Trabajo SB
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Introducción:
La humanidad ha ido cambiando y mejorándose a lo largo de los años, desde lo tecnológico hasta
lo moral, creando sociedades altamente modernas y civilizadas alejándonos de nuestros instintos
más primitivos, sin embargo a pesar de los grandes avances que obtuvimos a lo largo de los años,
aún seguimos conservando aspectos negativos de nuestro comportamiento que evita que
construyamos una sociedad con los valores y la moral que esperamos.
Sin embargo aún se conservan estos pensamientos eh ideas que van en contra de otros individuos
que comparten una cultura y orígenes diferentes. A lo largo de todo el mundo, el racismo y la
discriminación se encuentra presente, formando lamentablemente en parte de nuestro día a día,
además hay que sumar el hecho de que la discriminación de género y la discriminación cultural y
racial suelen venir acompañados, haciendo que las mujeres provenientes de estos grupos atacados
tengan que lidiar tanto con los rechazos de la sociedad por ser mujer, y por pertenecer a una
cultura diferente.
Este problema está presente en todo el mundo y en nuestro país Bolivia, siendo este un estado
plurinacional con 36 diferentes naciones o pueblos indígenas originarios y campesinos, era de
esperarse los conflictos y choques culturales entre diferentes culturas y la presencia de la
discriminación dentro del territorio.
Es por eso que en la historia siempre hubo distintos enfrentamientos entre sociedades de
diferentes culturas, ya que algunos se sentían superiores por pertenecer a diferentes grupos,
como las colonias británicas con los pueblos nativos americanos, o los nazis con los judíos.
Cabe resaltar que dentro de desde el punto de vista científico, no existe la raza como una
categoría biológica válida para clasificar a los humanos. La idea de raza se basa en características
físicas superficiales, como el color de la piel, la textura del cabello o la forma de los ojos. Sin
embargo, estas características no tienen una base genética real y no son un reflejo de la diversidad
genética humana, mucho menos las características culturales.
3. Relación con la discriminación de género
Para hablar de la relación entre la
discriminación de género y la cultural/racial
es importante entender la discriminación de
género.
Sin embargo, en los países en los que se reconoce a la mujer como un ser independiente aún se
conservan comportamientos que discriminan a las mujeres, ya sea por la sociedad o tradiciones
familiares, un ejemplo de una idea popular que discrimina a la mujer en entornos familiares, es la
idea que una mujer siempre debe cazarse, sin considerar si esta quiere tener una vida
independiente.
Hoy en día una mujer sufre de diferentes actos de discriminación por su condición ya que
comúnmente se suele menospreciar sus capacidades, esto deriva en una serie de problemas
como: diferencias en salario, falta de oportunidades en empleo, violencia de género o
estereotipos.
Lamentablemente muchas veces una mujer puede sufrir una discriminación tanto por su genero y
cultura, siendo las mujeres las que sufren los dos tipos de discriminación, esto suele pasar
comúnmente en países con una inmensa diversidad de etnias y razas, donde se le suele ver a la
mujer de diferente color de piel o idioma como un individuo inferior, y por tanto suele ser
discriminado, a menudo se asocia la belleza con la feminidad, y puede ser usado para denigrar o
desprestigiar a una mujer diferente, catalogándola de alguien fea y rara, también se puede atacar
a la inteligencia o la higiene.
Aquí en Bolivia las mujeres que sufren este tipo de discriminación suelen ser indígenas, debido a
su pasado reprimido, entre algunos estereotipos que suelen hacerse son:
Sumisas y pasivas: Se les ve como personas sin voz, que no tienen capacidad de decisión ni
liderazgo. Se les niega su autonomía y se les considera incapaces de defender sus derechos.
Objetos sexuales: Se les cosifica y se les reduce a su cuerpo. Son víctimas de violencia sexual y
discriminación por su apariencia física.
Sin educación ni inteligencia: Se les considera inferiores intelectualmente y se les niega el acceso
a la educación. Se les asocia con roles tradicionales que no requieren conocimiento formal.
Poca higiene: Se les estigmatiza como personas sucias y descuidadas. Se les niega el acceso a
servicios básicos como agua potable y saneamiento.
