versículo 24 “…y no se apartó de
todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat…”

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GOMER
La información sobre el historial familiar de Gomer es muy limitada; sólo se
nos da el nombre de su padre: “Gomer hija de Diblaim…” (Oseas 1:3). El
nombre de Diblaim significa “panecillos de pasas” y está liado con la idolatría.
Estos eran los panecillos que eran usados como ofrenda en la adoración
pagana. Mientras pienso sobre esto, me pregunto por qué un padre nombraría
a su hijo como una ofrenda dada a un dios pagano.
La posibilidad más fuerte parece ser que los padres de Diblaim participaban
el la adoración de dioses extranjeros (como la mayoría de israelitas en este
tiempo) y habían entrado a un pacto, el cual involucraba esta forma de
ofrenda. Tal vez ellos habían pedido a este dios un hijo, y cuando el niño
nació, fue nombrado como la ofrenda involucrada.
El nombre de Gomer viene de la raíz primaria del hebreo “Gamar”, que
significa “terminada” y puede tener la connotación de fracaso . ¿Pudo haber
nombrado Diblaim a su hija “Fracaso”? Si lo hizo, ¿por qué? Tal vez él había
seguido los pasos de su padre y a través del compromiso con la cultura del
culto a la fertilidad cananita pidió un hijo. Pero recibió a una hija en lugar de
un hijo, los esfuerzos de Diblaim le pudieron haber parecido como un fracaso
En el principio de los 90 yo estaba enseñando este estudio a un grupo de
mujeres en Monrovia, Liberia. Cuando pregunté por qué un padre nombraría
a un hijo “fracaso” una de las mujeres dijo, “¡porque ellos querían un niño y
no una niña! Yo llamé a mi hija Maidwen, que significa mujer terminada o la
última mujer en el dialecto Basa. La nombré así porque yo quería un niño, ya
tenía hijas y yo quería un hijo. ¡El nombre refleja mi decepción!”
Otra razón por la que pienso que su nombre significaba fracaso es por que la
Biblia usa nombres para reflejar el carácter, los atributos, o un llamado de un
individuo. La vida de Gomer se presenta claramente como la imagen del
fracaso .

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IMAGEN REFLEJADA
Imaginen conmigo, si pueden, lo que sería haber crecido con el nombre de
fracaso . Lo primero que viene a mi mente es lo sensitivos que los niños son
con sus nombres y lo insensitivos que son con los demás. Por ejemplo, la
manera en que se burlan de un nombre que suena extraño. Puedo imaginarlos
cantando “Gomer, Gomer, su papá un hijo quiso pero tuvo un fracaso” ¿Qué
mensaje pudo enviarle eso a una niña pequeña?
En Israel un hijo era considerado como una bendición. No puedo pensar en
un ejemplo de cuando se haya orado para tener una niña, ¿ustedes pueden? Se
sabe que las mujeres mantenían una posición subordinada ante los hombres.
Eso, por sí mismo, le pudo causar dolor a l pequeña y sensitiva niñita.
Añadido a eso el siempre presente recordatorio en tu nombre de que no sólo no
eras una bendición, sino una gran decepción. ¿Cómo creen que una niña
pudiera interpretar ese mensaje?
Gomer pudo haber interpretado estos mensajes como la mayoría de los niños
lo hacen aceptando la responsabilidad. Ella pudo haber creído que era la
causa de la decepción de sus padres. Que ella, por ser una niña, cosa de la que
no tenía el control, había causado la infelicidad. Al aceptar la
responsabilidad, Gomer pudo haber experimentado sentimientos de culpa.
¿Gomer era culpable solamente por su género? ¡Claro que no! La falsa
culpabilidad que una persona carga, es en general, no específica, y ahoga
cualquier felicidad que uno pudiera esperar.
Gomer pudo haber crecido y se pudo haber desarrollado cargando esta falsa
culpa, sin la posibilidad de determinar por qué era culpable. El hecho de que
ella fuera una niña era un problema, aún así no era responsable de eso, ¿o sí lo
era? Uno puede fácilmente ver la desesperanza para un niño en esta situación.
Gomer pudo haber crecido desarrollando una pobre auto imagen.
Si esto es verdad, Gomer se pudo haber visto como una persona mala y sin
valor. Cuando hubiera un problema en la familia o con sus amigos, ella se
sentiría culpable y creería que de alguna manera ella era la responsable. Eso
podría haber reforzado la pobre auto imagen. Y probablemente para cuando
Gomer llegó a la edad del matrimonio, ella pudo haber pensado que no tenía
ningún valor, porque esa era la imagen de ella misma que veía reflejada en
los demás, especialmente en la figura de autoridad que le dio ese nombre.
La lucha de Gomer pudo haber sido interna (no entendida por Gomer), pero
no obstante, una parte muy real de su personalidad. Exteriormente, Gomer
era lo más probable una niña obediente, ansiosa por complacer. De hecho, su
necesidad de aceptación pudo haber sido tan grande que pudo haber sido
consumida al servir a sus padres con a esperanza de ganar su aprobación,
esperando el día en que alguien le dijera que ella tenía valor como ser
humano, y que ella no era un completo fracaso.
Cuando Oseas conoce a Gomer, ella pudo haber sido una adolescente tímida,
en humilde obediencia a sus padres. Nadie excepto el Señor pudo haber visto
su insaciable necesidad de amor y aceptación, una necesidad demasiado
grande para que la conociera un hombre (incluso un profeta).

