Ortega Angulo
Ortega Angulo
Ortega Angulo
EN LA PINTURA ABSTRACTA:
PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN DIDÁCTICA
EN UNA ESCUELA DE ARTE
UNIVERSIDAD DE BURGOS
Departamento de Ciencias Históricas y Geografía
EN TORNO AL CONCEPTO DE LO
SUBLIME EN LA PINTURA ABSTRACTA:
PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN
DIDÁCTICA EN UNA ESCUELA DE ARTE
TESIS DOCTORAL
Presentada por:
Dirigida por:
7
Índice de contenidos
I. Introducción ........................................................................................... 13
1. Objetivos . ................................................................................................ 19
2. Metodología ............................................................................................. 19
3. Hipótesis .................................................................................................. 21
4. Desarrollo . ............................................................................................... 21
5. Discusión . ................................................................................................ 21
6. Conclusión ................................................................................................ 21
9
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
10
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
11
I
INTRODUCCIÓN
La elaboración de este trabajo surge de la necesidad de defender una sociedad crea-
tiva, portadora de unos valores que parten desde el interior del individuo como fuerza
motriz. Aquello que se llama Sublime, y que puede llegar a ser la energía y el estímulo
en las experiencias personales; en relación con uno mismo y con los demás. Se puede
considerar como algo mítico, desde la perspectiva en la que el ser humano tiene un
punto de partida, es decir, un origen y un final. A través de este ciclo, surge un devenir
de factores que influyen en la formación de su personalidad.
Se necesita así, en el hombre, un interior sensible, provocativo y creativo para dar
y generar en la sociedad, de la que forma parte, unos medios e instrumentos que po-
tencien y hagan surgir unos valores en la persona. Desde la Estética del Arte, generar
estas cualidades en los otros individuos, para evocar sentimientos a través de sus ma-
nifestaciones artísticas: plásticas, visuales, literarias, musicales…, desde un punto de
vista experiencial.
Se hace referencia a pensamientos de otros autores, no como estudios de los mis-
mos, sino avalando aquello que ya anteriormente se ha cuestionado acerca de problemas
de reflexión: la persona, (su interioridad, la necesidad sensible del hombre, trascenden-
cia, contemplación, la mística, lo Sublime, ética), la estética (lo bello, intuición, imagi-
nación, creatividad). Todo ello para demostrar la necesidad que la sociedad actual tiene
de personas creativas que encaminen sus valores hacia el bien social.
Si se cita a ciertas personalidades del mundo del pensamiento, en el ámbito de la
filosofía o la teología, es con el propósito de respaldar la propuesta que se defiende, al
tiempo que potenciar la tesitura de que el hombre, por ser un ente pensante y sensible,
es capaz de emitir juicios para no ser manipulable dentro de una sociedad de la que
forma parte. El arte es un medio para crear sensibilidades y dirigir hacia otro tipo de mi-
radas la visión de los hombres. Personas compuestas no sólo de materia sino de fuerza
interior, que le hacen mover todo su pensar, ser, sentir y actuar.
La investigación consta de cinco partes:
I. Introducción.
II. En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta.
III. Propuestas de intervención didáctica en una Escuela de Arte.
IV. Conclusiones.
V. Fuentes bibliográficas.
1. Objetivos:. Objetivos:
A. Objetivos generales.. Objetivos generales.
B. Objetivos específicos.. Objetivos específicos.
15
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
2. Metodología:. Metodología:
A. Cuantitativa.. Cuantitativa.
B. Cualitativa.. Cualitativa.
3. Hipótesis.. Hipótesis.
4. Desarrollo.. Desarrollo.
5. Discusión.. Discusión.
6. Conclusión.. Conclusión.
16
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
17
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Se puede considerar como inaudito, extraño y ajeno en el siglo actual hablar del
encuentro de lo Sublime. Pero las reflexiones anteriores dan pie a comprender mejor
cómo en la sociedad actual, toda persona puede poseer un interior creativo capaz de ser
portador de valores para la sociedad. A través del arte, como medio expresivo, puede
ser el vehículo para reflejar lo que acontece en la sociedad como movimiento de masas.
Quizás esos valores sean perceptibles a través de la obra de arte, ¿por qué no?, donde la
estética y la belleza atraen a los receptores y envuelven el entorno de todos los seres.
Por ello, la necesidad de lo Sublime, para que realmente ese potencial atrape al
espectador y le atraiga hacia sí, en un cuestionamiento de su propia realidad y aquella
que le circunda. No es nada nuevo sino cíclico y un retornar a otros valores, tal vez
perdidos.
En este capítulo se estima la necesidad de personas creativas en la sociedad, ca-
paces de transmitir y estimular valores a través de vías como la estética, el arte, gene-
rando sensibilidad ante todo lo que les rodea. ¿Es la obra de arte una vía de encuentro
con lo Sublime? ¿Cómo y de qué manera?
En el bloque III de la investigación: Propuestas de intervención didáctica en una Es-
cuela de Arte, se reflexiona acerca de los medios y procedimientos estéticos, que desde
los centros educativos, y especialmente como punto de referencia una Escuela de Arte,
aportan para generar unos valores sociales en la persona.
La Educación, dentro de la Expresión Plástica y a través del Arte, ayuda a generar
creatividad y sensibilidad dentro de cada uno de los seres vivientes. Unos como portado-
res de ellas, otros como receptores de las mismas. ¿Se pueden educar estas cualidades?,
o por el contrario, ¿el docente se encuentra ante un vacío por no disponer de medios y
recursos didácticos para potenciar unos valores en el alumno?
La educación de las personas es un factor de gran importancia. Es desde los cen-
tros educativos donde se puede canalizar este camino de una forma creativa. Incitar al
alumno a descubrir su propio interior a través de la estética de cuanto le circunda, e ir
al encuentro con lo Sublime, por medio de las obras de arte, aunque éstas aporten el
concepto de lo abstracto. Apreciar y experimentar desde la sensibilidad unos valores
tendentes hacia el bien social.
Se organizan 20 propuestas de intervención didáctica para alumnos de una Escuela de
Arte, que a través de las diferentes disciplinas, alimentan y generan unos valores estéticos
en su interior, desde el descubrimiento de lo bello, la creatividad y la contemplación. Éstas
van encaminadas a adentrarse y comprender el mundo de la abstracción y a través de ella,
llegar a experimentar el concepto de lo Sublime en el interior del ser humano.
En el bloque IV, se recogen las conclusiones y soluciones más relevantes y de uti-
lidad para los profesores de las Escuelas de Arte, y la posibilidad de ser referencia para
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
1. OBJETIVOS
A. OBJETIVOS GENERALES
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
2. METODOLOGÍA
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En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
A. CUANTITATIVA
B. CUALITATIVA
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. HIPÓTESIS
4. DESARROLLO
I. Introducción.
II. En torno al concepto de “lo Subime” en la pintura abstracta.
. Capítulo 1. La estética de lo Sublime en la abstracción.
. Capítulo 2. El concepto de lo Sublime en la sociedad del siglo XX.
III. Propuestas de intervención didáctica en una Escuela de Arte.. Propuestas de intervención didá
. Capítulo 3. El arte en la educación.
IV. Conclusiones finales al estudio.
V. Fuentes bibliográficas.
5. DISCUSIÓN
El tema elegido se considera importante ya que en ello lleva implícito el bien social.
Desde la experiencia profesional, se hace una defensa de los valores de la persona, como
motivadora y creadora de una sociedad que camina hacia el bien común, generando un
entorno más bello y sensible.
Es a través del concepto de la abstracción como se pretende llegar al encuentro con
lo Sublime, siendo descubierto desde el interior de cada persona. Entendiendo a ésta,
tanto como potencial emisor, es decir, el artista, como receptor de la obra de arte.
Unas imágenes apoyarán aquello que se defiende. Algunas son de carácter realista,
es decir, lo que se percibe y se reconoce. Se considera que dichas imágenes deben de
tener este contenido, para iniciar el camino hacia el aprendizaje del concepto de lo abs-
tracto. Otras, ya en el campo de la abstracción, ayudarán al espectador a descubrir otras
lecturas desde su propio interior. Y a través de unas propuestas didácticas, aprender la
comprensión, el estudio, la valoración y el encuentro con lo Sublime desde la sensibilidad
de cada persona.
6. CONCLUSIÓN
Se propone y defiende que, a través de los centros educativos, como fase inicial,
se suscite y potencie una sensibilidad capaz de discernir todo aquello que a lo largo de
su vida y entorno vaya sucediendo. De esta forma y de manera generalizada se puede
21
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
plantear una sociedad ideal si, pero real, porque todos y cada uno de sus componentes
lo hace posible desde su creatividad y sensibilidad. Es entonces, cuando a través del
arte, se podrá tener un encuentro con lo Sublime, que ayude a percibir el interior de la
persona y canalizar unos valores y sentimientos hacia el bien social.
Es por medio de un arte no figurativo, cuando se niega el elemento real y recono-
cible, bajo el concepto de la abstracción, cuando el espectador se dejará llevar por una
sensibilidad que le introducirá en un mundo interior propio, desde la obra y en conexión
con el autor de la misma. Esta compenetración quedará como vivencia sublime dejando
un rastro en el interior del espectador.
22
II
EN TORNO AL CONCEPTO
DE “LO SUBLIME”
EN LA PINTURA ABSTRACTA
CAPÍTULO 1
1.1. Introducción
25
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
1.3. Procesos de estudio en el encuentro con lo Sublime. . Procesos de estudio en el encuentro con lo
1.3.1. Lo Bello y lo Sublime a través de la inspiración, la belleza, la intuición y . Lo Bello y lo Subl
la imaginación en la obra de arte.
1.3.2. Lo bello como parte de lo Sublime. . Lo bello como parte de lo Sublime.
1.3.3. Finalidad en la naturaleza. .Finalidad en la naturaleza.
1.3.4. Arte y belleza. . Arte y belleza.
1.3.5. Intuición e interpretación. . Intuición e interpretación.
1.3.6. Imaginación, ensoñación. . Imaginación, ensoñación.
1.3.7. Creatividad, percepción, invención, experiencia sensible. . Creatividad, percepción, invenc
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
1.6. Lo Sublime en la obra de Kandinsky. Klee. Mondrian. Rothko. . Lo Sublime en la obra de Kand
1.6.1.. Kandinsky. Otros caminos. La otra belleza.
1.6.1.1. La persona. Sus encuentros. . La persona. Sus encuentros.
1.6.1.2. Trayectoria en la búsqueda y encuentro de nuevos caminos. . Trayectoria en
1.6.1.3. Lo espiritual en el arte. La pintura como arte puro. . Lo espiritual en el arte. L
1.6.1.4. El caso de Kandinsky. . El caso de Kandinsky.
1.6.2.. Paul Klee. Un espíritu sensible.
1.6.2.1. Un camino en sensibilidad. . Un camino en sensibilidad.
1.6.2.2. Espíritu interior desde la naturaleza.. Espíritu interior desde la naturaleza.
1.6.2.3. Fuerza interior que genera sentimiento. .Fuerza interior que genera sentimie
1.6.2.4. Pintura que escribe. . Pintura que escribe.
1.6.2.5. Klee y el color. . Klee y el color.
1.6.2.6. El problema de la forma. Realidad oculta. . El problema de la forma. Realidad
1.6.3.. Piet Mondrian. Su trayectoria.
1.6.3.1. Raíces de una abstracción. Geometría divina. . Raíces de una abstracción. Geo
1.6.3.2. El problema de la forma. Figurativo-no figurativo. . El problema de la forma. F
1.6.3.3. Abstracción– realidad. . Abstracción– realidad.
1.6.3.4. Abstracción geométrica. . Abstracción geométrica.
1.6.4.. Rothko
1.6.4.1. Trayectoria en una búsqueda. . Trayectoria en una búsqueda.
1.6.4.2. El problema de la forma. . El problema de la forma.
1.6.4.3. Abstracción, una búsqueda del arte puro. . Abstracción, una búsqueda del art
1.6.4.4. Valor del color en Rothko . Valor del color en Rothko
1.6.4.5. Acontecimiento espiritual en el arte.. Acontecimiento espiritual en el arte.
1.6.4.6. Una visión mitológica. . Una visión mitológica.
1.6.4.7. Realidad interior oculta. . Realidad interior oculta.
1.6.4.8. Legado de Rothko.. Legado de Rothko.
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En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
1.2. Lo Sublime
Si se es consciente del interior de cada uno, quizás se pueda atisbar aquello que
mueve a generar acciones y sentimientos que surgen desde lo más hondo del ser. Unas
veces, sin saber el por qué, otras porque hay agentes que lo provocan: situaciones, cos-
tumbres, algo visto y vivido o la experiencia que produce y remueve una obra de arte.
Hay algo que desencadena sentimientos que hasta se puede pensar que no es propio,
pero que en determinado momento y lugar salen a la luz. Esto es lo que una obra de
arte, en este caso, puede llegar a producir en el ser humano. Condicionado sí, por el
momento en el que se encuentra, el mismo, su ambiente social, el mundo global, y la
obra que el artista ha puesto ante sí.
Quizás suscitados por estos sentimientos, artistas de la talla de Wassily Kandinsky,
Paul Klee, Piet Mondrian y Mark Rothko, cada uno desde su sensibilidad y experiencia
vital y social, conducen hacia esa trascendencia, a esa espiritualidad, esa búsqueda inte-
rior de la obra y del ser humano. Ellos presentan ese camino para llegar a un encuentro
sublime. Y lo hacen y enseñan a través de sus obras, ocultando elementos icónicos para
permitir que algo ocurra en el interior del receptor, del ser que tiene ante sí una obra,
de concepción abstracta. Se presenta una página en blanco donde escribir la realidad
interior.
1
Hewittes. S.,wikipedia.org/wiki/Sublime.
Según el concepto original de Longino, que sería recuperado por filósofos y críticos de arte
posteriores, lo Sublime se caracteriza por una belleza extrema, que produce en el que la percibe,
una pérdida de la racionalidad, una identificación total con el proceso creativo del artista y un gran
placer estético. En ciertos casos, lo Sublime puede ser tan puramente bello que produce dolor
en vez de placer. Según Longino, hay cinco caminos distintos para alcanzar lo sublime: “grandes
pensamientos, emociones fuertes, ciertas figuras de habla y de pensamiento, dicción noble y dis-
posición digna de las palabras”.
Para Longino, una obra de arte bella persuade, convence, se dirige a la razón, aunque se
puede discrepar; en cambio, una obra sublime tiene grandeza, no depende de la forma, prescinde
de opiniones, se dirige más al interior, a una actitud psicológica. Así, es igual de buena para todo
el mundo, no depende de las variaciones temporales del gusto. Lo Sublime se relaciona con la
belleza porque sobrepasa sus límites: la belleza es contención (magnitud y orden aristotélicos), lo
Sublime es incontinente; la belleza guarda las formas, lo Sublime las pierde; lo bello convence y
agrada, lo Sublime involucra y sorprende; la belleza está en los objetos a la vista, en lo Sublime
el objeto desaparece. Lo Sublime corresponde según Longino al último estadio del amor platónico,
en que no se ve la belleza, sino que se sumerge en ella, está en un “océano de belleza”.
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Según Pascual del Povil en su artículo “El arte de lo sublime”,2 se refiere a este
sentimiento en los siguientes términos:
“El sentimiento de lo sublime se fragua en la frontera de lo terrible y angustioso. Perma-
nece quieto en el umbral. Presiente el agobio sin llegar a sentirlo. Alerta la sensibilidad
del alma antes de vislumbrar la infinitud que la sobrecogería. Vértigo sin vacío ni movi-
miento, la emoción sublime atrae más que invita. Si cruzara la frontera de irrealidad sería
mero espanto, horror, fealdad o desolación. Pero su representación artística, al vencer
la hostilidad de lo que está representado, lo interioriza con la serenidad de la contem-
plación. Para el poeta la belleza estaba en el comienzo de lo terrible. Para el doliente
de angustia está en su final. Lo sublime en el arte asoma el sosiego a la ansiedad y nos
mete sosegados en la angustia ajena.
El valor estético de lo sublime no viene del halago que la perfección hace a los senti-
dos, ni de la evocación de las amabilidades que la naturaleza brinda a la imaginación,
eso sería pura delicia, sino de la tranquilidad deliciosa que nos invade cuando, estando
envueltos en situaciones angustiosas o vertiginosas, una imagen impresionante logra
meter la propia inquietud en la armonía del mundo y de la vida que la crea. La obra de
arte sublime produce el placer inherente a una victoria de vencedores sin vencidos, a un
triunfo de la inteligencia intuitiva sobre las ansiedades instintivas del corazón. Lo sublime
silencia las pasiones.
El cambio de lo patético por lo inefable era ya patente en el arte de las revoluciones de
la libertad. Lo bello producía deleite; lo sublime, un temor deleitable. El romanticismo di-
fundió las idea kantiana de que lo sublime está en lo grande; lo bello, en lo pequeño. “Lo
sublime debe ser simple; lo bello puede estar decorado”. Lo bello surge de la cualidad; lo
sublime, de la cantidad. En el arte de lo sublime no interviene la presentación plástica de
un propósito, ni la representación de un ideal. Por la divergencia entre forma y conteni-
do, lo sublime deroga la armonía de imaginación y entendimiento requerida por lo bello.
El hombre se eleva por encima de los sentidos al contemplar lo sublime. Su intensidad
depende de la cercanía o lejanía del inquietante objeto de la representación.”
“La categoría de lo Sublime quiebra con el límite impuesto por la forma, dejando
que fluyan los sentimientos más profundos del ser humano. Kandinsky es el primero
en sobrepasar la forma para adentrarse en la abstracción como un medio más puro de
expresión y plasmar en el soporte material, el “elemento interior”. Su obra se aleja de
la categoría de belleza subsumida a una representación prototípica y se asienta en la
sublimidad”3.
Saber lo que la palabra Sublime lleva en sí, será de estimada ayuda para hacer el
seguimiento de un trabajo que gira en torno a lo Sublime, como motor y fuerza que
emana desde el interior de una persona. Tal vez, ese mito que genera sensaciones y
valores que surgen del interior y que salen a la luz en el momento en el que existe algo
2
Povil, P. del., “El arte de lo sublime.”, diariorc.com/enemigos-de-lo.../1036-el-arte-de-lo-sublime.
html.
SILENZE, M., “El juicio estético sobre lo bello. Lo Sublime en el arte y el pensamiento de Kandinsky”.
3
29
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
que lo hace brotar y surgir. En este caso, de una obra de arte, desde su concepto de
abstracción, es decir, ausente de iconicidad, desde la libertad del artista que la genera,
hasta la sensibilidad del receptor que desea ser atrapado por ella.
Sublime. adj. (Lat. sublimem, muy alto).
Excelso, eminente, de gran valor moral, intelectual, etc.
Filos. En Kant, dícese de una grandeza que supera los límites de la sensibilidad. (Kant
escribe:”Llamamos sublime a lo que es absolutamente grande” Crítica del juicio, 1, 1,2).
También, sustantivado, Kant define lo sublime como lo ilimitado de un objeto al que el
pensamiento añade la noción de totalidad: Así lo bello parece convenir a la representa-
ción de un concepto indeterminado de la razón” (Crítica del juicio, 1, 1,2)4.
Adjetivo. elevado*, excelso, eminente, majestuoso*, excepcional, excelente, insupera-
ble, levantado5.
Al hablar de lo Sublime, se concebirá como algo difícil de alcanzar por ser el resul-
tado de una larga experiencia: lo hermoso y verdaderamente Sublime es aquello que
agrada siempre y a todos. Pues el lenguaje sublime conduce a los que escuchan, no a la
persuasión, sino al éxtasis. Ya que en todas partes, lo maravilloso, que va acompañado
de asombro, es siempre superior a la persuasión y lo que sólo es agradable, una gran-
deza que supera y de gran valor personal.
La voluntad se ve por naturaleza transportada, en cierto modo, por la acción de
lo verdaderamente Sublime y adueñándose de ella un cierto orgullo exultante, se llena
de alegría y de satisfacción, como si fuera ella la autora de lo que ha escuchado en su
interior.
Cuando un hombre recibe estímulos de su exterior repetidamente y su voluntad no
es trasladada hacia unos pensamientos elevados, y no queda en su espíritu más que
meras palabras o sentimientos imprecisos, insignificantes, entonces se puede decir que
no es algo verdaderamente sublime, ya que sólo se conservó mientras era recibido. La
fuerza sensible absorbe y tamiza cuanto acontece en su entorno y filtra aquello que su
sensibilidad y sentimiento necesita para su alimento esencial y personal. Se entra de
esta forma en el nivel de lo Sublime.
Pues, en realidad, es grande sólo aquello que proporciona material para nuevas re-
flexiones y hace difícil, más aún imposible, toda oposición y sus recuerdos son duraderos
e indelebles. En una palabra, se considera hermoso y verdaderamente sublime aquello
que agrada siempre a todos. Pues, cuando personas de diferentes costumbres, vidas,
aficiones, edades y formas de pensar tienen una opinión unánime sobre la misma cosa,
entonces este juicio y coincidencia de ánimos tan diversos, son una garantía segura e
indudable en favor de lo que ellos admiran.
Lo Sublime en un principio fue definido como el efecto psicológico de atracción o repul-
sión que produce algo. Lo Sublime se vino a relacionar con todo aquello que por su mag-
nitud era capaz de impresionar sobre manera a la imaginación, despertando sentimientos
de miedo, vértigo, vacío, grandiosidad e infinitud en el sujeto. Añade un valor místico y
simbólico a la naturaleza en sí, a la que representará mediante imágenes-concepto.
4
Gran enciclopedia Larousse. T. 22. p.10413.
5
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Edito-
rial, S.L. p.576.
30
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Teniendo presente siempre los orígenes, la cultura, las ideologías, el ser humano
siente la necesidad de tener una referencia vital, tal vez mítica que le sirva de fuerza y
potencia interior. A lo largo del desarrollo de este trabajo se referirá a lo Sublime como
punto de partida y final hacia el que concluir para retornar. Lo Sublime como provocación
en el interior del ser humano. Como mito que potencia el interior de la persona, frente
a mitos perecederos o carentes de una fuerza capital con suficiente peso como para que
remuevan en el interior humano unos valores estéticos, éticos, espirituales.
Al referirse a lo Sublime será en el sentido de la fuerza y energía cuya máxima e
infinita grandeza hace nacer en el interior humano, sentimientos y valores en cualquie-
ra de las actividades de su vida y, por lo tanto, responsable de sus acciones frente a la
sociedad. El arte será uno de los medios con los que la persona manifiesta este interior
y este vínculo quizá con lo Sublime.
¿Se necesita de una referencia, de un mito sobre el que basar las experiencias per-
sonales y su proyección en la sociedad actual?
Como seres vivientes en un mundo, en un Cosmos, con unas realidades personales
y sociales, la persona está necesitada de algo, o alguien en quien basar su referencia,
como creyentes o no; ya que incluso los no creyentes niegan la existencia de algo o al-
guien superior a ellos. Por el hecho de esa negación cabe la posibilidad de la existencia
de ese Ser Supremo o de ese Mito que se niega. De lo Sublime.
Hasta ahora las culturas están encerradas en el receptáculo último de su religión o
de sus religiones, han invertido algún relato para llenar este hueco del pasado perdido
y dar satisfacción en la disconformidad esencial que el hombre7 siente ante la realidad
que le rodea con su propia condición.
Pero hay aún algo más en estos relatos, el diseño de una vida donde las condiciones
esenciales de “esta vida” que se viven, están convertidas en su contrario; donde toda
carencia está anulada y hasta el tiempo mismo como tal no existe; una vida humana
sin precariedad, a salvo de toda contingencia, como si la idea de un hombre originario
estuviese vagamente diseñada en el fondo de la voluntad humana.
6
Kandinsky, W., De lo espiritual en el arte. Barral editor. 1977. Barcelona. p.8.
7
Se citará hombre como genérico del ser humano, de la persona, tanto del género masculino como
femenino. Hombre-mujer.
31
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“Pues de la imagen viene cuanto hay de audacia, de atrevimiento que fuerza a la mente
a edificar la utopía. No todas las utopías de nuestra cultura occidental confiesan en su
origen la nostalgia de un paraíso perdido, de una vida perfecta que es preciso y posible
recuperar. Algunas, nacidas al margen de toda religión y aún en contraposición con ella
para corregir “sus yerros” iniciales no serían explicables históricamente sin este fondo de
nostalgia paradisíaca (y en la que de ensueño paradisíaco tienen, de edificar un paraíso
“aquí y ahora”, pueden caer fácilmente en aquello que critican a toda religión: ser un
opio que adormece e inhibe de pensar)” 8.
Acaso en un ciclo, como en el que se está viviendo ahora, no se necesite del mito,
por considerarse suficiente y manipulador, a la vez que se es manipulable. ¿Por qué tipo
de mitos, sagrados o profanos, se está siendo manipulados? ¿Se es consciente de se-
guirlos, o bien es la ola de las nuevas modas que se presentan bajo noticias cotidianas,
estímulos visuales, obras de arte, manifestaciones lúdicas, literatura, música, etc.?¿Son
los mitos circunstanciales y que no complican por ser efímeros?
Las vivencias que se tienen, los mitos que sirven de referencia, son necesarios por
ser portadores y conocedores de la existencia y de las manifestaciones y expresiones,
desde la intuición, la creatividad, el goce de lo que se tiene en el entorno. Tal vez se en-
tra a valorar los orígenes primigenios. Retoma para volver a construir y manipular así la
materia, el concepto de los pensamientos. En una palabra, la propia identidad, marcada
por la propia experiencia.
Llegar a lo Sublime y “Contemplativo” desde la realidad creadora y creativa es
importante y necesario, sobre todo en el caso de aquellos que generan obras de arte
dentro de un contexto, de un Cosmos ya creado, y en el que se destruye para volver
a crear, bajo nuevas visiones e interpretaciones, tratando de hacer llegar, transferir y
transmitir esas vivencias bajo el prisma de la obra de arte misma, ya sea plástica, lite-
raria, musical u otras manifestaciones creativas con las que el hombre hace vivenciar,
transmite y cambia el aspecto de las cosas reconocidas con nuevas estéticas. El artista,
como creador, parte de unas vivencias, ¿hasta qué punto estas tienen un referente mí-
tico sumamente primordial para él?
Al hablar de “Mística”, se hará en el sentido de aquella experiencia personal vivida,
con lo desconocido, por no ser visto, pero sí esperado por referencias históricas. Una
vivencia y conexión plena con lo Sublime, con lo Supremo, con lo Excelso, con el Ser
Absoluto que genera todo el universo. Una vivencia vital, que tras de ella dejará intuir y
manifestar ciertas acciones y proyecciones a nivel personal, social y cultural.
ZAMBRANO. M., El hombre y lo divino. Fondo de Cultura Económica. México. 1966. p.308.
8
9
Op.cit. p.18.
32
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
10
El mundo es siempre en el que se vive a pesar del modo de ser de cada cual y de los contextos socia-
les y culturales. Es el mundo que se conoce y del que se toman experiencias, por lo tanto, un mundo creado
en el que se experimentan creatividades o se es necesitado de personas creativas para el goce de la máxima
obra, a fin de generar una renovación acorde a los tiempos y evoluciones humanas. ¿Esto implica un principio
y un final dentro del mismo ciclo del Cosmos, del mundo y de la persona?
11
La identificación no solo simbólica sino estructural dentro de la composición plástica para suscitar en
el espectador una fuerza que le motive e inspire el potencial que se desea.
12
Según CRUZ VALLÉS, A. de la., en su artículo “El concepto de espíritu en la Antropología de Max
Scheler: Un estudio sobre el Puesto del Hombre en el Cosmos”.
http://serbal.pntic.mec.es/-cmuñoz11/index.html p. 2.
Encuadra en tres grandes tradiciones los intentos de explicar qué es el hombre:
33
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Comienza así la existencia del yo, de la persona y de un mundo que se toma como
objeto del pensamiento y de las acciones. El existir implica a la cosa que existe, es decir
el objeto, y lo que existe como conciencia, en este caso nos adentramos en el sujeto,
en la persona. A partir de aquí comienza el desarrollo de la persona como camino de
1. Una tradición teológica de raíz judeocristiana que concibe al hombre como un ser creado por Dios,
2. Una tradición filosófica originada en Grecia que define al ser humano a partir de la razón.
3. Una tradición científico-natural surgida con la ciencia moderna y la psicología genética y que concibe
al ser humano como el último y más perfecto producto de un proceso evolutivo natural.
El problema de estas tradiciones es su incapacidad para delimitar una idea unitaria de ser humano, pues
cada una definen la especificidad humana parcialmente.
13
es.wikipedia.org/wiki/Persona.
14
GARCÍA SIERRA, P., Biblioteca Filosofía en español. http://filosofia.org/filomat
15
Ibidem.
34
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
búsqueda, con el desarrollo de una conciencia que le hace diferente a los demás seres
vivientes y existentes.16
Entonces la sociedad es un conjunto de personas y grupos, en tanto que establece
unas relaciones recíprocas de comunicación, solidaridad y dependencia, de manera esta-
ble y duradera en oposición a las relaciones esporádicas y fortuitas. Por eso la sociedad
es como la colectividad organizada de personas que habitan un territorio común, que
cooperan en grupo a la satisfacción de las necesidades sociales fundamentales, compar-
tiendo una cultura común y funcionando como unidad social distinta.
La persona es presencia del presente, condensa en sí misma el pasado y vive el pre-
sente a la luz de la eternidad de la Trascendencia. En definitiva, la persona es presencia
del ánimo ante sí misma en cuanta atención y reflexión en el mundo y ante los demás.
Las relaciones entre arte y persona entran de lleno en la filosofía del interior. El arte
ofrece la representación de la persona y de sus afectos; alegrías y penas, esperanzas
y angustias, abandonos y entusiasmos de los hombres. Existe un principio concreto,
no absoluto, de todo obrar humano que es el que se atiene a los hechos concretos del
trabajo y del esfuerzo del artista.
Todo obrar del artista está impregnado de su propia personalidad. El pintor, a su
vez, es su pintar, y su pintar continúa su ver, pintar y mirar tienden a coincidir. Su ver,
su pensar, su sentir, su pintar coinciden en un solo y único acto de la misma persona: el
hacer arte. No hay creación artística sino como acto personal, no hay obra de arte sino
como expresión de la persona. La persona es, al mismo tiempo, sujeto y objeto del arte.
Como objeto del arte toda la persona se hace presente en la obra bella, en el sentido
que se concentra, se condensa y se expresa allí. Como sujeto del arte, la persona no se
agota en la obra bella17.
“La persona resulta ser uno de los principios del arte: se mete de lleno en el arte, sin
tampoco agotarse en él. La persona hace la obra de arte, aunque después ésta le tras-
cenderá y cada uno seguirá existiendo por su cuenta “18.
16
Ibidem.
17
BLANCO SARTO, P., Hacer arte, interpretar el arte. Estética y hermenéutica en Luigi Pareyson. Bara-
ñáin. (Navarra).EUNSA. 1998. p.105.
18
Op.cit. p.106.
19
Ibidem
35
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Julián Marías, en una conferencia dada en Madrid, 200021, introduce en cierta forma,
la manera en la cual o bajo la cual el hombre del futuro ha de enfrentarse con la reali-
dad partiendo de su propia realidad, la realidad de la persona. “Parte de una pregunta
fundamental que ya formularon Leibniz, Unamuno más tarde o Heidegger: ¿Por qué hay
algo y no más bien nada?
Se pregunta J. Marías, ¿por qué hay realidad?, ¿por qué hay algo? La idea de crea-
ción que se tiene es la de esa realidad que se conoce o intenta conocer bajo diferentes
versiones y teorías que se intenta imaginar, aquello que se llama cosmos, universo,
aquello que tiene un Autor y su fundamento22. ¿Acaso considerado un Mito?
La idea de la creación supone que hay una realidad divina que no coincide con el
mundo, no coincide con el universo, no coincide con la realidad física y que es justa-
mente el soporte, el fundamento de su realidad. Hay una realidad que es la persona,
diferente a todas las demás realidades. No es algo, es alguien. Es una realidad que, al
mismo tiempo, es irreal. La persona es algo orientado hacia el futuro.
Según comenta Julián Marías en su conferencia:
“La vida humana es proyectiva, está orientada hacia el futuro, es por lo tanto imaginati-
va, es real, pero es también irreal: la irrealidad forma parte de la realidad de la persona,
no de las cosas, en modo alguno”23.
20
ZAMBRANO, M., El hombre … op.cit. p. 250.
21
Conferencia de MARÍAS, J., Madrid 2000. “La persona”. pp.1, 2.
http://www.hottopos.com/mp2/maríaspers.htm.
22
Ibidem.
23
Op.cit. p. 6.
36
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
24
BLANCO SARTO, P., op. cit. p. 114.
25
Op. cit. p.115.
37
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Todo ver a otro es verse, vivir en otro. En la vida humana no se está solo sino en
instantes en que la soledad se hace, se crea. La soledad es una conquista metafísica,
porque nadie está solo sino que ha de llegar a hacer la soledad dentro de sí, en momen-
tos en que es necesario para el crecimiento personal.
La angustia es una determinación del espíritu que ensueña y pertenece, por lo tanto
a la psicología. En la angustia se abre paso la persona. Busca el equilibrio en todo su ser
para encontrar el camino, a pesar de la diversidad.
Uno de los procesos más interesantes del pensamiento es hacer conexiones; conec-
tar lo fragmentario y no es posible hacerlo si no es en soledad. Otra cosa que se hace
en soledad y que funda la modernidad, es dudar. Cuando se piensa frente a los otros el
pensamiento está comprometido con la defensa de las ideas, cuando se hace en soledad,
se puede dudar.
El recordar es una experiencia de la vida, el problema es cuando en soledad se
usa ese espacio para traer a los otros al presente, al centro, nostálgicamente. Se trata
entonces de hacer de la soledad un espacio de desarrollo del pensamiento propio, de la
afectividad.
La soledad es un recurso metodológico imprescindible para construir la autonomía.
Sin soledad no solo se queda el individuo en la precocidad sino que no desarrolla las ha-
bilidades del yo. La soledad puede ser vivida como metodología, como proceso de vida.
Tener momentos temporales de soledad en la vida cotidiana, momentos de aislamiento
en relación con otras personas es fundamental, y se requiere disciplina para aislarse
sistemáticamente en un proceso de búsqueda del estado de soledad.
27
Op.cit. p. 286.
38
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Mirada como un estado del ser –la soledad ontológica– la soledad es un hecho presente
en nuestra vida desde que nacemos. En el hecho de nacer hay un proceso de autonomía
que al mismo tiempo, de inmediato se constituye en un proceso de dependencia28.
Sin embargo, se cree que no es suficiente sostener que el objeto de nostalgia deje
al sujeto en una situación de desábrido desamparo, y solo le permita la alternativa de
un presente desencantado e irreconciliable con el ayer y con el mañana. La nostalgia es
la magia de la utopía, es el hechizo de una realidad que se quiso distinta y se evaporó
en las manos. Pero precisamente en eso radica todo su poder29.
Curiosamente, al mismo tiempo que el siglo XX está repleto de grandes descubri-
mientos futuristas y altamente técnicos, es también un siglo nostálgico.
Existe un objeto de nostalgia y un sujeto nostálgico. La nostalgia no es simplemente
una emoción, un afecto, un sentimiento o un resentimiento. Es todas esas cosas juntas,
y al mismo tiempo, es también una actitud frente a la vida; en especial la de todos los
días.
Pero para que haya nostalgia debe haber un sujeto nostálgico que la experi-
menta y la hace posible con sus actos cotidianos, sus experiencias, sus acciones y
reacciones.
Hay nostalgia porque hay experiencia. El sujeto la experimenta a través del fracaso,
o de la frustración, de las acciones o emociones que fueron exitosas o productivas en el
pasado, el cual se construye y se reconstruye desde el presente, para poderse enfrentar
al futuro30.
Los criterios que rigen la sociedad son la utilidad y la eficacia, y las energías, hasta
en el campo educativo, se dirigen a formar hombres hábiles, eficientes y competitivos.
A veces se educa para el éxito, para el triunfo, para lo espectacular; pero quizá se
olvide el ser íntimo del hombre y haya demasiados hombres superficiales, vacíos por
dentro, con poco o con nada que ofrecer a los demás.
Posiblemente los esfuerzos docentes deban encaminarse a la adquisición del arte
de pensar de manera crítica y creativa y, por lo tanto, a que el alumno no solo adquiera
conocimientos sobre las cosas, sino a que sepa buscar la verdad por sí misma. Eso no
va contra la cultura y el saber.
Hablar de la interioridad hoy, es una necesidad para ser uno mismo frente a la
superficialidad y la dispersión, porque la interioridad tiene mucho que ver con el reco-
nocimiento personal y con el descubrimiento del ser más íntimo.
“Sin duda, el hombre actual necesita una nueva experiencia de la interioridad, ne-
cesita comenzar desde el recogimiento y el silencio e ir avanzando hasta llegar a una
profunda vida de interioridad. Pero en Agustín la interioridad nos está hablando de po-
tenciar el hombre interior, que es la sede de la verdad, frente al hombre exterior, que
vive de los sentidos, que se rige por el «me gusta» o el «me apetece»31.
28
LAGARDE, M., “La soledad y la desolación”.
6.Febrero.03www.mujeresdeempresa.com/sociedad/030201.shtml
29
Ibidem.
30
Ibidem.
31
SIERRA RUBIO, S., “Educar en y para la interioridad”.
www.mercaba.org/fichas/espiritualidad/672-1.htm
39
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Educar para la interioridad tiene mucho que ver con educar para el silencio, la ad-
miración, la libertad. El hombre interior es aquel que supera la superficialidad y llega a
lo profundo de sí mismo”32.
32
Ibidem.
33
El espíritu creativo es algo más que una iluminación ocasional o un suceso caprichoso. Cuando se
despierta, el espíritu creativo anima un estilo de ser, una vida llena del deseo de innovar, de explorar nuevas
formas de acometer tareas y de convertir los sueños en realidad. Se pudiera contemplar como el sentimiento,
sensibilidad y valor que surge del interior de la persona, de tal manera que da respuesta a unos estímulos y
en el caso del artista lo formatiza en una obra creada con ciertos materiales a los que infunde, de una forma
creativa, emociones para transmitir.
Es importante un espíritu creativo en el artista, capaz de emocionar y transmitir a quien disfruta de su
obra. Los momentos creativos son de vital importancia para todo lo que se realiza en cualquier vertiente de la
vida: relaciones, familia, trabajo, comunidad. Cuando se adopta un nuevo enfoque en lo que se hace y éste
da resultado, se usa lo que se llama creatividad. Cuando se va más allá de las maneras tradicionales de so-
lucionar un problema con un éxito que influye en los demás, la creatividad adquiere entonces una dimensión
social-vital. Es por ello necesario personas con un espíritu creativo en todos los ámbitos de la vida.
GOLEMAN, D., KAUFMAN, P., y RAY, M., en su obra: El espíritu creativo. Zeta. 2009, p.22. ofrecen pautas
de cómo ser creativos y cómo despertar la creatividad tanto en niños como en adultos.
34
Ibidem.
35
ZAMBRANO, M., El hombre… op.cit. p.23.
36
Ibidem.
40
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
37
ZAMBRANO, M., El hombre… op.cit. p. 25.
La vida interior más profunda no es otra cosa que el desplegarse, dentro de sí misma, del conocimiento
que un pensamiento divino posee de sí, del amor que se dirige hacia sí. La distinción entre hombre físico y
hombre espiritual provoca confusión. Ello es debido a que el hombre es un ser puramente físico; el ser es-
piritual no es más que este ser considerado desde un punto de vista particular, en relación con uno de sus
modos de actuar. Sus acciones visibles, al igual que los movimientos invisibles que se producen en su interior,
proveniente de su voluntad o pensamiento, son efectos naturales y consecuencias del impulso que recibe del
exterior.
38
BLANCH, A., “Fronteras de la filosofía de cara al s XXI”. Terceras Jornadas de Diálogo Filosófico. Ma-
drid. Idelfonso Murillo. 2000. p. 289.
39
A lo largo de toda la historia se encuentran referencias a mitos y manifestaciones supremas, que
elevan y evocan el sentimiento y valor de lo que la persona cultiva y educa en su interior.
41
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Vista con una mirada más penetrante, en la que lleva implícita su voluntad. A través del
color, materias plásticas, piedras, metales, cada artista, con un espíritu creativo, elabora
esas ideas, imágenes, signos de lo que le rebosa.
Se siente necesitado de sacar a la luz su interior. Lo que ese impulso creador le
fuerza a construir y le crea una necesidad de realizarlo y darle en cierta medida su for-
ma, ya sea real, o abstracta. Reconocible o intuible hacia otros conceptos. El receptor
es quien tiene la última palabra, ya que cualquier obra es de diferente lectura para cada
persona, porque ésta dispone de una sensibilidad y experiencia diferentes. Tanto en el
campo social, cultural, histórico, y vivencial.
La ley básica de la Gestalt describe la existencia de un impulso, inherente a las entidades
físicas y psíquicas, hacia la estructura más sencilla, regular y simétrica que se puede
lograr en una situación dada. Esta tendencia ha sido demostrada con toda claridad en
la percepción visual, pero se manifiesta asimismo como un impulso hacia la reducción
de la tensión en la motivación. En el pensamiento de los psicólogos de la Gestalt, esta
inclinación fundamental de la mente refleja una tendencia que actúa igualmente en el
sistema nervioso. Lo mismo sucede en los procesos del campo de la física, como señaló
Köhler. Históricamente, este principio está relacionado con la ley de la entropía de la
termodinámica, aunque esta afinidad no es aparente cuando la ley gestáltica se describe
como una tendencia hacia el orden y el principio de entropía como una tendencia hacia
el desorden.
Como ley de la naturaleza, el impulso hacia una “buena Gestalt” fue antes de nada un
hecho observado; pero había también determinadas ventajas en el estado de máximo
orden de un sistema. Por ejemplo, en la percepción visual, una vez que se había apre-
hendido la versión más sencilla posible de un patrón, ésta resultaba más estable, tenía
más sentido y podía ser manipulada con más facilidad. De manera semejante, un estado
de orden equilibrado contribuía a un mejor funcionamiento de una mente humana, un
equipo o una sociedad40.
Es a través del arte, donde el hombre trata de conjugar los estadios naturales, hu-
manos, con lo espiritual y divino. Quizá por el nacimiento de esa necesidad, la persona
necesita de un mito, lo Sublime. Generador de estímulos, inquietudes, referencias, as-
piraciones. Una unión del aquí con lo futuro, venidero, lo desconocido o la nada.
Es realidad interna y externa la que la razón capta, percibe e intuye. Ya que también
se muestra una realidad del mundo exterior. Toda sensación es algo relativo a algo. De
esta manera y, con unas connotaciones más allá de lo estrictamente humano, van siendo
fortalecidos y formados por esa conciencia.
Ese intuir, esas vivencias de dentro hacia afuera, esas sensaciones provocadas des-
de el exterior, luego pasarán a formarse junto con la conciencia particular e íntima de
cada uno. Es así como surge en el artista, ese impulso capaz de dar vida a las obras. O
bien, en todo caso, no dejarlas vacías, como meros objetos para ser tan solo vistos, no
vividos y disfrutados. Es causante y productor de impresiones para el observador. Ser
promotor y provocador de sensaciones externas, en este caso, para que se formen en
el interior de cada uno de los seres hacia los que se proyecta la obra.
El verdadero destino de un gran artista es un destino de trabajo. El trabajo creativo
atraviesa e impregna la vida del artista y le ofrece virtudes y cualidades. Entregarse en
40
ARNHEIM, R., Nuevos ensayos sobre la piscología del arte. Alianza. Forma. Madrid. 1989. p. 47.
42
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
cuerpo y esencia a su obra, retomar en cada materia una meditación de su arte para
que esa obra, en esa materia nueva, sea la expresión de su sensibilidad profunda e
íntima. Se está ante un secreto del espíritu creador, del impulso motivador y formador
para la creatividad. Plasmar un ensueño, algo personal, para decir, para explosionar una
meditación contemplativa del cosmos y del aire que en él se percibe. De una visión casi
efímera se hace constancia y parada en el tiempo y en su realidad.
Todo dentro de un orden interior primero, en el espíritu que sabe mirar desde el in-
terior hacia el exterior, para materializar algo externo de lo vivido internamente. Buscar
desde lo profundo, ir más allá de las apariencias. El esbozo es algo más que un boceto.
Es una realidad que vive, que lograría vivir y sobrevivir. El hombre las sueña como las
hubiese soñado la naturaleza. Un hombre recrea en la cima de una larga vida de acción,
proyecta esos elementos en la vida humana. No solo se necesita contemplar, hay que
participar en el devenir ardiente de una violencia creadora.
La vida es evolución creadora, creación libre e imprevisible, impulso vital que no
necesita más que distenderse para extenderse.
“En un momento determinado, las necesidades maduran, es decir, el espíritu creador (al
que podemos llamar espíritu abstracto) encuentra un acceso al alma y más tarde a las
almas, y provoca un anhelo, un impulso interior” 41.
41
KANDINSKY, W., Escritos sobre arte y artistas. Editorial Síntesis.S.A. Madrid. 2002. p.19.
42
Ibidem.
43
Hay representaciones plásticas que manifiestan estas tradiciones, estas historias que envuelven el
momento y que forman parte de la cultura particular de la época en la que se desarrolla, y universal con el
paso de los tiempos.
43
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El saber histórico sólo es posible en una mediación entre presente y pasado, que
tiene como condición de posibilidad la fusión de estos horizontes, supuestamente inde-
pendientes. El horizonte del presente no se forma en absoluto sin el pasado. Un hori-
zonte del presente para sí, no existe, como tampoco horizontes históricos que hubiese
que ganar44.
44
Ibidem.
45
“Estética”. http://www.geocities.com/schelling.2000/estétivca.htm?200528. p. 1.
44
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
46
No hay que olvidar también el apartado dedicado a la técnica, el oficio. Este debe de ser aprendido y
educado. Toda obra posee una serenidad y una armonía infinitas atribuidas por el artista, gracias a eso tam-
bién promueve la emoción estética del espectador. El momento importante también pasa por un trámite en
el ciclo de la obra de arte. Concepción, elaboración, proyectación, transmisión, y la emoción percibida por el
espectador.
45
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
47
ZAMBRANO, M., Obras reunidas. Estudios literarios. Aguilar. Madrid. 1971. p. 51.
48
Ibidem.
49
Ibidem.
46
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Se ha visto la importancia que posee el interior de la persona para generar una es-
tética desde la trascendencia contemplativa para transmitir, en el caso del artista, unos
valores y sentimientos del espíritu capaces de suscitar en el espectador otros sentimien-
tos igualmente nobles. Llegando así, a elevarle a ese encuentro con lo Sublime.
51
MARÍAS, J., La perspectiva cristiana. Alianza editorial. Madrid 2000. p. 99.
47
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
hombre pueda a la vez existir, contemplar, soñar. De esta manera desarrollarse y gene-
rar una sociedad humanizada en camino hacia la perfección, hacia lo Sublime, inundados
de sensibilidad por lo elaborado.
Para el hombre moral, lo esencial precede a la existencia. El hombre es tal cual es,
porque han tenido lugar una serie de acontecimientos. Los mitos explican estos acon-
tecimientos y por qué fue constituido de esta manera. Siempre hay historia divina, ya
que los personajes son los seres sobrenaturales. Por lo tanto la existencia de un mito
es evidente, pues es quien provoca y da sentido al origen y seguimiento a lo largo del
camino de la vida.”52
El lugar de este Ser más o menos olvidado, ha sido ocupado por diferentes divini-
dades. Mitos, que tienen en común el estar más próximos al hombre y le ayudan o le
persiguen de una manera más directa y más continuada.
“Es necesario marcar un objetivo práctico, el de comprender mejor al ser humano y me-
jorar nuestra capacidad de orientar, hoy y mañana, sus actitudes y comportamientos,
en los planos públicos y sociales, de una manera crítica. Partiendo de las experiencias
vividas en un contexto socio-histórico-cultural de los seres humanos como partícipes de
un todo que es la humanidad”54.
52
DIAZ-SALAZAR, R., AA.VV. Formas modernas de religión. “La religión y el centro sagrado de la socie-
dad”. Madrid. Alianza. 1994. p.117.
53
ELIADE, M., Mito y realidad. Barcelona. Labor. 1991. p. 103.
54
DIAZ-SALAZAR, R., AA.VV. Op.cit. p. 118.
Es por ello que, no solo con unos contenidos religiosos exclusivamente particularistas, sino con el con-
junto de componentes sacro-profanos, sirven para moverse dentro de un universo más humanizado. Con una
experiencia religiosa humana, independientemente de si hay creencia o no, o meramente tradición religiosa
legada de los antepasados.
48
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
¿Puede así, de esta forma terminarse el arte, o es una nueva etapa de provocacio-
nes que hacen cuestionar a la humanidad otro tipo de eventos? No se habla de premo-
niciones, pero sí de cuestionamientos y de sensibilización y de manifestar creatividad
para una sociedad creativa en el bien general55.
Llegará un día en el que las sociedades volverán a conocer momentos de actividad
creadora, y de ahí surgirán nuevos ideales, que servirán, durante algún tiempo, de guía
a la humanidad; y se sentirá la necesidad de hacerlas revivir con el paso del tiempo.
Si se despoja a un mito de su significación espiritual, se convertirá en una leyenda
o en un cuento, sería necesario conservar algo que sirviera de referencia. Se trata de
un fenómeno cultural como ha sido en todas las culturas arcaicas. Se hace necesario lo
Esencial y eso hay que buscarlo no ya en la historia de los dioses sino en una situación
primordial, esencial. Que sirva para, incluso, la élite más elevada.
Son evidentes las diversas transformaciones sufridas y que se sufrirán para seguir
avivando la idea de mito y la revolución que él conlleva, por darse opiniones encontra-
das al respecto. Siempre existirá una dualidad. Sagrado –profano. Plenitud– vacío. Pero
¿hace falta desmitificar a un mito para su transformación? Se está hablando de evolución
tanto en las ideas, ritos, o formas.
Ello promueve intereses de funcionamiento en la sociedad, para fines artísticos,
creativos, organizativos; donde ella está necesitada de personas igualmente capaces de
proyectar creatividad en todos los niveles que generan una sociedad56.
55
Se ve en el hecho de creer conocer la obra de tantos artistas y maestros como ha generado la historia
del arte, creyendo conocer todo acerca de ellos, todavía se puede sorprender con la aparición de algún boceto,
algún dibujo u obra desconocidas. Siempre quedará una incógnita en el mundo del arte. Por lo tanto no se
puede hablar de final del arte. Transformación sí.
56
Partiendo de la dualidad sagrado-profano, se reconocen unos intereses de cada persona con tenden-
cia hacia uno de los extremos, pero sin exclusión del otro. Por ello el ser humano, necesita de ciertos estímulos
o fuerzas, llámese mitos, o lo Sublime, que aviven su interior. Un interior que se va formando desde la sole-
dad, la nostalgia, la experiencia.
Desde su voz interior, avivará un espíritu creativo que le permitirá realizar unas determinas actuaciones
tanto a nivel personal como social. Es por ello, un factor importante, que desde las escuelas se aporten unos
valores estéticos y trascendentes para ser conscientes de que en el interior de cada uno existe un espíritu
creativo. Tanto como emisor como receptor en un contexto artístico.
Con un espíritu creativo abierto, descubrir lo Sublime a través de una obra de arte, ya sea figurativa o
abstracta. Dejar hablar a las materias que las conforman y buscar desde el silencio aquello que la obra hace
salir desde el interior de la persona receptora.
49
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Inspiración: 1. Acción y efecto de inspirar o ser inspirado.2. Fig. Estado propicio para
cualquier creación del espíritu, especialmente la artística. 3. Fig. Cosa inspirada. 4. FI-
SIOL. Entrada de aire en los pulmones. 5. TEOL. CATOL. Acción ejercida por Dios sobre
la inteligencia humana.57
La inspiración, en la composición artística, se asocia a un brote de creatividad irracional
e inconsciente. Literalmente, la palabra significa “recibir el aliento”, y tiene sus orígenes
en el helenismo y la cultura hebrea. Homero y Hesíodo, en las primeras discusiones so-
bre la naturaleza de la inspiración destacan como importante tanto los aspectos rituales
como los orígenes divinos del aliento de un dios.58
Se ha oído hablar siempre de la inspiración del artista, esa chispa que genera una
explosión de creatividad. ¿Cómo se produce? ¿Qué lo genera? ¿Dónde está la inspiración
en el cerebro?
El estímulo singular y eficaz para la creación artística o intelectual, según los clási-
cos griegos, consideraban que la inspiración llegaba gracias a las musas, pero en este
tiempo, la ciencia tiene suficientes medios para explicar estos fenómenos mentales;
englobándolos en un diagrama de flujo, muestra un encadenamiento de diferentes com-
binaciones funcionales psicológicas que reaccionan en diferenciadas etapas. Para llegar
a la inspiración, el cerebro muestra 7 etapas diferenciadas:
“1ª REACCIÓN de CURIOSIDAD. Aparece un reto generado por la percepción del en-
torno. El cerebro utiliza la sección superior frontal donde reacciona el ansia de saber
o averiguar alguna cosa. El artista se enfrenta a una nueva obra y entra en “curiosity
share”.
2ª FUROR CREATIVO. Apetito o necesidad inmediata de crear o pensar, (agitado y con
prisas), exaltado por no tener la solución y no saber por dónde empezar (creación ins-
tinc). El cerebro, ante ese arrebato procede a utilizar los segmentos donde se encuentra
guardados los conocimientos pero no asocia resultado coherente. El artista intenta dar
los primeros pasos de la obra y le surgen dudas
57
Diccionario General de la Lengua Española T.II. Larousse Editorial. S.A. Barcelona. 2000. p. 655.
58
“Inspiración artística” http://es.wikipedia.org/wiki/Inspiraci%C3%B3n_art%c3%ADstica
50
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
59
BROCA, P., La inspiración en el Arte.
artefuturo.blogspot.com/2009/03/la-inspiracion-en-el-arte.html 2011.
51
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
cual sea el modelo, sin embargo, empiricista o místico, la inspiración se encuentra por
su propia naturaleza fuera de nuestro control”60.
La belleza es conocimiento, ciertamente; una forma superior de conocimiento, pues-
to que toca al hombre con toda la profundidad de la verdad. El verdadero conocimiento
se produce al ser alcanzados por el dardo de la Belleza que hiere al hombre, al verse
tocado por la realidad. Este encuentro puede ser el dardo que le abre los ojos hasta el
punto de que entonces, a partir de la experiencia, halla criterios de juicio y también la
capacidad para valorar correctamente los argumentos.
Al final de la antigüedad Plotino y San Agustín, colocaban las artes todavía consideradas
muy por debajo de la belleza moral, intelectual y espiritual. El reconocimiento en el s. IV
del cristianismo como religión oficial y la subsiguiente destrucción del imperio Romano,
reforzaron el carácter funcional de las artes, de tal modo que en Europa harían falta
otros mil quinientos años para que se estableciese el moderno sistema de arte y de lo
estético.
Muchos reflexionaron sobre el concepto de belleza pero este análisis lo referían a la idea
de Dios y de Naturaleza, no a la belleza de los productos o las interpretaciones del arte
humano. Para los teólogos que analizaron la belleza de las cosas mundanas, la armonía
de las partes o proporción no eran suficientes para hacerlo bello. Se necesitaba una ade-
cuada relación con el propósito que se le determinaba61.
“Apreciar la belleza pintoresca significa prestar atención a los factores puramente visua-
les de la luz, las distancias, los contornos agrestes y las ruinas”62.
60
Ibidem.
61
SHINER, L., La invención del arte. Una historia cultural. Paidós Ibérica. Barcelona. 2004. p.190.
62
Op.cit. p. 191.
63
BACHELAR, G. La poética de la ensoñación. Fondo de cultura Económica. México. 1960. p. 108.
El artista crea un estado de ánimo especial. Existe una analogía entre el estado de ánimo artístico y
dos estados de la vida humana: el sueño y la embriaguez. En la embriaguez y en el sueño hay por parte del
sujeto una momentánea ruptura con la realidad, una especie de insensibilidad para las impresiones reales,
durante estos estados quedan en libertad la imaginación y los sentimientos del sujeto, y el hombre actúa
fuera de toda lógica; durante la embriaguez y el sueño el individuo se olvida de sí mismo, experimenta una
52
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
gozosa liberación de las preocupaciones y deberes de la vida real, se llega incluso al éxtasis. Pero durante la
embriaguez y el sueño el individuo pierde efectivamente la conciencia de la realidad y hay un debilitamiento
de todas sus facultades.
53
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
La imaginación creadora del arte, o fantasía está al lado de un gran espíritu, el que
capta y engendra representaciones y formas con las que da una expresión, figura sensi-
ble, precisa a los intereses humanos más profundos y generales; frente a esa imagina-
ción ordinaria, la cual carece de estos valores o al menos no se encuentran despiertos
en la persona.
La imaginación no es locura o privación de la razón, ni tampoco como pasión sino
pensamiento mismo, vía de acceso al conocimiento. La imaginación creativa está llena
de intuiciones e ideas estéticas.
El arte es una parte sustancial de la vida, de esa vida que contiene la imaginación,
la memoria. Es el espejo en el que se refleja, se inventa, se crea y por medio de ellas
–imaginación y memoria– se construye y sale a la luz en la obra de arte manifestada
por la acción creadora del creador.
El artista hace uso activo de su imaginación y, los conecta y compagina de tal ma-
nera, que hagan funcionar la materia imaginaria de los receptores. He aquí un compo-
nente dual, imaginación creativa e imaginación receptiva. Por medio del mundo de la
imaginación el hombre se adentra en una ficción para verse reflejado de cuantos asuntos
le concierne y con lo que sueña. En ello colabora la obra de arte con la que el artista
trasmite todo un mundo en el que se es introducido.
La memoria y la imaginación, componentes internos de la persona, como fuente de
experiencia, le provocan íntimamente para sacar hacia el exterior la vivencia de ésta. El
recuerdo, el ensueño, la fantasía juegan y rondan esta vivencia para darle vida y forma
a través de la expresión, sea ésta bajo los medios que crea necesarios, tanto plástico,
literario, musicales y tantas expresiones y manifestaciones, de las que el ser humano po-
see para éstas. Cada uno según su condición, sensibilidad y aptitud para las mismas.
Lo bello y lo Sublime son propiedades de las cosas, atributos de los objetos que
permanece en ellos y que pueden ser descubiertos por la experiencia. Los sentidos
hacen un gran esfuerzo para abarcar la grandeza de lo que se escapa al sentimiento,
lo Sublime. Es un valor que el artista, a través de su obra, puede desarrollar en otros
seres.
El orden de lo bello es pues de una naturaleza tal, que evoca en quien lo percibe
una contemplación completa, de la cual nace un placer estético. Hasta en las cosas más
cotidianas. Es por ello misión importante en las bellas artes y las artes en general, esta
acción de provocación en la contemplación de lo bello y la misma provocación, hacia el
encuentro con el Principio Sublime que lo impregna.
El arte como mediador de sentimientos, por medio de los cuales cautiva, emociona
y gusta, es medio para una sociedad de transmisión de unos valores morales y éticos
de la persona, para la consecución de una vida social en orden y armonía. La belleza
está dentro de un orden de lo afectivo que reclama precisamente un orden espiritual,
afectivo, precisamente por ser frágil este sentimiento humano.
Este orden social lleva a una estimación que se extiende a los sentimientos de invio-
labilidad de la propiedad y de respeto, para asegurar así la armonía y convivencia social.
Así, toda obra de arte es agradable en la medida en que se aviene al curso natural de las
ideas y, por el contrario, toda obra de arte que contraviene este curso, es desagradable.
54
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
¿No juega entonces un papel importante el arte en la consecución de una sociedad más
humana, más justa, más bella? 64
Lo Sublime es un rasgo que no poseen todos los seres humanos sino que sólo es
alcanzable por individuos de sensibilidad extraordinaria. Estos, en el caso de los artistas,
son los portadores y vehículos, a través de sus obras, de suscitar emociones y sentimien-
tos que envuelvan a la persona y aviven aquello que de bello poseen en su interior.
Kant sostendrá que el ser humano posee en sí mismo, por su propia naturaleza y uni-
versalmente, un carácter sublime. El principio básico que rige en la vida virtuosa es, el
sentimiento de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana. La dignidad inherente a
la naturaleza humana que unifica a todos los seres humanos, es el común denominador
que subyace a toda diversidad humana observable y es el fundamento del sentimiento
de lo Sublime, y de la tesis según la cual, todo ser humano posee en sí mismo, un ca-
rácter sublime65.
Cuando la acción es moral, la voluntad está determinada por ese sentimiento, que
no es otro que el sentimiento de lo Sublime, que suscita en la contemplación del ser hu-
mano, con fin en sí mismo y de la ley moral. Se estremece y sobrecoge y el sentimiento
que produce es más bien el sentimiento de algo sagrado, Sublime, que le embarga y
desborda.
La educación estética es una educación para la libertad a través de la libertad, porque
la belleza es libertad. En la creación artística se funden lo consciente y lo inconsciente, el
producto artístico es finito, sin duda, pero conserva una clave idéntica a las obras maes-
tras del arte cósmico. De este modo se convierte en “la revelación única y eterna.”
La enseñanza importante que se puede extraer de esta historia es precisamente,
que la esencia de lo bello no estriba en su contraposición a la realidad, sino que la be-
lleza, por muy inesperadamente que pueda salir al encuentro, es una suerte de garantía
de que en medio de todo el caos de lo real, en medio de todas sus percepciones, sus
maldades, sus finalidades y parcialidades, en medio de todas sus fatales embrollos, la
verdad no está en una lejanía inalcanzable, sino que sale al encuentro.
Se llama Sublime a lo que es absolutamente grande, fuera de toda comparación. La
pluralidad de elementos que la componen, forman una unidad en sí misma. No es igual
nada más que a sí misma.
Al decir grande se habla de algo muy superior a lo demás, tanto de la misma es-
pecie como de las demás. El Principio. El Origen. El Todo Absoluto. Es aquello que en
su comparación todo aparece pequeño. Es lo que no puede ser concebido sin revelarse
una facultad del espíritu que excede a toda medida de los sentidos. El sentimiento de lo
Sublime tiene por carácter el producir un movimiento del espíritu enlazado con el juicio
64
El arte es sacado a la luz por medio de personas, y de ellas, de su interior, es de lo que los demás
humanos alimentarán su espíritu. Armonía, o desorden. Bondad, belleza o por el contrario horror, desagrado,
que no feo, en su concepto de falto de lo que se entiende por el canon de belleza, sino ausencia de algo de
ella.
65
KANT, I., Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime. Fondo de Cultura Económica.
Madrid. 2005. p. XLIX.
Gracias a lo bello se consigue con el tiempo de nuevo el recuerdo del mundo verdadero. Éste es el cami-
no de la filosofía, el llamar bello a lo que más brilla y más nos atrae, por así decirlo, en la visibilidad del ideal.
Ésa que brilla de tal manera ante todo lo demás, que lleva en sí tal luz de verdad y rectitud, que es lo que
percibimos como bello en la naturaleza y en el arte y lo que nos fuerza a reafirmar que eso es lo verdadero.
55
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
del objeto, mientras que el gusto de lo bello supone y retiene al espíritu en una tranquila
contemplación66.
En la representación de lo Sublime de la naturaleza, el espíritu se siente conmovido,
mientras que en sus juicios estéticos sobre lo bello en la naturaleza, permanece en una
tranquila contemplación.
Lo bello, aquello que representa un concepto, que da satisfacción, que agrada.
Lo bello, cuya apreciación tiene por principio una finalidad formal, sin fin, es del todo
independiente de la representación de lo bueno, puesto que éste supone una finalidad
objetiva, es decir, la relación del objeto con un fin determinado. La perfección del objeto.
Lo bello se concibe como lo que tiene una relación necesaria con la satisfacción.
Lo bello se aplica a las artes que exigen acabamiento o limitación formal y lo Su-
blime a las que apuntan hacia una cierta infinitud o ilimitación. Alegría y horror. De ahí
que se asocie la idea de lo Sublime a cualidades tales como la oscuridad, la grandeza, la
magnificencia, la grandiosidad y, correspondientemente, a sentimientos como el temor,
el asombro o el respeto.
Lo bello en la naturaleza se encuentra en la forma del objeto, que consiste en su
limitación; lo Sublime por el contrario, puede encontrarse en un objeto sin forma, en
cuanto en él, u ocasionada por él, es representada una ilimitación, un concepto y pen-
sada, sin embargo, una totalidad de la misma. Frente a la forma, en cierto modo, ceñida
y cerrada de lo bello, lo Sublime se manifiesta como informidad e ilimitación.
Lo Sublime –tanto en su consideración matemática como dinámica– no es algo, en pri-
mer lugar y finalmente, atribuible a la naturaleza. Si es cierto que “Sublime es aquello
en comparación con lo cual toda otra cosa es pequeña”, entonces se ve fácilmente que
no hay ninguna cosa en la naturaleza que pueda, propia y absolutamente, ser llamada
sublime. No hay nada tan grande en la naturaleza que, bajo otra relación, no pueda ser
rebajado hasta lo infinitamente pequeño, ni nada tan pequeño que, respecto de medidas
más pequeñas aún, no pueda ampliarse hasta el tamaño de un mundo67.
66
La naturaleza es, pues, sublime en aquellos de sus fenómenos cuya intuición entrañan la idea de
su infinito, lo que nunca puede ocurrir más que por defecto, y como consecuencia de un gran esfuerzo de la
imaginación en la estimación de la magnitud de un objeto. Se ve que la verdadera sublimidad no debe bus-
carse más que en el espíritu del que juzga, no en el objeto de la naturaleza cuyo juicio ocasiona este estado.
El espíritu se ve elevado en su propia estimación, cuando contempla las cosas sin atender a su forma, y se
abandona a la imaginación y a la razón, a la que lo hace extensivo.
67
CATALDO, G., “Lo Sublime” en Revista de filosofía.
http://www.geocities.com/js_source/tabo4.html.
56
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“El arte tiene el poder de penetrar en el corazón de nuestro ser, el cual se reconoce
en el acto de creación. Por esta razón, representa la más profunda compresión y las más
altas aspiraciones de su creador, al mismo tiempo, el artista desempeña a menudo un
papel esencial por el hecho de articular nuestras creencias y nuestros valores comunes y
expresarlos, para nosotros que somos su público, a través de una tradición interrumpida.
Una obra maestra, en consecuencia, es una obra que enriquece nuestra visión de la vida
nos conmueve y profundamente y que, además, puede ser examinada de la manera más
minuciosa y resistir la prueba del tiempo”70.
Lo bello, remueve en el interior de la persona, sensaciones y sentimientos de gran-
deza espiritual. Sólo si es su verdad, quedará dentro de sí, una experiencia Sublime,
ya que ésta le servirá en posteriores reflexiones para hacer una lectura de los aconteci-
mientos en un nivel elevado.
68
GADAMER, H. G., La actualidad de lo bello. Paidós. I: C: E:-U: A:B: p. 106.
69
ALLEN, G., Aesthetic Evolution in Man, Mind 1980. p. 450.
70
JANSON A,F., History of Art. a Survey of the Major Visual Arts from the Dawn of History to the
present. Day. K Harry Abrams. 1962. 1991. p. 44.
57
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“Es otro espíritu que tiende hacia una dirección opuesta a lo Sublime, en busca
de algo más artificial y dificultoso. El impulso creativo varía. Surge divisionismo entre
corrientes que profundizan en la trascendencia metafísica de lo Sublime o se contentan
con la nada, el vacío, lo flemático.
El arte actual, al que no importan los juicios estéticos, modernidad que quiere bene-
ficiarse del sentimiento Sublime en cuanto contiene y es placer, pena, alegría, angustia,
exaltación, depresión. Un juego de contrarios y cambios radicales. El infinito, el terror,
el miedo, la angustia, el vacío, como intento de una superación a través del tiempo de la
idea y del arte que pueden dar unos registros de sublimidad en una historia actual”74.
Y, ¿a qué aspira lo Sublime? ¿Es necesario o es fuente histórica de otros momentos
en los que un interior, un romanticismo, una melancolía se embriagaba de estos estados
y se apoderaban haciendo lo necesario e inclusive cayendo en un fanatismo?
Presentar lo impresentable, demostrar lo indemostrable, visualizar lo invisible, decir
lo indescifrable. Se quiere acceder a lo Absoluto, lo infinito, lo que no es tangible, de-
mostrable. Rebelión metafísica y obsesiva. ¿Es un imposible? La ensoñación, la poesía,
sentir el Todo, desbordarse dentro del caos que genera.
www.ucm.es/info/especuloo/numero21/poefilos.html.
72
Ibidem.
73
Ibidem.
74
Ibidem.
58
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
La fatalidad tal vez radica en la falta de asombro ante medios naturales, asfixiados
como se está ante tanta tecnología y nuevas filosofías que tratan de frenar ese vacío
ante la falta de ensoñación, de asombro que da lugar a nuevas vidas, nuevas obras,
nuevas facturas. Gran parte de las rebeliones metafísicas de los últimos siglos han sido
estéticas. Lucha por un imposible. Necesidad de abarcar hasta lo inabarcable. El Todo. El
tiempo, lo fugaz. De aquí el sentimiento hacia lo Sublime como esperanza, como meta,
o como finalidad.
El concepto de trabajo artístico como algo trascendente, Sublime, fenece ante la
imposición de tanto tecnicismo y mecanismo que conlleva una falta de libertad y un
sacrificio de época en la estética, generando un relajamiento creativo. Impera el con-
sumo de lo estético, lo bonito, que no lo bello. El trabajo de y desde el arte deja de
ser el medio que le da prestigio y elevación ética, frente al mercado. Lo subjetivo, el
concepto de lo Sublime, queda roto y profanado ante la búsqueda de ganancia en un
mercado, lo cual implica una producción casi seriada para ser consumida. No contem-
plada y admirada.
Se ha llegado a una des-sublimación estética que se ha visto inmersa por una in-
dustria de la cultura. Se trabaja, pero falta el sentido de trascendencia. La mística del
trabajo, de la contemplación, queda relegada por una mística del consumidor. La subli-
midad ya no está en el arte, sino en la especulación sobre el arte.
Tal vez se haya perdido el horizonte de la belleza a través del arte como tendente
a lo Sublime, por ser el objetivo final al que se asciende y del que se parte como origen
motivador en el interior de la persona, del interprete, del artista. Esta des-sublimación
lleva inclusive hasta el observador, la otra parte dentro del mundo del arte. El mundo
receptor, la masa que ya ha perdido la capacidad de sumergirse en la obra ante la ne-
cesidad de lo inmediato.
Se carece ya de asombro, de investigación, de sondeo de lo presente, de la magia
y la metafísica de lo que está ante nuestra mirada. Se adormece la imaginación poética
que sirve de medio para adentrarse en la obra, en el espacio y en el tiempo. Arte con
una estética efímera sin las pretensiones y ocupaciones metafísicas por su permanencia,
objetos, cosas, valores puramente decorativos de uso temporal. Se está ante una pérdi-
da de simbolismo en el arte. Se trata de comunicar, es el vocablo habitual, pero ¿existe
esa conexión de intercambio artista, obra, espectador? Y ¿qué decir de los espacios que
facilitan este encuentro poético, el encuentro con Lo Sublime, participación de la mística
de la obra?
La participación en la idea de lo bello determina una orientación de las imágenes
que no se asemeja en nada a la orientación vacilante de la formación de los conceptos.
Para una imaginación dinámica el vuelo es una belleza primera. En el reino de la imagi-
nación debe de crearse su propio color; el mundo visible ha sido hecho para contemplar
e ilustrar las bellezas del sueño.
