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Pregon Criollo 106 Noviembre 2020

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Pregón Criollo

Nº 106 – Noviembre de 2020


Noticias, artículos e información de las actividades del Folklore
Publicación de: la Academia Nacional del Folklore
Editor: Carlos Molinero
Compaginación y transmisión: Darío Pizarro
ISSN en trámite

En este número, el 106, de Noviembre de 2020, de el Pregón Criollo, encontrará un contenido,


que como siempre incluye los diferentes aspectos del Folklore, en todas sus acepciones y
encuadres:

1. Índice Pag. 2
2. Editorial Pag. 3
3. Novedades Pag. 4
4. Nota de tapa: Armando Tejada Gómez-Todas las voces, todas Pag. 11
5. La presencia del Incesto en el folklore riojano, por Fernando. Justo Pag. 14
6. Rol de la Mujer criolla y aborigen, por María Cristina Bianchetti Pag. 21
7. Estructura de Improvisación en payada rioplantese - 3ª parte, por Matías Isolabella Pag. 25
8. Una fuente desconocida de textos fileteados en vehículos: Norberto Pablo Cirio.-2ª parte Pag. 34
9. Posicionamientos: Robert Lehman Nitzche, pruebas contundentes de su presencia en
Napalpi en tiempos de la masacre por Lena Dávila Pag. 38
10. El cine y sus miradas sobre la cultura tradicional- -¡Que Viva México! - Maricel Pelegrin Pag. 45
11. El Tahiel - 6a parte, por Pedro Patzer Pag. 47
12. Noticias de los Amigos/ Regionales Pag. 53
13. Vestimenta Argentina por María Delia Millán de Palavecino-3ª nota Pag. 78
14. Celebraciones tradicionales: Dia de Muertos - México Pag. 84
15. Canción Popular y memorias, por Irene Noemí Lopez Pag. 89
16. Manolo Juarez trayectoria entera de un compositor anfibio, por Juan Manuel Mannarino Pag. 96
17. Córdoba y las tradiciones Orales - Relatos del Viento Pag. 100
18. Un aporte de Guastavino y Lima Quintana al mundo de la Nueva Canción argentina
por Silvina Luz Mansilla Pag. 103
19. Empanadas, la comida más federal, por Gimena Pepe Arias Pag. 111
20. El arte de este número: Mario Anganuzzi Pag. 117
21. La capataza, de Atahualpa Yupanqui, décimo tercer entrega Pag. 121

Las imágenes que completan las páginas. son del Mario Anganuzzi, protagonista del artículo 20
Cuando aparecen subrayados en ciertos textos nombres propios, corresponden en general a las
fotografías que ilustran dichos textos.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 2


EDITORIAL
Noviembre sigue en cuarentena, trayendo noticias no deseadas. Amigos que
parten. Como Polo Román, Pino Solanas (ilustración inventada que
“recuperamos”) y Mario Pereyra, de trayectorias y posicionamientos
absolutamente diversos. Ambos fueron igualmente afectados, y los
recordamos en las Noticias de los Amigos, También traemos recuerdos
como el de Manolo Juarez, y este es el mes cuya tapa provoca reproducir
una nota sobre Tejada Gómez. Solo con estas personalidades, podría
cerrarse nuestra edición. Pero en realidad apenas comienza allí.

Como siempre, la investigación folklórica, de múltiples ángulos está


presente: El Incesto, en el folklore de La Rioja, con Fernando Justo, y
el rol de la mujer aborigen con María Cristina Bianchetti, acompañan
el trabajo de Norberto Pablo Cirio sobre el fileteado.
Y llegamos así al estudio sobre Lehmann Nitzche por una
investigadora de su obra, como Lena Dávila quien, reconociendo sus
aportes extraordinarios, no olvida puntualizar su presencia (y
consecuente mirada del mundo) alrededor de la masacre de Napalpí.

La mirada en el cine de la cultura tradicional,


con Maricel Pelegrín hoy nos aporta “¡Que
viva Mexico!, algo que a la vez “preludia” la
nota del Día de los Muertos, muy importante
en aquel país.
Ni los trabajos sobre la payada, la vestimenta
del NOA y las recetas regionales de las
empanadas, completan el número. Su
vastedad abarca también a la publicación de
un nuevo capítulo de El Tahiel, de Pedro
Patzer, y además uno de La Capataza, de
Atahualpa Yupanqui.
Y no es todo. Siempre hay más. Descúbralo.

Estamos contentos de eso. Y es así que lo esperamos en el próximo número

Carlos Molinero

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 3


NOVEDADES

1. VI Congreso de la Academia Nacional del Folklore- Neuquen 2020

Se hizo en Neuquén y en modo virtual. Su programa fue de una variedad y a la vez de una
profundidad muy especial. La localización “originaria” era, además, emblemática para la
Academia. Los anteriores fueron sucesivamente en Cuyo, el NEA, CABA, Centro, y NOA.
Patagonia requería su lugar esencial. Y ciertamente, en la distribución de los temas, se notó.
Revise el programa.
La distribucion de los inscriptos, superando el millar, tambien lo reflejó (29%).

Un comentario con más detalle, dada la intensidad de las jornadas y el cierre de esta edición,
quedará para el número proximo del Pregón Criollo, en Diciembre.
Vayan, en tanto estas muestras, que permiten verlo en los enlaces que indicamos:

CONGRESO COMPLETO

http://www.neuquencapital.gov.ar/vi-congreso-nacional-de-folklore/

Para ver cada día, según programación:

Día MARTES https://bit.ly/3ldrwsm

Día MIÉRCOLES https://bit.ly/35co5wm

Día JUEVES https://bit.ly/32qDAPI

Día VIERNES https://bit.ly/32onMg0

Día SÁBADO https://bit.ly/2GGkgGi

Día DOMINGO https://bit.ly/2ImCSeP

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 4


Cual ejemplo de cómo se vieron, y verán
cuando ud. decida entrar, los homenajes y
mesas, completamos gráficamente este
“anticipo”.

Ingrese, mientras que ampliaremos


nuestros comentarios, en próximos
números.

2. Carlos Di Fulvio Homenajeado

Es un placer reportar que nuestro Académico, tiene


aun más manifestaciones, realmente más que
merecidas, de Honor.
La Universidad nacional de Córdoba otorgó la
distinción “Centenario de la Reforma Universitaria” al
“cordobés de Carrilobo”, por su extraordinaria
trayectoria artística y su valioso legado al patrimonio
cultural argentino.
Aquí mostramos la Resolución… y…

FELICITACIONES MAESTRO!

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 5


Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 6
3. Folklore en Casa, en el Canal de la Ciudad

El acuerdo entre la Academia con el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, abrió el
espacio de transmisión de “Folklore en casa” por la televisión, específicamente en el Canal de la
Ciudad. En coproducción entre la Academia Nacional del Folklore y la Dirección General de
Música de CABA, cada semana se estrena un nuevo capítulo. Figuras destacadas de la música
popular ( y del arte en general) son entrevistados por Victoria Casaurang mientras nos presentan lo
mejor de su obra. Deléitese con ellos. Para muestra, puede ver los ya presentados. Se accede a
ellos, además, por la red, en este enlace:

Lista de Reproducción de todos los Programas

https://bit.ly/33bHWKE

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 7


4. “Mi Tierra, Toda” en La Folklórica
El programa de la Academia, por la FM Folklórica, sigue avanzando, antes y después de la
pandemia, y siempre conducido por Rolando y Mónica.

Luciana Jury en vivo con Rolando Goldman y Mónica Abraham

Por caso, el 05/03/2020 dejo su anuncio así: “En el espacio de


la Academia Nacional del Folklore, conducido por Rolando
Goldman y Mónica Abraham, contaron con la presencia
de Luciana Jury, invitada de lujo que se encuentra
difundiendo su cuarto disco, Abrazo, ” En estos últimos años
busqué el abrazo en las calles y en las protestas
acompañando a quienes perdieron sus trabajos, en lxs
compañerxs músicxs con quienes nos abrigamos mutuamente,
en el amor develado, en las discusiones que hemos dado por
intentar hacer un mundo mejor. Aquí el resultado”, que
presentará el sábado 4 de abril a las 21 hs en el Teatro Xirgu
Untref, Chacabuco 875, en San Telmo, ciudad de Buenos
Aires”.
Ahora, ya retomadas las emisiones, se realizan los Sábados
A Las 8 De La Mañana. Por caso, inaugurado fue Noviembre
con Lorena Astudillo, con este anuncio.

Ya están subidos los Programas anteriores, y seguirán cada semana en este enlace:

https://bit.ly/3pVuqou

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 8


5.- Diálogos y Compartiendo en ANF TV
En Diciembre daremos el elenco completo de las
producciones de este 2020, de la Academia en ANF TV,
el canal de Youtube de la Institución. Por ahora solo
comentamos ¡que ya superan las 140 ediciones!

Los invitamos a visitarlas en

https://www.youtube.com/user/AcademiaDelFolklore

6.- Encuesta de las Academias de Danza del país para el 4º Simposio Nacional

de Marzo 2021 en Jujuy


Ya se está preparando la nueva edición de este excepcional evento. Ahora lo estamos anticipando,
en nuestro boletín mensual, y CONVOCANDO a un Relevamiento Nacional de las Academias de
Danzas de la Argentina.

Esta es la convocatoria. ¡Los invitamos a participar!

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Sra. Profesora / Sr. Profesor

-------------------------------------

La Academia Nacional de Folklore, de la República Argentina,


está abocada a ultimar detalles del 4º Simposio Nacional de Danzas Folklóricas. El evento,
conjuntamente organizado con la Municipalidad de la ciudad de San Salvador de Jujuy, se
desarrollará en el mes de Marzo de 2021, y convoca a especialistas, investigadores,
docentes, estudiantes, bailarines e interesados en Gral., para compartir, debatir, analizar y
reflexionar en torno a todo lo concerniente al multifacético y plurisemántico universo de la
Danza Folklórica Argentina.

En el contexto del Simposio, la ANF presentará el CUADERNO DE


FOLKLORE Nº 3, con un Anexo Especial que contendrá el Listado de Todas las Instituciones
del país, Oficiales y Privadas, con Carreras de Profesorados, Tecnicaturas e Instructorados,
en Danzas Folklóricas Argentinas.

Le solicitamos enviar la siguiente síntesis informativa antes del Viernes 18 de Diciembre de 2020,
mediante el siguiente formulario On Line:

https://forms.gle/HUEFBvVcpNCsLQkd9

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 9


VISTA PREVIA DEL FOMULARIO
Solo a modo informativo

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 10


Nota de Tapa

Armando Tejada Gómez


Todas las Voces Todas

Armando Tejada Gómez fue uno de los poetas más


representativos del Nuevo Cancionero del folclore argentino.
Autor de grandes éxitos, como Canción de las simples cosas,
Canción Azul y Canción con Todos, un himno de América Latina.
Perseguido por la Triple A, fue prohibido por la Dictadura. En
Desde el Origen se le brindó un sentido homenaje.

Letrista, escritor y locutor. Poeta del alma, del alba. Armando


Tejada Gómez nació el 21 de abril de 1929 y renacerá por
siempre en cada una de sus poesías. Héctor Minutillo,
productor y conductor de Desde el Origen, le brindó un sentido
homenaje con voces muy cercanas en su vida.

Dora Giannoni fue su compañera durante los años de terror y


exilio. Bajo estado de sangre, como el propio Tejada Gómez definió. Para Dora, Armando está más
vigente que nunca:
“Cuando evoco a Armando no puedo dejar de ser parcial. La vida de Tejada Gómez fue amplia,
profunda e intensa. El fue un viento arrasador. Era Zonda por momentos y Pampero cuando
hablaba de ternura y las cosas simples de la vida, que estaba tan presente en su obra. No sólo fue
un poeta combativo y combatiente, fue el poeta de las simples cosas. Por eso el tenía la
costumbre de regresar a los viejos sitios donde amó la vida“.
“La obra de Armando Tejada Gómez tiene notable vigencia. Hoy lees Hay un niño en la calle, que
fue escrito hace medio siglo, y los pibes siguen en las calles. Escuchás Un grito de ida y
vuelta, y los cipayos son los mismos. Es impresionante. Siempre digo qué, con la poesía de
Armando me pasa lo mismo qué con la biblia: ante cada circunstancia de la vida, Armando
escribió algo que se puede relacionar”.
Oriunda de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, quien fuera compañera de vida del poeta recordó
como conoció a Tejada Gómez
:“Con mi hermana teníamos la costumbre de recorrer el país y ese verano fuimos a La Rioja. Lo
primero que hicimos fue concurrir a la Dirección de Turismo. Ese día hizo tanto calor que nos
mandaron a un lugar muy lindo en Sanagasta. Allí fuimos junto con mi hermana y dos amigas. El
estaba allí junto a una de sus hermanas. Yo era profesora de lengua castellana y él un poeta sin
escuela. Entablamos conversación y me dijo: yo me voy a casar con vos. Me causó una gracia
angustiosa porque yo tenía novio en 9 de Julio. Nada en la vida es casual. Hay algo que predestina y
orienta una cuestión universal. Todo está relacionado. Todo tiene que ver con todo”.

Giannoni comentó que la ciudad de 9 de Julio le va a brindar un homenaje muy particular:


“El estaba enamorado de una plaza de mi pueblo. La Plaza de los Tilos. El decía que pocas veces
había visto una plaza tan hermosa. Era lo más distintivo de mi ciudad, el aroma de los tilos. Hoy,
esos tilos ya no están, pero ese espacio verde, cuando concluya esta pandemia, tendrá el nombre
de Armando Tejada Gómez“.
“La obra de Armando Tejada Gómez tiene notable vigencia. Hoy lees Hay un niño en la calle, que
fue escrito hace medio siglo, y los pibes siguen en las calles. Escuchás Un grito de ida y vuelta, y los
cipayos son los mismos”

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 11


Gloriana Tejada Gómez es su hija mayor. Tiene la vocación por el canto y está a cargo del cuidado
del patrimonio artístico de su padre. En diálogo con Héctor Minutillo, sus recuerdos evocan una
infancia feliz:
“Tener como padre a semejante poeta es muy bonito. Siempre recuerdo los hermosos cuentos que
nos contaba. Cuando Papá viajaba contaba anécdotas hermosas. Fue maravilloso transitar mi
infancia junto a Papá“.
Gloriana recordó la vida nocturna del
padre, entre peñas y giras, con ojos
adolescentes: “Me adapté a las ausencias
de Papá. El viajaba mucho a las peñas de
las provincias. Lo que siempre recuerdo es
que venía a buscarnos junto a mi hermana
cuando salíamos de la escuela secundaria.
Teniamos 13 o 14 años, una edad que
habitualmente molesta la presencia de los
padres, pero lo gracioso es que a nosotros
nos parecía fantástico. Fue un padre muy
presente teniendo en cuenta la vida que
le tocó llevar“.
Armando Tejada Gómez, Dora Giannone y una pasión
del poeta: la cocina.

Gloriana contó cual era la gran pasión de Armando Tejada Gómez: “Era un gran
cocinero. Disfrutaba mucho compartir la comida que él hacía con las personas que quería. Así nació
el libro del Canto de las Comidas. El decía que la cocina era el lugar por excelencia para mostrar
afecto“.
En 1950 comenzó a trabajar de locutor en LV20 Radio de Cuyo. Allí conoció al músico Oscar
Matus, con quién lo unió una larga sociedad musical. Juntos escribieron canciones imborables: “Los
hombres del río”, “Coplera del viento” entre otras. Su carrera cambió radicalmente cuando orientó
su poesía hacia la problemática social. El poema Un niño en la calle, de 1955, fue un ejemplo
del nuevo rumbo:
A esta hora exactamente hay un niño en la calle.

y saber que a esta hora mi madre está esperando,


quiero decir, la madre del niño innumerable
que sale y nos pregunta con su rostro de madre:
qué han hecho de la vida,
dónde pondré la sangre,
qué haré con mi semilla si hay un niño en la calle.

En 1963 la joven cantante Mercedes Sosa se sumó a


la sociedad Tejada Gómez-Matus. Juntos grabaron La
Voz de la Zafra, con música de Matus – marido de
Sosa – y letras de Tejada Gómez. Fue un éxito
instantaneo. Fue el renacer del folklore
argentino. Letras comprometidas en días de
proscripciones políticas.
La dupla Tejada Gómez-Mercedes Sosa fue
fundamental para la explosión del Nuevo Cancionero.
El éxito motivó la creción del movimiento Nuevo
Cancionero. El país integrado en búsqueda de un
contenido genuinamente popular. Su arte trascendió fronteras. Canción con todos, compuesta en
1969, con música de César Isella, es considerada un himno continental. En aquellos días, Tejada fue
parte de la primera delegación artística que viajó a Cuba. Allí conoció a la Nueva Trova,
encabezada por Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Ese acercamiento le valió amenazas, atentados y
el exilio.

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Proscripto durante la dictadura, en 1978 fue a probar suerte a
España. Allí se encontró con Horacio Guaraní, otro prohibido
del terror. Héctor Minutillo entrevistó a Horacio Guaraní
Rodríguez, hijo del mítico cantor santafesino, quien recordó el
auto-exilio español de Tejada Gómez: “Era un gran amigo de
mi viejo. Se conocieron en Mendoza, cuando Armando le
alcanzó uno de sus libros. Luego, con el Nuevo Cancionero
comenzaron a trabajar junto a Matus y Tito Francia. Luego se
encontraron en España. Armaron una mesa hermosa de
exiliados junto a Hamlet Lima Quintana, Carlos Alonso y mi viejo. Después apareció un joven
Enrique Llopis. Tantas noches, tantas cosas”

El pintor Carlos Alonso y una obra singular: sus amigos del exilio. Allí están Armando Tejada
Gómez, Horacio Guarani y Hamlet Lima Quintana.

Armando te hablaba con verdades muy grandes. Un tipazo con el cual podías hablar de
cualquier cosa. Era muy agradable escuchar esas conversaciones en rima, poesía y prosa.
Carlos Alonso pintaba. Eran muy locas esas noches en Madrid.
Mi viejo comenzó a codearse junto a Armando escuchando mucho a los viejos folkloristas del
norte. Ambos tenían un respeto muy grande por ellos. Aprendieron de ellos a escuchar y
expresarse. Escuchar los temas, comprenderlos y luego saber que cantaban. Ni mi viejo ni
Armando querían ser famosos. Lo fueron por el trabajo que pusieron para que se reconozca la
música folklórica.

Armando Tejada Gómez falleció en Buenos Aires el 3 de noviembre de 1992. Tenía 63 años. Su
obra ha sido motivo de estudio en diversas universidades internacionales. Pero sobre todo, motivo
de inspiración para cientos de músicos. Para el guitarrista mendocino Pablo Budini “Uno va
creciendo y comprendiendo la obra de Armando. Canción de todos es una obra majestuosa que
reune poesía, descripción y una fuerte carga emocional. Con el tiempo va agigantando la figura
de Tejada. Es como Gardel o Piazzola. Mientras más lo investigás, Tejada se hace más grande e
inagotable. Es un norte para todos los que amamos la palabra. Dueño de la mendocinidad y el gran
talento”.

Héctor Minutillo, creador de Desde el Origen y profundo admirador del poeta mendocino,
reflexionó sobre la figura de Tejada Gómez:

“¿Que decir sobre el poeta? Alguien que nació en un recodo de Guaymallén. Cultura huarpe.
Hijo 23 de 24 hermanos. El 24 fue el Toto, quien años más tarde, en el poema Hay un niño en
la calle, lo nombra: “Cae el toto con su poquita sangre“, la policía lo mató de un tiro en la
cabeza al lado de él por el robo de una gallina. Armando Tejada Gómez, profeta del
viento. Como no iba a serlo si de un hombre sin estudio llegó a ser semejante poeta.
Cuando fue diputado mendocino por la UCRI, cada discurso suyo fue una obra poética. Un
hombre que le abrió la cabeza a toda la generación con esa hermosa poesía del carcelero:
“Estamos prisioneros carcelero. Yo de tus torpes barrotes, tu de miedo“. Un hombre que
a través de la poesía le habló al amor en Zamba Azul y en un montón de otras canciones.
Supo levantar la bandera de los humildes. Supo ser la barricada poética. Supo decirle a
Borges, cuando le entregaban el premio Honoris Causa en Inglaterra, que a nosotros
nos matan de hambre por las tierras. Es alguien que extraño y espero. Por eso le dediqué
este poema:

“Como será el arca


Esa que estás fabricando en tu astillero de cielo
Para venir a rescatarnos
Armando Tejada Gómez”.

