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Qué Es Un Alfabeto

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Qué es un alfabeto?

Un alfabeto es el conjunto total de caracteres gráficos o escritos empleados para


representar convencionalmente los sonidos de la lengua. Dicho en otras palabras, se
trata del total de los sonidos de la lengua, expresados gráficamente de manera
organizada y secuencial.

En ello se distingue de otros métodos de representación gráfica de ideas, como los


ideogramas o jeroglíficos, que no representan los sonidos de la lengua, sino directamente
el referente o la idea en que se piensa.

La palabra alfabeto proviene del griego alphábeton, término en el que se reúnen las dos
primeras letras griegas (alfa y beta). Éstas, a su vez, derivan de las dos primeras letras
del alfabeto fenicio: ‘alp (“buey”) y bêt (“casa”), ya que la civilización fenicia fue la
primera en la historia en crear un alfabeto funcional completo y organizado,
alrededor del siglo XIII a. C.

De ese alfabeto provienen tanto el alfabeto griego y latino, como el hebreo y el árabe.
Similarmente, en español y otras lenguas derivadas del latín solemos llamar al alfabeto
“abecedario” dado que inicia con las cuatro primeras letras: a, b, c y d.

Otro alfabeto históricamente relevante fue el semita, perteneciente a los pueblos hebreos
del Mar Rojo, de tipo silábico, en el que se representaba con signos únicamente las
consonantes. Además existieron los proto-alfabetos de los cananeos del 3500 a. C., y
ciertas aproximaciones egipcias a la representación de sus consonantes mediante
jeoglíficos específicos en el 2700 a. C.

Sin embargo, los alfabetos griego y latino fueron los que definieron la manera
occidental de representar el lenguaje hasta el día de hoy, debido a la importancia
histórica y política de sus naciones.

En los alfabetos suele representarse visualmente el total de los sonidos de la lengua, pero
también suelen incluirse signos diacríticos, y es una de las principales herramientas de
enseñanza lingüística de los niños. En la actualidad, cada idioma posee su propio
alfabeto, con coincidencias y diferencias respecto de otras lenguas con las que se
encuentra emparentado.

En épocas modernas, el desarrollo de nuevos métodos de comunicación dio origen a


alfabetos “artificiales”, es decir, surgidos por convención y no como resultado de un
proceso histórico-lingüístico espontáneo. Obviamente, todos los alfabetos son artificiales,
es decir, son una tecnología, pero en este caso nos referimos a casos como el de:

 El alfabeto braille, desarrollado a partir de una matriz de puntos táctiles, para permitir la
lecto-escritura de las personas invidentes. Fue una invención de Louis Braille (1809-1852)
a mediados del siglo XIX.
 El alfabeto morse, también conocido como código morse o clave morse, representa las
letras y los números del alfabeto tradicional a través de señales o impulsos emitidos de
modo intermitente, ya sea mediante electricidad, luz o sonido. Fue inventado por Samuel
Morse (1791-1872) y Alfred Vail (1807-1859) para la utilización del telégrafo.

Origen del alfabeto El origen del alfabeto se cree que comenzó en el antiguo Egipto, cuando la
escritura tenía ya más de un milenio de existencia. El primer alfabeto que se conoce surgió
alrededor del año 2000 aC, y se deriva de una adaptación alfabética de los jeroglíficos egipcios.
Hoy, casi todos los alfabetos del mundo descienden directamente de este primer alfabeto, o se
inspiraron en su diseño. Hacia el año 2700 aC los antiguos egipcios habían desarrollado un
conjunto de 23 signos jeroglíficos para representar las consonantes de su lengua. Estos glifos se
utilizaban como guías de pronunciación de logogramas, para escribir las terminaciones
gramaticales, y, más tarde, para transcribir las palabras y nombres extranjeros. Sin embargo el
sistema no se utilizó de forma consistente para la escritura puramente alfabética,
presumiblemente debido a un fuerte apego cultural a la compleja escritura egipcia. La primera
escritura puramente alfabética se cree que se desarrolló alrededor del año 1850 a. C. por obreros
semitas establecidos en el Sinaí, dándole a los glifos egipcios valores fonéticos de su lengua
semítica. Durante los cinco siglos siguientes, esta escritura se extendió hacia el norte, y todos los
alfabetos posteriores en todo el mundo descienden de ella, o han sido inspirados por alguno de
sus descendientes. Esta escritura proto-sinaítica redefinió algunos jeroglíficos egipcios con valores
consonánticos sobre la base de sus traducciones al semítico. Así, por ejemplo, el jeroglífico per
("casa" en egipcio) pasó a ser bayt ("casa" en semítico). Esta escritura se utilizó sólo
esporádicamente, y conservó su carácter pictográfico, durante medio milenio, hasta que se adoptó
para uso gubernamental en Canaán. Los primeros estados cananeos que hicieron amplio uso del
alfabeto fueron las ciudades estado fenicias, y por eso se llama fenicio a las sucesivas versiones de
esta escritura cananea. Las ciudades fenicias eran estados marítimos en el centro de una vasta red
comercial, y pronto el alfabeto fenicio se difundió por todo el Mediterráneo. Alfabeto fenicio Hay
dos variantes del alfabeto fenicio que han tenido un impacto importante en la historia de la
escritura: el alfabeto arameo y el alfabeto griego. Los alfabetos fenicio y arameo, al igual que su
prototipo egipcio, representaban sólo las consonantes. El alfabeto arameo, que evolucionó a partir
del fenicios en el siglo VII AC como la escritura oficial del Imperio Persa, parece ser el antepasado
de casi todos los alfabetos modernos de Asia: ● El alfabeto hebreo moderno nació como una
variante local de alfabeto arameo. ● El alfabeto árabe desciende del arameo a través del alfabeto
nabateo de lo que hoy es el sur de Jordania. ● El alfabeto siríaco utilizado desde el siglo III dió
lugar a los alfabetos del norte de Asia, como el mongol y el manchú. ● El alfabeto georgiano es de
procedencia incierta, pero parece formar parte de la familia persaaramea. ● El alfabeto arameo es
también el ancestro más probable de los alfabetos brahmi de la India, que se extendieron al Tíbet,
Mongolia, Indochina y al archipiélago malayo, junto con las religiones hindú y budista. (China y
Japón, aunque absorbieron el budismo, ya disponían de escritura propia, y conservaron sus
sistemas logográfico y silábico.) ● El alfabeto hangul fue inventado en Corea en el siglo XV. La
tradición sostiene que fue una invención autónoma, sin embargo, se ha sugerido que partes de su
sistema consonántico pueden basarse en una media docena de letras procedentes del Tíbet a
través del alfabeto Phagspa de la dinastía Yuan de China. El alfabeto griego En el siglo VIII aC los
griegos ya habían adoptado el alfabeto fenicio y lo habían adaptado a su propia lengua, creando
así el primer alfabeto “auténtico”, en el que las vocales tienen la misma importancia que las
consonantes. Todos los nombres de las letras del alfabeto fenicio empezaban por consonantes,
asignándose así a cada letra el valor de dicha consonante, lo que se conoce como principio
acrofónico. Los griegos usaron para las vocales algunas de las letras fenicias que representan
consonantes que no se usaban en griego. Por ejemplo, los griegos no tenía ni la consonante
glotal / / ni la aspirada /h/, por lo que las ʔ letras fenicias 'alep y he pasaron a ser las letras griegas
Α (alfa) y Ε (epsilon), y las usaron para las vocales /a/ y /e/ en vez de para las consonantes
originales. Como este procedimiento sólo proporcionó cinco o seis (según el dialecto) de los doce
vocales griegas, los griegos con el tiempo crearon dígrafos y otras modificaciones, tales como ει,
ου, y ω (omega). Se desarrollaron unas cuentas variedades del alfabeto griego. Una, conocida
como griego occidental o calcídico, se utilizó al oeste de Atenas y en el sur de Italia. La otra
variante, conocida como griego oriental, se utilizó en Asia Menor. Los atenienses (aprox. 400 AC),
adoptaron esta última variante y al cabo de un tiempo fueron initados por el resto del mundo
helénico. Después de probar escribir la escritura de derecha a izquierda, los griegos optaron
finalmente por escribir de izquierda a derecha, a diferencia de los fenicios, que escribían de
derecha a izquierda. El griego es a su vez el origen de todos los alfabetos modernos de Europa. El
alfabeto de los primitivos dialectos griegos occidentales, donde la letra Η (eta) siguió siendo /h/,
dio lugar a los alfabetos etrusco y latino. En los dialectos orientales griegos, que no tenían /h/, H
pasó a representar una vocal, y sigue siendo una vocal en griego moderno y en todos los otros
alfabetos derivados de las variantes orientales: el glagolítico, el cirílico, el armenio, y el gótico (que
utiliza letras tanto griegas como latinas). El alfabeto latino En general se considera que los etruscos
adoptaron en el siglo VII AC la variante occidental del alfabeto griego usada en Cumas, una colonia
griega del sur de Italia. En el siglo V AC, los latinos adoptaron 21 de las 26 letras etruscas
originales. Los latinos adaptaron la letra etrusca F, que se pronunciaba /w/, dándole el sonido /f/,
y la S etrusca, que tenía tres líneas en zigzag, la curvaron, dando lugar a la moderna S. Estos
cambios produjeron el primer alfabeto latino: A B C D E F Z H I K L M N O P Q R S T V X ● C
representaba / / ɡ ● I representaba /i/ y /j/. ● V representaba tanto /u/ y /w/. En el alfabeto
latino, C, K y Q se podían usar para escribir tanto el sonido /k/ como el sonido /g/; los romanos
pronto modificaron por la letra C para hacer G, colocándola en el séptimo lugar, donde estaba la Z
(que se suprimió), para mantener la gematría (la secuencia numérica del alfabeto). Tras la
conquista de Grecia en el siglo I a. C., los romanos empezaron a tomar muchas palabras del griego,
por lo que tuvieron que volver a adaptar su alfabeto para escribir estas palabras. Del alfabeto
griego oriental tomaron la Y y la Z, que se añadieron al final del alfabeto. Ahora, el nuevo alfabeto
latino contenía las siguientes letras: A B C D E F G H I K L M N O P Q R S T V X Y Z Que se haya
adopatdo el alfabeto latino para escribir tantas lenguas es resultado directo de la cristianización de
Europa Occidental. La distribución del alfabeto griego y de su derivado el cirílico corresponde a la
esfera de influencia de la Iglesia Ortodoxa, ya que Cirilo (827 a 69 d.C) fue un misionero griego que
convirtió a los eslavos. A día de hoy, la división entre la Roma católica y la Constantinopla ortodoxa
pasa por la zona de la antes conocido como lengua serbo-croata, ya que los croatas católicos
utilizan el alfabeto latino, y los serbios ortodoxos el cirílico. Los anglosajones comenzaron a usar el
alfabeto latino para escribir el Inglés Antiguo desde el momento en que se convirtieron al
cristianismo, como resultado de la misión de Agustín de Canterbury misión en Gran Bretaña en el
siglo VI. Dado que la runa wen ( ), que se utilizó al principio para representar el Ƿ sonido /w/
parecía una P estrecha y triangular, era fácil de confundirla con una P real, de forma que el
sonido /w/ comenzó a escribirse con una doble U. Como la U por aquel entonces se escribía V, la
doble V acabó siendo W. Esta nueva letra se colocó en el alfabeto detrás de V. La U se desarrolló
cuando la gente comenzó a utilizar la U redondeada para referirse a la vocal u y la V puntiaguada
para referirse a la consonante V. J comenzó como una variante de I, que añadía una larga cola a la I
final de una serie. La gente empezó a usar la J para el valor consonántico y la I para vocal ya desde
el siglo XV, y acabó siendo plenamente aceptado hacia mediados del siglo XVII.

