La defensa material es el derecho del acusado a intervenir personalmente en el proceso penal para ejercer su defensa. Esto incluye hacer declaraciones, pedir pruebas y hablar por última vez. Es una actividad procesal llevada a cabo por el propio acusado para defender sus derechos ante el tribunal. El derecho a la defensa material garantiza que el acusado pueda participar en todas las etapas del proceso para ejercer sus derechos constitucionales y legales.
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La defensa material es el derecho del acusado a intervenir personalmente en el proceso penal para ejercer su defensa. Esto incluye hacer declaraciones, pedir pruebas y hablar por última vez. Es una actividad procesal llevada a cabo por el propio acusado para defender sus derechos ante el tribunal. El derecho a la defensa material garantiza que el acusado pueda participar en todas las etapas del proceso para ejercer sus derechos constitucionales y legales.
La defensa material es el derecho del acusado a intervenir personalmente en el proceso penal para ejercer su defensa. Esto incluye hacer declaraciones, pedir pruebas y hablar por última vez. Es una actividad procesal llevada a cabo por el propio acusado para defender sus derechos ante el tribunal. El derecho a la defensa material garantiza que el acusado pueda participar en todas las etapas del proceso para ejercer sus derechos constitucionales y legales.
La defensa material es el derecho del acusado a intervenir personalmente en el proceso penal para ejercer su defensa. Esto incluye hacer declaraciones, pedir pruebas y hablar por última vez. Es una actividad procesal llevada a cabo por el propio acusado para defender sus derechos ante el tribunal. El derecho a la defensa material garantiza que el acusado pueda participar en todas las etapas del proceso para ejercer sus derechos constitucionales y legales.
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DEFENSA MATERIAL
El derecho a la defensa material: el derecho a la defensa material es el derecho
que tiene el imputado a intervenir personalmente en el procedimiento para ejercer su defensa; de esta forma, el imputado puede, a lo largo del procedimiento realizar declaraciones, hacer pedidos al fiscal o al juez, proponer por sí mismo pruebas, etcétera; en el debate del juicio, tiene además el derecho a ejercer la última palabra. La defensa material, viene a ser una actividad procesal del imputado, es realizada por él mismo para hacer valer, ante el tribunal, sus derechos. Es aquella defensa que se desprende de las garantías y principios constitucionales que son propias y exclusivas del imputado, Rossi Vásquez la refiere como: “Actos ejercidos por el propio -imputado-, la cual es de manera personal e insustituible que realiza el imputado contra quien se dirige la atribución de un hecho delictivo”. Ana Beltrán Montoliu en su tesis doctoral la define como: “Actividad procesal dirigida a hacer valer ante el juez, los derechos subjetivos y dos demás de sus intereses jurídicos del imputado, constituyendo pues, las actividades defensivas por el mismo”. De igual forma en la obra de Derecho Procesal Penal, el autor Gimeno Sendra la define como: “La intervención directa y personal del imputado en el proceso, realizando actividades encaminadas a preservar su libertad, impedir la condena u obtener la mínima sanción penal posible”. Puede entonces considerarse que la defensa material es la garantía que tiene el imputado a intervenir personalmente en cada una de las etapas del procedimiento para otorgarle la posibilidad de ejercitar sus derechos; de esta forma el imputado puede a lo largo del procedimiento realizar declaraciones, hacer pedidos al fiscal y al juez contralor del proceso, de igual manera proponer por sí mismo los medios de prueba. En el debate tiene además derecho a la última palabra, para poder solicitar el perdón a los jueces. El artículo 71 del Código Procesal Penal, solventa la duda al determinar que los derechos que la Constitución y el mencionado código otorgan al imputado, pueden hacerlos valer por sí o por medio de su defensor; desde el primer acto del procedimiento dirigido en su contra hasta su finalización. También se entiende por primer acto del procedimiento cualquier indicación que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o de participar en él, lo cual puede suceder ante alguna de las autoridades competentes para iniciar la persecución penal, es decir, ante la policía, el Ministerio Público o un tribunal. El derecho material nace desde el mismo momento de la primera declaración del imputado, desde el momento que le atribuye a una persona determinada la comisión de un hecho punible, o en otros casos desde que se inicia la investigación, la detención en situación flagrancia o por orden de juez competente y, se hace evidente, cuando se dicta una medida de coerción o se dicta auto admitiendo la acusación, o finalmente, cuando se pronuncia sentencia condenatoria. La defensa material es comúnmente el derecho a defenderse por uno mismo, son todas y cada una de las actuaciones establecidas en el marco procesal a la cual el imputado tiene derecho, y que consisten en los siguientes derechos constitucionales y procesales establecidos en los artículos 7, 8, 9,10 y 11 de la Constitución Política de la República de Guatemala y además se encuentran desarrollados en los artículos 71, 81, 87, y 92 del Código Procesal Penal. El derecho de defensa material también es reconocido por los pactos o convenios internacionales ratificados por el Estado de Guatemala, que consagran expresamente la posibilidad defenderse del imputado y que por ello adquiere por ende rango constitucional “la defensa material”, en aplicación al artículo 46 Constitucional. Para César Barrientos Pellecer la defensa material consiste en la facultad del imputado de intervenir y participar en el proceso penal que se instruye en su contra, la facultad de realizar todas las actividades necesarias para oponerse a la imputación, y menciona que dentro de estas actividades tiene la de ser citado y oído, la de argumentar, rebatir, controlar, producir y valorar la prueba de cargo, así como la de plantear las razones que permitan la absolución, las justificaciones, consideraciones o impugnar las resoluciones judiciales.
Definición jurídica de la defensa
La defensa es el derecho que tiene toda persona, contra la cual se ejercitó una acción, de repeler esta, demostrando su falta de fundamentos. Considerando este derecho en su actuación, comprende todo lo que se alega por un demandado para sostener su derecho (o probar que no existe en el actor) o su inocencia.
Definición doctrinal de la Defensa
Derecho reconocido a toda persona, en el ámbito de cualquier proceso, de ser oída y de hacer valer y probar las propias razones y argumentos, y de rebatir las alegaciones y las pruebas en contra. Juristas Para Juan José González Bustamante, la defensa es “una función encaminada a destruir las pruebas de cargo existentes, de tal manera que la resolución judicial que se pronuncie, se traduzca en una exculpación o al menos, en una mejoría de la situación jurídico procesal que guarda el inculpado”. Para Rafael de Piña Vara, define el derecho de defensa como “la actividad encaminada a la tutela de los intereses legítimos en aquellos regímenes procesales, que permiten la intervención de una persona no titulada en esta función o por el propio interesado”. José Guarneri, al respecto, establece “el concepto de defensa es correlativo al de acusación y constituye, en la dialéctica procesal de los contrarios, el momento de la antítesis. Igual que la acusación, representa en el proceso penal una Institución del Estado, pues el legislador la considera indispensable para la consecución de la verdad”.
La Garantía de La Defensa en Juicio y El Derecho A Contar Con Un Abogado Defensor. La Garantía Del Juez Natural y Derecho A Un Pronunciamiento Penal Rápido