Resumen Privado I - Antonella Bormape
Resumen Privado I - Antonella Bormape
Resumen Privado I - Antonella Bormape
Resumen - 2016
Antonella Bormapé
Bolilla 1
Punto 1 El Derecho Objetivo. Concepto.
Ramas del Derecho Objetivo. Las nociones de derecho privado y derecho público
constituyen los dos grandes sectores en los que se divide el derecho positivo. Es preciso
señalar que esta división no es esencial, lo que se advierte con sólo tener en cuenta que es
una división que el sistema jurídico anglosajón no conoce. Entre nosotros ha subsistido por
herencia de la tradición jurídica europea. Se han formulado numerosos criterios tendientes a
precisar los límites y contenidos de ambas categorías, por lo cual los autores coinciden en
que ninguna de las explicaciones realizadas es satisfactoria por completo: hay que
conformarse con aproximaciones.
- Tesis que distingue según la fuente creadora: considera al derecho público como el
establecido en forma imperativa por el Estado y al derecho privado como el creado
por los particulares en virtud del principio de la autonomía de la voluntad.
Esta doctrina resulta ERRÓNEA ya que se advierte claramente que aún en el ámbito del
derecho privado existen muchas normas imperativas o inderogables, pues x ejemplo las
reglas de los derechos reales son, por lo general, inderogables y existen normas de ese
carácter en el ámbito del derecho de las obligaciones.
- Tesis que distingue según el interés protegido: el derecho público estaría destinado a
la protección del interés general, y el derecho privado a la tutela de los intereses
particulares (bien se ha señalado, que el derecho privado, aunque más no fuere
mediatamente, también protege un interés general, y viceversa. Un ejemplo, es la
norma que dispone que los deudores deben pagar sus obligaciones: protege el
interés privado y protege también, en definitiva, el interés general, ya que ella
permite el correcto desarrollo de la economía. A la inversa, una norma que castiga
los delitos: hay un interés público en asegurar la tranquilidad social, pero también
esa regla, de modo indirecto, protege el interés privado de las personas que pueden
ser víctimas de un asalto o un robo).
- Tesis que distingue según la naturaleza del sujeto: cuando ese sujeto es el Estado u
otra persona jurídica pública (la provincia, colegios públicos de abogados, etc.) la
relación jurídica es parte del derecho público; cuando intervienen los particulares, la
relación jurídica quedaría subsumida en el derecho privado.
(Sin embargo, el Estado muchas veces actúa como sujeto de relaciones jurídico-privadas;
tal, cuando arrienda un inmueble para que funcione en él una escuela).
- Tesis que distingue según la posición de las partes en la relación jurídica: (según
que la relación jurídica que se trate presente caracteres de subordinación o de
coordinación entre los sujetos). Es derecho público aquel sector en el cual una de las
partes tiene relación de superioridad respecto de la otra, por participar el Estado con
su imperium en lugar de hacerlo como titular de un derecho subjetivo privado. En
cambio, en el derecho privado las relaciones quedan siempre establecidas sobre la
base de la coordinación o igualdad de los sujetos.
Este es el criterio que ha obtenido mayor preponderancia. Aun así, autores como Borda
y Llambías han sostenido que es insuficiente ya que en el ámbito del derecho público
existen supuestos de coordinación e igualdad (e/ municipios o e/ provincias y aun e/
Estados diversos); y en el ámbito del derecho privado, existen también relaciones de
subordinación (un ejemplo son las relaciones entre el patrono y el obrero, regidas por el
Derecho Laboral, donde una parte puede y debe dar instrucciones a la otra sobre el
trabajo a realizar, sin que exista, por lo tanto, equiparación, si no subordinación). Sin
embargo LARENZ explica que este es el concepto más aproximado, afirmando que en
el derecho privado predomina la coordinación y en el derecho público la subordinación.
Derecho público:
d) Derecho internacional público: rige las relaciones entre los Estados extranjeros. e)
Derecho eclesiástico: es el conjunto de normas que rigen las relaciones de la iglesia.
Derecho privado:
a) Derecho civil: es el tronco común, es el fondo residual persistente luego de los diversos
desmembramientos.
d) Derecho agrario: rige las relaciones de la vecindad rural y resuelve las dificultades
provenientes de la explotación agrícola-ganadera.
Además debe mencionarse el derecho procesal que según Borda sería público o
privado según el procedimiento de que se trate, mientras que para Aruz Castex el procesal
está fuera de tal clasificación ya que ésta tiene sólo naturaleza meramente instrumental.
El derecho civil constituye el cimiento común de todo el derecho privado, actúa como el
tejido conectivo.
(De acuerdo con lo expuesto, puede intentarse definir al derecho civil como: “la rama del
derecho privado que se ocupa del hombre como sujeto de derecho sin distinción de
calidades accidentales, y de las relaciones jurídicas patrimoniales y familiares que lo
tienen como sujeto, regulando las instituciones básicas y sirviendo por lo tanto como punto
de conexión de las demás ramas del derecho privado”.)
Evolución histórica.
La expresión derecho civil se origina en el Ius Civile de los romanos. El Ius Civile
(que comprendía el derecho público y privado) era el derecho que se aplicaba sólo a los
ciudadanos romanos, en tanto el Ius Gentium regía para todos los hombres, fueran
ciudadanos o extranjeros. En el año 212 D.C., el emperador Caracalla otorgó la ciudadanía
a todos los habitantes de imperio romano, con lo cual el ius civile se transformó en el
derecho común aplicable a todos. Con el tiempo, el ius civile se separa de las normas de
derecho público y pasa a identificarse con el derecho privado hasta que comienzan a
desmembrarse algunas ramas. Con la caída del Imperio Romano de Occidente y con la
invasión de los Germanos es que las normas del derecho público incluidas en el ius civil,
perdieron vigencia siendo sustituidas por normas germanas. De todas formas se reserva la
denominación (ius civil) para las normas de derecho privado, que seguían subsistiendo,
entonces se identifica al derecho civil con el derecho privado. Es durante la edad Media que
cobran vigencia los cánones de la Iglesia que regían las nuevas relaciones suscitadas por la
actividad propia de la Iglesia. En ese momento el derecho civil se refería al derecho privado
de origen romano, oponiéndose así al derecho canónico que se originaba en la jurisdicción
reconocida a la Iglesia. Ésta forma que incluía todo el derecho privado bajo el rótulo de
derecho civil, no tuvo eco, ya que a fines de la Edad Media los comerciantes dejaron de
regirse por el ius civil para atenerse a las normas consuetudinarias que serían el origen del
derecho comercial. En la Edad Moderna se produjo otro desmembramiento: el
procedimiento ante los jueces dejó de ajustarse al derecho civil con lo que queda formado
el derecho procesal. En la Edad Contemporánea también ocurrieron nuevas disgregaciones:
las relaciones entre patronos y obreros serán regidas por el derecho laboral. Más allá de
tales disgregaciones el derecho civil sigue siendo la disciplina fundamental ya que
comprende todas las relaciones de derecho privado que no están incluidas en un
ordenamiento especial. Además el derecho civil suministra a todas las demás ramas los
lineamientos básicos de la ciencia del derecho, como la teoría de las personas y actos
jurídicos en general.
El derecho civil se conecta con otras disciplinas jurídicas, ya por una razón de orden
histórica en cuanto al derecho civil ha sido núcleo fundamental del cual se han ido
separando los demás ordenamientos especiales, ya que por esa unidad esencial del derecho
se comunica a las diversas ramas entre sí. Es muy grande la conexión del derecho civil con
las demás ramas, porque aquel sigue siendo el manantial inagotable donde acuden en busca
de orientación a falta de una norma expresa o implícita que contemple la situación. Esto
revela que las otras ramas no tienen completa autonomía, y siguen dependiendo en cierta
medida del derecho civil. (Especialmente estrecha es la relación entre el derecho civil y el
derecho procesal, porque éste último busca la efectividad de los derechos subjetivos
mediante su adecuado reconocimiento de justicia, se comprenden con cuidado con que
habrán de organizarse las reglas procesales para que resulten desvirtuados los derechos que
las normas de fondo reconocen. Por esa función que el derecho civil cumple respecto a las
demás disciplinas jurídicas, es también llamado derecho común).
Por primera vez hay una conexión entre la Constitución y el derecho privado, basada en los
aportes de la doctrina y jurisprudencia en este tema. En el Código, de acuerdo con la
Constitución, se regulan los derechos individuales y de incidencia colectiva (art. 14).
La codificación es el último paso. El código es una única ley que se caracteriza por la
unidad de sanción y publicación, la homogeneidad de contenido, la exclusividad y la
sistematización.
La codificación alemana
En 1874 se encargó una comisión la redacción del Código Civil. Finalmente entró en
vigencia el 1/1/1900. Se trata de un texto breve, y que añade a sus méritos una metodología
singular: aparece por primera vez en un texto legislativo una parte general, a la que siguen
el derecho de obligaciones, derecho de cosas, derecho de familia y derecho de sucesiones.
Esta idea fue fructífera y tuvo repercusión en la interpretación incluso del Código Civil
argentino, pues se descubrió que nuestro codificador también había incorporado al texto de
nuestro Código en 1869 disposiciones que eran aplicables a todo el ordenamiento privado
civil.
El Código Civil alemán tuvo influencia en varios códigos asiáticos, en el Código
Civil suizo, en las reformas parciales al Código Civil austríaco, en el Código Civil
brasileño, en el CC griego, en el CC húngaro y en el peruano de 1936.
Por otro lado la codificación era también necesaria para modernizar un derecho pensado
para las colonias, y no para Estados independientes; así como para dejar de lado
instituciones de tradición hispánica que significaban trabas importantes para el desarrollo
de la economía de los nuevos Estados.
Antecedentes
El Código Civil chileno: en 1840 ya se designó una Comisión para que elaborara un
proyecto del Código Civil. Mientras se discutían los sucesivos proyectos, uno de sus
miebros, Andrés Bello, elaboró uno propio, el que sancionado en 1855 entró en vigencia el
10/1/1857.
El código de Bello abrevó en fuentes diversas, como lo haría también Vélez Sarsfield,
incluyendo naturalmente al derecho romano, las obras hispánicas vigentes en América y los
códigos de la época. El Código de Bello fue adoptado casi literalmente en Ecuador (Código
de 1861) y Colombia (Código de 1873). Ha ejercido influencia notable en muchos códigos
de países centroamericanos, y fue también fuente de ilustración para Vélez Sarsfield.
La obra de Freitas: otro gran jurista latinoamericano fue Augusto Teixeira de Freitas
(Brasil), autor de la Cosolidacao (1855) y del Esboco (1865), que era el proyecto del
Código Civil. El Esboco fue un trabajo parcial, muy extenso y fue objeto de severas
críticas, lo que provocó el desagrado de Freitas, quien no continuó su obra. De todos modos
su obra sigue siendo motivo de estudio, y ha tenido más repercusión en nuestro país que en
Brasil. Vélez Sarsfield tuvo muy en cuenta al Esboco particularmente en el libro 1 del
Código Civil.
La codificación en la República Argentina: el primer Código Civil.
Inmediatamente después del decreto de Mitre, Vélez Sarsfield puso manos a la obra,
y en junio de 1865 remitió el Proyecto del Libro I, acompañado de una muy interesante
elevación. En los años sucesivos remitió los otros Libros, y el 25/8/1869 Sarmiento remitió
al Congreso de la Nación el Proyecto propiciando su aprobación.
Ello se produjo a libro cerrado y en corto tiempo: el 22/9 fue aprobado por la Cámara de
Diputados, el 25/9 por el Senado y el 29/9/1869 el presidente Sarmiento promulgó la ley
340, cuyo artículo 1° dispone ―El Código Civil redactado por el doctor Dalmacio Vélez
Sarsfield se observará como ley en la República Argentina desde el 1 de enero de 1871‖. Y,
efectivamente, desde el 1 de enero de 1871 la obra de Vélez Sarsfield regía en la
República Argentina.
El derecho romano: Lafaille dice que son cinco las fuentes, de las cuales la primera
es el derecho romano, y no sólo el legislado sino el de los tratadistas que Vélez
conocía muy bien. Así, nuestro codificador cita de manera continua en sus notas a
Vinnio, Heinecio, Cujas. Y también fue un estudioso de los romanistas de la época,
como Maynz, Mackeldey, y sobre todo Savigny. Además Vélez fue un eximio
conocedor de las Partidas, y de allí que el derecho romano sea fuente indirecta,
como lo es también a través del Código de Napoleón.
El derecho vigente: Comprendiendo el derecho hispánico, el indiano y el patrio.
Muchas veces Vélez no ha hecho citas del derecho vigente, y de los usos y
costumbres del país, porque lo consideraba conocido. Pero en particular ha sido
muy importante su conocimiento de las Partidas.
Usos y costumbres: Anteriormente en el artículo 17 del Código de Vélez, la
costumbre quedaba destituida de todo valor, salvo que la ley se refiriera a ella, pero
esto fue por la equivocada concepción de la época, que identificaba el derecho con
la ley y entendía incompatible con esta toda expresión jurídica.
El derecho canónico: Las fuentes formales del derecho canónico son las sagradas
escrituras, los decretos de los Concilios y las constituciones, bulas y otros
documentos emanados del Papa, así como también las costumbres centenarias e
inmemoriales no reprobadas por el Código Canónico de 1917. Tuvo influencia
particularmente en materia de derecho de familia y matrimonio. Vélez adoptó el
matrimonio canónico como único válido, y probablemente este haya sido el más
grande error del Código, ya que imposibilitaba la celebración del matrimonio a los
no católicos. Ello motivó a que pocos años después se sancionara la Ley de
Matrimonio Civil 2393.
- Ley 17.711:
La Secretaría de Estado de Justicia designó una Comisión para estudiar la reforma del
Código Civil.. La primera cuestión que se abordó fue si la reforma debía ser total o parcial.
Este último fue el criterio que predominó. Se consideró preferible mantener la vieja
estructura del Código, pero acoger las modificaciones sustanciales que exigía el nuevo
derecho. La Comisión entregó su trabajo a principios de 1968, convirtiéndose el proyecto
en la ley 17.711, dictada el 22 de abril de 1968 y que empezó a regir el 1º de julio del
mismo año.
La ley 17711 importa una profunda renovación de nuestro derecho civil. El estudio de
sus disposiciones permite señalar cuáles han sido los principios y lineamientos generales
que han inspirado la reforma:
Antecedentes.
El Primer Congreso Argentino de Derecho Comercial, la VI Conferencia Nacional
de Abogados (1959), el III Congreso Nacional de Derecho Civil (1961) y el Congreso de
Derecho Comercial de Rosario (1969), propiciaron esa unificación, lo mismo que la
doctrina más destacada, en particular la comercialista.
Ello responde a las necesarias influencias recíprocas que han ejercido el derecho
civil y comercial a partir de la codificación.
En el año 1986 la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados
designó una Comisión de ―unificación de la legislación civil y comercial‖. En 1987 se
elevó el proyecto; el mismo fue rápidamente tratado y obtuvo sanción de la Cámara de
Diputados. Pasado a la Cámara de Senadores, esta dispuso su revisión por una Comisión
presidida por Luis Moisset de Espanés. Esa Comisión fue creada por el término de seis
meses y propició numerosas modificaciones al texto aprobado por la Cámara de Diputados.
Pero lo cierto es que no llegó a expedir un dictamen definitivo, y cuando se hallaba en
plena tarea no se renovó su mandato.
A fines de 1991 el Senado dio sanción a la ley de unificación, a libro cerrado. Pero
ella fue vetada por el P.E Nacional, en razón de su inadecuación a una nueva y diferente
situación política y económica.