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EL MATRIMONIO DE GOMER
Qué emoción debió haber agitado el corazón de Gomer cuando le dijeron que
ella se casaría con Oseas. Finalmente, había alguien que la quería, que en
realidad la escogía sobre las otras chicas de su edad. Era un sueño hecho
realidad, el amor y la aceptación eran suyos al final. Gomer se pudo haber
preparado para su boda con toda la anticipación de una joven novia. Por la
noche probablemente permanecía despierta soñando cómo sería ser esposa de
Oseas. Gomer sin duda entró en su matrimonio con grandes esperanzas y con
altas expectativas.
El primer año de cualquier matrimonio es de grandes ajustamientos y así
debió ser para Gomer y Oseas. Oseas pudo haber notado las inseguridades de
su esposa, pero el deseo de Gomer de complacer pudo haber sido lo que más
notó él. Tal vez no pudo conectar las inseguridades de ella con su
desesperada necesidad de aceptación. Tal vez él atribuyó toda su timidez por
ser una recién casada. La fidelidad y diligencia de Gomer al servir a Oseas no
pudo haber sido visto como un esfuerzo para ganar la aprobación, sino más
bien como el cumplimiento de los deberes como esposa.
La vida cotidiana en el hogar de Oseas y Gomer probablemente fue algo
como esto: Oseas estaba ocupado haciendo el trabajo del Señor, y él gastaba
todas sus energías pidiendo a la nación de Israel que se arrepintiera. Israel
estaba consumida por la carga de sus pecados y él añoraba ver a sus similares
regresar al Dios Verdadero y Viviente. EL día de Oseas estaba lleno de sus
responsabilidades ministeriales, y Gomer esperaba en casa sola a que
regresara su esposo para que ella pudiera atender sus necesidades.
Mientras ella esperaba, ella escucharía los comentarios de algún vecino sobre
el mensaje más reciente de Oseas, algunas veces ella pudo haber inferido que
Oseas debería hacerse cargo de su propio “fracaso” en casa. Esta inferencia
era la más dolorosa de lidiar. Si no hubiera sido por la amistad de uno de los
comerciantes que iba regularmente a vender sus productos, Gomer habría
estado probablemente aislada, ya que ninguno habría estado interesado en
hacer amistad con la esposa del profeta.
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LOS HIJOS
Cuando Gomer concibió y dio a luz a un hijo, ella pudo haber estado segura
de que Oseas estaba orgulloso de ella y se alegró mucho de que el
primogénito hubiera sido un niño.
Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel… ….
(Oseas 1:4)
Nabot de Jezreel tenía allí una viña (1 Reyes 21:1). Esta es la ciudad donde
Jezabel planeó el asesinato de Nabot por el viñedo que Acab quería. Esta es
la ciudad donde los perros se comieron el cuerpo de Jezabel (1 Reyes 21:23).
El nombre de Jezreel pudo haber tenido el mismo efecto en Gomer como el
nombre de Dakka (uno de los campos de Hitler) lo pudo haber tenido en una
madre judía de nuestros tiempos.
La decisión del profeta por el nombre de Jezreel para su primogénito pudo
haber avivado las inseguridades y dudas de Gomer. Pudo haber interpretado
esto como culpa suya. Algún fracaso que haya tenido como esposa. Gomer
pudo haber seguido viéndose como “culpable”; su reacción común a la
decepción pudo haber sido la aceptación de la responsabilidad. Si ella hubiera
imaginado que ella tenía valor como la esposa de Oseas, entonces el
nombramiento de su primogénito habría ensombrecido esa idea.
¿Gomer tenía a alguien con quien compartir todo lo que había en su corazón?
Sí, ella tenía al Señor, pero decidió compartir su carga con alguien quien al
final la llevaría a una relación de adulterio y después a la prostitución. Tal
vez, ¿era un comerciante amistoso?
Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por
nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel,
sino que los quitaré del todo. (Oseas 1:6)
Apenas se había recuperado Gomer de la decisión del nombre del
primogénito por profeta, cuando el segundo hijo nació, una dulce niñita, y él
la nombró “¡No más compasión!” ¿Qué le estaba diciendo Oseas a ella? Pero
