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H.

CONGRESO DEL ESTADO

PRESENTE.

La suscrita, en mi carácter de Diputada a la Sexagésima Quinta Legislatura del


Estado e integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional con
fundamento en lo que dispone la fracción I, del artículo 68 de la Constitución Política
del Estado, así como los artículos 167, fracción I, 169 y 174, todos de la Ley Orgánica
del Poder Legislativo; numerales 75 y 76, ambos del Reglamento Interior y de Prácticas
Parlamentarias del Poder Legislativo acudo ante esta Honorable Asamblea a fin de
presentar iniciativa con carácter de acuerdo a efecto de exhortar a laSecretaría de
Relaciones Exteriores, a la Secretaría de Gobernación, a la Fiscalía General del Estado
de Chihuahua,a la Secretaría de la Función Pública del Estado de Chihuahua, a la
Auditoría Superior del Estado de Chihuahua,a la Comisión Estatal de Derechos
Humanos de Chihuahua, las Secretarías de Salud federal y estatal, el Centro de
Prevención y Atención a la Violencia Familiar y la CONAVIM, para que en el ámbito de
sus respectivas competencias, den cumplimiento a los resolutivos que se encuentran
pendientes del caso González y otras, conocido como la Sentencia del Campo
Algodonero,así como a la Procuraduría General de la República y a la Fiscalía General
del Estado de Chihuahua,para que apliquen el Modelo de Protocolo Latinoamericano
de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género
(femicidio/feminicidio),en base a la siguiente:

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El 25 de noviembre de 1960 en la República Dominicana fueron asesinadas las


tres hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas, por órdenes
del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista


Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día
Internacional de No Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal.
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones


Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer.

En el Estado de Chihuahua desde 1993 se empezó a visibilizarla violencia contra


las mujeres en su forma más extrema que es el Feminicidio.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad


Pública, para 2016, Chihuahua era el segundo lugar con mayor número de violaciones
sexuales, después del Estado de México (783 en relación con las 1,810). No obstante,
en términos absolutos, evidentemente es el primer lugar en relación con la población
que tiene.

Entre los casos más emblemáticos se encuentran el de Laura Berenice Ramos,


estudiante de 17 años de edad, que desapareció el 22 de setiembre de 2001, Claudia
Ivette González, trabajadora en una empresa maquilladora de 20 años de edad, que
desapareció el 10 de octubre de 2001, y el de Esmeralda Herrera Monreal, empleada
doméstica de 15 años de edad que desapareció el lunes 29 de octubre de 2001. Sus
familiares presentaron las denuncias de desaparición. No obstante, no se iniciaron
mayores investigaciones. Las autoridades se limitaron a elaborar los registros de
desaparición, los carteles de búsqueda, la toma de declaraciones y el envío del oficio a
la Policía Judicial.

El 6 de noviembre de 2001 se encontraron los cuerpos de ocho mujeres, entre


ellos los de Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice
Ramos Monárrez, quienes presentaban signos de tortura y violencia sexual. Se
concluyó que las tres mujeres estuvieron privadas de su libertad antes de su muerte. A
pesar de los recursos interpuestos por sus familiares, no se investigó ni se sancionó a
los responsables. Peor aún: las familias sufrieron amenazas por su exigencia de justicia
y existieron funcionarios/as que obstaculizaron las investigaciones.

Con base en estos hechos se hizo una petición a la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos a efecto de que realizara a su vez un informe de fondo y lo
remitiera a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), tal y como sucedió
en el año 2007.

El 16 de noviembre de 2009la CoIDHdeclaró al Estado Mexicano como


responsable por la violación, entre otros, de los derechos a la vida, integridad personal
y libertad personal1, que incumplió con su deber de investigar -y con ello su deber de
garantizar- los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal 2, así como el
deber de no discriminación3en perjuicio de Claudia Ivette González, Laura Berenice
Ramos Monárrez y Esmeralda Herrera Monreal, los derechos del niño en perjuicio de
las niñas Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez4. Por los
mismos motivos, el Estado violó los derechos de acceso a la justicia y protección
judicial, así como el derecho a la integridad personal 5en perjuicio de familiares de las
víctimas.

No obstante ello, a siete años de la emisión de la histórica sentencia de Campo


Algodonero, es inconcebible que no se haya dado completo cumplimiento a la misma y
que no se hayan adoptado todas las medidas necesarias no sólo para reparar
adecuadamente a los familiares sino para que hechos tan lamentables como estos no
se vuelvan a repetir.

