Manual Reiki III Nivel Alba y Carmen
Manual Reiki III Nivel Alba y Carmen
Manual Reiki III Nivel Alba y Carmen
El grado tercero eleva la vibración de nuestro campo energético y nos ayuda a depurar las energías
negativas que bloqueaban nuestros sistemas mental y emocional.
El Reiki Tres también facilita las experiencias espirituales y el contacto con nuestros guías:
Para comunicar con nuestros guías debemos estar en una frecuencia más elevada que la
nuestra habitual, porque tanto los guías como los ángeles y las entidades espirituales existen
en una escala vibratoria más elevada que la de lo material en la que existimos nosotros, y
están siempre a nuestra disposición para cuando queramos acercarnos a ellos.
Estos seres carecen de libre albedrío en el sentido que lo entendemos nosotros; por ello, para
poder acudir en nuestra ayuda deben ser invocados e invitados por los seres humanos
mediante actos sinceros de fe, como la oración y la meditación.
Estas comunicaciones resultan mucho más fáciles y fluidas si nuestros canales energéticos
están depurados y mantenemos la vibración de nuestro aura lo más alta posible. Y este estado
«de contacto» se facilita con las técnicas que nos permiten llevar la frecuencia de nuestras
ondas cerebrales al nivel alfa penetrando en la banda de los doce o diez ciclos por segundo
hacia abajo, margen en el que entramos en estados alterados de conciencia, los cuales nos
facilitan el contacto con el mundo espiritual.
Estas técnicas son numerosas, pero las básicas son la dieta, la meditación, la oración y los
ejercicios energéticos, como el yoga, el Chi-Kung, el Tai-Chi o las artes marciales.
El ejercicio físico aeróbico, especialmente correr, también es una manera sencilla y efectiva
de entrar en el estado alfa.
El Reiki es una transmisión energética de la frecuencia vibratoria del Amor, que nos ayuda a
liberamos de los bloqueos aumentando la vibración de nuestro campo energético.
Las sesiones Reiki constituyen experiencias espirituales en las que normalmente ya hemos sentido la
presencia de nuestros guías, como también en nuestras meditaciones Reiki nosotros habremos
contactado con ellos.
Después de haber introducido el Reiki en tu vida y de una temporada practicándolo y aplicando sus
principios en tus actividades cotidianas, empezarás a notar que tu vida transcurre mejor y más
fluidamente.
Tus asuntos se resuelven mejor, te sientes más feliz y más liviano, aprecias mejor los pequeños
detalles de la vida y quieres más a todas las personas, sintiéndote menos tenso y menos ansioso,
aceptas más, perdonas más y estás más en paz contigo mismo.
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LOS SÍMBOLOS DE REIKI TRES
Este símbolo eleva la frecuencia de nuestro campo energético y nos abre las
puertas al mundo espiritual.
Este símbolo se usa para reforzar la acción de los demás símbolos y como
una toma de contacto con el mundo espiritual y con tus guías.
Se usa también para purificar, cargar y programar tus cristales y en las sintonizaciones de todos los
grados.
EL DAI-KO-MYO NO TRADICIONAL
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Orden de trazado de los símbolos de Reiki Tres
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INTRODUCCIÓN AL SÍMBOLO ANTAHKARANA
El Antahkarana
Sus tres brazos simbolizan las tres facultades de la mente individual: el intelecto, el pensamiento y la
memoria que se unen en el centro que representa el ego.
El símbolo en conjunto
representa la idea de que
estos componentes de la
mente individual están
interrelacionados y deben
funcionar armónicamente
para que, superando nuestro
ego y con la ayuda de los
seres espirituales,
avancemos en nuestro
camino de evolución hacia
la dimensión de la
conciencia de pertenencia a
la Unidad cósmica y del
amor divino.
Es un dibujo poderoso que genera una vibración energética de alta frecuencia y si nos concentramos
en él podemos observar a su alrededor una línea energética luminosa y brillante semejante a la
primera capa del aura.
En la meditación se debe observar el símbolo con la vista relajada y vaciando la mente de cualquier
pensamiento. El mismo símbolo nos facilita la concentración ya que absorbe nuestra atención y
después de unos minutos contemplándolo, comenzamos a sumergimos en él, pareciendo que
aumenta de tamaño y que su forma nos engulle, de manera que penetramos en él y podemos percibir
que comienza a girar y nos introducimos en el cubo tridimensional que se acerca hacia nosotros,
facilitando la circulación energética de la órbita microcósmica dentro de nuestro cuerpo.
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Lo utilizaban los tibetanos y los chamanes americanos como símbolo curativo y protector, para
disolver bloqueos energéticos y para deshacer nudos de energía negativa.
La Cruz Cósmica
LA PARRILLA DE ANTAHKARANAS
Parrilla de 16 Antahkaranas
En el centro se cruzan todas las líneas en el cuarto chakra del corazón, del que emerge una espiral
que, girando en sentido contrario a las agujas del reloj, pasa por todos los chakras (comienza en el
cuarto, pasa por el quinto de la garganta, luego baja al tercero del plexo solar, de éste sube al sexto
del tercer ojo, después baja al segundo, el sexual, del segundo sube al séptimo o chakra corona, y del
Séptimo baja al primero, chakra de la raíz), impregnándolos con la fuerza energética de la vibración
cada vez más elevada del amor, subrayando que la sustancia y la esencia del camino de nuestra
evolución está formada de amor, y que aunque debemos desarrollar las demás potencialidades de
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nuestra personalidad, el centro debe estar constituido por amor
puro e incondicional y también que el amor tiene comienzo pero
no tiene final, ya que es una vibración que se va elevando de
frecuencia y en la que debemos ir avanzando como en una espiral
sin fin.
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EL ANTAHKARANA EN REIKI TRES
Visualizo como un observador objetivo las situaciones (o samskaras) que no quise interpretar en su
momento porque podían producirme dolor, y para evitarlo me inhibí y las suprimo de mi mente
consciente, pero, a pesar de ello, estas situaciones no interpretadas han quedado grabadas en mi
subconsciente, y al no haber sido expresados sus aspectos negativos han seguido influyendo en mi
vida y actualmente son la causa de algunos de mis bloqueos, frustraciones, tensiones, ansiedad,
etcétera.
La meditación con el símbolo del Antahkarana y con los símbolos Reiki me ayudan a sacar estas
situaciones a la superficie, para reinterpretarlas, nutrirlas con amor y energía Reiki y después volver
a archivarlas reescritas o bien neutralizarlas.
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Cuando me resulte molesto tener los ojos abiertos, los cierro y me concentro en la pantalla mental,
en la cual aparece el símbolo en negativo; esta imagen durará unos minutos.
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LOS CRISTALES. INICIACIÓN A SU USO EN REIKI
En Reiki utilizo básicamente cristales de cuarzo porque, debido a su composición de silicio y agua,
y también a que se han formado sometidos a calor, oscuridad y presión durante miles de años en el
seno de la madre Tierra, tienen unas propiedades que les permiten ser programados haciéndolos
especialmente aptos para potenciar y facilitar las transmisiones energéticas de una amplia gama de
frecuencias: por ello, son elementos de gran ayuda y de uso muy extendido en Reiki para diferentes
fines.
