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¿Acaso No Ardía Nuestro Corazón? - Charla 1

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Lucas 24:13-32

Ese mismo día, dos de ellos iban de camino a una aldea llamada Emaús, que distaba de
Jerusalén unos diez kilómetros. Iban hablando de todo lo que había sucedido, y mientras
hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y los iba acompañando. Pero ellos no lo
reconocieron, y es que parecían tener vendados los ojos. Se veían tan tristes que Jesús les
preguntó: «¿De qué tanto hablan ustedes?» Uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le
respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha sucedido en estos
días?» «¿Y qué ha sucedido?», preguntó Jesús. Y ellos le respondieron: «Lo de Jesús de
Nazaret, que ante Dios y ante todo el pueblo era un profeta poderoso en hechos y en
palabra. Pero los principales sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo cruci caron. Nosotros teníamos la esperanza de que él habría de
redimir a Israel. Sin embargo, ya van tres días de que todo esto pasó. Aunque también nos
han dejado asombrados algunas mujeres de entre nosotros, que fueron al sepulcro antes de
que amaneciera. Como no hallaron el cuerpo, han venido a decirnos que tuvieron una visión,
en la que unos ángeles les dijeron que él vive. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro, y
encontraron todo tal y como las mujeres lo dijeron, pero a él no lo vieron.» Entonces Jesús les
dijo: «¡Ay, insensatos! ¡Cómo es lento su corazón para creer todo lo que los profetas han
dicho! ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, antes de entrar en su
gloria?» Y partiendo de Moisés, y siguiendo por todos los profetas, comenzó a explicarles
todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él. Cuando llegaron a la aldea adonde
iban, Jesús hizo como que iba a seguir adelante, pero ellos lo obligaron a quedarse. Le
dijeron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde, y es casi de noche.» Y Jesús entró y se
quedó con ellos.
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Comenzaremos a estudiar este pasaje bíblico, como lo son los caminantes
de Emaús. Vamos a analizar la actitud de estos discípulos, ellos salían de
Jerusalén y volvían a Emaús sin esperanza.

¿Qué es la esperanza? Te invito a que con tu Grupo de


Comunión (GC), puedan llegar a conclusiones de que signi ca
para ellos la palabra ESPERANZA.
COMENCEMOS:
La esperanza es la expectativa con ada y el anhelo de recibir las
bendiciones que se han prometido a los justos. La esperanza es parte de la
formación de carácter, puesto que nos lleva a soportar la tribulación,
produce paciencia y la paciencia esperanza, lo que es el ingrediente
esencial de nuestra FE. Romanos 5:2-5.
Por su parte la Biblia de ne la fe como la “certeza de lo que se espera y la
convicción de lo que no se ve”. En este sentido, podríamos decir que Fe y
esperanza son casi sinónimos.
Pero la Biblia nos dice que la fe sin obras es muerta, por lo mismo la
esperanza sin acción, no es esperanza. La esperanza sin acción es
desesperanza, es el camino directo a la desilusión.

¿Cuántas veces nos hemos sentido desilusionados en tantos


aspectos de la vida diaria? ¿En que área de tu vida te has
sentido desilusionado? ¿Y en tu vida espiritual, te has sentido
desilusionado? Conversemos.
Tomando el ejemplo de los caminantes de Emaús, Ellos realmente se
sentían completamente desilusionados. Jesús,
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su maestro. El hombre con que vieron prodigios y milagros durante más
de tres años, ya no estaba con ellos. Jesús había muerto.
Estos discípulos quizás eran parte de los 70, o quizás siempre estuvieron
en la multitud junto con Cristo. Pero el versículo 13 de Lucas 24 nos
dice: Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada
Emaús, que estaba a 11 kilómetros de Jerusalén.
Ellos se dirigían aquel mismo día a un pueblo llamado Emaús. No habían
pasado ni 3 días de la muerte, que es el luto o cial judío y ellos ya se
iban desilusionados.
LA DESILUSIÓN MUCHAS VECES ES MÁS RÁPIDA DE LO QUE
PENSAMOS.
Nos desilucionamos de pastores, líderes, iglesias, sistemas. Para el ser
humano es fácil desilusionarse.
Los desilusionados vuelven siempre a su “Emaús”. Tomemos ese lugar
como tu lugar anterior a Cristo. Emaús estaba relativamente cerca de
Jerusalén (11 kilómetros). Tu Emaús siempre esta cerca de tu Jerusalén.
Jerusalén es donde está la esperanza, la Misión, tu Propósito. Siempre es
más fácil volver al pasado conocido, que avanzar muchas veces a un
futuro incierto.
Lucas 24
15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se
acercó, y caminaba con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados,
para que no le conociesen. 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que
tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis
tristes? 18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo:
¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en
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El texto bíblico nos indica que no sólo hablaban, sino que también
DISCUTÍAN (del original disputa).
¿Qué es discutir? Defender opiniones o intereses opuestos en una
conversación. ¿Te puedes imaginar cuáles eran esas discusiones?
Cuando vas en el camino de la desilusión, uno no puede conversar, sino
que discute. Siempre quieres hacer valer tu opinión. Es tan potente la
desilusión personal, que siempre quieres ir a la confrontación, cuando
alguien está tratando de ayudarte.
Cuando te desilusionas de los demás, ya no ves al Señor, aunque camine
contigo a tu lado. Menos verás a Cristo en tu hermano; la desilusión te
ciega a lo espiritual.
Estaban TRISTES. En la versión NTV podemos ver más en profundidad el
corazón de estos dos discípulos:
ÉL LES PREGUNTÓ: —¿DE QUÉ VIENEN DISCUTIENDO TAN
PROFUNDAMENTE POR EL CAMINO? SE DETUVIERON DE GOLPE,
CON SUS ROSTROS CARGADOS DE TRISTEZA.