“En el plano del arte, la apreciación estética más profunda es la de las formas que
afectan nuestra experiencia, induciendo la epoché estética y, eventualmente, pro-
porcionando vislumbres de la vivencia mística. En términos del esquema de las eras,
estas formas podrían haber sido el tema privilegiado del primer tipo de arte “duradero”
producido y apreciado estéticamente por los seres humanos. Ya está claro que dicho
arte es el que he estado designando como “arte visionario”; ahora podemos agregar
que las supremas manifestaciones del mismo son aquéllas en las cuales (aunque en un
sentido no gadameriano) “todo es símbolo”. A diferencia de gran parte del arte que ha
59
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
prevalecido en los últimos siglos, el que aquí nos concierne, jamás deja de responder
a las necesidades de la humanidad”75.
75
CAPRILE, E., “La finalidad y el significado del arte primordial”.
http://www.webislam.com/numeros/204/255/temas/finalidad-arte-primordial.htm. p. 4.
Además de servir de puerta de entrada a la vivencia mística, el arte “visionario”, en el que todo es sím-
bolo, representa arquetipos primordiales que tienen una función en el desarrollo espiritual de los individuos.
La vivencia del individuo mismo y del resto del universo en términos de dichos arquetipos y, la dimensión
de éstos, en un estado en el cual todo es símbolo, y en consecuencia nada se refiere a algún ente o realidad
concreto que no sea también símbolo, donde el espacio– tiempo es total, y toda valorización-absolutización
engañosa ha cesado, y en el cual Verdad, Bien y Belleza coinciden, de hecho constituye el fruto de la prácti-
ca en algunos sistemas tántricos. En muchos casos, las representaciones de este tipo de arte constituían un
mapa del sendero a seguir, a fin de alcanzar el estado que se acaba de describir. Así, pues, este tipo de arte
es inseparable de la mística y la verdadera religión.
76
Ibidem.
60
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
estético no por lo que en sí representa, sino por la fidelidad con que el artista plasmó las
figuras grotescas, porque la vida vulgar y grosera, en ocasiones puede ser purificada por
medio del arte. La sublimidad, lo mismo que la belleza, cabe en todas las bellas artes;
lo grotesco sólo en la pintura, escultura y teatro77.
“El arte de hoy se encamina por una vía peligrosa, intenta apurar ese límite y esa condi-
ción, revelándola de manera que se preserve el efecto estético. El carácter catártico del
arte puede hallar, en esta singladura, su prueba más elocuente. El análisis de Kant de lo
Sublime significa, en este sentido, el giro copernicano; en estética, la aventura del goce
estético más allá del principio formal, mensurado y limitativo al que quedaba restringida
en el concepto tradicional de lo bello. Que esa aventura al más allá (a lo infinito) hace
tambalear el fundamento limitativo hacia abismos de excelsitud y horror, en unidad ins-
obornable, facilita la transición consumada por el romanticismo, entre el sentimiento de
lo Sublime y el sentimiento de lo siniestro”78.
77
TRÍAS, E., Lo bello y lo siniestro. Ariel. Barcelona. 2001. p.27.
78
Op.cit. p.28.
79
REALE, G., VV.AA. Historia del pensamiento filosófico y científico. Tomo III. “Del Romanticismo hasta
hoy”. 2002. Herder.Barcelona. p. 82.
80
ZAMBRANO, M., Filosofía y poesía. Fondo de cultura económica. Madrid.1993. p.52.
81
Ibidem.
61
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
los hechos sociales desde su interior, hasta cierto punto es posible reproducirlos en
cada persona, basándose en la observación del mundo histórico con el amor o el odio,
con todo lo que representan los afectos. En cambio, la naturaleza está muda para el ser
humano.
La naturaleza nos es extranjera. Es para nosotros algo externo y no interno. La so-
ciedad es nuestro mundo. Este mundo humano, que tiene su centro en el individuo, se
configura a través de las religiones entre individuos en sistemas de cultura y de organi-
zación sociales, que poseen una existencia histórica. La estructura del mundo humano
es una estructura histórica82.
Todo el proceso de la creación del mundo continúa como proceso vital de la natura-
leza y, en la historia, no es otra cosa que el proceso de la plena toma de conciencia, de
la plena conformación y personificación de lo Sublime. La creación consiste en evocar,
aquello que ha sido excluido: el lado inferior, lo oscuro; de lo superior, lo verdadera-
mente divino83.
Gadamer alude a Hegel en el sen-
tido que comprendía que la belleza
natural es hasta tal punto un reflejo
de la belleza artística, que aprende-
mos a percibir, lo bello, en la natura-
leza guiada por el ojo y la creación del
artista84.
Lo bello de la naturaleza corres-
ponde a la forma del objeto, la cual
consiste en la limitación; lo Sublime
por el contrario, debe buscarse en un
objeto sin forma, en tanto que se re-
presente en este objeto o con ocasión
del mismo la ilimitación, concibiendo
además en ésta la totalidad. Lo envuel-
ve su espíritu. Lo Sublime.
De donde se sigue que, se mira
lo bello como la manifestación de un
concepto indeterminado del entendi-
miento, pero en fragmentos visibles y Fig. 1. Naturaleza.
lo Sublime como la manifestación de
un concepto indeterminado de la razón, pero interiorizado por el espíritu que infunde el
objeto, en este caso la naturaleza en el espíritu de lo humano.
82
REALE, G.,VV.AA. Historia del… op.cit. T.III. p.407.
83
La misma naturaleza ofrece este dialogo acorde con unos sentimientos y emociones que hacen brotar
el interior creativo de la persona.
La naturaleza difícilmente soporta el trabajo de la imaginación, es tan poderosa que sobra al hombre
con tratar de reproducirla. ¿Acaso no es un paisaje la comprobación de la existencia de la belleza? Lo bello
está en la naturaleza y se encuentra en la realidad bajo las formas diversas. Desde que se encuentra en ellas,
pertenece al arte o más bien al artista que sabe verlo ahí. El artista es quien consigue que una parcela de
mundo pase a ser considerado arte. (Fig. 1).
84
GADAMER, H. G., La actualidad … op.cit. p. 82.
62
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“La belleza de la naturaleza, la que existe por sí misma, descubre una técnica natu-
ral y la representa como un sistema de leyes, cuyo principio no encuentra en el entendi-
miento; este principio es de una finalidad relativa al uso del juicio en su aplicación a los
fenómenos, y de aquí que se refiera a la naturaleza como un mecanismo sin objeto, pero
si como a un arte. El concepto de la naturaleza viene a constituir un arte. La naturaleza
despierta principalmente la idea de lo Sublime, por el espectáculo en la confusión, de
desorden y de la devastación, puesto que en esto demuestra su grandeza y poderío”85.
El principio de lo bello en la naturaleza debe de buscarse fuera de la persona, el de
lo Sublime en ella misma, en una disposición del sentir que da a la representación de la
naturaleza un carácter Sublime.
La persona separa las ideas de lo Sublime, de la de una finalidad de la naturaleza,
y hace de la teoría de lo sublime un simple apéndice del juicio estético de la finalidad
en la naturaleza, puesto que estas ideas de lo Sublime no representan en la naturaleza
ninguna forma particular, sino que consisten en cierta aplicación más elevada que la
imaginación hace de sus representaciones86.
Los principios trascendentales del conocimiento autorizan a admitir una finalidad, por
la cual la naturaleza en sus leyes particulares se concierta subjetivamente con la facul-
tad de comprensión del juicio humano, y permite juntar las experiencias particulares
en un sistema; porque entre las diversas producciones de la naturaleza, se puede ad-
mitir también la posibilidad de otras que tienen cierta forma específica por carácter, es
decir, que como si fuesen hechas expresamente para la facultad de juzgar, sirven con
su variedad y su unidad, como para fortificar y sostener las fuerzas del espíritu (que
se hallan en juego en el ejercicio de esta facultad) lo que les ha valido el nombre de
bellas formas87.
En una producción de la naturaleza de esta especie, cada parte será concebida como
no existiendo más que por las demás y por el todo, del mismo modo que cada una no
existe más que para las otras, es decir, que se la concebirá como un órgano. Más esta
condición no basta, porque es también del arte y de todo fin en general.
Es necesario, además, que cada parte sea un órgano que produzca las demás partes
y viceversa. No hay, en efecto, instrumento del arte que llene esta condición; no hay
más que la naturaleza, la cual suministra a los órganos, inclusive a los medios del arte,
toda su materia. Es, pues, en tanto que ser organizado y organizándose por sí mismo,
como una producción podría llamarse un fin de la naturaleza.
En el interior de la persona queda ese espacio a la trascendencia que le permite
tener otra visión del mundo bajo un canon de delicadeza y sensibilidad que le brota de
lo que la misma naturaleza le trasmite: lo bello en relación con lo Sublime a través de
su contemplación.
El ideal de las vanguardias plásticas del siglo XX, en medio de una civilización ur-
bana, industrial e informatizada, ha destrozado progresivamente toda conciencia an-
tropológica de una identidad artística, basada en raíces locales o la ha transformado en
algo mítico.
85
Ibidem.
86
KANT, M., Crítica del juicio seguida de las observaciones sobre el asentimiento de Lo bello y lo subli-
me. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/00364956451381094121157/p00.
87
Ibidem.
63
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
De hecho, como lo han señalado todos los pensadores que se han ocupado de la
representación artística moderna de la naturaleza, ésta solo se produce históricamente
cuando se ha perdido el sentimiento de unidad con la totalidad.
El hombre contemporáneo se fabrica su propia naturaleza y en cierto sentido cos-
mopolita y uniformemente informatizado, le corresponde un arte abstracto; sin conteni-
do particular localizable. El hombre moderno muestra una consciencia cambiada, todas
las manifestaciones de la vida adquieren otra apariencia abstracta más definida.
Siguiendo el curso histórico de la evolución de las vanguardias artísticas de este
siglo, se puede comprobar no solo cómo se ha llegado a un lenguaje abstracto, sino
también desmaterializado, conceptual, cumpliéndose de esta manera, al menos parcial-
mente, la profecía hegeliana de la muerte del arte.
Desde los orígenes de la época contemporánea, la naturaleza ha ensombrecido el
destino del hombre como la amenaza de lo incontrolable, lo que no puede dominar com-
pletamente en sí. En cierto sentido se puede, pues, afirmar, que el arte es la conciencia
sombría que se hace el hombre moderno acerca de la naturaleza, lo incontrolado dentro
y fuera de sí.
Una relación arte, naturaleza, establecida puede hoy replantearse, más allá del
tema clásico de la mimesis, como una voluntaria actuación de la sombra o provocación.
He aquí algo verdaderamente natural en el artista moderno, que es la expresión sublime
del miedo.
La naturaleza no implica un retorno a lo que comienza, a lo primitivo, sino un vi-
raje hacia el futuro, hacia horizontes despejados. Es un camino desde el que partir, no
hacia el que volver. Se manifiesta tanto en una progresión estética hacia lo infinito, de
la estética desde la perfectibilidad artística. Nada hay más absurdo que el aventurarse
a dogmatizar sobre los valores artísticos aún en desarrollo incipiente.
La realidad es un concepto más extenso que el de naturaleza, ya que comprende
también las obras humanas. La realidad no comprende solo la naturaleza, sino también
la cultura. Lo que es verdad en la relación del arte con la realidad, es también verdad en
su relación con la naturaleza, pero no al contrario. En un retrato, el hombre mismo es un
producto de la naturaleza. La idea de la relación del arte con la naturaleza ha cambiado
a través de las épocas como resultado, entre otras cosas, de los cambios que se han
dado en la interpretación del arte y de la naturaleza.
Todo cambia por el crecimiento. El hombre, al crecer, sobrepasa y trasciende a la na-
turaleza, así, la expresión de su fuerza vital cambia. Siguió a la naturaleza mientras lo
natural dominaba en el espíritu de los tiempos; al madurar lo natural en él, la represen-
tación de la fuerza-vital-a-la-manera-de-la-naturaleza no podía satisfacerle ya. En ese
mismo momento, su conciencia humana, más cabal, contenía ya otra interpretación88.
La situación del arte era para la mentalidad griega bastante compleja, ya que el
arte depende de la naturaleza en sus diversos modos, pero cuando no se analiza por
completo debe considerarse entre las cosas que existen por convención, porque se trata
de una obra humana.
Según los antiguos, naturaleza significaba perfección: se dieron cuenta de que ésta
evoluciona de un modo ordenado y determinado y según ellos, ambos atributos eran los
fundamentos por los que tenía que ser aceptada de un modo supremo. Si la naturaleza
88
MONDRIAN, P., Realidad natural y realidad abstracta. Debate. S.A. Madrid. 1989. p.137.
64
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
es ordenada y determinada, por ese mismo hecho– pensaban– es entonces bella. Por
esto, es modelo para las personas, los artistas. Es sólo para que la imiten, y aprendan
de ella las proporciones que son adecuadas.
“La acción de la naturaleza y la acción del arte son diferentes, pero existen incontables
razones por las que debemos admirar con razón y reverenciar este grato regalo que es
el arte”. Y sin embargo es la perfección suprema. Tomás de Aquino pensaba igualmente:
“Una obra de la naturaleza parece obra de una inteligencia, porque a través de ciertos
medios aspira a ciertos fines y en esto precisamente, el arte la imita”89.
89
TATARKIEWICZ, W., Historia de seis ideas. Arte, belleza, forma, creatividad, mimesis, experiencia
estética. Tecnos.Colección.Metrópolis.1996. Madrid. p.331.
90
Op.cit. p.133.
91
HÖLDERLIN, F., Hiperión. Ediciones Peralta. Madrid. 1982. p. 86.
92
Op.cit. pp.113,114.
65
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
pp.1,3.
94
GARDNER, H., Verdad, belleza y bondad reformuladas. La enseñanza de las virtudes en el siglo XXI.
Paidós Barcelona. 2011. p. 62.
En el pasado, a los espectadores les molestaban las escenas o el rasgo considerado antiestético, feo o
mal ejecutado. Recordemos que las obras impresionistas fueron inicialmente rechazadas como feas, sobre
todo en el entorno de quienes apreciaban la estética de postal de la entonces destacada Escuela de Barbizón
(hoy en cambio, menos cotizada).
95
Ibidem.
96
CALVO SERRALLER, FCO., Del futuro al pasado. Vanguardia y tradición en el arte español contempo-
ráneo. Alianza Forma. Madrid. 1990. p. 66.
66
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
97
TATARKIEWICZ.W., op.cit. p.333.
98
GARCÍA MORENO, A., Rovira, j., traducción de Crítica del juicio seguida de las observaciones sobre
el asentimiento de Lo bello y lo sublime por Manuel Kant. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObr
as/00364956451381094121157/p00.
99
LOWENFWLD, V., LAMBERT BRITTAIN, W., Desarrollo de la capacidad creadora. Editorial Kapelusz s.a.
Buenos Aires. 1980. p.15.
100
Op.cit. p.30.
67
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Muchos no estarán de acuerdo en llamar arte a esta actividad, pero el uso del color, y
la forma y la preocupación por impresionar al público hacen de aquella una parte muy
saliente de nuestra cultura101.
El sentido del arte se ha considerado, generalmente, como algo con lo cual se nace,
algo que surge intuitivamente de la sensibilidad individual. Se ha discutido mucho sobre
si el arte puede realmente enseñarse. Pero también hay quienes piensan que el arte es
algo tan vital para nuestra sociedad que debemos comenzar desde muy temprano en
nuestro sistema de educación a enseñar buen gusto y a desarrollar el hábito de selec-
cionar cuidadosamente los objetos de nuestro ambiente. Ninguno de estos dos puntos
de vista extremos parece justificado102.
Belleza en el sentido más amplio incluía la belleza moral y, por tanto, la ética y la
estética. Belleza en sentido estético comprende sólo aquello que produce una experiencia
estética, pero esta categoría comprendía todo, productos mentales al igual que colores y
sonidos. Es este el sentido que con el tiempo se convierte en la concepción básica de la
belleza en la cultura europea. Belleza concebida en las cosas que se perciben por medio
de la vista. Los estilos adaptaron parcialmente este concepto de belleza.
El concepto de belleza griego era muy amplio y comprendía no sólo las cosas bellas,
figuras, colores, y sonidos, sino también los pensamientos y costumbres bellas.
Los eruditos distinguen entre la belleza de la naturaleza y la belleza diferente del
arte, la belleza musical y la belleza de las artes visuales, la belleza de las formas reales y
la belleza de las formas abstractas, la propia belleza de los objetos y la belleza diferente
que se obtiene de sus asociaciones. Sin embargo, en la historia de la estética puede
observarse una gran variedad de belleza que no ha sido incluida en ninguna clasificación
regular. La agudeza, la gracia y la elegancia pueden servir como ejemplo.
La belleza es un valor simple que, como tal, no puede analizarse, pudiéndose captar
únicamente por un acto de intuición, intelectual de valores. Valores que los sitúan en po-
sición relativamente elevada entre los demás valores: morales, económicos, religiosos,
sociales etc. El valor posee una naturaleza relacional. Cualidad desde las cosas. La belleza
es una cualidad, un modo de ser de las cosas. Existe en ellas igual que su forma, su color
o su tamaño. Ahora bien, siendo la belleza una cualidad positiva, puede y debe ser ape-
tecida por las personas, y en este sentido se dice que constituye para ella valor objetivo.
Lo que se define como belleza no es más que el concepto general referente a lo bello
de las cosas; es un concepto igual que los demás. No sólo se forma por abstracción de
los datos de la experiencia cotidiana, y forma un elemento para la actividad intelectiva,
discursiva y expresiva. Se debe considerar la belleza como un valor constituyente de un
ideal estimable. Moviéndose en un plano metafísico, la belleza queda situada no en el
mundo de lo fenoménico o vivencial, sino en lo que es puramente óptico. La belleza no
consiste ya en una grata impresión que pueden producir las cosas, sino en la entraña
metafísica de éstas, con independencia de toda posible afección a la sensibilidad.
La belleza es vista no como una propiedad perceptible de las cosas, sino como una
propiedad esencial suya interna, aparte de toda eventual acción sobre la sensibilidad
humana… Aceptemos que la belleza –antaño definida por la idealización, la regularidad,
la armonía, el equilibrio, la fidelidad al aspecto externo del mundo– ya no es una cua-
101
Ibidem.
102
Op.cit. p. 31.
68
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Se trata de una gran lista pero es difícil que sea exhaustiva, aunque sólo sea porque
pasa por alto la dignidad, diferencia, monumentalidad, exuberancia, poesía y naturali-
dad. Esto es complejo, ya que hay que definir tanto las cualidades de las cosas como las
expresiones que manifiestan esas expresiones.
Cada una de las cualidades estéticas que se han mencionado aquí contribuye a la
belleza de las cosas: contribuye, pero no la garantiza, porque otras cualidades pueden
inclinar la balanza y privar a la cosa de su belleza. La reacción a la fealdad es estética, y
es a veces tan fuerte como la reacción a la belleza, pero se trata de la misma categoría;
quien piense que la fealdad es una categoría distinta, debería pensar que también lo es
la ausencia de sublimidad, etc.106.
En el s. XVIII junto con el Romanticismo que se acercaba al arte y a la poesía, las
cosas atractivas pero que eran a la vez aterradoras, como ocurre por ejemplo con el
silencio, la melancolía y el pavor, entraron a formar parte de la estética junto con la su-
103
GARDNER, H., op.cit. p. 71.
104
QUINTANA CABANAS, J. Mª., Pedagogía estética. Dykinson. 1993. p.49.
105
TATARKIEWICZ, W., op.cit. p. 186.
106
Un estilo sublime o elevado era considerado el superior de los tres estilos de la elocuencia, consi-
derándose la sutileza como el inferior. Se consideraba también que era grande y grave y, estos sinónimos,
indican que la sublimidad se entendía como grandeza y gravedad. El buen gusto hace que las cosas comunes
sean bellas y las cosas bellas, sublimes y maravillosas porque en pintura el buen gusto, la sublimidad y lo
maravilloso son una y la misma cosa.
69
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
107
Goyes Narváez, J. C., op.cit. p.5.
108
Kant, m., Crítica del juicio. Madrid, Espasa-Calpe, tercera edición. 1984. p. 217.
109
GADNER,H., op.cit.pp.71,72,74,75.
110
Op.cit. p. 82.
70
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Cuando el artista se aleja de la verdad objetiva, creauna obra en la que el parecido solo es apariencia,
ilusión, simulacro. (Cheng, F. Cinco meditaciones sobre la belleza. Siruela. Madrid. 2006. p.89).
El desarrollo del ser humano, especialmente las virtudes, le permite cada vez más reconocer y elegir lo
mejor. Un hombre bueno, sensible a la verdad, al bien y a la justicia, necesariamente ha de ser receptivo a la
belleza. (Padilla, Miguel Ángel. El arte y la belleza. Editorial N.A. Madrid. 2006. p. 55)
111
GADAMER, H-G.,op.cit. p. 42.
112
REALE, G., VV.AA., op.cit. T. I. p.142.
113
GOYES NARVÁEZ, J. C., op.cit. p.6.
71
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Hasta el romanticismo se reconoció la belleza como ley del arte. Entonces la belleza
canónica fue sustituida por la belleza como expresión artística, por revelar sentimientos
e interioridad. No es ley sino resultado del arte. Es así abordada como contemplación.
Se ofrece la forma, la interpretación para la contemplación mostrándose tal cual es,
admirando su armonía. Apreciando sus formas y la perfección orgánica de la misma. En
cuanto perfecta es bella, la tiene y la manifiesta.
“Hay que diferenciar, cuando se habla de belleza en el campo espiritual, de sentimientos,
acciones, armonías, perfección de razonamientos y la belleza artística en la que el factor
sensible cobra un papel importante. Es la presencia del elemento sensible en la obra lo
que hace posible el arte. No inventa el pintor la belleza natural, pero tampoco se limita
a percibirla. La elige y la prefiere. La belleza trabaja activamente lo sensible. Es a la vez
un relieve del mundo contemplado y una elevación en la dignidad de ver”115.
Desde tiempos remotos el hombre intentó definir la belleza, la mayor parte de los
pueblos antiguos la identificaron con la verdad o la bondad. Algo de origen divino que
inspiraba amor. Algo inmaterial unido al “ser puro”; lo bello se convierte en sinónimo de
lo Sublime; la belleza consistía en la armonía en la perfección. No solo es una cualidad
de las cosas, sino del espíritu que las contempla.
¿Qué es entonces la belleza?
Harto difícil, cuando no imposible, resulta tratar siquiera de definir la belleza. En rea-
lidad, pretender dar una definición de la belleza es, pedir el significado de un nombre. Si,
por ejemplo, se pregunta qué cosa es lo bello y se responde que lo que proporciona deter-
minado placer a la vista, al oído o, de manera más material, al tacto, sería necesario aña-
dir qué clase de placer proporciona, y naturalmente no podría explicarse con claridad.
Querer definir lo bello es como querer definir un color; cuando se pregunta qué es
lo que quiere decir azul, a nadie se le ocurriría responder: “azul es un movimiento cere-
bral originado por la estimulación de los nervios ópticos ante determinada vibración de
la luz”, más bien se busca un punto de referencia, y señalando una flor, unos ojos o el
firmamento, se contesta: “eso es azul”.
114
BLANCO SARTO, P., op.cit. p.260.
115
BACHELARD, G., La poética de la ensoñación. Fondo de cultura Económica. México. 1960. p.280.
72
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
¿Lo útil es lo bello? No, lo bello es en cierto modo útil y deleitoso, pero el objeto útil
y deleitoso no siempre es bello: los manjares más exquisitos, los aromas más delicados
son útiles y deleitan, pero de ninguna manera pueden llamarse bellos.
¿Lo bello es lo agradable? Tampoco, aunque por lo regular lo bello es agradable,
hay infinidad de cosas agradables que distan mucho de ser bellas: una buena digestión,
un sueño reparador son agradables, pero de ninguna manera bellos.
Por otra parte, a ciertas cualidades se les califica como algo bello; la virtud, la
bondad o la verdad, también al alma humana se les dan tal calificativo, a algún gesto
generoso se le estima como tal. Se habla de la belleza en las flores, en las mañanas, en
el mar, de la misma manera que se considera bello un poema, una sonata o una cate-
dral. La reacción del hombre frente a ciertos actos, cualidades o sentimientos, frente a
la naturaleza y frente al arte, es emotiva; sin embargo, pese a la emoción que se siente,
no pueden definirse los sentimientos ni la belleza que todo ello encierra.
Esto quiere decir que la esencia de la belleza, su contenido, es desconocido; la
belleza entonces es algo indefinible; sin embargo, si hay muchas cosas, fenómenos
naturales, obras de arte, actos humanos que parecen bellos, ¿no será que existe una
cualidad común a todo esto, que aunque no se haya pensado en ello, se convierte en
bella?
Debe existir, puesto que si no es posible definir la belleza porque su esencia es
desconocida, puede definirse de acuerdo con el efecto capital que produce. Según esto,
la belleza será una cualidad común a todas estas cosas que se han mencionado y que
produce con su contemplación un sentimiento puro.
Esa cualidad común a todo lo bello, que produce sentimientos puros, “significación
o sentido”, es algo que poseen las obras de arte, la naturaleza y aún los actos y cualida-
des, que es lo que permite llamar bella a la verdad, a una obra de arte o a un fenómeno
natural.
En el arte este sentido o significación es el algo que poseen profundamente las
obras de arte y que se comunica, es lo que el artista quiso expresar y expresó en su
obra. Pero aún hay más, entre las cosas que despiertan imágenes sensibles, sólo serán
bellas aquellas cuya significación o sentido sea natural o inmediato en ellas, de ninguna
manera convencional. Un poema es bello porque es significante, porque evoca de ma-
nera natural imágenes sensibles; un experimento científico solo podrá llamarse bello de
forma convencional.
Si la belleza es siempre significativa, resulta que esta cualidad de significación no
es en absoluto una cualidad propia de los objetos, las cosas no significan nada en sí
mismas, con ellas se significa o bien se lee en ellas un significado. Se capta la belleza en
la naturaleza o en el arte según el significado o sentido que tenga lo bello, es entonces
lo que agrada por la significación o sentido que tenga individualmente.
Las cosas sensibles despiertan en el interior del ser humano recuerdos adormecidos.
La apreciación de la belleza resulta subjetiva, ello se demuestra al decir que las cosas
en sí no son bellas, sino que lo parecen por lo que significan o por las imágenes que al
contemplarlas se evocan.
Contribuyen a considerar lo bello cualidades secundarias: forma, color, sonido,
proporción, etc., las cualidades del sujeto: cultura, temperamento, imaginación y aún
su estado de ánimo.
73
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
La belleza es expresión de la emoción y como tal nunca penetra a través del gusto,
el tacto o el olfato; se percibe por medio de la vista, llega a través de la forma de las
cosas, su gracia y su estilo que combinados armónicamente hacen que parezca bello
un objeto. Con la vista se percibe la belleza en la pintura, escultura y arquitectura; con
el oído se percibe la cadencia, el ritmo, la dulzura, la combinación armónica de estos
elementos constituye la música y la poesía. Con la vista y el oído se percibe la belleza
de las artes complejas: danza, teatro y ópera.
La belleza en la naturaleza tiene la propiedad de excitar los sentimientos más pu-
ros del espíritu: la serenidad de un valle silencioso, la grandeza del cielo estrellado, lo
inconmensurable del mar, tienen efecto conmovedor en el ánimo por su significación y
sentido. La contemplación del arte en cualquiera de sus formas provoca en lo más ínti-
mo del ser humano una emoción indefinible. Así sucede siempre al contemplar lo bello
donde quiera que se encuentre; se percibe, emociona, eleva los sentimientos aunque
no pueda explicarse el por qué. Si la característica más sobresaliente de las cosas bellas
es su significación, cabe hacer notar que esta cualidad no es exclusiva de lo bello; las
fórmulas físicas, químicas y matemáticas son símbolos significantes, pero no son bellos
ni sugieren imágenes bellas; entonces resulta que para llamar bellas a las cosas, éstas
deben ser, ante todo, significantes por su carácter sensible o por las imágenes sensibles
que despiertan al contemplarlas.
Como antítesis de la belleza se encuentra la fealdad, si bien ha existido siempre.
Inicialmente se le consideró como la ausencia de belleza, como algo carente de propor-
ción y armonía, incluso hasta muy avanzado el Renacimiento se pensó que el propósito
de la existencia de lo feo y lo grotesco era inducir por razón de contraste, a una más
clara percepción de la belleza.
Este concepto ha variado, y aunque se ha llegado a afirmar que a la fealdad le son
necesarios la proporción y el orden, actualmente se considera la fealdad no como un
contraste solamente, pues aún opuesta a la belleza constituye una categoría estética tan
susceptible de expresarse en el arte como lo bello.
La fealdad penetra en el arte con todo derecho y los artistas no la esquivan. Si en
el arte solo se había dado cabida a la belleza, esos seres dotados de infinita sensibilidad
que son los artistas miraron sinceramente la vida, sin ocultar sus aspectos desoladores y
sus miserias y representaron en sus obras la fealdad con tanto vigor como la belleza.
Puesto que la vida se encuentra plena de contenidos emotivos, el mundo de la sen-
sibilidad que recoge el arte comprende la fealdad, lo desagradable, lo despreciable.
Ciertas pinturas parecen discordantes respecto al concepto clásico y equilibrado del
arte, algunas obras plásticas se exhiben con aparente desproporción que choca al gusto
tradicional, hay composiciones musicales que se antojan estridentes a un oído acostum-
brado a la música conservadora, la representación de tipos degenerados, incluir palabras
fuertes y duras en una novela o una obra teatral, puede resultar intolerable para quien
carezca del sentido dramático que verdaderamente posee la vida; sin embargo, estas
obras que no son la expresión de la belleza, pueden encerrar un genuino contenido de
gran valor estético.
Por eso algunos autores, para evitar confusiones y no caer en la paradoja de con-
siderar que hay fealdades bellas, en vez de hablar de que el arte es la representación
de la belleza, lo consideran como la expresión de valores estéticos, incluyendo toda la
gama de contenidos que puedan ser volcados en una obra de arte.
74
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Hay cosas por las que se siente desagrado, repulsión, que se rechazan en la vida
diaria: un cuerpo mutilado o contrahecho, una riña, un asesinato, la miseria moral del
hombre, los horrores de la guerra, y que producen sensaciones desagradables; sin em-
bargo el arte repara en ello, el artista capta esa cruda realidad que se convierte en un
motivo de inspiración y, el hecho de ser vertida fielmente, de acuerdo con el propósito
del artista, le concede un innegable valor a sus obras, las convierte en ocasiones en
obras maestras, ya que el artista transfigura todo lo desagradable de la vida diaria en
lo que es expresivo en el arte.
Quien entienda el arte como un reflejo de sensaciones placenteras no podrá conce-
bir una obra de arte que represente otra cosa diferente de la belleza, la proporción o la
armonía. La obra que expresa la fealdad como valor contrario a lo bello puede provocar
una emoción intensa, aunque no placentera; precisamente el provocar esa emoción es
la intención de la obra, si la intuición y la expresión se lograron en forma correcta, la
obra estéticamente tiene tanto valor como cuando realiza la belleza, porque expresa la
emoción que ha inspirado.
Su valor intrínseco puede ser mayor o menor, según determinadas condiciones,
pero en todo caso lograr la expresión de la fealdad depende de la fidelidad con que sea
volcada en la forma y cómo se logre trasmitir el contenido de la intuición misma, es por
esto que un cuadro que expresa lo deforme, tiene valor estético si el deseo del artista fue
expresar dicha deformidad. Un dibujo hecho con unos cuantos trazos es estéticamente
valioso cuando, a pesar de su simplicidad o precisamente por ella, tiene gran poder su-
gestivo; una obra musical es valiosa por sus distorsiones.
Es cierto que la reacción frente a la belleza (o a lo Sublime o lo gracioso) es diversa
a la que se experimenta cuando se contempla en el arte la fealdad, lo vulgar o lo grotes-
co; la belleza inunda el interior de armonía, de paz, es, como si el hombre se acercara a
lo divino; el efecto que causa la fealdad es deprimente. Lo feo representa lo que el error
y la mentira con relación a la verdad, lo que el vicio en relación con la virtud; ¡qué mun-
do de profunda desolación se expresa en la fealdad y la miseria de la vida humana!, y
sin embargo, ¡qué valiosas son tales obras aunque no sean la expresión de la belleza!
El reconocimiento de la belleza se basa en el juicio, no en la sensación; la belleza de
las superficies estéticas reside en aquello de lo que están formadas y no en las superfi-
cies mismas. Cualquier cosa, ya sea natural, o artificial, es bella en la medida en que es
realmente lo que pretende ser, e independientemente de toda comparación, o es fea,
en la medida en que su forma honesta expresada y realizada en su realidad tangible.
De acuerdo con esto, la obra de arte es bella en términos de perfección, o de verdad
y aptitud. Una cosa inadecuada o vaga no puede considerarse bella, por mucho que la
valoren aquellos que conocen lo que les gusta. La belleza es la perfección aprehendida
como un poder atractivo. Aspecto de la verdad que conlleva la voluntad.
La belleza mueve la voluntad ordenada con fines de generación de formas físicas
o espirituales. La fealdad en la falta de atractivo de lo informe y lo desordenado. Se
ofrece un espectáculo sin sentido desde la confirmación y constatación de lo que es
obvio, que termina por cuestionar los límites y la fragilidad humana. Fue el Romanti-
cismo el que utilizó como medio expresivo, las calamidades humanas y deformaciones
tanto físicas como psíquicas. Su pretensión conmover, pero la épica subyacente en el
mensaje moral hizo que los pintores no se dejasen llevar por la vertiente más terrible
de las circunstancias.
75
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
76
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
y por lo tanto un producto que se denomina cultural. Para algunos toda belleza es fruto
del espíritu humano, de modo que porque hay una mente valorativa, hay belleza en el
mundo. Para otros, el hombre tiene la experiencia porque se ha propiciado un mundo
que encierra el valor de la belleza.
Que en la naturaleza hay belleza, así se cree por opinión popular. La naturaleza
constituye un manantial estético inagotable e inmenso. La naturaleza ha sido y es una
fuente inagotable de contemplación estética y así lo recuerdan innumerables obras de
arte a lo largo de la historia. Obras no solo visuales, sino expresivas como el teatro o
danza, o literarias y musicales.
La belleza se encuentra en el ser interior. La belleza del mundo no es propia de éste,
sino que la tiene como una impronta y vestigio del espíritu creador, que ése sí que es
bello. La belleza del mundo es ciega y se ilumina solo por el espíritu humano que la con-
templa. Para alguno en el mundo no hay belleza porque ésta es un atributo del espíritu.
La belleza del arte nace del espíritu, lo bello exige libertad y no la hay en la naturaleza;
es el hombre quien pone lo bello en la naturaleza.
La belleza está en la naturaleza y en el arte. Belleza dada y belleza producida, pero
con un elemento común como es suscitar para su contemplación la emoción estética. Un
espíritu sensible es capaz de gozar tanto de las bellezas naturales como de las bellezas
artísticas y en verdad unas y otras son inagotables. La belleza excede los límites del arte
y necesita y acoge la naturaleza. Toda la naturaleza, el mundo de los objetos y el del
mundo del espíritu dentro de la persona.
Al considerar la belleza como un valor, se da el polo opuesto, es decir, la fealdad, lo
no bello. Aún así es correlativo con el valor estético, aunque en su posición como contrario
y opuesto. Dentro del interior de la persona radica el ánima, el espíritu del ser en quien
radican todas estas emociones y sentimientos propios hacia lo bello y la belleza; sirvién-
dose de todo lo que le rodea, su naturaleza y dando lugar desde el ánima a la inspiración,
imaginación y creatividad en un estadio de ensoñación que le lleva a la propia creación.
116
CASSIRER, E., Filosofía de las formas simbólicas. T.I. Fondo de Cultura Económica. México. 1971.
p.159.
117
La intuición de fenómenos originarios o esencias, además de cierta clase de actos emocionales y
emotivos como la bondad, el amor, el arrepentimiento, la veneración, el maravillarse, la dicha y la desespera-
ción, el libre arbitrio, es lo que se puede definir con el término espíritu. Max Scheler. El puesto del hombre en
el Cosmos. Ed. Alba.Barcelona.2000. p. 67.
77
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
118
REALE, G., VV.AA., Historia del... T.I. op.cit. p. 468.
119
GUILLÉN, C., Múltiples moradas. Tusquets Editores. S.A.2002. p. 184.
78
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
120
BLANCO SARTO, P., op.cit. p. 181.
Para ser adecuadamente representada una forma, ha de surgir desde dentro, movida por su forma. El
objeto o la cosa han de ser formados en el interior del artista para poder trabajar con originalidad. La idea
de la cosa que hay que representar nace en él, y la identidad de la obra terminada procederá de esta vida
individual del artista. El artista hace uso activo y conscientemente de sí mismo como instrumento activo en
cuanto se dirige a su fin. El espíritu actúa en el hombre en la medida en que éste está en él, cuando la forma
de la cosa u objeto que hay que realizar ha sido conocida por el artista, éste vuelve a sí para llevar a cabo la
operación de ejecución con una voluntad propia.
79
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
121
La conciencia es como una superficie que oculta, que debe ser levantada, a fin de descubrir bajo ella
la “explicación” de dicha subjetividad, su origen antiguo, su principio infantil. Lo que el sujeto es, se explica
por aquellos deseos arcaicos y primigenios de los que no es consciente, y a los que debe ser referida la con-
ciencia para que adquiera su verdadero sentido.
122
HAZAN, O., El mito del progreso artístico. Anal/Arte y Estética. Madrid. 2010. p.339.
80
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
En la medida en que los productos culturales son expresiones de ese deseo, son
signo de la existencia. Ahora bien, en su particularidad son signos parciales; ninguno de
ellos expresa correctamente lo que se es y se desea ser, ni siquiera la conciencia, que es
aquella de esos productos que se ofrece con la pretensión de ser la adecuada expresión
de la persona misma. Luego, el modo de expresarse en los fenómenos significativos,
implica en su parcialidad un correlativo modo de ocultarse en ellos.
El mundo y la cultura son, pues, el texto en el que está escrita la historia, pero como
en un libro que está por descifrar. Descifrarlo es el rodeo que se ha de emprender para
conocerse el ser humano.
En la conciencia mítica no existe ninguna delimitación fija entre lo meramente “re-
presentado” y la percepción “real”, entre deseo y cumplimiento, entre imagen y cosa.
Esto resalta con la máxima claridad en la significación decisiva que las vivencias del
sueño tienen para la génesis y estructuración de la conciencia mítica123.
Comprender es inseparable de comprenderse, el universo simbólico es el medio de la auto-
explicitación. Lo que quiere decir: por una parte, que no hay problema de sentido si los
signos no son el instrumento, el medio, la mediación, gracias al cual un existente humano
busca situarse, proyectarse, comprenderse; y, por otra parte, no hay una aprehensión di-
recta de sí por sí, ni apercepción interior, de apropiación del deseo de existir, por la vía cor-
ta de la conciencia, sino solamente por la vía larga de la interpretación de los signos124.
123
CASSIRER, E., Filosofía de las formas simbólicas. T. II. El pensamiento mítico. Fondo de Cultura Eco-
nómica. México. 1964. p. 60.
124
Es en su propia dispersión en la cultura, es incluso solo porque ese esfuerzo y deseo se ve parcial-
mente negado y reprimido en ella, por lo que precisamente la cultura se hace significativa en ese doble sen-
tido que sirve de punto de partida para la necesaria interpretación. Solo mediante esa interpretación puede
la existencia, el deseo de existir, apropiarse de sí mismo y solo así tiene lugar la reflexión; una reflexión que
tiene entonces la forma de una tarea interpretativa.
125
Desde el punto de vista de lo social, la era del código empieza a penetrar en todo el tejido social. Uno
de los síntomas es que los opuestos empiezan a desaparecer y “todo se hace imposible de decidir”: lo bello y lo
feo en la moda, la izquierda y la derecha en la política, lo verdadero y lo falso en los medios de comunicación;
todo se vuelve intercambiable en la era de la reproducción y la simulación.
81
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
126
ALVAREZ, A., RIO, P., del. Escritos sobre arte y educación creativa de Lev S. Vygotski. Fundación
Infancia y Aprendizaje. Madrid. 2007. pp.29, 31, 32,34.
El hombre ha tomado de la realidad los elementos que entran en su composición e internamente en su
pensamiento, los ha sometido a una compleja reelaboración producto de su imaginación. Materializando esa
producción imaginativa han vuelto a la realidad, aunque trayendo ahora consigo una fuerza activa, nueva,
capaz de modificar esa misma realidad, cerrándose de este modo el círculo de la actividad creadora de la
imaginación humana.
82
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Pero la combinación artística de los detalles y de las formas, y sobre todo la con-
cepción del ideal, que constituye lo esencial y principal en las obras del arte, pertenece
a la inteligencia y no a la imaginación.
En resumen: en las obras o producciones que se apellidan productos de la ima-
ginación, hay una parte menos principal que corresponde a esta facultad, y otra más
principal e importante que corresponde a la razón o inteligencia.
La imaginación reproduce y representa los tipos naturales, que son como la ma-
teria primera para las concepciones artísticas, y sobre todo sirve de auxiliar poderoso
a la razón para formar nuevos tipos o representaciones sensibles no existentes en la
naturaleza, especialmente cuando se halla dotada
de viveza, energía, facilidad.
La razón es el agente y causa principal, no so-
lamente porque se sirve de la imaginación como de
instrumento y auxiliar para la representación con-
creta y la ejecución de la obra, sino principalmente
porque la concepción adecuada y completa de ésta y
el ideal que constituye el ser íntimo y como el ánimo
de esta clase de obras, pertenece exclusivamente a
la razón o inteligencia.
La imaginación nada puede percibir o represen-
tar sin que esta representación haya entrado de an-
temano por alguno de los sentidos. Aún en las nue-
vas combinaciones que hace la imaginación bajo la
influencia y con el auxilio de la razón, se observa
que la representación total resulta de la agregación y
modificación de representaciones parciales o simples
Fig. 2. Antoni Llena.1985.
que la imaginación reúne, separa o modifica127.
Papel manipulado.140x100cm.
“La imaginación creadora de arte, o fantasía, es Blau marí i marró.
la de un gran espíritu y una gran alma, la que Colección particular.
capta y engendra representaciones y formas con
127
Por otro lado, el ciego de nacimiento, por ejemplo, no puede tener representación imaginaria de la luz
o los colores. Este resultado constituye una prueba más de que la imaginación es una facultad esencialmente
sensible y no intelectual; puesto que sus funciones se hallan completamente subordinadas o sujetas a las
representaciones sensibles, concretas y singulares, recibidas de los sentidos externos.
83
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
las que da una expresión figura, sensible, y precisa a los intereses humanos más pro-
fundos y más generales”128.
128
HEGEL., Introducción a la Estética. Ediciones Península. Barcelona. 1973. p. 80.
129
Sucede con frecuencia que cuando la imaginación no es dominada y dirigida por la fría y severa ra-
zón, el hombre toma como norma el juicio acerca de la realidad y naturaleza de las cosas, las representaciones
de aquélla. Aquí es donde ordinariamente tienen su origen las hipótesis gratuitas, los sistemas inventados a
84
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
priori y las teorías arbitrarias para explicar los fenómenos de la naturaleza y los hechos históricos, bautizando
después con el pomposo nombre de filosofía de la historia, lo que no es otra cosa en el fondo que una hipótesis
gratuita, sin más base que las ficciones y combinaciones arbitrarias de la imaginación.
130
ZAMBRANO. M., Filosofía y… op.cit. pp.211– 216.
131
BACHELARD, G., La poética del espacio. Fondo de cultura Económica. México. 1960. p.27.
132
Op.cit. p.64.
85
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
133
Describir un ensueño objetivamente es ya disminuirlo y detenerlo. En presencia de una imagen que
sueña, hay que tomar ésta como una invitación a continuar el ensueño que la ha creado. El psicólogo de la
imaginación que define la posibilidad de la imagen por el dinamismo del sueño, debe justificar la invención de
la imagen. La imaginación no se equivoca nunca, porque la imaginación no tiene que confrontar una imagen
con una realidad objetiva.
134
Op.cit. p. 88.
135
Bachelard en su obra La poética del espacio hace mención de uno de los textos de Rilke, a su mujer.
La experiencia llevada hasta el extremo aún en la plasmación de una obra de arte. p.259.
86
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta
el extremo de una experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuan-
to más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida”.
El artista, toma las imágenes tal y como son, las crea y las hace propias. Las lleva
hasta el límite de la imaginación. Intenta repetir para él y los demás la creación, con-
tinuar la exageración por medio de su imaginación. Es llevar a la sublimación de los
pesos psíquicos de lo que quizás se quiere liberar. Llegar así a ese despliegue que es la
sublimación por el contacto y experiencia más allá de lo humano. La obra deja así de ser
banal y queda impregnada del espíritu sublime que lo extrapola y le da continuidad. Es
necesario crear espacios interiores de contemplación para que germine este potencial de
la imaginación, en este estadio de superación propia, para lanzarse al mundo exterior.
La expresión ayuda a dar forma a todas estas imaginaciones y así se manifiestan
con espontaneidad en las obras de arte. El artista ayuda a conseguir y dar espacio, en lo
que la intimidad ahonda en el interior de cada uno, provocando ésa imagen del pasado e
imaginando las venideras. Buscar el silencio donde se puedan escuchar esas resonancias
es función de la persona en particular. Los centros expositivos juegan también un papel
muy importante en la ayuda de esta búsqueda para el goce y disfrute de la obra136.
La hora de la fantasía, de la ensoñación es una hora particular, es un valor entera-
mente accidental. Es necesario que el hombre posea cada día esa fuerza de lo fantástico
y lo encontrará en el fondo de su inconsciente. Con la poética de una mirada del universo
revelando el secreto de un sentir, del ser, de los objetos. Este instante conmueve, prue-
ba, invita, consuela, sorprende. Se trata de una relación armónica entre opuestos. Un
instante apasionado. El encanto, el éxtasis, es conciencia de una ambivalencia activa,
dinámica. El ser asciende sin aceptar el tiempo del mundo, su fugacidad, para ello busca
y hace retornar lo que fue.
Es familiar el entusiasmo romántico por la imaginación. Solo ella crea la belleza
esencial. Este ensalzamiento de la imaginación es un valor esencial, tanto para las artes
como para el pensamiento filosófico, psicológico y estético. La imaginación es fuente y
fuerza procreadora y recreadora.
Al igual que la naturaleza misma, de origen divino, la imaginación reduce a duplicar o
imitar el acto creador del mundo y en el mundo. Va más lejos y su punto de arranque es la
imagen o el conjunto de imágenes que el proceso de creación primaria ha reunido. Por lo
tanto la imaginación es recreadora de la creación inicial. Crea símbolos y mitos y descubre
relaciones orgánicas en este mundo, que otros pueden experimentar como real.
La imaginación construye sobre la experiencia. La imaginación, fuerza creadora.
Ella descompone toda la creación. Para producir la sensación de lo nuevo. Es síntesis y
análisis. Percibir e imaginar son simultáneos.
136
En la persona se da una facultad diferente del intelecto y que no se puede reducir a él, la facultad de
imaginar, de sentir. En efecto, el intelecto es una cosa pensante o una sustancia, cuya esencia o naturaleza
solo consiste en pensar, algo esencialmente activo. En cambio la facultad de imaginar es esencialmente re-
presentativa de entidades materiales o colores, por lo cual, el intelecto puede dedicarse a reflexionar sobre el
mundo corpóreo, en la medida que se sirve de la imaginación y de las facultades sensibles, que se manifies-
tan como pasivas o receptivas de estímulos y desecaciones. Su acción sobre la imaginación puede aparecer
lejana, metafórica. Pero en cuanto se ha encontrado la pertenencia de la obra de arte a una fuerza cósmica
elemental, se tiene la impresión de que se descubre una razón de unidad. Aceptando esta realidad con la
imaginación el artista recibe el germen natural para su creación.
87
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
137
BACHELARD, G., El aire y los sueños. Fondo de cultura Económica. México.1965. p.9.
138
La imaginación, más que la razón, es la fuerza de unidad del alma humana. Primero el ensueño, la
admiración. La admiración es ensueño instantáneo. Después la contemplación, extraño poder del sentir huma-
no capaz de resucitar las ensoñaciones, de recomenzar sus sueños, de reconstruir, pese a los accidentes de la
vida sensible, su vida imaginaria. La contemplación une aún más recuerdos que sensaciones. En el reino de
las imágenes se pretenderá en vano separar lo normativo y lo descriptivo. La imaginación es necesariamente
valoración. Mientras una imagen no recrea un valor de belleza, o viviendo el valor de belleza, mientras una
imagen no ejerce una función, mientras no inserta en un mundo de belleza, no desempeña su oficio dinámico.
Creer en las imágenes es el secreto del dinamismo psíquico.
139
Op.cit. p. 12.
88
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
inteligencia, responsable del pensamiento, pues cualquiera advierte que el arte es otra
cosa que éste, caracterizándose sobre todo por su aspecto ilógico y emocional.
La imaginación, además, debe ser facultad asociativa de imágenes, es también
creativa, fuente de originalidad. La dinámica de la imaginación está movida sobre todo
por las necesidades afectivas de la persona, a menudo del subconsciente. La imaginación
funciona a nivel de pensamiento primitivo, pre-lógico: su modo de expresión es el sim-
bólico, es por ello que encuentra en el arte su lenguaje adecuado. Al usar este lenguaje
se produce el arte.
El arte supone una contemplación ingenua del objeto, por la cual el hombre como
el niño permanece estático, sumido en el objeto, uno con el mismo, sin posibilidad de
salir de esta situación subjetiva, y ahí está el encanto del arte140.
Casi nunca se habla de la educación de la imaginación. Una buena educación ha de
ser estimulativa de la capacidad imaginativa, para ampliar sus posibilidades y ponerlas
al servicio de la unidad personal. Inhibitoria de la fantasía vacía, reiterada o inútil, que
aliena a la persona y la hace perder tiempo y productividad.
Dado que imaginar la realidad, dibujar los contornos o límites virtuales de la misma,
se refiere a algo que está más allá de la ciencia y del puro raciocinio discursivo o deduc-
tivo, requiere el uso de las facultades intuitivas y de la representación simbólica. Esa
representación simbólica guarda relación con un marco conceptual dado y condiciona a
su vez las posibilidades o límites de ese marco.
El conocimiento simbólico-mitológico se expresa a través de relatos que conforman
el imaginario o representación de la realidad de un determinado colectivo o cultura. El
discurso racional, por su parte, está basado en el concepto en vez del símbolo. Estos
dos modos de conocimiento han tendido a ser mutuamente excluyentes a lo largo de la
historia del pensamiento occidental, especialmente en los últimos siglos.
Lo que da al símbolo su capacidad de expresar algo difícilmente expresable por otros
medios, es que funciona como un “exceso de significado”, esto es, como capaz de signi-
ficar otras realidades que nunca podrían ser reducidas a ningún conocimiento categorial.
En ese sentido, los símbolos dan lugar a una interpretación sin fin. Pero, además, es
preciso tener en cuenta la naturaleza de la semántica de los símbolos. Esta naturaleza
específica y raíz de la semántica de los símbolos, se encuentra precisa y paradójicamente
en la opacidad semántica de los mismos. De ahí que el símbolo solo pueda ser expresado
por una metáfora de modo tensional.
Lo que cuesta más percibir a la mente moderna es el poder evocador y desvelador
que el uso de los símbolos otorgaba a programas iconográficos. La mente moderna es
capaz de clasificar la iconografía, de acuerdo con el análisis de los distintos estilos artís-
ticos, pero tiene más dificultades para interpretar su contenido simbólico que, en buena
medida, resulta imprescindible para una lectura correcta de la iconografía religiosa.
Piénsese, por ejemplo, en la complejidad iconográfica del claustro de Santo Do-
mingo de Silos, cuya simbología está aún por ser desvelada en su totalidad. Además, la
iconografía medieval presentaba el misterio como un objeto a la vez de contemplación y
de meditación, algo muy distinto del desnudo análisis estético al que le somete la cultura
140
Por eso el arte ha sido comparado con el sueño, en el cual la mente ve, pero no juzga, pues no se
hallan en disposición de criticar ni superar su visión subjetiva. En el s XVIII se dijo que el origen de la obra de
arte está en la imaginación, el romanticismo exalta la imaginación como fuente del arte.
89
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
actual. El icono pierde de ese modo su naturaleza específica y su poder de desvelar una
realidad mistérica para pasar a ser una pura obra de arte.
Dentro de la iconografía medieval, el tema de la muerte, el juicio y el subsiguiente
destino eterno de la persona, ejercieron una atracción especial. Por ello, el medievo fue
el tiempo del apogeo de la representación artística del Juicio Final. Estas representacio-
nes eran profusas en motivos macabros como medio de exhortación moral.
Y así, la Edad Media marcó sin duda el imaginario religioso que concierne a los lla-
mados novísimos, llegando su influencia hasta nuestros días. En cualquier caso, no se
puede pensar que la tradición haya permanecido inmóvil entre el medievo y la época
moderna. Durante todo ese tiempo, al contrario de la estabilidad iconográfica de Oriente,
la iconografía occidental ha ido variando a través de los siglos, adaptándose estética-
mente a la evolución cultural de su medio.
La imaginación apocalíptica occidental cobra una fuerza especial en los flamencos
de los siglos XIV-XV. En éstos, los recursos simbólicos se multiplican hasta convertirse
en cuasi-delirantes, resaltando hasta límites insospechados la diferencia entre cielo e
infierno, como en el Juicio Final de Jan van Eyck del Metropolitan de Nueva York, una
obra de naturaleza expresionista por lo que se refiere a su descripción del infierno, clara-
mente en las antípodas del hieratismo bizantino, para el que tal expresionismo sería un
sucedáneo humano del verdadero arte sagrado o, en otras palabras, un ejemplo patente
de la secularización occidental.
Ante este elemento de fuerza y poder, al que la estética del Renacimiento sirve
muy bien, el elemento más mistérico pierde gran parte de su relevancia. La obra es
claramente no el producto de una imaginación que trata de representar lo inmutable y
eterno, sino de un espíritu en zozobra y angustia por la convulsa historia de la Iglesia
y de la Europa del momento. El cuadro miguelangelesco del juicio transmite no solo
angustia, sino una sensación de caos y de pesimismo histórico. De ahí que sea una es-
pecie de movimiento continuo, tanto en el cielo como en la tierra y en el infierno, que,
con una fuerza innegable que destierra toda traza de serenidad, transmite una poderosa
sensación de desasosiego141.
El siglo XVII marca en Europa el bascular de la importancia del arte religioso al arte
secular y el despegue imparable de este último hasta nuestros días. En ciertos artistas,
como Rembrandt o Bernini, este bascular se convierte en el eje mismo de su producción
141
En este sentido, la obra en tanto que historiza la representación del Juicio Final, es claramente secu-
lar y occidental. Esta secularización viene potenciada, además, por el hecho de que Miguel Ángel tome varios
temas del Infierno de Dante que cuadran con su visión pesimista de la historia. La representación miguelan-
gelesca y contrareformista del Juicio Final se convertirá en el modelo sucesivo de las últimas representaciones
premodernas del mismo tema, como las de Tintoretto y Rubens (este último en versión barroca palaciega del
XVII que acentúa aún más la secularización de la representación), y en un hito del imaginario religioso sobre
tal cuestión.
Es difícil percibir en su totalidad la importancia decisiva de este imaginario tradicional, premoderno, en
su evolución desde el s. VIII hasta el XVII. Como conclusión de esta sección, y a pesar del peligro que toda
generalización conlleva, se puede decir que el imaginario no es religioso sino incluso cultural de Occidente está
decisivamente marcado por la concepción judeo-cristiana del tiempo, de carácter lineal, por los relatos mítico-
simbólicos del fin del mundo y del juicio final, esto es, por la apocalíptica y la escatología bíblicas, y por las
representaciones de tales relatos, bien sean literarios, musicales o plásticos, a través de la historia. Ninguna
elaboración teórica puede competir con la fuerza de esta tradición simbólica y cualquier formulación teológica
del más allá de la muerte deberá tenerla en cuenta si busca hacerse un hueco en la cultura occidental y en el
modo de pensar de sus gentes.
90
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
artística. La razón de este cambio no es de carácter estético sino de un orden más global
y profundo que tiene que ver con el Renacimiento, la Reforma y las subsiguientes gue-
rras de religión, que marcaron el colapso de la síntesis medieval y el fracaso del cristia-
nismo como base de la unidad y de la sociedad europea. Confrontados con tal trauma,
filósofos y pensadores políticos de la época se afanaron en buscar una alternativa a la
legitimación religiosa del orden político y social.
Ya en el siglo XIX la modernidad secular fue creando sus propios mitos para satis-
facer el deseo humano de trascender la realidad y de alcanzar la felicidad plena. Estos
mitos fueron seculares. Igualmente, la modernidad traspasó a las esferas de la educa-
ción y del progreso tecno-científico los medios de “salvación”, haciendo de los nuevos
edificios civiles, piénsese en la ópera de Semper en Dresde, en el Reichstag berlinés,
en el parlamento de Londres, en el Panteón de París o en la Plaza Mayor de Salamanca,
auténticos símbolos de la nueva ciudadanía civil y de la autoformación de lo humano que
eclipsaron la importancia simbólica de los templos.
En el mismo siglo XIX, además, los románticos reaccionaron frente al imperio de la
razón kantiana, dando lugar a una nueva mitología simbólica para proyectar su futuro,
reinterpretando así su historia y recreando su presente.
A parte de las resistencias que el simbolismo y el romanticismo presentaron a la
modernidad hegemónica y racionalista, los traumas políticos y militares del siglo XX, de
los que Gernika, el Holocausto e Hiroshima son símbolos internacionales, desencadenan
la crítica radical a una razón que, en su autocentramiento, su falta de referentes críticos
y sus presupuestos etnocéntricos, se vuelven puramente instrumental y destructiva.
Los grandes mitos y relatos de la modernidad se derrumban ante la dolorosa ex-
periencia de los nuevos escenarios apocalípticos, llámense los horrores ya citados o los
miedos al holocausto atómico o a la destrucción de la naturaleza, y vuelve a despertar
la fuerza provocativa de una imaginación metahistórica que concita un enorme poder de
movilización tanto del pensamiento como del arte, la simbólica y la acción en la sociedad
actual.
Al final del siglo XX, las promesas de la modernidad, lejos de haberse cumplido, se
han mostrado enormemente ambiguas y se han tornado, aunque no sea ese el único
producto de la modernidad, en grandes catástrofes como el Holocausto, los cincuenta
millones de muertos de la última confrontación mundial (crisis de la fraternidad), la es-
candalosa división Norte-Sur (crisis de la igualdad), y la lucha global por la hegemonía
y la amenaza del desastre ecológico de proporciones cósmicas (crisis de la libertad),
entre otros142.
La conciencia de que la luz humana está siempre teñida de sombras y la búsqueda
de nuevos recursos para fortalecer una esperanza desmayada, concita un nuevo pano-
rama al inicio de este nuevo siglo. En él juegan un papel de importancia creciente: el
descentramiento del antropocentrismo moderno, la fuerza liberadora de lo simbólico, la
primacía de lo experiencial sobre lo racional, el cuestionamiento del eurocentrismo y de
la visión del mundo desde la perspectiva occidental, el descubrimiento de los muchos
“otros” desterrados por la modernidad, la atracción de lo no obvio, de lo radicalmente
diferente y, por tanto, misterioso o esotérico, y la formación de nuevos imaginarios
142
Este lado oculto de la modernidad ha producido una crisis de sus mitos seculares, y, entre ellos, del
mito del progreso continuo y del mito de la razón como vía hegemónica del conocer humano.
91
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“El desarrollo del pensamiento creador tiene una importancia enorme para nosotros,
como individuos y como sociedad. El mismo ofrece un cambio de lo que es y de lo que
ha sido, a lo que podría ser o lo que está aún por descubrirse. El término creatividad se
ha hecho tal vez demasiado popular, ya que se aplica a pintura decorativa, a títulos de
libros, proyectos para hacer en casa o pasatiempos. La definición de capacidad creadora
depende de quien lo enuncie. Los investigadores a menudo se limitan en su definición,
estableciendo que la capacidad creadora, significa flexibilidad de pensamiento o fluidez
de ideas, o puede ser también la aptitud de concebir ideas nuevas o de ver nuevas re-
laciones entre las cosas, en algunos casos, la capacidad creadora es definida como la
aptitud de pensar en forma diferente a los demás. La capacidad creadora se considera
generalmente, como un comportamiento constructivo, productivo que se manifiesta en
la acción o en la realización. No tiene por que ser un fenómeno único en el mundo, pero
debe ser básicamente, una contribución del individuo”145.
143
No se trata solo ni fundamentalmente de entender y conceptualizar, sino de dejarse coger, “conver-
tirse”, de mente y corazón, por la fuerza de un relato que viola los límites plausibles de la realidad y libera
a la humanidad, porque le permite anhelar e imaginar nuevas posibilidades para un mundo de otro modo
condenado. Esa posibilidad, no es la utopía concebida por la mente humana, que sería de nuevo una creación
antropocéntrica, sino el resultado de la acción interruptora, y por tanto recreadora, de lo Sublime, en cuanto
tal, no es prisionero de la medida de la razón ni del proyecto humanos.
Tal vez los místicos, cada vez más recuperados de la marginación a la que han estado sometidos por la
cultura moderna, sean uno de los exponentes más destacados del descubrimiento de que la normalidad de la
realidad está transgredida por la promesa irrevocable de una realidad totalmente otra que todo lo trastoca. De
ahí que el místico exprese, a través de la transgresión del lenguaje, del juego tensional de la dialéctica entre
términos aparentemente opuestos, la doble afirmación de que toda realidad debe ser transformada por el ser
anhelado y de que la vida humana y la historia están irremediablemente heridas por ese anhelo anticipador.
Nadie mejor que San Juan de la Cruz para expresar la dialéctica escatológica, no exenta de angustia, que
experimenta todo ser.
144
ALVAREZ, A., RÍO, P., del., op.cit. p. 36.
145
LOWENFWLD, V., LAMBERT BRITTAIN, W., op.cit. p.65.
92
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
creadora es un atributo que tiene valor positivo, y como también la inteligencia se valora
altamente, resulta que muy a menudo se colocan juntas ambas propiedades146.
Es en el creador donde aparece el entusiasmo, el asombro, la inspiración, la creati-
vidad fruto de un valor íntimo, personal. El artista conoce impulsos de creación, se siente
y conjuga todos los tiempos del verbo crear; tiene en sus manos la dicha de la creación,
fruto del encuentro, del asombro, del descubrimiento constante.
En su afán de ver, un artista siente y acaricia con la mirada los frutos de un mundo
que se le presenta. Es visión que crea, que está en movimiento. El dibujante, el pintor,
el escultor, el poeta, capta instantáneas del destino humano. Sensibilizado plasma el
instante decisivo de una leyenda, de un momento. En su creatividad hace transportar
por medio de los sueños, les da forma de tal manera que el espectador comparte ese
instante, con el destino; tal vez plasmado en la obra. Se entabla un diálogo en terna:
Artista, obra, espectador147.
Todo lo que el artista percibe y medita desde la contemplación, queda grabado,
para inscribirlo más tarde y darle forma con una materia a la que hace cobrar nueva
vida con nuevas intensidades. A través, inclusive, de una simbología imaginaria que ha
sido legada a través de los siglos y que ha conseguido un lenguaje universal, como se
ha visto anteriormente.
“Cuando aparece la forma sueño en la vigilia, la realidad se desvanece o se oculta, y el
sujeto se queda ciego ante ella, lo que no significa que no la perciba de algún modo. El
contenido de la forma-sueño puede ser percibido de un modo más nítido, claro y dis-
tinto que los de las percepciones normales. Más aparece desligado de la realidad y se
presenta como si de él dependiese algo esencial para el sueño, como si él fuese la única
realidad”148.
146
Op.cit. p.69.
Por más que nos agrade pensar que el arte y la capacidad creadora son una sola cosa, parece que esa
relación no puede dejarse librada al azar. A veces, la forma en que es enseñado el arte, puede anular la crea-
tividad. Y es posible que la enseñanza tendiente a desarrollar la creatividad anule el arte.
147
Op.cit. p.70.
148
ZAMBRANO, M., Obras reunidas. Estudios iliterarios. Aguilar. Madrid. 1971. p.22.
149
Op.cit. pp.40, 41.
Este trascender que de los sueños reales se desprende, encuentra para cumplirse el camino de la crea-
ción. Los griegos no valoraban la originalidad en el arte, sino solo la perfección integral. No lograron distinguir
93
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Contemplación de los objetos bellos y artísticos como una percepción agradable. Es-
te proceso perceptivo se entendía de diversas formas, pero en general, se pensaba que
se trataba de una actividad psicológica de un tipo que sigue siempre el mismo curso.
Un artista se diferenciaba de un creador, según los antiguos, incluso de otro mo-
do, es decir, el concepto de creador y de creatividad implica que la libertad sea acción,
mientras que el concepto griego de artista y de las artes presuponía una sujeción a una
serie de leyes y normas. El arte se definía como la fabricación de cosas según unas nor-
mas. Hay muchas definiciones de este tipo que han sido halladas en escritos antiguos.
La diferencia entre un artista y un creador sería pues dual: el artista no crea sino que
imita y se rige por leyes, no por la libertad.
La actitud de los antiguos frente al arte era considerada como la destreza de fabri-
car ciertas cosas. Con el conocimiento de unas normas y la capacidad de utilizarlas. La
Naturaleza es perfecta y el hombre debería parecerse a ella a través de sus actividades:
la naturaleza está sujeta a leyes, por tanto el deber de descubrir sus leyes y someterse
a ellas, y no buscar la libertad que puede desviarle. Así de esta forma el artista es un
descubridor, no un inventor.
En las artes visuales, la libertad del artista estaba limitada por las proporciones, el
canon. Para realizar un buen trabajo uno ha de contemplar un modelo que sea eterno.
Un artista sucumbe a veces a la seducción de la belleza. Los griegos del período clásico
no habían aplicado los conceptos de imaginación e inspiración a las artes visuales, sino
que los habían restringido a la poesía.
La Edad Media llegó en esto más lejos incluso que la antigüedad, no exceptuaron a
la poesía; era un arte y era, por lo tanto, destreza y no creatividad.
Todo esto cambió en los tiempos modernos. Es ampliamente sabido que los hom-
bres del Renacimiento fueron conscientes de su independencia, libertad y creatividad
propias. Este sentimiento tenía que manifestarse ante todo y por encima de todo, en la
interpretación del arte.
“El arte es la plenitud de la naturaleza, es como si se tratara de un segundo Creador;
completa la naturaleza, la embellece y a veces la supera. Unirse cada día a la naturaleza
hace milagros”150.
ni la actitud creativa ni la estética. Significa descubrir, las leyes eternas de la belleza. La palabra teoría les
sirvió para denotar tanto la investigación como la contemplación.
150
TATARKIEWICZ, W., op.cit. p. 283.
94
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
da algo de sí mismo. Una gran cantidad de creatividad se produce así: no solo en lo que
el hombre hace con el mundo y lo que piensa de él, sino también en lo que percibe de
él por el aspecto del asombro ante lo que se le muestra y encuentra.
El valor de la creatividad constituye el valor del arte. Cuando no hay creación no hay
arte, habrá a lo más, artesanía. La creatividad es en el fondo una operación intelectual.
Lo es en la medida en que consiste en solucionar algún problema, encontrar salida a
algún propósito. Y esto es función de la inteligencia. Y esto en función de que opere de
un modo poco consciente lo que es llamado intuición.
La intuición intelectual, no es posible sin una intuición sensible y ésta no es posible
sin un sentimiento. Pero la intuición sensible no puede ser tampoco sin la intelectual.
No se puede ser, sin ser algo, y esto solo se es en el mundo sensible, pero dentro del
mundo inteligible que se aparece ante la persona.
La existencia en el mundo inteligible es la ley moral, y la existencia en el mundo
sensible es la acción real: el punto de unión entre los dos mundos es la libertad, que es
el poder absoluto de determinar lo sensible y lo intelectual.
Conjugando sensibilidad y creatividad en el diseño de aquellos objetos que rodean
al hombre, se consigue que el entorno sea más agradable y se estimule la estética y
belleza de aquellos elementos de consumo y uso. Tanto a nivel personal como de utilidad
pública.
151
“Estética”. Diccionario filosófico. http://www.filosofia.org/filomat/df649.htm p.1.
95
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Es una palabra que ha venido utilizándose a lo largo de los tiempos y de las dife-
rentes culturas, como encarnación y expresión de ellas, como experiencia interior del
espíritu de la persona en una armonía con lo trascendente y que lo trasciende. Una unión
con alguien que invade el interior humano, de un ser superior, de un mito, de algo Su-
blime que le sobrepasa y al que no se le llega a abarcar. En el acto creativo esto se verá
reflejado en la medida en la que el creador, el artista, se basa en esa trascendencia, en
esa contemplación.
El místico no quiere conocer sino que quiere ser. La mística no es problema neta-
mente cristiano. Es ella por sí una religión, que luego viene a entrar en el cristianismo,
inclusive en el catolicismo, pero la cuestión de la mística no coincide con la cuestión cris-
tiana. El espíritu de quien se hace místico no puede proseguir en la naturaleza, ni tam-
poco en el conocimiento, ni tampoco en la poesía. ¿Cómo es que no le basta ninguna de
estas actividades fundamentales de la vida humana que son conocer, sentir y poder?
El místico ha realizado toda una revolución, se ha enajenado por entero, ha rea-
lizado la más fecunda destrucción que es la destrucción de sí mismo para que en este
desierto, en este vacío, venga a habitar por entero Otro. Lo Sublime, que da sentido a
este mundo y las cosas veraces que en él se desarrollan. Un interior pleno de la persona
para las personas con su ser, y su actividad.
Contemplación estética es la experiencia que desde el s. XVIII han denominado al
mirar una cosa, tanto si es creación artística como natural153.
El límite de la contemplación es aquel punto en el que la realidad duele, pero tam-
bién en el que se goza del ser y del estar consciente en el mundo. Cobra un nuevo senti-
do en el arte, en el cual la contemplación de la obra permite la profundización en niveles
de conciencia y de la realidad, hasta acceder a la identificación con el objeto contempla-
do. La contemplación que el artista lleva a cabo de la realidad que trata de expresar a
través de su creación es la misma que ha de lograr aquel que accede a algo de estético
mediante la contemplación misma de la obra de arte. De este modo la verdadera obra
de arte se convierte en un camino que conduce a la realización espiritual a través de la
auténtica contemplación, capaz de trascender sus limitaciones154.
152
GARCÍA, C., Mística en diálogo. Monte Carmelo. Burgos. 2004. p.20.
153
BELL, J., ¿Qué es la pintura? Representación y arte moderno. Galaxia. Gutemberg. Círculo de Lecto-
res. 1998. p. 42.
154
Op.cit. p.44.
96
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El arte puede ser y es este vehículo educador para la contemplación, para el asom-
bro, para el descubrimiento e interiorización de lo que es, de lo que existe, por y para
lo que se está en este camino de la vida, desde la soledad hacia la sociabilidad. Para
vislumbrar una sociedad más equilibrada, ética, creativa, en la que el disfrute de la
belleza en todos sus órdenes sea un dominante de respeto y bienestar. Quizás sea una
quimera, o un sueño frente a tanta rapidez de medios y respuestas como ofrecen estos
comunicadores de masas, como son todos los medios informativos y manipuladores de
espíritus débiles.
