Primera Lectura 2024 - Co
Primera Lectura 2024 - Co
Primera Lectura 2024 - Co
CULTURA ORGANIZACIONAL.
CULTURAS ACADÉMICAS
Página
Cultura organizacional
El concepto de cultura en el contexto organizacional
Intersecciones entre la Teoría Cultural y la Teoría Organizacional
• Cultura y administración comparada
• Cultura corporativa
• Perspectiva cognitiva
• Perspectiva simbólica
• Perspectiva estructural y psicodinámica
Estudios cultural-cruzados
Enfoque de la cultura corporativa
Mecanismos de aprendizaje cultural
Relación entre cultura y efectividad organizacional
• Identificación de la cultura y adaptación del liderazgo
• Acción del liderazgo para la construcción o modificación de la cultura
Cultura y cambio organizacional
Bibliografía
1
CULTURA ORGANIZACIONAL
La pretensión de la modernidad por encontrar una explicación racional a todos los fenómenos,
de modo que pudieran ser expresados como relaciones causa-efecto, ha obligado a llenar
espacios no explicados a través de los paradigmas tradicionales, con nuevos elementos
causales que permitan una mejor explicación de algunos comportamientos. Tal vez, uno de los
elementos explicativos que más ilustran esta necesidad sea la Teoría del Caos, que intenta
racionalizar todos los comportamientos no explicados por las relaciones causales disponibles.
Posteriormente, con la extensión de la globalización económica, se hizo cada vez más evidente
que la trasnacionalización requería consideraciones culturales para ser efectiva. Así, algunas
empresas comenzaron a utilizar estudios de antropología social para identificar las respuestas
organizacionales más adecuadas al contexto cultural específico.
Por otra parte, los intentos de llevar las concepciones organizacionales clásicas del occidente
al oriente, encontraron incomprensión, si no rechazo, en los directivos locales. Hofstede (1991)
relata su experiencia con directivos indonesios al intentar explicarles la Teoría X, Y, de D.
McGregor. Al concluir su intervención, todos los participantes quedaron desconcertados, pues
su paradigma directivo no se correspondía con ninguno de esos modelos, sino que
consideraban otros elementos que no se tenían en cuenta en la concepción occidental.
Dado que la cultura es un concepto tomado de la antropología, para llegar a una definición
aproximada del mismo, es conveniente partir de su definición antropológica. Así, para B.
Malinowski (1948), la cultura es:
2
A partir de la incorporación del concepto antropológico a la Teoría Organizacional, los
especialistas de este último campo desarrollaron definiciones adaptadas a sus bases
disciplinarias.
Los miembros de una misma sociedad tendrán, en una considerable extensión, la misma
cultura, pero a medida que las sociedades se vuelven más complejas, pueden
identificarse subgrupos con subculturas distintivas que, aunque con mucho en común,
difieren entre sí de diversas maneras.
Edgar Schein (1988), uno de los autores que más ha divulgado el enfoque de la cultura
organizacional, la define como:
3
En Schein, puede encontrarse, además, una explicación de los elementos que componen la
cultura, los que sintetiza en la forma que se describe en la figura que se presenta a
continuación:
Artefactos y creaciones
Lenguaje
• Visible pero a menudo no
Estratificación y sistemas de status
Tecnología descifrable
Arte
Esquemas de conducta visibles y
audibles
Nivel 1: Artefactos y creaciones. El nivel más visible de una cultura es el de sus artefactos y
creaciones, que viene dado por su entorno físico y social. En este nivel cabe observar el
espacio físico, la capacidad tecnológica del grupo, su lenguaje escrito y hablado, sus
producciones artísticas y la conducta expresa de sus miembros. Dado que los integrantes de
una cultura les puede ser difícil identificar sus propios productos, no es siempre posible
interrogarlos sobre ellos, aunque pueden ser observados.
Por esta razón, si bien resulta fácil la observación de creaciones -aun en el caso de las sutiles,
como la manera en que la jerarquía es expresada por sus miembros-, es difícil en cambio
captar el significado de las mismas, su interrelación, y los esquemas de fondo que, en su caso,
reflejen.
Si se desea llegar a este nivel de entendimiento, es necesario intentar el análisis de los valores
centrales que se derivan de los principios que operan día a día, y sobre la base de los cuales
los miembros de la cultura orientan su conducta.
4
Nivel 2: Valores e ideología. En cierto sentido, todo aprendizaje cultural refleja en última
instancia los valores propios del individuo, su idea de lo que “debe” ser, a diferencia de lo que
es. Cuando un grupo se enfrenta a una nueva tarea, situación o problema, la primera solución
que se proponga tendrá la jerarquía de un valor solo porque aún no existe un principio
aceptado para determinar lo que es fáctico y real. Alguien en el grupo, por lo general el
fundador, tiene convicciones sobre la naturaleza de la realidad y sobre la manera de tratarla, y
propondrá una solución basada en esas convicciones. Ese individuo puede estimar la solución
propuesta como una creencia o principio basado en hechos, pero el grupo no puede sentir la
misma convicción hasta que no la admita colectivamente como una solución válida al problema.
Los valores que se integran en la ideología o filosofía de una organización, pueden así servir de
guía o recurso que permita actuar ante la incertidumbre de eventos intrínsecamente
incontrolables o difíciles. Tales valores predecirán buena parte de la conducta que puede
observarse en el nivel de los artefactos. Pero si esos valores no están basados en un previo
aprendizaje cultural, es probable que sólo lleguen a ser vistos como lo que Argyris y Schon
(1978) han llamado “valores añadidos”, los cuales consiguen predecir con apreciable exactitud
lo que la gente va a decir en una serie de situaciones, pero que pueden no tener nada que ver
con lo que hará en las situaciones en los que tales valores deberían estar actuando. Así, la
empresa puede decir que valora a las personas, pero sus antecedentes a tal respecto pueden
contradecir lo que dice.
Si los valores añadidos guardan una congruencia razonable con las presunciones subyacentes,
la articulación de esos valores en una filosofía de actuación podrá ser entonces útil para la
unión del grupo, al servir de principio de identidad y fundamento de acción (Ouchi, 1981;
Pascale y Athos, 1981; Peters y Waterman, 1982). Ahora bien, cuando se analizan los valores
es necesario distinguir cuidadosamente entre aquellos que son congruentes con las
presunciones subyacentes y aquellos que son, de hecho, bien racionalizaciones o aspiraciones
para el futuro.
¿Si se consiguen deducir los más importantes valores añadidos de una organización, se habrá
descrito y entendido su cultura? ¿Cómo saber además si se ha entendido realmente? La
respuesta depende a menudo de nuestros propios criterios como observadores y analistas. Es
probable que incluso después de haber catalogado y articulado los más importantes valores de
una organización, nos parezca que no contamos más que con un catálogo falto de
consistencia. Con frecuencia tales catálogos de valores no están estructurados, a veces
incluso se contradicen entre sí, otras no coinciden con la conducta observada. Amplias
parcelas de la conducta quedan a menudo sin explicación, lo que provoca la impresión de que
se entiende una porción de la cultura pero que no se domina la cultura en cuanto tal. Para
alcanzar ese nivel profundo de comprensión, para descifrar la estructura, para predecir
acertadamente la conducta futura, es necesario entender cabalmente la categoría de
presunciones básicas.
Lo que aquí se denomina supuestos y premisas básicas, coincide con lo que Argyris ha
identificado como “teorías en uso”, esto es, las presunciones implícitas que realmente orientan
la conducta, y enseñan a los miembros del grupo la manera de percibir, pensar y sentir las
cosas (Argyris, 1976; Argyris y Schon, 1974). Las presunciones básicas, al igual que las
teorías en uso, tienden a ser inconfrontables e indiscutibles. En el campo de las teorías en uso,
redescubrir, resucitar, reexaminar, y si cabe cambiar las presunciones básicas -un proceso que
Argyris y otros han llamado “aprendizaje de doble vuelta”-, es intrínsecamente difícil porque las
presunciones no son, por definición, ni confrontables ni discutibles.
Ahora bien, tales presunciones son difíciles de localizar. No porque la gente rehuya sacar a la
luz sus presunciones, sino porque se tienen por algo del todo asimilado. Cuando se logra
hacerlas aflorar, el modelo cultural se hace de pronto más claro y comenzamos a sentir que
realmente entendemos lo que ocurre y por qué.
Otra interpretación de los componentes de la cultura, desde una perspectiva diferente, la brinda
Baligh (1994). Para él, la cultura tiene los siguientes componentes básicos:
Lógica: Entendida como proceso de establecimiento de la verdad: Este proceso puede adoptar
diversas formas como expresión cultural, entre ellas.
1
Niels Bohr, Premio Nobel de Física en 1922, realizó una interesante observación sobre la exclusividad
de la verdad: “Lo contrario de una verdad trivial es un error estúpido, pero lo contrario de una verdad
profunda es siempre otra verdad profunda”.
6
• Dogma revelado: la verdad es resultado de la sabiduría de hombres reconocidos como
profetas o sabios.
Reglas de decisión: Son los criterios que la gente usa para seleccionar acciones. Las reglas
de decisión son la base de las acciones proyectadas y todo acto que sea precedido por un
pensamiento, proviene de una regla de decisión. Sus componentes principales son:
• Penetración: que describe el grado en que las acciones están orientadas por reglas
existentes.
• Agudeza: la especificidad con que están descritas las acciones que deben realizarse en
cada caso
Al igual que el caso de Schein, para Baligh los componentes de la cultura están
interconectados. Creer en algo es aceptarlo como verdad. Las verdades y las creencias están
conectadas lógicamente y el concepto de lo que es verdad en una cultura, define la naturaleza
de aquello en que se cree. La lógica es el proceso de establecimiento de la verdad, esto es, de
llegar a creencias o reglas de decisión que relacionan las decisiones y las creencias. El
concepto de valor sólo puede tener significación si establece el concepto de creencia. Los
valores también están relacionados con la lógica, pues muchos de ellos se derivan de ortos
valores o creencias a través de un proceso lógico. Finalmente, las reglas de decisión y las
acciones que ellas determinan, se derivan de los valores y creencias, a través de un proceso
lógico.
7
INTERSECCIONES ENTRE LA TEORÍA CULTURAL Y LA TEORÍA ORGANIZACIONAL
8
Cultura y administración comparada
Cultura corporativa
Las organizaciones son, por sí mismas, productoras de cultura. Aunque las organizaciones
están comprendidas dentro de un contexto cultural más amplio, el énfasis se pone en las
cualidades socioculturales que se desarrollan dentro de la organización.
Esta línea de investigación conduce a la idea de que la cultura organizacional puede ser otra
palanca crítica, a través de la cual los directivos pueden impulsar y dirigir el curso de su
organización. Se cree que las firmas con culturas internas que apoyen sus estrategias, tienen
más probabilidades de éxito.
La tarea que espera entonces a cada directivo, es encontrar la vía para utilizar historias,
leyendas y otras formas de simbolismos, en su situación específica y para sus propios fines.
Las dos aproximaciones anteriores consideran a la cultura como una variable que debe ser
controlada por el directivo en busca de la efectividad.
Las que se tratan a continuación no consideran a la cultura como algo que la organización
posee, sino algo que la organización es. Caracterizada muy ampliamente, la investigación que
se deriva de estas perspectivas es explicar el fenómeno de la organización como una
experiencia subjetiva e investigar los patrones que hacen posible la acción organizada.
Perspectiva cognitiva
La perspectiva cognitiva se está utilizando cada vez con mayor amplitud en el estudio de las
organizaciones. El énfasis cognitivo conduce a ver la organización como una red de
significados subjetivos o marcos de referencia compartidos, que los miembros de la
organización comparten en diferentes grados y que, para un observador externo, aparecen
como funcionando a manera de reglas o gramáticas.
Perspectiva simbólica
La organización se concibe como un patrón de discurso simbólico que necesita, por tanto,
interpretación, lectura y descifrado, para ser entendido. Para interpretar una organización, el
investigador se concentra primero en la forma en que la experiencia se vuelve significativa.
Dado este foco de interés, los teóricos del simbolismo organizacional tienen mucho en común
con los líderes organizacionales. Tanto los unos como los otros, se ocupan de aspectos
prácticos, tales como: de que modo crear y mantener un sentido de organización y cómo
alcanzar interpretaciones comunes de las situaciones para lograr una acción coordinada. Sobre
esta base, se ha señalado que el liderazgo puede ser mejor interpretado como la dirección del
significado y la formación de interpretaciones.
Desde esta perspectiva, la mayor parte del análisis organizacional puede ser criticado por su
alcance limitado. Las investigaciones organizacionales tienden a considerar solo los “bits” del
nivel superficial que son, de hecho, elementos del modelo consciente compartido por los
participantes organizacionales y los analistas. Por ejemplo, la estructura formal de la
organización puede verse como una teoría endógena -un conjunto de normas o reglas que los
participantes e investigadores usan para explicar el comportamiento en ciertos contextos. El
comportamiento es explicado, racionalizado y legitimado en términos de la estructura
organizativa formal. Pero la estructura formal es un mito.
10
Aunque existen diferencias sobre la naturaleza específica de la cultura entre los teóricos
cognitivos, simbólicos, estructuralistas o psicodinámicos, todos ellos están influidos por la
consideración de la organización como una forma particular de expresión humana.
El foco de atención de los investigadores es también el lenguaje, los símbolos, mitos, historias
y rituales, como los que consideran la cultura como una variable, sin embargo, estos no se
consideran como artefactos culturales, sino como procesos generativos que producen y forman
significado y que son fundamentales para la misma existencia de la organización.
