Modelo de Acción Social
Modelo de Acción Social
Modelo de Acción Social
SOCIAL
Documentos
Cáritas institucionales
s
Presentación…………………………………..……. 3
Anexos…………………………………………..….. 44
Abreviaturas………………………………..……… 45
Bibliografía ………………………………...………. 46
2
PRESENTACIÓN
3
sociocaritativa, sino de comprendernos todos, implicados en una
misma realidad desde historias complementarias, a la vez que
asimétricas y diversas.
Cáritas Española
4
1
Fundamentos del modelo
5
1. LA PERSONA COMO CENTRO
La persona, en tanto poseedora de la máxima dignidad posible, en
tanto ser integral y social y en proceso de hacerse en la sociedad y
de hacer sociedad, se torna en eje y centro fundamental de nuestra
acción.
1 Gn I, 26.
2 PT nº 9-10; GS, nº 26; Chl nº 27.
3 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, nº 4.
4 GS nº 2.
6
Ser en relación, ser social
La dimensión social de la persona no es un añadido posterior o
exterior a lo la que la define, sino que forma parte constitutiva de su
ser porque así lo ha querido Dios5. El individuo no se puede entender
sin la sociedad, ni esta sin los sujetos que la conforman6.
Decir “persona” no es igual que decir “individuo”. Al afirmar lo Lo social, la relación con
primero queremos significar que se trata de un ser único y social a la los otros, forma parte de
vez. La individualidad y la sociabilidad son dimensiones lo humano de manera
complementarias. Ninguna de ellas anula a la otra ni se puede inseparable de lo
explicar sin la otra. individual. La forma
social propia de lo
Los humanos compartimos con muchas otras empresas del planeta el humano es la
hecho social. Pero no sería posible comprender bien la sociedad comunidad; en cuanto
humana si solamente le diéramos las características de otros modelos
sociedad cimentada en
sociales de la naturaleza.
la solidaridad, se
Lo que une a las personas en sociedad tiene su razón de ser en algo despliega en un territorio
que no es meramente práctico: la fraternidad que invita a una vida en igualmente cargado de
comunión con los otros. Podemos decir que una sociedad que simbolismo.
experimenta la fraternidad como realidad que le da sentido es una
comunidad. Lo comunitario es lo más distintivo de la forma humana
de sociedad7. En consecuencia, la comunidad no es algo cerrado,
sino un espacio radicalmente abierto al otro que aspira a construir un
nosotros colectivo tan ancho como el mundo y constituido por toda
la gran familia humana. En esto radica su particular sentido. Por
eso, comunidad y territorio son conceptos relacionados. La
comunidad se expande en un territorio concreto y se enraiza no tanto
en un espacio físico como en uno simbólico. Para la persona el
territorio es mucho más que un mero trozo de terreno. En él se
pueden dar las relaciones interpersonales, la identificación con el
pasado y con la historia, y los proyectos de futuro. Por eso, la
comunidad procura hacer del territorio “una tierra buena y
espaciosa” en la que se realicen las utopías8.
Ser creador
La persona ha de tener un papel activo, participativo y protagonista
Tanto la persona como
en el proceso de hacer sociedad/comunidad mediante la generación
la sociedad de la que
de lazos y vínculos auténticamente humanos.
forma parte están
Ser persona es hacer. Somos creadores a la vez que criaturas. Hemos haciéndose, no están
sido creados por Dios para continuar su obra; la actividad humana es completas.
colaboración en la creación. Esto da cuenta del carácter incompleto
de nuestro ser. Las personas estamos en proceso de hacernos y la Vivir es colaborar en la
sociedad está en proceso de hacerse9. La dimensión comunitaria de obra creadora de Dios.
la sociedad humana es un proyecto que no está acabado. Así las personas no se
pueden entender sin su
condición de sujetos
5 Compendio de la DSI, nº 149. protagonistas de esa
6 GS nº 2. construcción.
7 Compendio de la DSI, nº 149.
8 Ex 3, 7-9.
9 GS nº 2.
7
Las personas somos sujetos. Esto nos constituye, nos define y
vitaliza. En el proceso de ser persona, es imposible sustituirnos sin
convertirnos en objetos. El reconocimiento del otro como sujeto es
lo que posibilita una relación interpersonal auténtica. Y en las
relaciones sociales, la participación activa de todos es condición de
posibilidad para generar comunidad.
