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Psicología 1

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PSICOLOGÍA.

Tema 1:

Principales aportes teóricos de la psicología en la formación del docente de la


escuela actual. Reflexione sobre la importancia de su estudio para el actuar de
los maestros ante las dificultades en el aula.

INTRODUCCIÓN
Reflexionar acerca de nuestro rol docente, asumirlo y ejercerlo implica pensar conscientemente la
realidad, haciendo explícito el esquema teórico que fundamenta la práctica. Sabemos que la tarea
es sumamente compleja y requiere un despliegue de competencias entendidas como un "saber
hacer con fundamentos". En este sentido es preciso considerar que como profesionales de la
educación debemos exigirnos un hacer fundamentado en un conocimiento profundo de los porqués
de las actividades que desarrollamos en el aula, que esté caracterizado por un desempeño
autónomo, que nos permita asumir nuestras responsabilidades. Es una profesionalidad que no se
define exclusivamente por los conocimientos técnicos sobre el cómo enseñar, sino que aúna
conceptos provenientes de diversos campos: conceptos filosóficos relevantes para la educación,
de la teoría del currículum, de la teoría pedagógica y de la psicología del aprendizaje humano, entre
otros.
En este sentido, la importancia de la teoría que se explicitará en los apartados posteriores radica
en los conocimientos que obtenemos a partir de la misma, la que nos brinda la posibilidad de
escoger estrategias de enseñanza adecuadas para lograr aprendizajes exitosos en nuestros
educandos.

