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Trabajo Práctico Nº 1

Trabajo Práctico Nº 1

Derecho de Daños

D.N.I Nº 29.757.251

Universidad Siglo XXI

Carrera: Abogacía

FECHA: 10 de Junio 2023

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Trabajo Práctico Nº 1

1.- La responsabilidad civil es definida como “la obligación de resarcir el daño injustamente
causado a otro, en las condiciones que fija el ordenamiento jurídico” (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 45).

Existe una responsabilidad por daños por parte de la inmobiliaria y del encargado del edificio
(Sr. Mario), quienes deben responder frente a los daños causados al Sr. Pablo Duarte.

Teniendo en cuenta los principio de reparación plena e integral. Estas normas imponen al
agente del daño recomponer económicamente al damnificado y lo deja indemne por las
pérdidas patrimoniales y extrapatrimoniales sufridas a raíz del hecho antijurídico que lo ha
afectado. Se consideran en forma íntegra los perjuicios a reparar de los damnificados de
lesiones, tales como “la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima”, el lucro cesante,
la pérdida de chance, las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos, de la
salud, de la integridad personal, la salud psicofísica, las afecciones espirituales legítimas y las
que interfieran en el proyecto de vida del dañado. Los presupuestos de la responsabilidad civil,
analizados por la jurisprudencia y la doctrina mayoritarias: la antijuridicidad, los factores de
atribución, el daño y la relación de causalidad.

La inmobiliaria debió informar al Sr. Duarte sobre el estado del caño maestro de desagüe, y no
lo hizo, lo que significaría un incumplimiento contractual ya que las condiciones en las que se
alquiló́ el departamento distaban de ser las que se indicaron en el contrato. Producto de este
incumplimiento, se generó́ el daño sufrido por el Pablo, no sólo a nivel físico, sino también
patrimonial, y luego, moral.

Además, el encargado del edificio tenía conocimiento del desperfecto del caño, y sin embargo,
aun colaborando en la mudanza de Pablo, tampoco hizo mención de esta situación. Por lo
tanto, también le cabe responsabilidad por los daños ocasionados, ya que, tal como dice el Art
1710 del CCyC, si aun pudiendo evitar un daño, no lo evita, entonces le cabe la
responsabilidad.

El Art. 1710 de CCyC, inciso a), indica que toda persona tiene el deber de evitar causar un daño
no justificado, en cuanto de ella dependa, y en este caso ni el agente inmobiliario, ni el
encargado del edificio evitaron el daño, no sólo pudiéndolo hacer, sino siendo el deber de ellos
evitarlo.

Art. 1726 y 1727 del CCyC nos dice que la relación causal es uno de los elementos primordiales
de la responsabilidad civil. Desde el punto de vista material, la causalidad consiste en una
cadena de causas y efectos que se rige por las leyes de la física. sin embargo, la llamada
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“causalidad jurídica” es un juicio de imputación en virtud del cual el intérprete —siguiendo

criterios predefinidos por la ley— eleva una o algunas de las condiciones de un resultado a la
categoría de “causa”. Es preciso tener en cuenta que la teoría de la relación causal cumple una
doble función, en primer lugar, permite determinar la autoría (es decir, quien resulta
responsable de un determinado daño) y, a su vez, cual es la extensión del resarcimiento (qué
consecuencias deben ser resarcidas). Este elemento permite vincular, por un lado, el hecho
ilícito con un determinado resultado, que consiste en la lesión o afectación de cierto bien
(daño “factico”) y, por el otro, establece un vínculo entre este segundo elemento (lesión a un
bien) y las consecuencias que dé él se derivan, que son, en puridad, lo que es objeto de
reparación.

La segunda aplicación de este elemento de la responsabilidad civil, vinculada con la extensión

del resarcimiento, art. 1726 ccyc, salvo disposición legal en contrario, la indemnización debe
comprender las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles, tanto en el ámbito
contractual como extracontractual. Por su parte, el art. 1727 ccyc define los distintos tipos de
consecuencias.

En el caso planteado, el hecho de que Pablo sufriera lesiones físicas, patrimoniales y morales,
producto del golpe recibido como consecuencia de la descarga eléctrica que recibió́ de la
heladera, y posterior internación y tratamiento, con la posibilidad concreta de retrasar sus
estudios, son resultado directo de la acción del agente inmobiliario por incumplimiento del
contrato, y del encargado que no puso al tanto al Sr. Duarte del estado de las cañerías del
edificio.