De todos estos enfoques, tal vez los más generalizados y aplicados en la Teoría
Organizacional son los estudios cultural-cruzados y los de cultura corporativa, por lo que se
enfatizará sobre ellos a continuación.
ESTUDIOS CULTURAL-CRUZADOS
C
C
CONTEXTO
CULTURAL ©
C
C
C C
LA ORGANIZACION
11
Un ejemplo de este tipo de estudios, fue el realizado por Hofstede (1991), en 64 subsidiarias
de IBM en distintos países.
Distancia de poder: definida como el grado de desigualdad entre las personas, que la
población de un país considera normal. Expresa también, la aceptación de la centralización del
poder en personas o grupos; la unilateralidad en las decisiones, la subordinación a la autoridad
superior y otros aspectos relacionados.
Individualismo: definida como el grado en que las personas de un país prefieren actuar como
individuos que como miembros de grupos. En sociedades colectivistas, los niños aprenden a
respetar a su grupo de pertenencia, usualmente la familia, y a diferenciar entre miembros y no
miembros del grupo. Cuando crecen, mantienen su pertenencia al grupo y esperan que el
grupo los proteja cuando están en problemas; en retribución, deben ser leales al grupo. En
sociedades individualistas, los niños aprenden muy temprano a pensar en sí mismos como Yo
en vez de como Nosotros. Esperan que algún día deberán pararse en sus propios pies sin
protección del grupo y por esto, no sienten una lealtad fuerte.
Los resultados del estudio para cada una de estas variables, en países seleccionados, se
muestran a continuación.
DISTANCIA EVITACION DE
LUGARES DE LA INDIVIDUALISMO MASCULINIDAD
PODER INCERTIDUMBR
E
PAÍSES 80 68 38 53
ARABES
FRANCIA 68 86 71 43
ALEMANIA 35 65 67 66
GRAN BRETAÑA 35 35 89 66
HOLANDA 38 53 80 14
HONG KONG 68 29 25 57
JAPÓN 54 92 46 95
BRASIL 69 76 38 49
MÉXICO 81 82 30 69
12
EE.UU. 40 46 91 62
Una interpretación primaria de los datos obtenidos, permite confirmar algunas presunciones
derivadas de otras interpretaciones histórico-culturales.
• Los resultados de la masculinidad son difíciles de explicar sin un conocimiento profundo del
desarrollo cultural de cada país. Sobre todo, es sorprendente el bajo valor de esta variable
en los Países Árabes.
Sobre la base de este estudio y con el fin de lograr una vinculación más precisa entre cultura y
teoría organizacional, se realizó el siguiente experimento complementario:
Se pidió a conjuntos de directivos de distintos países que presentaran una solución a una
situación de conflicto entre dos directivos del mismo nivel en una organización.
Para los franceses, la solución estaba en la acción del directivo superior, que debía imponer
una conciliación a los contendientes. Esta solución se identificó con un modelo de organización
de pirámide.
Para los ingleses, la solución era que los dos directivos negociaran sus diferencias, para
encontrar una solución al problema. Esta solución se identificó con un modelo de mercado.
13
La comparación de estas soluciones con los resultados de algunas variables del estudio de
IBM, se representa en el cuadro a continuación.
EVITACION DE LA
INCERTIDUMBRE DÉBIL
CUADRANTE 4 CUADRANTE 1
GRAN BRETAÑA HONG KONG
MERCADO FAMILIA
CUADRANTE 3 CUADRANTE 2
ALEMANIA FRANCIA
MAQUINARIA PIRÁMIDE
EVITACION DE LA
INCERTIDUMBRE FUERTE
14
Una constatación posterior de estos resultados, se hizo a partir del propio desarrollo de la
Teoría Organizacional en los distintos países y los modelos organizacionales que se les
atribuyen. Este resultado se presenta en el cuadro a continuación.
EVITACION DE LA
INCERTIDUMBRE DÉBIL
MERCADO FAMILIA
EE.UU. ASIA
(TAYLOR)
(FOLLETT)
MAQUINARIA PIRÁMIDE
ALEMANIA FRANCIA
(WEBER) (FAYOL)
EVITACION DE LA
INCERTIDUMBRE FUERTE
Sin embargo, la utilización de los estudios cultural cruzados como base para el pronóstico
organizacional, debe ser cuidadosa. En primer lugar, porque estos estudios están sesgados por
la propia cultura de los investigadores, lo que afecta tanto al diseño de los instrumentos de
indagación como a la interpretación de los resultados. En segundo lugar, por los posibles
errores de interpretación de los instrumentos, debido a problemas de traducción.
Finalmente, es necesario notar que ninguno de los resultados del estudio de IBM es absoluto,
es decir, no son de 0 ó 100, sino que si bien en la mayoría de los casos reflejan tendencias
culturales, manifiestan también la existencia de una heterogeneidad significativa en las culturas
nacionales. 2
2
Un análisis de fácil comprensión sobre la heterogeneidad en las culturas nacionales puede encontrarse
en el artículo de Magoroh Maruyama, “Dime cómo piensas”, publicado en El Correo de la UNESCO, en
su número de febrero de 1996.
15
ENFOQUE DE LA CULTURA CORPORATIVA
El enfoque de la cultura corporativa considera a la cultura como un elemento más del sistema
organizacional, como se representa en el esquema a continuación.
SISTEMA
METAS
ADMINISTRATIVO
SISTEMA
TECNOLOGIA Y SOCIOCULTURAL
ESTRUCTURA
SISTEMA DE
PRODUCCION
Estas orientaciones se derivan, por una parte, de la existencia de distintos tipos de aprendizaje
cultural y de la percepción de la fortaleza de los condicionamientos así creados, y por otra, de
las distintas consideraciones sobre la relación entre cultura y efectividad organizacional.
Schein describe dos tipos de mecanismos de aprendizaje que tienen distintas consecuencias
para la estabilidad de lo que se aprende: 1) Situaciones de resolución positiva, que dan pie a
una ratificación positiva, si la solución ensayada surte efecto; y: 2) Situaciones de rechazo de
la ansiedad, que provocan una ratificación positiva si se logra reducir la ansiedad, y si se evitan
las consecuencias negativas que conlleva esa ansiedad.
Resolución positiva. En la situación de resolución positiva, los resultados del aprendizaje son
provechosos en cuanto reflejan el cumplimento de una meta o la supresión de un sentimiento
de carencia, como en el caso de quien halla comida o agua cuando se siente hambriento o
sediento. Si un grupo que está intentando desarrollar un producto nuevo y mejor, o mejorar las
ventas o su posición en el mercado, llega a descubrir que algo funciona ese algo se verá
positivamente ratificado y con toda probabilidad nuevamente aplicado a la próxima vez que
surja el problema. La solución puede consistir en una conducta abierta, un modo de estimar o
16
concebir un problema, un conjunto de sensaciones, creencias, o presunciones nuevas sobre
algún aspecto del mundo. Todas o cualesquiera de esas categorías de respuesta pueden
verse positivamente ratificadas si consiguen resolver el problema.