Si a la contemplación de las formas y materias no se agrega una meditación so-
bre la energía de la materia que alimenta dicha forma y que la proyecta; no se sitúa la
obra en una trasmisión por el trabajo de fuerza interior. El artista siempre invita a una
contemplación, fruto de su contemplación e interioridad. Los objetos crean ambientes,
situaciones e irradian y revelan una intimidad de la materia por un lado y aquella que el
propio artista le ha trasmitido, le ha infundido. Si la contemplación de una obra de arte
quiere encontrar los orígenes de su creación, debe de acoger a las grandes opciones
cósmicas que marcan tan profundamente la imaginación humana.
El menor objeto contemplado fielmente aísla y multiplica. Ante muchos objetos, el
ser ensueña, siente su soledad. Ante un solo objeto, el sujeto que sueña siente su mul-
tiplicidad. En sus aspectos e intercambios, el universo y su soñador traducen la acción
de una meditación activa. La meditación solitaria devuelve a la primitividad del mundo.
Vale decir que la soledad pone en estado de meditación primigenia.
Por medio del encuentro en la soledad se mantiene una meditación con toda eficacia
y beneficio de la admiración. La meditación primera es al mismo tiempo receptividad
total y productividad. La soledad es reveladora fundamental del valor metafísico de toda
la sensibilidad humana. En todos los sentimientos, en las pasiones, en las voluntades.
Es determinante.
La soledad es necesaria para desligar de los ritmos ocasionales. Poniendo frente a
sí el vivir una meditación que repercute por todas partes.
“Todo aspira a una contemplación y se dirige a este fin: los vivientes dotados de razón,
la naturaleza que está en las plantas y la tierra que las engendra. Todas las criaturas, en
la medida en que les es posible llegan a un estado conforme a la naturaleza y cada una
a su modo accede a la contemplación; algunas la consiguen captando su realidad, otras
sólo una imitación o una imagen”155.
155
REALE, G., VV.AA., Historia del… T. I. op.cit. p. 309.
Mientras que la naturaleza del arte consiste en la imitación de lo real, según la dimensión de lo posible,
su finalidad consiste en la purificación de las pasiones. Purificación que Aristóteles entendía como de sentido
moral, casi en una sublimación de éstas, quitándoles lo que tiene de perjudicial. Al parecer Aristóteles entrevió
en aquella agradable liberación realizada por el arte, algo análogo a lo que hoy se llama placer estético. Platón
había condenado el arte por desencadenar los sentimientos y las emociones, reduciendo el elemento racional
que es el que sirve para dominarlos. Por el contrario, para Aristóteles, es el arte el que descarga emotividad,
no carga de ella, y la clase de emociones que provoca de naturaleza particular, no sólo no perjudica, sino que
cura.
97
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
156
Op.cit. p. 310.
157
Ibidem.
158
BLANCO SARTO, P., op.cit. p. 251.
159
Sin duda una comunión de vínculos que origina, se puede decir, esa mística de todo proceso creativo
y contemplativo de la obra de arte. En un contexto determinado que facilite esa mística, esa contemplación o,
ajeno de ella, pero que su belleza y perfección es tan grande, que su interior es el provocador de emociones
de ser contemplado y sentido. Contemplación serena de admiración y sorpresa.
160
Op.cit. p. 253.
98
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
161
No deja de resultar extraño que algunas personas pretendan negar la trascendencia del ser humano,
su dimensión espiritual, cuando ésta debería ser la experiencia ordinaria.
Es como si un ciego negara la existencia de los colores. Por otro lado, no percibimos la existencia de los
rayos infrarrojos, los rayos x, la radiación electromagnética... y no significa que no existan. Los místicos de
todos los tiempos y de todas las religiones nos dan testimonio de un estado de conciencia superior (el éxtasis,
la iluminación), que permite una nueva percepción del mundo, de los otros hombres y de Dios.
En este contexto, la dimensión espiritual de la vida es la que ofrece a la existencia un significado verda-
deramente humano, dando sentido a lo que se y se hace, procurando esa extraña sensación de bienestar que
se llama felicidad (y que se encuentra por encima de la salud o de tener cubiertas las propias necesidades).
162
CRUZ, S. J. de la., Poesías completas. Clásicos Selección. Madrid. 2004. p. 47.
Los creyentes necesitan urgentemente de un reencuentro con el Dios cristiano: personal, gratuito, amor,
liberándolo de cualquier caricatura que haya podido suplantarlo. Sólo la experiencia personal permitirá pasar
de la fe heredada a la fe personalizada. De hecho, la fe en Dios, en su existencia, en su justicia, en su amor
no es lo mismo que la experiencia de Dios. Karl Rahner escribió: «El cristiano del s. XXI será místico o no será
cristiano». Espiritualidad antigua y actual. Escritos de teología. Vol. VII. Taurus. Madrid.1967. p.25.
La búsqueda de una experiencia personal del misterio, más allá de la religiosidad sociológica heredada,
es la característica que mejor define a un número cada vez mayor de creyentes contemporáneos. De ello
surge una sociedad plena de valores y sensibilidad.
163
CRUZ, S. J. de la., op.cit. p. 33.
99
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en sitio donde nadie aparecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
164
Puede afirmarse que se requiere cierto grado de cultura, pero aún sin ella un hombre dotado de
suficiente sensibilidad puede ser un genuino contemplador; son necesarias desde luego ciertas condiciones
externas, pero que resultan más importantes las cualidades internas que lleven al contemplador a comprender
al artista y sentir su obra.
100
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
165
La empatía no es la simpatía, la simpatía se expresa diciendo: sé lo que tú sientes, hay afinidad entre
tú y yo, comprensión, aunque no absoluta. La empatía significa:” siento como tú sientes porque te comprendo
perfectamente, me identifico plenamente contigo”. La simpatía es similitud, afinidad, modo semejante de ser
y pensar. La empatía es identidad, manera enteramente igual de ser y pensar.
166
Cuando el contemplador posee un alma gemela a la del artista, se eleva con él a un plano superior,
participa de la ensoñación estética, de la embriaguez artística plenamente. Esta identificación entre ambos es
101
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
posible merced al sentimiento trascendental que posee la obra y a la facultad estética contemplativa del que
se acerca a ella.
167
La sensibilidad, el intelecto y la imaginación del artista, junto con sus intereses vitales reunidos y
expresados en la creación, producen un efecto intencionalmente buscado en el contemplador, ya que lo emo-
ciona, lo conmueve, despertando al mismo tiempo intereses vitales propios que se enlazarán armoniosamente
con el artista a través de la contemplación.
La emoción y el ensueño estéticos se comunican por sugestión, por hipnosis; cada una de las bellas artes
actúa sobre el contemplador de tal manera que le sugiere el estado original del alma del artista. Sin refutar
del todo esta idea, puede afirmarse que el mensaje que el artista escribe en su creación es transmitido al
contemplador de acuerdo con la receptividad estética a que se ha aludido y con la que anuda a las cualidades
que debe poseer el contemplador, se entablará el diálogo del arte, que es universal, y provocará que el men-
saje llegue en toda su plenitud. En ocasiones este encuentro ha de ser provocado y dirigido para llegar a su
comprensión inicial.
168
Las obras de arte, son muestras de la naturaleza a las que se debe prestar atención. Esta es la ex-
102
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Antes de proseguir con este apartado se clarificará el por qué en el orden expuesto:
mirada, encuentro, búsqueda en lugar de este que pudiera parecer más lógico: Mirada,
búsqueda, encuentro. En el trabajo que se está desarrollando se mantiene la gran im-
portancia manifiesta de la interioridad de la persona que luego refleja, trasmite, expresa
y hace sentir a aquellos que le rodean. Cuando se quiere encontrar algo, primeramente
hay que ponerse en disposición de buscar y, por ello mirar y buscar, para poder encon-
trar aquello que se desea.
El cambio que se proyecta, en este caso el de mirada, encuentro, búsqueda, viene
cuestionada y referenciada desde este punto en el que se trata la mirada como opción
y realidad de la persona. Mirada limpia, inquieta, inspirada, observante, contemplativa,
atenta para llegar al encuentro que le haga remover su fuero interno; verdadero motor
de su existencia y realidad.
Desde este encuentro, con el mito, con lo Sublime, promover búsquedas más rela-
tivas e interesantes para que su vida no resulte una monotonía, en la que ya no solo se
sabe lo que se busca, sino que se rodea del potencial que todo lo envuelve.
Es a través del arte, su estética, percepción belleza…, aún en su abstracción desde
la que puede evocar esta búsqueda específica y particular. Ante la provocación del mito,
de lo Sublime, dejarse sorprender en esa búsqueda siempre diferente y creativa. De esta
manera difícilmente una persona puede ser fácilmente manipulable.
La contemplación está quieta porque ya no se necesita del movimiento que se pro-
duce en el momento en el que la interpretación se manifiesta, porque la respuesta, la
da la belleza de la obra169.
Antes de ponerse manos a la obra el artista busca, espera un estímulo, una idea que
le de el punto de comienzo para la generación de una obra de arte. Para dar comienzo
a un proceso creativo en el que debe de estar vigente, expectante con una mirada dis-
puesta a entrever en la materia, la idea que hará surgir la obra de arte.
Es una realidad siempre en movimiento con frecuencia indescifrable e imprevisible.
La mística no es un teorema ni una fórmula estándar de acercamiento a lo divino, sino
que es la continua verdad de lo eterno, devenir creativo del encuentro y de la esencia
del beso y de la noche, de la purificación dolorosa del nuevo nacimiento.
periencia que desde el siglo XVIII los filósofos han denominado reiteradamente como contemplación estética,
mirar una cosa tanto si es creación artística como natural, por sí misma.
169
Es un descubrimiento, un encuentro repentino que viene después del hecho de mirar, ese hallazgo que
nos hace exclamar que se está ante una obra de arte. Al encuentro con los orígenes no se llega por el camino
de la deducción sino por el camino de la contemplación interior, por el silencioso diálogo del alma consigo, des-
poseída de toda intención y de todo saber, desposeído de todo conocimiento y solo. Sola y una al encuentro de
sí misma, al encuentro del saber de sí misma, al encuentro del origen de su pensamiento, de su conciencia.
103
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“La persona que posee la experiencia mística se encuentra por encima de la lógica. En el
contexto de nuestra era científica, el místico da la bienvenida a la ayuda que la ciencia
puede ofrecer para suministrar una explicación natural de estas introspecciones intuiti-
vas. Afortunadamente, no todos los científicos consideran la experiencia mística como
algo simplemente aberrante, algunos creen que quizá pueda descubrir fases del proceso
de conocimiento humano”170.
170
HUXLEY, A., VV.AA., La experiencia mística. Kairós. Barcelona. 2000. p.130.
104
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
171
Es importante el espacio, en busca de esa trascendencia que antaño otros edificios buscaban y consi-
deraban para la muestra de sus obras. Se tiene presente los teatros griegos-romanos, en los que la sonoridad,
distancias, aires, silencios y sonidos del mismo edificio aún vacío, ya estaban actuando. ¿Qué no ocurre con
las grandes obras maestras, aquellas que quedan agobiadas y presas de sus mismas salas expositivas? No se
les deja volar e impiden que sean ensoñadas y relaten su propia historia.
172
Los poetas ayudarán a descubrir en cada uno un goce de contemplar tan expansivo, que se vivirá, a
veces, ante un objeto próximo, el engrandecimiento del espacio íntimo. El espacio es un valor. ¿Hay acaso un
valor más grande que la intimidad?
Este espíritu, esta sombra, ese ruido de una sombra que, quiere su unidad, se ve desde fuera sin tener
la seguridad de que esté dentro.
105
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
173
HEIDEGGER., Arte y poesía. Fondo de cultura económica. 1958. México. p. 31.
174
Ibidem.
175
Dejará una huella que alimentará tanto su creatividad, como su sensibilidad, como espiritualidad. Al
formar parte de si, este lo proyectará y transmitirá a sus congéneres.
176
Psicológicamente la angustia se suele confundir con los estados de ansiedad y, en todo caso, se con-
106
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Pero también puede brotar la tristeza como fruto de apropiarme de aquellas posi-
bilidades que satisfacen inmediatamente, pero no construyen como persona. Cabe aún
otra opción: la des-moralización, es decir la pérdida de sentido, del para qué de la propia
vida. Es entonces cuando surge la angustia. Se puede dar la espalda a la realidad como
fuente de sucesos, cabe el ocultarse, el no abrirse a esa fuente principal de sentido y
posibilidades que son los demás.
La vivencia de este vacío, de esta parálisis, de esta impotencia, es la esencia de
la angustia. Así como la alegría procede de estar abierto al encuentro con la realidad,
y especialmente con los otros y con el Otro, con Lo Sublime, de modo que a través de
esta apertura, ellos se constituyen en el fundamento de nuestro perfeccionamiento, la
angustia consistiría en cerrarse a este encuentro, bien por dispersión vulgar, bien por el
espejismo de la autosuficiencia.
El hombre tiene necesidad de trascendencia. Necesidad o aspiración a la verdad,
a la belleza, a la bondad, el ensanchamiento de la razón, la experiencia mística, el
ser uno consigo mismo y con su fuerza vital. Aquello que de Sublime habita en el ser
humano.
“El hombre penetra en el Absoluto, se hace uno con él aunque no sea más que por un
breve momento. Este momento cambia la vida. Las experiencias cumbre tienen siem-
pre que ver con el éxtasis. Se nos arranca de la angostura de nuestra percepción y nos
hacemos uno con el misterio de todo ser. Estas experiencias cumbre se parecen a las
experiencias de iluminación o hacerse uno, que describen la mística griega, la mística del
Maestro Eckhart o las experiencias de Santa Teresa. Tales experiencias-cumbre, hacen
la vida verdaderamente rica.
No habrá completa justicia en cuanto no se pueda vivir la libertad como mística, es decir,
en la dimensión de que una persona es tanto más libre cuanto más descentralizada esté
de sí misma y centrada en lo Sublime y en los otros. Los místicos han sido considerados
como personas subversivas en el lenguaje y en las costumbres. La mística ha constituido
para muchas mujeres el único espacio de libertad posible en un contexto que las ence-
rraba en el anonimato y el silencio.”177
Finito se dice del ente que tiene límites: así como es y se dice con propiedad infinito
del ente que no tiene límites, o en otros términos, el ser que contiene todas las perfec-
ciones posibles, y toda realidad que se puede concebir y puede existir.
ceptúa como un estado mental de preocupación e inseguridad desmedidas que paralizan la voluntad, haciendo
que el individuo quede impotente ante el hecho de tener que realizar su vida. Sociológicamente la angustia se
ha descrito como uno de los rasgos que definen la sociedad actual. La pérdida de apoyos y de firmezas, junto
con el obligársenos a vivir a ritmo trepidante, produce este fenómeno.
Tecnólatra, el hombre descubre finalmente que la técnica no le salva y tras la muerte cultural de un Ser
Supremo y la ausencia de cualquier ideal o mística, sólo le cabe sumirse en el narcisismo, que desembocará
siempre en la angustia o en la autoanestesia. Pero, situados en una perspectiva personalista, se barrunta que
el fenómeno responde a algo mucho más radical. La persona es aquel ser que tiene que hacer su propia vida,
siendo una tarea para sí mismo. Y como la manera concreta en que tiene que ir realizándose es un problema
para sí mismo, su vida es inquietud (que no angustia). Situado frente a la realidad, el hombre se abre a ella
para, a través de las posibilidades de realización que le ofrece, irse haciendo pleno. En su plenitud reside su
felicidad.
177
GARCÍA, C., op.cit. p.225.
107
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
178
RAHNER, K., Curso fundamental sobre la fe. Introducción al concepto de cristianismo. Herder. Barce-
lona. 1979. p. 51.
179
REALE, G., VV.AA., Historia del pensamiento filosófico y científico. Tomo I. Herder Barcelona. Anti-
güedad y Edad Media.2004. p.40.
180
HUXLEY, A., op.cit. p.276.
108
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
La apertura de una nueva era, la era de los hombres que desean suplantar definiti-
vamente a los dioses, evoca, el proceso de desarrollo del humanismo griego. Un retorno
al ideal de perfección infinita. Porque la perfección de toda obra humana, es posible solo
cuando su creador se independiza de las autoridades, sean individuos o instituciones, de
dogmas y esencias ajenos a su naturaleza interna182.
Ningún misterio mayor para el artista que esa infinitud, cada vez más profunda-
mente aprehendida por el pensamiento humano y que cada vez se revela más compleja.
Secreto y misterio se funden en ella. Lo que el espíritu universal contempla arrastra al
hombre, lo envuelve, lo incorpora.
Fuente de poesía es entonces lo que genera también la vida y la inteligencia, pero
a él solo es posible acercarse infinitamente y por grados, solo se presiente, se intuye a
través de los individuos que, en perenne ciclo, se desprenden y retornan al todo en el
acto de la creación183.
Por el arte y la ciencia la humanidad se acerca infinitamente a ella. Corresponde
a los educadores del género humano, enriquecidos con la sabiduría vital de “Uno y to-
do”, capaz de soportar el peso de estas verdades supremas, la preparación del género
humano para recibirlas a medida que el espíritu popular reciba las luces basadas en el
diálogo, la comunicación, la vida bella a la que los ilustrados aspiraban y que los román-
ticos desesperarán de conseguir, sentimiento agudizado con el siglo XX.
El microcosmos humano no debe engañarse ante la belleza de lo alcanzado, en la
presente “era de las luces”. Lo que se creía definitivo, descanso de la epopeya histórica,
fin de la historia, es en realidad el umbral de nuevos esfuerzos que nunca cesarán. Solo
así se conserva la obra humana. Y solo el verdadero diálogo, la recuperación de lo humano
en su multi-dimensionalidad, en su pluralidad de expresiones, propiciará un despertar.
181
SCHAYA, L., “Lo infinito y lo finito”. http://www.webislam.com/numeros/2000/00-3/Artículos%20
00-3/Infinito-finito.htm.
182
La razón, vertida en actos, se despliega de nuevo, con más altos vuelos que en la Grecia antigua,
pues ahora está enriquecida por siglos de experiencia, de lucha con dogmas y restricciones y de evolución es-
piritual, incluyendo el diálogo cultural a través de los signos y legados desprendidos de las diferentes culturas
a lo largo de la historia y sus civilizaciones.
183
La adoración consiste en eso, en el constante asombro ante la naturaleza, veneración que no es
obstáculo sino acicate para su investigación, recreación y ejecución de la obra para transmitir al resto de los
seres humanos.
109
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
184
Partiendo de la diversidad sujeto-objeto, que es esencial para la constitución de una tradición histó-
rica, se trata de aclarar cómo es posible asimilar y comprender la totalidad, supuestamente de sentido, que
históricamente se transmite. En orden a alcanzar una respuesta, se deja guiar, la persona, por la experiencia
de la obra de arte. En ella se pone de manifiesto una totalidad de sentido, no solamente personal, sino tam-
bién social e histórica. El que goza del arte se reunifica consigo mismo, con el mundo en el que vive y con la
tradición que en el arte se comunica: el arte representa un sentido transindividual e incluso infinito, por cuanto
no se limita a su objeto y vivencia particular.
185
HUXLEY, A., op.cit.pp.162,163.
110
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El barroco sería la escenificación teatral del infinito introducido en la representación. Sabe que hay una
estructura firme, el espacio infinito, un universo que tiene en el infinito su límite y su cadencia. Es un arte
que trasciende lo visible. Lo invisible que no se representa en la representación, pero que en cierto sentido
presenta el sentido de ésta. Líneas que se trascienden para rebasar el ámbito material y visible.
El arte barroco constituye un esfuerzo por sugerir, mediante todos los recursos dramáticos disponibles,
mediante un virtuosismo sin límites, lo infinito a través de lo finito, la invisible infinitud a través de lo visible,
enunciada con radicalidad por la nueva filosofía. Una nueva idea cosmológica y epistemológica y artística, la
categoría de universo, infinito, frente al cosmos perfecto y limitado del renacimiento
186
REALE, G., VV.AA., Historia del… T. III. op.cit. p. 73.
187
“Glosario de conceptos filosóficos”.
Cuaderno de materiales. Http://www.filosofia.net/materiales/rec/glosari2.htm
188
JUNG, C. G., Simbología del espíritu. Fondo de cultura económica. Madrid. 1998. pp.13,14.
111
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Trabajar con los elementos del espíritu, con la imaginación, concretar lo que es
abstracto, ir de lo general a lo particular, lo cual quiere decir que hay que partir de una
abstracción para llegar a un hecho real, es misión de todos aquellos que movidos por
un potencial vivo de sensibilidad lo dan a conocer abiertamente al mundo a través de
sus obras.
Hay que saber reconocer esa otra dimensión de la sensibilidad artística, que refleja
un mismo espíritu místico y alucinado, sin ser formalmente expresionista.
Se ve el papel importante que tiene el artista o la persona, que con un interior
sensible y consciente, es capaz en este juego de mostrar y saber leer a través de una
experiencia artística. Bien como emisor o como receptor. Su ser como materia, no iner-
te, sino viva, por el hecho de estar movida y motivada por esa otra fuerza vivaz que
es la energía dentro de la materia global del mundo y con la expresión plástica, con la
que se disfruta y a la que le infunde su fuerza y su sentido conjuntamente. Tanto en
el manejo de la misma obra como en la de ser receptor de estímulos que su propio ser
genera.
189
Op.cit. p.15.
190
BACHELARD, G., El derecho de soñar.Fondo de Cultura Económica. México. 1985. p. 132.
112
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
191
La religión es el arte y la teoría de la vida interior del ser humano, en tanto depende del ser humano
mismo y de lo que hay de permanente en la naturaleza de las cosas. No se puede abstraer a la sociedad del
ser humano, si bien gran parte de la psicología es comportamiento de masas, la emoción colectiva deja intacto
el tremendo y postrer hecho del ser humano consciente de sí, sólo consigo mismo, con su propia naturaleza.
La religión es lo que el ser humano hace con su soledad. Lo que debe de engendrar la religión es el valor
individual. La doctrina de la religión racional pretende ser una metafísica derivada de su experiencia fuera de
lo corriente del espíritu en sus momentos más penetrantes.
192
CRUZ VALLÉS, A. de la., Artículo “El concepto de espíritu en la Antropología de Max Scheler: Un es-
tudio sobre el Puesto del Hombre en. el Cosmos”. http://serbal.pntic.mec.es/-cmuñoz11/index.html.pp. 7,8.
113
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El artista no tiene por fin la reproducción de la Naturaleza, aunque ésta sea artística,
sino la manifestación de su mundo interior. La necesidad interior es gestada y determi-
nada por tres necesidades místicas:
1. El Artista, en tanto creador, expresará lo que le es específico (elemento de la perso-
nalidad).
2. El Artista, en tanto hijo de su época, expresará lo que es específico de ella (elementos
del estilo, como valor interno, constituido por el lenguaje de la época, más el lenguaje
del país, en tanto éste sea idiosincrático).
3. El Artista, en tanto amanuense del Arte, expresará lo que es específico del Arte en
general (elementos de lo genuina y sempiternamente artístico, que sobrevive en todos
los hombres, tiempos y tierras, porque la esencia del Arte se sustrae al Tiempo y al
espacio)195.
193
KANDINSKY, W., De lo espiritual en el arte. Barral editores Barcelona. 1977. p.21.
194
Op.cit. p.109.
195
Op.cit. p.72.
196
Op.cit. p. 73.
114
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
batidor se pregunta por la existencia de explicaciones reglamentadas, esas que les den
alcance lógico a sus patrones personales de aceptación o rechazo. Dicho acto de juzgar
remonta a suponer, mediante criterios exclusivos de apreciación técnica y complaciente,
cavilaciones “desatinadas” en el alcance sobre el contemplador, de tal manera que se
merma el proceso de humanización artística al que pudiera verse expuesto.
Expresándolo en niveles pictóricos, cuando la pintura sobresale en el medio puro
para desarrollar una evidencia inquisitiva, el color escapa y es captado por las ansie-
dades de guisa espontánea. El apremio imperante sobresale en la manera de plasmar
lo inefable fuera de las consignas que se presumen congruentes. Enfrente de esa idea,
se descubre en el lienzo inexplorado esa parte del “yo” que lo es todo, porque en ese
preciso momento la obra y el juicio de la misma refiere a la nada.
Es así como a partir de la ausencia de pretensión surge la posibilidad de embelle-
cerse a través del acto creativo, con la libertad de concebir lo que la conciencia vocal
o gráfica no revela. De esta manera, viene en mente que resulta imperante manifestar
como artistas o bien, abrir como audiencia ajenos a preocupaciones estéticas o morales,
basando el ejercicio y efecto creativo en fundamentaciones que den cabida a una con-
dición con cierto grado de “surrealismo existencial”197.
Para Kandinsky “El color es en general un medio para ejercer una influencia directa
sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas…”
por consecuencia clara “El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace
vibrar el alma humana”198.
Se puede explicar el fenómeno a la cuestión que expresa que de modo implícito el
interior del individuo se hace menos perceptiva a los estímulos. Puede que haya aumen-
tado su umbral para desencadenar asombro y que por tal motivo el “nuevo hombre” no
se permita trepidar con la sencilla observancia de los tonos gráficos.
Esto merma las condiciones de introspección y consecuentemente la difusión del
arte. Esta aseveración recae en que en diversas ocasiones de la escena contemporánea,
las personas que deciden sobre la exposición de muestras en las distintas galerías se
encuentran menguadas por los mismos criterios de vacuidad para la valoración de los
trabajos que seleccionan.
Gran parte de estos sucesos se establecen en pautas sociales conductuales en los
que existe un temor uniforme por el conocimiento interior y de otras entidades que se
perciben diferentes. La existencia diaria se ha convertido en un modus vivendi de “su-
rrealismo frustrado” mitigado por la necesidad de hacerse coherente en los pensamien-
tos hacia una sociedad que gusta de desalinear la privacidad y revelación individual, ello
considerando que se alimenta falsamente de la imposición de un recinto sentimental
uniforme.
El desprecio a la aptitud libre de la abstracción subsiste en aquel contexto que pre-
fiere de educarse en nociones preestablecidas, brindándose pautas rígidas que justifican
acciones que erróneamente se adjudican como “normales” o “adecuadas”, teniendo
197
Lo anterior se reproduce en el momento en que nos entregamos a las reflexiones del ánimo con con-
dición de oyentes, primordialmente para aquellos supuestos emanados de la parte más negada y disminuida
de la razón. Esto es a expensas de un movimiento que manifiesta que si las profundidades del espíritu ocultan
extraños vigores capaces de intensificar aquellos que se advierten en la superficie, o de luchar victoriosamen-
te contra ellos, es de mayor fascinación captar tales fuerzas para su beneficio.
198
Ibidem.
115
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
incluso la tranquilidad de aplicarlo a disciplinas que por naturaleza deben ser versátiles,
tal y como lo es el arte199.
Se ha desarrollado, planteado y defendido el concepto de Sublime, así como la ne-
cesidad de un interior de la persona con unas vivencias personales, en valores sensibles,
estéticos, espirituales que forman y componen su voluntad para el bien, lo bello y lo Su-
blime. Los educadores tienen la labor de fomentar estos valores a los miembros de una
sociedad en la que el exceso de ruidos y el ritmo no permiten el disfrute en el silencio de
lo bello, la naturaleza, lo encontrado y las sensibilidades plásticas emergentes.
Partiendo del pensamiento de Kandinsky200, quien defendía la esencia de las cosas
desde la misma sensibilidad y sentimientos, se adentrará en el mundo de la abstracción.
De la mano de ella se introducirá en la comprensión de los valores y sentimientos a tra-
vés de una obra de arte abstracta.
Como Kandinsky, se viajará por un mundo de formas, trazos, colores, que llevaran
al espíritu a un encuentro Sublime. Es decir, a una exaltación de valores y sensaciones
de encuentro personal con la obra que se tiene enfrente. Haciendo un acto de adentra-
miento en el yo personal, tras el silencio icónico de la obra.
La abstracción obliga a un acercamiento y un esfuerzo por esa conexión. Cuatro
son los autores que servirán de referencia. Wassily Kandinsky, Paul Klee, Piet Mondrian
y Mark Rothko.
La renovación del hombre, pues, no vendrá solamente del Estado, sino también,
incluso exclusivamente, de la educación estética, a la que se atribuye, desde ahora hasta
el Esteticismo de finales del XIX o en las vanguardias más optimistas del nuestro, una
199
Según Kandinsky: “El artista debe mostrarse ciego ante las formas reconocidas o no reconocidas,
sordo a las enseñanzas y los deseos de su tiempo”.Entonces, si existe el deseo de ensimismar y hacer aflorar
en la identidad, sea como creadores o como aficionados del arte, se debe de conservar la apertura mental de
impactar y desligar de rigideces, aún cuando la obra que se observa no se explique o justifique a si misma
bajo los códigos establecidos por una determinada época.
200
Op.cit. p.7. “Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces es madre de nuestros sentimien-
tos.”
116
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
201
MARCHÁN FIZ, S., La estética en la cultura moderna. Alianza Forma. Madrid. 2007. p. 73.
202
Op.cit. p. 96.
En realidad, la consideración de las obras de arte en atención a los criterios de inmanencia, es decir, in-
herentes a la naturaleza de cada una de ellas, es también el precedente de las críticas autónomas de nuestro
siglo, interesadas por penetrar en la estructura interna, en su coherencia, en los presupuestos en los que se
apoyan.
203
MARCHÁN, S., Compilador. Real/Virtual en la estética y la teoría de las artes. Paidós. Barcelona.
2006.” La orientación estética “de José Luis Molinuevo. p. 85.
Comienza a ser una cierta irresponsabilidad estética el repetir tópicos posmodernos que, además de
signos de atraso, son síntoma de una preocupante frivolidad intelectual. Ésta se traduce en la mención y tra-
tamiento de los más variados temas, sin que se advierta una conexión entre ellos y menos aún una postura
definida del autor sobre los mismos. Ello hace pensar que, siendo necesaria como nunca una educación esté-
tica, ésta debería comenzar por los educadores mismos.
204
COLÓN LLANA,L.C., Las vanguardias artísticas y las enseñanzas en la Rusia de los años 20. Univer-
sidad de Valladolid. 2002. p.306.
205
Ibidem.
117
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
206
Op.cit. p.307.
207
Op.cit. p.311.
208
FAJARDO FAJARDO, C., Estatización de la cultura. ¿Pérdida del sentimiento sublime? http://www.
ucm.es/info/especulo/numero16/estetiz.html. p.1.
Kant lo instaura como imaginario que participa del arte, constituyéndose en un paradigma de la moder-
nidad estética. Desde entonces, lo sublime toma características de Imperator Ontológico, excluyendo otras
posibilidades de exploración gestadas fuera de sus dominios. El arte de finales del s XX y de principios de XXI,
se sale de estos territorios, rechazando las dimensiones y tipologías que marcaron las exploraciones de la
Ilustración. Crisis y ruptura estética. Lo Sublime cae al suelo en las propuestas de un arte flemático más que
melancólico y sanguíneo.
209
Op.cit. p.2.
210
Ibidem.
Tarea ardua la del arte moderno: tratar de hacer visible lo absoluto, de allí sus rebeliones metafísicas y
el sacrificio de tanto artista en torno a estas obsesiones. Si no se puede presentar el absoluto, al menos se le
puede manifestar que existe.
118
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“El arte supremo será el que haga de la vida misma un arte…Pero este sentido esté-
tico de vivir que tanto nos importa conquistar exige una educación especial, una técnica
y una sabiduría peculiares. No basta para adquirirlo aprender las ciencias o cultivar las
artes; es preciso hacerse, más o menos, un especialista en vidas un diletante apasionado
de modos de vivir”211.
Aunque, en el dominio superespecializado del arte contemporáneo, deben denominarse
abstractas solamente las obras enteramente carentes de figuración (espacio real, obje-
tos, paisajes, figuras de seres animados, e incluso de formas geométricas si se represen-
tan como objetos reales, con iluminación y perspectiva). En realidad la abstracción tiene
dos orígenes, dos principios, no ya distintos sino casi opuestos, que se complementan,
a los que el reciente informalismo ha añadido un tercero. Esos dos principios esenciales
son: la forma primitiva producida por el gesto motor, la maraña lineal, el ritmo discon-
tinuo, cual, salvando las distancias, surgen en los primeros dibujos infantiles y en la
primera época abstracta de Kandinsky para renovarse en el gran periodo de Wols (con
otras aplicaciones y valores); y la trama geométrica, la forma regular plana, realizada
no con criterio representativo sino como directa imposición de unos elementos de orden
y simbolización del espacio y de los valores esenciales212.
211
Ortega y Gasset, J., ”Para un museo romántico” en El sentimiento de la vida. (Antología) ed. J.L.
Molinuevo. Tecnos. Madrid. 1995. p.223.
212
CIRLOT, J.E., El espíritu abstracto. Editorial Labor. Barcelona. 1993. pp.13, 14.
119
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
120
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Las artes y la artesanía consisten en hacer algo con arte, estético y creativo. En
el hacer del oficio estará la condición necesaria, pero no suficiente para el arte, aquél
puede seguir existiendo sin el arte, mientras el arte no puede existir sin aquél.
En su significado más amplio, arte es el resultado del conjunto de reglas que se
siguen para hacer bien algo, o bien es el talento o aptitud que se tiene para hacer bien
las cosas. El arte, según el fin que se propone, puede ser útil o noble: se llama arte útil
o utilitario al que está encaminado a proporcionar utilidad, comodidad; se llama arte
noble, al que prescindiendo de toda utilidad, manifiesta valores estéticos, objetivándoles,
es decir, dando a los mismos forma material sensible.
A la primera forma de arte, al utilitario, corresponde el arte industrial que crea ob-
jetos útiles, en los cuales puede expresarse también cierta belleza: cerámica, herrería,
orfebrería, tapicería, ebanistería, repujado, mosaico, etc. Estas artes constituyen lo
que se llama artes menores; los que se ocupan de ellas se llaman artesanos. Dentro de
esta forma de arte se suele englobar también cualquier manifestación de una habilidad
realizada en forma más o menos perfecta, así se habla del arte culinario, del caligráfico,
etcétera.
El arte puro se contiene en estas formas de arte, en las bellas artes; no debe ser
industria, ni comercio, debe amarse por sí mismo, debe ser una vocación y no una ca-
rrera. Debe ser una actividad desinteresada, por eso, es una actividad creadora de algo,
que tiene una significación especial, que está como un denominador común en el fondo
de todas las bellas artes y constituye una “necesidad innecesaria”. Un modo de vida y
de entenderla.
Si el arte puro es aquel que solo busca la manifestación de la belleza y los demás
valores estéticos, las obras de arte creadas bajo este propósito poseen un alto valor
estético, su contemplación originará una emoción tal, que producirá una experiencia
estética también pura. Las obras de arte que no tienen como finalidad solamente la
expresión de valores estéticos, sino que buscan además la transmisión de otra clase de
ideas ajenas al arte: morales, religiosas, políticas o comerciales, no son estéticamente
puras, no son obras de arte puro por más que pertenezcan a las bellas artes.
Las bellas artes se han clasificado siguiendo diferentes criterios, hay infinidad de
clasificaciones. Atendiendo al sentido con que son percibidas, se les divide en artes del
oído (música y poesía), artes de la vista (arquitectura, pintura, escultura y dibujo) y
artes mixtas (danza, teatro y ópera). Atendiendo al grado de imitación que hagan de la
naturaleza, se ha pensado que son: esencialmente creadoras (arquitectura, música y
poesía), esencialmente imitadoras (escultura y pintura), y artes que participan del afán
creador y del imitador (danza, teatro y opera).
Otra clasificación se basa en el material con que se lleva a cabo la expresión: espi-
rituales, que tienen un material espiritual inmaterial (música y literatura); y materiales,
que tienen un material palpable (pintura, escultura y arquitectura). Se les ha clasificado
en artes del sonido (música), artes del lenguaje (literatura) y artes del dibujo (pintura,
escultura y arquitectura).
Existe otra división: artes musicales (música, canto y ópera), artes plásticas (arqui-
tectura, pintura y escultura), literarias (poesía) y complejas (danza, drama, comedia,
cine...). Esta última división está muy difundida. No se puede pasar por alto la clasifica-
ción, por una parte se considera la usual distinción entre las bellas artes que aspiran a
crear objetos cuya única finalidad es satisfacer la necesidad de belleza que siente el ser
121
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
humano, y por otra, las artes industriales, que producen objetos útiles, a los que se les
dota así mismo de cierta armonía para que resulten agradables.
La obra de arte es un medio de expresión y de comunicación, es una forma real y
bella que se pone en conocimiento de otros seres. El hombre aporta con ella en unión,
una sensación, sentimientos, figuración, invención y conocimientos de una verdad. Su
verdad. Arte y conocimientos se encuentran unidos desde su origen. Se puede conjugar
el conocer y el expresar, conocimiento sensible y figuración, gnoseología y estética. El
arte va unido al conocimiento, porque va unido el fin inventivo y expresivo o estético.
Un poema, es una obra bella porque tiene como única finalidad despertar un senti-
miento estético, crear belleza, la poesía es una de las bellas artes. Un tapiz es bello, pero
se atiende más a su valor de utilidad que a su valor estético, la tapicería es entonces
un arte industrial.
La mayor parte de las veces es fácil distinguir entre las artes industriales y las bellas
artes, sin embargo, en ocasiones hay duda: la arquitectura es una de las bellas artes,
ha sido considerada así desde siempre y, sin embargo, produce edificios destinados no
solo a la contemplación estética o a la satisfacción de la necesidad espiritual de belleza,
sino que su fin es satisfacer una necesidad material, la de un lugar cómodo para vivir o
trabajar. La joyería es en general un arte industrial; sin embargo, bien puede darse el
caso de un artesano que haya creado una joya sin paralelo, única por su belleza, enton-
ces el joyero se convirtió en artista y la joya en obra de arte.
Conservando la distinción usual entre bellas artes y artes industriales, se subdividen
las bellas artes teniendo en cuenta los sentidos a que hablan y la posición de sus obras
en los dos planos en que se sitúan todos los datos de nuestra conciencia: espacio y tiem-
po, o sea la extensión y la duración. De acuerdo con esto, su clasificación comprende
artes plásticas, fonéticas, del movimiento y del gesto.
Son artes plásticas las que hablan al espíritu a través de la vista, sus obras están
situadas en el espacio, hechas con elementos simultáneos e inmóviles, sus manifesta-
ciones son materiales y objetivas, su belleza es exterior, son: arquitectura, que se de-
fine como el arte de construir y adornar; pintura, arte de representar seres y cosas, de
materializar imágenes con ayuda de hermosos colores, y escultura, considerada como
el arte de modelar y tallar la materia a fin de crear formas bellas.
Las artes fonéticas hablan al espíritu por medio del oído, sus obras se deslizan en
el tiempo, su principio es la sucesión, son artes más espirituales y subjetivas, en ellas
la belleza parece interior, son: música, arte que crea la belleza por medio del sonido, y
literatura, que la crea en virtud de la palabra en poesía o en narrativa.
Las artes del movimiento son las que se realizan simultáneamente en el tiempo y
en el espacio, llegan al espíritu como las plásticas, pero sus creaciones se desarrollan en
el tiempo como las fonéticas; las artes del movimiento comprenden la danza y el ballet,
que son la creación de belleza precisamente por el movimiento.
Las artes del gesto aspiran a crear belleza por medio de la expresión y los movi-
mientos, se comprenden dentro de éstas: el teatro en todas sus variantes (tragedia,
drama y comedia) y el cine, que es el arte que tiende a provocar emociones gracias a
una sucesión de imágenes proyectadas en la pantalla.
El primer paso en la sistematización de cualquier tipo de conocimientos está dado
por la clasificación de los objetos que comprende, ésta es una operación lógica que
122
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
dispone y ordena tales objetos en una serie de grupos, de acuerdo con un criterio pre-
viamente adoptado, de tal modo que todos los miembros de un mismo conjunto queden
identificados por una propiedad común y los miembros de los diferentes grupos queden
separados por una propiedad distinta. Así, la clasificación de las bellas artes tendrá que
agrupar a todos los objetos que se consideren como obras de arte, incorporándolos a
varios grupos, de acuerdo con el criterio previamente establecido. Este criterio atiende
a la categoría estética, en función de la cual se realiza cada obra de arte.
Sin embargo, a partir de entonces comienza un retorno a la concepción clásica del
arte como un hacer. Una manera de entender el arte como un aspecto creativo interior
y, por otra parte, la de valoración del aspecto ejecutivo, llegando a la exaltación de lo
realmente de puro oficio y reducir el arte a pura forma de artesanía. De esta forma se
vuelve a insistir en un cómo hacer arte, repitiéndose de este modo la historia. En cada
siglo el modo de concebir el arte, queda estructurado por las formas que el arte refleja,
el modo en que tanto la ciencia, o la cultura de dicha época ven la realidad. Para su
plasmación se buscan los medios y pautas más idóneas, remarcando aquellas que le son
más favorables en el momento.
Su definición bien puede quedar proclamada en un hacer, conocer y un expresar. Un
hacer no solamente con el afán de elaborar cosas, sino imprimiendo un carácter que, junto
con unas técnicas y procedimientos apropiados dan la conformidad de obra de arte, dife-
renciándolo así de otros trabajos manuales. Este conocimiento no solo de técnicas sino de
observación, contemplación, interiorización, como intimidad de una realidad que sale a la
luz por medio de la obra de arte. Esta expresión es la que da carácter propio a la obra, la
transmisión de unos sentimientos, unas realidades, de una creación dentro de la Creación.
Una metamorfosis de lo ya existente, que vuelve bajo la visión de una nueva recreación.
“La metamorfosis es la forma en que todo lo viviente evita el padecer. Y todos los em-
briagados de vida, aspiran a ser más y han soñado atravesar el mundo metamorfoseán-
dose. Anhelo que sea la clave de todas las ansias de evasión, hasta de la legítima que
se llama arte”213.
El artista mira lo que no ve: crea. La unión de formas, colores, materia, es una
unión prolífica. Crear con rapidez, gran secreto para crear lo vivo. En su embriaguez de
ver, un artista siente todo eso: por su parte acaricia con la mirada, los bellos frutos del
mundo sin desprenderlos. Un dibujante ofrece una de las instantáneas del destino hu-
mano. Ha sensibilizado el instante decisivo de la leyenda. La profundidad del tiempo se
duplica en una profundidad de los valores morales. Para entrar en los sueños del hombre
hay que ser humano. Hay que ser un antepasado, ser visto desde una perspectiva de
antepasados, trasponiendo apenas figuras, imágenes que están en nuestra memoria.
El artista devuelve al hombre a la grandeza de los orígenes. Se vuelve al reino de
la simplicidad. Es el triunfo de una psicología en este arte de captar toda una vida en
los instantes decisivos. Los instantes del destino. El universo es digno de ser trazado,
expresado. El tiempo es placentero, se está bien en un mundo placentero, armonioso.
La alegría de expresar es alegría de vivir. El hombre debe de reencontrar el Paraíso a
través de las obras del artista.
Revivir la soledad del artista ante su materia. Nada lo ayuda a sacar de las tinieblas
la historia de seres desaparecidos. No hay nada por copiar. Y todo está por crear. Se ve,
123
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
214
PUELLES ROMERO, L., Mirar al que mira. Abada editores. Madrid. 2011. p. 110.
124
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Tampoco la forma más perfecta está animada en sí misma por el espíritu, y necesita de
éste para ser obra de arte o símbolo artístico de la verdad. Solo así el objeto artístico
puede ser superior y de mayor belleza que el objeto natural. La obra de arte, posee in-
tención propia, hasta el punto de que el artificio bello es manifestación de la intención
que lo hace artístico. La obra de arte, más que bella desde algún punto de vista plástico,
debe de ser trasmisora del alma; más que permanecer autocontenida en la exhibición de
su perfección, la obra debe ser expresión del ánimo y suscitante de una cierta experiencia
en el alma de su receptor215.
215
Op.cit. p.117.
125
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Los conceptos y una preocupación por las teorías y por las ideas que a menudo pre-
cedían, condicionaban y predefinían la naturaleza del objeto artístico mismo (si no en un
sentido temporal al menos si en un sentido conceptual), empezaron a emerger gradual-
mente como los constituyentes fundamentales de la actividad artística. Los movimientos
y conceptos del arte moderno estuvieron cargados de intención, orientados a un fin, y
dirigidos y programados desde el mismo principio. Los movimientos del arte moderno
fueron esencialmente: “conceptuales” las obras de arte se consideran en términos de
los conceptos que ejemplifican217.
Lo que hoy se conoce como vanguardia artística, es el arte que exalta su muerte,
después de haber muerto y, que en ese extravío, es la sombra del ansia inextinguible
de otro mundo, porque no hay en la tierra ningún movimiento, ni el más adverso, ni el
más indiferente, que no se deba al sueño que la Tierra lleva en sí. El arte se encuentra
hoy en una etapa: denigrado, abandonado por el ánimo, casi pura materia negra, con
los movimientos convulsivos de un semi-muerto.
Los últimos siglos del arte constituyen un agudo desequilibrio, que contribuye nece-
sariamente al equilibrio total, que en consecuencia debe ser estimado en su negatividad
aislada, pero también en su aspecto positivo, tanto por el papel que cumple en el ciclo,
como por representar la persistencia de la necesidad de mediación que es la esencia de
lo humano.
“El artista pone en juego su vida real en el crisol de la metáfora, pero lo que sale de
ello no le pertenece, puesto que ha sido forjado por el relámpago de atracción que se
estableció a través de la persona del artista entre la Trascendencia inmanente, interna
en éste, y la trascendencia externa, absoluta. La obra es producto de un diálogo de Dios
con Dios a través del hombre. El arte a través de la metáfora, viene a cambiar todos los
lugares y criaturas del mundo, para que cada cosa viviente, al comprender que no es lo
que creía, pueda ser más, pueda ser cualquier otra cosa, todo lo que debe. El arte viene
a salvar el mundo”218.
A través del arte no solo se expresa y se conoce, sino que también se hace. Pero en
este hacer se inventa, se interpreta, se crea y se produce; ya que la obra que el artista
se propone ha de estar lograda, ha de ser bella, por su perfección.
El arte imita la naturaleza no solo copiando, imitando, interpretando sus formas,
sino desde el mismo origen. La semilla, la idea, la materia. Una obra debe nacer, y seguir
creciendo hasta el final. Aún así, no tiene por qué morir la obra. Aún en el caso de las
obras efímeras, éstas dejarán un rastro anímico en el artista, que las genera y da vida,
por haber estado dentro de él previamente y en la sociedad hacia la cual se ha proyec-
tado con éste o aquel mensaje, o tan solo el estético y del goce efímero, finito. Por eso
este proceso, es el culmen de la persona, personalidad y estilo de quien la ejecuta, en
este caso el artista.
216
STANGOS, N., Conceptos de arte moderno. Alianza/Forma. Madrid. 2006. p. 10.
217
Ibidem.
218
MURENA, H., La metáfora y lo sagrado. Editorial Alfa. España. 1984. p. 61.
126
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
127
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
¿Cómo llegar, a través del arte, a un encuentro con lo Sublime? Se tratará en los
siguientes apartados de valorar las vías de acceso para su consecución. ¿Será a través
de la ética, de la forma e interpretación de la misma, del concepto, de la libertad y de
la verdad, los vehículos y medios para llegar a lo Sublime?
Lo Sublime se apoya en objetos naturales pero aluden a algo que no es un objeto
natural y que está más bien dentro de cada persona, en cuanto ser racional220.
Siguiendo el curso histórico de la evolución de las vanguardias artísticas de nuestro si-
glo, se puede comprobar no solo cómo se ha llegado a un lenguaje abstracto, sino también
“desmaterializado”, “conceptual”, cumpliéndose de esta manera, al menos parcialmente,
la profecía hegeliana de la muerte del arte como triunfo del Espíritu Absoluto221.
Omar Calabrese, haciendo mención en su obra a
Cassirer, acerca de la noción del arte como creación
de formas simbólicas de lo que es el sentimiento de
la persona; destaca lo siguiente:
“Plantea el arte como “creación de formas sim-
bólicas del sentimiento humano”, que consiste en
una comunicación por símbolos no discursivos y
por lo tanto indivisibles, que solo harían referencia
a sí mismos y no a la realidad exterior, que es lo
contrario del lenguaje hablado, que funciona con
símbolos discursivos convencionales referidos al
mundo.”El arte es “presentativo pero no represen-
tativo”.
Respecto a Cassirer el complemento fundamental
es que, a su parecer, los símbolos repiten algunos
esquemas de la vida afectiva, ya que simbolizan
esencialmente aspectos del sentimiento”222.
Fig. 6. Pablo Picasso.
Por medio de los símbolos encontrados en la Cabeza de mujer.
abstracción, se puede acceder a esos sentimientos Dibujo preparatorio.
Chicago. Art Institute.
219
FAJARDO FAJARDO, C., op.cit. p. 3.
Pero el concepto de trabajo artístico como algo sublime se agota. Frente a la ética del sacrificio estético
aparece el relajamiento creativo. No interesa tanto el trabajo artístico como el consumo estetizado. Al artista
posmoderno no lo trasciende el ideal de “gracia” que imponga en su trabajo disciplinado. No. Su gracia está
en otra parte. Más ingrávido, volátil, libre de ataduras morales civilizatorias, el trabajo sobre y desde el arte
deja desear el único medio que le da prestigio y elevación ética. Fin de la idea de trabajo estético moderno.
Ahora pide más. Su goce lo encuentra en la glorificación de su artefacto artístico por el mercado. Lo subje-
tivo sublime se trasforma así en ganancia comercial individualizada….Al arte le espera otra dimensión de lo
sublime, otra idea de obtener placer en la pena, tal vez, el ya no sufrir por no alcanzar los bastos límites de
estos territorios.
220
Postmodernismo y educación X. La estética de lo sublime. http://www.etsit.upm.es/departamentos/
teat/personal/web-person/fmon/b_arte/a_fiche... p.7.
221
CALVO SERRALLER, FCO., Del futuro al pasado. Vanguardia y tradición en el arte español contempo-
ráneo. Alianza Forma. Madrid. 1990. p. 67.
222
CALABRESE, O., El lenguaje del arte. Paidós. Barcelona. 1987. p. 32.
128
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
internos del ser y a través de ellos llegar a admirar en la obra, aquello de sublime que
lo atrapa y emociona, para descubrir y hacer salir a la luz el potencial sublime que se
encuentra en su interior. Desde unos valores y ética personales, tanto de la obra que
se admira, como el momento contemplativo y de conexión con el espectador.
1.5.1. Arte-Ética
129
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“La filosofía del espíritu se dispone a advertir que tal personalidad se condensa toda
ella en la obra moral, la cual no tiene nada que ver con la obra de arte, porque mientras
aquélla, (la obra moral), representa una acción realizada por el artista, en cuanto hom-
bre; ésta (la obra de arte) se limita a expresar sus sueños y aspiraciones”223.
Acerca de lo que se entiende por ética, Bartolomé Ferrando declara en su artículo
“Sobre la ética en el arte de acción”:
Entiendo por ética un modo de obrar, una manera de actuar o de intervenir, que tiene
su compensación en esa misma manera de obrar o de actuar.
Toda ética se fundamenta en un saber, en un conocimiento, con el que la persona afianza
la puesta en marcha de una actividad o de un modo de obrar determinado.
Decir que una actividad es ética, implica, a mi parecer, que dicha actividad está en es-
trecha relación con el conocimiento y con el saber que uno tiene sobre el tema propio de
la actividad. Pero además, será ética, cuando esté en relación con lo que uno realmente
quiere o desea hacer.
Por eso, para afirmar que una actividad es ética, al conocimiento y al saber, habrá que
añadir la voluntad y el deseo de puesta en práctica de ese conocimiento y de ese saber.
Y esa voluntad y deseo de puesta en práctica estará marcada por la relación con el otro;
por la correlación con el otro, y de algún modo, por la aceptación y reciprocidad del otro.
De otro que no es un individuo, sino más bien una generalidad de individuos. La ética y
la estética, decía Rousseau, solo pueden nacer en sociedad.
Si lo decimos de otro modo, se puede afirmar que una actividad es ética, cuando existe
una correspondencia o correlación entre conocimiento y acción, mediatizada por el otro,
no individual. Y además, cuando dicha correlación o correspondencia es auténtica, es
decir, está en relación con lo que uno realmente vive y quiere o desea hacer. Pero esa
correlación no es fija. Está más bien en continuo cambio, como todo conocimiento o sa-
ber. Y así toda actividad ética, estará también en continuo cambio.
Pero, por otra parte, toda ética contiene y conserva, en gran medida, un elevado grado
de subjetividad.
Si toda ética se fundamenta en un saber y en un conocimiento determinado, habría que
afirmar que ese saber y ese conocimiento contienen un elevado grado de subjetividad.
Todo saber contiene un elevado grado de subjetividad porque, cuando una persona cree
en algo, y construye su saber en base a esa creencia, no fundamenta dicha creencia o lo
hace habitualmente de manera insuficiente.
Y así, al decir que un modo de obrar es ético, afirmamos, sin decirlo, que ese modo de
obrar contiene un elevado grado de subjetividad”224.
El artista, con una personalidad propia, saca a la luz a través de la obra, sus propias
ideas morales y ello hace delimitar el ámbito de dichas obras. La ética de cada artista es
un principio irrenunciable en la persona, negarla sería caer en un teórico e inexistente
neutralismo. Si no hay arte amoral –sin ideas éticas– tampoco habrá una interpretación
ajena a la moral. Solo de este modo se evitan los escollos del moralismo y del esteti-
cismo. Hay obras que se aprecian como logradas, pero que dan respuesta a un ideal de
vida y una visión del mundo que no se puede aceptar.
223
BLANCO SARTO, P., op.cit. pp.163, 164.
224
BARTOLOMÉ, F., Sobre la ética en el arte de acción. performancelogia.blogspot.com/2007/11/sobre-
la-tica-en-el-arte-de-accin.html
130
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Cuando se designan al lenguaje, al mito y al arte como “formas simbólicas”, esta ex-
presión parece presuponer que todas ellas, como modalidades espirituales de configu-
ración, se remontan a un último estrato de lo real que en ellas solo se vislumbra como
a través de un medio extraño. Parece que nosotros solo podemos captar esa realidad
en la peculiaridad de esas formas; sin embargo, esto implica que ella no solo se revela,
sino también se oculta en ellas. Las mismas formas fundamentales que dan al mundo
del espíritu su determinación, su sello, su carácter, aparecen por otra parte como otras
tantas refracciones que experimenta el ser, en sí mismo unitario y homogéneo, en cuanto
el “sujeto” lo aprehende y asimila225.
Puesto que el orden externo representa tan a menudo al orden interno o funcional,
la forma regular no debe ser evaluada por sí misma, esto es, separadamente de su
relación con la organización que expresa. La forma puede ser totalmente regular y no
obstante engañosa, porque su estructura no corresponde al orden que representa226.
Lo que hoy llamamos el sentido de la forma, es decir, la capacidad de dotar a los
objetos visibles de propiedades tales como claridad, unidad, armonía, equilibrio, ade-
cuación o pertinencia; porque estas virtudes las ejercita con naturalidad un ser humano
cuando construye un barco, hace un vestido o una figura de arcilla, marca un ritmo o
canta una melodía. Pero precisamente fue en la época de Leonardo cuando este don
225
CASSIRER, E., Filosofía de las formas simbólicas. T.III. Fondo de Cultura Económica. México. 1976.
p. 12.
226
ARNHEIM, R., Hacia una psicología del arte. Arte y entropía. Alianza Forma. Madrid. 1988. p. 336.
131
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
natural de la forma comenzó a sufrir un extraño trastorno, creado por una civilización
que iba a reemplazar la percepción por la medida, la invención por la copia, las imágenes
por los conceptos intelectuales, y las apariencias por las fuerzas abstractas227.
“La forma puede existir independientemente como representación del objeto (real, o
no-real) o como delimitación puramente abstracta de un espacio o de una superficie.
La forma misma, aún cuando es completamente abstracta y se parece a una forma
geométrica, posee su sonido interno, es un ente espiritual con propiedades idénticas a
esa forma. Toda forma tiene un contenido interno. La forma pues, es la expresión del
contenido interno” 228.
Pero, a pesar de toda la diversidad que ofrece la forma, nunca supera los límites
externos, es decir: La forma, como delimitación, tiene por objetivo recortar sobre un
plano, por medio de esa delimitación, un objeto material, y así dibujar este objeto sobre
el plano. La forma permanece abstracta, es decir, no define un objeto real, sino que es
una entidad totalmente abstracta.
“La elección del objeto (elemento con-sonante en la armonía de las formas), por lo tanto,
debe basarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana. En-
tonces la elección del objeto también nace del principio de la necesidad interior. Cuanto
más descubierto esté el sentimiento abstracto de la forma, más primitivo y puro sonará.
La intuición debe ser el único juez, guía armonizador de toda traducción o integración de
la forma puramente abstracta”229.
227
Op.cit. p. 18.
Arte y abstracción parecen incompatibles si los dos conceptos se toman en su sentido más ampliamente
aceptado. Se dice que el artista ofrece representaciones de casos concretos, individuales, y la abstracción
suele definirse como una operación que extrae elementos o componentes comunes a cierto número de casos
particulares y los presenta como una nueva suma o configuración. Además suele afirmarse que la abstracción
es un proceso intelectual que elabora preceptos mecánicamente registrados, mientras que el proceso artístico
no tiene nada que ver con el pensamiento; se basa en: la percepción, la intuición, el sentimiento, etc. p.35.
228
KANDINSKY, W., De lo espiritual en el arte. Barral. Barcelona. 1977. p. 61.
229
Op. cit., p. 68.
132
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“El hombre no hubiera podido comprender el largo camino de descubrir las cosas, edifi-
car ciudades, y leyes sin la mediación de los dioses, puras formas en que la naturaleza
se ha hecho transparente, ha accedido por fin a mostrarse en la única forma en que el
hombre la necesita en este primer paso: en forma de imágenes. Pues la visión directa
de lo que llamamos “naturaleza” no ha podido darse originalmente, antes de producirse
una liberación del terror sagrado en que la naturaleza, sin manifestarse lo envuelve. Era
necesaria esta primera forma de desvelación que es la imagen, primera forma en que la
realidad– ambigua, escondida, inagotable– se hace presente.”230
Existen objetos perceptivos como las formas espaciales, melodías, estructuras rítmi-
cas, que no se reducen a una suma de formas, es decir, como relaciones estructuradas,
como algo diseñado a una suma de datos y de sensaciones. Se pueden distinguir dos
tipos de objetos:
Estas formas fundamentales de la comprensión del mundo son formaciones simbóli-
cas, como por ejemplo el mito, el arte, el lenguaje o incluso el conocimiento. La persona
es quien plasma el mundo con la actividad simbólica, o se crea y fabrica mundos de ex-
periencias: el mito y el arte, el lenguaje y la ciencia son improntas que tienden a realizar
el ser, direcciones de la vida humana, formas típicas del obrar humano. Estas formas
simbólicas producen formas y sentido, estructuran el modo de ver el mundo, crean mun-
dos de significados, organizan la experiencia. El hombre produce los símbolos.
El mito, el lenguaje, el arte, la religión, forman parte de ese universo, son los hilos
que constituyen el tejido simbólico, la enmarañada trama de la experiencia humana. El
hombre está rodeado de símbolos y ya no puede conocer nada si no es a través de esta
medición artificial. El hombre vive entre emociones suscitadas por la imaginación, entre
temores y esperanzas, entre ilusiones y desilusiones, entre fantasías y sueños.
Este hacer formas de una manera creativa e inventiva se encuentra en todas las
actividades humanas, pero en una obra de arte se encuentra de una forma pura. Solo el
arte es arte. Formar por formar. Todas las actividades pueden ser estéticas si logran la
forma esperada y buscada, una idea hermosa, una forma bella; pero solo el arte puede
lograr formas artísticas, obras de arte en sentido estricto. Una obra de arte surge solo
cuando se hace un uso intencionadamente estético y específicamente artístico buscando
la belleza y la perfección deseadas.
La forma es una estructura que tiene vida propia, que se basta a sí misma y que es
independiente, es un ser vivo y su vida está gobernada desde dentro. La forma es orga-
nismo. Organismo total que supone un orden y armonía y que posee una ley interna, la
cual establece el orden y la proporción.
La forma es finita que contiene un infinito, algo cerrado en sí mismo que se abre al
mundo para reflejar y mostrar ese otro mundo que lleva dentro. La obra de arte es una
obra que enseña y que invita a ser imitada. La forma surge, se manifiesta y hace surgir
nuevas formas. Se recrea. Es organismo que recorre un camino hacia la perfección. Una
perfección que llama estética, belleza. Cuando logra esto ha llegado a su culmen, a su
fin. Es universal en su singularidad con un valor eterno con una armonía autónoma,
independiente y perfecta. ¿La belleza es el final de la obra?
Precisamente la obra de arte o forma artística, vive o ha de vivir por sí misma, una
realidad primera y absoluta; algo que se hace único en su género. Bien por iniciativa
133
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
propia o rememorando tiempos pasados. Pero rehechos nuevamente con una factura
diferente. Consiguiendo una presencia real, tomada y vivida en el presente. Es así y
para ello está, para servir de medio de conocimiento, de comunicación y de expresión.
Medio de difusión de sensaciones, sentimientos, a través de imágenes y formas variadas
conjugadas de diversas maneras y situaciones o posiciones. Elaboración esta dinámica
de una realidad presente, nueva.
La obra una vez ejecutada, vive por sí misma, pero necesita ser disfrutada, con-
templada, vivida. Se rompe así el vínculo existente hasta entonces con el artista. Es
una existencia viviente que exige ser vivida ahora y siempre. ¿Qué es lo que ha llegado,
sino todos estos seres, formas vivas, las que ahora se disfruta como verdaderas obras
de arte elaboradas en un momento específico? Al fin y al cabo se vive de esta cultura,
de las culturas y su testamento. No muere ahí, sino que sirve de inspiración y modelo a
otros artistas. La forma bella y perfecta inspira al artista y le mueve a imitarla o tomar
referencia de la misma. Surge el diálogo con la forma y su formalidad y posibilidades
abiertas a la transformación de una realidad nueva, diferente.
La forma es la estructura, la disposición del objeto o de aquellos elementos suyos
que determinan su belleza estructural. La gracia del objeto proviene más bien de ele-
mentos dinámicos suyos, siendo el más interesante la expresión. Es un elemento ideal,
inteligible, racional. Su concepción es eminentemente abstracta. Su constitución consiste
en la disposición y relación de parte de una especie de arquitectura mental. La forma
estética es la organización objetiva de cada uno de los elementos que se manifiestan en
el interior de una obra de arte, como algo que sugiere y es concorde consigo misma.
Cuando este conjunto complace al observador, se considera bella y en ello consiste
su belleza. La forma es bella cuando es como idea y perfección del ser. Está, no en la
materia, sino en la forma, la cual es, desde el orden del sentimiento y en la naturaleza
intelectual, hasta hacer arte en el introducir una forma en la materia, con lo cual se
produce belleza en ella.
Para que una forma armónica sea bella y produzca belleza, se necesita el encanto
y éste está implícito en ella, en cuanto surge de una gracia especial que llena la forma
de luz, de vida, y hace vibrar en la contemplación. Así irradia y expande belleza y por
lo tanto trasmite. Es la perfección dentro de una existencia sensible y con significado.
La perfección en su gratuidad. La expresión aporta el elemento dinámico. Cuando las
formas carecen de algo, entonces no irradian tanta belleza. Pero sobre toda gracia ex-
presiva, la expresión se da en el movimiento.
El reino de la belleza constituye un ámbito muy heterogéneo, con sonidos, movi-
miento, forma, color, naturaleza, arte, referido a captar todo a través de la inteligen-
cia y la sensibilidad. La inteligencia capta los aspectos formales, y la sensibilidad, lo
expresivo.
De hecho, el símbolo es un gran efecto estético y artístico, con un carácter fuerte-
mente expresivo, pero también representativo. El uso estético del símbolo demuestra
pues, que lo bello participa tanto del conocimiento como del sentimiento.
La Estética clásica definía la belleza por sus elementos formales y objetivos por medio
del ritmo, simetría, proporción de cada una de las partes; la estética moderna se fija más
en la cualidad expresiva. Se debe considerar ambos elementos que la constituyen.
Las formas se rigen por unos rasgos expresivos para la consecución de su belle-
za. Se pueden clasificar en estos apartados y clasificación, según conceptos de valores
134
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
135
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
231
KOZULIN, A., La psicología de Vygotski. Alianza Editorial. Madrid. 2001. p. 114.
136
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
sigue engendrándose y traduciéndose cada vez de nuevo. Se disuelve en otra cosa hacia
adelante y hacia atrás.
¿Qué mayor libertad, que la que dispone el hombre para construir su propia histo-
ria? Puede disponer, en la medida en la que los tiempos en los que le toca vivir, le per-
miten gozar de esa libertad. Es por ello que el artista ha de sentirse plenamente libre en
su creatividad. Ésta encuentra el equilibrio propio cuando el interior de la persona está
sensibilizado y vivo. María Zambrano nos muestra una hermosa descripción de ello.
232
RAHNER, K., op.cit. pp.123, 124.
233
ZAMBRANO, M., Obras Reunidas.op.cit. p. 315.
234
Op.cit. p. 327.
235
ARNELIESE MEIS., “La persona como singularidad concreta en la obra de Hans Urs von Baltasar”.
cursos.puc.d/cursos/teo05101/material/doc.s/Barth-y-Balthasar.pdf.
236
No tanto una realidad, sino un sentimiento y un hacer de determinada manera. Sentirse libres y
liberados desde un potencial inmerso en cada uno de nosotros, de algo Sublime que no se sabe cómo, ni por
137
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“La libertad del artista entra en diálogo con algo que la trasciende, la norma en base a
la cual la obra crece como organismo rigurosamente constituido. La libertad se alía con
la ley interior de la obra de arte y, al mismo tiempo que la sigue fielmente, la libertad
inventa y aplica dicha ley. Lo que antes era una ley externa al artista e interior a la obra
de arte, éste la asume y la interioriza, sin por esto perder nada de su libertad”237.
qué, pero si por la necesidad de la creación o renovación acerca de otros tiempos, que pudieron ser mejores
o peores. Nunca se sabrá, pues la experiencia es de cada cual, de cada cultura y del instante.
237
BLANCO SARTO, P., op.cit. p.150.
138
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Con esto se llega a una concepción espiritual del arte. El ideal estético está en huir
de las bellezas sensibles y elevarse a la belleza perfecta, la contemplación se dirige di-
rectamente a la belleza divina, prescindiendo de las bellezas mundanas.
El arte es el dominio de lo irracional el único que queda a los hombres en un mundo
abrumado por el reino de la razón. Este irracional existir también en el arte figurativo,
donde el objeto es el puente que permite al artista entrar en la pintura pura, pero tiene
mucha más libertad en el arte abstracto, donde la supresión del objeto libera y multiplica
infinitamente los medios de expresión.
“El arte está subordinado a las leyes cósmicas reveladas por la intuición del artista. Por
consiguiente es imposible fundar un juicio artístico en base a índices exteriores (forma-
les). Cada época tiene un contenido espiritual que le es propio. Para aportar un elemento
de valor al arte, el pintor debe expresar pues el contenido espiritual de su época –o de
la época futura– que será necesariamente diferente de las que ya existen. Pero este
contenido nuevo debe ser expresado por formas “convincentes”238.
238
KANDINSKY, W., La gramática de la creación. El futuro de la pintura. Paidós. Barcelona. 1987. pp.
139,140.
239
Kandinsky hoy en día es uno de los impulsores y más importantes artistas del abstractismo, siendo
reconocido principalmente por su característica principal, el color, que está presente en todas y cada una de
sus obras desde sus comienzos hasta sus finales.
A pesar de ser un artista abstracto destaca sobre manera en sus obras una simbología propia, como
por ejemplo el uso del triángulo, que alude a la vida espiritual de la humanidad, y es que para Kandinsky, el
artista tiene la misión de dirigir a otros a la parte superior a través de su talento, lo que muestra lo ortodoxo
de su persona.
Esta religiosidad se observa por otra parte en los colores de su paleta, que producen un efecto pura-
mente físico en el ojo, encantado por la belleza de los colores, lo que provoca una impresión de alegría. Pero
este efecto puede ser mucho más profundo y provocar una emoción y una vibración del alma, lo que es un
efecto puramente espiritual.
139
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
de todo aquello que entraña la mera experiencia expresiva, entonces surge la tarea de
retrotraernos de ellos a las funciones en que están basados esos productos. Habíamos
encontrado que el sentido y la dirección básica de la función expresiva pura podían ser
captados con la máxima claridad y seguridad si se partía del mundo del mito240.
La obra de arte ha sido o ha llegado a ser como una especie de autobiografía del
artista. El arte, al haber sido separado de la actividad general de producir cosas para el
uso, material o espiritual, del hombre, ha venido a significar la proyección en una forma
visible de los sentimientos o reacciones de la personalidad dotada del artista, y especial-
mente de aquellas individualidades más particularmente dotadas a las que se considera
inspiradas o que se califica de genios.
El resultado del interés moderno por la abstracción como tal y, a parte cuestiones de
contenido y comunicabilidad, ha sido en efecto el eliminar la reconocibilidad en el arte,
pero apenas se ha modificado su finalidad todavía esencialmente representativa. Se han
desarrollado simbolismos personales que no se basan en ninguna correspondencia natu-
ral entre las cosas y sus principios, sino más bien en asociaciones personales de ideas.
Tal vez ese abstraccionismo conlleva como en sus orígenes a la búsqueda de algo
Supremo, viendo en sus símbolos el origen primigenio de las cosas. Evitando toda dis-
tracción por excesos representativos y detallados. Si se dice que el arte no comunica
ideas, sino que como el resto del arte contemporáneo solo sirve para provocar reaccio-
nes. ¿Hacia dónde conducen estas reacciones?
El objeto del arte es, pues, revelar una belleza que gusta o que puede enseñar a
gustar; el objeto del arte es proporcionar placer, la obra de arte como fuente de placer
es su propia razón de ser242.
La forma no es ni el mero complemento del contenido ni se produce sencillamente
de éste, y el contenido no es de ningún modo substrato puro, el portador invariable de
la forma. Ni el contenido de una obra, ni su forma existen listos de antemano, son el re-
sultado, divisible únicamente en teoría, de un proceso prácticamente unitario. La forma
240
CASSIRER, E., Filosofía de… T.III.op.cit. p.131.
241
ZAMBRANO, M., Obras Reunidas. op.cit. p.32.
242
En el arte es dialéctica sobre todo la relación forma-contenido y en verdad no solo porque el cambio
de un elemento produce el cambio del otro, sino también son inimaginables el uno sin el otro y no se puede
decir lo que es forma sin saber lo que se forma y que se forma algo. La obra es vehículo y producto de la
acción mutua entre las formas variables de expresión y el contenido de vivencias, renovador, diferenciador y
profundizador.
140
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
¿Se puede encontrar un simbolismo nuevo y firme, tan ajustado a los sentimien-
tos de la gente como lo ha sido el de los artistas medievales y del Renacimiento? Los
artistas, en una época en que los significados han perdido su fijeza, necesitan buscar
símbolos concretos que otros han encontrado antes que nosotros e intentar que encajen
con nuestro sentimiento.
El símbolo es un ser u objeto que representa un concepto abstracto, invisible, por
alguna semejanza o correspondencia. El perro, símbolo de fidelidad; la balanza de la
justicia; el cetro de autoridad; ramo de olivo, la paz. Se puede decir que un símbolo
es una realidad (persona o cosa) que acerca a otra realidad más profunda; viendo algo
material hace llevar a un concepto no material.
En su obra María Bolaños, asegura que:
“La vanguardia creció a resguardo del bacilo melancólico, de épocas pasadas; que su
rebeldía contra la herencia agobiante de la tradición desmiente la menor sospecha de
nostalgia; que su tarjeta de visita habla de un optimismo desbordante, de ausencia de
vacilación, de un narcisismo ilimitado, de diversas euforias que se avienen mal, todas
ellas, con la idea melancólica del arte como creación enfrascada en sí misma” 245.