Borges y nosotros 1

A treinta años de la muerte de Jorge Luis Borges seguimos maravillados


por el permanente redescubrimiento de su obra y curiosos por indagar las
claves del universo que imaginó, las grandes operaciones literarias que
realizó, la originalidad en la selección y tratamiento de los temas, sus
complejos modos de intervención en el campo literario y sus novedosas
formas de diálogo con una tradición de escritura que a su vez
reconfiguró. Todos estos elementos detonaron a su vez un proceso de
transformación en las relaciones de fuerza del campo literario -con
repercusiones tales que, en mi opinión, pueden compararse con las que
en su momento implicó, según Bourdieu, el ingreso de la noción de arte
puro al campo de las letras.

Por ello quiero, a modo de homenaje, recuperar algunas de las que


considero operaciones fundamentales llevadas a cabo por el gran escritor
argentino. Por una parte, lectura y escritura, conducidas a un grado
eminente y a una combinatoria infinita, nos brindan una de las
principales claves compositivas de su obra. Para decirlo de otro modo,
con Borges la literatura se convierte radicalmente en la escritura de una
lectura y en la lectura de una escritura, en una compleja combinatoria que
da lugar a magias parciales y descubrimientos imprevistos y aleatorios,
una de cuyas posibilidades es también el encuentro de un destino, de una
trama secreta que pronto habrá de combinarse con otro recurso que llevó
a un grado sumo: la exploración de los confines entre los ámbitos de la
ficción y la no ficción. Con todo ello, Borges demostró que el ámbito
literario sigue sus propias reglas, funda sus propias genealogías, instaura
su propia legalidad. Borges nos enseñó un nuevo modo de leer: un modo
altamente productivo, además que derivará en un nuevo modo de
escribir.

Por otra parte, al incluir una compleja combinatoria entre las


posibilidades de paso de umbral entre texto y paratexto, hipotexto e
hipertexto, Borges logró modificar la relación jerárquica y el sistema de
relaciones entre centro y periferia del discurso que solía guiar nuestras
lecturas, y al hacer de prácticas consideradas secundarias o ancilares
respecto de la propia creación, como el comentario, la nota, la glosa, la
cita, la traducción o la adaptación transgresora, elementos de peso,
Borges desplazó el eje convencional y las jerarquías de la lectura, y
transformó el equilibrio de fuerzas propio del campo literario.

Al poner en relación el texto literario propiamente dicho con un tan rico


como efervescente contexto propio del mundo editorial, Borges logró
recrear el espacio literario que rodea al libro. En efecto, la obra de
2

Borges se desarrolla por los mismos años en que la industria editorial


argentina ingresa en su etapa dorada y se multiplican librerías y
bibliotecas, así como se da una admirable expansión en el número de
actividades y formas de sociabilidad ligadas al ámbito de las letras, y
muy particularmente la producción de libros, revistas y suplementos
literarios. Se asistía al crecimiento del número, la calidad y la cobertura
de casas editoriales, librerías, revistas, asociaciones, espacios para cursos
y conferencias, cafés literarios, con la correspondiente multiplicación de
actores: una constelación de editores, asesores, prologuistas, correctores,
traductores, rese- ñistas, autores de antologías, etc., giraba en torno del
libro, y no hizo sino reforzar la expansión de las prácticas de escritura y
lectura. Sin ir más lejos, el mundo de Borges es el mundo de revistas
como Sur, editoriales como Sudamericana, Emecé o Colombo,
agrupaciones como la Sociedad Argentina de Escritores, prácticas de
sociabilidad como sus diarias visitas a la casa de los Bioy, las reuniones,
ciclos de conferencias y presentaciones de libros en que participó, los
cafés que frecuentó.3

Es que a lo largo del siglo XX, se presencia en varios puntos de América


Latina y del mundo entero un fenómeno que llamaré “de alta lectura”,
conforme la expansión de la práctica lectora, de los niveles de
escolaridad, de la matrícula universitaria, de la industria editorial, la
circulación y la traducción de libros, dan acceso a la lectura a cada vez
más amplios sectores de la población en distintas partes del globo. El
sector editorial comienza también a consolidarse, ayudado tanto por esa
atmósfera de gran interés por la lectura como por avances materiales
importantes (mejoras en la producción del libro, abaratamiento del papel,
expansión de nuevas técnicas, etc.) y de allí esa expansión de prácticas
de sociabilidad que se organizan en torno al mundo de las letras.

Y no se trata sólo de observar estas prácticas de manera amplia, general y


tersa, sino que también es posible intentar reconstruir las experiencias
estéticas y los espacios de disputa simbólica que cada una de ellas puede
llegar a encerrar, en nueva proliferación de espacios de encuentro y
debate, como es el caso de la traducción. Así es como escribe Patricia
Willson: “Como sucede en otros diarios de escritor, muchas de las
entradas del Borges de Adolfo Bioy Casares se refieren a los espacios en
disputa de la institución literaria. Uno de esos espacios es el de la
importación de la literatura proveniente de tradiciones extranjeras”, así,
las menciones a la traducción que se hacen en dicha obra permiten
indagar “no sólo en sus dimensiones estética y teórica, sino también en la
dimensión concreta de las condiciones de su práctica”. 4

Asistimos también a un despegue inusitado en los campos del


pensamiento y la imaginación, en que el descubrimiento del lenguaje
como tema de reflexión y exploración tendrá también consecuencias de
alcances sorprendentes. Así, las distintas operaciones borgeanas, sus
“obras” y sus “maniobras”, para tomar el título de Annick Louis,
portarán como marcas distintivas su estrecha relación con el mundo del
libro y la lectura. Tampoco sorprende a Sylvia Molloy la recreación
literaria de las sociedades de amigos.5

Borges dio además un sello original al vínculo entre los mundos de la


crítica y la ficción, así como supo sacar el mejor partido estético de las
distintas pugnas entre posiciones filosóficas, debates sobre cuestiones
literarias, y muy particularmente reflexiones sobre el lenguaje, y logró
llevar el escepticismo hasta puntos que se tocan con lugares límite
cruciales y, una vez más, de gran aprovechamiento estético. En un libro
de muy reciente publicación, Borges crítico (2016), Sergio Pastormerlo
plantea que en Borges “se borran las fronteras entre la ficción y la crítica,
entre la narración y el ensayo, pero ese cruce de géneros tiene, por así
decirlo, un punto de partida y una dirección: del ensayo a la narración, de
la crítica a la ficción”.
6

A continuación me asomaré a algunos de los textos más recordados del


autor argentino, con el objeto de indagar algunas de estas operaciones.
una palabra (del latín parabŏla) es una unidad de significado que se separa de las demás
mediante pausas potenciales en el habla y blancos en la escritura. Es una unidad de la lengua
que resulta muy fácil de identificar, tanto en el habla, en las señas, como en la escritura. 1
Lingüísticamente, el concepto de palabra es mucho más problemático de lo que la definición
anterior sugiere. En efecto, determinar qué constituye fonéticamente o morfosintácticamente
una palabra es un problema abierto; así, por ejemplo, junto a los morfemas ligados y las
palabras léxicas existen los clíticos cuyo estatus de palabra es discutido. En la cadena
hablada ordinariamente no existen pausas, y la prosodia es un factor clave para que el oyente
perciba la segmentación de palabras de cada frase.
La rama de la lingüística que estudia la composición y estructura interna de las palabras es
la morfología. La palabra puede dividirse en otras unidades menores que también tienen
significado, los morfemas, que son unidades lingüísticas más pequeñas con significado. De la
misma manera, los morfemas se pueden dividir en otras unidades aún menores, como
los fonemas, pero que no tienen significado.
En el habla y en la escritura se combinan unas palabras con otras, formando unidades
mayores y complejas denominadas grupos sintácticos, tales como los sintagmas, pero aún se
puede ampliar más, alcanzando las oraciones y el discurso.