8
Una persona no sólo es lo que supone el amor recibido. El amor
dado también va haciendo a la persona. Quien no da es una persona
incompleta e inmadura. El amor recibido nos equilibra y el amor
donado nos madura. La gratitud es sus múltiples expresiones es
profundamente humanizadora y fecunda. Bien pudo decir San Juan
de la Cruz: “Pon amor donde no hay amor y sacarás amor”.
Por otra parte, los bienes, creados por Dios, lo son para el uso de
todos los habitantes de esta tierra. Su sentido último no tiene que ver
esencialmente con la apropiación, sino con su utilización, con la nota
de ser instrumentos para el desarrollo de las personas y no fines en sí
mismos. Así, cualquier injusta distribución de los mismos, su
13 GS nº 32.
14 AA nº 8; CA nº 58; DCE nº 26.
15 Compendio de la DSI, nº 182.
16 Compendio de la DSI, nº 164.
17 Cfr. Documento de Puebla, nº 1134-1165.
9
absolutización o su indebida apropiación son contrarios a la
realización de la justicia.
Y se trasciende en la caridad
Cualquier realización de la justicia humana será siempre limitada18. La caridad incluye la
El amor se concreta y precisa en la justicia, pero será siempre
justicia, pero la
trascendido en la caridad. Aun en el marco de la sociedad más justa,
la caridad seguirá siendo necesaria19. La caridad será lo que quede en trasciende, dándole
el Reino, pues la fe y la esperanza ya no serán precisas20. sentido pleno en Dios. La
caridad reconoce lo
La caridad cristiana tiene su raíz en la fe, entendida como apertura a parcial del amor humano
Dios que toma la iniciativa en el amor y envía a su Hijo como su y de sus realizaciones
máximo don a la humanidad21. Así el “yo” de la persona libre y prácticas.
responsable se fragua en el “tú” que lo convoca y hace posible.
Desde la fe, el ser humano es visto como “vocación”, “diálogo” y La caridad hunde sus
“servicio”22. raíces en la fe en Dios. Es
una forma de situarse en
La caridad supone una forma de situarse desde Cristo a la hora de Cristo a la hora del
vivir la justicia, la solidaridad y el servicio de la reconciliación23, por quehacer por la justicia y
lo que en modo alguno puede verse reducida a una mera por la solidaridad.
organización de servicios sociales.
10
el amor de Dios y convoca a la humanidad en torno a la mesa de la
fraternidad de la que Cristo es anfitrión.
26 EN nº 21.
27 DCE nº 22.
28 DCE nº 31.
29 Mt 25, 31 ss.
30 LG nº 1.
31 NMI nº 50.
11
Se trata de vivir en auténtica complicidad con los excluidos
prolongando la mano larga del Señor y su amor infinito para hacer
revertir su suerte.
La experiencia comunitaria
Generar espacios de acogida, humanización y encuentro reclama la Para serlo, la
experiencia comunitaria y la responsabilización de todos para que
comunidad entera ha
esta misión no quede como tarea de unos pocos, mientras la
de encarnarse y
comunidad se realiza “fuera de” esa dimensión.
comprometerse con la
Esto implica que la comunidad cristiana ha de realizar la experiencia causa de los más
de Dios encarnado que se hizo uno de tanto y compartió la condición débiles.
de los hermanos más débiles y oprimidos32, y ha de constituirse en
una comunidad que anuncia, denuncia y vive la experiencia del
compromiso, de la comunión fraterna y de la comunicación cristiana
de bienes.
32 Flp 2, 7
12
4. INMERSIÓN EN LA REALIDAD
La pobreza y la exclusión son el marco y el espacio clave para
nuestra acción. Son el signo más evidente de la crisis de civilización
en la que la realidad está embarcada. Constituyen la señal más
visible y significativa de un modelo social que discurre en una
dirección no conforme con el proceso de Dios para la humanidad.