Los cristales de roca de cuarzo pertenecen al sistema trigonal o romboédrico, cristalizan en forma
hexagonal o prismática, y tienen una dureza de siete en la escala de Mohs (no es rayado por los
metales, pero sí por el vidrio y es rayado por el corindón y por el diamante).
Su estructura interna: presenta una ordenación y equilibrio perfectos y reaccionan a las energías
sutiles de alta vibración emitidas por la mente humana amplificando sus efectos, y por ello se
utilizan para concentrar y enfocar la energía.
Debido a sus propiedades energéticas pueden " influir sobre determinadas estructuras del organismo
humano que se comportan como los cristales líquidos, como son las membranas celulares, la fascia,
la linfa y otros humores corporales.
En cuanto a la forma, se utilizan las barras uniterminadas en punta o biterminadas, las puntas, las
drusas y agregados (roca con un conjunto de cristales), las geodas (son formaciones esféricas con el
interior hueco, en cuyas paredes han crecido cristales), pirámides, esferas, huevos, obeliscos,
etcétera.
Cada color diferente tiene una longitud de onda y una frecuencia determinada y al influirnos de
forma distinta pueden ser utilizados como herramientas adicionales del Reiki para programar los
cristales y transmitir en el tiempo y en el espacio las propiedades de cada uno de ellos.
Para cargar o programar un cristal con un color determinado lo podemos realizar de diferentes
formas, tapándolo con una tela de color, transmitiéndole luz de color o simplemente con la mente
visualizando el color elegido y transmitiéndolo al cristal; con cualquiera de estos métodos se
consigue que el cristal ajuste su vibración sintonizándola con la del color que hemos cargado, y a su
vez puede transmitir esa vibración.
Como norma general, utilizo los cristales de cuarzo incoloros y transparentes por ser los mejores
amplificadores de energía, y los cristales de colores en combinación con el color de cada chakra y
los colores del aura .
Antes de utilizar un cristal hay que limpiarlo y después cargarlo o programarlo. La limpieza a fondo
la efectuaremos cuando se encuentra en nuestro poder por primera vez sumergiéndolo en agua pura
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(si queremos, podemos utilizar agua con sal o agua de mar, pero el cristal puede perder el brillo y
parte de sus cualidades); después lo secaremos y lo introducimos en un recipiente con arroz integral
durante tres horas como mínimo, o también lo podemos enterrar en un recipiente con sal marina,
arena, tierra o arcilla.
También se puede lavar en un recipiente con agua y sal marina aunque este procedimiento puede
disminuir su brillo.
Para regenerarlo después de la limpieza lo mantendremos expuesto al sol otras tres horas como
mínimo. Después lo lavaremos con agua y jabón suave y lo secaremos totalmente; para guardarlo
los podemos envolver en terciopelo negro con el fin de mantenerlo aislado de las influencias
externas.
Así, el cristal ya estará depurado y lo podremos cargar o programar para una acción específica.
Comenzaremos con una meditación conectando con nuestros guías Reiki con el cristal entre las
manos, si es posible, manteniéndolo junto a nuestro chakra del corazón; después lo sujetamos en una
mano y con la otra trazaremos los símbolos Reiki, los visualizaremos de color dorado o violeta e
imaginaremos cómo penetran en el interior del cristal y quedan fijados en su estructura interna; a
continuación pediremos en una oración a nuestros guías Reiki para que nos ayuden a sintonizar el
cristal con nuestra frecuencia vibratoria, de forma que cuando lo usemos actúe como un foco que
potencie nuestras transmisiones Reiki.
Terminaremos de cargarlo transmitiéndole amor y Energía Universal con el Reiki durante quince
minutos.
Para la curación a distancia puede programarse un cristal visualizando a la persona enferma; de esta
forma, con la energía mental concentrada del terapeuta se transmite parte de la Energía Universal al
cristal que la condensa, la amplifica y la retiene, quedando cargado con ella hasta que entra en
contacto con el paciente para descargar en él su aporte energético en ausencia del terapeuta.
Se cree que algunos fluidos, tejidos y estructuras del cuerpo físico, tales como las sales, los glóbulos
blancos, el tejido graso, la linfa y ciertas membranas poseen las propiedades de los cristales y entran
en resonancia con ellos y con cualquier aportación energética de elevada frecuencia, lo que explica
los efectos de las técnicas sanadoras de transmisión energética (como el Reiki) y de los diferentes
remedios vibracionales, como la cromo terapia, la sano terapia , las flores de Bach, los elixires de
gemas, la homeopatía, etcétera.
Los cristales serán utilizados de la forma que creas oportuno en las sesiones Reíkí, pudiéndose
colocar un cristal de cuarzo en cada mano del paciente y realizar tú la sesión con un pequeño cuarzo
en la mano derecha, de forma que al atravesarlo se amplifican las energías sutiles emitidas por los
puntos Lao-gong de las palmas de las manos.
También se pueden utilizar para el re-equilibrado de chakras colocándolos directamente sobre ellos;
preferiblemente, debe corresponder el color del cristal con el del chakra correspondiente, así, en el
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chakra de la raíz colocarás un cristal o una piedra de color rojizo, en el segundo chakra uno de color
anaranjado, en el tercero uno de color amarillo, en el chakra del corazón uno de color verde o un
cuarzo rosa, en el de la garganta una piedra o cristal azul, en el chakra del tercer ojo una amatista de
color violeta, y en el chakra corona un cuarzo blanco.
Para reforzar y cargar los chakras según la técnica descrita en estas páginas, el terapeuta puede
utilizar un cristal maestro de cuarzo para realizar los giros.
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LOS CANALES DE CIRCULACIÓN DE LA ENERGÍA
Nuestro sistema energético está compuesto por los chakras, cuya misión es captar y transformar la
energía, por las capas del aura o cuerpos sutiles que actúan como depósitos o acumuladores de la
energía, y por la red de meridianos y nadis, que son los canales por los que circula la energía,
también denominada Prana, Chi o Ki.
Los yoguis les llaman nadis, que quiere decir caña hueca, y son interdimensionales, de forma que a
través de los chakras conducen la energía entre las diferentes capas del aura o cuerpos sutiles. Hay
72,000 nadis, de los cuales 72 son relevantes, 10 son más importantes y entre éstos destacan 3, el
sushumna, el ida y el pingala.
En el sexto chakra (tercer ojo o Ajna) se juntan los tres nadis principales, sushumna, ida y pingala, y
desde el entrecejo sushumna sube solo hasta el séptimo chakra (Sahasrara).
Los chinos los llaman meridianos (mai) y están relacionados con el sistema nervioso y con los
órganos y sistemas del cuerpo físico.
Hay dos tipos de meridianos: los meridianos o canales (jing), y las ramificaciones colaterales (luo)
A su vez, los meridianos o canales se dividen en meridianos primarios, que pasan por los órganos
internos, y meridianos secundarios, que no pasan por los órganos internos.
Cada meridiano tiene un sentido de circulación energética, un punto inicial y un punto final que está
conectado con el punto inicial del meridiano siguiente; por ello, todos los meridianos están
interconectados y entre ellos se forma un circuito continuo por el que fluye la energía.