Fuente: https://radiografica.org.ar/2020/05/10/armando-tejada-gomez-la-voz-de-todas-las-voces/

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ROL DE LA MUJER CRIOLLA Y ABORÍGEN
DEL NORTE ARGENTINO
CURANDERAS, COCINERAS, CUARTELERAS,
PASTORAS Y AGRICULTORAS

Lic. María Cristina Bianchetti


Primera parte

Quiero hablar de la mujer simple, la mujer que acompañó siempre al hombre como piedra angular
del hogar. Estamos acostumbrados a las loas que por siglos dimos a las heroínas de la
independencia y la verdad es que olvidamos las desconocidas mujeres que desde todos los ángulos
de la patria dieron su vida por ella.
Todas hemos tenido oportunidad de asistir a conferencias donde resaltamos el rol de las mujeres
patricias que son las que trascienden, ya que sus acciones descuellan al entrar en la historia junto a
los héroes de la Patria. A lo largo de la historia hubo mujeres cuyas acciones repercutieron por una u
otra razón; saber, valentía, expresiones artísticas, santidad, adelantarse a sus pares o por sus
capacidades histriónicas. Mártires o heroínas se destacaron por sus propios medios, o porque
combatieron a la par de quienes amaron, o compartieron ideales y sentimientos para buscar libertad,
dignidad e independencia, reclamando el derecho a la autodeterminación de los pueblos, dejando de
ser colonias o proyecciones europeas de ultramar.
Desde México hacia el sur, muchas mujeres nativas hicieron de su nombre una leyenda sin importar
su condición social, una fueron junto a sus hombres “Juanas o Adelitas”, otras “Cuarteleras o
Fortineras”. Por lo general desconocemos en el norte argentino la participación de la mujer indígena
y mestiza a lo largo de la conquista, o las de la ocupación del Chaco, en la lucha contra el indio
bravío, pero muchas de ellas dieron la vida, arengando al pueblo, a sus hermanos e incluso a sus
maridos para expulsar a los colonizadores; muchos nombres de doncellas incaicas levantaron sus
voces en el S. XVI primero en Perú, más tarde en Ecuador y Bolivia. Desde Anacaona, la primera
mujer que reprochó a un Gobernador Hispano por los atropellos cometidos en Santo Domingo, hasta
las heroínas del sometido Imperio Incaico, fueron muchas las mujeres que sufrieron tormentos y
dieron su vida por recuperar su tierra y la dignidad.En este bicentenario conocemos solo el nombre
de la mayoría de aquellas destacadas damas, cuyos nombres trascendieron en la historia, al nacer
en el seno de familias patricias que de un lado u otro tomaron partida en la lucha.
En este contexto encontramos a las heroínas de la independencia y hemos escuchado muchas
veces hablar de Gertrudis Medeiros, Juana Moro de López, Juana Azurduy, Petrona Arias, Juana
Torino, María Loreto Sánchez, Andrea Zenarrusa de Uriondo, Carmen Puch de Güemes, María
Magdalena Güemes, quienes montaron una red de “Bomberas” integradas por ellas y sus criadas,
sean criollas o negras quienes mientras lavaban ropa y recogían agua en los arroyos que
circundaban la ciudad, llevaban y traían mensajes informando de las acciones, intenciones y
desplazamientos de las tropas enemigas. Salta, Jujuy, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba las vio
actuar e integrar una red de mujeres donde no existían clases sociales, las mujeres de la más alta
sociedad actuaban junto a campesinas, esclavas, criadas, criollas e indígenas, buscando defender a
sus hombres que junto a Güemes, Belgrano, Padilla quienes defendían la frontera norte de la
Intendencia de Salta dentro del Alto Perú.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 20


La mayoría de las heroínas de la independencia compartieron al final de su vida un punto común con
aquellas mujeres anónimas que marchaban en la retaguardia de los ejércitos, denominadas
despectivamente por años como “las cuarteleras”; con ellas compartieron penurias, castigos
corporales, encierro y el dolor de perder a sus seres queridos, incluyendo sus hijos, pero más que
nada la pobreza que generó la guerra y en la que las dejaron sucesivas expropiaciones foráneas y
locales, muriendo muchas ellas en la más abyecta miseria, negándole las autoridades ayuda
económica, o el reintegro de sus bienes por parte de los gobiernos centrales.
De algunas damas que asistían a la tropa de los derrotados ejércitos en los reveces de la guerra,
sosteniendo a heridos y mutilados en la batalla, solo hemos escuchamos hablar de las heroínas de
Vilcapugio y Ayohuma; se las denominó las Niñas de Ayohuma y fueron verdaderas guerreras,
pero ellas también murieron en la miseria al igual que muchas cuarteleras y fortineras del país que
ayudaban a consolidas. Una de esas heroínas fue María Remedio del Valle, que huyó de su Bolivia
natal para salvar su vida y murió en Buenos Aires pidiendo limosna. El General Juan José Viamonte
la halló en 1827, envejecida y en harapos pidiendo limosna en la Iglesia de Santo Domingo, la
reconoció y a viva voz reclamó que como “La Capitana”, a la que consideraba como una de las
Madres de la Patria por haber luchado desde 1810 junto a las tropas argentinas codo a codo con los
soldados. Ya diputado solicitó que se le otorgara un sueldo de capitán para su subsistencia,
acordado tras dura defensa la burocracia archivó el expediente y falleció en la miseria pidiendo
limosna al igual que muchas otras heroínas de las campañas al Alto Perú. Otro tanto pasó con las
heroínas cochabambinas, se les prometió un estipendio como defensoras de la patria, que las
autoridades porteñas luego negaron.
Estamos acostumbrados a enaltecer el rol de las heroínas de la independencia y la verdad es, que
olvidamos las desconocidas mujeres que desde todos los ángulos de la patria dieron su vida por ella.
Por ello deseo hablar de esa otra mujer, aquella que no trasciende en su cotidianeidad porque
forma parte de la cultura del silencio. Quiero hablar de la mujer simple, la que acompañó siempre al
hombre como piedra angular del hogar y de la lucha.
No se entiende por qué las condenaron al olvido, pues sin ellas las campañas Norte- Sur -para bien
o para mal- no habrían sido posibles. No sólo cuidaron de los hombres, los vistieron, alimentaron,
curaron y llegado el caso combatieron a la par de ellos, y con su presencia les dieron motivo para
quedarse en un ejército al que la mayoría de ellos fue llevado por la fuerza, con las famosas levas,
cómo lo cuenta Martín Fierro.

La cuartelera

Buscando datos históricos sobre los valles pre andinos de


Santa Victoria e Iruya, Calchaquí-Yocavil y la quebrada de
Humahuaca junto a los demás departamentos de la Puna
salto-jujeña, me impactó las travesías que debieron realizar
esos otros frutos del
silencio, los ignorados o ausentes y olvidados soldados y
lugareños que no entraron en la historia, salvo en una cruz de
una tumba colectiva como “soldados desconocidos” al final
de las batallas.
Tras ellos iban mujeres y familias enteras, que desde la
benemérita ciudad del Buen Aire, y con escasos recursos y
pertrechos, despacharon primero hacia el norte, más tarde
hacia el sur. Hombres y mujeres que recorrieron miles de
kilómetros tras las campañas militares emprendidas para
derrocar a los enemigos foráneos unas veces y los internos en
otras. Desde donde partieron miles de criollos, negros, pardos,
conformando batallones de soldados, a quienes seguían sus
mujeres, y a los que sumaron voluntarios y tropas locales, en
la medida que se marchaba hacia el Alto Perú. Estos ejércitos
mixtos que desde la Cuenca del Plata, atravesaron todo en
territorio y por el noroeste argentino y las estepas bolivianas,

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 21


llegaron hasta Desaguadero y Tacna, marchando por sacrificados caminos más de 6.000 km. Años
después lo hicieron por miles de kilómetros hacia la frontera sur, en su lucha contra el indio.
Si analizamos son noventa años de lucha, desplazando la población nativa y el emergente mestizo
acriollado hacia los extremos de la patria sin reconocer sacrificios y sin retribuirles salarios. Para
nosotros el mejor ejemplo es Belgrano a quien aún hoy adeudan sus sueldos, por lo cual no se
construyeron las cinco escuelas donadas. Desde Buenos Aires se buscó sembrar en la memoria
colectiva que indias, mestizas, y negras eran una minoría despreciable junto con las cautivas y las
fortineras y se las excluyo de los padrones de sueldos de las milicias y de la historia.
La historia que nos enseñaron era un sin fin de batallas, desplazamiento de tropas, número de
soldados de uno y otro bando, pero siempre se olvidó algo, que además de los principios que
movilizaban las campañas, en esa retaguardia iban mujeres, cuyo número era por lo general apenas
inferior al grueso de la tropa, las denominadas cuarteleras, entusiastas y apasionadas mujeres que
acompañaban a su marido y que perdiendo todo con el paso de la soldadesca, entre ello su
vivienda, se incorporaban junto a las tropas para todo servicio. Eran sacrificadas lavanderas,
cocineras, enfermeras, curanderas, remendonas y hasta zapateras, que no contaban con un sueldo
ni alimentos, salvo los que podían compartir con lo que las generosas campesinas podían brindarles.
Muchas veces conformaban familias enteras, que marchaban con sus niños tras los forzadamente
reclutados soldados, pues no les quedaban bienes, todos sus animales y alimentos formaban parte
de las vituallas que alimentaba la tropa. Su penosa labor era asistir a los hombres en las travesías y
ya heridos consolarlos y sostenerlos en los traspiés de las batallas.
Cuando se nos enseñó historia, la guerra de la independencia, con Güemes, Belgrano, San Martín y
todos los patriotas que se hicieron cargo de las Quebradas y caminos al Alto Perú, el contenido era
una sucesión de batallas con triunfos y derrotas, sea en Bolivia, Chile y Perú, pero nadie nos enseñó
a dimensionar la distancia y la finitud humana. Hoy las vías de comunicaciones nos acercan, a
Desaguadero en 36 horas y otro tanto a Iquique o Tacna, e incluso allí no dimensionamos el
esfuerzo de esa tropa mezcla de batallones entrenados, lugareños reclutados y heroicas mujeres
que con sus bagajes y niños los acompañaban en aquellas marchas que duraban meses por cerros,
arenales, campos helados con temperaturas extremas de día y de noche.
En el impactante museo del Alto de Tacna que conmemora la resistencia peruana frente al avance
chileno en 1880, entre los uniformes ensangrentados rescatados de la gran tumba de arena que
cobijó más de 5000 valientes guerreros, una imperceptible prenda ensangrentada me produjo
estupor. En una de las vitrinas, junto a un uniforme raído pero bien conservado por las ardientes
arenas del desierto, un pequeño pañuelo blanco o collarín de dama, ensangrentado, era lo único que
señalaba el rol de la mujer cuartelera y allí sentí partir mi alma no sé si de dolor o emoción, pues no
solo había oficiales salteños y peruanos que lucharon junto a Bolognesi, parte de los cuerpos
militares eran puneños y bolivianos, además de destacados oficiales salteños.
Una de las escasas fotografías históricas de la batalla muestra a las cuarteleras recorriendo el
campo de batalla, rescatando a los heridos desde un mar de cadáveres.

El rol de la mujer cuartelera

Durante la guerra de la independencia las mujeres tuvieron un rol protagónico extraordinario. Todos
conocemos el rol de la mujer salteña y del noroeste en general, tanto en salones y tertulias donde
agasajando al enemigo hacían gala de su ponderada belleza enamorando o seduciendo a los
enemigos, y propiciando grandes deserciones, cuando no actuando como informantes de los
patriotas. Pero pocas mujeres trascendieron cuando formando parte de la servidumbre o del
campesinado fueron quienes arriesgaron su vida trasponiendo las líneas enemigas para llevar
mensajes a las fuerzas defensoras. Muchas de ellas fueron espías, informantes, y en la necesidad
cuarteleras, marchando a la zaga de la tropa como cocineras, lavanderas, curanderas, zapateras,
para acondicionar botas u ojotas y remendonas o costureras para reparar los escasos harapos que
llevaban como uniformes. En la batalla enfermeras, restañando las heridas en los combates y
finalmente guerreras, al alzar las armas abandonadas en el fragor de la contienda, luchando a la
par de los hombres reemplazando a los caídos.
Siempre se habló desdeñosamente de la chusma que marchaba tras los soldados, las cuarteleras
que iban a retaguardia de los soldados dudando de su moral y colocándolas en lo más bajo de la
escala social, comparándola con “la chusma de la indiada”; solo dos personas alzaron su voz para

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defenderlas, Roca para destacar su rol al mantener unida la “montonera” que marchaba a la
conquista de la frontera sur y Domingo Faustino Sarmiento, quien expresa que:
“Las mujeres, lejos de ser un embarazo en las campañas, eran por el contrario, el auxilio más
poderoso para el mantenimiento, la disciplina y el servicio de la montonera.
Su inteligencia, su sufrimiento y su adhesión, sirvieron para mantener fiel al soldado, que
pudiendo desertar no lo hacía, porque tenía en el campo todo lo que amaba”.

AMBOS SABÍAN QUE LOS FONDOS PARA SUELDOS DE ESOS SOLDADOS NUNCA
LLEGARIAN.
La reacción de Sarmiento se debió a que en las áreas urbanas y en los corrillos maliciosos de las
tertulias femeninas distante de las áreas de la lucha, entre saraos y conciertos banales, de quienes
se consideraban ajenas a las campañas y disputas, había escuchado que se las mencionaba
despectivamente como chinas, milicas, cuarteleras, fortineras o chusma, epítetos complacientes
para denominarlas solapadamente como mujeres de baja calaña o prostitutas, términos con los que
eran agredidas disimuladamente en los círculos sociales con
apelativos abiertamente degradantes.
La mayoría eran esposas, novias, madres, campesinas y
pastoras, simplemente mujeres al servicio del regimiento o de
sus hombres. Casi siempre formaban un cuerpo que
representaba la dos terceras parte de los soldados. Un ejemplo
lo representa la Conquista del Desierto donde sobre seis mil
soldados, las fortineras llegaba a cuatro mil. Otro tanto ocurría
con Vilcapugio y Ayohuma donde las mujeres formaban un
ejército apenas inferior al oficial y donde muchas enarbolaron
las armas de los caídos en el fragor de la batalla.
Estas mujeres por ser desconocidas no figuran en los libros de
historia, sus nombres era una parte más del paisaje. En el sur,
algunas de ellas trascendieron durante la campaña del
desierto, pues en la conquista de la frontera sur muchas viudas
reclamaron la pensión de sus maridos muertos en los frentes de
batalla y otras lo hicieron por méritos propios, pues fallecido su marido empuñaron sus armas y
llegaron a tener grado militar y cobrar sueldo en el Ejército. Infortunadamente fueron degradadas
nuevamente como cuarteleras en 1904 dejando de percibir sus haberes, cuando lo habían perdido
todo, familia, hijos y hasta los terrenos que les dieron para que armaran sus ranchos. Muchas nunca
llegaron a cobrar sus sueldos y terminaron pidiendo limosna en la Plaza de la Victoria o en los atrios
de las iglesias de San Francisco o Santo Domingo donde asistían los propios jefes de la campaña y
lo más granado de la élite porteña.
Se les llamó soldaderas, fortineras y cuarteleras. De entre el humo y el fuego de los combates se
percibían sus borrosas siluetas andrajosas, emponchadas, llevando cántaros de agua para los ago-
nizantes y fuentes de comida para los hambrientos. Ellas estuvieron en el nacimiento de las patrias
americanas socorriendo heridos, ayudándolos a morir, sepultándolos y rezando por ellos, y su valor
las llevó hasta tener sus hijos en el fragor de los combates. Finalizadas las batallas se les permitía
vivir a extramuros de los cuarteles, harapientas, hacinadas, pero cumpliendo su rol de sostenedoras
de las topas que tampoco recibían su paga; allí nuevamente eran lavanderas, cocineras,
remendonas, curanderas, amantes, viviendo entre toldos, mugres y barro, compartiendo el hambre
junto a la tropa licenciada, a extramuros de la Ciudad de Buenos Aires.
Quienes regresaron a sus posesiones, particularmente las de origen andino, tal como lo hacen hoy
aquellas mujeres solas que viven en los cerros, se quedaron en sus tierra para aferrar la azada y el
pico o empuñar el arado, poniendo activo el ciclo agrario, pues había otra amenaza aún peor que la
guerra, y que era su resultado, la hambruna de las tierras arrasadas. En su hogar junto al arado,
esquilaba llamas y ovejas, tejía costales, ponchos, fajas, cuidaba el ganado y supervisaba todas las
tareas ayudadas por sus ancianos y niños; sin tiempo a pensar, y restañaba sus heridas mientras
veía crecer el maíz.
Siendo niña, conocí la última negra cuartelera que lavaba ropa para los soldados, y planchaba
almidonadas camisas y enaguas para que las familias patricias lucieran en el club 20. Una anciana
menuda de porte erguido, que pasaba con sus humildes prendas almidonadas por la puerta de mi

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casa, junto con sus hijas y nietos, elegantes en sus harapos, de regreso de su dominical misa en la
Catedral Basílica.

Tercera nota

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Una fuente desconocida de textos fileteados
en vehículos, Santa Fe, c. 1945-1963.
Hacia una federalización del filete

Norberto Pablo Cirio

En 1992 inicié de modo independiente el proyecto El filete porteño. Identidad plástica del
argentino desde la disciplina en la que ese año comenzaba a formarme, la antropología social.
Mi primera publicación fue un artículo en las actas de unas jornadas en Chivilcoy (Cirio 1995).
Este estudio lo desarrollé, aunque con altibajos, hasta 2003, cuando reedité mi segundo
artículo, “El filete porteño: bibliografía crítica y definición conceptual” (Cirio 1998) como capítulo
del libro del fileteador Alfredo Genovese (2003a), a su pedido, al parecerle necesario para
presentar el tema en un marco académico. Lo producido, si bien es poco, lo creo sólido pues
es fruto de un enfoque basado en un triple dispositivo: rastrero y lectura crítica de bibliografía y
fuentes, reflexión teórica para definir el filete y trabajos de campo para entrevistar a los actores
sociales implicados y documentar filetes en la Ciudad de Buenos Aires y localidades aledañas,
generando un corpus de 159 fotografías (153 propias, a color) y 955 textos escritos (949
propios), entre otras cuestiones.

Segunda parte
Hacia una visión federal del filete

Este artículo, apenas el tercero original de mi investigación1, lejos está de motivarme a retomarla.
Necesitaría repensar el marco teórico, revisar y actualizar la bibliografía, buscar más fuentes secas y
hacer etnografía dado el salto cualitativo del filete. Con todo, mi deseo por publicar este manuscrito
me invita a problematizar un aspecto que en su momento no consideré: el viso de porteñidad que
siempre se dio al tema. Creo que ello es menos fruto de un enfoque federal que fruto naturalizado de
la ubicación de sus investigadores y radio de acción. A nivel ideológico es consecuencia del sesgo
unitario que aún padece el país pues, por más que constitucionalmente sea federal, la gravitación de
la Ciudad de Buenos Aires es tal que en muchos temas se opera una significación metonímica,
entender a ésta por la Argentina.

Por ejemplo, en mi principal área de estudio, la música afroargentina, los investigadores


hablábamos hasta hace poco de candombe “argentino” cuando, en verdad, se trata del porteño,
pues en otras localidades del país también hay candombes autóctonos, por ende igualmente
argentinos (Frigerio 1993, Cirio 2003b, 2020). El manuscrito de este investigador del “interior” jaquea
esta porteñidad. Su estudio fue en Santa Fe, no sé en qué parte, pero por la naturaleza rodante de

1 A ellos sumo un cuarto, inédito, de 1993, Los carros de costado sentencioso : El filete porteño como elemento contestatario de
nuestras clases subalternas.

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su objeto de estudio muchos no eran de allí. Según consignó eran de Corrientes (Nº 5), Entre Ríos
(Nº 11, 49, 61, 62, 74, 78, 89, 90,130, 131, 133, 145), Córdoba (Nº 84), amén de Buenos Aires (Nº
100, 101). Por su parte el empleo del guaraní (Nº 11, 108), la cita de localidades de provincias (Nº
42, 124), de fauna local (Nº 9, 13, 17, 21, 85), de cuestiones santafesinas (Nº 38) y del resto del
Litoral (Nº 55, 86, 106, 115, 135) federalizan el tema. Por ser documentación de terceros y casi
descontextualizada algunos ítems no son taxativos; Así, Cambacuá (Nº 108) puede referir a una isla
entrerriana (Dto. Uruguay), un barrio de Corrientes (Dto. Capital), un barrio de Santa Elena (Dto. La
Paz, Entre Rios) o a otro de Asunción (Paraguay). A éste, si sumamos dos con patentes del
Paraguay (Nº 104, 105) y un filete en portugués (Nº 31),
el tema incluso trasciende al Cono Sur.

Camión de transporte con el texto “Nunca llores lo


perdido…” (simlar al Nº 110), en su parte superior, y otro
en el paragolpe delantero que no se lee bien. Aunque no
tiene identificación, es contemporáneo al estudio de
Zapata Gollán. Museo Histórico de Villaguay (Villaguay,
Entre Ríos)

Estudiar las patentes para datar el manuscrito me invitó a revisar las fotografías etnográficas para
reparar en las que no son de Capital ni Buenos Aires pues hasta 1994 rigió el primer sistema
centralizado de emisión, consistiendo cada patente en seis dígitos precedidos por una letra
identificadora de la provincia que, para Santa Fe, era la S. Aunque mi etnografía fue en Buenos
Aires y alrededores al menos dos vehículos (pues en otros no se ve la patente) eran de allí. Ellas
enriquecen la problemática junto a otra con la G, de Santiago del Estero y, la cuarta, con un texto
fileteado que hace pensar que el vehículo era de La Rioja, por
lo que su patente comenzaría con F.