243
CASSIRER, E., Filosofía de… T.III. op.cit. p. 133.
244
BELL, J., ¿Qué es pintura? Representación y arte moderno. Galaxia. Gutemberg. Círculo de Lectores.
1998. p. 242.
245
BOLAÑOS, M., Pasajes de la melancolía. Junta de Castilla y León. Conserjería de Cultura. 1996. pp.
17,18.
141
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
246
La melancolía pervive en muchas de las conciencias como la mejor respuesta interior al espíritu de
crisis e inseguridad, pero también de la ambición, con que se avistan los nuevos tiempos. Experiencia inse-
parable de cierto “sentimiento doloroso de la modernidad”. La melancolía, complejidad mental del siglo. Siglo
de vértigo, exaltación, ironía, furor creativo. Lo melancólico se convierte en el estado de ánimo poético de los
modernos.
El vínculo existente entre conciencia melancólica y espíritu creativo, o genio creador, constituye una de
las tradiciones más densas de nuestra cultura occidental. Abarca manifestaciones viscerales de los clásicos,
pasando por las vaguedades románticas y metafísicas.
Durante siglos, la imaginación colectiva se aferró a la convicción de que el furor de la melancolía era algo
real, una dolencia que actúa tanto sobre el cuerpo como sobre la mente. En el s. XIX se acepta como una idea,
un delirio que el enfermo que la padece, es la víctima de una figuración imaginaria, que él mismo se forma
acerca de sí y de lo demás circundante.
247
Op.cit. p.19.
248
MOSZYNSKA, A., El arte abstracto. Ediciones Destino. S.A.Barcelona. 1996. p. 11.
142
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Rehacer el camino del arte exige, por lo tanto, un rehacerse así mismo caminando
entre el yo del artista y las disciplinas a las cuales debe de obedecer. Crear en el idioma
que habla el arte, hablar en el propio nombre y favorecer toda una génesis llena de ro-
turas, cambios bruscos e instituir una relación conmovida con el propio lenguaje.
La obra es algo que reside en la cabeza y manda sobre el resto. Algo que se resiste
porque la fuerza de lo que crea carece de nombre propio. Es lo que difiere en cada uno
de los autores. Ese interior específico del que brotará toda génesis de la obra con sus
significados y significantes. Tal vez la obra, al ser proyectada, emane unos estímulos que
suscitan en el espectador sentimientos y sensaciones que se desean favorables para el
medio y la sociedad en la que está inserto.
Quizás por ello encontró Mondrian con su obra ese espacio para lo divino, por me-
dio de una geometría espiritual de ese universo existente. Con la desaparición de los
elementos se deja ese espacio a lo divino, un transitar de la voluntad y el ánimo a por
la nada y el todo al mismo tiempo. Un encuentro con lo Sublime bajo la introspección
individual de cada sujeto dentro de sí.
La vanguardia intenta sobrevivir al lastre de la cultura y la historia y lo hace con
despreocupación y con expectante curiosidad. Se unifica con un mundo que siente el
vacío y donde las acciones humanas tienen un significado desconocido sabiendo que se
está en un fluir de cambios que van y regresan sin dar pie al cuando. El artista moder-
no debe empezar a reconocer que incluso él mismo forma parte de un material que ni
siquiera se da cuenta de dónde empieza y dónde termina lo que le rodea, reabsorbe o
le arroja a ese vacío interior para la creación.
Cuando éste, en lugar de conformarse con la
búsqueda de la verdad, su conciencia se obstina en
alcanzar el saber absoluto de una manera compul-
siva e intransigente, “lo uno, lo claro, lo intacto”,
entonces en ese momento se percata de que el con-
tenido de la existencia es insondable, que lo esen-
cial se le hurta para presentarse como un momento,
un conjunto de insignificancias. Y se ve reducido a
tratar con el elemento, con el signo incompleto. Se
desinteresa de las polémicas doctrinales, de los idea-
les sublimes, de los discursos retóricos. A cambio
encuentra cosas donde nadie las busca. El espíritu
artístico se refugia en formas inorgánicas y acerca
Fig. 9. Mondrian.Composición con
lo individual del mundo exterior y lo arranca del
azul y amarillo... 1929.
acaecer, lo sustrae del objeto para su reconversión
Óleo sobre lienzo 52 x 52 cm.
en un nuevo contexto para una nueva lectura. Museo Boymans-van Beuningen.
Ver es comprender. La mirada humana es la Rótterdam.
ventana a la cual se asoma el ánimo del ser. Su-
gestiones ontológicas, asociaciones líricas, inter-
cambios alegóricos, energías cargadas de simbolismos, es la puerta de las influencias,
el principal atributo del hombre, el refugio de la inteligencia, de su interior. De ahí la
importancia de cuanto recorre el mirar y de cada uno de los mensajes trasmitidos.
Por medio de la representación de conceptos, bien como símbolos, metáforas o con
una identificación clara de lo real; puede el artista introducir al receptor, a través de la
143
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
obra que contempla, en ese interior sublime. Meterse de lleno en el núcleo del arte por el
arte. En su base y fundamento de ser en cuanto es y quiere transmitir. Medio, vehículo
y canal de comunicación tanto a nivel personal como colectivo-social.
El mayor esplendor del arte surge de la mayor humildad espiritual y a ello se con-
duce. Lo efímero alcanza aquí su plenitud porque ha aceptado hasta el final su condición
y la eleva en alabanza de la eternidad en que se refleja. El arte, al entregarse al relativo
materialismo de lo estético, indica que su autonomía ha tenido el precio de perder el
contacto directo con lo Sublime. Aunque produzca obras bellas, éstas se hallan viciadas
por la idea de solo mostrarse a sí mismas. Se vive en los tiempos en los que ha sido
dado vivir. Pero pretender tener una visión de lo que sigue sucediendo, en los orígenes
puros suele hacer reflexionar, en su alegría que no se ignora. ¿Es la melancolía la madre
del arte? A esta pregunta Murena responde:
“Para que la melancolía pueda asumir ese papel respecto a las artes en general es nece-
sario que se trate no de “la negra bilis” en su acepción sensible, psíquica, porque quedaría
excluido todo lo que no fuese estrictamente romántico. Nos hallamos ante una melancolía
fundamental antológica, que en forma incidental puede ser lírica. Esa melancolía es la
nostalgia de la criatura por algo perdido o nunca alcanzado, nostalgia por un mundo que
falta de modo irremediable, si no fuera así la herida por la que emana la poesía podría
restañar, aunque esa nostalgia se exprese en relación a objetivos mundanos alcanzables,
éstos no son nunca más que ocasiones tomadas para expresar la nostalgia fundamental
respecto a lo imposible, porque la esencia del arte es nostalgia por el Otro mundo” 249.
249
MURENA. H.A., La metáfora y lo sagrado. Editorial Alfa. España. 1984. p. 25.
250
HAUSER, A., Sociología del arte. Guadarrama. Madrid. 1975. p.204.
144
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El arte, se trata de una mimesis, una imitación de cosas fenoménicas, que son a su
vez una imitación de los eternos paradigmas de las ideas. El arte se convierte en copia
de una copia, apariencia de una apariencia, con lo que la verdad se debilita hasta que
desaparecen, las recrea de acuerdo con una nueva dimensión.
La creación artística tiene, dentro de la Creación, su lugar y aún su lugar central,
pues al fin, el acto de la creación es un acto estético, de dar forma. Lo que hay en el
centro de esta metafísica, como ya se ve nada más acercarse a ella, es la acción. La
acción que arranca de la voluntad y acaba en el acto de dar forma. La noción de arte
no es que vaya a ser admitida, sino que será central, definitiva en alguna forma de es-
ta metafísica de la creación. El acto creador por antonomasia, en el que se muestra la
identidad de lo que aparecía separado por un abismo: el espíritu y la naturaleza. El arte
lejos de ser forjador de sombras y fantasmas es la revelación de la verdad más pura, es
la manifestación de lo Absoluto. De lo Sublime.
251
KANDINSKY, W., La gramática de la creación. El futuro de la pintura. Paidós. Barcelona. 1987.
p.153.
145
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El arte, en esta concepción, cumple con una función que es parte de la creación
divina misma. Las formas del arte son copia directa, rebelión inmediata de las ideas
divinas, de las ideas que han actuado en la creación.
Así pues, la vida estética, precisamente gracias a esa movilidad que Platón conside-
raba peligrosa para el hombre y que con una frecuente sensatez intentó restringir dentro
de ciertos límites, se ha convertido en el instrumento más importante para la educación
y el único para la liberación. Libera al hombre de las cadenas de su aislamiento y se
252
ZAMBRANO, M., Filosofía y poesía. Fondo de cultura económica. Madrid. 1993. pp.78, 79.
253
GADAMER, H. G., La actualidad … op.cit. p.74.
254
WIND, E., La elocuencia de los símbolos. Alianza Forma. Madrid.1993. p.41.
En el décimo libro de la República, Platón nos remite y afirma que como el arte imita a la apariencia, está
alejado tres grados de la verdad, pues copia una copia.
146
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
255
Op..cit. p. 53.
147
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
es un relato que nos muestra una manera esencial del ser, de la realidad más intima
de las cosas, y en ese sentido narra lo que ha sucedido verdaderamente. La poesía, el
arte y la literatura son formas expresivas del mito en la cultura occidental. No obstante
su fuerza metafísica y mágica irrumpe, quebrando las cadenas de la conceptualización
occidental.
Las ideas se convierten en verdaderas, en la medida en que ayudan a obtener una
relación satisfactoria con las demás partes de nuestra experiencia, resumiéndolas por
medio de esquemas conceptuales. Una idea es verdadera cuando permite avanzar y lle-
va de una parte a otra de la experiencia, enlazando las cosas de un modo satisfactorio,
actuando con seguridad, simplificando y economizando esfuerzos. Una idea se convier-
te en verdadera, los acontecimientos la vuelven verdadera. Su verdad es de hecho un
acontecimiento256.
El artista en cierta forma es el representante de la sociedad en la que está arraiga-
do, son su producto, tanto si siguen sus indicaciones como si se oponen. La configuración
ideológica de las creaciones culturales no se realiza, en absoluto, como complemento o
corrección de actitudes y realizaciones.
Cada época se justifica ante la historia por el encuentro de una verdad que alcanza
claridad en ella. ¿Cuál será la verdad? ¿Cuál su manifestación? Las verdades tienen sus pre-
cursores que han pagado en alguna cárcel de olvido el delito de haber visto desde lejos.
Zambrano sitúa al ser ante la realidad de una verdad. Verdad real o tal vez ideal;
en la que se vive; pero también de la realidad propia de cada individuo y por lo tanto
la búsqueda de la misma a través de la propia vida. ¿Cuál es el grado de verdad que se
necesita reconocer? La respuesta la encuentra cada uno dentro de sí. Por lo tanto ¿qué
verdad necesita la persona ante una obra de arte y desde allí cual será su verdad inter-
pretativa? ¿Dónde encontrar la seguridad de esa verdad?
“La revelación a la que sentimos estar asistiendo en los tiempos que corremos, es la del
hombre en su vida, revelación que sale de la filosofía con lo cual la filosofía misma se
nos revela”257.
“La vida humana reclama siempre ser transformada, estar continuamente convirtiéndose
en contacto con ciertas verdades. Verdades que no pueden ser ofrecidas sin persuasión,
pues su esencia no es ser conocidas, sino ser aceptadas. Y cuando la vida humana no
capta dentro de sí cierto grado de verdad operante y transformadora, queda sola y en
rebeldía y cualquier conocimiento que adquiera no le bastará”258.
“La “verdad” no es ninguna idea y no está tampoco relacionada con las ideas de la razón,
porque las condiciones trascendentales de objetividad de la experiencia deben explicar
al mismo tiempo la verdad de los juicios de la experiencia”259.
256
REALE, G., VV.AA., Historia del...T. III.op.cit. p. 440.
257
ZAMBRANO, M., Ámbitos literarios. Ántropos. Ministerio Cultura. Barcelona. 1989. p. 21.
258
Op.cit. p. 23.
259
HABERMAS, J., Acción comunicativa y razón sin trascendencia. Paidós Studio.Barcelona. 2002.
p.28.
148
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“¿Qué es la verdad que debe acontecer en semejante devenir como algo creado?
La verdad es no-verdad. En la no-ocultación como verdad, está a la vez el otro
“no” de un doble impedimento. La verdad está en cuanto tal en la contraposición
del alumbramiento y las dos clases de ocultación. La verdad sólo puede ser lo
que es mientras ella misma se instala en lo así patente”261.
260
BLANCO SARTO, P.,op.cit. p.274.
261
HEIDEGGER, M., Arte y poesía. Fondo de cultura económica. 1958. México. p. 96.
262
Ibidem.
149
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
De modo que la reproducción que supone para una obra de arte el ser representa-
da, no es una segunda creación detrás de la primera, sino que solo ella trae la obra de
arte a su propio aparecer. Lo mismo ocurre con toda interpretación. La interpretación
es reproducción creadora del sentido inteligible; es aquello que se hace lenguaje; pues
solo es lenguaje lo que el interlocutor entiende.
La verdadera obra de arte, según Kandinsky,
“…nace misteriosamente del artista por vía mística. Separada de él, adquiere vida propia,
se convierte en una personalidad, un sujeto independiente que respira individualmente y
que tiene una vida personal, material, real. No es pues un fenómeno indiferente y casual
que permanece diferente en el mundo espiritual, sino que posee como todo ente fuerzas
activas y creativas”263.
“Si el artista es sacerdote de la belleza, ésta debe ser buscada según el principio del valor
interior. La belleza solo puede medirse por el rasero de la grandeza y de la necesidad
interior”264.
263
KANDINSKY, W., La gramática…op.cit. p.113.
264
Op.cit. p. 116.
150
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
deben ser realizadas. Estas se han revelado claramente en el arte no-figurativo. Hoy
se está cansado de los dogmas del pasado y de verdades aceptadas en su época pero
descartadas en seguida. Cada vez se comprende más la relatividad de todas las cosas,
y por lo tanto se tiende a rechazar la idea de las leyes fijas, de una sola verdad. Esto es
muy comprensible, pero no lleva a una visión profunda. Pues hay leyes «hechas», leyes
«descubiertas», pero también leyes-verdades en todos los tiempos. Éstas están más o
menos ocultas en la realidad que rodea al ser humano, y no cambian.
No solo la ciencia, sino también el arte, muestran que la realidad, al principio incom-
prensible, se revela gradualmente por las relaciones mutuas que son inherentes a las
cosas. La ciencia pura y el arte puro, desinteresado y libre, pueden llevar la delantera en
el reconocimiento de las leyes basadas en estas relaciones. Un gran científico ha dicho
recientemente que la ciencia pura alcanza resultados prácticos para la humanidad. En
forma similar puede decirse que el arte puro, aunque parezca abstracto, puede tener
utilidad directa para la vida.
El arte enseña que también hay verdades constantes en lo que respecta a las for-
mas. Esta expresión objetiva puede aparecer modificada ante el punto de vista subjeti-
vo, pero no por eso es menos verdadera. Lo redondo es siempre redondo y lo cuadrado
es siempre cuadrado. Estos hechos tan simples a menudo parecen ser olvidados en el
arte. Muchos tratan de alcanzar un mismo fin por distintos medios. En arte plástico,
esto es una imposibilidad, puesto que es necesario elegir medios constructivos que se
identifiquen totalmente con aquello que se expresar.
El arte nos hace comprender que hay leyes fijas que gobiernan y señalan el uso de ele-
mentos constructivos, de la composición y de las relaciones inherentes entre sí. Estas
leyes pueden considerarse subsidiarias a la ley fundamental de equivalencia que crea el
equilibrio dinámico y revela el verdadero contenido de la realidad265.
A lo largo de la historia del Arte, se ha ido generando una estructura, unos intereses
y unas proyecciones tanto de la obra, la sociedad, como del artista que la ejecuta. Aten-
diendo a esos intereses personales y a unas vivencias interiores, esa obra va generando
unos impulsos vivos y activos en el espectador.
La evolución del arte hace que vayan cambiando las formas, los conceptos, las es-
tructuras y los intereses. Hubo un momento, una época que lo habitual, lo real, pasó a
un segundo plano cobrando mayor interés factores como el color, la forma, sin ataduras,
es decir, la expresión y manifestación de un mundo interior del artista.
Rompedores de la cadena del arte, fueron Kandinsky, Klee, Mondrian, Rothko.
Son nuevas visiones y nuevos universos por descubrir, y quizás entender desde una
espiritualidad, o llámese un interior dispuesto con unas sensibilidades especiales,
diferentes.
No se trata de un estudio biográfico de estas personalidades, más bien, si una pues-
ta en situación del ambiente en el que cada uno de los artistas realizaba sus análisis y
estudios en un planteamiento, desde su interior, unas veces plástico o teórico-plástico
en otras. En un cambio en el que sus personalidades fueron y son referencia para otros
emisores de sentimientos plásticos, valorando desde la veracidad de su obra y con la
libertad de expresión.
265
MONDRIAN, P., Arte plástico y arte plástico puro. Coyocán. 2007. p. 20.
151
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Esto lleva a comprender, si cabe, algo mejor las estructuras que rigen el arte abs-
tracto, tan desechado en algunas ocasiones. Desde el conocimiento de unos elementos
formales como base de una estructura plástica basada en determinadas formaciones
lineales, de color y espaciales, generando mundos ilusorios, fantásticos o de crítica.
En primer lugar se partirá de las condiciones personales, sociales en los que el ar-
tista participaba, para posteriormente ver lo que afectó en la disposición de su obra y
las consecuencias que ello tuvo.
El artista ha de intentar transformar la situación reconociendo su deber frente al
arte y frente a sí mismo, y considerarse no como señor de la situación, sino como servi-
dor de designios más altos cuyos deberes son precisos, grandes y sagrados. El artista se
debe “educar” y ahondar en su propia alma, cuidarla y desarrollarla para que su talento
externo tenga algo que vestir. El artista debe tener algo que decir porque su deber no
es dominar la forma sino adecuarla a un contenido266.
266
GONZÁLEZ SERRANO, C.J., El artista como portador de un deber. p. 2. File://F/kan/el-artista-como-
portador-de-un.
267
MOSZYNSKA, A., El arte abstracto. Destino. 1996. Barcelona. Thames and Hudson. p.43.
268
Op.cit. p.45.
269
Op.cit. p.46.
152
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
una “necesidad interior”, está su vida, una vida llena de viajes, estudios, encuentros,
prolífica inspiración, una vida que rezuma honradez, gusto por el trabajo bien hecho y
un afán de pedagogía que merece, sin duda alguna nuestra atención. Podrá no gustarnos
su obra pero conociendo al personaje y sus ideas quizás empecemos a mirar, a ver este
arte con otros ojos, con otra emoción, con otra sensibilidad270.
270
CUBAS, M.T., Kandinsky, creador del arte abstracto. file://F:kan/kand/kandinski-creador-arte-abs-
tracto. p. 1.
153
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Sus pinturas de los primeros años del siglo son paisajes ejecutados con espátula, en
un principio sombríos, para luego adquirir una intensidad casi fauve; también pinta te-
mas fantásticos basados en tradiciones rusas o en la Edad Media alemana; este período
está marcado por la experimentación técnica, en particular, en el uso del temple sobre
un papel oscuro, para dar una impresión de superficie transparente, iluminada desde
atrás. La consistencia tonal del claroscuro enfatiza el esquema borrando la distinción
entre las figuras y el fondo, resultando una composición casi abstracta271.
Su obra “De lo espiritual en el Arte” es un manifiesto sobre la abstracción, publicado
en 1912, y que influiría enormemente en toda la pintura europea posterior. Fue profesor
de la Academia de Bellas Artes de Moscú entre 1918 y 1921, y entre 1922 y 1933 de la
Bauhaus en Dessau, Alemania.
Para Kandinsky el legado recibido del s. XIX es la edificación de muros. Muros entre
el arte y otros campos. Lo que él propone es un mirar más allá, dotando al arte de un
interior desde las formas y propuestas. Así justifica su interés por la espiritualidad que
versa del arte y manifestación artística.
Los comienzos de una nueva síntesis están marcados por el retorno a los elementos
y la evaluación de su fuerza o tensión. “En el s XX, comienzo de una nueva síntesis…,
comienzo del empleo de los elementos. Evaluación cada vez más consciente de los ele-
mentos, portadores de fuerzas intrínsecas, de tensiones”. Por tanto, por la forma hacia
el contenido.
Se trata del tránsito de un periodo materialista a un periodo espiritualista “materia
considerada como portadora de una fuerza interior y su expresión =nuevo juicio. La
forma solo es importante y significativa vista desde este ángulo”272.
Va más lejos que el expresionismo, que el cubismo, que el futurismo. Y no se trata
a su modo de ver ni de una tentativa ni de una experiencia sin futuro, sino de una ne-
cesidad de la época que compromete el arte en toda su globalidad273.
Desde 1920 sus composiciones comenzaron a mostrar diseños geométricos carac-
terizados por su claridad y elegancia274.
“Un hombre capaz de mover montañas”, con estas palabras describe Franz Marc a su
amigo y artista Vassily Kandinsky que, con sus ideas sobre un nuevo lenguaje pic-
tórico, revolucionaría el arte de nuestro siglo. Como creador de la pintura abstracta,
Kandinsky liberó al arte de su función tradicional, ofrecer un reflejo de la realidad
visible275.
271
http://es.wikipedia.org/wiki/Wassily_Kandinski
272
KANDINSKY, W., Cursos de la Bauhaus. Alianza Forma. Madrid. 1987. p. 12.
273
ARTE S. XX. 1900-1919. Salvat. Estella, Navarra, 1993. p.126.
274
KANDINSKY W., un (h) ombre abstracto14 marzo 2011 por Javi.
E:\assily-kandinsky-un-nhombre-abstracto.htm
275
BECKS-MALORNY, U., Kandinsky. Taschen.Madrid.2007. p.7.
Si bien a comienzos de este siglo algunos pintores ya habían experimentado con la disolución del ob-
jeto en el cuadro y habían convertido los colores y las formas en instrumentos expresivos con valor propio,
Kandinsky fue el que experimentó de forma más consecuente con los elementos abstractos. Dedicó su vida
al desarrollo de la pintura hacia la abstracción aunque su obra creativa siempre estuvo acompañada por re-
flexiones y juicios teóricos.
154
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
276
DIETMAR, E., Expresionismo. Tachen. 2007. Madrid. p.139.
277
Op.cit. p. 140.
Sus pinceladas contiguas y paralelas no se convierten paulatinamente en formas amplias, firmes y com-
pactas. Más bien coloca las líneas siempre con diferente densidad y consistencia; a veces dejan ver el lienzo
a través de la pintura, en otras por el contrario aplica el color en forma de una densa alfombra, Intentaba con
esto que la técnica fuera leal al motivo en cuestión lo que se nota claramente cuando basado en sus recuerdos
retoma los motivos folklóricos de su patria. Se aproxima estéticamente al arte popular ruso desistiendo de las
pinceladas largas y su dinamismo y aplicando el color de manera puntillista.
155
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Kandinsky fue alimentándose de las tendencias del momento (el colorido, la lumi-
nosidad, el ritmo libre que le cautivó) y en sus experiencias con las forma y el color, fue
buscando también unos caminos afines a sus obras teóricas. Partiendo de pinceladas
claramente impresionistas, como en La Calleja Grün en Murnau, (1909), en la que se
perciben algunas casas y la vista de una calle. Estos elementos son el pretexto para el
juego de contrastes de brillante colorido, reduciendo las formas y las pinceladas que
se han convertido en amplias superficies. El motivo, las paredes, puertas y ventanas
de las casas determinan y fijan todavía las áreas de color, pero ya no se trata del color
278
Op.cit. p.146.
279
Op.cit. p. 147.
280
MOSZYNSKA, A., op.cit. p.46.
281
Ibidem.
156
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Tras su primera acuarela abstracta (1910), va jugando con las abreviaciones for-
males (1914). Se libera de las connotaciones ornamentales y combina forma y color
siguiendo su mencionada necesidad interior. Así desarrolla una creatividad libre. Así el
mismo Kandinsky subdivide su obra dependiendo del grado de abstracción. Teniendo
presente modelos naturalistas en Las Impresiones en calidad de abreviaturas formales.
Las Improvisaciones creaciones espontáneas que tienen como función captar el mundo
interior y transmitirlo en la obra. En su madurez, Las Composiciones, en ellas largos pro-
cesos de realización con dibujos preparatorios, acuarelas, bosquejos al óleo de detalles
de la obra final. Estas de gran formato.
Sus obras van perdiendo los nexos figurativos en el momento en el que desiste de
sus característicos arcos, los cuales, aún en las composiciones más abstractas, mante-
nían latente el recuerdo de paisajes montañosos283.
Línea y superficie, son en las obras más maduras los medios compositivos inde-
pendientes el uno del otro para conformar en el cuadro una obra estética. El carácter
expresivo y enérgico de sus cuadros se hace así cada vez más espiritual y meditabundo.
(1913). En 1917 su pintura se dirige más hacia una autonomía y configuración geomé-
trica. Tanto sus formulaciones teóricas como su propia obra influyeron en sus contem-
poráneos y no han perdido su vigencia hasta hoy.
A través de la simplicidad de la forma, quitando todo aditamento ornamental y
propio, Kandinsky defiende la extracción del interior espiritual del hombre a través de
la obra realizada y percibida. La persona como emisor, en el caso del artista y receptor
en aquel momento en el que se recibe los estímulos que la misma evoca en cada uno
que la observa.
282
CIRLOT, L., Las claves de las vanguardias artísticas en el s. XX. Planeta Madrid.1991. p.42.
Al analizar la trayectoria de Kandinsky deben advertirse dos periodos netamente distintos, como son el
que cubre desde 1910 hasta 1921 y desde esta fecha hasta 1944, año de su fallecimiento. La primea etapa
se halla plenamente vinculada a su labor teórica contenida en uno de sus escritos principales de ese momen-
to. De lo espiritual en el arte, mientras que la segunda gira en torno a las teorías de otra obra suya. Punto
y línea sobre el plano. Si en sus escritos iníciales se pueden rastrear conceptos muy subjetivos relativos a la
conexión entre la pintura y la música y como resultado de ello una serie de pinturas enormemente creativas,
en los textos de la época en que trabajaba como profesor en la Escuela de la Bauhaus se advierte un triunfo
pleno del racionalismo. Surgen, ligadas al factor racional, gran cantidad de obras de claro rigor geométrico.
En ellas se conjugan equilibradamente puntos de configuraciones, tamaños y colores diversos con elementos
lineales de diferentes características.
283
Op.cit. p.151.
157
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“El primer encuentro con un nuevo fenómeno produce de inmediato una impresión
en el espíritu. Es la experiencia del niño que descubre el mundo, todo es nuevo para
él”284.
284
HERSCHEL, B. CHIPP., Teoría del arte contemporáneo. Fuentes artísticas y opiniones críticas. Akal.
S.A. Madrid. 1995. pp. 169,170.
Solo con un mayor desarrollo se amplía el círculo de la experiencia con diferentes seres y objetos solo al
llegar al punto máximo de su desarrollo adquieren un desarrollo interior y un eco profundo Igual ocurre con
el color, que produce una impresión momentánea y superficial en un espíritu cuya sensibilidad se halle poco
desarrollada. Pero incluso este elemental efecto varía en cualidad. Pero para un espíritu más sensible el efecto
causado por los colores es más profundo e intensamente conmovedor. Llegamos así al efecto psicológico que
producen los colores, creando una vibración espiritual, la impresión física tiene importancia porque constituye
un paso hacia esa vibración espiritual.
285
Op.cit. p. 172.
286
F:\LO SUBLIME EN LA ABSTRACCIÓN\kan\kand\de-lo-espiritual-en-el-arte-de-w.html
158
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
una intensa relación intelectual y amorosa hasta 1914 que le llevará a separarse de su
primera mujer287.
Entre 1906 y 1908 viaja por Europa en compañía de Münter y expone en los Salones
de Otoño y de los Independientes en París, donde conoce el fauvismo y el cubismo.
“La influencia del color fauve se advierte en los cuadros que pinta en Murnau en
1908 y 1909. En ese año funda la Nueva Asociación de Artistas de Munich, conocida por
sus siglas en alemán NKVM con Jawlensky, Kubin y Münter entre otros, al tiempo que
empieza a fraguarse el entramado ideológico que desembocará en la abstracción: se
interesa por la teosofía y las ciencias ocultas a través de los escritos de Rudolf Steiner
y Helena Blavatsky, muy populares entonces en los círculos culturales europeos; inicia,
por otra parte, su amistad con Arnold Schonberg, creador de la música dodecafónica,
con lo que toman cuerpo sus ideas sobre la sinestesia y la consustancialidad de música
y pintura, y las exposiciones de la NKVM acogen obras de algunos de los pintores mo-
dernos más importantes de París, como Picasso, Derain, Braque o Vlaminck.
287
Ibidem.
288
Op.cit. p.3.
159
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
En 1913 una obra suya se presenta en el Armory Show de Nueva York y, al estallar
la Primera Guerra Mundial, vuelve a Rusia, instalándose en Moscú, hasta 1921. Walter
Gropius le ofrece formar parte del claustro de la Bauhaus, donde dirigirá el Taller de
Pintura Decorativa y el curso de iniciación desde 1922 a 1933. Allí se reencontró con
su amigo Paul Klee, y junto con él, Jawlensky y Feininger formarán Los Cuatro Azules.
Durante estos años la obra de Kandinsky se disciplina; al color se añade la geometría
y la interacción de la forma, y su pintura se aprovecha de las múltiples tendencias que
coinciden en distintos momentos en la Bauhaus.
Se instala en Neully, cerca de París, en 1933,el último tramo de su obra se produce
en tranquilidad, pero ante la incomprensión de la crítica; hay que destacar aquí el apoyo
de su galerista, Jeanne Bucher, que le organizó incluso exposiciones semiclandestinas
durante la ocupación alemana. Sus últimas obras se alejan de la geometría de la Bau-
haus, optando por formas orgánicas y biomórficas.
Muerto en 1944, no pudo ver su definitiva consagración tras el triunfo de la abs-
tracción289.
Estudio para Composición II o Cuadro con arqueros son cuadros todavía figurativos,
en los que el tema parece disolverse cada vez más en una vorágine de formas coloreadas
al estilo fauve, y atestiguan el estado de la carrera de Kandinsky durante estos años.
Sus pinturas de los primeros años del siglo son paisajes ejecutados con espátula, en
un principio sombríos, para luego adquirir una intensidad casi fauve, también pinta te-
mas fantásticos basados en tradiciones rusas o en la Edad Media alemana, este periodo
está marcado por la experimentación técnica, en particular, en el uso del temple sobre
289
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160
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
un papel oscuro, para dar una impresión de superficie transparente, iluminada desde
atrás. La consistencia tonal del claroscuro enfatiza el esquema borrando la distinción
entre las figuras y el fondo, resultando una composición casi abstracta.
El desarrollo de Kandinsky hacia la abstracción encuentra su justificación teórica en
Abstracción y empatía de Wilhem Worringer, que se había publicado en 1908. Worringer
argumenta que la jerarquía de valores al uso, basada en las leyes del Renacimiento,
no es válida para considerar el arte de otras culturas, muchos artistas crean desde la
realidad pero con un impulso abstracto, que hace que las últimas tendencias del arte se
den en sociedades menos materialistas.
La aportación de Kandinsky no se circunscribe únicamente a su obra, sino que debe
tenerse siempre presente tanto su tarea docente como sus textos para comprender el
gran alcance de su influencia en el arte del siglo XX. Tendencias posteriores a la Segunda
Guerra Mundial, como el Informalismo, deben mucho a la labor kandinskyana dentro
del ámbito de la no figuración. El Suprematismo es otra de las principales tendencias
abstractas que dominan la segunda década del siglo290.
En la época en que Kandinsky perteneció al grupo Der Blaue Reiter coexisten obras
figurativas y obras abstractas. Los principios ideológicos que rigen estas últimas se ha-
llan claramente expuestos en su obra teórica De lo Espiritual en el arte. Los colores son
los protagonistas absolutos en sus composiciones abstractas y la noción de ritmo, de
cómo se interrelacionan, caracteriza ese quehacer tan dotado de libertad291.
Toda creación de arte es gestada por su tiempo y, muchas veces, gesta nuestras propias
sensaciones. Hay otro tipo de igualdad exterior de las formas artísticas, que tiene su
fundamento en una gran necesidad, la igualdad de la aspiración espiritual de todo un
medio moral-espiritual, la orientación hacia fines que, aunque fueron perseguidos un
tiempo, fueron más tarde olvidados. Es decir, el mismo sentir interior de toda una época
puede llevar, lógicamente, a la utilización de formas que sirvieron positivamente a idén-
ticos fines en un periodo anterior. De esta manera se explica parte de nuestra simpatía,
nuestra comprensión y nuestros lazos espirituales con los artistas primitivos.Ellos eran
artistas puros como nosotros que solo deseaban representar en sus obras lo esencial:
renunciaron a lo ocasional espontáneamente292.
290
CIRLOT, L., Las claves de las vanguardias artísticas del s. XX. Planeta. Madrid. 1991. p.43.
291
Op.cit. p. 42.
292
File:// “Lo Sublime en la abstracción”. Sobre lo espiritual en el arte. Parte I. Vassily Kandinsky.
p.1.kan/kand<7ensayo.htm.
161
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
293
BECKS-MALORRY, U., Vassili Kandinsky.1866-1944. En camino hacia la abstracción. Taschen.Madrid.
2007. p. 24.
294
DIEZMAR, ELGER., op.cit. p.144.
162
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“De lo Espiritual en el Arte”: ...“A medida que se desarrolla el ser humano, se amplía el
círculo de las cualidades que encierran en sí diferentes objetos y seres. Cuando se alcanza
un alto grado de desarrollo de la sensibilidad, los objetos y los seres adquieren un valor
interior y, finalmente un sonido interior. Lo mismo sucede con el color, que provoca solo
un efecto superficial cuando el grado de sensibilidad no es muy alto; el efecto desaparece
al finalizar el estímulo. Pero también a este nivel el efecto simple tiene diverso matiz. Los
colores claros atraen el ojo con intensidad y fuerza y es mayor aún en los colores claros
y cálidos: el bermellón atrae y excita como la llama, que el hombre siempre contempla
163
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
ávidamente. El estridente amarillo limón duele a la vista más que el tono alto de una
trompeta al oído. El ojo se inquieta, no puede fijar la mirada y busca profundidad y calma
en el azul o el verde. Cuando la sensibilidad está más desarrollada, este efecto elemental
trae consigo otro más profundo, que provoca una conmoción emocional. En tal caso ob-
tendremos el (…) efecto psicológico producido por éste. Aquí aparece la fuerza psicológica
del color, que provoca una vibración anímica. La fuerza física elemental es la vía por la
que el color llega al alma”……”La calidad acústica de los colores es tan concreta, que a
nadie se le ocurriría reproducir la impresión que produce el amarillo claro sobre las teclas
bajas del piano, o describir el barniz de granza oscuro como una voz de soprano..”…”En
general el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es
la tecla. El ojo el macillo. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano
que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana. La armonía
de los colores debe basarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma
humana. Llamaremos a ésta base, principio de la necesidad interior“295.
295
KANDINSKY, W., Cursos de… op.cit. p.56.
296
BECKS-MALORRY, U., op.cit. p.32.
297
G:\TS\kandinsky\kandinskyc.htmtoria pictórica.
164
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
298
KANDINSKY, W., Cursos de…op.cit. p.62.
165
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Se sigue viendo los caballos, los jinetes, las aves y los barcos. Las parejas de aman-
tes siguen allí, aunque no se manifiestan con los contornos que las definen. Son lo que
aparecen pero a la vez, siguen siéndolo en su desvanecer. El color negro, no aparece
más como algo a ocultar, o como algo que incomoda: termina por integrarse en el con-
junto, pero lúdicamente.
En las primeras grandes obras de Kandinsky se siente que se ve lo que él siente
y piensa de la realidad. Con el tiempo, la observación distante del pintor desaparece y
se queda uno frente a su pura subjetividad, al punto que el sentido de las formas son
“reveladas”.
Reflexiona sobre las relaciones entre el espíritu y la actividad artística, relaciones
que constituyen el núcleo de la abstracción, de la cual es iniciador Kandinsky desde que,
realizara una acuarela compuesta únicamente por trazos y manchas de color299.
Kandinsky valora dos conceptos, lo exterior e interior como formadores de una to-
talidad y así lo describe en su obra Punto y línea sobre el plano:
Todos los fenómenos se pueden experimentar de dos modos. Estos dos modos no son
arbitrarios, sino que van ligados al fenómeno y está determinado por la naturaleza del
mismo o por dos de sus propiedades: Exterioridad-interioridad300.
299
ARTE S.XX. op.cit. p. 141.
300
KANDINSKY, W., Punto y línea sobre el plano. Contribución al análisis de los elementos pictóricos.
Paidós Estética. Barcelona. 1996. p.15.
Del mismo modo, la obra de arte, se refleja en la superficie de la conciencia. Pero permanece más allá
de la superficie y, una vez terminado el estímulo, desaparece sin dejar rastros.
“Dos elementos constituyen la obra de arte: el elemento interior y el elemento exterior. El primero for-
mado aparte, es la emoción del alma del artista. Esa emoción posee la capacidad de suscitar una emoción
fundamentalmente análoga en el alma del espectador. Mientras el alma esté ligada al cuerpo, normalmente no
puede entrar en vibración sino por medio del sentimiento. Este es pues el puente que conduce de lo inmaterial
a lo material (el artista) y de lo material a lo inmaterial (el espectador).Emoción-sentimiento-obra-sentimien-
to-emoción. La forma es la expresión material del contenido abstracto.” “La pintura como arte puro (1913)”.
Del catálogo de la exposición: Kandinsky. Origen de la Abstracción. Fundación Juan March.2003/2004. p.84.
166
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El fin esencial para Kandinsky era llegar a una gramática del color: donde el color
pudiera expresar propiedades anteriormente indicadas por objetos301.
Con el paso del siglo, no obstante, el color se convirtió en un problema principal en el
avance hacia la abstracción e incitó la búsqueda de, entre otras cosas, leyes (de pintura)
basadas en la transparencia del color, que puede compararse con los tonos musicales”302.
En cuanto a su teoría del color, el artista amplió sus nociones sobre los contrastes,
sin dejar de lado sus cualidades sinestésicas. Al combinar la teoría del color con la for-
ma, Kandinsky aspiraba a demostrar que formas particulares corresponden a colores
particulares. El círculo, el triángulo y el cuadrado se apareaban con los tres colores pri-
marios, azul, amarillo y rojo, respectivamente. El propósito último fue crear armonías y
disonancias visuales mediante el más elemental de los medios. En tanto que conservaba
una creencia en la expresividad emocional, en ese momento no obstante reconocía la
necesidad del control intelectual303.
Se ve entonces como, junto al análisis de las cualidades intrínsecas de cada color,
de tipo introspectivo, psicológico y fenomenológico, típico de De lo espiritual en el arte,
Kandinsky avanza en sus años en la Bauhaus en el estudio más detallado de la relación
de los colores entre sí. En este sentido, puede afirmar –gestálticamente– que el valor
de los colores se modifica de acuerdo a relaciones de cercanía con otros colores. Así, se
ve como el amarillo, junto al azul o al negro, se ve más claro, más grande y más frío; o
que el azul, acompañado de amarillo o blanco, se torna más oscuro, pequeño y cálido.
Los ejercicios que como profesor daba a sus alumnos estaban estrictamente formu-
lados, con posibilidades limitadas pero vías de solución infinitas. Con dichos ejercicios
prácticos, pretendía que el alumno se apropiara creativamente de lo postulado por la
teoría. Sin embargo, los esfuerzos de Kandinsky para establecer bases racionales en la
enseñanza del proceso creativo no siempre daban resultado.
El siguiente extracto de los apuntes de un participante de sus clases, es una mues-
tra representativa tanto del tipo de ejercicios que ideaba Kandinsky, como de los efectos
que podían generar en sus alumnos:
“Kandinsky nos ha mandado un auténtico trabajo de vacaciones, pero esto no es
malo. Un cuadrado, 30 x 30 cm, debe ser dividido en rectángulos de 5 x 10 cm. En cuan-
to a los colores, se deben utilizar 3 primarios, 3 secundarios y 3 neutros (negro, blanco,
gris), dejándote a ti la distribución de los rectángulos coloreados, pero solamente hori-
zontal y vertical, no diagonal. Tú dispones con qué frecuencia utilizas cada color, pero
cada uno debe estar presente al menos una vez. El trabajo entonces es:
301
MOSZYNSKA, A., op.cit. p.27.
302
Op.cit. p.39.
303
Op.cit. p.99.
167
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
1) Resaltar el centro.
2) Igualar por arriba y por abajo.
En la última clase no dijo mucho nuevo, sólo algo sobre las tensiones en el cuadra-
do, yo no entendí esto del todo, pero creo que tampoco es importante”304.
Lo que aquel alumno no sabía es que las tensiones en el cuadrado sí era algo im-
portante para Kandinsky. La dificultad del maestro para transmitir sus teorías, radica
en que “aquella clasificación de formas y colores básicos, tal como él la enseñaba, se
basaba más en valoraciones subjetivas que en leyes fijadas objetivamente.” La suya es
una teoría indiscutible de la creación, fundamentada sobre todo a partir de su propia
experiencia.
Su teoría de las formas se edificó a partir de elementos básicos como el punto y la
línea, y de las tres formas básicas que surgen de estos elementos: círculo, triángulo y
cuadrado. Su explicación se inicia con el punto, que es la unidad mínima de su teoría del
lenguaje, y de allí deriva que la composición más sencilla es la que presenta un punto
dentro de un cuadrado. Aquí las tensiones entre punto y plano se encuentran en perfecto
equilibrio.
Del punto, Kandinsky deriva sus consideraciones sobre la línea, entendida como
“huella del movimiento del punto”. En su sistema analítico, clasifica las líneas en rectas,
quebradas y curvas; y dentro de las rectas distingue la horizontal, la vertical y la diago-
nal como formas básicas a partir de las cuales se derivan las demás.
Como ya lo había hecho con los colores, otorga a cada una de ellas un valor: la ho-
rizontal es “fría”, la vertical “caliente”, la diagonal una mezcla de ambas (“fría-caliente”).
Valores análogos de tensión y temperatura reparte entre los tipos de líneas quebradas,
de acuerdo a su ángulo, sean éstos agudos (45º, mayor tensión y más calidez), rectos
(90º, más equilibrado y frío) u obtuso (135º, el más frío de los tres). Con estos axiomas
establecidos, Kandinsky podía entonces avanzar en el tema central de Punto y línea
sobre el plano, que es la correspondencia entre formas y colores. El concepto central,
una vez más, para dar unidad y coherencia a sus postulados, es el de “temperatura”. A
partir de correspondencias entre las temperaturas de cada color y cada forma, el autor
perfecciona su búsqueda de una gramática visual.
Equipara la línea horizontal al color negro (cercano al azul), y la vertical al blanco
(cercano al amarillo). Al frío-calor de las líneas diagonales, le adjudica el color rojo, que
en su teoría del color había localizado en medio del azul (frío) y el amarillo (cálido). En
el caso de las quebradas, la acutángula está “interiormente coloreada” de amarillo; la
obtusángula de azul, y la rectángula, en medio de las otras dos, de rojo (en medio de los
dos colores previos). Finalmente, las formas básicas se asocian de la siguiente manera:
el triángulo al ángulo agudo, el cuadrado al ángulo recto, el círculo al ángulo obtuso. La
correspondencia básica entre líneas, formas y colores, queda de este modo establecida
de la siguiente manera:
304
Kandinsky, W., Cursos de...op.cit. p.23.
168
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
169
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
su teoría gramatical. Allí la única figura son los círculos, que se superponen sobre un
fondo negro-azulado; y nos dicen que si bien estas tonalidades son las preferidas por
Kandinsky para dichas formas geométricas, esto es sólo un postulado que permite ju-
gar con colores y tamaños de los círculos, para lograr el equilibrio armónico. El artista
no pinta todos los círculos de azul, como podrían sugerir algunos malentendidos de la
época, sino que distribuye los tonos más fríos (azules, violetas, negros) en las figuras
más grandes, mientras que la “desviación” consistente en círculos pintados con colores
cálidos (amarillos, rojos) se reserva para los de menor tamaño.
De la época de Weimar, Composición VIII (1923), es su obra más importante. Aquí
el vocabulario geométrico combina los elementos básicos, como el círculo, el semicírculo,
y las líneas angulares, rectas y curvas; y en menor medida triángulos y cuadrados. Las
aureolas que rodean algunos de los círculos trabajan el tipo de contraste muy elaborado
teóricamente en sus escritos (círculo azul con aureola amarilla, y viceversa) generando
espacios en conflicto que se refuerzan con la orientación de las líneas; en un trabajo de
carácter eminentemente intelectual.
En 1925, la Bauhaus escapa de Weimar a causa de los ataques de la ascendente
ultraderecha nazi. La segunda fase, en Dessau, comenzó en condiciones mucho más favo-
rables, en parte gracias nuevo edificio de la escuela, una obra maestra de la arquitectura
de vanguardia de los años 20, que alojó no solo aulas, sino también a los hogares de los
maestros. Las familias Klee y Kandinsky compartieron una de estas casas. El ambiente
era más que propicio para la creación artística. De estos años convulsionados, los cuadros
más importantes de Kandinsky fueron: En azul (1925) y Amarillo-rojo-azul (1925).
En sus años en Dessau, Kandinsky pudo además experimentar con sus antiguas ideas
sobre el parentesco entre música y la pintura, decorando con formas y juegos de luces
y colores espectáculos musicales. En los últimos años de la Bauhaus, Kandinsky acentuó
con renovada fuerza el papel de la intuición dentro de la creación artística; pero la escuela
se orientaba cada vez más hacia el diseño y la arquitectura, bajo la tutela del funcionalis-
mo. Este incipiente desvío de rumbo fue abordado por Kandinsky con una curiosa ironía,
como se aprecia en los cuadros Caprichos (1930), en donde se ve una barca o misteriosa
nave, navegando sobre motivos africanos; o Pisos (1929), en el cual se muestran distin-
tos objetos ordenados en una estructura arquitectónica rígidamente simétrica, quizás un
comentario crítico sobre la nueva tendencia funcionalista adoptada por la Bauhaus.
Sutilezas semejantes hicieron que Kandinsky, y también su amigo Klee, fueran acu-
sados de “elitistas” por el resto de los integrantes de la Bauhaus, que profundizaban su
rechazo al esteticismo en pro de un mayor compromiso social. A finales de 1930, asume
como director el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, quien ante los ataques de la de-
recha decide “desideologizar” la Bauhaus, que se convierte en una escuela puramente
de arquitectura, cada vez más lejos de las ideas fundadoras de Gropius o del propio
Kandinsky. En abril de 1933, la Gestapo cerró la escuela definitivamente; y muchos
maestros y estudiantes emigraron a Estados Unidos305.
“Todo tiene su envoltura y su meollo, apariencia y esencia, máscara y verdad. Que al-
cancemos sólo la envoltura en vez de la esencia de las cosas, que su máscara nos ciegue
de tal forma que nos impida hallar la verdad, ¿en qué medida ello influye en la claridad
interior de las cosas?… ¿Qué es lo que esperamos del arte abstracto?Es la tentativa de
hacer hablar al mismo mundo en vez de a nuestra alma excitada por la imagen del mun-
305
G:\TS\kandinsky\kandinskyf\EspecialKandinsky-Cap4.html
170
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
do… Nosotros tenemos la experiencia milenaria de que las cosas son más mudas cuanto
más claramente les ponemos delante el espejo óptico de su apariencia fenoménica. La
apariencia es siempre chata, pero alejadla, alejadla completamente de vuestro espíritu–
imaginad que ni vosotros ni vuestra imagen existen– y el mundo permanece en su au-
téntica forma, y los artistas intuimos esta forma. Un demonio nos concede ver entre las
grietas del mundo y nos conduce en sueños detrás de su variopinto escenario”306.
306
CASTAÑO GRACIA J.Á,. Forma y expresión en kandinsky. G:\TS\kandinsky\kandinskyf\Forma-y-Ex-
presion-en-Kandinsky.htm
307
HERSCEL, B.CHIPP., op.cit. p. 173.
171
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El paisaje vibra bajo la presión de los colores. Los contornos negros comprimen las
cosas sin llegar a contenerlas completamente. El cuadro, atravesado por largas pincela-
das, captura el momento exacto que precede al salto. Llegados a este punto preciso, el
caballo se dispone a brincar308.
En el momento de elegir, y sin renunciar a la actividad musical, Klee opta por las
artes plásticas y se inscribe en la Academia de Munich, en 1898; rechazado, se prepara
en una escuela particular y entra en la Academia, en el otoño de 1900, como alumno del
entonces célebre pintor Franz von Stuck.
Sin embargo, no pasa más que un año en la Academia. Y de octubre de 1901 a mayo
de 1902 recorre Italia, donde descubre la luz natural del sol y, con ella, la verdad del co-
lor. En Berna, en 1905, termina los once aguafuertes de Invenciones, y entre ese año y el
siguiente realiza sus cincuenta pinturas sobre vidrio que son en definitiva, otra modalidad
del grabado. En 1906, se casa con la pianista Lily Stumpf y se establece en Munich.
En su visita relámpago a París, en 1905, ha tomado contacto con el Impresionismo,
pero en una segunda estancia, en 1912, se pone al día con los artistas modernos (Picas-
so, Braque, Matisse, Derain, Vlamnick, Delaunay). Dos años antes, 1910, ha realizado
su primera exposición en Berna, con 56 dibujos, aguafuertes, acuarelas, reiterada en
Munich, en 1911.
Poco después, también en Munich, participa de la segunda y última muestra del
grupo Der Blaue Reiter (“El jinete azul”), en 1912, junto a los fundadores Kandinsky y
Franz Marc, y a August Macke, Alexei von Jawlensky, Picasso, Braque, Malevic, Larionov
y Vlaminick, entre otros.
308
Barbe-Gall, F., Comprender los símbolos en la pintura. Lunwerg. p.133.
172
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
La gran revelación, sin embargo será la de Kairuan, en 1914, tres meses antes del
estallido de la Guerra Mundial. Klee es convocado a filas, en 1916, pero no sale de Ale-
mania, y lo desmovilizan a fines de 1918. Dos años más tarde, en 1920, en la Galería
Golz de Munich, presenta al definitivo pintor Paul Klee, con 362 obras.
En adelante, la vida del artista será calma pero sus trabajos han de crecer a lo largo
de una evolución constante y una búsqueda paciente, recóndita, ensimismada, fértil,
maravillosa.
Sus cuadros no pueden catalogarse como representaciones del mundo visual corriente.
Asimismo, por lo general no pueden tampoco juzgarse como meras composiciones for-
males, aunque algunos de ellos resultan perfectamente aceptables para el purista estéti-
co. Su mensaje va dirigido en primer lugar al sentimiento, a la imaginación subjetiva. Por
este motivo, se le ha comparado con los dibujos que realizan los niños pequeños cuando
se hallan en esa edad en la que dibujan de un modo espontáneo, obedeciendo más a
impulsos intuitivos que a la observación. La obra de Klee sugiere a veces las pinturas y
ornamentos del hombre primitivo: las tallas paleolíticas en hueso, los dibujos esquima-
les, las pinturas de los bosquimanos y los pictogramas de los indios de Norteamérica.El
mismo Klee ha trazado en ocasiones dibujos “automáticos”con cierto éxito309.
309
ALFRED H. BARR., La definición del arte moderno. Alianza Forma.Madrid. 1989. p.177.
310
GLUSBERG, J., Director del museo de Bellas Artes de Argentina en su presentación de la exposición
de Paul Klee.1970.
311
Jorge Glusberg comenta de Paul Klee: Así escribió Paul Klee en su Diario, el jueves 16 de abril de
1914, en Kairuan, la sacra ciudad islámica de Tunicia. Acababa de cumplir treinta y cuatro años, y hacía una
década de su entrada formal en el mundo del arte, con la serie de aguafuertes que llamó Invenciones (1905).
173
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Pero no se sabía ni se sentía pintor, a pesar de haberse lanzado a este oficio, de manera sistemática, desde
1907; el sol africano terminará, en la ardiente primavera del 14, por convertirlo en lo que ansiaba ser.
312
ESTEBAN. J., Temakel. F:\LO SUBLIME EN LA ABSTRACCIÓN\klee\kle\pklee.htm
El artista imita la creatividad de la naturaleza. De esta forma, nos aproximamos nuevamente a la per-
cepción del arte como la erupción de un poder trascendente. Entonces, escuchemos a Klee cuando nos dice:
¿Qué artista no querría habitar allí donde el órgano central del tiempo y del espacio –no importa si se
llama cerebro o corazón– determina todas las funciones? ¿Qué artista no querría habitar en el seno de la na-
turaleza, en el fondo primitivo de la creación, donde se halla la clave secreta del todo?
174
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
313
MICHELLI, M. de., Las vanguardias artísticas del siglo XX, Ed. Alianza.Madrid. p.35.
175
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El arte no reproduce lo visible. Hay una tendencia hacia lo abstracto inherente a la ex-
presión lineal: las imágenes gráficas, confinadas en perfiles externos tienen una cualidad
como encantada, y al mismo tiempo pueden alcanzar una gran precisión.Cuanto más
pura es la obra gráfica –esto es, cuantos más elementos formales que subrayen la expre-
sión lineal sean puestos de relieve– menos apropiado es para la representación realista
de las cosas visibles.
Los elementos formales del arte gráfico son el punto, la línea, el plano y el espacio; los tres
últimos cargados con una energía de varios tipos. Un simple plano-por ejemplo-esto es, un
plano no construido con otras unidades elementales-se producirá si trabajo con un lápiz
romo en el papel, transfiriendo así una carga de energía con o sin modulaciones315.
314
BARR JR. A. H., La definición del arte moderno. Alianza Forma. Madrid. 1989. p.176.
315
HERSCHEL, B, CHIPP., op.cit. “Fauvismo y expresionismo”. p. 201-202.
Publicado originalmente en Schöpferische Confesión, ed.de Casimir Edschmid (Berlín: Erich Reiss, 1920)
(Tribune der Kunst und Zeit, num 13) Traducción al ingllés de Norbert Guterman, en The Inward Vision. Wa-
tercolors, Drawings and Writings by Paul Klee. (Nueva York:Abrams, 1959);p. 5
176
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
puede hacer un puente (serie de curvas). En la otra orilla encontramos alguien que como
nosotros desea profundizar en su visión. Al principio viajamos juntos alegremente (con-
vergencia), pero van surgiendo diferencias (dos líneas trazadas independiente una de la
otra). Cada uno de nosotros nuestra alguna agitación (expresión, dinamismo, cualidad
emocional de la línea)”316.
Los elementos deben producir formas que no han de sacrificarse durante el proceso.
Han de conservarse. En la mayoría de los casos, una combinación de diferentes elemen-
tos es necesaria para producir formas, objetos, otros componentes, planos relacionados
entre si (por ejemplo la vista de una corriente de agua) o estructuras espaciales nacidas
de las cargas de energía relativas a las tres dimensiones. Gracias a este enriquecimiento
de la sinfonía de las formas, las posibilidades de variación, y por lo mismo, las posibili-
dades de expresar ideas, se multiplican infinitamente.
Puede ser cierto que en el principio era la acción, pero la idea surge antes. Puesto
que la infinidad no tiene un comienzo definido, sino que, como un círculo, puede comen-
zar en cualquier punto, la idea ha de ser considerada como primaria. El movimiento es
la fuente de todo cambio317.
La obra de arte es sobre todo un proceso creativo, nunca un mero producto. Es por
ello que se genera imágenes y sentimientos en las diversas manifestaciones plásticas y a
través de los diferentes materiales al alcance del espíritu creativo, aún con los elementos
formales básicos, como ya se ha dicho anteriormente.
Antes solíamos representar las cosas visibles de este mundo, cosas que nos gustaba
mirar o que nos habría gustado ver. Hoy descubrimos la realidad que hay detrás de las
cosas visibles, manifestando de este modo la creencia en que el mundo visible no es sino
un caso aislado en relación con el universo y que existen otras muchas realidades laten-
tes. Las cosas parecen adquirir así un significado más amplio y diversificado, a menudo
pareciendo contradecir la experiencia racional de ayer. Hay un esfuerzo por subrayar el
carácter esencial de lo accidental318.
316
Ibidem.
317
Op.cit. p. 203.
318
Op.cit. p. 205.
319
ALFRED H. BARR., op.cit. p.178.
177
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Las primeras obras de Klee son dibujos y aguafuertes como los de la serie titulada
“Invenciones” (1903-05, Fundación Klee, Berna), en los que aparecen extrañas figu-
ras de carácter fantástico y satírico, conteniendo influencias de artistas como Blake,
Beardsley, Goya y Ensor. Entre 1914 y 1930, se produce el pleno desarrollo artístico
de Klee. A partir de 1914, a raíz de su viaje a Túnez, desarrolla una pintura colorista
con elementos abstractos inspirados en Delaunay, como en “Al estilo de Kairouan,
traspuesto de forma moderna” (1914, Kunstmuseum, Berna) y “Salida de la luna, St.
Germain” (1915, Museo Folkwang, Essen), donde las manchas de color son los verda-
deros protagonistas de las obras. Después, hacia el final de la primera guerra mundial,
comienza a realizar una gran variedad de obras en las que desarrolla un amplio reper-
torio de símbolos y motivos figurativos y abstractos, como en “Lugar afectado” (1922,
Kunstmuseum, Berna)321.
Su fuente de inspiración es la naturaleza, la música, el teatro, la literatura y la
filosofía, de donde extrae ideas para sus temas y para explorar nuevas técnicas de
expresión con las que plasmar la esencia íntima de las cosas. El objetivo de su pintura
queda perfectamente definido en su célebre frase de 1918: “El arte no reproduce lo que
es visible: lo convierte en visible”.
Sus investigaciones pictóricas le llevan a recrear la realidad con un lenguaje grafico-
plástico de gran simplicidad formal, casi infantil, convirtiéndose en la figura principal de
la llamada abstracción reductiva. Algunas obras representativas de esa etapa son “Mito
de la flor” (1918, Sprengel Museum, Hannover), “Jardín de rosas” (1920, Städtische
Galerie, Múnich) y “Ad Parnassum” (1932, Kunstmuseum, Berna)322.
A partir de aproximadamente 1933, su obra se hace más pesada y severa, los tra-
zos se engrosan, las formas se simplifican al máximo hasta convertirse en puros signos
gráficos, y el color se aplica independientemente de la forma, como en “Músico” (1937,
320
http://www.pinturayartistas.com/metropolis-creadas-por-paul-klee
321
F:\LO SUBLIME EN LA ABSTRACCIÓN\klee\kle\pklee.htm
322
Ibidem.
178
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Klee Museum, Berna), “Insula dulcamara” (1938, Fundación Klee, Berna) y “Flora sobre
la roca” (1940, Kunstmuseum, Berna)323.
La pasión de Paul Klee por el color fue experimental, basada en los trabajos de es-
pecialistas como Goethe, pero también fuertemente emocional. “El color me posee… el
color y yo somos uno. Yo soy pintura”, escribió en su diario durante una estancia decisiva
en Túnez. “Las diferencias entre el rojo y un color que no lo contenga son muy grandes.
Pero lo que me interesa no es preguntarme qué es el rojo, sino más bien qué es aquello
que carece del rojo”.
“Los colores no cantan a una sola voz… pero logran una suerte de acorde a tres
voces”. Estas consideraciones de Paul Klee sobre el color fueron extraídas de la trans-
cripción de un curso que impartió el artista suizo en los años 1921 y 1922 en la Bauhaus
de Weimar.
A lo largo de su vida, Paul Klee usó el color de maneras variadas y únicas, y man-
tuvo con él una relación que progresó con el tiempo. Para un artista que amaba tanto la
naturaleza parece algo extraño que en sus comienzos Klee despreciara el color, creyendo
que no era sino una decoración. Con el tiempo Klee cambió de idea y llegó a manipular el
color con una enorme precisión y pasión, hasta tal punto que terminó enseñando teoría
del color y de su mezcla en la Escuela de la Bauhaus. Esta progresión, por sí misma,
es de gran importancia porque le permitió escribir sobre el color con una mirada única
entre sus contemporáneos.
En la obra de Paul Klee destaca una sensibilidad muy culta e intelectual. Con una
imaginación que recuerda la infancia y una técnica gráfica muy estudiada elabora sus
mundos y paisajes entre surrealistas y abstractos.
Klee se sumerge en la activa vida artística de Munich, donde todas las tendencias
modernas conviven con el Jugendstil, el modernismo alemán. Estas influencias se re-
conocen en el predominio de lo lineal y gráfico en su obra temprana, constituida por
aguafuertes y pinturas sobre vidrio que suelen presentar seres fantásticos y figuras
deformadas de modo caricaturesco y expresionista.
Al inicio de su carrera como artista, Klee pintó mucho e hizo un uso más bien dis-
creto del color. Sus acuarelas demuestran que estaba más interesado en el valor de un
tono que en la resonancia psicológica del color. “Hasta el momento en el que descubrió
el color, Paul Klee se inclinaba más bien por el estudio de las tonalidades, especialmente
323
Ibidem.
324
CIRLOT. L., op.cit. p.7.
179
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
de la gama de los rojos, cafés y verdes suaves”, explica el historiador de arte Michael
Baumgartner. Será en 1911 cuando entra en contacto con August Macke y Wassily
Kandinsky, promotores, junto con Franz Marc, de El Jinete Azul. De este grupo nacerá
la abstracción de Kandinsky, pero la participación de Klee, más joven y menos maduro
artísticamente que sus colegas, fue modesta: solo expuso en la segunda muestra del
grupo, en 1912, y su contribución al famoso Almanaque, editado ese mismo año, se
reduce a un pequeño dibujo.
La verdadera explosión de Klee como pintor se produce en 1914, a propósito de un
breve viaje a Túnez en compañía de su amigo Louis Moilliet y de August Macke. Allí
aprenderá a construir el cuadro a partir del color, superando el estadio fundamental-
mente gráfico en que se había movido hasta ahora. La Primera Guerra Mundial no inte-
rrumpe su carrera; aunque se le llama a filas, no se incorpora hasta 1916, y siempre en
cómodos puestos de retaguardia. Su obra, de hecho, conoce un rápido éxito comercial
durante los años de la Guerra, y corre mejor suerte que la de sus amigos Marc y Macke,
caídos en el frente325.
Algunas obras aluden a la hostilidad de los tiempos, pero dominan los cuadros en
los que el color y el componente gráfico se aúnan en característicos pictogramas que
guardan cierta similitud con los jeroglíficos.
El período de la Bauhaus contribuye a sistematizar su lenguaje pictórico y le brinda
la oportunidad de conocer a numerosos protagonistas de la vanguardia histórica euro-
pea. Klee puso siempre por delante la dedicación a su obra respecto a la docencia, lo
que acabó creándole ciertas tensiones en el seno de la Bauhaus. En 1931 aceptó una
plaza de profesor en Düsseldorf más cómoda y convencional, pero dos años más tarde
las autoridades nacional-socialistas lo destituyen, tras motejarlo de “artista judío”326.
En materia de color, Klee recibió una gran influencia de Robert Delaunay, de quien
tradujo en 1913 un artículo titulado: “La luz”. El año siguiente, realizó un viaje a Túnez
que le permitió descubrir la intensidad emocional de los colores. Esta experiencia direc-
ta de la sensualidad de la luz y del Sur fue decisiva en su obra. Hasta esta etapa de su
carrera, Paul Klee había creado numerosos diseños y grabados, pero había pintado poco,
algunas acuarelas esencialmente. Después de su viaje, fue como si las ideas de Delau-
nay, sobre las cuales había meditado mucho, regresaran para tomar forma y adquirir
un lenguaje pictórico propio.
Delaunay había inspirado en Klee la idea de trabajar directamente sobre el espectro
de los colores. Klee describió el fenómeno del arco iris de esta forma: “Es la cima de
todas las cosas coloridas y la abstracción de todas las aplicaciones, elaboraciones y com-
binación de colores”. Cabe señalar que este descubrimiento del color estuvo acompañado
de un gran dominio del óleo. Las composiciones de Klee se tornaron más abstractas,
dinámicas y poseedoras de un gesto de mayor libertad. Por otra parte, los títulos que dio
el artista a sus cuadros hacían cada vez más referencia a vivencias personales.
Valores como la dinámica y el movimiento, y la relación entre energía individual
y cósmica, comenzaron a manifestarse. Algunos años después, a partir de estas con-
sideraciones, Klee elaboró su concepto de romanticismo, que defendía una libertad de
expresión opuesta al clasicismo.
325
F:\LO SUBLIME EN LA ABSTRACCIÓN\klee\paul_klee.htm
326
Ibidem.
180
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Desde sus comienzos, Paul Klee manifiesta un rigor en la observación y cierta co-
rrección del dibujo tanto en su expresividad como en su grafía. Las diferentes corrientes
por las que su camino se cruza, le sirven de estímulo y aprendizaje en la consolidación
de su propia personalidad.
Partiendo en sus primeros trabajos de ejercicios un tanto escolares fieles a los prin-
cipios que le eran enseñados, va llegando a una simplificación humorística en su dibujos
y paisajes. Trabaja la acuarela y el óleo. Un gran descubrimiento fue su experiencia con
la obra gráfica, con Ziegler, técnica que le sedujo y le dedicó parte de su obra. Encontró
la posibilidad de la sorpresa y la exploración, de lo fortuito y lo accidental. Trabaja el
cinc y raramente el cobre. 15 aguafuertes componen la mejor parte de su obra grabada.
(1902).
181
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
327
Ibidem.
328
CHEVALIER, D., Klee. Flammarion. Italia. 1979. p. 11.
329
Op.cit. p.11.
182
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
330
Op.cit.17.
A través de su obra se descubre, sin reserva, el juego de valores y el estudio que hace del color y los
elementos gráficos. Valores que él domina, producto de la observación de la realidad, y de las obras de sus
contemporáneos y de los clásicos en la historia del arte.
331
Op.cit. p.9.
332
Op.cit. p. 25.
183
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Después de un nuevo contacto con la obra de otros artistas entre ellos Kandinsky,
Braque, Picasso, Delaunay, realiza unas ilustraciones en las que su dibujo se presenta
diversificado, jugando simultáneamente con las anotaciones de caracteres casi oníricos
y de invenciones semejándose a las grafías infantiles. El mundo de la infancia, en efecto,
aparece en esta primacía que el artista, después de haber observado y además alcan-
zado no cesará de explorar tan magníficamente.
Es en 1912 cuando se encuentra en su arte el equilibrio que persigue que es a la
vez absoluto y flotante, porque el universo de su búsqueda, en el que no puede apo-
yarse, necesita de intermediarios, salidos de limbos en los que la permanencia no era
percibida más que dialécticamente, oposicionalmente, a través de un estigma movedizo
donde los seres no pertenecen enteramente ni al mundo de los vivos ni en el de los
muertos334.
El año siguiente deseoso de restituir la fugacidad atmosférica, pinta a la acuare-
la. Como en las obras más tardías, se inclina hacia la naturaleza en fermentación, en
transformación. Sus motivaciones plásticas están entonces más bien en la línea de los
impresionistas más que en la de los cubistas o de los futuristas. Obras que él ha visto
en una exposición en Múnich poco tiempo antes.
En un segundo viaje a Italia, tras su enfermedad en Berna, será importante para la
aceleración de su capacidad creativa y de desarrollos que surgirán más que en su primer
viaje italiano. El descubrimiento de Oriente le conquista y así probará ahora con una
nueva paleta y con una nueva luz. La sensación es en esta ocasión el punto fijo alrededor
del que girará su expresión.
Con su geometría se acerca a las construcciones arquitectónicas, que le acercan a
sus viajes a Italia, en un lenguaje contemporáneo donde recuerda la nueva organización
plástica. Regresado a Munich pone orden en sus ideas, clasifica documentos y notas.
Trabaja intensivamente dibujando y pintando con orden, recordando la luz artificial, in-
terpretando sus planos coloreados, cambia sin cesar sus materias y sus técnicas.
En óleo pinta sobre diferentes telas: muselina, lino, yute, que el mismo prepara
con yeso o con creta. Para sus acuarelas se sirve de cartones, madera y papeles de
diversas texturas. Siempre de buena calidad y que él se prepara también. Alguna vez,
previamente, rascando, lavando, cepillando. Con el fin de multiplicar sus efectos, calca
los dibujos en los fondos pintados con agua, barniza el papel todavía húmedo de ciertas
333
Op.cit. p. 26.
La definición de los orígenes de la expresión le obsesiona, seguramente, sueña con llegar a este punto
absoluto, a partir del cual poder efectuar su verdadero camino, reconstruyendo la creación, lanzar su mensa-
je. En pintura hace más frecuentemente uso, no hace mucho, de los contrastes y las combinaciones, cromáti-
camente en el inferior de los órdenes cuantitativos y cualitativos. Paralelamente es la disposición y repartición
de las manchas coloreadas las que acreditan, cerca de la obra, las nociones de especialidad y temporalidad
plásticas en el interior de las cuales se realiza el movimiento.
334
Ibidem.
184
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
pastas, mezclando los medios, encola, los unos sobre los otros, personalizando de tex-
turas opuestas, etc.
Bien sabemos que con los años para alguna obra, se vuelve frágil, resulta que las tintas
palidecen, los trazos se borran, los planos se desvanecen. Por ello las infinitas precau-
ciones que toma la fundación que lleva su nombre, en Berna, aquellas obras que saca
de sus carpetas, en ocasiones lo más raramente posible, ya que estas obras son tan
frágiles, tan precarias335.
335
Op.cit. p. 28.
185
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
336
Op.cit. p. 80.
337
PARTSCH, S., Klee. Taschen. Madrid. 2003. p.7.
Estas palabras de Paul Klee caracterizan sucintamente al artista y al hombre, tal como él quería ser
visto. Podrían entenderse como un programa.
186
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
338
Abstracción. mon\piet-mondrian.htmR.htm
187
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
339
IÓN\mon\Piet_Mondrian.htm
340
Ibidem.
Mondrian llamará a sus composiciones Neoplasticismo, éste sentará las bases en el nacimiento del movi-
miento artístico holandés De Stijl que aparecerá en 1917 como una revista, fundada entre otros por Mondrian
y Theo van Doesburg, con el objetivo de que “el hombre moderno sea receptivo a lo que es nuevo en las artes
visuales”. Pronto comenzarán los problemas entre Mondrian y los otros miembros del grupo ya que mientras
Mondrian pensará en la pintura como la base principal del grupo por su adelanto con respecto a otras técnicas,
para los demás será solamente un elemento más en la transformación del arte.
188
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
influenciada por el movimiento de la ciudad, así las formas estáticas darán paso a com-
posiciones mucho más rítmicas cuyos títulos ejemplifican muy bien el cambio “Broad-
way Boogie-Woogie” y “Victory Boogie-Woogie”. Mondrian solo podrá poner en práctica
dicho cambio en estas dos obras, la segunda de ellas inconclusa ya que morirá de una
neumonía en 1944341.
Mondrian es una de las figuras eminentes del arte del siglo XX, y el Neoplasticismo
es una de las formas que toma la abstracción en las primeras décadas del siglo (1918).
Se trata de una concepción analítica y esencialista de la pintura, una búsqueda de un
arte que ha de trascender la realidad externa –material– reduciéndola a formas geomé-
tricas y colores puros –es decir, lo espiritual-.
Tras haber experimentado con la línea y el color de manera independiente, el paso
siguiente de Mondrian fue combinar los dos elementos en una sola composición y esta-
blecer una relación entre ellos342.