La palabra puede ser estudiada desde distintos enfoques:

 Criterio fonológico: Segmento limitado por junturas morfológicas, pausas que


constituyen el núcleo posible de un grupo acentual. En muchas lenguas la palabra
presenta patrones tonales o acentuales específicos, que facilitan a los hablantes el
reconocimiento de las palabras.
 Criterio formal o morfológico: Mínima forma libre, caracterizada por la posibilidad de
aparecer libremente en cualquier posición de la cadena hablada. Nótese que de acuerdo
con este criterio los clíticos no constituirían palabras morfológicas.
 Criterio funcional: Unidad dotada de una función, aunque hay unidades mayores y
menores que la palabra. Para muchos lingüistas la posibilidad de un determinado
morfema de ser un constituyente sintáctico lo convierte en una palabra, si bien este criterio
dependerá del número de sintagmas funcionales que se considere.
 Criterio semántico: Asociación de un sentido dado y un conjunto de sonidos dado dentro
de una función gramatical. Este criterio permite identificar términos con sentido referencial
como verbos, adjetivos, nombres y más difícilmente elementos de otras categorías
funcionales.

Clases de palabras[editar]
Las palabras poseen rasgos que permiten clasificarlas en diferentes grupos, llamados
categorías gramaticales o clases de palabras, tales como los sustantivos, adjetivos,
pronombres, determinantes, verbos, adverbios, preposiciones, postposiciones, partículas,
clasificadores, conjunciones o interjecciones.
Las palabras también pueden clasificarse según criterios morfosintácticos (categoría sintáctica
y tipo de flexión), fonológicos (acentuación, número de sílabas) o funcionales.
Clasificaciones morfosintácticas[editar]
Según su categoría gramatical[editar]
Típicamente los adjetivos, sustantivos, verbos y adverbios pertenecen a la categoría léxica;
los demás tipos de palabras pertenecen a la categoría funcional.
Clases de palabras variables[editar]
En el caso de las lenguas flexivas, las palabras variables son aquellas que pueden variar en
su flexión (género, número, tiempo, etc.); suelen ser de este tipo los sustantivos, los adjetivos,
los pronombres, los determinantes y los verbos. También existen palabras que pertenecen a
estas clases y no flexionan o solo lo hacen en parte, como por ejemplo en español el
sustantivo crisis, el adjetivo feliz (invariable para el género), el pronombre nadie y el
determinante mi.

 Adjetivo, que se refiere a propiedades, estados de una entidad o a características que


permiten asignarlo dentro de una determinada categoría semántica. En algunas lenguas la
mayoría de adjetivos son verbos estativos.
 Sustantivo o nombre es una categoría léxica que tiene como referente una entidad o
elementos de un conjunto de entidades, ya sean abstractas o concretas.
 Verbo designan relaciones entre las entidades, así como estados, procesos o sucesos.
 Pronombre es elemento sin referente fijo. Sintácticamente debe distinguirse propiamente
entre pronombres auténticos y anáforas, ambos se encuentran en distribución
complementaria.
 Determinante, que marca alguna propiedad gramatical de un referente (usualmente un
nombre), como la posición respecto al hablante, si ha sido referido previamente, o incluso
si es indefinido, al cantidad (para el caso del plural), etc.
Clases de palabras invariables[editar]
En el caso de las lenguas flexivas, las palabras invariables no llevan morfemas flexivos,
incluyendo los adverbios, las preposiciones, las posposiciones, las partículas, las
conjunciones y las interjecciones.

 Adverbio es modificador de elementos predicativos como el verbo o el adjetivo.


 Preposición usualmente introduce adjuntos sintácticos, aunque en casos como el
complemento directo de persona en español, o el complemento de régimen marca
argumentos sintácticos.
 Conjunción es un nexo sintáctico que tiene funciones semánticas y pragmáticas.
 Interjección no cumple una función propiamente gramatical sino más bien de orden
pragmático.
Clasificaciones fonológicas[editar]
Según su acentuación[editar]
En ciertas lenguas con acento de intensidad fonológico, la posición del acento de intensidad
no está fijado siempre en la misma sílaba; dichas lenguas se denominan lenguas de acento
libre. En lenguas de acento libre como el español puede hacerse las siguientes
clasificaciones:

 Las palabras agudas, llamadas también oxítonas, son aquellas en la que recae
el acento en la última sílaba de la palabra. Estas palabras solamente se tildan cuando
terminan en n , s, o vocal. Por ejemplo: salchichón, camión.
 Las palabras llanas o graves, llamadas también paroxítonas, son aquellas en las que el
acento recae en la penúltima sílaba. Estas palabras se tildan cuando no terminan en n y s
o vocal. Por ejemplo: camilla, árbol, María.
 Las palabras esdrújulas, llamadas también proparoxítonas son aquellas en las que recae
el acento en la antepenúltima sílaba, todas las palabras esdrújulas llevan tilde. Por
ejemplo: esdrújula.
 Las palabras sobreesdrújulas, llamadas también preproparoxítonas, son aquellas en las
que recae el acento en cualquier sílaba anterior a la antepenúltima. Por
ejemplo: rómpeselo.
Fonológicamente el acento ayuda a segmentar la cadena hablada en grupos fónicos o en
palabras. En lenguas de acento en posición fija como el francés donde el acento cae al final
de cada sintagma, la identificación de la posición del acento permite segmentar en palabras
(exceptuando las palabras clíticas).
Según su número de sílabas[editar]
En español el concepto de sílaba no es problemático y puede hacerse recurriendo a criterios
estrictamente fonológicos: la posición de las vocales determina qué otros fonemas son inicio
de sílaba (ataque silábico) o final de sílaba (coda silábica). En español son frecuentes las
palabras de entre 1 y 4 sílabas, siendo bastante menos frecuentes palabras de 5 o más
sílabas. Muchas de las palabras de 5 o más sílabas de hecho son palabras que involucran
composición de diferentes lexemas o raíces cultas. De acuerdo con el número de sílabas las
palabra se pueden clasificar en:

 Palabra monosílaba: aquella palabra con una sola sílaba. Por ejemplo: sol, buey.
 Palabra bisílaba: aquella palabra con dos sílabas. Por ejemplo: nube, bolso.
 Palabra trisílaba: aquella palabra con tres sílabas. Por ejemplo: huracán, teclado.
 Palabra tetrasílaba: aquella palabra con cuatro sílabas. Por ejemplo: catálogo, escopeta.
 Palabra pentasílaba: aquella palabra con cinco sílabas. Por ejemplo: oficialidad.
 Palabra hexasílabas: aquella palabra con seis sílabas. Por ejemplo: responsabilidad.
 Palabra heptasílabas: aquella palabra con siete sílabas. Por ejemplo: piripitiflaútica.
 Palabra octosílabas: aquella palabra con ocho sílabas. Por ejemplo: epigramáticamente.
 Palabra eneasílabas: aquella palabra con nueve sílabas. Por ejemplo: otorrinolaringólogo.
 Palabra decasílabas: aquella palabra con diez sílabas. Por
ejemplo: electroencefalografista.
 Palabra dodecasílabas: aquella palabra con doce sílabas. Por ejemplo:
Electroencefalográficamente.
Aunque en español y muchas lenguas el concepto de sílaba no es problemático, en otras
lenguas el concepto de sílabas es mucho más problemático y no existe acuerdo entre los
especialistas sobre cómo construir segmentaciones en sílabas. Un ejemplo muy claro son por
ejemplo las lenguas salish, que admiten grupos conosonánticos de enorme complejidad, entre
los cuales no hay ninguna vocal o sonorante que permita establecer núcleos silábicos claros.
El análisis convencional de las sílabas presenta algunas dificultades en varias de estas
lenguas. Algunos ejemplos de palabras largas en estas lenguas son:2
sčkʷkʼkʷƛus.tn 'ojos pequeños' (spokane, salish de Montana)
xłp̓ x̣ʷłtłpłłskʷc̓ [xɬpʼχʷɬtʰɬpʰɬːskʷʰts͡ ʼ] 'ha tenido en su poder una planta
de cornejo (Cornus canadensis)' (bella coola)
Newman (1947) sugirió que el bella coola carecía de sílabas, aunque Hoard (1978)
hace un análisis diferente y sostiene que cualquier consonante puede ser núcleo
silábico en esa lengua (en esa interpretación las reglas de silabificación son muy
ambiguas).

Morfología y componentes de la palabra[editar]


Artículo principal: Morfología
Los componentes inmediatos de la palabra son los morfemas, que son las unidades
con significado más pequeñas que con ellas se forman las palabras y representan las
unidades gramaticales mínimas. El nivel superior es el de los monemas, y el inferior a
su vez se divide en fonemas.
Clases de morfemas[editar]
 Raíz: La raíz es la parte fundamental de una palabra, tiene significado léxico
definido por conceptos y entidades tanto reales como imaginarias que se recogen
en el diccionario, que explica a qué se refieren dichas raíces. En ocasiones la raíz
constituye la palabra entera, pero en otras aparece algún morfema más.
Las palabras que a partir de las cuales se crean otras se denominan bases léxicas.
Raíz no es lo mismo que base léxica. Por ejemplo, en frutero, la raíz es frut- y la base
léxica es fruta.