Camión de transporte de mercadería, patente de Santa Fe, con


el texto “Esta unidad transporta escobas de 1ra. calidad” en la
parte trasera. Fileteador no identificado. Buenos Aires, 1993.
Foto Pablo Cirio.

Camión de transporte de mercadería, patente de Santa Fe, con


el texto “Los nenes rosarinos” en la parte delantera. Fileteador
no identificado. Buenos Aires, 1994. Foto Pablo Cirio.

Colectivo acondicionado para transporte del mercadería con el


texto “Soy de La Rioja ¿y qué?” en la parte delantera. Aunque
no se ve la patente, por el texto infiero que es de esa provincia.
Fileteador no identificado. Buenos Aires, 1995. Foto Pablo Cirio.

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Si, el que tengan patentes del “interior” no garantiza que hayan sido fileteados allí, con igual
criterio de los que tienen patentes porteñas y bonaerenses nada impide pensar que fueran fileteados
en el “interior”.

Una solución a tal disyuntiva es que este campo de estudio deje su sesgo cosalista, anecdótico y
conjetural a favor de incluir al ser humano que da entidad, uso y significado al filete en perspectiva
antropológica, por ejemplo entrevistando a los dueños de vehículos, a los de las empresas de
carrocería y a los fileteadores por fuera del radio geográfico fijado “natural”. ¿Cuántos otros
intelectuales “del interior” los estudiaron y los desconocemos porque siguen inéditos, como Zapata
Gollán, o porque este tema no se estudia fuera de Buenos Aires y Gran Buenos Aires? Al darle a
leer el borrador de este artículo a Alfredo Genovese recordó que en 1995 en San Miguel del
Tucumán conoció al fileteador Soto al advertir el cartel de su taller, cuyo estilo le recordó al de
Martiniano Arce, fileteador porteño contemporáneo.

También en Tucumán, Simoca fue nombrada en 1966 Capital Nacional del Sulky y, desde 1985,
hace su fiesta en noviembre en la cual, entre otras actividades, desfilan sulkys en contexto
tradicionalista, por lo que cabría estudiarla en procura de un posible estilo de fileteo local. En 2006 él
estuvo allí y me comentó que

“Visité una fábrica bastante rudimentaria y que había tenido días mejores. Me llamó la atención
que los fileteados que les aplicaba el fabricante estaban hechos con esténcil y eran muy
parecidos a los que hacen en los camiones de Brasil.

No pude ver ninguna unidad teminada o en funcionamiento en la ciudad (pase justo a la hora de
la siesta y no me quedé más que esa tarde). Por otra parte, todas las personas con quien hablé
sobre el fileteado en ciudades del interior me dijeron de haber visto camiones fileteados muy
viejos que venían de Buenos Aires ya pintados (incluso uno hecho por Leon Untroib), con lo que
creo que la ornamentacion de fileteado en el interior se dio por la copia que los artistas locales
veían en esos vehículos que procedían de Buenos Aires.

No sería el caso de este taller de Simoca, cuyo propietario no tenía la menor idea del fileteado
porteño, pero aún así pintaba rudimentariamente los sulkys. Otra curiosidad es que las ruedas
ya no se hacen más de madera sino con rayos de metal como una gran rueda de bicicleta”
(Alfredo Genovese, comunicación personal, 18-sept-2020).

En la revisión de mi documentación etnográfica problematicé los fotografiados pero un repaso a


los textos que solo copié proveen más indicios de esta federalidad: San Miguel de Tucumán, De los
pagos de Baigorria (que consigné “con patente de Santa Fe”), Salta la linda, Visite Mendoza, Si en
La Rioja planta un dedo… sale una mano, El gurí Esteban, entre otros, invitan a este replanteo.

Bibliografía

Cirio, Norberto Pablo

1995 El filete porteño: historia y actualidad. En Jornadas Chivilcoyanas en Ciencias Sociales


y Naturales. Chivilcoy: Centro de Estudios en Ciencias Sociales y Naturales de Chivilcoy, p. 53-
56.

1998 El filete porteño: bibliografía crítica y definición conceptual. En Segundas Jornadas


Estudios e Investigaciones en Artes Visuales y Música. Instituto de Teoría e Historia del Arte “Julio
E. Payró”. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, p. 182-193, fig. 8-11.

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2003a El filete: crítica bibliográfica y definición teórica. En Alfredo Genovese. Tratado de
fileteado porteño. Buenos Aires: Deldragón, p. 16-27 y 102-109.

2003b La desaparición del candombe argentino: Los muertos que vos matáis gozan de buena
salud. Música e Investigación 12-13: 181-202. Buenos Aires: Instituto Nacional de Musicología
“Carlos Vega”.

2008 El filete: definición teórica. En Alfredo Genovese. Filete porteño. Buenos Aires:
Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, p.
21-33 y 112.

2012 La presencia afro en la producción académica argentina sobre música tradicional. El


caso del Cancionero de Santa Fe, de Agustín Zapata Gollán. Música e Investigación 20: 131-159.
Buenos Aires: Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”.

2020 ¿Candombe o candombes? Pregón Criollo 100: 83-85. Buenos Aires: Academia
Nacional del Folklore. Revista on line http://academianacionaldelfolklore.org/#!/-pregon-criollo-
mayo-2020/

Frigerio, Alejandro

1993 El candombe argentino: crónica de una muerte anunciada. Revista de Investigaciones


Folklóricas 8: 50-60. Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, UBA.

Genovese, Alfredo

2003 Tratado de fileteado porteño. Buenos Aires: Deldragón.

2008 Filete porteño. Buenos Aires: Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico
Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

González Arrili, Bernardo

1983 Ayer nomás : Calle Corrientes entre Esmeralda y Suipacha. Buenos Aires 1900.
Buenos Aires: Academia Argentina de Letras.

Zapata Gollán, Agustín

1966 El carnaval en Santa Fe (República Argentina). Actas del XXXVI Congreso


Internacional de Americanistas. Sevilla, p. 439-444.

1987a Los negros. América 6: 117-122. Santa Fe: Centro de Estudios Hispanoamericanos.

1987b El canto del indio. América 6: 95-99. Santa Fe: Centro de Estudios Hispanoamericanos.

1994 Cancionero de Santa Fe. Santa Fe: Ediciones Culturales Santafesinas.

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Posicionamientos

Los diarios informaron: “En una histórica sentencia (…)la Cámara Federal de Apelaciones de
Resistencia, dictó un pormenorizado fallo en el que consigna el resarcimiento económico del Estado
nacional (al pueblo Qom), por los hechos acontecidos el 19 de julio de 1924 en lo que se conoce
como la “Masacre de Napalpí”.El Estado deberá pagar 375 millones y cumplir con una serie de
requisitos tendientes “a la no repetición del hecho”, (…) Allí fueron asesinadas 1.500 personas
pertenecientes al pueblo Qom”.(Pagina 12-17/9/20) Parte de esa historia se había prefigurado, dice
la autora, ya en la concepción de “reserva”, del antropólogo Roberto Lehmann-Nitsche. Este trabajo,
publicado en Debats, 2015, puede ser útil para pensar el impacto de “estudios” aparentemente
neutros, sobre un “sujeto social”. Además de comprender cómo enfrentaron la época, los
antropólogos actuantes.

Robert Lehmann-Nitsche
Pruebas contundentes sobre su presencia en Napalpí en
tiempos de la masacre

Lena Dávila
Primera parte
La Reducción indígena de Napalpí

La Reducción indígena de Napalpí, hoy conocida como Colonia Aborigen Chaco, fue fundada en
1911 en el Territorio Nacional del Chaco (actual provincia de Chaco, Argentina).1 Allí
“fueron radicados, por el Gobierno Nacional, unos centenares de Tobas y Mocovíes con el fin de
acostumbrarlos a la vida sedentaria del agricultor”.2 La mayor parte de sus integrantes pertenecían a
estos pueblos y hacia 1915 habitaban en la Reducción alrededor de 1.300 indígenas.
Napalpí fue establecida en el marco de un proyecto de carácter nacional que buscaba integrar a los
grupos indígenas a la sociedad. En palabras de su Director, el naturalista Enrique Lynch Arribálzaga,
ésta era la primera reducción ideada “con arreglo al plan racional de trabajo permanente y trato
amistoso, para educar al indio y asimilarlo a la masa general del pueblo”.3
Las reducciones y misiones religiosas sólo pudieron establecerse una vez concluidas las campañas
militares realizadas en el territorio argentino durante las últimas décadas del siglo XIX. En el caso
particular del Gran Chaco4, las incursiones del Ejército tuvieron por propósito el disciplinamiento de
las poblaciones originarias y su consiguiente incorporación como mano de obra barata, dada la
demanda de los ingenios azucareros, obrajes y algodonales. Paralelamente a las campañas se creó
en 1872 el Gobierno y la Administración del Territorio Nacional del Chaco que incluía a las actuales
provincias de Chaco, Formosa, parte de las provincias de Santa Fe y Santiago del Estero y una
pequeña fracción del sur de Paraguay.5 Cuatro años después se promulgó la Ley de Inmigración y
Colonización6 cuyo propósito era la ocupación de las tierras principalmente por inmigrantes

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europeos. De esta manera, una vez controlado el territorio, desalojados los habitantes originarios de
sus tierras y contenida su posible resistencia, se daba paso a la ocupación de estos espacios, al
tiempo que se creaban reducciones y misiones con el fin de concretar el reasentamiento y la
sedentarización forzosa de los indígenas. Una vez retiradas las Fuerzas Armadas, comenzaban a
ganar preponderancia nuevas formas de intervención social, entre ellas reducciones como Napalpí.
A principios del siglo XX, serían fundadas bajo el auspicio del Gobierno tres misiones franciscanas
en Chaco y Formosa: San Francisco de Laishí (1900), Nueva Pompeya (1900) y San Francisco
Solano de Tacaaglé (1901). En la misma época también se concederían tierras a la Misión Salesiana
de Tierra del Fuego con el fin de radicar allí a los Ona. Napalpí, sin embargo, se convertiría en el
prototipo de reducción forestal-agrícola que se buscaba promover en el resto de la zona. De la mano
de su Director se intentaba demostrar que era posible, sin gastar cuantiosas sumas de dinero,
concentrar a los indígenas, re-educarlos y hacer de ellos hombres libres.7.
Los principales objetivos de Napalpí consistían en “adaptar” a los indígenas a la vida del agricultor-
pastor, proporcionarles trabajo en el propio establecimiento y en los alrededores así como brindarles
una educación adecuada. En éste último punto, el foco estaba puesto principalmente en los niños
con el propósito de modificar todas aquellas conductas y costumbres consideradas como
inadecuadas. Según Lynch Arribálzaga, era necesario conocer las particularidades y el grado de
desarrollo de cada tribu a fin de escoger métodos apropiados para “atraerlas” y “civilizarlas”.8 En su
informe de 1914 sostendría que:
Para que un plan de atracción y “domesticación” del salvaje, como diría el sociólogo Leterneau,
alcance verdadera eficacia, es indispensable tener en cuenta no sólo su carácter, sino al mismo
tiempo sus costumbres tradicionales, sus instituciones sociales y de gobierno, que no, por carácter
de codificación escrita, se hallan menos arraigadas en cada colectividad, sus aptitudes, sus
supersticiones, su constitución física y el ambiente económico que lo rodea. Así, no creo que se
pueda obtener iguales resultados dedicando a la ganadería extensiva, por ejemplo, a los tobas o los
matacos que a los pampas y tehuelches, u ocupando en la explotación de los bosques a éstos lo
mismo que a aquellos, ni aplicando idénticas sugestiones didácticas a los uno como a los otros,
porque lo que para los miembros de una tribu es aceptable, llano y hacedero, para los de otra puede
ser algo monstruoso, profundamente adverso a sus hábitos o sus creencias. Y por lo que toca al
hombre americano, lejos de poder decir, que ʽhabiendo visto uno, se han visto todosʼ, como
pretendía un viajero del siglo XVIII, cada nacionalidad aborigen se distingue por alguna peculiaridad
característica, ya somática, de orden moral. 9
Estratégicamente se trataba de observar y estudiar las costumbres de estos grupos para luego
“modificarlas” paulatinamente. Sólo así podía operar la transformación de los individuos en
“ciudadanos útiles” y ser incorporados a la Nación. Como defensor de la integración del indígena a la
“civilización”, Lynch Arribálzaga sostenía que este proceso debía ser llevado adelante por dos
medios íntimamente vinculados: la educación y el trabajo. A través del primero se podría incluso
formar a los indígenas en oficios con alta demanda en la región, como la carpintería, la agricultura, la
albañilería y el tejido, entre otros. Como afirmara en el Informe elaborado para la Comisión
Financiera Honoraria, se necesitaba que:
El indio educado en la reducción salga armado de sólidos medios de lucha por la vida, con un oficio
definido, a ser posible y al elegírselo debemos tener en cuenta la demanda probable de sus
servicios. Buenos obreros o cortesanos10, no bachilleres, es lo que yo deseo, sin perjuicio de que
todo joven indígena que revele vocación excepcional por estudios más altos sea protegido por el
Estado, becándolo, para que continúe su instrucción elemental e ingrese después en sus
instituciones especiales.11
Según el estudioso, la educación del indígena debía incluir la trasmisión del amor a la patria así
como “los derechos y deberes que le corresponderán, como miembro de la nacionalidad civilizada
en que va a ingresar”.12 A través de la enseñanza se buscaba integrar al indígena al cuerpo
ciudadano inculcándole valores considerados propios de una identidad colectiva en construcción.
Este tipo de propuestas intentaba distanciarse de posturas que tendían a criminalizar a los indígenas
por considerarlos foco de violencia y peligro para el resto de la sociedad. Según Lynch Arribálzaga,
el éxito de la Reducción radicaba en el buen trato que se les brindaba a los indígenas, la equidad y
salario justo pagado por su trabajo. De esta manera, era posible “atraer a los indios” sin necesidad
de obligarlos a radicarse allí.13

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Breve reseña sobre E. Lynch Arribálzaga

Enrique Lynch Arribálzaga nació el 26 de agosto de 1856 en Buenos


Aires (Argentina) y murió 28 de junio de 1935. Estudió en el Colegio
Nacional de Buenos Aires y desde joven se incorporó a los círculos
de sociabilidad de la época. Se inició como un simple aficionado a
los estudios entomológicos para luego convertirse en uno de los
naturalistas más importantes del país. Junto a su amigo Eduardo L.
Holmberg fundó la revista “El Naturalista Argentino”, primera en su
género. En ella publicó numerosos artículos sobre la fauna de
Baradero, localidad en la que vivía.14.
En 1881 viajó a las provincias de Chaco y Formosa, como miembro
de la expedición comandada por Jorge Luis Fontana. Producto de
esta misión reunió gran cantidad de información sobre la geografía
de la región, recolectó insectos y vegetales. Ese mismo año fue
nombrado miembro de la Academia de Ciencias Exactas de
Córdoba.
En 1887 fue designado sub-secretario de Agricultura y más tarde
delegado del mismo Ministerio para la reducción de indios. En 1903
se radicó en el Chaco, convirtiéndose en un activo miembro de este territorio que no abandonaría
jamás. Cuatro años después propuso formar la “Sociedad Protectora de los Indios” en Resistencia
(Chaco). A través de dicha institución se buscaba crear reducciones que dieran trabajo a los
indígenas, en las cuales funcionaran escuelas, “que el estado adjudicara tierras en propiedad
individual a los indios definitivamente reducidos y que se legislara sobre la condición jurídica de los
no civilizados y con el objeto de defenderlos del abuso, de cualquier género que fuere”.15 La
iniciativa fracasó ya que el Poder Ejecutivo negó la personería jurídica a la Sociedad por
considerarla carente de recursos. Ya en 1910, Buenos Aires vio nacer a la “Sociedad Protectora y
Defensora de los Indios”, presidida por el Dr. Ignacio Y. Albarracín. Lynch Arribálzaga adhirió
rápidamente a ella y presentó un plan para fundar la primera reducción indígena de Chaco. Aunque
estos intentos fracasaran, tan sólo un año después llevaría adelante su tan anhelado proyecto al ser
designado primer Director de la Reducción de Napalpí.16
Lynch Arribálzaga expresaba haber llegado a comprender profundamente a los indígenas
chaqueños, producto de sus vivencias en la zona y del contacto diario con ellos. Atravesado por una
perspectiva paternalista, típica de los adeptos al integracionismo, los caracterizó como “almas
sencillas, serias y honradas, inteligencias bien dispuestas para aprender”.17 Decía, además, que “no
era difícil vincularlo [al indígena] al lugar en que se lo ocupa, tratándolo con afecto paternal,
atendiendo sus ingenuos deseos, amparándolos contra la violencia o el engaño de los mal
intencionados y especialmente mostrándoles sincero interés por sus hijos; todos estos servicios y
muestras de amistad lo obligan y lo atraen hacia su patrón, en quien ven entonces un protector, de
que tanto necesitan su desvalimiento e ignorancia.18 Al igual que Lehmann-Nitsche19 destacaba las
capacidades corporales de estos sujetos, las cuales los convertían en buenos y potenciales obreros:
fuertes, sanos, hábiles en el uso de herramientas, laboriosos, etc. Lynch Arribálzaga reconocería
incluso que ni los ingenios azucareros ni los obrajes y algodonales hubiesen podido desarrollarse sin
la asistencia del indígena, pese a lo cual se los explotaba y trataba despóticamente.20 Desde una
perspectiva que puede caracterizarse como humanitaria, la Reducción tenía el propósito de
“protegerlos” y brindarles mejores condiciones laborales. Sin embargo, como se verá a continuación,
tan sólo diez años más tarde sus habitantes serían sometidos no sólo a políticas estatales abusivas,
que limitaban su movilidad laboral y respondían a los intereses económicos de los productores
algodoneros del Chaco, sino que además serían víctimas de una cruenta masacre.

