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Trabajo SB

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La discriminación de género, cultural y racial

Introducción:
La humanidad ha ido cambiando y mejorándose a lo largo de los años, desde lo tecnológico hasta
lo moral, creando sociedades altamente modernas y civilizadas alejándonos de nuestros instintos
más primitivos, sin embargo a pesar de los grandes avances que obtuvimos a lo largo de los años,
aún seguimos conservando aspectos negativos de nuestro comportamiento que evita que
construyamos una sociedad con los valores y la moral que esperamos.

Estos comportamientos, fijándonos en los de discriminación y racismo, han provocado que a lo


largo de la historia de la humanidad, hallamos cometido una serie de eventos violentos y
desastrosos hacia nosotros mismos, causando un montón de pérdidas humanas y materiales, sin
embargo estos comportamientos han ido cambiando a lo largo de la historia logrando un gran
avance en la humanidad.

Sin embargo aún se conservan estos pensamientos eh ideas que van en contra de otros individuos
que comparten una cultura y orígenes diferentes. A lo largo de todo el mundo, el racismo y la
discriminación se encuentra presente, formando lamentablemente en parte de nuestro día a día,
además hay que sumar el hecho de que la discriminación de género y la discriminación cultural y
racial suelen venir acompañados, haciendo que las mujeres provenientes de estos grupos atacados
tengan que lidiar tanto con los rechazos de la sociedad por ser mujer, y por pertenecer a una
cultura diferente.
Este problema está presente en todo el mundo y en nuestro país Bolivia, siendo este un estado
plurinacional con 36 diferentes naciones o pueblos indígenas originarios y campesinos, era de
esperarse los conflictos y choques culturales entre diferentes culturas y la presencia de la
discriminación dentro del territorio.

1. ¿Qué es la discriminación cultural racial?


Nos referimos a discriminación cultural a la
diferencia de trato hacia personas de una diferente
cultura o etnia, y la discriminación racial es el odio y
marginación hacia otras personas solo por su color
de piel, a menudo estos dos tipos de discriminación
suelen venir juntos ya que se asocia el color de piel
con el origen de uno a pesar de que en muchos casos
no suele estar relacionado lo uno con otro de forma
directa.

Además del color de piel, la discriminación cultural


también puede atacar a los individuos por cosas como las costumbres, idioma, costumbre o
religión.

2. ¿Por qué existe la discriminación cultural y racial?


Los humanos, al igual que otros animales tenemos un sentido de supervivencia, como el miedo
hacia la oscuridad ya que nos quita nuestro sentido más útil la vista, pero también tenemos el
miedo a lo desconocido, ya que al no poseer suficiente información sobre algo nos obliga a estar
en alerta por si aquello que no entendemos pueda ser una amenaza, por ende lo que se nos hace
preferir lo conocido o familiar, esto hace que tengamos más afinación con los individuos iguales a
nosotros ya que nos podemos sentir identificados, y lo que no se parece a nosotros puede ser
considerado desde nuestro instinto como una amenaza.
También puede darse un caso contrario, en la que un grupo cultural puede sentirse superior a otro
ya se por el nivel de poder que uno posea, como los recursos, territorio, educación, etc. Viendo de
menos a otras culturas, viéndose a sí mismos como humanos diferentes y mejores.

Es por eso que en la historia siempre hubo distintos enfrentamientos entre sociedades de
diferentes culturas, ya que algunos se sentían superiores por pertenecer a diferentes grupos,
como las colonias británicas con los pueblos nativos americanos, o los nazis con los judíos.

Cabe resaltar que dentro de desde el punto de vista científico, no existe la raza como una
categoría biológica válida para clasificar a los humanos. La idea de raza se basa en características
físicas superficiales, como el color de la piel, la textura del cabello o la forma de los ojos. Sin
embargo, estas características no tienen una base genética real y no son un reflejo de la diversidad
genética humana, mucho menos las características culturales.
3. Relación con la discriminación de género
Para hablar de la relación entre la
discriminación de género y la cultural/racial
es importante entender la discriminación de
género.

La discriminación de género se refiere al trato


desigual que se le da a una persona en
función de su género, esto debido a las
diferencias entre ambos géneros, siendo la
discriminación a las mujeres el más sonado,
esto al igual que la discriminación cultural y
racial viene desde hace mucho tiempo donde
los roles de género eran más estrictos y hasta
necesarios en algunas culturas del pasado,
estos como la imagen de la mujer como una
ama de casa o criadora, y el hombre como
soldado, a menudo por la diferencia de poder
físico la mujer siempre era el soporte del
hombre, y en muchos casos vista como un
objeto que no tenía voz ni voto, a medida los
tiempos iban cambiando esta percepción hacia las mujeres fue cambiando, dándole una identidad
más allá de ser una pertenencia del hombre, aunque esto solo pasaría en algunos lugares,
mientras que aún se conservaría la idea de la mujer como un ser inferior al hombre en algunos
países de Oriente Medio.

Sin embargo, en los países en los que se reconoce a la mujer como un ser independiente aún se
conservan comportamientos que discriminan a las mujeres, ya sea por la sociedad o tradiciones
familiares, un ejemplo de una idea popular que discrimina a la mujer en entornos familiares, es la
idea que una mujer siempre debe cazarse, sin considerar si esta quiere tener una vida
independiente.