1
Reconocidos en los artículos 4.1, 5.1, 5.2 y 7.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación
con la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 y la obligación de adoptar disposiciones de
derecho interno contemplada en el artículo 2 de la misma, así como con las obligaciones contempladas en el artículo
7.b y 7.c de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
(Convención de Belém do Pará).
2
Consagrados en los artículos 4.1, 5.1, 5.2 y 7.1 de la Convención Americanasobre Derechos Humanos, en relación
con los artículos 1.1 y 2 de la misma y con el artículo 7.b y 7.c de la Convención de Belém do Pará.
3
Contenido en el artículo 1.1 de la Convención Americanasobre Derechos Humanos, en relación con el deber de
garantía de los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal, consagrados en los artículos 4.1, 5.1, 5.2 y
7.1 de dicho tratado.
4
Consagrados en el artículo 19 de la Convención Americanasobre Derechos Humanos, en relación con los artículos
1.1 y 2 de la misma.
5
Consagrado en el artículo 5.1 y 5.2 de la Convención Americanasobre Derechos Humanos, en relación con el
artículo 1.1 de la misma.
La resolución de Supervisión de Cumplimiento de la citada Sentencia emitida por
la CoIDH el 23 de mayo de 2013 establece que el Estado Mexicano ha dado
cumplimiento a los siguientes puntos resolutivos de la Sentencia:

a) publicaciones en el Diario Oficial de la Federación, en un diario de amplia


circulación nacional, en un diario de amplia circulación en el estado de Chihuahua, y en
una página electrónica oficial del Estado;

b) realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional,


en relación con los hechos del presente caso;

c) levantar un monumento en memoria de las mujeres víctimas de homicidio por


razones de género en Ciudad Juárez;

d) continuar con la estandarización de todos sus protocolos, manuales, criterios


ministeriales de investigación, servicios periciales y de impartición de justicia, utilizados
para investigar todos los delitos que se relacionen con desapariciones, violencia sexual
y homicidios de mujeres;

e) crear una página electrónica que deberá actualizarse permanentemente y


contendrá la información personal necesaria de todas las mujeres, jóvenes y niñas que
desaparecieron en Chihuahua desde 1993 y que continúan desaparecidas;

f) continuar implementando programas y cursos permanentes de educación y


capacitación en derechos humanos y género; perspectiva de género para la debida
diligencia en la conducción de averiguaciones previas y procesos judiciales
relacionados con discriminación, violencia y homicidios de mujeres por razones de
género, y superación de estereotipos sobre el rol social de las mujeres dirigidos a
funcionarios públicos;

g) realizar un programa de educación destinado a la población en general del


estado de Chihuahua, con el fin de superar dicha situación, y

h) pagar las cantidades por concepto de indemnizaciones y compensaciones por


daños materiales e inmateriales y el reintegro de costas y gastos.
No obstante que la CoIDH tuvo por cumplidos los resolutivos antes
mencionados, es evidente que dicho cumplimiento no ha sido suficiente para prevenir,
atender, sancionar y erradicar las violencias de género contra las mujeres.

Por otra parte, es importante resaltar que la CoIDHmantiene abierto el


procedimiento de supervisión de cumplimiento de los puntos resolutivos 12, 13, 14, 19,
21 y 24 de la Sentencia, relativos a las obligaciones del Estado de:

a) conducir eficazmente el proceso penal en curso y, de ser el caso, los


que se llegasen a abrir, para identificar, procesar y, en su caso,
sancionar a los responsables materiales e intelectuales de la
desaparición, maltratos y privación de la vida de las jóvenes González,
Herrera y Ramos;

De los tres informes rendidos la Corte reitera que no es posible verificar de qué
manera las averiguaciones previas y el juicio cumplen con los estándares
indicados en la Sentencia en cuanto a los elementos que deben tomarse en
cuenta en la investigación de hechos como los del presente caso, por lo que
además de la información general requerida anteriormente.

