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El Desdén Con El Desdén

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El desdén, con el desdén

Comedia famosa
Agustín Moreto

[Nota preliminar: Edición a cargo de María Luisa Lobato. Grupo de investigación


PROTEO. Proyecto TC/12.]

PERSONAS

CARLOS, conde de Urgel.


POLILLA, gracioso.
EL CONDE DE BARCELONA.
EL PRÍNCIPE DE BEARNE.
DON GASTÓN, conde de
Fox.
DIANA.
CINTIA.
LAURA.
[FENISA.]
MÚSICOS.

[Jornada I]
Salen CARLOS y POLILLA.

CARLOS Yo he de perder el sentido


con tan extraña mujer.
POLILLA Dame tu pena a entender,
señor, por recién venido.
Cuando te hallo en Barcelona 5
lleno de aplauso y honor,
donde tu heroico valor
todo su pueblo pregona;
cuando sobra a tus vitorias
ser Carlos, conde de Urgel, 10
y en el mundo no hay papel
donde se escriban tus glorias,
¿qué causa ha podido haber
de que estés tan mal guisado,
que por más que la he pensado 15
no la puedo comprender?
CARLOS Polilla, mi desazón
tiene más naturaleza:
este pesar no es tristeza,
sino desesperación. 20
POLILLA ¿Desesperación? Señor,
que te enfrenes te aconsejo,
que tiras algo a bermejo.
CARLOS No burles de mi dolor.
POLILLA ¿Yo burlar? Esto es templarte; 25
mas tu desesperación,
¿qué tanta es a esta sazón?
CARLOS La mayor.
POLILLA ¿Cosa de ahorcarte?
Que, si no, poco te ahoga.
CARLOS No te burles, que me enfado. 30
POLILLA Pues si estás desesperado,
¿hago mal en darte soga?
CARLOS Si dejaras tu locura,
mi mal te comunicara;
porque la agudeza rara 35
de tu ingenio me asegura
que algún medio discurriera,
como otras veces me has dado,
con que alivie mi cuidado.
POLILLA Pues, señor, ¡Polilla fuera! 40
Desembucha tu pasión;
y no tenga tu cuidado,
teniéndola en el crïado,
polilla en el corazón.
CARLOS Ya sabes que a Barcelona, 45
del ocio de mis estados
me trajeron los cuidados
de la fama que pregona
de Diana la hermosura,
desta corona heredera, 50
en quien la dicha que espera
tanto príncipe procura,
compitiendo en su deseo
gala, brío y discreción.
POLILLA Ya sé que sin pretensión 55
veniste a este galanteo,
por lucir la bizarría
de tus heroicos blasones,
y que en todas las acciones
siempre te has llevado el día. 60
CARLOS Pues oye mi sentimiento.
POLILLA Ello ¿estás enamorado?
CARLOS Sí estoy.
POLILLA ¡Gran susto me has dado!
CARLOS Pues escucha.
POLILLA [Aparte.]
(Va de cuento.)
CARLOS Ya sabes cómo en Urgel 65
tuve, antes de mi partida,
del amor del de Bearne
y el de Fox, larga noticia.
De Diana pretendientes,
dieron con sus bizarrías 70
voz a la fama y asombro
a todas estas provincias.
El ver de amor tan rendidos,
como la fama publica,
dos príncipes tan bizarros, 75
que aun los alaba la envidia,
me llevó a ver si esto en ellos
era por galantería,
gusto, opinión o violencia
de su hermosura divina. 80
Entré, pues, en Barcelona;
vila en su palacio un día,
sin susto del corazón
ni admiración de la vista:
una hermosura modesta, 85
con muchas señas de tibia,
mas sin defecto común
ni perfección peregrina;
de aquellas en quien el juicio,
cuando las vemos queridas, 90
por la admiración apela
al no sé qué o a la dicha.
La ocasión de verme entre ellos
cuando al valor desafían
en públicas competencias, 95
con que el favor solicitan,
ya que no pudo a mi amor,
empeñó mi bizarría
ya en fiestas y ya en torneos
y otras empresas debidas 100
al culto de una deidad,
a cuya soberanía
sin el empeño de amor,
la obligación sacrifica.
Tuve en todas tal fortuna 105
que, dejando deslucidas
sus acciones, salí siempre
coronado con las mías.
Y el vulgo, con el suceso,
la corona merecida 110
con la suerte dio a mi frente
por mérito, siendo dicha,
que cualquiera de los dos
que en ella me competía
la mereció más que yo. 115
Pero para conseguirla
tuve yo el faltar mi amor
y no tener la codicia
con que ellos la deseaban,
con que por fuerza fue mía; 120
que en los casos de la suerte,
por tema de su malicia,
se van siempre las venturas
a quien no las solicita.
Siendo, pues, mis alabanzas 125
de todos tan repetidas,
sólo en Diana hallé siempre
una entereza, tan hija
de su esquiva condición,
que, siendo mis bizarrías 130
dedicadas a su aplauso,
nunca me dejó noticia,
ya que no de favorable,
siquiera de agradecida.
Y esto con tanta esquivez, 135
que en todos dejó la misma
admiración que en mis ojos,
pues la extraña demasía
de su entereza pasaba
del decoro la medida 140
y, excediendo de recato,
tocaba ya en grosería.
Que a las damas de tal nombre
puso el respeto dos líneas:
una es la desatención, 145
y otra, el favor; mas la avisa
que ponga entre ellas la planta
tan ajustada y medida
que en una ni en otra toque:
porque si, de agradecida, 150
adelanta mucho el pie,
la raya del favor pisa,
y es ligereza; y si, entera,
mucho la planta retira,
por no tocar el favor 155
pisa en la descortesía.
Este error hallé en Diana
que empeñó mi bizarría
a moverla por lo menos
a atención, si no a caricia; 160
y este deseo en las fiestas
me obligaba a repetirlas,
a buscar nuevos empeños
al valor y a la osadía.
Mas nunca pude sacar 165
de su condición esquiva
más que más causa a la queja
y más culpa a la malicia.
Desto nació el inquirir
si ella conmigo tenía 170
alguna aversión o queja,
mal fundada o presumida;
y averigüé que Diana,
del discurso las primicias,
con las luces de su ingenio, 175
le dio a la filosofía.
Deste estudio y la lición
de las fábulas antiguas
resultó un común desprecio
de los hombres, unas iras 180
contra el orden natural
del amor, con quien fabrica
el mundo a su duración
alcázares en que viva,
tan estable en su opinión, 185
que da con sentencia fija
el querer bien por pasión
de las mujeres indigna.
Tanto, que siendo heredera
desta corona y precisa 190
la obligación de casarse,
la renuncia y desestima
por no ver que haya quien triunfe
de su condición altiva.
A su cuarto hace la selva 195
de Diana, y son las ninfas
sus damas, y en este estudio
las emplea todo el día.
Sólo adornan sus paredes
de las ninfas fugitivas 200
pinturas que persüaden
al desdén: allí se mira
a Dafne huyendo de Apolo;
Anaxarte, convertida
en piedra, por no querer; 205
Aretusa, en fuentecilla
que al tierno llanto de Alfeo
paga en lágrimas esquivas.
Y viendo el conde, su padre,
que en este error se confirma 210
cada día con más fuerza,
que la razón no la obliga,
que su riesgo no la ablanda
y con tal furia se irrita,
en hablándola de amor, 215
que teme que la encamina
a un furor desesperado.
Que el medio más blando elija
le aconseja su prudencia,
y a los príncipes convida 220
para que, haciendo por ella
fiestas y galanterías,
sin la persuasión ni el ruego,
la naturaleza misma
sea quien lidie con ella, 225
por si teniendo a la vista
aplausos y rendimientos,
ansias, lisonjas, caricias,
su propio interés la vence
o la obligación la inclina; 230
que en quien la razón no labra
endurece la porfía
del persuadir, y no hay cosa
como dejar a quien lidia
con su misma sinrazón, 235
pues si ella misma le guía
al error, en dando en él,
es fuerza quedar vencida,
porque no hay, con el que a escuras
por un mal paso camina, 240
para que vea su engaño,
mejor luz que la caída.
Habiendo ya averiguado
que esto en su opinión esquiva
era desprecio común 245
y no repugnancia mía,
claro está que yo debiera
sosegarme en mi porfía,
y, considerando bien
opinión tan exquisita, 250
primero que a sentimiento
pudiera moverme a risa.
Pues, para que se conozca
la vileza más indigna
de nuestra naturaleza, 255
aquella hermosura misma
que yo antes libre miraba
con tantas partes de tibia,
cuando la vi desdeñosa,
por lo imposible, a la vista 260
la que miraba común
me pareció peregrina.
¡Oh, bajeza del deseo!,
que, aunque sea la codicia
de más precio lo que alcanza 265
que lo que se le retira,
sólo por la privación
de más valor lo imagina
y da el precio a lo difícil
que su mismo ser le quita. 270
Cada vez que la miraba
más bella me parecía
y iba creciendo en mi pecho
este fuego tan aprisa
que, absorto de ver la llama, 275
a ver la causa volvía
y hallaba que aquella nieve
de su desdén, muda y tibia,
producía en mí este incendio.
¡Qué ejemplo para el que olvida! 280
Seguro piensa que está
el que en la ceniza fría
tiene ya su amor difunto:
¡qué engañado lo imagina!
Si amor se enciende de nieve, 285
¿quién se fía en la ceniza?
Corrido yo de mis ansias,
preguntaba a mis fatigas:
¡Traidor corazón!, ¿qué es esto?
¿Qué es esto?, ¡aleves caricias! 290
La que neutral no os agrada
¿os parece bien esquiva?
La que vista no os suspende
¿cuando es ingrata os admira?
¿Qué le añade a la hermosura 295
el rigor que la ilumina?
¿Con el desdén es hermosa
la que sin desdén fue tibia?
El desprecio ¿no es injuria?
La que desprecia ¿no irrita? 300
Pues la que no pudo afable,
¿por qué os arrastra enemiga?
La crueldad, a la hermosura,
el ser de deidad le quita.
Pues ¿qué, para mí la ensalza 305
lo que para sí la humilla?
Lo tirano se aborrece,
pues a mí ¿cómo me obliga?
¿Qué es esto? ¿Amor? ¿Es acaso
hermosa la tiranía? 310
No es posible, no, esto es falso;
no es esto amor ni hay quien diga
que arrastrar pudo, inhumana,
la que no movió divina.
Pues ¿qué es esto? ¿Esto no es fuego? 315
Sí, que mi ardor lo acredita;
no, que el hielo no le causa;
sí, que el pecho lo publica.
No puede ser, no es posible;
no, que a la razón implica. 320
Pues ¿qué será? Esto es deseo.
¿De qué? ¿De mi muerte misma?
Yo mi mal querer no puedo...
Pues ¿qué será? ¿Una codicia
de aquello que se me aparta? 325
No, porque no lo quería
el corazón. ¿Esto es tema?
No. Pues, alma, ¿qué imaginas?
¿Bajeza es del pensamiento?
No es sino soberanía 330
de nuestra naturaleza,
cuya condición altiva
todo lo quiere rendir,
como superior se mira.
Y habiendo visto que hay pecho 335
que a su halago no se rinda,
el dolor deste desdén
le abrasa y le martiriza
y produce un sentimiento
con que a desear se obliga 340
vencer aquel imposible.
Y ardiendo en esta fatiga,
como hay parte de deseo
y este deseo lastima,
parece efecto de amor, 345
porque apetece y aspira;
y no es sino un sentimiento
equivocado en caricia.
Esto la razón discurre;
mas la voluntad, indigna, 350
toda la razón me arrastra
y todo el valor me quita.
Sea amor o sentimiento,
nieve, ardor, llama o ceniza,
yo me abraso, yo me rindo 355
a esta furia vengativa
de amor, contra la quietud
de mi libertad tranquila.
Y, sin esperanza alguna
de sosiego en mis fatigas, 360
yo padezco en mi silencio,
yo mismo soy de las iras
de mi dolor alimento;
mi pena se hace a sí misma,
porque, más que mi deseo, 365
es rayo que me fulmina
-aunque es tan digna la causa-
el ser la razón indigna,
pues mi ciega voluntad
se lleva y se precipita 370
del rigor, de la crueldad,
del desdén, la tiranía,
y muero, más que de amor,
de ver que a tanta desdicha,
quien no pudo como hermosa, 375
me arrastrase como esquiva.
POLILLA Atento, señor, he estado,
y el suceso no me admira,
porque eso, señor, es cosa
que sucede cada día. 380
Mira: siendo yo muchacho,
había en mi casa vendimia,
y por el suelo las uvas
nunca me daban codicia.
Pasó este tiempo, y después 385
colgaron en la cocina
las uvas para el invierno;
y yo, viéndolas arriba
rabiaba por comer dellas;
tanto que, trepando un día 390
por alcanzarlas, caí
y me quebré las costillas.
Éste es el caso, él por él.
CARLOS No el ser natural me alivia,
si es injusto el natural. 395
POLILLA Dime, señor: ¿ella mira
con más cariño a otro?
CARLOS No.
POLILLA Y ellos ¿no la solicitan?
CARLOS Todos vencerla pretenden.
POLILLA Pues que cae más aprisa 400
apostaré.
CARLOS ¿Por qué causa?
POLILLA Sólo porque es tan esquiva.
CARLOS ¿Cómo ha de ser?
POLILLA Verbigracia:
¿viste una breva en la cima
de una higuera, y los muchachos, 405
que en alcanzarla porfían,
piedras la tiran a pares
y, aunque a algunas se resista,
al cabo, de aporreada
con las piedras que la tiran, 410
viene a caer más madura?
Pues lo mismo aquí imagina.
Ella está tiesa y muy alta;
tú tus pedradas la tiras;
los otros tiran las suyas; 415
luego, por más que resista,
ha de venir a caer
de una y otra a la porfía,
más madura que una breva.
Mas cuidado a la caída, 420
que el cogerla es lo que importa;
que ella cairá, como hay viñas.
CARLOS El conde, su padre, viene.
POLILLA Acompañado se mira
del de Fox y el de Bearne. 425
CARLOS Ninguno tiene noticia
del incendio de mi pecho,
porque mi silencio abriga
el áspid de mi dolor.
POLILLA Ésa es mayor valentía. 430
Callar tu pasión mucho es,
¡vive Dios! ¿Por qué imaginas
que llaman ciego a quien ama?
CARLOS Porque sus yerros no mira.
POLILLA No tal.
CARLOS Pues ¿por qué está ciego? 435
POLILLA Porque el que ama al ciego imita.
CARLOS ¿En qué?
POLILLA En cantar la pasión
por calles y por esquinas.