Situarse en la realidad
Quien mira la realidad, quien intenta comprenderla, lo hace desde un Es necesario analizar la
lugar, pues no existe el análisis neutro. Nuestra mirada a la realidad realidad, pero hemos de
ha de tener esto muy en cuenta y procurar situarse siempre desde el hacerlo con pupila
lugar del pobre, que no suele ser el nuestro. creyente, con los ojos de
Dios, desde el lugar del
Mirar desde el lugar del pobre, pero hacerlo con los ojos de Dios.
pobre. Una mirada
Desarrollar una mirada que se auxilia de las ciencias sociales y que,
compasiva, que
reconoce al otro, que es
capaz de universalizarse
33 I Cor 1, 27-29. y que nos implica.
34 Mt 25.
35 GS nº 4.
36 Ex 3,7.
37 OA nº 4.
13
además, es compasiva y misericordiosa38 haciendo nuestro el dolor
del otro. Una mirada que reconoce al prójimo en su dignidad y en su
condición de sujeto activo y protagonista.
Una mirada que no pretende el saber por el mero saber, sino para
hacer bien. Saber para cambiar la realidad y para cambiarnos a
nosotros también en ese proceso. Una mirada que, en definitiva, nos
implique responsablemente.
La realidad que mejor
vemos es la que
La realidad local y global tenemos más cerca,
pero esa constatación
La realidad en la que Cáritas sitúa su acción tiene una doble
no nos puede volver
perspectiva: se ubica en el lugar concreto donde está el grupo que
mira, pero esa mirada trasciende todas las fronteras. ciegos a la
interdependencia de
La interdependencia de lo social y de lo humano es cada vez más todo lo humano. La
evidente39. El sufrimiento de tantos hermanos, de aquí o de allá, no caridad es, por
puede dejar indiferente a la comunidad cristiana. Actuar frente a la definición, universal,
pobreza en otros países no es sólo una tarea más, sino que está cercana y lejana,
íntimamente relacionada con nuestro hacer aquí y con nuestros abierta a todos y a
estilos de vida. todo.
14
la riqueza, lo hacen a título de préstamo, bajo la amenaza
permanente de embargo.
40 GS nº 9.
15
2
Opciones del modelo
16
1. TRABAJAR DESDE LAS CAPACIDADES Y
LAS POTENCIALIDADES ACOMPAÑANDO
PROCESOS
17
libertad, el ocio, la participación, la creación, la identidad y la
espiritualidad como necesidades y exigencias humanas. Además, no
las reduce a carencias, sino que la entiende también como
potencialidades. Se trata de una acción integral, consciente de estar
tocando el conjunto de lo que pasa, aun desde la parcialidad de lo
concreto.
18
y que, en el caso de los creyentes, además va inexorablemente unida
a la experiencia de la filiación y a la de criaturas. Somos hermanos
porque somos hijos de Dios a la par que sus colaboradores en la
tarea de la creación.
En este proceso la persona descubre y se interrelaciona con el Todas las personas son
entorno que le rodea, aunque este sea contradictorio. Desde ahí, en capaces de ser
un proceso comunitario también se descubre a sí mismo, reelabora protagonistas de su vida
su identidad y participa en el mismo. y están llamadas a serlo
de la historia.
Hemos de partir del reconocimiento de las capacidades y de las
posibilidades de todas las personas para comprometerse en la mejora Acompañar es creer en
de su situación y de su entorno por muy adversas que sean las ello, apostar firme y
circunstancias. El ser humano goza de atributo de la perfectibilidad: empujar para que sea
siempre es susceptible de cambio y mejora personal, comunitaria y
posible.
territorial.
También hay que decir que el Maestro en ocasiones reclama la Jesucristo es para
compañía de los suyos. No sólo quiere apasionadamente, también se nuestra acción modelo
deja querer. Se da una preciosa bidireccionalidad que, si bien es de educador y de
asimétrica, apela a la reciprocidad que todo auténtico encuentro
acompañante.
personal reclama.
Para nuestro hacer, Jesús no es sólo un modelo a imitar, es también Más aún, está vivo y
compañero de camino; mejor dicho, Él es quien acompaña actúa; Él es quien en
realmente. verdad acompaña.
44 Lc 24, 32.
19
2. REALIZAR ACCIONES SIGNIFICATIVAS
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar
impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su
significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores
evangélicos. Todas ellas deben ser “significativas”, no se pueden
agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones
instrumentales dejando traslucir procesos de personalización,
humanización y liberación.
