Bases Del Derecho Privado
Bases Del Derecho Privado
Bases Del Derecho Privado
Sin embargo, de abordar el estudio de cada una de estas ramas del derecho, es
válido tener en cuenta lo que nos dice Torré:
DERECHO PÚBLICO
Una norma es de derecho público cuando por lo menos uno de los sujetos que
interviene en la norma es el Estado como poder público.
DERECHO PRIVADO
Una norma es de derecho privado cuando los sujetos mencionados por la norma
son los particulares, y aún el Estado cuando no actúa como poder público (por
ejemplo, un contrato en donde el gobierno le compra un inmueble a un
particular, o un contrato de locación entre dos particulares).
Según esta teoría, para que la norma sea de derecho público, no es necesario
que se establezca una relación de subordinación entre un sujeto y el otro,
aunque ello usualmente suceda.
El derecho privado se divide en dos partes: una parte general y otra especial. En
la parte general se estudian los elementos esenciales y comunes a toda clase de
relaciones jurídicas: sujetos, objeto y causa. En la parte especial se estudiará lo
siguiente: el derecho de familia, los derechos personales, es decir, derecho de
las obligaciones, de los contratos y de la responsabilidad civil, derechos reales,
derecho de las sucesiones.
“Una rama del derecho privado que se ocupa del hombre como sujeto del
derecho sin distinción de calidades accidentales, y de las relaciones jurídicas
patrimoniales y familiares que lo tienen como sujeto, regulando las instituciones
básicas y sirviendo por lo tanto como punto de conexión de las demás ramas del
derecho privado”.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
Durante los últimos años existió una fuerte tendencia a la unificación del
derecho civil con el derecho comercial, por compartir problemáticas que caían
bajo la regulación de ambas.
Lo que se pretendía era edificar las bases de un derecho privado patrimonial,
que englobara tanto al derecho civil patrimonial como al derecho comercial,
sobre parámetros más amplios, propios de un derecho común. Esto quiere decir
que antes de la sanción del Código Civil y Comercial era nítida la separación
entre ambas ramas del derecho privado.
Ahora bien, ese panorama se vio modificado sustancialmente con la sanción del
Código Civil y Comercial, que unifica finalmente el derecho civil con el derecho
comercial en un solo cuerpo normativo, aunque esta unificación es parcial, pues
muchos microsistemas legislativos subsisten, en particular en el área del
derecho comercial, como son los casos de la Ley de Sociedades, la Ley de
Seguros, la Ley de Concursos, entre otras.
CONSTITUCIONALIZACIÓN
Entonces, podemos afirmar que los fundamentos de tal proceso de
constitucionalización pueden hallarse en el Anteproyecto del nuevo Código Civil,
expuesto por la Comisión Redactora, el cual manifiesta sobre el referido proceso
de constitucionalización del derecho privado, que expresa lo siguiente:
“La mayoría de los Códigos existentes se basan en una división tajante entre el
derecho público y privado. En nuestro anteproyecto, en cambio, tomamos muy
en cuenta los tratados en general, en particular los de derechos humanos, y los
derechos reconocidos en todo el bloque de constitucionalidad. En este aspecto
innova profundamente al receptar la constitucionalización del derecho privado,
y establece una comunidad de principios entre la Constitución, el derecho
público y el derecho privado, ampliamente reclamada por la mayoría de la
doctrina jurídica argentina.”
Es por esto que el nuevo paradigma que plantea el texto del Código Civil y
Comercial se fundamenta en el art. 1°, que dispone en el párrafo 1° lo siguiente:
“Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten
aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos
humanos en lo que la República sea parte”.
ANTECEDENTES
Tanto el Código Civil como el Código de Comercio –que regían con anterioridad
al sancionado mediante ley 26994, Código Civil y Comercial de la Nación– fueron
elaborados por Dalmacio Vélez Sarsfield.
RESEÑA HISTÓRICA
Vélez Sarsfield prepara, junto con Eduardo de Acevedo, el proyecto de Código
de Comercio para la provincia de Buenos Aires, que entra en vigencia en 1859 y
que, por sanción del Congreso de la Nación de 1862, vino a convertirse en
Código de Comercio de la República Argentina. Así, el primer Código de derecho
privado fue el Código de Comercio.
Bartolomé Mitre, por decreto de fecha 20 de octubre de 1864, encomienda a
Vélez la tarea de la preparación de un proyecto de Código Civil, quien se
consagra enteramente a dicha tarea, y finaliza la obra en 1869.
FUENTES
Para la elaboración del Código Civil y Comercial se han tenido en cuenta los
antecedentes más significativos del derecho comparado, la doctrina de los
autores nacionales y extranjeros con mayor prestigio académico, la opinión de
los congresos de juristas y los criterios de la jurisprudencia.
CONTENIDO
TÍTULO PRELIMINAR
La Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci en la entrevista sobre el Código Civil y
Comercial que leímos previamente destacaba la importancia de los principios
del derecho privado que precisamente se hallaban hasta en el Título Preliminar
del Código. Cabe preguntarnos, ¿qué contiene el Título Preliminar?
El Título Preliminar contiene las reglas generales de todo el sistema para que los
operadores jurídicos tengan guías para decidir en un sistema de fuentes
complejo y puedan, de esta manera, promover la seguridad jurídica y la
apertura del sistema a soluciones más justas.