(Salen el CONDE DE BARCELONA, el PRÍNCIPE DE


BEARNE y DON GASTÓN, conde de Fox.)

CONDE Príncipes, vuestro justo sentimiento,


mirado bien, no es vuestro, sino mío. 440
Ningún remedio intento
que no le venza el ciego desvarío
de Diana, en quien hallo
cada vez menos medios de enmendallo.
Ni del poder de padre a usar me atrevo, 445
ni del de la razón, porque se irrita
tanto cuando de amor a hablarla pruebo,
que a más daño el furor la precipita.
Ella, en fin, por no amar ni sujetarse,
quiere morir primero que casarse. 450
DON Ésa, señor, es opinión aguda
GASTÓN de su discurso, a los estudios dado,
que el tiempo sólo o la razón la muda,
y sin razón estás desesperado.
CONDE Conde de Fox, aunque verdad es ésa, 455
no me atrevo a empeñaros en la empresa
de que asistáis en vano a su hermosura,
faltando en vuestro estado a su asistencia.
BEARNE Señor, con tu licencia:
el que es capricho injusto nunca dura 460
y, aunque el vencerle es muy dificultoso,
yo estoy perdiendo tiempo más airoso
-ya que a este intento de Bearne vine-
que dejando la empresa mi constancia,
porque es mayor desaire que imagine 465
nadie que la dejé por inconstancia,
ni eso crédito es de su hermosura
ni del honesto amor que la procura.
CARLOS El príncipe, señor, ha respondido
como galán, bizarro y caballero; 470
que aun en mí, que he venido
sin ese empeño, sólo aventurero,
a festejar, no haciendo competencia,
dejar de proseguir fuera indecencia.
CONDE Príncipes, lo que siento es empeñaros 475
en porfïar, cuando halla la porfía
de mayor resistencia indicios claros.
Si la gala, el valor, la bizarría,
no la mueve ni inclina, ¿con qué intento
vencer imagináis su entendimiento? 480
POLILLA Señor, un necio a veces halla un medio
que aprueba la razón. Si dais licencia,
yo me atreveré a daros un remedio
con que, aunque ella aborrezca su presencia,
se le vayan los ojos, hechos fuentes, 485
tras cualquiera galán de los presentes.
CONDE Pues ¿qué medio imaginas?
POLILLA Como mío.
Hacer justas, torneos, a una ingrata
es poner ollas a quien tiene hastío.
El medio es, que rendirla no dilata, 490
poner en una torre a la princesa
sin comer cuatro días ni ver mesa;
y luego han de pasar estos galanes
delante della, convidando a escote,
el uno con seis pollas y dos panes, 495
el otro con un plato de gigote,
y a mí me lleve el diablo, si los viere
y tras ellos corriendo no saliere.
CARLOS ¡Calla, loco, bufón!
POLILLA ¿Esto es locura?
Ejecútese el medio, y ¡a la prueba! 500
Sitien luego por hambre su hermosura,
y verán si los ojos no la lleva
quien sacare un vestido de camino
guarnecido de lonjas de tocino.
BEARNE Señor, sola una cosa por mí pido, 505
que don Gastón también ha de querella:
nunca hablar a Diana hemos podido;
danos licencia tú de hablar con ella,
que el trato y la razón puede mudalla.
CONDE Aunque la ha de negar, he de intentalla. 510
Pensad vosotros medios y ocasiones
de mover su entereza, que a escucharos
yo la sabré obligar con mis razones,
que es cuanto puedo hacer para ayudaros
a la empresa tan justa y deseada 515
de ver mi sucesión asegurada.

(Vase.)

BEARNE Condes, crédito es de la nobleza


de nuestra heroica sangre la porfía
de rendir el desdén de su belleza;
juntos la hemos de hablar.
CARLOS Yo compañía 520
al empeño os haré, mas no al deseo;
porque yo sin amor sigo este empleo.
DON Pues ya que vos no estáis enamorado,
GASTÓN ¿qué medios seguiremos de obligalla?
Que esto lo ve mejor el descuidado. 525
CARLOS Yo un medio sé que mi silencio calla,
porque otro empeño es que al proponelle
cualquiera de los dos ha de querelle.
BEARNE Decís bien.
DON Pues, Bearne, vamos luego
GASTÓN a imaginar festejos y finezas. 530
BEARNE A introducir en su desdén el fuego.
DON
Ríndanse a nuestro incendio sus tibiezas.
GASTÓN
CARLOS Yo a eso asistiré.
BEARNE Pues ¡a esta gloria!
CARLOS Y del más feliz sea la vitoria.

(Vanse.)

POLILLA Pues ¿qué es esto, señor? ¿Por qué has negado 535
tu amor?
CARLOS He de seguir otro camino
de vencer un desdén tan desusado.
Ven, y yo te diré lo que imagino,
que tú me has de ayudar.
POLILLA Eso no hay duda.
CARLOS Allá has de entrar.
POLILLA Seré Sinón y ayuda. 540
CARLOS ¿Sabraste introducir?
POLILLA Y hacer pesquisas.
¿Yo Polilla no soy? ¿Eso previenes?
Me sabré introducir en sus camisas.
CARLOS Pues ya a mi amor le doy los parabienes.
Vamos, que si eso importa a las marañas, 545
yo sabré apolillarle las entrañas.

(Vanse.)

(Salen MÚSICOS, DIANA, CINTIA y LAURA, y damas.)

MÚSICOS Huyendo la hermosa Dafne,


burla de Apolo la fe;
sin duda le sigue un rayo,
pues la defiende un laurel. 550
DIANA ¡Qué bien que suena en mi oído
aquel honesto desdén!
¡Que hay mujer que quiera bien!
¡Que haya pecho agradecido!
CINTIA (Aparte.)
(¡Que por error su agudeza 555
quiera el amor condenar
y, si lo es, quiera enmendar
lo que erró naturaleza!)
DIANA Ese romance cantad;
proseguid, que el que le hizo 560
bien conoció el falso hechizo
de esa tirana deidad.
MÚSICOS Poca o ninguna distancia
hay de amar a agradecer,
no agradezca la que quiere 565
la vitoria del desdén.
DIANA ¡Qué bien dice! Amor es niño,
y no hay agradecimiento
que al primer paso, aunque lento,
no tropiece en su cariño. 570
Agradecer es pagar
con un decente favor;
luego quien paga el amor
ya estima el verse adorar.
Pues si estima, agradecida, 575
ser amada una mujer,
¿qué falta para querer
a quien quiere ser querida?
CINTIA El agradecer, Diana,
es deuda noble y cortés: 580
la que agradecida es
no se infiere que es liviana.
Que agradece la razón
siempre en nosotras se infiere;
la voluntad es quien quiere, 585
distintas las causas son.
Luego si hay diversidad
en la causa y el intento,
bien puede el entendimiento
obrar sin la voluntad. 590
DIANA Que haber puede estimación
sin amor es la verdad,
porque amar es voluntad
y agradecer es razón.
No digo que ha de querer 595
por fuerza la que agradece,
pero, Cintia, me parece
que está cerca de caer;
y quien desto se asegura
no teme o no ve el engaño, 600
porque no recela el daño
quien al riesgo se aventura.
CINTIA El ser desagradecida
es delito descortés.
DIANA Pero el agradecer es 605
peligro de la caída.
CINTIA Yo el delito no permito.
DIANA Ni yo un riesgo tan extraño.
CINTIA Pues, por excusar un daño,
¿es bien hacer un delito? 610
DIANA Sí, siendo tan contingente
el riesgo.
CINTIA Pues ¿no es menor,
si es contingente, este error
que ese delito presente?
DIANA No, que es más culpa el amar 615
que falta el no agradecer.
CINTIA ¿No es mejor, si puede ser,
el no querer y estimar?
DIANA No, porque a querer se ha de ir.
CINTIA Pues ¿no puede allí parar? 620
DIANA Quien no resiste a empezar,
no resiste a proseguir.
CINTIA Pues el ser agradecida
¿no es mejor, si esto es ganancia,
y gastar esa constancia 625
en resistir la caída?
DIANA No, que eso es introducirle
al amor; y, al desecharle,
no basta para arrojarle
lo que puede resistirle. 630
CINTIA Pues cuando eso haya de ser,
más que a la atención faltar,
me quiero yo aventurar
al peligro de querer.
DIANA ¿Qué es querer? Tú hablas así 635
o atrevida o sin cuidado;
sin duda te has olvidado
que estás delante de mí.
¿Querer se ha de imaginar?
¿En mi presencia, querer? 640
Mas esto no puede ser...
Laura, volved a cantar.
MÚSICOS No se fíe en las caricias
de Amor quien niño le ve;
que, con presencia de niño, 645
tiene decretos de rey.

(Sale POLILLA, de médico.)

POLILLA [Aparte.]
(¡Plegue al cielo que dé fuego
mi entrada!)
DIANA ¿Quién entra aquí?
POLILLA Ego.
DIANA ¿Quién?
POLILLA Mihi vel mi;
scholasticus sum ego, 650
pauper et enamoratus.
DIANA ¿Vos enamorado estáis?
Pues ¿cómo aquí entrar osáis?
POLILLA No, señora: escarmentatus.
DIANA ¿Qué os escarmentó?
Amor ruin; 655
y, escarmentado en su error,
me he hecho médico de amor,
por ir de ruin a rocín.
DIANA ¿De dónde sois?
POLILLA De un lugar.
DIANA Fuerza es.
POLILLA No he dicho poco, 660
que en latín lugar es loco.
DIANA Ya os entiendo.
POLILLA Pues ¡andar!
DIANA ¿Y a qué entráis?
POLILLA La fama oí
de vos, con admiración
de tan rara condición. 665
DIANA ¿Dónde supistes de mí?
POLILLA En Acapulco.
DIANA ¿Dónde es?
POLILLA Media legua de Tortosa;
y mi codicia, ambiciosa
de saber curar, después 670
del mal de amor, sarna insana,
me trajo a veros, por Dios,
por sólo aprender de vos.
Partime luego a La Habana,
por venir a Barcelona, 675
y tomé postas allí.
DIANA ¿Postas en La Habana?
POLILLA Sí,
y me apeé en Tarragona,
de donde vengo hasta aquí,
como hace fuerte el verano, 680
a pie a pediros la mano.
DIANA Y ¿qué os parece de mí?
POLILLA Eso es fuerza que me aturda;
no tiene Amor mejor flecha
que vuestra mano derecha, 685
si no es que sacáis la zurda.
DIANA ¡Buen humor tenéis!
POLILLA Ansí,
¿gusta mi conversación?
DIANA Sí.
POLILLA Pues con una ración
os podéis hartar de mí. 690
DIANA Yo os la doy.
POLILLA Beso... ¡Qué error!
¿Beso dije? Ya no beso.
DIANA Pues ¿por qué?
POLILLA El beso es el queso
de los ratones de amor.
DIANA Yo os admito.
POLILLA Dios delante; 695
mas sea con plaza de honor.
DIANA ¿No sois médico?
POLILLA Hablador,
y ansí seré platicante.
DIANA Y del mal de amor, que mata,
¿cómo curáis?
POLILLA Al que es franco 700
curo con ungüento blanco.
DIANA ¿Y sana?
POLILLA Sí, porque es plata.
DIANA ¿Estáis mal con él?
POLILLA Su nombre
me mata. Llamó al amor
Averroes 'hernia', un humor 705
que hila las tripas a un hombre.
Amor, señora, es congoja,
traición, tiranía villana,
y sólo el tiempo le sana,
suplicaciones y aloja. 710
Amor es quita-razón,
quita-sueño, quita-bien,
quita-pelillos también,
que hará calvo a un motilón.
Y las que él obliga a amar 715
todas se acaban en quita:
Francisquita, Mariquita,
por ser todas al quitar.
DIANA Lo que yo había menester
para mi divertimiento 720
tengo en vos.
POLILLA Con ese intento
vine yo desde Añover.
DIANA ¿Añover?
POLILLA Él me crió;
que en este lugar extraño
se ven melones cada año, 725
y ansí Añover se llamó.
DIANA ¿Cómo os llamáis?
POLILLA Caniquí.
DIANA Caniquí, a vuestra venida
estoy muy agradecida.
POLILLA Para las dueñas nací. 730
(Aparte.)
(Ya yo tengo introducción;
así en el mundo sucede:
lo que un príncipe no puede,
yo he logrado por bufón.
Si ahora no llega a rendilla 735
Carlos, sin maña se viene,
pues ya introducida tiene
en su pecho la polilla.)
LAURA Con los príncipes tu padre
viene, señora, acá dentro. 740
DIANA ¿Con los príncipes? ¿Qué dices?
¿Qué intenta mi padre? ¡Cielos!
Si es repetir la porfía
de que me case, primero
rendiré el cuello a un cuchillo. 745
CINTIA [A LAURA.]
(¿Hay tal aborrecimiento
de los hombres? ¿Es posible,
Laura, que el brío, el aliento
del de Urgel no la arrebate?)
LAURA [A CINTIA.]
(Que es hermafrodita pienso.) 750
CINTIA [A LAURA.]
(A mí me lleva los ojos.)
LAURA [A CINTIA.]
(Y a mí el Caniquí, en secreto,
me ha llevado las narices,
que me agrada para lienzo.)

(Sale el CONDE con los tres príncipes.)

CONDE Príncipes, entrad conmigo. 755


CARLOS (Aparte.)
(Sin alma a sus ojos vengo;
no sé si tendré valor
para fingir lo que intento.
¡Siempre la hallo más hermosa!)
DIANA (Aparte.)
(¡Cielos! ¿Qué puede ser esto?) 760
CONDE Hija, Diana.
DIANA ¿Señor?
CONDE Yo, que a tu decoro atiendo
y a la deuda en que me ponen
los condes con tus festejos,
habiendo dellos sabido 765
que del retiro que has hecho
de su vista, están quejosos...
DIANA Señor, que me des te ruego
licencia, antes que prosigas
ni tu palabra haga empeño 770
de cosa que te esté mal,
de prevenirte mi intento:
Lo primero es que contigo
ni voluntad tener puedo
ni la tengo, porque sólo 775
mi albedrío es tu precepto.
Lo segundo es que el casarme,
señor, ha de ser lo mesmo
que dar la garganta a un lazo
y el corazón a un veneno. 780
Casarme y morir es uno;
mas tu obediencia es primero
que mi vida. Esto asentado,
venga ahora tu decreto.
CONDE Hija, mal has presumido, 785
que yo casarte no intento,
sino dar satisfacción
a los príncipes, que han hecho
tantos festejos por ti,
y el mayor de todos ellos, 790
que es pedirte por esposa,
siendo tan digno su aliento,
ya que no de tus favores,
de mis agradecimientos.
Y, no habiendo de otorgallo, 795
debe atender mi respeto
a que ninguno se vaya
sospechando que es desprecio,
sino aversión que tu gusto
tiene con el casamiento. 800
Y también que esto no es
resistencia a mi precepto,
cuando yo no te lo mando,
porque el amor que te tengo
me obliga a seguir tu gusto; 805
y pues tú, en seguir tu intento,
ni a mí me desobedeces
ni los desprecias a ellos,
dales la razón que tiene
para esta opinión tu pecho, 810
que esto importa a tu decoro
y acredita mi respeto.