Otros proyectos
Se encargó otro proyecto a una Comisión designada por el P.E nacional; éste
también propiciaba la unificación de la codificación civil y comercial, para lo cual proyectó
un nuevo Libro II del Código Civil, amén de otras reformas parciales.
Otro se elaboró en el seno de la Cámara de Diputados por la Comisión Federal;
siguió en lo fundamental al proyecto de 1987. El proceso culminó con el Proyecto del
Código Civil de 1998:
El PEN creó una Comisión de reformas al CC por un decreto en la cual discurrió sobre los
distintos proyectos de reforma parcial que tenían estado parlamentario a esa época (los
nombrados anteriormente), concluyendo que eran incompatibles. Alertó además sobre la
incidencia de la reforma constitucional y la incorporación de los Tratados Internacionales
que menciona el inc. 22, art. 75. Por lo que, afirma el decreto que en tales condiciones es
necesario concluir la obra emprendida en un cuerpo único con metodología y exposición
adecuada a la época.
Anteproyecto de 1954
a) Antecedentes
Es obra del Instituto de Derecho Civil de la Dirección de Institutos Jurídicos
dependiente del Ministerio de Justicia, el cual estaba dirigido en ese momento por
Jorge Joaquín Llambías. El Anteproyecto permaneció inédito por muchos años,
pues poco tiempo después de su conclusión se produjo el derrocamiento del
gobierno (16/9/1955), por lo que tampoco llegó a tener tratamiento legislativo. La
UNT sacó el Anteproyecto del anonimato.
b) Método
(Lo más destacable de este trabajo)
El Título Preliminar tiene tres capítulos con disposiciones generales, normas de
derecho internacional privado y cómputo de plazos.
El Libro I es la Parte General y trata de las personas, bienes, hechos y actos
jurídicos y tutela de los derechos.
El Libro II es el de la Familia, y el Libro III, Sucesiones, trata de la herencia.
El Libro IV es el de las Obligaciones y el libro V trata de los derechos reales e
intelectuales.
c) Valoración
Ha sido objeto de elogiosos comentarios.Tiene una gran coherencia intelectual. A
partir de su publicación se ha constituido en fuente inexorable de cualquier reforma
ulterior.
El CC de Vélez no receptó en forma expresa la doctrina del abuso del derecho. Por
el contrario, afirmó enfáticamente que el ejercicio de un derecho propio, o el cumplimiento
de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto (art.1071 CC de
Vélez).
Pese a lo citado, la jurisprudencia reconoció en ciertos casos la existencia de un
ejercicio abusivo de los derechos. Aunque la jurisprudencia es muy abundante, pueden
señalarse algunos casos muy importantes. La justicia declaró que existía conducta abusiva
por parte de quien pretendía la demolición parcial de un edificio porque este había invadido
unos pocos centímetros de su fundo; también cuando se pretendió resolver un contrato en
razón del incumplimiento de obligaciones meramente accesorias, etc. Estas reglas se
aplicaron también a situaciones no patrimoniales, como la cuestión que se planteó acerca de
la autorización paterna para que el hijo menor entrase en comunidad religiosa, negándose el
padre indebidamente a ello, lo que fue juzgado como una conducta abusiva.
La reforma de 1968 de la C.N
En 1968 se sanciona la ley 17.711 que importó un avance de las ideas renovadoras
en el ámbito del derecho privado, y que en particular incorporó al derecho positivo el
principio de la buena fe en el art. 1198 (actual 9), el abuso del derecho en el art. 1071
(actual 10), la lesión subjetiva en el art. 954, instituciones todas que se encuentran
vinculadas en la medida en que reflejan la idea de que los derechos subjetivos no son
absolutos, sino relativos, y que deben ejercerse dentro de ciertas pautas impuestas
básicamente por el principio de buena fe.
Jurisprudencia posterior a la reforma de 1968
La reforma del artículo 1071 ha sido sustento de pronunciamientos que trataron de
evitar que se exigiera el cumplimiento de contratos cuyo equilibrio económico había sido
fracturado por los efectos de la inflación.
Art. 1120 – Situación jurídica abusiva. Se considera que existe una situación jurídica
abusiva cuando el mismo resultado se alcanza a través de la predisposición de una
pluralidad de actos jurídicos conexos.
La ley. Concepto.
La ley es la regla social obligatoria establecida por la autoridad pública.
Sus caracteres son:
- SOCIALIDAD: se dicta para el hombre en cuanto miembro de la sociedad, y se dirige a
gobernar las relaciones interindividuales
- OBLIGATORIEDAD: supone una voluntad superior que manda y una voluntad inferior
que obedece. Es lo que dispone el art. 4 del Código Civil y Comercial cuando señala que
las leyes son obligatorias para todos los que habiten el territorio y la república, sean
ciudadanos o extranjeros, domiciliarios o transegùntes.
- COACTIVIDAD: característica propia de todo derecho positivo que luce en la ley, la cual
es su medio de expresión típico y privilegiado. Las sanciones de la ley son resarcitorias (de
daños y perjuicios) y represivas (castigo corrector del infractor)
Clasificaciones.
a) Ley en sentido material y ley en sentido formal: ley en sentido MATERIAL es toda
norma general y obligatoria, emanada de autoridad competente (leyes sancionadas
por el Congreso, los decretos, los edictos, las ordenanzas, leyes dictadas por las
provincias, etc).
Ley en sentido FORMAL es toda norma emanada desde el Congreso conforme
al mecanismo constitucionalmente determinado (por ej cuando el Congreso da
una pensión a una persona determinada en virtud de sus grandes servicios a la
patria u ordena erigir un monumento). Pueden coincidir, lo que sucede cuando la
norma sancionada por el Congreso conforme al mecanismo constitucional es
general y obligatoria; como el Código Civil, el Código Penal o la Ley de
Trasplantes.
Las leyes en sentido material pueden a su vez clasificarse desde diferentes
puntos de vista:
- Según la índole de la sanción que contienen:
1) Leyes imperfectas: al ser carentes de sanción expresa, no serían verdaderas
normas de derecho positivo, sino más bien exhortaciones legislativas tendientes
a encauzar en un cierto sentido a la conducta de los hombres.
2) Leyes perfectas: cuya sanción estriba en la nulidad en infracción de lo que ellas
ordenan o prohíben.
3) Leyes menos que perfectas: son aquellas cuya infracción no es sancionada con
la nulidad de lo obrado, sino con otra consecuencia. Tal la que sanciona el dolo
incidental, con el resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos por la víctima
del engaño, sin afectar la validez del acto celebrado.
4) Leyes más que perfectas: son aquellas cuya violación no solo determinan la
nulidad en contravención sino que dan lugar a la aplicación de otras sanciones
adicionales. Por ej, el acto celebrado mediante intimidación es invalido (sanción
de nulidad) y además compromete la responsabilidad del autor de la violencia
por los daños y perjuicios que sufra el intimidado.
El proceso puede tener principio en cualquiera de las cámaras del Congreso, por
proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo, salvo las excepciones
que establece el propio texto constitucional.
La segunda etapa también denominada "de discusión y votación", está a cargo en forma
exclusiva y excluyente del Congreso Nacional. Nuestro derecho constitucional la considera
como "sanción del proyecto de ley" e importa el ejercicio de la función legislativa ya que
exige siempre el concurso de la voluntad de las dos cámaras -Diputados y Senadores- para
la sanción de un proyecto de ley. En este segundo momento, el proyecto de ley se tramita
separadamente en cada cámara, denominándose "cámara de origen o iniciadora" aquella por
donde comienza el tratamiento parlamentario del proyecto, y "cámara revisora" a la
restante.
Iniciativa popular
La reforma del año 1994 introduce esta posibilidad y es que cualquier ciudadano
puede presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados, con excepción de aquellos
referidos a reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia
penal. El Congreso está obligado a darles expreso tratamiento dentro del término de doce
meses.
Derogación de la ley.
La ley se aplica de manera permanente desde el día de su puesta en vigencia hasta
su derogación. La derogación, en principio, es efectuada por otra ley.
Elementos.
La jurisprudencia.
Alude a las disposiciones emanadas de los tribunales que sientan doctrina al decidir
las cuestiones sometidas a ellos.
El recurso de Casación.
Este recurso es también un medio de unificar jurisprudencia, por vía de un tribunal
especial, o a veces directamente por el tribunal supremo (como sucede en España). El
tribunal de casación se limita a decidir si la sentencia que viene recurrida es o no ajustada al
derecho aplicable, y en caso de que no lo sea se remite el expediente a otro tribunal para
que dicte nueva sentencia. El nuevo tribunal interviniente tiene libertad para resolver según
su propio criterio; y si lo hace en contra de la tesis del tribunal de casación, el expediente
vuelve a éste, que lo trata entonces en pleno; si la asamblea plenaria resuelve de acuerdo
con el criterio originario del tribunal de casación, vuelve a remitir el expediente a otro
tribunal, que ahora sí está obligado a seguir el criterio de la Corte de Casación.
La doctrina.
Conjunto de opiniones y deducciones de los juristas. Funcionan como una fuente
material, por lo tanto fuerza de convicción sobre notas, temas del codificador, etc., ya que
se recurre a sus obras en caso de lagunas legislativas, etc. Estas están expresadas a través de
los libros, de los artículos, los comentarios a las sentencias judiciales, las críticas de la
legislación.
Otras POSIBLES fuentes.
La autonomía de la voluntad (algunos autores consideran que constituye una fuente
del derecho en la medida en que por vía de los contratos las partes crean normas a las
cuales deben ajustarse como si fuese la ley misma). La equidad (en algunos casos la ley
remite la solución a la equidad, a lo que resulte equitativo). Las reglas corporativas (reglas
emanadas de las corporaciones, relativas al ejercicio de una profesión, como la que puede
dictar el Colegio de Abogados en punto a la ética profesional, o el Colegio Médico sobre el
modo de ejercer mejor la profesión). El derecho comparado (la comparación científica de
sistemas jurídicos vigentes distintos o de un aspecto de éstos y de las causas que los han
producido y los efectos que han resultado en los medios sociales respectivos).
Bolilla 2
Punto 1 Aplicación e interpretación de la ley. Concepto.
Cuando se trata de someter las relaciones nacidas entre las personas a las normas
jurídicas (leyes, costumbres, o principios generales) se está APLICANDO el derecho.
Normalmente esa aplicación va a tener como resultado final una sentencia. Aplicar el
derecho implica:
También puede decirse que aplican el derecho los particulares, y los operadores
jurídicos cuando concluyen sus relaciones jurídicas bajo la forma de contratos, que crean
normas particulares a las cuales las partes deben someterse como la ley misma, o
instrumentan sus relaciones en documentos públicos, etc. Aun asi normalmente la
aplicación de la ley se reduce a la judicial.
INTERPRETAR es buscar el sentido y valor de la norma para medir su extensión
precisa, y apreciar su eficiencia en cuanto al gobierno de las relaciones jurídicas,
aparentemente comprendidas en el ámbito de su vigencia.
Escuelas de interpretación.
Escuela exegética: creció al amparo del Código de Napoleón. Partía de dos postulados
básicos:
Es que siendo la ley manifestación de voluntad, eso es lo que hay que indagar. El
objeto de la interpretación era la intención del legislador: para ello se valía inicialmente del
elemento gramatical, definido por Aubry y Rau como aquel que se dirige a determinar el
verdadero sentido de un texto oscuro o incompleto, ayudándose con los usos de la lengua y
las reglas de la sintaxis. Con la misma finalidad, recurrían también a los trabajos
preparatorios de la ley. El tercer elemento del cual se sirvió la exégesis fue el elemento
lógico; que caracterizó más bien a la dogmática, como una suerte de variante posterior de la
escuela de la exégesis. Los autores de la dogmática dejaron de exponer el texto del código
artículo por artículo, buscaron una exposición racional de la materia, concordando los
textos y dando a cada tema su ubicación lógica. El elemento lógico recurría a la analogía, al
argumento contrario y al argumento a fortiori (quien puede lo más puede lo menos); a la
inducción y a la deducción, tratando de buscar principios generales aplicables a los casos
que no estaban resueltos expresamente dentro de la ley. Sin embargo, el abuso de este
elemento desprestigió a la escuela, ya que llevó a resultados a veces absurdos: por ejemplo,
el art. 102 del Código de Napoleón dice ―El domicilio de todo francés es el lugar…‖, de lo
que se dedujo, por argumento a contrario, que los extranjeros carecían de domicilio.
Interpretación doctrinaria: Es la realizada por los autores, que puede servir incluso
como fuente material del derecho. Sus aportes son muchas veces de fundamental
importancia para la interpretación judicial, y por ende para la solución de litigios en los
casos concretos.
Art. 2 – La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus
finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos
humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el
ordenamiento.
Art. 3 – El juez debe resolver los asuntos que sean sometidos a su jurisdicción
mediante una decisión razonablemente fundada.
Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por el espíritu de la
ley se atenderá a los principios de leyes análogas, y si aún la cuestión fuere dudosa se
resolverá por los principios generales del derecho teniendo en consideración las
circunstancias del caso.
Respecto de las personas: Art. 4 – Ámbito subjetivo. Las leyes son obligatorias para
todos los que habitan el territorio de la República, sean ciudadanos o extranjeros,
residentes, domiciliados o transeúntes, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales.
Con relación al tiempo: vigencia y aplicación de la ley:
Art. 5 – Vigencia. Las leyes rigen después del octavo día de su publicación oficial, o
desde el día que ellas determinen.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución,
con excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.
Aplicación retroactiva: el efecto retroactivo implica aplicar una ley nueva a una
situación que fue creada cuando esta ley no estaba en vigencia.
Por ejemplo la separación de los distintos poderes que ejerce el gobierno, la libertad
individual, la propiedad, etc.
Art. 2595 – Aplicación del derecho extranjero. Cuando un derecho extranjero resulta
aplicable:
Art. 2600 – Orden público. Las disposiciones de derecho extranjero aplicables deben
ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles con los principios
fundamentales de orden público que inspiran el ordenamiento jurídico argentino.
Uno de los principios consagrados en el código civil tanto desde la época de Vélez como en
la actualidad es el de la autonomía de la voluntad de los particulares, por el cual pueden
convenir y celebrar los actos jurídicos del modo que ellos conveniente de acuerdo a sus
necesidades. La fuerza obligatoria de los contratos es un claro ejemplo de eso (art. 959). Lo
mismo cuando la autonomía de los particulares puede dale eficacia jurídica al silencio (art.
263).
Sin embargo, hay límites que no pueden transgredirse. Dos de ellos son, precisamente, el
orden público y las leyes imperativas (art. 12 del Código). De allí la relación existente entre
ambos y a eso apunta al consigna del programa. Con manejar el texto del art. 12 te
alcanzará para responder.
El fraude a la ley.
Art. 2598 – Fraude a la ley. Para la determinación del derecho aplicable en materias
que involucran derechos no disponibles para las partes no se tienen en cuenta los hechos o
actos realizados con el solo fin de eludir la aplicación del derecho por las normas de
conflicto.
Art. 6 – Modo de contar los intervalos del derecho. El modo de contar los intervalos
del derecho es el siguiente: DÍA es el intervalo que corre de medianoche a medianoche. En
los plazos fijados en días, a contar de uno determinado, queda éste excluido del cómputo, el
cual debe empezar el día siguiente. Los plazos de MESES o AÑOS se computan de fecha a
fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo,
se entiende que el plazo expira el último día de ese mes. Los plazos vencen a la hora
veinticuatro del día del vencimiento respectivo. El cómputo civil de los plazos es de días
completos y continuos, y no se excluyen los días inhábiles o no laborales. En los plazos
fijados en HORAS, a contar desde una hora determinada, queda ésta excluida del cómputo,
el cual debe empezar desde la hora siguiente. Las leyes o las partes pueden disponer que el
cómputo se efectúe de otro modo.