La energía transmitida por el Reiki es apolar, pero la energía que circula por los meridianos tiene
componentes yin y yang:
El punto tan-tien, que los japoneses llaman Hara, está situado unos dos centímetros por debajo del
ombligo, y es donde se concentra la máxima energía del cuerpo; es como la batería de los coches,
donde se almacena la energía concentrada. Se visualiza como una bola de unos 10 centímetros de
diámetro, de un color rojo intenso, que emite calor al concentrar la energía.
La Energía Vital está compuesta de energía yang y energía yin; la energía yang es absorbida de los
cielos y la energía yin de la tierra.
La energía yin de la tierra, o energía telúrica, la captamos por unos puntos situados en las plantas de
los pies, denominados Yong- quan, que también sirven para descargar la energía sobrante a la tierra .
La energía yang celeste la captamos por un punto situado en la cima de la cabeza, denominado Bai
Hui.
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Al inhalar absorbemos el Chi celeste, que es energía
yang, por el punto Bai Hui, que se corresponde con el
chakra corona, y el Chi terrestre, que es energía yin de la
tierra, por los puntos Yong-quan de las plantas de los
pies y al exhalar expulsamos la energía impura que es
absorbida por la tierra para depurarla.
Meridianos principales
Pulmón
Intestino grueso
Estómago
Bazo
Corazón
Intestino delgado
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De la vejiga
Del riñón
Del pericardio
Triple calentador
De la vesícula
Del hígado
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EL REIKI Y LOS EJERCICIOS ENERGÉTICOS
Los antiguos orientales comprobaron que se podía manipular y dirigir la corriente energética de
nuestro cuerpo para retrasar el envejecimiento y transmitirla de una persona a otra para sanar y curar
muchas enfermedades.
Las artes marciales, el yoga, el Tai-Chi, el Qui-Gong o Chi-Kung son disciplinas que han
sistematizado ejercicios y métodos para facilitar la circulación energética a través del cuerpo físico,
para mantenerlo sano y ponernos más en contacto con nuestra parte espiritual.
«Yii Yi Yiin Chi» quiere decir usa-tu mente para dirigir tu Chi o Ki.
Allá donde está concentrada nuestra mente y nuestro pensamiento está nuestro Ki.
En Reiki se trabaja con la Energía Universal y gracias a ello todas las técnicas de manipulación de la
energía son útiles en Reiki porque nos ayudan a acumular, canalizar y transmitir la energía.
A lo largo de nuestra vida tiene lugar un proceso gradual y constante de desgaste de la Energía Vital
y cuando llega a un nivel crítico deviene la muerte. Por ello, debemos esforzarnos en recargar
nuestra batería energética interna (tan-tien), de forma que su nivel de energía vital permanezca
constante y para conseguirlo debemos aportar y acumular más energía de la que gastamos.
Con el Reiki y los ejercicios energéticos podemos mantener nuestros depósitos bioenergéticos a
plena carga para que nuestros cuerpos físicos y sutiles puedan tener un funcionamiento óptimo.
Es una de las más sencillas y sin duda la más potente posición de acumulación
energética si se mantiene el tiempo suficiente. De pie con las rodillas
dobladas, el tronco recto, la cabeza alineada con la columna vertebral y el
mentón retraído para estirar la nuca, colocamos los brazos paralelos al suelo y
doblados por los codos como si abrazáramos un árbol o sujetáramos una
pelota.
Postura de abrazar el árbol
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Respirar lentamente y permanecer en esta postura todo el tiempo que se pueda. Comenzaremos con
5 minutos e iremos aumentando progresivamente hasta llegar a los 20 minutos. Concentramos
nuestra atención en el tan-tien, punto energético situado tres centímetros por debajo del ombligo.
Durante esta postura mantendremos continuamente los labios cerrados y la lengua en contacto con el
paladar que conecta los dos meridianos du-mai y ren-mai y cierra el circuito de la órbita
microcósmica. Además, la lengua en esta posición favorece la secreción de saliva que contiene
Energía Vital, y en vez de tragada frecuentemente la dejaremos que se acumule en la boca y la
ingeriremos periódicamente imaginando que es una bola de energía nutritiva que se acumula en el
tan- tien.
En esta posición trazaremos con la lengua en el paladar los tres símbolos que se nos dan en Reiki
Dos: el Cho-Ku-Rei, para potenciar la entrada de la energía en nuestro cuerpo físico; el Sei-He-Ki,
para enviar la energía al área mental-emocional, y el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen, para conectar y
canalizar energía a nuestro cuerpo mental.
Posteriormente: visualizaremos los tres símbolos en color violeta como están anclados en nuestra
mente para poder utilizarlos con nosotros mismos o con nuestros semejantes cuando los
necesitemos.
Por el meridiano du-mai se transmite la energía yang al cerebro y por el meridiano ren se transmite
la energía yin.
Al inhalar y elevar el ano sube a través de los pies y las piernas la energía yin telúrica, que se mezcla
con la energía yang celeste, ascendiendo por el meridiano du-mai situado en la espalda, y en la
exhalación la energía inicia el descenso por el meridiano ren-mai en la parte anterior del cuerpo.
Con la inhalación siguiente se repite este ciclo hasta que la circulación de la energía se realiza con
continuidad en circuito cerrado.
Lo notaremos porque sentimos cosquilleos y hormigueos en los lugares por donde pasa la energía;
primero percibiremos un cosquilleo en la nuca y alrededor de la cabeza y luego lo notaremos en el
estómago cerca del punto tan- tien. Con la práctica percibiremos claramente las sensaciones físicas
asociadas al paso de la energía.
Al llegar a la altura de las vértebras cervicales, la energía que sube también se desvía por las axilas
hacia los brazos y los dedos, volviendo a la cabeza, bajando a los pies y subiendo de nuevo por el
tronco hasta los brazos, recorriendo el circuito formado por los 12 meridianos principales.
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El punto Hui Yin está situado entre la zona sexual y el ano.
Ésta es una postura clásica en varias disciplinas orientales Chi-Kung, kundalini yoga y Pranayama
yoga.
(En India se les llama ida y píngala; ida es femenino y circula hacia abajo; píngala es masculino y
circula hacia arriba y ambos se entrelazan alrededor de un eje central llamado sushumna, que es el
canal energético principal que va del chakra de la raíz al chakra corona, y coincide con la columna
vertebral en el plano físico, dejando a los chakras en el centro de los bucles.)
Al quedar comunicados los dos meridianos y cerrar la postura Hui Yin se clausura el circuito de
circulación energética microcósmica dentro de nuestro cuerpo, de forma que al inhalar la energía
sube por la columna vertebral al cerebro, y al exhalar por el puente que realizamos con la lengua
comienza la bajada hasta el punto Hui Yin, desde el que se repite un nuevo ciclo con la siguiente
inspiración.
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En Reiki procuraremos realizar unos ciclos de circulación microcósmica antes de cada sesión y
también antes de los alineamientos, y si es posible mantendremos la postura Hui Yin y la lengua en
contacto con el paladar varias veces durante las sesiones.
4. LA ÓRBITA MICROCÓSMICA
A esta postura de la mano se le llama la boca del tigre y produce un espontáneo fluir de la energía
hacia las manos y las puntas de los dedos, que percibiremos claramente en forma de cosquilleos y
vibraciones.