Hoy en día una mujer sufre de diferentes actos de discriminación por su condición ya que
comúnmente se suele menospreciar sus capacidades, esto deriva en una serie de problemas
como: diferencias en salario, falta de oportunidades en empleo, violencia de género o
estereotipos.

Lamentablemente muchas veces una mujer puede sufrir una discriminación tanto por su genero y
cultura, siendo las mujeres las que sufren los dos tipos de discriminación, esto suele pasar
comúnmente en países con una inmensa diversidad de etnias y razas, donde se le suele ver a la
mujer de diferente color de piel o idioma como un individuo inferior, y por tanto suele ser
discriminado, a menudo se asocia la belleza con la feminidad, y puede ser usado para denigrar o
desprestigiar a una mujer diferente, catalogándola de alguien fea y rara, también se puede atacar
a la inteligencia o la higiene.
Aquí en Bolivia las mujeres que sufren este tipo de discriminación suelen ser indígenas, debido a
su pasado reprimido, entre algunos estereotipos que suelen hacerse son:

Sumisas y pasivas: Se les ve como personas sin voz, que no tienen capacidad de decisión ni
liderazgo. Se les niega su autonomía y se les considera incapaces de defender sus derechos.

Objetos sexuales: Se les cosifica y se les reduce a su cuerpo. Son víctimas de violencia sexual y
discriminación por su apariencia física.

Sin educación ni inteligencia: Se les considera inferiores intelectualmente y se les niega el acceso
a la educación. Se les asocia con roles tradicionales que no requieren conocimiento formal.

Poca higiene: Se les estigmatiza como personas sucias y descuidadas. Se les niega el acceso a
servicios básicos como agua potable y saneamiento.

Incapaces de adaptarse a la modernidad: Se les considera atrasadas y resistentes al cambio. Se les


niega el derecho a participar en la sociedad moderna y a acceder a sus beneficios.

Pertenecientes al pasado: Se les ve como un vestigio del pasado que no tiene cabida en el mundo
actual. Se les niega el derecho a existir como culturas vivas y dinámicas.

Sin derechos: Se les considera ciudadanas de segunda clase. Se les niega el acceso a la justicia y a
la protección de sus derechos humanos.

Explotables: Se les ve como mano de obra barata y vulnerable. Se les explota laboralmente y se les
niega condiciones de trabajo dignas.

Borrachas: Se les asocia con el consumo de alcohol de forma negativa. Se les estigmatiza y se les
culpabiliza por problemas sociales.

Indolentes: Se les considera personas perezosas y sin iniciativa. Se les niega el derecho al trabajo y
a una vida digna.
4. Historia de la discriminación de género cultural y racial:

En América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de Indígenas divididos en unos 400 grupos
étnicos, cada uno de los cuales Tiene su idioma, su organización social, su cosmovisión, su sistema
Económico y modelo de producción adaptado a su ecosistema. Cinco Países agrupan casi el 90%
de la población indígena regional: Perú (27%), México (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y
Ecuador (8%). La población negra y mestiza afro latina y afro caribeña en la Región alcanza unas
150 millones de personas, lo que significa Alrededor de un 30% de la población total de la región.
Con relación a Su ubicación geográfica, se ubican especialmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y
Venezuela (10%). La importancia de categorías y conceptos como raza y etnicidad reside en que a
través de la historia y hasta nuestros días, rasgos físicos y biológicos como el color de piel, el grupo
de sangre o, de otro lado, la cultura a la cual se pertenece, son causa de desigualdad,
discriminación y dominación de un grupo que se autodefine como superior o con mejores y más
legítimos derechos que aquellos a los que se desvaloriza y excluye (Oommen, 1994).1 Junto con
género y clase, raza y etnicidad generan verdaderos sistemas y mecanismos culturales, sociales e
incluso institucionales de dominación a través de los cuales se impide el acceso equitativo de
grandes grupos humanos a los frutos del desarrollo económico. Mientras la raza se asocia a
distinciones biológicas atribuidas a genotipos y fenotipos, especialmente con relación al color de la
piel, la etnicidad se vincula a factores de orden cultural, si bien con frecuencia ambas categorías
son difícilmente separables.