La masacre

El 19 de julio de 1924, bajo la presidencia de Marcelo T. de Alvear, ocurrió la masacre de indígenas,


hoy conocida con el mismo nombre de la Reducción. La mayoría de las versiones coinciden en que
los problemas y el malestar previo comenzaron principalmente por dos motivos. El primero, era la

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quita realizada por la Administración de la colonia del 15 % de las cosechas de algodón a fin de
costear los valores de las herramientas de labranza, el funcionamiento de las escuelas y los arreglos
dentro de la Reducción. La segunda causa, fue la promulgación de un decreto local que prohibía la
contratación de trabajadores indígenas fuera del territorio en el cual se asentaban.21 Como
sostienen Cordeu y Siffredi,22 la quita del 15% afectó principalmente a aquellos dedicados a la
agricultura, mientras que la segunda medida perjudicó a los pobladores indígenas que solían migrar
para la cosecha de azúcar. Previamente al decreto, los pobladores de la región solían optar entre
trabajar en los algodonales de los alrededores o migrar a los ingenios azucareros del ramal salto-
jujeño. Y aunque en ambos las condiciones de trabajo y los salarios evidenciaban una situación de
explotación, en los últimos resultaban relativamente mejores.
A principios de 1924, Toba y Mocoví se concentraron en una zona cercana a la Reducción conocida
como El Aguará. Allí establecieron un campamento y comenzaron a llegar no sólo pobladores de
Napalpí sino también de Resistencia y Colonia Popular, entre otras zonas. Se agruparon entre 200 y
800 personas según las fuentes. Aunque se produjeron algunos incidentes tales como ataques a los
campos de algodón y robo de ganado, provocados por un aparente sentimiento “anti-blanco”, los
relatos concuerdan en que la concentración de indígenas no tenía por objetivo sublevarse contra los
criollos ni atacar a los hacendados algodoneros y/o a las instalaciones de la Reducción. Cordeu y
Siffredi23 sostienen que ambos tipos de manifestación deben ser interpretados como intentos de
renovación religiosa y sociopolítica, fundados en la creencia en el advenimiento de una nueva era
superadora de la condición de opresión propia del presente.24 Para estos autores, la religiosidad
toba tradicional incluye dos niveles históricos, Horizonte Cazador e Irradiado, cuya síntesis favoreció
una respuesta de carácter mesiánica.25
Salamanca sostiene la necesidad de “des-teologizar” el movimiento. 26 Considera que las
categorías de milenarismo y mesianismo no son pertinentes, en tanto que se careció de mesías y se
postuló el advenimiento de una condición de abundancia: la inversión del mundo no implicaba una
vuelta al pasado sino la llegada “de una condición que devuelva la autonomía relativa anterior
aunque sin el renunciamiento a la abundancia que los blancos […] se negaron a compartir”.27 Por
su parte, Cordeu manifiesta que al publicarse De la algarroba al algodón, él y Siffredi estaban
fuertemente influenciados por los estudios sobre milenarismo de Vittorio Lanternari, siendo esa
quizás la razón por la que en aquel momento pensaron al movimiento en términos religiosos.28
La reunión de los indígenas en El Aguará tuvo un segundo propósito: defenderse del posible ataque
de los blancos. La polarización no se hizo esperar y los colonos comenzaron a temer una acometida,
dado que los medios de comunicación y los funcionarios públicos caracterizaban al movimiento
como violento y peligroso.
Según el Gobernador Fernando E. Centeno, el problema debía considerarse no como una revuelta
sino como una simple cuestión de trabajo, entendiendo que se trataba de una huelga de colonos
indígenas.29 Aunque Centeno intentaba equiparar los reclamos de los pobladores de la Reducción
con los de cualquier otro grupo de trabajadores, los derechos de unos y otros no eran equivalentes.
A diferencia del resto que gozaba de libertad laboral, los trabajadores indígenas eran obligados a
permanecer en el Chaco. La preocupación del funcionario debe comprenderse en el marco del
desarrollo y la expansión de los últimos años de la industria algodonera.30 El cese de las actividades
agrícolas afectaba tanto la producción de la propia Reducción como la de las chacras aledañas.
En este contexto, el 19 de mayo el funcionario viajó hasta Napalpí donde se entrevistó con los
líderes indígenas: Dionisio Gómez, Pedro Gómez, José Machado y Pedro Maidana. Se acordó
suspender la quita del 15% a cambio de disolver la concentración y retornar a las antiguas
actividades. Al cabo de un mes aún no se había cumplido la promesa de Centeno. Una riña entre
indígenas en Machagai terminó con dos hombres muertos, producto de la brutal intervención de la
policía. Finalmente, la Administración de Napalpí decidió no suspender la quita y se instaló un grupo
de policías en la Reducción.31
En consecuencia, la preocupación entre los indígenas se incrementó, agrupándose nuevamente.
Siguieron incidentes entre algunos de éstos y la policía, y entre los primeros y los colonos. Diez años
antes, Lynch Arribálzaga había asegurado que los habitantes de los alrededores no se inquietaban
con la presencia indígena, a tal punto que muchos se habían asentado en las cercanías de la
Reducción. En sus palabras “la población civilizada y avanzada en el interior del Chaco, no teme las
incursiones de los indios dentro de la zona (…) considerándose seguros de que no serán víctimas de
los decantados ʽmalonesʼ de los salvajes”.32 Sin embargo, lo sucesos mencionados evidencian que

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la retórica decimonónica sobre los “ataques de indios” aún persistía en el imaginario popular. El
diario La Nación del día 22 de julio del corriente año bajo el copete “Los Malones” relataba los
supuestos alzamientos de indios de Napalpí y el peligro que sentían los pobladores ante “la situación
de desamparo en que se encuentran aquellos lugares de donde se han visto obligados a huir para
poner a salvo sus vidas, ante las amenazas constantes de los malones de salvajes y la absoluta falta
de medios eficaces para defenderse”.
Finalmente el 17 de julio, contando con el apoyo de gran parte de la población blanca, Centeno
ordenó se reunieran en la Reducción alrededor de 130 hombres entre gendarmes, policías, colonos
y algunos indígenas adeptos. Con el objetivo de identificar el lugar exacto del campamento, se utilizó
un avión provisto por el Aero Club de Resistencia.33 Los indígenas al verlo pasar no le dispararon, lo
que constituía una prueba de que en ningún momento intentaron atacar a los colonos, policía u otras
fuerzas de seguridad.34 El aeroplano es un elemento clave del presente trabajo ya que, como se
verá más adelante, una fotografía del mismo con su correspondiente comentario constituye la
prueba fundamental que demuestra la presencia de Lehmann-Nitsche durante los días de la
masacre y su conocimiento de los hechos.
La mañana del 19 de julio se llevó a cabo el avance sobre El Aguará y comenzó la matanza.35 Como
sostienen Cordeu y Siffredi, murieron entre 200 y más de 300 indígenas, incluyendo mujeres y niños,
mientras que la policía no sufrió ninguna baja. El diario La Nación minimizó los hechos al sostener
que “[l]as fuerzas policiales se tuvieron que limitar a incendiar la toldería y a dejar a unos cuantos
muertos en el lugar del suceso”.36 Durante las semanas que siguieron a la masacre muchos
indígenas fueron expulsados de la Reducción por haber participado del movimiento. También les
confiscaron sus pertenencias, la Administración se quedó con sus cosechas y nombró a un “indio
amigo” como nuevo cacique.

Asimismo, se instaló en la Reducción un destacamento de entre 15 y 20 policías que enviaba


comisiones a recorrer la misma. Según las denuncias presentadas ante la Cámara de Diputados por
el diputado Francisco Pérez Leirós37, las comisiones no hacían más que sembrar el terror y en caso
de nuevos conflictos sólo producirían más víctimas. La actuación de las fuerzas de seguridad fue
justificada a través de diferentes medios gráficos argumentando que los indígenas, hallándose
armados, le hicieron frente a la policía. Con el objetivo de quitar responsabilidad a la última, tanto el
diario gubernamental La Voz del Chaco como La Nación intentaron mostrar las muertes de los
líderes del movimiento como resultado de la enemistad entre Toba y Mocoví. El diario La Nación,
retomando lo expresado por el Gobernador Centeno en un telegrama dirigido al Ministro del Interior,
Vicente C. Gallo, diría que:
No sería posible, añade, responsabilizar a la Policía por la muerte de los asaltantes mencionados
[los cuatro líderes indígenas], pues bien podría ser el resultado de una venganza ejecutada por los
indios tobas recluidos desde hace tiempo como rehenes por los mocovíes, y que en la huida al
restituir su libertad, hubieran cometido tales venganzas, dado el antagonismo que existe entre
ambas tribus.38
Centeno mintió al informarle al Ministro que sólo habían sido cuatro los muertos producto de la
“batida policial”, al tiempo que difamó a Pedro Maidana, calificándolo como “bandolero no
indígena”.39 Por el contrario, éste había sido uno de los primeros trabajadores en integrarse a la
Reducción de Napalpí, como corroborara Lynch Arribálzaga. Lo cierto es que en los meses que
siguieron a la masacre el naturalista denunció la violencia ejercida contra los indígenas durante y
después de aquel 19 de julio. Lynch Arribálzaga alegaba que se buscaba aniquilar a quienes,
habiendo logrado escapar, se convirtieron en potenciales testigos que podrían declarar ante la
Comisión Investigadora que enviara la Cámara de Diputados.40

Continuará…

Fuentes, bibliografía y articulo completo:


https://doi.org/10.4000/nuevomundo.68052

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 41


Notas
1 Por decreto del Gobierno Nacional del 27 de Octubre de 1911. Posteriormente se confirmaría la
fundación con un nuevo decreto el 24 de Julio de 1912. La reducción, de ocho leguas cuadradas de
extensión, se ubicó en el centro-este de la actual provincia del Chaco, entre los poblados de Quitilipi
y Machagai (Lynch Arribálzaga, 1914).

2 Lehmann-Nitsche, Robert, “La astronomía de los Tobas (segunda parte)”, Revista del Museo de La
Plata, 1924-1925, Tomo XXVIII, pp. 181-209.
3 Lynch Arribálzaga, Enrique, Informe sobre la Reducción de Indios de Napalpí elevado a la
Dirección General. Buenos Aires, Imprenta y Encuadernación de la Policía, 1914, pp. 72.
4 La región del Gran Chaco comprende el centro sur de Brasil, el oeste de Paraguay, el oriente
boliviano y el centro norte de Argentina. Generalmente se subdivide en Boreal, Central y Austral.
5 El Territorio Nacional del Gran Chaco o Gobernación del Chaco se creó por decreto del presidente
Domingo Faustino Sarmiento. Su primer gobernador fue Julio de Vedia, con capital en Villa
Occidental. En 1884, en función de la Ley Nº 1532 de Organización de los Territorios Nacionales, la
Gobernación del Chaco se dividió en: Territorio Nacional de Formosa y Territorio Nacional del Chaco
al sur del río Bermejo, estableciéndose su capital en Resistencia.
6 Esta Ley, promulgada durante el Gobierno del Presidente Nicolás Avellaneda (1874-1880), fue el
instrumento jurídico sobre el cual se apoyó la ocupación efectiva del Chaco.
7 Lynch Arribálzaga, Op. Cit.
8 Ibídem, p. 16.
9 Ibídem, p. 15.
10 Por definición, los cortesanos son quienes sirven al Rey, representante de la suprema autoridad.
Al referirse a los indígenas de esta manera, Lynch Arribálzaga supone sujetos educados para servir
a aquella porción de la población blanca que realiza “tareas calificadas”. Los miembros de esta
clase, dado su nivel de instrucción, son nombrados también como bachilleres.
11 Lynch Arribálzaga, Op. Cit., p. 50.
12 Ibídem, p. 49.
13 Ibídem, p. 97.
14 Viyeiro, Juan César, Enrique Lynch Arribálzaga. Benefactor del Chaco [en línea], Centro Vasco
del Chaco, Chaco, 2014, consultado el 10 de agosto de 2014.
URL: http://www.vascosdelchaco.com/index.php/component/content/article/35-vascos-notables/98-
enrique-lynch-arribalzaga.html
15 Lynch Arribálzaga, Op. Cit., p. 69-70.
16 Lynch Arribálzaga, Op. Cit., Iñigo Carrera, Nicolás, Indígenas y fronteras. Campañas militares y
clase obrera. Chaco, 1870-1930, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984 y Viyeiro, Op.
Cit.
17 Lynch Arribálzaga, Op. Cit., p. 38.
18 Ibídem, p. 14.
19 Lehmann-Nitsche, Robert, "Estudios antropológicos sobre los Chiriguanos, Chorotes, Matacos y
Tobas (Chaco occidental)", Anales del Museo de La Plata, 1907, Tomo I, Segunda Serie, pp. 53-151
y Lehmann-Nitsche, Robert, El problema indígena. Necesidad de destinar territorios reservados a los
indígenas de Patagonia, Tierra del Fuego y Chaco según el proceder de los Estados Unidos de
Norte América, Buenos Aires, Coni hermanos, 1915.
20 Lynch Arribálzaga, Op. Cit.
21 Entre 1920 y 1940 se produjo una importante expansión de los algodonales ubicados en la
provincia del Chaco. Sin embargo, la escasez de mano de obra fue una de las principales
limitaciones a resolver, dado que la mayoría de los trabajadores migraban en la época de la cosecha

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 42


a los ingenios azucareros de las provincias de Salta y Jujuy. En respuesta a los reclamos de los
productores, el Territorio Nacional del Chaco promulgó en 1924 un decreto que prohibía contratar
trabajadores indígenas fuera del territorio en el cual se asentaban. En 1927 el Estado argentino dio
alcance nacional a medida (Cordeu y Siffredi, 1971; Miller, 1967; 1979; Salamanca, 2009; Trinchero,
2000; 2009). Esta situación evidenciaba que la fuerza de trabajo indígena se había convertido en
objeto de disputa entre los diferentes sectores económicos de la región.
22 Cordeu, Edgardo y Alejandra Siffredi, De la algarroba al algodón. Movimientos milenaristas del
Chaco Argentino. Buenos Aires, Juárez Editor, 1971
23 Cordeu y Siffredi, Op. Cit.
24 Miller (1967, 1979) y Gordillo (2006) también caracterizaron al movimiento como mesiánico y/o
milenarista.
25 Para un mayor desarrollo sobre el tema y las particularidades de cada uno de los Horizontes ver
Cordeu y Siffredi 1971.
26 Salamanca, Carlos, “Revisitando Napalpí: Por una antropología dialógica de la acción social y la
violencia”, Runa, 2009, Volumen XXXI, Nº 1, pp. 72.
27 Ibídem, p. 75-76. Para un mayor desarrollo sobre el llamado movimiento de Napalpí ver Cordeu y
Siffredi, 1971; Carrasco y Briones, 1996; Gordillo, 2006; Salamanca, 2009.
28 Cordeu, Edgardo, “De la algarroba al algodón. Movimientos milenaristas del Chaco Argentino
hace visible la matanza de Napalpí”. En: Dávila da Rosa (autor). Reservas, asimilación,
aniquilamiento. Los dilemas del progreso en la polémica R. Lehmann-Nitsche-J. B.Ambrosetti, 2011,
pp. 17-21.
29 Diario La Razón 25 de Agosto de 1924 citado en Cámara de Diputados-Diario de Sesiones, 11 de
Septiembre de 1924, pp. 420-464.
30 En 1895 la superficie de algodón sembrada en el Chaco era de 100 hectáreas mientras que en
1923 alcanzaba las 50.000, posicionando al territorio como el primer productor nacional (Iñigo
Carrera, 1983). En 1937 la superficie cultivada alcanzó las 466.078 hectáreas (Trinchero, 2000).
31 Cordeu y Siffredi, Op. Cit. y Miller, Op. Cit.
32 Lynch Arribálzaga, Op. Cit., p. 97.
33 Otra versión sostiene que desde el avión se arrojó una sustancia que provocó el incendio de la
toldería (Maximiliano Molocznik, 2010). Sin embargo, no he encontrado ninguna fuente que lo
confirme.
34 Diario La Nación 22 de Julio de 1924; Cámara de Diputados-Diario de Sesiones del 11 de
Septiembre de 1924, pp. 420-464.
35 En la actualidad el lugar en el cual ocurrió la masacre se conoce con el nombre de La Matanza.
36 Diario La Nación, 20 de julio de 1924.
37 El diputado socialista Francisco Pérez Leirós denunció la matanza de indígenas en Napalpí y
otros hechos de corrupción vinculados al Gobernador Fernando Centeno, exigiendo la destitución
del funcionario de su cargo ante la Cámara de Diputados de la Nación. Sin embargo, la mayor parte
de los cargos en su contra fueron desestimadas por el Ministro del Interior, considerando que no
estaban justificadas o bien carecían de fundamentos.
38 Diario La Nación, 23 de julio de 1924.
39 Diario La Nación, 23 de Julio de 2014.
40 Lynch Arribálzaga declaraba en la carta dirigida a Pérez Leirós que “la matanza de indios por la
policía del Chaco continúa en Napalpí y sus alrededores; parece que los criminales se hubieran
propuesto eliminar a todos los que se hallaron presentes en la carnicería del 19 de julio, y el
campamento de concentración de los tobas, para que no puedan servir de testigos, si viene la
comisión investigadora de la cámara de diputados (Cámara de Diputados, Diario de Sesiones del 4
de Septiembre de 1924, pp. 294-332).

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El Tahiel
Por gentil autorizacion del autor, publicaremos la ultima creacion/reflexión de Pedro, amigo y
pensador de profesión… Para que lo conozca, lo seguimos reproduciendo

Sexta parte

Pedro Patzer

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Noticias de los Amigos/ Regionales
De los múltiples espacios comunicativos, típicos de estos tiempos de aislamiento, nos
llegan datos. Seleccionamos algunas de esas noticias, muchas ya sucedidas, algo
distinto a la pre-pandemia. Hay una enorme oferta actual de novedades e información (
como también varias partidas que lamentamos). Como ya dijimos: ya llegaran nuevos
vientos….

1. Partidas (lamentablemente múltiples)

Polo Román, hasta siempre

Tanto se escribió del conjunto, como sobre la partida este mes de Polo…. Elegimos uno de esos
artículos, aunque le ofrecemos dos aportes adicionales: otras notas, que puede leerlas aquí:

https://www.lagaceta.com.ar/nota/869473/espectaculos/sobre-polo-roman-hizo-cosas-bien-lo-
querian-mucho.html

https://www.clarin.com/espectaculos/luto-folclore-murio-eduardo-polo-roman-historico-musico-
chalchaleros_0_NJjR5SJzy.html

https://www.cadena3.com/noticia/informados-al-regreso/fallecio-el-ex-chalchalero-eduardo-polo-
roman_275954

Y sus interpretaciones, que puede recordarlas aquí:


Cuatro de Los Chalchaleros
La Cerrillana. https://www.youtube.com/watch?v=Splor0G-nRs
Chakai Manta. https://www.youtube.com/watch?v=nygA7kVkZXo
Llorare. https://www.youtube.com/watch?v=8AwvCIRimFc
Cochero ‘e Plaza. https://www.youtube.com/watch?v=nJaVOMvM0WQ
Cuatro “solo”
Con Chaqueño Palavecino: https://www.youtube.com/watch?v=FKaBTJEEH64
Con amigos en la casona del Molino:https://www.youtube.com/watch?v=xJPKbzbABqE
Fragmento de Adios Chalchaleros: https://www.youtube.com/watch?v=ZHMOq50I98E
Con Pancho Figueroa: https://www.youtube.com/watch?v=3vqhM7qpq5Q

La nota elegida para expresar nuestro dolor es ésta:

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 52


Murió Eduardo "Polo" Román
recordado integrante de Los Chalchaleros
Por Mauro Apicella

En la tarde del 17 de noviembre de 2020 murió Eduardo "Polo" Román,


recordado por haber integrado el grupo folklórico Los Chalchaleros durante
casi cuatro décadas. Román falleció en Mar del Plata, ciudad en la que vivía,
según confirmaron fuentes familiares. Tenía 83 años y aun no fueron
informadas las causas del deceso. El bombisto y cantor había nacido en la
localidad salteña de Cafayate, en 1937, y llegó a "Los Chalcha", el entrañable e
icónico grupo folklórico de la música nativa, durante el boom que vivió el género
en los años sesenta. Su ingreso a la formación liderada por Juan Carlos Saravia se produjo en 1966,
cuando el conjunto experimentó importantes cambios. Junto a él también ingresaron Ernesto Cabeza
y Pancho Figueroa. Su primera participación discográfica con Los Chalchaleros fue para el álbum En
esta zamba ausente. Desde ese momento permaneció en el cuarteto hasta su despedida, en una
larga gira de conciertos. La partida del bombisto y cantor sucede diez meses después de la muerte
de Juan Carlos Saravia (el 17 de enero pasado), quien fue uno de los fundadores del cuarteto.
Desde mediados de los sesenta recorrieron juntos casi cuatro décadas de rutas folklóricas, de
escenarios festivaleros y de teatros en el exterior. Porque la carrera de Los Chalchaleros también
tuvo su kilometraje fuera de la Argentina. De hecho, el segundo disco del grupo de pilchas blancas,
ponchos salteños, bombo y guitarras se llamó "Los Chalchaleros por el mundo". En esas cuatro
décadas publicaron más de treinta LP, algunos de estudio, y otra buena cantidad de recopilatorios, a
medida que fueron avanzando los años y celebrando nuevos aniversarios. Todos somos
Chalchaleros es un álbum con grandes figuras de la canción que participaron como invitados, de
Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa a Joan Manuel Serrat y Les Luthiers.
El 16 de junio de 2002 fue el último concierto de Los Chalchaleros. El cierre de esa larga
despedida se realizó, como debía ser, en un escenario salteño, porque en Salta nació el grupo, allá
por 1948. "Terminado el festejo de los 50 años, comenzamos a pensar la despedida. Tuvo un final
natural y lógico. Pero cuando terminamos, yo me sentí muy mal -decia Polo en una entrevista
con LA NACION-. Durante un año largo me sentí así. Empecé a tocar con un amigo de Mar del
Plata, donde vivo, haciendo las canciones de Los Chalcha." Un par de años después Polo presentó
el espectáculo "Cuentos de un chalchalero", como racconto de aquella extensa historia con el grupo
más popular y emblemático del folklore argentino.
Más de una vez a los cuatro Chalchaleros los pararon en la calle para decirles que el grupo no
tendría que haber terminado. Por eso, y por nostalgia, en 2013 dos de ellos decidieron juntarse para
cantar aquellas canciones que el conjunto popularizó y otras que si bien grabaron, no eran las
favoritas a la hora de subir al escenario. Pancho Figueroa y Polo Román nunca dejaron de
cantar, pero ese encuentro los devolvió a su propia historia y lo bautizaron "Se va la segunda".
"Me llamó la atención que a mucha gente joven le gustaba. Pasaron los años y, cuando nos
encontramos con Pancho, surgió la idea de hacer esto. Recuerdo ver en la casa de Ernesto Cabeza
dos cajas inmensas llenas de los cassettes que le dejaba la gente", decía Polo cuando comenzaron
a armar los repertorios de sus recitales, con un material vasto, grabado en tantas décadas.
Hace dos años Román decidió publicar un álbum que llamó Antológico, para celebrar esa tradición
que quedará para siempre en la historia de la música popular argentina. Grabó los clásicos del
cancionero chalchalero con Salta Trío (Félix Saravia, Marcelo Mena y Gustavo Cianci) y la
producción artística del músico de Los Tekis, Sebastián López.