Sentados en la posición de meditación o en una silla con la espalda recta colocamos las manos sobre
las rodillas con las palmas hacia arriba, la lengua en contacto con el paladar y la posición Hui Yin;
comenzamos trazando los tres símbolos con la lengua en el paladar, realizamos unas orbitas de
circulación microcósmica y visualizamos los tres símbolos Reiki primero de color dorado; a la vez
dirigimos nuestra atención a los puntos Lao-gong situados en el centro de las palmas de las manos y
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rápidamente notaremos cosquilleos, hormigueos y calor en las manos, los cuales nos indican que la
Energía Universal está penetrando por ellas.
Mentalmente dirigimos esta energía al punto tan-tien, situado por debajo del ombligo, y la vamos,
acumulando allí sintiendo cómo se calienta esta zona y visualizando la bola roja de energía que se va
formando .
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El Reiki y el ejercicio físico
Para mantener un óptimo flujo de energía en nuestro organismo debemos incluir en nuestros hábitos
cotidianos la meditación, la oración, una alimentación predominantemente vegetariana y el ejercicio
físico.
Tanto unos como otros someten a nuestro cuerpo a movimientos que producen tensiones, presiones
y extensiones sobre las distintas partes de nuestro organismo.
Con cualquier ejercicio movemos los músculos, tendones y huesos, transformándose con esta
actividad la energía bloqueada y almacenada en el cuerpo en Ki circulante y activo.
Con la actividad física suficiente también eliminamos la grasa, que es la esencia de los alimentos no
consumida por nuestro organismo acumulada en nuestros tejidos como reserva; después las células
sanguíneas la trasladan a todas las partes del cuerpo, y la circulación de la sangre se hace más lenta
al ser ésta más espesa. La grasa tiene una conductividad eléctrica y energética baja, dificulta la libre
circulación de la energía; por ello, cuanta más grasa tengamos, más débil será nuestra energía y
nuestra circulación sanguínea, y más baja nuestra capacidad de transmitir el Ki.
Para evitar estos efectos es conveniente hacer ejercicio y realizar una dieta alimenticia equilibrada,
con la finalidad de eliminar el exceso de grasa, mejorando nuestra capacidad de acumular y
transmitir energía y con ello nuestro Reiki.
Con los ejercicios que someten a presión las articulaciones y los huesos, como las pesas, activamos
la circulación energética en nuestro esqueleto y con ello lo fortalecemos y retrasamos su deterioro y
envejecimiento.
Debajo de la parte blanda están los huesos, que son piezoeléctricos, y cuando se les somete a una
presión; la energía mecánica que aplicarnos sobre ellos se convierte en energía eléctrica. Esta
electricidad se pone en circulación por todo el cuerpo energetizando todas nuestras células y
facilitando la circulación del Ki; por ello, después de una sesión de pesas nos sentimos más vitales
que al principio.
Al realizar ejercicios con pesas también segregamos hormonas, como la hormona del crecimiento y
las endorfinas.
En general, con el ejercicio también masajeamos nuestros órganos internos y aumentamos el flujo de
Ki hacia ellos, con lo cual estarán más fuertes y más sanos.
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EJERCICIOS ENERGÉTICOS EN REIKI TRES
Los ejercicios energéticos de Reiki Tres van encaminados a preparamos para la Maestría, con la
finalidad de aumentar nuestra capacidad de acumular y transmitir energía, y después de que en el
grado segundo hemos experimentado ampliamente que la energía puede ser dirigida y acumulada
con el poder de la mente.
Los ejercicios son algunas técnicas comunes en yoga y chi-kung, además de las variantes de los
conocidos «ejercicios tibetanos para conservar la salud»
Todas las articulaciones son puntos energéticos notables en las que se concentra principalmente la
energía.
Por ello, en nuestra sesión de ejercicios energéticos debemos realizar una combinación de flexiones,
extensiones y posturas estáticas para conseguir un masaje integral de todos los meridianos y de los
órganos internos que facilite a la vez la carga de energía nueva, la descarga de la energía
contaminada y gastada y la liberación de los bloqueos energéticos.
La respiración controlada, lenta y silenciosa nos permite saborear la consciencia de los movimientos
energéticos en nuestro organismo.
Con ella percibimos claramente dos de las principales fuerzas que mueven la energía; en primer
lugar, la entrada y la absorción de energía en nuestro cuerpo con la inspiración (prana), y en segundo
lugar, la eliminación de los residuos energéticos con la espiración (apana).
Prana y apana son interdependientes y complementarias. Prana está localizada entre la garganta y el
diafragma y se mueve hacia arriba, mientras que apana opera en la zona pélvica entre el ombligo y
el perineo moviéndose hacia abajo. Son fuerzas complementarias que podemos manipular
consciente y voluntariamente con técnicas respiratorias, como la retención del aliento (kumbhaka),
la regulación del ritmo respiratorio (Pranayama) y las llaves energéticas o bandhas, y también con
las visualizaciones, ya que la energía sigue a la mente.
Con estas técnicas energéticas conseguiremos llevar la energía a la zona del ombligo (tan-tien o
hara), que es el depósito de energía de nuestros cuerpos físicos y sutiles.
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Continuamente estamos sometidos a un carrusel de estímulos de todo tipo que no cesa y, como
consecuencia de ello, nuestros cuerpos experimentan una tensión continua y nuestra mente siempre
está en actividad sin tener un momento de reposo.
Estas continuas tensiones físicas, mentales y emocionales se van acumulando, saturando nuestra
capacidad de aguante y acaban produciéndonos estrés y bloqueos energéticos que desembocan en la
enfermedad como resultado del debilitamiento de nuestros órganos internos y de nuestro sistema
inmunitario a causa de las tensiones soportadas por los incesantes estímulos externos.
Por ello, necesitamos relajamos y cesar la actividad tanto física como mental para recuperar la
armonía de nuestros sistemas y nuestra tranquilidad original.
El ejercicio físico aeróbico (correr, nadar, ciclismo, etcétera) desarrolla nuestro sistema
cardiovascular y pulmonar y el ejercicio anaeróbico fortalece los músculos, los tendones y refuerza
el esqueleto, pero no actúa con profundidad en nuestro sistema mental y emocional, ya que su
acción sobre la parte no física se limita a inducir en nuestra mente un estado de relajación y
bienestar que percibimos después de realizar los ejercicios físicos, debido a la segregación de
endorfinas, pero este estado placentero dura un determinado período de tiempo y después la tensión
vuelve a afectamos.
Por ello hay que combinarlos con ejercicios que actúen también sobre nuestra mente y nuestro
espíritu, como el yoga, el Chi-Kung, el Tai-Chi y las artes marciales, y con otras técnicas que actúan
exclusivamente sobre la parte mental, como la meditación y la oración.
1. La postura de abrazar el árbol: explicada, en Reiki Dos, es la más sencilla, efectiva y potente
postura de captación, acumulación y circulación energética, favoreciendo también nuestro
crecimiento interno, ya que aunque permanezcas inmóvil estás aumentando en tu interior.
En Reiki Tres la combinamos con la posición Hui Yin, y con la lengua en contacto con el paladar
para cerrar el circuito energético principal del du-mai y el ren-mai.
2. La posición Hui Yin con retención del aliento: incrementa el flujo sanguíneo en el área perineal
de la base de la columna acumulándose la energía o Ki en esa área y excitando la actividad del
primer chakra; a la vez concentra y dirige la energía hacia arriba por la columna vertebral (nadi
sushumna o vaso gobernador).