Entendemos aquí las acciones significativas como aquellas que no se Nuestras acciones serán
agotan en sí mismas, sino que se trascienden y van más allá de sus significativas si parten de
realizaciones y de sus pretensiones instrumentales. valores alternativos, si
desarrollan procesos de
Se trata de acciones que activan otras potencialidades; son personalización,
sinérgicas. Además de los concreto, dejan traslucir procesos de humanización y
personalización, humanización y liberación.
liberación, por más que
sean parciales. Serán
Esto nos remite a una utopía que trasciende nuestras fuerzas, pero
que no es menos real por ello. Es el proyecto esperanzado del Amor signo si hacen lo que
de Dios que se concreta en accione significativas que patentizan la predican.
presencia del Reino. Es decir, que nos plantean que lo que está en
juego es una nueva creación cuya dimensión más profunda es de
orden teológico.
Espacios humanizados
Así, nuestro modelo de acción opta por la construcción de “zonas
liberadas”, de espacios no sólo geográficos donde desplegar los
procesos de personalización, de construcción de la comunidad y de Nuestras acciones
la sociedad, regidos por otra lógica. No pretenden estar al margen construyen “zonas
del mundo, sino en pleno centro de la realidad y, en particular, en la liberadas”, espacios de
parte más sufriente de la misma. dignificación, aun en
medio de la realidad
Las acciones significativas van construyendo nuevos espacios más cruda. No
sociales articulados, tejido social estructurado y organizado pretenden el
solidariamente, comunidades abiertas y solidarias, y estructuras de aislamiento, sino
comunión45. constituirse en espejo de
que es posible construir
Esta práctica crea dentro del tejido social espacios para ejercer la
en otro mundo, otra
solidaridad en los procesos de personalización, humanización y
persona y otras
liberación. Aunque se trata de pequeños espacios y de realizaciones
discretas y graduadas, son signo de esperanza al dotar de relaciones.
plausibilidad el horizonte de una sociedad humanizada y con
sentido.
45 SRS nº40.
20
Anuncian, desvelan, encarnan y proponen
Nuestra acción anuncia que Dios tiene un proyecto para la Nuestras acciones, para
Humanidad. Es un proyecto de filiación, que nos haga hijos ser significativas, han de
liberados, y de fraternidad, que nos convierta en hermanos unos de estar en las claves de la
otros. evangelización: el
testimonio y el anuncio.
Nuestra acción, al anunciar, desvela aquello que dificulta la plena
Habrán de efectuarse
realización de ese proyecto del Reino. Si bien no se identifica con lo
desde la encarnación,
cotidiano, con lo social y con lo político, está íntimamente ligado a
todo ello. Desvela en especial las situaciones de injusticia, las el anuncio y la
opresiones, el sufrimiento y las explotaciones que afectan a los más denuncia propositiva.
pobres.
21
Testimoniar
Para que nuestras acciones sean significativas, han de procurar
traslucir que otro mundo es posible y necesario.
Nuestra acción ha de
Los rasgos de una acción que quiera ser testimonial son: testimoniar desde lo
que hace, no desde lo
1. La comunión cristiana de bienes, como expresión del compartir que dice. Así, la
fraterno con el hermano pobre. comunicación cristiana
de bienes, la gratuidad,
2. La gratuidad como valor añadido de los agentes, sean estos una acción de calidad
quienes sean. y la austeridad y
transparencia son los
3. La calidad, entendida como calidez, acción humanizada, rasgos e indicadores de
coherente, más que como una mera certificación ese testimonio.
46 NMI nº 50.
22
Hacia dentro y hacia fuera
Animar la implicación
La Iglesia tiene una dimensión social como cauce y fermento de la
nueva utopía de sociedad a la que aspiramos. La acción hacia dentro de la
sociocaritativa es algo fundamental y constitutivo del ser creyente. Iglesia, cuidando que el
voluntariado sea
Hemos de tener cuidado para que el término “voluntario” no resulte expresión del
vaciado de esta dimensión profunda. compromiso creyente, y
animar el cambio social
La Iglesia debe ser fermento de la sociedad. Para ello, hemos de hacia fuera, de las
desarrollar nuestra dimensión política y social47. Ayudamos a personas y la sociedad.
transformar personas, pero también a la sociedad. Es lo que el
magisterio ha denominado felizmente “caridad política”: aquella que
se universaliza a través de mediaciones estructurales y comunitarias.
