U.3.1 Modelo Agroexp
U.3.1 Modelo Agroexp
U.3.1 Modelo Agroexp
1º ciclo de integración: etapa colonial. Latinoamérica forma parte del capitalismo mundial desde antes de las independencias, sobre
todo como colonias exportadoras de oro y plata. Esta región cuenta con una antigua tradición cultural occidental.
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*Ciclo modernizador euro-americano.
40’ Algunos productos comienzan a ser demandados internacionalmente: guano del Perú, ganadería vacuna
(carne salada, sebo, cuero) y ovina (lana) de la Pampa húmeda, Uruguay y Sur de Brasil.
½ siglo XIX. II Revolución Industrial, aporta elementos clave de modernización económica. Acumulación de
factores óptimos como respuesta a la
Demandas creadas por el desarrollo industrial de (Aparte de GB, Alemania, Francia y EEUU –es ya el
principal mercado para la mayoría de las repúblicas latinoamericanas ya en 1813, excepto para Argentina,
Bolivia, Chile y Perú, que seguían exportando a GB.
Transporte. Disminución de los costos del transporte marítimo y fluvial, por la difusión de los barcos de vapor
(predominan desde 1890) y el mejoramiento de los de vela; y por el rápido desarrollo de vías ferroviarias que
permitieron unir regiones distantes y ampliar las fronteras agrícolas.
Comunicaciones. Un nuevo sistema, el telégrafo, seguido del teléfono, facilitó la circulación de noticias a
través de la prensa gráfica.
Sistema comercial cambiario multilateral. Se da un consenso mundial alrededor del establecimiento de una
moneda de cambio fijo, el patrón oro, respaldado por la potencia mundial (comercial y financiera) del siglo
XIX, Gran Bretaña, esto permitió salirse de la bilateralidad.
Sistema financiero. Absorbe el excedente de capital de los países centrales para ser invertidos en
Latinoamérica, en áreas de comercio, transporte y finanzas y de forma indirecta, a través de préstamos a los
Estados.
Estos dos últimos disminuyen las tasas de interés por empréstito.
Inmigración. Llegada de enormes contingentes de inmigrantes europeos, atraídos por las oportunidades que
ofrecen particularmente Argentina, Uruguay, Brasil y Chile; y de asiáticos a Perú (50’) y Cuba, como mano de
obra barata.
// Aportes locales:
Creciente estabilidad política y jurídica. Creciente institucionalización de carácter republicano, o por la
presencia de un poder dictatorial o una combinación de ambas, que exaltaba el gobierno del orden y el progreso,
con un presidencialismo cada vez más consolidado. Todo esto propiciaba un clima más seguro para inversiones
y comercio.
Reformas liberales. Se promulgan una serie de leyes que promueven básicamente el derecho de propiedad
privada y la liberalización de la mano de obra. Ley Lerdo (México, 1857), “conquista del Desierto” (Roca,
1870). Estado Nación; burocracia civil y militar (ejército profesional); educación laica, registro civil.
Sistema fiscal. Los gobiernos latinoamericanos impusieron el libre cambio luego de las independencias como
doctrina económica; pero esto no impidió al estado encontrar una base de obtención de recursos. Impuestos
directos, comerciales, sobre todo derechos de importación (sin necesidad de recurrir a la presión fiscal
interna). Indirectamente, con empréstitos de la banca mundial que es Estado garantizaba con el futuro
incremento de la recaudación impositiva fruto del crecimiento económico (inversión indirecta).
S. XIX, las inversiones productivas (inversión directa) son cautas y restringidas.
S. XX, los capitales estadounidenses realizan fuertes inversiones en los sectores productivos (minería,
producción agrícola tropical, frigoríficos).