Fuente: La Nación, 17/11/20

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Fernando Solanas

Recordamos sus palabras cuando habló en el Senado que convirtió en Ley a la Academia
Nacional del Folklore :”No sabía que no había una Academia del Folklore ¿Cómo tardamos
tanto?. Nuestro Académico nos cuenta de él.

lo despide José Luis Castiñeira de Dios


Como suceden estas cosas, inesperadamente, nos enteramos del fallecimiento de Pino
Solanas. Cayó víctima de un virus maligno que se precipitó sobre la Humanidad como una de las
siete plagas de Egipto y que no termina de largar sus presas tratando de hacer el mayor daño
posible antes de ser neutralizado.
La muerte de Pino, sin embargo, incorporó un elemento trágico al marco general de los efectos de la
pandemia, algo vinculado a los designios del destino.
Como César Vallejo, pudo haber pensado, seguramente “me moriré
en Paris con aguacero”. Porque fue en Paris, la ciudad donde soñó “el
exilio de Gardel”, donde finalmente terminó su brillante, intensa,
maravillosa vida de artista y también de héroe, como hubiera querido
Richard Strauss. Por momentos parece inevitable pensar en aquella
historia tradicional del Medio Oriente, cuando un hombre se entera en
Beirut de que la Muerte lo busca y sale apresuradamente hacia
Damasco para escaparle. Y allí, en esa otra ciudad se cruza con la
huesuda que le pregunta asombrada. “¿Pero no tenías que estar en
Beirut?”. Porque da rabia que se haya ido para allá, que no haya
esperado la vacuna, que haya ido a meter la cabeza en las fauces del
león (¡60.000 contagiados en un día antes de ayer!) en lugar de
quedarse aquí con nosotros, aburrido pero en casa, en su tierra, que
quiso tanto. Es una queja vana y sin sentido pero ¡qué bueno hubiera
sido que hubiese esperado un poco! Sin embargo, quienes
conocieron a Pino comprenderán con facilidad que detener a esa
fuerza incontenible hubiera sido una pretensión cercana a la de la niña holandesa que pensaba
sostener con su dedito la fuerza del agua en el dique que se venía abajo. Desde el momento en que
recibió el acuerdo del Senado y sus cartas credenciales, Pino no dejó de moverse para iniciar la
nueva aventura que lo esperaba: de ser un rebelde, un exiliado, un perseguido, pasar a ser
embajador de su país, a representar en Paris a la República Argentina ante la UNESCO, el punto de
encuentro de las culturas del mundo. Así como Borges se figuraba el paraíso “bajo la especie de una
biblioteca”, Pino debía estar esperando con ansiedad ese encuentro en el foro mundial de las
políticas de la ciencia, la educación y la cultura para llevar la voz de su país, de América Latina, y
también la de la solidaridad con los otros pueblos del mundo.
Me tocó compartir con él años parisinos de soledad (como bautizó Astor su inmenso tema
consagrado por el mítico Gerry Mulligan), vivir silenciosamente la condición de extranjero (una de las
vivencias más dolorosas que puede experimentar un ser humano…”metecos” llaman

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 54


despreciativamente algunos franceses a quienes provienen de otras tierras), vivir la picaresca de
quienes pueden permitirse todo porque no tiene derecho a nada, sentir la invisibilidad de “la mirada
de los otros”, un título que el mismo Pino aplicó a su primer film francés. Pero también vivimos juntos
la solidaridad entre los latinoamericanos y la sensibilidad de muchos franceses que se veían en la
piel del otro y eran capaces de compartir nuestras indignaciones y luchas. Francia fue generosa con
los exiliados, el pueblo francés terminó por aceptarnos con nuestro bárbaro perfil y convertirse en
buenos amigos que abrieron sus casas, brindaron sus instituciones y apoyaron las luchas. Como
alguna vez comentábamos con otros músicos amigos, no sólo contribuyeron a salvarnos la vida, sino
que también tuvieron que soportar que les impusiéramos nuestros gustos, el tango, el folklore…!
Pobre gente!
Me esfuerzo en recordar los encuentros preparatorios de la película, las charlas con Astor, la locura
de la aventura emprendida por Pino para pintar ese fresco del exilio argentino y latinoamericano en
Paris, con sus grandezas y miserias.
Me acuerdo de presenciar la filmación del pasaje de los títulos de la película, donde una pareja
bailaba para siempre un tango en uno de los puentes del Sena y de esa manera comenzaba a
apropiarse de esa nueva realidad en la que les tocaba vivir dia a día. Astor había grabado con su
Quinteto unos temas en Bruselas, de paso en el medio de una gira y ahora su música resonaba a
través de los parlantes en un amanecer brumoso sobre el río. Miguel Ángel Solá, Marie Lafforet se
entrelazaban en una danza de amor y de pasión bajo el Pont Neuf mientras sus siluetas se
recortaban sobre el fondo que brindaba Nôtre – Dame desde la perspectiva del río. Imágenes
únicas, como las de la “tanguedia”, esa forma expresiva escénica inventada por Pino que pretendía
poner en escena el grupo de artistas exiliados mientras, en paralelo, sus hijos, los “hijos del exilio”,
ensayaban en la cúpula de la Gâre de Lyon otro espectáculo que contara su historia, la de los
desarraigados. Recuerdo la increíble marcha contra la Junta Militar de la Argentina que atravesó (en
la realidad) Paris y que Pino documentó con el rigor que antes había aplicado a narrar la historia de
América y del neocolonialismo en “La hora de los hornos”. Encabezaban la marcha enormes
estandartes con cuadros creados especialmente por artistas plásticos argentinos y latinoamericanos,
todos coordinados por el querido Envar “Cacho” El Kadri, otro gran compañero, con Carpani, de ese
tiempo de ausencia y nostalgia intensa.
Y luego la epopeya de la finalización de “El exilio”,
cuando la producción de Pino ya no daba más y aún
hacía falta una inyección de fondos para llegar al
estreno. Cacho El Kadri viajó entonces a Buenos
Aires para reunir las energías de nuevos inversores
y apareció milagrosamente Vicente Díaz Amo, un
empresario vinculado al Automóvil Club Argentino,
acercado por el grupo que lideraba Chacho Álvarez
y Darío Alessandro, la revista UNIDOS. Con esos
recursos de último momento se llegó al estreno con
la lengua afuera a la primera gran prueba: Venecia.
Todo fue posible por la energía inagotable de Pino.
¡Ah!, y la oportuna colaboración de su hermano, que tenía una poderosa agencia publicitaria en
Buenos Aires y lo enganchó a Pino para realizar un comercial carísimo (para el cliente) dedicado a
un producto muy tradicional y muy argentino: la caña quemada Legui. Primero se pensó en filmar en
la Escuela Española de Equitación de Viena. El trabajo se hizo, pero, como sucede a veces en la
publicidad, no convenció. Entonces se pasó al Hipódromo de Palermo, donde unos sofisticados
personajes se preguntaban por qué le habrían puesto caballos en la etiqueta de Legui. Pino me
encargo la música y, con vastos recursos, escribí un malambo a lo Ginastera que funcionó
perfectamente con la imagen, después de haber superado una discusión con el “producto manager “
de la agencia que me criticaba haber empleado trompetas en la orquesta. Cuando todo iba a
explotar, Pino terció y llegamos a una solución salomónica. El cliente satisfecho.
También pienso en esa primera presentación de la película en Venecia, en el marco del Festival,
donde finalmente recibió el primer premio consagratorio que inició una larga serie de
reconocimientos mundiales. Pino había tenido la generosidad de invitarnos a algunos pocos
miembros del equipo, César D´Angiolillo, editor y director, Miguel Ángel Solá, Marie Lafforet, Philippe
Léotard… Sólo Pino tenía alojamiento en el hotel del Festival. Nosotros compartíamos un hotel más

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 55


modesto en las afueras, donde fuimos recibidos por Francesco Negrini, el “conde” Francesco Egli
Negrini, un inclasificable personaje italiano que en la Argentina había creado la revista de arte “Lyra”,
que en algún momento dirigió mi padre. Y esa noche, en la proyección, con la ovación de la sala…!
qué momento!
Y el regreso a Buenos Aires para el estreno, cuando Pino había tomado la decisión de cambiar el
bellísimo afiche publicitario europeo por la imagen de Gabriela Toscano y su amiga con chambergo.
Todos nos horrorizamos al pensar que era un gran error de
comunicación. Pino tuvo tanta razón que el chambergo se volvió moda entre las adolescentes
argentinas y los cines se llenaron de gente joven que descubrió en la película un modelo identitario
nuevo a seguir, y se pusieron a aprender a bailar el tango.
Cómo olvidar la noche de la entrega de los premios César, el Oscar de la cinematografía francesa.
Ni Pino ni Ástor habían podido concurrir por diversos compromisos, así que me tocó a mí,
acompañado por Susana Lago, con quien creé Anacrusa, una artista
extraordinaria que cantó las canciones del film de forma magistral, estar presente en esa sala
colmada por todo el medio artístico internacional y la prensa. De repente, en medio de un silencio
expectante, se escuchó la voz de quienes presentaban el rubro mejor música – el coreógrafo
Maurice Béjart y el compositor Maurice Jarre - pronunciando el nombre de Ástor y el mío. A
continuación, y como llevado por una tromba, recorrí en el aire la larga pasarela, subí con falso
aplomo los escalones del escenario y recibí de manos de Jack Lang, el Ministro de Cultura de
Francia, esa estatua preciada, que de algún modo resumía esos años difíciles y tan creativos en
Paris. Agradecí a unos y a otros, lo hice en mi nombre y en el de Pino y Astor y partí con el trofeo en
las manos, sin saber bien dónde me encontraba. Al salir a la calle, todo estaba nevado, a pesar de lo
cual la gente se agolpaba para ver a los famosos. Cuando vieron que yo enarbolaba el premio,
empezaron a aplaudir, sin saber muy bien quién era, pero convencidos de que por alguna razón lo
habría merecido. ¡Y no se equivocaban!, porque la película luego fue premiada con el premio
Charles Cross de la Academia del Disco, con el Coral del Festival de la Habana, con el premio de la
Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina…El furor duró dos o tres años y cuando
regresé a Buenos Aires en 1989, me contaron que los nenes en los jardines de infantes hacían una
coreografía cantando nuestras canciones en la parte en que decía “…y sentirse cucaracha…!”
Pero también me acuerdo de 1989/90, cuando ambos habíamos regresado a la Argentina y él
encabezaba un “colectivo” de artistas, gente de la política, agrupaciones diversas que había sabido
congregar (lo que mejor hacía) en torno a una causa: la entrega a este “colectivo “de las Galerías
Pacífico, entonces amenazadas por la privatización de los bienes del Estado en plena era de
Menem. Pino proponía un proyecto para convertir a las Galerías venidas abajo (hasta se suponía
que en una parte habían servido de ”chupadero” ) en un Centro Cultural de América Latina. Para eso
había movilizado a artistas y figuras de todo el mundo y había realizado una convocatoria nacional
para doblarle el brazo en la pulseada al entonces Secretario de Cultura de la Nación, Julio Bárbaro,
que, curiosamente, había formado parte del grupo UNIDOS hasta las elecciones, cuando se reubicó
de tal manera que lo llevó a ocupar la entonces preciada Secretaría de Cultura de la Nación.
El Arquitecto Livingston, que había sido el director del Centro Cultural Recoleta, había diseñado un
proyecto que unía las Galerías con la iglesia situada en la otra vereda de la calle San Martín, que
quedaba peatonalizada. Me veo junto a muchos amigos de entonces, el actor Lito Cruz, los
directores de cine peronistas, mucha gente del periodismo contestatario, músicos, artistas plásticos,
gente de teatro, todos aglomerados en la calle San Martín, en la vereda de enfrente a la Galería,
mientras Pino arengaba a las masas desde un micrófono instalado precariamente, y vituperaba a
Bárbaro y el gobierno de Carlos Menem. (Mientras esto sucedía, el presidente había arreglado con
su amigo el empresario Mario Falak, concesionario del Hotel Alvear, para que se realizara una obra
que implicara cavar un piso más, convertir las Galerías en un Shopping y, a cambio, dejarle los dos
últimos pisos a la Secretaría de Cultura de la Nación). Con escándalos y controversias el proyecto
siguió adelante y fue finalmente inaugurado en 1992 con la visita del Rey de España en ocasión de
actividades del Quinto Centenario. La derrota de Pino lo llevaría a iniciar un enfrentamiento directo
con el gobierno que terminaría trágicamente.
Y ahí me veo, con mi padre, José María, secretario de cultura de la Nación del gobierno de Carlos
Menem, camino de la clínica en la que habían internado a Pino después de haber sufrido un cobarde
atentado que casi le cuesta la vida. Llegamos al sanatorio apretando los dientes y con el alma

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 56


oprimida, para encontrarnos afortunadamente con que Pino supo distinguirnos de su justificada furia
y fue un grato reencuentro a pesar de lo trágico de las circunstancias.
En los años subsiguientes Pino desarrolló una furiosa actividad política que lo fue llevando a crear y
destruir partidos, polemizar en la TV con todo el mundo y ocupar cargos en la Cámara de Diputados
y en el Senado. Su acción no cesaba, pero nunca dejó de lado sus proyectos cinematográficos, y
con “El viaje” inició una serie de relatos fílmicos muy críticos hacia el gobierno de Menem y con una
clara postura contra el avance del modelo neoliberal en América Latina y el mundo. Muchos de esos
trágicos testimonios retomaron la forma del documental político pero nunca se dejó desanimar ni por
la situación del país ni por sus propias obligaciones y compromisos: siguió filmando, siguió
produciendo.
Coincidimos en Cuba, en el transcurso de una
edición del festival de cine de La Habana al cual
había sido yo convocado como jurado y él como
invitado. Compartimos una langosta, nos reímos
con el chileno Miguel Littín, nos olvidamos por un
momento de urgencias y nos quedamos mirando el
mar. Nos volvimos a encontrar varias veces en los
dos últimos años, ya embarcados en las
actividades políticas que concluyeron con el triunfo
del peronismo a mediados del año pasado. En ese
período, Pino quintuplicó sus flamígeras presencias
en programas de TV, activó en universidades y provincias, reunió a quienes se habían enemistado a
lo largo del período macrista, incluso a quienes se había enojado con él, y conformó diversas
agrupaciones que promovieron un movimiento de oposición crítica, orientado a terminar con la
humillación que este tiempo impulso al pueblo argentino. El resultado de su acción se pudo ver en la
víspera de las PASO, cuando se manifestó como uno de los principales referentes de la oposición y
un forjador del nuevo acuerdo político que tenía que llevar al triunfo. Y así llegó, exhausto pero feliz
por haber podido concretado la tan ansiada unidad y, como siempre, promoviendo la esperanza. A
fines del año pasado, cuando concluyó su período como senador, comenzamos a llevar adelante un
proyecto del que habíamos hablado en los últimos años: convertir en un “musical” “El exilio de
Gardel”.
Habíamos comenzado a intercambiar ideas y soluciones escénicas y estábamos por realizar un
encuentro creativo en Paris para darle un empujón al proyecto. Así lo charlamos en casa antes de fin
de año y luego telefónicamente a partir de su partida. Cuando llegó a Paris me llamó para
prometerme llegar a un boceto más o menos avanzado para fines del verano, o sea, para
septiembre y yo empecé a pensar en un viaje para el momento en el que las restricciones se
levantaran y pudiéramos sentarnos a conversar con tranquilidad. “En Paris vamos a poder hacerlo,
José”, me aseguró en varias oportunidades. Claro está, en la Argentina para él le era muy difícil
cortar con los infinitos compromisos que la política va urdiendo y necesitaba un período de reposo y
concentración para avanzar en el trabajo teatral y luego dejarme en mis manos la adaptación de la
música.
Inesperadamente sucedió lo que sucedió. Primero la noticia de su
enfermedad, luego la de su internación, por último su último video
ya internado. Un período larguísimo, eterno, de penurias y un final
trágico. ¿Quién podía esperarlo? Ahora no me queda más que
despedirme. Pino querido, héroe y artista, combatiente por las
causas justas y pulverizador de convenciones, visionario y poeta,
gran latinoamericano, inmenso argentino. Los que nos quedamos
aquí te recordaremos siempre y trataremos seguir tu rumbo,
sabiendo que nos vas a faltar enormemente, ya que fuiste quien
abrió las picadas y nos mostró el camino.

José Luis Castiñeira de Dios

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 57


OSCAR “Cata” EVANGELISTA
Ex integrante del conjunto LOS CARABAJAL. De Salto provincia de Buenos Aires.

Musha Carabajal escribió el 4 de Noviembre: “Compartió viajes, escenarios, risas, anécdotas, la


vida!! Adiós querido amigo, hermano del alma!!! Vives y vivirás en nuestra historia!! Gracias por tu
entrega!!! Acompañamos en el dolor a su flia!”

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Mario Pereyra
Se fue, a los 77, este primero de Noviembre, el sanjuanino cordobés de la radio, el divulgador del
Folklore… y polémico opinador (particularmente por su opinión sobre el período trágico del 76 al 83),
voz radial de Cosquin…y tanto más.

Adiós Mario Pereyra, pieza clave


en la historia radial del país

por Germán Arrascaeta


Mario Pereyra, el hombre más determinante en la historia de la radio cordobesa,
falleció este domingo luego de varios días de internación por Covid-19. Apenas
conocida la noticia es una sensación de vacío y de dolor. Vacío, porque desde el
programa matutino Juntos cultivó un perfil omnipotente a partir de un olfato único para
captar la vibración popular; y su ausencia, con toda lógica, magnifica cierto
desconcierto, instituye una atmósfera de “antes y después” de él. Y sensación de
dolor, porque “Marito” era un comunicador querido por su audiencia y respetado en
todos los órdenes de la sociedad.Hoy, ese cariño popular eclipsa al perfil del polemista
que, en el ejercicio de su profesión, entrevistó a Luciano Benjamín Menéndez en modo
concesivo y, más recientemente, se refirió al dictador chileno Augusto Pinochet en
términos empáticos.

Por estas intervenciones poco felices y por su centralidad, Mario Pereyra fue repudiado y dividió aguas. No
obstante, a la hora de su partida es inevitable destacar que sus modos expresivos, su capacidad de armar
equipos y su determinación de priorizar la intuición por encima de “lo aconsejable” revolucionaron al ambiente
radial cordobés.
(Facundo Luque/ archivo)

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 58


Cambió las reglas de juego
Junto a Rony Vargas y sus socios de Radiodifusora del Centro,
Pereyra dio vuelta como una media al carácter unitarista de la lógica
mediática argentina. En otras palabras, logró que una radio del
interior alcanzara estatus federal y discutiera en un plano de
igualdad de fuerzas con las metropolitanas. Según una encuesta de
la revista Punto a Punto publicada hace unos años, Mario Pereyra
era el segundo hombre más influyente de Córdoba, después del
gobernador Juan Schiaretti. El dato categórico, sin embargo, no
atenuó su carácter de adicto al trabajo. (…)
De San Juan a la Docta
Mario Pereyra se volvió una referencia mediática en Córdoba pero nació y creció en San Juan. Más
específicamente, el 20 de julio de 1943 y en seno de una familia de clase media establecida en Villa Yornet,
barrio suburbano de la capital de esa provincia cuyana. Sus padres, Mario Pereyra Recabarren (dueño de la
sombrerería Pereyra) y María del Carmen Martín, soñaban con un hijo abogado y generaron las condiciones
para que éste hiciera carrera en La Plata, Buenos Aires. Todo, claro, después de que cursara el bachillerato
en el Colegio Don Bosco. El plan no resultó.
“Yo estudiaba derecho en La Plata, pero no era lo mío. Un día les dije a mis padres ‘no quiero estudiar más’.
‘¿Y qué vas a hacer?’, me preguntaron. ‘Quiero hacer radio’”, recordó Pereyra en el
sitio sanjuanalmundo.org, donde también contó que empezó con el radioteatro en los estertores del formato
y que su gran pegada tuvo lugar en Radio Colón y junto a Rony, a instancias del productor artístico Francisco
Bustelo.
El nacimiento de Cadena 3
Mario Pereyra se estableció en Córdoba en 1984, mientras que Rony Vargas, el socio con el que trabajaba y
salía a dar vueltas con una Gilera por las calles de su terruño, lo hizo un año después. Ambos llegaron
tentados por una oferta de las autoridades de LV3, la radio que por aquel tiempo funcionaba en avenida
Colón casi esquina Rivera Indarte y necesitaba una refundación para ser competitiva.
Además de la experiencia sanjuanina, la dupla tenía como respaldo unas coberturas de la temporada teatral
de Villa Carlos Paz y la creación de una productora de espectáculos con base en Cuyo.
“Tuvimos mucha suerte. Encontramos a una persona que no conocíamos, el doctor Luis Barúd, que había
sido director de esta radio donde éramos empleados. Luis nos dice un día que la radio salía a licitación.
‘Preséntense’, nos sugiere. ‘¿Cómo nos vamos a presentar nosotros? Hace falta plata’, dijimos. ‘Yo tengo la
persona que puede poner el dinero’. ‘Y quién es’. ‘Gustavo de Filippi’”, reconstruyó Pereyra para referirse a la
privatización de LV3 en 1990.(…)
Un amigo de los artistas
Si bien era altivo y se sabía poderoso, Mario Pereyra construyó una
relación entrañable con los artistas en ascenso y en las puertas de la
consagración. Eso explica los saludos emocionados de una lista
interminable de solistas y bandas de todos los frentes de nuestra
música popular.
Era un Rey de Midas para la industria discográfica, y en ejercicio de
ese perfil, usaba expresiones de vieja escuela o, si se prefiere,
chapadas a la antigua. “Este es tu conjunto favorito, ¿no?”, le consultó
Pereyra a este cronista en una Fiesta del Día del Niño que Cadena 3
ofreció en el Kempes, mientras Miranda! intentaba imponerse en la
escala estadio.
Amante del tango y conocedor del folklore tradicional, empatizaba con
los músicos, aun cuando éstos no fueran afines ideológicamente.
Pero por sobre todo, su centralidad era política. Y su postura,
antiperonista. “Lo que menos soy es peronista. Es terrible un partido
que lo abarque todo, desde la derecha hasta la izquierda. Yo creo que
tendría que haber cuatro o cinco partidos: uno de centro derecha, uno
de centro izquierda, uno más radicalizado para un lado y otro para el
otro, y si quiere un partido verde, ecologista. Así tendría que ser, con
eso estaríamos mejor”, sostuvo en la ya citada entrevista con Alfil.
“Yo soy un tipo de derecha, un liberal en el buen sentido –confesó allí-
. Lo aclaro porque ahora pareciera que ser liberal es un delito”. Su espíritu competitivo no sólo lo llevó a estar
en el aire casi hasta sus últimos días, sino que le impidió delegar protagonismo, ceder el control, la
conducción. En ese punto convergen virtud, pecado y una certeza: es imposible llenar el vacío que deja Mario
Pereyra.
Fuente ( y artículo completo) La Voz del Interior-1/11/2020