Pertenecientes al pasado: Se les ve como un vestigio del pasado que no tiene cabida en el mundo
actual. Se les niega el derecho a existir como culturas vivas y dinámicas.
Sin derechos: Se les considera ciudadanas de segunda clase. Se les niega el acceso a la justicia y a
la protección de sus derechos humanos.
Explotables: Se les ve como mano de obra barata y vulnerable. Se les explota laboralmente y se les
niega condiciones de trabajo dignas.
Borrachas: Se les asocia con el consumo de alcohol de forma negativa. Se les estigmatiza y se les
culpabiliza por problemas sociales.
Indolentes: Se les considera personas perezosas y sin iniciativa. Se les niega el derecho al trabajo y
a una vida digna.
4. Historia de la discriminación de género cultural y racial:
En América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de Indígenas divididos en unos 400 grupos
étnicos, cada uno de los cuales Tiene su idioma, su organización social, su cosmovisión, su sistema
Económico y modelo de producción adaptado a su ecosistema. Cinco Países agrupan casi el 90%
de la población indígena regional: Perú (27%), México (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y
Ecuador (8%). La población negra y mestiza afro latina y afro caribeña en la Región alcanza unas
150 millones de personas, lo que significa Alrededor de un 30% de la población total de la región.
Con relación a Su ubicación geográfica, se ubican especialmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y
Venezuela (10%). La importancia de categorías y conceptos como raza y etnicidad reside en que a
través de la historia y hasta nuestros días, rasgos físicos y biológicos como el color de piel, el grupo
de sangre o, de otro lado, la cultura a la cual se pertenece, son causa de desigualdad,
discriminación y dominación de un grupo que se autodefine como superior o con mejores y más
legítimos derechos que aquellos a los que se desvaloriza y excluye (Oommen, 1994).1 Junto con
género y clase, raza y etnicidad generan verdaderos sistemas y mecanismos culturales, sociales e
incluso institucionales de dominación a través de los cuales se impide el acceso equitativo de
grandes grupos humanos a los frutos del desarrollo económico. Mientras la raza se asocia a
distinciones biológicas atribuidas a genotipos y fenotipos, especialmente con relación al color de la
piel, la etnicidad se vincula a factores de orden cultural, si bien con frecuencia ambas categorías
son difícilmente separables.
La construcción de una terminología y una estructura ideológica de la raza es de antigua data, pero
su mayor desarrollo se produce entre los siglos XVI y XVIII, durante las fases de descubrimiento,
conquista y colonización de América por parte de naciones europeas. El colonialismo va a ser una
fuente primordial para la constitución de las ideas sobre las diferencias Raciales. La misma idea de
la superioridad racial europea frente a la supuesta inferioridad y Salvajismo de los nativos de
América serán parte de los procesos históricos de construcción de Imágenes culturales de
conquistados y conquistadores (Said, 1993). Sin embargo, la mayor racionalización “científica” de
la raza tiene su origen en el desarrollo De las ciencias naturales durante la Ilustración. Linneus
(1707-1778), por ejemplo, desarrolla una Taxonomía del mundo natural a través de un sistema en
que incluye a las diferentes razas humanas Como especies y subespecies, según características
físicas y diferencias biológicas a las que se Asociaban determinados atributos sociales y culturales.