 Morfema flexivo: Los morfemas flexivos van situados al final de las palabras
y permiten que las mismas se presenten en sus distintas formas. Indican el
género y el número en los sustantivos y en los pronombres, y en el caso de
los adjetivos y los determinantes indican la concordancia.
En alumn-a-s, la a indica género femenino y la s indica número plural.
En el caso de los verbos, los morfemas flexivos indican tiempo, modo, aspecto,
persona y número.

 Morfema derivativo: Los morfemas derivativos van unidos a raíces,


y modifican su significado. Son los morfemas derivativos los que
derivan las palabras. Según la posición de los morfemas derivativos
se distinguen tres tipos de palabras:
o Prefijos: Los prefijos se sitúan delante de la raíz.
o Sufijos: Los sufijos se sitúan detrás de la raíz. Existen una clase
de sufijos, los apreciativos, que expresan valoración y aprecio de
una palabra. A su vez, los sufijos apreciativos se distinguen en
tres tipos:
 Diminutivos: Los sufijos apreciativos diminutivos expresan
afecto o señalan un rasgo de tamaño pequeño.
 Aumentativos: Los sufijos apreciativos aumentativos
expresan una valoración negativa o señalan un rasgo de
tamaño grande.
 Despectivos: Los sufijos apreciativos despectivos expresan
una valoración negativa.
o Interfijos: Los interfijos son elementos de unión que no poseen
ningún significado.
Formación de palabras[editar]
Artículo principal: Formación de palabras

Las palabras que forman parte de las categorías léxicas pueden


combinarse entre sí para dar lugar a nuevas palabras, para ello las
lenguas del mundo usan diversos procedimientos. Siguiendo su
estructura, las palabras se pueden clasificar en diferentes tipos:

 La composición, probablemente el proceso más universal en las


lenguas del mundo.
 La derivación, disponible en las lenguas sintéticas.
 La parasíntesis es la combinación de ambos procesos.
En cambio las categorías funcionales se consideran clases cerradas que
no resultan explícitamente ampliables mediante ningún proceso
productivo de formación de palabra. Sin embargo, en la evolución
histórica de una lengua el inventario de palabras funcionales varía porque
se ganan o se pierden elementos, el proceso más importante de creación
de nuevas palabras funcionales es la gramaticalización.

Semántica léxica[editar]
La semántica léxica es el estudio de lo que denotan las palabras de
una lengua natural.3 Las palabras pueden o bien denotar entidades físicas
del mundo, o bien conceptos. Las unidades de significado en la
semántica léxica se denominan unidades léxicas. Las lenguas naturales
tienen la capacidad de añadir nuevas unidades léxicas a medida que
surgen cambios históricos y nuevas realidades en las comunidades de
hablantes que las usan.
La semántica léxica incluye teorías y propuestas de clasificación y
análisis del significado de las palabras, las diferencias y similiaridades en
la organización del lexicón de los diversos idiomas y la relación entre el
significado de las palabras y el significado de las oraciones y la sintaxis.
Una cuestión importante que explora la semántica léxica es si el
significado de una unidad léxica queda determinado examinando su
posición y relaciones dentro de una red semántica o si por el contrario el
significado está localmente contenido en la unidad léxica. Esto conduce a
dos enfoques diferentes de la semántica léxica. Otro tópico explorado es
la relación de representación entre formas léxicas y conceptos.
Finalmente debe señalarse que en semántica léxica resultan importantes
las relaciones de sinonimia, antonimia, hiponimia e hiperonomia para
analizar las cuestiones anteriores.
Semántica tradicional[editar]
Las palabras son símbolos. Esto quiere decir que tienen
como referente objetos del mundo, externos al lenguaje. Las palabras son
un cierto tipo de representación cognitiva con las que convencionalmente
se asocian los referentes. Tradicionalmente, en la relación entre una
palabra (forma fonológica) y el mundo exterior es necesario estudiar tres
aspectos:

 la expresión de la palabra
 el concepto con el que se asocia o significado.
 la cosa a la que se refiere o referente.
El referente de una palabra puede ser múltiple, debido a que en el mundo
puede existir una gran cantidad de objetos denotados por la misma
palabra. Sin embargo, el significado de la palabra es único.
El valor semántico de una palabra es el conjunto de objetos o situaciones
a los que se puede referir, esto es, su ámbito referencial (que sería una
clase de objetos, mientras que el significado sería la propiedad que
comparten esos objetos, la idea o representación mental que se tiene de
ellos).
Tradicionalmente, se ha considerado que los significados de las palabras
son entidades conceptuales compuestas de otras entidades. Los
conceptos en que se pueden dividir los significados se
denominan semas o componentes semánticos. Los semas de un
significado son las propiedades implicadas o evocadas por ese
significado. Así pues, los significados son unidades complejas. A partir de
los semas se ha tratado de definir un tipo de entidad más problemática
llamada semema.
El significado de una palabra es el concepto del que es portadora; cuando
definimos su significado, precisamos las propiedades de ese concepto. El
significado es definido de manera ligeramente diferente dentro de cada
teoría semántica. Para algunas teorías sería una especie de abstracción
sobre el conjunto de referencias evocadas por la palabra. Otras teorías
han tratado de concertar el significado mediante la teoría de prototipos, o
mediante agregados de rasgos semánticos o semas.
Los rasgos semánticos típicos de una clase son aquellas propiedades
que son frecuentes en los objetos de esa clase y que marcan el mayor
contraste con otras clases. Así, pues, el significado de las palabras no es
un concepto que se refiera por igual a todos los objetos que se puedan
nombrar con esa palabra, sino que caracteriza solo a los ejemplares
típicos.
La concepción del significado de la palabra como una unidad que
comprende tanto el pensamiento generalizado como el intercambio social,
es de un valor incalculable para el estudio del pensamiento y el lenguaje;
puesto que permite realizar el verdadero análisis causal-genético, el
estudio sistemático de las relaciones entre el crecimiento de la capacidad
de pensamiento del niño y su desarrollo social. Es por ello que los
lingüistas modernos utilizan el fonema, “la más pequeña unidad fonética
indivisible que afecta al significado” y es, por tanto, característica del
habla humana, distinta de otros sonidos (Vygotsky, 1977; Bruner, 1998).

El concepto palabra y sus problemas de


delimitación[editar]
Problemas del uso de la palabra[editar]
 Ambigüedad de término por su uso polivalente y no siempre especializado.
 Distintas aproximaciones al problema:
o Definición fonológica-ortográfica de palabra (definición tradicional de palabra): unidad
fónica entre dos pausas delante y detrás cada una de ellas, que en la escritura se
visualizan por medio de espacios en blanco.
o Desdoblamiento de palabra en forma de palabras y expresión de palabras (referencia
de los estructuralistas).
o Abandono del término palabra en favor de ítem (referencia de la gramática
generativa).
o Uso del término neutro unidad léxica.
Problemas de la definición fonológica-ortográfica[editar]
Hay problemas de aplicación a distintos casos de las lenguas naturales, la definición no se
verifica en todas las lenguas naturales y también se encuentran problemas ortográficos que
van en contra de esta definición tradicional.

 Existen lenguas que tienen una escritura continua, no espaciada, como es el caso del
griego clásico y el latín.
 También por fluctuaciones en la escritura de algunas palabras compuestas (con unidades
independientes o amalgamadas). Ejemplos:
o Español: aguanieve o agua nieve, guardia civil o guardiacivil , así mismo o asimismo
(actualmente se prefieren las palabras amalgamadas).
o Italiano: perlomeno o per lo meno, vafanculo o va a fare in culo.
o Inglés: land owners, land-owners o landowners.
En todas las lenguas nos encontramos con posibilidades diversas de escritura, con lo que la
definición de palabra como una unidad entre dos espacios en blanco no abarca la mayoría de
los casos y por lo tanto no puede mantenerse.

 Palabras que se pueden separar, como por ejemplo en alemán: el


verbo einladen (invitar), wir laden Sie herzlich ein. ¿Es einladen una palabra o dos?
Problemas morfosintácticos[editar]
También tenemos problemas morfosintácticos de delimitación de la palabra:

 Hay unidades que exceden los límites de la palabra: las unidades pluriverbales. Estas son
construcciones que contienen más de una palabra pero mantienen una unidad funcional y
de significado. Sintácticamente se comportan como una única palabra y semánticamente
su significado no se obtiene por la suma de significados parciales y remiten a un único
referente de la realidad extralingüística. Ejemplos:
o Español: "subió por la escalera de mármol" y "subió por la escalera de caracol". En el
primer caso tenemos un sintagma preposicional donde el núcleo es "mármol".
Tenemos un sintagma nominal en sintaxis libre que tiene un complemento que es un
sintagma preposicional.Sin embargo, escalera de caracol no se constituye de la
misma manera ya que es un tipo de escalera, ahí el sintagma preposicional no es un
complemento del sintagma nominal. Así, "escalera de mármol" es un sintagma en
sintaxis libre y "escalera de caracol" es un compuesto nominal que funciona como una
unidad y tiene un significado único. "Escalera de caracol" sería todo una unidad, un
único elemento. No se trata de una escalera que sea de un caracol o que esté hecha
de caracol.
o Francés tenemos pomme d’Adam y en inglés guinea pig.
 También existen unidades menores que la palabra, como morfemas o clíticos. Desde la
definición que hemos visto sí que serían palabras (desde el punto de vista ortográfico al
verlo por escrito). Son unidades que no son palabras desde el punto de vista
morfosintáctico pero que se pueden ajustar a la definición ortográfica de palabra, lo que
hace que su estatus resulte dudoso para los hablantes. Son unidades con apariencia de
palabra pero que en realidad son unidades menores que una palabra.
Problemas morfológicos[editar]
Nos encontramos con varios problemas que están ligados a la estructura visual o a la
estructura fonológica. Pero hay más problemas que no se aprecian en la ortografía que
dificultan la definición y delimitación de palabra. Por ejemplo, el desdoblamiento de la misma,
teoría elaborada por John Lyons, del término palabra en forma de palabra (digamos, las
palabras vistas en sus distintas formas, en plural, singular, caso, tiempo… lo que son las
“palabras” tal y como pueden aparecer en un texto o conversación) y expresión de palabra (las
palabras más como conceptos, como vienen en el diccionario, a modo de forma de cita que en
vez de aparecer resistiré aparece resistir). En la identificación de unidades que consideramos
palabras nos encontramos con otros problemas de orden, fundamentalmente, morfológico y
semántico, los cuales dificultan la asignación al concepto palabra las variantes morfológicas:

 Flexión: ¿son estar, estamos, estuve, estuviera… palabras distintas o son la misma
palabra? En las lenguas tenemos variantes morfológicas de las palabras que nos indican
tiempo, persona, aspecto, género, número… Tendríamos que decidir si niño es una
palabra y niña es otra palabra distinta.
 Derivación: cuando se parte de una palabra y se le añade algo para modificarla.
o Derivación afectiva: casa, casita, casucha, casona… ¿son palabras distintas? En
alemán tenemos entchen, en francés chaton o en ruso домчик. La derivación afectiva
no varía el contenido semántico de la palabra, pero sí que varía algo el significado,
¿se considera o no como palabras iguales o distintas?
o Otros procesos:
 Truncamiento: se cortan las palabras, ejemplo: cole o boli.
 Siglas: algunas son palabras ya, como la ONU o las ONG, y tienen tratamiento de
palabra, pero otras se usan siempre como siglas, como BBC.
 Acrónimos: chupóptero o docudrama, que se forman con el inicio y final de otras
palabras. Teleñeco, ofimática…
Problemas semánticos[editar]
Las diferencias existentes entre sintaxis libre, colocaciones y fraseología.
Problemas de polisemia y homonimia, por ejemplo: banco. Si vemos el banco de la calle y el
banco del dinero, ¿Son una palabra con varios significados o son dos palabras homografas?
Si se busca coca en la Real Academia Española, existen entradas distintas. Sin
embargo, banco, solo viene como una con varios significados. Tenemos por un lado palabras
de distinto origen que han confluido en la misma forma, y por otro, una palabra que ha ido
variando su significado por su similitud.

Propiedades básicas[editar]
Las palabras denotan objetos concretos y conceptos abstractos, expresan
las emociones humanas y la voluntad, nombran "categorías generales y abstractas de las
relaciones del ser", etc. De este modo, la palabra actúa como unidad significativa básica del
lenguaje. A partir de las palabras que actúan por separado o como componentes de giros
fraseológicos, se forman oraciones con la ayuda de las reglas y leyes gramaticales, y
luego texto como un todo estructural-comunicativo.
Teniendo en cuenta la complejidad y la multiplicidad de la estructura de las palabras, los
investigadores modernos utilizan el llamado tipo de análisis multidimensional a la hora de
caracterizarla, es decir, apuntan a la suma de las más diversas propiedades lingüísticas:

 Formalidad fonética y acento único (presencia del acento principal).


 Formalidad semántica (presencia de significado léxico, gramatical, estructural).
 Función nominativa (el nombre del fenómeno de la realidad y su representación en forma
de significado léxico).
 Reproducibilidad (la palabra existe en la lengua como una unidad independiente y es
reproducida por el hablante en el momento del habla, no se inventa de nuevo).
 Independencia sintáctica (capacidad de ser utilizado como un enunciado independiente;
relativa libertad de disposición de las palabras en una frase).
 Organización lineal interna (una palabra está formada por morfemas).
 Impermeabilidad e indivisibilidad (la imposibilidad de romper la unidad por cualquier
elemento). Excepciones: nadie - de nadie, etc.
 Conformabilidad total.
 Valencia semántica (capacidad de combinarse con otras palabras según ciertas leyes
semánticas * gramaticales).
 Relación léxico-gramatical.
 Materialidad (la existencia de una palabra en una envoltura sonora/gráfica).
 Informatividad (el volumen de conocimiento sobre el fenómeno del mundo de la realidad).

Terminología[editar]
 Los antónimos son palabras de diferentes sonidos que expresan conceptos opuestos pero
correlativos (grueso - delgado, pequeño - grande, lejano - cercano , etc.).
 Los literalismos son un error al traducir de otro idioma, que consiste en que en lugar del
significado de una palabra adecuada para un caso dado, se usa el significado principal o
más famoso: cable - un cable (no solo un cable), cartón - una caja pequeña (no de cartón).
 Los hipónimos son palabras con un significado más limitado que llaman a un objeto
(propiedad, característica) como un elemento de una clase (conjunto): el término "perro"
es un hipónimo en relación con el término "animal", y el término "bulldog", a su vez, es un
hipónimo en relación con el término "perro".
 Los hiperónimos son conceptos en relación con otros conceptos que expresan una
esencia más general: el término "perro" es un hiperónimo en relación con el término
"bulldog", y "bestia" es un hiperónimo en relación con el término "perro".
 Los cuasisinónimos son sinónimos imaginarios, los sinónimos parciales son palabras que
tienen un significado cercano, pero no intercambiables en todos los contextos, a diferencia
de los sinónimos, que deberían ser intercambiables en cualquier contexto: camino -
camino, edificio - hogar, talento - genio.
 Los homógrafos son palabras y formas, de diferente significado, pero igualmente
representadas por escrito. En la pronunciación, los homógrafos no suenan igual ( castillo -
castillo, harina - harina, camino - camino , etc.).
 La homonimia es una coincidencia en el sonido de dos o más palabras que tienen
diferentes significados (una llave es una fuente, un resorte y una llave es una herramienta,
una llave inglesa; vuelo - vuelo por el cielo y vuelo - curo personas, etc. ).
 Los homónimos son palabras que son iguales en sonido y ortografía, cuyos significados
entendemos como completamente ajenos entre sí y no pueden deducirse entre sí (cf.
metro - 100 centímetros, metro - tamaño poético y metro - maestro, mentor; razón -
circunstancia y ocasión - parte de un equipo de caballos; resistencia - resistencia y
resistencia - cita, etc.). Los homónimos coinciden entre sí tanto en el sonido como en la
escritura en todas (o en algunas) sus formas gramaticales inherentes. Hay homónimos
completos: las palabras coinciden entre sí en todas las formas gramaticales ( forzar -
obligar a alguien a hacer algo y forzar - bloquear, cerrar con algo entregado; baterista - el
trabajador avanzado de la producción socialista y el baterista - parte del cerrojo del rifle,
etc.); y también homónimos incompletos: las palabras coinciden entre sí solo en varias de
sus formas gramaticales (un arco es una planta de jardín y un arco es un arma antigua
para lanzar flechas, la primera palabra no tiene plural, etc.).
 Los homófonos son palabras y formas de diferentes significados, que también se
pronuncian de la misma manera, pero se representan de diferentes maneras en la
escritura. Los homófonos pueden ser homónimos ( hueso - inerte, compañía - campaña,
cóccix - cervatillo, romano - novela , etc.) y homoforma ( balsa - feto, portador - líder, toma
- hermano , etc.).
 Las homoformas son palabras de la misma y diferente clase gramatical, que coinciden en
sonido solo en formas separadas (un verso es un poema y un verso de subside; pasó de
vulgar y pasó de ir, etc.).
 Los parónimos son palabras con diferentes grafías que tienen una pronunciación muy
cercana, pero aún no idéntica (azufre - señores, derrota - ronda, flotar - desfile, banco -
casa de baños, informe - cuenta atrás, voluntad - despertar, etc.).
 Paronimia es una coincidencia parcial de dos palabras fonéticas, no reducible a
homonimia y la coincidencia de partes independientes de estas palabras ( amanecer -
floreciente, alegremente - pesado, bufón - bromeando, meses - amasar , etc.).
 Los sinónimos son palabras que denotan el mismo fenómeno de la realidad ( miedo -
cuidado - miedo - cobarde; deambular - caminar - arrastrar - deambular - caminar; caliente
- caliente - abrasador , etc.).
 La sinonimia es la similitud de varias palabras en el significado ( trabajo - trabajo;
indiferencia - indiferencia - indiferencia - apatía , etc.).

Familia de palabras[editar]
Una familia de palabras es un conjunto de palabras que comparten la misma raíz, y
constituyen, como su propio nombre indica, una familia de palabras, ya que presentan esa
idéntica raíz, lo que explica los rasgos comunes en su significado.