En cuanto a los contratos en curso de ejecución, ellos deben ser juzgados por la
vieja ley, salvo que se trate de una relación de consumo y la nueva sea más
favorable al consumidor, en cuyo caso se aplicará esta última, pues el legislador
la habrá sancionado de acuerdo con lo que le parezca más razonable según los
cambios sociales o las prácticas negociables.
Así, en este capítulo se instituye la regla de que los derechos deben ser ejercidos
de acuerdo con el principio de buena fe, y los límites en su ejercicio son el abuso
del derecho, el orden público, el fraude a la ley y los derechos de incidencia
colectiva.
MÉTODO
El método de las normas o de los códigos representa el ordenamiento
sistemático de las instituciones en el cuerpo normativo, con el fin de brindar
coherencia, organicidad y claridad. De hecho, la codificación es el último
peldaño de la evolución legislativa. Como operadores del derecho, debemos
conocer el método del CCyC, ya que nos facilitará la tarea diaria al momento de
tener que encuadrar las situaciones jurídicas que se nos presenten en los
diversos institutos que el Código regula. Te presento el siguiente caso práctico
para que lo analices.
El Título Preliminar incluye las definiciones sobre las fuentes del derecho y las
reglas de interpretación y establece pautas para el ejercicio de los derechos con
cláusulas generales relativas a la buena fe, abuso del derecho, fraude a la ley.
Para responder el interrogante, una vez más vamos a tener que consultar el
método del Código.
La relación jurídica privada
¿Cuándo estamos frente a una relación jurídica privada?
Para ello, primero debemos responder este interrogante: ¿cuándo existe una
relación jurídica privada?
Rivera y Crovi (2016) definen la relación jurídica privada como “la situación en la
que se encuentran varias personas vinculadas entre sí respecto a determinado
bien o interés, estable y orgánicamente regulada por el Derecho, como cauce
para la realización de una función social merecedora de tutela jurídica” (p. 169).
Ahora bien, no toda relación entre personas, aun cuando pueda producir
efectos jurídicos, es relación jurídica. Así, la amistad, pese a que puede producir
ciertos efectos jurídicos, como la obligación de los jueces de excusarse cuando
tienen amistad íntima con alguna de las partes litigantes, no es relación jurídica.
OBJETO
Es aquello sobre lo que recae cada uno de los derechos. En el supuesto
planteado, el objeto sería el inmueble que se quiere transferir, es decir, el
departamento. Pero es importante destacar que el objeto pueden ser bienes,
como en este caso, o intereses.
El objeto de las relaciones jurídicas son los bienes y los intereses. Ellos se
resumen a conductas humanas, cuando el objeto de la prestación es una
prestación de servicios, ejemplo de ello son las relaciones laborales. De otro
lado, el objeto de los derechos pueden ser bienes susceptibles de valor
económico; los bienes materiales son cosas (art. 16 del CCyC).
Se comprenden las energías y fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al
servicio del hombre (art. 16 CCyC)
CAUSA
La causa es la fuente de la que ella emana. Son los hechos o actos jurídicos que
le dan origen. Son, por lo tanto, los hechos y actos jurídicos que producen como
efecto el nacimiento de la relación jurídica. Es el hecho o acto que hace nacer a
la relación jurídica, o que por el contrario la modifica o la extingue.
Los autores brindan otro ejemplo de relación jurídica privada. Un sujeto ingresó
a la vivienda de otro sujeto, con el fin de robar. Sería la relación jurídica que
nace fruto de un hecho ilícito, donde existe el autor del hecho y la víctima, en
virtud de la cual la víctima tiene el derecho a obtener de aquel la indemnización
del daño que ha sufrido. La relación tuvo como causa el hecho voluntario ilícito
(Rivera y Crovi, 2016).
Ahora bien, el fenómeno jurídico también puede ser aprehendido desde una
esfera subjetiva. Así, se nos presenta como un conjunto de facultades o
prerrogativas otorgadas por el derecho objetivo a los individuos –derechos
subjetivos– frente a los que aparecen, también en la esfera subjetiva del
derecho, los deberes jurídicos.
Los derechos subjetivos son los contenidos de las relaciones jurídicas. Es de vital
importancia su conocimiento a fin de poder aplicar su régimen regulatorio, sus
acciones, la manera de hacer efectivo su cumplimiento, los procesos y los
medios de defensa de quien ejerce la titularidad del derecho.
Para definirlos, existieron distintas teorías: teorías que los afirman y teorías
negatorias.
TEORÍAS INTERMEDIAS
Numerosos autores posteriores han descubierto que, en realidad, los elementos
de la voluntad y del interés no se contraponen ni se excluyen, sino que, por el
contrario, se complementan.
TEORÍA DE DUGUIT
Duguit niega la existencia de las personas jurídicas, porque niega la de sujeto del
derecho en general. Ciñéndose a un método estrictamente positivista, sostiene
que no hay otra realidad jurídica que el derecho objetivo; los derechos
subjetivos no existen; los hombres solo disponen de ciertas facultades que
pueden poner en movimiento cuando son conformes a la regla de derecho. El
hombre no tiene derechos; solo tiene deberes que cumplir respecto de la
sociedad en que vive.