Bolilla 3
Punto 1 El sujeto de la relación jurídica. Especies de personas.
La ley 23.849, que ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño, dispone en su art. 2
que ―…debe interpretarse por niño todo ser humano desde el momento de su concepción y
hasta los 18 años‖.
El art. 51 del Código de Vélez preceptuaba que son personas de existencia visible
todos los entes que presentan signos característicos de humanidad. Y el hecho de que las
normas aplicadas fueran redactadas casi un siglo antes de la primera Fecundacion in vitro,
tampoco es impedimento para sostener que en el derecho positivo argentino el embrión es
persona. En nuestro derecho positivo se es persona desde el momento de la concepción sin
que incida sobre ello que ésta se haya producido en el seno materno o fuera de él.
La ley italiana 40/2004, por el contrario, no distingue las etapas del desarrollo del
embrión, asegurando en su art. 1°, el derecho de todos los sujetos involucrados, incluido el
concebido.
El proyecto de 1998 conserva el sistema del código, de modo que los derechos y
obligaciones que el concebido adquiere quedan irrevocables al nacer con vida, y si esto no
sucede, se considera que la persona nunca ha existido. El proyecto agrega ―el nacimiento
con vida se presume‖. El proyecto de CCyC de 2012 reproduce las soluciones del proyecto
de 1998 (art. 21). Antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya
hubiesen nacido, y esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos si los concebidos en
el seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de estar separados de
su madre.
Para este punto no podés dejar de saber el fallo dictado por la CIDH en el caso "Artavia
Murillo c/ Costa Rica", que abrió un poco el camino a esta tendencia legislativa.
Nacimiento.
A partir del nacimiento con vida se computan los plazos del embarazo, lo que a su
vez permite determinar el momento de la concepción. Asimismo, se produce la adquisición
irrevocable de los derechos causados durante la gestación. De allí la importancia de la
determinación del momento del nacimiento. Este se produce en el momento en que el
nuevo ser es naturalmente expulsado, o quirúrgicamente extraído de la matriz de la madre,
sin importar si se encuentra o no totalmente separado de aquella.
La vida propia del recién nacido se da cuando inhala su primera bocanada de aire
fuera del seno materno.
Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió. El nacimiento con
vida se presume.
(El segundo párrafo del art. 21 incurre en una contradicción, ya que, expresa ―si no nace
con vida, se considera que la persona nunca existió‖ y, previamente, en el art. 19, se
establece que LA EXISTENCIA de la persona humana comienza con la CONCEPCIÓN).
Esta palabra etimológicamente deriva del griego: bios (vida), y ethiké (moral).
Los principios bioéticos y los agentes de cada uno de ellos. Importancia actual.
Veamos ahora el tercer agente moral que incide en la relación médico- paciente. La
sociedad, ¿de qué manera? Dicha relación se desarrolla en el ámbito de una clínica u
hospital. La atención del médico en muchos casos se realiza por intermedio de una
cobertura de una Obra Social, mutual, seguro de salud o servicio de medicina pre- paga;
pueden intervenir diferentes médicos, en diagnósticos, interconsultas, intervenciones
quirúrgicas, especialidades etc. Aquí surge el cuarto principio moral de la bioética que es:
la justicia (que todas tengan la igualdad de derechos).
Resumiendo, podemos decir que la bioética es la Ciencia, donde deben co-existir, y
tratar de la forma menos conflictiva posible que se desarrollen los actos médicos entre tres
grupos o clases de agentes morales fundamentales: médico, paciente y sociedad; donde
cada uno de ellos juega un rol importantísimo defendiendo un principio ético distinto: los
médicos, el de beneficencia, los pacientes, su autonomía y la comunidad o sociedad la
justicia.
Su relación con el derecho.
Los tiempos actuales son muy complejos y, cada vez son más las dificultades que se
presentan, por lo que el equilibrio en este tema se torna cada vez más distante.
Justamente para recomponer o lograr ese equilibrio, interviene el Derecho, dado que es
lógico que en las sociedades democráticas y pluralistas existan diversas perspectivas
morales defendibles.
Viene al caso recordar que los principios bioéticos resultan afines con el bloque de
constitucionalidad del derecho argentino. De este mismo deriva el de justicia.
Este argumento ha sido refutado por Cifuentes, cuando expresa que si hay lesión, es
porque había algo que era objeto de esa lesión, y ese algo ¿qué es sino un derecho? El
derecho subjetivo posterior a la lesión es el que toma el puesto de aquel otro lesionado; es
derecho a obtener la condena civil o penal porque se apoya en lo que antecede. No hay
duda de que se trata de un derecho subjetivo, pues le corresponden facultades que se
ejercen sobre un objeto interior a la persona, y con pretensión de respeto hacia todos los
demás (tesis positivista).
Caracteres.
Clasificación doctrinaria.
La CN, después de 1994, alude a ello en su art. 42, cuando habla del ―trato digno‖
que merecen los consumidores y usuarios. Uno de los temas que con más claridad
refleja la ―constitucionalización‖ del Derecho Civil es el relativo a los DP.
El Pacto de San José de Costa Rica establece que para los efectos de esa
Convención ―persona es todo ser humano‖; que toda persona tiene derecho a que se
respete su vida y que este derecho está protegido por la ley y, en general, ―a partir
del momento de la concepción‖.
La Iglesia Católica se manifiesta en contra del aborto provocado.
Bolilla 4
Punto 1 Atributos de la persona. Concepto. Noción
Enumeración
Caracteres
El nombre es la designación exclusiva que corresponde a cada persona. Según el art. 62 del
CCyC: “la persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y apellido
que le corresponden”.
Composición
El apellido.
El apellido es la designación común a todos los miembros de una misma familia.
Identifica, pues, al grupo familiar, pero vinculado al nombre de pila determina la
identificación del niño.
Reglas que rigen para los hijos matrimoniales, extramatrimoniales de doble vinculo
filial y para los de único vínculo filial.
Según la ley 18.248, los hijos matrimoniales debían llevar el primer apellido del
padre; sin embargo, actualmente, en el artículo 64 del CCyC se establece que el hijo
matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges, no necesariamente el
paterno; y en caso de que no se pongan de acuerdo, se determinará por un sorteo realizado
en el Registro Civil.
El hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial lleva el apellido del progenitor.
Si la filiación de los padres se determina simultáneamente, el hijo extramatrimonial llevara
el primer apellido de alguno de los cónyuges. Si la segunda filiación se determina después
los padres acuerdan el orden, en caso de desacuerdo; el juez dispone el orden de los
apellidos, según el interés superior del niño.
Art. 68: Nombre del hijo adoptivo. El nombre del hijo adoptivo se rige por lo dispuesto en
el Capítulo 5, Título VI del Libro Segundo de este Código.
a) Plena;
b) Simple;
c) De integración
Art. 620: concepto. La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo y
extingue los vínculos jurídicos con la familia de origen, con la excepción de que subsisten
los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia adoptiva los mismos
derechos y obligaciones de todo hijo.
Art. 621: facultades judiciales. El juez otorga la adopción plena o simple según las
circunstancias y atendiendo al interés superior del niño.
Cuando sea más conveniente para el niño, niña o adolescente, a pedido de parte y
por motivos fundados, el juez puede mantener subsistente el vínculo jurídico con uno o
varios parientes de la familia del adoptante en la adopción simple. En este caso, no se
modifica el régimen legal de la sucesión, ni de la responsabilidad parental, ni de los
impedimentos matrimoniales.
(La adopción es simple cuando se genera un vínculo solamente entre la persona adoptada
y el adoptante, pero no respecto de la familia de este último. Es decir, el niño/a en cuestión
no es ni primo, ni sobrino, ni hermano del resto de los miembros del núcleo familiar.
Art. 622: conversión. A petición de parte y por razones fundadas, el juez puede
convertir una adopción simple en plena. Esta tiene efecto desde que la sentencia queda
firme y para el futuro
Art. 623: prenombre del adoptado. Este debe ser respetado. Excepcionalmente y
por razones fundadas en las prohibiciones establecidas en las reglas para el prenombre en
general o en el uso de un prenombre con el cual el adoptado se siente identificado, el juez
puede disponer la modificación del prenombre.
Art. 626: apellido. El apellido del hijo por adopción plena se rige por las siguientes
reglas:
Art. 67 CCyCN: Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del
otro con la preposición ―de‖ o sin ella.
Seudónimo. Concepto
Concepto.
Caracteres
Pruebas supletorias.
Existen casos en los que resulta imposible la acreditación de los hechos o actos jurídicos
constitutivos del estado civil de las personas mediante la correspondiente partida; por lo
tanto, en dichos supuestos habrá que recurrir a la prueba supletoria. Por ejemplo, a falta de
registros, a falta de asiento (los asientos pueden faltar porque los encargados han omitido
realizar el asiento correspondiente), por irregularidad en los asientos (porque se haya
alterado su orden, porque haya lagunas…) etc.
Necesidad: Ninguna persona puede carecer de domicilio, ya que se trata de una exigencia
del orden jurídico para poder ubicar territorialmente a los sujetos y así exigirles el
cumplimiento de sus obligaciones.
Sin embargo, esa unidad puede llevar a consecuencias disvaliosas, como someter a
quien ha contratado con alguien que tiene el centro de sus actividades en una ciudad o
provincia a demandarlo en otra, porque allí está el asiento de su familia. De allí que muchos
autores modernos y algunas legislaciones se han inclinado por el sistema de pluralidad, ya
que la vida diaria enseña que el asiento de las actv comerciales y familiares se presenta, en
la práctica, disociado, de suerte que el sistema de unidad se encuentra reñido con la realidad
social. Tal es la solución adoptada por el PROYECTO DE UNIFICACION
LEGISLATIVA que propone lo siguiente: si no coinciden el lugar de residencia y la sede
de los negocios, el domicilio para las relaciones de familia es el lugar de residencia, y para
las demás lo es la sede de los negocios.
Crítica al segundo párrafo del art. 73: para la conformación del domicilio real,
pareciera diferenciar la noción ―propia‖, que se corresponde con la alusión a la
residencia habitual, de la noción de domicilio también real, pero vinculada a la
actividad profesional o económica de la persona, en cuyo supuesto aquel estará
determinado por el lugar donde ella la desempeñe, pero referido al ―…
cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad‖.
Tal distinción, que es notoriamente diferente a la que contenía el art. 89 del
Código derogado cuando fijaba el domicilio real de la persona ―…en el asiento
principal de su residencia y de sus negocios‖ (generando algunas controversias
sobre cuál de esas pautas primaba para caracterizarlo cuando estaban separadas
geográficamente, las que de alguna manera quedaban captadas por el art. 94 en
tanto disponía que si una persona tenía establecida su familia en un lugar y sus
negocios en el otro, el domicilio real estaría determinado por el primero),
PARECERÍA PROPONER AHORA que existe un domicilio real ―general‖ (el
vinculado a la residencia habitual), y un domicilio real ―acotado‖ o ―profesional‖,
que sin llegar a conformar un supuesto de domicilio especial, limita sus alcances a
las relaciones jurídicas profesionales económicas de la persona y no a otras. Será
labor de la doctrina perfilar adecuadamente la regulación.
b) Domicilio legal: El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir
prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de
sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. Sólo la ley puede establecerlo,
y sin perjuicio de lo dispuesto en normas especiales:
a) Los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir
sus funciones, no siendo estas temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) Los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están
prestando;
c) Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen
domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;
d) Las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes (Art. 74).
El domicilio especial es aquel que produce sus efectos limitados a una o a varias
relaciones jurídicas determinadas.
Del concepto enunciado, pueden inferirse los rasgos que lo distinguen del domicilio
general. Ya no es ―necesario‖; puede ser ―múltiple‖, toda vez que no le resulta aplicable el
principio de ―unidad‖. Y, por último, a diferencia del domicilio general que en su carácter
de atributo de la personalidad es inalienable, el domicilio especial puede transmitirse a los
sucesores universales, y también a los sucesores singulares.
Bolilla 5
Punto 1 La capacidad civil. Concepto. La capacidad es la aptitud para adquirir
derechos y contraer obligaciones.
Caracteres.
La capacidad es:
a) Graduable: todo sujeto tiene capacidad de derecho. Pero esa capacidad puede
limitarse para ciertos actos, supuestos que se denominan incapacidad de derecho.
b) Reglamentada por la ley
c) De orden público, por lo que es ajena a la posibilidad de modificaciones por la
voluntad de los sujetos, salvo cuando la ley expresamente lo autoriza.
Las limitaciones referidas, impuestas por razones graves, no son dispuestas entonces
en función de las personas, sino de los hechos, simples actos o actos jurídicos determinados
y por razones de orden público o de interés general, moral o comunitario. NO hay pues
personas incapaces de derecho, sino incapacidades de derecho en relación a ciertos hechos
o actos. Podrían, a modo de ejemplo, señalarse las incapacidades de derecho para contratar
en interés propio o ajeno, según los casos, como los que están impedidos para hacerlo
conforme a disposiciones especiales según lo indica el art. 1001 (inhabilidades para
contratar); o también para suceder por testamento, de las personas enumeradas en el art.
2482 (personas que no pueden suceder).
Es la aptitud para EJERCER por sí esos derechos y deberes de los que se es titular.
Art. 23 – Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma
sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una
sentencia judicial.
Personas incapaces de ejercicio.
Fue en Inglaterra a partir del conocido caso ―Gillik‖, Corte de los Lores, Gran
Bretaña, 1986, que rechazando la oposición materna entendió que los menores de 16 años
con madurez suficiente pueden pedir sin autorización de sus padres, asesoramiento médico
y dar su consentimiento para la realización de prácticas. El derecho de los padres a elegir
un tratamiento médico para sus hijos concluye cuando éstos están en condiciones de
comprender. El ejercicio de derechos fundamentales depende de las efectivas condiciones
de madurez, que se van adquiriendo progresivamente hasta su plenitud.
Que derechos del Niño deben ser considerados en las cuestiones que les atañen. Cuáles
son dichos derechos.
Análisis del art. 26. Ejercicio de los derechos y presunciones. Actividad jurídica del
adolescente:
―(…) Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para
decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen
su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.‖
Art. 677 – Representación. Los progenitores pueden estar en juicio por su hijo como
actores o demandados.
Se presume que el hijo adolescente cuenta con suficiente autonomía para intervenir
en un proceso conjuntamente con los progenitores, o de manera autónoma con
asistencia letrada.
a) Tener edad hábil para contraer nupcias, que es de 16 años para ambos sexos.
b) Haber celebrado matrimonio.
Art. 404 – Falta de edad nupcial. Dispensa judicial. En el supuesto del inciso f) del artículo
403, el menor de edad que no haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio
previa dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad de 16 años puede contraer
matrimonio con autorización de sus representantes legales. A falta de ésta, puede hacerlo
previa dispensa judicial.
El juez debe mantener una entrevista personal con los futuros contrayentes y con sus
representantes legales.
La decisión judicial debe tener en cuenta la edad y grado de madurez alcanzados por
la persona, referidos especialmente a la comprensión de las consecuencias jurídicas del acto
matrimonial; también debe evaluar la opinión de los representantes, si la hubiesen
expresado.