Mondrian quería que el arte reflejara una realidad superior, o una verdad que trascen-
día la naturaleza, creyendo que en su perfección ese arte ayudaría a otros a alcanzar
una comprensión y un conocimiento más grandes. Para él la “relación de la posición”
del ángulo correcto expresaba la “armonía perfecta”, y era esta belleza lo que deseaba
trasmitir al espectador343.
Durante toda su vida, Mondrian continuó sosteniendo no solo que el ángulo recto
era esencial para el estilo neoplástico, sino que contenía suficiente potencial para el dina-
mismo en sí mismo. Incluso desarrolló un formato variado: el rombo. Al girar el lienzo un
ángulo a 45º, creó una forma romboidal como soporte. Las líneas de la parrilla pintada
todavía eran horizontales y verticales, pero como ya no están visualmente limitadas por
los cuatro lados del lienzo, parecen extenderse espacialmente más allá de él. Tanto si
usaba simples líneas negras como si añadía color al rombo, Mondrian siempre se atenía
al ángulo recto344.
341
Abstracción. \mon\piet-mondrian.htmF.htm Arte en la guía. 2000.
342
MOSZYNSKA, A., op.cit. p. 51.
343
op.cit. p.54.
344
op.cit. p. 88.
189
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Las pinturas más tempranas que muestran un vislumbre de la abstracción son una
serie de cuadros de 1905 a 1907, en los cuales pinta escenas oscuras de árboles indis-
tintos y casas con los reflejos en agua que los hace casi aparecer como manchas de tinta
de un proyectivo test de Rorschach. Sin embargo, aunque el resultado final deja ver el
énfasis en las formas sobre el contenido, estas pinturas todavía se arraigan firmemente
190
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
345
MONDRIAN. P., Catálogo. Guggenheim. Museo Nueva York.1971.
346
Op.cit. p.125.
191
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
347
Op.cit. p.135.
348
Op.cit. p.136.
349
Op.cit. p.138.
192
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
193
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Busca, en suma, un “arte puro”, despojado de lo particular, y dice que «El propósito
no es crear otras formas y colores particulares con todas sus limitaciones, sino trabajar
tendiendo a abolirlos en interés de una unidad más grande.» Su radicalismo es tal que,
cuando Doesburg buscó variaciones a sus estructuras formales a partir de 1924, incli-
nando los rectángulos, Mondrian abandonó De Stijl.
La abstracción de Piet Mondrian se elaboró a partir de la retícula cubista a la que
progresivamente redujo a trazos horizontales y verticales que encierran planos de color
puro350.
350
http://enciclopedia.us.es/index.php/Arte-abstracto.
194
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
195
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
cosa: la belleza universal y que eso, visto desde dentro, es un desarrollo. La extensión
resulta una continua repetición de la naturaleza; no es humana y el arte no puede se-
guirla. Muchas de estas repeticiones que posan como «arte», no pueden, evidentemente,
despertar emociones. ¿Cómo ha de actuar el artista?
Por medio de la intensificación, se crean sucesivamente sobre planos más profun-
dos; la extensión permanece siempre en el mismo plano. Debe notarse que la intensi-
ficación está diametralmente opuesta a la extensión, tanto como lo están el largo y la
profundidad. Esto demuestra claramente la oposición temporal entre el arte figurativo
y el no-figurativo.
Pero si el arte, a través de toda su historia, ha significado un camino continuo y gra-
dual en la expresión de una misma cosa, la oposición de las dos tendencias en nuestros
tiempos tan definida, es prácticamente irreal. Es ilógico que dos tendencias artísticas
principales, figurativas y no figurativas (objetiva y subjetiva), sean tan hostiles. Puesto
que el arte es en esencia universal, su expresión no puede permanecer en un plano
subjetivo. La capacidad humana no permite una actitud perfectamente objetiva, pero
eso no implica que la expresión plástica del arte esté basada en la concepción subjetiva.
La subjetividad entiende, pero no crea la obra. De ahí el doble status, como emisor y
receptor de las obras de arte.
Si las dos inclinaciones humanas mencionadas aparecen en la obra de arte, ambas
han colaborado en su realización, pero es evidente que la obra señalará cuál de las dos
ha predominado. En general, y debido a su complejidad de las formas y la vaguedad de
las expresiones de las relaciones, ambas inclinaciones creativas aparecen en la obra de
una manera confusa. Aunque en general siempre existe mucha confusión, hoy en día
ambas inclinaciones aparecen mejor definidas como dos tendencias: arte figurativo y
arte no-figurativo. Realidad y abstracción, dos vías diferentes de tendencia a lo puro, a
lo sublime.
El llamado arte no-figurativo crea a menudo una representación particular; el arte
figurativo, por otra parte, neutraliza a menudo sus formas hasta un punto considerable.
El hecho de que el arte realmente no-figurativo es raro, no lo aparta de su valor; la evo-
lución es siempre la obra de precursores, y sus continuadores son siempre pocos. Los
que continúan no son una élite, es el resultado de todas las fuerzas sociales existentes,
está compuesto de todos aquellos capaces de representar el grado existente de evolu-
ción humana, gracias a su capacidad innata o adquirida.
1.6.3.3. Abstracción-realidad
196
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
cual las formas se irían reduciendo a líneas rectas horizontales y verticales, y los colores
al negro, el blanco, el gris y los tres primarios. El excesivo rigor de las propuestas de
Mondrian provocó violentas críticas tanto dentro como fuera de su círculo de adeptos. No
obstante, el neoplasticismo está considerado, junto con el suprematismo de Maliévich, el
origen de la abstracción geométrica351.
351
IGNACIO. mon\pietmondrian_blogspot_com.htm
352
Filosofía estética de Mondrian. IÓN\mon\Piet_Mondrian.htm
En efecto: al dedicarse a la abstracción geométrica, Mondrian, busca encontrar la estructura básica del
universo, la supuesta “retícula cósmica” que él intenta representar con el no-color blanco (ausencia de colo-
res) atravesado por una trama de líneas de no-color negro (color que posee todos los colores) y, en tal trama,
planos geométricos (frecuentemente rectangulares) de los ya mencionados colores primarios, considerados
por Mondrian como los colores elementales del universo. De este modo, repudiando las características sen-
soriales de la textura y la superficie, eliminando las curvas, y en general todo lo formal expresó que el arte
no debe ser figurativo, no debe implicarse en la reproducción de objetos aparentemente reales, sino que el
arte debe ser una especie de indagación de lo absoluto subyacente tras toda la realidad fenoménica. Como
anécdota de sus ligeras excentricidades cabe mencionar que prohibió el color verde en su casa.
Busca, en suma, un “arte puro”, despojado de lo particular, y dice que «El propósito no es crear otras
formas y colores particulares con todas sus limitaciones, sino trabajar tendiendo a abolirlos en interés de una
unidad más grande.» Su radicalismo es tal que, cuando Doesburg buscó variaciones a sus estructuras forma-
les a partir de 1924, inclinando los rectángulos, Mondrian abandonó De Stijl.
Mondrian fue un contribuyente importante en el movimiento y grupo de arte De Stijl, que fue fundado
por Theo Van Doesburg. A pesar de ser muy conocido, a menudo ha sido parodiado y trivializado. Las pinturas
de Mondrian exhiben una complejidad que desmiente su simplicidad aparente. Es principalmente conocido por
sus pinturas no figurativas a las que llamó composiciones, consistiendo formas rectangulares en rojo, amarillo,
azul o negro, separadas por gruesas líneas rectas. Las mismas son el resultado de una evolución estilística que
ocurrió en el curso de casi 30 años y continuó más allá de ese punto hasta el final de su vida.
197
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Piet Mondrian nació en Holanda. Sus primeras obras son escenas rurales donde se
observa la influencia de su tío, Frits Mondrian, pintor impresionista de la Escuela de La
Haya.
Fig. 33. Piet Mondrian. Escena de una granja con la iglesia de San Jacobo. 1899.
Acuarela y aguada sobre papel 53 x 65 cm.
Colección privada.
198
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
199
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Mondrian se hace eco del cubismo en el que las formas se descomponen en planos
que se yuxtaponen en el lienzo con gran austeridad cromática. Composición X en blanco
y negro, también conocida como “Muelle y océano” es una interpretación personal del
lenguaje cubista, en la que suprime toda alusión a modelos de la realidad y enfatiza la
estructura de verticales y horizontales convirtiéndolas en los protagonistas de la obra.
Con esto ya estaba anunciado el lenguaje esencial del Neoplasticismo.
353
E:\LO SUBLIME EN LA ABSTRACCIÓN\ mon\neoplasticismo.htm
200
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Los años de la Primera Guerra Mundial los pasa en Holanda y de su colaboración con
Theo van Doesburg nace en 1917 la revista De Stijl, que reunió a un grupo de artistas
cuyo objetivo era hacer visible la esencia de la realidad. De Stijl aspiraba a la expresión
de lo universal y Mondrian definió este objetivo para el cual encontró el nombre de Neo-
plasticismo.
En su búsqueda de universalidad, utilizó los principios geométricos en el análisis de
la estructura interna de las cosas, lo que lo llevó a reducirlas sólo a forma y color. Pero irá
más lejos, reducirá todas las formas a la oposición y el equilibrio entre la línea vertical y la
horizontal, que forman ángulos rectos y todos los colores a los tres primarios, además de
incorporar la negación del color (el blanco, el negro y el gris) a la composición de la obra.
354
L’Atelier de Mondrian. Catálogo para una exposición de dibujos realizada en la Staatsgalerie. Stutt-
gart. 1980. p. 183.
201
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
202
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
En Tableu IV o Composición en rombo con rojo, gris, amarillo y negro el vacío cons-
tituye un elemento fundamental de su sistema cromático. Si el vacío domina la com-
posición es en parte gracias a las gruesas franjas negras que separan los tres colores
primarios rojo, amarillo y azul.
En Composición con rojo, amarillo y azul (1935) el artista traza sobre el blanco de la
tela líneas negras, horizontales y verticales, que determinan una trama de cuadrados y
rectángulos. Tres de ellos los ilumina con el rojo, el amarillo y el azul. Busca representar
el cuadro en dos dimensiones, evitando crear la ilusión de profundidad. Por eso omite
cualquier línea curva o diagonal ya que éstas dan la sensación de perspectiva.
En 1924 se separa de Theo van Doesburg cuando éste quiere introducir la diago-
nal como signo de dinamismo y abandona De Stijl para trasladarse finalmente a Nueva
York.
La simplicidad de este lenguaje ha influido notablemente en la arquitectura y el
diseño del siglo XX y en diversas tendencias de la abstracción.
El arte no existe para todos y al propio tiempo es para todos. Es un error querer ir dema-
siado deprisa. La complejidad del arte se debe al hecho de que diferentes grados de su
evolución están presentes al mismo tiempo. El presente incluye el pasado y el futuro. Más
no necesitamos predecir el futuro, lo único que necesitamos es ocupar nuestro lugar en
el desarrollo de la cultura humana, un desarrollo que ha hecho del no figurativo un arte
supremo. Siempre ha habido un solo, esfuerzo del único arte verdadero: la creación de
una belleza universal. Ello señala el camino tanto para el presente como para el futuro.
203
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Solo necesitamos continuar y desarrollar lo que ya existe. Lo esencial es que las leyes
fijas de las artes plásticas se verifiquen. Leyes que se han hecho claramente patentes
en el arte no figurativo355.
El arte hace comprender que hay leyes fijas que gobiernan e indican la utilización
de los elementos constructivos, las de la composición y las de las interrelaciones inhe-
rentes entre ellos. Son leyes que pueden ser consideradas como subsidiarias de la ley
fundamental de la equivalencia, que crea el equilibrio dinámico y revela el auténtico
contenido de la realidad.
En el arte no figurativo el reconocer y aplicar las leyes naturales no presupone dar
un paso atrás, la expresión abstracta pura de esas leyes prueba que el exponente del
arte no figurativo se asocia a sí mismo con el progreso más avanzado y con las mentes
más civilizadas, lo que es un exponente de una naturaleza desnaturalizada, de la civi-
lización.
En ocasiones, en la vida se ha sobrevalorado el espíritu a expensas del cuerpo,
en otras el énfasis se ha puesto en el cuerpo y se ha menospreciado el espíritu. De
parecida manera, en el arte, el contenido y la forma han sido alternativamente apre-
ciados o despreciados, a causa de que su inseparable unidad no ha sido claramente
comprendida356.
El hecho de que el arte verdaderamente no figurativo sea raro no le quita su valor, la
evolución es siempre obra de los iniciadores, y sus seguidores son siempre muy escasos.
Éstos no forman una secta; son el resultado de las fuerzas sociales existentes; el grupo
está compuesto por quienes gracias a una capacidad innata o adquirida están preparados
para representar ellos mismos el grado de la evolución humana del momento. En una
época en que se presta tanta atención a lo colectivo, a la masa, es preciso notar que la
evolución, en última instancia, nunca es la expresión de la masa. La cual permanece a la
retaguardia, aunque incita a la creación a los que están en primera línea.
En arte, la búsqueda de un contenido comprensible colectivamente es errónea, el
contenido será siempre individual. También la religión se ha visto degradada por esa
búsqueda357.
El arte nos muestra que también hay verdades invariables acerca de las formas. Toda
forma, toda línea, tiene su propia expresión. Esta expresión objetiva puede ser modificada
por nuestra visión subjetiva, más no por ello es menos verdad. Lo redondo es siempre
redondo, lo cuadrado, cuadrado. A pesar de ser hechos que pretenden el mismo fin con
medios diferentes. En el arte plástico eso es imposible. En el arte plástico es necesario
elegir medios constructivos que formen un todo con lo que se quiere expresar358.
En el arte no figurativo, el reconocer y aplicar las leyes naturales no supone dar un
paso atrás; la expresión abstracta pura de esas leyes prueba que el exponente del arte
no figurativo se asocia asimismo con el progreso más avanzado y con las mentes más
civilizadas, lo que es un exponente de una naturaleza desnaturalizada, de la civilización,
el arte, el contenido y la forma han sido alternativamente apreciados o despreciados, a
causa de que su inseparable unidad no ha sido claramente comprendida.
355
HERSCHEL, B. CHIPP., op.cit. p.378.
356
Op.cit. p. 380.
357
Op.cit. p. 378.
358
Op.cit. p. 379.
204
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
No basta con explicar el valor de una obra de arte como tal, es necesario mostrar
el lugar que una obra ocupa en la escala de la evolución del arte plástico. Así, al hablar
de arte, no es permisible decir “así es como yo lo veo” o “ésta es mi idea”. El arte ver-
dadero, como la vida verdadera, va por un solo camino359.
El arte abstracto se opone a la representación natural de las cosas. Pero no se
opone a la naturaleza, como generalmente se cree. Se opone a la naturaleza primitiva,
animal, del hombre, pero constituye un todo con toda la verdadera naturaleza humana.
Se opone a las leyes convencionales creadas en la cultura de la forma particular, pero
constituye un todo con las leyes de la cultura de las relaciones puras.
Puesto que los elementos constructivos y sus relaciones mutuas forman una unidad
inseparable, las leyes de las relaciones gobiernan igualmente los elementos constructi-
vos. Los cuales, sin embargo, también tienen sus propias leyes. Resulta obvio que no es
posible lograr la misma expresión por medio de formas diferentes. Pero suele olvidarse
que distintas formas o líneas alcanzan siempre –en la forma– diferentes grados en la
evolución del arte plástico. Comenzando por las formas naturales y acabando por las
más abstractas, su expresión se hace más profunda. Gradualmente la forma y la línea
ganan en tensión. Por ello, la línea recta es una expresión más fuerte y más profunda
que la curva360.
Para que el arte pueda ser en verdad abstracto, o en otras palabras, para que no re-
presente relaciones con el aspecto natural de las cosas, la ley de la desnaturalización de
la materia es de fundamental relevancia. En la pintura, el color primario, que es el más
puro posible, realiza esta abstracción del color natural. Todo arte ha alcanzado un cierto
grado de abstracción. Esta abstracción se ha acentuado cada vez más, mientras que el
arte plástico puro ha logrado una expresión más o menos neutral gracias al cambio no
solo de la forma, sino también de la materia, ya por medios técnicos o por el color361.
Para el arte puro el tema nunca puede ser un valor añadido; la línea, el color, sus
relaciones son los que deben hacer intervenir todo el registro sensorial e inteligente de
la vida interior, no el tema. Tanto en el arte abstracto como en el naturalista, el color se
manifiesta a sí mismo de acuerdo con la forma que lo determina, y en todo arte la tarea
del artista consiste en hacer formas y colores vivos, capaces de provocar una emoción.
Es un error suponer que una obra no figurativa brota del inconsciente, que es una
colección de recuerdos individuales y prenatales. Repetimos que nace de la intuición
pura. La cual se halla en la base de la dualidad subjetivo-objetivo362.
1.6.4. Rothko
Mark Rothko (1903 – 1970). Mark Rothkovich nació en Dinsk, (Lituania) Rusia, en
1903, decidió abreviar su nombre, para integrarse en la cultura de su país adoptivo, los
Estados Unidos de Norteamérica. Con tan solo diez años emigró junto con su familia a
Oregón (Estados Unidos). En 1923, tras abandonar sus estudios en Yale, se instala en
Nueva York donde estudiaría durante un breve período en la Art Students League junto
con Max Weber, quien le introdujo en el cubismo y le dio a conocer el trabajo de Paul
359
Op.cit. p.381.
360
Op.cit. p.382.
361
Ibidem.
362
Op.cit. p.387.
205
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Como la de otros muchos grandes genios del Arte, la vida de Mark Rothko está
llena de contradicciones y paradojas. Nacido en Europa, su trayectoria se desarrolló
por completo en Norteamérica; miembro de una familia judía, no practicó apenas la
religión, mientras que por el contrario muchos de sus cuadros generan en el espectador
experiencias muy próximas a lo religioso; amante de la vida familiar, acabó divorciado
por dos veces; amigo de otros grandes artistas de su época, terminó de forma brusca
su relación con ellos; conforme su éxito como pintor se incrementaba, daba muestras
de una depresión que acabaría por llevarle al suicidio.
En torno a 1950 es cuando Rothko sienta las bases de su sistema, un sistema or-
togonal, de base geométrica, para la definición del cual tuvo sin duda muy en cuenta
la experiencia de Piet Mondrian, el holandés cuyos últimos años habían transcurrido en
Manhattan, donde había fallecido en 1944.
En lo que respecta a su vida íntima, Rothko fue una personalidad atormentada que
manifestó claramente en sus cuadros sus estados de ánimo. Adicto al alcohol y marcado
por una fuerte tendencia a la depresión, el artista abstracto terminó suicidándose en
1970364.
363
GONZÁLEZ, A.M., Las claves del arte. Ultimas tendencias. Planeta. Barcelona. 1991. p. 12.
364
Fedro, Revista de Estética y Teoría de las Artes. Número 7, septiembre 2008. ISSN 1697 8072.
206
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Fue un artista muy culto, interesado por la música, la literatura y la filosofía, sobre
todo por Nietzsche y por la mitología griega. Fue uno de los principales integrantes del
Expresionismo Abstracto, una agrupación formada en EEUU durante la depresión de la
postguerra, que también se le llamó Escuela de New York. Este grupo supuso una gran
revolución, pues abandonó lo figurativo, instalándose en la abstracción. Fue la primera
vez que un grupo de artistas norteamericanos recibió un reconocimiento internacional
como movimiento. El expresionismo abstracto, más que un estilo, era un proceso con-
sistente en exteriorizar los sentimientos a través de la acción pictórica. Para ellos era
crucial la relación activa entre espectador y pintura365.
Estaban influidos por el arte europeo, especialmente por el surrealismo y el expresionis-
mo y ante todo por artistas como Max Ernst, André Masson, Mondrian, Tanguy y Chagall,
que durante el dominio nazi habían emigrado a Estados Unidos. Otra fuente de inspi-
ración eran las colecciones del Museum of Modern Art de New York, principalmente las
obras tardías de Monet, determinados cuadros de Matisse y Kandinsky, y los de Orozco
y otros pintores murales mexicanos. Con todo el expresionismo abstracto no fue nunca
un movimiento unitario con un programa fijo sino que de alguna manera aglomeraba a
un grupo con posiciones artísticas diferenciadas366.
Rothko fue un artista contemporáneo con una ambición infinita de conocimiento que
se expresó en su deseo de lograr un lenguaje poético, liberado de cualquier connotación
y referencia. Una apasionada forma de abstracción que remite directamente a la idea de
trascendencia y religiosidad.
Mark Rothko fue uno de los máximos representantes de la abstracción americana.
A través de su personal lenguaje pictórico, que enlazaba con la tradición europea de
lo sublime, el artista quería expresar las más básicas emociones universales, como la
tragedia o el éxtasis.
Pese a todo ello, nadie duda hoy de que Mark Rothko es uno de los más grandes artistas
plásticos que ha dado el siglo XX. Y no se trata solo de que sus cuadros alcancen precios
de vértigo en la subastas (recordemos que en 2007 su obra “Centro blanco” fue rematada
por 72,8 millones e dólares). Antes que cualquier otra cosa, es evidente que Rothko abrió
nuevos caminos a la pintura, rutas que se separan del propio cuadro y continúan por el
interior del mismo espectador.
Para muchos, situarse ante una obra de este artista es casi un momento de trance;
una experiencia única, personal e irrepetible; una vía de introspección de la que no
puede salirse indiferente. Pero hasta llegar a este punto, hasta crear este tipo de obras
que nos resulta tan familiar cuando hablamos de la producción pictórica de Rothko, el
artista recorrió un largo camino y su pintura experimentó sucesivas y radicales trans-
formaciones367.
365
E:\TS\rothkoxh\mark-rothko.html
366
BAAL-TESHUVA, J., Rothko. Taschen.2009. p.10.
367
CABALLERO J.D., E:\lo sublime en la abstracción\rotko\mark-rothko-biografia-y-obra. Htm. p.1.
Fueron el Expresionismo y Surrealismo los que llevaron a Rothko a sus Colour-Field Paintings. La progre-
siva simplificación de las imágenes para definir una experiencia mística a partir de colores de gran intensidad y
la ausencia de referencias (o quizá referencias a la ausencia) envuelve al espectador abrumado por tanto peso,
la ambientación poética que destila la materia de sus cuadros nos pierde en otra dimensión metafísica.
207
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Lo que hizo que los expresionistas abstractos vivieran con tanta intensidad estos
problemas fue no tanto una ambición por hacer pintura abstracta y aplanar aun mas
el espacio del cuadro, cuanto la convicción de que para que el arte fuese grande debía
ser la materialización de contenidos importantes. El problema no era el aspecto que
debían tener sus pinturas (abstractas), sino como encontrar un vehículo y como encon-
trar espacios para temáticas de género muy específico ante el aparente agotamiento
de los recursos en los que se había apoyado las tradicionales funciones figurativas de
la pintura368.
La utilización que hace del color Rothko podría caracterizarse como esencialmente
no referencial, en términos similares y orientados a fines similares. De hecho, el cre-
ciente antinaturalismo de este pintor en materia de color fue un medio significante de
liberarse de los géneros y consideraciones temáticas latentes y habituales en la pintura
europea y en sus tradiciones369.
Hace falta pulverizar la identidad familiar de las cosas con objeto de destruir las
asociaciones finitas con las que nuestra sociedad va encerrando más y más a todos los
aspectos de nuestro entorno.370
368
Op.cit. p.155.
369
Op.cit.162.
370
“Rothko”, 1947. The Romantics were prompted.
371
BAAL-TESHUVA.,op.cit. p. 17.
208
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Rothko parece querer sacar las entrañas de Nueva York para cualquiera que pueda
observarlo desde fuera, pero ya desde una visión atemporal y abstraída; el simbolismo y
centralidad de lo humano ya determina sus cuadros, el drama que dominará su formato
más característico, subyace aquí en forma de alineación expresionista373.
Según Rothko, sus pinturas maduras, que iban a caracterizar su obra y convertirse
en sinónimo de su nombre, iban más allá de la pura abstracción. Rothko opinaba que
la expresión trágica era la única fuente de la que bebía el arte e intentó convertir la
tragedia y el éxtasis en factores que, en sus pinturas, pudieran experimentarse como
condiciones básicas de la existencia con intención de expresar la naturaleza del drama
humano universal374.
Magenta, negro, verde sobre naranja, sigue una estructura compositiva que exploró
durante veintitrés años a partir de 1947. Bloques de color rectangulares poco espaciados,
planean superpuestos sobre un fondo de color. Sus bordes son blandos e irregulares, de
modo que a veces, cuando Rothko utiliza tonos muy próximos, los rectángulos parecen
372
CABALLERO J. D., op.cit. p.2.
La propia condición de emigrante hizo que sus años de estudiante se centraran en un fuerte activismo
político: fundación de un periódico anarquista en la Universidad de Yale, y unión a grupos de artistas con ideas
subversivas y de conciencia social como The Ten en 1935. No obstante su arte no buscó expresión en el rea-
lismo, sino que hunde sus raíces en el Expresionismo, obras comparables a la corriente alemana en Europa,
que le permitía un campo de acción más amplio y mayor intensidad de emoción. El pathos empieza a emerger
en las décadas 20 y 30, años en los que pinta cuadros de paisajes urbanos, preferentemente el metro, con
figuras aisladas llenas de patetismo.
373
Ibidem.
Las figuras expresionistas se tornarán cada vez más violentas para conseguir una emoción más intensa,
poco a poco Rothko va mutilando las figuras hasta que es tal la descomposición que sus imágenes se vuelven
informes. Este proceso de convulsión sucede estrechamente vinculado a los acontecimientos históricos: du-
rante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, los artistas de la Escuela de Nueva York asumen el papel
protagonista de la vanguardia parisina en las décadas anteriores e inclinan su visión artística a responder los
interrogantes del hombre desolado en época de crisis.
374
BAAL-TESHUVA.J., Ibidem.
209
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Fig.41. Rothko.The Omen of the Eagle, 1942. Fig. 42. Rothko. Magenta, negro, verde sobre
(fragmento). naranja. 1949.
National Gallery of Art, Gift of The Mark. Óleo sobre lienzo, 216,5 x 163,8 cm.
Rothko Foundation,Inc., 1986.43.107. Nueva York.The Museum of Modern Art,
legado de la Sra. Rothko a través de The Mark
Rothko. Foundation, Inc., 1981.
375
MOMA HIGHLIGHTS. 350 obras del Museum of Modern Art New York. 2008. p. 196.
376
DORFLES,G., Últimas tendencias del arte de hoy. Editorial Labor, S.A. Barcelona.1976. p.69.
210
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
377
Ibidem.
378
RUHRBERS, VV.AA., Arte del s XX. Volumen I. “Pintura”. Tachen. 1999. p.292.
379
DORFLES. G., op.cit. p.70.
211
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Al creer en las propiedades metafísicas del color, Rothko, a pesar de que admiraba a
Matisse, se enfadaba con cualquiera que le llamara un “brillante colorista”. Sus cuadros
puede que contengan una imagen encubierta del Dios invisible cuya imagen la religión
prohibía reproducir, aunque uno se sintiera dominado por el temor de la nada. Podría
parecer este temor el que trasmiten las formas flotantes de Rothko, como las cortinas
de una sinagoga, porque el vacío y el infinito van de la mano380.
Desde los años treinta, cuando formó parte de la mítica generación –al lado de Es-
teban Vicente, Willem de Kooning, Adolph Gottlieb, Jackson Pollock, Barnett Newman,
entre otros– de expresionistas abstractos que convirtieron Nueva York en la meca del
arte contemporáneo, acabó representándola. Este último punto no es baladí en un artista
apasionado y obsesivo, azote de críticos y tan convencido del poder trascendental de su
pintura que exigía condiciones draconianas para poder exhibirla y se negaba a venderla
si pensaba que iba a caer en malas manos. Teniendo en cuenta cómo han cambiado las
cosas en el comercio del arte, es lógico que no pudiera soportarlo.
Rothko siempre ha gozado del fervor popular, sobre todo de quienes han tenido la
oportunidad de experimentar el efecto que algunas de sus obras provocan en el ánimo
380
Op.cit. p. 293.
Esta evidencia trascendente se observa en sus cuadros nocturnos en la iglesia de Houston. Los contor-
nos, en estas obras, se ven disueltos y sus transiciones son graduales.
212
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
del observador atento. La recepción crítica de la obra de Rothko ha variado con los años
y, para horror del artista, sus cuadros han sido vistos también como especialmente de-
corativos por la evidente belleza y armonía de los colores utilizados381.
Mark Rothko ha dado a la abstracción un compromiso cromático desatendido por otras
corrientes decididamente gestuales –vía Pollock, por ejemplo– o de incuestionable im-
pronta europea, como Hoffman. Los campos de color, esas inmensas configuraciones
rectangulares iluminadas por una luz opaca interior, evocan horas de soledad y serena
contemplación, aproximándonos a ese peculiar “pathos cósmico”.
Su impacto ha influido con incidencia insólita en la evolución de la pintura abstracta
contemporánea. Es claro que los propósitos visuales de Rothko quedan claros desde sus
inicios: “Pretendo eliminar cualquier obstáculo entre el pintor y la idea, entre la idea y el
observador. Un cuadro vive por compañerismo y se expande y aviva a los ojos del obser-
vador sensible. Muere por la misma razón. Es, por tanto, un acto peligroso e insensible
el exponerlo al mundo.” Una estética visual arriesgada y revolucionaria, sin duda.
La clave está en la capacidad de experimentar y trascender. Con ello, como afirmaba
Cézanne, los colores resultan emanación de la luz, “surgidos de las raíces del mundo”.
O, en palabras de Rothko: “No soy un pintor abstracto… No me interesan las relaciones
del color, ni de la forma, ni nada; lo único que me importa es expresar mis emociones
humanas básicas: tragedia, éxtasis, muerte. La gente que llora ante mis cuadros tiene
la misma experiencia religiosa que yo cuando los pinté”382.
En la tradición clásica, las sombras siempre eran oscuras; pero los impresionistas
nos enseñaron a verlas rojas, violetas o azules. Y, desde luego, Rothko rompió con to-
dos los límites al redescubrir los colores y las sombras de toda la historia de la pintura
moderna. Un diálogo directo con las estéticas románticas de Friedrich, Holder, Munch,
hasta Turner. Su obra es un cambio irreversible en la pintura, un deslumbramiento por
lo sublime y una poética visual que dio orden a la naturaleza.
381
MUÑOZ, M.A., “Mark Rothko o la claridad de la luz”. La Jornada Semanal domingo 29 de enero de
2006. Num.569.http://www.jornada.unam.mx/2006/01/29/sem-mark.html
Con todo, en la última década se ha vivido un feliz renacimiento que se materializa, por ejemplo, en
nuevas biografías, la publicación del catálogo razonado de sus pinturas y la restauración de algunas de sus
obras más emblemáticas, como la Rothko Chapel de Houston, considerada su testamento artístico ya que se
inauguró un año después de su muerte.
382
Ibidem.
383
Ibidem.
Hoy apenas es posible reconocer las exquisitas superficies originales de sus obras. Rothko fue siempre
tan frágil como sus lienzos. Es acertado señalar que un artista es grande, cuando ha visto de una manera
única la naturaleza y nos ha dado las razones para hacerlo y observarla de esa manera.
213
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
La tensión dramática que subyace en toda la obra de Rothko está basada en el choque de
fuerzas antagónicas, singularmente entre lo particular, donde siempre asoma el egoísmo
y la aspiración a la universalidad. En este sentido la pintura es un rescate trágico, con-
flictivo e incierto en algunos momentos. Hay en su pintura una gran desolación, como
también una salvaje alegría que incendia sus obras con rojos de brasa y ocres relam-
pagueantes. Pero junto a los colores cegadores del mediodía y junto a los negros de la
noche, sobresalen los azules que nos descubren un mundo paralelo. Una pintura ascética
de elocuente sentido de solemnidad que neutraliza los riesgos de una abstracción sin
referentes, de un mero formalismo de escuela. La obra de este gran artista del siglo xx
es una enorme aportación a la pintura de todos los tiempos384.
Rothko llegaría a convertirse en uno de los grandes pioneros del arte de la posgue-
rra y, concretamente, en una de las figuras más destacadas del expresionismo abstracto
americano, junto con Barnett Newman y Jakson Pollock. Sus creaciones constituyen
sentimientos emotivos plasmados a través del óleo. No se trata de un juego de espacios
coloreados al estilo de Klein, pues para este el problema fundamental era fijar el valor
potencial y expresivo de los colores y así crear una especie de “escenografía del vacío”;
ahí no estaba Rothko.
Mark Rothko procedía de Rusia, ¿no es posible que esa idea de enfrentamiento total
con la naturaleza de las llanuras y enormes estepas esté representada en sus grandes
lienzos? ¿No evocan, acaso, sus pinturas esos inconmensurables espacios abiertos, de-
solados? ¿O la carencia figurativa estará de algún modo ligada a la ausencia icónica de
la tradición judía?385
A pesar de la progresiva sencillez que desarrolla a lo largo de su producción pictórica, la
idea de lo sublime rodea toda la obra de este turbio artista. Lo sublime es un concepto
fundamental para la filosofía racionalista y uno de los puntos clave del romanticismo; quizá
en las obras de Rothko pueda vislumbrarse la impronta decimonónica. Y aún más: existe
un halo de trascendencia o de religiosidad abrumadora cuando nos detenemos a observar
los campos de color de sus lienzos, asociable directamente a lo eterno, a lo infinito386.
Toda su obra va recolectando tristeza a través de los lienzos. Sus últimas obras,
llenas de grises y negros, muestran el estado anímico del artista en esta época, que aca-
bará suicidándose en 1970, fecha en la que también muere Newman. La habitación-taller
de Rothko estaba llena de botellas de whisky antes de morir; quizá esto haya precipitado
su final. Nunca se sabrá. La única certeza consiste en que esa habitación estaba llena de
susurros y pensamientos que ahora llegan en forma de color y con una cierta brisa que
recuerda las grandes estepas.
Rothko utilizó la pintura de campos de color para movilizar las emociones por medio del
color. Sus cuadros son de formato muy grande, para que el espectador se sumerja en
ellos, produciéndole diversas emociones. Por eso, al reproducir su trabajo le estamos
quitando mucha información.
384
E:\TS\rothkoxh\mark-rothko.htm
385
Ibidem.
386
Ibidem.
Sin embargo, su refinado estilo en la pureza del color y las formas no enlaza con el zen. No es tan
místico; aunque parte de la crítica le ha situado en esa vía. La manera en que utiliza el color favorece la
potencialidad intrínseca del pigmento; apenas deja ver la urdimbre del lienzo: constituye la vibración de lo
meramente pictórico.
214
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Se ha dicho de sus pinturas que son espirituales, trascendentes, religiosas, que nos lle-
van a lo eterno, al infinito. Algunos hablan de espiritualidad zen. Rothko dijo: “No soy
un pintor abstracto… No me interesan las relaciones del color, ni de la forma, ni nada; lo
único que me importa es expresar mis emociones humanas básicas: tragedia, éxtasis,
muerte. La gente que llora ante mis cuadros tiene la misma experiencia religiosa que yo
cuando los pinté”387.
La Escuela de Nueva York asume a principios de los años ’40 la misión de crear una
mitología que devolviera al hombre sus ritos y sentimientos más arcaicos. Al fin y al
387
Ibidem.
388
MUÑOZ, M.A., “Mark Rothko o la claridad de la luz”. http://www.jornada.unam.mx/2006/01/29/sem-
mark.html.
389
E:\TS\rothkoxh\rothko.htm
390
RIVERA, S., Mark Rothko: La intensidad del drama. Mhtml:file://H://rothko/BABAB_COM-mar p. 1.
215
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
391
Temas mitológicos como Edipo o Antígona, o la cita explícita a la Orestiada en su obra de 1942,
Presagio del Águila, y temas judeo-cristianos como Getsemaní. La elección de los temas mitológicos debe
entenderse como un intento de dar respuesta a cuestiones universales. Aludía a ellos de forma metafórica. No
trata sobre la historia en concreto sino que le interesa la naturaleza del mito, sobre lo que está presente en
todos los mitos de todos los tiempos.
392
BAAL-TESHUVA, J., op.cit. p.34.
393
Op.cit. p. 32.
216
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Desarrolla un lenguaje visual cada vez más abstracto. Las formas biomorfas que
dominaban sus pinturas hacia mediados de la década de 1940 se transformaron en man-
chas de color diluidas y multiformes, sin consistencia ni gravedad y que parecían crecer
orgánicamente del interior del cuadro. Les aportaba transparencia y fuerza luminosa
superponiendo finas capas de color sobre el lienzo.
“Organismos” con “pasión por la autoafirmación”, así calificaba Rothko a sus formas,
que se independizaban en el momento en el que el artista había terminado el cuadro.
Rothko asignaba a sus objetos plásticos las propiedades de un ser vivo y de este modo
394
RIVERA, S., e:\lo sublime en la abstracción\rothko\babab_com – mark rothko la intensidad del dra-
ma.mht. p.4.
395
Ibidem.
396
GOLDING. J., Caminos a lo absoluto. Turner. Fondo de Cultura Económica.Madrid.2003. p.183.
217
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
397
BAAL-TESHUVA, J., op.cit. p.45.
398
Op.cit. p.42.
399
RIVERA S., op.cit. p.5.
218
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
400
Op.cit. p.220.
401
Mark Rothko. A retrospective Exibition, Paintings 1945-1960. Londres 1961. p.21.
402
RIVERA, S., op.cit. p.6.
219
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Fig. 51. Rothko. Boceto para el mural nº 4 (naranja sobre granate) Seagram. 1958.
Chiba-Ken, Japón, Kawamura Memorial Museum of Art...
Óleo sobre lienzo 265,8 x 379,4 cm.
403
Ibidem.
220
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
además a partir de un dato biográfico que nos interesa muy especialmente: la devoción
que su autor sentía por Pierre Bonnard. Cuando en 1997 la Pace Gallery de Nueva York
organizó la muestra Bonnard, Rothko, Color & Light, lo que en realidad planteaba era
una lúcida reflexión crítica en torno a la capacidad de dos pintores bien distintos entre
sí, figurativo y ochocentista el uno, abstracto y deliberadamente moderno el otro, para
encontrarse en un plano superior, por encima o más allá de la historia404.
Fig. 53. Mark Rothko. Amarillo, naranja, rojo sobre naranja. (1954).
Óleo sobre lienzo. 235,5 x 162cm.
The Phillips Collection. Washington D.C.
¿Qué es lo que comparten Bonnard y Rothko? Yo diría que una común capacidad
para convertir la pintura en pura intensidad, en puro gozo de la vista, en puro júbilo,
en pura irisación, en pura pulpa y puro flotar de la luz, algo que, en el caso del francés,
resulta obvio en su período de la Costa Azul, y, en el del ruso-norteamericano, está
especialmente claro en Amarillo, naranja, rojo sobre naranja, y, en general, en el ciclo
al que este lienzo pertenece, ciclo en el que también nos encontramos, y asimismo en
1954, con un deslumbrante Homenaje a Matisse. Qué distintos esos cuadros de la ple-
nitud, de aquellos otros, de inspiración mucho más dramática, que siempre coexistirían
404
BONET.J.M., La herencia espiritual de la pintura. Retrospectiva de Roto. Publicado el 21/06/2000.
Juan Manuel Bonet es director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Crítico de Arte
y bibliófilo, el expresionismo abstracto americano ha sido uno de los episodios artísticos a los que ha dedicado
mayor atención.
221
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
con aquéllos, y que terminarían dominando a lo largo del período final, especialmente
tenso y dramático, y que a los españoles inevitablemente nos remite al horizonte último
del Perro ahogándose goyesco405.
Rothko constituyó una referencia fundamental, bien lo supo ver Juan-Eduardo Cirlot, para
nuestra generación abstracta. No es fácil, escribir sobre un universo tan despojado, tan
límite como el de Rothko.
Las obras de Mark Rothko, enigmáticas, hipnotizadoras y seductoras, plasman su ideal de
que la pintura debe ser “la expresión simple de una idea compleja”; esa es, justamente,
la clave de la oscuridad que envuelve tanto a su obra como a su vida.
Rothko llegaría a convertirse en uno de los grandes pioneros del arte de la posguerra y, con-
cretamente, en una de las figuras más destacadas del expresionismo abstracto americano,
junto con Barnett Newman y Jakson Pollock. Sus creaciones constituyen sentimientos emo-
tivos plasmados a través del óleo. No se trata de un juego de espacios coloreados al estilo
de Klein, pues para este el problema fundamental era fijar el valor potencial y expresivo de
los colores y así crear una especie de “escenografía del vacío”; ahí no estaba Rothko.
Toda su obra va recolectando tristeza a través de los lienzos. Sus últimas obras, llenas
de grises y negros, muestran el estado anímico del artista en esta época, que acabará
suicidándose en 1970, fecha en la que también muere Newman. La habitación-taller de
Rothko estaba llena de botellas de whisky antes de morir; quizá esto haya precipitado su
final. Nunca lo sabremos. Nuestra única certeza consiste en que esa habitación estaba
llena de susurros y pensamientos que ahora nos llegan en forma de color y con una cierta
brisa que recuerda las grandes estepas406.
405
Ibidem.
406
© 2011 Revista digital de Arte y Cultura – Art Cultura C:\Documents and Settings\Samsung\Mis
documentos\carmenttt\Nueva carpetadd\otros\rothko\mark-rothko.htm de octubre de 2010.
407
MUÑOZ MARTINEZ, R., Apunte sobre Mark Rothko “La tela nos ha hablado”. Fedro. Revista de Esté-
tica y Teoría de las Artes. Número 7, septiembre 2008.ISSN 1697 8072. p. 85.
408
Op.cit. p. 86.
222
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
409
Ibidem.
Rothko rehusó un análisis explicativo racional de sus obras. Anhelaba la posibilidad de conseguir esta-
blecer con su pintura, las condiciones de posibilidad adecuadas para alcanzar una experiencia originaria entre
la obra y el receptor. Se pronunció en varias ocasiones sobre la imposibilidad de nombrar sus cuadros. Se
puede observar el número de obras que carecen intencionadamente de título y, es más, él no hizo comentario
alguno de ellas. Su intención era la de hacer mantener una relación íntima de su obra con el espectador, sin
condicionamientos que un título pudiera generar. Esa ausencia de nombres viene a sustituirse por esos cam-
pos de color, que hace girar en torno a ese afán de pureza que le preocupaba.
410
Op.cit. p. 89.
223
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
experiencia en la que los sentidos se van esparciendo lentamente hasta alcanzar una
unión absoluta con la creación.
Rothko, trata de alcanzar con su pintura un tipo de experiencia que reúna en intimi-
dad todo lo que tiene que mostrar la pintura y contemplar el espectador. En esa unión
se da todo lo que Rothko nos tiene que decir. De este modo, “artista-obra-espectador”
queda fundidos en una misma unidad de sentido y en un mismo plano significativo411.
La serenidad, que se da desde la interioridad, ocupa un lugar fundamental, ya que
es la actitud para intentar captar la significación de la obra. Tanto el místico como el
contemplador de la obra, necesariamente tienen que adoptar una actitud serena ante
la posibilidad de ambas experiencias, ya que este tipo de actitud es la única que puede
facilitar el acceso a todo lo que tiene que ser mostrado en la obra contemplada.
Con dicha actitud, en ambos casos, la mística y la obra de Rothko, el portador de la
serenidad y el objeto de contemplación se acabarán fundiendo en una unidad indisolu-
ble gracias a la cual se logrará la experiencia plena (una unión plena y absoluta con la
creación). La actitud, así, es aquello que posibilita la apertura al misterio más íntimo de
ambos modos de experiencia personal.
El silencio ocupa un lugar destacado en la contemplación de las obras plásticas. El
silencio propio que impone la presencia de cualquier creación plástica es algo intrínseco
a la contemplación de la misma. El contenido de la obra se muestra en una plenitud
inaccesible a otros tipos de arte.
En el caso de la obra de Rothko, desde una cercanía patente con la mística tal y
como se ha destacado, se hace aún más evidente el lugar de relevancia que ocupa el
silencio. Ofrece amplias telas impregnadas de anchas bandas de color que hace sumergir
en una atmósfera de meditación interior profunda.
En el conjunto de sentido que conforma el espectador ante un cuadro de Rothko, se
halla la posibilidad de rozar lo sublime mediante el sentimiento profundo que proporciona
la percepción inteligente de la obra de este creador del s. XX.
Mark Rothko en su obra parte de unas claves, que a lo largo del ciclo de la historia
del arte, se pueden vislumbrar. Un legado rico, que a generaciones posteriores ha pa-
sado el testigo. Estas claves de su obra se centran en:
Limitar toda insinuación gestual en el cuadro y concentrarse en la expresión del color
desfigurado y velado.
Plasmación de la pasión, tragedia y sentimiento de lo sublime.
Interrogar a través de la contemplación permitiendo una reacción inmediata.
Espontaneidad expresiva en el uso cromático413.
411
Op.cit. p. 91.
412
CHILLIDA,E., “Escritos” Madrid. La Fábrica.2005. p.118.
413
http://pintura.aut.org/SearchProducto?Pr…
224
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Hay una herencia espiritual de quien probablemente sea el pintor más importante
de la segunda mitad del siglo. El esplendor abstracto y norteño de la obra del ruso-
norteamericano, en torno al último período rothquiano, aquél en que, ya próximo a su
suicidio, el pintor parece olvidarse de la luz, y de cualquier esperanza, para adentrarse
en un mundo sombrío, un mundo de tinieblas –eso sí, serenas– que a los españoles
inevitablemente trae a la memoria el estremecedor “Perro ahogándose” que Goya pintó
en su Quinta del Sordo.
Rothko, que quiso “expresar emociones humanas básicas”, y que aspiró a ser, con me-
dios modernos, algo que estuviera a la altura de Shakespeare o Mozart, constituye hoy
motivo de reflexión para artistas españoles de muy diversas generaciones: abstractos
de la década del 50, como Chillida, Ràfols o Corner –este último fue uno de los respon-
sables de que en su momento la Fundación Juan March trajera aquí su retrospectiva de
la Tate Gallery–, figurativos como Cristino de Vera, geómetras como Yturralde o Ángel
Guanche, “líricos del fin de siglo” como Corujeira o Bellosillo... Conversaciones con todos
ellos –como antaño con Zóbel, Guerrero o Saura– en torno a los espacios despojados
y fascinantes de Rothko. Con todos ellos, y también con el suizo Helmut Federle, uno
de sus más convincentes herederos en este fin de siglo. O con el irlandés Sean Scully,
otro que se mira como en un espejo en la obra de su predecesor, sobre el que acaba de
escribir para el “Times Literaire Suplement”414.
414
BONET J. M., Times Literaire Suplement.Publicado el 10/01/1999.
225
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Pensamos que no todos los modelos creativos ensayados en la última centuria, que han
llegado a gozar de una repercusión pública, poseen el mismo valor, pero sin embargo
mantenemos firmemente la idea de que algunos de ellos si esconden algo realmente
meritorio en su intento, que en gran parte aún está por reconocer. Atreviéndonos a un
juicio histórico sustentado por una meditada reflexión, consideramos que la pintura de
Rothko es uno de ellos…el tiempo, como siempre decidirá415.
No se trata de una tentativa, ni de una experiencia sin futuro, sino de una necesidad
de la época que compromete el arte en toda su globalidad.
Mediante colores que desbordaban la forma y ya giraba en torno a lo que hoy ha
alcanzado un arte interiorizado. La tendencia a la abstracción es la consecuencia de una
profunda angustia del hombre ante el mundo.
Será una obra exigente, que mostrará la preocupación espiritual que subyace en las
concepciones del artista y se interrogará sobre las relaciones de las formas y los colores.
Templando estos últimos sobre al menos en su dimensión perceptiva sus posibilidades
de acción.
Reflexiona acerca del espíritu y la actividad artística, relaciones que constituyen el
núcleo de la abstracción. Afán de la gramática de las formas. Análisis de los elementos
para llegar finalmente a la expresión gráfica adecuada.
La autentica obra de arte nace del artista, creación misteriosa, enigmática, místi-
ca. Se desprende de él, adquiere una vida autónoma, se convierte en personalidad, en
sujeto independiente, animado por un soplo espiritual, el sujeto vivo de una existencia
real, un ser. No es una creación.
La pintura es un arte y el arte en conjunto no es una creación sin objetivo que caiga
en el vacío. Es un poder cuyo objetivo debe ser desarrollar y refinar el alma humana.
2. Los sueños puros, simples en formas desde lo pequeño, delicado y frágil de Paul
Klee
415
MUÑOZ MARTINEZ, R., op.cit. p.94.
226
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
imaginación inagotable. Parece que se interesa solo por el principio de las cosas, por su
nacimiento virginal o por su concepción primordial. El arte no produce lo visible, asegura,
sino que lo convierte en visible.
El arte es un advenimiento, con la inocencia infantil que lo caracteriza, se merecería
sin duda el adjetivo de “hechizado”. Él, que quiso tornar visibles las fuerzas ocultas del
ser.
Antaño se representaba las cosas que se podían ver sobre la tierra, los que se
amaban o que se hubiesen deseado ver. En estos días, la relatividad de lo visible se ha
convertido en una evidencia, y se acepta ver un simple ejemplo particular en la totalidad
del universo, en el que habitan innumerables verdades latentes.
3. Las bases estructuradas sobre las que atrapar algo de luz, algo de color y de espacio
como en Mondrian
4. O el lado más trágico de un universo invadido por el espacio, sin nada; con la no na-
da. O inexistente de afuera, pero penetrante en un mundo interior pleno. Rothko
227
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
tiene para el espectador. Siempre y cuando la voluntad del mismo tenga la capacidad,
disposición y voluntad de adentrarse en ese mundo mágico interior que esconde la obra
de arte.
Se ha adentrado en los mundos diferentes pero semejantes de estos autores, ha-
cedores de una plasmación plástica con un fin. Incitar al espectador a lo sublime, a lo
grandioso, desde un interior evocado por algo bello, estético y expresivo como es la
obra de arte.
Estos pilares van a servir para realzar si cabe más el arte de estos días y sobre todo
la necesidad, desde la enseñanza inicial, de educar y suscitar en las personas sentimien-
tos y valores. Necesitando mitos que sirven de recuerdo de los mismos.
Cualquier manifestación plástica queda movida y motivada por el ciclo en el que se
desarrolla, su cultura, ritos y tal vez los mitos que les mueve416. Provocaciones de los
artistas para trasmitir lo sublime.
Son importantes las fuentes de las que bebe para reforzar y conformar su camino a
través de las manifestaciones plásticas. Con medios que permiten al espectador aden-
trarse en la obra al igual que su ubicación, como Rothko decía y proponía para sus obras.
Situación, iluminación, ambiente contiguo, obras adyacentes…
¿Es necesaria la conexión artista-obra en esa gran comunicación sensorial?
Los colores y las formas salen al encuentro del espíritu creativo para posteriormente
dar a luz un interior, un encuentro con lo Sublime. Aquello que solo ocurre en un instante
y no deja huella de ello, no puede llegar a ser sublime, pues solo lo Sublime impregna
vivamente el espíritu humano. Causando sensaciones y sentimientos positivos.
416
Se entiende el mito como relato que abre a las fuentes de la vida, enseñando la dimensión de lo
humano. Aproxima a lo sublime y trascendental, pero también a los límites de hierro que anuncia e impone la
temporalidad, como destino inexorable. El mito, tal y como lo sugiere Mircea Eliade, es un relato que muestra
una manera esencial de ser, de la realidad más íntima, de las cosas, y en este sentido narra lo que ha sucedido
verdaderamente.
STUVEN A.M., Y FERMANDOIS, J., “Amor y Muerte.El Mito como Fuente de Verdad”. Instituto de Histo-
ria. Pontificia Universidad Católica de Chile. http://www.uc.cl/historia/cinfo/Articulos/stuvenfermandois.htm
p. 3.
228
CAPÍTULO 2
EL CONCEPTO DE LO SUBLIME
EN LA SOCIEDAD DEL S. XX
2.1. Introducción
229
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Con estas premisas se puede llegar a valorar la importancia que tiene la educación
del ser humano, en valores, para conformar una sociedad creativa.
Según Zambrano considera la educación como un fenómeno de asimilación por par-
te del espíritu, el cual, carente de un contenido original suyo, todo lo adquiere a través
de la paulatina experiencia del mundo de la naturaleza, a través de las relaciones espiri-
tuales con los demás hombres que viven en sociedad. Al principio el espíritu no es bueno
ni malo, y puede volverse según las influencias externas que reciba una u otra cosa.
“La aurora es bella, el crepúsculo sublime. Los ángeles son bellos. Dios Sublime. Amar es
bello, querer sublime. La compañía puede ser bella, la soledad podría resultar sublime.
El día es bello y la noche sublime. La luz de la vida puede ser bella, su envés y trasluz
son sublimes”417.
“Los mitos no significan siempre aquello que se interpreta de ellos o aquello para lo que
son reelaborados, sino que lo enriquecen, a partir de las configuraciones que adoptan o
en las que son incluidos. Cuanto más polisémicos son, tanto más incitan a agotar aquello
que todavía podrán significar y con seguridad, aumentarán todavía más sus significados.
La radicalidad siempre gusta de dar el último paso y sacar definitivamente a la luz aquello
que hasta entonces sólo habría sido entrevisto tangencialmente”418.
417
ZAMBRANO, M., Ámbitos literarios. op.cit. p.9.
418
BLUMENBERG, H., El mito y el concepto de realidad. Herder. Barcelona.2004. p.121.
El modo de vida colectiva está integrado por formas de vida materiales y espirituales. Materiales en
cuanto se refiere a las necesidades básicas del hombre: costumbres, comidas, indumentaria, medios de sa-
tisfacción, edificación, hábitos de vida, agrícola, marino y las espirituales, aquellas que conforman las ideas,
lenguaje, organizaciones, sistemas institucionales, sociales, económicos, políticos, tecnológicos, religiosos,
culturales.
230
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Todas las obras de arte están hechas de eso que se llama la materia prima y ésta
tiene que extraerse de la naturaleza. Lo que se llama naturaleza, otros lo llaman la tie-
rra, en el sentido metafórico o mitológico tradicional de la madre tierra, que engendra y
alimenta a todos los seres y luego los recoge en su seno. La materia no es simplemente
un cimiento cósico de la obra de arte, sino que tiene dentro de su unidad estética un
valor propio, sea con este valor una revelación real de la idea.
¿Qué es entonces la creación? Se puede hablar del devenir de la obra, su llegar a
ser por medio de la creación, un modo del acceder de la verdad. La obra como producto
determina la creación, que es la causante de generar lo que no existe, de lo que existe.
La creación es la fijación de la verdad mediante lo que llamamos forma. La creación, no
es solo el acto generador sino lo que permanece como forma objetiva mediante la obra y
queda así experimentado lo creado. Dejar que una obra sea obra es lo que se denomina
“contemplación”. Únicamente en la contemplación, la obra se da en su ser criatura como
real. La contemplación es una fusión integral de sujeto, objeto, una unión mística.
El arte es, un pasado, es la representación de toda la tradición artística. No se ne-
cesita de ningún supuesto metafísico o místico para reconocer que el arte ha sido, sigue
siendo y será un factor en el despertar de la conciencia histórica de un pueblo.
¿De qué hablan las obras si el arte es una imitación de la naturaleza de las cosas,
no de sus apariencias? Si se debe de dar una educación de acuerdo con la naturaleza
profunda y la elocuencia de las cosas expuestas, las obras; no será una educación de
la sensibilidad, sino una educación filosófica, en el sentido platónico y aristotélico de la
palabra, esto es, como ontología y teología, como plan vital y como sabiduría destinada
a ser aplicada en los asuntos cotidianos.
No se habrá conseguido nada si con las obras de arte no se interpela al hombre e
influye en su vida y no cambia sus valores.
Los medios de masas no solo le facilitan a cada uno una imagen de la vida, si no
que por sí mismos constituyen realidades culturales nuevas. Influyen y determinan el
cambio de contenido de la opinión pública, hasta el punto de que es precisamente el
ámbito de la comunicación de masas el que se ha de tener también en cuenta como un
punto de vista ético419.
El individuo y la sociedad son inseparables, tanto desde un punto de vista histórico
como sistemático. La sociedad se compone de individuos y éstos son sus únicos represen-
tantes, al igual que solo puede haber individuos dentro de una sociedad. El ser individual
y el ser social se manifiesta al mismo tiempo, se desarrolla al mismo paso y se transfor-
man en mutua dependencia. El ser humano es y participa de un conjunto, de un colectivo
llamado sociedad y no se puede entender por separado. Las características individuales
las adquieren sólo en relación mutua por medio de alianzas, enemistades, imitación y
aislamiento, cooperación y competencia, autoridad y subordinación, derecho y deber.
“Cuando se rechaza el empleo de categorías sociológicas en las manifestaciones indivi-
duales, no solamente se ignora que el individuo se forma dentro de las relaciones sociales
419
Persona y sociedad. www.ucsm.edu.pe//rabarcaf//Etica%20y20Moral%Social/3%Persona%20So-
ciedad.doc. p.14.
231
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Al fenómeno llamado arte deben concurrir tres elementos: artista, obra de arte y
contemplador, la presencia de los tres es indispensable para que se verifique el fenó-
meno artístico.
El artista es el creador, el que impulsado por la inspiración da a sus sentimientos
forma material en una obra de arte. Esta es la creación artística, lógicamente la mate-
420
HAUSER, A., Fundamentos de... op.cit. p. 60.
Los artistas como seres humanos que son, participan de una sociedad. Como productos y como produc-
tores. No son completamente independientes o autónomos, ni arraigados y desarraigados. Así como no son el
portavoz humanitario y unitario, tampoco han de ser las víctimas marginadas de una sociedad inhumanamen-
te manipulada y organizada. Los artistas hablan un lenguaje que les habla a ellos y para ellos.
Si la sociedad es la única forma en la que resulta imaginable algo que se parezca a una conciencia indi-
vidual, el individuo es el único agente de la sociedad, su único representante activo, la única expresión clara
de las tendencias y las fuerzas que actúan en ella. La persona es la que piensa, siente, negocia, reconoce la
verdad y crea obras de arte, aunque como parte y órgano de una colectividad.
421
Op.cit. p.61.
Durante la edad helenística el hombre comienza a descubrirse según una dimensión nueva. Una nueva
identidad, la del individuo, desvaneciéndose así la antigua equivalencia entre hombre y ciudadano-súbdito.
La educación cívica del mundo clásico formaba ciudadanos, la cultura de la edad, que se inicia con Alejandro,
forja individuos. En las grandes monarquías helenísticas los vínculos y las relaciones entre el hombre y el
Estado se vuelven cada vez menos estrechos e imperiosos.
Las nuevas formas políticas, en las que el poder es poseído por uno sólo o por unos cuantos, conceden
cada vez más a cada uno la posibilidad de forjar a su manera la propia vida y la propia personalidad moral.
Incluso en las ciudades en que perduran los antiguos ordenamientos. La antigua vida cívica, que se ha degra-
dado, parece sobrevivirse a sí misma, lánguida, atemorizada, entre veleidades de reacciones reprimidas y sin
un consentimiento profundo en los ánimos. Como resultado de la separación entre hombre y ciudadano, surge
la separación entre ética y política.
Hasta Aristóteles la ética clásica estaba basada en la identidad entre hombre y ciudadano y por ello esta-
ba implantada en la política y más bien subordinada a ésta. Por primera vez en la historia de la filosofía moral
y gracias al descubrimiento del individuo, en la época helenista, la ética se estructura de manera autónoma
basándose en el hombre en cuanto tal, en su singularidad.
232
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
422
TATARKIEWICZ, W., op.cit.pp.111, 112.
233
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
una escultura, etc., en un estado tal de ensoñación, que pierde todo contacto con la
realidad.
El artista es con frecuencia incomprendido, muchas veces se rebela contra la tradi-
ción y el espíritu de su época, y se opone al medio; especialmente el genio, no pertenece
de lleno a su momento, se adelanta a él, es un visionario, un profeta.
Aunque es producto de su tiempo crea el venir, el futuro es obra suya, él enseña
a los jóvenes una nueva manera de concebir el arte al echar las raíces del novedoso
trazo del mañana. El artista sin proyección futura, que sólo se adapta a su tiempo, no
logrará para sus obras valor de eternidad, por lo tanto deberá ser además de idealista,
un desadaptado.
El artista no deberá mentir en su obra, ésta debe ser sincera porque en ella debe
expresarse fielmente; por lo mismo debe ser original, si imita a otro artista incurre en
mentira, falsea su propio ser; es lícito, claro está, seguir el estilo del maestro, de una
época o de una escuela, pero imprimiendo a sus obras el sello inconfundible de su per-
sonalidad; imitar la obra ajena es, sin duda, un fraude.
El artista no debe realizar solamente cosas concretas; sin alcanzar la esencia de las
cosas, el verdadero arte trasciende de la singularidad de las cosas y las hace universales
gracias a lo esencial que intuye en ellas, sin este tránsito del mundo material al espiri-
tual, no habría obra de arte, carecería de sentido su producción.
“Desde todos los puntos de vista el artista tradicional se consagra al bien de la obra que
hay que hacer. La operación es un rito, el celebrante ni intencional ni siquiera consciente-
mente se expresa a sí mismo… En las artes tradicionales lo que nos interesa no es nunca
Quién dijo, sino sólo Qué se dijo: porque todo lo que es verdadero, quienquiera que lo
haya dicho, tiene su origen en el Espíritu”423.
423
COOMARASWANY,A.K., op.cit. p. 45.
424
Op.cit. p. 63.
234
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Todas las bellas artes requieren de ciertas cualidades para ejercitarse, las espi-
rituales son indispensables en cualquier artista y comunes a todos ellos y algunas de
carácter material son diferentes en cada una de las artes; además, es imprescindible
la técnica, puesto que cada forma de arte requiere un método y un mínimo de reglas
a seguir; la técnica implica conocer ambos, para saber usar el material que se va a
emplear.
En el esfuerzo creador el artista se preocupa de consideraciones técnicas mucho
más de lo que puede sospecharse, la lucha contra el material, el esfuerzo por dominarlo
y dotarlo de agilidad y vida tienen fundamental importancia, puesto que debe preparar-
se para esta lucha y su arma es la técnica. La manera como la domine determinará su
estilo, la diversidad de técnicas se traduce en la diversidad de expresiones; la aplicación
de reglas, tradicionales o nuevas pero personales y vivientes; dará como resultado la
imposición a la materia de la voluntad creadora propia de cada artista, su peculiar es-
tilo, que es “su manera de soñar con los ojos abiertos”, es el modo propio de crear que
precisa y define su personalidad.
Cuando el artista haya dominado la técnica le será más fácil la realización de la
obra, sin embargo, más que una técnica perfecta, la obra de arte debe ser expresión de
sentimientos, pues sin ésta resultará solamente una demostración de habilidad que no
logrará despertar ninguna emoción.
El artista puede seguir las técnicas de los grandes maestros pero también puede
crear su propia técnica, desconociendo reglas y principios establecidos, aunque siempre
se requiere de un mínimo de conocimientos técnicos. Las facultades espirituales son,
indudablemente, las más importantes y el artista precisamente por poseerlas resulta
diferente a los demás hombres. El artista es quien eleva la condición perecedera de la
materia, transformándola en arte, por lo tanto la vocación resulta una cualidad necesa-
ria; si en cualquier actividad se requiere la vocación, que es la inclinación, dedicación,
pasión, con mayor razón en el arte.
La vocación posee el vigor necesario para producir reacciones emotivas, sin esta
fuerza la obra resultará mediocre, falta de interés; le proporcionará asimismo la voluntad
artística, que es la intención deliberada que le lleva a producir y a plasmar en su obra
valores permanentes, que salvan las cosas de la fugacidad y temporalidad.
El artista, según se ha dicho, es un ser dotado de sensibilidad para captar todo
lo que sea posible de volcarse en una obra de arte, pero además de ese don, goza de
habilidad suficiente para transformarlo en una obra de arte, de tal manera que la con-
templación produzca un efecto semejante a la creación. Desde luego que debe poseer
una limpia y sagaz inteligencia que le permita intuir en la vida misma la esencia de las
personas o las cosas para transformarlas y elevarlas en el arte; el equilibrio entre la
inteligencia y la sensibilidad es lo que produce grandes artistas.
Al conjunto de estas cualidades se le llama talento artístico, y es innato en el ar-
tista, pues el ejercicio del arte le permitirá perfeccionar la técnica pero no le procurará
el talento artístico. Su maravillosa sensibilidad lo dota de inspiración que le permite
encontrar en cualquier momento y lugar motivo para la expresión artística, pero logra
crear cuando la inteligencia le guía.
Además, es indispensable una cualidad que se llama ingenio y que es también un
conjunto de cualidades: percepción clara, que puede llamarse criterio estético, para ver
las cosas como son y no de un modo falso; amor, para encender con su llama y dar vida
235
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
a las ideas que nacen en el espíritu como resultado de la inspiración; fantasía, que es la
cualidad en virtud de la cual se crea la obra, es el ropaje que viste de gala las ideas; y
por último el estilo, que es un poderoso y eficaz estímulo que inflama a los artistas y los
impulsa a exteriorizar sus conceptos íntimos revistiéndolos de forma material.
El segundo elemento del fenómeno artístico es la obra de arte, que es la proyec-
ción del espíritu del artista, la objetivación de su inspiración. La obra de arte es, la
transmisión del sentimiento experimentado por medio de líneas, colores, movimientos,
sonidos o palabras. La materialización del ensueño estético constituye la obra de arte,
que abarca “lo que es y lo que “puede ser”, “lo inteligible y lo sensible”, que tiene en la
creación artística su más lograda realización, pues en ella intervienen lo real y lo ideal
conjugándose.
Tiene la virtud de borrar el abismo que separa la realidad del ensueño, puesto que
la realidad está en la obra de arte cuando el ideal está en el alma del artista, quien hace
del mundo externo un mundo interno que expresa su creación.
La obra de arte no es simplemente una cosa, es algo cargado de significaciones,
encierra un mensaje, habla al espíritu, lleva en sí misma el propósito de entablar un diá-
logo emocional con todo el que quiera acercarse a ella. En efecto, gracias al sentimiento
trascendental que posee la obra, el contemplador percibe su lenguaje y al percibirlo se
proyecta en ella como una respuesta a los pensamientos y sentimientos que ese len-
guaje le sugiere.
Aunque merced a la facultad estética los humanos son capaces de percibir los valo-
res en el arte, no todos los hombres gozan de idéntica capacidad receptiva para sentir
esos valores, la receptividad varía según la cultura y la sensibilidad del individuo, si bien
la cultura no es idéntica en todos lo hombres, la sensibilidad es un don innato que la
cultura no crea pero que puede desarrollar, es algo que posee el individuo como parte
integrante de su persona en mayor o menor grado; cuanto mayor sea el grado de sen-
sibilidad del hombre, mayor será su aptitud receptiva, su capacidad para comprender el
mensaje que el artista dejó en su creación.
El arte es la expresión del interior del artista, así su obra es algo eterno en su per-
cepción, es la llave que abre la sensibilidad de los que la contemplan; los valores hu-
manos son más intensos y adquieren mayor profundidad cuando se fijan en el arte, por
ello la obra debe ser producto del amor del artista, de su vocación realizada de manera
material; el amor contiene el secreto del arte, parte de lo finito de la materia y perdura
en la infinitud del recuerdo para volver después como inspiración hacia el artista y ser
transformado en una obra de arte.
Las obras de arte poseen valor de eternidad, perduran a través del tiempo, son un
símbolo y un maravilloso legado que han dejado en el transcurso de los años los hom-
bres que en todas las épocas han sabido sentir la vida, interpretarla y plasmarla en el
arte. Pero para que la obra de arte sobreviva, para que sea eterna, es necesario que
posea universalidad; que además de expresar la fe íntima del hombre para vencer la
fugacidad del tiempo, se libere de lo particular y tienda al infinito; que exprese el vigor
mismo del objeto, que será un reflejo del interior del artista.
En la obra de arte se contiene el esfuerzo que el artista realiza para trasmitir sus
sentimientos a los demás, pero también encierra su anhelo de detener el tiempo y
eternizar su inspiración. El ansia de inmortalidad del poeta presenta cinco matices:
inmortalidad moral de la obra y su autor, proyección de formas vitales hacia el futuro,
236
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
237
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
te intrínseca, vital del contenido, con la emoción estética y el sentimiento del artista, su
sensibilidad.
La emoción es un estado de ánimo que abarca toda una gama de sentimientos: alegría,
dolor, angustia, desasosiego, expectación, constituye una alteración repentina del ánimo; la
emoción estética es muy especial: indefinible y pura, tiene algo de exaltación, admiración,
pasión y amor; pero es más profunda que la emoción usual y lleva al artista a apasionarse
intensamente con su tema hasta lograr la expresión material. Esta emoción estética propia
del artista y de su creación se transmitirá al espectador en la contemplación.
Además de la emoción, es factor indispensable del contenido la sensibilidad, pues
aún existiendo el tema producto de la inspiración y se despierta la emoción en el artis-
ta, si éste no se encuentra dotado de suficiente sensibilidad para percibir el contenido
capaz de expresarse en la forma, el resultado no será una obra de arte, por carecer de
contenido emotivo y sensible.
La sensibilidad unida a la emoción estética debe conmover profundamente al artista
para poder verter cabalmente y provocar idénticos sentimientos en todo el que se acer-
que a ella para contemplarla, interpretarla o emitir un juicio crítico. La emoción es una
fuerza psíquica que se vierte en la conducta y que es el motor que nos incita a actuar,
esta emoción es ficticia y se agota en la contemplación. Si el arte se redujera a provocar
emoción como ésta que es efímera, se caería en una finalidad poco edificante, en vez
de arte, sería industria425.
El contenido estético entonces, constituye el aspecto espiritual de la obra y es resul-
tado de la intuición, la emoción y la sensibilidad estética. El gran esfuerzo de la cultura
moderna debe de ser el de la creación de belleza, y a través de la belleza provocar al
ciudadano hacia unos valores estéticos y éticos. Esto conlleva un destino de producir
dentro de la perfección y de la armonía. La belleza así será el testimonio permanente y
conciencia del hombre y para el hombre de la dignidad humana, cumbre de la armonía
y perfección del ser.
Queda elevado hacia una espiritualidad para la nueva libertad del dominio propio
del hombre, para ser feliz en su libertad, en una civilización bella creada por él mismo,
porque le llenará plenamente y le donará la paz en el espíritu, desterrando la angustia
de la impotencia. Dominio de la angustia. Momento en el que se completa y da sentido al
proceso creativo-cultural del ser humano. Obra realizada con perfección porque se basa
en el amor de los demás hombres, cuya dignidad es inicialmente apreciada.
Las acciones de la persona, ser físico y espiritual, se producen en su interior y pro-
vienen de su voluntad y pensamiento. Actúa bajo impulso de causas cognoscibles por
los sentidos y que actúa por causas físicas.
“Busque en la naturaleza y en sus propias fuerzas aquellos recursos que jamás podrán
procurarle las sordas divinidades. Escuche los deseos de su corazón, sabrá qué es lo que
425
Conviene mencionar que desde que los filósofos griegos comenzaron a reflexionar sobre el arte y su
función en la vida humana, se ha considerado que una de sus finalidades, aún cuando no la única, es despertar
emociones estéticas, conmover el espíritu humano y elevarla por encima de lo cotidiano.
El contenido posee a su vez dos elementos, el conceptual y el material; el conceptual estaría constituido
por el proceso de concepción en que el artista organiza sus ideas subjetiva y objetivamente, este proceso lleva
a encuadrar la obra en la categoría estética que le corresponde, vendría después el desenvolvimiento de la
idea para llegar a la expresión. El elemento material constituirá la expresión. En realidad el elemento concep-
tual corresponde a lo que desde siempre se ha llamado contenido, y el material a la forma, la expresión.