La construcción de una terminología y una estructura ideológica de la raza es de antigua data, pero
su mayor desarrollo se produce entre los siglos XVI y XVIII, durante las fases de descubrimiento,
conquista y colonización de América por parte de naciones europeas. El colonialismo va a ser una
fuente primordial para la constitución de las ideas sobre las diferencias Raciales. La misma idea de
la superioridad racial europea frente a la supuesta inferioridad y Salvajismo de los nativos de
América serán parte de los procesos históricos de construcción de Imágenes culturales de
conquistados y conquistadores (Said, 1993). Sin embargo, la mayor racionalización “científica” de
la raza tiene su origen en el desarrollo De las ciencias naturales durante la Ilustración. Linneus
(1707-1778), por ejemplo, desarrolla una Taxonomía del mundo natural a través de un sistema en
que incluye a las diferentes razas humanas Como especies y subespecies, según características
físicas y diferencias biológicas a las que se Asociaban determinados atributos sociales y culturales.
Se señala que el apogeo máximo del Discurso científico sobre la raza se produce después de la
abolición de la esclavitud (mediados del Siglo XIX), como una manera de institucionalizar en las
ciencias y teorías emergentes, la Inferioridad de los negros (Wade, 1997). De esta manera, el fin de
la esclavitud no garantizará la Igualdad racial. La formación de los estados modernos muestra que
en la conformación de naciones y Nacionalismos operó un discurso sobre la raza con efectos
excluyentes sobre las poblaciones Nacionales. Prueba de ello es que la mayor parte de las
manifestaciones de racismo se han dado Dentro de las fronteras nacionales. El racismo como
acción política (Anderson, 1983) justifica más Los procesos de dominación internos que de
dominación extranjera de tipo colonial. La situación de Los pueblos indígenas y minorías étnicas y
nacionales en América Latina y el Caribe refuerza, pues, La idea de la existencia de colonialismos
internos. El peso del argumento racial ha pasado del discurso científico al imaginario social, sobre
la Base de variaciones fenotípicas con que cada sociedad construye significados en el contexto de
sus Experiencias históricas. Pero como señala Wade, la raza existe no como pura idea sino como
una Categoría social de gran tenacidad y poder (Wade, 1997:14).2 La discriminación por motivos
de Raza o etnia implica una operación simultánea de separación y jerarquización: el otro racial o
étnico Es juzgado como diferente, y a la vez como inferior en jerarquía, cualidades, posibilidades y
Derechos. Esta negación del otro se expresa de distintas maneras entre sujetos y grupos sociales,
sea Mediante mecanismos simbólicos y acciones cotidianas, sea como políticas sistemáticas y
oficiales De Estados o gobiernos, como en el caso de los regímenes que han aplicado métodos de
apartheid. En la región, el concepto de raza y sus efectos discriminatorios se vincula
históricamente a lo que se ha dado en llamar la “negación del otro” (Calderón, Hopenhayn y
Ottone, 1996). En Términos étnicos y culturales, ella sobrevive y se transfigura a lo largo de la
historia republicana y Sus procesos de integración social y cultural. La negación del otro como
forma de discriminación cultural se transmuta históricamente ennForma de exclusión social y
política. En la modernidad latinoamericana y caribeña el problema de La exclusión se expresa en el
hecho de que la región tiene la peor distribución del ingreso en el Mundo; y en el sesgo elitista en
las relaciones de poder, que ha constituido un serio obstáculo al Desarrollo de las democracias
liberales en la era republicana de muchos de los países de América Latina y el Caribe. Por cierto, la
exclusión social se asocia hoy a factores sociodemográficos, a las Dinámicas (o insuficiencias
dinámicas) de acumulación de la riqueza y de los factores productivos, Y por las brechas

educacionales, entre otros factores. Sin embargo, la negación originaria de la Cultura e identidad
del otro constituye una estructura de discriminación étnico-racial en torno a La cual se adhiere,
con mayor facilidad, la exclusión que adviene en las dinámicas de Modernización. El origen más
remoto de la exclusión y la segregación étnica y racial se encuentra en la Instauración del régimen
de conquista y colonización. El dominio de territorios, la apropiación de La riqueza natural del
continente, la hegemonía política y cultural, el sometimiento o la Evangelización, y la
incorporación masiva de mano obra a las faenas agrícolas y mineras, fueron eslabones del
sometimiento y la discriminación de grupos indígenas y poblaciones afro latinas y Afro caribeñas,
mediante el denominado “servicio personal” o “encomienda”, y en la esclavitud o trabajo forzado.

Mientras la conquista fue un proceso de sometimiento, exterminio y avasallamiento de la cultura


de los pueblos indígenas, durante la colonia la estratificación y organización de la sociedad Estuvo
plenamente ligada a patrones de jerarquización cultural y racial. Sobre esos patrones se Construyó
la pirámide social, cuyo escalón más bajo era ocupado por los esclavos africanos y en

Cuya cúspide se ubicaban los luso-hispanos. Indígenas y mestizos estaban a medio camino entre
Ambos. La movilidad se restringió a algunos estratos de mestizos. El mestizaje permitió mitigar
esta Jerarquización en alguna medida, poniendo en cuestión el concepto de “pureza de raza” que
operó Como resorte ideológico de negación del otro. La negación del otro presenta, en su
desarrollo histórico, matices diversos. Esta construcción Difiere, por ejemplo, si el encuentro
cultural se realizó en sociedades ya complejas, como las andinas o mayas, o si tuvo lugar en
sociedades de menor complejidad o mayor dispersión, como las amazónicas, mapuches o
caribeñas. Muy distinta ha sido, también, la dinámica de negación del otro Respecto a la población
Africana esclava, que generó escenarios distintos, como se observa en el caso de Brasil y de buena
parte del Caribe. Los matices se hacen todavía más complejos al considerar las migraciones
europeas más recientes, que se entroncaron con sociedades republicanas Constituidas, como en
Argentina y Uruguay.