no había terminado, cuando ella destetó a Lo-ruhama, concibió de nuevo y
dio a luz a otro hijo a quien Oseas llamó Lo-ammi, que significa “No mi
pueblo”.
Los pequeños lazos que mantenían a Gomer y a Oseas juntos ahora se habían
roto, y ella huyó directamente en busca de la única persona que le había dado
de su tiempo. El único con que nunca había escuchado nada de ella y que
había demostrado preocupación y le había comunicado que ella tenía algún
valor. Gomer corrió hacia los únicos brazos donde ella había experimentado
la aceptación: eran los brazos del comerciante amistoso.
Y demasiado pronto terminó este sueño cuando el comerciante regresó con su
esposa y la relación adúltera terminó. Gomer ahora estaba convencida de que
su nombre era profético, de que ella en realidad era un fracaso. Resignada a
esta realidad, Gomer entró en un estilo de vida en la que vivió su vida como
la visión que tenía de ella misma, una mujer que no tenía valor alguno.
Si este escenario es cercano a la verdad, no hay excusas para mala decisión
de Gomer. Ella respondió incorrectamente al dolor y a la decepción en su
vida. En lugar de clamar al Señor, ella volvió hacia el hombre. No hay excusa
para eso, sólo el perdón. La hermosa realidad de ese perdón se encuentra en
el capítulo tres, cuando Oseas compra a Gomer y la saca e la prostitución.
Creo que el Señor tuvo una buena conversación con Oseas y le ordenó a
retomar su responsabilidad como esposo. Como Oseas recibía el perdón del
Señor, él pudo extender ese perdón a Gomer. Y como el Señor compartía su
corazón con Gomer con Oseas, creo que Oseas se compadeció por su voluble
esposa.
Gomer conoció el dolor por el rechazo y el sufrimiento que uno experimenta
de una pobre auto - imagen. Ella se estremecía bajo la sombra del ministerio
de Oseas y vivía bajo la sombra de su virtuosismo ¿Está usted o alguien que
usted conoce bajo la sombra del virtuosismo de alguien más? ¿O está usted
formando una sombra? ¿Alguien está sufriendo en silencio bajo su sombra?
Esta opinión de cómo y por qué Gomer entró a la prostitución es personal y
está basada en mi propia imaginación. Al tratar de comprender a Gomer, he
llegado a una gran comprensión sobre las esposas de los pastores quienes
sufren por sentimientos de inadecuación y de soledad. Durante las largas
horas en las que están solas, Satanás lanza sus llameantes dados. ¿Conoce a
alguien similar a quien podría acercarse y orar por ella?
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APLICACIÓN PERSONAL
1. a. ¿Alguna vez ha sentido que una figura importante de autoridad en
su vida no lo escucharía cuando quisiera compartir las cosas que hay
en su corazón?
b. ¿Cuál fue su reacción? ¿Fue la de rebelarse?
2. a. ¿Alguna vez ha sentido que está parado bajo la sombra de otro
virtuoso?
b. ¿Cuál fue su reacción?
3. ¿Está formando una sombra bajo de la cual hay otra persona?
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PARA ESTUDIOS POSTERIORES
1. a. Lea 1 Reyes 11:26-40.
b. ¿En qué capacidad sirvió Jeroboam a Salomón y con qué actitud en
el corazón?
c. ¿Cuál fue la promesa del Señor a Jeroboam a través de Ahías?
d. ¿Qué condición fue hecha el la bendición de Dios?
e. ¿Por qué huyó Jeroboam a Egipto?
2. a. Lea 1 Reyes 12.
b. ¿Cuál fue la causa de raíz para la rebelión de Israel?
3. En realidad, ¿quién estableció a Jeroboam como rey?
4. ¿Cuál fue el motivo de Jeroboam para establecer la adoración de los
carneros de oro?
5. a. Lea 1 Reyes 14:1-20.
b. ¿Jeroboam reconoció a Ahías como profeta de Dios?
c. ¿Por qué ordenaría a su esposa a que se disfrazara?
d. ¿Consideraría esto como un esfuerzo para recibir la palabra del
Señor a través de la manipulación?
6. ¿Qué cree que previno Jeroboam al arrepentirse?
7. ¿Qué le permitió a Gomer regresar a casa?
CONCLUSIÓN
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D ios creó al hombre a su imagen con la intención de que el hombre reflejara
Su imagen. Mediante la caída, la imagen de Dios se distorsionó, y al pasar el
tiempo se ha distorsionado tanto que los niños de hoy en día crecen diciendo
