PERSONA
PERSONA
PERSONA
LA PERSONA HUMANA
INTRODUCCIÓN
En el mundo actual se han ido desdibujando tantas realidades, a las que ojalá volvamos, pero
repensándolas desde nuestra situación presente. Entre muchas otras, la noción de persona. (como el
ser ha caído en el olvido). Es lo desafiante de nuestra época,
Me parece necesario entonces intentar comenzar por ir aclarando en la medida de nuestras
posibilidades, qué es lo que significa ser persona. Es un término que utilizamos tan frecuentemente y,
sin embargo, no lo entendemos en toda su profundidad. Lo que sucede es que, a veces, lo tenido por
más cercano, es lo más costoso de percibir o entender. ¿Qué más cercano que nuestra propia realidad
personal? Justamente, en cuanto estamos tan involucrados en ello. Pensemos en las preguntas de
Sócrates acerca del oficio más conocido.
Adentrarnos en su sentido es un camino que nos mostrará quiénes somos, no sólo en cuanto a lo que
nos constituye como especie humana, o nuestra naturaleza o esencia, sino aquello en lo que somos
inconfundiblemente cada uno, con nuestro propio nombre y apellido, en nuestra radical originalidad,
en esa profundidad y riqueza de ser que constituye éste, nuestro ser individual. Estamos hablando de
nuestro “ser persona”, esa realidad única de la cual brota una posibilidad de ir realizando lo que cada
uno de nosotros somos en nuestro ser más propio, es decir, el poder haciéndonos cargo de llegar a ser
aquello que constituye nuestra identidad particular, nuestro sí mismo. No es un tema fácil. Ha tenido
muchas interpretaciones a través de la historia. Por otro lado, es una noción muy importante cuya
comprensión tiene muchas repercusiones para la vida de cada uno de nosotros.
Los invito a intentar entender el sentido de la persona humana desde nuestra experiencia, desde
aquello que sentimos que somos cada cual, es decir, desde la persona que somos. Recordemos que los
sentimientos son modos de conocer. Ellos constituyen, tal como la inteligencia, la posibilidad de
abrirnos a la realidad, de aprehenderla. Aquí sigo al filósofo español Xavier Zubiri: “La inteligencia no
funciona separada de su sentir. No es que el hombre sienta primero, y luego intelija, dice Zubiri, sino
que el sentir y el inteligir forman una unidad estructural: la inteligencia sentiente. El hombre siente
intelectivamente la realidad o, lo que es igual, intelige sintiendo las cosas. El hombre no se relaciona
con la realidad solamente con la inteligencia, sino también por los estados de ánimo y los sentimientos.
En ellos, el hombre se pone a tono con la realidad u “queda afectivamente atemperado por la realidad
misma”.
Debemos tener presente, igualmente, que podemos conocer el ser de algo porque ya, de alguna
manera, se nos muestra implícitamente, antes de toda teorización. La tarea de la filosofía es explicitar
ese conocimiento y analizarlo; reflexionar y pensar de aquello que ya sabemos vagamente para
clarificarlo.
Mostraremos cómo el concepto de persona se fue gestando históricamente logrando iluminar el
significado de persona. La historia de la filosofía es un recorrido en el cual, lo des- cubierto por un
pensador, deja abierto el camino para otros pensadores quienes, recogiendo lo anterior, lo van
completando con una visión que no sería posible sin la anterior.
I.-SIGNIFICADO ORIGINAL DE LA PALABRA : persona (latín) – prosopon (griego) = máscara que usaba le
personaje en una obra de teatro. Personare, lat.= resonar desde la máscara del teatro. Otros derivan la
palabra de per se unum (lo uno de por sí).De raíz etrusca phersu.
II CONCEPCIÓN HISTÓRICA.
La Biblia no conoce el concepto de persona, pero está la idea. La dignidad de la persona como imagen y
semejanza de Dios.
En el Antiguo Testamento se dice en el libro de Samuel: “Dios no ve como los hombres que ven las
apariencias”. Y en San Pablo: “Dios no hace acepción de ´personas”.