Enviados
Como Cáritas posiblemente tengamos muy clara la dirección de la
sensibilización de la comunidad cristiana y, aunque falte camino por
andar, hemos desarrollado medios para hacerla efectiva.
Por eso, queremos incidir en una dimensión no tanto hacia “fuera” En Cáritas somos
del ámbito de Cáritas como hacia el interior de nosotros mismos: la enviados; lo que
dimensión y la conciencia de ser y sentirnos “enviados”. hacemos no puede ser
“cosa nuestra”, lo es de
Sabernos enviados tiene que ver con la conciencia con la que toda la Iglesia.
hacemos la terea, con asumir que somos portavoces de otros y no De ahí que sea
protagonistas; tiene que ver con la apertura hacia las propuestas de también tarea nuestra
otros, con la capacidad de darles cauce, animarlas y acompañarlas. animar, impulsar y
Finalmente, está estrechamente vinculado a reconocer, animar y
acompañar la acción
apoyar la diversidad de carismas y servicios existentes en la
de otros.
comunidad eclesial.
4. ACCIÓN INTEGRAL
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente
de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto
de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus
estructuras. Así, la Acción Social de Cáritas opta por la
transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones,
47 ChL nº 15.
23
acompañando personas, animando co munidades y haciendo anuncio
y denuncia profética.
Esta concepción nos lleva a optar por una acción integral que, aun La persona es una
cuando aborde una parte, sea consciente de que está afectando al suerte de sistema; no
conjunto del ser de la persona. Por ello, el partir de las podemos trabajar por
potencialidades tiene tanta importancia. partes, no debemos
fragmentar, sino
Pero integralidad no es sinónimo de sumisión. Nuestra acción con buscar una
personas no debe usar el control sobre el otro, al modo de una intervención integral a
“institución total”. Hay que encontrar el equilibrio entre la la par que respetuosa
integralidad y la libertad de cada cual. Para ello, es fundamental con la libertad de
cultivar el respeto a la dignidad y autonomía de los sujetos evitando cada cual.
relaciones insanas de dependencia.
25
3
Características de la acción que dan
soporte al modelo
26
1. UNA ACCIÓN ENTENDIDA COMO
DIÁLOGO ENTRE SUJETOS
Somos sujetos
51 ES nº 60
27
Por ello, la asimetría no nos convierte a unos en los que “ayudamos” En contextos de
y a los otros en los “ayudados”. Ciertamente, no se puede obviar la exclusión los sujetos que
existencia de la ayuda. Esta existe, pero no debemos hacer una dialogan son asimétricos.
lectura vertical de la misma. En ese caminar que significa “ir siendo Pero asimétrico no es
persona en sociedad”, la ayuda es un elemento que actúa, pero no sinónimo de dicotómico.
pertenece en exclusiva a ninguno de los sujetos. Por decirlo de otra Ambas partes tenemos
manera, el rol de ayudador se alterna, no desaparece. Si diferentes grados de
desapareciera, el diálogo se quedaría en mera charla, no provocaría libertad y de
avances, cambios y transformaciones. condicionamiento. Los
dos tenemos proyecto,
Donde dice ayuda podemos poner mil nombres: acogida, confianza,
pero nos diferencia el
reconocimiento, autenticidad, esperanza, complicidad, empatía, y
tantos otros términos que tradicionalmente empleamos. nivel de de conciencia
del mismo. Nos vincula
Las asimetrías nos sitúan en el diálogo desde la necesidad de tenerlas que ambos aspiramos a
en cuenta, nos obligan a reconocer en los procesos la necesidad del ser más persona. Se trata
tiempo, pues siempre son algo lento y necesariamente complejo. de concluir con un
Finalmente, concibe a los interlocutores en un plano de igualdad afortunado “juntos
desde la diversidad. podemos”.
Gira en torno a la
satisfacción de las
necesidades, la
búsqueda del sentido y
la realización plena del
52 Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1913-1917 ser sujeto
(participación,
empoderamiento…).
28
2. QUE TIENE POR CONTENIDO IR SIENDO
PERSONAS EN SOCIEDAD
53 PP nº 20
29
Un modelo en el que la calidad buscada se valida por la satisfacción
de las necesidades de manera integral, y tiene en los “satisfactores”
de las necesidades aquellos elementos que dan el “sentido” al valor
de los bienes, no a su precio. Es decir, aquellas formas de relación
entre necesidad y bien que son sinérgicas, que contribuyen
positivamente al “desarrollo” integral humano”54.