APORTES TEÓRICOS DE LA PSICOLOGÍA: IMPORTANCIA DE SU ESTUDIO PARA EL


ACTUAR DE LOS MAESTROS ANTE LAS DIFICULTADES EN EL AULA
El término dificultades de aprendizaje constituye un concepto polisémico, que es pasible de ser
analizado de acuerdo a distintas perspectivas teóricas que ponen el acento en diferentes aspectos
del problema.
La perspectiva médica como la de la neuropsicología (Rebollo y Rodríguez, 2006) o la de la
psicopatología (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014), considera que las dificultades
específicas del aprendizaje son intrínsecas al sujeto que las presenta, asociadas a déficits
neurológicos o a otras causas biológicas.
Por su parte, la perspectiva psicopedagógica introduce el carácter interactivo de las dificultades de
aprendizaje. Una de las autoras más representativas de esta corriente es Alicia Fernández (1997),
que desde una perspectiva psicoanalítica plantea que el problema de aprendizaje que presenta un
sujeto hace síntoma, y surge, en la trama vincular de su grupo familiar, y que a veces es mantenido
por la institución educativa.
La perspectiva sociocultural, aunque no tuvo específicamente como objeto de estudio las
dificultades de aprendizaje, tiene un desarrollo teórico sobre el aprendizaje que brinda elementos
clave para su análisis. Vygotsky (1979) señala que el aprendizaje que el niño adquiere en la escuela
siempre tiene una historia previa, y plantea que para elaborar las dimensiones del aprendizaje
escolar se debe considerar el concepto de zona de desarrollo próximo.
En cuanto a la perspectiva de la educación inclusiva sobre las dificultades de aprendizaje, cabe
destacar entre sus principios el reconocimiento y la importancia de atender la diversidad del
alumnado que concurre en los centros educativos. Un concepto clave que introduce esta
perspectiva es el de barreras al aprendizaje y la participación (Booth y Ainscow, 2000). Este
concepto enfatiza una perspectiva social sobre la discapacidad y las dificultades del aprendizaje, y
refiere a las barreras como las dificultades que aparecen a través de la interacción entre los
estudiantes y sus contextos: la gente, las políticas, las instituciones, las culturas, y las
circunstancias sociales y económicas que afectan a sus vidas. Desde este enfoque, el rol docente
frente a las dificultades de aprendizaje resulta decisivo, ya que las acciones que realicen los
maestros para disminuir el impacto de esas barreras son claves para el proceso de aprendizaje. A
diferencia de la perspectiva médica, esta desplaza el centro de atención puesto en el alumno al
quehacer institucional y docente de los centros educativos, pues son los principales responsables
de brindar respuestas ajustadas a todos los estudiantes.
En consonancia con la educación inclusiva, el modelo curricular se adhiere a una concepción
educativa basada en los principios de heterogeneidad del alumnado y ofrece una respuesta
educativa diversificada que se ajusta a las características personales de cada uno de los alumnos
escolarizados en las aulas sin dejar de lado la propuesta grupal. Este modelo parte de la idea de
que todos los alumnos aprenden de forma diferente, por lo que los centros educativos deben
adaptarse a esas diferencias y ofrecer propuestas que puedan responder a las variadas
necesidades que presenten los alumnos. Desde esta perspectiva, son las instituciones educativas
las responsables de generar cambios en la organización y en las estrategias educativas para
garantizar el ejercicio de los principios de igualdad y equidad. BARCIA (2018).
En este contexto toman fuerza los aportes de Howard Gardner sobre las inteligencias múltiples.
Sostiene que, así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos
de inteligencias que se pueden adaptar reticularmente a su solución. Las inteligencias múltiples y
las funciones diferentes de un individuo están vinculadas a ciertas partes del cerebro. Hasta el
momento, existen ocho inteligencias que el Dr. Howard Gardner ha reconocido en todos los seres
humanos: la lingüística-verbal, la musical, la lógica-matemática, la espacial, la corporal-cinestésica,
la intrapersonal, la interpersonal, y la naturalista.
Este modelo de funcionamiento cognitivo implica que un mismo sujeto puede presentar niveles y
rendimientos diferentes en diferentes áreas y que una persona puede ser muy habilidosa en un
campo en concreto si este se potencia y entrena.
Gardner (1996) apuntó que la escuela tradicional está centrada en el desarrollo de conocimientos
agrupados en el área del lenguaje, el procesamiento fonológico y el razonamiento lógico-
matemático y se olvida que se puede instruir y procesar la información por distintos canales como:
el aprendizaje sensorial, musical, el aprendizaje por modelado, el basado en la interacción social,