- El pensamiento griego no conoció el término persona. Lo impidió el primado que para ellos tuvo la
idea de naturaleza y la preocupación por lo inmutable intemporal.
-Noción jurídica, sentido latino-legal: en Roma, ligado al nombre que se recibe después del nacimiento,
en virtud del cual queda el hombre reconocido para ejercer ciertas funciones sociales “queda
constituido como actor. dentro de un escenario”. Reconocimiento por parte de la sociedad para
ejercer ciertas facultades conferidas por el sistema social y jurídico. Reconocimiento de la sociedad a
una persona como un sujeto de derechos y deberes.
“Persona” para Justiniano era lo contrario a las cosas y a los esclavos. Sólo los libres eran personas.
Fue debido a los debates sobre la Santísima Trinidad – un Dios y tres personas. Se señala que en el
dogma cristiano se trata de tres personas y una naturaleza divina, pero ¿qué pasa con la segunda
persona, el Hijo (Cristo) que se hizo hombre? En Cristo las dos naturalezas (ver concepto de
“naturaleza”): la humana y la divina están unidas en una persona; él asume la naturaleza humana que
junto a la divina constituyen lo que se llama unión hipostática.
Ej. Partiendo de la doctrina cristiana sobre Dios – uno y trino - se constató que lo que constituye a las
personas divinas es ser “relaciones subsistentes” (no accidentales), es decir, las personas divinas son
relaciones en sí mismas y no relaciones accidentales. Las personas divinas consisten en ser relación,
realidad suprema de las tres personas. Esta relación, además, comunica sin perder lo comunicado, Dios
es pura donación, amor.
La Trinidad es diálogo intradivino, “generador” de las tres personas (Padre, Hijo, Espíritu Santo) y que
se despliega en la creación que culmina en el hombre que es capaz de autodonación, como imagen y
semejanza de Dios.
Boecio: Sobre la persona y las dos naturalezas, contra Eutiques y Nestorio. En Los filósofos medievales,
edit. por Clemente Fernandez. BAC: Madrid 1979
Constituye el primer intento de acuñar una definición precisa de la persona humana.. “Sustancia
individual de naturaleza racional”.
Definición de persona: Persona es la sustancia individual de la naturaleza racional.” (cap. III: Diferencia
entre naturaleza y
Comentario a Boecio.
1.-acentúa la racionalidad, aun cuando podríamos considerarla como relación de intencionalidad, es
decir, como apertura.
2.- está ausente la dimensión corporal esencial de la persona.
Importante destacar:
Que caracterice el carácter individual de la persona.
Naturaleza: como principio de operación de un ente . La persona es de donde cada uno de nosotros se
hace, opera y esa naturaleza, se mueve en dirección a ser lo que se es. “el operar sigue al ser”.y esa
naturaleza, dice Boecio, es racional.
Persona es aquella realidad que existe en sí y no en otra; lo que existe en sí y por sí “Persona” es lo más
perfecto de la naturaleza, el ser subsistente por sí mismo (que existe por sí mismo y no en otro). El ser
subsistente de naturaleza racional. de naturaleza racional “. Tomás mantiene como Aristóteles, el
principio de individuación en la materia (Estructura hile mórfica de la persona, es decir, materia y
forma).
Se excluye de la definición la relación que se contiene en la significación de las personas divinas.
“Persona significa lo más perfecto que hay en toda la naturaleza, o sea el ser subsistente en la
naturaleza racional. Si, pues, todo lo que significa perfección debe atribuirse a Dios, porque su esencia
contiene en sí todas las perfecciones, es conveniente que el nombre de ‘persona’ se aplique a Dios. Sin
embargo, no le conviene del mismo modo que a las criaturas, sino del modo más excelente, a la
manera como le convienen los otros nombres que fueron impuestos a las criaturas y se atribuyen a
Dios, como hemos visto al tratar de los nombres divinos.” (art. 3: Si podemos emplear el nombre de
‘persona’ aplicado a Dios. Respuesta) “[...] una cosa es averiguar el significado del término ‘persona’ en
general, y otra el de ‘persona divina’.