Se señala que el apogeo máximo del Discurso científico sobre la raza se produce después de la
abolición de la esclavitud (mediados del Siglo XIX), como una manera de institucionalizar en las
ciencias y teorías emergentes, la Inferioridad de los negros (Wade, 1997). De esta manera, el fin de
la esclavitud no garantizará la Igualdad racial. La formación de los estados modernos muestra que
en la conformación de naciones y Nacionalismos operó un discurso sobre la raza con efectos
excluyentes sobre las poblaciones Nacionales. Prueba de ello es que la mayor parte de las
manifestaciones de racismo se han dado Dentro de las fronteras nacionales. El racismo como
acción política (Anderson, 1983) justifica más Los procesos de dominación internos que de
dominación extranjera de tipo colonial. La situación de Los pueblos indígenas y minorías étnicas y
nacionales en América Latina y el Caribe refuerza, pues, La idea de la existencia de colonialismos
internos. El peso del argumento racial ha pasado del discurso científico al imaginario social, sobre
la Base de variaciones fenotípicas con que cada sociedad construye significados en el contexto de
sus Experiencias históricas. Pero como señala Wade, la raza existe no como pura idea sino como
una Categoría social de gran tenacidad y poder (Wade, 1997:14).2 La discriminación por motivos
de Raza o etnia implica una operación simultánea de separación y jerarquización: el otro racial o
étnico Es juzgado como diferente, y a la vez como inferior en jerarquía, cualidades, posibilidades y
Derechos. Esta negación del otro se expresa de distintas maneras entre sujetos y grupos sociales,
sea Mediante mecanismos simbólicos y acciones cotidianas, sea como políticas sistemáticas y
oficiales De Estados o gobiernos, como en el caso de los regímenes que han aplicado métodos de
apartheid. En la región, el concepto de raza y sus efectos discriminatorios se vincula
históricamente a lo que se ha dado en llamar la “negación del otro” (Calderón, Hopenhayn y
Ottone, 1996). En Términos étnicos y culturales, ella sobrevive y se transfigura a lo largo de la
historia republicana y Sus procesos de integración social y cultural. La negación del otro como
forma de discriminación cultural se transmuta históricamente ennForma de exclusión social y
política. En la modernidad latinoamericana y caribeña el problema de La exclusión se expresa en el
hecho de que la región tiene la peor distribución del ingreso en el Mundo; y en el sesgo elitista en
las relaciones de poder, que ha constituido un serio obstáculo al Desarrollo de las democracias
liberales en la era republicana de muchos de los países de América Latina y el Caribe. Por cierto, la
exclusión social se asocia hoy a factores sociodemográficos, a las Dinámicas (o insuficiencias
dinámicas) de acumulación de la riqueza y de los factores productivos, Y por las brechas
educacionales, entre otros factores. Sin embargo, la negación originaria de la Cultura e identidad
del otro constituye una estructura de discriminación étnico-racial en torno a La cual se adhiere,
con mayor facilidad, la exclusión que adviene en las dinámicas de Modernización. El origen más
remoto de la exclusión y la segregación étnica y racial se encuentra en la Instauración del régimen
de conquista y colonización. El dominio de territorios, la apropiación de La riqueza natural del
continente, la hegemonía política y cultural, el sometimiento o la Evangelización, y la
incorporación masiva de mano obra a las faenas agrícolas y mineras, fueron eslabones del
sometimiento y la discriminación de grupos indígenas y poblaciones afro latinas y Afro caribeñas,
mediante el denominado “servicio personal” o “encomienda”, y en la esclavitud o trabajo forzado.
Cuya cúspide se ubicaban los luso-hispanos. Indígenas y mestizos estaban a medio camino entre
Ambos. La movilidad se restringió a algunos estratos de mestizos. El mestizaje permitió mitigar
esta Jerarquización en alguna medida, poniendo en cuestión el concepto de “pureza de raza” que
operó Como resorte ideológico de negación del otro. La negación del otro presenta, en su
desarrollo histórico, matices diversos. Esta construcción Difiere, por ejemplo, si el encuentro
cultural se realizó en sociedades ya complejas, como las andinas o mayas, o si tuvo lugar en
sociedades de menor complejidad o mayor dispersión, como las amazónicas, mapuches o
caribeñas. Muy distinta ha sido, también, la dinámica de negación del otro Respecto a la población
Africana esclava, que generó escenarios distintos, como se observa en el caso de Brasil y de buena
parte del Caribe. Los matices se hacen todavía más complejos al considerar las migraciones
europeas más recientes, que se entroncaron con sociedades republicanas Constituidas, como en
Argentina y Uruguay.
Perdiendo con ello los vínculos sociales y culturales que les aglutinaban. En este proceso, el
deterioro de los recursos naturales, junto a otros factores (explotación laboral, nuevas
Enfermedades, etc.), fueron causa de una catástrofe demográfica de la población indígena, por lo
Que se procedió a incorporar mano de obra esclava de origen africano para la producción agrícola
y minera.