REALISMO JURÍDICO
La teoría del realismo jurídico que se desarrolló tanto en Norteamérica como en
los países escandinavos en dos vertientes o escuelas distintas, defiende una
teoría jurídica de signo empirista, que explica el derecho desde los que
considera hechos jurídicos. Para el realismo jurídico americano, la conducta de
los tribunales es la que constituye los hechos jurídicos y los derechos subjetivos,
en la medida en que derivan de las normas jurídicas que son las que atribuyen
facultades. No tienen relación con los hechos y tienen una naturaleza
puramente metafísica, por lo que no pueden ser tomados en consideración en
el marco de la ciencia jurídica, que es una ciencia empirista y solo debe tener en
cuenta los hechos jurídicos. Para el realismo jurídico escandinavo, los derechos
subjetivos son solo un producto de la imaginación y se apoyan en la creencia de
que existen unas facultades, potestades o inmunidades que no tienen correlato
en la realidad. Los derechos subjetivos no tienen existencia real, pues son solo
una construcción de la ciencia jurídica que permite explicar el derecho vigente,
aunque cumplen la función de crear el sentimiento de poseer unas facultades
que motivan las conductas jurídicas.
Actualmente, los derechos subjetivos se definen como “un poder o facultad
conferido a los sujetos por el ordenamiento jurídico, para exigir de otros sujetos
un comportamiento o conducta, tendiente a la satisfacción de intereses dignos
de protección” (Tagle, 2002, p. 68).
Los derechos subjetivos se ejercen frente a un sujeto titular del deber. Este
puede cumplir voluntariamente con su deber o no; en este caso el titular del
derecho subjetivo debe ejercerlo a través de una acción que persigue el
reconocimiento y efectivización de tal derecho en una sentencia judicial.
ELEMENTOS Y CLASIFICACIÓN
Para poder identificar los elementos que componen el derecho subjetivo, te
presento el siguiente caso.
SUJETO
Un sujeto al que pertenece, que resulta ser titular.
El sujeto del derecho es quien resulta investido de la potestad que éste encierra;
no siempre coincide con el portador del interés (por ejemplo, los representantes
de los incapaces de obrar, son quienes ejercen los derechos subjetivos que a
aquellos corresponden).
OBJETO
El objeto es la entidad o materia sobre la que recae el poder conferido al sujeto.
CONTENIDO
El contenido de los derechos subjetivos está conformado por el conjunto de
poderes o facultades que detenta su titular, de acuerdo a la naturaleza del
derecho de que se trate.
CLASIFICACIÓN
Ahora bien, si retomamos el caso de la firma del boleto de compraventa del
departamento entre la Sra. Alejandra Gómez del Carrillo como parte
compradora y el Sr. Domingo Machado, como vendedor, podemos apreciar que
de esa relación jurídica surgen derechos subjetivos patrimoniales, que surgen de
la transmisión de un inmueble hacia la otra parte de la relación jurídica, dando
como nacimiento el derecho real de dominio en manos del comprador, en este
caso la Sra. Alejandra Gómez del Carrillo, que se constituye como nueva
propietaria del departamento una vez realizada la venta conforme a los
requisitos establecidos por ley.
b) Los derechos reales que importan la relación de las personas con las cosas.
Cuando se ejecutan en todo o en parte, todos o algunos de los actos para los
que está facultado el titular del derecho subjetivo. Debe servir para satisfacer
los intereses del titular mediante el poder de actuación que la titularidad le
confiere.
El acto del ejercicio del derecho subjetivo por medio del cual su titular se dirige
contra otra persona, se llama pretensión. La pretensión puede ser satisfecha
cuando el titular del derecho reclama del sujeto pasivo que este dé satisfacción
a su interés (por ejemplo, el acreedor reclama del deudor el pago de la deuda; el
propietario reclama, frente a quien posee indebidamente, la restitución de la
cosa). Las pretensiones pueden dar lugar a un ejercicio judicial de los derechos o
realizarse privadamente. El ejercicio de un derecho subjetivo en ocasiones
puede determinar la consumación del derecho que una vez realizado se
extingue. Por ejemplo, el derecho de crédito queda consumido y extinguido una
vez que el acreedor cobra aquello que se le debe.
PRINCIPIO DE BUENA FE
Rivera y Crovi (2016) explican que, si una persona debe obrar de buena fe, ello
implica que debe comportarse como lo hace la gente que es honesta y con
lealtad. Además, explican que el principio de buena fe se posiciona como un
principio general del derecho que se proyecta en la totalidad de ordenamiento
jurídico.
El art. 9 del Código Civil y Comercial dispone: “Principio de buena fe. Los
derechos deben ser ejercidos de buena fe” 4. Lo que implica, según Rivera y
Medina, con “recíproca lealtad de las partes en el curso de las relaciones
contraídas, la que debe apreciarse objetivamente, aplicando a cada situación el
criterio de lo que hubieran hecho dos personas honorables y razonables” (2014,
p. 83).
LA DOCTRINA DE LOS ACTOS PROPIOS
Esta doctrina se encuentra receptada en nuestro CCyC en el art. 1067 que reza:
“La interpretación debe proteger la confianza y la lealtad que las partes se
deben recíprocamente, siendo inadmisible la contradicción con una conducta
jurídicamente relevante, previa y propia del mismo sujeto”.
Rivera y Crovi (2016), respecto de la doctrina de los actos propios expresan que:
La teoría del abuso del derecho nació con el objeto de mitigar la concepción
individualista del derecho. Esta teoría entraña la admisión aristotélica de que
“las cosas se especifican por su fin”, es decir, que cabe resguardar en su
ejercicio el sentido, ratio legis o finalidad que lo caracteriza.