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Ahora bien, persona en general significa, como hemos dicho, sustancia individual de naturaleza
racional, e individuo lo que es indistinto en sí mismo, pero distinto de lo demás. Por consiguiente,
persona, cualquiera que sea su naturaleza, significa lo que es distinto en aquella naturaleza, y así, en la
naturaleza humana significa esta carne, estos huesos, esta alma, que son los principios que individual
al hombre y que, si ciertamente no entran en el significado de la persona en general, están contenidos
en el de la persona humana. Pero en Dios no puede haber más distinción que la que proviene de las
relaciones de origen, como antes hemos dicho. Además, la relación en Dios no es como un accidente
adherido a un sujeto, sino que es la misma esencia divina, por lo cual es subsistente, ya que la esencia
divina subsiste. [...] por consiguiente, la persona divina significa la relación ‘en cuanto subsistente’.”
(art. 4. Si este término ‘persona’ significa la relación. Respuesta)
Lo que S. Tomás aclara es que la estructura hilemórfica en el hombre indica la unión sustancial
de un cuerpo unido sustancialmente a un alma espiritual. (Ver APÉNDICE: NOCIÓN DE ESPÍRITU)
La forma una vez individualizada por la materia constituye a la persona concreta. Tomás
mantiene, como Aristóteles, el principio de individuación en la materia. Las diferencias, entonces,
sucederán “en el proceso de identidad personal”, es decir, esta estructura hilemórfica (materia y
forma) constituida de cuerpo y alma espiritual - unidos sustancialmente. La persona se va
distinguiendo a través de un proceso de individuación, en que libremente va construyendo una
identidad y formando un carácter o sello que lo distingue de las demás personas. Edith Stein siguiendo
en mucho a S. Tomás, pero difiriendo en algunos puntos, sostiene que la forma en cada persona es
una esencia individual, separándose del Aquinate en el fundamento aristotélico-tomista de la
individualidad.
¿QUÉ ES SUSTANCIA?
que justamente por tener un haber propio, puede la sustancia, ser un sujeto del que se prediquen los
accidentes”.
LOS SERES VIVOS En los seres vivos Aristóteles indica que la forma es un principio vital que anima a la
materia y que llama “alma” (anima, lat.). Las plantas poseen un alma vegetativa con sus determinadas
características; el animal, un alma sensitiva y el hombre, un alma intelectiva.
A diferencia de una realidad inerte el ser vivo posee un cierto dinamismo en virtud del cual se
mantiene, se desarrolla, cambia, pero sin dejar de ser el mismo. La planta, por ejemplo, se diferencia
de la máquina, en que es por ella misma (la planta) que ejecuta las operaciones básicas que la van
haciendo desarrollarse (nutrición, crecimiento, etc.) Podemos afirmar que lo propio de la vida es ese
despliegue, ese hacerse, por el cual la misma realidad se mantiene siendo “la misma”, pero no siendo
jamás “lo mismo”. Julián Marías señala al respecto: “el ser vivo es el mismo, (como sustrato) pero no
lo mismo (se va haciendo)”.
LA INDIVIDUALIDAD
Aristóteles:.
Hay un incremento de individualidad en la gradación de los seres vivos. La individualidad no se realiza
de la misma manera en una colonia de coral que en un mamífero. El grado de individuación depende
de una menor sujeción a la especie. Una copa, es sustituible por otra similar y una medusa igual. No
ocurre lo mismo con los animales superiores, por ej. Un perro.
Por último, el ser humano no se subordina – [totalmente] – a la especie pues tiene un destino propio y
resulta absolutamente irreemplazable. El hombre se va haciendo a sí mismo de acuerdo con una cierta
figura de ser y eso lo hace ser una realidad única.
El valor pues de la individualidad es creciente en la escala zoológica.
tanto, la tarea será encontrarlo, ya que si todo conocimiento, tanto el de la sensibilidad, como las operaciones
más simples de la razón se pueden equivocar, las costumbres son tan distintas entre un país y otro, etc.
