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1.

ASPECTOS GENERALES

1.1. DEFINICIÓN

Dentro del procedimiento contencioso tributario se encuentra la resolución de


controversias tributarias.

Empezaremos explicando del procedimiento contencioso tributario que es conjunto de


actos y diligencias tramitados por los deudores tributarios ante las Administraciones
Tributarias y/o Tribunal Fiscal, que tienen por objeto cuestionar una decisión de la
Administración Tributaria con contenido tributario y obtener la emisión de un acto
administrativo de parte de los órganos con competencia resolutoria que se pronuncie
sobre la controversia.

Por otra parte, la resolución de controversia tributaria implica una discrepancia o


diferencia que podría ser la etapa de reclamación y apelación, de posiciones entre la
administración tributaria y el contribuyente, sobre la determinación del tributo.

Los contribuyentes no conformes con el ejercicio de la facultad de determinación de la


obligación tributaria, ejercen su derecho a recurrir el acto administrativo, a través del
denominado recurso de reclamación. Para tales efectos la administración tributaria
dispone de la facultad de resolución de controversias tributarias en primera instancia
administrativa

1.2. PRINCIPIOS RECTORES

Se fundamenta en el derecho de defensa y el principio del debido procedimiento


administrativo.

Derecho de Defensa: Es un principio básico del derecho que garantiza a las personas
involucradas en un proceso legal el derecho a ser escuchadas y a presentar pruebas en
su favor. Implica que ninguna persona puede ser condenada o sancionada sin antes
haber tenido la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas en su defensa. En el
contexto administrativo, este derecho se aplica cuando una persona está siendo objeto de
una acción o decisión por parte de una autoridad administrativa.

Principio del Debido Procedimiento Administrativo: pueden ser invocadas por las
personas en los procedimientos administrativos, con la finalidad de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto de la Administración Pública que pueda
afectarlos. Implica que los procedimientos administrativos deben ser justos, imparciales,
transparentes y respetar los derechos de las personas afectadas. Esto incluye el derecho
a ser notificado adecuadamente, el derecho a acceder a la información relevante, el
derecho a ser escuchado y el derecho a impugnar decisiones administrativas ante
instancias superiores o tribunales.

1.3. DERECHOS DE LOS CONTRIBUYENTES

En el procedimiento contencioso tributario, usted tiene derecho a:

1. Interponer los medios impugnatorios establecidos en Código Tributario como el


reclamo y la apelación.

2. Subsanar las omisiones que pudieran existir cuando los recursos no cumplan con los
requisitos para su admisión a trámite, dentro del plazo otorgado para tal efecto.

3. Ofrecer pruebas y actuar las mismas en un plazo de (30) días hábiles, contados a
partir de la fecha en que se interpone el recurso de reclamación o apelación.

4. Desistirse de sus recursos en cualquier etapa del procedimiento. Es potestativo para la


SUNAT aceptar o desestimar la solicitud de desistimiento.

5. Que las resoluciones expresen los fundamentos de hecho y de derecho que les sirven
de base, y se pronuncien sobre todas las cuestiones planteadas.

6. Tener acceso a los expedientes en los que son parte, con excepción de aquella
información de terceros que se encuentra comprendida en la reserva tributaria.

7. Interponer recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal dentro del plazo de veinte (20)
días hábiles siguientes a la notificación de los actos de la administración, cuando la
impugnación sea de puro derecho, no siendo necesario interponer reclamación ante
instancias previas.

1.4. DIFERENCIA DE LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS TRIBUTARIOS A NIVEL

JUDICIAL Y ADMINISTRATIVO

Procedimiento Administrativo:

En el ámbito administrativo, se rige por reglas especiales que establecen plazos, medios
probatorios y actuaciones específicas para resolver disputas fiscales.
La autoridad encargada de resolver estas controversias es la SUNAT (Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria) y el Tribunal Fiscal. Estas entidades
tienden a realizar un análisis más estricto de la normativa tributaria, centrado en una
interpretación literal de la ley.