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 59


El tiempo y los hombres,
sobre la muerte de Mario Pereyra
Jorge Fontevecchia

El fallecimiento temprano de Mario Pereyra que consterna Córdoba


trasciende la posibilidad de significación de sus co-provincianos. Mario
Pereyra no era solo cordobés por adopción (sanjuanito de origen),
literalmente era “la voz del interior” como correctamente se autotitula el
principal diario de Córdoba. Y en el caso de Mario, no solo
metafóricamente por lo que Córdoba significa frente al abuso de posición
dominante ante al puerto de Buenos Aires y su conurbano, sino
fácticamente porque Cadena 3 es la radio más escuchada en todo el país,
del norte hasta Usuhaia. Temprano fallecimiento, porque con 77 años
tenía mucho más dar frente al micrófono y el coronavirus se lo llevó.
Quienes trabajamos en los medios de comunicación cumplimos una labor esencial y al igual que los
médicos, enfermeras y policías, entre otros, tenemos más riesgo de contraer coronavirus. Lo que no
es habitual es que personas de 77 años estén frente al micrófono todos los días de 8 de la mañana a
13.30 y luego vuelvan a la tarde para conducir no ya su programa sino la radio como organización.
Como un gran “periodista” murió en su mesa de trabajo acompañando a su audiencia sin importar el
contexto. Caído en combate.
(…)Con Mario Pereyra, Cadena 3 lograba mantener el 70% del share radial sumando AM y FM
que para dar una dimensión se puede comparar con los casos actuales de éxito radiales de Buenos
Aires donde hay programas que superan el 40% del share de radio AM. Pero como la FM es el 60%
del total del encendido de radio y la AM el 40%, el share total de radio de los mayores programas de
éxito de Buenos Aires podría alcanzar el 20% de toda la radio mientras Mario Pereyra triplicaba esa
audiencia.
(…) Conducía la audiencia y conducía la empresa algo que también era común en el siglo XX
con el ejemplo paradigmático de otro locutor, Alejandro Romay, conduciendo su Canal 9. Sabía
lograr masividad él mismo y dotar de esa capacidad a su organización brindándole esa oportunidad
a otros. En el siglo XXI ya no quedan más Pereyras y Romays. El mejor ejemplo de esa doble
condición de comunicador y dueño fue el reportaje que le hizo Mario Pereyra a Alberto Fernández
durante la campaña electoral.
Hay muchos periodistas con capacidad de confrontar de
igual a igual con entrevistados de mucho poder, y
últimamente hay quienes hacen de su capacidad
confrontativa una forma de aumentar su visibilidad. Pero
difícilmente alguien pueda hacer el tipo de reportaje que
Mario Pereyra le hizo a Alberto Fernández sin tener el
respaldo de estar comprometiendo una organización que él
mismo creó, sin ningún límite más que el de su propia
consciencia de bien y del mal. No podré acompañar la
ceremonia de despedida del cuerpo de Mario Pereyra en Córdoba como sí pude hacerlo con otros
grandes creadores de medios de Argentina.
Asociativamente recuerdo ahora la despedida al fundador de Canal 13, Goar Mestre en su propia
casa donde ex empleados lo lloraban como a un miembro de la familia, y la despedida a Alejandro
Romay velado en su teatro El Nacional. Con ellos se va un época, un tiempo que no volverá.
Vayan estas líneas desde Buenos Aires como forma de acompañarlo en su despedida.

(Fuente y art. Completo: www.perfil.com- 1 de noviembre de 2020).

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2. Libros

La Quebrada de Humahuaca. Una propuesta para la divulgación del conocimiento científico


de la región

La Unidad Ejecutora Ciencias Sociales Regionales y Humanidades (UE CISOR), perteneciente a


CONICET y la UNJu, presenta Jujuy. Pobladores, saberes e historias, una publicación impresa y
digital, conformada por dos cuadernos de divulgación científica. El primer volumen, cuyo lanzamiento
se produjo en la 16° Feria del Libro Jujuy 2020, se enfocó en el oriente de la provincia, mientras que
el segundo cuaderno está centrado en la Quebrada de Humahuaca.
Esta publicación es resultado del trabajo colectivo entre investigadores/as y becarios/as de la
UE CISOR, quienes realizan sus estudios sobre distintas problemáticas en la Quebrada de
Humahuaca. A este trabajo se suma el estratégico aporte de colaboradores pertenecientes a
distintas instituciones científicas, educativas y de la comunidad, especialistas en diversos
temas fundamentales para comprender esta región de Jujuy.

Este cuaderno forma parte del proyecto institucional, denominado Bienes culturales y
patrimoniales en Jujuy: identificación, difusión y comunicación participativa, dirigido por Ana
Teruel y Ethel Alderete. Como indican estas investigadoras: “desde esta Unidad nos proponemos
comunicar los avances de nuestras investigaciones con la comunidad en general; partimos de la
idea que en las ciencias sociales y las humanidades estudiamos cuestiones cercanas a la
experiencia común y cotidiana de las personas, por lo que es necesario producir materiales que nos
permitan dar a conocer estos estudios de una forma accesible y confiable”.
Los dos cuadernos que conforman la obra Jujuy. Pobladores, saberes e historias, en su versión
digital, son de acceso abierto y gratuito, se pueden descargar sin registro o suscripción previa, en la
siguiente dirección:

https://cisor.conicet.gov.ar/cuadernosdelcisor/
o enviando un correo a
comunicacion@cisor.unju.edu.ar

+ Romero Borri presentará el “Mapa documental de la poesía puntana”

Fue convocado al encuentro literario para presentar su libro en dos tomos “El viaje del
poema”, un trabajo de complicación e investigación que el escritor puntano hizo durante
muchos años y que no fue presentado en San Luis. También, lo hará con los siete tomos de
las Obras Completas de Jesús Liberato Tobares.
La primera Feria Digital del Libro San Luis 2020, que se desarrollará del 12 al 14 de noviembre
próximos, tendrá la presentación del libro “El viaje del poema, mapa documental de la poesía
puntana”, una compilación realizada por el escritor Gustavo Romero Borri de todos los poetas que a
lo largo de la historia de San Luis se han expresado a través del verso y de la poesía.

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“Por eso, lo he llamado mapa
documental, donde están tofos los poetas
referenciados, con sus fechas de
nacimiento y fallecimiento, con una
introducción crítica y una selección de
poemas”, describió el escritor, quien
considera a esta publicación como “el
libro de los otros, donde yo no estoy
incluido porque está trabajado desde los
inicios de nuestra literatura hasta los
autores nacidos en los años 50”.
Romero Borri se mostró muy satisfecho
de compartir esta obra, porque la
considera un patrimonio intangible y
escrito de “nuestras letras y da cuenta de
la vigencia y la presencia de los poetas y
de la poesía a lo largo de nuestra tradición escrita; específicamente ese fue mi objetivo principal al
emprender este trabajo”.
Por otro lado, Romero Borri presentará en la Feria del Libro las Obras Completas de Jesús Liberato
Tobares. “He tenido el privilegio y el aprendizaje único de acompañar a su autor en esta colección de
siete tomos, cumpliendo el rol de curador y prologuista de estas obras”, según anticipó.

3. Actuaciones y Presentaciones

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Armando de Ferraris celebrando a los Guasqueros en el Museo las Lilas

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+ Presentación de Teresa Parodi
Se realizó por emisión televisiva ( lo que se llama hoy “streaming”) el domingo 8 de Noviembre.
Buena excusa para reproducir algunos párrafos importantes de una nota de Pagina 12 ( el enlace
completo, lo encuentra abajo)

"Los artistas estamos para preguntar, no para responder"


Imagen: Nora Lezano "La música saca lo más genuino, lo más hermoso de nosotros
mismos", dice Parodi.

“Sostengo que la música es un refugio porque


siempre los pueblos, sobre todo en momentos
críticos como éste, buscan refugiarse en ella, dado
que ella contiene una memoria emocional
maravillosa que incluso nos conecta con algo único,
algo que está muy dentro de nosotros mismos”, va
adentrando la cantautora correntina cuya voz y
guitarra se podrá escuchar –y ver- esta noche
<8/11> arropadas por un título que va de suyo: Otro
escenario. Lo hará acompañada por Facundo
Guevara, en percusión; Juan Manuel Colombo, en
guitarras y Fernando Correa, en acordeón, desde
otro de sus refugios: los Estudios Ion. /(…)

-Es muy fuerte la emocionalidad que fluye de tus palabras cuando hablás de la música como
refugio. Tiene que haber algo más en esto…

-Por supuesto (risas). Puedo estar días hablando de esto, porque la música nos acompaña en esto
de vivir y resistir ¿Qué sería de nosotros sin ella, no? La música saca lo más genuino, lo más
hermoso de nosotros mismos, y de nuestra memoria emocional. Por eso, miro los conciertos de
los colegas también, y trato de conectarme colectivamente con ese lenguaje que me hace y que nos
hace tan bien.

-Puntualmente, ¿cómo funciona esta simbiosis en vos, hacia dentro?

-Funciona en el sentido que la música me ha ayudado a salir de momentos personales muy difíciles.
Y este período fue uno de ellos, porque personalmente, al menos los primeros meses, los viví en
forma de parálisis. Luego, por suerte, reapareció esa sensación de sacar afuera todo aquello que me
venía movilizando para adentro. Digamos que me esperé, y todo empezó a aparecer como una
necesidad perentoria, imperiosa. Apareció la música de mi corazón.

. /(…)“Una de las cosas importantes que me pasó en este tiempo fue volver al paisaje sonoro
de mi región”, aproxima.

-Una vuelta emocional a los orígenes… ha pasado mucho en estos tiempos aciagos y
reflexivos.

-Totalmente. De golpe me daba la sensación que estaba componiendo desde mi propia tierra,
parada y mirando el río, el estero… sentía la fuerza de la naturaleza de mi tierra, de sus colores, de
sus sonidos y de sus aromas, y eso aparecía en mi guitarra, junto a las palabras que me venían de
esas emociones. Esto es algo que me da fuerzas para seguir, y por eso quiero compartir todo lo que

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hice en este tiempo, más allá de las canciones queridas, que sé que tienen una historia, y una
llegada en la gente. Aquí vuelvo a la idea de la música como refugio, porque es ahí donde
encontramos esa memoria que atesoramos. Y por eso la elegimos una y otra vez. En estos tiempos,
como dije antes, pasó que se me instaló la memoria que tengo de mi tierra, y me salió en canciones,
porque la música es un gran hilo conductor para ir al centro mismo de mi paisaje sonoro. En mis
músicas empezaron a aparecer esa geografía, ese espacio cultural, ese modo de vivir y pensar el
mundo desde Corrientes, con todo ese paisaje adentro. Todo lo que escribí en este tiempo tiene una
sonoridad de mi tierra. Todo. Perdón por la insistencia, pero es así de claro y contundente.

-Más allá de lo compositivo, ¿cómo sobreviviste al lío virtual en que metió a la humanidad
esta pandemia?

-Este tiempo inesperado nos colocó en una situación límite, que nos obligó a un proceso de
adaptación extraordinario. De todas formas, la tecnología ya estaba instalada en mi vida, ya que la
incluí como una herramienta de trabajo con mucha naturalidad, no sin antes pasar por un rechazo
también natural (risas). No sé, la pandemia nos obligó a una escalada tecnológica que si o si hay
que aplicar a la vida entera… hay que usarla para ver a la persona amada, para encontrarse con los
hijos, con la familia, con los nietos y con los amigos, además de hacer nuestro trabajo, ¿no?
Realmente atravesó nuestras vidas. Es algo que me cuesta mucho, claro, porque extraño una
manera de ser popular que necesita del contacto, del abrazo, del encuentro, de ese compartir
permanente con los demás, que es muy parte de nuestra manera de ser. Pero, bueno, vuelvo, hubo
que adaptarse y aceptar la tecnología… no podemos prescindir de ella.

-¿Cuál es tu reflexión acerca del momento político, económico y cultural que se está viviendo
hoy en la Argentina, y en América Latina?

-Este es un momento extremadamente extraordinario para la Argentina, para América Latina, y


también p ara el mundo entero por muchas razones, pero fundamentalmente por esta pandemia que
nos ha colocado ante una realidad inesperada y absolutamente sorprendente… gravísima. Estos son
períodos que obligan a la humanidad a replantearse
muchas cosas. Por suerte, en la Argentina volvió a
gobernar un proyecto político nacional para el que la
vida es algo central, muy importante, y también lo son
las políticas públicas de inclusión. Sabemos que
veníamos de una catástrofe económica, de un gobierno
que había devastado prácticamente al Estado y sus
políticas públicas. Que había bajado de categoría
ministerios muy centrales como el de Salud, el de
Trabajo, el de Ciencia y Tecnología, y el de Cultura.
Está claro cuál era la mirada, cuál era el rol de ese Estado, ¿no? Y a nivel América, por suerte,
también estamos viendo señales de pueblos que están diciendo basta al neoliberalismo despiadado.
Estamos viendo con emoción en este 2020 la respuesta del pueblo chileno ante un cambio que es
político, cultural e ideológico. También vemos al de Bolivia, recuperando un gobierno que los incluya,
que los mire a ellos, y diciéndole no al golpe de Estado programado que padecieron.(…)

Fuente y articulo completo Pagina 12- 8/11/20 por Cristian Vitale:

https://www.pagina12.com.ar/304355-teresa-parodi-los-artistas-estamos-para-preguntar-no-para-re

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4. Informes y Opiniones

+ DÍA DE LA TRADICIÓN ¿O DE LAS TRADICIONES?


LA TRADICIÓN COMO LEGADO Y COMO PATRIMONIO

Domingo Matías Sayago

Hoy es el Día de la Tradición, fecha elegida en homenaje a


José Hernández, autor de la obra literaria argentina más
conocida y más publicada "El gaucho Martín Fierro" La
celebración tuvo su origen en la Ley 4756 de la provincia de
Buenos Aires, promulgada en el año 1939. Durante mucho
tiempo la ciudad de San Antonio de Areco fue sede de la
Fiesta de la Tradición. Recién en 1975 el Congreso Nacional
dictó una Ley extendiendo esta celebración a todo el país.
Podemos considerar a la tradición como legado y como
patrimonio. El vocablo tradición tiene su origen en la locución
latina "tradere" que significa traspaso, entrega y en este caso, es la herencia cultural que una
generación entrega a otra. De allí que se hable de legado, habida cuenta que no existe el
verbo "tradicionar." En consecuencia, "tradición" como sustantivo colectivo está diciendo de
ese bagaje cultural que se preserva a través del tiempo. Cuando oímos decir que algo es
tradicional, inmediatamente lo asociamos con la noción "tiempo".
En nuestro país el sentido común vincula la tradición y lo tradicional casi exclusivamente con
la cultura del gaucho y se lo rememora luciendo atuendos gauchescos, con desfiles
ecuestres, comidas criollas y danzas folklóricas. Hay también un error muy común en vincular
el folklore con la tradición como si fueran una misma cosa. La tradición es un componente del
folklore, ya que este es un modo particular de comportamiento.
Al ceñir la tradición a la figura del gaucho deja afuera un riquísimo bagaje cultural, como el
que se da en distintas regiones argentinas en la que el gaucho no tuvo tanto protagonismo
como en la pampa húmeda, por ejemplo, las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios
sobrevivientes, las tradiciones de Cuyo o de Santiago del Estero, como no decir la
Mesopotamia que exhiben verdaderos complejos culturales.
De allí que me parecería más justo celebrar el Día de las Tradiciones.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 69


5. Recuerdos y conmemoraciones

+ Los 4 de Córdoba,

celebraron en las redes a Héctor Pacheco, el 9 de Noviembre:

¡Feliz cumpleaños Choya querido! Ya tendremos tiempo de festejar


como se debe.
Salu hermano!!!!
N. del E.: Los orígenes de esta historia se remontan a principios de
1969 cuando, tras la separación de “Los de Córdoba”, Ángel
Bustamante, Víctor Hugo Godoy y Héctor Pacheco decidieron
conformar un nuevo cuarteto y convocaron a Américo “Meco”
Albornoz como primera voz. Así nació “Los Auténticos de Córdoba”,
que más tarde se convertiría en “Los Cuatro de Córdoba”

+Libros rememorados
En las redes recuperamos estas fotos, así encabezadas:
“Un amigo ha llegado hoy hasta mi biblioteca. Es un libro que
guarda misterios del Tucumán de 1946: su música, su gente y sus
paisajes. Se me estruja el corazón de la emoción.
Y qué inmensas fueron Isabel Aretz y la fotógrafa que la
acompañaba en sus viajes, Helena Hosmann!!! Adjunto tres fotos a
pedido de German Paz

En la primera está Isabel grabando a un bandoneonista en


Quilmes.”

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 70


+Marta Ruiz motivó escribiendo y publicando esta foto.

Folklore en las Escuelas


Al recordar nuestras raíces y transmitir el legado de nuestros antepasados, preservamos nuestra
cultura, y eso significa preservar nuestra identidad
Viva nuestro Folklore

+Tradiciones

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 71


+Fotos para disfrutar
la Casa de Sebastián Farías Gómez

+ Suna Rocha, con amigos, para recordar!

Ella escribió el 9 de Noviembre. ¡¡Adentro!!!!

Chango Farías Gómez, Eduardo Falú, Facundo Ramírez , Susana Rinaldi y Suna Rocha.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 72


+ Patricio Pedro Barrett informó, el 9 de Noviembre

Quiero agradecer al señor Daniel Civardi y


en su persona a todos quienes integran la
Peña Nativista de Cnel.Dorrego, por
haberme otorgado su más importante
distinción como lo es la réplica de la
marca que usara el Coronel Manuel
Dorrego y que fuera durante la Fiesta de
las Llanuras en su 60 aniversario y en el
acto realizado en la Casa de la Cultura en
la presentación del libro "Simbiosis
Pampa" cuyo autor fuera Don Raúl H.
Martínez ,quién me convoco junto a Oscar
Oviedo para hacer el dibujo de lo que hoy
es el portal de entrada de la ciudad a la
vera de la ruta 3 algo que fue y es una
satisfacción y un honor haberlo realizado.