La duda metódica pone todo en cuestión y se ha de buscar un primer principio indubitable que permita
construir una filosofía al modo de las matemáticas. Desde ese principio “Pienso, luego existo” se deducirá,
como se ha dicho, la existencia de Dios y del mundo. Este principio es primero porque es intuitivo, no es un
razonamiento. En el mismo hecho de dudar, pensar, sentir, etc. me doy cuenta inmediatamente que EXISTO. Y
éste es, por lo tanto, el primer principio de la filosofía.
La filosofía al modo de la matemática tendrá que constituirse en un conocimiento cierto, cuyos
contenidos no merezcan la menor duda.
Desde el” pienso, luego existo” se deduce la idea de Dios porque 1. Si dudo mi conocimiento no es
perfecto, es decir, tengo la idea de perfecto. ¿De dónde saqué la idea de perfecto? De mí no puede ser porque
soy imperfecto. Esta idea tiene que provenir del ser perfecto. 2° Si tengo la idea de perfecto esta idea
involucrara tener todas las cualidades, de la cual existir es una cualidad. Por lo tanto lo perfecto tiene que
existir. Salto de lo lógico a lo ontológico.
Desde allí tendrá que entrar a comprobar racionalmente la existencia de mundo.
LECTURA. Discurso del método Parte cuarta.
“Con esta reducción del yo a la conciencia se inicia el proceso de pérdida de la persona , que en Hume
conducirá a ver en la conciencia humana un simple “haz de percepciones” (ibic, p. 162), lo que, por otro lado,
permite reconciliarse con el aporte de las definiciones escolásticas.
Lo mismo pasa con la noción de sustancia. No hay nada en la experiencia que nos muestre algo así
como algo que subyace a las cualidades. Afirma Hume en su obra A treatise of human nature: “La idea de
sustancia no es más que una colección de ideas simples que están unidas por la imaginación y que poseen un
nombre particular asignado a ellas por el cual somos capaces de recordar para nosotros o para los otros, este
conjunto”.
“La idea de alma merece una crítica similar a la de sustancia. De mí mismo no puedo observar sino mis
diversas percepciones particulares, pero no lo que sería yo mismo, mi yo sustancial, independientemente de
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aquellas manifestaciones. Mi yo o alma, conforme a la teoría sustancialista, debiera ser algo diferente de mis
estados particulares, pero ocurre que no tengo impresión ni percepción ninguna de mí mismo fuera de estos
estados particulares y por tanto no sé en absoluto si hay tal alma o no” (Carpio. P. 195)
Lo que llamamos “alma” o “yo” no es más que “un haz o conjunto (bundle or collection) de
diferentes percepciones que se suceden las unas a las otras con rapidez inconcebible y que se hallan
en flujo y movimiento perpetuo” (Hume, Treatise I
LA PERSONA EN SÍ MISMA
“Cuando unos nudillos llaman a la puerta, preguntamos alguien golpea a la puerta y yo pregunto
¿quién es? La respuesta adecuada es “yo”, acompañada de una voz., que si la voz es desconocida
puede ser cualquiera, como si dijera “un yo”. Eso, yo ya lo sabía al preguntar “¿quién” ....no me saca de
mis dudas: lo que yo pido al preguntar es su concreta circunstalización en un ‘yo’, insustituible,
inequívoco, irreemplazable......nombre propio, personal” (J. Marías, Antropología metafísica, p.42).
La persona se refiere en términos generales a lo que me conforma como ser único, al que constituye,
no la especie a la que pertenezco, sino mi carácter propio, singular, ese centro desde el cual me digo
“yo mismo”, mi mismidad, la suidad (el carácter de “suyo”), aquello me que hace sentir distinta a otra
persona. Ese centro desde el cual pienso, actúo, siento, valoro y trasciende mis límites psicofísicos. Me
abre a mí mismo, a los demás, al mundo, a la verdad, al amor, a Dios. Ese centro desde el cual por mi
naturaleza humana me voy construyendo, trasciendo mi propio ego, y me abro a insospechadas
posibilidades. Pensemos sólo en la capacidad de entender las posibilidades de comunicarnos con los
otros, conmigo mismo (abrirme a lo que me pasa, a mi interioridad profunda).