Emancipación de adolescentes de más de 16 años: art. 404: El menor que haya cumplido
la edad de 16 años puede contraer matrimonio con autorización de sus representantes
legales. A falta de ésta, puede hacerlo previa dispensa judicial.
(ARTÍCULO 275.- Los hijos menores no pueden dejar la casa de sus progenitores, o aquella que éstos le hubiesen
asignado, sin licencia de sus padres.
Tampoco pueden ejercer oficio, profesión o industria, ni obligar sus personas de otra manera sin autorización de sus
padres, salvo lo dispuesto en los artículos 128 y 283.
ARTICULO 128.- Cesa la incapacidad de los menores por la mayor edad el día que cumplieren los DIECIOCHO (18)
años.
El menor que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión puede ejercerla por cuenta propia sin
necesidad de previa autorización, y administrar y disponer libremente de los bienes que adquiere con el producto de su
trabajo y estar en juicio civil o penal por acciones vinculadas a ello.)
La representación y la asistencia.
Art. 102 – Asistencia. Las personas con capacidad restringida y las inhabilitadas son
asistidas por los apoyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes
especiales.
Concepto y diferencias.
La REPRESENTACIÓN tiene lugar cuando se designa a una persona para que sustituya
al incapaz en el ejercicio de los derechos de éste, y realice los actos para los cuales el titular
está legalmente impedido. En cambio, en el sistema de ASISTENCIA el incapaz no es
sustituido por otro en el ejercicio de sus derechos, sino llamado conjuntamente con otro al
desempeño de ese ejercicio. Mientras que la representación prescinde de la voluntad del
sujeto representado, la asistencia da lugar a una actividad compleja cuyo elemento
voluntario está integrado por la voluntad del titular de los derechos ejercidos, completada
por la voluntad de la persona que desempeña la función de controlador.
Art. 103 – Actuación del Ministerio Público. La actuación del Ministerio Público
respecto de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida, y de aquellas
cuyo ejercicio de capacidad requiera de un sistema de apoyos puede ser, en el ámbito
judicial, complementaria o principal.
TUTELA:
Se aplican los principios generales enumerados en el Título VII del Libro Segundo.
Art. 105 – Caracteres. La tutela puede ser ejercida por una o más personas,
conforme aquello que más beneficie al niño, niña o adolescente.
Si es ejercida por más de una persona, las diferencias de criterio, deben ser
dirimidas ante el juez que haya discernido la tutela, con la debida intervención del
Ministerio Público.
Art. 106 – Tutor designado por los padres. Cualquiera de los padres que no se
encuentre privado o suspendido del ejercicio de la responsabilidad parental puede nombrar
tutor o tutores a sus hijos menores de edad, sea por testamento o por escritura pública. Esta
designación debe ser aprobada judicialmente. Se tienen por no escritas las disposiciones
que eximen al tutor de hacer inventario, lo autorizan a recibir los bienes sin cumplir ese
requisito, o lo liberan del deber de rendir cuentas.
Art. 107 – Tutela dativa. Ante la ausencia de designación paterna de tutor o tutores
o ante la excusación, rechazo o imposibilidad de ejercicio de aquellos designados, el juez
debe otorgar la tutela a la persona que sea más idónea para brindar protección al niño, niña
o adolescente, debiendo fundar razonablemente los motivos que justifican dicha idoneidad.
Art. 108 – Prohibiciones para ser tutor dativo. El juez no puede conferir la tutela
dativa:
Art. 111 – Obligados a denunciar. Los parientes obligados a prestar alimentos al niño,
niña o adolescente, el guardador o quienes han sido designados tutores por sus padres o
éstos les hayan delegado el ejercicio de la responsabilidad parental, deben denunciar a la
autoridad competente que el niño, niña o adolescente no tiene referente adulto que lo
proteja, dentro de los diez días de haber conocido esta circunstancia, bajo pena de ser
privados de la posibilidad de ser designados tutores y ser responsables de los daños y
perjuicios que su omisión de denunciar le ocasione al niño, niña o adolescente.
Tienen la misma obligación los oficiales públicos encargados del Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas y otros funcionarios públicos que, en ejercicio de
su cargo, tengan conocimiento de cualquier hecho que dé lugar a la necesidad de la tutela.
CURATELA
Art. 138 – Normas aplicables. La curatela se rige por las reglas de la tutela no
modificadas en esta Sección.
Art. 139 – Personas que pueden ser curadores. La persona capaz puede designar,
mediante una directiva anticipada, a quien ha de ejercer su curatela.
Los padres pueden nombrar curadores y apoyos de sus hijos incapaces o con
capacidad restringida, en los casos y con las formas en que pueden designarles tutores.
Cualquiera de estas designaciones debe ser aprobada judicialmente.
Art. 140 – Persona protegida con hijos. El curador de la persona incapaz es tutor de
los hijos menores de este. Sin embargo, el juez puede otorgar la guarda del hijo menor de
edad a un tercero, designándolo tutor para que lo represente en las cuestiones patrimoniales.
Bolilla 6
Punto 1 La restricción a la capacidad por adicción o alteración mental.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que
prevé el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de
las necesidades y circunstancias de la persona.
1) El Código incorpora no sólo reglas ―de fondo‖ sino también ―de forma‖ o
procedimentales: tales, la participación de la persona en el proceso de restricción
de su capacidad, el derecho a la asistencia letrada, el diseño de procesos que
faciliten la información y la comprensión para la toma de decisiones (art. 31
xej).
2) El Nuevo Código diseña como regla general la restricción al ejercicio de la
capacidad y, sólo excepcional, subsidiariamente y al único fin de protección de
los derechos de la persona, su eventual declaración de incapacidad (art. 32).
3) En el supuesto de restricción a la capacidad, no procede la tradicional figura
sustitutiva del curador, sino la designación de persona/s de apoyo, cuya función
es ―promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las
preferencias de la persona‖ (art. 43) (es importante destacar que la capacidad restringida
supone que la persona conserva su capacidad, la cual es limitada solo para determinados actos. La
excepcionalidad de la restricción no se fundamenta en una característica de la persona –criterio subjetivo-,
sino en una situación que requiere la conjunción de dos presupuestos -criterio objetivo-).
4) El concepto de ―salud mental‖ es mucho más amplio que el de ausencia de
enfermedades mentales; hoy ya no se habla de ―personas con enfermedad
mental‖ sino de personas con discapacidad intelectual o psicosocial (acorde al
modelo de la discapacidad propuesto por la CDPD, que ubica a la discapacidad, no ya como una condición
personal del sujeto, sino como el resultado de su interacción con las diferentes barreras que ofrece o
presenta el medio).
Ante esto, la doctrina exhibió dos líneas que derivan de las dos alternativas posibles:
e. la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que
debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios;
El Código establece como regla general que toda persona puede ejercer por sí
misma sus derechos. Esta capacidad debe presumirse y garantizarse en toda
circunstancia y a todas las personas, con independencia de cualquier característica
personal e incluso cualquier diagnóstico médico. Esta presunción está en concordancia
con la ley 26.657 que establece en su art. 5 que ―La existencia de diagnóstico en el
campo de la salud mental no autoriza en ningún caso a presumir riesgo de daño o
incapacidad…‖. Asimismo, el Código incorpora una garantía muy importante del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos en la temática, como es la
IGUALDAD EN MATERIA DE CAPACIDAD JURÍDICA. Concretamente, el art. 12
de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(CDPD) reconoce que ―las personas con discapacidad tienen capacidad jurídica en
igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida‖. A dicha
cláusula se le suma una garantía antidiscriminatoria a través del art. 2 que entiende
discriminación a ―cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de
discapacidad que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el
reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social,
cultural, civil o de otro tipo‖. La CDPD establece en este punto que las personas con
discapacidad (física, mental, intelectual o sensorial) gozan de capacidad jurídica en
igualdad de condiciones con los demás. Ello implica que si por alguna razón legalmente
justificada (como por ejemplo la edad) el régimen general de capacidad jurídica prevé
que la misma pueda ser restringida, obviamente esa afectación afectará también a las
personas con discapacidad. Pero también exige, como contracara, que la capacidad
jurídica nunca pueda ser restringida por motivo de discapacidad, y que si ello sucediera,
nos encontraríamos ante un caso de discriminación.
Además, durante el proceso, el juez debe ordenar las medidas necesarias para
garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona. Debe garantizar la
inmediatez con el interesado y entrevistarlo personalmente antes de dictar resolución
alguna; la persona en cuyo interés se lleve adelante el proceso es parte y puede aportar
todas las pruebas que hacen a su defensa; se crea un sistema de apoyo a la capacidad.
ARTÍCULO 32.- Persona con capacidad restringida y con incapacidad. El juez puede
restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente
gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un
daño a su persona o a sus bienes.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé
el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las
necesidades y circunstancias de la persona.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que
respondan a las preferencias de la persona protegida. Por excepción, cuando la persona se
encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su
voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte
ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un curador.
Legitimados activos.
ARTÍCULO 34.- Medidas cautelares. Durante el proceso, el juez debe ordenar las
medidas necesarias para garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona.
En tal caso, la decisión debe determinar qué actos requieren la asistencia de uno o varios
apoyos, y cuáles la representación de un curador. También puede designar redes de apoyo y
personas que actúen con funciones específicas según el caso.
El último párrafo del art. 32 dice ―…Por excepción, cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por
cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez
puede declarar la incapacidad y designar un curador.‖
a) Sobre la capacidad
ARTÍCULO 44.- Actos posteriores a la inscripción de la sentencia. Son nulos los actos
de la persona incapaz y con capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en la
sentencia realizados con posterioridad a su inscripción en el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas.
ARTÍCULO 46.- Persona fallecida. Luego de su fallecimiento, los actos entre vivos
anteriores a la inscripción de la sentencia no pueden impugnarse, excepto que la
enfermedad mental resulte del acto mismo, que la muerte haya acontecido después de
promovida la acción para la declaración de incapacidad o capacidad restringida, que el
acto sea a título gratuito, o que se pruebe que quien contrató con ella actuó de mala fe.
d) Sobre la imputabilidad.
c. el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin
perjuicio de lo establecido en disposiciones especiales.
e) Internación y traslado.
La autoridad pública puede disponer el traslado de una persona cuyo estado no admita
dilaciones y se encuentre en riesgo cierto e inminente de daño para sí o para terceros, a un
centro de salud para su evaluación. En este caso, si fuese admitida la internación, debe
cumplirse con los plazos y modalidades establecidos en la legislación especial. Las fuerzas
de seguridad y servicios públicos de salud deben prestar auxilio inmediato.
Bolilla 7
Punto 1 Fin de la existencia de la persona humana
a) Criterio de la ley 21.541: esta ley establecía en su art. 2 que ―… a los fines de esta
ley también será admisible la certificación del fallecimiento del dador mediante
juicio médico determinado por un equipo… quienes determinarán dicho estado por
comprobaciones cerebrales‖. Se refería sólo a las funciones cerebrales, con lo cual
se podía arribar a la extracción de órganos vitales a personas cuyo cerebro se
encontraba inactivo pero en las que se mantenían las funciones cardiorrespiratorias.
Según Yungano, esto implicaba distinguir dos tipos de muerte (una real y otra a los
fines de la Ley de Trasplantes), y se consagraba la distinción entre muerte clínica
(en la que cesa la actv de la masa encefálica, aunque subsisten algunas funciones) y
muerte biológica, en la que se produce la cesación de todas las funciones.
b) El decreto reglamentario de la ley 21.541, dispuso que a los fines de la certificación
del fallecimiento del dador, debía efectuarse ―también‖ la comprobación en su
totalidad y como mínimo de algunos signos, como la ausencia de respiración
espontánea, con absoluta necesidad de respiración artificial. De allí debía ser
interpretado que la muerte se produce por la cesación de todas las funciones regidas
por el ―tronco cerebral‖, esto es, el cerebro y el bulbo raquídeo.
c) Texto vigente: el art. 23 de la Ley de Trasplantes, con las modificaciones
introducidas por las leyes 23.464 y 23.885, dispone: ―El fallecimiento de una
persona se considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo los siguientes
signos, que deberán persistir interrumpidamente seis horas después de su
constatación conjunta:
1) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con perdida absoluta de conciencia
2) Ausencia de respiración espontánea
3) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;
4) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales
adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente
actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del
Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante
(Incucai).‖
Conmoriencia. Art. 95: Se presume que mueren al mismo tiempo las personas que
perecen en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede determinarse lo
contrario.
Punto 2 Efectos de la muerte con relación a los derechos. Producida la muerte de una
persona el derecho establece cuál es la suerte de las relaciones jurídicas constituidas en
cabeza del difunto.
Estos efectos tienen lugar en cuanto a:
Los atributos de la personalidad. Aquí SE EXTINGUEN: el nombre, la capacidad y el
domicilio. A este último es exceptuado el domicilio convencional, que no se trata de un
atributo de la persona, sino de la condición de un contrato y afectara a los herederos del
difunto.
Con respecto al Estado, este se extingue, pero los herederos pueden promover o continuar
las acciones de Estado correspondientes a su autor (impugnación de paternidad, legitimidad
de la filiación, etcétera).
Y en cuanto al patrimonio, se extingue como atributo del difunto, pero subsiste como
conjunto de bienes, y por lo tanto, se transmiten a los herederos.
Los derechos patrimoniales. No se extinguen, sino que se transmiten a los sucesores del
difunto, mediante la sucesión conocida como ―mortis causa‖.
Sucesores. Concepto. Persona que sucede al difunto en sus relaciones jurídicas. Hay dos
clases de sucesores mortis causa: herederos y legatarios/sucesor universal y sucesor
singular (art.400).
Art. 2277: ―Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa
la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a
sucederle por el testamento o por la ley. Si el testamento dispone solo parcialmente de los
bienes, el resto de la herencia se defiere por la ley.
Art. 2280: “Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos
tienen todos los derechos y acciones de aquel de manera indivisa, con excepción de los que
no son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que el causante era
poseedor.
Si están instituidos bajo condición suspensiva, están en esa situación a partir del
cumplimiento de la condición; sin perjuicio de las medidas conservatorias que
corresponden.
En principio, responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o con
su valor en caso de haber sido enajenados.‖ (Beneficio de inventario derogado).
Punto 3 Ausencia
Art. 79: Ausencia simple. Si una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse
noticias de ella, y sin haber dejado apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si
el cuidado de estos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe apoderado, pero sus
poderes son insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato.
Art. 81: Juez competente. Es competente el juez del domicilio del ausente. Si éste no lo
tuvo en el país, o no es conocido, es competente el juez del lugar en donde existan bienes
cuyo cuidado es necesario; si existen bienes en distintas jurisdicciones, el que haya
prevenido.
Art. 82.- Procedimiento. El presunto ausente debe ser citado por edictos durante cinco días,
y si vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención al defensor oficial o en su
defecto, nombrarse defensor al ausente. El Ministerio Público es parte necesaria en el
juicio. Si antes de la declaración de ausencia se promueven acciones contra el ausente, debe
representarlo el defensor. En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador
provisional o adoptar las medidas que las circunstancias aconsejan.
Art. 83.- Sentencia. Oído el defensor, si concurren los extremos legales, se debe declarar la
ausencia y nombrar curador. Para la designación se debe estar a lo previsto para el
discernimiento de curatela. El curador sólo puede realizar los actos de conservación y
administración ordinaria de los bienes. Todo acto que exceda la administración ordinaria
debe ser autorizado por el juez; la autorización debe ser otorgada sólo en caso de necesidad
evidente e impostergable. Los frutos de los bienes administrados deben ser utilizados para
el sostenimiento de los descendientes, cónyuge, conviviente y ascendientes del ausente.