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Al combinada con la retención voluntaria del aliento con los pulmones llenos tiene lugar una gran
acumulación de Ki o Energía Universal, que una vez asimilada por los chakras se convierte en
nuestra Energía Vital individual.
A un nivel más profundo, durante la retención del aliento la energía es conducida y acumulada en el
vaso gobernador o du-mai y comienza a excitar a la concentración de energía que permanece
dormida alrededor de Hui Yin, denominada energía kundalini que, con la suficiente práctica dirigida
a activarla (ejercicios de kundalini yoga), empieza a despertar y a ascender por el sushumna a través
de los chakras en su camino hacia el chakra Sahasrara (o punto Bai Hui), donde se produce la unión
definitiva de la Conciencia Individual con la Conciencia Universal y con el Yo Superior.
Esta posición activa los chakras superiores quinto, sexto y séptimo, y estimula las glándulas
pituitaria y pineal.
4. Posición PIC (pulgar, índice, corazón). Colocamos los dedos pulgar, índice y corazón, juntos.
Es un postura de recarga energética que se utiliza para introducir energía en el chakra del corazón:
colocamos nuestras dos manos en esta posición encima de la glándula timo y visualizamos como
penetra un flujo de luz blanca a través de él.
LA GRAN LLAVE
Es una combinación de tres posiciones que en yoga se denominan bandhas, que quieren decir llaves
o cierres, porque producen el efecto de cerrar el paso al flujo energético a determinados sectores de
nuestro organismo, dirigiendo la energía hacia la columna vertebral para acumularla en el nadi
sushumna al que están unidos todos los chakras. Esta concentración de Ki en el canal energético
principal activa todos los chakras y limpia sushumna de bloqueos energéticos y nudos de energía
negativa, preparando el camino para el ascenso de la energía kundalini.
Las llaves consisten en realizar una contracción mantenida de un área concreta de nuestro cuerpo
que aumenta la circulación sanguínea en esa zona y afecta a las glándulas endocrinas.
Se realiza sentado en la posición del loto o bien en una silla con el respaldo recto; también se puede
realizar de pie o tumbado. Lo esencial es que la columna vertebral esté completamente recta.
Las llaves pueden realizarse separadamente o combinarlas en una para producir el máximo efecto
energético.
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La Gran Llave consiste en la realización simultánea de las tres llaves, la cual en yoga se denomina
bandhatraya o mahabandha.
1. La posición Hui Yin o Mulabandha: se contrae la zona del primer chakra (Mulabandha), que
comprende el esfínter anal, los órganos sexuales y todos los músculos de la pelvis, empujando hacia
arriba y hacia adentro el bajo vientre.
Esta llave se realiza mientras inspiramos, retenemos el aliento con los pulmones llenos hasta que nos
resulte incómodo, manteniendo la posición; después espiramos y relajamos.
Mulabandha actúa sobre el primer y el segundo chakras, liberando los bloqueos en ellos, facilita la
circulación energética en toda la zona pelviana y conduce la energía hacia la cavidad abdominal y
hacia los chakras superiores.
Despierta y excita a la energía kundalini que permanece latente en el primer chakra abriéndole el
camino hacia la cabeza.
El cierre de la garganta debe realizarse siempre conjuntamente con la retención del aliento con los
pulmones llenos porque impide que la presión causada por la retención ascienda a la cabeza y pueda
afectar al cerebro.
Al retener el aliento con los pulmones llenos aumenta la tensión arterial, lo que podría provocar un
aumento del ritmo cardíaco, pero esta llave presiona sobre los nervios de los senos carótidas que por
vía refleja ajustan el ritmo cardíaco.
Al presionar sobre las fibras nerviosas de la zona del cuello y a las arterias carótidas se regula el
flujo sanguíneo hacia el cerebro y se produce una disminución de la frecuencia de las ondas
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cerebrales, facilitando la entrada en el estado alfa situado entre ocho y doce ciclos por segundo.
También afecta a la glándula tiroides facilitando su funcionamiento.
Activa el quinto chakra de la garganta, disolviendo los bloqueos de esta zona y abriendo el camino a
la energía ascendente hacia los chakras sexto y séptimo, lo cual afecta indirectamente a las glándulas
pituitaria y pineal.
Se puede realizar aisladamente o en combinación con mulabandha mientras retenemos el aliento con
los pulmones llenos.
3. La llave del diafragma o Uddiyana bandha: esta llave se practica reteniendo el aliento con los
pulmones vacíos.
Se puede realizar de pie con las rodillas flexionadas con las manos apoyadas en los muslos o sentado
en la posición del loto, apoyando las manos en las rodillas.
Se espira totalmente y se eleva el diafragma al máximo hacia atrás y hacia arriba realizando una
falsa inspiración.
Actúa sobre el tercer y cuarto chakras, disolviendo los bloqueos en ellos e impulsando la energía
hacia arriba.
Para realizar la Gran llave combinando los tres cierres espiramos totalmente, retenemos el aliento
con los pulmones vacíos y realizamos las llaves: primero la de la garganta, después la del diafragma
y por último la de la raíz, mientras llevamos la atención al primer chakra, al tercero y al quinto.
Cuando sea incómoda la retención, deshacemos las llaves en sentido contrario e inspiramos
lentamente comenzando un nuevo ciclo.
Los motivos para respirar por la nariz: realizamos de 15 a 18 respiraciones por minuto y en cada
una de ellas inspiramos aproximadamente de un litro a un litro y medio de aire, lo que hace un total
de unos 20.000 litros de aire inspirados en un día.
Tanto la inspiración como la espiración deben realizarse por la nariz porque en ella el aire se limpia,
se calienta, se humedece y se prepara para entrar en condiciones óptimas en los pulmones y al
espirar el aire caliente que sale le cede parte de su calor para volver a precalentar el aire que entra en
la siguiente inspiración.
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También en las fosas nasales se frena la velocidad de entrada del aire, con lo que éste tiene más
contacto con las pequeñas zonas de las fosas nasales encargadas de la primera absorción del Ki del
aire, aprovechando así mejor el oxígeno y el Ki del aire.
Podemos aumentar este efecto frenando conscientemente la velocidad de entrada del aire durante la
inspiración y durante la espiración.
Al frenar conscientemente la velocidad de salida del aire también reducimos a más de la mitad la
longitud del aliento en la espiración (que normalmente es de unos veinte centímetros) y con esto
relajamos la mente entrando más fácilmente en estado alfa.
Nos podemos ayudar para la respiración lenta, visualizando que respiramos el aroma de una flor o el
aire limpio y fresco del mar o el aire puro de una montaña.
La limpieza de las fosas nasales: para un paso fluido del aire es básico que las fosas nasales estén
despejadas y limpias; para ello, realizaremos una técnica de yoga denominada neti: en una taza
pondremos un poco de agua tibia con una pizca de sal, y, colocándola debajo de las fosas nasales
con la boca cerrada y un orificio de la nariz cerrado, inspiramos suavemente por el otro hasta que el
agua penetre por la nariz y salga por la boca.
También se puede realizar con «la lota», que es un recipiente parecido a una tetera especialmente
construido para esta limpieza cuyo extremo introducimos por una fosa nasal hasta que el agua salga
por la otra.