No hubo muchos cambios en los emergentes Estados republicanos, y aunque en muchas Regiones
las poblaciones indígenas tuvieron una activa participación en las campañas de Independencia, a
poco andar las elites republicanas reconstruyeron el mecanismo de negación del Otro,
atribuyendo a las poblaciones indígenas el carácter de obstáculo al progreso, la cultura y la
Construcción del Estado-Nación. Los Estados Nacionales en el siglo XIX se plantearon la superación
de las estructuras Jerárquicas de la colonia bajo la bandera de una sola cultura y una sola nación,
lo que sirvió También para empresas de homogenización nacional que arrasaron con las culturas
indígenas, Mediante aculturación o exterminio. Con dicotomías excluyentes, como “civilización o
barbarie”, Se forzó a las culturas indígenas a someterse a las formas culturales dominantes. La
negación del otro por parte de las elites políticas y económicas (las elites que asumen su Identidad
como criolla, casi nunca como mestiza) tiene, asimismo, otras caras. Por un lado, el otro Es el
extranjero, y la cultura política latinoamericana, en sus versiones más tradicionalistas y
Autoritarias, ha exhibido con frecuencia una resistencia xenofóbica al otro-extranjero que
amenaza
Sin embargo, a diferencia de los pueblos afroamericanos o afro caribeños, los indígenas fueron
objeto de mayor preocupación por parte de los Estados y de algunos sectores de la sociedad que
se plantearon proyectos de integración simbólica del indio, a quienes consideraban los legítimos
depositarios de la “identidad latinoamericana”. Un nuevo modo de percibir a los pueblos
Originarios, el indigenismo, tuvo gran fuerza entre la década del cuarenta y la del sesenta en el
siglo XX, y procuró difundir los principios y avances de la vida moderna en las poblaciones
indígenas.
Los ejes del proyecto de asimilación fueron la educación y la “campesinización” de quienes aún
vivían en las zonas rurales. El nuevo proyecto civilizatorio se cimentó en la necesidad de igualar,
homogeneizar e incorporar a los indígenas sin considerar sus particularidades e identidades
propias. La historia posterior a la abolición de la esclavitud no ha logrado superar algunos efectos
discriminatorios y excluyentes sobre los afro latinos y afro caribeños. Por ejemplo en Venezuela, si
bien tempranamente las elites republicanas se opusieron oficialmente a todo prejuicio y
discriminación raciales, también proyectaron “blanquear” la población mediante políticas de
promoción de la inmigración europea. Y si bien hubo negros en influyentes cargos políticos y
militares durante el siglo XIX, esta presencia empezó a declinar a fines de dicho siglo, y
prácticamente desaparecieron en el siglo XX. En 1959 se inició una era en que los negros pudieron
alcanzar posiciones políticas al nivel local y nacional, si bien las elites blancas venezolanas
siguieron excluyéndolos de sus instituciones sociales y económicas.
En Brasil las teorías raciales importadas en el siglo XIX debieron morigerarse, dado que el
mestizaje se constituyó en gran soporte demográfico de la sociedad nacional, adquiriendo incluso
connotaciones positivas en cuanto al origen del carácter nacional y al fruto de la amalgama entre
blancos, negros e indígenas. Sin embargo hasta hoy la población negra de Brasil padece niveles de
exclusión mucho mayores que otros grupos de la población general del país, en términos de
acceso al empleo, a los ingresos, a la educación, a espacios deliberativos y a indicadores generales
de bienestar.
En el Caribe francés el color de la piel ya era parte de un discurso jerárquico internalizado al final
del siglo XVIII, en que la cúspide de la jerarquía correspondía a los blancos “puros”. El resto de la
población estaba clasificada taxonómicamente según componentes raciales, asociada a status
sociales fijos. Moreau de Saint-Méry consideraba razonable admitir el conocimiento genealógico
de 7 generaciones anteriores, o sea, 128 ancestros individuales, de tal manera que se pudiera
pensar en cada persona como constituida por 128 “partes”. Esta idea dio origen a un sistema de
clasificación racial compuesto de 11 categorías7, en que cada categoría “genealógica” contiene un
fenotipo y un conjunto de comportamientos asociados. Por esta vía, cada categoría racial quedó
asociada a un nicho socioeconómico. (Price, 1995).