Es frente al otro que yo me descubro distinto. Es en el encuentro con el otro, con el tú irreductible a
mí ni a cualquier cosa, donde cada cual puede estar en disposición de comprender el significado
genuino del yo, el significado de ser persona.
La persona, como otro, es la experiencia absoluta presente inmediatamente como otro ser,
radicalmente trascendente a mi propio ser ( “cuando digo yo o tú pienso en un cuerpo....pero
pensamos que es un cuerpo de alguien. Ese alguien corporal es lo que por lo pronto entendemos por
persona” (J. Marias, op.cit.))
.
¿Qué queremos decir en el fondo con “autoposesión”? Es el carácter que mejor indica lo que es ser
persona. Subraya un ser singular, insustituible, único” que tiene conciencia de ser alguien que se
construye a sí mismo, que es dueño de su propia vida, que puede decidir qué hacer con ella, que puede
hablar de sí como yo, como mí.
El hombre se vive y se experimenta sí mismo como real. Es tan hondo esto que el hombre
normal puede no repararlo. Aprehende su realidad desde la realidad más allá de sí misma, desde la
realidad trascendente, desde la realidad que va más allá de cualquier realidad, incluso la suya propia.
Este aprehenderse a sí mismo como realidad hace que el hombre se posea en su propia realidad. Esta
suidad es lo que constituye el carácter personal, único del ser humano.
En el animal, su sentir lo mueve en una cierta dirección. Pero el hombre realiza su propia realidad.
Cada uno de sus actos es una ratificación o una traición a su realidad porque él es la realidad que es
(unas ciertas estructuras orgánicas y psico espirituales), pero junto a ésta y desde ésta es lo que va
construyendo con su vida. La persona se sustrae a toda conceptualización. Nunca podré aferrar
totalmente la alteridad del otro, ya que siempre la persona es un hacerse, una “radical novedad”.
Píndaro: “sé lo que eres”. No vayas en contra tu realidad.
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Esta autoposesión radical es lo que hace posible que el hombre hable de sí mismo como me, mí, yo.
La persona es “suya”, “de sí misma” y es por esto que puede experimentarse a sí misma como suelta
de todo. En cuanto me autoposeo, puedo soltarme de todo. En cuanto me apodero de mi propia
realidad, soy dueño de mí mismo---no entregado a lo que venga----no absorbido por los otros ni por las
cosas; además, puedo darme a otros.
A la vez, puede separarse, desligarse de dependencias. Solvere = soltar. Ab-soluta es la persona. Puede
ser libre. Depender es distinto a necesitar. Se construye la vida con los demás, que los necesitamos
para realizar nuestra existencia, pero no estamos entregados a una vida suministrada sólo desde
fuera (interdependencia =se reconoce necesidad y autonomía).
Que la persona se autoposea significa que puede enfrentarse con todo lo demás libremente, e.d.,
desde sí mismo. Y para ello necesitamos estar en contacto con nosotros mismos, saber quién soy.
Difícil tarea porque no conocemos lo que verdaderamente somos. Gran parte de lo que somos es
inconsciente, oculto para nosotros. Fue el gran descubrimiento de Sigmund Freud, el creador del
psicoanálisis. El autoconocimiento implica abrirse a las dimensiones inconscientes de nuestro ser y
éstas se manifiestan muchas veces a través de los sueños, los actos fallidos, los síntomas neuróticos y
la proyección (Revisar el significado de cada una de éstas. Se verán también en la clase). Debemos
contar, además, con el hecho que tendemos a forjarnos una imagen idealizada o desvalorizada de
nosotros mismos, la cual se requiere desentrañar, probablemente con ayuda, para des-cubrir el ser
verdadero (Recomiendo: Karen Horney, Neurosis y madurez).
La personalidad es esa realidad que forjada a lo largo de la vida va haciendo de sí de acuerdo a la
figura que se quiere ser.