Implicancias de la Modernización
-Aumenta el papel de las inversiones públicas en la modernización económica (convergencia entre Estado y
mercado). El estado se nutrió de recursos provenientes del crecimiento del comercio exterior, sin gravar la
actividad interna, aportando como contrapartida las inversiones necesarias para obras de infraestructura que
facilitaron el tránsito de productos y servicios transables con el exterior. Infraestructura: construcciones
portuarias; crecimiento de las comunicaciones (telégrafo, oficinas postales, teléfono); transporte, tendido de
líneas ferroviarias y construcción de caminos y canales en vías fluviales.
-Estos adelantos sumaban tb su importancia estratégica para los Estados nacionales más consolidados,
permitiéndoles controlar todo el territorio con el rápido despliegue de sus fuerzas armadas profesionales.
-El estado obra como una eficaz herramienta de dominación hegemónica, al constituirse una élite nacional
vinculada al poder político (u oligarquía en su designación más peyorativa).
-El desarrollo productivo (instalación de complejos agroindustriales, depósitos, despachos) facilitó los
intercambios internos y externos y esto replicó en otras actividades económicas, permitiendo, en algunas
zonas, un incipiente desarrollo industrial dirigido a sustituir algunas importaciones (calzado, textil, bebida y
alimentos). Transformaciones apoyadas por una red bancaria en los países latinoamericanos. La mano de obra
adquirió un tono más moderno, el salario en moneda se fue difundiendo. Esto permitió el desarrollo de un
incipiente mercado interno, en principio urbano. Pero este no fue un objetivo previo, sino que la modernización
estuvo orientada a cubrir las necesidades del sector exportador (agrario o minero). El ferrocarril, en México y
Chile, permite estimular no sólo el comercio exterior sino tb un incipiente mercado interno y una cultura y
sociedad nacional (circulación de personas e ideas).
-Nuevos productos exportados. El diseño de los distintos espacios productivos se hizo en función de la
demanda (ventajas comparativas). Los países que disponían de una frontera agrícola todavía abierta tendieron a
desarrollar una agricultura combinada con la ganadería, estas fueron las zonas más dinámicas: en Argentina,
Chile central, Uruguay y sur de Brasil, predominan los cereales (y derivados de harinas y aceites), más carne
vacuna refrigerada. Brasil tiene la hegemonía en el mercado de café (pero tb contribuyen Venezuela, Colombia
–se aprovechó de la política de mantenimiento del precio del café en Brasil, para triplicar sus plantíos entre
1915-1925- y zonas de Caribe). Cacao, banano y tabaco: Ecuador y Centroamérica. Cuba, azúcar (producto
introducido durante las reformas borbónicas). Brasil, Perú y Bolivia, explotación natural del caucho, para la
naciente industria automotriz. Chile, domina el Pacífico con su producción minera de salitre, nitrato
(explosivos, fertilizante), luego de la guerra (1879-1881). Perú, cobre; Bolivia, estaño. Petróleo, a principios
del XX, con México y Venezuela, vinculados al aporte de capital y tecnología extranjera.
Carmagnani. Las economías latinoamericanas experimentan un fuerte crecimiento económico, con balanzas
comerciales positivas y se benefician de la nueva política del presidente norteamericano Wilson de otorgar
créditos (Diplomacia cooperativa del dólar). Los países latinoamericanos por su neutralidad han acumulado
durante la guerra cuantiosas reservas en divisas. Los gobiernos latinoamericanos y las finanzas norteamericanas
relanzan el proceso modernizador, con la participación activa de actores económicos latinoamericanos. Es una
nueva fase rápida e intensa de productividad agrícola, minera y manufacturera; que exige la introducción de
nuevos gastos en servicios públicos (educación y seguridad social), como resultado de la creciente demanda de
las clases medias y trabajadores urbanos y de centros mineros.
Este ciclo supone un notable aumento de la actividad de EEUU en la agricultura tropical, en la producción
minera, el petróleo y en la industria manufacturera latinoamericana. Esta nueva fase tropieza con una reacción
generalizada de tipo nacionalista.
