La Personalidad
La Personalidad
La Personalidad
personalidad
Página dos- Un breve resumen del Psicoanálisis de Freud y una mención a las teorías de rasgos
y humanistas.
Página tres- Teoría del aprendizaje social de Julian Rotter y el comienzo de unas breves
pinceladas de los diversos trastornos de la personalidad clasificados por Theodore Millon.
Fuentes:
Características de la personalidad
Siendo la personalidad la conjunción de temperamento y carácter, surgen preguntas como:
¿Los genes determinan la personalidad?, ¿La educación puede llegar a cambiar un carácter o
tan solo modificarlo levemente?, ¿Somos una tabula rasa al nacer y la formación de una
personalidad depende de la educación?... Estas preguntas pueden solventarse con las
siguientes características que atribuimos a la personalidad:
-La personalidad es una entidad espiritual (no física), la cual viene de la observación de la
conducta.
-Es el estilo personal con el que cada persona interactúa con el ambiente físico y social. Está
comprendida por su conducta, sentimientos y pensamientos.
-Nace de la interacción del ambiente (educación) y la herencia genética. Es decir, nacemos
para ser nosotros mismos, no lo que quieran los demás.
-La personalidad es la forma de pensar, percibir o sentir de un individuo que, en conjunto,
forma su verdadera identidad. Para que esta identidad funcione correctamente a un nivel
psicológico debe tener variabilidad y flexibilidad (poder adaptarse a cambios).
-La personalidad se desarrolla y cambia con el tiempo. Ciertos periodos de la vida, como la
niñez, la pubertad o la menopausia son más sensibles a estos cambios (pudiendo producirse en
éstos con más facilidad grandes transformaciones psicológicas).
-Es cultural, social e individual. Somos iguales y distintos al mismo tiempo, siendo nuestra
principal tarea alcanzar el equilibrio entre lo que nos une y diferencia (alcanzar este equilibrio
sería superar los límites del racismo, etnocentrismo, machismo…).
-La capacidad del ser humano como individuo de afrontar su propia existencia es atribuida a la
personalidad. Esta autonomía personal es una aspiración humana proveniente de la antigua
Grecia. La construcción de uno mismo con nuestros propios ideales y creencias, sentimientos y
emociones, así como el establecimiento de una escala propia de valores.
-Las personalidades que destaquen deben asumir que junto a la admiración surgirá la envidia y
el rechazo, pues es inevitable (dada la naturaleza del ser humano).
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Teorías de la personalidad
Una teoría es un conjunto de hipótesis, postulados y modelos que relacionan datos empíricos
y permiten comprender sus interrelaciones (llegando a hacer predicciones sobre el futuro
desarrollo).
Una teoría de la personalidad trata de responder a tres cuestiones fundamentales (a la vez
que sigue la definición mencionada arriba):
-Las características que definen a las personas y su organización.
-La interacción de los factores genéticos y ambientales.
-Averiguar la razón de la diversidad de conductas entre personas ante la misma situación y
razonar a qué son debidas esas diferencias.
Ha habido cuatro grandes teorías que destacan sobre el resto en cuanto al estudio de la
personalidad, son:
Freud además indicó que la personalidad humana es el conjunto de tres diferentes partes, las
cuales son conflictivas entre sí:
-El ello es la parte que satisface los impulsos del cuerpo que priorizan la supervivencia.
-El yo es la parte racional y relista que surge con el ello como base. Son los elementos
conscientes lo que la conforman (percepción, procesos intelectuales…). Se forma con la cultura
y educación recibidas. Es en la mayoría de las situaciones la antítesis del yo.
-El superyó es la parte mediadora entre el yo y el ello. Tiene su base en el yo, y en la infancia es
esta parte la que, contra sus deseos, acepta las normas paternas y sociales enseñadas.
Freud divide la personalidad y conciencia en partes diferenciadas, las cuales él afirma que
interactúan entre sí para dar lugar a la personalidad y conducta que podemos observar en los
seres humanos.
Las teorías de los rasgos de Hans j. Eysenk y las teorías humanistas de Carl
Rogers, tratan respectivamente de identificar los rasgos que conforman la personalidad
relacionándolos con el comportamiento real, y de resaltar el ambiente externo y los efectos
del condicionamiento y el aprendizaje sobre la personalidad.
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Las teorías conductistas de Julian Rotter
Según Rotter, el individuo y el ambiente se influyen mutuamente. Las experiencias pasadas
pueden generar una consecuencia satisfactoria o insatisfactoria; es decir que, cuando a una
persona se le presenta una situación similar a la que ha vivido en el pasado, espera que le
suceda lo mismo que ocurrió en esa ocasión; por consiguiente su libertad de movimiento se ve
restringida. La expectativa se refuerza cada vez que el sujeto obtiene la misma consecuencia.