La CoIDH considera necesario que se allegue más información detallada sobre:


i) las líneas de investigación que se hayan generado para intentar abarcar los
tres casos; ii) las acciones que se hayan realizado que muestren si se ha
cruzado prueba o información entre los tres casos; iii) la forma en que se ha
tenido en cuenta el posible contexto de violencia contra la mujer en que se
enmarcarían los tres homicidios, y iv) la forma en que se estarían
implementando los protocolos pertinentes o los lineamientos sobre perspectiva
de género que fueron ordenados en la Sentencia.

b) investigar, por intermedio de las instituciones públicas competentes, a


los funcionarios acusados de irregularidades y, luego de un debido
proceso, aplicar las sanciones administrativas, disciplinarias o penales
correspondientes a quienes fueran encontrados responsables;

En el tercer informe, el Estado Mexicano indicó sobre la decisión de prescripción


respecto a la eventual “responsabilidad administrativa” de algunos funcionarios,
que en lo que “respecta a la responsabilidad penal, [el] 21 de junio de 2011,
dentro de la misma pieza de autos, se dictó un acuerdo en el que se ordenó la
continuación de la investigación por las posibles conductas delictivas,
desglosándose, para su mejor manejo, un cuadernillo identificado como 21/2007
BIS”. Sobre este nuevo proceso, el Estado aseveró que “se han llevado a cabo
diversos actos de investigación tendientes a individualizar a los posibles
responsables” y también “[s]e giraron […] citatorios a las personas involucradas
en el asunto para que comparecieran y rindieran su testimonio ante el Órgano de
Control Interno”

La CoIDH requiere información sobre: i) el número de procedimientos


administrativos que se han llevado a cabo; ii) el número y cargo de los
funcionarios que fueron sancionados; iii) las conductas por las cuales fueron
sancionados, y iv) la relación directa de dichas sanciones con el presente caso.
Finalmente, la Corte requiere información sobre cualquier otro tipo de proceso
administrativo, disciplinario o penal que se esté desarrollando en este momento,
además de los anteriormente reseñados, con el fin de dar cumplimiento a esta
medida de reparación.

c) realizar, dentro de un plazo razonable, las investigaciones


correspondientes y, en su caso, sancionar a los responsables de los
hostigamientos de los que han sido objeto algunos familiares de las
víctimas;

En los tres informes estatales presentados se manifestó que la Fiscalía General


de Chihuahua comenzó una averiguación de todas las actuaciones para recabar
información sobre estas y derivar alguna responsabilidad. Sin embargo, señaló
que en los registros de la Fiscalía General del estado de Chihuahua y en la
Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua no existe información
precisa sobre casos específicos abiertos en relación con los actos que habrían
sido perpetrados. Asimismo, el Presidente de la Comisión Estatal de Derechos
Humanos expidió una constancia respecto a que, en el periodo 2000 a 2010, los
familiares afectados no habrían presentado ninguna queja ante el Ministerio
Público de Chihuahua y auxiliares, atendiendo a “supuestos actos de
hostigamiento”. Agregó que “no existen señalamientos en contra de algún
funcionario de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado por los
delitos de hostigamiento y amenazas”. Por lo tanto, el Ministerio Público informó
que continúa pendiente de que se presente alguna denuncia o queja para
proceder.

La Corte recuerda que, conforme a la obligación de garantía reconocida en el


artículo 1.1 de la Convención Americana, el Estado tiene el deber de evitar y
combatir la impunidad, la cual ha sido definida por la Corte como “la falta en su
conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los
responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la Convención
Americana”. Así, dada su importancia, la obligación de investigar no puede ser
ejecutada de cualquier manera, sino que debe realizarse de acuerdo a los
estándares establecidos por las normas y la jurisprudencia internacionales que
caracterizan a las investigaciones como prontas, exhaustivas, imparciales e
independientes, sin descargar en los familiares de las víctimas o sus
representantes el impulso de la o las investigaciones.

La Corte destaca que según lo establecido en la Sentencia, el Estado debe


investigar y eventualmente sancionar “a los responsables de los hostigamientos
de los que han sido objeto los familiares de las víctimas”. De esta manera, es
inaceptable que el Estado señale que no se han abierto las investigaciones
pertinentes debido a que no se habría presentado una denuncia por parte de los
familiares o sus representantes, por cuanto dichas investigaciones debieron ser
empezadas de oficio de conformidad con lo ordenado en la Sentencia.