Una vez que se ha hallado una solución válida para un problema determinado, con toda
probabilidad volverá a ser aplicada cuando vuelva a surgir el mismo problema. Las soluciones
que dejan de ser válidas se eliminan rápidamente, dado que su inefectividad resulta por demás
patente para el grupo. Sin embargo, hay soluciones que siendo solamente válidas durante un
espacio de tiempo, se perpetúan. En otras palabras, si algo llega a surtir efecto durante cierto
tiempo, sin que nada permita establecer los factores causales que circunstancialmente puedan
determinar el éxito o el fracaso, se seguirá intentando aplicar después de que deja de ser
enteramente efectivo. 3
Cuando tales respuestas dejan de ser efectivas, cuando el ambiente deja de ofrecer
ratificaciones positivas tanto para las capacidades reales como para la ideología que las
alienta, los datos aparecen de manera muy clara ante el grupo, aun cuando éste opte por una
postura defensiva y no preste atención a los datos. Ese rechazo defensivo de la información
disponible, es consecuencia del otro importante mecanismo de aprendizaje, el rechazo a la
ansiedad.
El rechazo a la ansiedad supone ante todo una base de motivaciones diferente. En lugar de
una tensión positiva de cara a los objetivos y la búsqueda de resultados, la ansiedad supone
sentimientos de temor (de ser amenazado por causas conocidas o desconocidas), y dudas de
distinto alcance en materias de conocimiento (por no saber lo que está pasando o lo que pueda
pasar). Mientras que el intento de resolver el problema obliga a que la atención se enfoque en
él, el aprendizaje basado en la ansiedad no puede centrarse con precisión si la causa de la
3
Charles Lamb, en su ensayo clásico de 1882 “Una disertación sobre el cerdo asado”, describe de forma
satírica cómo, en una aldea china donde no se cocinaban las comidas, se descubrió el arte del asado.
Accidentalmente, un niño prendió fuego a una casa con un cerdo adentro y los aldeanos, al revisar las
ruinas, descubrieron una nueva delicadeza. Esto dio lugar a una ola de incendios.
17
ansiedad es desconocida. El individuo o el grupo se ven empujados a un aprendizaje más
azaroso, de prueba y error, disponiendo de menos posibilidades de predecir lo que pueda
reducir efectivamente la ansiedad.
Con respecto a la relación entre cultura y efectividad organizacional, puede considerarse una
aproximación interesante la de la perspectiva de los costos transaccionales, desarrollada por
O.E. Williamson.
De acuerdo con esta perspectiva, existen tres modelos alternativos para intercambios o
transacciones de gobierno: mercado, burocracia y clan. Las organizaciones o la acción
cooperativa, comprende necesariamente intercambios entre individuos, en los cuales una parte
da algo de valor (ej. trabajo), y recibe a cambio, algo de valor (ej. dinero). De cualquier forma
que esta transacción sea mediada por un mecanismo de precios y mercados competitivos o por
una relación burocrática en la que la responsabilidad o los medios legales son utilizados para
determinar y compensar el valor, ambas partes deben percibirlo como equitativo. Es decir, debe
cumplir el estándar de reciprocidad que Gouldner (1961) describió como requerimiento
universal del esfuerzo colectivo.
18
Una forma de gobierno de mercado resuelve este problema social, con un mecanismo de
precios en situaciones competitivas. Con ese fin, se hacen contratos entre las partes, las
cuales, debido a la competencia, tenderán a ofrecer un precio “justo” y a cumplir sus
compromisos para evitar la acción de otros competidores. Sin embargo, en condiciones de
ambigüedad creciente (un producto original o condiciones de rápido cambio ambiental), el
arreglo entre las partes requiere mayores costos transaccionales, porque las partes tienen
dificultades para escribir un contrato suficientemente detallado que asegure el valor equitativo y
evite que el interés individual tome ventajas de la ambigüedad. Bajo estas condiciones, los
mercados pueden fallar.
Un tercer mecanismo de gobierno, el clan, enfrenta el problema del intercambio de manera muy
diferente: a través de la socialización de las partes para el intercambio, de forma tal que
aunque existe autointerés, las partes pueden ver sus objetivos en el intercambio como
congruentes (no excluyentes) y por la creación de un paradigma general que puede ayudar a
determinar qué es lo mejor para la relación. De esta forma, el clan no necesita acudir al
monitoreo sistemático de los empleados. Las firmas japonesas, por ejemplo, tienden a contratar
reclutas sin experiencia, los socializan intensivamente para que acepten la visión y objetivos de
la compañía como propios, y los compensan sobre la base de la antigüedad, número de
subordinados y otros criterios no asociados con el desempeño.
Por supuesto, de los tres mecanismos de gobierno, el clan es el que requiere la mayor cantidad
de trabajo para desarrollar este conocimiento social compartido.
En la práctica, la mayoría de las organizaciones reales utilizan las tres formas de control, pero
aunque la mayoría de las organizaciones desarrollan un cierto grado de cultura local y control
de clan, algunas dependen predominantemente de su habilidad para hacerlo.
A partir de esta perspectiva, Wilkins y Ouchi (1983), hacen las siguientes consideraciones
sobre la relación entre cultura y desempeño:
2. Incluso si el clan tiene un paradigma para facilitar las transacciones requeridas que son
complejas y ambiguas, este paradigma puede ser o no apropiado y puede no ser compartido
por suficientes personas.
3. Las dos implicaciones anteriores, sugieren que los costos para desarrollar y mantener un
clan (o cultura organizacional específica) son potencialmente significativos y deben ser
considerados para evaluar la eficiencia de este modelo.
4. También debe considerarse el problema del nivel de análisis. Algunas unidades de una
organización formal, donde predomina una forma burocrática o de mercado, pueden
desarrollar una forma de control de clan que las puede ayudar a desarrollar sus
transacciones internas eficientemente, pero en detrimento del resto de la organización, no
asociada como clan.
Esta orientación considera que las presunciones culturales son tan fuertes que el líder poco
puede hacer para modificarlas.
Finalmente, se ha señalado que no está muy claro si es posible manejar la cultura, por la
existencia de subculturas y hasta contraculturas, compitiendo por definir la naturaleza de las
situaciones dentro de la vida organizacional.
A partir de estos cuestionamientos, se plantea que la cultura corporativa corre el riesgo de ser
tan decepcionante como herramienta administrativa como las aproximaciones más técnicas y
cuantitativas que estuvieron de moda en los 70.
20
Acción del liderazgo para la construcción o modificación de la cultura
Algunos autores (Chickering y Porter, 1990), organizan esta acción a partir de tres roles del
liderazgo: retórica, mediante la cula el líder influye en el clima, las actitudes, la orientación
intelectual o concepciones sobre el propósito de la organización; iniciativas, que abarca los
incentivos y sanciones para alentar o desalentar políticas o prácticas específicas; regulación,
que se ejercita a través de los procesos de aprobación y monitoreo de las actividades,
misiones, presupuestos y programas institucionales.