Las huellas
Cada persona y cada colectividad han ido dejando sus huellas al hilo
Partir de la biografía y
de su existencia. La primera nota del método por el que optamos es
de la historia concreta
aprender a seguirlas. Es otra forma de mirar la realidad que nos
implica y que nos complica, ya que sitúa delante de nosotros no la de cada persona. No
exclusión en abstracto, sino a personas concretas que entran en hay estándares. Cada
relación con nosotros desde su irrepetible riqueza y singularidad, vida y cada pueblo han
portando con ellas sus condiciones de vida, que son de exclusión. dejado sus propias
Una persona pobre es pobre, si, pero, sobre todo, tiene el tesoro de huellas. Saber
su persona por encima de su propia pobreza. encontrarlas y seguirlas
es el primer reto.
Hacerlo de este modo nos llevará donde el otro está, no donde
nosotros pensamos que debería estar. Y con él debeos llegar “allá
donde sus huellas nos lleven”, no donde nosotros creemos que deben
ir (“si te pide que le acompañes una legua, acompáñale dos”)57.
54 PP nº 5
55 GS nº 64
56 CA nº 41
57 Mt 5, 41
30
Si seguimos las huellas, las que son realmente suyas, se abrirá
espontáneamente la posibilidad del diálogo y el encuentro porque no
veremos sólo carencias, sino la riqueza de la singularidad y de su
“inédito viable”. Aunque vidas rotas, si son vidas humanas tienen
siempre potencialidades, aun a pesar de las apariencias, de los
déficits, de las quejas y desalientos.
El encuentro
Si rastreamos las huellas, terminaremos encontrándonos, pero
también podemos simplemente toparnos con el autor de las huellas.
Evidentemente, un encontronazo no es lo mismo que un encuentro.
El tiempo
El tiempo de la intervención social es el mismo de la personalización No tenemos prisa,
y de la construcción social. Un tiempo humanizador en el que no
nuestro tiempo es el de
cuentan las horas sino el proceso.
Dios, el tiempo de la
Démonos tiempo. ¿Cuánto? El que sea preciso para ser. Pero el personalización, que
tiempo de la intervención social es un tiempo en gerundio, en dura lo que haga falta.
marcha. Nunca somos, siempre vamos siendo.
31
El proyecto del Reino de Dios
58 GS nº 39; SS nº 35
59 SS nº 31
60 ChL nº 58
61 ChL nº 36
62 LG nº 31; GS nº 39; ChL nº 14
63 ChL nº 58
32
La comunidad cristiana es quien actúa
Esta raíz creyente tiene además otra exigencia de orden más práctico
El agente de la acción
pero no por ello menos profunda. El agente de la acción de Cáritas
de Cáritas es la
es la comunidad cristiana entera, que no está completa si no
desarrolla su dimensión de servicio a los más pobres. comunidad cristiana
entera que, en diálogo
Así, cuando Cáritas actúa, cuando dialoga con otros sobre el ser con otros, construye
personas en sociedad con un determinado método, es la comunidad comunidad y
entera quien lo hace. No es un grupo eclesial, sino la Iglesia entera evangeliza.
en acción. Acción delegada y encarnada en personas concretas, que
son y se sienten enviadas.
33
4
Epílogo
¡Queda todo por hacer!
34
1. DEL PENSAMIENTO A LA ACCIÓN
Tres son hoy los elementos que nos permiten dibujar en una
agrupación con sentido la acción real de Cáritas. Son tres ámbitos
que nos permiten mirar al conjunto sin dejar nada fuera y sin por ello
perdernos en el bosque de las concreciones en que luego se
despliegan:
¿Aplicar o aprehender?
El Modelo de Acción Social, su estructura y su intención, no es algo
que se pueda “aplicar mecánicamente”. Nosotros no debemos
hacerlo así, y proponemos ahora un listado de “recetas” para aplicar
el modelo. La clave de este último capítulo tiene que ver con
“ponernos en clave de aprendizaje”.