Para expulsar el líquido nos inclinamos hacia delante y espiramos con fuerza por la nariz.
Con la respiración completa, el diafragma recupera su movilidad, y al expandirse, actúa como una
bomba de membrana que excita a un mayor número de alvéolos pulmonares dormidos.
El oxígeno y el Ki llegan a todos los rincones de nuestros pulmones, regenerando los alvéolos
pasivos y aumentando nuestra capacidad pulmonar: si la capacidad pulmonar en una persona que
respira superficialmente con el pecho es de unos 1.500c.c., con la respiración completa la
aumentamos hasta unos 3.000 c.c.
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El intercambio de oxígeno y dióxido de carbono es más efectivo y más denso, y absorbemos mayor
cantidad de energía o Ki, la cual acumulamos en el tan-tien con las técnicas energéticas apropiadas,
lo que mejorará nuestro Reiki.
Si una persona normal respira entre unas quince veces por minuto, con la respiración completa lo
hacemos unas cinco veces por minuto, lo que favorece la tranquilidad y la relajación.
Nuestro sistema de eliminación también se ve activado, ya que al ser nuestras espiraciones más
profundas, con cada una de ellas eliminamos cada vez mayor número de células muertas, tóxicos y
productos de desecho.
El equilibrio yin y yang de la respiración. Para mejorar nuestro Reiki en los ejercicios energéticos
es importante mantener el equilibrio yin y yang con la respiración: como norma general, la
inspiración y la espiración deben estar equilibradas, la inspiración dirige el Ki hacia el interior del
cuerpo y la espiración lo lleva hacia el exterior, músculos, tendones y piel.
Si estás excitado, predomina el yang y la espiración predomina sobre la inspiración para dirigir el Ki
a la piel y dispersar el exceso en el aire a través de los poros.
Cuando estás triste predomina el yin y la inspiración prevalecerá sobré la espiración para dirigir el
Ki al interior.
La espiración lenta y consciente dirige el Ki a los puntos Lao-gong de las palmas de las manos y a
los puntos Yong-quan de las plantas de los pies, volviendo el cuerpo más yang, mientras que la
inspiración dirige el Ki al interior del organismo, a los órganos internos y a la médula, volviendo al
cuerpo más yin.
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La respiración la controlamos con la mente y a la inversa con la respiración controlamos la mente;
por ello, mente y respiración son interdependientes, debiendo trabajar en coordinación sin poderse
separar.
Calentamiento con kapalabhati: Es una técnica de Pranayama yoga que significa limpieza del
cráneo.
En la respiración normal la inspiración es activa y la espiración pasiva, pero en este ejercicio este
orden se invierte: contraemos bruscamente el diafragma y los músculos abdominales cuando
espiramos empujando al aire hacia afuera (convirtiéndose la espiración en la fase activa de la
respiración) y relajándolos cuando inspiramos (transformándose la inspiración en la fase pasiva de la
respiración).
Kapalabhati expulsa todo el aire residual y contaminado de los pulmones y se depura y oxigena la
sangre, con lo que se facilita el transporte del Ki.
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La respiración mental: debemos conseguir fusionamos con nuestra mente al respirar de forma que
mente y respiración se hagan de la misma esencia.
La reducción de la longitud del aliento: nuestras inspiraciones y espiraciones las debemos realizar
en silencio y lentamente, controlando siempre la entrada y la salida del aire y sintiendo su contacto
suavemente con las aletas de la nariz.
Para destapar los orificios nasal es cuando uno de ellos se encuentra obstruido hay varios
métodos:
• Comprimir la axila contraria con el respaldo de una silla o con la mano contraria.
• Recostarse sobre el lado contrario.
• Apretar un punto concreto de la nuca cerca de la base del cráneo.
Con la respiración alternativa o Nadi Sodhana se equilibra la corriente de aire por las dos fosas
nasales y los diferentes efectos que se producen en nuestro organismo; nivelándose los dos
hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, y se purifica toda la red de meridianos y nadis.
Para realizarla tapamos con el pulgar de la mano derecha el orificio derecho e inspiramos por la fosa
izquierda; tapamos con el dedo índice o corazón la fosa izquierda y espiramos por la fosa derecha y
volvemos a inspirar por la fosa derecha; tapamos la fosa derecha y comenzamos de nuevo.
Realizamos de 20 a 30 repeticiones.
La respiración con el “YO SOY”: al inspirar repetir mentalmente el mantra Yoooo …, y al espirar,
repetir mentalmente el mantra Soyyyy...
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La antigua ley del Uno dice que todos estamos formados de la misma sustancia, que es la energía de
la conciencia pura del Creador.
La respiración circular: es una técnica consistente en respirar sin realizar pausas entre inspiración y
espiración. Para empezar, podemos realizar 20 respiraciones distribuidas de esta forma: 4 series de 4
o 5 respiraciones seguidas y rápidas, y después de cada serie, sin detenemos, realizar una inspiración
y una espiración más lenta, más intensa y profunda.
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Uniendo cielo y tierra
Modelado por un acto del Creador, y a la vez representando el cuerpo físico, algunas veces ka ha
sido equiparado con el Doble, o con el Ángel de la Guarda. Sin embargo, el ka individual, que es
parte del ser humano, era para los egipcios sólo uno de los aspectos de los principios espirituales.
Además del ka, envoltura sutil del cual nuestra cuerpo es la proyección en el plano material, los
textos egipcios se refieren a siete kaou o cualidades divinas, las que según J. Vandier, "nos otorgan
una fuerza espiritual eterna".
El valor sagrada del número siete es común a todas las grandes tradiciones espirituales. Llave de las
ciclos cósmicos y sus manifestaciones (los siete días de la semana, los siete colores del arco iris), el
número siete también es clave en la anatomía sutil del hombre.
Los principales chakras, o centros sutiles, son siete. Obviamente, hay una relación entre las siete
kaous y los siete chakras. Las funciones atribuidas a los chakras corresponden a las ideas expresadas
por las siete cualidades divinas. Así como los chakras tienen doble polaridad, también 'las
cualidades" divinas tienen un aspecto masculino y uno femenino.
La postura ka era practicada por los sacerdotes egipcios con el propósito de establecer un diálogo
con el Poder Divino. Esto era realizado especialmente con rituales preparados para llamar al espíritu
divino para que regrese a la tierra.
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Mientras mantenían expuesta la figura de Neter (a quien estaba consagrada el templo) a los rayos del
sol, temprano en la mañana, el sacerdote adoptaba la postura ka e invocaba la energía celestial, al
tiempo que imploraba una regeneración espiritual del universo. Este ritual de unión con el disco
solar tenía lugar al finalizar el año, marcando el comienzo de una nueva era, regenerada por el
retorno de lo divino. Así era revivido el misterio de la creación.
Así como la pirámide representa tanto el descenso de lo divino a la tierra, y su ascensión al cielo,
también la actitud ka es ambivalente. Por un lado, recuerda la separación de la divina unidad en el
momento de la creación; y por el otro, evoca el intercambio de las corrientes entre el cielo y la tierra,
que finalmente conducen a la unidad.