I.-Unicidad
La idea de persona está ligada primeramente a la idea de unicidad de todo ser humano.
El hombre rompe todas las categorías que corresponden a los seres de la naturaleza. Estos son
individuos que encuentran su inteligibilidad en las características generales de la especie.
Todo hombre es también individuo de una especie, distinguiéndose de los demás miembros por sus
caracteres individuales (peso, color, forma, etc.) como los animales. El hombre no se explica sólo con
las características de su especie porque su individualidad es mucho más que la de ser miembro de una
especie. El hecho mismo de poder construir libremente su vida, de la posibilidad de hacerse a sí mismo
(su mismidad) lo hace distinto en un grado distinto al del animal que se puede distinguir en mucho
menor grado de los individuos de su especie.
El animal se adapta al medio, el hombre lo transforma y no sólo eso: el hombre “se hace desde dentro
de la vida” hasta su muerte. Y, por no tratarse de una cosa definida por una naturaleza fija, sino por
una libertad que abre posibilidades de ser, puede modificarse y hasta invertir su vida: “cabe una
torsión que desde la persona que se es, transforme la vida y la ponga a una luz nueva, aunque sea en el
momento final”. (J. Marías, Persona, p.29)
Es en el encuentro con el otro, que voy sabiendo ése que soy. “Me miro en las pupilas del otro”, me
des-cubro único. Encontrarme con otro es siempre des-cubrirse frente a un “otro”, distinto a mí. Esa
unicidad se manifiesta de un modo trágico en la muerte de la persona amada.
Esta unicidad de la persona se realiza en diferentes grados: podemos disolvernos en lo social,
subordinarnos al otro, perdernos en una red de relaciones impersonales en que no hay auténtico
encuentro, nos comunicamos en la pura superficie, dispersos entre las personas y las cosas, etc.
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II.- Interioridad
Referirse a San Agustín (“Tarde he llegado a amarte…te buscaba fuera y estabas dentro” (Ver
Confesiones, Libro 7,10, 18 ).
La unicidad de la persona es vivida como un “dentro” que es propio y con el cual podemos
conectarnos, que puede ir creciendo en profundidad con el tiempo. Pero también se puede vivir
desconectados de este centro. Vivir para afuera. Para lo “social”, no oyendo lo que desde lo hondo
vivenciamos. En este sentido de interioridad apuntan las definiciones que destaca Gevaert en su libro
Antropología filosófica, El problema del hombre, págs.64-67)
“La persona es el centro de la propia individualidad, del que parten todas las iniciativas y al que se
refieren todas las experiencias” (Guzzo, Eenciclopedia filosófica).
St. Strasser Realidad egológica de la que procede toda unidad concreta de un yo…acciones, pasiones ,
cualidades, estados …sujeto de conciencia que tenemos nosotros mismos y que está presente en todos
nuestros actos”.
Scheler- (como se vio anteriormente): “Unidad de ser concreta y esencial de los actos de esencia más
diversa .... El ser de la persona funda todos los actos esencialmente diversos. Es también la unidad de
los actos intencionales o de los actos espirituales”
Se trascienden los límites de la individualidad psicofísica. No es como la cosa. La persona va más
allá de sí misma. El individuo es personal al reconocer una verdad objetiva, obedecer una ley moral,
amar a otra persona, a Dios.
Lalande: Ser singular consciente de sí mismo, con la posibilidad de distinguir lo verdadero de lo falso, el
bien y el mal, con la posibilidad de obrar según ciertos motivos cuya validez se puede justificar frente a
los demás. Larga tradición que indica a la persona, como al hombre, en cuanto es capaz de pensar y de
obrar conscientemente, de decidir en forma autónoma .la persona y el yo que es responsable de sus
propias acciones y al mismo tempo de participar en comunión con la interioridad de los otros. (con la
limitación de nuestra naturaleza).