Bibliografía[editar]
 Martínez Jiménez, José Antonio; Muñoz Marquina, Francisco; Sarrión Mora, Miguel Ángel
(2011). «Análisis morfológico. La formación de palabras: Derivación y
composición». Lengua Castellana y Literatura (Akal edición). Madrid: Akal Sociedad
Anónima. p. 343. ISBN 978844603367

La escritura es un sistema de representación gráfica de un idioma, por medio


de signos trazados o grabados sobre un soporte. En tal sentido, la escritura es un modo
gráfico específicamente humano de conservar y transmitir información.
Como medio de representación, la escritura es una codificación sistemática mediante signos
gráficos que permite registrar con gran precisión el lenguaje hablado por medio de signos
visuales regularmente dispuestos; obvia excepción a esta regla es la bastante
moderna escritura Braille cuyos signos son táctiles. La escritura se diferencia de
los pictogramas en que estos no suelen tener una estructura secuencial lineal evidente.
Existen dos principios generales en la escritura, por un lado la representación
mediante logogramas que pueden representar conceptos o campos semánticos, y por otro
lado la codificación mediante grafemas que representan sonidos o grupos de sonidos
(pudiéndose distinguir entre sistemas puramente alfabéticos, abugidas, silábicos, o mixtos).
Las escrituras egipcia y china combinan ambos tipos de principios (logogramas y grafemas),
mientras que las escrituras en alfabeto latino son puramente grafémicas.
Las escrituras jeroglíficas son las más antiguas de las escrituras propiamente dichas (por
ejemplo; la escritura cuneiforme fue primeramente jeroglífica hasta que a ciertos jeroglifos se
les atribuyó un valor fonético) y se observan como una transición entre los pictogramas y
los ideogramas. La escritura jeroglífica fue abandonada en el período helenizante de Egipto.
En la actualidad la escritura china y japonesa conservan algunos logogramas combinados con
signos cuya interpretación es puramente fonética. La mayor parte de las escrituras del mundo
son puramente grafémicas, así las escrituras románicas (basadas en el alfabeto latino),
arábigas (basadas en el alfabeto arábigo), cirílicas (basadas en el alfabeto griego), hebraicas
(basadas en el alfabeto hebreo), helénicas (basadas en el alfabeto griego), indias
(generalmente basadas en el devanāgarī), y en mucha menor medida las escrituras
alfabéticas arameas, siríacas, armenias, etiópicas (abugidas basadas en el ghez o ge'ez),
coreanas, georgianas, birmanas, coptas, tibetanas, etc. Los alfabetos glagolíticos y el alfabeto
rúnico que precedió a la escritura gótica, así como la pahlavi y zend eran usados en lenguas
hoy desaparecidas.
Aunque de las escrituras alfabéticas quizás la primera haya sido la escritura protosinaítica,
documentada entre los siglos XVIII a. C. y XVI a. C., la primera escritura alfabética stricto
sensu parece haber sido la escritura fenicia. Esta —al igual que sus inmediatas derivadas—
es del tipo abyad, es decir solo constaba de consonantes. El método de
escritura abyad también se encuentra en otros casos, como en la escritura aramea, la
escritura hebrea basada en el alefbet o álef-bet, y la escritura arábiga; si bien la escritura
hebrea precisó el valor de los fonemas utilizando el sistema de
puntos diacríticos llamado masorético, a través del cual diversos puntos en relación con cada
grafema tienen la función de vocales, también algo semejante ocurre con el alifato o alfabeto
árabe.
La escritura fenicia fue modificada y adaptada por los griegos; a los griegos se les atribuye la
notación explícita de las vocales (concretamente usaron algunos signos consonánticos del
fenicio sin equivalente en griego, como signos para notar las vocales). No obstante, conviene
notar que antes del sistema clásico de alfabeto griego, en el espacio geográfico que luego
sería helénico, existieron las escrituras minoicas (tipo lineal A y lineal B), así como el uso de la
escritura en bustrofedon (‘arado de buey’), pues se considera que la escritura etrusca e
indudablemente la escritura latina (de la cual proviene el alfabeto más usado actualmente),
son modificaciones de la escritura alfabética griega (lo mismo que ocurre con el cirílico y el
glagolítico). En cuanto a las escrituras ibéricas antiguas, estas parecen haber recibido un
fuerte influjo fenicio, hasta el momento de ser suplantadas por las letras latinas.
En los territorios controlados por los celtas, en la antigüedad existió un sistema de escritura
muy singular llamado ogam, usado principalmente por los druidas.
Por su parte y en lo atinente a las runas de los antiguos germanos, en ellas se nota una copia
modificada de las letras latinas a las cuales sin embargo se les asignaron diversos valores
fonéticos e inclusos "valores mágicos".aAlgo similar ocurrió a fines del siglo XVIII entre
los cheroquis de Norteamérica, entre ellos, el jefe Sequoyah promovió el uso de un "alfabeto"
(en realidad un silabario) inspirado por sus formas en el alfabeto latino usado por los colonos
anglosajones, aunque con diferentes valores fonéticos.
En cuanto a las escrituras con un componente ideográfico, prácticamente se restringen en la
actualidad a la escritura china basada en sinogramas; estos mismos signos,
llamados hànzì (en chino simplificado, 汉字; en chino tradicional, 漢字; literalmente
«carácter han» o «carácter chino»), también se usan en la escritura japonesa junto a dos
silabarios, el hiragana y el katakana; los sinogramas también forman parte tradicionalmente de
la escritura del coreano con el nombre de hanja («china escritura»), aunque actualmente
apenas se usan ya, estando suplantados en Corea por el alfabeto hangul.
Como bien ha señalado Roland Barthes1 la escritura ha significado una revolución en el
lenguaje y en el psiquismo y, con ello, en la misma evolución humana, ya que es una
"segunda memoria" para el ser humano —además de la biológica ubicada en el cerebro—.
Esto es tan evidente que se distingue la prehistoria de la historia porque en la primera se
carecía de escritura y solo existía la tradición oral.
La lengua oral constituida por una "sustancia fónica" tiene en tal sustancia un soporte efímero
y requiere que el emisor y el receptor coincidan en el tiempo (y antes de la invención de las
telecomunicaciones, también era necesaria la coincidencia en el lugar). En cambio, con la
lengua escrita siempre es posible establecer una comunicación con mensajes diferidos (la
praxis escritural hace que el mensaje pueda ser realizado in absentia del receptor y
conservado a través del tiempo).2 Para Vygotski, el lenguaje escrito es el paso del lenguaje
abstracto al lenguaje que utiliza la representación de las palabras (considerado como la
traducción o codificación del lenguaje oral), esto contra el supuesto muy extendido en la
cultura en general y hasta inicios del presente siglo particularmente en la educación, de que el
escrito es una mera traducción o codificación del lenguaje oral. Por el contrario, Vygotski
sostiene que el lenguaje oral genera construcciones de un determinado tipo (dialógicas, etc.)
en la conciencia, y que el lenguaje escrito las produce de otro tipo, «de modo que los
procesos psicológicos del lenguaje oral y del escrito son distintos, y que por ende,
también son distintos los procesos psíquicos que se involucran en la educación con uno u otro
tipo de lenguaje».3

Historia de la escritura
Actualmente, los semiólogos y los lingüistas consideran totalmente probado que la escritura es
posterior al habla, aunque algunos semiólogos a fines del siglo XX llegaron a suponer que las
escrituras son previas al lenguaje verbal articulado ya que existe un placer (por usar un
término barthesiano) por parte del sujeto humano en dejar rastro de sí en diversos soportes
(huellas de manos, muescas, rayas, representaciones más o menos figurativas tal cual se
observa en el Magdaleniense), pero tales protoescrituras no parecen ser indicios de que los
textos escritos se anticiparon al habla; en todo caso, con la escritura como «segunda
memoria» el habla fue reforzada por los escritos; más aún, la escritura permite una reflexión
adicional, y esto hace que el lenguaje escrito pueda tener una clara estrategia de la cual
carece el lenguaje oral ágrafo.4b Como en latín dijo Cayo Tito: Verba volant scripta manent (las
palabras se vuelan lo escrito se mantiene).
Fundamentalmente, la lengua gráfica o la lengua escrita ha de considerarse un fenómeno
lingüístico inventado por la sociedad humana para reemplazar a la lengua oral o fónica, la
escritura aparece necesariamente cuando la evolución socioeconómica de las poblaciones
impulsa la creación de un código alternativo que sea eficaz en situaciones en las cuales la
lengua fónica es insuficiente o directamente inútil.2c
Sin embargo el pasaje del lenguaje ágrafo al escritural tuvo una fase de transición: antes de la
escritura propiamente dicha están los pictogramas y los grafismos, solo hace poco más de
cinco milenios aparecen las primeras escrituras en Sumeria y en el antiguo Egipto.5
Existen diversos hallazgos de representaciones gráficas previas a la escritura propiamente
dicha, como los de las cuevas de Chauvet (1995), Cosquer (1994) o Lascaux (1940) en
Francia, con imágenes que datan de 31 000, 24 000 y 15 000 años aproximadamente de
antigüedad, respectivamente, o la cueva de Altamira (descubierta en 1868). El desarrollo de la
escritura pudo tener motivaciones y funciones completamente diferentes de las que llevaron a
crear otro tipo de representaciones gráficas.[cita requerida]. Investigaciones que vienen realizándose
desde finales del pasado siglo, han permitido la compilación de un signario nuclear básico de
unos ochenta y ocho signos lineales que fueron usados para grafiar o escribir secuencias
ordenadas que combinan y articulan signos como en cualquier escritura de signos lineales y
geométricos, lo que ha permitido el desarrollo de una hipótesis sobre el uso de una Escritura
Lineal Paleolítica (ELPA) logofonográfica o glotográfica durante el Paleolítico Superior, al
parecer ya desde tiempos del Auriñaciense, o con mayor probabilidad desde el Solutrense. 6
Se ha observado el uso de tales signos lineales de una posible escritura lineal paleolítica no
solo en la zona astur-cántabro-aquitana o franco-cantábrica, sino también en cuevas del sur
de la península, concretamente en las cuevas de la Pileta y Nerja en Málaga. 7
La invención de la escritura se dio en varios lugares del mundo de manera independiente. Las
primeras técnicas de escritura se remontan al cuarto milenio a. C. Surgió
en Egipto, Mesopotamia y China. El sistema creado en Oriente Medio y Egipto se extendió
rápidamente a las áreas culturales cercanas y es el origen de la mayoría de las escrituras del
mundo.
En América la escritura también apareció en Mesoamérica, teniendo como uno de sus
primeros ejemplos conocidos la escritura olmeca, que data de al menos 900 a. C.,89 y
posteriormente la escritura zapoteca y los jeroglíficos de la escritura maya (ver Sistemas de
escritura de Mesoamérica).
Se le atribuye a la escritura la historia siguiente: Las transacciones entre tierras alejadas y
diferidas en el tiempo necesitaban plasmarse en contratos.[cita requerida] Estos contratos se
fundamentaban en unas bolas huecas de arcilla que contenían los datos, pequeñas formas de
arcilla que simbolizaban los nombres de tres maneras diferentes: esferas, conos y cilindros a
los que se añadían unas formas convencionales que designaban aquello que se contrataba.
[cita requerida]
En caso de reclamación se rompía la bola seca, sobre la cual se había firmado con
su sello para su control, y en la que se comparaba la cantidad y la entrega. [cita requerida]
Estas transacciones fueron puestas en forma de escuadra. Este era el medio para dibujar una
cuña, un redondel y un cono, que representaban los datos y servían también para dibujar las
formas convencionales. Finalmente se encontró la solución más simple: aplastar esta bola de
arcilla y dibujar (escribir) en ambas caras el contenido del contrato: qué, cuánto y cuándo
utilizando, siempre, esta pequeña caña.[cita requerida]
En Egipto se han encontrado placas de marfil y hueso probablemente indicativas del
contenido o del origen de mercancías con una antigüedad de unos 5400 años.5