238
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Hauser427 manifiesta que son dos los modos distintos en los que puede cum-
plimentar el artista las tareas que en su calidad como tal le corresponden. Puede
exponer de todas maneras las ideas, valores y normas por las que se pronuncia,
bien en forma de declaración explicita, como confesión abierta, programa manifiesto,
tendencia proclamada notoriamente, o bien en forma de meras implicaciones, como
concepción del mundo implícito, oculta en ciertas circunstancias inconsciente, condi-
ción previa de una actividad que desde el punto de vista práctico parece indiferente.
Sus obras pueden tener el carácter de propaganda evidente o de ideología velada,
escondida y reprimida.
“La frontera que hay entre ambas formas de comunicación puede ser flexible, pero, en
principio es reconocible la finalidad y el sentido de una confesión expresa o de un men-
saje transmitido por encargo, son siempre conscientes al orador y transmisor, y el des-
tinatario recibe o rechaza la llamada también conscientemente. Sin embargo, el impulso
originado por una obra de arte también puede ser inconsciente y no solo manifestarse
como tal, esto es, ejercer su influencia sobre las ideas, sentimientos y acciones del reci-
piendario sin que éste se de cuenta en todo caso, resulta significativo el hecho de que la
influencia social y política de una obra es tanto más poderosa cuanto menos ostentosa
es su finalidad y cuanto menos reclama la aprobación general.”428
El arte habla siempre a alguien de parte de alguien, refleja la realidad vista desde
una posición social con el fin de que se la vea desde tal posición. La aparición del arte
plástico comienza a partir de las prácticas religiosas de la sociedad, de la ornamentación
religiosa y de las ceremonias del culto. Fue el espíritu religioso el que en Egipto y en
Grecia movió a la creación de templos y estatuas, y la Edad Media impulsó la erección
de las catedrales e iglesias adornadas de la correspondiente imaginería y pintura. Luego,
por la Reforma, el arte se hace positivista, volviendo sus ojos a la naturaleza y reflejando
los objetos de la misma. El arte aparece en un comienzo ligado a funciones religiosas y
políticas, y solo luego se extiende a toda clase de representaciones429.
426
REALE, G., VV.AA., Historia del...T. III.op.cit. p.612.
Las acciones del hombre nunca son libres, siempre son las consecuencias necesarias de su tempera-
mento, de sus ideas, de las nociones verdaderas, valores que se poseen, de sus opiniones reforzadas por la
educación, la cultura, la experiencia de cada día. Todo hombre por naturaleza tiende hacia una felicidad y la
sociedad se propone el mismo objetivo.
La sociedad es el conjunto de personas reunidas por sus necesidades con una meta para colaborar en
la medida de lo posible en la conservación de estos bienes. Las leyes naturales de una sociedad abogan por
unos fundamentos de sociabilidad, razonamiento, en que los hombres piensan y desean la felicidad. Estas
leyes que rigen no pueden contradecir las de la propia naturaleza. La persona se halla dentro de la naturaleza
y comprendiendo sus leyes y actuando bajo condiciones para ser él mismo y satisfacer sus exigencias. El
espíritu humano despierta, piensa, recrea, y se hace sensible ante los que le rodea.
427
HAUSER, A.,Fundamentos de... op.c. p.157.
428
Op.c. p.158.
El sociologismo es una corriente de pensamiento que pone la fuente de la cultura y de los valores, e
incluso de las capacidades humanas no en el individuo, sino en la sociedad, moral, educación, religión, cono-
cimiento, actitudes y sentimientos, todo es de origen social. Y el arte también, naturalmente. No hay influjos
individuales, ni creatividad personal, porque el individuo es ante todo resultado de la sociedad.
429
Op.cit. p.160.
239
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El socialismo y, más aún el marxismo, asumen esa concepción del arte y la radicali-
dad del arte carece de autonomía espiritual y cultural para convertirse, en consecuencia,
exponente de situaciones sociales.
Siguiendo el curso histórico de la evolución de las vanguardias artísticas de nuestro
siglo, se puede comprobar no solo como se ha llegado a un lenguaje abstracto, sino tam-
bién desmaterializado, conceptual, cumpliéndose de esta manera, al menos parcialmen-
te, la profecía hegeliana de la muerte del arte como triunfo del Espíritu Absoluto430.
430
CALVO SERRALLER, FCO., op.cit. p.67.
431
COOMARASWAMY, A.K., op.cit. p. 52.
432
FAJARDO FAJARDO, C., op.cit. p.2.
433
TATARKIEWICZ, W., op.cit.pp. 154,155.
La Naturaleza es perfecta y el hombre debería parecerse a ella a través de sus actividades: la naturaleza
está sujeta a leyes por tanto el debería descubrir sus leyes y someterse a ellas, y no buscar la libertad que
puede desviarle fácilmente de ese posible optimum a alcanzar en sus actividades.
434
Op.cit. p.186.
240
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“La educación es el arte de volver a ver y de encontrar para ello el método más fácil y
eficaz; no consiste en crear la vista en el órgano porque ya lo posee, más como está mal
orientado y mira lo que no debe, ella debe procurar la conversión” 435.
La experiencia solamente adquiere valor cuando se establece una meta con los va-
lores apropiados. La humanidad asciende o desciende según su sistema de valores como
puede evidenciarse con la destrucción actual de los valores, el aumento de enfermeda-
des mentales, temor, crimen y guerras devastadoras. Para los humanistas, el valor se
deriva de la naturaleza intrínseca del hombre, para los religionistas el valor se deriva de
la razón eterna del ser. Ambas definiciones se encuentran dentro del misticismo, en el
cual los valores ya no son abstracciones, sino experiencia viva.
El problema es el ánimo de esta época: la negación de la trascendencia, la insipidez
de los valores, la vacuidad del corazón, la creciente insensibilidad a la cualidad impon-
derable del interior, el derrumbe de la comunicación entre el ámbito de la tradición y el
mundo sensible del individuo.
El hecho de pertenecer a una sociedad incapaz de brindar oportunidades para sa-
tisfacer las auténticas necesidades humanas no atenuará el sentimiento de frustración y
rebeldía. Lo que necesita la juventud es un sentimiento de existencia trascendente, un
sentimiento de veneración por la sociedad a la que pertenece.
Se toma conciencia de que se registra una crisis suprema en la historia. Se está
expuesto a una corrosión progresiva de la sensibilidad moral y espiritual, proceso este
en cuyo transcurso se puede perder la libertad e incluso la vida. Las concepciones peno-
samente conquistadas de la tradición occidental están cayendo en el olvido. Los valores
eternos pasan de moda. A la mayoría de los seres se les niegan los goces de la vida in-
terior. La sensibilidad es un lujo. La instrumentalización del mundo conduce a la integra-
ción del hombre. El mundo es demasiado sublime para ser una herramienta y el hombre
demasiado grande para vivir solo en razón del utilitarismo. La forma de vida que se está
universalizando despoja rápidamente al hombre de su sentimiento de trascendencia.
El joven de este tiempo está mal criado, apenas tiene conciencia de la vida, el dolor,
enfermedad, resentimiento, envidias. No se siente moralmente estimulado ni se siente
convocado ante estos sucesos. En los momentos de crisis los trasfiere a sus mayores, o a
435
ZAMBRANO, M., Filosofía y... op.cit. p.55.
436
BACHELAR, G., La poética…op.cit. p.86.
437
Op.cit. p.87.
241
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
la sociedad. Ante el peso de las dificultades se quiebra. Se ofrece un gran abanico de po-
sibilidades, pero falta entusiasmo, ni conciencia de lo que merece sacrificio, ni conciertos
perdurables. Para la existencia del hombre es necesario un sentimiento de deuda para con
la sociedad, para con lo Sublime. En esta época es lo contrario, el hombre moderno cree
que el mundo está en deuda con él, que la sociedad está cargada de deberes para con él.
Educar con el sentido de responsabilidad es el sentido de la sociedad que le encie-
rra. El sentimiento de responsabilidad no puede existir si no se venera lo que hay de
sublime en la existencia humana, si falta un sentimiento de dignidad, si no se siente
lealtad por un acervo, si no se capta la trascendencia de la vida.
La agonía del hombre contemporáneo es la agonía de un hombre espiritualmente
atrofiado. Para ser humano, el hombre debe ser más que hombre. En la existencia hu-
mana se juega un valor divino. Quizás en los centros no se sepa enseñar a los alumnos
a ser personas, a resistir el conformismo, a desarrollarse interiormente. Se le enseña a
adaptarse al público y no a cultivar su intimidad, su interioridad. Para alcanzar esta me-
ta, se debe aprender la forma de activar la voluntad, de dar una respuesta a lo Sublime,
de relacionarse con el mundo sensible.
Se capacita al hombre exterior. Más no se debe descuidar el interior, se imparte
información, pero también se debe cultivar la sensibilidad. Se enseñan aptitudes pero
también se debe estimular la comprensión. Se está demasiado ocupado en hacer activi-
dades, más no se sabe de quietud y soledad en el silencio.
438
VEREDA., La finalidad y el significado del arte primordial.
http://vereda.hacer.ula.ve/artorien/arorien4.htm p.2.
439
BAUTISTA.R.M., La responsabilidad en la Educación de la Persona.file://A:/La Responsabilidad en la
Educación de la Persona.htm p.3.
242
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Muchos de los valores de la sociedad actual son impuestos por mezquinos intereses
creados y no deben tomarse como si fueran sagrados. El ideal de adaptarse ha desem-
bocado en el conformismo incondicional. Ninguna persona con una conciencia sensible
puede encontrarse cómoda en una sociedad egoísta que es indiferente a la miseria de
millones de personas.
La mayor amenaza es la insensibilidad frente al padecimiento del hombre. La tarea
es destruir el mito de lo acumulativo, la conquista de la comodidad. Se debe educar
al alumno para que sea persona sensible a todos aquellos interrogantes que implican
desafío. En la voluntad del hombre hay ocultas más maravillas que las que se puede
imaginar. Si está inspirado, actuará; si se lo convoca, respondería.
El arte es el único que puede ofrecer al individuo la fuerza y la capacidad necesarias
para afrontar el dolor de la vida, diciéndole sí a ésta.
“Considero que el arte es la tarea suprema y la actividad metafísica propia de nuestra
vida según el pensamiento del hombre al que me propongo dedicar esta obra, insigne
precursor mío en el campo de batalla”440.
No hay valores absolutos, los valores son desvalores; no existe ninguna estructura
racional y universal que pueda servir de apoyo al esfuerzo del hombre, no existe ningún
orden cósmico. La condición general del mundo para toda la eternidad es el caos, no
como ausencia de necesidad sino en el sentido de una privación de orden o de estructu-
ra, de forma, de hermosura, de sabiduría. Hay una necesidad que el mundo tiene en sí
mismo, la necesidad de la voluntad. El mundo desde la eternidad se haya dominado por
la voluntad de aceptarse a sí misma y de repetirse. El mundo no avanza en línea recta
hacia un fin y su devenir no consiste en un progreso como pretende el historicismo, sino
que todas las cosas vuelven eternamente y nosotros con ellas.
“Todo lo que ha sido es fragmento, enigma, espantoso azar, hasta que la voluntad
creadora añade: así quería que fuese, así quiero que sea, así querré que sea en el
futuro”441.
Los objetos del mundo exterior como los actos humanos cobran un valor y llegan a ser
reales, porque participan en una realidad que los trasciende. El objeto aparece como
receptáculo de una fuerza extraña que le confiere sentido y valor. Así también los actos
humanos, su significación y valor están vinculados por ser reproducción de un acto pri-
mordial. Lo que él hace ya se hizo. Esa repetición consciente de gestos paradigmáticos de-
terminados remite a una ontología original. Participan de una realidad trascendente.442
Resulta una realidad indiscutible, el que la sociedad industrial, con sus rasgos de
estado del bienestar, es una sociedad que está organizada para conseguir un dominio
440
REALE, G., VV.AA., Historia del… T.III. op.cit. p.384.
441
Op.cit. p. 391.
El hombre debe de inventar el hombre nuevo, el hombre que va más allá del hombre, el hombre que
ama la tierra y cuyos valores son la salud, la voluntad fuerte, el amor. La cultura o civilización impone al indivi-
duo condicionantes sociales y biológicos, tales condiciones son el requisito previo para el progreso. La persona
mantiene una eterna lucha primordial por la existencia.
El Eros se hallará así mismo como poder creativo. La actividad practico-sensible del hombre manifestará
una tendencia a gozar libremente de sí misma. Y la imaginación y la fantasía devolverán al hombre aquella
dimensión estética. En el progreso se dan las condiciones objetivas para una radical transformación de la
sociedad.
442
ELIADE, M., Mitos y arquetipos. http://www.geocities.com/gabylago99/eliade,html?200514. p.1.
243
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
cada vez más eficaz sobre el hombre y la naturaleza, para utilizar de un modo cada vez
más eficaz, sus propios recursos.
Una sociedad se rige por los valores que le marcan la historia, su tradición, las
instituciones políticas, los métodos educativos y los hombres que conforman esa socie-
dad como eje vital. Es misión de todos, el esfuerzo por garantizar actitudes y valores
positivos para la sociedad; las razones, la alternativa para el progreso adecuado de la
sociedad; en ningún caso la violencia. Ésta siempre engendra más violencia443.
Tal vez los medios artísticos ayuden a atenuar esta violencia, incitando nuevas sen-
sibilidades en las personas que componen la sociedad. Ideales canalizados y sometidos
a críticas, esperemos siempre constructivas, pues en ello radica la felicidad de los hom-
bres en general. Por lo tanto, de la sociedad en la cual se está inmerso. Es necesario el
trabajo hacia una sociedad más racional, más creativa y creadora.
Es preciso educar los sentidos del hombre, suministrándoles la experiencia que la hu-
manidad ha recogido a lo largo de su extenso caminar, de esta manera, la mente llegará a
las ciencias y a las artes, porque este es el punto de llegada de toda la historia humana.
Las obras de arte pueden ser unos factores que, moviendo el sentimiento de los
individuos, dispongan a éstos para actuar en un cierto sentido. De ahí la utilización del
arte como instrumento moralizante y educativo, cosa que ha sido práctica corriente en
todas las épocas.
“Aunque es un artista, el artista es sin embargo un hombre, no es propiedad particular
de ningún filósofo, época o lugar; solo podemos decir que hay ciertas épocas, y nota-
blemente la nuestra, en las que se ha olvidado. Hemos recalcado que el arte es para el
hombre, y no el hombre para el arte; que lo que se hace solo para dar placer es un lujo,
y que el amor al arte en estas condiciones se convierte en un pecado mortal; que en el
arte tradicional, función y significado son bienes inseparables. El artista tradicional no se
expresa a sí mismo, sino que expresa una tesis; que es en este sentido en que el arte
humano y el divino son expresiones, pero solo debe decirse que son expresiones de “si
“ si se ha entendido claramente de que “si” se trata444.
Para el clasicismo francés del s. XVII el arte ha de producir un goce, pero ante todo de-
be corregir. El moralismo del arte es una idea extendida en el s. XVIII y en época reciente,
W. Gropius, después de la primera guerra mundial y conmovido por los horrores de ésta y
por la angustia de la posguerra, concibió la arquitectura como un nuevo agente de civiliza-
ción y de conciencia social, el arquitecto sería el instrumento de una sociedad, mejor, que
influye sobre la conciencia colectiva y facilita e impulsa el proceso progresivo de ésta.
“La suprema finalidad del arte está en llevar a la humanidad hacia el bien, y este ideal no
constituye para el arte un freno, sino que es el alma que lo anima. El arte de un pueblo
es el espejo de su situación moral, de modo que un arte elevado no podría hacerse por
443
REALE, G., VV.AA., Historia del… T. III.op.cit. p.392.
Ya Sócrates deseaba un arte moralizador, y si Platón condenaba la tragedia era por creer que debilita el
alma, viendo en ella un peligroso ejercicio de las pasiones. En cambio Aristóteles considera que es un medica-
mento catártico y un remedio contra la demanda y el exceso: las artes son moderadoras y, por consiguiente,
favorecen la virtud. La lucha del hombre contra sus instintos, en pro del ideal ético, es dura y penosa, requiere
todo tipo de aliados y uno eficaz puede ser la sugestión artística, que da ánimos y facilidad al esfuerzo moral.
Por eso los amantes del bien obrar no han dudado en poner el arte a contribución de la moral, creyendo incluso
que ahí estaba la principal motivación de la producción artística.
444
COOMARASWAMY, A, K., op.cit.pp.58, 59.
244
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
personas inmorales. Se admite que la actividad artística del hombre va con la fuerza
productiva de éste, entendida como una potencia ética”445.
Pero el arte constituye una más de las actividades humanas junto a otras, dentro de
su desarrollo personal y social. Estas acciones y hábitos tienen connotaciones morales,
con sus circunstancias determinadas, adquiriendo de esa forma implicaciones morales.
Ahora bien, siempre que el arte, al igual que otra actividad humana, coadyuve a la rea-
lización de algún fin moral, cobre el carácter moral, pudiendo y debiendo ser juzgado
también en este respecto. En cuyo caso, lo estético ha de supeditarse a lo ético, pues así
lo exige una correcta escala de valores; la idea de que lo estético prima sobre lo ético,
o simplemente se le escapa, expone a la inmoralidad. Los valores estéticos no pueden
realizarse conculcando los valores morales, sino solo respetándolos.
Podemos preguntarnos al igual que Hiperión:446
¿”Por qué, si la vida del mundo consiste en la alternancia del desarrollo y del repliegue,
en huída y vuelta a sí mismo, por qué no también el corazón del hombre”?
445
QUINTANA, C.,op.cit. p. 203.
446
HÖLDERLIN, F., Hiperión. Ediciones Peralta. Madrid.1982. p. 61.
447
TATARKIEWCZ, W., op.cit. p. 292.
¿Por qué se valora la creatividad? Al menos por dos razones. Porque producir cosas nuevas amplia el
marco de nuestras vidas, y también porque es una manifestación del poder de independencia de la mente
humana, una manifestación de su individualidad y singularidad.
245
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
448
Persona y sociedad. www.ucsm.edu.pe//rabarcafEtica%20y20Moral%Social/3%Persona%20 Socie-
dad.doc 3.2. Individuo y sociedad. Ciudadanía, participación y responsabilidad.
449
REALE, G., VV.AA., Historia del… TIII. op.cit. p.407.
246
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Cuanto más esteticista se hizo Occidente tanto más aumentó la existencia contra
el dominio de la vida por el arte, y no hubo que esperar en absoluto al dadaísmo y a las
corrientes artísticas contemporáneas para ver cómo los mismos artistas ponían en tela
de juicio el sentido y la finalidad del arte.
Una época tan estetizante como el Renacimiento, fue la primera en tener la idea,
de que el arte de los grandes maestros, ennoblece en y de por sí, y de que su acción
educadora, aumenta con el valor artístico de sus creaciones. En la Edad Media no se
atribuía ninguna cualidad moral a la calidad artística en cuanto tal, hacia la que uno no
tenía que ser además insensible y, apenas parecía diferenciarse entre los dos ordenes de
valores: los fanáticos religiosos, que rechazaban fundamentalmente el arte creían que
era reprobable en cualquier forma y los poderes del mundo y de la iglesia, que pensaron
en utilizarlo como medio de propaganda no lo juzgaban por su valor estético.
Hoy como en tiempos del Renacimiento, nada de lo humano nos puede ser ajeno. No po-
demos construir el hombre universal, pero sí aprovechar los valores de una universalidad
que es propiamente tal, porque se ha sabido nutrir de las particularidades culturales. La
cultura que no se renueva está condenada a morir en el anquilosamiento. Los pueblos
igual que los individuos, necesitan los cambios y las novedades para no caer en el ado-
cenamiento o en el aburrimiento espiritual. Las manos necesitan cambiar de espíritu para
que puedan producir otros cuadros de Rafael o Leonardo. Y la misma técnica necesita de
otras intuiciones para no ser nada más una máquina manejada por hombres que son, a
su vez, también simples máquinas. El mundo moderno necesita estar dispuesto a “en-
tender” otro “lenguaje”, otros “significados”, para hacer revivir sus humanismos451.
450
El concepto del arte como seducción y peligro debe ser tan viejo como la idea de la educación estética
del hombre. En tiempo del clasicismo griego, no existía aún ninguna teoría del arte como educador, más clara
y expresiva que su prohibición y destierro platónicos de la república ideal de la filosofía. Y desde entonces,
nunca faltan adversarios del arte que ponen en duda el sentido y el valor de la educación estética y la utilidad
del arte. ¿Es apropiado por aumentar el ser, para purificar la costumbre y perfeccionar la sociedad? Ya hace
tiempo que perdió su importancia el argumento de Platón, respecto al carácter falaz de su ilusionismo y a su
traición a las ideas, pero su tesis acerca de la naturaleza sensorial de la representación artística y de su aptitud
para embriagar los sentidos y paralizar la voluntad, se mantiene en parte vigente.
451
PIÑÓN, F., Filosofía y nueva cultura (reflexiones para una época de transición).
http://www.difusioncultural.uam.mx/revista/oct2000/pinon.html p. 4.
247
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Como crítica social, el arte solo es productor de estas realizaciones en tanto que
reincide en la sociedad con el impulso recibido de ella y está condicionado por los anta-
gonismos, tensiones y conflictos que tiene. En esta calidad, toda crítica social es auto-
crítica de la sociedad.
La función del arte no estriba solamente en abrir los ojos al espectador sino también
en impedir que sus ojos saquen tareas difíciles, soluciones incómodas y alternativas
trágicas de los hechos. El arte por consiguiente es decisivo y ejemplar para la sociedad,
no solo al dar validez a ideas y normas humanistas sino también al difundir nuevos
hábitos, costumbres, formas de pensar y sentir haciéndolas aceptables y respetables.
Donde con mayor claridad se muestra la acción social del arte, su papel como factor
productor de la sociedad, es allí donde se convierte en fuerza motriz de la inquietud,
renovación y revolución y manifiesta deseos que niegan el orden existente y amenazan
con la destrucción.
¿Es el arte objetivo o meta en sí mismo o únicamente medio para conseguir obje-
tivos situados más allá del arte? La utilidad moral social, el valor moral y humanista del
arte no tiene nada que ver con su respectiva moralidad en el sentido corriente. Lo que
otorga a una obra valor social, moral, humanista no está en el motivo, en su acción,
sus personas o la tendencia manifiesta que exprese, sino que subsiste en la seriedad, la
inteligencia y el rigor, en suma, en la madurez espiritual con que ataque los problemas
de la vida. El arte sin importancia y sin peso no es el que representa procesos y carac-
teres delicados, sino el que adopta un punto de vista trivial o falso frente a las tareas de
la vida, el que induce a los hombres a un juicio falso o ligero de los hechos a la ilusión
y la autodegradación.
La protesta contra la doctrina del arte por el arte, equivale a una protesta contra
el principio del romanticismo, que significa una evasión ante la responsabilidad real de
la vida y un intento de escapar a las dificultades de la existencia, en vez de aceptarlas,
adaptarse a ellas y familiarizarse con ellas. La tendencia propia de las formas culturales
a independizarse de las circunstancias que lo originan, a convertirse en fin en sí mismas,
a objetivarse, formalizarse y cosificarse, a transformarse de un medio de comprensión
y cooperación interhumana en una cosa de valor propio, abstracto, en un monumento,
en un fetiche, no se da en ningún sitio con más claridad que en la trasformación de la
obra de arte en un instrumento de comunicación, evocación y agitación, en un complejo
formal que ha de interpretarse y valorarse como tal.
El carácter de lenguaje simbólico, propio del arte, lo capacita para transmitir
mensajes, a la vez que mueve los sentimientos; esta circunstancia le confiere muchas
posibilidades de actuar como elemento socializador. Por formar parte de la cultura ya
está implicado en lo social, más parece que, además, le es propia cierta vocación y
función social. Al menos son muchos los que así lo creen, a veces afirmándolo de un
modo absoluto.
¿Tiene poder el arte en la sociedad? El arte es necesario en la sociedad como her-
menéutica, como crítica y como utopía. El modo artístico resulta tan indispensable a la
sociedad como el lenguaje figurativo y escrito. El arte no es solamente un reflejo de la
sociedad, sino que puede serlo en muchos casos intencionadamente, una crítica de esa
sociedad, del comportamiento de sus miembros y de las utilizaciones de sus descubri-
mientos y de sus medios técnicos. Por ello puede actuar también de configurador de esta
misma sociedad y de modelo anticipador.
248
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
En el s XIX, Victor Hugo adapta la teoría del arte por su utilidad social con miras a en-
señar y mejorar a la gente. Ruskin afirma que lo que sostiene al arte y le alimenta la
inspiración es el amor al pueblo, que los artistas vienen a ser un exponente del estado
moral de un pueblo y A.Manzoni, ve en el arte una utilidad moral y social. El socialista
Proudhon proclama un arte social, que es antípoda del arte por el arte, el cual sería ab-
surdo, por el hecho de que los dos únicos ideales humanos son la justicia y la verdad; lo
que identifica la existencia del arte es la vida social, pues su misión es la mejora moral
de la sociedad. Dewey concibe el arte como un medio para realizar la vida de un pueblo;
no hay estética si no hay influencia en la educación y en la sociedad. En Berlín 1918-
1923, el artista es proclamado un visionario de la futura sociedad sin clases perfectas, el
arte es un puente entre los anhelos del oprimido y la futura realización de la utopía. Es
el momento inicial de la Bauhaus, que ve en el arte un modo de configurar una sociedad
funcional, satisfactoria e igualitaria.
El marxismo, tanto el clásico como el contemporáneo, forma una concepción pragmática
del arte que, lejos de ponerlo al servicio de la sensibilidad individual, le asigna un papel
de inculcador de mentalidad y actitudes socialistas. El arte ha de ser el vehículo de la
expresión y el medio de la intuición del hombre completo en su vivencia de la totalidad
de la vida.
La des-sublimación del arte también se manifiesta en la cotidianidad masiva y no solo
en el artista. Las masas proceden casi con la misma despreocupación y desfachatez ante
los productos artísticos; su capacidad de transitar hacia el otro lado del espejo y ver el
revés de lo real, se limita por la inmanencia de una desencantada fenomenología de lo
inmediato. También aquí se des-responsabiliza al público de su necesidad de explora-
ción, aventura, asombro ante lo inexpresable, lo inmemorable, frente a la magia de un
aterrador espacio-tiempo inalcanzable pero posible de tocarlos y dominarlos gracias a la
imaginación poética452.
452
FAJARDO-FAJARDO, C., op.cit.pp. 4,5.
453
ARNHEIM, R., Fundamentos de… op.cit. p. 229.
¿Dejó el arte de representar la humanidad del hombre cuando, durante muchas décadas de nuestro
siglo, dejó de representar la figura humana? No creo que esto haya sucedido. En lo mejor del arte abstracto,
se ha conservado este tema secular. Hay una humanidad considerable en las formas agonizantes de un Ashile
Gorky o en la sensual perfección de los mármoles de Jean Arp, en la serenidad clasicista de un Mondrian, o en
la exuberancia romántica de la primera etapa de Kandinsky.
249
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
del poder y que toda la felicidad se encuentra en la optimización de las actuaciones del
sistema, es decir, en la eficacia.454
Se ha dicho que todo arte es una ciencia y que toda ciencia implica un arte. Cicerón
dividía el arte en dos clases: una por cuyo medio las cosas eran conocidas por el espíritu
y otra por la cual las cosas eran creadas, tal vez hoy se llamaría ciencia a lo primero y
arte a lo segundo. A la ciencia corresponde observar, analizar, sintetizar, elaborar las
leyes que han de regir determinado tipo de fenómenos; al arte compete elevar a la ca-
tegoría de obras de arte los fenómenos que la ciencia estudia. La ciencia se expresa en
“es”, el arte dice “sea”; la ciencia conoce a través de la razón, el arte crea mediante el
sentimiento. Sin embargo, a pesar del aparente abismo que separa el arte de la ciencia,
existen infinidad de puntos de contacto457.
La vieja creencia de que el arte ha de ser exclusivamente vivido, sin preocuparse
de pensar en él, se ve desmentida por la aparición de un conjunto de ciencias que re-
454
DR. BIEZMA LÓPEZ, J., “La sabiduría de los cuentos”. El Búho. Revista Electrónica de la Asociación
Andaluza Filosofía. D.L. CA-834/97. ISSN 1138-3569 http://aafi.filosofia.net/publicaciones/el_buho/elbuho2/
La%20sabiduría%20de%20los p. 5.
455
ZAMBRANO, M., Filosofía y… op. cit. p. 232.
456
REALE, G., VV.AA., Historia del... T. III. op.cit. p. 636.
457
Op.cit. p.637.
250
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
458
Op.cit.pp.750, 751.
251
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
del arte no es atribuible solamente al momento en que se vive, sino a todo el conjunto
de aportaciones que a través del tiempo han dado a los artistas.
Las formas de arte y los estilos no perecen, los complejos emocionales vertidos en el arte
de una época o de un pueblo persisten, surgiendo en ocasiones, pasados los siglos, en
otro núcleo humano. Lo gótico reflejado en las artes plásticas persistió hasta el Renaci-
miento y el barroco, hasta el romanticismo y aún en el arte moderno, después de haber
dejado de existir en la Edad Media como actualidad histórica. Así, de cada estilo nuevo
tendrá antecedentes en el pasado y destellos en el futuro459.
459
Op.cit. p.752.
460
CIRLOT, J.E., El espíritu abstracto.Editorial Labor.S.A.Barcelona. 1993. pp.13, 14.
461
REALE, G., VV.AA., Historia del... T. III. op.cit. p.754.
252
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
253
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
reconocer un exhibicionismo con el que el artista más bien, se arguye a sí mismo que
demuestra una verdad, el arte medieval es característicamente anónimo y de porte dis-
creto, y no es quien habla, sino lo que se dice lo que importa”462.
462
COOMARASWAMY.A. K., op.cit. p. 106.
463
HÖLDERLIN, F., op. cit. p.115.
254
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Solo quien posee una belleza inherente puede percibir la belleza del mundo.
“Ningún alma ve la belleza a menos que ella misma sea bella”467.
Es uno de los requisitos previos para poder experimentar las emociones estéticas,
no solo la posesión de un sentido especial de belleza, sino también, y sobre todo, la
posesión de ciertas cualidades morales y espirituales, una sublimidad de mente.
Estética, en el aspecto filosófico, es la disciplina que trata de lo bello (entendido en
el sentido amplio que abarca lo artístico, las diferentes categorías estéticas –sublime,
464
REALE, G., VV.AA. Historia del…T.III. op.cit. p. 202.
465
Ibidem.
466
TATARKIEWICZ, W., op.cit. p.350.
Sin embargo, no es, ni ha sido fácil definir la experiencia estética. Los estetas han distinguido varias
propiedades como por ejemplo la sublimidad, lo pintoresco, el encanto, lo trágico, lo cómico, que son pare-
cidos a la estética, pero diferentes a ella. Las experiencias de estas cualidades se incluyen generalmente en
la experiencia estética. Así, el ámbito del concepto de experiencia estética, se diferencia aún del ámbito del
concepto de la belleza, y aún más, de la experiencia del arte.
467
Op.cit. p.352.
255
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
gracioso, lindo, ridículo, trágico, etc., lo bello natural, moral y cultural) y los diferentes
modos de aprehensión y creación de las realidades bellas.
Si se entiende por estético aquello que despierta en el hombre una sensación pe-
culiar de agrado, potenciación expresiva y distensión adherente hacia el entorno, puede
definirse la estética como la ciencia de lo estéticamente relevante, a fin de evitar el ries-
go de entender lo bello de modo en exceso restringido. Los términos bello y estético no
hacen aquí sino remitir a un campo de realidades que la estética debe cuidadosamente
precisar. No constituye, por tanto, un círculo vicioso el uso del calificativo estético en la
definición de la estética, pues en principio tal vocablo no se utiliza en un sentido técnico
riguroso, sino en cuanto que alude, de modo elemental y primario, a un determinado
género de objetos y experiencias.
La estética es una invención muy tardía y aproximadamente coincide con la apa-
rición del sentido eminente de arte, separado del contexto de la práctica productiva y
con su liberación para esa función cuasi-religiosa que tiene para nosotros el concepto
de arte y todo lo referido a él. La experiencia de lo bello y del arte parece un ámbito de
arbitrariedades subjetivas en grado sumo. Ése había sido el gran avance del s. XVII.
¿Qué puede reclamar aquí realmente el fenómeno de lo bello? Lo que se ha recordado
de la antigüedad puede al menos explicar que en lo bello y en el arte reside una signifi-
catividad que va más allá de todo lo conceptual.
Ni en la naturaleza ni en el arte la experiencia de lo bello consiste en comprobar
que solo se encuentra lo que había calculado previamente y anotarlo como un caso
particular.
El sentido de lo bello, para cada persona, ha de ser cultivado hasta que pueda llegar
a distinguir lo más bello de lo menos bello. El juicio que se emite al encontrar lo bello
es algo visto a través de la belleza natural. Es esta belleza natural la que previene de
reducir lo bello del arte a conceptos.
Mundo moderno, edad moderna, tiempos modernos, modernidad. En estos términos
se ha descrito en forma docente, la caracterización de un período de la civilización. Lo
moderno en cuanto estructura de pensamiento y dominación fraguada a partir del Re-
nacimiento y la Reforma. Se distingue entonces una etapa premoderna o antimoderna,
otra moderna propiamente dicha, y una última posmoderna (o moderna tardía). Como
fuera, estas precisiones se hicieron acorde a una perspectiva histórica.
En el fuero interno del ser humano es donde las ideas se despojan de su carácter
abstracto para convertirse en imágenes con las que forma un cuadro de acabado perfec-
to, allí donde el mármol adquiere categoría de estatua y comienza a moverse al impulso
mágico de la voluntad.
La estética es la ciencia del deber ser, es la ciencia que estudia e investiga el origen
sistemático de la buena voluntad del hombre. Es como la ciencia de la buena voluntad
en acción para llegar a su resultado propio, que es el bien.
La estética es la disciplina más joven, es la ciencia que estudia e investiga el origen
sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte. Se puede decir que
es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte. Es fun-
damental que por medio de la cultura se realicen los valores, ya que cada valor da paso
a una rama cultural y consecuentemente, cada rama cultural encierra un valor. El valor
se comprende preguntando cuál es el fin que el hombre persigue, cuál es el propósito
que lo anima en el inagotable esfuerzo de cada día, cuál es la meta que lo orienta en la
256
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
infinidad de actos que lleva a cabo en su vida cultural. La mejor respuesta parece ser
la siguiente: el hombre realiza la cultura porque en ella conquista un fin que considera
valioso, el valor mismo es lo que parece digno de conquista, no importa que reclame
todo el titánico esfuerzo de la humanidad.
El valor se va transmitiendo de generación en generación; desde los tiempos más
remotos en que la cultura consistía apenas en la habilidad para tallar una piedra o para
hacer fuego, hasta en la época actual, pletórica de manifestaciones grandiosas de cultu-
ra, el esfuerzo del hombre no ha dejado de dar fruto, ha tenido un motivo que perseguir.
Cada uno de esos motivos recibe el nombre de valor, valor significa lo que es valioso,
lo que vale en sí mismo, el valor es lo que sostiene algo que lo realiza y lo convierte en
algo objetivo que cualquier hombre puede captar y apreciar.
El valor representa un elemento para cultivarse en la tarea de la existencia, que
continuamente convierte la aspiración a plasmar, el valor, en la realidad del acto cultu-
ral. El valor es el contenido de la cultura, es el algo que el hombre busca, anhela y pre-
tende conquistar en su tarea; aunque ésta deba ser infinita, el hombre sabe que rendirá
su tributo a la tierra antes de conquistar el valor, pero sabe también que su esfuerzo
será provechoso para la humanidad y que quizá lo que él no logró, será alcanzado más
tarde.
Considerando los valores como el contenido de la cultura, cabe afirmar que la
conquista del valor es la dimensión de la humanidad; el sentido del valor y su manera
de medirlo es el problema que borda la filosofía. Cada una de las ciencias que se han
citado anteriormente posee una facultad espiritual que es la función que la determina,
una forma de manifestación cultural y un valor realizado, así la facultad espiritual que
caracteriza a la lógica es el pensamiento, se manifiesta culturalmente como ciencia y el
valor que realiza es la verdad.
La ética está caracterizada por la voluntad, tiene su forma de manifestación cultural
como moral y su valor es el bien. La estética se manifiesta como arte en la cultura, su
facultad es el sentimiento y su valor la belleza. Si la estética es la reflexión filosófica
sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de ma-
nifestación cultural, y aunque un número de ciencias pueden ocuparse del arte, solo la
estética analiza filosóficamente los valores que se contienen en la obra de arte.
Entre la lógica y la ética, entre la ciencia del ser y la del deber ser, existe un vacío
que la conciencia cultural exige llenar, hay una contradicción entre la naturaleza, donde la
casualidad produce todo fenómeno natural, y la moralidad, en que la voluntad se encami-
na a producir el bien; este vacío, esta contradicción, es resuelta por la estética, porque en
el arte la naturaleza se presenta como moralidad y la moralidad como si fuera naturaleza.
En efecto, en el arte el ser presenta como deben ser, y el deber ser como siendo. Lo real
de la lógica y lo ideal de la ética encuentran su fusión en el arte, puesto que solo en el
arte lo real, mediante el sentimiento, aparece como ideal y lo ideal como real.
La estética mediante el sentimiento, que es facultad espiritual característica, se
manifiesta como arte y realiza como valor fundamental la belleza. De esta afirmación
se deduce que el arte es una manifestación de la cultura estudiada por la estética. En-
tonces la estética es la ciencia que se encarga de explicar filosóficamente el arte como
manifestación de la cultura. Pero el arte es además manifestación de belleza, puesto que
es el valor que realiza. Entonces, la estética se puede definir atendiendo a su forma de
manifestación en la cultura, a su facultad espiritual y al valor que realiza, de la siguiente
257
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
manera: la estética es la ciencia que se ocupa filosóficamente del arte, de sus manifes-
taciones y las experiencias del hombre en relación con el mismo.
Desde 1752, en que se usó la palabra estética, se la designó como ciencia de lo
bello, la misma a la que se agrega un estudio de la esencia del arte, de las relaciones
de éste con la belleza y los demás valores. Algunos autores han pretendido sustituirla
por otra denominación: catología, que atendiendo a su etimología significa ciencia de lo
bello. Kant la toma en un sentido más bien etimológico, para él la estética significó la
teoría de la percepción, teoría de la facultad para tener percepciones, o bien teoría de la
sensibilidad, como facultad para tener percepciones; sin embargo, se ha difundido más
bien el término estética, que para todos significa hoy teoría del arte y la belleza.
Por intuición, por una especie de visión interna, descubrió el mundo del valor y,
como no pudo permanecer inactivo, se transformó en el eterno cultor de valores, lo que
lo hizo diferente y superior a los demás animales. Intentó dar forma corpórea a los va-
lores, originando los bienes culturales. Al descubrir el mundo de la verdad, se convirtió
en científico y filósofo. Descubrió el reino de la belleza y, dando rienda suelta a su sen-
timiento, por medio de mil formas plasmó su ideal y se hizo artista; vislumbró el mundo
de la moral y aprendió a distinguir el bien y el mal.
Se descubrió a sí mismo y comprendiendo que el más preciado valor es la vida hu-
mana, se dedicó a ennoblecerla, dándole como sentido la realización de los más altos
valores; cierto que acaba por crearse una opinión general que influye en el propio sen-
tido de los valores de cada hombre, pero los términos bondad, verdad, belleza, justicia
y santidad, en el intercambio social son meros instrumentos de persuasión para los
individuos que piensan de manera semejante.
Estas teorías crearon un escepticis-
mo acerca del valor: no hay, por tanto,
ninguna base objetiva y real de lo bueno,
lo malo, lo verdadero y lo falso, lo bello
y lo feo, lo justo y lo injusto. Los pensa-
dores griegos de hace dos mil años con-
cebían la vida desprovista de significado
en caso de no existir los valores.
Los hombres, al buscar el conoci-
miento, llegarán a encontrar naturalmente
los valores y a apreciar las cosas buenas,
verdaderas, bellas y justas. Entonces,
¿qué son los valores, son objetos reales,
o concepciones subjetivas? Tres posturas
adopta la filosofía actual: el subjetivismo,
el objetivismo y una tesis ecléctica.
El subjetivismo sostiene que los va-
lores son reflejos de nuestro ánimo sobre
las cosas, el sujeto los crea, lo valioso se
da en su conciencia, sin el hombre el va-
lor queda suprimido. El mundo no es be- Fig. 56. Antoni Llena. Sense penedinent
llo, ni bueno, ni verdadero; es real, pero (cabelis). 2002.
Técnica mixta. 155 x315 x10 cm.
es calificado en la conciencia del sujeto.
Colección particular.
258
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El objetivismo considera que los valores existen independientemente del hombre, éste
se concreta a captarlos, pero existen aún cuando no sean captados; no se les puede cuantifi-
car, son ajenos a toda idea cuantitativa, simplemente valen, por eso se les llama valores.
Ninguna de las dos teorías explica realmente la naturaleza de los valores. Una ter-
cera teoría sintetiza y combina las dos: el valor, solo tiene sentido y plenitud cuando se
establece una relación entre un objeto dotado de ciertas propiedades naturales en él y
un sujeto que las descubre, las adapta a sus necesidades y las valora; sin embargo, el
valor es social. La sociedad es un ser apto para forjar ideales, es el alma colectiva que
forja los ideales, colectivos también, que no son frías y abstractas representaciones, sino
principios vivos y actuantes. La sociedad es esencialmente creadora del ideal y los valo-
res son esas formas del ideal que no son solamente obra de cada uno de los hombres.
El valor nace entonces de las relaciones de los hombres y de las cosas, no se cons-
tituye ni toma conciencia de sí mismo sino cuando se fija en las cosas y puede ser visto,
sentido y aprehendido por todos. Los valores, además, son poseedores de una materia
que no es otra cosa que el conjunto de determinaciones ideales que hacen aparecer en
la intuición emocional las cosas como algo valioso o no; esta materia es lo que les da su
objetividad, como cuando se juzga lo bueno o lo malo de un acto, lo verdadero o lo falso
de un pensamiento, lo bello o lo feo de un cuadro, lo justo o l o injusto de una decisión.
259
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Los valores son imperativos porque son colectivos. La fuerza original, nacida en la con-
ciencia social, es la que crea el valor y le da fuerza; la sociedad posee un fruto producto de
su esfuerzo, de su afán de dar sentido a la existencia humana, este fruto es la cultura, por
esto los valores se muestran como entidades existentes aparte del sujeto, son sociales.
Los valores no son dones que la subjetividad da a las cosas, sino un sutil conjunto
de percepciones que la conciencia encuentra fuera de sí. El valor no es inventado, es
descubierto, las cosas no valen porque sean buenas, bellas o verdaderas; son buenas,
bellas y verdaderas porque valen.
El hombre no es libre para atribuirles solo porque sí, valor a las cosas; acciones
hay, consideradas como buenas de manera natural; sin embargo, la esencial objetividad
del valor encuentra su necesario complemento en la subjetividad. Esto significa que las
cosas parecen subjetivamente valiosas, pero ningún valor puede realizarse sin el sujeto,
sin darle el hombre tal calidad a las cosas.
No hay que olvidar, sin embargo, que los valores dados sufren las modificaciones
circunstanciales de tiempo y de lugar. Las cosas son y valen porque así se siente irrecu-
sablemente en la conciencia.
Aunque se ignora por qué valen, es un hecho universal que valgan lo verdadero,
lo bello, lo bueno, lo justo, y si tienen existencia y son valiosos y son universales, son
relativos en la conciencia del hombre según su manera de estimarlos: esto que es bello
para ti no lo es para mí. Los valores entonces, no son esencias lógicas, sino axiológicas;
su determinación esencial es el valer, no el ser.
La vida humana es el fundamento del valor, es valioso aquello que contribuye a
darle su plenitud. Los valores, ya se dijo, son el contenido de la cultura, el algo que el
hombre anhela poseer, lo que da sentido y motiva su existencia. Los valores son el ideal
del hombre, sin ellos sería inexplicable la evolución humana, palpitan detrás de todo
esfuerzo magnífico realizado por un hombre o pueblo. Los ideales son faros luminosos
que de trecho en trecho alumbran la ruta.
Mientras que los valores en el arte se dan con plena evidencia a la intuición del
artista o del contemplador, no sucede lo mismo cuando se trata de aprehenderlos racio-
nalmente para determinar su esencia conceptual.
El valor belleza, fundamental en el arte, no es valor formal, sino un valor de conte-
nido concreto, lo que es patente solo con pensar que se da tal calificativo a un poema,
una melodía o un cuadro, en realidad se trata de cosas diferentes aún cuando se les
aplique el mismo adjetivo.
Lo que en estas cualidades aparece como esencial es precisamente lo que en cada
caso las individualiza, no con rasgos comunes, de ahí la dificultad de definir la belleza y
los demás valores estéticos. Bajo el nombre de belleza ha dado el hombre en compren-
der toda la gama de valores estéticos, lo Sublime, lo gracioso, lo trágico; enseguida,
cierto valor estético concreto, como cuando se hace referencia a la belleza de la figura
humana manifestada en pintura y escultura, por ejemplo.
Entonces, ¿cómo encontrar una unidad del valor estético? Parece que no hay otro
camino para entender, no definir, los valores estéticos, que a partir de las reacciones
emocionales que corresponden a los mismos valores.
Estas reacciones son individuales, subjetivas, pero están relacionadas con el objeto
que nos parezca bello (o feo, trágico, gracioso, etc). Los diferentes valores expresados
260
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Los valores de asociación, que son como los utilitarios extraestéticos, constituyen
el aspecto ideático del arte, pueden expresar los mitos, ideales o sueños de cada raza,
pero no como los valores estéticos; tienen la peculiaridad de transmitir a través de la
obra pensamientos, opiniones e ideas ajenos a los valores estéticos, así como estimular
emociones que puedan ser consideradas de valor social. Los valores utilitarios consti-
261
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
262
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
y desde luego la apreciación del arte es muy subjetiva, pero cuando se hace uso de la
facultad estética crítica, se deben poseer ciertas cualidades: amplia cultura, suficiente
sensibilidad y una receptividad estética profunda que capacite al crítico para sentir y
comprender al artista y su obra.
Cuando la facultad estética no se limita a percibir la belleza o juzgar acerca de la
misma, sino que crea, se convierte en facultad estética artística o creadora, de esta
forma de facultad estética gozan esos seres con cualidades excepcionales que son los
artistas. El artista, dotado de profunda sensibilidad, vive la sublimidad de la naturaleza
y su facultad estética creadora la materializa en el arte, o bien de acuerdo con su ideal
o proyectándose a sí mismo manifiesta en sus obras su emoción, sus sentimientos. 468
La persona es capaz de encontrar la belleza, o los demás valores que tienen cabida
en el arte, gracias a la facultad estética contemplativa, pero a pocos les es dado el poder
de plasmarla. Si la realidad llegara a impresionar directamente los sentidos y se pudiera
entrar en comunicación inmediata con el mundo exterior y uno mismo, todos serían ar-
tistas, pero entre la naturaleza y la persona, más aún, entre la persona y la conciencia,
se interpone un algo, un abismo insalvable para el común de los hombres, fácilmente
franqueable para el artista gracias a su facultad estética creadora.
Pero si bien el poder de crear formas artísticas depende de la proyección de la
emoción en forma adecuada, lo cual constituye un don, antes que una cualidad adquiri-
da, aún los hombres sin gran medida de este don pueden mediante la facultad estética
contemplativa, sentir y apreciar el arte; no todos poseen facultad estética creadora,
pero se goza de la facultad estética contemplativa que capacita para sentir, encontrar y
reencontrar la belleza y los demás valores contenidos en el arte.
La estética no puede aumentar el goce ante el arte, ni provocar el nacimiento de la
facultad creadora (ni aún la contemplativa), ni establecer un criterio para la creación o
apreciación de la obra de arte, tampoco puede alterar directamente las experiencias en
relación con el arte; sin embargo, ayuda al hombre a comprender sus reacciones frente
al arte y le permite entender las experiencias que tenga en relación al mundo artístico,
es decir, sus experiencias estéticas.
¿Qué son las experiencias estéticas y cuál es su contenido? Las experiencias esté-
ticas son resultado de percepciones sensibles, todas ellas poseedoras de un significado
que dejan en el ser una sensación permanente y evocadora. Puede haber experiencias
estéticas más o menos puras, más o menos intensas, sin que esto dependa de la pureza
o intensidad de la obra percibida, sino de la receptividad del contemplador. El contenido
de la experiencia estética no es histórico, científico, ni conceptual; un experimento de
física, la relación de un acontecimiento histórico, una información de carácter científico
provocan experiencias, pero no experiencias estéticas. ¿Cuál es entonces el contenido
de las experiencias estéticas?
468
El artista es la persona que animada por el soplo divino crea un estado de ensoñación que lo desliga
de la realidad, donde el hombre encuentra solamente cosas, el artista por su intuición y sensibilidad encuen-
tra una fuente inagotable de inspiración que materializa en un poema, una sinfonía o un cuadro, gracias a su
facultad estética creadora. Si el arte es evocar un sentimiento experimentado y luego por medio de líneas,
colores, sonidos, palabras o movimientos trasmitirlo a los demás, el artista es el que evoca ese sentimiento y
en su obra de acuerdo con el material que elige, manifiesta su espíritu, trasmite sus sentimientos, materializa
en fin, su ensueño, porque goza de una facultad estética, la creadora, que le permite dar forma material a su
inspiración.
263
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
469
Algunos psicólogos consideran que la experiencia estética no es sino la liberación o sublimación de
emociones reprimidas; esta idea deriva posiblemente de la doctrina aristotélica de la catarsis, que atribuía a la
tragedia la facultad de permitir al hombre llegar a la purificación de sus pasiones mediante las emociones de
piedad y terror que suscitaba. Actualmente la catarsis puede ser entendida como una sensación de liberación
ante la obra de arte; sin embargo, no es precisa para obtener experiencias estéticas.
264
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
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REYES, R., Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Estética de la ambigüedad.
http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/A/ambigüedad.htm p.2.
¿Qué significa la anécdota? ¿Qué tiene de trascendente esa observación tan trivial? Que el cuadro exige
ser mirado, y no solo traspasado, que tiene un valor en sí mismo, y para apreciarlo es preciso comprender su
lenguaje. Porque lo que dice es lo que es...y no otra cosa. Esa pintura ya no es pintura de algo, sino pintura
de la pintura. Su abstracción viene dada, no porque prescinda de los objetos al no representarlos, sino por-
que ella misma quiere ser objeto de la representación. Es cierto que esto puede interpretarse en términos de
autonomía y de auto-referencialidad del arte, pero también como forma de respuesta abierta del mismo a un
mundo cambiante.
471
Op.cit. p.3.
265
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
266
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Uno de los problemas reside en cómo acordar los criterios para definir esa distin-
ción, pues varía el significado de lo esencial y contingente en cada contexto histórico y
social dado, y en cada artista y campo artístico.
Además una noción esencialista colisiona inevitablemente con la condición plura-
lista que marca irreversiblemente tanto a la sociedad como a las artes. Este importan-
te debate requiere otro desarrollo teórico que estas breves notas no pueden abordar.
Ciertamente, se puede constatar la importancia creciente de los discursos teóricos para
el propio anclaje semiótico de numerosas obras y prácticas artísticas, para su reconoci-
miento como tales, pero resulta exagerado postular que esas creaciones teóricas susti-
tuirán a las obras, o que éstas perderán importancia o significado histórico para devenir
en especulación filosófica.
La labor artística en su nueva definición hace que los artistas se vuelvan más tribu-
tarios que nunca de todo el acompañamiento de comentarios y de analistas que contri-
buyen directamente a la producción de la obra a través de su reflexión sobre un arte que
a su vez incorpora a menudo una reflexión sobre un arte, y sobre una labor artística que
comporta siempre una labor del artista sobre sí mismo. Reconocer la nueva dependencia
de las obras respecto de mediaciones teóricas, así como comprobar la condición autore-
flexiva de muchas de ellas, no equivale a asumir el postulado de su desaparición.
Tanto la concepción teleológica de la historia como la del arte forman parte de los
grandes relatos (culto a la razón y al progreso) cuestionados por la crisis de la moderni-
dad, y en su lugar han emergido una multiplicidad de interpretaciones sobre la realidad
y la naturaleza del arte. En su deriva pluralista, las diversas opciones artísticas ejercen
la libertad de invención o de reinvención sin canon ni institución que legitimen de modo
exclusivo los valores estéticos o no-estéticos. Las aleaciones, hibridaciones y apropia-
ciones de recursos expresivos constituyen una dinámica general no solo en la creación
contemporánea sino en la trayectoria de muchos artistas.
Si el arte clásico estaba basado en el adecuado equilibrio entre materia y espíritu, la
irrupción del arte moderno tuvo, entre otras consecuencias, la del desvanecimiento de la
trascendencia, y el reforzamiento de la autonomía del arte y del relativismo estético.
A ese proceso le acompaña la sombra del escepticismo que se manifiesta hasta
nuestros días. El arte contemporáneo ha profundizado esos rasgos modernos del arte,
y también sus paradojas: de la autonomía a la estatización de los mundos de vida, una
integración del arte y la vida que pasa más por la resignificación pública de lo biográfico
que por un programa colectivo de intervención estética, una crítica a la trascendencia
y a la vez un deseo de la misma en clave menos sagrada, una tensión entre el refor-
zamiento de la autoría y el desarrollo de autorías compartidas en procesos de creación
que, principalmente, utilizan nuevas tecnologías, una práctica artística que busca una
relación crítica con el espacio institucional y paralelamente una aspiración a ser respal-
dado por el mismo.
Sin embargo, quizá una de las aporías más significativas inscrita en la creación con-
temporánea sea la que afecta a la propia concepción de la obra de arte: una oscilación,
no resuelta establemente, entre su naturaleza esencial (sustentada en valores formales
y expresivos inmanentes) y su naturaleza contextual (la mediación institucional transfi-
gura un objeto en obra de arte).
En esa dialéctica negocia cada artista el lugar de sus obras, se modula la experien-
cia estética y se define la mediación crítica. Con todo, la creación contemporánea en su
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condición heterogénea reúne tanto al arte intempestivo (una rareza a conservar) como
al arte banal y obsoleto, al arte afirmado en su condición objetual como en su inmate-
rialidad, y la dicotomía no resuelta entre lo estético y lo político. Una cuestión central
en el arte actual es la relación entre el pluralismo de sus formulaciones y el relativismo
de los valores que enuncia.
El minimalismo fue al mismo tiempo el apogeo del arte moderno y también su ne-
gación. Esa tendencia artística y la del arte conceptual rechazaron el impulso ético del
arte moderno, y alentaron la existencia de muchas nuevas modalidades artísticas: el
arte híbrido, el arte efímero, el arte de situación, el arte textual, etc.
También alentaron una teoría institucional del arte –a saber, que el arte es aquello
que una autoridad institucional (el museo, por ejemplo) dice que es–. Esta teoría empujó
al arte hacia una posición paradójica: al mismo tiempo que numerosas obras de arte solo
podían verse en el interior del museo, muchas de ellas (a menudo las mismas) ponían
en entredicho esa institución, en especial la forma en que el museo definía el arte en
función de una historia autónoma y la manera en que lo ubicaba en un espacio museoló-
gico. Si no hay criterios estéticos de alcance universal que den cuenta de la pluralidad de
obras y prácticas artísticas, queda el encuentro interrogador en cada obra y cada autor
para comprenderlas mejor, para intensificar nuestra experiencia del arte y de lo real, y
para ampliar, de un modo más complejo, nuestra imaginación. Y en este empeño sería
pertinente, asimismo, la vuelta a un cierto primitivismo o mirada ingenua.
De las redefiniciones del arte, redes y contextos, el arte contemporáneo en su per-
manente redefinición, deconstruye sistemáticamente los cánones y criterios tradicionales
de belleza o las apuestas vanguardistas. Este proceso expansivo de las propias fronteras
y diversificador de los valores que lo constituyen, conlleva una derivada interpretativa en
la medida que entraña a la vez el desplazamiento estético a la cuestión del sentido.
Pero el arte contemporáneo no solo provoca dificultad de comprensión en el público
profano sino también en el iniciado o especializado.
Ya no se trata de discutir para saber si lo que se ve es bello o feo, si el artista tiene
o no talento, si sabe o no pintar, sino que se trata de decidir si lo que ve es o no es arte,
si su autor es o no un artista y, accesoriamente, cuáles son los criterios pertinentes en
materia de arte. La cuestión de la belleza cede el paso a la cuestión de la autenticidad
artística, la cual no se reduce ya pues a una querella de atribución (¿de qué mano es
esta obra?) sino que se convierte, más generalmente, en un enfrentamiento sobre las
fronteras del arte, incluso sobre los valores que conviene defender cuando la obra pone
en escena la trasgresión. Si ya no existe una instancia de legitimación del arte y del
artista que sirva de equilibrio de la diferencia sustancial entre el arte y el no-arte, entre
los artistas “auténticos” y los otros, se instala la anomia, la desintegración de los valores
sociales.
El relativismo estético dominante en las prácticas artísticas se desplaza también al
momento de la recepción, de modo que estalla en una pluralidad de interpretaciones
que impiden consensos o disensos generalizados. A partir de los años sesenta conviven
estratos de aceptaciones o de rechazos. Quedan los criterios estéticos, como juegos de
lenguaje que cada artista singulariza, sin fijación estable y predeterminada.
Si lo que se busca son criterios absolutos y universales, desengañémonos: tales
criterios no existen, y no vale la pena lamentarse por ello. En compensación, se puede
tratar de ampliar los acuerdos –pero no imponerlos sin cambiar de juego, de lenguaje,
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
pues dar órdenes y saber obedecerlas es también un juego de lenguaje–, si bien los
dogmáticos tendrán todavía sus buenos momentos.
La escena del arte contemporáneo se puede formular como un espacio de compe-
tencias y asociaciones, en el que posiciones distintas y coexistentes –que se correspon-
den con las diferentes prácticas y elecciones artísticas– se definen unas en relación a
otras por proximidad, oposición o hibridación estética, o por su vinculación de ámbito
desigual, y por la naturaleza de la red en la que se integran.
Los artistas y las obras no fijan siempre una posición en ese espacio de redes, si-
no que fluctúan dinámicamente en función del capital cultural y del capital económico
que vayan acumulando. Se considera que estos criterios no pueden ser buscados en el
mero contenido de las obras, en su forma, su composición, en el empleo de un deter-
minado material, ni tampoco en su pertenencia a tal o cual movimiento llamado o no
de “vanguardia”.
En efecto, se está aún en ese caso abocado a la dispersión, a la pluralidad incontro-
lable de los “ahora”. De hecho, los discursos que intentan dar cuenta de las obras de los
artistas contemporáneos están obligados a buscar lo que podría hacerlas legibles fuera
de la esfera artística, ya sea en “temas” culturales, extraídos de los registros literarios
y filosóficos (deconstrucción, simulación, vacío, ruinas, desechos, recuperación), ya sea
aún en una sucesión temporal (clasificada en “neo”, “ante”, “post” y “trans”), lógica de
evolución muy difícil de mantener. Una estructura se prueba indispensable como un
continente, un entorno.
Esta estructura debería poder a la vez operar la separación entre el arte contempo-
ráneo y lo que no lo es, y por otra parte, reagrupar sus manifestaciones dispersas según
un cierto orden. Ahí reside uno de los problemas de la situación del arte contemporáneo:
¿Cómo se define y constituye esa estructura? La respuesta es que ese sistema del arte
contemporáneo opera esas distinciones y esa ordenación en una red compleja integrada
por artistas, comisarios, coleccionistas, críticos, museos y centros de arte. Dicha red se
organiza según el principio-noción de la comunicación (bucle, saturación y nominación),
que definirán el estatuto contemporáneo de obra y artistas. Se sabe que desde los años
sesenta el sistema del arte contemporáneo tiene una condición internacional.
El vínculo entre “lo contemporáneo” y “lo internacional” constituye una de las mayo-
res apuestas, en permanente reevaluación, de la competición artística en una interacción
compleja, con un mercado ligado a la comunicación. El desarrollo de los procesos globa-
lizantes se complementa con la definición de otros de signo local o nacional, de manera
que devenga una situación más compleja y flexible de polos múltiples no focalizados
exclusivamente en Europa occidental y en Estados Unidos.
Pero, esa expansión de la red que permite nuevas entradas de artistas pertene-
cientes a otros ámbitos geográficos y culturales del resto del mundo, o de los lugares
periféricos del Occidente hegemónico, conlleva la creación de nuevas semejanzas, dife-
rencias y reestructuraciones. En las nuevas condiciones de la actual tendencia hacia una
dinámica simultánea local y global en la economía y en la cultura, el mayor desafío para
la práctica artística tal vez se desplace hacia su dual inscripción, local y global, lo cual
conlleva la problematización de los modos de recepción e interpretación de las obras.
Aquellas que sepan activar sentidos en un diálogo con los contextos específicos y
con los contextos globalizados ocuparán una mejor posición en el escenario internacio-
nal. Si a falta de un final de la historia estamos asistiendo a un final de la geografía,
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270
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
271
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“…el artista no es un tipo especial de hombre, sino que cada hombre es un tipo especial
de artista”.
472
QUINTANA C., op.cit. p. 274.
272
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
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En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
nuevo en una unidad. Ésta no tendría nada que ver con la unidad de un sistema
dogmático, ni con los caracteres fuertes del pensamiento metafísico.
3. Hay que ver las posibilidades y oportunidades ultrametafísicas o posmetafísicas
de la tecnología mundial. Esto sería una especie de filosofía débil, como único
camino para salir de la metafísica y llegar a un comienzo nuevo.
4. En este contexto de la posmodernidad se daría el pensamiento débil, el cual pre-
tende llegar hasta el fondo de la experiencia del olvido del ser o de la experiencia
de la muerte de lo Sublime. Los caracteres de este pensamiento débil son:
a. Echar una mirada amiga y sin angustias metafísicas al mundo de las aparien-
cias, de los procedimientos discursivos y de las formas simbólicas, viéndolos
como el lugar de una posible experiencia del ser.
b. Entender la identificación de ser y lenguaje, no como un modo de reencontrar
el ser originario y verdadero de la metafísica, sino como vía para encontrar
de nuevo el ser como huella, recuerdo o ser debilitado.
He aquí la evolución artística, que no es más que un retorno a las referencias es-
téticas de épocas precedentes en sus momentos elevados o en la decadencia y dege-
neración. Es una escala en la que se mueven nuestros valores estéticos y psicológicos
marcados por épocas ya históricas. Aún así, los criterios de la época han de ser estima-
dos según unas valoraciones e investigaciones; no tan solo dejándose llevar por unos
componentes históricos costumbristas, sino con unos condicionantes psíquicos de una
voluntad que busca la perfección por direcciones diferentes. La evolución por lo tanto es
un desarrollo, no tanto de la capacidad de hacer sino de la voluntad de encuentro.
En este momento cambia la apreciación de pasado. Con una perspectiva de distan-
cia, se puede enfrenar al pasado clásico desde una visión de contemporaneidad, dentro
de una estética que no solo es para el goce espiritual y sensorial, sino de provocación
social para el desarrollo de una convivencia armónica de la humanidad.
Por ello, el desarrollo de la cultura y su estimación desde la más tierna infancia, para
que toda persona se vea engullida por aquello que radica en la búsqueda de la belleza,
473
WORRINGER, W., Abstracción y naturaleza. Fondo de cultura económica.Madrid. 1997. p.126...
274
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
orden, bondad, perfección o, al menos, el interés por todas estas cualidades positivas,
para una sociedad que está escasa de valores enormemente potenciales de alcance de
aquello que llamamos lo Sublime.
El encuentro entre el hombre y el mundo se realiza en el interior de la persona y no
es, en el fondo, sino un encuentro entre el instinto y el entendimiento. A partir de aquí
se genera todo un proceso en la concepción del mismo con una estética según las capa-
cidades y sensibilidad propia de la persona, acompañada por todo lo que en su entorno
se genera, aún con reminiscencias de épocas pasadas, transmitidas y valoradas desde
prismas de la época contemporánea que le confiere y en la que se mueve.
El hombre se ha atrevido a identificar la verdadera esencia de las cosas con la
imagen que desde el interior se forja de ellas y con ingenuidad ha asimilado toda obra
realizada desde el propio nivel humano cognoscitivo. Su constitución anímica de las
épocas anteriores, clásicas, en la que instinto e intelecto, han dejado de ser contrastes
inconciliables, se hayan fundidos en un solo órgano encargado de aprehender el Univer-
so, tiene límites más estrechos de lo que admite la cultura europea.
Todas las definiciones que se haga de arte contienen un componente anímico en la
producción artística y en el goce del mismo. Una elevación anímica que es para el ser
humano, que se caracteriza por la experiencia que tenga de lo artístico y estético.
Cuanto más profundamente se inspire lo que rodea al hombre, y lo aprecie más
intensamente, así será la vivencia de lo bello, conjuntamente con quien es el provocador
de ello, lo Sublime, entrando en una mística de la contemplación. Ello causa felicidad y
placer estético y espiritual y de valoración de todo cuanto le rodea y se deja sorprender
por ello. Se dispone así de la capacidad de asombro, ésta que hoy en día, parece extraña
en muchas situaciones.
En palabras de Worringer:
“Todo arte trascendental tiende a privar a los elementos orgánicos de su valor orgá-
nico, es decir, a reducir lo cambiante y relativo a valores de necesidad absoluta. Pero
tal necesidad la sabe sentir el hombre solo al otro lado de lo viviente; en la esfera de
lo inorgánico. Es lo que le llevó a la línea rígida, a la forma muerta, cristalina. Todo lo
viviente lo tradujo al idioma de esos valores imperecederos y absolutos. Pues las formas
abstractas, sustraídas a lo finito, son las únicas y las más altas en que el hombre puede
descansar de la anarquía del panorama cósmico”474.
Desde esta vivencia del ser, se adueña lo que estimula la estética artística y el goce
profundo desde el corazón, inseparable entonces de toda actividad artística. Desde las
fuerzas internas libres de toda coacción marcada por el tiempo, desde una concepción tras-
cendental para no permanecer sujeto a criterios marcados por el devenir de los tiempos.
El impulso artístico primordial no tiene nada que ver con la naturaleza. Busca la abstrac-
ción pura, única posibilidad de descanso en medio de la confusión y caprichosidad del
mundo, y con necesidad instintiva crea desde sí mismo la abstracción geométrica. En la
abstracción geométrica la emancipación de la accidentalidad y temporalidad que rigen el
panorama universal halla su expresión acabada, la sola concebible para el hombre475.
474
Op.cit. p. 136.
475
WORRINGER, W., op.cit. p.56.
Pero el hombre siente además la necesidad de sustraer también la cosa individual, que ocupa su interés
en alto grado, a su conexión oscura y desconcertante con el mundo externo y, de esta suerte, el flujo del deve-
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Las formas abstractas, sujetas a ley, son, pues, las únicas y las supremas en que el
hombre puede descansar ante el inmenso caos del panorama universal.476
Los estilos son la base de las historias del arte como las demás historias, para ha-
lagar a nuestra vanidad humana. Pero el artista que se está considerando es inocente
con respecto a la historia e ignora la existencia de desarrollos estilísticos. Los estilos
son el accidente y no en modo alguno la esencia del arte; el hombre libre no trata de
expresarse así mismo, sino aquello que ha de ser expresado. La forma de entender el
arte como esencialmente la expresión de una personalidad, la concepción del genio, la
impertinente curiosidad por la vida privada del artista, todas estas cosas es producto
de un individualismo pervertido e impiden comprender la naturaleza del arte medieval
y oriental.
La trayectoria del arte refleja la trayectoria del pensamiento. El artista haciendo
valer una libertad específica, se expresa a sí mismo y por lo tanto en sí mismo. Se trata
los elementos míticos del relato, que son su esencia, como si ellos fueran sus accidentes
y se sustituye el significado por la anécdota.
Cuando nos preguntamos acerca de la relación entre el ámbito artístico y la sociedad
actuales, existe un lugar común en el que coinciden las respuestas: desconcierto general
y sospechas. Tal vez no infundadas–de que todo es retórica, mera palabrería que obe-
dece a oscuros intereses o al deseo de obtener notoriedad, las reacciones oscilan entre
la indiferencia y el rechazo absoluto, de modo que el descrédito de unos y otros está
servido. No parece alentador, exigir responsabilidades o aludir a la falta de sensibilidad
del público, pero sí puede ser saludable reflexionar e intentar averiguar las causas de
ese desinterés mayoritario477.
nir, y de acercarla en la representación a su individualidad material, de depurarla de todo lo que en ella es vida
y temporalidad, y de independizarla en la medida de lo posible tanto del mundo exterior circundante como del
sujeto del espectador que en ella no quiere gozar lo afín y viviente, sino la necesidad y sujeción a la ley, la
deseada abstracción, única asequible para él, en que puede descansar de su propia vinculación con la vida.
476
Op.cit. p.33.
477
VV: AA: Arte contemporáneo y público. ¿Una relación imposible? Primeras Jornadas de Investigación 5
y 6 noviembre de 2009. Salón de Actos del MUVIM. Valencia 2010.Colecció, Creativitat Recerca, nº 1. p. 12.
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
forma con que nos apremian sensiblemente, lo coloreado, sonoro, duro, macizo, es lo
material de la cosa. Es la base para la conformación de la obra artística.
“En la obra de arte se ha puesto en operación la verdad del ente. Poner quiere decir aquí
asentar establemente. La esencia del arte sería pues ésta: el ponerse en operación la
verdad del ente. Pero hasta ahora el arte tenía que ver con lo bello y la belleza y no con
la verdad. Aquellas artes que crean tales obras se llaman bellas artes, a diferencia de la
artesanía, que confecciona útiles. En el arte bello no es bello el arte, sino que se llama
así porque crea lo bello. Al contrario la verdad pertenece a la lógica. Pero la belleza se
reserva a la estética”478.
En la obra no se trata de la reproducción de los entes singulares existentes, sino al con-
trario, de la reproducción de la esencia general de las cosas. Si algo caracteriza a la obra
es que es creada. En tanto que es creada, la creación necesita un medio de crear y en
que crear sobreviene lo cósico, en la obra. La creación es pensada con relación a la obra.
A la esencia de la obra pertenece el acontecer de la verdad. Determinamos la esencia
de la creación por su relación con la esencia de la verdad como desocultación del ente.
Si el arte es el origen de la obra, entonces quiere decirse que hace brotar en su esencia
la correspondencia esencial en la obra, de la creación y la contemplación. En la obra es
el acontecimiento de la verdad. Es poner en operación la verdad. Entonces el arte es un
devenir y acontecer de la verdad479.
478
HEIDEGGER, M., Arte y poesía. Fondo de cultura económica. 1958. México. p.63.
479
Op.cit. p.64.
277
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
voluntad que ya no quiere por el prurito de la reflexivilidad pura, querer por querer, sino
que quiere querer por crear, es decir, para dar vida a singularidades, a verdaderas obras
de arte, que en si mismas son para la voluntad la encarnación de aquello que está por
encima y más allá de todo querer. El artista crea desde su subjetividad reconquistada,
desde la purga ética, desde una voluntad desinteresada y desasida, que descubre que lo
universal mata, mientras que lo singular da vida480.
Cuando hoy el arte camina hacia encuentros de modas, en querer ser contem-
poráneos, o post-modernos a fuerza de imitar modelos impuestos, se dirige, por un
momento, una mirada a otros tiempos remotos; iniciar una relación del hombre con lo
sagrado a través de la obra de arte. En un mundo donde la ciencia y las nuevas tecno-
logías están en las vanguardias, se deviene en un carácter espiritual, falto, debido a la
absoluta desacralización de la existencia social e individual. El hombre contemporáneo
está inmerso en violencias traducidas por la soledad, la angustia, la incomunicación, y
la incertidumbre. Se ha querido renunciar a la esencial dimensión de lo religioso con una
pretensión de olvido de lo primigenio, de la vinculación con lo trascendente.