En América, las mujeres indígenas suelen enfrentar formas diversas y sucesivas de discriminación
histórica que se combinan y se superponen, Exponiéndolas a violaciones de derechos humanos en
todos los aspectos de su vida cotidiana: desde sus derechos civiles y políticos, sus derechos a
acceder a la justicia, hasta sus derechos económicos, sociales y culturales, y su derecho a vivir sin
violencia. Los diversos obstáculos que las mujeres indígenas enfrentan son, por ejemplo: muy
pocas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultades geográficas y económicas
singulares para tener acceso a servicios de salud y educación, acceso limitado a programas y
servicios sociales, tasas elevadas de analfabetismo, escasa participación en el proceso político y
marginación social. La exclusión política, social y económica de las mujeres indígenas contribuye a
una situación permanente de discriminación estructural, que las vuelve particularmente
susceptibles a diversos actos de violencia.
Aunque sean sujeto de discriminación y de violaciones a sus derechos humanos, las mujeres
indígenas no deben ser percibidas solamente como víctimas. Ellas han desempeñado un papel
decisivo en la lucha por la autodeterminación de sus pueblos y sus derechos como mujeres, son
conocidas como garantes de la cultura y juegan un papel fundamental en sus familias, sus
comunidades, sus países, así como fuertemente en el ámbito internacional. Se debe entender a las
mujeres indígenas como sujetos de derecho, reconociendo su derecho de participar activamente
en todos los procesos que influyen en sus derechos.
La discriminación racial es un tema complejo que, si bien ha experimentado avances en las últimas
décadas, aún dista mucho de ser erradicada. Afirmar que "ya no existe mucha discriminación
racial" sería negar la realidad que viven muchas personas en diferentes partes del mundo.
Es cierto que, en términos legales, la mayoría de los países han promulgado leyes que prohíben la
discriminación por motivos de raza, color, origen nacional o etnia. Todos tenemos derecho a
recibir un trato justo e igualitario, sin ser objeto de ningún tipo de discriminación. Sin embargo, la
discriminación racial no siempre es evidente o explícita. Puede manifestarse de forma sutil e
invisible, a través de estereotipos, prejuicios y actitudes inconscientes que impactan
negativamente en la vida de las personas racializadas.
La discriminación cultural, por otro lado, sigue siendo una realidad palpable en muchas
sociedades. El texto menciona un ejemplo claro: la discriminación hacia las personas de cultura
indígena del campo por parte de algunos habitantes de la ciudad.
Esta discriminación puede expresarse a través de burlas por su vestimenta, su idioma o sus
costumbres. Es importante recordar que estas culturas son tan válidas y valiosas como cualquier
otra.
Si bien es cierto que la mayoría de la población no discrimina, aún queda un largo camino por
recorrer para lograr una sociedad verdaderamente intercultural, donde todas las culturas sean
valoradas y respetadas.
Entre los procesos sociales y culturales que caracterizan al momento actual, es importante
destacar la fuerte conflictividad en el plano nacional y étnico, el recrudecimiento de formas de
discriminación, prejuicio y exclusión, fenómenos que no son nuevos. En toda sociedad conviven
grupos diferenciados, cuyas identidades sociales se constituyen en torno a diversas variables como
ser: sus peculiares formas de percepción, comunicación e interacción, adscripción social y
generacional, origen étnico o de clase. En la no tan lejana época de los imperios coloniales, la
dominación y administración de las colonias se justificaba a partir de enunciados ideológicos que
notoriamente exaltaban la superioridad del hombre europeo y descalificaban al otro colonizado,
desvalorizaban sus costumbres y modos de vivir.
