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Cuestionario Silvana Tarea #O3

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA:

Derechos Reales

TEMA:

Cuestionario de Derechos Reales

ALUMNA:

Navarro Gómez, Silvana Araceli

DOCENTE:

Dr. Mario Rentería Sánchez

CICLO: VI

Piura - 2016
CUESTIONARIO
1. ¿Qué entiende por defensa posesoria extrajudicial?

La Defensa Posesoria Extrajudicial (Auto tutela de la posesión), implica que el


propio beneficiado con el derecho subjetivo o con la situación jurídica (aquí se
ubica la posesión), realiza por sí mismo la acción de defensa y protección.
El art. 920° C.C. señala textualmente lo siguiente:
“El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y
recobrar el bien, sin intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en
ambos casos debe abstenerse de las vías de hecho no justificadas por
las circunstancias”.
Artículo 920: Defensa posesoria extrajudicial; el poseedor puede repeler la fuerza
que se emplee contra él y recobrar el bien, sin intervalo de tiempo, es decir, la
defensa por manos propias, en los casos y con los requisitos exigidos por la ley.
En principio todo acto de violencia practicado a mano propia está prohibido, pues
para ello existen autoridades que actuando a través de la norma jurídica son las
encargadas de resolver los conflictos y restituir las cosas a su estado anterior.
Suele suceder, en cambio, y la realidad lo confirma, que las autoridades no
puedan intervenir en ciertas circunstancias y así como es la ciencia penal existe
la legitima defensa, así también el derecho civil recoge este principio y lo encaja
en el numeral consagrando la defensa extrajudicial efectuada a la mano propia,
con lo cual protege al individuo y a los bienes que integran su patrimonio de daños
que más tarde podrían ser irreversibles.

Requisitos para que proceda la defensa extrajudicial:

 Que el poseedor del bien, mueble e inmueble, se vea afectado en su derecho


por un acto de violencia, sea esta de simple turbación o perturbación o de
despojo.

 Que ante fuerza perturbadora o desposesoria ejercitada contra el poseedor


este responda de inmediato, esto es, sin intervalo de tiempo, sea rechazado
la perturbación o recuperando el bien desposeído.

 Que por las circunstancias del caso, el auxilio de la autoridad no pueda ser
empleado oportunamente.
 Que la reacción del poseedor no exceda de los límites de una adecuada
defensa. Es decir debe existir una proporción racional entre el ataque y la
defensa empleada.

La posesión del titular o no titular del derecho real, sobre un bien mueble o
inmueble, rústico o urbano, encuentra su primera tutela en la legítima defensa
contra los actos con los cuales se priva o perturba el goce pacífico de un bien. Por
tanto, el poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza que se
emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o recobrar el
bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado, sin que con ello incurra en delito
por tomarse la justicia por su propia mano, siempre que lo haga inmediatamente,
noex intervallo , y lo haga con medios proporcionales a la ofensa, o sea se debe
abstener de las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.

Por lo tanto la autotutela del poseedor le confiere a éste dos posibilidades:


 Defensa: Es lícito que el poseedor rechace por la fuerza los actos de poder
arbitrarios e ilícitos de los terceros; no puede en tales casos utilizar una
violencia excesiva de acuerdo a las circunstancias.
 Reacción Equivalente: En este caso el ataque ha cesado sin haberse
evitado la desposesión. Ante esta circunstancia, el ordenamiento jurídico
autoriza.

2. ¿Qué entiende por defensa posesoria judicial?


Interdictos y Acción Posesoria

Artículo 921: Defensa posesoria judicial Todo poseedor de muebles inscritos y de


inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Si su posesión
es de más de un año puede rechazar los interdictos que se promuevan contra él.

DERECHO A LAS DEFENSAS POSESORIAS.


Está constituido por una serie de normas legales que favorecen al poseedor
cuando éste es perturbado o despojado de su posesión. Estas pueden ser:
Las acciones posesorias y los interdictos: Es decir, los medios procesales
por los cuales se pueden requerir del órgano jurisdiccional el cese de una
perturbación o la restitución de una posesión. Los interdictos tienen la finalidad
de defender al poseedor actual, sin entrar a considerar si se tiene derecho o no a
la posesión. Las acciones posesorias se conceden, en cambio a quienes tienen
derecho a la posesión. Entonces nos damos cuenta que nuestra legislación ha
recogido una teoría dualista que distingue las acciones posesorias de los
interdictos

La defensa judicial de la posesión de muebles inscritos y de inmuebles, estén o no


inscritos, está confiada a las acciones posesorias y a los interdictos.

El Código Civil de 1936 limitó la tutela interdictal al poseedor de bienes


inmuebles. El art. 831 de este Código disponía: " Todo poseedor de inmuebles
puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos, conforme al Código de
Procedimientos Civiles. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los
interdictos que se promuevan contra él "..