Por otro lado, mencionando al amigo de Pablo, también se ve afectado por la situación, ya que
debe abandonar el departamento y alojarse en un hotel, hasta encontrar un nuevo lugar para
alquilar. Por lo que, también hay una responsabilidad por daños patrimoniales manifestado en
un daño emergente, teniendo en cuenta que debe abonar gastos de estadía en algún hotel, y
también por la frustración en beneficio económico que significaba compartir gastos con Pablo.

Los principios del Derecho de daños que han sido vulnerados, son:

 PRINCIPIO NEMINEM LAEDERE - No dañar a nadie. Reconoce sus orígenes en el

derecho romano. Es un deber genérico, preexistente a toda relación jurídica. La CSJN ha
asignado jerarquía constitucional a dicho principio (“Santa Coloma, Luis F y otros
c/Ferrocarriles Argentinos”) implica la primordial protección de la persona, según el Art. 1716
ante un daño surge el deber de reparar.
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 DE PREVENCIÓN: Toda persona tiene el deber de adoptar de buena fe, conforme a las
circunstancias y en cuanto de ella desprenda, las medidas necesarias para evitar un daño no
justificado o disminuir su magnitud y gravedad. Art 1710.
 PRINCIPIO DE REPARACIÓN PLENA O INTEGRAL: Supone la necesidad de una
razonable equivalencia jurídica entre el daño y la reparación. Este principio lleva ínsita la
necesidad de individualizar el daño, de suerte que la reparación opere sin exceso ni
insuficiencias.
 PROTECCION DE INTERESES FUNDAMENTALES DE LA PERSONA HUMANA: En armonía
con la CN y los tratados y pactos internacionales sobre derechos humanos que gozan de
jerarquía constitucional, el código proclama la inviolabilidad de la persona humana en
cualquier circunstancia . Establece el Art. 1740 del CCCN la garantía al damnificado de la
restitución, al estado anterior del hecho dañoso en todas sus facetas. Al existir una
inviolabilidad en la persona y patrimonio de la víctima fruto del daño producido y la falta de
prevención es evidente la violación a este principio.
 PRINCIPIO DE RESERVA: Surge del art. 19 de la CN y de los art. 53, 1066, 1067, 1074 y
concordantes del CCyC Conforme al mismo, no hay “deber ni trasgresión sin norma que lo
imponga”. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no está
justificada (Art. 1717), ello surge de la omisión por parte de la inmobiliaria y del mismo
encargado, de no advertir el estado real del caño del edificio, que de haber sido subsanado de
forma correcta, no hubiese acarreado tal inconveniente, sufriendo Pablo las consecuencias
que afectan su salud física y psicológica.
 NECESIDAD DE FACTOR DE ATRIBUCIÓN: Es indispensable la presencia de un factor de
atribución subjetivo u objetivo para que opere la responsabilidad civil. En este caso, este fue la
inundación del departamento debido a la rotura del caño de desagüe.
 PRINCIPIOS DE BUENA FE: Los dos rostros de la buena fe (creencia y probidad9 tienen
plena vigencia en nuestra materia (art 9, 729, 961 y Concs.), como estándares de
interpretación de conductas y de tutela de la confianza. Se erige en uno de los principios
básicos de la contratación, junto con la libertad y la confianza.

2.- El factor de atribución es un presupuesto de la responsabilidad civil. No existirá

responsabilidad civil sin un factor de atribución, es decir un parámetro axiológico (valorativo)
que justifique, ya sea objetiva o subjetivamente, la atribución de un daño en particular al
sindicado como responsable. Los factores subjetivos son la culpa y el dolo, mientras que como
ejemplo de factor objetivo podemos nombrar al riesgo creado. El factor objetivo y el factor
subjetivo poseen igual jerarquía en el derecho argentino. (Canvas).
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Los factores de atribución, entendidos como criterios legales para imputar el daño a uno o más
responsables, se clasifican en subjetivos y objetivos; la culpa es un factor residual para aquellos
casos en que no pueda aplicarse —directamente o por analogía— un factor objetivo. El factor
de atribución, presupuesto esencial de la responsabilidad, es el fundamento que la ley toma en
consideración para atribuir jurídicamente la obligación de indemnizar un daño, haciendo
recaer su peso sobre quien en justicia corresponde. es la razón jurídica por la cual se debe
responder.

Mientras que los factores de atribución subjetivos (culpa y dolo) ponen el acento en el
reproche de la conducta del responsable, los factores objetivos prescinden del análisis
valorativo de la conducta y se centran en elementos objetivos que varían en cada supuesto (la
creación de un riesgo, el análisis de las circunstancias del caso sobre la base de la equidad, el
hecho de haber prometido un resultado, etc.).