Desde el lado del descubridor, el conquistador, el evangelizador, el colonizador, el criollo,


Finalmente el blanco, la negación parte de un doble movimiento: de una parte se diferencia al otro
Respecto de sí mismo, y en seguida se lo desvaloriza y se lo sitúa jerárquicamente del lado del
Pecado, el error o la ignorancia. En el caso indígena la categoría indio conjuga simultáneamente
Aspectos biológicos (raciales y racistas) y culturales. Ser indio reflejaría una condición de
Subordinación y negación de un grupo humano frente a otro que se autoconstruye y erige como
Superior. Bajo esos preceptos, durante el orden colonial las poblaciones indígenas se vieron
sometidas a una permanente intervención, desestructuración y destrucción de sus formas de vida,
Lengua y cultura. En muchos casos fueron desplazados, dispersados o expulsados de sus territorios

Perdiendo con ello los vínculos sociales y culturales que les aglutinaban. En este proceso, el
deterioro de los recursos naturales, junto a otros factores (explotación laboral, nuevas
Enfermedades, etc.), fueron causa de una catástrofe demográfica de la población indígena, por lo
Que se procedió a incorporar mano de obra esclava de origen africano para la producción agrícola
y minera.
No hubo muchos cambios en los emergentes Estados republicanos, y aunque en muchas Regiones
las poblaciones indígenas tuvieron una activa participación en las campañas de Independencia, a
poco andar las elites republicanas reconstruyeron el mecanismo de negación del Otro,
atribuyendo a las poblaciones indígenas el carácter de obstáculo al progreso, la cultura y la
Construcción del Estado-Nación. Los Estados Nacionales en el siglo XIX se plantearon la superación
de las estructuras Jerárquicas de la colonia bajo la bandera de una sola cultura y una sola nación,
lo que sirvió También para empresas de homogenización nacional que arrasaron con las culturas
indígenas, Mediante aculturación o exterminio. Con dicotomías excluyentes, como “civilización o
barbarie”, Se forzó a las culturas indígenas a someterse a las formas culturales dominantes. La
negación del otro por parte de las elites políticas y económicas (las elites que asumen su Identidad
como criolla, casi nunca como mestiza) tiene, asimismo, otras caras. Por un lado, el otro Es el
extranjero, y la cultura política latinoamericana, en sus versiones más tradicionalistas y
Autoritarias, ha exhibido con frecuencia una resistencia xenofóbica al otro-extranjero que
amenaza

La identidad nacional desde fuera y corroe la nación. Es frecuente encontrar discursos


esencialistas O autoritarios, para quienes la influencia externa adquirió el rostro de la decadencia
moral o la Potencial corrupción del ethos nacional. En el extremo opuesto, el propio “criollo”
latinoamericano Ha negado al otro de adentro (al indio, al mestizo) identificándose de manera
emuladora con lo Europeo o norteamericano, o bien definiendo el ethos nacional a partir de un
ideal europeo o ilustrado, frente al cual las culturas étnicas locales quedaron rotuladas con el
estigma del rezago o la barbarie.

La “aculturación-culturización” o integración simbólica ha operado como relevo moderno de la


evangelización, pero con otros fines: la negación del valor específico de la cultura e identidad
Propia de los grupos indígenas, y el intento organizado de quitarles su propio universo simbólico
para disciplinarlos en el trabajo productivo, la ideología del Estado-Nación, el espíritu racionalista y
el uso de una lengua europea. Si antes habían sido desvalorizados por precristianos, más tarde lo
fueron por pre racionales y pre modernos, y considerados salvajes, haraganes, indolentes,
impulsivos, negligentes, brutos, supersticiosos y disolutos. Las taxonomías naturalistas de la
ilustración de fines del siglo XVIII sirvieron de base para esta nueva jerarquía donde negros e
indígenas aparecían condenados por la naturaleza. Los Estados nacionales se plantearon también
la construcción de la identidad nacional que, por mucho tiempo, no contempló lo indígena y lo
negro. La dialéctica de civilización y barbarie que plasmó el darvinismo social en las ideologías
criollas, los consideraba como bárbaros o Incivilizados, carentes de Estado o de la capacidad de
otorgarse a sí mismos una sociedad Políticamente organizada, un sistema económico coherente e
industrioso, o un conjunto de normas De conducta moral. El resultado ha sido especialmente
problemático si se considera que ni la culturización ni la Aculturación fueron totales. Indios,
negros, mestizos, zambos, ladinos y otras versiones de lo “no Blanco”, “no europeo”, “no criollo” o
“no ilustrado”, quedaron en gran medida a mitad de camino Entre una y otra cultura.
Más que identidad, des identidad. Se necesitaron grandes esfuerzos para Preservar sus visiones
de mundo y sus prácticas comunitarias; como para sacrificarlas y para Integrarse en una
modernidad que, en la historia de la región, no se caracterizó ni por el Multiculturalismo ni por la
tolerancia

La negación de la heterogeneidad cultural en la génesis de los Estados nacionales


Latinoamericanos y caribeños se perpetuó mediante sistemas de reproducción social y cultural.
Los currículos educativos, por ejemplo, comenzaron a recrear y transmitir, de generación en
generación, contenidos y formas de conocimiento sobre indígenas y negros que no sólo los
desvalorizaban, sino que construían su imagen como figuras del pasado, sin existencia real en el
presente. Los pueblos indígenas reales se mencionaban como sociedades atrasadas y refractarias a
los procesos de modernización y cambio. La misma idea moderna de cultura tradicional —que la
mayor parte de las veces se refiere a la cultura de los grupos excluidos de la sociedad—refleja la
imagen de pueblos estáticos, a históricos y resistentes a toda modernidad.