Otros como Schein (1988), para quien la función única y esencial del liderazgo es la
manipulación de la cultura, detallan un conjunto de acciones que los líderes pueden realizar
con este fin.
Los mecanismos primarios que señalan para esta acción de construcción cultural son:
2. Las reacciones de los líderes ante los incidentes críticos y las crisis de la organización.
Es interesante notar que a pesar del énfasis que se le ha dado en los últimos tiempos a las
declaraciones formales sobre la filosofía, credos y estatutos de las organizaciones, estos
aparecen como mecanismos secundarios. Esto es así, porque estas descripciones formales no
ejercen un efecto significativo, si no se articulan con los mecanismos primarios.
Por esta razón, la ATT, al desarrollar un sistema formal de valores, incluyó además un
procedimiento de control de la utilización de esos valores en el comportamiento cotidiano de la
corporación, mediante cuestionarios que se aplicaron sistemáticamente a trabajadores y
directivos.
21
Por su valor metodológico, se presentan en el anexo, tres elementos básicos del procedimiento
de ATT: los valores definidos; la operacionalización de esos valores como comportamientos, y
el instrumento utilizado para la retroalimentación.
Ahora bien, dado que esta acción de construcción y modificación cultural puede ser tan
absorbente, resulta imprescindible considerar en alguna medida la relación entre cultura y
efectividad organizacional.
2. Las observaciones de las formas de control de clan en las organizaciones sugieren que los
clanes son notablemente adaptativos dentro de una muy amplia banda de actividades. El
problema con el cambio surge cuando las condiciones organizacionales son alteradas tan
radicalmente que los miembros del clan deben claramente violar sus concepciones básicas.
3. La observación del cambio en los clanes sugiere que el cambio en las concepciones sobre
congruencia de metas y equidad general producen un mayor nivel de ruptura que el cambio
en el paradigma general.
4. Es más difícil crear un clan de un mercado o una burocracia que desmantelar un clan para
crear un modo de gobierno burocrático y de mercado.
4
La supervivencia y vitalidad de cualquier sistema es directamente dependiente de su capacidad de
respuesta a los nuevos retos del entorno, y estas respuestas, en la mayoría de los casos, implican
cambios. La incapacidad de adaptación al entorno como causa de desaparición, tiene múltiples ejemplos
en la historia natural y constituye la base de la visión lineal de la historia de Toynbee.
22
Aunque las consideraciones anteriores, ayudan a ubicar el fenómeno cultural en las
organizaciones en una dimensión más adecuada, la concepción del cambio, esencialmente
como cambio de conducta más que de formas de operación, han desarrollado nuevas
orientaciones en la teoría del cambio organizacional, mediante la utilización del concepto de
paradigma.5
Los cultores del término definen paradigma como un patrón en la forma en que pensamos o
vemos el mundo.
Así, para Cloke y Goldsmith (1996), los paradigmas comprenden los siguientes elementos:
• Son suposiciones ocultas o “inclinaciones” que influyen sobre la forma en que vemos
nuestros trabajos, nuestras relaciones y a nosotros mismos.
• Nos permiten ordenar los datos que absorbemos mediante nuestros sentidos. Proporcionan
un marco para nuestros pensamientos aleatorios.
• Nuestras palabras pegan unas con otras en conceptos y frases que tienen significado. Por
ejemplo, cuando escuchamos la palabra trabajo, cada uno puede asignarle un significado
diferente sobre la base del paradigma de nuestras experiencias pasadas o nuestras
expectativas.
Ahora bien, los paradigmas que orientan nuestro comportamiento son difíciles de identificar,
pues estamos inmersos en ellos. Además, ninguno de los paradigmas que adoptamos son
totalmente creados por nosotros, sino que surgen de patrones de pensamiento y adaptación a
presiones sociales que comienzan en nuestros primeros años; la mayoría de nosotros adopta
nuestros paradigmas por aceptación pasiva.
Entonces, ¿cómo cambiar un paradigma del que no estamos completamente conscientes, pero
que de todas formas, controla nuestra experiencia? Es necesario comenzar detectando las
brechas, ranuras, anomalías, conflictos y discrepancias que están presentes en nuestros
paradigmas actuales y tener el coraje suficiente para explorarlos.
5
Este concepto, tomado de la obra clásica de T. Kuhn La estructura de las revoluciones científicas,
puede identificarse con el de presunciones básicas en la Teoría Cultural y se deriva de su perspectiva
cognitiva. Su utilización independiente en la teoría y práctica organizacional, puede explicarse por su
distanciamiento del esoterismo antropológico en el manejo de la cultura organizacional.
23
A menudo es una reacción intuitiva la que da la primera información de que el viejo paradigma
ya no está funcionando. Los patrones lógicos de pensamiento del hemisferio izquierdo del
cerebro tienden a reforzar los paradigmas existentes, mientras que el hemisferio derecho, más
intuitivo y artístico tiende a desafiarlo. Es importante, por lo tanto, prestar atención de cerca a
la información que recibimos de nuestras mentes intuitivas no lineales cuando consideramos si
un paradigma está cambiando.
Resulta difícil cuestionarse las verdades a las que estamos acostumbrados. Es más fácil
permanecer con los viejos paradigmas y defenderlos. Los paradigmas organizacionales a
menudo interactúan, para crear un sistema mutuamente reforzante. Si cambia uno, los demás
pueden hacerlo también, no obstante cada uno apoya a los otros, haciéndolos más difíciles de
romper.
Los pasos que deben darse para cambiar del viejo paradigma al nuevo no son metódicos o
lineales. A menudo las organizaciones se mueven hacia atrás y hacia adelante, entre darse
cuenta de sus problemas, percibir la naturaleza interna de las soluciones, tomar acciones,
reflejarlas en resultados, y ganar nuevas percepciones internas otra vez. La experiencia indica
que los cambios de paradigma generalmente incluyen los siguientes pasos, aunque no
necesariamente en este orden:
1. Darse cuenta de las anomalías, inconsistencias y conflictos que definen un problema con el
viejo paradigma;
2. Darse cuenta de los patrones en estas anomalías y verlos como indicadores del viejo
paradigma, y ser capaces de nombrarlo y describirlo;
3. Identificar cuando hay una nueva configuración de la información o aprendizaje que incluye
una vía más novedosa y efectiva de percibir y explicar las experiencias;
4. Configurar y asimilar esta nueva perspectiva por nosotros mismos y, después, lograrlo en los
demás;
5. Probar en la acción las nuevas ideas para ver si las nuevas formas de pensar son válidas a
través de un amplio rango de experiencias:
24
8. Empezar a notar anomalías, inconsistencias y conflictos en el nuevo paradigma, y volver a
comenzar el proceso.