El hombre que está de pie en la posición del candelabro, se asemeja a un obelisco que apunta hacia
el cielo. Sus pies se asientan con firmeza en el suelo, pero sus manos se dirigen hacia el cielo, como
dos antenas que captan la energía cósmica. El papiro nº 3048, de Berlín, , dice sobre el Creador,
Ptah, "sus pies están en la tierra, su cabeza está en el cielo"
Al adoptar la posición del candelabro, el hombre se armoniza con las fuerzas del cosmos, y logra la
unidad de la realidad. En la fase ascendente de la postura, él consigue el retorno de las fuerzas
terrestres al corazón de la unidad divina. Tan pronto como sus manos se dirigen al cielo, recibe la
bendición de la Divina Gracia. En la fase descendente del movimiento, se pone en armonía con el
descenso de la energía cósmica, desde las regiones más elevadas hacia las más bajas del universo, y
la integración con todas las formas de Vida.
Practicando la postura
Comienzo
Pararse derecho, con los pies juntos, los brazos a lo largo del cuerpo, las manos abiertas, las palmas
dirigidas hacia el frente. La espalda bien recta; juntar bien los glúteos, entrar el estómago y
presionar el mentón contra la garganta.
Esta postura también puede ser realizada sentado -en loto-, o en una silla (preferiblemente sin
respaldo). En este caso se colocan las manos sobre las rodillas, con las palmas bien abiertas y
dirigidas hacia el cielo. Se presiona el mentón contra la garganta enderezando la espalda y los
hombros.
Se podría ingresar directamente en la postura ka. Sin embargo, es preferible efectuar previamente
una serie de ejercicios que permiten que los hombros entren en calor y pierdan rigidez: los
movimientos del "águila"."
Estos ejercicios permiten una gradual realineación de la espalda y los hombros, disolviendo los
bloqueos. Cuando esto se ha logrado, la postura ka puede ser mantenida por todos, de acuerdo con
sus capacidades.
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La serie de movimientos del "águila" comprende dos fases: la ascendente y la descendente, que
simbólicamente están ligadas a las dos fases del ciclo solar.
A) Face ascendente:
Posición inicial: Los brazos estirados a
lo largo del cuerpo, las manos abiertas
con las palmas mirando al frente.
1. Inhalar, cerrando lentamente las
manos.
2. Exhalar, subiendo los puños
hacia los hombros.
3. Inhalar mientras se llevan los
codos a cada lado, en una línea
horizontal con los hombros.
4. Exhalar, llevando los antebrazos
hacia adelante
5. Inhalar, levantando los puños al
cielo. Los antebrazos quedan en
vertical, la partes superior del brazo en
horizontal. Empujar los codos hacia
atrás para que la espalda y los hombros
queden alineados.
6. Exhalar, abriendo lentamente las
manos. Las palmas quedan enfrentadas.
7. La postura ka: inspirar llevando
las palmas hacia adelante.
B) Fase descendente:
1. Exhalar: las palmas vuelven a enfrentarse.
2. Inhalar, cerrando lentamente las manos.
3. Exhalar, llevando los antebrazos a la posición horizontal.
4. Inhalar llevando los puños a los hombros.
5. Exhalar, bajando los codos, que quedan contra el cuerpo.
6. Inhalar, bajando los antebrazos, que quedaron relajados, al lado del cuerpo.
7. Exhalar, abriendo lentamente las manos
Las posturas del águila y ka dan a la espalda y a los hombros un ejercicio de fuerte entrenamiento.
Siguiendo cuidadosamente la postura del candelabro, automáticamente se adopta una posición
perfecta de la columna. Para lograr óptimos resultados, asegurarse de enderezar la espalda, los
hombros y los codos.
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Ambas posturas son convenientes para ayudar a curar o prevenir el reumatismo en la espalda y los
hombros. También pueden ser usadas como ejercicios calisténicos en las escuelas, las fábricas o las
oficinas.
De una manera notable, los movimientos de la postura del águila sirven como un excelente ejercicio
para todo el sistema respiratorio. La fase ascendente de la postura realiza una apertura progresiva de
la caja torácica, con el resultado de que la parte superior de los pulmones -en general pobremente
ventilada debido a la espalda doblada y los hombros encogidos-, reciben ahora una previsión mayor
de aire. Así, todo el cuerpo se beneficia con este suplemento de oxígeno.
Practicados lentamente y con concentración, los movimientos del águila son verdaderos ejercicios
en pranayama, en que se evidencian las etapas sucesivas de la respiración yóguica completa:
De esta manera se puede ver que los ejercicios estimulan la expansión plena de los pulmones, desde
arriba abajo.
Los brazos reflejan los dos nadis (corrientes de energía) ida y pingala. Durante los movimientos que
llevan a la postura ka, los siete principales chakras o centros de energía, son estimulados por turno.
1. La primera secuencia corresponde a la apertura del chakra más bajo, muladhara, situado en
la base de la columna, en la zona del cóccix.
2. La segunda secuencia corresponde a la apertura del segundo chakra, svadishtana, en la zona
del sacro.
3. La tercera corresponde a la apertura del manipura, situado en la zona lumbar.
4. La Cuarta corresponde al anahata chakra, en el área del corazón.
5. La quinta corresponde al vicudhi chakra, en la zona de la garganta.
6. La sexta corresponda a la apertura del ajna chakra, que se encuentra entre las cejas, que en
Egipto era representada por la cobra uraeus que adorna la frente de los faraones, y que
significativamente tiene referencia en los papiros como shtyt n fnd ("el santuario de la
nariz")
7. La séptima parte de la secuencia corresponde a la apertura del sahasrara chakra situado
simbólicamente en la parte superior de la cabeza. En Egipto, esta zona era honrada con un
cono de perfume o flores de loto. La relación entre el ka y la apertura de este chakra, se ve
claramente en los retratos del ka del faraón: el jeroglífico para ka está formado por dos
brazos en forma de candelabro, colocados arriba del cráneo del faraón, en la posición exacta
del centro místico, el sahasrara chakra.
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El ka del rey Homs. Estatua de madera Dahchour, finales de la XII dinastía, cerca 1799
a. C. Museo del Cairo.
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EL AUTO MASAJE
El automasaje
El auto masaje es una técnica para incrementar la circulación de la sangre y de la energía o Ki en tus
cuerpos físico y sutil, tranquilizando la mente y relajando el cuerpo físico.
Con la fatiga diaria se van acumulando ácido láctico y toxinas en nuestros músculos y órganos,
bloqueando el libre flujo de la energía; el automasaje es una práctica que nos ayuda a eliminar los
desechos acumulados en nuestros tejidos.
El origen de nuestros estados de decaimiento, bajo tono vital y muchas dolencias y enfermedades es
una deficiente circulación de energía en el tejido conjuntivo porque tiene una estructura molecular
cristalina con propiedades bioeléctricas que conecta entre sí a todas las células del organismo y
cubre todos los órganos, músculos y huesos; para su buen funcionamiento debe conservarse
húmedo, elástico; activo y energetizado.
Practicándolo con frecuencia, conjuntamente con el autotratamiento Reiki, constituyen una auto
terapia preventiva de las dolencias y enfermedades contribuyendo a retrasar el envejecimiento del
organismo al mantener una fluida circulación sanguínea y energética en nuestro cuerpo.