Principios básicos de la escritura[editar]


La escritura evolucionó desde sistemas de representación meramente mnemotécnicos o
contables (como está testimoniado en Mesopotamia), que inicialmente representaban objetos
en forma de pictogramas, hasta sistemas más abstractos que acabaron representando
sonidos o logogramas abstractos. Obviamente en ese sentido toda la escritura es dependiente
de las lenguas naturales, tal como señaló el propio Aristóteles para quien la escritura está
subordinada a la lengua hablada:
Esto es, para la tradición aristotélica, la escritura es un conjunto de símbolos de otros
símbolos. Para esta tradición lo escrito no representa directamente a los conceptos sino a las
palabras fónicas con las cuales se denominan a los conceptos. Tal tradición aristotélica ha
implicado un fonocentrismo que inhibió muchas veces el estudio lingüístico de la escritura y
puso el acento en la fonología, esto fue criticado particularmente por Jacques Derrida a fines
del siglo XX, este pensador ha considerado de especial importancia a las escrituras.11

Evolución de la escritura[editar]
La escritura ha evolucionado a través del tiempo. Fundamentalmente ha usado dos principios:
Principio ideográfico
Por el cual ciertos objetos, lugares, personas o animales eran representados
regularmente por signos pictográficos, con cierto grado de realismo o más bien
idealizados. La representación ideográfica y pictórica fue común en los inicios de todos
los sistemas de escritura conocidos.
Principio fonético
Según el cual ciertos signos correspondían a sonidos o secuencias de sonidos, tal
como eran percibidos por los hablantes. Inicialmente el sonido de un signo no fue
totalmente convencional, sino que seguía el principio pro rebus, por el cual un sonido
pictográfico pasaba a representar un sonido contenido en el nombre del objeto
designado. Así, por ejemplo, en sumerio se usó un signo pictográfico para «flecha»,
pero posteriormente dicho signo se empleó en la transcripción de la palabra 'vida', ya
que ambos tenían una pronunciación similar. Así ciertos signos pasaron gradualmente
a usarse para representar objetos que tenían un sonido común o similar, con lo que
surgieron sistemas basados en el principio fonético.
Tanto los sistemas jeroglíficos sumerios y egipcios, como en la escritura china se
encuentran conjuntamente signos que siguen el principio ideográfico junto a signos
que siguen el principio fonético.
No existe ningún sistema de escritura pleno que sea puramente ideográfico. El idioma
chino es citado como ejemplo de escritura puramente ideográfica, pero eso no es
exacto, puesto que un buen número de los signos son "complementos fonéticos" que
tienen que ver más con el sonido de la palabra que con una representación
pictográfica del referente. Algo similar sucede en la escritura jeroglífica egipcia, donde
muchas palabras se escriben mediante signos monolíteros, bilíteros o trilíteros junto a
un complemento semántico. Los "signos n-líteros" siguen el principio fonético,
mientras que los complementos semánticos siguen el principio ideográfico, al menos
parcialmente.

Sistemas de escritura[editar]
Artículo principal: Sistema de escritura

Un sistema de escritura permite la escritura de una lengua. Si se refiere a una lengua hablada,
como es lo normal y corriente, se habla entonces de "escritura glotográfica" (pero puede
tratarse también de una lengua no hablada, en este caso se hablaría de "escritura
semasiográfica")d Las escrituras glotográficas ordinarias pueden estar divididas en dos
grandes grupos:
Escrituras fonéticas
Las escrituras basadas completamente en el principio fonético, en que cada uno los
signos representa algún tipo de sonido de la lengua hablada. Dentro de este tipo de
escrituras puede distinguirse entre:
Alfabetos
En los que cada signo (o la mayor parte de ellos) representa un fonema de la lengua.
Esto no es del todo exacto, porque algunos sonidos se pueden representar
mediante dígrafos y/o trígrafos. Este es el tipo de escritura usado para todas las
lenguas europeas y un buen número de lenguas africanas, americanas, oceánicas,
etc.
Abyades o consonantarios
En los que solo algunos fonemas tienen representación gráfica, usualmente
las consonantes, por lo que no constituyen una representación completa. Estos
sistemas resultan más económicos desde el número de signos a costa de ser
parcialmente ambiguos, aunque el contexto elimina la mayor parte de esa
ambigüedad, por lo que leerlos correctamente requiere conocer la lengua en que están
escritos.
Abugidas o pseudosilabarios
Constituyen una refinamiento de los abyades, al introducirse una manera no ambigua
de marcar la vocal del núcleo silábico, sin que en general se emplee un signo diferente
y aparte de la consonante. Las escrituras etiópicas, las usadas en la India o el silabario
cri son en realidad «abúgidas» y no silabarios genuinos como frecuentemente se dice.
Silabarios
En los que cada signo generalmente representa una única sílaba, sin que exista
necesariamente relación entre los signos de las sílabas que empiezan por el mismo
sonido. La escritura ibérica es un ejemplo.
Escrituras ideográficas
Las escrituras basadas parcialmente en el principio ideográfico, en que algunos de
los signos representan directamente un tipo de referente, un campo semántico, etc. En
la práctica todas las escrituras plenamente desarrolladas que usan el principio
ideográfico, lo combinan con signos que siguen el principio fonográfico. Ejemplos de
este tipo de escrituras mixtas son:

 La escritura china, y sus derivadas (sistemas de escritura del japonés por una
parte y del coreano por otra).
 Varios de los signos jeroglíficos egipcios y cuneiformes pertenecen a este grupo.
Un mismo sistema puede servir para muchas lenguas y una misma lengua puede
estar representada por diferentes sistemas. Los grafemas fundamentales de una
escritura pueden completarse con la utilización de diacríticos, de ligaduras y
de grafemas modificados.
Funciones de la escritura[editar]
Desde la psicología, Gordon Wells (1987) explora el concepto de lo escrito e identifica
cuatro niveles de uso, que no se deben considerar exactamente funciones en el
sentido lingüístico: ejecutivo, funcional, instrumental y epistémico.e

 El más básico es el ejecutivo, que se refiere al control del código escrito, a la


capacidad de codificar y descodificar signos gráficos.
 El funcional incluye la comunicación interpersonal y exige el conocimiento de los
diferentes contextos, géneros y registros en que se usa la escritura.
 El instrumental corresponde al uso de la lectoescritura como vehículo para
acceder al conocimiento científico y disciplinario.
 Y el epistémico se refiere al uso más desarrollado cognitivamente, en el que el
autor, al escribir, transforma el conocimiento desde su experiencia personal y crea
ideas.
La taxonomía (clasificación científica) de funciones lingüísticas
de M. A. K. Halliday (1973) distingue dos categorías en el nivel epistémico: el
uso heurístico y el imaginativo.
Florian Coulmas (1989, págs. 13-14) se refiere a esta última función como estética,
además de incluir otra con la denominación de control social.
Después de estas consideraciones, podemos distinguir y clasificar los siguientes tipos
de funciones:
La primera distinción será entre usos individuales (intrapersonales) o sociales
(interpersonales):

 Intrapersonales: el autor del escrito y su destinatario son la misma persona. Las


principales funciones son:
o Registrativa: la escritura permite guardar información sin límite de cantidad o
duración. Se trata de la función mnemotécnica más básica que utilizamos
corrientemente cuando anotamos direcciones y teléfonos, compromisos en
agendas o ideas que se nos ocurren en un momento imprevisto. Requiere
dominio del código escrito y su correspondencia con los sonidos.
o Manipulativa: al ser bidireccional y planificada, la escritura facilita la
reformulación de los enunciados, según las necesidades y las circunstancias.
No siempre reproducimos literalmente lo escuchado, leído, visto o pensado.
Escribir permite elaborar la información. Así preparamos el guion de una
charla, etc.
o Epistémica: subiendo otro peldaño del desarrollo cognitivo, la manipulación de
datos permite al autor generar opiniones e ideas que no existían antes de
iniciar la actividad escritora. Escribir se convierte en una potente herramienta
de creación y aprendizaje de conocimientos nuevos. Todos hemos
experimentado el poder epistémico de la escritura en situaciones cotidianas.
Al tener que explicar por carta a un amigo una situación complicada o
comprometida.
 Interpersonales: el autor escribe para otros: un lector conocido o no, un grupo,
una asociación, una comunidad lingüística, etc. La escritura se convierte en un
instrumento de actuación social para informar, influir, ordenar, etc. Aquí también
distinguimos varias funciones:
o Comunicativa: la escritura permite interactuar con el prójimo en circunstancias
nuevas: en diferentes lugares y tiempos, cuando lo escrito resulta más preciso
o cortés. Esta función exige dominar los rasgos discursivos y gramaticales
propios de cada género y tipo de texto.
o Organizativa: desarrolla funciones ordenadoras, certificadoras o
administradoras. Lo escrito garantiza derechos y deberes de la ciudadanía,
informa al público lector, garantiza derechos al trabajador, etc.
 Finalmente, la última función que participa de los usos intrapersonales tanto como
de los interpersonales es la estética o lúdica. En cualquier situación, la escritura
posee una dimensión placentera o de diversión.