Antes de dejar esta exploración sobre los paradigmas, es conveniente resumir algunas de las
reglas que gobiernan el proceso de cambiarlos. Pueden ayudar a ver los sistemas de
pensamiento que conforman nuestras ideas y acciones, y a tomar el tiempo y esfuerzo
necesarios para cambiar el resultado de los paradigmas.
2. .Los paradigmas cambian por una acumulación de errores, conflictos crónicos, anomalías y
problemas que no pueden ser resueltos bajo los antiguos paradigmas.
3. Los que crea los nuevos paradigmas son normalmente aquellos que no saben que el
problema no puede resolverse, o que la política no puede cambiarse.
5. Los conflictos son a menudo la voz del nuevo paradigma, una oportunidad para la
compresión profunda, y una fuente de energía y motivación para hacer que el cambio
suceda realmente.
6. Los paradigmas pueden ser cambiados sin que la gente o la organización se vuelva
disfuncional, aunque a menudo parezca que no se puede.
7. Las habilidades que permitían a la gente tener éxito en el viejo paradigma no garantizan
necesariamente el éxito bajo el nuevo.
8. Mientras más profundo sea el cambio del paradigma, más se afectan el proceso y el
contenido, es decir, lo que hacemos y la forma en que lo hacemos.
9. Los nuevos paradigmas alteran los conceptos de nosotros mismos, así como nuestras ideas
acerca de las relaciones con otros.
No son a menudo las cosas las que necesitan cambiar, sino la forma en que hemos estado
pensando en ellas y comunicándonos sobre ellas.
25
LA CULTURA EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR (IES)
Muchas son las ocasiones en que se lee que las IES son instituciones tradicionalistas, con
dificultades para el cambio, y otras cualidades que en este mismo orden se les atribuyen. Sin
embargo, no es común que estas cualidades se identifiquen con un fenómeno cultural.
Ahora bien, las IES son organizaciones que reúnen todos los requisitos para la formación de
culturas fuertes, es decir: larga historia y membresía estable, ausencia de alternativas
institucionales y, en menor medida, interacción entre sus miembros, aunque esto último puede
considerarse más como consecuencia que como causa del desarrollo cultural en las IES.
La indagación superficial sobre la cultura en las IES, pudiera indicar un elevado nivel de
coherencia retórica, pero la realidad es que la cultura tradicional o reconocida para las IES, ha
estado sometida, en los últimos 50 años, a presiones que no se conocieron en épocas
precedentes. De ahí que, aunque se reconozcan los elementos de la cultura tradicional, cada
vez más aparecen elementos culturales en estas instituciones que no pueden identificarse con
esa concepción.
Uno de los estudios más relevantes sobre la cultura (o culturas) de las IES, fue realizado por
W.H. Bergquist y que reflejó en su libro, The Four Cultures of the Academy (1992). Para este
autor, en las IES coexisten 4 culturas que denomina: Cultura Colegiada, Cultura Directiva,
Cultura Desarrollista y Cultura de Negociación.6
CULTURA COLEGIADA
Aunque algunos de sus elementos surgen casi con la creación de la institución universitaria, su
consolidación se produce con la universidad alemana del siglo XIX, orientada a la investigación,
que ejerció un liderazgo intelectual sobre el resto del mundo universitario.
6
Estas denominaciones coinciden con clasificaciones analizadas anteriormente como formas de
gobierno o modelos organizacionales por otros autores (ver, entre otros, R. Birnbaum (1988): How
Colleges Work: The Cybernetics of Academic Organization and Leadership, y O,R. Havelock (1971):
Planning for Innovation Through the Dissemination and Utilization of Scientific Knowledge), pero a
Bergquist le corresponde el mérito de haberlas analizado como culturas.
26
• Enfasis en la investigación con respecto a la docencia. El aprendizaje fundamental se daba
por la imitación del modelo del profesor y no por la transmisión ordenada del conocimiento.
A partir de estos elementos culturales, se asume que el liderazgo efectivo se ejerce mediante el
manejo político institucional en los comités o comisiones. Por eso, el directivo académico que
pretenda ser exitoso, deberá aprender a manejar e incluso disfrutar de estas reuniones y a
ganar poder por su trabajo habilidoso dentro de esa estructura. Dado que estas habilidades
políticas y la credibilidad para su uso no se adquieren fácilmente, el poder se concentra en los
de mayor edad, habilidad y conocimiento.
Es conveniente señalar, además, el desinterés de los participantes de esta cultura por los
procesos de planeamiento sistemático, pues no tienen en cuenta la negociación política.
La cultura académica considera como criterios esenciales para la evaluación del desempeño,
los siguientes:
• Aval de publicaciones.
• Docencia de postgrado.
• Análisis de pares.
27
CULTURA DIRECTIVA
Este proceso fue facilitado, además, por lo relativamente sencillo que resultó la extrapolación, a
estas IES, de la organización jerárquica, basada en la autoridad, característica de la institución
fundadora.
El otro origen fue la creación de los Community Coleges en EE.UU. que, con algunas
diferencias de denominación y contenidos similares, se ha generalizado en otros países.
En este caso, los factores influyentes para el desarrollo de una cultura alternativa, fue la
inserción de estas instituciones dentro de un sistema de orientación y control local, fuertemente
presionado por los electores para lograr un uso efectivo de los recursos, y el hecho de que a
estas instituciones se incorporaron enfoques de dirección provenientes de otros niveles de
enseñanza con una orientación mucho más directiva.
Aunque estas instituciones sirvieron como modelos, la cultura directiva se ha extendido a otras
instituciones, debido a la presión de diversos factores. Entre ellos:
7
Astin (1974) señala que “A pesar de ciclos de antiintelectualismo, resentimiento por la vida suave que
se piensa tienen los profesores y las sospechas de poca confiabilidad política, grandes grupos del
público americano han estado encantados por mucho tiempo, con la educación superior. La han visto
como el camino hacia la movilidad social y económica, como una fuente de cultura y de conocimientos
valiosos para la sociedad y, en el caso de muchos exalumnos nostálgicos, como el pretexto para los
mejores años de su vida. En alguna medida, el encantamiento se ha quebrado en los últimos tiempos ...
ha crecido la sospecha entre los que pagan impuestos y los exalumnos, de que los profesores no son tan
efectivos como maestros ... Las personas sospechan que aunque efectiva, ya la educación no conduce
necesariamente a un buen empleo y que los profesores disfrutan de una cantidad de tiempo libre y
autonomía que se le niega a la mayoría de aquellos que pagan por esto. Por estas y otras razones, la
gente está demandando que los profesores, como a los otros, se les pidan cuentas por hacer un buen
trabajo”.
28
• El crecimiento de los profesores a tiempo parcial, caracterizados por su escasa participación
en la vida institucional y que, además, transferían elementos culturales externos a las IES,
generalmente directivos.