Con la práctica del automasaje adquirimos una especial sensibilidad hacia la percepción del Ki en
nuestro cuerpo, pudiendo anticipar futuros problemas detectando con anterioridad las alteraciones
energéticas en nuestro organismo.
Lo podemos practicar a cualquier hora y en cualquier postura, aunque resulta más efectivo si lo
combinamos con la meditación y la consciencia plena de lo que estamos haciendo.
Comenzamos sentados en la posición de meditación con las manos en la zona del hara descansando
la izquierda sobre la derecha.
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Adoptamos la posición Hui Yin y ponemos la lengua en contacto con el paladar; al realizar unas
órbitas microcósmicas notamos cómo con cada inspiración la energía asciende por el du-mai desde
el Hui Yin hasta la cabeza y al espirar, desciende por el ren-mai, de nuevo hasta el Hui Yin, donde
comienza a ascender con la siguiente inspiración. Al principio notaremos cómo recorre el circuito un
punto y cuando lo percibamos claramente se transformará en una bola energética de luz, que nos
produce un cosquilleo al circular. Debemos sentir claramente dónde está en cada momento.
1. Apertura de los chakras de las manos: para abrir los puntos Lao-gong de las manos; las
colocarnos una hacia abajo y otra hacia arriba y las abrimos y cerramos veinte veces. Luego
cambiamos y lo repetimos otras veinte veces. Ahora sentimos claramente la energía en nuestras
palmas.
Para facilitar la circulación del Ki también podemos frotar las manos por ambas caras hasta que se
calienten.
2. Cabello: comenzamos masajeando el cuero cabelludo con los dedos de ambas manos en todas las
direcciones. Movemos la piel alrededor del Cráneo y acabamos con sucesivas pasadas hacia atrás.
3. Frente: frotamos las manos y masajearnos alternativamente la frente de izquierda a derecha diez
veces y de derecha a izquierda otras diez veces.
4. Sienes: con los dedos corazón e índice masajeamos las sienes en el sentido de las agujas del reloj
unas veinte veces.
5. Ojos: frotamos con las manos, colocando el dedo corazón de cada mano encima del ojo
correspondiente y el anular debajo, el índice encima de las cejas. y el meñique en la bolsa de los
ojos, masajeando horizontalmente quince veces desde los lados hacia el centro, juntando los dedos
en el entrecejo. Ahora presionamos diez veces en los puntos siguientes: las cejas en sus extremos y
en su punto medio, los ojos en los extremos, en el centro y debajo.
6. Orejas: frotamos las manos y masajeamos con los dedos juntos cada oreja, primero de delante
hacia atrás diez veces, después de arriba a abajo otras diez veces y finalmente, con los dedos índice
y pulgar, frotamos circularmente los lóbulos de ambas orejas. Presionamos los puntos situados
detrás y debajo de las orejas diez veces.
7. Nuca: colocamos las manos abiertas detrás de la cabeza y con ambos pulgares localizamos los
dos puntos de la tranquilidad y los masajeamos primero circularmente y después veinte veces,
presionándolos. Ahora tapamos ambas orejas y, apoyando el dedo índice de cada mano encima del
dedo corazón, percutimos treinta veces en estos puntos con los dedos índices, sintiendo cómo
resuenan los golpes dentro de nuestra cabeza.
8. Nariz: frotamos las manos, las colocamos abiertas con los índices y los pulgares juntos y
masajeamos los lados y el puente de la nariz de arriba abajo y de abajo a arriba veinte veces.
Después presionamos diez veces los puntos a los lados de la nariz.
9. Boca: con las manos abiertas y una encima de la otra con el dedo índice de la mano derecha
masajeamos horizontalmente el labio superior y con el dedo índice de la mano izquierda el labio
inferior. Presionamos el punto situado encima y debajo de los labios diez veces. Movemos la lengua
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dentro de la boca treinta veces, masajeando las encías; esto provocará una gran secreción de saliva;
nos enjuagamos con ella, adoptamos la posición Hui Yin, colocamos la lengua en contacto con el
paladar, retenemos la respiración, bajamos el mentón y tragamos la saliva en tres veces siguiéndola
en su recorrido hasta el estómago. La saliva es un fluido que concentra mucha energía, y si
realizamos el automasaje después de los ejercicios energéticos percibiremos claramente cómo está
cargada de Ki, produciendo calor al tragarla y concentrándose la energía en el tan-tien. Poco a poco,
la saliva se irá haciendo más dulce y más agradable de tragar convirtiéndose en un precioso alimento
energético.
10. Cuello: masajearnos el cuello igual que la frente y después de arriba hacia abajo
11. Hombros y pecho: frotamos las manos, las colocamos cruzadas sobre el pecho y masajeamos
desde los hombros hasta debajo de los pectorales.
12. Timo: con los dedos -índice, corazón y pulgar juntos percutimos veinte veces el timo.
13. Costados: con los puños cerrados colocamos las manos cruzadas una en el costado y la otra el
pectoral y damos diez golpes suaves con las dos manos a la vez; después cambiamos de costado y
repetimos.
14. Riñones: frotamos las manos y con los puños cerrados masajearlos circularmente con los
pulgares en la zona de los riñones veinte veces. Después presionamos diez veces en el punto central
entre los riñones.
15. Estómago: percutimos veinte veces en toda la zona abdominal con los puños cerrados.
16. Brazos: con la mano izquierda masajeamos el brazo derecho, primero desde el pulgar hacia el
hombro subiendo por la parte exterior y bajando por la interior hasta el dedo meñique diez veces.
Luego lo hacemos sobre el otro brazo.
17. Piernas: masajeamos con las manos abiertas, bajando por detrás, desde las nalgas hasta los
talones y subiendo por el interior de las piernas.
Para finalizar, visualizamos cómo la energía generada la concentramos en el tan-tien como una
esfera de un fuerte color dorado.
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Automasaje energético
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La sesión terapéutica en Reiki Tres
Las posiciones son básicamente las mismas, pero matizadas por la experiencia que nos han dado las
sesiones Reiki de los grados primero y segundo.
Al introducir en el grado tercero el símbolo espiritual, contactaremos con facilidad con la dimensión
espiritual del paciente y con el mundo espiritual cósmico.
Los símbolos de Reiki nos facilitan el acceso a los archivos akáshicos y a las reservas kármicas,
donde se encuentran los orígenes de muchas de nuestras enfermedades, disfunciones y malestares,
para así poder comprender sus pautas y actuar sobre ellas.
La vida terrenal de cada ser humano tiene el propósito de asimilar determinadas enseñanzas para
progresar en nuestro camino de evolución espiritual, y estas enseñanzas y lecciones a veces están
relacionados con débitos kármicos producidos por acciones traumatizantes y situaciones no resueltas
de vidas pasadas que influyen en nuestro presente.
Durante el período de gestación antes de nuestro nacimiento, los cuerpos sutiles del futuro ser
humano se constituyen antes que su cuerpo físico, y su estructura energética puede quedar afectada
por las pautas energéticas que trae consigo el Yo Superior de sus tránsitos anteriores.
Los símbolos de Reiki Tres nos ayudan a penetrar en los dominios espirituales para intentar
descubrir cuáles son las causas de las dolencias y enfermedades físicas, y si la persona logra corregir
esa causa es muy probable que la enfermedad o dolencia desaparezca.
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