ARTÍCULO 91.- Entrega de los bienes. Inventario. Los herederos y los legatarios deben
recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previa formación de inventario. El
dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con la prenotación del caso; puede
hacerse la partición de los bienes, pero no enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.
Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia,
queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos
a petición del interesado.
ARTÍCULO 92.- Conclusión de la pre notación. La pre notación queda sin efecto
transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del fallecimiento u ochenta años desde el
nacimiento de la persona. Desde ese momento puede disponerse libremente de los bienes.
Si el ausente reaparece puede reclamar:
a. la entrega de los bienes que existen en el estado en que se encuentran;
b. los adquiridos con el valor de los que faltan;
c. el precio adeudado de los enajenados;
d. los frutos no consumidos.
Bolilla 8
Punto 1 Persona jurídica.
Concepto.
La persona jurídica es el ente al cual el ordenamiento jurídico le confiere aptitud para
adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de
su creación (Art. 141).
Evolución histórica
a. Derecho romano
Se formuló la ideal fundamental de la personalidad jurídica, mediante la teoría de la
universitas, la cual constituyó un ente ideal distinto de la personalidad de sus
miembros en conjunto y de cada uno de ellos. Estos entes eran de derecho público
durante la república, pero en el derecho imperial se atribuyó capacidad jurídica de
derecho privado a las municipalidades. Y luego se extendió a los colegios, a las
corporaciones y al Estado.
b. Derecho germánico
Las tribus germánicas no tenían ninguna idea de la existencia de la universitas. Sus
instituciones se limitaban a formas de condominio especiales. Una era la propiedad
de mano común: originaria la indivisión hereditaria, en la cual ninguno de los
comuneros tiene atribuida cuota o proporción ideal, sino que todos ellos poseen el
todo. La administración y disposición de esos bienes se hacía en común, con
participación personal y directa de todos los miembros y sin que ninguno de ellos
pudiera representar a los demás. Al establecerse una cierta organización
administrativa con el correr del tiempo la propiedad de la mano común se asemeja a
las asociaciones, es decir, aparece como colectividad distinta de sus miembros.
Otra era la cooperativa: aquí no hay patrimonio común, sino una agrupación de
personas para la obtención de fines de utilidad común, sin llegar a formas
propiamente asociativas, porque no implicaba la aparición de un nuevo sujeto. Se
trataba más bien de una simple pluralidad de individuos, cuya organización unitaria
no le imprimía los caracteres de una verdadera entidad ideal, distinta y separada de
los miembros que la formaban.
c. Derecho canonista
En la Edad Media surgieron nuevas formas de asociaciones patrimoniales y
personales; hubo en las ciudades gremios y corporaciones artesanales, colegios,
institutos, el campesinado de una aldea, etc. las ciudades y las dinastías reales se
tenían por universitas y esa palabra se usó también para designar la multiplicidad de
las asociaciones personales y patrimoniales. Se descubrió la universitas como ente
conceptual incorpóreo, incluso como persona.
d. Derecho moderno
Reconoce la existencia de las entidades colectivas como sujetos de derecho
enteramente separados de sus miembros o fundadores. Estos sujetos de derecho
pueden ser el tipo de la universitas romana (grupos o colectividades de personas
unidas para conseguir una finalidad común) o del tipo de la fundación canónica
(patrimonios personalizados para la obtención de finalidades establecidas por el
fundador).
Naturaleza jurídica
1) Teoría de la ficción: su mayor exponente fue Savigny. Parte de la idea de que el único
sujeto natural de derechos y obligaciones es el hombre. Cuando la ley considera y trata al
hombre como persona no hace sino reconocer y confirmar una personalidad preexistente;
en cambio, cuando el derecho otorga la capacidad jurídica a estos entes, está considerando
por medio de una ficción que también son capaces de pensar y querer. Es decir que por una
razón de conveniencia o de interés el derecho los considera como si fueran personas.
2) Teorías negatorias: al igual que la teoría de la ficción, sostienen que la única persona
real es el hombre. Consideran, sin embargo, que la doctrina tradicional es superficial y no
ahonda la investigación de la realidad que se esconde detrás de la personería jurídica.
Encontramos en esta categoría a las:
A) Teoría de los patrimonios de afectación: sostiene que los bienes del hombre
pueden estar destinados a lograr fines propios o fines colectivos. Lo que se
denomina ―persona jurídica‖ no sería otra cosa que patrimonios afectados al
cumplimiento de ciertos fines colectivos;
B) Teoría de los derechos individuales: sostiene que la persona jurídica no es titular
de derechos sino que los verdaderos titulares son sus miembros, puesto que ellos
sufren o aprovechan las ventajas o desventajas de la actividad de la sociedad;
C) Teoría de la propiedad colectiva: sostiene que la persona jurídica es un sujeto
aparente, tres el cual se ocultan los verdaderos titulares del patrimonio. La persona
jurídica sería una propiedad colectiva detrás de la cual se oculta la propiedad
individual de sus miembros;
D) Teoría de Kelsen: para él las personas sean físicas o jurídicas son construcciones
del derecho objetivo a las cuales éste les atribuye un conjunto de derechos y
obligaciones.
3) Teorías de la realidad: sostienen que la persona no es una ficción sino una realidad, ya
que ellas realmente están dotadas de voluntad o bien su interés es distinto de los individuos
que las componen. Podemos encontrar en esta categoría a las:
Posición del Código: Para la mayoría de los autores nuestro Código siguió la teoría de la
ficción; para otros si bien el Código en un principio siguió a la teoría de la ficción, los
cambios en la legislación lo acercan a las teorías de la realidad y dentro de éstas a la teoría
de la institución.
La dinámica moderna del tercer sector es generar ―manos activas‖ que deben saber
CAPITALIZAR RECURSOS Y USARLOS EN FAVOR DEL BIEN COMUN. El
fenómeno asociativo hace posible la lucha del individuo por los derechos no reconocidos o
la reivindicación de otros. Su actuación, trascendiendo las fronteras de cada país, es
ayudada por la globalización.
a. las sociedades;
d. las fundaciones;
f. las mutuales;
g. las cooperativas;
Las personas jurídicas que, para actuar como tales requieren la autorización del
estado, comenzarán a existir cuando el Estado les apruebe sus estatutos y las autorice a
funcionar.
La ley 17.711 confirma la doctrina que considera viable discutir la legitimidad del
acto administrativo que cancela el otorgamiento de la personalidad jurídica, cuando la
decisión se funda en la existencia de hechos a los que objetivamente la ley erige como
causales de extinción de esa personalidad, pero en cambio reputa inadmisible la revisión
cuando la autoridad administrativa ha hecho uso de las facultades discrecionales a ese
respecto.
ATRIBUTOS: Nombre.
Art. 151 - Nombre. La persona jurídica debe tener un nombre que la identifique
como tal, con el aditamento indicativo de la forma jurídica adoptada. La persona jurídica en
liquidación debe aclarar esta circunstancia en la utilización de su nombre.
El nombre debe satisfacer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, tanto
respecto de otros nombres, como de marcas, nombres de fantasía u otras formas de
referencia a bienes o servicios, se relacionen o no con el objeto de la persona jurídica.
No puede contener términos o expresiones contrarios a la ley, el orden público o las buenas
costumbres ni inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica. La inclusión en
el nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere la conformidad
de éstas, que se presume si son miembros. Sus herederos pueden oponerse a la continuación
del uso, si acreditan perjuicios materiales o morales.
Patrimonio.
Art. 154 - La persona jurídica debe tener un patrimonio. La persona jurídica en formación
puede inscribir preventivamente a su nombre los bienes registrables.
Capacidad y representación.
El mecanismo por el cual expresan su ―voluntad‖ las personas jurídicas no puede ser
concebido como una cuestión de capacidad de hecho (ejercicio), porque ellas carecen de los
atributos psíquicos de las personas físicas y, por ende, no tiene sentido discutir si pueden o
no ejecutar por sí mismas sus derechos. Es evidente que las personas jurídicas tienen la
voluntad de sus representantes, la cual se expresa de diversos modos: asambleas, consejos
de administración, etc. Frente a los terceros, la ―voluntad‖ de la persona jurídica es la de
sus representantes. De esta forma el derecho ha creado un concepto de ―voluntad jurídica‖,
distinto del fenómeno de la voluntad psíquica de las personas individuales.
a) si todos los que deben participar del acto lo consienten, pueden participar en una
asamblea o reunión del órgano de gobierno, utilizando medios que les permitan a
los participantes comunicarse simultáneamente entre ellos. El acta debe ser
suscripta por el presidente y otro administrador, indicándose la modalidad adoptada,
debiendo guardarse las constancias, de acuerdo al medio utilizado para
comunicarse.
b) los miembros que deban participar en una asamblea, o los integrantes del consejo,
pueden auto convocarse para deliberar, sin necesidad de citación previa. Las
decisiones que se tomen son válidas, si concurren todos y el temario a tratar es
aprobado por unanimidad.
Art. 320 - Obligados. Excepciones. Están obligadas a llevar contabilidad todas las
personas jurídicas privadas y quienes realizan una actividad económica organizada o son
titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de
servicios. Cualquier otra persona puede llevar contabilidad si solicita su inscripción y la
habilitación de sus registros o la rubricación de los libros, como se establece en esta misma
Sección. Sin perjuicio de lo establecido en leyes especiales, quedan excluidas de las
obligaciones previstas en esta Sección las personas humanas que desarrollan profesiones
liberales o actividades agropecuarias y conexas no ejecutadas u organizadas en forma de
empresa. Se consideran conexas las actividades dirigidas a la transformación o a la
enajenación de productos agropecuarios cuando están comprendidas en el ejercicio normal
de tales actividades. También pueden ser eximidas de llevar contabilidad las actividades
que, por el volumen de su giro, resulta inconveniente sujetar a tales deberes según
determine cada jurisdicción local.
Art. 321 - Modo de llevar la contabilidad. La contabilidad debe ser llevada sobre
una base uniforme de la que resulte un cuadro verídico de las actividades y de los actos que
deben registrarse, de modo que se permita la individualización de las operaciones y las
correspondientes cuentas acreedoras y deudoras. Los asientos deben respaldarse con la
documentación respectiva, todo lo cual debe archivarse en forma metódica y que permita su
localización y consulta.
a) diario;
b) inventario y balances;
b. si la persona jurídica es un mero recurso para violar la ley, esto es, si con su actuación se
transgrede la norma jurídica;
La novedad del CCyC es que hace extensiva esta teoría a cualquier persona jurídica
privada, ya que el abuso en su constitución y la desvirtuación de su finalidad constituyen
manifestaciones de una utilización desviada del recurso de la ‖personalidad”, que son
susceptibles de producirse en cualquier clase de persona jurídica, lo cual fundamenta la
previsión del instituto en un sistema general.
Las asociaciones civiles son personas jurídicas que nacen de la unión estable de un
grupo de personas físicas que persiguen la realización de un fin de bien común no lucrativo.
Objeto. Deben tener un fin de interés general o un bien común. El lucro, como objetivo
único y principal, les está vedado a las asociaciones ya sea para sí mismas como para sus
miembros o terceros que se vinculen con la entidad.
Acto constitutivo. Se pueden constituir por instrumento privado con firmas certificadas o
por instrumento público: así lo admiten las normas de los organismos de control. A partir
de la vigencia del Nuevo CCyC, el instrumento público es la nueva forma impuesta para la
creación de estas personas jurídicas. Se establecen los contenidos mínimos del estatuto, sin
perjuicio de ello, la facultad de autorregulación que deriva del derecho de asociación
permite a los miembros de la asociación incorporar otras disposiciones.
Órganos de gobierno. El CCyC regula los órganos de las asociaciones civiles,
determinando que deben contar al menos con una asamblea, una comisión directiva y un
órgano de fiscalización interna. Ello no impide la existencia de otros órganos, como por
ejemplo una gerencia (la necesidad de un buen ―leardership‖ es fundamental para estas
entidades, de ahí el requerimiento de una formación gerencial en estas organizaciones).
Una modificación importante se presenta en el requisito de contar con un órgano de
fiscalización (comisión revisora de cuentas) para aquellas asociaciones que superen los cien
asociados. Ese órgano puede quedar en manos de ―uno o más revisores de cuentas‖, ello
deja abierta la posibilidad de una fiscalización compuesta por una sola persona, sin tener
que crearse un cuerpo colegiado. Se disponen, además, incompatibilidades para ejercer ese
cargo.
Responsabilidad de los asociados. El CCyC establece que el pago de las cuotas y
contribuciones correspondientes al mes inmediato anterior es necesario para participar en
las asambleas. Se aclara que no puede impedirse la participación del asociado si purga la
mora con antelación al inicio del acto asambleario. Ninguna otra norma se prevé en materia
de funcionamiento de las asambleas, pero en el nuevo régimen resultan aplicables
subsidiariamente las normas sobre sociedades en lo pertinente. Sin embargo, la aplicación
de las normas societarias a las asociaciones civiles habrá que realizarla siempre con un
criterio de suma prudencia, pues las asociaciones civiles se mueven en un ámbito distinto a
las entidades comerciales (art. 181).
FUNDACIONES. Concepto.
Las fundaciones son personas jurídicas que se constituyen con una finalidad de bien
común, sin propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o más personas,
destinado a hacer posibles sus fines (art. 193).
Constitución. Para existir como tales requieren necesariamente constituirse mediante
instrumento público y solicitar y obtener autorización del Estado para funcionar. Si el
fundador es una persona humana, puede disponer su constitución por acto de última
voluntad (art. 193).
Art. 195 - Acto constitutivo. Estatuto. El acto constitutivo de la fundación debe ser
otorgado por el o los fundadores o apoderado con poder especial, si se lo hace por acto
entre vivos; o por el autorizado por el juez del sucesorio, si lo es por disposición de última
voluntad.
El instrumento debe ser presentado ante la autoridad de contralor para su aprobación, y
contener:
a. los siguientes datos del o de los fundadores:
i. cuando se trate de personas humanas, su nombre, edad, estado civil, nacionalidad,
profesión, domicilio y número de documento de identidad y, en su caso, el de los
apoderados o autorizados;
ii. cuando se trate de personas jurídicas, la razón social o denominación y el domicilio,
acreditándose la existencia de la entidad fundadora, su inscripción registral y la
representación de quienes comparecen por ella;
En cualquier caso, cuando se invoca mandato debe dejarse constancia del documento que lo
acredita;
b. nombre y domicilio de la fundación;
c. designación del objeto, que debe ser preciso y determinado;
d. patrimonio inicial, integración y recursos futuros, lo que debe ser expresado en moneda
nacional;
e. plazo de duración;
f. organización del consejo de administración, duración de los cargos, régimen de reuniones
y procedimiento para la designación de sus miembros;
g. cláusulas atinentes al funcionamiento de la entidad;
h. procedimiento y régimen para la reforma del estatuto;
i. fecha del cierre del ejercicio anual;
j. cláusulas de disolución y procedimiento atinentes a la liquidación y destino de los bienes;
k. plan trienal de acción.
En el mismo instrumento se deben designar los integrantes del primer consejo de
administración y las personas facultadas para gestionar la autorización para funcionar.
Art. 219 - Intervención del Ministerio Público. Si el testador dispone de bienes con
destino a la creación de una fundación, incumbe al Ministerio Público asegurar la
efectividad de su propósito, en forma coadyuvante con los herederos y el albacea
testamentario, si lo hubiera.