Las decisiones tomadas por estos órganos se basan principalmente en una aplicación
rigurosa de la ley, con menos énfasis en consideraciones de equidad o razonabilidad

Procedimiento Judicial:

En la etapa judicial, se rige por normas que regulan el procedimiento contencioso


administrativo, así como por el Código Procesal Civil y la jurisprudencia relevante en la
materia.

Los tribunales judiciales tienen una perspectiva más amplia al resolver controversias
tributarias. No se limitan estrictamente a una interpretación literal de la ley, sino que
también consideran principios de razonabilidad y equidad.

Los jueces adoptan un enfoque más flexible en cuanto a la interpretación de la normativa


tributaria, lo que permite una mayor consideración de las circunstancias específicas de
cada caso y una aplicación más dinámica de las pruebas presentadas por las partes.

2. INICIO DE CONTROVERSIA

2.1. PRESUPUESTOS PARA EL INICIO DEL PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO

El procedimiento tributario suele comenzar con la notificación de un acto administrativo


por parte de la Administración Tributaria, como una resolución de determinación, una
orden de pago, una resolución de multa u otro tipo de comunicación oficial que establezca
una obligación fiscal.

El contribuyente tiene un plazo específico para impugnar el acto administrativo notificado


por la Administración Tributaria. Este plazo suele ser de quince (15) días hábiles contados
a partir del día siguiente de la notificación del acto administrativo

Antes de acudir al Poder Judicial, es necesario agotar la vía administrativa presentando


los recursos administrativos correspondientes, como el recurso de reclamación ante la
Administración Tributaria. El recurso de reclamación debe ser presentado dentro del plazo
de quince (15) días hábiles desde la notificación del acto impugnado.
El contribuyente debe tener un interés legítimo para impugnar el acto administrativo, lo
que significa que debe haber un motivo válido y justificado para cuestionar la legalidad o
corrección del acto emitido por la Administración Tributaria

Una vez agotada la vía administrativa y dentro del plazo establecido por la ley, puedes
iniciar el procedimiento contencioso tributario presentando una demanda ante los
tribunales competentes. En esta demanda, debes exponer tus argumentos, fundamentos
legales y pruebas que respalden tu posición en contra del acto administrativo impugnado.

2.2. TIPOS DE CONTROVERSIA

2.2.1. DE HECHO

Se discute en base a pruebas o a la acreditación de distintos tipos de situaciones fácticas,


por ejemplo, cuando se cuestiona al contribuyente un gasto y se le solicita que acredite
con medios probatorios dicho desembolso.

Estas disputas suelen surgir cuando la Administración Tributaria cuestiona la veracidad de


la información presentada por el contribuyente en su declaración de impuestos,
particularmente en lo que respecta a la deducción de gastos.

2.2.2. DE PURO DERECHO

Aquí las partes discuten sobre la interpretación y la aplicación de normas legales o


disposiciones tributarias específicas. Por lo general, no hay disputa sobre los hechos en
sí, sino sobre la manera en que se deben aplicar las normas fiscales a esos hechos. Esto
puede incluir debates sobre la interpretación de la legislación tributaria, la jurisprudencia
relevante y la doctrina fiscal.

2.2.3. SOBRE LA APLICACIÓN DE NORMAS ANTIELUSIVAS


Sobre normas antielusivas surgen cuando la Administración Tributaria cuestiona la
validez o la legitimidad de ciertos negocios jurídicos realizados por los contribuyentes,
argumentando que dichos negocios tienen como objetivo principal eludir impuestos de
manera artificiosos o impropios, es decir, no tienen un propósito comercial genuino más
allá de la elusión fiscal. Por otro lado, los contribuyentes pueden argumentar que dichos
negocios son usuales o propios al giro de su negocio y que tienen una justificación
comercial legítima. Pueden presentar evidencia documental, análisis de mercado y otros
argumentos para respaldar su posición.
La controversia sobre normas antielusivas se resuelve mediante un análisis detallado de
los hechos y circunstancias específicos de cada caso, así como de los argumentos
legales y comerciales presentados por ambas partes. La resolución final puede implicar la
aceptación o el rechazo de los negocios jurídicos en cuestión, así como la imposición de
ajustes fiscales o sanciones en caso de que se determine que hubo elusión fiscal.

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