Según Rotter, para entender el aprendizaje y la conducta, se tiene que tener en cuenta la
formación de expectativas, tasa de aciertos y errores, la calidad del reforzamiento y el valor de
reforzamiento. Si el valor de reforzamiento del objetivo es alto, se genera una expectativa
satisfactoria y conduce al individuo a conseguirlo sin importar si es alcanzable o no.
El admirar a alguien exitoso lleva a imitar su conducta, creando una formación de valores de
objetivos falsos, dado que la persona no se fija en su capacidad sino que exterioriza esos
valores. Por esto, es importante armonizar las expectativas de éxito y los valores de objetivos.
Se puede notar que la expectativa y el valor del objetivo están correlacionados. A menudo, las
personas tienden a desmoralizarse en su expectativa con el objetivo elegido, ya que la
probabilidad de lograrlo es mínima, experimentando una situación de frustración.
Julian Rotter identificó seis necesidades generales en las cuales se encontraba involucrado el
medio como elemento reforzador (de apoyo):
· Reconocimiento: necesidad de ser admirado por los logros conseguidos.
· Dominación: necesidad de ser atendidos y de tener influencia sobre los demás.
· Independencia: necesidad de estar seguro de sí mismo y de tener control sobre las propias
decisiones.
· Protección y dependencia: necesidad de ser amparados del daño y de tener apoyo por parte
de los demás.
· Amor y afecto: necesidad de ser cuidados y apreciados positivamente por las personas que
nos rodean e importan.
· Comodidad física: es la necesidad de placer físico y liberación de la incomodidad o el dolor.
Trastornos de la personalidad
Un trastorno de la personalidad no es más que una forma de conducta desadaptada. Las
alteraciones de la personalidad surgen en todas las culturas y grupos sociales, dificultan o
impiden nuevos aprendizajes y causan fragilidad emocional (especialmente en situaciones bajo
presión, como el estrés…). Esta alteración/trastorno es definida por T.Millon como la presencia
o ausencia de cierto tipo de rasgos (definición la cual ayuda a la hora de clasificarlos). Los
trastornos de personalidad son los siguientes:
·Personalidad antisocial (antes se les denominaba psicópatas). Son individuos fríos,
insensibles, ambiciosos y a veces agresivos (muy susceptibles a la frustración). Descuidan los
derechos y el bienestar de los demás, ya que relacionan dichas emociones tiernas con la
debilidad.
·Personalidad narcisista. Presuntuosos, esnobs, mimados y explotadores (ya que sobrevaloran
su experiencia personal). Se suele utilizar para definirlos el adjetivo egocéntrico (quieren ser el
centro de atención, que reconozcan su valor…). Son emocionalmente frágiles.
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·Personalidad dependiente. Son dóciles, les falta autoestima y poseen sentimientos de
inferioridad. Son incapaces de desarrollar una vida constructiva si se encuentran solos.
·Personalidad histriónica. Superficiales, caprichosos y no empáticos. Su conducta es dramática,
exagerada y frágil. Hacen uso de la manipulación y seducción (muestras de inmadurez).
·Personalidad pasiva-agresiva. Es una personalidad ambivalente y negativista (con cambios de
humor repentinos). Son opositores, no complacientes (malhumorados, quejicas…).
·Personalidad obsesivo-compulsiva. Tendencia a construir su propio mundo de reglas, normas,
esquemas y jerarquías. Se relacionan con los demás en base a su estatus y viven basándose en
los valores convencionales. Son reprimidos, solemnes y serios.
·Personalidad por evitación. Aíslan sus sentimientos por temor a la soledad y el rechazo. Son
hipersensibles a las opiniones ajenas y presentan baja autoestima.
·Personalidad esquizoide. Incapaz de percibir el humor o las necesidades de los demás
(insensibles/no empáticos y poco comunicativos). Indecisos en sus metas, imprecisos en sus
acciones, quedan absortos con su persona y se acaban aislando socialmente.
·Personalidad esquizotípica. Conducta errática, extravagante y excéntrica en sus acciones.
Prefieren el aislamiento social (lo que concuerda con su estilo cognitivo reflexivo y autista,
incapaz de organizarse mentalmente de forma lógica). Se consideran a sí mismos
desamparados, vacíos y su vida (en su opinión) carece de un sentido o meta.
·Personalidad límite. Parecen impulsivos, pero desarrollan crisis espontáneas (conducta
impredecible). Es paradójico, ya que a pesar de necesitar el afecto y apoyo de los demás se
comportan de forma manipuladora y variable.
·Personalidad paranoide. Tienden a estar siempre en guardia y a desconfiar de los demás. Son
personas que se vuelven suspicaces, resentidas y hostiles.