La Corte considera imprescindible que el Estado Mexicano presente información


actualizada, detallada y completa sobre la totalidad de las acciones emprendidas
para el cumplimiento de esta medida de reparación, los resultados obtenidos, así
como una copia de la documentación que le sirva de respaldo, de manera tal
que la Corte pueda verificar que las investigaciones se están llevando a cabo
con debida diligencia, conforme al propósito que tiene esta medida de
reparación.

d) adecuar el Protocolo Alba, o en su defecto implementar un nuevo


dispositivo análogo;
En su Sentencia la Corte precisó diversas características que debería tener la
adecuación del Protocolo Alba o un dispositivo análogo. En particular se indicó
que dicho protocolo debía estar asociado a:

i) implementar búsquedas de oficio y sin dilación alguna, cuando se


presenten casos de desaparición, como una medida tendiente a proteger la
vida, libertad personal y la integridad personal de la persona desaparecida;
ii) establecer un trabajo coordinado entre diferentes cuerpos de seguridad
para dar con el paradero de la persona;
iii) eliminar cualquier obstáculo de hecho o de derecho que le reste
efectividad a la búsqueda o que haga imposible su inicio como exigir
investigaciones o procedimientos preliminares;
iv) asignar los recursos humanos, económicos, logísticos, científicos o de
cualquier índole que sean necesarios para el éxito de la búsqueda;
v) confrontar el reporte de desaparición con la base de datos de personas
desaparecidas […], y
vi) priorizar las búsquedas en áreas donde razonablemente sea más
probable encontrar a la persona desaparecida sin descartar arbitrariamente
otras posibilidades o áreas de búsqueda. Todo lo anterior deberá ser aún
más urgente y riguroso cuando la desaparecida sea una niña.

La Corte toma nota de los esfuerzos institucionales del Estado para adoptar un
mecanismo de búsqueda de niñas y mujeres desaparecidas. Además, recuerda
que la ubicación de niñas y mujeres desaparecidas no constituye una obligación
de resultado, sino de medio. Sin embargo, de la información aportada por el
Estado no se desprende con claridad hasta qué punto se han eliminado los
obstáculos de hecho o de derecho que puedan restar efectividad a las
búsquedas o que dificulte su inicio, así como la asignación de recursos
humanos, económicos, logísticos y científicos respecto a la implementación del
protocolo Alba. Tampoco se ha presentado información detallada respecto a
cómo opera la confrontación con el reporte de desaparición con la base de datos
de personas desaparecidas, como lo establece la Sentencia.
En tal sentido, la Corte observa que el Estado no ha brindado toda la
información necesaria para la valoración del cumplimiento del presente
resolutivo del Fallo.

En consecuencia, el Tribunal debe continuar informando sobre la aplicación del


protocolo Alba como mecanismo de búsqueda de niñas y mujeres desaparecidas
que permita verificar el alcance del cumplimiento de esta medida.

e) crear o actualizar una base de datos que contenga información


personal, genética de las mujeres y niñas desaparecidas, familiares de
las personas desaparecidas, así como de los cuerpos de cualquier
mujer o niña no identificada que fuera privada de la vida en el estado de
Chihuahua,

En su tercer informe el Estado informó sobre la aprobación el 17 de abril de 2012


de "la Ley del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o
Desaparecidas, la cual dot[ó] al Centro Nacional de información, perteneciente al
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de las
facultades necesarias para operar [el Registro Nacional de Personas Extraviadas
(RENPE)]”, y la reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia el 14 de junio de 2012. Además, señaló que “la Secretaría de
Seguridad Pública desarrolló una página de internet con el objeto de permitir el
registro de expedientes con datos generales de mujeres y niñas reportadas
como desaparecidas en todo el país”, que “entró en funcionamiento en el mes de
noviembre de 2012”, y que se “encuentra disponible con acceso directo en el
portal de la Secretaría de Seguridad Pública” en la página web
www.ssp.gob.mx/extraviadosWeb/portals/ extraviados.portal que cuenta con el
servicio necesario para consultar sobre personas desaparecidas o extraviadas a
nivel nacional. En dicho registro se publica la información necesaria para la
búsqueda y localización de personas extraviadas y con las fichas de registro de
“código del ADN”. Según el Estado, dicho Registro cuenta con “filtros de
búsqueda para niñas, adolescentes y mujeres, no solo de Ciudad Juárez, sino
para todos los municipios de la República Mexicana”. Además, el Estado se
refirió al suministro de un sistema de software denominado "CODIS", para la
instalación de una Base de Datos Nacional con información genética, que “inició
su funcionamiento en el Laboratorio de Genética Forense de la [Procuraduría
General de la Nación] desde diciembre de 2011, y que hasta [el 10 de diciembre
de 2012] han sido cargados 4,100 perfiles genéticos y ha sido posible identificar
a más de 100 cadáveres”. Señaló que “[l]a instalación del software y hardware
en las entidades federativas se realizará una vez que se formalicen los
convenios correspondientes” y que actualmente “la [Procuraduría General de la
República] otorga apoyo a las instituciones de procuración de justicia de las
entidades federativas que no cuentan con laboratorios de genética forense”.
Asimismo, se refirió a la base de datos a nivel nacional denominados "Banco
Nacional de Datos sobre Casos de Violencia contra las Mujeres [BANAVIM]” que
“se encuentra funcionando” y que “busca concentrar la información sobre casos
de violencia contra las mujeres de las 32 entidades federativas”.