Estaban tristes, porque se habían visto defraudados con su líder, tan


especial, pero que había sucumbido a los poderes terrenales. Su
desazón era comprensible porque según sus propias palabras: “… pero
nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a
Israel …”

Ya sabían todas las novedades, ya sabían que el sepulcro estaba vacío,


que Pedro había ido también y que no había encontrado el cuerpo,
pero ellos igual estaban sin esperanza.
Pensaban quizás, cómo una gran persona, que era un gran profeta, muy
poderoso en obras y en palabras; había podido ser vencido por los jefes
de los sacerdotes y autoridades de Judea.

Tenían los ojos velados a conocer quién era realmente el que les
preguntaba. El hecho de no dejar ver la realidad inmediata, muchas
veces es un método utilizado por Dios para crear un contraste a lo que
va a enseñar o dar más gloria a lo que va a realizar.

¿Cuántas veces queremos ver a Dios actuar de forma


poderosa en diferentes áreas de nuestra vida. Y muy por el
contrario el calla? Convérsalo.

¿Cómo cambiar esa actitud de desilusión y desesperanza?

ESCRITURAS

Lucas 24
2 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer
todo lo que los profetas han dicho! 2 ¿No era necesario que el Cristo
padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 2 Y comenzando
desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas
las Escrituras lo que de él decían.

El primer paso indiscutido es: VOLVERSE A LAS ESCRITURAS.


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Jesús les declaró las escrituras y les habló especí camente que su
persona (velada para ellos), era realmente el Mesías.

La fe viene por la Palabra. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la


palabra de Dios” (Romanos 10:17). Sabemos que Cristo es quien nos
salva; sin embargo, la Biblia es la fuente de nuestro conocimiento de
Cristo y su poder salvador. Sin la palabra no habría conocimiento de
su amor redentor; y por tanto, no habría fe ni obediencia de parte de
los humanos. Por esto, la Biblia dice que somos salvos por la Palabra.
Este es el medio que Dios usa para llevarnos a Cristo.

¿En momentos difíciles vas a las Escrituras? ¿Es la palabra


la primera herramienta que ocupas para acercarte
nuevamente a Jesús? Conversemos.

QUÉDATE CON NOSOTROS

Lucas 24:28-31 Cuando llegaron a la aldea adonde iban, Jesús hizo


como que iba a seguir adelante, pero ellos lo obligaron a quedarse. Le
dijeron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde, y es casi de
noche.» Y Jesús entró y se quedó con ellos.
Una de las costumbres judías, es cuando comienza a caer la noche,
que en medio oriente es a las 6 de la tarde; las personas invitan a
alojarse en su hogar a los caminantes.
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No es bien visto que alguien este en de noche en la calle, sin que tenga
un alojo.
Los discípulos de Emaús INVITARON a Jesus a su hogar. Cuando las
escrituras comienzan a calar tu corazón, lo que debes de hacer es
volver a invitar a Cristo a que entre en tu casa nuevamente. Hospeda
su presencia.

¿En palabras simples? ¿Cómo hospedaríamos nuevamente la


presencia de Dios en nuestro corazón? Conversemos.
Para terminar, invita a las personas de tu Grupo de Comunión a realizar
un desafío de lectura bíblica, hasta que el día que se vuelvan a reunir.
Tú como coordinador establece una lectura devocional para que todos
puedan compartir en sus grupos de WhatsApp. Quizás cada uno con
una re exión diaria, de la lectura asignada.
También invita a que diariamente puedan tener un tiempo de intimidad
de oración y adoración personal; y así hospedar su presencia en
nuestros corazón. Para eso te entregaremos una alabanza especial para
este momento, grabada por la presbítera Edilma Santos: Yo quiero estar
en este lugar.
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