(Vase.)

DIANA Si eso pretendéis no más,


oíd, que dárosla quiero.
DON Sólo a ese intento venimos. 815
GASTÓN
BEARNE Y no extrañéis el deseo,
que más extraña es en vos
la aversión al casamiento.
CARLOS Yo, aunque a saberlo he venido,
sólo ha sido con pretexto 820
-sin extrañar la opinión-
de saber el fundamento.
DIANA Pues oíd, que ya le digo.
POLILLA (Aparte.)
(¡Vive Dios, que es raro empeño!
¿Si hallará razón bastante? 825
Porque será bravo cuento
dar razón para ser loca.)
DIANA Desde que, al albor primero
con que amaneció al discurso
la luz de mi entendimiento, 830
vi el día de la razón,
fue de mi vida el empleo
el estudio y la lición
de la historia, en quien da el tiempo
escarmiento a los futuros 835
con los pasados ejemplos.
Cuantas ruinas y destrozos,
tragedias y desconciertos
han sucedido en el mundo
entre ilustres o plebeyos, 840
todas nacieron de Amor.
Cuanto los sabios supieron,
cuanto a la filosofía
moral liquidó el ingenio,
gastaron en prevenir 845
a los siglos venideros
el ciego error, la violencia,
el loco, el tirano imperio
de esa mentida deidad,
que se introduce en los pechos 850
con dulce voz de cariño,
siendo un volcán allá dentro.
¿Qué amante jamás al mundo
dio a entender de sus efectos
si no lástimas, desdichas, 855
lágrimas, ansias, lamentos,
suspiros, quejas, sollozos,
sonando con triste estruendo
para lastimar las quejas,
para escarmentar los ecos? 860
Si alguno correspondido
se vio, paró en un despeño,
que al que no su tiranía
se opuso el poder del cielo.
Pues si quien se casa va 865
a amar por deuda y empeño,
¿cómo se puede casar
quien sabe de amor el riesgo?
Pues casarse sin amor
es dar causa sin efecto, 870
¿cómo puede ser esclavo
quien no se ha rendido al dueño?
¿Puede hallar un corazón
más indigno cautiverio
que rendirle su albedrío 875
quien no manda su deseo?
El obedecerle es deuda;
pues ¿cómo vivirá un pecho
con una obediencia afuera
y una resistencia adentro? 880
Con amor o sin amor,
yo, en fin, casarme no puedo:
con amor, porque es peligro;
sin amor, porque no quiero.
BEARNE Dándome los dos licencia, 885
responderé a lo propuesto.
DON
Por mi parte, yo os la doy.
GASTÓN
CARLOS Yo que responder no tengo,
pues la opinión que yo sigo
favorece aquel intento. 890
BEARNE La mayor guerra, señora,
que hace el engaño al ingenio
es estar siempre vestido
de aparentes argumentos.
Dejando las consecuencias 895
que tiene Amor contra ellos,
que en un discurso engañado
suelen ser de menosprecio,
la experiencia es la razón
mayor que hay para venceros, 900
porque ella sola concluye
con la prueba del efecto.
Si vos os negáis al trato,
siempre estaréis en el yerro,
porque no cabe experiencia 905
donde se excusa el empeño.
Vos vais contra la razón
natural, y el propio fuero
de nuestra naturaleza
pervertís con el ingenio. 910
No neguéis vos el oído
a las verdades del ruego:
porque si es razón no amar,
contra la razón no hay riesgo;
y, si no es razón, es fuerza 915
que os ha de vencer el tiempo,
y entonces será vitoria
publicar el vencimiento.
Vos defendéis el desdén:
todos vencerle queremos; 920
vos decís que eso es razón:
permitíos al festejo.
Haced escuela el desdén,
donde, en nuestro galanteo,
los intentos de obligaros 925
han de ser los argumentos.
Veamos quién tiene razón,
porque ha de ser nuestro empeño
inclinaros al cariño
o quedar vencidos ellos. 930
DIANA Pues para que conozcáis
que la opinión que yo llevo
es hija del desengaño
y del error vuestro intento,
festejad, imaginad 935
cuantos caminos y medios
de obligar una hermosura
tiene Amor, halla el ingenio;
que desde aquí me permito
a lisonjas y festejos 940
con el oído y los ojos,
sólo para convenceros
de que no puedo querer
y que el desdén que yo tengo,
sin fomentarle el discurso, 945
es natural en mi pecho.
DON Pues si argumento ha de ser
GASTÓN desde hoy nuestro galanteo,
todos vamos a argüir
contra el desdén y el despego. 950
Príncipes, de la razón
y de amor es ya el empeño;
cada uno un medio elija
de seguir este argumento;
veamos, para concluir, 955
quién elige mejor medio.

(Vase.)

BEARNE Yo voy a escoger el mío,


y de vos, señora, espero
que habéis de ser contra vos
el más agudo argumento. 960

(Vase.)

CARLOS Pues yo, señora, también,


por deuda de caballero,
proseguiré en festejaros,
mas será sin ese intento.
DIANA Pues ¿por qué?
CARLOS Porque yo sigo 965
la opinión de vuestro ingenio;
mas, aunque es vuestra opinión,
la mía es con más extremo.
DIANA ¿De qué suerte?
CARLOS Yo, señora,
no sólo querer no quiero, 970
mas ni quiero ser querido.
DIANA Pues ¿en ser querido hay riesgo?
CARLOS No hay riesgo, pero hay delito:
no hay riesgo, porque mi pecho
tiene tan establecido 975
el no amar en ningún tiempo,
que si el cielo compusiera
una hermosura de extremos
y ésta me amara, no hallara
correspondencia en mi afecto; 980
hay delito porque cuando
sé yo que querer no puedo,
amarme y no amar sería
faltar mi agradecimiento.
Y ansí yo, ni ser querido 985
ni querer, señora, quiero,
porque temo ser ingrato
cuando sé yo que he de serlo.
DIANA Luego ¿vos me festejáis
sin amarme?
CARLOS Eso es muy cierto. 990
DIANA Pues ¿para qué?
CARLOS Por pagaros
la veneración que os debo.
DIANA ¿Y eso no es amor?
CARLOS ¿Amor?
No, señora, esto es respeto.
POLILLA [A DIANA.]
(¡Cuerpo de Cristo! ¡Qué lindo! 995
¡Qué bravo botón de fuego!
Échala dese vinagre
y verás, para su tiempo,
qué bravo escabeche sale.)
DIANA (Aparte.)
(Cintia, ¿has oído a este necio? 1000
¿No es graciosa su locura?)
CINTIA [Aparte.]
(Soberbia es.)
DIANA [Aparte.]
(¿No será bueno
enamorar a este loco?)
CINTIA [Aparte.]
(Sí, mas hay peligro en eso.)
DIANA [Aparte.]
(¿De qué?)
CINTIA [Aparte.]
(Que tú te enamores 1005
si no logras el empeño.)
DIANA [Aparte.]
(Ahora eres tú más necia,
pues ¿cómo puede ser eso?
¿No me mueven los rendidos
y ha de arrastrarme el soberbio?) 1010
CINTIA [Aparte.]
(Esto, señora, es aviso.)
DIANA [Aparte.]
(Por eso he de hacer empeño
de rendir su vanidad.)
CINTIA [Aparte.]
(Yo me holgaré mucho dello.)
DIANA Proseguid la bizarría, 1015
que yo ahora os la agradezco
con mayor estimación,
pues sin amor os la debo.
CARLOS ¿Vos agradecéis, señora?
DIANA Es porque con vos no hay riesgo. 1020
CARLOS Pues yo iré a empeñaros más.
DIANA Y yo voy a agradecerlo.
CARLOS Pues mirad que no queráis,
porque cesaré en mi intento.
DIANA No me costará cuidado. 1025
CARLOS Pues, siendo ansí, yo lo aceto.
DIANA Andad. Venid, Caniquí.
CARLOS ¿Qué decís?
POLILLA ¿Soy yo ese lienzo?
DIANA (Cintia, rendido has de verle.)
CINTIA [A DIANA.]
(Sí será, pero yo temo 1030
que se te trueque la suerte.
[Aparte.]
Y eso es lo que yo deseo.)

(Vanse.)

DIANA Mas ¿oís?


CARLOS ¿Qué me queréis?
DIANA Que si acaso os muda el tiempo...
CARLOS ¿A qué, señora?
DIANA A querer. 1035
CARLOS ¿Qué he de hacer?
DIANA Sufrir desprecios.
CARLOS ¿Y si en vos hubiese amor?
DIANA Yo no querré.
CARLOS Ansí lo creo.
DIANA Pues ¿qué pedís?
CARLOS Por si acaso...
DIANA Ese acaso está muy lejos. 1040
CARLOS ¿Y si llega?
DIANA No es posible.
CARLOS Supongo.
DIANA Yo lo prometo.
CARLOS Eso pido.
DIANA Bien está.
Quede ansí.
CARLOS Guardeos el cielo.
DIANA [Aparte.]
(Aunque me cueste un cuidado, 1045
he de rendir a este necio.)

(Vase.)
POLILLA Señor, buena va la danza.
CARLOS Polilla, yo estoy muriendo;
todo mi valor ha habido
menester mi fingimiento. 1050
POLILLA Señor, llévalo adelante,
y verás si no da fuego.
CARLOS Eso importa.
POLILLA Ven, señor,
que ya yo estoy acá dentro.
CARLOS ¿Cómo?
POLILLA Con lo Caniquí, 1055
me he hecho ya lienzo casero.

Jornada II
Salen CARLOS y POLILLA.

CARLOS Polilla amigo, el pesar


me quitas. Dale a mi amor
alivio.
POLILLA Aspacio, señor,
que hay mucho que confesar. 1060
CARLOS Dímelo todo, que lucha
con mi cuidado mi amor.
POLILLA ¿Quieres besarme, señor?
Apártate allá y escucha.
Lo primero, estos bobazos 1065
destos príncipes, ya sabes
que en fiestas y asumptos graves
se están haciendo pedazos.
Fiesta tras fiesta no tarda,
y con su desdén tirano 1070
hacer fiestas es en vano,
porque ella no se las guarda.
Ellos gastan su dinero,
sin que con ello la obliguen,
y de enamorarla siguen 1075
el camino carretero;
y ellos mismos son testigos
que van mal, que esta mujer
el alcanzarla ha de ser
echando por esos trigos. 1080
Y es tan cierta esta opinión,
que con tu desdén fingido
de tal suerte la has herido,
que ha pedido confesión;
y con mi bellaquería 1085
su pecho ha comunicado,
como ella me ha imaginado
doctor desta teología.
Para rendirte, un intento
siempre a preguntarme sale. 1090
¡Mira tú de quién se vale
para que se yerre el cuento!
Yo dije con voz madura:
«Si eso en cuidado te tray,
para obligarle no hay 1095
medio como tu hermosura.
Hazle un favor, golpe en bola,
de cuando en cuando al cuitado,
y, en viéndole enamorado,
vuélvete y dile ¡mamola!» 1100
Ella de mi parecer
se ha agradado de tal arte,
que ya está en galantearte.
Mas ahora es menester
que con ceño impenetrable, 1105
aunque parezcas grosero,
siempre tú estés más entero
que bolsa de miserable.
No te piques con la salsa,
no piense tu bobería 1110
que está la casa vacía
por ver la cédula falsa,
porque ella la trae pegada,
y si tú vas a leella,
has de hallar que dice en ella: 1115
«Aquí no se alquila nada».
CARLOS Y de eso ¿qué ha de sacarse?
POLILLA Que se pique esta mujer.
CARLOS Pues ¿cómo puedes saber
que ha de venir a picarse? 1120
POLILLA ¿Cómo picarse? ¡Eso es bueno!
Si ella lo finge diez días
y tú della te desvías,
te ha de querer al onceno,
a los doce ha de rabiar 1125
y a los trece me parece
que, aunque ella se esté en sus trece,
te ha de venir a rogar.
CARLOS Yo pienso que dices bien;
mas yo temo de mi amor 1130
que si ella me hace un favor
no sepa hacerla un desdén.
POLILLA ¡Qué más dijera una niña!
CARLOS Pues ¿qué haré?
POLILLA Mostrarte helado.
CARLOS ¿Cómo, si estoy abrasado? 1135
POLILLA Beber mucha garapiña.
CARLOS Yo he de esforzar mi cuidado.
POLILLA ¡Ansí pesia mi memoria,
que lo mejor de la historia
es lo que se me ha olvidado! 1140
Ya sabes que ahora son
Carnestolendas.
CARLOS ¿Y pues?
POLILLA Que en Barcelona uso es
desta gallarda nación,
que con fiestas se divierte, 1145
llevar, sin nota en su fama,
cada galán a su dama.
Esto en palacio es por suerte:
ellas eligen colores,
pide uno el galán que viene 1150
y la dama que le tiene
va con él, y a hacer favores
al galán el día la empeña,
y él se obliga a ser su imán,
y es gusto, porque hay galán 1155
que suele ir con una dueña.
Esto supuesto, Diana,
contigo el ir ha dispuesto,
y no sé por lograr esto,
cómo han puesto la pavana; 1160
ello está trazado ya.
Mas ella sale. Hacia allí
te esconde, no te halle aquí,
porque lo sospechará.
CARLOS Persuade tú a su desvío 1165
que me enamore.
POLILLA Es forzoso.
Tú eres enfermo dichoso,
pues te cura el beber frío.
(Salen DIANA, CINTIA y LAURA.)