Pudiera iniciarse cierto misticismo en el que ética y estética pudieran estar reunidas
bajo un mismo signo. ¿Será este el camino del arte en los tiempos actuales? ¿Necesita
de este estadio sensibilizado de una espiritualidad capaz de llevar más allá de lo mera-
mente técnico a la obra de arte?
Lo Sublime puede ser el punto de unión entre los hombres, y el arte el lugar a
través del cual se formen las utopías, los sueños, el futuro. En la libertad de elegir el
territorio sensible propio, en un espacio irreversible e irreducible donde puedan surgir
todas las realidades y raíces de cada uno. Aquellas que forman parte del pasado y que
hacen volver a ellas.
Como dice Robert Lax en su obra:
…¿qué sitio queda al que ir?
En cuanto a las artes todo el mundo es poeta.
Todo el mundo es pintor.
Todo el mundo es fotógrafo.
Además, casi todo el mundo es físico nuclear.
No hay por qué desechar este estatus.
Fácilmente adquirido tómelo como
Status quo y luego pregunte:
¿Dónde vamos?481
Podría pensarse que esta época descubre de nuevo lo Sublime, su nombre, su con-
cepto o sus problemas. Por supuesto, no hay nada de eso, pues jamás se vuelve a nada
en la historia. No se vuelve a lo Sublime, más bien se viene de ahí. El arte de comienzos
del siglo veinte ya no tiene la idea de belleza como norte de su creación. Por otra parte,
el tema de lo Sublime ha salido hace tiempo del ámbito de la Estética como disciplina
para, desde ahí, remitir sea un modelo paradójico de lo humano, que configura tanto
una forma de biografía como de entender las relaciones sociales.
480
PÉREZ-BORBUJO, F., La otra orilla de la belleza. En torno al pensamiento de Eugenio Trias. Herder.
Barcelona. 2005. p.352.
481
LAX, R., Una cosa que es. Quálea editoral. Cantabria. 2009. p.49.
278
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
482
HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, D., La comedia de lo Sublime. Quálea ediciones. Cantabria. 2009. p. 43.
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En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Con todo, en una parte de las prácticas artísticas actuales esta invasión de lo cómi-
co se ha convertido en algo generalizado. Así la transformación del modelo que vengo
exponiendo se ha producido en toda regla, si toda una tradición estética sobrepuja lo
sublime y olvida su inherente inversión en lo cómico. En la actualidad es la comedia la
que ha pasado a ocupar el lugar protagonista483.
En el arte y pensamiento de vanguardias, lo Sublime es ciertamente un ser más allá
de toda belleza, y una “exigencia de verdad” va sustituyendo a la de belleza, sin renun-
ciar tampoco a ella. Esto significa, por ejemplo en el expresionismo, una experiencia de
lo Sublime no a través de la elaboración de impresiones externas, sino de la expresión
de temples de ánimo, de estados límite de la persona, que la sacan de lo ordinario y
expresan lo que está tras ella, su auténtico ser.
El sentimiento de lo Sublime tiene un carácter extraordinario, se da en una ruptura
con lo ordinario, lo cotidiano, juzgado de manera negativa, como modo de existencia
inauténtica. Aquello que provoca el sentimiento no es fruto de un acto voluntario (aun-
que implica una particular receptividad), sino que sobrecoge (angustia, náusea...) al
individuo arrebatándole de la cotidianidad y colocándole ante la ausencia inefable de
sentido del mundo. El sentimiento de lo Sublime configura, no una ética, (pues pone
entre paréntesis las convenciones y normas), sino un ethos, un modo de ser heroico,
trágico, propio de la época caracterizada como nihilista. Es el ethos de la destrucción,
que busca a través de ella construir un nuevo comienzo.
Una modulación contemporánea en el tratamiento del sentimiento de lo Sublime se
encuentra en ese intento de insertarlo y de descubrirlo en lo cotidiano: es lo Sublime
de ello. Lo Sublime es la fractalidad que, a la vez, articula semánticamente lo cotidiano,
del mismo modo que los sueños, mantienen la tensionalidad de la vigilia. Esto permite
una forma de narración biográfica en la que se integran los diversos momentos vividos
sin exclusión unos de otros.
El devenir como unidad (dinámica) de ser y no-ser. El devenir manifiesta exacta-
mente que la realidad no descansa jamás en lo finito, en lo particular como tal, porque
todo finito en cuanto está penetrado por el no-ser (omnis determinatio est negatio) pasa
a algo distinto; lo que era, ya no es, y lo que no era, ahora es.
Por lo tanto, la oposición de ser y no-ser pone a ambos juntos e inseparables, de
modo que inmediatamente cada uno de ellos desaparece en su opuesto. Es ésta recípro-
ca pertenencia del ser y de la nada la realidad del devenir, la realidad sin más, pero no
como un ir de finito en finito hasta el infinito (infinidad viciosa), sino de tal manera que
el ser de lo finito se presenta como lo negativo que pasa a lo positivo en cuanto tal que
es el Infinito. Infinidad positiva, es decir, verdadera.
483
Op.cit.pp. 46,47.
En la estética de lo Sublime encuentra el arte moderno (incluyendo la literatura) su fuente, y la lógica de
las vanguardias sus “axiomas”. El arte moderno enlazaría con la modernidad de lo Sublime como un intento de
presentar lo impresentable. Se trataría de una presentación negativa, no representativa, ni figurativa.
Con una diferencia importante. Frente a la estética moderna de la nostalgia, de la impotencia y el dolor,
que revierte en acentuar la humanidad de la razón, de la presentación formal tentativa y figurativa de lo au-
sente, causando consuelo y placer, la estética posmoderna subraya la potencia de la facultad de concebir en
su “inhumanidad”, del placer de la invención de nuevos lenguajes, la búsqueda de nuevas categorías o reglas,
no previas al texto, sino como objeto de su investigación. En este sentido, lo posmoderno es el futuro, siempre
pronto, siempre tarde, de lo moderno. Con la “deshumanización del arte “el ser se encuentra, pues, con un
modelo alternativo de modernidad, y no con el cierre de la misma.
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Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El arte y la ética solo sirven como aquietadores de esa voluntad, como narcóticos
que impiden al hombre, al igual que la sociedad que le salva del tedio, entregarse a la
muerte antes de tiempo484.
Una cosa es la actividad artística y otra son sus consecuencias Pero, entre ellas,
la principal es la resonancia que la obra del artista despierta en su contemplador, el
eco que halla en quienes la perciben. Percibirla con actitud estética es en cierto modo
recrearla, hacer revivir la intuición creadora que la produjo. Existe una cierta identidad
entre contemplación y creación del arte.
La obra de arte como lenguaje que es, no queda concluida en sí misma sino en la
recepción del mensaje por parte del destinatario potencial. Se conduce pues con el acto
de la contemplación que es esencial en la obra de arte, el contemplador revive la emo-
ción estética del autor, y así en cierto modo, recrea la obra. Es de este modo que la obra
se prolonga imaginativamente en la experiencia del espectador.
Como escribe Jesús Navarro Guitart en el catálogo de Antoni Llena “La pintura como
experiencia”:
”Uno de los hechos distintivos del arte contemporáneo, respecto a aquel que le precedió,
ha sido y es la imperiosa necesidad de reflexionar críticamente sobre sí mismo, sobre el
hecho artístico entendido como un fenómeno constitutivo del ser humano que hay que
reinventar, que recomenzar constantemente, para así despojar de aquellos elementos
superfluos que lo reducen a meros formalismos de estilo. Esta voluntad de remontarse a
los orígenes para crear algo nuevo y trascendente ha centrado buena parte de las prin-
cipales aportaciones del arte del s. XX” 485.
Según Llena:
“El arte es belleza si liga en un instante de todos los tiempos”486.
Hay un aspecto del s. XX marcado por una profunda reflexión utópica. Hay artistas
que han querido comenzar desde cero recorriendo el camino desde la forma hasta rege-
nerar desde dentro la pintura. Tal es el caso de Paul Klee y otros autores que quisieron
remontarse a los orígenes. Este espacio hace conformar una actitud ética necesaria en
la que la pintura se integra en un horizonte luminoso y trascendente del espíritu y de la
creación. Cada intento es un arranque completamente nuevo.
M.J.Balzac, en el mismo catálogo escribe acerca de la experiencia caracterizándola
de pobre. Cuestionando los valores de la educación si ésta no produce una experiencia.
Declara nuestra pobreza tanto de experiencias privadas como en las de la humanidad.
Lo cataloga de barbarie. Esta barbarie le hace comenzar desde el principio487.
Una nueva mirada y reconocimiento del arte desde los orígenes lo encontramos en
una generación como Klee, Miró, Ferrant, Calder, Arp. Ejemplo de un espacio y arte puro
y simple, comenzando desde el despojamiento; están en un mundo nuevo, en búsqueda
de nuevas cosmogonías donde se parte desde lo mínimo. Y así reconocer un arte desde
una nueva forma de mirada.
484
PÉREZ-BORBUJO, F., op.cit. p. 348.
485
NAVARRO GUITART, J., “La pintura como experiencia.” Introducción en el catálogo de Antoni Llena.
p.8
486
Op.cit. p.14.
487
Op.cit. p.15.
281
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Antoni Llena constata que su arte está completamente tendido hacia la pureza, a la
filosofía de la nada, que no es una nada de destrucción sino de creación. Así dice:
“El arte no es solo la pintura, la escultura, el arte es una creación del hombre que puede
transformar cualquier cosa”488.
488
Op.cit. p.22.
489
Op.cit. p.27.
490
Op.cit. p.32.
491
Op.cit. p.85.
282
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
492
LLENA, A., op.cit. p. 157.
493
Op.cit. p.193.
283
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Pero sobre todos y sobre todo irrumpe la luz del nuevo día, bañada en vapores
blancos, suspendidos, pintados con plena pasta en la que Chagall ha marcado algunos
cortes para hacer más vivas las vibraciones de la luz. Y es la luz la última palabra de la
naturaleza, de lo Sublime y de Chagall495.
Uno de los impulsos del arte de vanguardia fue el desenmascaramiento de los pro-
pios recursos de los que se servía el arte para sus creaciones, una práctica común y
acuciante que se desarrolló fundamentalmente en el Barroco mediante el recurso a las
trampas ópticas que rompían una ilusión de artificio. De otro modo alabada. Un desen-
mascaramiento de cuanto hay de realidad y al mismo tiempo de engaño en la realidad
artística. Un modo muy diferente de dirigir la atención al cuestionamiento de la natura-
leza del arte es el de problematizar su materialización para apelar, contrariamente, al
proceso de su realización….Si todo es efímero, nada lo es como el proceso: aquello que
se desvanece en el mismo momento en que se produce.
“La obra de arte ha de ser tan fiel a su momento que sea el momento mismo”496.
494
BACHELARD, G., El derecho de soñar. Fondo de Cultura Económica. México. 1985. p.16.
495
Op.cit. p.18.
496
ABAD VIDAL, J.C., De la revista SUBLIME febrero-marzo 2004. En su artículo “Del destino de la crea-
ción” p.54.
284
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
La respuesta a todas estas cuestiones puede partir de los centros educativos, que
bajo las diferentes materias que se imparten, pueden evocar unos valores y sentimientos
que lleven a la persona a encontrar el camino de la búsqueda de lo Sublime en su vida,
y ser así portador creativo en una sociedad que le acoge y de la que forma parte.
Es quizás, por medio del aprendizaje del arte, como se puedan sugerir y suscitar
unos valores estéticos y personales en el alumno, que vayan encaminados hacia un
orden social. Desde el concepto de la abstracción, en la pintura, aprender y descubrir
desde el interior de cada ser humano nuevas historias y sensibilidades. Generar así una
sociedad creativa y creadora.
285
III
PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN
DIDÁCTICA EN UNA ESCUELA
DE ARTE
CAPÍTULO 3
El arte en la educación
3.1. Introducción
Los valores que son significativos en un programa de educación artística, son los
mismos que pueden ser básicos en el desarrollo de una persona. Cada vez hay más gen-
te que reconoce que la actitud para aprender difiere de una edad a otra y de un individuo
a otro, y que dicha predisposición implica no solamente la capacidad intelectual, sino
también factores sociales, emocionales, perceptivos, físicos y psicológicos.
498
LOWENFEL, V., LAMBERT BRITTAIN, W., Desarrollo de la capacidad creadora. Biblioteca de Cultura
Pedagógica. Kapelusz. Buenos Aires. 1980. p.15.
289
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
El ser humano aprende a través de los sentidos. La capacidad de ver, sentir, oír, oler
y gustar proporcionan los medios para establecer una infracción de este con el medio.
Es por ello, la necesidad de un aprendizaje a través de un desarrollo de la sensibilidad
perceptual, como parte importante en el proceso educativo, tanto desde los primeros
años, como a lo largo de la educación reglada y no reglada.
La educación artística, más dirigida al fomento de la creatividad debe de ser uno de
los pilares básicos del sistema educativo en todos sus tramos500.
Es el individuo mismo el que utiliza sus materiales artísticos para su expresión de
acuerdo con sus propias experiencias personales. Estas experiencias cambian durante el
desarrollo de la persona, con los cambios sociales, intelectuales, emocionales, y psicoló-
gicos que se operan dentro de sí, en un periodo de autoidentificación con el sistema.
El proceso de creación involucra la incorporación del yo a la actividad; el propio
acto de crear proporciona la comprensión del proceso que otros atraviesan al enfrentar
sus propias experiencias. Vivir cooperando como un ser bien adaptado en esta socie-
dad, y contribuir a ella en forma creadora es el mas importante de los objetivos de la
educación501.
La educación artística puede proporcionar la oportunidad de incrementar la capa-
cidad de acción, la experiencia, la redefinición y la estabilidad que es imprescindible en
una sociedad llena de cambios, tensiones e incertidumbres.
El desarrollo estético suele considerarse como un factor básico de cualquier expe-
riencia artística. La estética puede definirse como el medio de organizar el pensamiento,
los sentimientos y la percepción en una forma de expresión que sirva para comunicar a
otros estos pensamientos y sentimientos. Los criterios estéticos se basan en el individuo,
en el tipo particular de actividad artística en la cultura dentro de la cual se desarrolla el
trabajo creador y el intento o propósito que hay detrás de la forma.
Si bien las etapas de desarrollo se presentan siempre en el mismo orden, no debe dedu-
cirse de ello que esa secuencia no pueda acelerarse o retardarse. La herencia representa,
sin lugar a duda, un papel en esto, pero las influencias ambientales son las que pueden
alterarse y enriquecerse y este es el aspecto de importancia decisiva para el maestro y
los padres502.
La conciencia estética es parte del desarrollo total del ser humano. No se trata de la
imposición desde afuera de normas o reglas, sino, por el contrario, del desarrollo de su
capacidad para discriminar y elegir. La belleza es algo que cambia con cada cultura y la
499
Op.cit. p.18.
500
Op.cit. p.20.
501
Op.cit. p.28.
502
Op.cit. p.67.
290
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
oportunidad de que los jóvenes expresen sus propios sentimientos y emociones sobre las
cosas que los rodean tiene que ser uno de los pilares básicos en un sistema educativo.
Posiblemente lo que se necesita en el desarrollo de la conciencia estética no es la
apreciación de un cuadro o de un objeto en particular, ni tampoco la enseñanza de los
valores estéticos propios de los adultos o el vocabulario imprescindible para describir las
obras de arte; la conciencia estética puede inculcarse mejor si se logra intensificar la to-
ma de conciencia del niño sobre si mismo y la sensibilidad hacia su propio ambiente503.
La cultura de las escuelas muestra tanto continuidades como discontinuidades con las
culturas (dominantes o dominadas) circundantes. El currículum real incorpora solo algu-
nas de las expresiones y prácticas correspondientes a los conocimientos y valores que
se proponen como el patrimonio social de cada nación. Generalmente no representa de
manera lineal la cultura de las clases dominantes. Además, la configuración, particular
en cada escuela puede ser relativamente permeable a la cultura del entorno en algunos
momentos, resistente a ella en otros.
El conocimiento local penetra en la escuela mediante las prácticas y los discursos de los
maestros y alumnos, quienes reinterpretan los contenidos y negocian las normas escola-
res. A la vez, en cada escuela o grupo hay márgenes variables para realizar construccio-
nes propias. Los sujetos involucrados se apropian tiempos y espacios en los que generan
prácticas divergentes y aprenden contenidos no previstos en los programas oficiales. En
algunas escuelas –notablemente las rurales– la distancia entre los programas o diseños
oficiales y la práctica escolar diaria puede ser mayor que la separación entre la escuela
y su entorno social504.
503
Op.cit. p.366.
504
ÁLVAREZ, A., Hacia un currículum cultural. La vigencia de Vygotski en la educación. La dinámica
cultual en la escuela. Elsie Rockwell.Fundación Infancia y Aprendizaje. Madrid. 2006. p.32.
505
Op.cit. p. 35.
291
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Hay tres aspectos en esta investigación que han mediado en forma importante la
relación entre teoría y práctica, con importancia para ambas506:
1. La cultura vivida. Nos hemos concentrado en estudiar la cultura vivida o la cultura
en acción, como ya he explicado, a través de visitas a los hogares. Las visitas tam-
bién nos han ayudado a comenzar a entender un aspecto importantísimo dentro
de la teoría de Vygotsky, cómo los adultos facilitan el que las nuevas generaciones
descubran y se apropien de los artefactos culturales; esto es parte de la herencia
cultural tan necesaria para nuestra especie507.
2. La comunidad imaginada: Un aspecto importante de nuestro trabajo es como trata-
mos de re-definir el concepto de comunidad, especialmente en relación a la escuela.
La mayoría de nosotros tenemos lo que podríamos llamar una noción “imaginada”
de la comunidad. Es decir, nos imaginamos, basándonos en lo que hemos oído o
leído, o basándonos en experiencias personales, las características generales de una
comunidad. Es algo imaginado porque no está basado en relaciones personales ni en
conocimientos íntimos sobre personal de esa comunidad, de las que probablemente
nunca sabremos nada ni llegaremos a conocer508.
3. El pensamiento distribuido: El pensar es algo que por lo regular se considera que
ocurre solo dentro de la cabeza del individuo. Las escuelas también contribuyen a
esta idea, usando pruebas para determinar la habilidad o inteligencia del estudiante
que se considera como algo innato, fijo, o como un atributo personal o natural, y
localizado dentro de la cabeza en algún lado509.
Los últimos 25 años han representado cambios importantes en el ámbito del apren-
dizaje escolar. Frente a concepciones ambientalistas en las que la enseñanza y el apren-
dizaje se encaraban exclusivamente como una transmisión y recepción de conocimien-
tos, se ha puesto de relieve el papel activo del aprendiz, de modo que se enfatizan
los procesos que le permiten asimilar e interpretar los conocimientos, los cuales no se
presentan como un todo homogéneo, sino asimilables e interpretables sólo en la medida
en que tienen significado para el sujeto510.
506
Op.cit.pp. 48-51.
507
La vida cultural de los niños raramente replica o reproduce la de los padres, ya que los niños también
son seres creadores o transformadores (ver Andrade, 1994; Andrade y Moll, 1993). Los niños crean su propio
mundo social, con sus propios artefactos materiales e ideológicos, que son separados y diferentes pero que
mediatizan las relaciones con los adultos y sus instituciones especialmente las escuelas. Desde el punto de
vista Vygotskiano, es importante mencionar que el artefacto más importante creado por los niños son ellos
mimos como personas, la formación de sus personalidades.
508
Muchos de los maestros con los que hemos trabajado no viven ni conocen a nadie en la comunidad
en donde enseñan.Estos maestros son particularmente susceptibles a ideas negativas o limitantes sobre la
comunidad, como cuando se oye, “a los padres en esta comunidad no les importa la escuela”.
509
Los seres humanos y el mundo social es indisoluble, por lo tanto, el pensamiento humano no se pue-
de reducir a propiedades o rasgos individuales; el pensamiento siempre está mediatizado, distribuido entre
las personas, los artefactos, las actividades y los entornos. Los seres humanos piensan con los artefactos de
la cultura, especialmente con la ayuda del habla oral y escrita.
510
Op.cit. p. 175.
Según Piaget (Piaget, 1981) todos los procesos psicológicos e, inevitablemente la conducta humana
traducen las estructuras inteligentes que el sujeto construye a lo largo del desarrollo. Dichas estructuras,
descritas mediante la lógica, no están dadas ni en el medio, ni en el sujeto, en otras palabras, no pueden ser
explicadas ni desde el empirismo, ni desde el innatismo, sino que son el resultado de las construcciones que
realiza el sujeto a través de su interacción con el medio. Piaget sitúa la asimilación y la acomodación como los
mecanismos psicológicos que permiten dicha construcción y añade la equilibración como principal factor que
rige y controla el proceso de construcción de la inteligencia.
292
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
511
Op.cit. p. 176.
Es ampliamente conocido que Vigotsky defiende la construcción social de la mente humana, de modo
que todas las funciones psicológicas aparecen dos veces en la vida de las personas, primero, en sus relacio-
nes sociales y, luego, en forma individual. En estas palabras, Vigotsky cree que las capacidades humanas se
desarrollan en la medida en que las personas aprenden cosas (fundamentalmente, instrumentos culturales)
en sus relaciones sociales.
293
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
sentido de que se reparten objetivamente las tareas, aceptan de hecho este reparto y el
dualismo que indefectiblemente se deriva de éste512.
512
SCHNEUWLY, B., BRONCKART, J.P., Coordinadores. VV.AA. Vigotsky hoy. Editorial popular.S.A. Ma-
drid. 2008. p. 12.
513
Op.cit. p.13.
514
Op.cit. p. 108.
Vigotsky admite la existencia de un componente de espontaneidad dentro del desarrollo del niño.
515
JIMÉNEZ, J., Teoría del arte.Editorial Tecnos. Madrid. 2004. p.191.
294
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Resulta difícil imaginar qué papel va a desempeñar el arte en esta remodelación del
hombre. No sabemos qué fuerzas, reales pero latentes en nuestros organismos, va a con-
vocar para formar al hombre nuevo. Es indudable, sin embargo, que el arte va a tener una
voz decisiva en el proceso. Sin arte nuevo no puede haber hombre nuevo. Las posibilidades
del futuro, tanto para el arte como para la vida, son inescrutables e imprescindibles517.
El arte exige razonamiento; todo lo demás es secundario para la psicología del arte.
“El arte es un cierto ejercicio para el pensamiento” dice Ovsianiko-Kulikovskii518.
Hay quien defiende el pensamiento como pilar a la explicación del fenómeno artís-
tico. “Muchos teóricos subrayan de modo tan unilateral que el arte es una cuestión de
percepción, de fantasía o de sentimiento, oponiendo el arte a la ciencia como campo del
saber; que puede parecer irreconciliable con la teoría del arte, que afirmamos, que el
proceso de pensamiento también forma parte del goce artístico”519.
“Toda creatividad humana implica emociones. Las emociones desempeñan un papel pre-
dominante en la creatividad artística. Es el propio contenido quien las genera y pueden ser
de toda clase: angustia, tristeza, piedad, ira, simpatía, indignación, horror, etcétera520.
Todo en las artes habla del ser humano, incluso la naturaleza muerta o la máquina:
el registro artístico promueve siempre un movimiento de inserción del individuo en un
universo de sentidos, una transición del yo al nosotros, al mundo artificial construido por
el hombre, y al mundo natural, vivida como significación521.
“Uno de los rasgos más característicos del arte es que los procesos en que se en-
vuelve su creación y su uso parecen oscuros, inexplicables e inaccesibles para el pen-
samiento consciente. Nadie puede expresar con palabras precisas y exactas por qué le
gusta una obra de arte. Las palabras no explican los aspectos sustanciales e importantes
de una emoción. No hace falta mucha perspicacia psicológica para ver que las razones
más evidentes de un efecto artístico se esconden en el subconsciente, por lo que sólo
podremos abordar los problemas del arte si nos adentramos en ése área”522.
¿Qué relación hay entre la respuesta estética y todas las demás formas de com-
portamiento humano? ¿Cómo explicar el papel y la importancia del arte en el sistema
general de comportamientos humanos?
“La valoración del arte depende directamente de la perspectiva psicológica desde
donde lo afrontamos. Si queremos descubrir cual es la relación entre el arte y la vida,
si queremos resolver el problema del arte en términos de psicología aplicada, debemos
adoptar una teoría general válida para resolver estas cuestiones”523.
516
VYGOTSKY, L., Psicología del arte. Paidós Ibérica.S.A. Barcelona. 2006. op.cit. p. 316.
517
Op.cit. p.317.
518
OVSIANIKO-KULIKOVSKII, D.N., Lenguaje y arte. San Petersburgo. 1895. p.63.
519
MÜLLER-FREIENFELS, R., Psychologie der Kunst. Vol. I. p.180.
520
OVSIANIKO-KULIKOVSKII, D.N., Obras completas. Vol. VI. San Petersburgo.1914. p. 174.
521
JIMÉNEZ, J., op.cit. p.246.
522
VYGOTSKY, L., Psicología del arte. Paidós Ibérica.S.A. Barcelona. 2006. p. 99.
523
Op.cit. p. 293.
295
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“El arte nos contagia con emociones y se basa, por lo tanto, en la contaminación. Esta
idea implica que, al no ser el arte otra cosa que emoción común, no existiría ninguna
diferencia sustancial entre un sentimiento ordinario y un sentimiento suscitado por el
arte. Por consiguiente el arte ejerce el mero papel de caja de resonancia, de amplificador
o transmisor para la infección de sentimientos. El arte carece de distinciones específicas;
de ahí que la apreciación del arte deba basarse en los mismos criterios que emplearíamos
para valorar cualquier sentimiento. El arte puede ser bueno o malo, según nos contagie
con sentimientos buenos o malos. En sí el arte no es ni bueno ni malo; es un lenguaje
del sentimiento que debemos apreciar en función de lo que expresa”524.
524
Op.cit.pp. 293,294.
525
Op.cit. p. 302.
526
EISNER, E. W., Educar la visión artística. Paidós Educador. Barcelona. 1995. p. 1.
527
GIROUX, H.A., Cruzando límites. Trabajadores culturales y políticas educativas. Paidós Educador.
Barcelona.1992. p.254.
296
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
sarrollar necesidades y hábitos en los que lo social se sienta y experimente como algo
emancipador, en vez de alienante528.
Como parte de una pedagogía de la diferencia, los estudiantes deben asumir la
riqueza de sus propias comunidades e historias, al tiempo que luchan contra las estruc-
turas de dominación. Deben ser capaces de entrar y salir de diferentes culturas, para así
apreciar y apropiarse de los códigos y vocabularios de las diversas tradiciones culturales
con el fin de ampliar más el conocimiento, destrezas e intuiciones que, en el mundo
moderno, tienen que definir y determinar, y no simplemente servir529.
Lo que hacen los artistas no lo hacen sin riesgos. Las imágenes producidas son
una reelaboración del pasado, un retorno a través de la memoria, a las raíces de los
sentidos de vida y de muerte, a partir del cual resulta viable la proyección de mundos
posibles530.
La intencionalidad artística, que confiere a una propuesta el carácter de obra, presu-
pone la puesta en cuestión de la percepción habitual del mundo, así como de la inserción
funcional y meramente comunicativa, también habitual, de las imágenes y los objetos
en nuestra experiencia de la vida531.
La obra, por lo tanto, sirve de medio. Se ve necesaria la experiencia individual y su
extensión al arte como elemento positivo en la propia vida, como promotor de valores.
Arte dentro de toda actividad y experiencia hacia la actividad humana y la de aquellos
creadores, tendentes a elevar con ansia hacia la sensibilidad, cierta cultura intelectual y
vital, como condición que lleva implícito el arte.
La contemplación es un goce que no tiene otro fin que la revelación del objeto y
dejando estar a su sujeto, lo mantiene en su realidad, necesitando del continuo esfuerzo
de atención, sin prisa y sin precipitación, dócil y paciente en su incansable actividad.
El verdadero arte es aquel que pide su admiración constantemente y lo regenera.
En la quietud de la contemplación, ésta produce un estado de gran receptividad en el
que se deja a la obra en su total independencia y libertad para no falsear absolutamente
nada de ella.
Surge como el resultado de una conquista ya que la contemplación es quietud en
cuanto calma, es la armonía, es la serenidad del hallazgo, del éxito y satisfacción y de
la alegría tras el hallazgo de la esencia que examina en lo más íntimo de sí. Alcance en
plenitud y búsqueda de lo Sublime.
En lo sublime, el sujeto queda tomado por la magnitud de lo que no puede abarcar
con el entendimiento; ante lo bello, al contrario, nada escapa al dominio del ojo que se
sosiega en equilibrio con la armonía de lo que ve y reconoce sin temores532.
“Si consideramos el arte como una catarsis, es del todo evidente que no puede surgir
allí donde no hay otra cosa que sentimiento vivo e intenso. Un sentimiento sincero to-
mado “per se” no puede crear arte. Hace falta algo más que técnica y maestría, porque
un sentimiento expresado mediante una técnica jamás generará un poema lírico o una
composición musical. Para hacer arte se requiere el acto creativo de dominar ese senti-
528
Op.cit. p.261.
529
Op.cit. p. 284.
530
Jiménez, J., op.cit. p.247.
531
Op.cit. p. 115.
532
PUELLES ROMERO, L., Mirar al que mira. Abada.Madrid.2011. p.108.
297
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
La obra del artista queda descubierta cuando ésta ha sido realizada. Es invención
ya que pasa del no ser al ser, sin por ello presuponer algo que bajo la forma de idea o
intuición sirve de modelo para copiar, proyecto que seguir o plan que realizar. Nadie es
más libre que el genio artístico. Crea la obra y también la ley o leyes que la gobiernan.
Se establece una dialéctica entre la actividad creativa del artista y la intencionalidad
de la obra. La actividad del hombre alcanza su máxima intensidad y potencia, preci-
samente, cuando se adentra en la energía de la obra, de la forma misma original y en
su interioridad retoma la actividad y la continúa. Actúa como estímulo interior, como
empuje, inspiración, seducción de aquella actividad y actitud que ha sabido mirar, que
puede descubrir y que le ha conquistado, para ir más allá a la búsqueda de lo Sublime
que sólo el interior sensibilizado incita y admite.
Es ciertamente importante esta creatividad en plenitud del artista para transmitir de
una manera más potencial un interior a través de la contemplación de la obra. Por ser
esta una manifestación personal y libre es necesaria una formación en un terreno social
que condiciona el origen, el sentido y alcance de la obra.
La vida social presupone actos creativos que inventen las figuras y produzcan las
manifestaciones de esta vida. La vida social exige la intervención de una intensa activi-
dad formativa, la cual se manifiesta en la creación de unos códigos ya que se presupone
una imaginación y voluntad de hacer arte. Por lo tanto se puede considerar importante
el carácter personal y social del arte.
La obra exige una comunicación y una contemplación interpretadora y reveladora
de la sociedad vigente. El arte se instala en el propio núcleo de la realidad, porque ella
es energía y esencia de la naturaleza del mundo, de su existencia.
“Existe entre la obra y el que la contempla una simultaneidad absoluta que, pese a todo
el aumento de la conciencia histórica, se mantiene incontrovertida. La realidad de la obra
de arte y su fuerza declarativa no se dejan limitar al horizonte histórico originario en el
cual el creador de la obra y el contemplador eran efectivamente simultáneos. Antes bien,
parece que forma parte de la experiencia artística el que la obra de arte tenga siempre
su propio presente, que solo hasta cierto punto mantenga en sí su origen histórico y,
especialmente, que sea expresión de una verdad, que en modo alguno coincide con lo
que el autor espiritual de la obra propiamente se había figurado”534.
533
VYGOTSKY, L., Psicología del arte.op.cit. p.303.
534
GADAMER, H.G., Estética y Hermenéutica. Tecnos. Madrid. 1996. p. 55.
535
GADAMER, H.G., La actualidad de lo bello. Paidós Barcelona.1991. p. 145.
298
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El profesor de arte, tiene la responsabilidad, no solo de capacitar a los más jóvenes para
que adquieran las aptitudes necesarias para crear por sí mismos obras expresivas e ima-
ginativas, ni siquiera solo de cultivar la percepción y desarrollar la sensibilidad estética,
el educador artístico tiene también la responsabilidad de situar las obras de arte en su
contexto histórico y cultural. Las obras de arte ejercen una influencia en la cultura, y la
cultura, por supuesto, condiciona a los artistas que crean las obras de arte539.
536
GOETHE, W., Sobre Laoconte. Síntesis. Madrid.1999. p. 107.
537
Puelles Romero, L., op.cit. p. 180.
538
GIROUX, H.A., op.cit. p.287.
539
EISNER.E.W., op.cit. prefacio. XVI.
299
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Se está en camino de una sociedad con valores creativos. Los artistas contribuyen
con su hacer, en esta vía social, tanto con obras artísticas que permiten su contempla-
ción, como el de aquellos elementos de consumo que contienen asimismo una estética,
la cual aporta en el hacer diario unas sensaciones más agradables.
Ayudar a percibir, mirar, contemplar la belleza, mostrándola en plenitud o fragmen-
tariamente, todo ello y a través de una sensibilidad desarrollada, se llegará al encuentro
con lo Sublime a través de una obra de arte.
Se puede percibir, a través de una serie de imágenes (Fig.60, 61, 62, 63), con una
estructura y una estética de concepción abstracta, que permiten el acercamiento y cues-
tionamiento, a la persona, en su libertad. Desde este encuentro, descubrir lo Sublime
a través del silencio, el espacio, el vacío, la nada, y disfrutar plenamente de lo que la
obra evoca.
Por medio del espacio natural, sentir la libertad, sosiego y apertura hacia lo infinito
y la Plenitud, desde el origen, desde lo generado, para descubrir el verdadero valor en
cada uno, a través del espacio exterior.
Se considera la enseñanza, a través del arte, como instrumento para evocar unos
valores, dentro de una sensibilidad y creatividad, que ayuden a la persona en su creci-
miento como ser social.
¿Por qué enseñar arte? Este se considera un área concreta de la experiencia huma-
na. Por medio de las artes visuales se intenta promover la capacidad individual de poder
300
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
producirlas y sobre todo experimentarlas. De este modo las personas devienen sensibles
a la forma visual. Se adquieren la intuición, la percepción y la habilidad necesarias para
producir una forma visual que será social o personalmente importante.
¿Qué se puede llegar a saber, a partir de la práctica del desarrollo curricular, de la
enseñanza de arte y de la evaluación del aprendizaje artístico, que pueda ser de utilidad
para quienes van a enseñar arte en las escuelas?
Quienes valoran las artes y han podido apreciar la calidad de la experiencia y el tipo de
percepción que estas ofrecen, tienen que plantearse detalladamente bases sobre las
cuales puede asegurarse su cabida en el programa escolar. A menudo se emplean testi-
monios sinceros para argumentar la importancia del arte en los programas educativos,
pero con frecuencia desgraciadamente, tales testimonios, aún siendo profundamente
sentidos, carecen de capacidad de persuasión540.
540
EISNER E.W., op.cit.pp. 1,2.
Eisner justifica la enseñanza de arte bajo dos puntos: En primer lugar subraya las consecuencias instru-
mentales del arte en el trabajo y utiliza las necesidades concretas de los estudiantes o de la sociedad como
base principal con la que conformar sus objetivos. A este tipo de justificación se la denomina justificación
contextualista.
En segundo lugar destaca el tipo de contribución a la experiencia y al conocimiento humanos que solo
el arte puede ofrecer, acentúa lo que el arte tiene de propio y único. A este tipo de justificación lo denomina
esencialista.
541
Ibidem.
542
LANIER, V., “The Teaching of Art as Social Revolution”. Phi Delta Kappa, febrero. 1969. p.314.
543
EISNER W, E., op.cit. p. 3.
301
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
perar lo que la civilización ha sepultado, recreando la base natural necesaria para dicha
creación libre. Cada vez que oigamos decir a los niños “no puedo pintar esto”, podemos
estar seguros de que se ha producido en sus vidas algún tipo de interferencia544.
544
LOWENFELD, V., Creative and Mental Growth, Nueva York, The Macmillan Company.1947. p. 1.
545
KAUFMAN, I., Report of the Commission on Art Education. Washington, D.C. National Art Education
Association.1965,p. 25.
546
EISNER W, E., op.cit. p.5.
John Dewey manifiesta con respecto de la naturaleza del arte lo siguiente:
El arte es la prueba vívida y concreta de que el hombre es capaz de restaurar conscientemente y esto
en el plano del significado, de la unidad de sentido, de la necesidad y del impulso y acción característicos de
la criatura viva. La intervención de la consciencia añade regulación, capacidad de selección y redisposición.
De esta forma, hace que las artes varíen infinitamente. Pero, con el tiempo, la intervención de la consciencia
conduce también a la idea de arte en tanto que idea consciente: el mayor logro intelectual en la historia de la
humanidad. (Dewey, J. Art As Experience, Nueva York, Minton Balch and Company, 1934).
547
Ibidem.
302
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
vida sensible, mental y emocional; las obras de arte son proyecciones de vida sensible,
en estructuras espaciales, temporales y poéticas. Son imágenes del sentimiento, imá-
genes que formulan el sentimiento para nuestra cognición. Todo aquello que articula el
sentimiento y lo presenta a nuestro conocimiento es artísticamente bueno548.
“El arte no solo funciona como vehículo de articulación de visiones sublimes, delica-
das, toma así mismo las visiones más propias al hombre, sus miedos, sus sueños, sus
recuerdos, y los ofrece también en forma de metáforas visuales. El arte sirve al hombre
no sólo para hacer accesible lo inefable y romántico, sino para que funcione también
como un modo de activar la sensibilidad, el arte ofrece el material temático a través del
cual pueden ejercitarse las potencialidades humanas”551.
Eisner defiende la función del arte como elemento vivo de la experiencia y de la ins-
piración. “El arte tiene como función vivificar lo concreto. Se ha dicho que la naturaleza
imita al arte. A menudo, aquello que no se presta atención o se pasa por alto, lo mun-
dano, lo cotidiano, se convierte en fuente de inspiración para la mirada del artista”552.
Sigue manifestando el valor expresivo de los sentimientos en la sociedad. “El arte
articula la visión, captura el momento. Las fuentes de la actividad artística no emanan
exclusivamente del sueño, de la visión, ni del deseo de cambiar el sentido, ni del es-
fuerzo por capturar el momento y hacerlo mágico; el artista también está afectado por
el carácter social de la humanidad y del mundo en el que vive. A través de las distintas
548
LANGER, S., Expressiveness, Problems of Art, Nueva York, Charles Scribner’s Sons.1957. p.25.
549
EISNER W, E., op.cit. p. 8.
550
Op.cit. p.9.
Una función del arte es ofrecer un sentido de lo visionario en la experiencia humana. Esta función se
consigue como mínimo de dos maneras; en primer lugar, el arte, en especial las artes visuales, se ha utiliza-
do para dar expresión a las visiones más sublimes del hombre. A lo largo de las distintas épocas, el arte ha
servido para que lo espiritual, especialmente en la religión, se hiciese visible a través de la imagen. Cuando el
artista toma una idea como la de la divinidad y la transforma en una metáfora visual, crea no solo un objeto
determinado digno de atención por derecho propio, sino también una forma mediante la cual pueden expre-
sarse los valores más valiosos del hombre. Cuando el arte desempeña esta función, da a lo personal e inefable
una forma pública en la cual pueden participar otros, y, de esta forma, las ideas de una cultura pueden asumir
una significación colectiva que no tendrían de ningún otro modo.
551
Op.cit. p.10.
552
Ibidem.
303
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
épocas, los artistas han utilizado el arte para expresar los valores que les resultaban
más apreciados y para ofrecer agudas afirmaciones sobre la condición del hombre, y su
función en el mundo”553.
A menudo, la obra de arte presenta ante nuestros sentidos un conjunto de valores, po-
sitivos o negativos, la obra elogia o condena, pero comenta el mundo y nos hace sentir
algo frente al objeto que representa, a condición de que hayamos aprendido a leer su
mensaje. En definitiva, el artista funciona frecuentemente como un crítico social y como
un visionario. Su obra permite que aquellos de nosotros que poseemos menor capacidad
de percepción aprendamos a ver lo que permanecía oculto. Habiendo visto lo oculto a
través del arte, conseguimos hacernos mejores554.
553
Ibidem.
554
EISNER W, E., op.cit. p.10.
555
Hegel G.W.F., Filosofía del arte o Estética. Abada UAM. Madrid.2006. p. 71.
304
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El arte ejerce efectos sobre nuestro ánimo sin establecer diferencia alguna; con él pue-
den despertarse y vivificarse todas las pasiones, puede ofrecerse la ocasión de sentir lo
noble, lo superior, lo verdadero, podemos ser incitados al entusiasmo, pero igualmente
tiene poder el arte de conducirnos a través de toda miseria, de hacer representable el
crimen, de hacernos partícipe de todo lo vergonzoso, y horrible, voluntariamente y sin
estremecernos por ello, nos puede guiar a las mayores pasiones y hacer que nos disolva-
mos en la imaginación y nos sumerjamos en los ociosos juegos de la representación556.
Se concibe un lenguaje intuitivo, no racional, como pilar cultural que, junto a otros
aspectos como la política, la ciencia y la religión, forman parte del devenir sociológico.
Lo proyecta a través de la utilización de la alegoría, el símbolo, o la imagen misma por
sí misma. Se considera, por lo tanto, el arte como medio que permite la vía que hace
vibrar el interior del ser humano a través de sus elementos configuradores.
Intuitivamente se producen ideas del mundo de la imaginación. La contemplación
de aquello donde radica lo bello, se encuentra en la belleza interior. Se despierta así la
percepción interna. La persona capacitada de esta sensibilidad sabrá leer el mensaje
implícito en una obra desde la belleza de la misma junto con su interior potenciado.
El artista capta un instante de la naturaleza para expresar su interior, quizás para
comprometerlo e inclusive formar parte de ella. Llegar al contacto con lo Sublime en
esa simbiosis.
“La diferencia más destacable entre el sujeto estético y el espectador es que el primero
se define a través de la capacidad de formulación de un juicio propio y susceptible de
ser defendido entre otros sujetos con los que coincidir o disentir. Podría decirse que la
emergencia del sujeto de gusto estético, tomado en sus atributos de secularización y
modernidad, está en relación de simbiosis con la constitución del público artístico. El
nacimiento del público se corresponde con la aparición de individuos dotados de criterio
para la determinación de juicio personal y libre”557.
556
Op.cit. p.71.
557
christian ruby., L’âge du public et du spectateur. Essai sur les dispositions esthétiques et poli-
tiques du public moderne. La Lettre volée, Bruselas. 2007. p. 14.
305
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
sa; es preciso distinguir los diferentes matices; nada debe escapar a la inmediatez del
discernimiento; y hay, además, una semejanza de ese gusto intelectual, de ese gusto
de las artes, con el gusto sensual, la persona de gusto, el entendido verá de un vistazo
inmediato la mezcla de los dos estilos”558.
Tal vez por ello, la obra necesita de esa inclusión dentro de la misma naturaleza,
para facilitar en ésta el encuentro contemplativo. Es necesario dar respuesta a una
armónica disposición de los elementos, al igual que proponer una voluntad bella, en la
obra y un potencial que lo anime y de vida interior, fuertemente y visualmente desde
su exterior.
Cualquier soporte y espacio van a ser factibles para tal fin y contemplación. Bajo
estos presupuestos en ningún caso dejará inerte al espectador, al contrario, entrará en
el cuestionamiento de aquello que le sorprende, que le sale al encuentro, valorando más
de esa manera el entorno habitual, en su crítica y apreciaciones. Provocación desde la
misma realidad cognoscitiva como en su concepto simbólico que le hace entrar en un
diálogo personal con lo que la visión encuentra.
Jiménez defiende la posición de
aceptación del arte actual, como forma
de manifestación plástica, valorando lo
contemporáneo y más el caso del con-
cepto de lo abstracto. “La actitud de
rechazo frente al arte actual cuando
este no se entiende, planteada como
un juicio de exclusión: “esto no es ar-
te”, “eso lo puede hacer cualquiera, in-
cluso un niño”, sin advertir que el pri-
mer paso para llegar a lo específico de
cualquier lenguaje artístico es eliminar
los prejuicios, lo ya sabido, y dejarse
impregnar por lo que la obra suscita y
plantea. Incluso ahí, en esas actitudes
de incomprensión y rechazo, lo que se
advierte en el fondo es una voluntad de
comprender y poder enjuiciar”559.
Tal vez, la no existencia de datos,
claramente identificables, en una obra
permita el adentramiento profundo en
el concepto que se quiere trasmitir.
Partiendo desde las formas más sim-
ples y valorando su percepción visual
y efecto psicológico que en la perso-
Fig.62. Paul Klee. Lugar afectado. 1922.
na suscita. Activando así el potencial
Plumilla, lápiz, y acuarela sobre papel 30,7x23,
sensible del receptor, en obras que él
1 cm.
escoge como admiración y fuente con- Fundación Paul Klee. Berna. Kunstmuseum Bern.
templativa. En otros casos valorando
558
VV.AA. Arte, gusto y estética. La Enciclopédie. 2005. pp. 83,84.
559
JIMÉNEZ, J., op.cit. p.227.
306
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
éstas dentro del hábitat en el cual se mueve, formando parte de sí mismo, conformando
el entorno humano, para hacer la vida de este más grata, estimulada por la estética y
la belleza de las mismas formas, sin esperar ningún mensaje de la obra de arte. Tan
sólo el de este valor grato, bello, que aportan unas actitudes vitales de gozo y bienestar
dentro de la persona.
560
PÉREZ, J., El color y la palabra. Gramosa. S.A. Madrid. 2002. p. 13. Presentación de José Alberto
Conderana.
307
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
tar así un estadio de valores integrantes en el ser humano. El artista así se convierte en
instrumento y artífice de la verdad y de lo bello.
Cuando se mira, oye o siente la obra, ésta puede trascender la razón y el sentimien-
to quedando solamente una contemplación pura y serena capaz de percibir las mínimas
sensaciones e ir más allá de lo visible y tocar lo invisible, lo Sublime, el ser y aquello
que existe.
El arte es un mediador entre lo infinito, lo inexplicable, con el hombre, para conse-
guir apreciaciones y sentimientos que acerquen a lo verdadero, a lo Sublime. Siempre
se estará en un retornar, no ya en el tiempo, sino con un movimiento de un dentro hacia
afuera en la obra y de un afuera (en el mundo) hacia el interior de cada persona. Unidos
así su emisor –el artista– con el receptor, ya sea individualmente o colectivamente como
cultura social del momento.
La realización de arte es importante, sin duda, pero existen otros aspectos de la educa-
ción artística que también lo son. También es importante aprender a ver la forma visual,
aprender a comprender cómo funciona el arte en la cultura contemporánea y cómo ha
funcionado en las culturas del pasado. En buena medida, los aspectos históricos y cul-
turales del currículum artístico se han dejado de lado en las escuelas. Esto se ha debido
a una gran variedad de razones, pero como mínimo una de estas razones es que se ha
considerado que si se ayudaba a que los niños realizaran proyectos artísticos, estos lo-
grarían, como consecuencia de esta actividad, desarrollar habilidades críticas. Se alude
a la capacidad individual de encontrar y experimentar estéticamente la forma visual561.
561
EISNER,E.,op.cit. p. 22.
562
STAROBINSKI, J., El ojo vivo. Cuatro ediciones. Valladolid. 1998. pp.10, 11.
563
GENETTE, G., La obra de arte. II. La relación estética. Lúmen. Barcelona.2000. p. 137.
564
PILES, R. de., Cours de peinture par principes. París. Gallimard. 1989. p. 8.
565
APOLLINAIRE. G., Meditaciones metafísicas. Los pintores cubistas. Visor.Madrid.1994. p. 32.
308
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
hacemos en las escuelas con respecto a la educación de arte. Creo que la investigación
puede contribuir de manera determinante a la consecución de este fin566.
Hay la importancia de reconocer la contribución única que hace el arte a la experien-
cia del conocimiento humano. En la educación de arte nos interesa formar la visión huma-
na, de modo que el mundo al que el hombre se enfrenta pueda observarse como arte...
Algunos de los productos creados por artistas tienen la capacidad no solo de provocar
emociones en el hombre sino también de instruirlos. El arte enseña debido a las intuiciones
cualitativas que ofrecen las obras de arte. El mismo tema puede utilizarse con objetivos
expresivos totalmente distintos y demuestran que la forma visual puede transmitir un tipo
de significado que es extremadamente difícil de replicar en el discurso verbal567.
La actitud instrumental de las relaciones humanas, tan característica de la socie-
dad y de sus escuelas, es prima segunda de una concepción de la enseñanza concebida
como preparación para el futuro. Cuando se considera que el trabajo en la sociedad es
un medio para obtener recompensas que no son propias del trabajo en sí, el trabajo se
convierte en labor568.
¿Qué pueden hacer las artes en general, y las artes visuales en particular, para
aumentar la cantidad de vida individual y social ?¿Qué aportaciones puede hacer el arte
al mundo en el que vivien los hombres?
Quizás una de las aportaciomes más importantes que puedan hacer las artes en una so-
ciedad en la cual el trabajo es fragmentario y ha devenido una rutina habitual, es su ca-
pacidad de vitalizar la vida atrayendo la atención hacia la calidad de una experiencia como
ésa. Si el arte es algo, es una calidad de vida que se difruta por sí misma. En un orden
social que tiende a incentivar el que las personas traten los objetos y a las demás personas
como instrumentos, las artes llaman la atención sobre los aspectos no instrumentales de la
vida. La obra de arte visual es una forma a explorar visualmente, los ritmos de la obra, su
forma, su contorno, su color hacen que se avance por un camino cualitativo.La experiencia
estética es un proceso que emerge del propio arte. Una importante aportación de las artes
a la sociedad contemporánea es la de servir tanto como experiencia como de recordatorio
de que no se debe considerar que la vida sea una serie de medios para alcanzar un fin de-
seado. El arte nos recuerda que el acto de observar intensamente, de abrir la sensibilidad
al entorno produce una recompensa cualitativa en el proceso de vivir569.
566
EISNER,E., op.cit. p. 235.
567
Op.cit. p. 237.
568
Op.cit. p.254.
569
Op.cit.pp. 255,256.
570
EISNER, E.W., op.cit. p.100.
El mayor error al que ha llevado el concepto de talento en nuestra manera de plantearnos la capacidad
artística es que se ha utilizado como una cobertura, un modo de explicar programas irreflexivos de educación
309
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Según Eisner, en su obra, comenta que «la apreciación crítica de la forma visual es
muy habitualmente un acto oculto. Cómo se siente uno cuando se encuentra ante un
objeto artístico no es, por definición, físicamente evidente. El tipo de experiencia que se
tiene, el modo como esta experiencia rasguea las cuerdas del corazón, lo que produce
el objeto en la imaginación del espectador son cuestiones privadas. Para comprender
estas cuestiones privadas, el profesor tiene que realizar inferencias a partir de aquellas
actitudes del estudiante que son públicas:su conversacion, sus gestos o su impaciencia
por buscar y hallar otras formas visuales. En definitiva, la valoración de la experiencia o
la apreciación de una obra de arte requiere la realización de inferencias, de pasar de lo
que se puede observar a lo que se puede inferir»574.
de arte. Si un niño mostraba imaginación, sensibilidad y habilidad en su trabajo en el arte se decía que tenía
talento, si no era así, se decía que no tenía talento. Pero si se concibe la capacidad artística– tanto en dominios
productivos como críticos– como una consecuencia de la inteligencia cualitativa, y si se concibe dicha capaci-
dad como, en cierta medida, el producto de la experiencia educativa, entonces se deja la puerta abierta para
cuestionarse por el modo de desarrollarse dicha inteligencia.
571
Debe observarse que el trabajo de los críticos no es tanto mostrar su aprobación o desaprobación de
una obra como el de ayudar a que otros la vean de forma más completa. Demasiado a menudo, se realizan
juicios prematuros sobre lo bueno y lo malo de la forma visual sin atender de manera adecuada a las cualida-
des de la obra. (Eisner, E.W., op.cit. p. 121).
572
Op.cit. p.167.
573
Op.cit. p.179.
574
Op.cit. p.203.
310
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Dentro del dominio interpretativo pueden realizarse varios tipos de valoraciones acerca
de los diversos aspectos de una forma visual.Estos tipos de aspectos son el experiencial,
el formal, el material, el temático, y el contextual.
Las manifestaciones de carácter experiencial describen los sentimientos que provoca la
obra. Ésta tiene un sentido de sorpresa, salta y estalla en lugares inesperados, es un
ejemplo de este tipo de exposición. Ésta describe la reacción individual frente a estas
cualidades575.
575
Op.cit. p. 208.
576
EFLAND D.A., Una historia de la educación del arte. Paidós Barcelona. 2002. p.385.
311
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
las aulas donde se impartía la enseñanza de las artes, e incluso en las sociedades demo-
cráticas se plantean debates acalorados y sin solución acerca de si los fondos públicos
deben utilizarse para respaldar las escuelas de artes, especialmente en el caso en que
los estudiantes producen obras que ofenden las costumbres sociales o políticas de seg-
mentos de la comunidad”577.
En la mayoría de los casos, los valores y las prioridades de una cultura pueden dis-
cernirse fácilmente por el modo en que se organiza el aprendizaje en las aulas. Cuando
se examinan los regímenes de educación artística a lo largo de todo el mundo, se en-
cuentra una variedad de posturas y métodos educativos que reflejan la gama de factores
históricos y de las consideraciones valorativas que operan en diferentes culturas.
Según Gardner, en su obra Educación artística y desarrollo humano, comenta que
dadas las concepciones enormemente heterogéneas de la estética en diferentes culturas,
parece que es más probable que esta diversidad se produzca en las artes visuales que
en, pongamos por caso, las matemáticas o la enseñanza de lenguas extranjeras. Pero,
desde una perspectiva científica, resulta apropiado preguntarse si los métodos y prác-
ticas en la educación artística son infinitamente variados, o si, en cambio, los principios
que rigen el desarrollo humano colocan limitaciones significativas en el decurso de la
educación artística, sobre aquello que puede enseñarse, sobre cómo puede enseñarse y
sobre qué base deben darse los resultados educativos578.
En una sociedad tradicional, buena parte del aprendizaje, más allá del conocimiento
intuitivo y simbólico, se centra precisamente en la adquisición de estos grupos espe-
cializados579.
577
GARDNER, H., Educación artística y desarrollo humano. Paidós. Barcelona. 1994. p.11.
El aprendizaje de arte es complejo y está fuertemente influído por las condiciones del entorno en el
que se produce.La capacidad de percibir lo cualitativamente sutil,de comprender el contexto en el que se
han producido las obras de arte y de comprender la relación entre ambos, de ser capaz de utilizar habili-
dades muy refinadas en la creación de una forma artística visual no es un logro simple.
578
Op.cit. p.14.
579
Op.cit. p.57.
580
Op.cit. p. 65.
581
KOZULIN, A., El camino hacia la Psicología del Arte, y más allá…Cultura y Educación 2004.16 (1-2).
p.74.
312
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
313
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Captaron el potencial expresivo que contiene una obra fragmentada (ya que esta
se realizó por la suma de paneles) y de gran formato.
6. El graffiti de esta forma toma el valor funcional, expresivo y artístico, alejando
el concepto de lo que no es arte o meramente es una protesta que ensucia los
muros y monumentos de las ciudades.
314
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
315
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
316
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
317
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Esta experiencia sirve de pauta para otras actividades y propuestas, como motiva-
ción de los jóvenes y para defender unos derechos desde la estética y la sensibilidad.
Ello ayuda a ser críticos y creadores en la sociedad que les toca formar. ¿Se cree en
una sociedad ideal, en armonía, sobre todo en estas edades en las que se está forman-
do a los futuros potenciales de la sociedad? Hace falta personas implicadas en llevar
a cabo este proceso y sobre todo el apoyo de las instituciones gobernantes, culturales
y educativas.
“Consideramos como idea central de la psicología del arte el reconocimiento de la supe-
ración de la materia por la forma artística o, lo que es lo mismo, el reconocimiento del
arte como técnica social del sentimiento.
Toda teoría del arte se halla supeditada a los puntos de vista adoptados en la teoría de la
percepción, en la teoría del sentimiento y en la teoría de la imaginación o fantasía”582.
Pablo del Río, aludiendo a Vigotsky en su obra, comenta: “sabemos muy pocas co-
sas ciertas sobre el propio proceso catártico pero de todos modos conocemos lo esencial,
a saber, que la descarga de energía nerviosa, que constituye la esencia de todo senti-
miento, se realiza en este proceso en dirección opuesta de la habitual, y que el arte se
convierte de esta manera en un poderosísimo medio para lograr las descargas de ener-
gía nerviosa más útiles e importantes. La base de este proceso reside, a nuestro juicio,
en el carácter contradictorio que subyace en la estructura de toda obra de arte”583.
“Muy triste sería el problema del arte en la vida si no tuviera otro fin que el de contagiar a
muchos los sentimientos de uno. Su valor e importancia serían en tal caso insignificante,
ya que en definitiva el arte no nos proporcionaría salida alguna más allá de los límites
del sentimiento individual, excepto su extensión cuantitativa.
La verdadera naturaleza del arte lleva en sí siempre algo que transforma, que supera el
sentimiento ordinario, y el mismo miedo, el mismo dolor, la misma emoción, cuando los
suscita el arte, encierran algo además de lo que contienen. Y ese algo supera los sen-
timientos, los ilumina, convierte su agua en vino y de este modo se realiza la finalidad
más importante del arte. El arte es a la vida, lo que el vino es a la uva...el arte toma
su material de la vida, pero ofrece a cambio algo que no se halla entre las propiedades
de este material. El sentimiento es originariamente individual y que a través de la obra
de arte, se transforma en social o se generaliza…..El arte es una especie de ampliado o
técnica de los sentimientos”584.
582
RIO, P. del., Extractos de los escritos sobre psicología del arte y educación creativa de L.S.Vygotski.
Cultura y Educación. 2004. 16, (1-2). p. 21.
De este modo nuestras vivencias fantásticas e irreales se desarrollan sobre una base emocional comple-
tamente real. Por consiguiente, el sentimiento y la fantasía no son dos procesos aislados el uno del otro, si no
que de hecho representan el mismo proceso, y tenemos derecho a considerar la fantasía como la expresión
central de la reacción emocional.
El síntoma distintivo de la emoción estética es precisamente la retención de su manifestación externa,
mientras conserva al mismo tiempo una extraordinaria fuerza. Podríamos demostrar que el arte representa
una emoción central o una emoción que se resuelve primordialmente en la corteza cerebral. Las emociones
del arte son inteligentes. En lugar de manifestarse en puños apretados y en temblores, se resuelven princi-
palmente en imágenes de la fantasía.
583
Ibidem.
584
Op.cit. p. 22.
El arte es lo social en nosotros.Y por eso la acción del arte, al realizar una catarsis y arrastrar al fuego
purificador las conmociones más intimas y vitalmente más importantes de su alma individual, es una acción
social. Las cosas no suceden como las representa la teoría del contagio, es decir, que el sentimiento que surge
318
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Es un hecho conocido que cuando se está alegre se ven las cosas con ojos total-
mente distintos que cuando se está triste. Los psicólogos comprobaron hace mucho
tiempo que todo sentimiento posee además de su manifestación externa, fisiológica,
una expresión interna manifestada en una selección particular de pensamientos, imá-
genes e impresiones. Las imágenes de la fantasía prestan también lenguaje interior a
los sentimientos seleccionando determinados elementos de la realidad y combinándolos
en tal manera que responda al estado interior del ánimo y no a la lógica exterior de las
propias imágenes.
Pero la relación entre imaginación y emoción es reciproca. Si en el primer caso que he-
mos descrito los sentimientos influyen en la imaginación, en otros casos, por el contrario,
es esta la que influye en los sentimientos. Podría designarse este fenómeno con el nombre
de ley de la representación emocional de la realidad, cuya esencia formula Ribot así: “To-
das las formas de la representación creadora llevan en sí elementos afectivos”585.
Pablo del Río hace referencia al proceso educativo en la siguiente forma:
”Es de lamentar que aún hoy exista la convicción de que el proceso educativo, en tanto
se expresa en la relación entre maestro y alumno, se agota en la imitación como si fuese
lo más importante. Incluso en los nuevos sistemas de pedagogía marxista se habla a ve-
ces de que el reflejo de imitación es fundamental en la educación… El creador es siempre
de la raza de los disconformes. He aquí por qué la educación no puede limitarse sólo a la
razón. Para semejantes obstáculos y conmociones hace falta una afinidad interna entre
el educador y el educando, hace falta su cercanía en los sentimientos, en los conceptos.
La educación es un proceso de permanente adaptación mutua de ambos campos, donde
el lado más activo, el que toma la iniciativa es ora el dirigente, ora el dirigido”586.
en un individuo contagia a los demás, convirtiéndose en social, sino a la inversa. La refundición de emociones
extrínseca a nosotros se efectúa mediante el sentimiento social, el cual aparece objetivado, extraído fuera de
nosotros, materializado y fijado en los objetos externos del arte, convertidos en instrumentos de la sociedad.
Una de las particularidades de los hombres, a diferencia de los animales, consiste en que aporta y separa de
su cuerpo tanto el aparato de la técnica, como el aparato del conocimiento científico, los cuales se convierten
en una especie de instrumentos de la sociedad. Del mismo modo, el arte representa una técnica social del
sentimiento, un instrumento de la sociedad, mediante el cual incorpora a la vida social los aspectos más ínti-
mos y personales de nuestro ser. Sería más correcto decir que el sentimiento no se convierte en social, sino
que por el contrario, se hace individual, al vivir cada uno de nosotros la obra de arte; se hace individual, sin
dejar de ser social. Y esta vida concentrada en el arte influye, naturalmente, no solo en nuestros sentimientos,
sino también en nuestra voluntad.
585
Op.cit. p.27. Todo lo que construye la fantasía influye recíprocamente en nuestros sentimientos, y
aunque el edificio que levantemos no concuerde necesariamente con la realidad, cada uno de los sentimientos
que provoque sí será real y vivido efectivamente por el individuo que los experimente.
586
Op.cit.pp. 36,37.
587
Op.cit. p.38.
Esto muestra que el arte representa el centro de todos los procesos biológicos y sociales del individuo
en la sociedad, que es el medio de establecer el equilibrio entre el hombre y el mundo en los momentos más
críticos y responsables de la vida. Esto supone una refutación radical del enfoque del arte como adorno y nos
319
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Según los presupuestos y teorías que se han ido defendiendo a lo largo de este
estudio, se plantean unas propuestas de realización en el aula, para conseguir unos ob-
jetivos y la necesidad de una sociedad creativa y creadora en unos valores que aporten
al bien común. Es a través de la obra de arte, desde donde en su apreciación y búsqueda
se pueda llegar a un encuentro con lo Sublime, que haga resurgir lo que en el interior
de cada ser humano existe.
A. Estructura organizativa
1. Objetivos generales.
2. Objetivos específicos.
3. Metodología.
4. Planificación.
5. Actividades.
obliga a dudar en la validez del pronóstico que acabamos de citar. Puesto que en el futuro no sólo habrá que
estructurar toda la humanidad sobre unos principios nuevos, no solo dominar los procesos sociales y econó-
micos, sino que así mismo variará indudablemente el papel del arte.
320
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
6. Evaluación.
1. Objetivos generales:
2. Objetivos específicos:
3. Metodología:
Se trabajará desde:
1. El apoyo de imágenes de obras de arte, dentro del campo de la abstrac-
ción, o bien de elementos de la vida cotidiana.
2. Visitas a distintos museos y centros de arte o espacios expositivos. El
profesor en estos ámbitos utilizará preguntas de reflexión que permitan
al alumno el autoanálisis de sus propias vivencias y la consideración de
otros con el fin de desarrollar una construcción propia del análisis de las
distintas obras o hechos cotidianos que permitan una reflexión propia.
3. Por medio de ejemplos visuales, comentarios, visitas a diferentes muestras,
organizadas dentro de la ciudad o en otros entornos, ayudar en la reflexión y
análisis de cada una de las propuestas que en su momento se programen.
4. La realización de un trabajo teórico-práctico de análisis y de proyectación
expresiva con alguna de las técnicas plásticas que el profesor indique opor-
tuna. Ya sean técnicas de dibujo, como de pintura o de proyección espacial-
tridimensional, o con ayuda de medios informáticos o fotográficos.
4. Planificación:
321
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades:
6. Evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos 1 2 3 4 5
que se emplean en la comunicación artística
y visual.
2. Analiza su composición y observa su compor- 1 2 3 4 5
tamiento sobre un soporte bidimensional.
3. Aplica un tipo de técnica específica a la reso- 1 2 3 4 5
lución gráfico-plástica de un tema concreto.
4. Sitúa unas técnicas concretas en su contexto 1 2 3 4 5
histórico.
5. Maneja diferentes materiales en la ejecución 1 2 3 4 5
de un dibujo, pintura, obra gráfica o de dise-
ño, experimentando distintos resultados plás-
ticos y visuales.
6. Planifica un proyecto visual artístico en todas 1 2 3 4 5
sus fases en su realización.
7. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación.
8. Integra en un mismo proceso diversos lengua- 1 2 3 4 5
jes visuales (gráficos, plásticos y visuales).
9. Reconoce las técnicas artísticas como vías ex- 1 2 3 4 5
presivas del arte y la comunicación.
10. Aprecia los procesos de creación artística co- 1 2 3 4 5
mo manifestaciones interiores.
11. Describe de forma personal lo Sublime en una 1 2 3 4 5
obra de arte.
Tabla 1. Cuestionario de evaluación general.
322
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
1. Kandinsky y la abstracción.
2. La imaginación.
3. Simplificación de elementos gráficos.
4. Un mundo de manchas cromáticas.
5. El juego de las formas.
6. Soñar una imagen.
7. Composición plástica. Pesos y armonías.
8. Intuir un paisaje.
9. Entre manchas.
10. La potencia del contraste cromático.
11. Lo estructural.
12. Códigos visuales.
13. Espacios cortados.
14. Mundos fantásticos.
15. Lo Sublime.
16. Punto de encuentro de tres personalidades.
17. Lo Sublime en la naturaleza.
18. En creatividad.
19. Análisis.
20. Percibir la abstracción desde un lenguaje propio.
323
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
1. Objetivos
2. Actividades
A. Análisis formal
B. Realización plástica
Con unos trabajos específicos se aprenden técnicas plásticas así como la ma-
nipulación de los signos, símbolos, formas y colores que conforman la obra
abstracta.
C. Ficha de la imagen
D. Obra propuesta
3. Materiales
4. Criterios de Evaluación
5. Actividades de generalización
6. Texto de apoyo
Un texto que sirve de referencia al tema de trabajo ayuda y sitúa para mejor com-
prender aquello que se estudia y practica.
324
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
1. Objetivos.
2. Actividades.
A. Análisis formal
B. Realización práctica
D. Imágenes propuestas
3. Materiales.
Se especifican unos puntos de evaluación para el propio profesor con respecto a los
resultados de la transmisión de conceptos de la propuesta.
5. Actividades de generalización.
325
PROPUESTA 1. Kandinsky y la abstracción
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
327
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la infor-
mación que trasmite la obra.
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razona-
da de ello, así como de los sentimientos que despierta la misma.
328
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
D. Obra propuesta:
3. Materiales:
4. Criterios de Evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Percibe y diferencia las técnicas y materiales 1 2 3 4 5
específicos que se emplean en la comunica-
ción artística y visual.
2. Analiza el valor estético y compositivo 1 2 3 4 5
(equilibrio visual y perceptivo, posición de
los elementos gráficos) de las obras de
estudio de Kandinsky: 1. Estudio otoñal
en Oberau. 2. Murnau. Jardín I.
3. Aplica un tipo de técnica específica, el co- 1 2 3 4 5
llage, a la resolución gráfico-plástica de
las obras propuestas: 1. Kandinsky. Estu-
dio otoñal en Oberau. 2. Murnau. Jardín I.
3. Klee.El sitio de los mellizos. 4. Rothko.
Negro sobre rojo intenso.
329
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
330
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
331
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“Todo tiene su envoltura y su meollo, apariencia y esencia, máscara y verdad. Que al-
cancemos sólo la envoltura en vez de la esencia de las cosas, que su máscara nos ciegue
de tal forma que nos impida hallar la verdad, ¿en qué medida ello influye en la claridad
interior de las cosas?… ¿Qué es lo que esperamos del arte abstracto? Es la tentativa de
hacer hablar al mismo mundo en vez de a nuestra alma excitada por la imagen del mun-
do… Nosotros tenemos la experiencia milenaria de que las cosas son más mudas cuanto
más claramente les ponemos delante el espejo óptico de su apariencia fenoménica. La
apariencia es siempre chata, pero, alejadla completamente de vuestro espíritu –imagi-
nad que ni vosotros ni vuestra imagen existen– y el mundo permanece en su auténtica
forma, y los artistas intuimos esta forma. Un demonio nos concede ver entre las grietas
del mundo y nos conduce en sueños detrás de su variopinto escenario»”. (Castaño Gracia
J. A. Forma y expresión en Kandinsky. G:\TS\kandinsky\kandinskyf\Forma-y-Expresion-
en-Kandinsky.htm. p.1).
332
PROPUESTA 2. Imaginación
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
333
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la infor-
mación que trasmite la obra.
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razona-
da de ello, así como los sentimientos evocados en la historia nueva que has
aportado.
334
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
C. Imagen propuesta.
3. Materiales:
Papel de acuarela, formato DIN A·3. Colores de gouache o témpera. Pinceles, cuen-
cos para mezclar los colores, agua, trapos, esponja.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Aplica un tipo de técnica específica, témpera, 1 2 3 4 5
a la resolución gráfico-plástica de un tema
concreto.
2. Analiza su composición y realiza una lectura 1 2 3 4 5
interpretativa de ella.
3. Observa su comportamiento sobre un so- 1 2 3 4 5
porte bidimensional atendiendo a la ley de
contrarios.
4. Imagina, partiendo de formas diversas situa- 1 2 3 4 5
das en el espacio compositivo, una historia
de concepción abstracta.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
335
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
336
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
337
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“Toda creación de arte es gestada por su tiempo y, muchas veces, gesta nuestras pro-
pias sensaciones. Hay otro tipo de igualdad exterior de las formas artísticas, que tiene
su fundamento en una gran necesidad, la igualdad de la aspiración espiritual de todo
un medio moral-espiritual, la orientación hacia fines que, aunque fueron perseguidos un
tiempo, fueron más tarde olvidados. Es decir, el mismo sentir interior de toda una época
puede llevar, lógicamente, a la utilización de formas que sirvieron positivamente a idén-
ticos fines en un periodo anterior. De esta manera se explica parte de nuestra simpatía,
nuestra comprensión y nuestros lazos espirituales con los artistas primitivos. Ellos eran
artistas puros como nosotros que solo deseaban representar en sus obras lo esencial:
renunciaron a lo ocasional espontáneamente”. (Sobre lo espiritual en el arte. Parte I.
Vassily Kandinsky. Barral. Barcelona. 1977. p.21).
338
PROPUESTA 3. Simplificación de elementos gráficos
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Este apartado de estudio se realizará en grupo para así recibir un mayor aporte de
sensaciones y sentimientos de otras personas.
339
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
Partir del estilo de la imagen inicial, “El jinete del Apocalipsis”. Escoger otra imagen
de una de las muestras que se estén realizando en la ciudad.
Por medio de una técnica plástica, interpretar bajo los conceptos de simplificación
formal, el motivo elegido.