+Jorge Viñas, cumple años

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 73


+ "Cueca de lejos"

Ella encierra una historia maravillosa. Polo Martí nos la cuenta:

“Me llegó medio de la galera esta letra. Resulta que en el año 1967, (Armando) Tejada Gómez
estaba en Villa Gesell. Andaba por ahí por la playa y unos vagos mendocinos que estaban de
vacaciones, lo ven –ya era conocido, había hecho un montón de canciones- y le dicen “Don
Armando, esta noche vamos a hacer una asado, ¿quiere venir?”. Y se juntaron. Orlando Giménez,
un músico que estaba allí, en el medio del asado le dice al Amando “vamos a cantarle a Mendoza…”
y ahí pintó una cueca. Tejada Gómez escribió la letra, Giménez le puso música, y dejaron el
manuscrito con las dos firmas.
Resulta que Fernando Simón guardó, la noche del asado, ese manuscrito que había quedado sobre
la mesa y al llegar a su casa lo archivó. En el año 2006, mientras este abogado revisaba uno de sus
libros, apareció entre sus páginas la letra de Cueca de lejos, arrastrando consigo toda aquella
historia de treinta y nueve años atrás. Simón le confió el manuscrito a Graciela Distéfano quién
pensó en Polo Martí para que la musicalizara. Polo, después de buscar infructuosamente al
compositor original, decidió renacer la cueca del Armando, que hoy es el tema 3 de "Frutos".
( De una entrevista de El Otro )

+ Naldo Labrín homenajeó:

Bejarano con Naldo Labrin, Delfor Sombra, Guadalupe Pineda Aguilar y Maurce Azzouline
fundaron Sanampay, que en quechua significa “cuando vos me necesités voy a estar”

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 74


Eduardo Bejarano, músico, poeta, artesano, fundador de Sanampay en México. Nacido en 1945 en
Taquimilan, Pcia de Neuquén, hombre de fuertes convicciones e ideales, luchador por la justicia de
los más humildes, de fuerte ideología justicialista, ( no confundir con ocasionales peronismos)
estudiante apasionado del saber, a los 23 años se diplomó en Córdoba de Licenciado en Ciencias
Políticas, pero renunció a ello por su gran inclinación al arte y la cultura. No conocí ser más
generoso, cordial, de una hermosa bonhomia y una sonrisa permanente, buen cantor, expresivo y
convincente. 15 días antes de retornar del exilio sufre una aneurisma y fallece un 5 de noviembre en
Guadalajara a los 38 años. Fué mi hermano de corazón, nos conocimos a los 8 años, en el segundo
grado de la Escuela 2, nunca nos separamos más, anduvimos siempre juntos en cada
emprendimiento musical, social, político. Fue excelente periodista, primer Secretario General del
gremio Neuquino; perdí mi espejo, mi mirada del otro, mi crítica, mi reto, mi pensamiento dual de la
vida, mi amigo...lloro en silencio su ausencia, su vacío me agobia sin cesar, y debo seguir sin
Eduardo hasta el final, no es fácil...
N. del E: se fue el 4 de noviembre de 1983

Es el 22/11 de este 2020

+ Reportaje a Marián Farías Gómez

En Infobae, del 22/11/20 esta nota, que en extenso publicaremos más adelante, realizó el reportaje
que recomendamos con este enlace
https://www.infobae.com/sociedad/2020/11/22/musica-cultura-y-politica-la-cancion-es-urgente-en-la-
voz-de-marian-farias-gomez/
Y a modo de anticipo degustatorio, reproducimos estas frases del mismo:

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 75


• Estos meses puertas adentro nos advirtieron de la importancia de muchas cosas, entre ellas
de la cultura
• En el día de hoy se recuerda a Santa Cecilia, patrona de la música
• Una de las mujeres que más representa nuestro ADN nacional: Marián Farías Gómez.
• Ella es heredera de un linaje artístico relevante que viene de su padre “Tata” Farías
Gómez y su madre Pocha Barros, y hermana de otros grandes músicos como el Chango y
Pedro Farías Gomez.
• Marián fue una de las tantas artistas perseguidas por el último proceso militar
argentino, y por tal motivo encontró su refugio como exiliada en Madrid,
• “La música en el exilio significó seguir respirando”,
• Los que llevan una voz con conciencia social atraviesan la historia en todos los aspectos y
quedan inmortalizados en un tono que se hace cargo de una época, a todos y todas nos pasa
al escuchar una canción que como las de Marián para este escritor y parafraseando al título
“suena a victoria cuando rompe el silencio”.

+ Dia de la flor del Ceibo-22/11/20

Hernán Rapela escribió en las redes:


De leyenda a símbolo.
Aprovechando que es el “Día de la Música” cito a “Osvaldo Sosa
Cordero” que inició su hoy famosísima canción escribiendo:
“Anahí, las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti.
Anahí recuerdan acaso tu inmensa bravura reina guaraní…” Se
basó en una leyenda bastante truculenta, pero sobre la que hay
algunos matices de interpretación. “Anahí”, no era muy bonita,
vivía en la selva y cantaba con tanta dulzura y expresión que
hipnotizaba a los pájaros, quedaban expectantes y en silencio
para escucharla. Una de las versiones sostiene que fue tomada
prisionera por los conquistadores. Otra asegura que, debido a los
combates entre tribus debió optar por una de ellas. De todas
formas, el final en todos los textos es el mismo. Pasó mucho
tiempo prisionera, muy triste y siempre llorando, hasta que una
noche, aprovechando el sueño profundo de su custodio, logró huir.
Unas u otras versiones, puntualizan que “Anahí” fue capturada y
ejecutada en una hoguera. A partir de allí cobra vuelo la fantasía
señalando la transformación que experimenta el cuerpo que se
convirtió en un árbol repleto de flores rojas, espléndidas, vivaces y
con matices aterciopelados. Por eso la obra de “Sosa Cordero”
culmina señalando… “La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba
asombrada, miró tu martirio, hecho ceibo en flor”. “El Ceibo”, es
una planta oriunda de América, especialmente de la zona litoral
del país. Para nosotros representa un símbolo poco tenido en
cuenta. Es la Flor Nacional. En la determinación se argumenta que
resulta una clara “muestra de lucha, coraje y valentía, algo que sin
duda caracteriza a los habitantes del país”. Justificación que se basa en la leyenda, por supuesto, en
un hecho fantasioso, el de “Anahí” trocada en flor. La idea que mejor sostiene el asunto, me parece,
es la del profesor “Félix Coluccio”. Argumenta que su muerte fue decidida por conducir a sus
hermanos lejos del acecho español y, al ser capturada y “no permitir que el invasor la poseyera”, le
dieron muerte. Suena bastante lógica.
La flor resultó elegida por los miembros de una comisión especial presidida por el doctor “Ricardo
Helman”, que impulsó el Ministerio de Agricultura, 78 años atrás. Desde el 22 de Noviembre de 1942
es otr símbolo argentino, por eso mucha gente le dice “la flor de Anahí”.

Esta grabación de Lolita Torres es de 1952, disfrútela


https://www.youtube.com/watch?v=5_Z66X347xs

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Celebraciones Tradicionales

Día de Muertos
Mezcla de tradiciones en la celebración más importante de México

Por Diana Soto

en Facebook
El Día de Muertos se ha vuelto una fiesta representativa del pueblo mexicano, una tradición que
mantiene vivo el homenaje a la muerte para recordar, “traer de vuelta al
corazón” etimológicamente, la vida y las acciones de aquellos que fallecieron.
Muchos se refieren a la mezcla de la creencias europeas e indígenas bajo el término sincretismo,
sin embargo, los historiadores Alfredo López Austin y Sergio Ángel Vázquez, ambos de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especializados en la cosmovisión de los
pueblos prehispánicos, concuerdan en que se trata más bien de una tradición cultural.
Todas las costumbres que existen hoy en día entorno a esta fiesta, que la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró como Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad en 2008, se establecieron a través de un largo proceso de
transformación.
Ángel Vázquez explicó que la tradición cultural entorno al Día de Muertos implica que la cultura
nahua no tiene rupturas ni permanencias, sino que se mantuvo en constante transformación durante
el periodo colonial, es decir, "cuando irrumpe la llegada de los españoles con su propio bagaje
cultural y se mezcla con el de los indígenas. La tradición cultural implica transformación siempre”,
especificó el historiador.

Vivir o existir: la mezcla de una celebración


Una vez que la teyolía ha pasado por los nueve niveles del Mictlán para convertirse en una entidad
divina completa, estaba lista para volver al Tlalocan, lugar donde espera a ser depositada
nuevamente en un cuerpo material. (Foto: EFE)
La idea de la muerte hacía referencia por el lado de los europeos a la vida eterna y por el lado de los
nahuas a una “vida transitoria en la que el individuo disolvía su individualidad”, dijo López Austin.
Los católicos creen que, cuando alguien
muere, el alma se separa del cuerpo y tiene
lugar lo que se conoce como juicio
particular. En él, Dios juzga a quien se
presenta ante él para decidir si su alma va
cielo, al infierno o al purgatorio dependiendo
de sus acciones en vida.
Los nahuas concebían la idea de que tanto
hombres como dioses compartían la misma
esencia divina, pero la sustancia dura que
materializaba al pueblo era lo que los hacía
mortales. Las tres entidades que animaban el

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cuerpo, propuestas por López Austin, eran el tonalli - relacionado con lo calórico y la fuerza- ,
el ihiyotl -ligado a las pasiones- sin estas dos era posible vivir y la teyolía que se encontraba en todo
el cuerpo, pero se concentraba sobre todo en el corazón y ain ella las personas morían.
La teyolía viajaba al Mictlán o “lugar de los muertos”, uno de los varios lugares a los que los nahuas
iban al morir para servir a sus dioses. Ahí atravesaba nueve niveles en los que se desprendía de sus
pesares y al final se encontraba con el dios de los muertos, Mictlantecuhtli.
De acuerdo con Ángeles Chávez una vez que la teyolía ha pasado por los nueve niveles del Mictlán
para convertirse en una entidad divina completa, estaba lista para volver al Tlalocan, lugar donde
espera a ser depositada nuevamente en un cuerpo material. Esta idea de resurrección era contraria
a las religiones católicas donde sólo Jesucristo había podido regresar de la muerte.
La marcada diferencia entre lo que se concebía como vivir y existir separó las prácticas de cada
cultura. La vida y la muerte en los nahuas eran parte del proceso por el que pasaban los seres
humanos. Esto quiere decir que dejar de vivir no significaba dejar de existir.

La creencia del regreso al mundo terrenal


Tras la conquista, los cultos a la muerte en sus versiones paganas, es decir, en aquellas formas
alejadas a las de la religión católica, fueron prohibidas por los frailes. Sin embargo, eso no impidió
que los elementos de rituales mortuorios nahuas se fundieran con algunas características de las
festividades religiosas europeas.
Una de las ideas más controversiales del Día de Muertos son los destinatarios de la conmemoración
del 1 y 2 de noviembre. En el catolicismo el día primero se celebra a Todos los Santos, es decir, a
todos aquellos considerados como tales por la iglesia. El día siguiente, conocido como el de
los Fieles Difuntos, es una fecha en la que se debe orar por las almas que se encuentran en el
purgatorio.
De acuerdo con los preceptos católicos, el purgatorio es un estado del alma en el que la persona
debe purgar sus penas, una de las dos consecuencias del pecado. La otra de ellas es la culpa que
“se absuelve por medio del sacramento de la confesión, aunado al arrepentimiento de cada persona;
sin embargo, en el alma queda una especie de rastro o mancha a la que se le llama pena y sólo se
puede satisfacer en el purgatorio” explicó el filósofo de la Universidad Panamericana, Oswaldo Gallo
Serratos, quien también es creyente católico.
El Día de Los Fieles Difuntos, 2 de noviembre, desde la religión católica es una fecha para orar por
las almas en pena, mismas que se mantienen en ese estado hasta que hayan pagado por sus
pecados. Por esa misma razón, desde el catolicismo la idea del regreso de los muertos no está
concebida como tal, incluso en el Evangelio de San Lucas 16:19-31 se habla de un abismo que
separa a los vivos de los muertos e impide que estos se encuentren.
Sin embargo, en México existe la creencia de que en esos días los difuntos vuelven al mundo de los
vivos. Primero llegan los niños y al día siguiente, todos los demás muertos. Esto viene desde las
culturas prehispánicas.
En los pueblos mesoamericanos existían días para honrar a los muertos. Curiosamente, las
culturas prehispánicas tenían fechas para esta celebración que coincidían con las de los
europeos. De acuerdo con el texto “Días de Muertos en el mundo náhuatl prehispánico” escrito por
el historiador Patrick Johansson, estas dos fiestas eran el Miccaühuitontli “Fiesta de los muertos
pequeños” y Huey Miccaühuitl “Fiesta de los muertos grandes”.
“La fiesta cristiana de muertos, en su modalidad nativa, no se dividió en fiesta de Todos los santos y
fiesta de los Fieles difuntos sino en fiesta de los muertos pequeños el día primero, y fiesta de los
grandes, el día 2 de noviembre.”, explica Johansson.
La asimilación obligatoria de las costumbres católicas generó una transformación en las
celebraciones nahuas. El resultado fue una celebración híbrida que mantiene los días del calendario
católico con el trasfondo prehispánico. En estos días, se realizan rituales mortuorios para cuando las
entidades divinas obtienen el “permiso” de volver a visitar el mundo terrenal.

Rituales y celebraciones: un recuerdo prehispánico

A pesar de que las prácticas católicas se impusieron, muchos elementos de las costumbres
prehispánicas permanecen hasta nuestros días. Entre ellas, Johansson explica que los altares que
se ponen en Día de Muertos tienen el objetivo de “retro-alimentar su presencia inasible en un festín

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de cromáticos bálsamos, esencias sonoras, aromáticas
viandas y fragancias embriagadoras que les proponen los
vivos”.
Las ofrendas son parte representativa de la celebración
mexicana y es un elemento prehispánico para dar
bienvenida a los difuntos. La idea de que los hombres tienen
una esencia también aplicaba para las cosas. Por eso al
poner los platillos, bebidas, dulces y menesteres más
apreciados por los muertos se espera que al lleguen a
disfrutar de ellos llevándose su esencia.
Desde la visión católica estás prácticas son parte de una
visión folklórica de la muerte, una especie de “pretexto para
rezar por los muertos”, explicó Gallo Serratos. Desde ese
punto de vista, si los creyentes ofrendan algo es el recuerdo
de sus difuntos.
El Día de Muertos une dos cosmovisiones muy distintas pero
destacan sobre todo los elementos prehispánicos que
servían para honrar a los difuntos. El homenaje a los
muertos, desde los nahuas, tiene su génesis en la
convicción de que Quetzalcóatl, “la serpiente
emplumada”, forjaba a los hombres a partir de los huesos que Mictlantecuhtli, “señor del lugar
de los muertos”, tenía en el inframundo. A partir de ellos y de los teyolía que estaban listos para
resurgir creaba a los seres humanos que debemos honrar a nuestros antepasados, pues estamos
hechos de ellos.
Pintura: Ánimas del purgatorio de Antonio María Esquivel

Fuente: Infobae-2 de Noviembre de 2020

Día de Muertos
Los principales Rituales

(FOTOs: CUARTOSCURO)
El Día de Muertos es una de las fechas más importantes celebradas en México, producto de la unión
de prácticas y características de los colonizadores europeos con las culturas indígenas americanas.
De ahí que se hayan tomado ciertas costumbres estadounidenses homólogas. Estas derivaciones se
cimentaron en forma de rituales mexicanos que, año con año, atraen a miles de personas al país.

Las ofrendas
Las ofrendas que se realizan hoy en día
tienen características de ambas
tradiciones, pues estas evolucionaron
en manera conjunta hasta las que
tenemos hoy en día.

En cada casa mexicana, las personas


utilizan un lugar para colocar la ofrenda
a sus difuntos. Tanto los altares
europeos como los de las culturas
prehispánicas se colocaban para honrar
a aquellos seres queridos que ya no se
encontraban en el mundo terrenal. Sin
embargo, las ofrendas que se realizan
hoy en día tienen características de
ambas tradiciones, pues estas
evolucionaron en manera conjunta

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 85


hasta las que tenemos hoy en día. Es posible encontrar elementos de ambas culturas.

Así podemos encontrar ofrendas con tres niveles que representan la iglesia terrenal, la iglesia
purgante y la iglesia celestial, las cruces, las veladoras. También es posible reconocer el incienso, la
flor de cempasúchil, las calaveras, el copal, el petate, la comida y el arco de flores que representaba
la entrada al inframundo en culturas prehispánicas.
Después de varias décadas, en la ofrenda mexicana se pueden encontrar unos u otros elementos
para celebrar el 2 de noviembre. Incluso en la Ciudad de México se realizan grandes ofrendas en
honor a personajes icónicos de la cultura mexicana entre los que se cuentan cineastas,
investigadores, políticos, artistas etc. Esto como parte del gran festejo que hoy representa el Día de
Muertos.

Pedir “calaverita”
Los niños salen a cantar, rimar o simplemente a pedir: “Me das para mi calaverita” Cada año los
niños mexicanos salen a las calles disfrazados de todo tipo de personajes, que pueden ser
terroríficos o no, para pedir la famosa “calaverita”. Una práctica que tiene una versión homóloga, en
Estados Unidos, con el 31 de octubre al celebrar Halloween. En el país del norte los niños practican
el famoso Trick or Threat (Dulce o truco) en donde si los habitantes no les dan dulces, ellos les
hacen travesuras.
La tradición en México no es así. Los niños salen a cantar,
rimar o simplemente a pedir: “Me das para mi
calaverita”. Un rastreo histórico de esta práctica remite a la
cultura mexica donde existía la historia de un niño
macehual de origen humilde y de clase baja que al
quedar huérfano y sin dinero salía a pedir a sus vecinos
que le regalaran un poco de comida o objetos para
colocar la ofrenda a sus seres queridos. En una de las
celebraciones decidió salir pintado de calavera.
A partir de ese entonces pedir calavera se volvió una
actividad representativa de la fecha, pues en la colonia los niños salían a las calles con una
calabaza o una calavera cóncavas a la que le colocaban una vela en el fondo. Salían a hacer
oraciones solicitando en el camino que las personas les regalaran algo.
Así continuó esta tradición que terminó por fusionarse con ciertos elementos del Halloween, aunque
en México conserva el folklor de salir a recibir no solo dulces, también comida o un poco de dinero.

Visitar el panteón
La cercanía física con los restos del difunto en esta
fecha se ha vuelto el centro de prácticas como la del
pueblo de San Andrés Mixquic, en la alcaldía
Tlahuác
Visitar la tumba de los difuntos es una de las
prácticas que en México se realizan también el día
de la muerte del ser querido, en su cumpleaños o en
una fecha representativa para la familia y en la que
se toma un momento para conmemorar y recordar a
la persona. En Día de Muertos se vuelve una
visita especial ya que la conmemoración se
presta para recordar, de manera colectiva, a los
difuntos.
Muchas personas ponen sus ofrendas en los panteones. La cercanía física con los restos del difunto
en esta fecha se ha vuelto el centro de prácticas como la del pueblo de San Andrés Mixquic, en la
alcaldía Tlahuác, donde cada año se realiza “La Alumbrada”, un espectáculo donde las gran
cantidad de velas ilumina el camino de los muertos que volverán a ese lugar a disfrutar las ofrendas
de sus seres queridos.
Fuente Infobae 31/10/2019

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Orígenes

Figura en los datos de la red que la celebración de los Muertos en México fue declarada Patrimonio
Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Sus orígenes pueden ser trazados hasta la
época de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purépechas, Nahuas y
Totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones
por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la práctica de
conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el
renacimiento.
Para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión
católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario,
ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo
de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida. De esta forma, las direcciones
que podrían tomar los muertos son:
El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos que morían en
circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que morían por efecto de un rayo, los
que morían por enfermedades como la gota o la hidropesía, la sarna o las bubas, así como también
los niños sacrificados al dios.
El omeyocán, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este lugar llegaban
sólo los muertos en combate, los cautivos que se sacrificaban y las mujeres que morían en el parto.
El Mictlán, destinado a quienes morían de muerte natural. Este lugar era habitado por Mictlantecuhtli
y Mictecacíhuatl, señor y señora de la muerte. Era un sitio muy oscuro, sin ventanas, del que ya no
era posible salir. Por su parte, los niños muertos tenían un lugar especial, llamado
Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche, para que se
alimentaran. Los niños que llegaban aquí volverían a la tierra
cuando se destruyese la raza que la habitaba. De esta forma,
de la muerte renacería la vida.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos cayó en el
noveno el mes del calendario solar azteca, cerca del inicio de
agosto, y era celebrado durante un mes completo. Las
festividades eran presididas por el dios Mictecacihuatl,
conocido como la "Dama de la muerte" (actualmente llamada
La Calavera Garbancera mejor conocida como la CATRINA,
es una figura creada por José Guadalupe Posada y
bautizada por el muralista Diego Rivera.). Las festividades eran dedicadas a la celebración de los
niños y las vidas de parientes fallecidos
En la época que vivimos ahora en la actualidad se le conmemora a 2 días del mes de noviembre a
los fieles difuntos pero muchos dejan de resaltar 3 dias de estos antes que son
El 29 de octubre es dedicado a aquellos que mueren asesinados o en un accidente.
El 30 de octubre se celebra a los niños del limbo, siendo aquellos que mueren sin el sacramento del
bautismo, es por ello que en este día se añaden al altar dulces, juguetes y/o alguna pertenecía del
difuntito.
El 31 de octubre se dedica a los niños, y se colocan flores blancas, pan, atole, tamales de dulce,
frutas, vasos con agua para mitigar su sed y un plato con sal. Cada vela que se enciende representa
a un niño muerto, posteriormente se enciende el sahumerio con copal e incienso, elementos que
simbolizan el aire y la tierra…
El 1 de noviembre se dedicada a los fieles difuntos mayores para quienes se agregan los cigarros,
el aguardiente, tamales de chile, mole, vasos con agua, entre otros, se enciende el sahumerio con
copal e incienso, y mucho más que en unos momentos conocerán los elementos del altar de día de
muertos
El 2 de noviembre, se dedica a la visita del cementerio; es por ello que, los pobladores llevan sus
coronas, flores y velas para alegrar al difunto.
Sin embargo muchos mexicanos consideran que el Día de Muertos al ser una fiesta sincrética es
capaz de convivir y adoptar otros festejos no tradicionales de manera sana, permitiendo el uso de los
disfraces, sin restar su importancia cultural y ni poner en riesgo su existencia en México,
continuando un proceso de transformación cultural que se ha venido desarrollando durante los
últimos siglos.