La comisión de reforma ha optado por hacer mención a la culpa como pauta residual, pero ha
aclarado expresamente en los Fundamentos del Anteproyecto que eso no impide aplicar
analógicamente los factores objetivos. Así́, si nos encontramos, por ejemplo, ante un supuesto
en que interviene una cosa riesgosa o una actividad peligrosa, nada impide la aplicación de la
analogía, porque implica definir un supuesto de hecho similar al contemplado en el art. 1757
del nuevo cuerpo legal. Por lo tanto —siempre en la tesitura de la mencionada comisión—,
solamente rige la culpa como factor residual cuando haya una laguna, es decir, cuando no
exista ninguna norma respecto de la cual sea posible una interpretación por analogía.

En primer lugar, el Art. 1722 del CCyC, indica que: “el factor de atribución es objetivo cuando la
culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el
responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en contrario” y el
art. 1723 del CCyC, establece: "Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la
obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado
determinado, su responsabilidad es objetiva", y teniendo en cuenta, además, lo consignado en
el art. 775 del CCyC, según el cual "el obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y
modo acordes con la intención de las partes o con la índole de la obligación. Si lo hace de otra
manera, la prestación se tiene por incumplida”, se puede concluir que a la inmobiliaria se le
atribuye la responsabilidad de manera objetiva. Esto se debe a que, según lo mencionado más
arriba, y en relación a lo que indican los artículos citados, la inmobiliaria debía asegurarle a su
inquilino un resultado determinado. Esto es, un departamento en condiciones de ser habitado,
sin vicios ni desperfectos; un lugar seguro para ser habitado, esto no ocurrió́. Hubo un
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incumplimiento de lo convenido. Por eso, en este caso, es irrelevante demostrar la culpa, es

decir, si la inmobiliaria actuó́ por negligencia, impericia en la profesión o por imprudencia, y
por eso no le dijo a su cliente del desperfecto del caño de agua. La inmobiliaria simplemente
incumplió́ con lo convenido, y eso la hace responsable de manera objetiva.

En segundo lugar, también podemos encontrar factores subjetivos de atribución de

responsabilidad. El art. 1724 del CCyC, indica que: “Son factores subjetivos de atribución la
culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la
obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia,
la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura por la producción de un
daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos. En este
caso, se le puede atribuir responsabilidad de manera subjetiva a la inmobiliaria, al consorcio, y
a Mario, el encargado.

- A la inmobiliaria, por impericia en su profesión, ya que no cumplió́ con lo que se espera

en su calidad de profesional

- Al consorcio, por la negligencia, dado que, si bien el caño maestro de desagüe se

encontraba roto desde hacía varios meses, fue recién después de haber intimado al consorcio
reiteradas veces, que este tuvo la iniciativa de contratar a alguien que se ocupara del
desperfecto. Actuó́ de manera negligente, pues algo que debería haber solucionado a la
brevedad, en realidad lo hizo luego de varios meses, y de haber sido intimado más de una vez.

- Al encargado, por su imprudencia, pues el texto dice que Mario le dijo a Pablo que
aparentemente el problema ya estaba resuelto. Esto indicaría que el encargado, no tenía la
certeza de que el inconveniente del caño ya estuviera arreglado, y de esa manera, fuera seguro
ir al departamento.

3.- La responsabilidad contractual se genera cuando una de las partes que firma un contrato,
incumple con alguna de las obligaciones allí́ asumidas, causando un perjuicio a la otra.

 Entre el locatario (Pablo Duarte) y locador (el dueño del departamento) o inmobiliaria
(si tiene poder en nombre y representación del dueño). Este contrato da origen a una serie de
derechos y obligaciones entre los sujetos implicados. Teniendo en cuenta la reglamentación
referida a la locación de inmuebles, Pablo debería haber sido informado sobre las condiciones
en que se encontraba el departamento. Se puede distinguir de forma clara el daño producido
tanto a Pablo como a su amigo (ante el cual la responsabilidad civil no entraría en la esfera de
la responsabilidad contractual, sino extracontractual). El Art. 1200 CCyC: El locador debe
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entregar la cosa conforme a lo acordado y a falta de claridad en el contrato, entregarla de

forma apropiada para el destino que se le diera, excepto por defectos que el locatario conoció́
o debía conocer. En este caso, la inmobiliaria no entregó el departamento de forma apropiada
para el destino que se le iba a dar. Art. 991 CCyC: “Deber de buena fe. Durante las tratativas
preliminares, y aunque no se haya formulado una oferta, las partes deben obrar de buena fe
para no frustrarlas injustificadamente. El incumplimiento de este deber genera la
responsabilidad de resarcir el daño que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, en la
celebración del contrato”. La inmobiliaria, a pesar de conocer la situación previo a firmar el
contrato, no le informó a Pablo el problema del caño de desagüe. ARTICULO 1051: Contenido
de la responsabilidad por vicios ocultos. La responsabilidad por defectos ocultos se extiende a:
b) los vicios redhibitorios, considerándose tales los defectos que hacen a la cosa impropia para
su destino por razones estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal extremo que,
de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido, o su contraprestación hubiese sido
significativamente menor. En este caso, se considera que el hecho de que el caño ya estuviera
roto al momento de firmar Pablo el contrato, hace que la inmobiliaria sea responsable por
vicios redhibitorios.