DIANA Cintia, este medio he pensado


para rendirle a mi amor: 1170
yo he de hacerle más favor.
Todas, como os he mandado,
como yo, habéis de traer
cintas de todas colores
con que al pedir los favores 1175
podréis cualquiera escoger
el galán que os pareciere,
pues cualquier color que pida
ya la tenéis prevenida;
y la que el de Urgel pidiere, 1180
dejádmela para mí.
CINTIA Gran vitoria has de alcanzar
si le sabes obligar
a quererte.
DIANA ¿Caniquí?
POLILLA ¡Oh luz deste firmamento! 1185
DIANA ¿Qué hay de nuevo?
POLILLA Me he hecho amigo
de Carlos.
DIANA Mucho me obligo
de tu cuidado.
POLILLA Ansí intento
ser espía y del consejo.
(Aparte.)
(No es mi prevención muy vana, 1190
que esto es echarle botana,
por si se sale el pellejo.)
DIANA ¿Y no has descubierto nada
de lo que yo dél procuro?
POLILLA ¡Ay, señora, está más duro 1195
que huevo para ensalada!
Pero yo sé tretas bravas
con que has de hacerle bramar.
DIANA Pues tú lo has de gobernar.
POLILLA (Aparte.)
(¡Ay, pobreta, que te clavas!) 1200
DIANA Mil escudos te apercibo,
si tú su desdén allanas.
POLILLA (Aparte.)
(Sí haré: el emplasto de ranas
pone por madurativo.)
Y si le vieses querer, 1205
¿qué harás después de tentalle?
DIANA ¿Qué? Ofendelle, desprecialle,
ajalle y dalle a entender
que ha de rendir sus sosiegos
a mis ojos por despojos. 1210
CARLOS (Aparte.)
(¡Fuego de amor en tus ojos!)
POLILLA (Aparte.)
(¡Qué gran gusto es ver dos juegos!)
Digo, ¿y no sería mejor,
después de haberle rendido,
tener piedad del caído? 1215
DIANA ¿Qué llamas piedad?
POLILLA De amor.
DIANA ¿Qué es amor?
POLILLA Digo, querer,
ansí al modo de empezar,
que aquesto de pellizcar
no es lo mismo que comer. 1220
DIANA ¿Qué es lo que dices? ¿Querer?
¿Yo me había de rendir?
Aunque le viera morir,
no me pudiera mover.
CARLOS (Aparte.)
(¿Hay mujer más singular? 1225
¡Oh, crüel!)
POLILLA [A CARLOS.]
(Déjame hacer,
que no sólo ha de querer,
¡vive Dios!, sino envidar.)
CARLOS [A POLILLA.]
(Yo salgo. ¡El alma se abrasa!)
POLILLA Carlos viene.
DIANA Disimula. 1230
POLILLA (Aparte.)
(¡Lástima es que tome bula!
¡Si supiera lo que pasa!)
DIANA Cintia, avisa cuando es hora
de ir al sarao.
CINTIA Ya he mandado
que estén con ese cuidado. 1235

(Sale.)
CARLOS Y yo el primero, señora,
vengo, pues es deuda igual,
a cumplir mi obligación.
DIANA Pues ¿cómo, sin afición,
sois vos el más puntual? 1240
CARLOS Como tengo el corazón
sin los cuidados de amar,
tiene el alma más lugar
de cumplir su obligación.
POLILLA [A DIANA.]
(Hazle un favorcillo al vuelo, 1245
por si más grato le ves.)
DIANA [A POLILLA.]
(Eso procuro.)
POLILLA (Aparte.)
(Esto es
hacerla escupir al cielo.)
DIANA Mucho, no teniendo amor,
vuestra asistencia me obliga. 1250
CARLOS Si es mandarme que prosiga,
sin hacerme ese favor,
lo haré yo, porque obligada
a eso mi atención está.
DIANA [A POLILLA.]
(Poca lumbre el favor da.) 1255
POLILLA [A DIANA.]
(Está la yesca mojada.)
DIANA Luego ¿al favor que os hago
no le dais estimación?
CARLOS Eso con veneración,
mas no con amor le pago. 1260
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Necio, ni aun ansí le pagues!)
CARLOS [A POLILLA.]
(¿Qué quieres? Templa mi ardor,
aunque es fingido, el favor.)
POLILLA [A CARLOS.]
(Pues enjuágate y no tragues.)
DIANA [A POLILLA.]
(¿Qué le has dicho?)
POLILLA [A DIANA.]
(Que, al oíllos, 1265
agradezca tus favores.
DIANA [A POLILLA.]
(Bien haces.)
POLILLA [Al público.]
(Esto es, señores,
engañar a dos carrillos.)
DIANA Si yo a querer algún día
me inclinase, fuera a vos. 1270
CARLOS ¿Por qué?
DIANA Porque entre los dos
hay oculta simpatía:
el llevar vos mi opinión
es ser vos del genio mío,
y, a sufrirlo mi albedrío, 1275
fuera a vos mi inclinación.
CARLOS Pues hicierais mal.
DIANA No hiciera,
que sois galán.
CARLOS No es por eso.
DIANA ¿Por qué?
CARLOS Porque os confïeso
que yo no os correspondiera. 1280
DIANA Pues si os viérades amar
de una mujer como yo,
¿no me quisiérades?
CARLOS No.
DIANA Claro sois.
CARLOS No sé engañar.
POLILLA (Aparte.)
(¡Oh, pecho heroico y valiente! 1285
Dale por esos ijares.
Si tú no se la pegares,
me la peguen en la frente.)
DIANA (Aparte.)
(Mucho al enojo me acerco.
¡Tal desahogo no he visto!) 1290
POLILLA [A DIANA.]
(Desvergüenza es, ¡vive Cristo!)
DIANA [A POLILLA.]
(¿Has visto tal?)
POLILLA [A DIANA.]
(¡Es un puerco!)
DIANA [A POLILLA.]
(¿Qué haré?)
POLILLA [A DIANA.]
(Meterle en la danza
de amor y a puro desdén
quemarle.)
DIANA [A POLILLA.]
(Tú dices bien, 1295
que ésa es la mayor venganza.)
Yo os tuve por más discreto.
CARLOS Pues ¿qué he hecho contra razón?
DIANA ¡Eso es ya desatención!
CARLOS No ha sido sino respeto. 1300
Y porque veáis que es error
que haya en el mundo quien crea
que el que quiere lisonjea,
oíd de mí lo que es amor:
amar, señora, es tener 1305
inflamado el corazón
con un deseo de ver
a quien causa esta pasión,
que es la gloria del querer.
Los ojos, que se agradaron 1310
de algún sujeto que vieron,
al corazón trasladaron
las especies que cogieron
y esta inflamación causaron.
Su hidrópico ardor procura 1315
apagar de sus antojos
la sed viendo la hermosura,
mas crece la calentura
mientras más beben los ojos.
Siendo esta fiebre mortal, 1320
quien corresponde al amor
bien se ve que es desleal,
pues le remedia el dolor,
dando más fuerzas al mal.
Luego el que amado se viere, 1325
no obliga en corresponder,
si daña, como se infiere.
Pues oíd cómo en querer
tampoco obliga el que quiere.
Quien ama con fe más pura 1330
pretende de su pasión
aliviar la pena dura
mirando aquella hermosura
que adora su corazón.
El contento de miralla 1335
le obliga al ansia de vella:
esto, en rigor, es amalla;
luego aquel gusto que halla
le obliga solo a querella.
Y esto mejor se percibe 1340
del que aborrecido está,
pues aquel amando vive,
no por el gusto que da
sino por el que recibe.
Los que aborrecidos son 1345
de la dama que apetecen
no sienten la desazón
porque cansa su pasión,
sino porque ellos padecen.
Luego, si por su tormento 1350
el desdén siente quien ama,
el que quiere más atento,
no quiere el bien de su dama,
sino su propio contento.
A su propia conveniencia 1355
dirige Amor su fatiga;
luego es clara consecuencia
que ni con amor se obliga
ni con su correspondencia.
DIANA El amor es una unión 1360
de dos almas, que su ser
truecan por transformación,
donde es fuerza que ha de haber
gusto, agrado y elección.
Luego si el gusto es después 1365
del agrado y la elección,
y ésta voluntaria es,
ya le debo obligación
si no amante, de cortés.
CARLOS Si vuestra razón infiere 1370
que el que ama hace obligación,
¿por qué os ofende el que quiere?
DIANA Porque yo tendré razón
para lo que yo quisiere.
CARLOS Y ¿qué razón puede ser? 1375
DIANA Yo otra razón no prevengo
más que quererla tener.
CARLOS Pues ésa es la que yo tengo
para no corresponder.
DIANA ¿Y si acaso el tiempo os muestra 1380
que vence vuestra porfía?
CARLOS Siendo una la razón nuestra,
si se venciere la mía,
no es muy segura la vuestra.
(Suenan los instrumentos.)

LAURA Señora, los instrumentos 1385


ya de ser hora dan señas
de comenzar el sarao
para las Carnestolendas.
POLILLA Y ya los príncipes vienen.
DIANA Tened todas advertencia 1390
de prevenir los colores.
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Ah, señor, estar alerta!)
CARLOS [A POLILLA.]
(¡Ay, Polilla, lo que finjo
toda una vida me cuesta!)
POLILLA [A CARLOS.]
(Calla, que de enamoralla 1395
te hartarás al ir con ella
por la obligación del día.)
CARLOS [A POLILLA.]
(Disimula, que ya llegan.)

(Salen los príncipes y los MÚSICOS cantando.)

MÚSICOS Venid los galanes


a elegir las damas, 1400
que en Carnestolendas
Amor se disfraza.
Falarala, larala, etc.
BEARNE Dudoso vengo, señora,
pues, teniendo corta estrella, 1405
vengo fïado en la suerte.
DON Aunque mi duda es la mesma,
GASTÓN el elegir la color
me toca a mí, que el ser buena,
pues le toca a mi fortuna, 1410
ella debe cuidar della.
DIANA Pues sentaos, y cada uno
elija color, y sea
como es uso, previniendo
la razón para escogella, 1415
y la dama que le tiene
salga con él, siendo deuda
el enamorarla en él
y el favorecerle en ella.
MÚSICOS Venid los galanes 1420
a elegir las damas,
que en Carnestolendas
Amor se disfraza.
Falarala, larala, etc.
BEARNE Ésta es acción de fortuna, 1425
y ella, por ser loca y ciega,
siempre le da lo mejor
a quien menos partes tenga.
Por ser yo el de menos partes,
es forzoso que aquí sea 1430
quien tiene más esperanza,
y ansí el escoger es fuerza
el color verde.
CINTIA (Aparte.)
(Si yo
escojo de lo que queda,
después de Carlos yo elijo 1435
al de Bearne.) Y yo soy vuestra,
que tengo el verde. Tomad.

(Dale una cinta verde.)

BEARNE Corona, señora, sea


de mi suerte el favor vuestro,
que, a no serlo, elección fuera. 1440

(Danzan una mudanza y pónense mascarillas y retíranse a un


lado, quedando en pie.)

MÚSICOS Vivan los galanes


con sus esperanzas,
que para ser dichas
el tenerlas basta.
Falarala, larala, [etc.] 1445
DON Yo nunca tuve esperanza,
GASTÓN sino envidia, pues cualquiera
debe más favor que yo
a las luces de su estrella;
y, pues siempre estoy celoso, 1450
azul quiero.
FENISA Yo soy vuestra,
que tengo el azul. Tomad.

(Dale una azul.)


DON Mudar de color pudiera,
GASTÓN pues ya, señora, mi envidia
con tan buena suerte cesa. 1455

(Danzan y retíranse.)

MÚSICOS No cesan los celos


por lograr la dicha,
pues los hay entonces
de los que la envidian.
Falarala, larala, etc. 1460
POLILLA Y yo ¿he de elegir color?
DIANA Claro está.
POLILLA Pues vaya fuera,
que ya salirme quería
a la cara, de vergüenza.
DIANA ¿Qué color pides?
POLILLA Yo tengo 1465
hecho el buche a damas feas,
de suerte que habrá de ser
muy mala la que me quepa.
De las damas que aquí miro
no hay ninguna que no sea 1470
como una rosa, y pues yo
la he de hacer mala por fuerza,
por si ella es como una rosa,
yo la quiero rosa seca.
Rosa seca, sal acá. 1475
¿Quién le tiene?
LAURA Yo soy vuestra,
que tengo el color. Tomad.

(Dale una cinta.)

POLILLA ¿Yo aquí he de favorecerla


y ella a mí ha de enamorarme?
LAURA No, sino al revés.
POLILLA Pues vuelta: 1480
enamóreme al revés.
LAURA Que no ha de ser eso, bestia,
sino enamorarme tú.
POLILLA ¿Yo? Pues toda la manteca,
hecha pringue en la sartén, 1485
a tu blancura no llega,
ni con tu pelo se iguala
la frisa de la bayeta,
ni dos ojos de jabón
más que los tuyos blanquean; 1490
ni siete bocas hermosas,
las unas tras otras puestas,
son tanto como la tuya;
y no hablo de pies y piernas,
porque no hilo tan delgado, 1495
que, aunque yo con tu belleza
he caído, no he caído,
pues no cae el que no peca.

(Danzan y retíranse.)

MÚSICOS Quien a rosas secas


su elección inclina 1500
tiene amor de rosas
y temor de espinas.
Falarala, etc.
CARLOS Yo a elegir quedo el postrero,
y ha sido por la violencia 1505
que me hace la obligación
de haber de fingir finezas,
y pues ir contra el dictamen
del pecho es enojo y pena,
para que lo signifique, 1510
de los colores que quedan,
pido el color nacarado.
¿Quién le tiene?
DIANA Yo soy vuestra,
que tengo el nácar. Tomad.

(Dale una cinta de nácar.)

CARLOS Si yo, señora, supiera 1515


el acierto de mi suerte,
no tuviera por violencia
fingir amor, pues ahora
le debo tener de veras.

(Danzan y retíranse.)

MÚSICOS Iras significa 1520


el color de nácar;
el desdén no es ira:
quien tiene iras ama.
Falarala, etc.
POLILLA Ahora te puedes dar 1525
un hartazgo de finezas:
come para quince días,
mas no te ahítes con ellas.
DIANA Guíe la música, pues,
a la plaza de las fiestas, 1530
y ya galanes y damas
vayan cumpliendo la deuda.
MÚSICOS Vayan los galanes
todos con sus damas,
que en Carnestolendas 1535
Amor se disfraza.
Falarala, etc.

(Vanse todos de dos en dos y al entrar se


detienen DIANA y CARLOS.)

DIANA (Aparte.)
(Yo he de rendir este hombre,
o he de condenarme a necia.)
¡Qué tibio galán hacéis! 1540
Bien se ve en vuestra tibieza
que es violencia enamorar;
y siendo el fingirlo fuerza,
no saberlo hacer no es falta
de amor, sino de agudeza. 1545
CARLOS Si yo hubiera de fingirlo
no tan remiso estuviera,
que donde no hay sentimiento
está más prompta la lengua.
DIANA Luego ¿estáis enamorado 1550
de mí?
CARLOS Si no lo estuviera,
no me atara este temor.
DIANA ¿Qué decís? ¿Habláis de veras?
CARLOS Pues si el alma lo publica,
¿puede fingirlo la lengua? 1555
DIANA Pues ¿no dijistes que vos
no podéis querer?
CARLOS Eso era
porque no me había tocado
el veneno desta flecha.
DIANA ¿Qué flecha?
CARLOS La desta mano 1560
que el corazón me atraviesa;
y, como el pez que introduce
su venenosa violencia
por el hilo y por la caña,
y al pescador pasma y hiela 1565
el brazo con que la tiene,
a mí el alma me penetra
el dulce, ardiente veneno
que de vuestra mano bella
se introduce por la mía 1570
y hasta el corazón me llega.
DIANA (Aparte.)
(Albricias, ingenio mío,
que ya rendí su soberbia.
Ahora probará el castigo
del desdén de mi belleza.) 1575
Que, en fin, ¿vos no imaginabais
querer, y queréis de veras?
CARLOS Toda el alma se me abrasa,
todo mi pecho es centellas.
Temple en mí vuestra piedad 1580
este ardor que me atormenta.
DIANA Soltad. ¿Qué decís? ¡Soltad!

(Quítase la mascarilla DIANA y suéltale la mano.)

¿Yo, favor? La pasión ciega


para el castigo os disculpa,
mas no para la advertencia. 1585
¿A mí me pides favor
diciendo que amáis de veras?
CARLOS (Aparte.)
(¡Cielos, yo me despeñé!
Pero válgame la enmienda.)
DIANA ¿No os acordáis de que os dije 1590
que en queriéndome era fuerza
que sufrieseis mis desprecios
sin que os valiese la queja?
CARLOS Luego ¿de veras habláis?
DIANA Pues ¿vos no queréis de veras? 1595
CARLOS ¿Yo, señora? Pues ¿se pudo
trocar mi naturaleza?
¿Yo querer de veras? ¿Yo?
¡Jesús, qué error! ¿Eso piensa
vuestra hermosura? ¿Yo, amor? 1600
Pues cuando yo le tuviera,
de vergüenza le callara.
Esto es cumplir con la deuda
de la obligación del día.
DIANA ¿Qué decís?
¿Que no es de veras? 1605
(Aparte.)
(¿Qué escucho?)
Pues ¿cómo aquí...?
(Aparte.)
(¡A hablar no acierta
mi vanidad, de corrida!)
CARLOS Pues vos, siendo tan discreta
¿no conocéis que es fingido? 1610
DIANA Pues ¿aquello de la flecha,
del pez, el hilo y la caña,
y decir que el desdén era
porque no os había tocado
del veneno la violencia? 1615
CARLOS Pues eso es fingirlo bien.
¿Tan necio queréis que sea
que cuando a fingir me pongo
lo finja sin apariencias?
DIANA (Aparte.)
(¿Qué es esto que me sucede? 1620
¿Yo he podido ser tan necia
que me haya hecho este desaire?
Del incendio desta afrenta
el alma tengo abrasada.
Mucho temo que lo entienda. 1625
Yo he de enamorar a este hombre,
si toda el alma me cuesta.)
CARLOS Mirad que esperan, señora.
DIANA (Aparte.)
(¡Que a mí este error me suceda!)
Pues ¿cómo vos...?
CARLOS ¿Qué decís? 1630
DIANA (Aparte.)
(¿Qué iba yo a hacer? ¡Ya estoy ciega!)
Poneos la máscara y vamos.
CARLOS (Aparte.)
(No ha sido mala la enmienda
¿Ansí trata el rendimiento?
¡Ah, crüel! ¡Ah, ingrata! ¡Ah, fiera! 1635
¡Yo echaré sobre mi fuego
toda la nieve del Etna!)
DIANA Cierto que sois muy discreto
y lo fingís de manera
que lo tuve por verdad. 1640
CARLOS Cortesanía fue vuestra
el fingiros engañada,
por favorecer con ella;
que con eso habéis cumplido
con vuestra naturaleza 1645
y la obligación del día,
pues fingiendo la cautela
de engañaros, porque a mí
me dais crédito con ella,
favorecéis el ingenio 1650
y despreciáis la fineza.
DIANA (Aparte.)
(Bien agudo ha sido el modo
de motejarme de necia;
mas ansí le he de engañar.)
Venid, pues, y aunque yo sepa 1655
que es fingido, proseguid,
que eso a estimaros me empeña
con más veras.
CARLOS ¿De qué suerte?
DIANA Hace a mi desdén más fuerza
la discreción que el amor 1660
y me obligáis más con ella.
CARLOS (Aparte.)
(¡Quién no entendiese tu intento!
Yo le volveré la flecha.)
DIANA ¿No proseguís?
CARLOS No, señora.
DIANA ¿Por qué?
CARLOS Me ha dado tal pena 1665
el decirme que os obligo,
que me ha hecho perder la senda
del fingirme enamorado.
DIANA Pues vos ¿qué perder pudierais
en tenerme a mí obligada 1670
con vuestra atención discreta?
CARLOS Arriesgarme a ser querido.
DIANA Pues ¿tan mal os estuviera?
CARLOS Señora, no está en mi mano;
y si yo en eso me viera, 1675
fuera cosa de morirme.
DIANA (Aparte.)
(¡Que esto escuche mi belleza!)
Pues ¿vos presumís que yo
puedo quereros?
CARLOS Vos mesma
decís que la que agradece 1680
está de querer muy cerca;
pues quien confiesa que estima,
¿qué falta para que quiera?
DIANA Menos falta para injuria
a vuestra loca soberbia; 1685
y eso poco que le falta,
pasando ya de grosera,
quiero excusar en dejaros.
Idos.
CARLOS Pues ¿cómo a la fiesta
queréis faltar? ¿Puede ser 1690
sin dar causa a otra sospecha?
DIANA Ese riesgo a mí me toca.
Decid que estoy indispuesta,
que me ha dado un accidente.
CARLOS Luego con eso licencia 1695
me dais para no asistir.
DIANA Si os mando que os vais, ¿no es fuerza?
CARLOS Me habéis hecho un gran favor.
Guarde Dios a Vuestra Alteza.

(Vase.)

DIANA ¿Qué es lo que pasa por mí? 1700


¡Tan corrida estoy, tan ciega,
que si supiera algún medio
de triunfar de su soberbia,
aunque arriesgara el respeto,
por rendirle a mi belleza, 1705
a costa de mi decoro
comprara la diligencia!

(Sale POLILLA.)

POLILLA ¿Qué es esto, señora mía?


¿Cómo se ha aguado la fiesta?
DIANA Hame dado un accidente. 1710
POLILLA Si es cosa de la cabeza,
dos parches de tacamaca
y que te traigan las piernas.
DIANA No tienen piernas las damas.
POLILLA Pues por esa razón mesma 1715
digo yo que te las traigan.
Mas ¿qué ha sido tu dolencia?
DIANA Aprieto del corazón.
POLILLA ¡Jesús! Pues si no es más de ésa,
sangrarte y purgarte luego, 1720
y echarte unas sanguijuelas,
dos docenas de ventosas
y al instante estarás buena.
DIANA Caniquí, yo estoy corrida
de no vencer la tibieza 1725
de Carlos.
POLILLA Pues ¿eso dudas?
¿Quieres que por ti se pierda?
DIANA Pues ¿cómo se ha de perder?
POLILLA Hazle que tome una renta.
Pero, de veras hablando, 1730
tú, señora, ¿no deseas
que se enamore de ti?
DIANA Toda mi corona diera
por verle morir de amor.
POLILLA Y ¿es eso cariño o tema? 1735
La verdad, ¿te entra el Carlillos?
DIANA ¿Qué es cariño? Yo soy peña.
Para abrasarle a desprecios,
a desaires y a violencias,
lo deseo sólo.
POLILLA (Aparte.)
(¡Zape! 1740
Aún está verde la breva,
mas ella madurará,
como hay muchachos y piedras.)
DIANA Yo sé que él gusta de oír
cantar.
POLILLA Mucho, como sea 1745
la Pasión o algún buen salmo
cantado con castañetas.
DIANA ¿Salmo? ¿Qué dices?
POLILLA Es cosa,
señora, que esto le eleva.
Lo que es música de salmos, 1750
pierde su juicio por ella.
DIANA Tú has de hacer por mí una cosa.
POLILLA ¿Qué?
DIANA Abierta hallarás la puerta
del jardín; yo con mis damas
estaré allí, y, sin que él sepa 1755
que es cuidado, cantaremos;
tú has de decir que le llevas
porque nos oiga cantar,
diciendo que, aunque le vean,
a ti te echarán la culpa. 1760
POLILLA Tú has pensado brava treta,
porque en viéndote cantar
se ha de hacer una jalea.
DIANA Pues ve a buscarle al momento.
POLILLA Llevarele con cadena. 1765
A oír cantar irá el otro
tras un entierro; mas sea
buen tono.
DIANA ¿Qué te parece?
POLILLA Alguna cosa burlesca
que tenga mucha alegría. 1770
DIANA ¿Como qué?
POLILLA ¿Un requiem aeternam?
DIANA Mira que voy al jardín.
POLILLA Pues ponte como una Eva,
para que caiga este Adán.
DIANA Allá espero.

(Vase.)

POLILLA ¡Norabuena, 1775


que tú has de ser la manzana
y has de llevar la culebra!
[Al público.]
(Señores, ¡que estas locuras
ande haciendo una princesa!
Mas, quien tiene la mayor, 1780
¿qué mucho que estotras tenga?
Porque las locuras son
como un plato de cerezas,
que en tirando de la una,
las otras se van tras ella.) 1785

(Sale CARLOS.)

CARLOS ¡Polilla, amigo!


POLILLA Carlos, ¡bravo cuento!
CARLOS Pues ¿qué ha habido de nuevo?
POLILLA Vencimiento.
CARLOS Pues tú ¿qué has entendido?
POLILLA Que, para enamorarte, me ha pedido
que te lleve al jardín, donde has de vella 1790
más hermosa y brillante que una estrella,
cantando con sus damas;
que, como te imagina duro tanto,
ablandarte pretende con el canto.
CARLOS ¿Eso hay? Mucho lo extraño. 1795
POLILLA Mira si es liviandad de buen tamaño,
y si está ya harto ciega,
pues esto hace y de mí a fïarlo llega.

(Tañen dentro.)

CARLOS Ya escucho el instrumento.


POLILLA Ésta ya es tuya.
CARLOS Calla, que cantan ya.
POLILLA Pues ¡aleluya! 1800

(Cantan.)

Olas eran de zafir


las del mar sola esta vez,
con el que siempre le aclaman
los mares segundo rey.
POLILLA Vamos, señor.
CARLOS ¿Qué dices? Que yo muero. 1805
POLILLA Deja eso a los pastores del Arcadia
y vámonos allá, que esto es primero.
CARLOS Y ¿qué he de hacer?
POLILLA Entrar y no miralla
y divertirte con la copia bella
de flores; y, aunque ella 1810
se haga rajas cantando, no escuchalla,
por que se abrase.
CARLOS No podré emprendello.
POLILLA ¿Cómo no? ¡Vive Cristo que has de hacello
o te tengo de dar con esta daga
que traigo para eso, que esta llaga 1815
se ha de curar con escozor!
CARLOS No intentes
eso, que no es posible que lo allanes.
POLILLA Señor, tú has de sufrir polvos de Joanes,
que toda el alma tienes ya podrida.

(Cantan dentro.)
CARLOS Otra vez cantan; oye, por tu vida. 1820
POLILLA ¡Pesia mi alma, vamos,
no en eso tiempo pierdas!
CARLOS Atendamos,
que luego entrar podemos.
POLILLA Allá, desde más cerca, escucharemos.
¡Anda con Barrabás!
CARLOS Oye primero. 1825
POLILLA Has de entrar, ¡vive Dios!
CARLOS Oye.
POLILLA No quiero.

(Métele a empujones.)

(Salen DIANA y todas las damas en guardapieses y justillos,


cantando.)

DAMAS Olas eran de zafir


las del mar sola esta vez,
con el que siempre le aclaman
los mares segundo rey. 1830
DIANA ¿No habéis visto entrar a Carlos?
CINTIA No sólo no le hemos visto,
mas ni aun de que venir pueda
en el jardín hay indicio.
DIANA Laura, ten cuenta si viene. 1835
LAURA Ya yo, señora, lo miro.
DIANA Aunque arriesgue mi decoro,
he de vencer sus desvíos.
LAURA Cierto, que estás tan hermosa,
que ha de faltarle el sentido 1840
si te ve y no se enamora.
Mas, señora, ya le he visto,
ya está en el jardín.
DIANA ¿Qué dices?
LAURA Que con Caniquí ha venido.
DIANA Pues volvamos a cantar, 1845
y sentaos todas conmigo.

(Siéntanse todas, y salen POLILLA y CARLOS.)

POLILLA No te derritas, señor.


CARLOS Polilla, ¿no es un prodigio
su belleza? En aquel traje
doméstico es un hechizo. 1850
POLILLA ¡Qué bravas están las damas
en guardapiés y justillo!
CARLOS ¿Para qué son los adornos
donde hay sin ellos tal brío?
POLILLA Mira: éstas son como el cardo, 1855
que el hortelano advertido
le deja las pencas malas
que, aunque no son de servicio,
abultan para venderle;
pero después de vendido 1860
sólo se come el cogollo.
Pues las damas son lo mismo:
lo que se come es aquesto,
que el moño y el artificio
de las faldas son las pencas 1865
que se echan a los borricos.
Pero vuelve allá la cara,
no mires, que vas perdido.
CARLOS Polilla, no he de poder.
POLILLA ¿Qué llamas no? ¡Vive Cristo 1870
que has de meterte la daga
si vuelves!

(Pónele la daga a la cara.)

CARLOS Ya no la miro.
POLILLA Pues la estás oyendo, engaña
los ojos con los oídos.
CARLOS Pues vámonos alargando, 1875
porque si canta, el no oírlo
no parezca que es cuidado,
sino divertirme el sitio.
CINTIA [Aparte.]
(Ya te escucha, cantar puedes.
DIANA Ansí vencerle imagino.) 1880

(Cantan.)

El que sólo de su abril


escogió mayo cortés,
por gala de su esperanza,
las flores de su desdén...
DIANA [Aparte.]
(¿No ha vuelto a oír?
LAURA No, señora. 1885
DIANA ¿Cómo no? Pues ¿no me ha oído?
CINTIA Puede ser, porque está lejos.)
CARLOS En toda mi vida he visto
más bien compuesto jardín.
POLILLA Vaya deso, que eso es lindo. 1890
DIANA [Aparte.]
(El jardín está mirando:
¿este hombre está sin sentido?
¿Qué es esto? Cantemos todas
para ver si vuelve a oírnos.)

(Cantan todas.)

A tan dichoso favor 1895


sirva tan florido mes;
por gloria de sus trofeos,
rendido le bese el pie.
CARLOS ¡Qué bien hecho está aquel cuadro
de sus armas! ¡Qué pulido! 1900
POLILLA [Aparte.]
(Harto más pulido es eso.)
DIANA [Aparte.]
(¡Que esto escucho! ¡Que esto miro!
¿Los cuadros está alabando
cuando yo canto?)
CARLOS No he visto
hiedra más bien enlazada. 1905
¡Qué hermoso verde!
POLILLA [Aparte.]
(Eso pido:
date en lo verde, que engordas.)
DIANA [Aparte.]
(No me ha visto o no me ha oído.
Laura, al descuido le advierte
que estoy yo aquí.)

(Levántase LAURA.)

CINTIA (Aparte.)
(Este capricho 1910
la ha de despeñar a amar.)
LAURA Carlos, estad advertido
que está aquí dentro Dïana.
CARLOS Tiene aquí un famoso sitio:
los laureles están buenos; 1915
pero entre aquellos jacintos,
aquel pie de guindo afea.
POLILLA [Aparte.]
(¡Oh, qué lindo pie de guindo!)
DIANA [Aparte.]
(¿No se lo advertiste, Laura?
LAURA Ya, señora, se lo he dicho. 1920
DIANA Ya no yerra de ignorancia;
pues ¿cómo está divertido?)

(Pasan por delante dellas, llevándole POLILLA la daga junto a


la cara, por que no vuelva.)

POLILLA Señor, por aquesta calle


pasa sin mirar.
CARLOS Rendido
estoy a mi resistencia; 1925
volver temo.
POLILLA ¡Ten, por Cristo,
que te herirás con la daga!
CARLOS Yo no puedo más, amigo.
POLILLA Hombre, mira que te clavas.
CARLOS ¿Qué quieres? Ya me he vencido. 1930
POLILLA Vuelve por estotro lado.
CARLOS ¿Por acá?
POLILLA Por allá digo.
DIANA [Aparte.]
(¿No ha vuelto?
LAURA Ni lo imagina.
DIANA Yo no creo lo que miro;
Fenisa, ve tú al descuido, 1935
y vuelve a darle el aviso.)

(Levántase FENISA.)

POLILLA Otro correo dispara,


mas no dan lumbre los tiros.
FENISA ¿Carlos?
CARLOS ¿Quién llama?
POLILLA ¿Quién es?
FENISA Ved que Diana os ha visto. 1940
CARLOS Admirado desta fuente,
en verla me he divertido
y no había visto a Su Alteza;
decid, que ya me retiro.
DIANA (Aparte.)
(¡Cielos!, sin duda se va.) 1945
Oíd, escuchad, a vos digo.

(Levántase.)

CARLOS ¿A mí, señora?


DIANA Sí, a vos.
CARLOS ¿Qué mandáis?
DIANA ¿Cómo, atrevido,
habéis entrado aquí dentro,
sabiendo que en mi retiro 1950
estaba yo con mis damas?
CARLOS Señora, no os había visto:
la hermosura del jardín
me llevó, y perdón os pido.
DIANA (Aparte.)
(Esto es peor, que aun no dice 1955
que para escucharme vino.)
Pues ¿no me oístes?
CARLOS No, señora.
DIANA No es posible.
CARLOS Un yerro ha sido,
que sólo enmendarse puede
con no hacer más el delito. 1960

(Vase.)

CINTIA Señora, este hombre es un tronco.


DIANA Dejadme, que sus desvíos
el sentido han de quitarme.
CINTIA (Aparte.)
(Laura, esto va ya perdido.)
LAURA (Aparte.)
(Si ella no está enamorada 1965
de Carlos, ya va camino.)

(Vase.)

DIANA ¡Cielos! ¿Qué es esto que veo?


Un Etna es cuanto respiro.
¡Yo despreciada!
POLILLA (Aparte.)
(Eso sí,
¡pesie a su alma!, dé brincos.) 1970
DIANA ¿Caniquí?
POLILLA ¿Señora mía?
DIANA ¿Qué es esto? ¿Este hombre no vino
a escucharme?
POLILLA Sí, señora.
DIANA Pues ¿cómo no ha vuelto a oíllo?
POLILLA Señora, es loco de atar. 1975
DIANA Pues ¿qué respondió o qué dijo?
POLILLA Es vergüenza.
DIANA Dilo, pues.
POLILLA Que cantabais como niños
de escuela y que no quería
escucharos.
DIANA ¿Eso ha dicho? 1980
POLILLA Sí, señora.
DIANA ¿Hay tal desprecio?
POLILLA Es un bobo.
DIANA ¡Estoy sin juicio!
POLILLA No hagas caso...
DIANA ¡Estoy mortal!
POLILLA ...que es un bárbaro.
DIANA Eso mismo
me ha de obligar a rendirle, 1985
si muero por conseguirlo.

(Vase.)

POLILLA ¡Buena va la danza, alcalde,


y da en la albarda el granizo!

(Vase.)

Jornada III
Salen CARLOS, POLILLA, DON GASTÓN y el de BEARNE.

BEARNE Carlos, nuestra amistad nos da licencia


de valernos de vos para este intento. 1990
CARLOS Ya sabéis que es segura mi obediencia.
BEARNE En fe de eso, os consulto el pensamiento.
POLILLA (Aparte.)
(Va de consulta, y salga la propuesta,
que todo lo demás es molimiento.)
BEARNE Ya vos sabéis que no ha quedado fiesta, 1995
fineza, obstentación, galantería,
que no haya sido de los tres compuesta
para vencer la injusta antipatía
que nos tiene Diana, sin debella
ni aun lo que debe dar la cortesía. 2000
Pues habiendo salido vos con ella,
la obligación y el uso de la suerte,
por no favoreceros atropella,
y la alegría del festín convierte
en queja de sus damas y en desprecio 2005
de nosotros, si el término se advierte.
Y de nuestro decoro haciendo aprecio,
más que de nuestro amor, nos ha obligado
solamente a vencer su desdén necio;
y el gusto quedará desempeñado 2010
de los tres, si la viésemos vencida
de cualquiera de todos al cuidado.
Para esto, pues, traemos prevenida
yo y don Gastón la industria que os diremos,
que si a esta flecha no quedare herida, 2015
no queda ya camino que intentemos.
CARLOS ¿Qué es la industria?
DON GASTÓN Que pues para estos días
todos por suerte ya damas tenemos,
prosigamos en las galanterías
todos sin hacer caso de Diana, 2020
pues ella se excusó con sus porfías.
Que si a ver llega su altivez tirana,
por su desdén, su adoración perdida,
si no de amante, se ha de herir de vana;
y en conociendo indicios de la herida, 2025
nuestras finezas han de ser mayores,
hasta tenerla en su rigor vencida.
POLILLA No es ése mal remedio; mas, señores,
eso es lo mismo que a cualquier doliente
el quitarle la cena los doctores. 2030
BEARNE Pero si no es remedio suficiente,
cuando no alivie o temple la dolencia,
sirve de que no crezca el accidente.
Si a Diana la ofende la decencia
con que la festejamos, porfïalla 2035
sólo será crecer su resistencia.
Ya no queda más medio que dejalla;
pues si la ley que dio naturaleza
no falta en ella, ansí hemos de obligalla;
porque en viendo perdida la fineza 2040
la dama, aun de aquel mismo que aborrece,
sentirlo es natural en la belleza.
Que la veneración de que carece,
aunque el gusto cansado la desprecia,
la vanidad del alma la apetece; 2045
y si le falta lo que el alma aprecia,
aunque lo calle allá su sentimiento,
la estará a solas condenando a necia.
Y cuando no se logre el pensamiento
de obligarla a querer, en que lo sienta 2050
queda vengado bien nuestro tormento.
CARLOS Lo que, ofendido, vuestro amor intenta,
por dos causas de mí queda acetado:
una, el ser fuerza que ella lo consienta,
porque eso su desdén nos ha mandado; 2055
y otra, que, sin amor, ese desvío
no me puede costar ningún cuidado.
BEARNE Pues la palabra os tomo.
CARLOS Yo la fío.
BEARNE Y aun de Diana el nombre a nuestro labio
desde aquí le prohíba el albedrío. 2060
DON GASTÓN Ése contra el desdén es medio sabio.
CARLOS Digo que de mi parte lo prometo.
BEARNE Pues vos veréis vengado nuestro agravio.
DON GASTÓN Vamos y, aunque se ofenda su respeto,
en festejar las damas prosigamos 2065
con más finezas.
CARLOS Yo el desvío aceto.
BEARNE Pues si a un tiempo todos la dejamos,
cierto será el vencerla.
CARLOS Ansí lo creo.
BEARNE Vamos, pues, don Gastón.
DON GASTÓN Bearne, vamos.
BEARNE Logrado habéis de ver nuestro deseo. 2070

(Vanse.)

POLILLA Señor, ésta es brava traza


y medida a tu deseo,
que esto es echarte el ojeo,
por que tú mates la caza.
CARLOS Polilla, ¡mujer terrible! 2075
¡Que aun no quiera tan picada!
POLILLA Señor, ella está abrasada,
mas rendirse no es posible.
Ella te quiere, señor,
y dice que te aborrece, 2080
mas lo que ira le parece
es quintaesencia de amor;
porque, cuando una mujer
de los desdenes se agravia,
bien puede llamarlo rabia, 2085
mas es rabiar por querer.
Día y noche está tratando
cómo vengar su congoja;
mas no temas que te coja,
que ella te dará bien blando. 2090
CARLOS ¿Qué dice de mí?
POLILLA Te acusa,
dice que eres un grosero,
desatento, majadero.
Y yo, que entiendo la musa,
digo: «Señora, es un loco, 2095
un sucio»; y ella después
vuelve por ti y dice: «No es,
que ni tanto ni tan poco».
En fin, por que sus desvelos
no se logren, yo imagino 2100
que ahora toma otro camino
y quiere picarte a celos.
Conoce tú la varilla;
y si acaso te la echa,
disimula y di a la flecha 2105
riendo: «Hágote cosquilla»,
que ella se te vendrá al ruego.
CARLOS ¿Por qué?
POLILLA Porque, aunque se enoje,
quien cuando siembra no coge,
va a pedir limosna luego; 2110
esto es, señor, evidencia.
Lope, el fénix español,
de los ingenios el sol,
lo dijo en esta sentencia:
«Quien tiene celos y ofende, 2115
¿qué pretende?
La venganza de un desdén;
y si no le sale bien,
vuelve a comprar lo que vende».
Mas ya los príncipes van 2120
sus músicas previniendo.
CARLOS Irme con ellos pretendo.
POLILLA Con eso juego te dan.
CARLOS Diana viene.
POLILLA Pues cuidado
y escápate.
CARLOS Voyme luego. 2125

(Vase.)

POLILLA Vete, que, si nos ve el juego,


perderemos lo envidado.

(Cantan dentro y va saliendo DIANA.)

MÚSICOS Pastores, Cintia me mata;


Cintia es mi muerte y mi vida;
yo de ver a Cintia vivo 2130
y muero por ver a Cintia.
DIANA ¡Tanta Cintia!
POLILLA Es el reclamo
del bearnés.
DIANA ¡Finezas necias!
POLILLA (Aparte.)
(Todo esto es echar especias
al guisado de mi amo.) 2135
DIANA Por no ver estas contiendas
de que a sus damas alaben
deseo ya que se acaben
aquestas carnestolendas.
POLILLA Eso es ya rigor tirano. 2140
Deja, señora, querer,
si no quieres; que eso es ser
el perro del hortelano.
DIANA Pues ¿no es cosa muy cansada
oír músicas precisas 2145
de Cintias, Lauras, Fenisas
cada instante?
POLILLA Si te enfada
ver tu nombre en verso escrito,
¿qué han de hacer sino cintiar,
laurear y fenisar, 2150
que dïanar es delito?
Y el bearnés tan fino está
con Cintia, que está en su pecho,
que una gran décima ha hecho.
DIANA Y ¿cómo dice?
POLILLA Allá va: 2155
«Cintia el mandamiento quinto
quebró en mí como saeta;
Cintia es la que a mí me aprieta,
y yo soy de Cintia el cinto.
Cintia y cinta no es distinto; 2160
y pues Cintia es semejante
a cinta, soy fino amante,
pues traigo cinta en la liga.
Y esta décima la diga
Cintor el representante». 2165
DIANA Bien por cierto; mas ya suena
otra música.
POLILLA Y galante.
DIANA Ésta será de otro amante.
POLILLA (Aparte.)
(Reventando está de pena.)
MÚSICOS No iguala a Fenisa el fénix, 2170
que si él muere y resucita,
Fenisa da vida y mata;
más que el fénix es Fenisa.
DIANA ¡Qué finos están!
POLILLA ¡Jesús!
Mucha cosa, y aún mi pecho. 2175
Oye lo que a Laura he hecho.
DIANA ¿También das músicas?
POLILLA ¡Pus!
Laura, en rigor, es laurel;
y pues Laura a mí me plugo,
yo tengo de ser besugo, 2180
por escabecharme en él.
DIANA Y Carlos ¿no me pudiera
dar música a mí también?
POLILLA Si él llegara a querer bien,
sin duda se te atreviera; 2185
mas él no ama, y tú el concierto
de que te dejase hiciste,
con que al punto que dijiste:
«Id con Dios», vio el cielo abierto.
DIANA Que lo dije ansí confieso; 2190
mas él porfïar debía,
que aquí es cortés la porfía.
POLILLA Pues ¿cómo puede ser eso,
si a las fiestas han de ir,
y es desprecio de su fama 2195
no ir un galán con su dama,
y tú no quieres salir?
DIANA ¿Que pudiera ser no infieres
que saliese yo con él?
POLILLA Sí, señora, pero él 2200
sabe poco de poderes.
Mas ya galanes y damas
a las fiestas van saliendo;
cierto que es un mayo ver
las plumas de los sombreros. 2205
DIANA Todos vienen con sus damas,
y Carlos viene con ellos.
POLILLA [Al público.]
(Señores, si esta mujer,
viendo ahora este desprecio,
no se rinde a querer bien, 2210
ha de ahorcarse, como hay credo.)