La Corte toma nota de los avances respecto a la implementación de las bases


de datos y de la información ofrecida por el Estado respecto a la carga de
perfiles genéticos en el Laboratorio de Genética Forense, especialmente la
aprobación de un marco legal y los avances técnicos respecto a la creación de
una base de datos genéticos. Como el Estado mismo ha señalado, la instalación
del software y hardware en las entidades federativas todavía está en proceso y
se realizará una vez que se formalicen los convenios institucionales. La Corte
reitera la importancia que el cumplimiento de esta medida tiene para lograr la
identificación de personas que han desaparecido y para determinar la filiación de
las mismas, así como para establecer contactos entre quienes buscan a
personas desaparecidas, a fin de ser contrastado por las autoridades. Es por ello
que el Tribunal considera necesario seguir con la revisión del cumplimiento de
esta medida, y ordena que el Estado continúe con los esfuerzos de finalizar la
instalación de las bases de datos en las entidades del Estado, y siga ingresando
en las bases de datos toda información personal y genética de las mujeres y
niñas desaparecidas, familiares de las personas desaparecidas que consientan –
o que así lo ordene un juez-, así como de los cuerpos de cualquier mujer o niña
no identificada que fuera privada de la vida en el estado de Chihuahua, con el
objetivo de contribuir a esclarecer lo sucedido e identificar y establecer
eficazmente los resultados de las investigaciones.
f) brindar atención médica, psicológica o psiquiátrica gratuita, de forma
inmediata, adecuada y efectiva, a través de instituciones estatales de salud
especializadas, a los familiares de las víctimas.

Mediante su tercer informe de seguimiento, el Estado señaló que: i) en


“diciembre de 2011, se integró un grupo de trabajo interinstitucional conformado
por las Secretarías de Salud federal y estatal, el Centro de Prevención y
Atención a la Violencia Familiar y la CONAVIM, para diseñar e instrumentar un
Protocolo de Atención Médica que garantice a los familiares de las víctimas su
derecho a la salud”; ii) “se han realizado hasta el momento 11 reuniones de
trabajo, en las cuales se ha trabajado en un proyecto de Ruta de Acción en el
Área Médica, Psicológica y Psiquiátrica” para elaborar un “documento [que]
servirá de base para definir las acciones de coordinación entre el gobierno
federal y estatal que permitan garantizar a los beneficiarios de la [S]entencia su
derecho a la salud”; iii) “[e]n las reuniones del Grupo de Trabajo, realizadas el 21
y 27 de junio de 2012, se presentó el documento denominado Ruta de Atención
Médica, Psicológica y Psiquiátrica a los representantes legales de las familias
beneficiarias, quienes luego de realizar observaciones y comentarios,
manifestaron su conformidad con el mismo, indicando que el mecanismo atendía
las necesidades que en materia de salud tienen sus representados”, y que iv)
“Para la implementación de dicho documento, el 11 de julio de 2012, [se]
imparti[eron] 8 capacitaciones a personal de salud de Chihuahua con la finalidad
de darles a conocer el documento y facilitar su efectiva instrumentación”, y que
(v) “El 23 de noviembre de 2012, se llevó a cabo la formalización de la
implementación de la Ruta de Atención Médica, Psicológica y Psiquiátrica, en la
que se contó con la participación de la señora lrma Monreal Jaime, quien
manifestó su conformidad, y solicitó que las instancias del Grupo de Trabajo
constituyan un mecanismo de seguimiento y supervisión para su adecuado
cumplimiento y, en su caso, para modificar o adecuar la Ruta”. El Estado
consideró que “[l]a implementación de esta Ruta ha fortalecido la prestación de
los servicios de salud que se habían estado brindando a los integrantes de las
familias González y Monreal, particularmente para brindar atención médica
especializada y traslados”. Asimismo, informó que “el gobierno de Ciudad
Juárez, Chihuahua, entregó a integrantes de la familia Monreal los lentes que le
habían sido recetados”.
La Corte observa que, de la información suministrada por el Estado, se
desprende que el diseño de un plan de atención integral a las víctimas todavía se
encuentra en la fase de planeación, sin que el Estado haya ofrecido información
detallada sobre la implementación de medidas concretas de atención, el tipo de
tratamiento ofrecido, y los avances en la superación de las afectaciones físicas,
mentales y emocionales de las víctimas y familiares. El Tribunal resalta que la
Sentencia fue clara en señalar que la atención médica debía ser inmediata, adecuada y
efectiva. Asimismo, es necesaria mayor información respecto a la atención médica y
psicológica para las víctimas que no residen en Chihuahua.

