Redacción Nietzsche-2
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La filosofía de Nietzsche se enmarca en pleno siglo XIX, un siglo lleno de grandes transformaciones:
Revolución industrial, consolidación del capitalismo… Adquieren protagonismo social los burgueses y
los proletarios y hay grandes avances científicos. En el arte es la época del romanticismo, realismo,
impresionismo y vanguardias.
Entonces, si la razón no sirve para explicar la realidad física, ni la humana; ¿qué es lo real?, ¿qué es
el hombre?, ¿qué es la vida?. Para Nietzsche, los discursos racionales han tergiversado la realidad,
hay caos y no orden. Esta es la causa de la decadencia o enfermedad de occidente: creer que la
ilusión de un mundo objetivo, es real.
El vitalismo de Nietzsche sostiene que la vida hay que crearla; la cultura occidental ha subsumido en
sus formas de vida bajo fármacos que envenenan: las prácticas culturales,como la Filosofía… han sido
narcóticos o dispensadores de sentido cuyo triunfo se debe a la capacidad de cubrir el horror vacui
de la existencia humana, con la cuestión de ¿es soportable una existencia sin sentido?
Nietzsche en su filosofía introdujo el método genealógico, es aquel que nos permite descubrir que en
el origen no es el amor a la verdad sino el miedo al caos lo que activa la facultad de la razón para
crear un mundo ultratumba. La tradición ha mostrado cómo la recta dirección del buen sentido pasa
por eliminar la alteridad y homogeneizar la realidad.
Esa homogeneización la genera nuestra fragilidad mental: rechaza el caos e instaura el orden. La
razón, con ayuda de la lógica son grandes reductoras de diferencias.
El objetivo de Nietzsche con el método genealógico es recuperar la vida como valor esencial.
Sócrates es el iniciador de la decadencia por doble motivo: el primero es que impone la visión
apolínea como válida; el segundo motivo es que pervierte la concepción de Apolo, al considerar que el
alma es algo real e inmortal. Es el inventor de la conciencia, y su intuición de una realidad
transfenoménica la desarrollará Platón con sus dos mundos: Se inventa otro mundo porque éste no le
gusta. Por ello, para evitar la inseguridad de la vida, la filosofía construyó con la ayuda de la
metafísica un ultramundo que le permitió imponer orden en el caos.
Sócrates olvida la naturaleza ilusoria de los conceptos y cae en el error de pensar que estos
representan la realidad y no una metáfora de la misma; por ello su crítica al lenguaje. El lenguaje es
incapaz de representar las intuiciones y/o sensaciones que tenemos; las palabras son metáforas que
nada tienen que ver con las cosas mismas.
El lenguaje es refugio y oposición; la principiación cognoscitiva es el instrumento del hombre débil
para protegerse del mundo. En definitiva, la razón no es la facultad exclusiva para contemplar la
realidad, las prácticas culturales occidentales crearon unos valores que domestican al rebaño; por lo
que Nietzsche propone una filosofía constructiva diferente que reafirme el valor de lo irracional
como medio de acceso a la realidad, interpretarla y vivir en ella.
Los conceptos con los que explicamos la realidad son ficciones momificadas que congelan el devenir;
lo que realmente existe son las cosas y a partir de ellas formamos conceptos.
El filósofo también va a criticar la moral tradicional por ser antivitalista, dado que impone unos
valores contrarios a la vida. Focault, se opone al igual que Nietzsche a la idea de Bien de la cual
emanan todos los valores; los valores morales tienen una gestación histórica. Por ello, la moral
cristiana ha domesticado al hombre, por lo que existe una diferencia entre moral de señores y moral
de esclavos.
Una de sus obras más importantes mencionadas anteriormente es “Así habló Zaratustra”, donde la
muerte de Dios supone la liberación de un más allá como justificación de nuestra mísera vida; esto va
a iniciar el nihilismo. Existen tres reacciones ante la muerte de Dios; el hombre creyente, el último
hombre y el superhombre el proyecto nietzscheano con cómo filosofar a martillazos es invertir los
valores para que estén a favor de la vida. Esa transformación supone tres estadios:
El camello, que simboliza la obediencia ciega; el león, que niega todo los valores tradicionales y el
niño, liberado de toda carga, crea valores y vive libre, sigue sus instintos.
El nihilismo es la experiencia que tenemos ante el vértigo que provoca la nada. Existen tres tipos de
nihilistas: como decadencia vital, se produce cuando se niega la realidad del mundo de los sentidos y
se confiere más realidad al mundo de los conceptos. El nihilismo pasivo, muestra pesimismo ante la
muerte de Dios, no tiene una guía que oriente sus acciones, incapacidad de crear nuevos valores,
incapacidad de enfrentarse a la vida y no creen en los viejos valores. Por ello, la pérdida del sentido
de la transcendencia de la vida hace que caiga en la desesperación ante la nada
Y por último el nihislimo activo; una nueva moral como fundamento del superhombre, es la
oportunidad de dejar de ser nihilista, crear nuevos valores que introducen sentido donde no lo había,
asumen el devenir cambiando con él y la muerte de Dios como la liberación del hombre.
La voluntad del hombre es origen de todos los valores, creatividad y singularidad, previa a la razón,
fuerza connatural, es decir, unas fuerzas dominan y otras son dominadas, no deben de estar en
armonía ya que se caracterizan por la inexistencia de equilibrio.
Este concepto se une a la idea de eterno retorno, configurando la concepción de la realidad. El
eterno retorno afirma un sí a la vida y al mundo que afirma la voluntad de poder. El amor
incondicional a la vida exige querer vivirla tantas veces como fuera posible, incluso eternamente. Por
esta razón la filosofía de Nietzsche se convierte en vitalista.