Es natural que esta cultura considere como criterios esenciales de evaluación del desempeño,
el cumplimiento de los objetivos o metas, con énfasis en los aspectos cuantitativos y la
efectividad racionalmente demostrada.
CULTURA DESARROLLISTA
Bergquist señala que los miembros de esta cultura tienden a ser relativamente ingenuos con
respecto a los procesos políticos en las IES y, frecuentemente, son vistos por los participantes
29
de la cultura directiva como muy idealistas y mal equipados para implementar un programa
cuidadosamente concebido.
Se parte de la premisa de que si los profesores son el agente fundamental para el logro de los
resultados institucionales, su desarrollo debe traer aparejado también, el de la institución como
un todo.
Sobre esta base, se elaboraron programas específicos e incluso redes nacionales de desarrollo
profesoral y organizacional en educación superior (EE.UU.), y se elaboraron manuales para la
orientación de estas acciones (W.H. Bergquist y S.A. Phillips: A Handbook for Faculty
Development, 1975).
• Investigación institucional
A pesar de estos resultados, parece ser que los esfuerzos de investigación institucional fueron
desapareciendo durante los 80, o se orientaron a áreas más tradicionales como las finanzas, la
captación y promoción de los estudiantes y la asignación de recursos.
• Desarrollo organizacional
30
• La enseñanza y el aprendizaje como elementos centrales de la institución académica. Los
académicos deben identificarse a sí mismos más como maestros que como representantes
de disciplinas.
• Reconocimiento del valor orientador de la misión institucional por encima de las metas
disciplinarias.
La cultura desarrollista enfoca el liderazgo de manera muy distinta a las culturas descritas con
anterioridad. Más que conductor, se describe como servidor, que basa su poder en la experticia
y busca más la colaboración que la subordinación.
Más aún, la influencia se separa de los roles formales y las líneas de autoridad para influir más
que controlar, sugerir más que demandar e informar más que dirigir.
Dados los elementos que conforman esta cultura, la evaluación del desempeño se basa en el
diseño de instrumentos para valorar los resultados cognitivos, afectivos y conductuales de los
estudiantes.
CULTURA DE NEGOCIACIÓN
La cuarta cultura surge como respuesta a las medidas de enfrentamiento a las dificultades
financieras institucionales que, en muchos sentidos, habían afectado el nivel de vida de los
académicos y empleados por la disminución progresiva del salario real, las reducciones de
personal y el incremento de carga de los académicos.
También para crear una acción colectiva frente al desarrollo de la cultura directiva y la
burocratización de las instituciones.8
• Equidad e igualitarismo. Todos tienen derecho a todo, con independencia de los resultados
de su trabajo.
• Todo debe ser negociado. Incluso la libertad académica debe ser una condición de empleo y
no una tradición universitaria.
8
Es interesante señalar que a pesar de su declaración de enfrentamiento a la burocracia institucional, la
cultura negociada, por su inclinación a la formalización de las relaciones laborales, ha contribuido a
acentuar más que a disminuir la burocratización de las IES.
31
Algunos autores consideran que, independientemente de los factores señalados con
anterioridad, ha sido la masificación de la educación superior y la incorporación al claustro de
académicos que no pueden progresar dentro de las reglas de otros modelos culturales, lo que
ha dado lugar a la defensa de los tratamientos indiferenciados que caracterizan a la cultura de
negociación.
Es evidente que en esta cultura los líderes deban ser hábiles negociadores y, en muchas
ocasiones, se accede a los cargos directivos más por promesas de beneficios salariales que de
beneficios académicos.
Por otra parte, es interesante señalar que los convenios colectivos de trabajo, al mismo tiempo
que reducen el poder de los administradores académicos, también refuerzan su autoridad y
fuerzan a la centralización en la mayoría de las instituciones.
¿Cómo podría ser entonces el criterio de evaluación del desempeño en esas condiciones?
Las consideraciones anteriores indican que ningún directivo puede realizar un trabajo efectivo
sin considerar la existencia de un condicionamiento cultural. Para esto, es imprescindible que
tenga en mente que:
1. No debe simplificarse ni confundirse la cultura con otros conceptos útiles, tales como “clima”,
“valores” o “filosofía colectiva”
3. La cultura no puede manipularse como otros asuntos que están bajo su control, la cultura
controla al directivo más de lo que el directivo controla a la cultura.
4. No existe una cultura mejor”, ni necesariamente, las cultura “fuertes” son mejores que las
débiles.9
En el caso de las IES, si se acepta que son organizaciones de alta incertidumbre y complejidad,
donde las transacciones de gobierno se facilitan cuando funcionan con el modelo de familia o
clan, esto implica, necesariamente, una acción sobre la cultura.
9
Una cultura demasiado fuerte, puede hacer que la organización pierda su capacidad para adaptarse,
innovar y cambiar.
32
Por otra parte, la mayor capacidad relativa de adaptación de este modelo, resulta una ventaja
significativa en una época en que las incertidumbres abundan y se hace impracticable el
planeamiento convencional.
La cultura puede, además, dar coherencia a metáforas de progreso organizacional como la del
surfista, elaborada por Potter y Chickering (1991).
El surfista lee las olas cuidadosamente, espera la adecuada y entonces, con un delicado
sentido de tiempo y balance, se deja llevar. Una vez que empieza, el objetivo será
mantenerse de pie y lograr la mayor velocidad y distancia posible. El éxito requiere una
relación íntima con el entorno, a tono con las condiciones rápidamente cambiantes. El
destino no tiene una importancia crítica, lo que importa es lograr lo más que se pueda
con esa ola. Una vez que se concluye, será tiempo de regresar y preparase para la
próxima.
Otro problema específico de las IES es que, en la mayoría de las instituciones, coexisten
manifestaciones de las 4 culturas, aunque pueda predominar alguna de ellas. Por otra parte,
cada una contiene elementos valiosos para el funcionamiento institucional. Por ejemplo, es
evidente que la libertad académica facilita la experimentación y el desarrollo, el propio concepto
del profesor como modelo es imprescindible, aún cuando se establezcan límites a la acción
docente. Por otra parte, un cierto nivel de acción directiva es necesaria para enfrentar los
problemas financieros y otros retos del entorno. Asimismo, el desarrollo del claustro y la
orientación del perfeccionamiento de la actividad institucional, no tienen que oponerse, sino
más bien apoyar la creatividad. Finalmente, la habilidad de negociación debe ser parte de esta
acción directiva, con el fin de conjugar el interés individual y el institucional.
Un último aspecto a considerar es que las acciones de manejo cultural en las IES están
sometidas a factores de resistencia específicos, entre ellos:
• Muchos académicos defienden el concepto de autonomía y quieren que los dejen solos para
realizar su docencia, investigación, escritos e ideas. Esto se opone a la colaboración y a la
utilización de métodos de solución de problemas.
• Debido a la carencia de recursos, pocas IES están dispuestas a correr los riesgos asociados
con el establecimiento de un programa de desarrollo cultural.