el aprendizaje mediante vías estimulares sensitivas, el autoconocimiento, etc. Por lo tanto, aquellos
alumnos con dificultades en el área del lenguaje, de la lectoescritura o del razonamiento lógico-
numérico tendrían más dificultades de alcanzar aprendizajes globales mediante estas vías de
enseñanza tradicionales.
En la actualidad, esta perspectiva de procesamientos múltiples se aprecia como un modelo
pedagógico sostenible de innovación dentro de las nuevas corrientes de la psicología de la
educación.
Esta conceptualización pedagógica ayuda a los alumnos a reflexionar sobre sus procesos de
aprendizaje, a generar cambios y a perder el miedo a descubrir ambientes de aprendizaje nuevos,
lo cual, supone un gran impulso en la aproximación pedagógica escolar de los alumnos.
Pensar en la escuela actual requiere hacer alusión al Marco Curricular Nacional el cual se ubica en
la concepción de las competencias, entendiéndolas como una forma de actuar frente a situaciones
complejas, integrando una variedad de recursos en una relación profunda entre el saber, el hacer
y enfatizando la apropiación del sujeto mediante la reflexión.
De acuerdo con el “Documento técnico-conceptual sobre Competencias” del Prof. Hugo Labate
(2021), una cuestión que interesa a los tomadores de decisiones en educación cuando tratan de
decodificar las demandas de la sociedad, es cómo hacer que la escolaridad sea capaz de generar
ya no un “individuo culto” sino un “sujeto competente”. Ser individuo no es lo mismo que ser sujeto;
ser sujeto implica adueñarse de la historia que uno construye y ejercer su capacidad de acción
entre otros actores. Ser competente tampoco es lo mismo que ser culto; se puede tener a
disposición un amplio abanico de conocimientos en memoria, pero si estos no se movilizan en
situaciones en que son requeridos, no hay competencia.
En este marco cobra relevancia el Diseño Universal para el Aprendizaje, un enfoque didáctico que
puede considerarse como “un enfoque basado en la investigación para el diseño del currículo -es
decir, objetivos educativos, métodos, materiales y evaluación- que permite a todas las personas
desarrollar conocimientos, habilidades y motivación e implicación con el aprendizaje”. “La
educación para todos no solo significa que todos los estudiantes estén en el sistema educativo y
en las aulas, sino que todos aprendan y lleguen al máximo de su desarrollo. Para que la educación
sea para todos, y no más para unos que para otros, tiene que tener en cuenta las diferencias y
buscar modelos, metodologías y respuestas didácticas que permitan y lograr los objetivos
educativos a todos los alumnos.” Carmen Alba Pastor (2012).
Para llevar a cabo el DUA entran en juego otros aportes de la psicología que ya han sido tenidos
en cuenta por el documento “Progresiones de Aprendizaje”. El mismo sostiene que la progresión
del desarrollo de las competencias se da a través de la construcción del vínculo pedagógico. El
documento destaca la relevancia de la figura del docente como mediador, guía y facilitador de
experiencias y oportunidades de aprendizaje, así como generador de un lugar de encuentro entre
él y sus estudiantes que motive el aprendizaje genuino y significativo. En la construcción de este
vínculo, el docente pone en juego estrategias con las que conectar con los esquemas de
conocimiento del estudiante para “movilizarlos y activarlos”, de modo que pueda darse su
“reestructuración” (Coll, 1990). En este contexto, las concepciones que se siguen sobre la
incidencia del rol del educador hacen foco en la idea de formato. En los planteos que realiza Jesús
Palacios (2018) en el desarrollo sobre la psicología cognitiva de Bruner, el formato que construye
el docente es fundamental para el aprendizaje significativo. El docente será el mediador que
construya el formato que dará la condición para el desarrollo y el aprendizaje.
El formato determina el entorno en el que se encuadra el proceso de aprender. Este encuadre debe
hacerse de forma gradual, sistemática y recurrente. El que guía, el docente mediador, construye
entonces el formato y el entorno y, desde esa construcción, también un vínculo pedagógico, que es
lo que facilita el pasaje del estudiante del no saber sobre algún tema al saber acerca de ese tema,
de forma progresiva. Este proceso pasa por dos etapas: la primera, en la que el que aprende, se
apoya en un sostén externo, y la segunda, en la que lo hace desde la propia potencialidad. Este
tránsito que va de lo externo a lo interno es uno de los conceptos fuertes que Bruner toma de
Vygotsky. En la teoría sociocultural de Vygotsky se da gran relevancia al entorno, por tanto, el
desarrollo cognoscitivo del niño es el resultado de un proceso colaborativo con su contexto social
y cultural. Según el autor, ese proceso se da primero a escala social, entre las personas