Lo que se protege es el ejercicio regular del derecho, lo que supone que, cuando
el legislador nos confiere una prerrogativa, no es para que hagamos de ella
cualquier uso, sino aquel que ha tenido en vista un objetivo determinado
(Rivera y Medina, 2014).
Para comprender el instituto abuso del derecho, les invito a leer la siguiente
explicación sobre un fallo emitido por los tribunales de Francia.
En este fallo, el señor Luis Roberto Fernández entabla una demanda contra
Carlos Aníbal Reyes Terrabusi y High Door S.A. por los daños y perjuicios
“causados a raíz de la construcción de una torre de 36 metros de altura en el
establecimiento de campo “La Picaza”, que habría impedido la utilización del
aeródromo privado explotado hasta entonces por el Sr. Fernández”.
El principio que veda el abuso del derecho se aplica a todo el ámbito de las
relaciones jurídicas entre particulares y, de ahí, su tratamiento en el “Título
Preliminar” del CCyC. Es por ello que el nuevo artículo 10 del CCyC se ocupa de
regular este instituto como uno de los principios generales del derecho civil y
comercial.
El art. 10 del Código Civil y Comercial, al respecto, reza:
Rivera y Crovi (2016) indican que: “puede invocarse a pedido de parte, por vía
de acción con la finalidad de obtener la nulidad del acto, o por vía de excepción,
es decir, como defensa frente al ejercicio irregular que se pretende por vía de
acción” (p. 203).
Las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya
observancia está interesado el orden público.
El acto respecto del cual se invoque el amparo de un texto legal, que persiga un
resultado sustancialmente análogo al prohibido por una norma imperativa, se
considera otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el acto debe someterse a la
norma imperativa que se trata de eludir.
A estas últimas, el Código las denomina de orden público y son precisamente las
imperativas, puesto que lo que las caracteriza y configura es la circunstancia de
que las partes no pueden dejarlas sin efecto. Así, la ley de orden público
prevalece sobre la voluntad individual contraria, por lo que los interesados no
pueden eliminar u obstaculizar los efectos de una disposición de tal carácter.
En otro orden de ideas, en cuanto al alcance del segundo párrafo, es decir, del
fraude a la ley, lo que el legislador busca es que prime la verdad real sobre la
formal, la buena fe sobre la maniobra fraudulenta. Así, el acto fraudulento
“debe someterse” a la norma imperativa que se trata de eludir (Rivera y
Medina, 2014).
El orden público es un concepto dinámico y variable, que muta con los cambios
que acaecen en la sociedad.
Los derechos de incidencia colectiva son los que tienen por objeto bienes
colectivos (art. 43 CN). Es decir, son los que tutelan un bien que pertenece a
toda la comunidad.
- El propio afectado
PERSONA HUMANA
PERSONA Y SUJETO DE DERECHO: NOCIONES Y DISTINCIONES
Nuestra ley no da una noción de lo que debe entenderse por persona;
directamente empieza el Título I, refiriendo al comienzo de su existencia.
Matilde Zavala de González, (1983) expresa:
…mientras que el hombre es una realidad ontológica (un "ente" biosíquico y
espiritual), persona es, dentro del derecho, una categoría jurídica (el ente,
humano o no, que goza de capacidad de derecho). El hombre existe en la
naturaleza, la persona solamente en el derecho.
Esto quiere decir que cuando hablamos de persona hacemos alusión a una
categoría jurídica, a una calidad que contiene, en sí misma, la aptitud de ser
portadora de derechos. Así, se puede deducir que la palabra persona hace
referencia a la personalidad jurídica —la investidura jurídica de la que goza el
sujeto—, a la aptitud, la disposición potencial para tener derechos, para
adquirirlos, para ser sujeto activo o pasivo de las relaciones jurídicas. Por su
parte, hombre hace referencia al sustrato o soporte biológico de las personas
humanas, que, para estar protegido, necesita de esa personalidad jurídica.
DERECHOS Y ACTOS PERSONALÍSIMOS
DEFINICIÓN. NATURALEZA JURÍDICA.
“Los derechos personalísimos son los que recaen sobre ciertos aspectos o
manifestaciones de la personalidad del hombre para proteger su libre
desenvolvimiento: derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a la integridad
física, etc.”.
Estos derechos subjetivos no solo tienen reconocimiento expreso en el Código
Civil y Comercial; el derecho supranacional de derechos humanos
constitucionalizado (art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional
[CN]) [3] establece las bases fundacionales del régimen de los derechos
personalísimos, toda vez que la dignidad personal, como sus emanaciones
(intimidad, imagen, identidad, honor y derechos sobre el propio cuerpo), son
reconocidos de manera explícita en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y en otros instrumentos supranacionales.
CARACTERES
- Son innatos, ya que corresponden a las personas desde su origen
- Son vitalicios, ya que rigen durante toda la vida de la persona.
- Son necesarios, porque no pueden faltar durante toda la vida del ser
humano y no pueden perderse de modo definitive.
- Son esenciales, porque representan un mínimo imprescindible para el
contenido de la personalidad humana.
- Son inherentes, porque existe una unión inseparable del objeto y del
sujeto
- Son extrapatrimoniales, ya que, en principio, en el caso de ser lesionados,
generan, a favor de su titular, una acción de resarcimiento económico.
- Son absolutos, porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y
cada uno de los miembros que constituyen la comunidad jurídicamente
organizada están obligados a respetar la persona de los demás.