La intimidad es el grado máximo de inmanencia (inmanente es la acción que queda dentro de sí misma,
a diferencia de trascendente). Indica un dentro que sólo conoce uno mismo. No sólo indica que lo que
queda guardado dentro de uno, sino que es un dentro personalísimo del cual brotan realidades
inéditas, que no estaban antes, cosas que nos ocurren, planes que tenemos, invenciones, etc. La
intimidad tiene capacidad creativa. Los artistas “viven” su intimidad. Está como algo vivo que brota
desde el mundo interior .lo íntimo es lo más personal. Es el mundo interior, el santuario de la persona..
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La intimidad es tan central que hay un sentimiento natural que la protege: el pudor o
vergüenza, que se encarga de ocultar eso íntimo al extraño. Respeto al derecho a la intimidad porque
es algo que no me pertenece: puede, sin embargo, no ser respetada. También se refiere a los espacios
íntimos, físicos, ropa, habitación casa, etc. Vivimos en un mundo en que desgraciadamente la intimidad
es muchas veces violada o expuesta superficialmente. El periodista que fuerza una respuesta, la
farándula, el no cumplir la promesa de lo que se nos confía en intimidad, etc.
III.-Comunión interpersonal:
La persona es esencialmente apertura a los otros, relación. No es que primero esté cerrada y
luego se abra. Está siempre inserta en la comunión; susceptible, sin embargo, de distintos grados de
realización (niveles), Puede verse estorbada o impedida por la condición corpórea, por conflictos, etc.
Julián Marias señala: “Lo primero es la apertura; la soledad es la retracción, la retirada a la vida
interior (tan necesaria para la comunión interpersonal), que se alimenta de encuentros, de
interiorización de lo vivido. En ella nos encontramos con recuerdos, proyectos, deseos, con los otros
que habitan dentro de nosotros y nos dan vida, con lo más hondo de nosotros mismos y que es lo que
nos permite relacionarnos en profundidad con los otros” (Persona)… Quien no se relaciona consigo
mismo no puede contactarse verdaderamente con los otros.
La persona es comunicación. Quiéralo o no, siempre está comunicando. El otro, a diferencia de
la cosa, es alguien que interpela y al que tengo que responder. La persona es la presencia (prae- esse=
estar ante, delante) por excelencia. La presencia de otro es totalmente diferente a la de una cosa, que
simplemente está allí. Llamada e invocación pertenecen a la estructura del ser persona. El otro es ese
estar delante interpelándome. Es exigencia de reconocimiento. Por eso cuando una persona no lo es,
se siente humillada, se siente una cosa.
Nos comunicamos a través del cuerpo: lenguaje y acción. Pero muchas veces el cuerpo no es capaza de
expresar todo… Es como que el cuerpo nos quedara chico para la expresión de lo que somos. De ahí…la
expresión artística.
(¿Cómo ir poco a poco haciendo que nuestro cuerpo por lo menos no traicione lo que somos?)
Lenguaje de los gestos, expresiones de las manos, etc., el modo de vestirse, todo habla.
El rostro: “la persona está presente en su cara”, está viviendo en ella. “en la cara, abreviada y resumida
en los ojos, sorprendemos a la persona, la des-cubrimos…” (J. Marías)
La palabra – ha de estar impregnada de silencio. Tantas veces no parece suficiente para expresar lo
más interior de la persona. Es que la vida interior es un puro fluir y la palabra “estanca”.
La persona es dueña de guardar su intimidad o de comunicarla. Se da como un don al otro.
Podría hablarse de una estructura dialogal o responsorial del hombre. La persona es el ser de la
palabra y del amor y de la respuesta. La persona es llamada, respuesta, exigencia de reconocimiento y
de amor.
Las posibilidades de comunicación interpersonal no son plenamente realizables. Comunicación desde
el deber-ser, desde lo que se espera de uno…no comunicación real. La verdadera comunicación ocurre
más a nivel de sentimientos que de ideas. Allí nos contactamos con lo hondo de la persona. Los
sentimientos son lo más propio. Las ideas las podemos tener de otros.
. Existen siempre los conflictos. El conflicto es esencial a la relación, permite que ésta madure en
autenticidad y verdad, en la medida que el conflicto se asuma y se enfrente.
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