Resumen Del D. Civil - Obligaciones
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Resumen Del D. Civil - Obligaciones
inciertas, por la disposición del artículo 470 C.C. Esta posición es compartida por
Martyniuk.
Ilícito extracontractual
La valuación del daño producido como consecuencia de un hecho ilícito extracontractual
se realiza al tiempo de la producción del perjuicio. Surge, sin embargo la cuestión que
plantea si no sería más justo valorar los daños al tiempo de la sentencia dado que, entre
uno y otro momento, la valuación podría sufrir una variación, aumentando el monto del
valor del daño y, por ende, aumentando también el perjuicio para la víctima del daño
injusto.
Sin embargo, de dónde está claro que el agravamiento del daño y la necesidad de
ampliar el monto o quantum de la indemnización, está salvado hace tiempo, con la
admisión jurisprudencial de que el actor podrá reservar la ampliación del quantum sí es
que, al peticionar un monto indemnizatorio, agregó la frase “o lo que en más o menos
resulte de las probanzas de los autos”.
Por ende, se admitió esta fórmula jurisprudencial que permite conceder un mayor monto
al peticionado, cuando se demostró un mayor perjuicio al originariamente pretendido.
Pero, ello no debe llevarnos a establecer que el juez pueda conceder rubros no
peticionados; justamente, el límite de la frase “o lo que en más o en menos resulte de las
probanzas de los autos”, es que el actor pudo haberse equivocado en el monto del
rubro, pero tuvo que haber peticionado el rubro.
Por otra parte, si la petición indemnizatoria se traduce en una suma de dinero, la forma
de actualizar la suma es a través de los intereses, los que deben ser solicitados al inicio
de la demanda o, de lo contrario, los jueces no los conceden, por entender que ha sido
tácitamente declinado por el titular del derecho.
PRUEBA
Hay que mencionar también qué existe una marcada diferencia entre las obligaciones de
fuente contractual con las de fuente extra contractual en cuanto a la prueba se refiere.
Prueba en los daños contractuales
En este punto, debe distinguirse entre los contratos que contienen obligaciones de
medio y los contratos que contienen obligaciones de resultado.
Si estuviésemos ante un caso de incumplimiento contractual cuyo contenido es una
obligación de resultado, al acreedor que reclama le bastaría con presentar el contrato y
la prueba de que él mismo ha cumplido su parte de la obligación al formular su
requerimiento pertinente, invocando que el reclamado no ha cumplido con la suya.
Es entonces, el deudor compelido a pagar, quien tiene que demostrar que ha cumplido
su parte, presentando también las pruebas que acrediten este extremo o que no le fue
posible pagar por un motivo que lo exonera del cumplimiento, como el caso fortuito, la
fuerza mayor, el hecho del mismo perjudicado o de un tercero por quien no deba
responder. Si no probase estos extremos, se tendrá por incumplido el contrato por parte
del reclamado, y su culpa se presumirá. Por eso es que en estos contratos que
contienen obligaciones de resultado se dice que la culpa del deudor se presume.
En los contratos que tienen como contenido una obligación de medios la cuestión es
distinta. En estas obligaciones de medio ya no cabe presumir la culpa del sujeto obligado
como se daba en las obligaciones de resultado, sino que el reclamante deberá probar la
culpa del reclamado al no haber este último observado una conducta diligente y
apropiada, según la naturaleza de la obligación
Prueba en los daños extracontractuales
Por otra parte, si los daños devienen de un ilícito extracontractual, habrá que diferenciar
si el caso se basa en la responsabilidad subjetiva o la responsabilidad objetiva.
Si el caso fuera de responsabilidad civil subjetiva por hecho propio, el acreedor está
obligado a demostrar al deudor, en la producción del hecho dañoso. En este caso, la
culpa del deudor no se presume, y ante la falta de producción de la prueba
correspondiente que acredite debidamente que el daño se produjo por una causa
imputable al deudor, el reclamo es rechazado. Tratándose de un caso de
responsabilidad civil subjetiva por hecho ajeno el llamado a responder responde sino
prueba la eximente que la ley le provee.
Si se tratara de un caso de responsabilidad civil objetiva, la obligación de indemnizar
está impuesta en la ley, y por ende, es el requerido quién debe demostrar que se dieron
algunas causales de eximición previstas en la misma norma, como el caso fortuito, la
fuerza mayor, el hecho de la víctima o de un tercero por quien no debe responder, ya
que de no demostrar ninguna de estas eximentes, terminará abonando la indemnización
reclamada.
Prueba del Quantum del daño
Un apartado especial merece el tópico de la prueba del monto o quantum
indemnizatorio.
Al respecto, debemos señalar que el principio de la carga de la prueba se da a quien
invoque un perjuicio sea quien deba demostrar también la cuantía del mismo, a los
efectos de que el juez le otorgue el derecho a cobrar, según el monto del daño
demostrado.
Sin embargo, los tribunales de nuestro país han ido recepcionando y consagrando una
interpretación por lo cual, acreditada la existencia del daño y demostrada la culpa del
demandado, si no se ha demostrado debidamente la cuantía del daño, Esta puede ser
fijada, pretorianamente, es decir por el mismo juez. Al respecto, aplican los tribunales el
Art. 452 del C.C., entendiendo que el mismo otorga dicha facultad al juez, cuando se
refiere a la imposibilidad de probar el monto, interpretando que ella no está haciendo
alusión sólo a un obstáculo material que impida demostrar la cuantía, sino a la misma
pobre actuación probatoria de quién debía acreditar el quantum y no lo ha hecho.
Excepciones: prueba del daño en las obligaciones dinerarias y en la cláusula penal
Debe señalarse que existe una excepción legal a la exigencia de probar los daños, y se
refiere a la producida en el incumplimiento de las obligaciones que tengan por objeto la
entrega de una suma de dinero.
En este tipo de obligaciones, la ley presume la existencia del daño a partir del hecho de
la mora o retardo del deudor, en el cumplimiento de aquellas. Por ende, demostrado el
vencimiento de la obligación dineraria, y no probado que se ha pagado la misma, se
presumirá el perjuicio del acreedor, en cuanto a los costos financieros derivados. Por
ende, la ley indica que en estos casos, el deudor deberá al acreedor los
correspondientes intereses, por el simple hecho del retraso.
Del mismo modo, otra excepción a la obligación de probar la existencia del daño la
encontramos en aquellas obligaciones contractuales en las que se previó una cláusula
penal para el caso del incumplimiento total o parcial o para el cumplimiento tardío, ya
que en estos casos, según el art. 454 del C.C. el obligado debe pagar la pena en caso
de que no cumpla la obligación o la cumpla a destiempo, aún en el extremo de que logre
acreditar que el acreedor no sufrió perjuicio alguno.
DAÑO MORAL
Se refiere este rubro a los perjuicios que afectan el ámbito íntimo de las personas, a los
sentimientos, a las afecciones legítimas, al sufrimiento, a la imagen privada y pública, al
honor, al desasosiego espiritual y a cualquier aspecto no patrimonial que importe un
Bibliografía
- Derecho de las Obligaciones en el Código Civil Paraguayo – Ramón Silva Alonso
- Esbozo de las Obligaciones Civiles – Alberto J. Martínez Simón
- Código Civil Paraguayo – Comentado y Anotado – Miguel Angel Pangrazio y Horacio
Antonio Pettit
- Constitución Nacional del Paraguay