- Otro carácter es que la vulneración de ellos da derecho a su titular a
reclamar la prevención y reparación de los daños conforme lo estipulado
en los arts. 1708 a 1780 inclusive del Código Civil y Comercial
LA INVIOLABILIDAD DE LA PERSONA HUMANA
A continuación, te invito a leer los fundamentos de un fallo donde podemos
visualizar la vulneración de los derechos de una persona. En este caso, una
señora intentó ingresar en un supermercado.
- Derecho a la vida
- Derecho a la integridad física
- Derecho a disponer del propio cuerpo
- Derecho a disponer del propio cadáver
Ahora bien, este derecho tendrá más reducida su esfera de acuerdo al grado de
actuación o función pública que posea, pues mientras más pública sea la imagen
de la persona, más reducida será la esfera de protección, pero siempre la
conserva. Por ello, algunas personas reconocidas o famosas han iniciado
acciones para proteger su derecho a la intimidad cuando la prensa ha invadido
tal esfera.
Sumario:
En este fallo, quien demanda es una figura mediática con gran exposición en los
medios televisivos; sin embargo, esto no da lugar a que se vulnere su derecho a
la honra. Pues lejos de haberse ejercido el derecho de informar, se han
vulnerado los aspectos más íntimos de la persona, exponiendo detalles de su
vida privada (sean reales o no).
Por ende, es importante recordar que este derecho comprende dos aspectos.
De un lado, el honor en sentido objetivo, que es la valoración que otros hacen
de la personalidad, es el buen nombre o reputación, el aprecio de terceros; y en
sentido subjetivo, es la autovaloración, el íntimo sentimiento que cada persona
tiene de la propia dignidad y la de su familia.
Derecho a la imagen
El CCyCN, en su art. 53, hace referencia al derecho a la imagen expresando que:
Este caso es relevante a los fines del art. 53 del CCyCN, ya que en el último
párrafo la norma dispone:
La norma indica que el consentimiento puede ser prestado por sus herederos o
por quien hubiera sido designado por el causante del efecto en una disposición
de última voluntad. En el caso de Jazmín de Grazia, fueron las padres quienes
demandaron con el fin de proteger el derecho de su hija difunta.
Derecho a la identidad
El derecho a la identidad implica que “cada persona sea ella misma”, que pueda
distinguirse sobre la base de sus atributos y sus propias cualidades personales,
que hacen a esa determinada persona distinta de las otras. Este derecho
comprende tanto la identidad biológica como la identidad de género.
Derecho a la vida
Este derecho se encuentra profundamente protegido y se refleja en el
impedimento de obrar contra la propia vida y sobre la vida de los demás.
En los códigos civiles no existe un reconocimiento expreso del derecho a la vida
y de sus consecuencias. Es por ello que la protección de la vida humana se
manifiesta a través del derecho al resarcimiento a favor de los parientes de la
persona que ha sido privada de aquella.
Es sumamente importante esta categoría porque se tiene (al igual que los
demás derechos humanos) desde que se comienza a ser persona para el
derecho.
Otro caso emblemático relativo a la defensa del derecho a la vida fue el dictado
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el conocido fallo "Portal de
Belén", de fecha 5 de marzo de 2002, que prohibió la fabricación y distribución
del medicamento comúnmente denominado “Píldora del día después”.
Cabe discriminar ahora las dos posturas que se exhibieron en dicho fallo, y
respecto a ello reseñar que la mayoría de la Corte Suprema declaró que el
derecho a la vida es el primer derecho natural de la persona humana
preexistente a toda legislación positiva que resulta garantizado por la
Constitución Nacional, y terminó prohibiendo la fabricación y distribución del
medicamento, por considerar que atentaba contra dicho derecho natural.
El artículo 54 del CCyCN dispone que el contrato mediante el cual una persona
comprometa un acto que traiga aparejado un peligro para su integridad física,
carecerá de fuerza obligatoria para quien asumió dicha obligación, no siendo
pasible de exigir su cumplimiento forzado o indirecto.
Los derechos sobre el cuerpo humano o sobre sus partes no tiene un valor
comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y solo
pueden ser disponibles por su titular siempre que se respete alguno de esos
valores y según lo dispongan las leyes especiales.
Este derecho de disponer del cuerpo humano se vincula con el anterior, es decir,
con el derecho a la integridad física, que procura determinar las atribuciones
que se tienen sobre el propio cuerpo, sus límites y la tutela legal que posibilite
su efectivo ejercicio frente a la oposición, atentado o amenaza de agresión, ya
sea proveniente de terceros o del Estado.
La regla es que no están autorizados aquellos actos que causen una disminución
permanente en la integridad del propio cuerpo o sean contrarios a la ley, la
moral o las buenas costumbres.
Sin embargo, el art. 56 del CCYCN prevé excepciones a tal principio, las que
tienen lugar cuando se trata de actos enderezados al mejoramiento o
preservación de la salud de la persona titular, como ser una intervención
quirúrgica; o, “excepcionalmente”, para el mejoramiento o preservación de la
salud de otra persona distinta a la del titular, la que tiene lugar cuando se
dispone la ablación de un órgano a los fines de ser trasplantado.
La norma del artículo 61 del CCyCN consagra el derecho que posee toda persona
capaz en orden a establecer el destino post mortem de su cuerpo. Es decir que
la persona, mientras viva, puede disponer de sus exequias o inhumación, como
así también la dación de todo o parte de su cadáver con fines terapéuticos,
científicos, pedagógicos o de índole similar.