Art. 220 - Facultades del juez. Si los herederos no se ponen de acuerdo entre sí o
con el albacea en la redacción del estatuto y del acta constitutiva, las diferencias son
resueltas por el juez de la sucesión, previa vista al Ministerio Público y a la autoridad de
contralor.
Contralor.
Todo aquel que adquiere un derecho respecto de una persona jurídica, puede ejercer
las acciones que correspondan a ese derecho, y que son inseparables de éste, sin excepción
alguna que pudiera fundamentarse en la naturaleza jurídica del ente que ha entrado como
sujeto pasivo de la relación.
Responsabilidad extracontractual.
(La responsabilidad de la persona jurídica, en cuanto a los hechos de quienes las dirigen o
administran que ocasionen daños a terceros, es objetiva. La responsabilidad contractual y
los restantes supuestos de responsabilidad (v. gr., por hecho ajeno) se rigen por las normas
específicas del Código en cada materia. La primera cuestión a dilucidar es el alcance de
dicha disposición. Ello es así pues la responsabilidad de los entes ideales puede surgir por
daños generados por diversas circunstancias, a saber: a) por el incumplimiento contractual
en que incurrió la persona jurídica; b) por los hechos de sus dependientes; c) por el hecho
de la cosa de la cual es propietaria o está bajo su guarda, y d) por el hecho de los directores
o administradores. Únicamente en el último supuesto enumerado, es decir, los perjuicios
ocasionados por los directores o administradores en ejercicio u ocasión de la función,
resulta aplicable la norma bajo estudio.
A su vez, en los casos en que el daño sea ocasionado por el hecho de los
dependientes del ente ideal —es decir, aquellos que no constituyen el órgano de decisión y
administración de ésta—, el deber de reparar el daño ocasionado se regirá por las
disposiciones relativas a la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente (art.
1753 del Código). Finalmente, si el daño es ocasionado por el hecho de la cosa de la que es
dueña la persona jurídica, o de la que es guardiana en los términos del artículo 1758 del
Código, entonces la responsabilidad del ente se regirá por las normas que rigen esa materia
(arts. 1757 y eones.). Entonces, solamente cuando el perjuicio haya sido ocasionado por el
accionar de los directores o administradores de la sociedad, y se trate de un ilícito
extracontractual, surgirá la responsabilidad en estudio).
(La responsabilidad del funcionario público se encuentra excluida del régimen del Código,
aplicándose en este supuesto las normas y principios del derecho administrativo nacional o
local. En el ámbito federal, rige lo dispuesto por la ley 26.944. Ello, siempre que se
cumplan los presupuestos previstos en el artículo, es decir que se trate de un funcionario
público, y que el daño sea ocasionado por el ejercicio irregular de la función. En cuanto al
concepto de funcionario público, se trata de todo aquel que ejerce una función pública, de
facto o de iure, si presta los servicios en forma onerosa o gratuita, los realiza de forma
permanente, temporaria o accidental, y es esencial que su actividad encuadre dentro de la
función pública.
Resulta de aplicación la ley 26.944 que, en su artículo 9°, establece que los
funcionarios y agentes públicos responderán por los daños que ocasionen por el ejercicio
irregular de sus funciones, siempre que hayan actuado con dolo o culpa. Asimismo, el plazo
de prescripción de la acción contra ellos será de tres años, mientras que la acción del Estado
contra los funcionarios o agentes por repetición prescribirá también a los tres años, pero
contados desde la sentencia firme que estableció la indemnización a favor de la víctima.
Las consecuencias de la nueva normativa aplicable, al menos en la órbita nacional, son más
que relevantes. Ello así pues la conducta irregular del agente no permitirá presumir in re
ipsa la culpa del agente, como sí ocurría con el régimen anterior a la reformas. En
consecuencia, la víctima del hecho ilícito tendrá la carga de la prueba de la culpa del
funcionario. Por último, es relevante destacar que el artículo 1° de la ley 26.944 establece la
imposibilidad de imponer sanciones pecuniarias disuasivas contra los agentes o
funcionarios. Se está refiriendo, sin lugar a dudas, a los daños punitivos, que se encontraban
consagrados en el artículo 1714 del proyecto original, y que finalmente fueron excluidos
del nuevo Código, aunque continúan subsistentes en el ámbito del derecho del consumo
(art. 52 bis, ley 24.240).
a. el presidente, o alguno de los coadministradores, si los hay, pueden ejecutar los actos
conservatorios;
b. los actos así ejecutados deben ser puestos en conocimiento de la asamblea que se
convoque al efecto dentro de los diez días de comenzada su ejecución;
Doctrina que niega la responsabilidad penal de las personas jurídicas: la doctrina tradicional
ha señalado las causas por las cuales no es posible imputar responsabilidades penales a las
personas jurídicas:
Puede señalarse, también, una correspondencia entre los delitos imputables a las
personas jurídicas, que son de naturaleza económica, y las penas correspondientes, que
consisten en sanciones pecuniarias.
Punto 7 Fin de la existencia de las personas jurídicas. Las causales del art. 163 del
CCyC.
a. la decisión de sus miembros adoptada por unanimidad o por la mayoría establecida por el
estatuto o disposición especial;
g. la reducción a uno del número de miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos y
ésta no es restablecida dentro de los tres meses;
j. cualquier otra causa prevista en el estatuto o en otras disposiciones de este Título o de ley
especial.
Prórroga.
b. presentación ante la autoridad de contralor que corresponda, antes del vencimiento del
plazo.
Reconducción.
ARTÍCULO 166.- Reconducción. La persona jurídica puede ser reconducida
mientras no haya concluido su liquidación, por decisión de sus miembros adoptada por
unanimidad o la mayoría requerida por la ley o el estatuto, siempre que la causa de su
disolución pueda quedar removida por decisión de los miembros o en virtud de la ley.
Liquidación y responsabilidades.
Bolilla 9
Punto 1 El objeto de la relación jurídica: bienes y cosas
Conceptos.
Las cosas, en principio, son objetos materiales; los bienes, por el contrario, serían
cualesquiera componentes del patrimonio de una persona evaluables económicamente, tanto si son
cosas propiamente dichas, como si son derechos sobre las cosas (derechos reales) o derechos que
tienen por objeto la conducta ajena (derechos de crédito).
Los derechos individuales de las personas pueden recaer sobre bienes que integran su
patrimonio. Los bienes son susceptibles de valor económico; los bienes/objetos materiales son
cosas.
La tradición legislativa identifica a los BIENES con la valoración económica. Para este fin, no es
determinante si son materiales (cosas) o inmateriales, porque lo que interesa es que tengan valor, y
este elemento, para la letra del Código y en su interpretación para la mayoría de la doctrina, es
económico y no afectivo.
Desde el punto de vista económico, los objetos pueden tener o no valor patrimonial. Si tienen valor
económico, pueden a su vez entrar en el comercio y tener precio, que surge de la oferta y la
demanda, por lo que no son aplicables los bienes ambientales o el cuerpo o partes del cadáver.
En cuanto a las COSAS, en el código se las define como objetos materiales susceptibles de
tener un valor. Desde el punto de vista físico, cosa es todo lo que existe en la naturaleza (mar, aire,
sol, etc.). Desde el punto de vista jurídico, se limita a todo lo que tiene un valor entre los bienes de
los particulares.
Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o por una fuerza externa (art.
227)
Son cosas inmuebles aquellas que son fijas. Dentro de los inmuebles, encontramos:
inmuebles por naturaleza e inmuebles por accesión.
ARTÍCULO 225.- Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo,
las cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin
el hecho del hombre.
ARTÍCULO 226.- Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles
que se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En
este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un
derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran inmuebles por accesión
las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario.
ARTÍCULO 232.- Cosas fungibles. Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de
la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la
misma calidad y en igual cantidad.
Las cosas no fungibles tienen características únicas y por lo tanto, no pueden sustituirse por
otra.
Los bienes del dominio privado del Estado se encuentran en la misma situación que los bienes de
los particulares, pudiendo ser objeto de idénticas operaciones.
Diversas doctrinas
Doctrina clásica
Aubry y Rau plantean que cada persona no tiene más que un patrimonio.
Llambías realiza una crítica ante esto: ―desde el punto de vista de la técnica jurídica y del derecho
en general, permite explicar por qué los acreedores pueden dirigirse contra un bien cualquiera del
deudor...‖ lo que es pasible de crítica es la unidad del patrimonio, pues si los bienes exteriores están
al servicio del hombre no se ve por qué para el mejor desempeño de esa función, no puedan
segregarse algunos de ellos del resto para afectarlos a un fin determinado y especial. Por esto es que
en nuestro sistema, dice, que es compatible el reconocimiento de un único patrimonio general, con
diversos patrimonios especiales del mismo sujeto.
Doctrina alemana
Von Turh dice que el patrimonio resulta de un conjunto de derechos que reciben unidad por
corresponder a un mismo sujeto; de esta unidad se deriva que los hechos jurídicos y las relaciones
que atañen al titular producen sus efectos sobre todos los derechos que en cada momento integran el
patrimonio. En cambio, la unidad se pierde cuando un conjunto de derechos cuyos elementos
posiblemente son mutables, está regido por normas especiales.
En suma, el fundamento de la teoría del patrimonio no está en la persona del titular sino en los fines
que es dable obtener con los bienes.
Entonces el patrimonio general está formado por la masa de bienes de que dispone el titular para
obtener cualesquiera fines que se proponga; en cambio, los patrimonios especiales son, como define
Brinz, ―bienes afectados a un fin determinado‖.
Doctrina nacional
En cuanto a los caracteres, la diferencia con los del patrimonio general es que el patrimonio
especial no es necesario ni único (puede haber varios simultáneamente).
Los nuevos bienes adquiridos por el titular ingresan al patrimonio general a no ser que:
1) La ley establezca que sean incluidos al patrimonio especial.
2) Provengan de inversiones o movimientos comerciales del patrimonio especial.
3) Sean productos o frutos de los mismos bienes del patrimonio especial.
Acreedores. Concepto.
Un acreedor es aquella persona, física o jurídica, que legítimamente está autorizada para exigir el
pago o cumplimiento de una obligación contraída con anterioridad.
1) Acreedores Privilegiados: son los provistos por la ley de algún privilegio, consistente en el
derecho de ser pagado con preferencia a otro. Los privilegios son calidades accesorias de los
créditos en razón de la naturaleza de éstos, por ejemplo: proveedor impago de materiales sobre el
inmueble construido con éstos. El deudor no puede construir privilegios a favor de tal o cual
acreedor. Se diferencian dos clases de privilegios:
a) Generales: recaen sobre todos los bienes del deudor o sus cosas muebles en total. Tienen
privilegios generales los acreedores por gobierno de justicia, los sueldos y salarios de dependientes
que corresponden a los seis meses anteriores a la apertura del concurso.
b) Especiales: aquellos cuyo asiento recae sobre un bien determinado del deudor. Por ejemplo:
privilegios del acreedor por trabajos de conservación de una cosa mueble sobre el precio de la cosa.
2) Acreedores munidos de garantía real: son aquellos que tienen establecido un derecho real a su
favor sobre algún bien determinado del deudor. Tales son los acreedores hipotecarios o prendarios.
El primero es titular de un derecho real establecido en seguridad de un crédito en dinero sobre
bienes inmuebles que continúa en poder del deudor.
El segundo ha constituido una prenda sobre una cosa mueble del deudor, consiste en su retención en
garantía del cumplimiento de la deuda.
3) Acreedores Quirografarios: Son los que carecen de toda preferencia. Su derecho se hace efectivo
una vez desinteresados los acreedores protegidos y los munidos de garantía real. Si el capital
sobrante no alcanza para pagar a los acreedores quirográficos en el exacto monto de la deuda, se
hace un pago por prorrata de los créditos respectivos, es decir se distribuye el activo realizado del
deudor entre los acreedores en proporción al monto nominal de sus créditos. De ese modo cada
acreedor sufre la misma merma proporcional, manteniendo el principio de igualdad de los
acreedores frente al patrimonio.
Efectos de la distinción.
El principio de que el patrimonio es prenda común de los acreedores autoriza a estos a
ejercer las acciones judiciales tendientes, en definitiva, a vender judicialmente los bienes que
integran ese patrimonio, para cobrarse de su producido. Para esto se organizan diversas medidas
judiciales.
- Embargo: es una orden judicial que inmoviliza un bien determinado en el patrimonio del
deudor, quien queda impedido para enajenar ese objeto. Si éste es una cosa inmueble, el
embargo se traba mediante la anotación de la orden judicial en el Registro de la Propiedad.
En cambio si se trata de una cosa mueble, se produce el secuestro de la cosa que es puesta
bajo depósito judicial, aunque si es un mueble de características registrables, se anota el
embargo en el respectivo registro (x ej: automóvil).
- Inhibición: cuando se ignoran los bienes del deudor no es posible recurrir al embargo.
Ante esto queda la posibilidad de decretar la inhibición general de bienes, que el juez
dispondrá se anote en el Registro de la Propiedad y que durante cinco años impedirá al
deudor enajenar los bienes inmuebles que tenga (o llegue a tener por cualquier título).
- Anotación de Litis: consiste en anotar en el Registro de la Propiedad la existencia de un
litigio que tiene por objeto el bien en cuestión, con el objeto de informar a terceros que el
bien referido es litigioso, o sea, que quien promovió la demanda, y peticionó el registro del
juicio existente, pretende derechos sobre él. Así el que pretenda adquirir ese bien está
alertado de la situación, y si bien podrá comprarlo, ya que a diferencia del embargo o de la
inhibición, la anotación de litis no retira el bien del comercio, ni lo inmoviliza, no podrá
alegar luego que desconocía tal situación, y no podrá oponerse a la devolución del mismo si
el demandante triunfa en el reclamo.
b) Acciones integrativas.
Cuando el deudor se encuentra insolvente o sometido a la acción de sus acreedores, puede
intentar eludir la acción de estos mediante la enajenación de sus bienes, real o ficticia, y
despreocuparse de la percepción de sus créditos. Para evitar el efecto dañoso que tales
conductas producen a los acreedores, se organizan tres acciones:
1) Acción subrogatoria: es concedida a cualquier acreedor para que sustituya a su deudor
en las acciones judiciales tendientes a la percepción de los créditos o reconocimiento de
otros derechos patrimoniales de que este fuere titular. Así, si el deudor es comprador de
un inmueble en virtud de un boleto de compra-venta, y no ejerce la acción de
escrituración, puede ser subrogado por su acreedor en el ejercicio de esta.
2) Acción de simulación: tiene lugar cuando los deudores ―simulan‖ un acto (generalmente
la venta de un bien) para no pagar a sus acreedores. Esta acción intenta demostrar que
los bienes aparentemente enajenados continúan siendo parte del patrimonio del deudor.
Si esto se demuestra, el acreedor puede cobrarse los créditos de ese bien.
3) Acción revocatoria: la ley considera actos hechos en fraude a los acreedores a aquellos
actos de enajenación que provocan o agravan la insolvencia, por lo que cualquier
acreedor quirografario de fecha anterior al negocio jurídico del que se trate, puede
promover la acción destinada a que ese acto sea declarado inoponible a él.
c) Acciones ejecutivas individuales.
Es aquella acción que cada acreedor inicia y prosigue por su propia cuenta y en su exclusivo
interés. Para llegar a la venta de los bienes de su deudor el acreedor debe embargar los
bienes de que se trate. El embargo constituye una vía preliminar para la ejecución de los
bienes del deudor.