35
unos convencimientos sólidos no perduran. Por otra parte, no es
válida cualquier manera de hacer. La manera de hacer debe ser tal
que haga posible traducir los fundamentos en las opciones, pues al
final el “cómo hacemos” condiciona la acción, y viceversa, la
manera de hacer depende de cómo “pensemos, fundamentemos y
planteemos” el hacer.
1. Procesos de reflexión/acción.
4. Trabajar en red.
36
Tenemos conciencia de que es un proceso de cambio y conversión
en el que se abordan cuestione sustantivas. Por ello, no se puede
hacer de golpe, no tiene recetas, y ha de plantearse en comunidad.
Procesos de reflexión/acción
Hemos de hacer de la reflexión sobre la acción no algo
extraordinario que se hace de vez en cuando, sino la praxis habitual.
Reflexionar sobre la acción es, esencialmente, pararse, tomar
distancia y hacerle a la acción concreta todas las preguntas que se
desprenden del Modelo de Acción Social.
¿Lo que estamos haciendo está basado en los que decimos que son
nuestros fundamentos? ¿Se nota en los que hacemos que esas y no
otras son las opciones que hemos tomado? Y nosotros,
¿comprendemos la acción con esas características?
37
• La reflexión sobre la acción ha de ser un proceso
permanente, no una actividad puntual. Hemos de
incorporarla a nuestra cotidianeidad.
38
Algunas claves de este eje
Este bucle nos pone delante del propio rol del agente, de su papel, de
qué hace y cómo lo hace. Para comprender la acción como “diálogo
entre sujetos”, el agente ha de reconocer el ser sujeto del otro, ha de
confiar, no imponer, acompañar…
39
Algunas claves de este eje
Trabajar en red
La realidad de la pobreza y de la exclusión es un campo en el que no
somos los únicos en intervenir. Existen otros grupos creyentes y de
otros ámbitos que también lo hacen, así como el conjunto de las
administraciones públicas. Y todos tenemos un mismo “campo de
juego” en el que confluyen diversos jugadores con diversos estilos,
tareas y responsabilidades.
40
En ocasiones el encuentro en la realidad no es sencillo, las
diferencias y los estilos generan tensiones. Los principios de
subsidiariedad, participación y solidaridad65, enmarcados en una
actitud de diálogo y encuentro colaborador66, que no excluye la
crítica y la denuncia, son los elementos que han de articular ese
encuentro con otros agentes.
41
Igualmente, hemos de plantearnos “un hacer” con la comunidad,
hemos de renunciar a todo aquello que la suplante, y desplegar una
intervención hacia ella, que no se limita a la sola información, sino
que es de implicación de la propia comunidad (sin olvidar que
cuando hablamos de ella nosotros estamos incluidos).
42
Organizar la acción al servicio de esta
comprensión
La acción, para ser más eficaz, ha de estar organizada. No cabe
ninguna duda, las estructuras organizativas son imprescindibles.
Cualquier Modelo de Acción Social necesita una estructura
organizativa que lo sustente, lo anime y lo haga posible.
43
A nexos
44
ABREVIATURAS
I Cor Primera carta de San Pablo a los Corintios
AA Apostolicam actuositatem
CA Centesimus annus
EN Evangelii nuntiandi
ES Eclesiam suam
Ex Éxodo
Gn Génesis
GS Gaudium et spes
LG Lumen gentium
OA Octogesima adveniens
PT Pacem in terris
RH Redemptor hominis
SS Spe salvi
45
BIBLIOGRAFIA
AA.VV.: “Hacia una cultura de las solidaridad”, en Documentación
Social, nº 106, Cáritas Española, Madrid, 1997; “Repensar la
intervención social”, en Documentación Social, nº 145, Cáritas
Española, Madrid, 2007.
46
Maturana, Humberto y Varela, Francisco: El árbol del
conocimiento, Editorial Debate, Madrid, 1996.
47
El modelo de Acción Social representa un pozo de oportunidades
inmenso para sustentar sobre roca el ser y el quehacer de Cáritas en
el contexto local y global en que vivimos. Simboliza, de manera
especial, la unidad entre identidad y acción, ser y quehacer,
pensamiento y acción. En definitiva, muestra un camino para
encarnar la Buena Noticia en nuestro tiempo.
Caritas
Española
Editores
C/ Embajadores, 162
28045 Madrid
www.caritas.es
48