Ahora bien, en ausencia de instrucciones por parte del difunto, será el cónyuge,
el conviviente o los parientes, según el orden sucesorio, quienes dispongan del
cadáver de su familiar.
NATURALEZA Y CARACTERES
Los atributos no son derechos ni deberes, sino cualidades inherentes a la calidad de
la persona, que no se adquieren luego, sino que son contemporáneas a la persona, a
su existencia y la acompañan toda su vida, protegiéndola e identificándola.
Son necesarios e inherentes a las personas: no se concibe que la persona física pueda
carecer de alguno de estos atributos por cuanto la determinan en su individualidad.
Son únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada clase en
un momento determinado. Por ejemplo, no puede ser soltero y casado al mismo
tiempo.
Son inmutables: solo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que así
lo prevé.
Nombre. Noción
El nombre es el atributo de la persona que la identifica y la individualiza del resto. Está
compuesto por dos elementos: el pronombre o nombre de pila y el apellido. Ambos
cumplen funciones diferentes: el nombre de pila individualiza a la persona en su familia y
el apellido la individualiza en la sociedad.
Naturaleza jurídica
Tesis de la propiedad
sta tesis consideraba que el nombre era objeto de un derecho de propiedad análogo al que se
tiene sobre las cosas. Ha sido abandonada.
Concibe al nombre como una institución de policía civil, por cuanto es impuesto por la ley
en forma obligatoria para la identificación de los individuos.
Institución compleja
El art. 64 del CCyCN prevé que el hijo matrimonial lleve el primer apellido de
alguno de los cónyuges; en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. A pedido de los padres o del
interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el apellido del otro.
Asimismo, dispone que, en caso de que un mismo matrimonio tuviera muchos hijos,
todos deben llevar el mismo apellido que se haya decidido para el primero.
Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la
preposición “de” o sin ella. La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido
declarado nulo no puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos
razonables, el juez la autorice a conservarlo. El cónyuge viudo puede seguir usando
el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga nuevas nupcias, ni constituya
unión convivencial.
Aquí está el problema en el caso de Marta. Ella podría seguir usando el apellido
de su esposo difunto, pero al constituir una unión convivencial con Carlos,
pierde la posibilidad de seguir usándolo.
Los arts. 69 y 70 del Código Civil y Comercial receptan la posibilidad del cambio
del prenombre y del apellido solo de mediar, a criterio del juez, justos motivos.
Al respecto, formula una enunciación de justos motivos:
Así, para lograr el cambio del nombre y/o del prenombre, se precisa la
intervención del Poder Judicial y esa es la regla, con excepción de los dos
supuestos contemplados en el último párrafo del art. 69.
Acciones de protección
Las acciones están reguladas en el art. 71 del CCyCN, que dispone:
b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese
uso;
c) aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de
fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral, para que cese el uso.
En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede
disponer la publicación de la sentencia. Las acciones pueden ser ejercidas
exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus descendientes,
cónyuge o conviviente, y a falta de estos, por los ascendientes o hermanos
Seudónimo
Llega a tu estudio jurídico el Sr. Alejandro Wiebe, conocido en los medios de
televisivos por el nombre artístico de "Marley", y te comenta que nadie lo llama
“Alejandro” en su vida privada, por lo que le gustaría cambiar su nombre por
"Marley Wiebe", ya que todos lo conocen por su seudónimo y no por su nombre
real. ¿Qué deberías responderle al conductor de TV?
Noción. Caracteres
El ordenamiento jurídico requiere situar a la persona en un determinado lugar,
aun cuando no actúe necesariamente allí. Domicilio, en sentido jurídico, es el
lugar que la ley considera como centro o sede legal de la persona.
Este domicilio general puede ser legal, es decir, instituido por la ley, o real, que
es la efectiva residencia de la persona en un cierto lugar con ánimo de
permanecer allí. El domicilio general, sea legal o real, es necesario, ya que no
puede faltar en ninguna persona, y es único, ya que una persona no puede tener
más de un domicilio general.
El art. 74 del CCyCN define el domicilio legal como “el lugar donde la ley
presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de manera
permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones” [46].
c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen
domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;
IMPORTANCIA Y EFECTOS
El domicilio produce importantes efectos jurídicos. Siguiendo al art. 78 del
CCyCN, debemos señalar, en primer lugar, que determina la competencia
judicial. Así, por ejemplo, para el proceso donde se solicite la declaración de
incapacidad o de restricción de la capacidad, deberá tenerse en cuenta el
domicilio de la persona en cuyo interés se lleva a cabo el proceso; en la
declaración de ausencia, es juez competente el del domicilio del ausente; y en el
proceso sucesorio, es competente el juez del último domicilio del causante,
entre otros.
Cambio de domicilio
El domicilio real puede modificarse de un lugar a otro sin que dicha facultad
pueda ser coartada por contrato ni por disposición de última voluntad. Dicho
cambio se verifica instantáneamente por el hecho de trasladar la residencia de
un lugar a otro con ánimo de permanecer en ella.
El domicilio real es mutable, y es necesario que concurran los dos elementos ya
referidos: corpus, es decir, efectivo cambio de domicilio, y animus, esto es,
intención de establecerse en el nuevo lugar.