Una vez realizado el embargo se procede a la venta de los bienes. Vendidos los bienes el
acreedor embargante procede a cobrarse sobre el precio, y si algo queda pertenece al deudor.
Esto se llama liquidación de bienes.
d) Acciones colectivas.
Los acreedores pueden por medio del concurso civil o comercial pedir la venta de los bienes
del deudor y liquidación de sus negocios en un pie de igualdad, lo que se hace dentro del
procedimiento de la quiebra.
Bolilla 10
Punto 1 La causa de la relación jurídica: teoría general de los hechos y actos jurídicos
Toda relación jurídica está sujeta al principio de razón suficiente, que conduce a la investigación de
la causa de dicha relación jurídica, es decir que esta reconoce su origen en un hecho que le antecede
y su índole y calidad depende la índole y calidad del hecho que constituye su causa.
Licitos:
Los que la
ley no prohíbe
Voluntarios:
Realizados con discernimiento,
H.J intención y libertad
Actos lícitos: no son ejecu-
Hechos humanos o Actos: tados con propósito alguno
aquellos que provienen del hombre (cultivo de un campo).
(revisten mayor importancia para el D`) Involuntarios: delitos:
realizados sin discernimiento, ilícitos: ejecutado con
intención ni libertad los reprobados dolo
por la ley
cuasidelitos:
ejecutado
con culpa
c. Libertad: es la posibilidad de elegir entre varias opciones, con ausencia de coacción externa.
Causas obstativas: la libertad es afectada por el vicio de violencia (fuerza o intimidación).
Art. 264: a la expresión tácita también se la denomina indirecta. Cuando se trata de comprobar si a
partir de una conducta se configura o no una manifestación tácita de la voluntad, es preciso realizar
un juicio de valor para ponderar las características del acto y de sus circunstancias. Para que esto
sea eficaz es necesario que la ley no exija una manifestación expresa o positiva. Además es preciso
que el emisor no haya aclarado previamente que el acto no implica una manifestación de voluntad.
Así, un ejemplo seria si un sujeto entrega a otro una cosa mueble, de ese sólo comportamiento no
puede inferirse si existió compraventa, depósito, etc., pero si podrá establecerse cuál es el acto que
se realiza de otras circunstancias simultáneas o concomitantes.
Configuran una manifestación tácita de la voluntad los supuestos en que el acreedor devuelve al
deudor el instrumento en que consta la obligación, ya sea por haber pagado o porque el acreedor
hizo remisión de la deuda; la persona que recibe habitualmente mercadería de un comerciante y no
la rechaza, sino que la vende, significa que la ha aceptado.
En cuanto al significado de la reforma, simplifica la redacción del art. anterior (918) y
elimina las excepciones que contenía que, en rigor, eran superfluas por cuanto si quien la emite
simultáneamente manifiesta su protesta o disconformidad con el acto o emite una manifestación
expresa en contrario, existe total certeza y deja de existir la típica característica de la manifestación
tácita de voluntad.
Bolilla 11
Esenciales: son aquellos que no pueden faltar, por lo que no habría acto jurídico.
Sujeto: Es el autor del acto, o persona de quien emana.
Objeto: es la materia sobre la cual recae, o la cual tiende la voluntad del sujeto.
Pueden ser cosas o hechos.
Manifestación de la voluntad
Causa: acuerdo de las dos partes
Forma: solo aplicable para los actos jurídicos solemnes
Accidentales: no están en el acto jurídico, pero las partes los pueden agregar. Por ejemplo las
modalidades de los a.j (plazo, cargo y condición).
Sujetos: partes y otorgantes
ARTÍCULO 1023.- Parte del contrato. Se considera parte del contrato a quien:
a. lo otorga a nombre propio, aunque lo haga en interés ajeno;
b. es representado por un otorgante que actúa en su nombre e interés;
c. manifiesta la voluntad contractual, aunque ésta sea transmitida por un corredor o por un agente
sin representación.
Presunción de causa
ARTÍCULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto se presume
que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la causa expresada sea falsa
si se funda en otra causa verdadera
Falsa causa
Existe falsa causa cuando media error sobre la causa principal del acto. La carga de la prueba de la
falsedad la soporta quien invoca tal hecho.
Basta para el deudor que pretende su liberación, acreditar que la causa es falsa, o también debe
probar que el negocio no tiene otra causa licita; o por el contrario, será el acreedor quien deberá
justificar la existencia de otra causa lícita de su acreencia.
Causa ilícita
La causa es ilícita cuando es contraria a las leyes y al orden público. Ello comprende a la causa
contraria a la moral y a las buenas costumbres.
Para que la causa ilícita provoque la nulidad del negocio es preciso que ella sea común a ambas
partes, es decir que el móvil ilícito que ha motivado a una de las partes haya sido conocido por la
otra, de modo que haya entrado en el ―campo contractual‖.
El acto abstracto
ARTÍCULO 283.- Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son discutibles
en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley lo autorice.
ARTÍCULO 399.- Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso
que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas.
Tipos de sucesores.
SUCESOR UNIVERSAL es el que recibe todo o una parte indivisa del patrimonio de otro;
SUCESOR SINGULAR el que recibe un derecho en particular (art. 400).
Bolilla 12
Punto 1 La forma del acto jurídico.
El formalismo en el Derecho
Evolución.
En pueblos de cultura incipiente la base de la organización jurídica es el formalismo, por ejemplo:
en la Roma primitiva no importaba tanto el consentimiento de los contratantes, como que se
hubiesen cumplido exactamente las formas que la ley determina. En este sistema formalista riguroso
la forma esencial se identifica con lo legal; ya que tampoco se concebió un acto que no se hiciera
con los símbolos y ritos que determina la ley.
Posteriormente con la aparición de los contratos ―bona fides‖ se entendía que el acto, aún
desprovisto de la forma legal adecuada, era suficiente como para obligar a las partes; el Derecho
comprendió que la fuerza que vinculaba a las partes provenía de su propio consentimiento, del cual
la forma serviría más adelante para su comprobación.
Desde entonces el derecho se caracteriza por el predominio del principio de libertad de formas,
que deja a los particulares la elección de los hechos de expresión que estimen más adecuados para
la celebración de los actos jurídicos.
Modernamente se aprecia un resurgimiento del formalismo en la esfera comercial, pero éste tiene
otro fin que se relaciona con los terceros y la seguridad del tráfico jurídico. Por eso se establece la
forma legal de la escritura pública para asegurar las transferencias de bienes inmuebles y evitar
extravíos y controversias, por ende esas escrituras quedan a resguardo del Estado.
También sobre otros bienes existen registros donde el titular de un derecho lo inscribe, sobre todo
en interés de los terceros, ya que estos deben estar informados de ciertos actos porque estos pueden
incidir en el patrimonio que constituye la garantía colectiva de los acreedores.
Por todo ello se han organizado regímenes adecuados de publicidad de la transmisión de los
derechos, a este fin la ley 17711 coloca como requisito de forma indispensable la inscripción en el
registro para operar la transferencia de derechos reales sobre inmuebles.
Ventajas.
1) El uso de formas comunes permite conocer con más exactitud la naturaleza del acto.
2) La exigencia de ciertos fines protege a las partes de cierta ligereza e impremeditación, por
ejemplo: en el matrimonio o en el testamento.
3) El uso de forma pre constituida facilita y asegura la prueba del acto.
4) Por medio de la publicidad se protege los derechos de tercero.
5) Desde el punto de vista fiscal favorece el cobro de impuestos.
Inconvenientes.
1) La incomodidad de reportarse al cumplimiento de formas.
2) Las formas son siempre onerosas, ya que se debe recurrir a especialistas o funcionarios. Ej:
escribanos.
3) Puede que el acto se invalide por no observar las solemnidades establecidas.
4) Las formas actúan como impedimento que obstaculiza la celeridad de las transacciones de los
bienes a que ellas se refieren.
El neoformalismo.
El neo formalismo tiene una finalidad distinta al formalismo: pretende proteger el interés de los
terceros y la seguridad en el trafico jurídico, es decir, la certeza a la adquisición de derechos, así
como la posibilidad de poder reflexionar mejor sobre los efectos del acto que se realiza. Un ejemplo
de este es la creación de registros y nuevos derechos registrables.
La forma impuesta
ARTÍCULO 285.- Forma impuesta. El acto que no se otorga en la forma exigida por la ley no queda
concluido como tal mientras no se haya otorgado el instrumento previsto, pero vale como acto en el
que las partes se han obligado a cumplir con la expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo
sanción de nulidad.
Expresión escrita
ARTÍCULO 286.- Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos
públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en los casos en que
determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que
su contenido sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos.
Los instrumentos públicos son los otorgados con las formalidades que la ley establece en presencia
de un oficial público a quien la ley confiere la facultad de autorizarlos, como las escrituras públicas
hechas por escribanos públicos en sus libros de protocolo, o por otros funcionarios con las mismas
atribuciones, y las copias de esos libros sacadas en la forma que prescribe la ley; cualquier otro
instrumento que extendieren los escribanos o funcionarios públicos en la forma determinada por las
leyes, etc.
ARTÍCULO 290.- Requisitos del instrumento público. Son requisitos de validez del instrumento
público: a. la actuación del oficial público en los límites de sus atribuciones y de su competencia
territorial, excepto que el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella; b. las firmas del
oficial público, de las partes, y en su caso, de sus representantes; si alguno de ellos no firma por sí
mismo o a ruego, el instrumento carece de validez para todos.
Testigos
ARTÍCULO 295.- Testigos inhábiles. No pueden ser testigos en instrumentos públicos:
a. las personas incapaces de ejercicio y aquellas a quienes una sentencia les impide ser testigo en
instrumentos públicos;
b. los que no saben firmar;
c. los dependientes del oficial público;
d. el cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del cuarto grado y segundo
de afinidad; el error común sobre la idoneidad de los testigos salva la eficacia de los instrumentos
en que han intervenido.
Copias
ARTÍCULO 308.- Copias o testimonios. El escribano debe dar copia o testimonio de la escritura a
las partes. Ese instrumento puede ser obtenido por cualquier medio de reproducción que asegure su
permanencia indeleble, conforme a las reglamentaciones locales. Si alguna de las partes solicita
nueva copia, el escribano debe entregarla, excepto que la escritura contenga la constancia de alguna
obligación pendiente de dar o de hacer, a cargo de otra de las partes. En este caso, se debe requerir
la acreditación en instrumento público de la extinción de la obligación, la conformidad del acreedor
o la autorización judicial, que debe tramitar con citación de las partes del acto jurídico.
Requisitos de validez
ARTÍCULO 301.- Requisitos. El escribano debe recibir por sí mismo las declaraciones de los
comparecientes, sean las partes, sus representantes, testigos, cónyuges u otros intervinientes. Debe
calificar los presupuestos y elementos del acto, y configurarlo técnicamente. Las escrituras públicas,
que deben extenderse en un único acto, pueden ser manuscritas o mecanografiadas, pudiendo
utilizarse mecanismos electrónicos de procesamiento de textos, siempre que en definitiva la
redacción resulte estampada en el soporte exigido por las reglamentaciones, con caracteres
fácilmente legibles. En los casos de pluralidad de otorgantes en los que no haya entrega de dinero,
valores o cosas en presencia del notario, los interesados pueden suscribir la escritura en distintas
horas del mismo día de su otorgamiento. Este procedimiento puede utilizarse siempre que no se
modifique el texto definitivo al tiempo de la primera firma.
ARTÍCULO 302.- Idioma. La escritura pública debe hacerse en idioma nacional. Si alguno de los
otorgantes declara ignorarlo, la escritura debe redactarse conforme a una minuta firmada, que debe
ser expresada en idioma nacional por traductor público, y si no lo hay, por intérprete que el
escribano acepte. Ambos instrumentos deben quedar agregados al protocolo. Los otorgantes pueden
requerir al notario la protocolización de un instrumento original en idioma extranjero, siempre que
conste de traducción efectuada por traductor público, o intérprete que aquél acepte. En tal caso, con
el testimonio de la escritura, el escribano debe entregar copia certificada de ese instrumento en el
idioma en que está redactado.
ARTÍCULO 303.- Abreviaturas y números. No se deben dejar espacios en blanco, ni utilizar
abreviaturas, o iniciales, excepto que estas dos últimas consten en los documentos que se
transcriben, se trate de constancias de otros documentos agregados o sean signos o abreviaturas
científicas o socialmente admitidas con sentido unívoco. Pueden usarse números, excepto para las
cantidades que se entregan en presencia del escribano y otras cantidades o datos que corresponden a
elementos esenciales del acto jurídico
Requisitos en el supuesto que el otorgante posea limitaciones en su aptitud para oír y para
comunicarse
ARTÍCULO 304.- Otorgante con discapacidad auditiva. Si alguna de las personas otorgantes del
acto tiene discapacidad auditiva, deben intervenir dos testigos que puedan dar cuenta del
conocimiento y comprensión del acto por la persona otorgante. Si es analfabeta, además, la escritura
debe hacerse de conformidad a una minuta firmada por ella y el escribano debe dar fe de ese hecho.
La minuta debe quedar protocolizada.
Justificación de la identidad
ARTÍCULO 306.- Justificación de identidad. La identidad de los comparecientes debe justificarse
por cualquiera de los siguientes medios: a. por exhibición que se haga al escribano de documento
idóneo; en este caso, se debe individualizar el documento y agregar al protocolo reproducción
certificada de sus partes pertinentes; b. por afirmación del conocimiento por parte del escribano.
Documentos habilitantes de las personas que la otorgan
ARTÍCULO 307.- Documentos habilitantes. Si el otorgante de la escritura es un representante, el
escribano debe exigir la presentación del documento original que lo acredite, el que ha de quedar
agregado al protocolo, excepto que se trate de poderes para más de un asunto o de otros documentos
habilitantes que hagan necesaria la devolución, supuesto en el cual se debe agregar copia certificada
por el escribano. En caso de que los documentos habilitantes ya estén protocolizados en el registro
del escribano interviniente, basta con que se mencione esta circunstancia, indicando folio y año.
Concepto de protocolización
Es el hecho de agregar un documento al final del registro de un notario, a pedido de quien lo
solicita. (artículo 415 del Código Orgánico de Tribunales). Para que la protocolización surta efecto
legal deberá dejarse constancia de ella en el libro de repertorio el día en que se presente el
documento, en la forma que señala el Art. 430 del Código Orgánico de Tribunales. No pueden
protocolizarse, ni la protocolización valdrá, los documentos en que se consignen actos o contratos
con causa u objetos ilícitos, salvo que lo pidan personas distintas de los otorgantes o beneficiarios
de ellos. El instrumento protocolizado sólo podrá ser desglosado del protocolo en virtud de decreto
judicial.
Problemas probatorios
ARTÍCULO 312.- Valor probatorio. El valor probatorio de las actas se circunscribe a los hechos
que el notario tiene a la vista, a la verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las
personas, se circunscribe a su identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones
y juicios que emiten. Las declaraciones deben referirse como mero hecho y no como contenido
negocial.
Organización del notariado en la Provincia de Buenos Aires.
http://www.colescba.org.ar/www/static/institucional/ley9020.jsf
http://www.infojus.gob.ar/9020-local-buenos-aires-ley-notarial-lpb8609020-1986-11-
21/123456789-0abc-defg-020-9068bvorpyel
Relaciones:
1) El instrumento privado puede ser la base para obligar a las partes a otorgar un instrumento
público.
2) Puede ser protocolizado elevándose a instrumento público si esto fuera ordenado por el juez.
3) Puede ser reconocido, por transcripción, o por admisión, en un instrumento público pasando a
integrarlo.
