VIACRUCIS
VIACRUCIS
VIACRUCIS
EL VIA CRUCIS
O en su lugar:
Motivación inicial
Nosotros los cristianos, somos conscientes de que el vía crucis del Hijo
de Dios no fue simplemente el camino hacia el lugar del suplicio. Creemos
que cada paso del Condenado, cada gesto o palabra suya, así como lo que
vieron e hicieron todos aquellos que tomaron parte en este drama, nos hablan
continuamente. En su pasión y en su muerte, Cristo nos revela también la
verdad sobre Dios y sobre el hombre.
Pausa de silencio
Oremos:
ORACIÓN:
ORACIÓN:
ORACIÓN:
María representa, sin duda, a todas las madres de nuestro tiempo que tienen
que ver el sufrimiento de sus hijos, víctimas del hambre, de la violencia, de la
injusticia en sus mil formas. María representa a todas las madres del mundo que
padecen en carne propia el sufrimiento de sus hijos que no son atendidos en su
enfermedad por falta de recursos, de aquellos que no tienen futuro porque no pueden
educarse adecuadamente, de aquellos que son víctimas de cualquier clase de abuso o
explotación.
ORACIÓN:
Virgen María, madre de Jesús y madre nuestra. Necesitamos que todas las
madres y esposas del mundo sean amorosas y comprometidas como tú; que sean
generosas y sencillas como tú; que busquen siempre y en todo momento el bien de
sus esposos y de sus hijos como lo hiciste tú. Aleja de ellas todo egoísmo, toda
dureza, toda superficialidad. Dales un corazón sensible, capaz de amar con amor
verdadero y profundo a todos aquellos que se les han confiado. Amén
QUINTA ESTACIÓN
JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO A LLEVAR LA CRUZ
ORACIÓN:
Nuestro mundo actual está lleno de personas que, como Jesús, tienen un
rostro desfigurado, imposible de reconocer. Son hombres y mujeres a quienes
el sufrimiento en todas sus formas ha marcado para siempre. Hombres y
mujeres que necesitan que alguien les diga que, a pesar de las circunstancias
de su vida, son valiosos para Dios. Hombres y mujeres que buscan, tal vez sin
esperanza, una mano amiga que les sirva de apoyo para seguir adelante.
Hombres y mujeres que quieren y pueden recuperarse y hacerse personas
nuevas, si nosotros nos decidimos a creer en ellos y a ayudarles.
ORACIÓN:
ORACIÓN:
OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN
ORACIÓN:
NOVENA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que
iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya
para levantarse. Las condiciones en que venía y la subida sin descanso lo
habían dejado sin aliento. Había mantenido su decisión de secundar los planes
de Dios, a los que servían los planes de los hombres, y así había alcanzado,
aunque con un total agotamiento, los pies del altar en que había de ser
inmolado.
El mundo en el que vivimos está dolorosamente dividido entre la
opulencia y la miseria extremas. Algunos – relativamente muy pocos – que lo
tienen todo y aún les sobra, y muchos más – la gran mayoría – que carecen
hasta de lo más necesario para llevar una vida digna. Las riquezas tienden a
concentrarse cada vez en menos manos, y la pobreza se expande y llega cada
día a más hogares.
ORACIÓN:
DÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, le dieron a beber vino
mezclado con mirra; era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la
sensibilidad del que iba a ser ajusticiado. Jesús lo probó, como gesto de cortesía,
pero no quiso beberlo; prefería mantener la plena lucidez y conciencia en los
momentos supremos de su sacrificio. Por otra parte, los soldados despojaron a Jesús,
sin cuidado ni delicadeza alguna, de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en
la carne viva, y, después de la crucifixión, se las repartieron.
Vivimos hoy en una sociedad en la que el cuerpo humano se vende y se
compra como cualquier mercancía; el cuerpo del hombre y, sobre todo, el cuerpo de
la mujer. Olvidando la dignidad esencial del cuerpo humano, templo del Espíritu de
Dios, se atropella de mil maneras distintas, todas graves y dañinas; se le somete a
dietas estrictas y a delicadas cirugías, para “hacerlo bello”, sin tener en cuenta
ninguna consideración, y poniendo en peligro incluso su salud; se le desnuda ante
cámaras y espectadores y se trata como mero objeto de placer sexual; se le emplea
como carnada segura en el “arte” de vender toda clase de cosas, necesarias y
superfluas; se le somete a malos tratos, a oprobios de toda clase, en fin.
Tenemos que recuperar la dignidad del ser humano integral, es una necesidad
urgente, apremiante; y ello implica sin duda, la recuperación de la dignidad del
cuerpo, que nos permite el contacto con el mundo maravilloso en el que vivimos. La
dignidad del cuerpo es elemento esencial de la dignidad del ser humano total, y en
ella no puede haber excepciones ni exclusiones de ninguna clase.
ORACIÓN:
Señor Jesús. Hoy más que nunca queremos pedirte que nos ayudes a valorar
de un modo especial la dignidad de nuestro cuerpo. Es una condición básica, una
condición fundamental y absolutamente indispensable, para amar de verdad.
Purifica con tu presencia nuestros corazones, para que renazca en ellos el amor
verdadero, el que procede del Padre, el que tú mismo nos enseñaste; porque sólo es
posible amar de verdad si tenemos un corazón purificado, limpio de todo egoísmo y
de toda inclinación malsana. Amén
DÉCIMOPRIMERA ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Las manos y los pies de Jesús siguen siendo heridas y clavadas, en las
manos y los pies de todos los hombres y mujeres del mundo, que, a lo largo de
los tiempos han entregado su vida de mil maneras, en la proclamación del
Evangelio por todos los rincones de la tierra. Y muy especialmente en quienes
actualmente sufren persecución, a causa de su nombre.
ORACIÓN:
DÉCIMOSEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
ORACIÓN:
DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y COLOCADO EN LOS BRAZOS
DE SU MADRE
María no entiende lo que sucedió ni por qué sucedió, pero cree, ama, y
espera. En medio de su dolor infinito, hay una luz de esperanza. Dios sabe
sacar bienes hasta de los mayores males. Sin lugar a dudas, de este gran
sufrimiento tiene que salir algo muy bueno para todos, incluso para Jesús.
Sólo hay que saber esperar con paciencia y plena confianza.
ORACIÓN:
DÉCIMACUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO
ORACIÓN: