E-Learning. Tema 1
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AUDIOLOGÍA GENERAL
Según Carhart (1945) la audiología es la "parte de la otología que se encarga de todos los
problemas de la audición normal o hipoacúsica"
Vías de audición.
El estímulo auditivo puede ser presentado al sujeto que va a ser examinado por dos vías
diferentes: la vía aérea y la vía ósea. La audición por vía aérea se logra después de que el
sonido alcance el oído interno por conducción aérea. La audición por vía ósea se establece
cuando el impulso sonoro alcanza el oído interno por conducción ósea.
Conducción aérea. El estímulo sonoro llega al oído interno del paciente a través del conducto
auditivo externo. Para una correcta audición, por vía aérea es imprescindible el correcto
funcionamiento del oído externo, oído medio, cóclea y vías auditivas.
Conducción ósea. El estímulo sonoro llega al oído interno a través del hueso. El sonido hace
vibrar la estructura del cráneo y transmite las vibraciones por el hueso temporal hasta
alcanzar la cóclea. Para una correcta audición, por vía ósea es imprescindible un correcto
funcionamiento de la cóclea y de las vías auditivas.
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La posibilidad de estudiar la función auditiva, mediante la comparación de las dos vías de
audición, es esencial para lograr una evaluación audiológica precisa.
Pero antes de nada y para poder proseguir con este tama, debemos establecer y tener
claro que entendemos por audición normal.
Podemos definir como audición normal de una persona, toda aquella percepción auditiva,
que le permite establecer, sin dificultad, una comunicación verbal con otros miembros de
su comunidad social.
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Breve repaso de algunos parámetros fundamentales del sonido.
• Frecuencia
• Intensidad
• Tiempo
El oído humano es capaz de percibir sonidos cuya frecuencia física se encuentre entre 20
Hz y 20.000 Hz. En la siguiente gráfica o curva de Wegel, se representa el área de audición
humana y los lugares que ocupan en la misma la música y la palabra
La audición humana, no obstante, no presenta una sensibilidad igual para todas las
frecuencias, la sensibilidad es notablemente mayor en las frecuencias agudas que en las
frecuencias graves con un valle de máxima sensibilidad en la frecuencia de 3700 Hz, como
se puede observar en la gráfica de curvas isofónicas de Fletcher y Munson.
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La percepción sensorial de la frecuencia de un sonido, se denomina tono. En condiciones
normales, un sonido de una determinada frecuencia, es percibido por igual por ambos
oídos. Hay determinadas enfermedades del oído que distorsionan la percepción auditiva
tonal, de forma que, un mismo estímulo de una determinada frecuencia, es percibido de
manera diferente por cada oído. A este tipo de distorsión perceptiva sonora se le
denomina diploacusia.
Los 0 dB no significa falta de sonido sino una presión sonora cercana al umbral de audición
normal. El umbral de audición normal es el promedio de los umbrales de audición medidos
en sujetos jóvenes y normooyentes.
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Unidades de medida en audiología.
Hay que distinguir con claridad las diferentes unidades de medida o magnitudes que se
utilizan en audiología.
Por un lado tenemos las llamadas magnitudes o unidades fisiológicas utilizadas para
determinar la cantidad de pérdida de audición de un paciente hipoacúsico cuando le
realizamos una audiometría. Son los dBHTL del ingles (Hearing Tonal Level) o simplemente
dB HL, se les conoce como decibelios audiométricos.
Su aplicación en audiología es exclusivamente para medir la sensación auditiva humana.
Los decibelios audiométricos se obtuvieron como resultado de llevar a cabo la medición de
los umbrales de percepción auditiva mínima, obtenidos de una muestra poblacional de 500
personas jóvenes, de ambos sexos, supuestamente con audición normal, con edades
comprendidas entre 18 y 22 años y sin antecedentes de patología auditiva. Estos jóvenes
fueron evaluados mediante audiometrías tonales, obteniéndose unos valores de presión
sonora mínimos (dBspl), frecuencia por frecuencia, se promediaron, obteniéndose de esta
manera el denominado umbral auditivo humano o nivel mínimo de audición. Estos
decibelios audiométricos, son los que utilizamos como referencia para realizar las pruebas
de evaluación auditiva – audiometría tonal liminar o supra liminar – para determinar el
nivel de audición de una persona con respecto al nivel mínimo de audición.
La presión sonora para determinar el umbral de audición, para la media de los humanos,
se fija en 20 µPa (20 micropascales = 0,00002 pascales), para las frecuencias entre 2 KHz y 4
KHz. Para sonidos que se encuentren en frecuencias más altas o más bajas se requiere
mayor presión para excitar el oído humano. Esto quiere decir que la respuesta del oído es
diferente para las distintas frecuencias del espectro audible.
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Como se puede apreciar en la gráfica de la izquierda – audiograma – el 0 fisiológico (dBHTL),
se representa de forma horizontal, razón por la que se inventaron, para poder facilitar la
interpretación de la pérdida auditiva, de una manera más práctica. Diferente de la gráfica de
la derecha – curvas isofónicas – donde el 0 umbral auditivo (dBSPL), se representa en función
de la intensidad de la presión sonora para las diferentes frecuencias del espectro audible.
Algunos individuos jóvenes son capaces de oír presiones sonoras por debajo de la presión
sonora considerada como umbral de audición normal. En el audiograma clínico se puede
anotar la intensidad sonora en decibelios positivos (de 0 a 140) y negativos (de 0 a – 20).
En el estudio de la audición no se utilizan intensidades superiores a los 120 dB porque
puede resultar peligroso para la integridad del oído interno.
Podemos definir la hipoacusia como el déficit funcional ocasionado por la pérdida de la capacidad
auditiva en menor o mayor grado. El termino sordera es sinónimo de hipoacusia; generalmente
usamos con más frecuencia el termino hipoacusia pues parece menos ofensivo para el individuo
que padece este déficit funcional.
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A) Clasificación según la causa que ha dado lugar a la hipoacusia.
• Hipoacusias hereditarias genéticas.
◦ Padres portadores de la enfermedad pero no son hipoacúsicos.
◦ Uno de los padres es portador del gen y es hipoacúsico.
• Hipoacusias adquiridas.
◦ Prenatales: enfermedades de la madre durante el embarazo pueden ser la causa
de hipoacusia en le bebé, sobre todo si se dan entre la 7ª y 10ª semana de
gestación. Entre las mas comunes nos encontramos con el sarampión, rubeola,
varicela, alcoholismo, drogadicción, etc.
◦ Neonatales: generalmente por traumatismos durante el parto, anoxia neonatal,
prematuridad, etc.
◦ Posnatales: otitis en la infancia y sus secuelas, fracturas de oído, afecciones del
oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones por antibióticos, meningitis, etc.
B) Clasificación cronológica.
• Hipoacusias prelocutivas. Se adquieren y se desarrollan antes del proceso de
adquisición del lenguaje, es decir, aproximadamente antes de los dos años de vida.
• Hipoacusias perilocutivas. Se adquieren y se desarrollan durante el proceso de
adquisición del lenguaje, es decir, aproximadamente de los dos a los cuatro años de
vida.
• Hipoacusias Poslocutivas. Se adquieren y se desarrollan cuando el lenguaje ya está
instaurado, es decir, a partir de los cuatro años de vida.
C) Clasificación cuantitativa.
Normoaudición. El umbral de audición se encuentra entre los 0 dB HTL y los 20 dB HTL en la
gama de frecuencias conversacionales.
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afectaciones en la entonación, (monótona), problemas de pronunciación del
lenguaje y de adquisición de nuevo vocabulario. Suele ser frecuentes los errores
morfosintácticos y de comprensión de ciertos usos del lenguaje (sentido figurado,
ironías, etc.). Junto al uso de las prótesis auditivas, necesitan del apoyo facial y
labial para comprender el habla.
• Hipoacusia profunda: la pérdida de capacidad auditiva es mayor de 91 dBHTL. En
estos pacientes el uso de audífonos, aunque muy importantes, facilitan la
localización de la fuente sonora y poco más. El apoyo visual se hace imprescindible
junto a otras estrategias de comunicación alternativos.
D) Clasificación topográfica.
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1. Hipoacusia de Transmisión o Conductivas.
Se debe a la alteración del mecanismo de conducción aérea del sonido. Este mecanismo se
localiza fundamentalmente en el oído medio y por tanto cualquier trastorno en su normal
funcionamiento puede ocasionar una eventual o permanente hipoacusia transmisiva.
Una obstrucción en el conducto auditivo externo – CAE – puede determinar también una
hipoacusia de transmisión, aunque de discreta importancia.
En las hipoacusias de transmisión está afectada la conducción del sonido por vía aérea. Sin
embargo se conserva íntegra la audición por conducción ósea, ya que el sonido transmitido
por esta vía alcanza el oído interno independientemente del estado del oído medio y
externo.
En la HNS el deterioro de la audición se hace patente el estudiar la audición tanto por vía
aérea como por vía ósea. Esto es debido a que la estación final de ambas vías, aérea y ósea,
es común y cualquier lesión o afectación les afecta por igual. Es por ello que cuando
observamos el estudio audiométrico de un paciente concreto, el deterioro de los umbrales
suele ser parejo tanto por vía aérea como por su vía ósea. Debe quedar bien claro, eso si,
que la conducción del sonido por vía aérea en el oído externo y medio es completamente
perfecta, y que el deterioro de la audición se debe exclusivamente a la alteración de la
funcionalidad en la estación final, es decir, en la cóclea o nervio auditivo.
Actualmente disponemos de tecnología y de otras pruebas audiológicas, además de la ya
mencionada Audiometría Tonal Liminar y Supra-liminar, para reconocer una topografía
diagnóstica más precisa.
3. Hipoacusia Mixta.
La hipoacusias mixtas son aquellas que están originadas por varias lesiones que afectan al
mismo tiempo a las dos vías de transmisión, es decir, al oído externo o medio por un lado y
por otro al oído interno, vías auditivas o centros corticales.