Reaparecen viejos modos de estigmatización, dirigidos al extranjero, al pobre, al Inmigrante, que
arraigan y se nutren de la crisis social. Surgen nuevas formas De racismo, El significante actual de
la discriminación: «bolita» (boliviano). Estereotipos racistas y clasistas que caracterizaban al mote
discriminatorio que Antecedió al actual: el «cabecita», el mestizo en la ciudad europea, cabecita
Los discriminados niegan la discriminación. Eluden la conciencia de ella, o Bien la derivan a algún
«otro» que ellos mismos discriminan, No asumen la Plena conciencia de ser objeto de
discriminación. La discriminación racial ha sido utilizada como armas para generar miedo y odio.
Las modernas tecnologías de comunicación son un campo propicio para avivar el rechazo social
hacia determinados grupos o personas, que se convierte en discriminación y hasta en discurso de
odio frente a víctimas que por su vulnerabilidad, desconocer sus derechos. La discriminación racial
se ha desarrollado a lo largo de la historia. Nos hemos empeñado en situar a determinados grupos
humanos por encima de otros, en odiar lo diferente, en etiquetar lo que nos da miedo o
desconocemos. Entre los procesos sociales y culturales que caracterizan al momento actual, es
importante destacar la fuerte conflictividad en el plano nacional y étnico, el recrudecimiento de
formas de discriminación, prejuicio y exclusión. Tiene relevancia para comprender su dinámica
cultural y las modalidades. En toda sociedad conviven grupos diferenciados, cuyas identidades
sociales se constituye en torno a diversas variables.
Ideas de género en campañas políticas: Las campañas políticas a menudo mantienen ideas de
género, lo que puede afectar negativamente la percepción y la elección de candidatas mujeres.
Existen leyes y regulaciones que prohíben la discriminación en el lugar de trabajo, como la Ley de
Derechos Civiles y la Ley de Igualdad de Oportunidades en el Empleo en muchos países.
5.4 Discriminación de género cultural y racial en la educación:
Los niños solo ven a otros niños, El racismo es algo que se aprende de forma en la que un niño
escucha y observa. Con respecto al entorno en el que vive y va experimentando las cosas
Origen étnico o racial (color de piel): El color de piel siempre es algo que miran los niños ya que es
su forma de curiosear y ver las cosas, el racismo inicia generalmente en el círculo social y familiar
que los rodea. La forma en la que se tratan otros adultos o adolescentes. Ellos también empezaran
a tratar a otros niños.
Nivel económico: Describe la situación de una persona según los ingresos y el tipo de trabajo que
tiene. La diferencia económica que tienen los estudiantes para participar en eventos que son en
conjunto, organizados por el mismo colegio o entre los mismos estudiantes.
Clase social: Está influenciada por factores como el nivel de ingresos, el tipo de actividad
económica de la cual provienen esos ingresos, el acceso de bienes y servicios. La observación a la
familia del estudiante por ejemplo cual es el papel o rol de los padres, ejemplo una diferencia
entre un padre albañil y un padre ingeniero civil.
El lenguaje: El hablar quechua o aymara o algún otro idioma nativo de Bolivia, en cierto modo,
muchos niños crecen con la idea de que el hablar alguno de estos idiomas es de personas con un
nivel socioeconómico bajo, esto hace que los niños sean inseguros a sus raíces o que también
otros niños hagan mofas hacia el individuo (Bullying).
Nivel socioeconómico: Es la unión del nivel económico y la clase social, En la universidad tanto
privadas y fiscales, tiene como ejemplo “el hecho de ser estudiantes deben tener dinero a su
disposición”. A que clase social el estudiante pertenece clase baja, media o alta. Ya que para
algunos es un plus para una amistad.
La raza no es un hecho biológico, es una idea sobre la diversidad humana que asume que hay una
naturaleza biológica compartida; en los grupos humanos que se expresa en ciertos rasgos físicos y
determina su comportamiento su forma de relacionamiento, corporeidad, su moralidad e incluso
sus capacidades intelectuales, cuando entendemos la diversidad humana de esta manera estamos
reproduciendo un pensamiento racial.