Con una técnica al agua (témpera, gouache, acrílico, acuarela) se realizará el plan-
teamiento realizado por el profesor.
Posteriormente se realizarán otras interpretaciones y valoraciones de los trabajos
del resto de los compañeros del grupo.
340
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
D. Imagen propuesta
3. Materiales:
Papel de acuarela o cartoncillo, formato DIN A·3, acuarela, gouache, témpera, acrí-
lico, rotuladores, pinceles, agua, cuencos para realizar las mezclas, esponja, cepillo,
lápices acuarelables, tinta china.
341
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos 1 2 3 4 5
que se emplean en la comunicación artística
y visual.
2. Analiza la composición de la obra de Kandin- 1 2 3 4 5
sky. El jinete del Apocalipsis, partiendo de
la geometría como elemento configurador,
simplificador y compositivo, observando su
comportamiento sobre un soporte bidimen-
sional.
3. Representa de una manera simplificada, los 1 2 3 4 5
valores plásticos de la composición, atendien-
do a su forma, color, tamaño, textura.
4. Aplica un tipo de técnicas específicas (acua- 1 2 3 4 5
rela, témpera, acrílico) a la resolución grá-
fico-plástica de los temas propuestos: Klee.
Cantera. Rothko. El presagio. Mondrian. Cua-
dro nº 3 en rojo anaranjado, amarillo, negro,
azul y gris.
5. Planifica un proyecto visual artístico, par- 1 2 3 4 5
tiendo de una obra elegida de alguna de las
muestras que se realicen en ese momento
en la ciudad, indicando desde los materiales
y procedimientos hasta su finalidad y organi-
zando las fases en su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de 1 2 3 4 5
documentación, manipulando formas y pro-
cedimientos en función de unos resultados
expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes visuales (gráficos, plásticos y visua-
les).
8. Valora el proceso creativo de otras perso- 1 2 3 4 5
nas como un medio de expresión personal
y social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho esté- 1 2 3 4 5
tico en la cultura (realismo o abstracción), y
valora las técnicas tradicionales y el sentido
de las nuevas técnicas en las diferentes ten-
dencias y manifestaciones artísticas.
10. Describe la experiencia sensible que le ge- 1 2 3 4 5
nera la contemplación de la obra, desde la
abstracción.
342
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
5. Actividades de generalización:
343
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
344
PROPUESTA 4. Un mundo de manchas cromáticas
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal.
B. Realización plástica
345
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Con ello se pretende que el alumno se exprese a través del color y la forma de la
mancha y la situación de la misma dentro del campo visual sobre el que se percibe.
Después del análisis realizado de la obra inicial se interpretará la misma atendiendo
a conceptos como: composición, pesos visuales, ritmo, movimiento, valor cromático y
textural.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la infor-
mación que trasmite la obra.
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razona-
da de ello, y lo que el concepto de lo Sublime sugiere.
D. Imagen propuesta
346
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
Tinta china negra o de color, papel o cartulina formato DIN A-3, pinceles, esponja,
cepillo, lápices de color, rotuladores, pinturas al agua, acuarelas, témpera, acrílico.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos 1 2 3 4 5
que se emplean en la comunicación artística
y visual.
2. Analiza su composición cromática y observa 1 2 3 4 5
su comportamiento motriz y sensorial, así co-
mo el valor plástico de las texturas, sobre un
soporte bidimensional.
3. Valora la expresión de la mancha tonal como 1 2 3 4 5
elemento que suscita sentimientos.
4. Aplica un tipo de técnica específica, tinta chi- 1 2 3 4 5
na, a la resolución gráfico-plástica por medio
de la mancha de color, de un tema concreto
en el campo de lo abstracto, seleccionando
los materiales oportunos.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, partiendo de manchas de color,
y procedimientos en función de unos resulta-
dos expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes visuales atendiendo a las imágenes
propuestas. 1. Kandinsky. Mancha negra I. 2.
Mondrian. Composición.3. Composición reti-
cular 7. 4. Rothko. Sin título.
8. Valora el proceso creativo de otras personas 1 2 3 4 5
como un medio de expresión personal y social
y contrasta las opciones de estudio, obras de
Kandinsky, Mondrian y Rothko.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co en la cultura y desde la mancha cromática
y su valor textural, busca la energía y los
estímulos en la abstracción.
10. Describe las sensaciones de identidad que 1 2 3 4 5
le genera la contemplación de una mancha
cromática en la obra abstracta, adentrándose
más allá de la apariencia formal.
347
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
348
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“De lo Espiritual en el Arte”: ...“A medida que se desarrolla el ser humano, se amplía el
círculo de las cualidades que encierran en sí diferentes objetos y seres. Cuando se al-
canza un alto grado de desarrollo de la sensibilidad, los objetos y los seres adquieren un
valor interior y, finalmente un sonido interior. Lo mismo sucede con el color, que provoca
sólo un efecto superficial cuando el grado de sensibilidad no es muy alto; el efecto des-
aparece al finalizar el estímulo. Pero también a este nivel el efecto simple tiene diverso
matiz. Los colores claros atraen el ojo con intensidad y fuerza y es mayor aún en los co-
lores claros y cálidos: el bermellón atrae y excita como la llama, que el hombre siempre
contempla ávidamente. El estridente amarillo limón duele a la vista más que el tono alto
de una trompeta al oído. El ojo se inquieta, no puede fijar la mirada y busca profundidad
y calma en el azul o el verde. Cuando la sensibilidad está más desarrollada, este efecto
elemental trae consigo otro más profundo, que provoca una conmoción emocional. En
tal caso obtendremos el (…) efecto psicológico producido por éste. Aquí aparece la fuerza
psicológica del color, que provoca una vibración anímica. La fuerza física elemental es
la vía por la que el color llega al alma”……“La calidad acústica de los colores es tan con-
creta, que a nadie se le ocurriría reproducir la impresión que produce el amarillo claro
sobre las teclas bajas del piano, o describir el barniz de granza oscuro como una voz de
soprano..”…“En general el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre
el alma. El color es la tecla. El ojo el macillo. El alma es el piano con muchas cuerdas.
El artista es la mano que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma
humana. La armonía de los colores debe basarse únicamente en el principio del contacto
adecuado con el alma humana. Llamaremos a ésta base, principio de la necesidad inte-
rior”. (Kandinsky, W. Cursos de la Bauhaus. Alianza Forma. Madrid. 1987. p.56).
349
PROPUESTA 5. El juego de las formas
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Realizar el estudio plástico de la obra de Paul Klee, “La máquina de trinar”.El pro-
fesor omite inicialmente el título al alumno. El alumno deberá:
1. Valorar los elementos gráficos reconocibles.
2. Valorar los pesos visuales dentro de la composición.
3. Reconocer texturas dentro de la composición.
B. Realización plástica
351
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por es-
crito los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo
con otros compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la infor-
mación que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta
obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra?
D. Imagen propuesta
352
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
Cartulina, papel basik con grano de formato DIN A-3, papel Canson, papel kraff,
pinturas de cera, rotuladores en negro de diversos grosores y tipos de puntas (redondas,
bisel, finas, gruesas).
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos 1 2 3 4 5
que se emplean en la comunicación artística
y visual buscando los contrastes en las for-
mas.
2. Analiza la composición valorando la proximi- 1 2 3 4 5
dad o lejanía de las formas entre sí.
3. Observa el comportamiento de la forma y su 1 2 3 4 5
función dentro de la composición y del sopor-
te bidimensional.
4. Aplica un tipo de técnica específica, la pintura 1 2 3 4 5
con ceras, a la resolución gráfico-plástica de
un tema concreto en el campo de lo abstrac-
to, seleccionando los materiales oportunos.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de 1 2 3 4 5
documentación, manipulando formas y pro-
cedimientos en función de unos resultados
expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso la proporción 1 2 3 4 5
entre cada uno de los elementos.
8. Valora el proceso creativo de otras personas 1 2 3 4 5
como un medio de expresión personal y so-
cial.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho esté- 1 2 3 4 5
tico de los autores de estudio: 1. Klee. La
máquina de trinar. 2. Klee. Jardín de rosas.
3. Kandinsky. Encuentro. 4. Mondrian. Anda-
miaje: estudio para cuadro III.
10. Describe las sensaciones que le genera la con- 1 2 3 4 5
templación de la obra, desde la abstracción,
aportando otros materiales y técnicas ex-
presivas que realcen su trabajo y le aporten
identidad.
353
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
354
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
355
PROPUESTA 6. Soñar una imagen
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal.
357
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. Soñar otra historia con nuevos signos y símbolos.
C. Imagen propuesta
1. Rothko.
Sin título. 1944.
Acuarela sobre papel.
100,3 x 69,9 cm.
Colección de Kate
Rothko-Prizel.
358
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza conceptos abstractos para soñar e 1 2 3 4 5
imaginar nuevas historias, basándose en la
obra propuesta de Rothko. Sin título.
2. Analiza su composición desde las semejanzas 1 2 3 4 5
y contrastes de las formas en el espacio que
ocupan.
3. Observa el comportamiento de la forma, su 1 2 3 4 5
significado y función sobre un soporte bidi-
mensional.
4. Aplica la técnica de la pintura con ceras, a la 1 2 3 4 5
resolución gráfico-plástica del tema concreto
de Rothko.Nº 14 (Verde, amarillo), seleccio-
nando los materiales oportunos.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, manipulando formas y procedi-
mientos en función de unos resultados expre-
sivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes visuales, y texturales, interpretando
las obras: Kandinsky. San Vladimir. Klee.
Músico.
8. Valora el proceso creativo de otras perso- 1 2 3 4 5
nas como un medio de expresión personal
y social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co en la cultura desde el concepto de la abs-
tracción, en todos sus campos, y valora las
técnicas de las diferentes tendencias y mani-
festaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de la obra, desde la abstrac-
ción, aportando nuevas lecturas y otros ma-
teriales y técnicas expresivas que realcen su
trabajo y le aporten identidad.
359
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial. Rothko. Sin título.
1. Realizar un análisis, atendiendo a lo señalado en la ficha de la imagen inicial
propuesta (punto C), de las imágenes siguientes:
a. Nº 14 (Verde, amarillo). Rothko.
b. San Vladimir. Kandinsky.
c. Músico. Klee.
2. Analizar las semejanzas y diferencias de las cuatro imágenes propuestas.
3. Imaginar nuevas historias, dentro del entorno social, con cada una de las imá-
genes, omitiendo el título aportado por el autor.
4. Contrastar con otras opiniones de los propios compañeros y defender aquello
que lo ha generado.
2. Rothko. Nº 14
(Verde, amarillo). 1953.
Óleo sobre lienzo, 195 x 172,1 cm.
Los Ángeles, propiedad
de Frederik R. Weisman.
360
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Quizás una de las aportaciones más importantes que puedan hacer las artes en una
sociedad en la cual el trabajo es fragmentario y ha devenido una rutina habitual, es su
capacidad de vitalizar la vida atrayendo la atención hacia la calidad de una experiencia
como ésa. Si el arte es algo, es una calidad de vida que se difruta por sí misma. En un
orden social que tiende a incentivar el que las personas traten los objetos y a las demás
personas como instrumentos, las artes llaman la atención sobre los aspectos no instru-
mentales de la vida. La obra de arte visual es una forma a explorar visualmente, los
ritmos de la obra, su forma, su contorno, su color hacen que se avance por un camino
cualitativo.La experiencia estética es un proceso que emerge del propio arte. Una im-
portante aportación de las artes a la sociedad contemporánea es la de servir tanto como
experiencia como de recordatorio de que no se debe considerar que la vida sea una serie
de medios para alcanzar un fin deseado.El arte nos recuerda que el acto de observar
intensamente, de abrir la sensibilidad al entorno produce una recompensa cualitativa en
el proceso de vivir. (Eisner, E. W. Educar la visión artística. Paidós Educador. Barcelona.
1995. pp.255, 256).
361
PROPUESTA 7. Composición plástica. Pesos y armonías
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
B. Realización plástica
363
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Se realizará como collage con otros papeles y elementos que permitan su integra-
ción en el trabajo.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, así como de lo que lo Sublime reinventa en el ser.
C. Imagen propuesta
364
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos que 1 2 3 4 5
se emplean en la comunicación artística y visual
de la obra de Paul Klee. Borrado de la lista.
2. Analiza la representación espacial de la obra 1 2 3 4 5
de Rothko. Nº 61. (Óxido y azul). Marrón,
azul, marrón, sobre azul.
3. Observa el comportamiento de las obras en 1 2 3 4 5
el espacio expositivo según la imagen: Sala
Rothko.
4. Aplica un tipo de técnica específica, (el colla- 1 2 3 4 5
ge), a la resolución gráfico-plástica de la obra
de Kandinsky. Composición IX, seleccionando
los materiales oportunos.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de 1 2 3 4 5
documentación, manipulando formas y pro-
cedimientos en función de unos resultados
expresivos concretos.
7. Armoniza los pesos visuales y las armonías 1 2 3 4 5
cromáticas dentro del campo compositivo.
8. Valora el proceso creativo de otras personas 1 2 3 4 5
como un medio de expresión personal y social
tanto la belleza como la ausencia de ella.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co, en todos sus campos, y valora las técni-
cas en las diferentes tendencias y manifesta-
ciones artísticas.
10. Descubre las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de la obra, y lo traduce con
elementos de la geometría, buscando y en-
contrando lo bello desde su composición.
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial. Rothko. “Sin título”.
365
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
2. Rothko.Sala Rothko.
Phillips Collection, Washington.DC.
366
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“Una obra de arte expresa el sentimiento para que lo contemplemos, haciéndolo visible,
audible o de alguna manera perceptible a través de un símbolo, no deducible de un in-
dicio. La forma artística es congruente con las formas dinámicas de nuestra inmediata
vida sensible, mental y emocional; las obras de arte son proyecciones de vida sensible,
en estructuras espaciales, temporales y poéticas. Son imágenes del sentimiento, imá-
genes que formulan el sentimiento para nuestra cognición. Todo aquello que articula el
sentimiento y lo presenta a nuestro conocimiento es artísticamente bueno.”(Langer, S.
Expressiveness, Problems of Art, Nueva York, Charles Scribner’s Sons, 1957. p.25).
367
PROPUESTA 8. Paisaje
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Realizar el estudio de los componentes plásticos de la obra de Paul Klee, “Al estilo
de Kairouan, traspuesto de forma moderada”. El alumno deberá:
369
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, y aquello que lo Sublime suscita.
C. Imagen propuesta
370
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas y materiales específicos 1 2 3 4 5
que se emplean en la comunicación artística
y visual.
2. Analiza su composición. Paul Klee..Al estilo de 1 2 3 4 5
Kairouan, traspuesto de forma moderada.
3. Descubre e interpreta formas de otras obras: 1 2 3 4 5
Mondrian. Paisaje con árboles. Kandinsky.
Improvisación 7. Mondrian. Composición de
árboles 2.
4. Aplica la técnica del collage y técnica mixta, 1 2 3 4 5
a la resolución gráfico-plástica de un tema
concreto dentro del periodo constructivista.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de 1 2 3 4 5
documentación, específico de la corriente
constructivista, manipulando formas y pro-
cedimientos en función de unos resultados
expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes plásticos y visuales con efectos tex-
turales.
8. Valora el proceso creativo de otros autores 1 2 3 4 5
que tratan temas desde el sentir de lo finito
e infinito, partiendo de las obras objeto de
estudio.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co en la cultura y valora las técnicas y el sen-
tido de las nuevas técnicas en las diferentes
tendencias y manifestaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de la obra, con elementos de
la geometría, buscando y encontrando lo be-
llo desde la composición de la obra.
371
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial, “Cabeza con bigote alemán”, Klee.
1. Realizar un análisis, atendiendo a lo señalado en la ficha de la imagen inicial
propuesta (punto C), de las imágenes siguientes:
a. Paisaje con árboles. Mondrian.
b. Improvisación 7. Kandinsky.
c. Composición de árboles 2. Mondrian.
2. Analizar las semejanzas y diferencias de las cuatro imágenes propuestas.
3. Imaginar nuevas formas que emulen otros paisajes dentro del entorno social,
con cada una de las imágenes, omitiendo el título aportado por el autor.
4. Contrastar con otras manifestaciones plásticas de los propios compañeros y de-
fender aquello que lo ha generado.
372
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“A menudo, la obra de arte presenta ante nuestros sentidos un conjunto de valores, po-
sitivos o negativos, la obra elogia o condena, pero comenta el mundo y nos hace sentir
algo frente al objeto que representa, a condición de que hayamos aprendido a leer su
mensaje. En definitiva, el artista funciona frecuentemente como un crítico social y como
un visionario. Su obra permite que aquellos de nosotros que poseemos menor capacidad
de percepción aprendamos a ver lo que permanecía oculto. Habiendo visto lo oculto a
través del arte, conseguimos hacernos mejores”. (Eisner W, E. Educar la mirada artística.
Paidós Educador. Barcelona. 1995. p.10).
373
PROPUESTA 9. Entre manchas
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Con la imagen de la obra de Paul Klee, “Cabeza con bigote alemán”, el alumno de-
berá:
375
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, y lo que lo Sublime hace renacer dentro de uno.
D. Imagen propuesta
376
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha y textura y 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza el equilibrio en las manchas cromáti- 1 2 3 4 5
cas de la composición: Klee. Cabeza con bi-
gote alemán.
3. Observa la gravedad y pesos visuales de la 1 2 3 4 5
mancha cromática en la obra de Mondrian.
New York 1941. Boogie Woogie.
4. Aplica correctamente las técnicas secas en la 1 2 3 4 5
resolución gráfico-plástica del tema de Kan-
dinsky. Improvisación 21 a.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, fragmentando y manipulando
formas que emulen y sugieran otras nuevas y
emplea los procedimientos plásticos en función
de unos resultados expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso creativo la 1 2 3 4 5
mancha cromática como portadora de senti-
mientos, basándose en la obra de Piet Mon-
drian. Composición num. 3, con planos cro-
máticos 3.
8. Valora el proceso creativo de otros autores 1 2 3 4 5
en otras etapas artísticas como un medio de
expresión personal y social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co contemporáneo y las diferentes tendencias
y manifestaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de una obra con manchas
cromáticas buscando y encontrando lo bello
desde su composición.
377
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, plantear el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial “Cabeza con bigote alemán” de Klee.
378
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
4. Piet Mondrian.
Composición num. 3, con
planos cromáticos 3. 1917.
Óleo sobre lienzo 48 x 61 cm.
La Haya, Haags
Gemeentemuseum.
379
PROPUESTA 10. La potencia del contraste cromático
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Con la obra de. Rotkho. “Sin título (Negro y naranja sobre rojo.” El alumno/a
deberá:
1. Valorar los elementos gráficos, así como los pesos visuales dentro de la compo-
sición según su forma, textura, tamaño y color.
2. Reflejar y hacer constar las sensaciones que la obra les produce.
3. Señalar espacios en la obra y diferenciar las tensiones producidas.
4. Manifestar la belleza o ausencia de ella a través de la obra.
5. Titular la obra, según los sentimientos evocados.
381
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
Con la obra de Rothko el alumno debe de realizar en un soporte de papel con textura,
formato A-3, la distribución de las diferentes formas pictóricas con tres tonalidades.
Distribuir los pesos cromáticos y su contraste.
Añadir en la composición algún elemento gráfico lineal.
Describir los sentimientos causados al traspasar estas manchas de color y realizar
una interpretación emocional.
Se realizará con una técnica mixta.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. Realiza una explicación razonada de los sentimientos que el concepto de lo
Sublime sugiere.
C. Imagen propuesta
382
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
Soporte texturado sobre el que se pueda trabajar una técnica mixta. Rotuladores,
tinta china, gouache, pintura acrílica, lápices de color, ceras….
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha y textura y 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza la fuerza de los contrastes cromáticos 1 2 3 4 5
en la composición de Rothko. Sin título (Ne-
gro y naranja sobre rojo).
3. Observa el comportamiento de las armonías 1 2 3 4 5
cromáticas sobre el soporte bidimensional de
la obra de Kandinsky. Impresión III. (Con-
cierto).
4. Aplica las técnicas mixtas en la resolución 1 2 3 4 5
gráfico-plástica de la obra de Klee. Ad Par-
nassum.
5. Planifica un proyecto plástico, como necesidad 1 2 3 4 5
de expresión interior, indicando desde los ma-
teriales y procedimientos hasta su finalidad y
organizando las fases en su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de 1 2 3 4 5
documentación, simplificando formas y pro-
cedimientos en función de unos resultados
expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso plástico diver- 1 2 3 4 5
sos lenguajes y tratamientos visuales por
medio de las diferentes técnicas que conoce
y en la obra de Mondrian.Composición n. VI.
8. Valora el proceso creativo desde la abstrac- 1 2 3 4 5
ción como un medio de expresión personal y
social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estético 1 2 3 4 5
y plural, valorando las técnicas y las diferen-
tes tendencias y manifestaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que genera la con- 1 2 3 4 5
templación de la obra, buscando e imaginan-
do otros relatos desde la composición de la
obra.
383
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
384
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“La verdadera naturaleza del arte lleva en sí siempre algo que transforma, que supera
el sentimiento ordinario, y el mismo miedo, el mismo dolor, la misma emoción, cuando
los suscita el arte, encierran algo además de lo que contienen. Ese algo supera los senti-
mientos, los ilumina, convierte su agua en vino de este modo se realiza la finalidad más
importante del arte. El arte es a la vida, lo que el vino es a la uva...el arte toma su ma-
terial de la vida, pero ofrece a cambio algo que no se halla entre las propiedades de este
material. El sentimiento es originariamente individual y que a través de la obra de arte,
se transforma en social o se generaliza… El arte es una especie de ampliado o técnica
de los sentimientos”. (Pablo Del Río. Extractos de los escritos sobre psicología del arte y
educación creativa de L.S.Vygotski. Cultura y Educación. 2004.16, (1-2). p. 21).
385
PROPUESTA 11. Lo estructural
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Con la obra de Paul Klee, “Antaño salido del gris de la noche”. El alumno deberá:
1. Valorar los elementos gráficos, así como los pesos visuales dentro de la compo-
sición según su estructura formal, textura, tamaño y color.
2. Reflejar y hacer constar las sensaciones que la obra produce.
3. Señalar espacios en la obra y diferenciar las tensiones producidas en cada una
de sus secciones.
4. Manifestar la belleza o ausencia de ella a través de la obra.
5. Realizar una lectura interpretativa de lo que la obra evoca, partiendo de su es-
tructura.
387
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones
personales y a la sociedad de la infor-
mación que trasmite la obra. ¿Dónde
encontrar lo bello a través de esta
obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en
la obra, partiendo de su estructura
compositiva? ¿Qué es lo que lo gene-
ra y a qué nivel?
D. Imagen propuesta
388
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
Rotulador punta fina negro, pintura acrílica, cinta de enmascarar, pinceles de dife-
rente numeración, cuencos para mezclas, agua, materiales diversos que puedan generar
superficies texturadas.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color en la 1 2 3 4 5
geometría y los materiales específicos que
se emplean en la comunicación artística y
visual.
2. Analiza la estructura de la composición en la 1 2 3 4 5
obra de Paul Klee. Antaño salido del gris de
la noche.
3. Observa el comportamiento en la relación 1 2 3 4 5
figura-fondo sobre el soporte bidimensional
en la obra de Mondrian.New York City, 1.
4. Aplica correctamente la técnica específica del 1 2 3 4 5
acrílico, a la resolución gráfico-plástica de
una estructura en la composición plástica.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su estructura y organización dentro del
campo compositivo.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, desde la geometría, en función
de unos resultados expresivos cromáticos y
estructurales teniendo como modelo la obra
de Mondrian. Composición en blanco, rojo y
azul.
7. Integra en un mismo proceso creativo la rea- 1 2 3 4 5
lidad oculta en la obra de Mondrian. Paisaje
con dunas.
8. Valora el proceso creativo desde su estructura 1 2 3 4 5
compositiva dentro de la abstracción-geomé-
trica como un medio de expresión personal y
social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho esté- 1 2 3 4 5
tico en la cultura y valora las técnicas y las
diferentes tendencias y manifestaciones ar-
tísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
estructura de la obra, imaginando y encon-
trando lecturas en otros ámbitos de la vida
personal y social.
389
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
3. Mondrian. Paisaje
con dunas. 1911.
Óleo sobre lienzo,
141 x 239 cm.
La Haya, Haags
Gemeentemuseum.
390
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“La forma misma, aún cuando es completamente abstracta y se parece a una forma
geométrica, posee su sonido interno, es un ente espiritual con propiedades idénticas a
esa forma.” (Cursos de la Bauhaus. Kandinsky. p.15).
“Todos los fenómenos se pueden experimentar de dos modos. Estos dos modos no son
arbitrarios, sino que van ligados al fenómeno y está determinado por la naturaleza del
mismo o por dos de sus propiedades: Exterioridad-interioridad”. (Kandinsky, W. Punto y
línea sobre el plano. Contribución al análisis de los elementos pictóricos. Paidós Estética.
Barcelona. 1996. P.15).
“Dos elementos constituyen la obra de arte: el elemento interior y el elemento exterior.
El primero formado aparte, es la emoción del alma del artista. Esa emoción posee la
capacidad de suscitar una emoción fundamentalmente análoga en el alma del especta-
dor. Mientras el alma esté ligada al cuerpo, normalmente no puede entrar en vibración
sino por medio del sentimiento. Este es pues el puente que conduce de lo inmaterial a lo
material (el artista) y de lo material a lo inmaterial (el espectador).Emoción-sentimiento-
obra-sentimiento-emoción. La forma es la expresión material del contenido abstracto.”
(La pintura como arte puro (1913).Del catálogo de la exposición: Kandinsky. Origen de
la Abstracción. Fundación Juan March.2003/2004. p.84).
391
PROPUESTA 12. Códigos visuales
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
1. Valorar los elementos gráficos, así como los pesos visuales dentro de la compo-
sición según su forma, textura, tamaño y color.
2. Reflejar y hacer constar las sensaciones que la obra les produce, a través de sus
símbolos.
3. Señalar el concepto espacial en la obra.
4. Manifestar la belleza o ausencia de ella a través de la obra.
5. Realizar una lectura interpretativa de lo que la obra evoca.
393
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde
encontrar lo bello a través de
esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Su-
blime en la obra? Realiza una
explicación razonada de ello,
así como aquello que lo Subli-
me sugiere.
D. Imagen propuesta
394
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
Tabla, formato DIN A-3. Pintura acrílica, papeles de colores, rotuladores, pinceles,
agua, cuencos para mezclas de color.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color en la 1 2 3 4 5
geometría y los materiales específicos que
se emplean en la comunicación artística y
visual.
2. Analiza el funcionamiento de los símbolos y 1 2 3 4 5
signos dentro del campo visual en la obra de
Paul Klee. Aviso a los barcos.
3. Observa el comportamiento del grafismo den- 1 2 3 4 5
tro del campo compositivo sobre un soporte
bidimensional en la obra de Kandinsky. Com-
posición V.
4. Aplica las técnicas mixtas y el aerógrafo, a la 1 2 3 4 5
resolución gráfico-plástica del tema de Klee.
Salida de la luna (St. Germain).
5. Planifica un proyecto visual artístico, indican- 1 2 3 4 5
do desde los materiales y procedimientos de
trazo hasta la construcción de la grafía y su
finalidad.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, con símbolos, en función de
unos resultados expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes visuales (gráficos, plásticos y visua-
les) y técnicos.
8. Valora el proceso creativo encontrando el 1 2 3 4 5
símbolo como un medio de expresión perso-
nal y social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estético 1 2 3 4 5
y de comunicación en la cultura y valora las
técnicas y el sentido de las nuevas técnicas
en las diferentes tendencias y manifestacio-
nes artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de la obra de Rothko. Nº 6
(Amarillo, blanco, azul sobre amarillo con
fondo gris), imaginando y encontrando lo
bello desde la composición de la obra.
395
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial Klee, “Aviso a los barcos”.El alumno/a tendrá que:
1. Realizar un análisis, atendiendo a lo señalado en la ficha de la imagen inicial
propuesta (punto C), de las imágenes siguientes:
a. Salida de la luna. Klee.
b. Composición v). Kandinsky.
c. Nº 6(amarillo, blanco, azul sobre amarillo con fondo gris). Rothko.
2. Analizar las semejanzas y diferencias de las cuatro imágenes propuestas.
3. Imaginar nuevas historias, a través de unos códigos de signos, dentro del en-
torno social, con cada una de las imágenes, omitiendo el título aportado por el
autor.
4. Contrastar con otras opiniones de los propios compañeros y defender aquello
que lo ha generado.
3. Kandinsky.
Composición V. 1911.
Óleo sobre lienzo,
190 x 275 cm.
Suiza, colección privada.
396
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
4. Rothko. Nº 6
(Amarillo, blanco, azul sobre amarillo
con fondo gris). 1954.
Óleo sobre lienzo, 240 x 152 cm.
Colección Gisela y Dennis Alter.
397
PROPUESTA 13. Espacios cortados
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Con la obra de Rothko. “Nº 13. (Blanco, rojo sobre amarillo).” El alumno deberá:
1. Valorar los elementos gráficos, así como los pesos visuales dentro de la compo-
sición según su disposición en el espacio, su forma, textura, tamaño y color.
2. Reflejar y hacer constar las sensaciones que la obra produce.
3. Señalar el concepto espacial en la obra.
4. Manifestar la belleza o ausencia de ella a través de la obra.
5. Realizar una lectura interpretativa de lo que la obra evoca.
399
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
B. Realización plástica
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, así como lo que lo Sublime sugiere tanto en la obra como el espacio
físico en el que se encuentra.
D. Imagen propuesta
400
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza la composición espacial desde el con- 1 2 3 4 5
cepto interno-externo de la obra de Rothko.
Nº 13. (Blanco, rojo sobre amarillo).
3. Observa el comportamiento del vacío, el in- 1 2 3 4 5
terior, la plenitud en la obra de Rothko. Sin
título.
4. Aplica correctamente la técnica específica del 1 2 3 4 5
acrílico, a la resolución gráfico-plástica de un
tema concreto.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indican- 1 2 3 4 5
do y potenciando con el color el espacio vi-
sual que proyecta.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, con planos-mancha de color,
en función de unos resultados expresivos
concretos.
7. Organiza el espacio visual aportando la fuer- 1 2 3 4 5
za expresiva por medio del color partiendo de
la obra de Mondrian. Composición con plano
grande en rojo, amarillo, negro, gris y azul.
8. Valora el silencio formal en el proceso crea- 1 2 3 4 5
tivo como un medio de expresión personal y
social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho esté- 1 2 3 4 5
tico en la cultura y valora las técnicas en el
sentido de las diferentes tendencias y mani-
festaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que sugiere la con- 1 2 3 4 5
templación del espacio dentro de la obra y
fuera de ella, imaginando y encontrando lo
bello desde los espacios compositivos que la
genera en la manifestación plástica de Ro-
thko. Drama nocturno.
401
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
402
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“El arte es lo social en nosotros. Y por eso la acción del arte, al realizar una catarsis y
arrastrar al fuego purificador las conmociones mas intimas y vitalmente mas importantes
de su alma individual, es una acción social. Las cosas no suceden como las representa
la teoría del contagio, es decir, que el sentimiento que surge en un individuo contagia
a los demás, convirtiéndose en social, sino a la inversa. La refundición de emociones
extrínseca a nosotros se efectúa mediante el sentimiento social, el cual aparece objeti-
vado, extraído fuera de nosotros, materializado y fijado en los objetos externos del arte,
convertidos en instrumentos de la sociedad. Una de las particularidades de los hombres,
a diferencia de los animales, consiste en que aporta y separa de su cuerpo tanto el apa-
rato de la técnica, como el aparato del conocimiento científico, los cuales se convierten
en una especie de instrumentos de la sociedad. Del mismo modo, el arte representa una
técnica social del sentimiento, un instrumento de la sociedad, mediante el cual incorpora
a la vida social los aspectos más íntimos y personales de nuestro ser. Sería más correc-
to decir que el sentimiento no se convierte en social, sino que por el contrario, se hace
individual, al vivir cada uno de nosotros la obra de arte; se hace individual, sin dejar de
ser social. Y esta vida concentrada en el arte influye, naturalmente, no solo en nuestros
sentimientos, sino también en nuestra voluntad.” (Eisner, E. W. Educar la visión artística.
Paidós Educador. Barcelona. 1995. p.10).
403
PROPUESTA 14. Mundos fantásticos
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
1. Valorar los elementos gráficos, así como los pesos visuales dentro de la compo-
sición según su forma, textura, tamaño y color.
2. Evocar las sensaciones que la obra produce.
3. Señalar el concepto espacial en la obra.
4. Manifestar la belleza o ausencia de ella a través de la obra.
5. Realizar una lectura interpretativa de lo que la obra evoca.
B. Realización plástica
405
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, así como lo que lo Sublime suscita desde la fantasía.
D. Imagen propuesta
406
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual en la obra de
Kandinsky. Murnau con iglesia I.
2. Analiza su composición y observa su compor- 1 2 3 4 5
tamiento sobre un soporte bidimensional en
la obra de Klee. Ab ovo.
3. Imagina y sabe representar plásticamente 1 2 3 4 5
aquello que la fantasía genera a través de
una música específica.
4. Aplica la técnica del óleo, en la resolución 1 2 3 4 5
gráfico-plástica del tema de Klee. Composi-
ción cósmica.
5. Planifica, desde la fantasía, un proyecto vi- 1 2 3 4 5
sual plástico, indicando desde los materiales
y procedimientos hasta su finalidad y organi-
zando las fases en su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, con planos-mancha de color,
en función de unos resultados expresivos y
creativos.
7. Integra en un mismo proceso creativo diver- 1 2 3 4 5
sos lenguajes (gráficos, plásticos y visuales),
en la obra de Mondrian. Árboles en flor.
8. Valora el proceso creativo como un medio de 1 2 3 4 5
expresión personal y social.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co y creativo en una cultura de la que forma
parte y valora las tendencias imaginativas y
expresivas que lo representan.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de la obra, imaginando y en-
contrando otros valores escondidos.
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial Kandinsky. “Murnau con iglesia I”.
407
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
408
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“Las artes visuales remiten a un aspecto de la conciencia humana que ningún otro campo
aborda: “la contemplación estética” de la forma visual… Las artes visuales proporcionan
a nuestra percepción una fórmula para esencializar la vida y a menudo también para
poder valorarla.” (Eisner, E. W. Educar la visión artística. Paidós Educador. Barcelona.
1995. p.9).
409
PROPUESTA 15. Lo Sublime
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
Con la obra de Mondrian. “Naturaleza muerta con jengibre 2”, el alumno deberá:
B. Realización plástica
411
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada de
ello, y lo que lo Sublime sugiere en uno mismo y en los demás compañeros.
D. Imagen propuesta
412
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza la composición de las obras de: Mon- 1 2 3 4 5
drian. Naturaleza muerta con jengibre. Klee.
Mito de la flor. Foehn en el jardín de Marc.
Rothko. Sin título.
3. Observa su comportamiento sobre un soporte 1 2 3 4 5
bidimensional.
4. Aplica la técnica específica de óleo, a la re- 1 2 3 4 5
solución gráfico-plástica del tema de Rothko.
Sin título.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, con planos-mancha de color,
en función de unos resultados expresivos
concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes plásticos.
8. Valora el proceso creativo como un medio de 1 2 3 4 5
expresión personal y social portadora de sen-
saciones y sentimientos.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho es- 1 2 3 4 5
tético en la cultura y valora las técnicas de
las diferentes tendencias y manifestaciones
artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación de las obras, imaginando y
encontrando lo sublime en la composición de
cada una de las obras citadas.
5. Actividades de generalización:
413
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
414
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
“El primer encuentro con un nuevo fenómeno produce de inmediato una impresión en el
espíritu. Es la experiencia del niño que descubre el mundo, todo es nuevo para él. Sólo
con un mayor desarrollo se amplía el círculo de la experiencia con diferentes seres y
objetos sólo al llegar al punto máximo de su desarrollo adquieren un desarrollo interior
y un eco profundo. Igual ocurre con el color, que produce una impresión momentánea y
superficial en un espíritu cuya sensibilidad se halle poco desarrollada. Pero incluso este
elemental efecto varía en cualidad. Pero para un espíritu más sensible el efecto causado
por los colores es más profundo e intensamente conmovedor. Llegamos así al efecto
psicológico que producen los colores, creando una vibración espiritual, la impresión física
tiene importancia porque constituye un paso hacia esa vibración espiritual.” (Herschel,
B. Chipp. Teoría del arte contemporáneo. Fuentes artísticas y opiniones críticas. Akal.
S.A. Madrid. 1995.pp.169, 170).
415
PROPUESTA 16. Punto de encuentro de tres personalidades
1. Objetivos:
2. Actividades:
A. Análisis formal
El alumno/a deberá:
1. Identificar cada una de las obras elegidas, tanto fotográficamente como de des-
cripción temporal y del artista de las citadas obras.
2. Comparar los rasgos y líneas constructivas y de formación de las obras.
3. Buscar analogías simbólicas y expresivas entre las obras en sí.
417
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
4. Definir en cada una de las obras los valores de los elementos visuales que las
forman.
5. Escoger dentro del ámbito cultural de la ciudad alguna muestra expositiva y
analizar tres de sus obras, escogidas por el alumno.
Es conveniente una visita al museo donde percibir otro tipo de obras que ayudan
a comprender el estudio que se realiza.
6. Valorar tanto el conjunto de la obra como de cada una en particular y en de-
pendencia y relación con el resto de la muestra, así como el espacio que las
contiene.
7. Entender los silencios, los espacios, la situación. Hacer que la obra hable al es-
pectador. De todo ello se hará una reflexión escrita.
B. Realización plástica
Partiendo de las obras propuestas como estudio, el alumno debe de realizar en un so-
porte de tela formato 50x70 cm., una interpretación de alguna de las obras valoradas.
Potenciará los pesos cromáticos y su contraste.
En la composición se introducirán elementos gráficos lineales.
Se realizará con la técnica al óleo.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la obra. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra? Realiza una explicación razonada
de ello, así como aquello que lo Sublime aporta en el sentir propio.
Esta ficha se realizará en todas las imágenes de estudio, las propuestas por el pro-
fesor y de aquellas obras que aporte el alumno.
418
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
D. Imágenes propuestas
419
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
c. Mondrian. Composición
en rojo, amarillo y azul
1939.
Londres. Tate Gallery.
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual de las obras
propuestas: Kandinsky. Energía en suspen-
sión. Antoni Llena. Blau marí i marró. Mon-
drian. Composición en rojo, amarillo y azul.
2. Analiza su composición y observa su compor- 1 2 3 4 5
tamiento sobre un soporte bidimensional.
3. Comprende y valora la estética abstracta de 1 2 3 4 5
otros autores como medio portador de senti-
mientos.
4. Aplica un tipo de técnica específica, el óleo, 1 2 3 4 5
para la resolución gráfico-plástica de un tema
concreto dentro de la abstracción.
420
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
5. Actividades de generalización:
Partiendo de estas obras, elegir otras de otros autores que estén mostrando sus
obras en la ciudad o bien en otros centros culturales fuera de ella, realizar el mismo
estudio valorativo según las indicaciones de las propuestas iniciales.
421
PROPUESTA 17. La naturaleza
Objetivos:
1. Observar los cambios producidos a través del arte en la representación del tema
de la naturaleza, desde las etapas iníciales, tradicionales, a las contemporáneas.
2. Contrastar el desarrollo de cada uno de los temas y su representación, según los
cambios que sufre la sociedad vigente.
3. A través de la naturaleza escuchar el interior y valorar la gran obra de la crea-
ción y el encuentro con lo Sublime por medio de tanta belleza, majestuosidad o
inmensidad, quizá no controlable.
Actividades:
A. Análisis formal
El alumno/a deberá:
1. Analizar la naturaleza, en primer lugar como percepción propia eligiendo tres si-
tuaciones naturales y siendo observador y analizador de las mismas situaciones.
2. Identificar los elementos que componen la naturaleza, en su apreciación natural
y sensible.
3. Observar y analizar la manera cómo se ha interpretado estos elementos natu-
rales a lo largo de la historia del arte (estilo, técnica, tratamiento plástico, sen-
timientos que evoca).
4. Aportar imágenes de la naturaleza interpretadas por artitas, así como la identi-
ficación del autor, la época, la técnica plástica.
5. Acudir a algún parque o espacio natural dentro de la ciudad para realizar un
estudio de sensaciones de la realidad, observando y metiéndose en el espacio
que el mismo alumno ocupa dentro de la naturaleza o del espacio natural.
6. Interpretar lo Sublime en una sección de la naturaleza de lo elaborado ante-
riormente con técnicas plásticas como es el acrílico, bajo la concepción de lo
abstracto (Klee, Mondrian, Kandinsky, Rothko).
B. Realización plástica
423
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la naturaleza. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra
sublime que es la naturaleza?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la naturaleza? Realiza una explicación razo-
nada de ello, así como aquello que lo Sublime en la naturaleza suscita.
D. Imagen propuesta
La propia naturaleza.
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Utiliza la composición de una forma expresiva 1 2 3 4 5
en la representación de la naturaleza.
3. Observa su comportamiento espacial sobre 1 2 3 4 5
un soporte bidimensional.
4. Aplica un tipo de técnica específica, el pastel, 1 2 3 4 5
a la resolución gráfico-plástica de un tema
concreto. La naturaleza.
5. Planifica un proyecto temático, la naturale- 1 2 3 4 5
za, indicando desde los materiales y procedi-
mientos hasta su finalidad y organizando las
fases en su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, de elementos de la naturaleza,
y de unos resultados expresivos concretos.
424
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
5. Actividades de generalización:
“El arte se entiende cuando la obra que lo encarna nos revela el alma que nos
roba. Incluso sin decir, ya representa, pues expresa con creces que lo que, de
hecho, ya es, imposibilidad de decir”. (Antoni Llena. La pintura como experien-
cia. Fundación Patio Herreriano. Museo d’ Art Jaime Morera. 2005. p.170).
425
PROPUESTA 18. Creatividad
Objetivos:
Actividades:
A. Análisis formal
El alumno/a deberá:
B. Realización plástica
1. Partir de una mancha y líneas de color fortuitas que permitan intuir y percibir
imágenes o formas para construir una leyenda propia. Por medio de lo imagina-
tivo, sueños, animales fabulosos, elaborar la historia.
2. Partir de estos orígenes, y construir de una manera más detallada estos elemen-
tos que han surgido por la casualidad, lo fortuito, pero que se atrapa y se hace
real, propio en una historia que contar.
3. Partir de un poema o texto que sirva de apoyo para aprender a imaginar y crear
nuevas formas.
4. Escuchar una música y repetir la experiencia anterior.
5. Solicitar, una vez realizado el trabajo personal, la interpretación por parte de
otros compañeros. De esta manera se incrementa la capacidad creadora, ima-
ginativa, interpretativa y crítica.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
427
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
D. Imagen propuesta
3. Materiales:
Materiales para técnicas mixtas, y el soporte que alumno considere que necesita
para su trabajo.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Resuelve una composición plástica partiendo 1 2 3 4 5
de una mancha de color.
3. Observa su comportamiento sobre un soporte 1 2 3 4 5
bidimensional.
4. Aplica la técnica mixta en la resolución grá- 1 2 3 4 5
fico-plástica de un tema abstracto partiendo
de sentimientos que sugiere el mundo de la
naturaleza.
5. Planifica un proyecto artístico, indicando desde 1 2 3 4 5
los materiales y procedimientos hasta su finali-
dad y organizando las fases en su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, y de unos resultados expresi-
vos concretos, suyos y de aportación de otros
compañeros.
428
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta inicial. Formas diversas.
429
PROPUESTA 19. Análisis
1. Objetivos:
1. Analizar los efectos que produce el arte abstracto en el estimulo del propio pen-
samiento artístico.
2. Comentar después de ver e identificar obras abstractas, lo que estas sugieren.
3. Introducir al alumno en este tipo de manifestación.
4. Saber interpretar una obra abstracta tanto desde sus elementos compositivos
como de lectura de lo representado.
5. Ser capaz de realizar una historia propia partiendo de lo abstracto.
2. Actividades:
A. Análisis formal
El alumno deberá:
1. Observar obras abstractas de otros artistas.
2. Interpretar lo que la composición representa.
3. Imaginar posibles realidades e historias.
4. Desde la percepción de obras abstractas, encontrar valores abstractos (feli-
cidad, ensoñación, imaginación, intuición, paz, serenidad, tristeza, agresión,
profundidad….), evocar sentimientos y sensaciones acerca de lo Sublime.
B. Realización plástica
El alumno/a deberá:
1. Interpretar manchas y líneas de color fortuitas que permitan intuir y percibir
imágenes o formas para construir una leyenda propia. Por medio de lo imagina-
tivo, sueños, animales fabulosos, elaborar una historia.
2. Construir de una manera plástica y estética más detallada estos elementos que
han surgido en el espíritu del artista, desde los sentimientos atrapados y reales,
creando una historia que contar.
431
3. Realizar plásticamente una interpretación de alguna de las obras citadas.
4. Exposición del trabajo en el aula.
5. Solicitar, una vez realizado el trabajo personal, la interpretación por parte de
otros compañeros. De esta manera se incrementa la capacidad creadora, ima-
ginativa e interpretativa.
6. Experimentar y analizar los efectos que las obras producen con su espacio con-
tenedor.
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la naturaleza. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra
sublime que es la naturaleza?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la naturaleza? Realiza una explicación razo-
nada de ello, y lo que lo Sublime hace renacer dentro de uno.
D. Imágenes propuestas
1. Paul Klee.1929.
Camino principal y caminos
laterales.
Colonia Museun Ludwing.
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
2. Murales Seagram.
Sala Rothko. Siete murales 1958.
Interior Chiba-Ken, Japón, Kawamura Memorial Museum of Art.
433
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
3. Materiales:
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza la composición de Paul Klee, Camino 1 2 3 4 5
principal y caminos laterales, desde el con-
cepto de lo sublime.
3. Observa el comportamiento de las obras 1 2 3 4 5
entre sí y el espacio contenedor de Murales
Seagram. Sala Rothko.Siete murales.
434
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de las imágenes propuestas en el punto B.
435
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
toma una idea como la de la divinidad y la transforma en una metáfora visual, crea no
solo un objeto determinado digno de atención por derecho propio, sino también una for-
ma mediante la cual pueden expresarse los valores más valiosos de la persona. Siempre
que el arte desempeña esta función, da a lo personal e inefable una forma pública en la
cual pueden participar otros, y, de esta forma, las ideas de una cultura pueden asumir
una significación colectiva que no tendrían de ningún otro modo”. (Kandinsky, W. De lo
espiritual en el arte”p.72).
436
PROPUESTA 20. Percibir la abstracción desde un lenguaje propio
1. Objetivos:
1. Analizar los efectos que produce el arte abstracto en el estimulo del propio pen-
samiento artístico.
2. Comentar después de ver e identificar obras abstractas, lo que estas sugieren.
2. Introducir al alumno en este tipo de manifestación.
3. Saber interpretar una obra abstracta tanto desde sus elementos compositivos
como de lectura de lo representado.
4. Ser capaz de realizar una historia propia partiendo de lo abstracto.
5. Descubrir el espacio físico que ocupan estas obras.
6. Rememorar, a partir de esta tendencia, otros estilos de concepción también
abstracta en épocas clásicas.
7. Analizar los eventos culturales artísticos del momento en la ciudad y fuera de
ella. (Ferias, Bienales, Congresos de Arte, Ciclos específicos del movimiento
plástico abstracto).
8. Ser capaz de describir las experiencias sensoriales de alguna de las muestras
artísticas que se desarrolle en la ciudad.
9. Sentir la motivación por medio de una obra abstracta contemporánea para des-
cubrir el propio interior.
2. Actividades:
A. Análisis formal
El alumno deberá:
B. Realización plástica
1. Esta actividad se realizará de forma grupal con los alumnos del mismo nivel
educativo y que participan de otros talleres prácticos. Se propone como salida
cultural hacia una muestra que los profesores implicados crean oportuno como
complemento a lo que se realiza en el aula.
2. Es de interés contar con la participación de algún guía del evento o bien del
propio artista si llegara la ocasión, donde se establecería un diálogo acerca del
trabajo personal.
437
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
C. Ficha de la imagen:
1. Autor.
2. Título de la obra.
3. Técnica plástica utilizada.
4. Estilo de la obra.
5. Época de realización.
6. Movimiento plástico.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la naturaleza. ¿Dónde encontrar lo bello a través de esta obra
sublime que es la naturaleza?
10. ¿Se puede hablar de lo Sublime en la obra de arte? Realiza una explicación
razonada de ello, así como lo que lo Sublime suscita.
D. Imagen propuesta
Visita guiada a una muestra artística y elección de alguna obra de la muestra por
parte del grupo. Cada alumno escogerá un número de cuatro obras y posteriormente
en grupo se elegirá la más idónea para la realización de la propuesta realizada por el
profesor.
3. Materiales:
438
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Materiales para técnicas mixtas, y el soporte que alumno considere que necesita
para su trabajo.
4. Criterios de evaluación:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Utiliza las técnicas de mancha de color y los 1 2 3 4 5
materiales específicos que se emplean en la
comunicación artística y visual.
2. Analiza la composición de obras abstractas de 1 2 3 4 5
alguna de las muestras que se celebren en la
ciudad.
3. Observa y compara su funcionamiento sobre 1 2 3 4 5
un soporte bidimensional, atendiendo a lo
aprendido de otros autores, desde el concep-
to de la abstracción.
4. Aplica una técnica mixta, a la resolución grá- 1 2 3 4 5
fico-plástica de un concepto abstracto.
5. Planifica un proyecto visual artístico, indi- 1 2 3 4 5
cando desde los materiales y procedimientos
hasta su finalidad y organizando las fases en
su realización.
6. Construye y organiza su propio fondo de do- 1 2 3 4 5
cumentación, para interpretar lo abstracto, y
de unos resultados expresivos concretos.
7. Integra en un mismo proceso diversos len- 1 2 3 4 5
guajes (gráficos, plásticos y visuales) y téc-
nicos.
8. Valora el proceso creativo, de otros autores, 1 2 3 4 5
como un medio de expresión personal y so-
cial.
9. Respeta y se sensibiliza ante el hecho estéti- 1 2 3 4 5
co y poético en la cultura y valora las técnicas
en el sentido de las diferentes tendencias y
manifestaciones artísticas.
10. Describe las sensaciones que le genera la 1 2 3 4 5
contemplación y experimentación del con-
cepto de lo abstracto desde obras plásticas
de algún artista que el alumno proponga.
5. Actividades de generalización:
Partiendo de obras de otros autores, realizar el mismo estudio valorativo según las
indicaciones de la propuesta punto D.
439
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
“En cuanto a su teoría del color, Kandinsky, amplió sus nociones sobre los contras-
tes, sin dejar de lado sus cualidades sinestésicas.” (MOSZYNSKA, A. El arte abstracto.
Ediciones Destino.Barcelona. 1996. p.39).
440
B.
441
1.
PROPUESTAS
“El arte ejerce efectos Sobre nuestro ánimo sin establecer diferencia alguna; con él pue-
den despertarse y vivificarse todas las pasiones, puede ofrecerse la ocasión de sentir lo
noble, lo superior, lo verdadero, podemos ser incitados al entusiasmo,, pero igualmente
tiene poder el arte de conducirnos a través de toda miseria, de hacer representable el
crimen, de hacernos partícipe de todo lo vergonzoso, y horrible, voluntariamente y sin
estremecernos por ello, nos puede guiar a las mayores pasiones y hacer que nos disol-
vamos en la imaginación y nos sumerjamos en los ociosos juegos de la representación”.
(Hegel G.W.F. Filosofía del arte o Estética. Abada UAM. Madrid. 2006. p.71).
Conceptos:
Valor:
La libertad.
443
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
PROPUESTA 2. La imaginación
El espectador coge lo que le dan, y lo coge como su oscuridad le permita hacerlo, con
plena impunidad y todo capricho, desde la posibilidad de dejarse llevar por las asocia-
ciones de su imaginación Se guarda de ser visto para desplegarse subjetivamente con
toda libertad. …Y, así, toma posiciones para permanecer al acecho. Y expectante. La
acción artística dispone todos sus medios, todos sus recursos retóricos, para dar(se) al
espectador convirtiéndolo en receptor; en quien recibe lo que le dan sin saber qué le
darán, por lo que habrá de mantenerse en tensión de espera, algo inquieto, seducido
por la intriga misma de lo imprevisible.(Puelles Romero, Luis. Mirar al que mira. Abada.
Madrid. 2011. p.10).
Conceptos:
La composición.
Relación figura-forma.
Imaginar formas y situarlas en un espacio determinado, dentro de un soporte.
El espacio en perspectiva.
Mundo interior.
Valor:
Seriedad.
Conceptos:
Valor:
Individual – social.
444
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Conceptos:
Valor:
Identidad.
Toda creación debe de materializarse, debe convertirse en materia, para que la compren-
damos. Para resultarnos terrenalmente comprensible, la inspiración de un artista tiene
que tomar formas materiales.Esas huellas que el artista deja en el lugar de su acción
son sus trabajos previos, los primeros esquemas que el pintor hace de sus cuadros, los
manuscritos, borradores. Éstas son las únicas huellas visibles que nos permiten encontrar
nuestro camino de regreso en ese laberinto misterioso. (Zweig, Stefan. El misterio de la
creación estética. Sequitur. Madrid. 2010. p. 26).
Conceptos:
Valor:
Respeto.
445
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Conceptos:
Con unos conceptos abstractos, soñar e imaginar nuevas historias, nuevas formas,
partiendo de unos símbolos gráficos.
Semejanzas y contrastes en las diferentes formas que componen el espacio plástico.
Significado y función de la forma dentro de la composición.
Intuición e interpretación.
Valor:
Limpieza.
Los pintores, cuando representan de modo perfecto un solo cuerpo y figura usando de
muchos colores y cuerpos, deleitan a la vista. La realización de estatuas de hombres y
dioses produce en los ojos una dulce afección. Y de esta forma unos objetos dan tristeza
a la vista, otros al deseo y a veces muchos objetos producen en muchos hombres amor
y deseo de muchos actos y cuerpos. (Gorgias, Fragmentos y testimonios. Aguilar.Buenos
Aires.1974. p.91.)
Conceptos:
Valor:
Respeto.
446
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
El creador activa, trabaja con un material expresivo del que conoce bien sus propiedades.
El artista experimenta con el lápiz o el pincel sobre la superficie rugosa, dócil o resistente
a la presión de la mano. Su acción se convierte así en un ejercicio de tacto, de perfección
con distintas gradaciones y texturas que descubren la orografía de la nueva superficie
plástica. (Yvars, J.F.El momento estético. Debolsillo.Barcelona. 2006. p.198).
Conceptos:
Valor:
Interioridad de la persona.
“La pintura, la auténtica portadora de la belleza, es la forma. Por lo contrario, los colores
son un mero encanto, esto es, una emocionalidad sensible que no deja de ser subjetivo
que, por lo tanto, no tiene nada que ver con la creación propiamente artística o estética.”
(GADAMER, H. G. La actualidad de lo bello. Paidós. I: C: E:-U: A: B: p.74).
Pero se sabe que la mirada armoniza no solo con el sentido del gusto sino también con
los demás. Muchos colores han sido descritos como ásperos o punzantes, otros como
suaves y aterciopelados. Incluso la distinción entre los colores cálidos y fríos se basa en
estas diferencias. Algunos parecen suaves (laca amarilla) otros duros (verde cobalto,
verde-azul óxido), de modo que recién salidos del tubo parecen secos. (Herschel, B.
Chipp. Teoría del arte contemporáneo. Fuentes artísticas y opiniones críticas. Akal. S.A.
Madrid. 1995. p. 172.)
Conceptos:
Valor:
Equipo.
447
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Los trazos gruesos expresan energía; los delgados fragilidad, otros son líneas y otros, en
fin, puntos de color (…) densidad, armonía, ligereza o espontaneidad. No es útil reunir
las imágenes; antes al contrario, para que la forma adquiera todo su valor expresivo es
menester que se vea libre de servidumbres figurativas: que hable a través de sus formas
al margen del tema. (Yvars, J.F. Buenas maneras. Arte y artistas del siglo XX. Debolsillo.
Barcelona. 2011. p.175.)
Conceptos:
Valor:
Pluralidad.
Mientras la realidad natural, vital, emotiva, era el motivo de la pintura y la realidad esté-
tica –la estructura visual de la obra de arte– coincidía en la materialidad del cuadro, era
fácil establecer un criterio artístico sobre la forma: la estabilización de los sistemas ar-
tísticos posibilitaba unas convenciones casi jerárquicas –de parecido o de intención– que
apreciaban la representación en razón de la verosimilitud de las imágenes que las formas
debían acentuar a los ojos del espectador. (Yvars, J.F. El momento estético. Debolsillo.
Barcelona. 2006. p. 289.).
Conceptos:
Valor:
La envergadura artística de una obra de arte enraíza siempre en la potencia de los signos
plásticos que emergen aquí o allá transformados por ocasionales asociaciones formales, o
bien enriquecidos con prestaciones figurativas clásicos o difuminados en meros ejercicios
gráficos no demasiados diáfanos. Signos que, en definitiva, se afirman como formas de la
448
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
Conceptos:
Valor:
Comunicación.
Conceptos:
Valor:
Silencio.
Conceptos:
449
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Valor:
Creatividad.
De todos los misterios del universo, ninguno más profundo que el de la creación. Nuestro
espíritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformación de la ma-
teria. Pero cada vez que surge algo que antes no había existido, nos vence la sensación
de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrena-
tural. (Zweig, Stefan. El misterio de la creación estética. Sequitur. Madrid. 2010 p.11).
El arte es la manifestación más elevada y acabada de lo absoluto. En él late y fluye una
fuerza creadora que lo produce inconscientemente. El arte es naturaleza porque imita lo
esencial de la misma, que es su principio activo capaz de engendrar vida. Y a su vez la
naturaleza es arte.. (Zweig, Stefan. El misterio de la creación estética. Sequitur. Madrid.
2010 p.13).
Conceptos:
Valor:
Sensaciones y sentimientos.
Voy a decirle al público con franqueza y sencillez lo que siente ante cada uno de los
cuadros que honre con su atención. Daré las razones de mi particular manera de ver. Mi
meta es obrar de suerte que cada espectador interrogue a su alma, se detalle su propia
manera de sentir y llegue así a hacerse un juicio suyo, una manera de ver, modelada
conforme su propio carácter, gustos y pasiones dominantes, si las tuviese, pues por
desdicha hacen falta para juzgar el arte.(Stendhal, Escritos sobre arte y teatro. Machado
libros. Madrid.2005.p 94.).
Conceptos:
Valor:
Variedad estética.
450
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
conmoción, esto es, con una atracción y repulsión rápidamente cambiantes, provocadas,
precisamente, por idéntico objeto. (Kant. I. Crítica del discernimiento. Antonio Machado
Libros. Madrid. 2003. p.216)
Conceptos:
Valor:
Conceptos:
Valor:
Sensibilidad.
De todo arte habría que decir: el arte es presentador de afectos, inventor de afectos,
creador de afectos en relación con los preceptos o las visiones que nos da. No sólo las
creas en su obra nos los dan y nos hace devenir con ellos, nos toma en el compuesto.
(G. Deleuze. ¿Qué es la filosofía? Anagrama. Barcelona. 1993. p.177)
Conceptos:
Valor:
Variabilidad.
451
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
Una sensación donde el agrado solo se produce por medio de una detección momentá-
nea por el derramamiento más enérgico de la fuerza vital que se sigue de esta, en modo
alguna forma parte de la belleza. La sublimidad (con lo que enlaza el sentimiento de la
emoción) exige, empero, otra medida de enjuiciamiento que la que supone como funda-
mento del gusto. De esta forma, un juicio de gusto puro no tiene como fundamento de
determinación ni al estimulo ni al afecto, en una palabra: no tiene como fundamento de
determinación a ninguna sensación, en tanto que materia del juicio estético. (Kant. I.
Crítica del discernimiento. Antonio Machado Libros. Madrid. 2003. p. 178)
Conceptos:
Saber sentir desde lo abstracto los sentimientos que evoca una obra de arte, como
experiencia sensible y portadora de unos valores humanos y sociales.
Valor:
452
2.
FICHA DEL PROFESOR
1. Objetivos:
1. Analizar los efectos que produce el arte en el estímulo del propio pensamiento
artístico.
2. Comentar después de ver e identificar obras abstractas, lo que estas sugieren.
2. Introducir al alumno en este tipo de manifestación.
3. Saber interpretar una obra de arte tanto desde sus elementos compositivos co-
mo de lectura de lo representado.
4. Ser capaz de realizar una historia propia partiendo de lo abstracto.
5. Descubrir el espacio físico que ocupan estas obras.
6. Rememorar, a partir de esta tendencia, otros estilos de concepción también
abstracta en épocas clásicas.
7. Analizar los eventos culturales artísticos del momento en la ciudad y fuera de
ella. (Ferias, Bienales, Congresos de Arte, Ciclos específicos del movimiento
plástico abstracto).
8. Ser capaz de describir las experiencias sensoriales de alguna de las muestras
artísticas que se desarrolle en la ciudad.
9. Sentir la motivación por medio de una obra abstracta contemporánea para des-
cubrir el propio interior.
10. Buscar lo bello en lo que estéticamente y exteriormente no se encuentra, para
hacer salir la belleza, de una historia.
11. Estimular la función del arte y la estética en la educación.
12. Convertir lo natural en cultural.
13. Enseñar el mundo de los sentimientos y de la percepción del mismo.
14. Debe tener imaginación para que la propia educación sea considerada como
arte y el aprendizaje, proceso educativo.
453
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
2. Actividades:
A. Análisis formal
B. Realización práctica.
1. Nombre.
2. Nivel educativo.
3. Conocimiento de las técnicas plásticas utilizadas.
4. Estilo expresivo.
5. Participación y trabajo personal.
6. Participación y colaboración en equipo.
7. Estudio de los elementos gráficos de la representación. Manifiesta por escrito
los efectos que el color de la obra produce en la persona y compártelo con otros
compañeros.
8. Interpretación de la obra de estudio.
9. Valoración receptiva y aportaciones personales y a la sociedad de la información
que trasmite la naturaleza y las obras de arte que percibe.
10. ¿Dónde encuentra el alumno lo bello a través de una obra sublime cómo es la
naturaleza?
454
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
D. Imágenes propuestas
3. Materiales:
Criterios de evaluación 1 2 3 4 5
1. Enseña a utilizar las técnicas de mancha de 1 2 3 4 5
color en la expresión artística y los materiales
específicos que se emplean en la comunica-
ción artística y visual.
2. Enseña a analizar su composición. 1 2 3 4 5
3. Guía en la observación de su comportamiento 1 2 3 4 5
sobre un soporte bidimensional.
4. Enseña la aplicación de un tipo de técnica es- 1 2 3 4 5
pecífica, a la resolución gráfico-plástica de un
concepto abstracto.
5. Ayuda a planificar un proyecto visual artísti- 1 2 3 4 5
co, indicando desde los materiales y procedi-
mientos hasta su finalidad y organizando las
fases en su realización.
6. Promueve la construcción y organización de 1 2 3 4 5
su propio fondo de documentación, y de unos
resultados expresivos concretos.
7. Ayuda a integrar en un mismo proceso diver- 1 2 3 4 5
sos lenguajes visuales (gráficos, plásticos y
visuales) y técnicos.
8. Sabe valorar el proceso creativo, del alum- 1 2 3 4 5
no, como un medio de expresión personal y
social.
9. Incita al respeto y sensibilidad ante el hecho 1 2 3 4 5
estético y artístico en la cultura y la valoración
de las técnicas en el sentido de las diferentes
tendencias y manifestaciones artísticas.
10. Enseña a describir las sensaciones que gene- 1 2 3 4 5
ra la contemplación y experimentación de la
naturaleza y las obras de arte, imaginando y
encontrando lo bello desde su interior.
455
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
5. Actividades de generalización:
C Imágenes de trabajo
1. Kandinsky y la abstracción
2. La imaginación
456
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
457
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
458
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
3. Rothko.Nº 61. (Óxido y azul) Marrón, azul, marrón, sobre azul. 1953.
Óleo sobre lienzo 294x 232,4 cm.
Los Ángeles, The Museum Contemporany Art, The Panza Collection.
4. Kandinsky. Composición IX.1936.
Óleo sobre lienzo, 113,5 x 195 cm.
París Musée Nacional d’Art Moderne.
Centre Georges Pompidou.
8. Paisaje
9. Entre manchas
459
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
11. Lo estructural
460
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
461
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
15. Lo Sublime
17. La naturaleza
19. Creatividad
1. Paul Klee.1929.
Camino principal y caminos laterales.
Colonia Museun Ludwing.
462
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
2. Murales Seagram.
Sala Rothko.Siete murales 1958.
Interior Chiba-Ken, Japón,Kawamura Memorial Museum of Art.
3. Kandinsky.Amarillo, rojo.azul.1925.
Óleo sobre lienzo.128x201, 5cm.
Centre George Pompidou. Paris.
4. Rothko.Antígona. 1939-1940.
Óleo y carboncillo sobre lienzo. 86,4 x 116,2 cm.
Washintong DC,The National Gallery Art, donación de The Mark Rothko Founda-
tion, Inc.
463
IV
CONCLUSIONES
Una de las características del ser humano es la capacidad de simbolizar y de repre-
sentar, a través de ella maneja el mundo de lo virtual más allá del “aquí y del ahora”.
Dentro de dicha capacidad destaca la manifestación de sentimientos y emociones que
ayudarán a la conformación de su personalidad.
Es por lo que toda persona ejerce una doble función: Como emisor y receptor de
sentimientos y emociones ante aquello que le rodea. Emisor en cuanto es capaz de
transmitir, a través de determinados instrumentos y procedimientos (medios de comu-
nicación y de expresión), su mundo interior. Aquello que siente con respecto a sí mismo
y a los que le rodean (personas, objetos, lugares...).
A través de las obras de arte el que el ser humano puede expresar emociones y
sentimientos. El análisis de sentimientos y emociones expresados en obras de arte
hablan de un interior sensible y creativo que se corresponde con valores sociales. De
ésta sensibilidad creativa se generan bellas obras de arte. Bien sean de uso y disfrute
cotidiano, tanto personal como social, o de uso más específico y especializado. Por todo
ello es importante desarrollar en la personas las competencias de creatividad, tanto en
el campo de la realización de trabajos con una estética determinada, como también en la
de la elaboración de unos criterios y defensas de opiniones con respecto a lo que acon-
tece en la sociedad. Ya que el desarrollo de valores críticos proporcionará al sujeto un
criterio propio ante hechos y acontecimientos sociales que beneficiará el desarrollo tanto
personal del propio individuo como social desde su inserción en el medio circundante.
Así pues el artista es tanto emisor, a través de su obra, como receptor de los es-
tímulos que recibe de la sociedad de la que forma parte. A través de unas técnicas y
procedimientos específicos materializa los sentimientos que le han sido evocados. De
esta manera se convierte en hilo conductor de los acontecimientos del momento. Por lo
que es importante que desarrolle su obra desde una prospección social y cultural que
analice el medio circundante.
Desde el análisis de ese mundo interior el artista puede percibir lo bello en aquello
que envuelve a la persona. Mirar no es solo ver. Es analizar, elaborar, representar y en
último término simbolizar.
Las obras de arte son pues fuentes de transmisión de sentimientos y emociones.
Desde la observación de una obra de arte el receptor puede descubrir el valor de lo Su-
blime, es decir de los sentimientos y emociones que el autor ha intentado transmitir.
En la contemplación estética, la persona debe situarse frente a una obra de arte,
para analizar los sentimientos que dicha obra puede suscitar en el mismo como los que
en su día quiso transmitir el emisor a través de ella. Ambos análisis se deben de vehi-
cular desde el disfrute en la contemplación de la obra de arte.
Es por lo que los conceptos de abstracción y Sublime se relacionan. En la interacción
entre lo que el emisor, el artista, de una obra pretende transmitir y lo que el receptor o
receptores de la misma, observadores, pueden descubrir o inducir de la misma.
467
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
468
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
que le lleve a realizar actividades encaminadas al desarrollo de una sociedad que fomen-
te una interacción positiva entre sus miembros.
La potenciación de la dimensión estética. Implica una educación orientada al de-
sarrollo de competencias de: saber por qué y cómo. No se puede hablar de educación
estética si no se ha realizado anteriormente una reflexión desde ello. El arte forma parte
de la cultura social. En este sentido corre el riesgo de convertirse en un producto socio-
cultural, perdiendo su vinculación con la Estética. El hecho de que el arte necesite de
una forma hace que la creación artística no sea totalmente arbitraria, sino que el artista
se someta a normas. Esto convierte la creación artística en un trabajo laborioso, que
puede enseñarse y que debe aprenderse.
La creación artística es pues un acto libre, pero no del todo. La espontaneidad de
la expresión se halla limitada por la objetividad de la forma. Es necesario saber tratar la
materia con unas herramientas específicas que hagan surgir desde ella todo un potencial
emotivo y que, una vez concluida, libere sensaciones en quien la contempla.
La imaginación auténtica no es totalmente arbitraria, pues en ella ésta circula por
los cauces de las exigencias canónicas. Su materialización está sujeta a una normativa
en cuanto a aspectos formales, de tratamiento y manipulación. Se cree necesario educar
estas competencias desde los primeros años de la escolaridad. Los alumnos irán desa-
rrollando esa sensibilidad hacia la observación e interpretación de las obras de arte, a
la vez que se inician la producción de las propias como medio de manifestación de sen-
timientos y emociones.
La actitud esencial que se ha de aprender es la de saber observar adecuadamente.
Por medio de esa contemplación se re-crea nuevamente la obra. Y con imaginación se
generan nuevas interpretaciones de lo que allí está ocurriendo, en una conexión, artista-
obra-receptor.
El arte es un fin en sí mismo pero también puede servir de medio. El arte está hecho
para complacer sensitivamente, lo cual beneficia a las actitudes humanas positivas. En
el juicio estético se requiere también alguna intervención del sentimiento. Esto origina
una crítica que se llama “gusto”. Existe una pluralidad de individualidades, por lo tanto
también de gustos, de cánones de la belleza y la estética. Hacer respetar cada una de
las tendencias que emergen, sean o no del agrado personal, es uno de los puntos en el
campo de la educación en el que se ha de poner atención. Es desde el respeto a la diver-
sidad cultural y social donde el emisor puede comprender las diversas manifestaciones
artísticas. El arte puede tener y tiene el poder de acompañar vidas, y este poder precisa-
mente es el que se debe reconocer, fomentar y apoyar desde todas las formas posibles
y desde los distintos estamentos educativos. Es un medio a través del cual se canalizan
sentimientos y valores que quizás estén ocultos incluso a la percepción de la misma
persona, tal vez por las opresiones que la misma sociedad pueda ejercer en ellos. Pero
si se ha de hacer esto, se entiende que al abandonar la concepción idealista del arte, no
se necesitará un renacimiento cultural, se necesitan prácticas culturales que participen
activamente y generen personas creativas. Vivas y desde una realidad, la cual se percibe
desde unas apreciaciones personales y sociales del momento. Así, se manifiesta que el
arte sirve como medio necesario en una cultura social real y vital.
La creatividad fomentará la sensibilización de los sujetos que previsiblemente se
trasladará a la sociedad. Con mensajes que se emiten, y son recibidos, que posterior-
mente vuelven a manifestarse bajo la forma de obra de arte, de expresión plástica.
469
En torno al concepto de “lo Sublime” en la pintura abstracta
470
Propuestas de intervención didáctictica en una Escuela de Arte
471
V
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WEBGRAFÍA
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