que no hay Dios porque no han visto Su imagen reflejada. En el mundo de los
niños, los padres son como sus dioses. La figura de autoridad en la vida de un
niño refleja lo que ellos creen que ese niño debe ser. El niño interioriza esta
percepción de lo que otros dicen que él o ella son, y muy a menudo cree en el
mensaje percibido.
El mensaje que nuestro Dios Padre quiere comunicar a sus hijos es uno de
amor y aceptación. En Juan 3:16 y 17, se nos dice que Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito a nosotros (a usted) que
Él no nos condena . En estos versículos, nosotros los Cristianos encontramos
absoluta seguridad de amor y aceptación a través de Jesús Cristo. En Efesios
1:4, a nosotros (a usted) se nos dice que Dios nos Escogió (lo escogió) en
amor ¡para pararnos ante de Él sin la culpa anterior a la fundación de la
tierra! Este mensaje de amor y aceptación está escrito durante toda la
escritura y refleja el corazón de nuestro Dios Padre por nosotros, sus hijos.
En Salmo 139:17-18, el salmista declara que los pensamientos de Señor hacia
nosotros son preciosos y son tan numerosos como la arena. ¿Alguna vez se ha
preguntado cuántos granos de arena hay en todo el mundo? Cuando era
maestra de quinto grado, estábamos leyendo esta escritura para las
devociones matutinas. Yo les pregunté a los estudiantes esto y continué
sugiriendo que el número de granos en una cucharada serían probablemente
más de los que pudiéramos contar.
Una semana después uno de los estudiantes reportó que había 1,723 granos
de arena en una cucharada. ¡Él había contado cada uno de ellos! Usamos esta
información para estimar cuántos granos de arena había en una cubeta, ¡y
llegamos a una aproximado de 2,233,008! La próxima vez que usted esté
parado en una playa, deténgase por un momento y reflexione en la cantidad
de arena que está bajo sus pies, es más de los que cabe en una cubeta.
Después, trate de imaginar los innumerables granos de arena en el fondo de
los mares y en otras playas alrededor del mundo. Después pídale al Señor que
inunde su ser con los pensamientos que Él está teniendo para usted en ese
momento. De acuerdo con la palabra de Dios en Jeremías 29:11, Sus
pensamientos sobre nosotros son de paz y no de condena, y pretenden darnos
esperanza.
No solamente somos amados y aceptados, sino que también tenemos un
propósito. Cada uno de nosotros tiene un santo llamado el cual nos fue dado
antes de que el mundo comenzara (2 Timoteo 1:9). Tenemos dones que nos
equipan para eso que Él nos ha llamado a hacer. Los dones y el llamado de
Dios son irrevocables (Romanos 11:29). ¡Cada una de nuestras vidas tiene un
propósito divino!
Este es el mensaje con el que el Señor pretendió que cada uno de nosotros
creciéramos, Si Su Imagen fuera reflejada, cada uno de nosotros habría
crecido a la madurez sabiendo que somos amados, aceptados, únicos, y que
hay un especial propósito en nuestras vidas.
Esta no es la imagen de Dios que se mantuvo en su vida, usted probablemente
recibió y creyó una mentira. Si usted creció recibiendo un mensaje que estaba
en contra de lo que Dios en Su palabra dice que usted es (intencional o no
intencionalmente), ese mensaje ha influenciado en su propia percepción y en
cómo se relaciona con los demás. No es posible cambiar el pasado, pero sí es
posible cambiar el futuro. Usted debe comenzar a aceptar la responsabilidad
de haber creído una mentira, pida perdón. Escoja creer en la verdad de Su
palabra y use esa verdad como una espada en contra del enemigo cuando lo
asalte la duda y el miedo.

Pida al Señor que lo transforme a Su imagen.


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BIBLIOGRAFÍA
(Para la edición en inglés)

v The International Standard Bible Encyclopedia . William B.


Eerdmans Publishing Co.
v The New Encyclopidia Brittannica . Encyclopedia Britannica
Inc.
v Strong, James. Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible .
Thomas Nelson Publishers.
v The Zondervan Pictorial Bible Dictionary . Zondervan
Publishing House.
Notas
Notas

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