Sin embargo, a diferencia de los pueblos afroamericanos o afro caribeños, los indígenas fueron
objeto de mayor preocupación por parte de los Estados y de algunos sectores de la sociedad que
se plantearon proyectos de integración simbólica del indio, a quienes consideraban los legítimos
depositarios de la “identidad latinoamericana”. Un nuevo modo de percibir a los pueblos
Originarios, el indigenismo, tuvo gran fuerza entre la década del cuarenta y la del sesenta en el
siglo XX, y procuró difundir los principios y avances de la vida moderna en las poblaciones
indígenas.
Los ejes del proyecto de asimilación fueron la educación y la “campesinización” de quienes aún
vivían en las zonas rurales. El nuevo proyecto civilizatorio se cimentó en la necesidad de igualar,
homogeneizar e incorporar a los indígenas sin considerar sus particularidades e identidades
propias. La historia posterior a la abolición de la esclavitud no ha logrado superar algunos efectos
discriminatorios y excluyentes sobre los afro latinos y afro caribeños. Por ejemplo en Venezuela, si
bien tempranamente las elites republicanas se opusieron oficialmente a todo prejuicio y
discriminación raciales, también proyectaron “blanquear” la población mediante políticas de
promoción de la inmigración europea. Y si bien hubo negros en influyentes cargos políticos y
militares durante el siglo XIX, esta presencia empezó a declinar a fines de dicho siglo, y
prácticamente desaparecieron en el siglo XX. En 1959 se inició una era en que los negros pudieron
alcanzar posiciones políticas al nivel local y nacional, si bien las elites blancas venezolanas
siguieron excluyéndolos de sus instituciones sociales y económicas.

En Brasil las teorías raciales importadas en el siglo XIX debieron morigerarse, dado que el
mestizaje se constituyó en gran soporte demográfico de la sociedad nacional, adquiriendo incluso
connotaciones positivas en cuanto al origen del carácter nacional y al fruto de la amalgama entre
blancos, negros e indígenas. Sin embargo hasta hoy la población negra de Brasil padece niveles de
exclusión mucho mayores que otros grupos de la población general del país, en términos de
acceso al empleo, a los ingresos, a la educación, a espacios deliberativos y a indicadores generales
de bienestar.

En el Caribe francés el color de la piel ya era parte de un discurso jerárquico internalizado al final
del siglo XVIII, en que la cúspide de la jerarquía correspondía a los blancos “puros”. El resto de la
población estaba clasificada taxonómicamente según componentes raciales, asociada a status
sociales fijos. Moreau de Saint-Méry consideraba razonable admitir el conocimiento genealógico
de 7 generaciones anteriores, o sea, 128 ancestros individuales, de tal manera que se pudiera
pensar en cada persona como constituida por 128 “partes”. Esta idea dio origen a un sistema de
clasificación racial compuesto de 11 categorías7, en que cada categoría “genealógica” contiene un
fenotipo y un conjunto de comportamientos asociados. Por esta vía, cada categoría racial quedó
asociada a un nicho socioeconómico. (Price, 1995).

En América, las mujeres indígenas suelen enfrentar formas diversas y sucesivas de discriminación
histórica que se combinan y se superponen, Exponiéndolas a violaciones de derechos humanos en
todos los aspectos de su vida cotidiana: desde sus derechos civiles y políticos, sus derechos a
acceder a la justicia, hasta sus derechos económicos, sociales y culturales, y su derecho a vivir sin
violencia. Los diversos obstáculos que las mujeres indígenas enfrentan son, por ejemplo: muy
pocas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultades geográficas y económicas
singulares para tener acceso a servicios de salud y educación, acceso limitado a programas y
servicios sociales, tasas elevadas de analfabetismo, escasa participación en el proceso político y
marginación social. La exclusión política, social y económica de las mujeres indígenas contribuye a
una situación permanente de discriminación estructural, que las vuelve particularmente
susceptibles a diversos actos de violencia.

Aunque sean sujeto de discriminación y de violaciones a sus derechos humanos, las mujeres
indígenas no deben ser percibidas solamente como víctimas. Ellas han desempeñado un papel
decisivo en la lucha por la autodeterminación de sus pueblos y sus derechos como mujeres, son
conocidas como garantes de la cultura y juegan un papel fundamental en sus familias, sus
comunidades, sus países, así como fuertemente en el ámbito internacional. Se debe entender a las
mujeres indígenas como sujetos de derecho, reconociendo su derecho de participar activamente
en todos los procesos que influyen en sus derechos.

5. Discriminación de género cultural y racial en la actualidad:

La discriminación racial es un tema complejo que, si bien ha experimentado avances en las últimas
décadas, aún dista mucho de ser erradicada. Afirmar que "ya no existe mucha discriminación
racial" sería negar la realidad que viven muchas personas en diferentes partes del mundo.
Es cierto que, en términos legales, la mayoría de los países han promulgado leyes que prohíben la
discriminación por motivos de raza, color, origen nacional o etnia. Todos tenemos derecho a
recibir un trato justo e igualitario, sin ser objeto de ningún tipo de discriminación. Sin embargo, la
discriminación racial no siempre es evidente o explícita. Puede manifestarse de forma sutil e
invisible, a través de estereotipos, prejuicios y actitudes inconscientes que impactan
negativamente en la vida de las personas racializadas.

La discriminación cultural, por otro lado, sigue siendo una realidad palpable en muchas
sociedades. El texto menciona un ejemplo claro: la discriminación hacia las personas de cultura
indígena del campo por parte de algunos habitantes de la ciudad.