Al parecer tiene una visión más optimista: “la iniciativa conjunta de los gobiernos y las clases dirigentes
latinoamericanos (interesados en obtener los beneficios de la expansión de la demanda internacional de bienes
primarios) y las finanzas internacionales (interesadas en aumentar las ganancias derivadas del comercio
internacional y los servicios financieros) genera un proceso virtuoso que se traduce en la revolución de los
transportes y comunicaciones y en el surgimiento de una economía financiera en los países del subcontinente”.
Críticas al modelo.
-Impacto social. El proceso tendió a reforzar la posición económica, social y política de los sectores sociales
dominantes (sectores propietarios vinculados a la economía externa) que pudieron aprovechar el desarrollo
económico e incorporar a los nuevos grupos en ascenso (¿). El mundo indígena y el campesinado en general
fue el más perjudicado. El requerimiento de mano de obra se tradujo en una mayor explotación, mientras que
sus tierras fueron cada vez más asediadas por las políticas liberales. Los intelectuales, en general, se mostraron
partidarios del proceso de crecimiento económico y estuvieron influidos por el positivismo europeo, invocando
el carácter científico de la teoría liberal, más racional y menos anárquica que la de la primera mitad del siglo.
Relacionado a esto
-El Estado favoreció la gran propiedad (con la ampliación de fronteras, incorporación de nuevas tierras, la
venta y enajenación de tierras comunales), reforzando el patrón tradicional de tenencia heredado de la colonia,
lo que bloqueó la posibilidad de acceder a los recursos disponibles a la mayoría de la población. Tuvo
repercusiones sociales cuando los flujos migratorios venidos de Europa y las migraciones regionales se
encontraron con los recursos productivos fuera de su alcance, sumándose a una excesiva oferta de mano de
obra, traduciéndose en bajos niveles salariales en retroceso a formas de contratación extra económicas como el
peonaje por deudas.
-El patronazgo de político que había promovido la gran propiedad también influyó en el sistema fiscal,
alentando a sustituir los impuestos a la tierra (potencialmente progresivos), por impuestos a la importación
(regresivos). Al aplicarse principalmente sobre las importaciones, los aranceles implicaban un impuesto al
consumo, recayendo la carga la carga de la provisión de ingresos sobre los miembros pobres de la comunidad
(Lewis). En general no se grabaron las exportaciones, aunque una excepción fueron los minerales (México,
Chile). Consecuencias: el ingreso público se movía con el comercio exterior; el comercio era cíclico. El déficit
presupuestal fue un problema aún en la segunda parte del XIX para muchos países.
-Relativización del potencial efecto modernizador que las exportaciones podían transmitir a la economía
interna en general (Bulmer-Thomas). El sistema se planteó en unas realidades regionales donde emergían en
distintas proporciones un sector exportador y otro no exportador que continuaba siendo mayoritario aún al
comenzar la I Guerra. Hubo un escaso esfuerzo realizado (política económica) para lograr una mayor
productividad (con tecnología y capitales) en el sector de la economía no exportadora y en la diversificación de
la producción exportable. Sólo Perú (luego del auge del guano que terminó en 1880) y con, mayor éxito,
Argentina, lograron esta diversificación.
Para que esta vía resultara exitosa el índice de las exportaciones debía ser significativamente más alto que el
que correspondía al crecimiento promedio de la economía general del país, en relación con la cantidad de
habitantes. Este objetivo sólo fue alcanzado por Argentina y Chile. Otra excepción fue Uruguay, donde, si bien
el crecimiento de las exportaciones no fue impresionante, elevó su nivel de vida a un ritmo rápido, como
resultado del buen desempeño de su sector no exportador. En el otro extremo puede citarse la expansión de las
explotaciones bananeras en Honduras al comienzo del siglo XX, donde el factor de productividad en la
economía no exportadora no se vio afectado por el crecimiento de aquel.
-La vulnerabilidad, el desempeño cíclico de las exportaciones, con causas tanto externas como internas.