En virtud de lo anterior, el Estado Mexicano debe adoptar todas las medidas que
sean necesarias para dar efectivo y pronto acatamiento a los puntos pendientes de
cumplimiento, señalados, de conformidad con lo estipulado en el artículo 68.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El Estado debió enviar a más tardar el 10 de noviembre de 2013, un informe


detallado sobre las medidas adoptadas para cumplir con las reparaciones ordenadas
que se encuentran pendientes de cumplimiento, en los términos establecidos en los
párrafos considerativos 27 a 31, 39 a 42, 46 a 49, 89 a 91, 106 y 126 de la resolución
de Supervisión de Cumplimiento de la citada Sentencia ,emitida por la CoIDH el 23 de
mayo de 2013 y posteriormente, el Estado debe presentar un informe de cumplimiento
cada tres meses.

Aunado a lo anterior en las Observaciones finales del Comité Cedaw a


Méxicose insta a que al Estado Mexicano adopte sin demora todas las medidas
necesarias para poner fin a la violencia perpetrada contra la mujer, por cualquier
persona, organización o empresa, así como a la violencia cometida por agentes
estatales, o derivada de sus acciones u omisiones, a todos los niveles 6, a que acelere
la aprobación de la reforma al Código Penal para tipificar el feminicidio como delito; así
como a la aplicación de una estrategia global que incluya iniciativas de prevención y
programas de educación pública destinados a modificar las actitudes sociales,
culturales y tradicionales que se hallan en el origen de la violencia contra la mujer y que
la perpetúan.

6
Examen del sexto informe periódico de México, en sus sesiones 751 y 752, celebradas el 17 de agosto del 2006.
ACUERDO

PRIMERO.-La Sexagésima Quinta Legislatura del Estado de Chihuahua,exhorta a la


Secretaría de Relaciones Exteriores, a la Secretaría de Gobernación, a la Fiscalía
General del Estado de Chihuahua, a la Secretaría de la Función Pública del Estado de
Chihuahua, a la Auditoría Superior del Estado de Chihuahua, a la Comisión Estatal de
Derechos Humanos de Chihuahua, las Secretarías de Salud federal y estatal, el Centro
de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y la CONAVIM, para que en el ámbito
de sus respectivas competencias, den cumplimiento a los resolutivos que se
encuentran pendientes del caso González y otras, conocido como la Sentencia del
Campo Algodonero, así como a la Procuraduría General de la República y a la Fiscalía
General del Estado de Chihuahua, para que apliquen el Modelo de Protocolo
Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de
Género (femicidio/feminicidio).

SEGUNDO.- A cada una de las autoridades antes mencionadas para que expongan las
razones por las que después de siete años, no se ha llevado a cabo el debido
cumplimiento a la Sentencia del Campo Algodonero.

TERCERO.- A la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la Secretaría de Gobernación


para que remita copia del informe detallado que el Estado Mexicano debió haber
enviado a la CoIDH a más tardar el 10 de noviembre de 2013 sobre las medidas
adoptadas para cumplir con las reparaciones ordenadas que se encuentran pendientes
de cumplimiento, en los términos establecidos en los párrafos considerativos 27 a 31,
39 a 42, 46 a 49, 89 a 91, 106 y 126 de la resolución de Supervisión de Cumplimiento
de la citada Sentencia emitida por la CoIDH el 23 de mayo de 2013, así como los
informes de cumplimiento que el Estado Mexicano debió haber presentado cada tres
meses.

Dado en el Salón de Sesiones del H. Congreso del Estado, a los 24 días del mes de
noviembre del año dos mil dieciséis.
Atentamente

DIP. BLANCA AMELIA GAMEZ GUTIERREZ.

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