CAPACIDAD
La capacidad es uno de los atributos más importantes de la persona, forma
parte del concepto mismo de persona; la capacidad de derecho siempre está
presente.
Las reglas que gobiernan la capacidad son de orden público y no pueden ser
modificadas por voluntad de los particulares; es principio general que tanto las
incapacidades como las restricciones a la capacidad son la excepción
Capacidad de ejercicio
Por su parte, el artículo 23 define la capacidad de ejercicio o de hecho y prevé
“Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en
una sentencia judicial”.
Las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no
pueden ser modificadas por la voluntad de los interesados; es indivisible y
oponible erga omnes; generalmente, es recíproco o correlativo, porque a cada
estado de una persona le corresponde el de otro que resulta correlativo; es
inalienable, es decir, intransmisible; es necesario, indisponible y único, es decir
que no se puede tener dos estados correlativos a la vez (por ejemplo, no ser
casado y soltero al mismo tiempo, no ser padre e hijo al mismo tiempo).
Sumarios:
Como se puede apreciar en este fallo, el estado como atributo de las personas
humanas, se rige por normas de orden público. Uno de los caracteres del estado
civil de casado es que es único, por ende, una persona no puede estar casada
con dos personas a la vez. En este fallo, el demandado tenía un subsistente un
matrimonio anterior, del cual no había obtenido aún una sentencia de divorcio;
por ende, no había recuperado todavía su aptitud nupcial para celebrar el
segundo matrimonio.
La existencia de la persona humana
COMIENZO Y FIN DE LA EXISTENCIA DE LAS PERSONAS HUMANAS
PERSONAS POR NACER
¿Cómo entendemos al concepto de persona?
En primer lugar, diremos que, si bien el Código no nos brinda un concepto
de persona, desde la perspectiva del derecho y en cuanto a su regulación
jurídica, entendemos a la persona como centro de imputación de normas
jurídicas, titular de derechos y obligaciones, es decir, como un verdadero sujeto
de derecho. Es importante destacar que tanto la persona humana como la
jurídica, cuando participan en una relación jurídica concreta, se
denominan sujetos de derecho.
La persona humana comienza su existencia como tal desde la concepción, según
lo estipula el Código Civil y Comercial argentino, en el artículo 17 [1] siguiendo las
normas establecidas en Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
La determinación del tiempo de duración del embarazo tiene sentido, a los fines
de establecer la época en que ha ocurrido, en cada caso, la concepción. Según
sostuvimos anteriormente, esta definición resulta relevante porque allí es
donde comienza la existencia de la vida humana y, por tanto, desde entonces,
puede asignarse a ella la calidad de persona, con la consecuente adquisición de
derechos.
Nuestro Código Civil y Comercial proporciona las indicaciones, en el artículo 20,
en torno a los plazos del embarazo. Así, dice:
Si el niño nace con vida, mantiene o conserva esos derechos que adquirió desde
la concepción, de manera tal que su nacimiento lo único que hace es
perfeccionar o consolidar esa personalidad que ya poseía.
Medios de prueba
En primer lugar, es dable señalar que, prueba por excelencia del nacimiento, así
como de las circunstancias de tiempo, lugar, sexo, nombre y filiación de las
personas nacidas, es la partida del Registro Civil.
Ahora bien, para el supuesto en que no hubiera partida del Registro, porque no
hay registro público o bien porque falta o es nulo el asiento, y quisiera
demostrarse el hecho del nacimiento, se podrá acreditar por cualquier otro
medio de prueba, ya sea una información pericial, testimonios de los médicos o
expertos, entre otros, como en el caso del fallo citado, donde se solicitó la
presentación de cualquier otro medio de prueba.
AUSENCIA DE LA PERSONA
El CCCN, en el art. 79, regula la ausencia simple. La norma reza:
Como se advierte, la ley argentina no exige que haya transcurrido plazo alguno
para peticionar, ante el juez competente, la declaración de ausencia simple ni
que la desaparición se vincule con un hecho extremo del cual se presuma la
muerte del ausente. Nuestra norma solo establece, como requisito, que existan
bienes para cuidar, de manera tal que se adopten aquellas medidas necesarias
para proteger el patrimonio del ausente.
PROCEDIMIENTO
Los artículos 80, 81, 82, 83 y 84 del CCCN regulan el procedimiento para obtener
la declaración de ausencia.
El art. 80 establece quiénes se encuentran legitimados para incoar el proceso de
ausencia:
El Ministerio Público;
Toda persona que tenga interés legítimo respecto de los bienes del
ausente.
Una vez oído el defensor y producida la prueba correspondiente, que tendrá por
fin acreditar la desaparición del ausente y que podrá rendirse por cualquier
medio, si concurren los extremos legales, el juez estará en condiciones de dictar
la sentencia de declaración de ausencia simple y designar al curador.
MUERTE PRESUNTA
Régimen legal. Casos y términos
La presunción de fallecimiento, al igual que la muerte, constituye supuestos
jurídicos extintivos de la persona humana. Así, los efectos de la sentencia
judicial que declara el fallecimiento presunto son idénticos a los de la muerte,
pero la ley establece diferencias fundadas en la eventual reaparición del
declarado muerto presunto y en la necesidad de proteger sus intereses.
La desaparición del ARA San Juan (S-42) se refiere a la pérdida de contacto con
el submarino ARA San Juan (S-42) de la Armada Argentina, sucedida el 15 de
noviembre de 2017, a las 7:30 a. m. (hora local) en aguas del Mar Argentino, con
38 tripulantes y 6 buzos tácticos a bordo.
