Plan de Trabajo 4
Plan de Trabajo 4
Plan de Trabajo 4
Son problemas en los que dos medidas se combinan para obtener una tercera.
Ejemplo:
La caja de bombones tenía 28 bombones. Nos hemos comido 12. Quedan 16.
Al igual que en el caso anterior, aquí también podemos contemplar 6 subtipos dependiendo
de! tipo de comparación (positiva o negativa) y según preguntemos por la cantidad más
grande, la más pequeña o por la comparación.
Se trata de los problemas en los que dos transformaciones se componen en una tercera
resultante de las otras dos.
Ej.: Pedro tiene una hucha con dinero. Esta mañana sacó 18 euros para comprar un libro. Por la
tarde metió 15 euros que le dio su tía. El balance final del día es una disminución de 3 euros en
su hucha.
La variedad de sub tipos que puede generar esta estructura es bastante amplia, dependiendo
de que la incógnita sea una de las transformaciones o la resultante, el signo de las
transformaciones, y el valor absoluto de la transformación incógnita en e! caso de que las
transformaciones que se componen tengan distinto signo.
Uná transformación actúa sobre un estado relativ04 para dar lugar a otro estado relativo.
Aquí nos encontraremos en principio las seis clases del tipo segundo estudiadas antes, pero
con mayor número de casos debido al carácter (positivo o negativo) de los estados relativos
inicial y final.
Tipo VI: Composición de estados relativos
Nos encontramos aquí con dos estados relativos que se pueden componer, no se transforma
uno en otro.
Ignacio le debe 8 canicas a Manuel y éste 14 a Ignacio. Luego Manuel le debe 6 a Ignacio.
Aquí aparecen las dos clases correspondientes al primer tipo de composición de medidas, pero
obviamente con más subclases debido a la distinta naturaleza de los estados relativos
(positivos o negativos).
Las primeras técnicas para obtener resultados de problemas aditivos y sustractivos son
aquellas que están ligadas al conteo. Pensemos que estas operaciones son las primeras que el
alumno va a manejar, y aparecen ya en la construcción del número como una de sus utilidades
más importantes. Hablamos de técnicas como el sobreconteo, deconteo o doble conteo.
Ahora bien, estas técnicas deberán ser abandonadas progresivamente para ser sustituidas por
otras más propias del cálculo. ¿Qué queremos decir con esto?
Así, para realizar la adición 35 + 41 según nuestra técnica usual, se necesita conocer
previamente los resultados 3 + 4 = 7 y 5 + 1 = 6. De esta manera procedemos:
Esto nos proporciona ya una línea de trabajo en el aula: actividades encaminadas a establecer,
aumentar y estructurar un repertorio de resultados aditivos (huelga decir que este repertorio
es el mismo para los cálculos sustractivos).
«Se exige que los niños memoricen datos, definiciones, procedimientos de cálculo, técnicas de
medición, etc. Cuando los recursos son limitados y las clases grandes, la enseñanza y la
práctica repetitiva de datos y técnicas son más manejables que el fomento del conocimiento
conceptual y la aptitud para el razonamiento. Por ejemplo, enseñar paso a paso el algoritmo
para la sustracción de números de varias cifras con acarreos resulta más fácil que construir la
red de relaciones que constituye el conocimiento de los órdenes de unidades. Más aún, el
conocimiento de datos y técnicas es más fácil de observar y comprobar que el conocimiento
conceptual o la capacidad de razona- miento. Como el cultivo y la evaluación de la
comprensión matemática, el razonamiento y la resolución de problemas son difíciles, la
educación masiva se centra en la enseñanza y la evaluación de datos y técnicas matemáticas.»
Pero Kamii no plantea esta necesidad por simples cuestiones de aprendizaje. Su planteamiento
es mucho más radical, asegura que la enseñanza de los algoritmos es perjudicial en sí misma.
Lo fundamenta en tres razones:
Estas afirmaciones las sustenta en base a los resultados obtenidos entre los resultados de una
operación por los niños de tres clases.
Las primeras sumas de dos números se representan poniendo una regleta a continuación de la
otra, de modo que tenga una longitud igual al total de la tira formada de esta manera.
Después de haber trabajado de este modo durante tiempo, y cunado los niños ya sepan
calcular mentalmente sumas sencillas, podemos invitarlos a pasar a las primeras expresiones
escritas; en este punto conviene decir que, aunque las regletas constituyen una valiosa ayuda
ara dar este paso, no por ello conviene avanzarlo.
Normalmente, tras presentar al niño la nueva operación en algunos contextos más o menos
físicos, se pasa a la repetición de ejercicios de datos numéricos y técnicas algorítmicas sin
prestar atención a la necesidad que tiene los niños de dedicar un tiempo importante a la
aritmética informal.
-Disponemos de seis bolsas de caramelos y en cada una de ellas hay siete caramelos, ¿cuántos
caramelos tenemos?
-Una bolsa de 6 kilos de naranjas cuesta 12 euros. ¿Cuánto costarán 8 kilos de naranjas?
-Compré 4 botellas de leche por 3 euros)' 20 céntimos. ¿Cuánto vale cada botella?
Lo primero que se puede observar es que en estos problemas multiplicativos no estamos ante
una relación ternaria (dos números se componen para obtener otro tercero, como era el caso
de la adición), sino cuaternaria: intervienen cuatro números que son los que permiten dar
significado a la situación.
Ejemplo 1
Ejemplo 2
Una clase tiene los pupitres dispuestos en forma rectangular de manera que tenemos 6 filas y
4 columnas. ¿Cuántos pupitres hay en total?
No estamos aquí ante una función proporcional que asocia dos campos de medidas. Tenemos
dos campos de medidas (que podrían ser el mismo en algún caso) que se componen para
conformar otro mediante un proceso análogo al producto cartesiano.
Enrique tiene 12 canicas y su hermana cuatro veces más. ¿Cuántas tiene su hermana?
Como se puede observar los problemas son muy similares a los de comparativas, pero la
comparación utiliza un coeficiente multiplicativo (razón).
No aparece más que un campo de medidas (cantidad de canicas) con un operador (escalar)
que relaciona ambas cantidades. No nos detendremos en ellos ya que son muy similares a los
del primer tipo, cuando se abordaban con el procedimiento llamado escalar. Ya entonces
podríamos haber enunciado «en seis bolsas hay seis veces más caramelos que en una» lo que
mostraba el operador escalar que indicábamos entonces.
Parece claro que los contextos asociados a los problemas de isomorfismo de medidas son más
sencillos para el niño. Puede incluso dar sentido a la nueva operación a partir de una
herramienta que ya dispone: la suma iterada. Los problemas de producto a medidas presentan
la multiplicación como una nueva operación sin una relación inmediata con los conocimientos
previos del niño.
Ahora bien, el diferente papel asignado a los dos números que intervienen en la multiplicación
en los problemas de isomorfismo de medidas (multiplicando y multiplicador) hace que la
consideración de propiedades como la conmutativa y la distributiva no se produzca con
facilidad.
Por otra parte, el uso de representaciones rectangulares, propias de los problemas del tipo II
es un medio muy interesante para la generación de técnicas artes anales de cálculo de
productos.
Con esto queremos concluir que es necesario plantear distintos ejercicios que contemplen los
dos tipos de situaciones.
Conocer el uso de las regletas para favorecer el desarrollo del cálculo mental en problemas
de estructura multiplicativa.