Esta discriminación puede expresarse a través de burlas por su vestimenta, su idioma o sus
costumbres. Es importante recordar que estas culturas son tan válidas y valiosas como cualquier
otra.

Si bien es cierto que la mayoría de la población no discrimina, aún queda un largo camino por
recorrer para lograr una sociedad verdaderamente intercultural, donde todas las culturas sean
valoradas y respetadas.

5.1 Discriminación de género cultural y racial en la sociedad:

Entre los procesos sociales y culturales que caracterizan al momento actual, es importante
destacar la fuerte conflictividad en el plano nacional y étnico, el recrudecimiento de formas de
discriminación, prejuicio y exclusión, fenómenos que no son nuevos. En toda sociedad conviven
grupos diferenciados, cuyas identidades sociales se constituyen en torno a diversas variables como
ser: sus peculiares formas de percepción, comunicación e interacción, adscripción social y
generacional, origen étnico o de clase. En la no tan lejana época de los imperios coloniales, la
dominación y administración de las colonias se justificaba a partir de enunciados ideológicos que
notoriamente exaltaban la superioridad del hombre europeo y descalificaban al otro colonizado,
desvalorizaban sus costumbres y modos de vivir.
Reaparecen viejos modos de estigmatización, dirigidos al extranjero, al pobre, al Inmigrante, que
arraigan y se nutren de la crisis social. Surgen nuevas formas De racismo, El significante actual de
la discriminación: «bolita» (boliviano). Estereotipos racistas y clasistas que caracterizaban al mote
discriminatorio que Antecedió al actual: el «cabecita», el mestizo en la ciudad europea, cabecita
Los discriminados niegan la discriminación. Eluden la conciencia de ella, o Bien la derivan a algún
«otro» que ellos mismos discriminan, No asumen la Plena conciencia de ser objeto de
discriminación. La discriminación racial ha sido utilizada como armas para generar miedo y odio.
Las modernas tecnologías de comunicación son un campo propicio para avivar el rechazo social
hacia determinados grupos o personas, que se convierte en discriminación y hasta en discurso de
odio frente a víctimas que por su vulnerabilidad, desconocer sus derechos. La discriminación racial
se ha desarrollado a lo largo de la historia. Nos hemos empeñado en situar a determinados grupos
humanos por encima de otros, en odiar lo diferente, en etiquetar lo que nos da miedo o
desconocemos. Entre los procesos sociales y culturales que caracterizan al momento actual, es
importante destacar la fuerte conflictividad en el plano nacional y étnico, el recrudecimiento de
formas de discriminación, prejuicio y exclusión. Tiene relevancia para comprender su dinámica
cultural y las modalidades. En toda sociedad conviven grupos diferenciados, cuyas identidades
sociales se constituye en torno a diversas variables.

5.2 Discriminación de género cultural y racial en la política:

La discriminación de género, cultural y racial puede manifestarse de muchas maneras, como la


representación de grupos en decisiones políticas. La falta de políticas que aborden las necesidades
específicas de diferentes comunidades, o de leyes que continúen la desigualdad y la marginación.
Para estas formas de discriminación, es fundamental implementar políticas y medidas que
promuevan la igualdad de género, que respeten la diversidad cultural y racial, también garantisar
la inclusión de todas las personas en los procesos políticos y de toma de decisiones.

Como la adopción de cuotas de género en la representación política, la implementación de


programas de educación y sensibilización cultural, y la revisión y reforma de leyes discriminatorias.

Ejemplos de discriminación de género, cultural y racial (política):

Suprención: de mujeres en cargos políticos: A pesar de constituir una parte significativa de la


población, las mujeres suelen estar no valoradas en las asambleas legislativas y gobiernos en
comparación con los hombres.

Marginalización de comunidades indígenas: En algunos lugares, las comunidades indígenas


pueden ser excluidas del proceso político debido a obstáculos lingüísticos, falta de acceso a la
educación o sistemas electorales que no tienen en cuenta sus tradiciones de gobierno.

Ideas de género en campañas políticas: Las campañas políticas a menudo mantienen ideas de
género, lo que puede afectar negativamente la percepción y la elección de candidatas mujeres.

Desigualdad en el acceso a recursos políticos: Grupos culturalmente marginados pueden


enfrentar desafíos para acceder a recursos políticos como capacitación política y acceso a medios
de comunicación, lo que puede estar fuera del proceso político.

5.3 Discriminación de género cultural y racial en el ámbito laboral:

La discriminación en el lugar de trabajo es un problema persistente que afecta a individuos de


diversos grupos, incluyendo género, cultural y racial. Este informe aborda la importancia de
abordar esta problemática y propone estrategias para prevenir y abordar la discriminación en el
Ámbito laboral.

La discriminación en el trabajo ha existido durante siglos, afectando a mujeres, minorías étnicas y


culturales en todo el mundo. Según datos recientes, aún persisten disparidades significativas en
términos de acceso a oportunidades laborales y trato equitativo en el lugar de trabajo.

La discriminación de género se manifiesta en forma de brecha salarial, falta de oportunidades de


ascenso y acoso sexual en el trabajo. La discriminación cultural y racial se refleja en prejuicios en el
proceso de contratación, estereotipos en el lugar de trabajo y falta de reconocimiento de las
contribuciones de las minorías étnicas y culturales.