A partir de estas condiciones, algunas alternativas que pueden considerarse con respecto al
manejo cultural en las IES, son las siguientes:
Alterar una o más de las culturas existentes, mediante el uso de técnicas de desarrollo
organizacional, sin embargo, no existe mucha experiencia para el éxito en el uso de estas
aproximaciones y las culturas académicas son demasiado fuertes para ser ignoradas o
fácilmente modificadas.
Una tercera aproximación es utilizar las fortalezas de cada una de ellas, para involucrarlas en
un esfuerzo de desarrollo de la institución. Sin embargo, para eso resulta necesario utilizar
nuevas herramientas y conceptos relacionados con el cambio organizacional, la innovación, la
estabilización y el análisis, que sean compatibles con las 4 culturas.
En este sentido, la idea de desarrollar procedimientos para el trabajo con los paradigmas
predominantes en la institución, parece prometedora. Para esto, es necesario confrontar a la
organización no sólo con sus paradigmas, sino con los presupuestos que sustentan o en algún
momento los sustentaron, en un proceso que algunos autores caracterizan como un
psicoanálisis organizacional.
Esto es particularmente importante para instituciones como las IES, que son o se han
considerado históricamente, como exitosas, lo que reafirma la resistencia a la modificación de
paradigmas que, si bien orientaron un desempeño positivo, pueden ser un freno para enfrentar
los nuevos retosdel medio externo o interno.
34
Bibliografía
4. Argyris, C. y D.A. Schon (1978): Organizational Learning, Adisson Wesley, New York.
5. Baligh, H.H. (1994): “Components of Culture: Nature, Interconnections and Relevance to the
Decisions of the Organization Structure” en Management Science, vol. 40, no. 1
6. Bergquist, W.H. y S.A. Phillips (1975): A Handbook for Faculty Development, Council of
Independent Colleges, Washington, D.C.
7. Bergquist, W.H. (1992): The Four Cultures of the Academy, Jossey-Bass, San Francisco.
8. Birnbaum, R. (1983): How Colleges Work: The Cybernetics of Academic Organization and
Leadership, Jossey-Bass, San Francisco.
10.Gouldner, A.W. (1961): “The Norm of Reciprocity” en American Sociological Review, no. 25.
11.Havelock, W. (1971): Planning for Innovation Through the Dissemination and Utilization of
Scientific Knowledge, Institute for Social Research, Michigan.
12.Hofstede, G. (1994): “Management Scientist are Human” en Management Science, vol. 40,
no. 1
18.Pascale, R.T. y A.G. Athos (1981): The Art of Japanese Management, Simon&Schuster,
New York.
35
19.Peters, T.J. y R.H. Waterman (1982): In Search of Excellence, Harper&Row, New York.
20. Potter, D. y A.W. Chickering (1991): “The 21 st Century University: The Role of Goverment”
en R.R. Sims y S.J. Sims (ed.): Managing Insitutions of Higher Education into de 21 st
Century, Greenwood Press, New York.
24.Wilkins, A.L. y W.G. Ouchi (1983): “Efficient Cultures: Exploring tha Relationship Between
Culture and Organizational Performance” en Administrative Science Quarterly, no. 28.
36
ANEXO 1: PROCESO DE RETROALIMENTACIÓN DE VALORES DE LIDERAZGO (LVFP),
EN LA ATT
Proceso de desarrollo
37
NUESTRAS OBLIGACIONES COMUNES
Nosotros nos comprometemos con estos valores como guía de nuestras decisiones y
comportamiento.
Nos tratarnos con respeto y dignidad, valorando las diferencias individuales y culturales. Nos
comunicarnos frecuentemente con sinceridad, y escuchamos a los otros, independientemente
de su nivel y posición. Reconociendo que las cualidades excepcionales comienzan con la
gente, damos a los individuos la autoridad para usar sus capacidades al máximo para
satisfacer a los clientes. Nuestro ambiente apoya el crecimiento personal y el aprendizaje
continuo de la gente de ATT.
Somos honestos y éticos en nuestros tratos de negocios, empezando con la forma en que nos
tratamos. Mantenemos nuestras promesas y admitimos nuestros errores. Nuestra conducta
asegura que el nombre de ATT, sea siempre una garantía de confianza.
Innovación
Creemos que la innovación es el motor que nos mantiene vitales y en crecimiento. Nuestra
cultura abraza la creatividad, considera diferentes perspectivas y se arriesga en la búsqueda de
nuevas oportunidades. Creamos y convertimos rápidamente la tecnología en productos y
servicios, buscando constantemente nuevas formas de hacer nuestra tecnología más útil para
nuestros clientes.
Trabajo de equipo
Alentamos y recompensamos tanto los logros individuales como los de equipo. Nos juntamos
libremente con nuestros colegas atravesando los límites estructurales, pensando en el interés
de nuestros clientes y accionistas. Nuestro espíritu de equipo se extiende a la responsabilidad y
cuidado de las comunidades donde vivimos y trabajamos.
38
Comportamientos relacionados con nuestras obligaciones comunes
Mi directivo …
39
Retroalimentación de valores de Liderazgo en ATT
Instrucciones generales para llenar el cuestionario
Este cuestionario está diseñado para obtener información con respecto a la visión de la gente
sobre cómo son dirigidos y cómo trabajan las cosas en la ATT. Su información será utilizada
como una herramienta de desarrollo para ayudar a nuestros directivos a entender cómo su
comportamiento apoya nuestras obligaciones comunes. Su respuesta se combinará y sumará
con las de otros. Sus respuestas individuales permanecerán anónimas.
Para que los resultados de este proceso de retroalimentación sean útiles, es importante que
cada uno brinde su apreciación más sincera de cómo ve las cosas. Por favor, tómese el tiempo
necesario para responder cada pregunta con cuidado y honestamente. Para responder un ítem,
compruebe, por favor, el número que mejor se corresponde con su opinión. Esto no es una
prueba y no hay respuestas correctas o incorrectas. Si alguna pregunta en particular no se
corresponde con su situación, señale el número de la escala correspondiente a “No Aplicable”.
Cuando usted haya llenado el cuestionario, por favor, séllelo y retórnelo en el sobre
predireccionado.
Definiciones
40
Ni acuerdo ni desacuerdo
Tiendo al desacuerdo
Tiendo al acuerdo
En desacuerdo
De acuerdo
No aplicable
Mi directivo ...
41
Ni acuerdo ni desacuerdo
Tiendo al desacuerdo
Tiendo al acuerdo
En desacuerdo
No aplicable
De acuerdo
Mi directivo ...
42
Ni acuerdo ni desacuerdo
Tiendo al desacuerdo
Tiendo al acuerdo
En desacuerdo
De acuerdo
No aplicable
Mi directivo ...
23....utiliza la experiencia y el
trabajo de otros más que pretender
empezar siempre por el principio
43
44