¿Qué sucede con estas personas? ¿Se las puede declarar ausentes con
presunción de fallecimiento? ¿Quiénes pueden solicitar la medida?
Así, el Código contempla, en el art. 85, el caso ordinario y, en el art. 86, los
supuestos extraordinarios.
SUPUESTO ORDINARIO
Ausencia de una persona física que se prolonga por tres años, de manera
continua y sin ningún tipo de noticia de ella; estos tres años se comienzan a
contar desde el día en que se ausentó o desde la última noticia que se tuvo de la
persona.
SUPUESTO EXTRAORDINARIO GENÉRICO
Es el caso de la desaparición de una persona domiciliada o residente en la
República que hubiese sido gravemente herida en un conflicto de guerra o un
naufragio, o algún tipo de desastre común, cuyo suceso sea susceptible de
ocasionar la muerte. También, causa la presunción de fallecimiento, pero, a
diferencia del caso que analizamos anteriormente, son necesarios tres
requisitos: a) es necesario que no tengamos noticias de estas personas, b) que el
lapso sea de dos (2) años a contar desde el día del evento dañoso, y c) que el
ausente se haya encontrado en el mismo espacio físico que el suceso
extraordinario, de índole tal capaz de producir la muerte.
SUPUESTO EXTRAORDINARIO ESPECÍFICO
Si la persona que se encuentra ausente se hubiese encontrado en una nave o
aeronave naufragada o perdida, y no se tienen noticias de ella por el término de
seis (6) meses, desde el día que ocurrió el suceso o pudo haber ocurrido y no se
tengan noticias de ella.
Teniendo en cuenta estos supuestos, estamos, entonces, en condiciones de
afirmar que la tragedia del ARA San Juan puede enmarcarse dentro del supuesto
extraordinario específico.
PROCEDIMIENTO PARA SU DECLARACIÓN
Deberá nombrarse un defensor al ausente, a fin de garantizarle el derecho de
defensa durante la tramitación del juicio.
Deberá citarse al ausente por edictos que se publicarán una vez por mes
durante seis meses, publicación que deberá disponerse en el Boletín Oficial y en
otro que resulte de importancia.
En el supuesto de que existan bienes y no haya mandatario o, si lo hubiere,
ejerciera incorrectamente el mandato, deberá nombrarse un curador a sus
bienes a los fines de que los administre y conserve.
Así las cosas, pasados los seis meses –tiempo en que se publican los edictos–,
recibida la prueba que acredite que la búsqueda del ausente dio resultado
negativo y oído el defensor, el juez debe declarar el fallecimiento presuntivo si
están acreditados los extremos legales, fijar el día presuntivo del fallecimiento y
disponer la inscripción de la sentencia en el Registro Civil.
El CCCN, para este caso, establece que, si entregados los bienes, aparece el
ausente o se tiene noticia cierta de su existencia, queda sin efecto la declaración
de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquellos a petición del
interesado. Esta circunstancia fue tenida en cuenta como recaudo frente a la
posible aparición de la persona ausente. De todos modos, en caso de que
aparezca luego de la posesión definitiva, se le entregarán los bienes en el estado
en que se encuentren. El cónyuge puede volver a casarse, disolviéndose el
anterior matrimonio en el momento de la celebración de las segundas nupcias y,
si aparece luego el ausente, no hay nulidad del matrimonio contraído.
MUERTE COMPROBADA
A continuación, recordemos un caso que fue de público conocimiento en el año
2012.
Luz Milagros Verón, una bebé chaqueña nacida en forma prematura, con solo
seis meses de gestación, permaneció 12 horas en la morgue con temperatura de
cero grado; los médicos la dieron por muerta porque, aparentemente, no tenía
signos vitales. Declarada muerta después de su nacimiento prematuro, la bebé
resistió más de 10 horas en un refrigerador de la morgue, antes de ser
encontrada viva por su mamá (Sousa Dias, 5 de agosto de 2019).
Más allá del análisis que podemos realizar sobre la responsabilidad civil o penal
que tuvieron los médicos en este caso, nos preguntamos: ¿qué establece el
CCCN sobre la muerte? ¿Hay algún criterio legal para establecer el fin de la
persona humana?
El artículo 93 del Código Civil y Comercial sienta el principio general de que “la
existencia de la persona humana termina por su muerte”, hecho que será
comprobado, según el art. 94, de acuerdo a “los estándares médicos
aceptados”.
Y el art. 24, requiere que la certificación del fallecimiento sea efectuada por dos
médicos (entre los que figurará, por lo menos, un neurólogo o neurocirujano) y
que ninguno de ellos integre el equipo que realice ablaciones o implantes de
órganos de fallecidos
HIPÓTESIS DE LA CONMORIENCIA
Para comprender este supuesto, debemos partir de un caso. Supongamos que,
en un avión, viaja la familia Martínez, compuesta por Susana (madre) y Marcelo
(padre) y sus 2 hijos: Milagros y Juan Cruz. El avión, luego de transcurridas 3
horas de vuelo, tiene un desperfecto que causa su impacto en alta mar, donde
toda la tripulación ha quedado sin vida en el accidente. Si te consultaran si hay
alguna manera de determinar quién ha fallecido primero de los miembros de la
familia, ¿qué responderías?