(Salen todos los galanes con sus damas, y ellos y ellas con sombreros y plumas.)

MÚSICOS A festejar sale Amor


sus dichosos prisioneros,
dando plumas sus penachos
a sus arpones soberbios. 2215
BEARNE [Aparte.]
(Príncipes, para picarla
es éste el postrer remedio.
DON GASTÓN Mostrarnos finos importa.
CARLOS Mi fineza es el despego.)
BEARNE Cada instante, Cintia hermosa, 2220
me olvido de que soy vuestro,
porque no creo a mi suerte
la dicha que la merezco.
CINTIA Más dudo yo, pues presumo
que el ser tan fino es empeño 2225
del día, y no del amor.
BEARNE Salir del día deseo
por venceros esa duda.
DON GASTÓN Y vos, si dudáis lo mesmo,
veréis pasar mi fineza 2230
a los mayores extremos,
cuando sólo deuda sea
de la fe con que os venero.
DIANA Nadie se acuerda de mí.
POLILLA Yo por ninguno lo siento, 2235
sino por aquel menguado
de Carlos, que es un soberbio,
¿tiene él algo más que ser
muy galán y muy discreto,
muy liberal y valiente, 2240
y hacer muy famosos versos
y ser un príncipe grande?
Pues ¿qué tenemos con esto?
BEARNE Conde de Fox, no perdamos
tiempo para los festejos 2245
que tenemos prevenidos.
DON GASTÓN Tan feliz día logremos.
DIANA ¡Qué tiernos van!
POLILLA Son menguados.
DIANA Pues ¿es malo el estar tiernos?
POLILLA Sí, que es cosa de capones. 2250
BEARNE Proseguid el dulce acento
que nuestra dicha celebra.
CARLOS Yo seré imán de sus ecos.

(Vanse pasando por delante de DIANA, sin reparar en ella.)

MÚSICOS A festejar sale Amor


sus dichosos prisioneros 2255
dando plumas sus penachos
a sus arpones soberbios.
DIANA ¡Qué finos van y qué graves!
POLILLA ¿Sabes qué parecen éstos?
DIANA ¿Qué?
POLILLA Priores y abadesas. 2260
DIANA [Aparte.]
(Y Carlos se va con ellos...
Sólo dél siento el desdén;
pero de abrasarle a celos
es ésta buena ocasión...
Llámale tú.)
POLILLA ¡Ah, caballero! 2265
CARLOS ¿Quién llama?
POLILLA Appropinquacion
ad parlandom.
CARLOS ¿Con quién?
POLILLA Mecum.
CARLOS Pues ¿para eso me llamas,
cuando ves que voy siguiendo
este acento enamorado? 2270
DIANA ¿Vos enamorado? ¡Bueno!
Y ¿de quién lo estáis?
CARLOS Señora,
también yo aquí dama llevo.
DIANA ¿Qué dama?
CARLOS Mi libertad,
que es a quien yo galanteo. 2275
DIANA (Aparte.)
(Cierto que me había dado
gran susto.)
POLILLA (Aparte.)
(¡Bueno va esto!
Ya está más allá de Illescas
para llegar a Toledo.)
DIANA ¿La libertad es la dama? 2280
¡Buen gusto tenéis, por cierto!
CARLOS En siendo gusto, señora,
no importa que no sea bueno,
que la voluntad no tiene
razón para su deseo. 2285
DIANA Pero ahí no hay voluntad.
CARLOS Sí hay tal.
CONDE O yo no lo entiendo
o no la hay; que no se puede
dar voluntad sin sujeto.
CARLOS El sujeto es el no amar, 2290
y voluntad hay en esto;
pues si quiero no querer,
ya quiero lo que no quiero.
DIANA La negación no da ser,
que sólo el entendimiento 2295
le da al ente racional
un ser fingido y supuesto;
y así es esa voluntad,
pues sin causa no hay efecto.
CARLOS Vos, señora, no sabéis 2300
lo que es querer; y así en esto
será lisonja deciros
que ignoráis el argumento.
DIANA No ignoro tal, que el discurso
no ha menester los efectos 2305
para conocer las causas,
pues sin la experiencia dellos
las ve la filosofía;
pero yo ahora lo entiendo
con experiencia también. 2310
CARLOS Pues ¿vos queréis?
DIANA Lo deseo.
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Cuidado, que va apuntando
la varita de los celos!
Úntate muy bien las manos
con aceite de desprecios, 2315
no se te pegue la liga.)
DIANA [A POLILLA.]
(Si éste tiene entendimiento,
se ha de abrasar, o no es hombre.)
POLILLA [A CARLOS.]
(Eso fuera a no estar hecho
él defensivo y pegado.) 2320
CARLOS De oíros estoy suspenso.
DIANA Carlos, yo he reconocido
que la opinión que yo llevo
es ir contra la razón,
contra el útil de mi reino, 2325
la quietud de mis vasallos,
la duración de mi imperio.
Viendo estos inconvenientes,
he puesto a mi pensamiento
tan forzosos silogismos, 2330
que le he vencido con ellos.
Determinada a casarme,
apenas cedió el ingenio
al poder de la verdad
su sofístico argumento 2335
cuando vi, al abrir los ojos,
que la nube de aquel yerro
le había quitado al alma
la luz del conocimiento.
El príncipe de Bearne, 2340
mirado sin pasión...
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Helos!
¡Al aceite, que traen liga!)
DIANA ...es tan galán caballero,
que merece la atención
mía, que harto lo encarezco. 2345
Por su sangre, no hay ninguno
de mayor merecimiento;
por sus partes, no le iguala
el más galán, más discreto.
Lo afable en los agasajos, 2350
lo humilde en los rendimientos,
lo primoroso en finezas,
lo generoso en festejos,
nadie lo tiene como él.
Corrida estoy de que un yerro 2355
me haya tenido tan ciega,
que no viese lo que veo.
CARLOS [A POLILLA.]
(Polilla, aunque sea fingido,
¡vive Dios que estoy muriendo!)
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Aceite, pesia mi alma, 2360
aunque te manches con ello!)
DIANA Y ansí, Carlos, determino
casarme; mas antes quiero,
por ser tan discreto vos,
consultaros este intento. 2365
¿No os parece que el de Bearne
que será el más digno dueño
que dar puedo a mi corona?
Que yo por el más perfeto
le tengo de todos cuantos 2370
me asisten. ¿Qué sentís dello?
Parece que os demudáis.
¿Extrañáis mi pensamiento?
(Aparte.)
(Bien he logrado la herida,
que del semblante lo infiero; 2375
todo el color ha perdido:
eso es lo que yo pretendo.)
POLILLA [A CARLOS.]
(¡Ah, señor!)
CARLOS [Aparte.]
(¡Estoy sin alma!)
POLILLA [A CARLOS.]
(Sacúdete, majadero,
que se te pega la liga.) 2380
DIANA ¿No me respondéis? ¿Qué es eso?
Pues ¿de qué os habéis turbado?
CARLOS Me he admirado, por lo menos.
DIANA ¿De qué?
CARLOS De que yo pensaba
que no pudo hacer el cielo 2385
dos sujetos tan iguales,
que estén a medida y peso
de unas mismas cualidades
sin diferencia compuestos,
y lo estoy viendo en los dos, 2390
pues pienso que estamos hechos
tan debajo de una causa,
que yo soy retrato vuestro.
¿Cuánto ha, señora, que vos
tenéis ese pensamiento? 2395
DIANA Días ha que está trabada
esta batalla en mi pecho,
y desde ayer me he vencido.
CARLOS Pues aquese mismo tiempo
ha que estoy determinado 2400
a querer, ello por ello.
Y también mi ceguedad
me quitó el conocimiento
de la hermosura que adoro;
digo, que adorar deseo, 2405
que cierto que lo merece.
DIANA (Aparte.)
(Sin duda logré mi intento.)
Pues bien podéis declararos,
que yo nada os he encubierto.
CARLOS Sí, señora, y aun hacer 2410
vanidades del acierto.
Cintia es la dama.
DIANA ¿Quién? ¿Cintia?
POLILLA (Aparte.)
(¡Ah, buen hijo! Como diestro,
herir por los mismos filos,
que ésa es doctrina del Negro.) 2415
CARLOS ¿No os parece que he tenido
buena elección en mi empleo?
Porque ni más hermosura
ni mejor entendimiento
jamás en mujer he visto. 2420
Aquel garbo, aquel sosiego,
su agrado, ¿no hace dichosa
mi pasión? ¿Qué sentís dello?
Parece que os he enojado.
DIANA (Aparte.)
(Toda me ha cubierto un hielo.) 2425
CARLOS ¿No respondéis?
DIANA Me ha dejado
suspensa el veros tan ciego,
porque yo en Cintia no he hallado
ninguno desos extremos:
ni es agradable ni hermosa 2430
ni discreta, y ése es yerro
de la pasión.
CARLOS ¿Hay tal cosa?
Hasta ahí nos parecemos.
DIANA ¿Por qué?
CARLOS Porque a vos de Cintia
se os encubre el rostro bello, 2435
y del de Bearne a mí
lo galán se me ha encubierto;
conque somos tan iguales,
que decimos mal a un tiempo:
yo, de lo que vos queréis, 2440
y vos, de lo que yo quiero.
DIANA Pues si es gusto, cada uno
siga el suyo.
CARLOS (Aparte.)
(Malo es esto.)
POLILLA [A CARLOS.]
(Encima viene la tuya:
no se te dé nada de eso.) 2445
CARLOS Pues ya, con vuestra licencia,
iré, señora, siguiendo
aquel eco enamorado;
que el disfrazaros mi intento
fue temor que ya he perdido 2450
sabiendo que mi deseo,
en la ocasión y el motivo,
es tan parecido al vuestro.
DIANA ¿Vais a verla?
CARLOS Sí, señora.
DIANA (Aparte.)
(¡Sin mí estoy! ¿Qué es esto, cielos?) 2455
POLILLA (Aparte.)
(Para largo, que la pierde.)
CARLOS Adiós, señora.
DIANA Teneos,
aguardad. ¿Por qué ha de ser
tan ciego un hombre discreto,
que ha de oponer un sentido 2460
a todo un entendimiento?
¿Qué tiene Cintia de hermosa?
¿Qué discursos, qué conceptos
os la han fingido discreta?
¿Qué garbo tiene? ¿Qué aseo? 2465
POLILLA [A CARLOS.]
(Cinco, seis y encaje, cuenta,
señor, que la va perdiendo
hasta el codo.)
CARLOS ¿Qué dices?
DIANA Que ha sido mal gusto el vuestro.
CARLOS ¿Malo, señora? Allí va 2470
Cintia; miralda, aun de lejos,
y veréis cuántas razones
da su hermosura a mi acierto.
Mirad en lazos prendido
aquel hermoso cabello, 2475
y si es justo que en él sea
yo el rendido y él el preso.
Mirad en su frente hermosa
cómo junta el rostro bello,
bebiendo luz a sus ojos, 2480
sol, luna, estrellas y cielo.
Y en sus dos ojos mirad
si es digno y dichoso el hierro
que hace esclavos a los míos,
aunque ellos sean los negros. 2485
Mirad el sangriento labio,
que, fino coral vertiendo,
parece que se ha teñido
en la herida que me ha hecho;
aquel cuello de cristal 2490
que, por ser de garza el cuello,
al cielo de su hermosura
osa llegar con el vuelo;
aquel talle tan delgado,
que yo pintarle no puedo, 2495
porque es él más delicado
que todos mis pensamientos.
Yo he estado ciego, señora,
pues sólo ahora lo veo;
y del pesar de mi engaño 2500
me paso a loco, de ciego:
pues no he reparado aquí
en tan grande desacierto
como alabar su hermosura
delante de vos. Mas desto 2505
perdón os pido, y licencia
de ir a pedírsela luego
por esposa a vuestro padre,
ganando también a un tiempo
del príncipe de Bearne 2510
las albricias de ser vuestro.

(Vase.)

DIANA ¿Qué es esto, dureza mía?


Un volcán tengo en mi pecho.
¿Qué llama es ésta que el alma
me abrasa? Yo estoy ardiendo. 2515
POLILLA (Aparte.)
(Alto, ya cayó la breva,
y dio en la boca por yerro.)
DIANA ¿Caniquí?
POLILLA Señora mía,
¿hay tan grande atrevimiento?
¿Por qué con él no embestiste 2520
y le arrancaste a este necio
todas las barbas a araños?
DIANA Yo pierdo el entendimiento.
POLILLA [Aparte.]
(Pues pierde también las uñas.)
DIANA ¡Caniquí, éste es un incendio! 2525
POLILLA [Aparte.]
(Eso no es sino bramante.)
DIANA ¿Yo arrastrada de un soberbio?
¿Yo rendida de un desvío?
¿Yo sin mí?
POLILLA Señora, quedo,
que eso parece querer. 2530
DIANA ¿Qué es querer?
POLILLA Serán torreznos.
DIANA ¿Qué dices?
POLILLA Digo de amor.
DIANA ¿Cómo amor?
POLILLA No, sino huevos.
DIANA ¿Yo, amor?
POLILLA Pues ¿qué sientes tú?
DIANA Una rabia y un tormento. 2535
No sé qué mal es aqueste.
POLILLA Venga el pulso, y lo veremos.
DIANA Déjame, no me enfurezcas;
que es tanto el furor que siento,
que aun a mí no me perdono. 2540
POLILLA ¡Ay, señora! Vive el cielo
que se te ponen azules
las venas, y es mal agüero.
DIANA Pues ¿de aqueso qué se infiere?
POLILLA Que es pujamiento de celos. 2545
DIANA ¿Qué dices? ¡Loco, villano,
atrevido, sin respeto!
¿Celos yo? ¿Qué es lo que dices?
¡Vete de aquí! ¡Vete luego!
POLILLA Señora...
DIANA ¡Vete, atrevido, 2550
o haré que te arrojen luego
de una ventana!
POLILLA ¡Agua va!
Voyme, señora, al momento,
que no soy para vaciado.
[Aparte.]
(Madre de Dios, ¡cuál la dejo! 2555
Voyme, que, donde hay pañal,
el Caniquí tiene riesgo.)