(interpsicológico), y posteriormente a escala individual, en el niño (intrapsicológico) (Vygotsky,
1978). A partir de estas primeras ideas en torno a la categoría de formato y “mediación docente”,
Bruner construye una segunda idea que interesa con respecto al rol del docente en la actualidad
que es la de andamiaje, que acompaña a su vez al concepto de zona de desarrollo próximo
vygotskyana. La idea de andamiaje plantea que el docente, mediador, que guía el proceso de
desarrollo cognitivo para el desarrollo de competencias, asume en el comienzo del proceso la
realización de las actividades más complejas dejando las simples al que aprende, hasta el momento
en el que este sea más competente. En el momento en el que esto ocurre, el guía retira parte de
su apoyo dejando al que aprende en la ejecución de un fragmento de la tarea que él antes realizaba.
Así se va aumentando gradualmente las exigencias hasta retirar el máximo posible de apoyos.
Desde esta idea de andamiaje se concibe la de zona de desarrollo próximo. El concepto que
desarrolla de forma completa Bruner es la concepción del aprendizaje socialmente mediado,
asistido, guiado, en el que el papel de la educación y el rol de andamiaje son esenciales. Para
Bruner, como también lo era para Vygotsky, el desarrollo en un proceso educativo es crucial. La
intervención del educador no es un factor más, ni es un elemento que incida en acelerar o
enlentecer la adquisición del aprendizaje. El educador es el factor determinante. (Palacios, 2018).
El docente se concibe como aquel que se responsabiliza por “empujar hacia arriba” los procesos y
los logros de los que aprenden, es decir, hacia la zona de desarrollo próximo.
En cuanto a la teoría de Piaget resalta la importancia del desarrollo de habilidades metacognitivas,
que son habilidades relacionadas con la autorreflexión y la autorregulación del pensamiento. Los
problemas de aprendizaje pueden surgir cuando los estudiantes no han desarrollado estas
habilidades metacognitivas y tienen dificultades para planificar, monitorear y evaluar su propio
aprendizaje. Dado que dichas habilidades son fundamentales para el aprendizaje efectivo, los
educadores pueden incorporar actividades que promuevan la autorreflexión y la autorregulación en
el aula. Esto puede incluir el establecimiento de metas de aprendizaje, la revisión y evaluación del
progreso y el fomento de la autorreflexión sobre las estrategias de aprendizaje utilizadas.
REFLEXIONES PERSONALES
La teoría explicitada en los apartados anteriores da cuenta de lo necesario que se hace integrar los
aportes provenientes de la psicología en el accionar del docente en el aula, y reflexionar sobre la
importancia e influencia de la misma en las prácticas educativas, para, de este modo, orientar la
propuesta de objetivos, contenidos y actividades para la enseñanza de los distintos espacios
curriculares.
En síntesis, el deber que tenemos como docentes es regirnos por una intencionalidad pedagógica,
que se ponga de manifiesto en actividades pensadas para lograr conflictos cognitivos en nuestros
alumnos, que den lugar a la necesidad de apropiarse de nuevos conocimientos para interpretar la
realidad que se les presenta (Piaget). Aprendizajes que se buscan sean significativos, de carácter
funcional, que puedan relacionarse entre sí y vincularse con lo que ya saben (Ausubel). Para que
esto ocurra debemos intervenir propiciando la enseñanza, realizando un andamiaje acorde a las
necesidades de los educandos (Bruner). Actividades pensadas para que puedan aprender a partir
de la interacción con sus compañeros, materiales didácticos, etc., mediadores del conocimiento en
la zona de desarrollo potencial (Vygotsky). Se deberá crear entonces, un clima de aceptación, de
estímulo permanente para lograr en el alumnado la motivación, el impulso que moviliza los
esquemas cognitivos posibilitando el aprendizaje significativo. Emplear una amplia gama de
estrategias en el aula que tengan en cuenta las diferentes inteligencias de los educandos (Gardner).
Todo lo anterior permitirá crear un clima de diálogo permanente en donde la capacidad de reflexión
de quienes compartimos el aula encuentre libertad para desarrollarse, dejándonos enriquecer junto
a los educandos de los nuevos aprendizajes.

BIBLIOGRAFÍA:
ANEP (2023) Los procesos cognitivos en el desarrollo de competencias.
BARCIA, A. (2018): Cómo actúan los maestros ante las dificultades de aprendizaaje: Reflexiones
desde la perspectiva de la educaicón inclusiva y teoría sociocultural.
PIAGET, J. (1964): Psicología del niño. Ed. Morata.
POZO, Juan Ignacio (1989): Teorías cognitivas del aprendizaje. Madrid: Morata.
VYGOTSKY, Lev (1988): El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. México: Grijalbo.

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