 Contrato de consumo. Entre Pablo Duarte y “CASAELECTRO S.A.” al comprar la

heladera. existe un vínculo que se establece entre consumidor o usuario y el proveedor, en
donde surge responsabilidad contractual. Si se llegara a probar eventualmente que la heladera
tenía ínsito algún vicio redhibitorio que podría haber tenido un enlace con el daño causado
entre el proveedor de la misma y Pablo y su amigo en carácter de usuarios por la relación de
consumo que emana del contrato de compraventa.

La responsabilidad extracontractual, surge de la violación del deber general de no causar

daño, y no media ningún tipo de acuerdo entre las partes. En el caso planteado, se puede
identificar como responsabilidad extracontractual:

 Con el amigo de Pablo, ya que él no había firmado el contrato, pero se vio afectado
puesto que tuvo que pagar un hotel varios días y buscar otro departamento para alquilar
acorde a su presupuesto.

 Por parte de Mario en relación a Pablo, ya que, si bien no había una relación
contractual, el encargado conocía la situación, y sin embargo no le advirtió́ a Pablo cuando lo
ayudó con la mudanza, y más tarde, cuando Pablo le fue a consultar, este no corroboró que el
desperfecto hubiera sido completamente solucionado.
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 Consorcio. No hay una vinculación legal directa entre inquilino y Consorcio, y todos los
derechos y obligaciones de aquél surgen únicamente del contrato de locación firmado con el
locador. En el caso, hubo reiteradas intimaciones al consorcio sobre la situación en el edificio,
ante lo cual, no tomaron las medidas preventivas necesarias para evitar el daño ocasionado.

4.- La situación problemática encuadra en un caso de responsabilidad por daño. Los

presupuestos de la responsabilidad civil, analizados por la jurisprudencia y la doctrina
mayoritarias: la antijuridicidad, los factores de atribución, el daño y la relación de causalidad.

Existencia de un daño: En este caso, el daño se produce cuando la camioneta del Sr. Pérez
vuelca y queda llena de agua como resultado de encontrarse con un obstáculo no señalizado
en medio de la calle. El vuelco del vehículo y los daños sufridos cumplen con el requisito de un
daño material.

Acción u omisión negligente: Para que exista responsabilidad, debe demostrarse que las
empresas encargadas de la obra, LIMPIAMAX S.A. y ELECTRONIC HOUSE, actuaron de manera
negligente o imprudente al no señalizar adecuadamente la zona de trabajo y no colocar
personal banderillero para advertir a los conductores de la presencia del obstáculo. El hecho
de que no se avistaran carteles indicando las obras ni personal de seguridad respalda la
afirmación del Sr. Pérez de que no se tomaron las precauciones necesarias.

Relación causal: Es necesario establecer una relación de causalidad entre la falta de

señalización y la ocurrencia del accidente. En este caso, se puede argumentar que si las
empresas hubieran cumplido con su obligación de señalizar adecuadamente la zona de trabajo
y advertir a los conductores, el Sr. Pérez habría tenido la oportunidad de detectar el obstáculo
y evitar el vuelco de su camioneta.

Incumplimiento de normas legales o reglamentarias: Como menciona el Sr. Pérez en los

artículos 23 párr. 2 y 22 de la Ley 24.449 LEY DE TRANSITO, que establecen la obligación de
señalizar y prevenir accidentes en las vías públicas. Se demuestra que las empresas no
cumplieron con estas disposiciones legales al no señalizar la zona de trabajo, esto podría
respaldar la existencia de una responsabilidad por daños.
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Bibliografía Utilizada:

 Código Civil y Comercial Comentado – María Herrera. Tomo IV Libro Tercero; 2º

Edición – Mayo 2016. Editorial Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación, Sarmiento 329, C.A.B.A

 Manual de Responsabilidad Civil – Ramón Daniel Pizarro y Carlos Gustavo Vallespinos;

Rubinzal Santa Fe, 2019.

 Compendio de Derecho de Daños - Ramón Daniel Pizarro y Carlos Gustavo Vallespinos;

Hammurabi S.R.L, 2014 Bs. As.

 Material de Canvas; 2023