En la actualidad existen muchas manifestaciones de un pensamiento racial, esto ocurre cuando
por ejemplo; se cree que las personas con características físicas asociadas a lo negro se comportan
o piensan de ciertas maneras, porque esa es su naturaleza biológica las ciencias sociales nos han
permitido; también entender que los tipos raciales no son clasificaciones universales sino una
construcción social que depende del lugar el momento histórico y el contexto social, se evidencia
claramente cuando comparamos las clasificaciones raciales entre Estados Unidos y América Latina.
La genética ha ayudado a entender que al interior de aquellos grupos antes considerados razas,
existe una enorme diversidad genética que hace que esos tipos raciales sean una ficción, por otro
lado, la genética puede evidenciar que hay más similitudes que diferencias entre personas que
pertenecen a su puesto grupos raciales diferentes.
Aunque la raza no tenga validez científica, es muy importante pensar en cómo sigue operando el
pensamiento racial en nuestras sociedades, aquí usamos la raza no para definir tipo raciales sino
como una categoría de análisis, que nos permite entender y documentar como la desigualdad la
violencia o la discriminación son fenómenos racializados.
Por otra parte la lucha por la discriminación étnica en Europa se está convirtiendo en una lucha
política y social de muchas organizaciones y gobiernos. En algunas regiones, las personas son
víctimas diariamente de prejuicios por motivos de raza, color, idioma, religión u origen étnico.
Aunque se ha conseguido que se modifiquen las leyes para luchar contra la intolerancia de forma
más efectiva, aún queda mucho que hacer a nivel sociedad.
En Acción contra el Hambre trabajamos sin descanso para reivindicar la igualdad de todas las
personas, sea cual sea su origen, raza, sexo, nivel económico, discapacidad u otro rasgo que ponga
en peligro su inclusión social.
Las personas vulnerables son los más propensos en sufrir discriminación racial, cultural y étnica en
el mundo, por ello llevamos a cabo proyectos sociales, culturales, educativos, sanitarios, etc. para
luchar contra ello.
Sabemos que el primer paso es respetar la diversidad para erradicar de una vez por toda la
discriminación en todas sus formas, y el segundo unir nuestras fuerzas para apoyarlos y que
tengan una vida digna sin discriminación.
8. ¿Es posible cambiar, Hacia dónde vamos?
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres humanos nacen libres,
con igual derecho a una vida digna y libre de discriminación.
Muchas personas se han unido para luchar contra el racismo y la discriminación con notables
resultado, hay cosas que podemos hacer como individuos.
También podemos pedir a nuestros dirigentes que pongan en marcha políticas y programas para
lograr un cambio duradero en nuestras comunidades.
Escucha y edúcate: Presta atención a las personas que enfrentan el racismo a diario. Escucha a
amigos, compañeros de clase, vecinos.
Comparte los recursos que te parecen útiles con los miembros de tu comunidad para ayudarles a
aprender cómo pueden ayudar a acabar el racismo y la discriminación.
Si tienes hermanos menores o familiares, conviértete en un buen ejemplo. Trata de buscar juegos
o libros que puedan ayudarles a aprender que todos tenemos derecho a la dignidad y la seguridad.
Serán más receptivos si no se sienten avergonzados públicamente. Señala que lo que están
diciendo es racista o discriminatorio y recuérdales que todas las personas tienen derecho a la
dignidad y que en muchos países está penado por la ley discriminar a una persona por el color de
su piel, su etnia, religión, género u orientación sexual. Anímalos a aprender más sobre el contexto
histórico de los prejuicios raciales y la discriminación, y a compartir los recursos que te hayan
parecido útiles.
Denuncia el contenido discriminatorio o racista en línea: Muchas redes sociales quieren que
sus plataformas sean seguras y si ves contenido que crees que viola sus directrices,
denúncialo a la plataforma.
Las escuelas y universidades deben ser lugares seguros para niños y jóvenes de todas las razas y
etnias. Averigua si tu escuela o universidad tiene una política antidiscriminatoria y antirracista, si
ofrece una vía segura para reportar incidentes, servicios de apoyo y programas o iniciativas para
promover la tolerancia, la diversidad y la inclusión.
Si no es así, entabla una discusión con los estudiantes y la dirección de la escuela o universidad
para identificar como el lugar donde estudias puede convertirse en un entorno más seguro para
todos los estudiantes.