El art. 921 del Código Civil vigente se complementa con los arts. 598 y 599 del
Código Procesal Civil. El art. 598 prescribe: Todo aquel que se considere
perturbado o despojado en su posesión puede utilizar los interdictos, incluso
contra quienes ostenten otros derechos reales de distinta naturaleza sobre el
bien objeto de la perturbación. El art. 599 establece: El interdicto procede
respecto de inmuebles, así como de bien mueble inscrito, siempre que no sea de
uso público. También procede el interdicto para proteger la posesión de
servidumbre, cuando ésta es aparente.

No están protegidos por los interdictos los bienes muebles no inscritos y todos
los derechos extra patrimoniales, tampoco lo están los bienes del Estado de uso
público (art. 599 del CPC).

No está demás hacer presente que la posesión, especialmente la del propietario,


desde el Derecho romano hasta la actualidad, además de las acciones
posesorias y de los interdictos, está protegida también por acciones
contractuales (en los contratos) y por las acciones penales (en los delitos).
El art. 921 confiere las acciones posesorias y los interdictos a los poseedores de
muebles inscritos y de inmuebles. Las acciones posesorias corresponden a
quienes tienen derecho a la posesión y los interdictos a los poseedores sin entrar
a considerar si tienen derecho o no a la posesión. En otros términos, el hecho
posesorio actual (el ius possessionis ) se defiende con el interdicto y el derecho a
la posesión ( el ius possidendi ) se protege con la acción posesoria.

3. ¿Cómo se da extinción de la posesión ?Explique cada


una de sus formas dando ejemplos

Artículo 922: Causales de extinción de la posesión:


Se produce cuando desaparece a facultad de ejercicio de hecho, la posesión
se extingue por:

1.- Tradición:
Ello supone la transmisión de mano a mano, en otras palabras la
derivación. Tiene un carácter bilateral desde que interviene dos sujetos
uno de ellos es trasmisor y el otro llamado adquiriente.
2.- Abandono

3.- Ejecución de resolución judicial


Ejecución de resolución judicial: Supone la existencia de un fallo
ejecutoriado o consentido. Este fallo no puede ser otro que el derivado del
proceso llevado por vía del proceso de conocimiento.

4.- Destrucción total o pérdida del bien.

En este caso va a faltar el objeto, que es uno de los elementos existenciales


el acto jurídico, al extinción del bien poseído puede producirse por dejar
de existir material y jurídicamente.
4. ¿Explique para qué sirve la Adición de Plazo
Posesorio? La cual está establecida en el artículo 898°
del C.C., que a la letra dice:
“Adición de plazo posesorio
El poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el
de aquel le transmitió válidamente el bien”

En el artículo 898º CC, según el cual “El poseedor puede adicionar a su


plazo posesorio el de aquel que le transmitió válidamente el bien”. El único
requisito que señala el citado artículo es que la transmisión se dé de forma
válida.
En tal sentido, si un usurpador le “transfiere” a otro la propiedad de un
bien en virtud de un contrato perfectamente válido, entonces el
“adquirente” (en realidad no adquiere nada porque su transferente no es
propietario del bien) podrá sumar a su posesión el tiempo que estuvo en
contacto con el bien aquél que se lo transfirió.
Esta transferencia válida a la que hace referencia la norma da lugar al
denominado justo título, en tanto éste consiste como ya se indicó en un
contrato válido pero insuficiente para transmitir el dominio sobre el bien
de una parte a favor de la otra.

Entonces cuando el artículo 898º CC establece como condición para la


suma de plazos posesorios la “transmisión válida del bien”, le está
exigiendo al prescribiente que cuente con un justo título. ¿Además del
justo título se le debe exigir al prescribiente buena fe para que pueda
valerse de la suma de plazos? Piénsese en el siguiente caso:

“Luciano” encuentra un inmueble desocupado y se introduce en él. Lo


posee por el plazo de 3 años y luego de ello, estando próximo su viaje al
interior del país, decide dejar el bien. Para ello, contacta con su mejor
amigo “Mario”, quien conocedor de la ajenidad del bien se lo compra a
“Luciano”.
En este caso existe un contrato de compraventa entre “Luciano” y “Mario”
en virtud del cual el segundo, no obstante conocer que el bien no le
pertenece al primero, se lo compra. Se podría sostener que en la medida
que el artículo 898º CC sólo exige la transferencia válida del bien, sin
mencionar a la buena fe por parte del adquirente, este requisito no
resultaría exigible al poseedor prescribiente que quiere valerse de la suma
de plazos.

Por ello, en la medida que la norma no lo exige, la buena fe no sería


necesaria para que un poseedor pueda sumar a su favor el tiempo de
posesión de su transferente. No obstante que el argumento resulta
efectista, consideramos que existe una razón teleológica que nos permite
arribar a la misma conclusión y que le da un mayor soporte.
Para comenzar, la suma de plazos posesorios tiene fundamentalmente
razón de ser en la prescripción adquisitiva de dominio. Por ello todo lo
referente a la suma de plazos posesorios debe ser analizado teniendo como
presupuesto que lo que se busca en la gran mayoría de casos es permitirle
al poseedor completar el plazo prescriptorio que la ley establece.

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