Consecuencias en las victimas: La discriminación en el trabajo tiene consecuencias negativas en la


salud física y mental de las personas afectadas, así como en su desempeño laboral y bienestar
general. Además, crea un ambiente laboral tenso y contribuye a la pérdida de talento y
productividad.

Existen leyes y regulaciones que prohíben la discriminación en el lugar de trabajo, como la Ley de
Derechos Civiles y la Ley de Igualdad de Oportunidades en el Empleo en muchos países.
5.4 Discriminación de género cultural y racial en la educación:

El racismo es una realidad palpable. Se producen multitud de casos en colegios, institutos y


universidades por parte de alumnos, docentes, familias e incluso desde la dirección. La escuela o
universidad no es, en absoluto una burbuja al margen de lo que ocurre en la calle. Por el contrario,
es permeable, fiel reflejo de ella, de manera que la discriminación en función del color de piel, de
la etnia o la religión ha logrado colarse en las aulas y calar entre alguna parte del alumnado, de sus
familias y por supuesto en los docentes.

La discriminación en dichas unidades tiene su origen en el ámbito social y familiar, la influencia


que tienen los estudiantes siempre van de la mano en como los niños y adolescentes reciben su
educación ya sea en el entorno familiar (mama, papa, tios, hermanos, abuelos, etc.) y en el
aspecto social donde son expuestos a muchos tratos que ven y reciben (televisión, personas
ajenas, amigos, vecinos, etc.)

Los niños solo ven a otros niños, El racismo es algo que se aprende de forma en la que un niño
escucha y observa. Con respecto al entorno en el que vive y va experimentando las cosas

Origen étnico o racial (color de piel): El color de piel siempre es algo que miran los niños ya que es
su forma de curiosear y ver las cosas, el racismo inicia generalmente en el círculo social y familiar
que los rodea. La forma en la que se tratan otros adultos o adolescentes. Ellos también empezaran
a tratar a otros niños.

Nivel económico: Describe la situación de una persona según los ingresos y el tipo de trabajo que
tiene. La diferencia económica que tienen los estudiantes para participar en eventos que son en
conjunto, organizados por el mismo colegio o entre los mismos estudiantes.
Clase social: Está influenciada por factores como el nivel de ingresos, el tipo de actividad
económica de la cual provienen esos ingresos, el acceso de bienes y servicios. La observación a la
familia del estudiante por ejemplo cual es el papel o rol de los padres, ejemplo una diferencia
entre un padre albañil y un padre ingeniero civil.

El lenguaje: El hablar quechua o aymara o algún otro idioma nativo de Bolivia, en cierto modo,
muchos niños crecen con la idea de que el hablar alguno de estos idiomas es de personas con un
nivel socioeconómico bajo, esto hace que los niños sean inseguros a sus raíces o que también
otros niños hagan mofas hacia el individuo (Bullying).

Aspecto físico: El aspecto físico siempre es un margen de mofas en estudiantes de colegio,


empezando entre bromas y llegando a casos extremos donde los niños o estudiantes de colegio ya
no pueden más y quieren irse del colegio o llegando a casos extremos el suicidio.

Nivel socioeconómico: Es la unión del nivel económico y la clase social, En la universidad tanto
privadas y fiscales, tiene como ejemplo “el hecho de ser estudiantes deben tener dinero a su
disposición”. A que clase social el estudiante pertenece clase baja, media o alta. Ya que para
algunos es un plus para una amistad.

7. ¿Que sigue causando la discriminación cultural y racial?


La discriminación racial son legados del colonialismo

El colonialismo perdura hoy en día en forma de racismo, discriminación racial, xenofobia e


intolerancia, según informe de Naciones Unidas, en el que se insta a los Estados a que
desmantelen las estructuras del racismo y a que promuevan los derechos humanos y el desarrollo
sostenible.

La raza no es un hecho biológico, es una idea sobre la diversidad humana que asume que hay una
naturaleza biológica compartida; en los grupos humanos que se expresa en ciertos rasgos físicos y
determina su comportamiento su forma de relacionamiento, corporeidad, su moralidad e incluso
sus capacidades intelectuales, cuando entendemos la diversidad humana de esta manera estamos
reproduciendo un pensamiento racial.
En la actualidad existen muchas manifestaciones de un pensamiento racial, esto ocurre cuando
por ejemplo; se cree que las personas con características físicas asociadas a lo negro se comportan
o piensan de ciertas maneras, porque esa es su naturaleza biológica las ciencias sociales nos han
permitido; también entender que los tipos raciales no son clasificaciones universales sino una
construcción social que depende del lugar el momento histórico y el contexto social, se evidencia
claramente cuando comparamos las clasificaciones raciales entre Estados Unidos y América Latina.

La genética ha ayudado a entender que al interior de aquellos grupos antes considerados razas,
existe una enorme diversidad genética que hace que esos tipos raciales sean una ficción, por otro
lado, la genética puede evidenciar que hay más similitudes que diferencias entre personas que
pertenecen a su puesto grupos raciales diferentes.

Aunque la raza no tenga validez científica, es muy importante pensar en cómo sigue operando el
pensamiento racial en nuestras sociedades, aquí usamos la raza no para definir tipo raciales sino
como una categoría de análisis, que nos permite entender y documentar como la desigualdad la
violencia o la discriminación son fenómenos racializados.