Bibliografía[editar]
 Alisedo, Graciela; Melgar, Sara; Chiocci, Cristina (1997). Didáctica de las ciencias del
lenguaje. Buenos Aires: Paidós. ISBN 950-12-2111-3.
 Barthes, Roland (1981). Le grain de la voix [El grano de la voz].
 — (2005). El grado cero de la escritura. Siglo XXI. ISBN 978-84-323-1210-6.
 Derrida, Jacques (1971) [1967]. De la gramatología. Buenos Aires: Siglo XXI.
 Faulmann, Carl (2004). Schriftzeichen und Alphabete aller Zeiten und Völker. Viena. ISBN 3-
937715-49-5.
 Février, James G. (1995). Histoire de l'écriture. París. ISBN 2-228-88976-8.
 Gelb, Ignace J. (1987). Historia de la escritura. Madrid. ISBN 84-206-2155-2.
 Haarmann, Harald (1998). Universalgeschichte der Schrift. Fráncfort del Meno. ISBN 3-88059-
955-6.
 «Sistemas de escritura». Trabajo de investigación realizado por estudiantes de Filología
Inglesa de la Universidad de Sevilla. Incluye diapositivas, vídeo de la presentación y el
trabajo en sí.
LA POPULARIZACION DE LA ESCRITURA

A principios del siglo XVIII se desató una gran polémica entorno a la enseñanza práctica de la
caligrafía tras la publicación del Arte nuevo de escribir por preceptos geométricos y reglas
matemáticas (1719) del matemático Juan Claudio Aznar de Polanco. Hasta entonces los
manuales de caligrafía, , particularmente en el mundo hispánico, se habían enfocado en el
establecimiento de una distribución funcional del tipo de escritura por uso específico,
registrando un marcado interés por la bastarda (como se puede apreciar en el manual de
Francisco Lucas y su Arte de escreuir , de 1580).

La obra de Aznar de Polanco expresaba su característico afán de racionalizar el trazado de


las letras y un interés por la geometría que se confirmaría unos años después con sus
dos Discursos curiosos, el primero sobre el valor de los números del guarismo (1723) y el
segundo para facilitar el trabajo de los aforadores (1734) o tasadores de vino. Esta propuesta
dio pie a reacciones virulentas como el Manifiesto del error dissimulado entre mathematicas
verdaderas sobre el arte de escrivir de Manuel Díaz Bustamante (1731) y a un
posicionamiento de todos los autores posteriores a favor o en contra, lo que fue más a
menudo, de las ideas de Aznar de

L’Encyclopédie, la gran empresa de sistematización del conocimiento llevada a cabo por


Diderot y D’Alembert formó parte de la biblioteca puesta a disposición de los estudiantes
poblanos de finales del siglo XVIII, al menos parcialmente, y a pesar de los reparos de las
jerarquías católicas, reacias a la llegada de ideas que podían rayar en lo libertino.

A través de sus grabados (contenidos en volúmenes separados del texto), los colegiales
podían vislumbrar los instrumentos, mecanismos y detalles diversos de las “ciencias y artes”
contemporáneas, como las replicadas aquí, en las que se ilustraba lo relativo a la escritura.

Junto con los volúmenes de grabados de La Enciclopedia, los colegiales poblanos podían
consultar el manual del italiano Domenico Servidori (¿1724?-1790), titulado Reflexiones sobre
la verdadera arte de escribir, publicado en Madrid por la Imprenta Real, en el que el autor se
dio a la tarea de trazar los pormenores evolutivos de los calígrafos que lo precedieron y
ofrecer, mediante la excelencia de su manejo de la pluma aprendido con sus maestros
italianos antes de su llegada a España, probablemente en la corte de Carlos III, muestras de
gran belleza de la escritura y una ligera crítica a la bastarda erigida en modelo escritura
insoslayable para el ámbito hispánico por Santiago Palomares en su Arte nueva de escribir
inventada por el insigne Maestro Pedro Díaz Morante e ilustrada con muestras nuevas y
varios discursos conducentes al verdadero magisterio de las primeras letras.

Blandiendo los mismos argumentos de sus antecesores, Torcuato Torío de la Riva en su Arte
de escribir por y con muestras… (editado por primera vez en 1798) dio cuenta, al modo de
Servidori, de la historia de la escritura en España y Europa, al tiempo que proponía a sus
lectores láminas que mezclaron el análisis geométrico de trazos (al modo del muy criticado
Aznar de Polanco) y la puesta a disposición de ejemplos para copiar.

El principal valor de su tratado consiste en ser un muy completo compendio de primera


enseñanza. Aunque la mayor parte del tratado está dedicado al arte de la escritura, en él se
incluyeron también algunos capítulos muy extensos dedicados a materias como la ortografía,
la gramática, la aritmética o la urbanidad.

Tanto el tratado de Santiago Palomares como el de Torío constituyeron un verdadero


renacimiento de la caligrafía española. Torío de la Riva llegó a ser protegido de Carlos IV por
lo que su método lograría difundirse muy rápidamente. En seguida fue adoptado en las
Escuelas Pías, en parte debido a su calidad, por ser continuador de Palomares y es posible
que influyera también el hecho de que Torío hubiese sido uno de sus antiguos alumnos.
Utilizó para sus láminas plantillas de cuadros que permiten trazar con agilidad las letras
inclinadas, las que serían empleadas posteriormente por los maestros y estudiantes de la
Academia de Educación y Bellas Artes de Puebla, institución que albergó el ejemplar aquí
expuesto.

La aparición del plumín de acero en las primeras décadas del siglo XIX, contribuyó
notablemente a la expansión de la letra copperplate, pues se resultaba un instrumento
adaptado especialmente a este tipo de escritura, producto de la Revolución Industrial
fabricado en serie y concebido como objeto desechable. Su fabricación masiva favoreció el
desarrollo y la difusión de la letra inglesa en detrimento de otras escrituras a las que se
adaptaba peor. La férrea educación victoriana sometió a los niños a un riguroso aprendizaje
de este estilo de escritura, a partir de muestras grabadas a buril que a menudo resultaba
imposible imitar con la pluma.

La difusión del método ‘espenceriano’ a finales del siglo XIX contribuyó todavía más a la
popularización de la escritura inglesa, especialmente en los Estados Unidos. Con el sistema
de Spencer, la english roundhand writing se convirtió en la escritura habitual de las escuelas
americanas hasta que alrededor de 1900 fue sustituida por una nueva letra, una redefinición
de la escritura inglesa propuesta por el también muy exitoso método de caligrafía acuñado por
Austin Norman Palmer. Esta nueva fórmula trató de adaptar el pretencioso y anquilosado
estilo copperplate al espíritu de los nuevos tiempos. Palmer propone una escritura sencilla,
desnuda y utilitaria, resuelta con un trazo de grosor uniforme en la que desaparecen la
modulación de sus trazos (shapes) y otros adornos superfluos, es decir, un uso eficiente de
los trazos que los aproximaba a la braquigrafía, es decir la escritura abreviada.

BIBLIOGRAFIA

Referencia: 53236. Juan Claudio Aznar de Polanco (1663-1736). Arte nuevo de escribir por preceptos
geometricos y reglas matematicas. En Madrid : Vendese en su casa en la Calle de la Zarza donde tiene su
Escuela, ..., 1719, (En la Imprenta de los Herederos de Manuel Ruiz de Murga, à la Calle de la
Habada).

Referencia: 48317. Denis Diderot (1713-1784). Recueil de planches, sur les sciences, les arts libèraux, et
les arts mèchaniques, avec leur explication. Tomo 2, Parte 1. Paris : Chez Briasson, rue Saint Jacques, à
la Science; chez Davil, rue & vis-à-vis la Grille des Mathurins,: Le Breton ..., rue de la Harpe; Durand,
rue du Foin vis-à-vis la petite Porte des Mathurins, 1763.

Referencia 1545. Domingo María de Servidori (¿1724?-1790). Reflexiones sobre la verdadera arte de
escribir. Tomo I. Madrid : en la Imprenta Real, 1789.

Referencia 80405. Torcuato Torío de la Riva y Herrero (1759-1820). Arte de escribir por y con muestras,
segun doctrina de los mejores autores antiguos y modernos, estrageros y nacionales : acompañado de unos
principios de aritmética, gramática y ortografia castellana, urbanidad y varios sistemas para la formacion
y enseñanza de los principales caractéres que se usan en Europa. Madrid : en la Imprenta de la Viuda de
Don Joaquin Ibarra, 1802.

1. Referencia: 86187. Austin Norman Palmer. Metodo Palmer de Caligrafía Comercial. Estados Unidos :
The A. N. Palmer Company, 1921. Procedencia: Legado del Lic. Vicente Rodríguez. Referencia: 86187.
2. Referencia: 40946. Austin Norman Palmer. Metodo Palmer de Caligrafía Comercial. Estados Unidos :
The A. N. Palmer Company, 1941.

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