4) Puede que en su origen haya sido un instrumento público pero por conversión en virtud de su
nulidad valga como un instrumento privado.
Requisitos de validez:
La firma. ARTÍCULO 313.- Firma de los instrumentos privados. Si alguno de los firmantes de un
instrumento privado no sabe o no puede firmar, puede dejarse constancia de la impresión digital o
mediante la presencia de dos testigos que deben suscribir también el instrumento.
Reconocimiento de firma, sus efectos. Documento signado por impresión digital. ARTÍCULO
314.- Reconocimiento de la firma. Todo aquel contra quien se presente un instrumento cuya firma
se le atribuye debe manifestar si ésta le pertenece. Los herederos pueden limitarse a manifestar que
ignoran si la firma es o no de su causante. La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier
medio. El reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del instrumento
privado. El instrumento privado reconocido, o declarado auténtico por sentencia, o cuya firma está
certificada por escribano, no puede ser impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto por
vicios en el acto del reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con
la impresión digital vale como principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su
contenido.
Documento firmado en blanco. ARTÍCULO 315.- Documento firmado en blanco. El firmante de
un documento en blanco puede impugnar su contenido mediante la prueba de que no responde a sus
instrucciones, pero no puede valerse para ello de testigos si no existe principio de prueba por
escrito. El desconocimiento del firmante no debe afectar a terceros de buena fe. Cuando el
documento firmado en blanco es sustraído contra la voluntad de la persona que lo guarda, esas
circunstancias pueden probarse por cualquier medio. En tal caso, el contenido del instrumento no
puede oponerse al firmante excepto por los terceros que acrediten su buena fe si han adquirido
derechos a título oneroso en base al instrumento.
Las enmiendas al instrumento privado. ARTÍCULO 316.- Enmiendas. Las raspaduras,
enmiendas o entrelíneas que afectan partes esenciales del acto instrumentado deben ser salvadas con
la firma de las partes.
De no hacerse así, el juez debe determinar en qué medida el defecto excluye o reduce la fuerza
probatoria del instrumento.
Fecha cierta. Concepto y cómo se adquiere para los instrumentos privados. ARTÍCULO 317.-
Fecha cierta. La eficacia probatoria de los instrumentos privados reconocidos se extiende a los
terceros desde su fecha cierta. Adquieren fecha cierta el día en que acontece un hecho del que
resulta como consecuencia ineludible que el documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado
después. La prueba puede producirse por cualquier medio, y debe ser apreciada rigurosamente por
el juez.
El valor de la correspondencia como prueba. ARTÍCULO 318.- Correspondencia. La
correspondencia, cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse
como prueba por el destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin
consentimiento del remitente. Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin
asentimiento del destinatario, y del remitente si es confidencial.
La fuerza probatoria del instrumento particular. ARTÍCULO 319.- Valor probatorio. El valor
probatorio de los instrumentos particulares debe ser apreciado por el juez ponderando, entre otras
pautas, la congruencia entre lo sucedido y narrado, la precisión y claridad técnica del texto, los usos
y prácticas del tráfico, las relaciones precedentes y la confiabilidad de los soportes utilizados y de
los procedimientos técnicos que se apliquen.
Bolilla 14
Punto 1 La lesión como vicio de los actos jurídicos.
La lesión es el daño en un contrato a título oneroso que deriva del hecho de no recibir el
equivalente de lo que se da.
Evolución histórica.
a) DERECHO ROMANO. El concepto de lesión nació en Roma. Los emperadores
Diocleciano y Maximiliano otorgaron a quien hubiera vendido por un valor inferior a la
mitad del precio real, la posibilidad de rescindir la venta o bien, de percibir la diferencia
con el precio justo. Emperadores posteriores a Diocleciano abandonaron el principio,
que renace en la época de Justiniano, aplicándose únicamente en la compraventa y a
favor del vendedor.
b) EDAD MEDIA. Durante la Edad Media, tuvo un gran desarrollo tanto en la glosa como
en el derecho escrito y en el consuetudinario. La glosa introduce el germen de la idea
subjetiva, al sostener que una venta por menos de la mitad del justo precio inclina a
pensar que ha existido fraude por alguna de las partes. Durante este periodo la lesión se
aplicó a otros contratos, como el arriendo, la transacción, el cambio o permuta, y aun la
donación.
c) DERECHO CANÓNICO. La lesión adquiere gran relevancia como medio para
combatir la usura. La aplicación de la lesión es extendida a todos los contratos, con
fundamento en que la buena fe es exigencia universal.
d) LA CODIFICACIÓN DEL SIGLO XIX. El proceso de liberalización económica que se
consagra con la Revolución Francesa llega, incluso, a abolir la lesión. No obstante, el
CC francés introduce un concepto de lesión de carácter restringido y aplicable solo a
ciertos negocios jurídicos. A pesar de que la lesión aparece como un remedio
excepcional, por vía legislativa y sin derogar el principio general, se reconocieron otros
ámbitos en que es posible invocarla; por ejemplo, en materia de locaciones, asistencia
marítima, préstamos de dinero, etc.
e) LOS CÓDIGOS CONTEMPORÁNEOS. A partir de la sanción del Código de
Napoleón, los códigos posteriores en su gran mayoría siguieron la línea de este,
adoptando una fórmula objetiva y reducida a ciertos contratos (podemos señalar los
códigos de Perú, Colombia, Nicaragua, Ecuador…). Otros códigos, en cambio,
repudiaron el instituto en cualquiera de sus manifestaciones, como el CC de Vélez. Sin
embargo, lo más destacable durante el siglo XX fue la adopción, por parte de algunos
códigos, como el suizo y el alemán, de fórmulas ―objetivas-subjetivas‖ que encuentran
sus antecedentes en las legislaciones penales de estos países.
Clases.
a) Lesión objetiva (o lesión enorme). Aquel vicio del acto jurídico que se expresa a través de
la mera inequivalencia entre lo que se da y lo que se recibe.
b) Lesión subjetiva. Aquel vicio del acto jurídico consistente en una desproporción
injustificada de las prestaciones, originada en el aprovechamiento por una de las partes del
estado de inferioridad de la otra.
Bolilla 15
Punto 1 Ineficacia del acto jurídico
Se produce cuando un acto jurídico pierde la cualidad principal de su existencia, que es la cualidad
de producir los efectos propuestos.
Distintos supuestos de ineficacia: estructural y funcional o dinámica. Sus efectos sobre las
relaciones jurídicas originadas (falta)
Funcional: la causa o el vicio de la ineficacia funcional se produce en la etapa estática del acto
jurídico; las causas sobrevienen durante el transcurso del acto jurídico. por un evento ajeno a sus
estructura deja de producir efectos. Tenemos la rescisión, la resolución, retractación, revocación,
pendencia de la condición o plazo suspensivo.
Estructural: la causa o el vicio de la ineficacia es originaria. Se encuentra en la génesis del acto
jurídico. El vicio nace con el acto jurídico. En este caso se produce la nulidad, que es la sanción
legal que priva de sus efectos propios al acto jurídico a causa de un vicio originario.
o produce sus efectos por haber nacido muerto o deja de producir sus efectos retroactivamente por
haber nacido gravemente enfermo
La teoría de la inexistencia de los actos jurídicos. Su desarrollo en el Derecho Comparado y en
el Derecho Argentino
Inexistencia. Es una noción conceptual (no legal) que se aplica a ciertos hechos, que no obstante
tener la apariencia de actos jurídicos, no son tales por carecer de algún elemento esencial de ellos.
Al ser una noción conceptual no puede reglarse de la misma forma que la nulidad (cuyo régimen
legal está determinado por la misma ley), por lo que sólo el entendimiento puede indicar si algo no
es acto jurídico aunque aparente serlo, entonces no es posible tratarlo como lo que no es, ni imputar
a ese acto los efectos propios de los actos jurídicos efectivos y reales.
La teoría de la inexistencia se atribuye a Zachariae y fue adoptada por Aubry y Rau. Se difundió
rápidamentedurante el siglo XIX y todos los tratadistas franceses la han incorporado. En la
Argentina es admitida por Machado y Borda, pero refutada por Salvat y Segovia.
Cuando un acto jurídico es declarado inexistente, no corresponde que la ley determine sus
consecuencias. Simplemente la situación resultante debe quedar regida por las disposiciones que a
ella sean aplicables (obligaciones de derecho, percepción de frutos, posesión, etc) con absoluta
independencia de la apariencia de acto jurídico que tenía anteriormente.
Punto 2 Supuestos de ineficacia funcional o dinámica. Diferencias entre cada una y sus
efectos.
La resolución, la rescisión y la revocación son los casos de ineficacia funcional o dinámica. Es
decir, el acto jurídico nace válido y eficaz y por una causal sobreviniente (a veces imputable a la
conducta de las partes y a veces a hechos externos) el acto pierde eficacia, hacia el futuro y -en
algunos casos- con efectos retroactivos.
Las diferencias emanan principalmente del concepto y de los casos de cada una:
- La rescisión se produce cuando las partes por mutuo consentimiento y en tanto lo hayan previsto
en el acto celebrado, deciden extinguirlo y dejarlo sin efecto para el futuro, y si bien -como regla- se
mantienen los efectos y las consecuencias que hasta ese momento produjo, también las partes
pueden convenir que la rescisión tenga efectos retroactivos (ejemplo: rescindir un contrato de
alquiler, que siempre presupone la concurrencia de las voluntades del locador y el inquilino).
Entonces, las dos cualidades principales que te pueden servir de dato diferenciador de la rescisión
son: a) la existencia de un consentimiento recíproco de quitarle eficacia al acto; b) que esa
consecuencia sólo alcance al futuro.
- La revocación presupone un acto unilateral y no un mutuo consentimiento, en el que una de las
partes retrotrae su voluntad anterior para dejar sin eficacia al acto también hacia el futuro, pero en
este caso se mantienen indefectiblemente los efectos y las consecuencias que hasta ese momento
produjo (ejemplo: revocar un testamento).
Por ende, ya verás una clara diferencia con la anterior: aquí se necesita sólo de la voluntad de una
de las partes que celebró el acto jurídico. No hay consentimientos recíprocos.
El acto indirecto
ARTÍCULO 385.- Acto indirecto. Un acto jurídico celebrado para obtener un resultado que es
propio de los efectos de otro acto, es válido si no se otorga para eludir una prohibición de la ley o
para perjudicar a un tercero.
Clasificación:
a) Nulidades absolutas y relativas (criterio de distinción y consecuencias):
ARTÍCULO 386.- Criterio de distinción. Son de nulidad absoluta los actos que
contravienen el orden público, la moral o las buenas costumbres. Son de nulidad relativa los
actos a los cuales la ley impone esta sanción sólo en protección del interés de ciertas
personas.
ARTÍCULO 387.- Nulidad absoluta. Consecuencias. La nulidad absoluta puede declararse
por el juez, aun sin mediar petición de parte, si es manifiesta en el momento de dictar
sentencia. Puede alegarse por el Ministerio Público y por cualquier interesado, excepto por
la parte que invoque la propia torpeza para lograr un provecho. No puede sanearse por la
confirmación del acto ni por la prescripción.
ARTÍCULO 388.- Nulidad relativa. Consecuencias. La nulidad relativa sólo puede
declararse a instancia de las personas en cuyo beneficio se establece. Excepcionalmente
puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha experimentado un perjuicio importante.
Puede sanearse por la confirmación del acto y por la prescripción de la acción. La parte que
obró con ausencia de capacidad de ejercicio para el acto, no puede alegarla si obró con
dolo.
b) Nulidad total y parcial: ARTÍCULO 389.- Principio. Integración. Nulidad total es la que
se extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de sus
disposiciones. La nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si
son separables. Si no son separables porque el acto no puede subsistir sin cumplir su
finalidad, se declara la nulidad total. En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez
debe integrar el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan
considerarse perseguidos por las partes.
Nulidades implícitas.
Se plantea el problema de saber si es indispensable que la sanción de nulidad esté
formalmente expresada en el texto (implícita), o si es posible que el intérprete descubra una
incompatibilidad entre la norma y la eficacia de ciertos actos jurídicos, de manera que quede
excluida tácitamente la validez de este (virtual).
Inoponibilidad. El acto inoponible es válido entre las partes y no produce efectos respecto
de determinadas personas ajenas a él.
Bolilla 16
Punto 1 La convalidación de los actos jurídicos. Distintos supuestos: Ratificación.
Prescripción liberatoria. La conversión. Conceptos.
La convalidación es, en general, el saneamiento de un acto imperfecto. La confirmación es
la convalidación de los negocios jurídicos que padecen una causal de nulidad. De modo tal que la
convalidación es el género y la confirmación es la especie.
Además, existen otras especies de convalidación:
a) Ratificación: es la manifestación de voluntad de una persona que asume como propios,
hechos o actos jurídicos otorgados o ejecutados por otra en su nombre, sin mandato o
poderes suficientes. La ratificación equivale al mandato.
b) Prescripción liberatoria: es una excepción para repeler una acción por el solo hecho que el
que la entabla, ha dejado durante un lapso de tiempo de intentarla, o de ejercer el derecho al
cual ella se refiere.
c) Conversión: existe conversión del negocio jurídico, cuando un negocio no satisface los
recaudos exigidos por la ley para valer como lo han querido las partes, pero puede valer
como un acto de menores recaudos. Por ejemplo, la compraventa por instrumento privado
(boleto) vale como negocio que obliga a extender la escritura pública.
Quien sufrió la caducidad de su derecho ya no lo posee, pues se acabó, en cambio quien posee un
derecho prescripto, lo sigue poseyendo aunque no puede reclamar su cumplimiento por vía judicial,
a través de una acción. Sin embargo es titular de un derecho creditorio natural, que significa que el
derecho existe, y que si el deudor paga, puede retener el acreedor lo pagado.
Los términos de caducidad, en general son más cortos que los de prescripción; y no son
susceptibles de ser suspendidos o interrumpidos como sucede en la prescripción.
El régimen del CCyC.
ARTÍCULO 2566.- Efectos. La caducidad extingue el derecho no ejercido.
ARTÍCULO 2567.- Suspensión e interrupción. Los plazos de caducidad no se suspenden ni se
interrumpen, excepto disposición legal en contrario.
ARTÍCULO 2568.- Nulidad de la cláusula de caducidad. Es nula la cláusula que establece un plazo
de caducidad que hace excesivamente difícil a una de las partes el cumplimiento del acto requerido
para el mantenimiento del derecho o que implica un fraude a las disposiciones legales relativas a la
prescripción.
ARTÍCULO 2569.- Actos que impiden la caducidad. Impide la caducidad:
a. el cumplimiento del acto previsto por la ley o por el acto jurídico;
b. el reconocimiento del derecho realizado por la persona contra la cual se pretende hacer
valer la caducidad prevista en un acto jurídico o en una norma relativa a derechos
disponibles.
ARTÍCULO 2570.- Caducidad y prescripción. Los actos que impiden la caducidad no obstan a la
aplicación de las disposiciones que rigen la prescripción.
ARTÍCULO 2571.- Renuncia a la caducidad. Las partes no pueden renunciar ni alterar las
disposiciones legales sobre caducidad establecidas en materia sustraída a su disponibilidad. La
renuncia a la caducidad de derechos disponibles no obsta a la aplicación de las normas relativas a la
prescripción.
ARTÍCULO 2572.- Facultades judiciales. La caducidad sólo debe ser declarada de oficio por el juez
cuando está establecida por la ley y es materia sustraída a la disponibilidad de las partes.