La discriminación Racial se perpetúa en expresiones que escuchamos con frecuencia en las


sociedades latinoamericanas como la expresión malicia indígena en la cual desde una mirada
lejana y desconfiada se asocia a los pueblos indígenas con lo oculto también la expresión
trabajando como negro en la cual se naturaliza la relación entre la gente afro descendiente y el
trabajo físico Aunque la raza no sea una realidad biológica sigue presente en la manera como
cierto grupo son percibidos y ubicados estructuralmente en la sociedad.
A la vez A partir de las experiencias colectivas como grupo racializados se crean solidaridades e
identidades basadas en la pertenencia racial que pueden constituirse En plataformas de
reivindicación política por todo esto sigue siendo importante hablar de raza entendida como una
construcción social que atraviesa las relaciones de poder sostiene las desigualdades políticas en
nuestra sociedad.

Por otra parte la lucha por la discriminación étnica en Europa se está convirtiendo en una lucha
política y social de muchas organizaciones y gobiernos. En algunas regiones, las personas son
víctimas diariamente de prejuicios por motivos de raza, color, idioma, religión u origen étnico.
Aunque se ha conseguido que se modifiquen las leyes para luchar contra la intolerancia de forma
más efectiva, aún queda mucho que hacer a nivel sociedad.

Luchemos contra la discriminación racial, cultural y étnica en el mundo

En Acción contra el Hambre trabajamos sin descanso para reivindicar la igualdad de todas las
personas, sea cual sea su origen, raza, sexo, nivel económico, discapacidad u otro rasgo que ponga
en peligro su inclusión social.

Las personas vulnerables son los más propensos en sufrir discriminación racial, cultural y étnica en
el mundo, por ello llevamos a cabo proyectos sociales, culturales, educativos, sanitarios, etc. para
luchar contra ello.

Sabemos que el primer paso es respetar la diversidad para erradicar de una vez por toda la
discriminación en todas sus formas, y el segundo unir nuestras fuerzas para apoyarlos y que
tengan una vida digna sin discriminación.
8. ¿Es posible cambiar, Hacia dónde vamos?
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres humanos nacen libres,
con igual derecho a una vida digna y libre de discriminación.

Desafortunadamente, a lo largo de la historia han ocurrido demasiados crímenes provocados por


la discriminación. Pero esto no tiene que ser la realidad en la que vivimos.

Muchas personas se han unido para luchar contra el racismo y la discriminación con notables
resultado, hay cosas que podemos hacer como individuos.

También podemos pedir a nuestros dirigentes que pongan en marcha políticas y programas para
lograr un cambio duradero en nuestras comunidades.

Cambios que podemos realizar

Escucha y edúcate: Presta atención a las personas que enfrentan el racismo a diario. Escucha a
amigos, compañeros de clase, vecinos.

Hay muchos artículos, libros, documentales, películas relacionadas con el racismo y la


discriminación. Escucha lo que dicen quienes aparecen en ellos. Comprende y Prepárate para
sentirte incómodo a veces. Muchos hemos adquirido prejuicios a una temprana edad que no son
fáciles de olvidar.
Genera conciencia

Comparte los recursos que te parecen útiles con los miembros de tu comunidad para ayudarles a
aprender cómo pueden ayudar a acabar el racismo y la discriminación.

Si tienes hermanos menores o familiares, conviértete en un buen ejemplo. Trata de buscar juegos
o libros que puedan ayudarles a aprender que todos tenemos derecho a la dignidad y la seguridad.

Desafía la discriminación cotidiana y el racismo: El racismo y la discriminación ocurren en nuestro


alrededor todo el tiempo. A menudo es en forma de chistes, estereotipos o comentarios
insensibles y preguntas de nuestros amigos, familiares o colegas. Si presencias a un amigo o
familiar expresando ideas racistas o discriminatorias, habla con ellos si te sientes seguro para
hacerlo. Acércate a ellos en privado primero ya sea en persona o a través de un mensaje directo.

Serán más receptivos si no se sienten avergonzados públicamente. Señala que lo que están
diciendo es racista o discriminatorio y recuérdales que todas las personas tienen derecho a la
dignidad y que en muchos países está penado por la ley discriminar a una persona por el color de
su piel, su etnia, religión, género u orientación sexual. Anímalos a aprender más sobre el contexto
histórico de los prejuicios raciales y la discriminación, y a compartir los recursos que te hayan
parecido útiles.
Denuncia el contenido discriminatorio o racista en línea: Muchas redes sociales quieren que
sus plataformas sean seguras y si ves contenido que crees que viola sus directrices,
denúncialo a la plataforma.

Si ves contenido en un periódico u otro medio de información tradicional que refleje


prejuicio, deja un comentario o envía una carta al editor para que otros sepan que los
comentarios intolerantes son innecesarios.

¿Está tu escuela o universidad en contra de la discriminación y el racismo?

Las escuelas y universidades deben ser lugares seguros para niños y jóvenes de todas las razas y
etnias. Averigua si tu escuela o universidad tiene una política antidiscriminatoria y antirracista, si
ofrece una vía segura para reportar incidentes, servicios de apoyo y programas o iniciativas para
promover la tolerancia, la diversidad y la inclusión.

Si no es así, entabla una discusión con los estudiantes y la dirección de la escuela o universidad
para identificar como el lugar donde estudias puede convertirse en un entorno más seguro para
todos los estudiantes.

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