(Vase.)

DIANA ¿Fuego en mi corazón? No, no lo creo.


Siendo de mármol, ¿en mi pecho helado
pudo encenderse? No, miente el cuidado. 2560
Pero ¿cómo lo dudo, si lo veo?
Yo deseé vencer, por mi trofeo,
un desdén. Pues si es quien me ha abrasado
fuego de amor, ¿qué mucho que haya entrado
donde abrieron las puertas al deseo? 2565
Deste peligro no advertí el indicio,
pues para echar el fuego en otra casa
yo le encendí, en la mía hizo su oficio.
No admire, pues, mi pecho lo que pasa;
que quien quiere encender un edificio 2570
suele ser el primero que se abrasa.

(Sale el de BEARNE.)

BEARNE [Aparte.]
(Gran vitoria he conseguido,
si mi dicha es cierta ya;
mas aquí Diana está.)
A vuestras plantas rendido, 2575
señora, perdón os pido
de venir tan arrojado
con la nueva que me han dado;
que yo pienso que aun es poco,
siendo vuestro, el venir loco 2580
de un favor imaginado.
DIANA No os entiendo, ¿habláis conmigo?
¿Qué favor decís?
BEARNE Señora,
el de Urgel me ha dicho ahora
que dél ha sido testigo, 2585
y que yo el laurel consigo
de ser vuestro.
DIANA Necio fue
si os dijo lo que no sé,
y vos si lo habéis creído.
BEARNE Ya lo dudó mi sentido, 2590
mas quien lo creyó es mi fe.
Que, como milagro fuera
de vos el tener piedad.
os negara el ser deidad,
si mi amor no lo creyera. 2595
En el pecho que os venera,
haber más fe es más trofeo;
y pues fe ha sido el deseo
de imaginaros deidad,
perdonad mi necedad 2600
por la fe con que lo creo.
DIANA Pues ¿no es más atrevimiento
creeros digno de mi amor?
BEARNE No, que vos, con el favor,
podéis dar merecimiento; 2605
y en esto mi pensamiento,
antes que en mí el merecer,
creyó de vos el poder.
DIANA Y ¿él os ha dicho ese error?
BEARNE Sí, señora.
DIANA (Aparte.)
(Esto es peor 2610
que lo que acaba de hacer,
porque supone estar yo
despreciada, y él amante,
pues al príncipe al instante
el aviso le llevó; 2615
que él nunca lo hiciera, no,
si a mí me quisiera bien.
Amor, la furia detén,
pues ya mi pecho has postrado,
que en él este hombre ha labrado 2620
el desdén, con el desdén.)
BEARNE Señora, yo el modo erré
de acetar vuestro favor
y lo que fuera mejor;
enmendando el yerro, iré 2625
a vuestro padre, y diré
la gracia que os he debido,
y rogaré agradecido
que interceda en mi pasión
por mi dicha, el perdón 2630
de haber andado atrevido.

(Vase.)

DIANA ¿Qué es esto que me sucede?


Yo me quemo, yo me abraso;
mas si es venganza de Amor,
¿por qué su rigor extraño? 2635
Esto es amor, porque el alma
me lleva el desdén de Carlos.
Aquel hielo me ha encendido;
que Amor su deidad mostrando,
por castigar mi dureza, 2640
ha vuelto la nieve en rayos.
Pues ¿qué he de hacer, ¡ay de mí!,
para enmendar este daño
que en vano el pecho resiste?
El remedio es confesarlo. 2645
¿Qué digo? ¿Yo publicar
mi delito con mi labio?
¿Yo decir que quiero bien?
Mas Cintia viene: el recato
de mi decoro me valga; 2650
que tanto tormento paso
en el ardor que padezco,
como en haber de callarlo.

(Salen CINTIA y LAURA.)

CINTIA Laura, no creo mi dicha.


LAURA Pues la tienes en la mano, 2655
lógrala, aunque no la creas.
CINTIA Diana, el justo agasajo
que, por ser tu sangre yo,
te he debido, ahora aguardo
que sea con tu favor 2660
el que requiere mi estado.
Carlos, señora, me pide
por esposa, y en él gano
un logro para el deseo,
para mi nobleza un lauro. 2665
Enamorado de mí,
pide, señora, mi mano;
sólo tu favor me falta
para la dicha que aguardo.
DIANA (Aparte.)
(Esto es justicia de Amor. 2670
¡Uno tras otro el agravio!
¿Ya no me doy por vencida?
¿Qué más quieres, dios tirano?)
CINTIA ¿No me respondes, señora?
DIANA Estaba, Cintia, mirando 2675
de qué modo es la fortuna
en sus inciertos acasos.
Anhela un pecho infeliz,
con dudas y sobresaltos,
diligencias y deseos, 2680
por un bien imaginado;
sólo porque le desea,
huye dél, y es tan ingrato,
que de otro que no le busca
se va a poner en la mano. 2685
Yo, de su desdén herida,
procuré rendir a Carlos,
obliguele con favores,
hice finezas en vano:
siempre en él hallé un desvío; 2690
y sin buscarle tu halago,
lo que huyó de mi deseo
se va a rendir a tus brazos.
Yo estoy ciega de ofendida,
y el favor que me has rogado 2695
que te dé, te pido yo
para vengar este agravio.
Llore Carlos tu desprecio,
sienta su pecho tirano
la llama de tu desvío, 2700
pues yo en la suya me abraso.
Véngame de su soberbia,
hállete su amor de mármol;
pene, suspire y padezca
en tu desdén, y llorando 2705
sufra...
CINTIA Señora, ¿qué dices?
Si él conmigo no es ingrato,
¿por qué he de dar yo un castigo
a quien me hace un agasajo?
¿Por qué me has de persuadir 2710
lo que tú estás condenando?
Si en él su desdén no es bueno,
también en mí será malo.
Yo le quiero, si él me quiere.
DIANA ¿Qué es quererle? ¿Tú de Carlos 2715
amada, yo despreciada?
¿Tú con él casarte, cuando
del pecho se está saliendo
el corazón a pedazos?
¿Tú logrando sus cariños, 2720
cuando su desdén helado,
trocando efecto la causa,
abrasa mi pecho a rayos?
Primero, ¡viven los cielos!,
fueran las vidas de entrambos 2725
asumpto de mi venganza,
aunque con mis propias manos
sacara a Carlos del pecho,
donde, a mi pesar, ha entrado,
y para morir con él 2730
matara en mí su retrato
¿Carlos casarse contigo
cuando yo por él me abraso,
cuando adoro su desvío
y su desdén idolatro? 2735
Pero ¿qué digo? ¡Ay de mí!
¿Yo así mi decoro ultrajo?
Miente mi labio atrevido,
miente; mas él no es culpado,
que si está loco mi pecho, 2740
¿cómo ha de estar cuerdo el labio?
Mas ¿yo me rindo al dolor,
para hacer de uno dos daños?
Muera el corazón y el pecho,
y viva de mi recato 2745
la entereza, Cintia, amiga.
Si a ti te pretende Carlos,
si da amor a tu descuido
lo que niega a mi cuidado,
cásate con él, y logra 2750
casto amor en dulces lazos.
Yo solo quise vencerle,
y éste fue un empeño vano
de mi altivez, que ya veo
que fue locura intentarlo, 2755
siendo acción de la Fortuna;
pues, como se ve en sus casos,
siempre consigue el dichoso
lo que intenta el desdichado.
El ser querida una dama 2760
de quien desea no es lauro,
sino dicha de su estrella;
y cuando yo no la alcanzo,
no se infiere que no tengo
en mi hermosura y mi aplauso 2765
partes para merecello,
sino suerte para hallarlo.
Y pues yo no la he tenido
para lo que he deseado,
lógrala tú que la tienes: 2770
dale de esposa la mano,
y triunfe tu corazón
de sus rendidos halagos.
Enlace... Pero ¿qué digo?
¡que me estoy atravesando 2775
el corazón! No es posible
resistir a lo que paso.
Toda el alma se me abrasa.
¿Para qué, cielos, lo callo,
si por los ojos se asoma 2780
el incendio que disfrazo?
Yo no puedo resistirlo.
Pues, cuando lo mienta el labio,
¿cómo ha de encubrir el fuego
que el humo está publicando? 2785
Cintia, yo muero: el delirio
de mi desdén me ha llevado
a este mortal precipicio
por la senda de mi engaño.
El Amor, como deidad, 2790
mi altivez ha castigado:
que es niño para las burlas
y dios para los agravios.
Yo quiero, en fin, ya lo dije,
y a ti te lo he confesado, 2795
a pesar de mi decoro,
porque tienes en tu mano
el triunfo que yo deseo.
Mira si habiendo pasado
por la afrenta del decirlo, 2800
te estará bien el dejarlo.

(Vase.)

LAURA ¡Jesús! El cuento del loco,


él por él está pasando.
CINTIA ¿Qué dices, Laura, qué dices?
LAURA Viendo prohibido el plato, 2805
Dïana se ahitó de amor
y del desdén ha sanado.
CINTIA ¡Ay, Laura! Pues ¿qué he de hacer?
LAURA ¿Qué, señora? Asegurarlo,
y al de Bearne, que es fijo, 2810
no soltarle de la mano
hasta ver en lo que para.
CINTIA Calla, que aquí viene Carlos.

(Salen POLILLA y CARLOS.)

POLILLA Las unciones del desprecio,


señor, la vida le han dado. 2815
¡Gran cura hemos hecho en ella!
CARLOS Si es cierto, gran triunfo alcanzo.
POLILLA Haz cuenta que ya está sana,
porque queda babeando.
CARLOS ¿Y has conocido que quiere? 2820
POLILLA ¿Cómo querer? Por San Pablo,
que me vine huyendo della,
porque la vi querer tanto
que temí que echase el resto
y me destruyese.

[Ven a CINTIA.]

CINTIA ¡Carlos! 2825


CARLOS ¡Cintia hermosa!
CINTIA Vuestra dicha
logra ya triunfo más alto
que el que en mi mano pretende.
Vuestro descuido ha triunfado
del desdén que no ha vencido 2830
en Diana el agasajo
de los príncipes amantes.
Ella os quiere; y yo me aparto
de mi esperanza, por ella
y por vos, si es vuestro el lauro. 2835
CARLOS ¿Qué es lo que decís, señora?
CINTIA Que ella me lo ha confesado.
POLILLA ¡Toma si purga, señor!
No hay en la botica emplasto
para las mujeres locas 2840
como un parche de mal trato.
Mas aquí su padre viene,
y los príncipes: ¡al caso,
señor y, aunque esté rendida,
declárate con resguardo! 2845

(Salen el CONDE DE BARCELONA y los príncipes.)

CONDE Príncipe, vos me dais tan buena nueva,


que es justo que os la acete y, aunque os deba
lo que a vuestra persona,
pago en daros mi hija y mi corona.
DON GASTÓN Pues, aunque yo, señor, no haya tenido 2850
la dicha que Bearne ha conseguido,
siempre estaré contento
de que él haya logrado el vencimiento
que tanto he deseado,
por la parte que debe a mi cuidado; 2855
y el parabién le doy deste trofeo.
CARLOS Y también le admitid de mi deseo.
BEARNE Carlos, yo le recibo,
y el mío os apercibo,
pues en Cintia lográis tan digno dueño, 2860
que envidiara el empeño,
a no lograr el mío.

(Sale DIANA al paño.)

DIANA ¿Dónde me lleva el loco desvarío


de mi pasión? ¡Yo estoy muriendo, cielos,
de envidias y de celos! 2865
Mas los príncipes todos se han juntado,
y mi padre con ellos;
sin alma llego a vellos,
pues si su fin no alcanza,
yo tengo de morir con mi esperanza. 2870
CONDE Carlos, pues vos pedís a mi sobrina,
yo, pagando el deseo que os inclina,
os ofrezco su mano;
y pues tanto sosiego en esto gano,
háganse juntas todas 2875
las bodas de Diana y vuestras bodas.
DIANA [Aparte.]
(¡Cielos, yo estoy mi muerte imaginando!)
POLILLA [A CARLOS.]
(Señor, Diana allí te está escuchando,
y has menester un modo muy discreto
de declararte, por que tenga efeto, 2880
que va con condiciones el partido,
y, si yerras el cabe, vas perdido.)
CARLOS Yo, señor, a Barcelona
vine, más que a pretender,
a festejar de Diana 2885
la hermosura y el desdén;
y, aunque es verdad que de Cintia
el hermoso rosicler
amaneció en mi deseo
a la luz del querer bien, 2890
la entereza de Diana,
que tan de mi genio fue,
ha ganado en mi albedrío
tanto imperio, que no haré
cosa que no sea su gusto, 2895
porque la hermosa altivez
de su desdén me ha obligado
a que yo viva por él;
y puesto que haya pedido
mi amor a Cintia, ha de ser 2900
siendo ansí su voluntad,
pues la mía suya es.
CONDE Pues ¿quién duda que Diana
de eso muy contenta esté?
POLILLA Eso lo dirá Su Alteza, 2905
por hacerme a mí merced.

(Sale.)

DIANA Sí diré. Pero, señor,


¿vos contento no estaréis,
si yo me caso, que sea
con cualquiera de los tres? 2910
CONDE Sí, que todos son iguales.
DIANA Y vosotros ¿quedaréis
de mi elección ofendidos?
BEARNE Tu gusto, señora, es ley.
DON GASTÓN Y todos la obedecemos. 2915
DIANA Pues el príncipe ha de ser
quien dé a mi prima la mano;
y quien a mí me la dé,
el que vencer ha sabido
el desdén, con el desdén. 2920
CARLOS Y ¿quién es ése?
DIANA Tú solo.
CARLOS Dame ya los brazos, pues.
POLILLA Y mi bendición os caiga,
por siempre jamás, amén.
BEARNE Pues ésta, Cintia, es mi mano. 2925
CINTIA Contenta quedo también.
LAURA Pues tú, Caniquí, eres mío.
POLILLA Sacúdanse todos bien,
que no soy sino Polilla:
¡mamola vuesa merced! 2930
Y con esto y con un vítor
que pide, humilde y cortés,
el ingenio, aquí se acaba
el desdén, con el desdén.

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