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Manolo Juárez
Trayectoria entera de un compositor anfibio

por Juan Manuel Mannarino

Pianista heterodoxo, referente del folclore como de la música clásica, se editan 13 discos con su
obra completa, disponible por primera vez. Lo recuerdan Teresa Parodi, Adrián Iaies y Marcelo
Lombardero, entre otros.

Foto: Juano Tesone


Lo siguió unas cuadras, en silencio, por las calles porteñas. Hasta que Atahualpa Yupanqui se frenó
y entonces Manolo Juárez quiso
conocer su opinión. Minutos antes
Manolo había tocado “La añera” en
un concierto, una zamba que el
pianista solía prolongar a casi diez
minutos bajo su huella de estilo
impresionista.
Don Ata fue invitado y, después del
espectáculo, se retiró sin decir
palabra. “Cuando toques ‘La añera’,
avisame que vuelvo”, fueron las
palabras que Manolo escuchó
aquella noche. Y que contaría luego
entre los suyos con su habitual humor, tan mordaz como la de su encumbrado Ata.

“La añera”, según Teresa Parodi, es el signo de una herejía interpretativa que, sin embargo,
reconocía la nobleza de las raíces: Juárez como un pianista que, formado en el mundo
académico, renovó el folclore ampliando su universo sonoro desde un notable conocimiento
de la tradición, de Andrés Chazarreta a Eduardo Falú, de Yupanqui a Ariel Ramírez.
Por eso, para Parodi, la compilación de toda la obra completa del pianista y compositor– uno
de los artistas más importantes de la música popular argentina fallecido de Covid en julio a sus 83
años–, constituye un “acontecimiento histórico”. Disponible en las plataformas digitales a través del
sello The Orchard y en www.manolojuarez.com, se trata de un material original: son trece discos
remasterizados y recopilados por Manolo junto a su hija Mora. Cincuenta años de una vasta obra
que incluye folclore, tangos, obras de cámara, sinfónicas y para instrumentos. El Trío Juárez,
Juárez-Homer, Juárez-Vitale, como cuarteto, un concierto en vivo en el Teatro Colón, son algunos
de los materiales.

Pero fue en realidad el músico Guillo Espel quien había dado el puntapié, cuando tiempo atrás pasó
los primeros LP a CD. Y convenció a la familia Juárez de juntar la obra, que estaba dispersa y se
había dejado de editar fuera de los cánones industriales.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 95


Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Considerado por la crítica como el Piazzolla del folclore y erudito de la música académica por
estudiar con maestros como Ruwin Elich y Horacio Siccardi, a los 17 años Juárez recibió el primer
premio de composición en Milán por su Tríptico para piano.
Le pagaron una beca para estudiar música clásica pero lo primero que compuso fueron obras
folclóricas. “Sabemos que la música sinfónica de cámara tiene un proceso de elaboración, de
complejidad, que le da un vuelo al sonido.

Pero hay pequeños gestos de la música


popular que son absolutamente
entrañables, necesarios y únicos”, decía
tiempo después, siendo miembro fundador
de la Asociación de Jóvenes Compositores
de la Argentina con obras sinfónicas como
Elegía (1969), Maremagnum (1975) y
Cánticos (1983), estrenadas por la
Orquesta Estable del Colón.

“La división de la llamada música seria y la música popular es una pelotudez”, enfatizó Juárez
en una de sus últimas entrevistas. Parodi lo reconoce como una virtud. “Fue el tipo que nos enseñó
a escuchar la música sin etiquetas”, dice la cantante. “Analizar a Ravel, a Chopin, y al mismo tiempo
el acervo de los ritmos y las melodías folclóricas. Eso nos dio una exigencia grande para el trabajo
propio”.

En realidad, antes de viajar a Italia su escuela habían sido los cabarets del bajo fondo porteño. Allí,
de adolescente y para sumar un ingreso a su familia, improvisaba blues, boggie-woggie y jazz entre
los preludios de Rachmaninov y los “Impromptus” de Schubert que aprendía en sus clases
particulares.
Esos dos matrimonios, el del salón y el de la calle, le darían una singular impronta pero, a la vez, le
costarían disgustos: sus largas versiones de zambas y chacareras recibían críticas del statusquo del
folclore. Sus primeros discos –Trío Juárez (1970), De aquí en más (1975) y Tiempo
Reflejado (1977)– no fueron bien recibidos por el público ni se recepcionaron más allá de un circuito
de culto. “Un verdadero artista es valorado en el tiempo, no en la inmediatez –dice Dino Saluzzi,
que participó con su bandoneón en Tiempo Reflejado–. Manolo siempre buscó su camino sin imitar a
nadie”.
A sus veintipico, Juárez dejó de tocar jazz. Decidió quedarse en la Argentina cuando le llovían
ofertas laborales del exterior y descubrió que algunos lo habían dado por muerto. Entonces grabó un
disco con Lito Vitale, a dos pianos, en 1983.

Una sociedad que culminaría en Lito Vitale como productor de sus discos, como el
extraordinario Grupo de Familia (1997), de gran repercusión porque hacía años que Manolo no
grababa. “Su obra es indispensable para nuestra música –agrega Vitale sobre la edición de su
catálogo completo–. El aporte que hizo al folclore fue definitivo para su enriquecimiento armónico”.

El disco con Vitale fue inédito en su género, con largas improvisaciones sobre canciones como
“Criollita santiagueña” y temas propios como “Presencia del diablo” y “Chacarera sin segunda”, que
se convertirían en pequeños manifiestos de la obra de Juárez.

Allí donde se expresan la variedad tímbrica, las tensiones armónicas y las texturas sobre zambas,
chacareras, cuecas y milongas, marcas de un estilo pianístico que jamás abandonaría, llegando
hasta su último álbum Manolo Juárez Cuarteto (2012).

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 96


Al gran profesor

El sello irreverente de Juárez, que además


de pianista fue profesor, defensor de los
derechos de los músicos, divulgador y
personalidad destacada de la llamada
proyección folclórica desde los años 70, dejó
una estela entre sus alumnos, como en Adrián
Iaies. “Romper los moldes y dejar que la gente
se exprese” era su método predilecto.

El fundador junto a Rodolfo Mederos de la


Escuela de Música Popular de Avellaneda, la
primera de Sudamérica, para Iaies es un músico
más conocido que escuchado. “Escuchar ahora
su obra completa es una prueba de cómo
evolucionó el folclore, desterrando su sentido conservador y festivalero”.

Su nombre fue paradigma de la incorporación de teclados, sintetizadores, guitarras eléctricas y


verdaderos set de folkloreishon, como lo llamaba el armoniquista Hugo Díaz. Se encontró en el
camino con figuras como Jorge Cumbo, Lito Nebbia, Dino Saluzzi y el Chango Farías Gómez.

El músico cordobés Daniel Homer, que grabó en Tiempo Reflejado (1977), otro de sus discos
fundamentales donde batió el récord de grabación con la deslumbrante y psicodélica versión de
“Chacarera sin segunda” en 15 minutos, cuenta que cierta vez, de forma espontánea, grabaron
“Caprichos de Medianoche”, de Joe Zawinul, legendario compositor de Weather Report y el jazz
fusión. “Lo hicimos con aire de zamba. Manolo te sorprendía, siempre pensaba que la música
carecía de fronteras”, recuerda Homer.

En toda melodía clásica hay una base popular, y en toda melodía popular hay una base clásica,
decía Juárez. El director de escena Marcelo Lombardero lo considera como un compositor anfibio,
un caso excepcional junto a Gerardo Gandini. “Era tan irrepetible que sumaba lo mejor de ambos
mundos: el rigor académico y la frescura de la música popular”, resalta.

Manolo Juárez innovó a solas con el piano, con dúos, tríos y cuartetos. “Un tipo que trató de
ser coherente, que no se traicionó a sí mismo”, se definía. Ya no será un pianista de culto para
melómanos: su discografía ya es parte del tesoro de la música popular argentina. Maestro del tempo
como pocos y cultor de una refinada armonía, brilló como artista gregario entre clásico y moderno.
Alguien que, en palabras de su hija Mora, se convirtió ahora en Manolo Juárez en el mundo digital,
único y eterno: “La obra de un artista es una obra en el tiempo. Y mi viejo es para siempre”.

Legado: Cincuenta años en canciones

Manolo Juárez alababa a Andrés Chazarreta, el compositor santiagueño considerado como uno de
los pioneros del folclore. El gesto parecía una extrañeza para un pianista heterodoxo que había sido
bastardeado por los popes de la tradición.

Pero Manolo era un estudioso del vasto caudal de la música popular argentina, tanto en su vertiente
anónima como en la autoral. Estudiar y analizar para ampliar influencias y no repetir nada, era otro
de sus lemas favoritos. Para darle una impronta moderna y un toque singular, alejado de los
esquemas previsibles de las formas folclóricas.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 97


La diferencia, según su punto de vista, radicaba en una cuestión de interpretación. Nunca se sintió
como un vanguardista. Prefería ser ubicado, más bien, como un renovador, “lo que le valía
mantener las vías de diálogo con la tradición”, en palabras del crítico Sergio Pujol. Con el Cuchi
Leguizamón como faro, discípulo de Waldo de los Ríos y Ariel Ramírez, para Juárez cada disco era
un laboratorio de ideas, como hacía con sus elegantes arreglos de clásicos como “Zamba de
Vargas”, “La López Pereyra” y “La vieja”.

El sonido de Juárez tenía una particular obsesión en su entramado armónico. Para Pujol, cuando el
músico grabó su primer disco,

Trío Juárez (1970), era un compositor “clásico” perfectamente formado a la vez que un inspirado
intérprete “popular” de piano. En la Buenos Aires de los 70, el pianista buscaba un lenguaje
singular bajo su aura sofisticada –mezcla de influencias que iban de Bartók a De Caro, de
Stravinsky a Bill Evans. Sin embargo, la música popular argentina nunca dejaba de latir entre sus
lazos rítmicos y melódicos.

“Algunos guardianes de la tradición repudiarán esa manera de tocar folclore, pero ningún oyente
honesto y mínimamente enterado de la música criolla podrá decir que al joven pianista ‘la empanada
no le chorrea’, como él mismo sentenciará muchos años más tarde”, apunta Pujol.

En Grupo de Familia (1997) demuestra su falta de prejuicios a la hora de abordar una melodía,
propio de una identidad musical que podía pasar de obras íntimas como las dedicadas sus hijos –
“Pablo y Alejandro” y “Mora”– a un vuelo sin escalas de versiones de “Alfonsina y el mar” o
“Nostalgias Santiagueñas”, donde dialogaban entre sí Horacio Salgán, Keith Jarret, Edgar Varese, la
Escuela de Viena, Tom Jobim, las sinfonías de Mahler y Astor Piazzolla.

Y la etapa final de su obra no renunció a un perfil que, parafraseando a Borges, antes que
compositor fue oyente y un analista musical apasionado. Dos pianistas que continuaron su legado,
Lilian Saba y Haydeé Schvartz, lo sitúan como alguien que abrió puertas y facilitó caminos.

Según Schvartz, el pianista cordobés tenía regocijo con autores como Schumann y Debussy. “Soy
centroeuropeo cuando compongo y folclorista argentino cuando toco el piano”, decía Manolo, y tal
vez su disco de solo piano en el Teatro Colón (2004) constituya la simbiosis perfecta, con una
notable versión de “La añera”, que tiene tanto de Debussy y de Chopin como de Yupanqui pero que,
en su conjunto, suena irrepetible con ese toque magistral que elaboraba con su armonía.

Uno de sus últimos discos, Manolo Juárez-Daniel Homer Cuarteto (2004), es sinónimo de su sonido
moderno, que el pianista Mingui Ingaramo lo sitúa más allá de la improvisación jazzística.

“Los interpreto como genuinamente juarísticos, con una evolución armónica dentro de los
parámetros orgánicos de la música popular argentina”, dice.

Un Manolo Juárez que, hasta el final de sus días, depuró su técnica. Y lo hizo al servicio de una
estética.

Fuente: Revista Ñ- Clarín.com 06/11/2020

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 98


Córdoba y las tradiciones Orales

Relatos del Viento es una Asociación Civil y Cultural sin fines de lucro cuyo máximo objetivo es
aportar al fortalecimiento de las identidades regionales campesinas y populares. El camino elegido
para tal fin es la revalorización de sus Tradiciones Orales (saberes, sabidurías, relatos y creencias
ancestrales). Esta labor se realiza con el involucramiento de la comunidad en general y la especial
participación de sus instituciones educativas. Ese proyecto matriz es el corazón de nuestra
Asociación, el motor que impulsa el resto de las acciones y la fuente de donde se alimentan y
articulan las distintas áreas.

Relatos del Viento inicia sus actividades en el año 2005 -primero como colectivo cultural- y desde
entonces ha desarrollado proyectos en más de 60 parajes y localidades del Nor-oeste, Norte y Nor-
este de la Provincia de Córdoba (Argentina).

La revalorización de las Tradiciones Orales (como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial) es para
esa Asociación una prioridad estratégica. En la oralidad de cada pueblo reside el componente
cultural más genuino de su identidad. Y en Latinoamérica esto cobra una relevancia aún mayor: este
yacimiento cultural vivo, representa un sólido punto de partida para el proceso de descolonización.

Proyectos vigentes
Proyecto matriz "Revalorización de la cultura oral para el fortalecimiento de las identidades
regionales"

Está diseñado para lograr el involucramiento de cada comunidad, haciendo propios sus tiempos y
formas. Es integral porque se trabaja con las familias, los vecinos y la escuela. Está dividido en las
siguientes etapas:

Aproximación a la comunidad, incluyendo la presentación del proyecto.

Recopilación de tradiciones y otras expresiones orales-culturales como ámbitos dentro del


Patrimonio Cultural Intangible. Esta instancia es muy sensible porque se registran a personas
(especialmente adultos mayores) portadores de tradiciones orales, técnicas, conocimientos y

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 99


saberes ancestrales, creencias y ritos. Transversalmente se recopilan testimonios sobre el pasado-
presente originario y problemáticas asociadas a la desarticulación de las sociedades campesinas
tradicionales.

Sistematización: ingreso al Fondo Documental del material recopilado. Eventualmente revisión,


edición y codificación de material seleccionado.

Devolución y difusión: se le entrega a cada participante y a la comunidad en general todo el material


recopilado. Según el presupuesto, el material

Este proyecto es el motor de la Asociación. Sin el sostenimiento del mismo, el resto de las acciones
carecen de sentido.

Por ejemplo entrar en “la leyenda de la Piedra que llora”

https://www.relatosdelviento.org/archivo-oral/leyendas/144-leyenda-de-la-piedra-que-llora

Programas de Salvaguarda de la Memoria Ancestral Comunitaria


Proyecto destinado a Municipios y otras endidades gubernamentales cuyo objetivo principal es
registrar tradiciones orales, saberes y conocimientos ancestrales en adultos mayores que por su
edad o condición, se encuentran en situación de vulnerabilidad. El Programa de Salvaguarda de la
Memoria Ancestral Comunitaria tiene carácter integral porque incluye la capacitación docente,
publicaciones, actividades de sensibilización al público en general y la creación de Archivos de la
Tradición Oral. Actualmente se está desarrollando este programa junto a los Municipios de Jesús
María y Colonia Caroya.

Taller de algarroba y otros frutos del monte.


Luego de la instancia de recopilación de saberes y técnicas en relación al manejo de los frutos del
monte, algunas comunidades propusieron retomar ciertas prácticas
productivas con dimensión económica. Desde esta necesidad de aprovechar
los recursos del paisaje revalorizando los propios conocimientos ancestrales,
nace el "Taller de algarroba y otros frutos del monte". El taller cuenta con
una instancia itinerante (actividades puntuales de sensibilización sobre el
aprovechamiento de los frutos del monte) y un grupo estable en la localidad
de Villa Quilino. Este proyecto cuenta con la colaboración del Municipio de
Quilino y Villa Quilino y ha recibido en su fase inicial (2013-2014) el apoyo de
la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y la Agencia
Española de Cooperación y Desarrollo (AECID). Objetivos:

Aportar al fortalecimiento de las identidades regionales marginales desde la dimensión productiva de


sus saberes ancestrales.

Crear las bases de un modelo productivo artesanal, popular y campesino, junto a un circuito de
distribución y comercialización inicial.

Promover junto al sector educativo, jornadas orientadas a la producción y autoconsumo de pequeña


escala en la comunidad.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 100


Proyecto de investigación
"Recopilación de expresiones culturales a adultos mayores en
situación de vulnerabilidad"

Mediante el apoyo de la Agencia Córdoba Cultura (Gobierno de la Provincia) estamos


colaborando en el trabajo de campo que permitirá salvaguardar y difundir tradiciones orales,
conocimientos, ritos, creencias y otras expresiones culturales (como parte del Patrimonio
Cultural Intangible) en adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad. La investigación
abarca los departamentos Cruz del Eje, Minas, Pocho y Calamuchita. Incluye la sociabilización
del mismo en cinco escuelas de las mencionadas regiones, dos conferencias para el público en
general y un dossier digital.

Micro programas de TV "Relatos del Viento"


Hemos comenzado el rodaje de 10 micros audiovisuales dedicados a leyendas y mitos recopilados
en nuestro trabajo de campo. Una co-producción de Relatos del Viento junto a Cholula Films,
productora cordobesa con amplia experiencia en documentales y series de corte etnográfico
(Guardianes de la Lengua, La última Palabra, entre otros) Este ciclo -que cuenta con la subvención
del ENACOM-FOMECA, nos permitirá difundir desde un exquisito formato audiovisual
Archivo de la Tradición Oral

Leyendas Problemáticas Expresiones Culturales

Mitos Saberes Pasado/Presente Originario

Cuentos Sabidurías Paisaje Sonoro

Literatura Oral Rituales Material Radiofónico

Relatos Varios Creencias

Contacto y mayores datos: https://www.relatosdelviento.org/index.php/contacto

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Silvina Luz Mansilla

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Fuente https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1517-75992011000100003

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Para escuchar la canción Hermano:
https://www.youtube.com/watch?v=oUGo0OeJBwk

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Empanadas
La Comida más federal

Por Gimena Pepe Arias

Sociedad
¿Qué tendrá esa masa breve, que apenas envuelve un relleno de carne (mayoritariamente, aunque
no sólo de carne), sabrosa hasta el deleite universal a la que llamamos empanada? ¿Cuál es el
secreto de esa debilidad de los argentinos? ¿Por qué nos gusta tanto si a veces tenemos que
comerla con las piernas abiertas para evitar el enchastre con los jugos que alguna derrama al
morderla? ¿Por qué en nuestro país, debido a sus diferentes ingredientes, modos de preparación y
cocción, se ha transformado en una amable pulseada gastronómica de norte a sur para apropiarse
de sus verdaderas esencias y de su patente originaria?
Para hablar de la (las) empanada (s), hay que rastrear primero en la historia. En su libro “La comida
en la historia argentina”, Daniel Balmaceda confirma que, producto de la herencia hispana, las
empanadas ya existían acá en tiempos del Virreinato del Río de la Plata y de la Revolución de
Mayo, en coincidencia con los íconos que desde infancias pretéritas se recuerdan aún en nuestros
días en los actos escolares.

Balmaceda aclara que no se trataba de vendedores “ambulantes”, como los conocimos siempre,
sino “callejeros”, porque se instalaban en lugares fijos de la Ciudad. Ya acercándose a fin del siglo
XIX, su clientela se nutría de los sectores medios de la población, aquellos que no podían regresar a
sus casas para los abundantes almuerzos de entonces, y también de quienes compraban
empanadas a la salida del teatro. El historiador descree de aquella copla “empanadas calientes
que queman los dientes” en la época de la Revolución de Mayo, cuando se vendían frías, dato que
se articula con la diversidad inmigratoria de nuestro país: ya a principios del siglo XX, los españoles
las vendían frías y los italianos del sur, calientes para disimular su falta de frescura.
Tan relevante son en la historia argentina que Balmaceda asocia las empanadas con nuestras
guerras de la Independencia, y relata que el caudillo Juan Martín de Güemes ordenó que se
alimentara con ellas a las tropas que volvían de la batalla el 4 de marzo de 1820. Desde entonces,
cada 4 de marzo se celebra el Día de la Empanada Salteña.
Es conocida la anécdota de Sarmiento, citada en el libro “Sarmiento anecdótico”, de Augusto Belin
Sarmiento, su nieto, de Editorial Kapelusz (1961). Según el autor, en una reunión celebrada en
Tucumán para sentar las bases del Observatorio Astronómico que el sanjuanino impulsaba, siendo
ya Presidente de la República, se sirvieron empanadas. De inmediato, el “padre del aula” pidió
verificar si en el cónclave había representantes de todas las provincias. Confirmado esto, alzó al aire
una empanada, y pronunció la temeraria y provocadora sentencia: “La verdad es que ninguna
empanada del mundo vale la empanada sanjuanina”. Fue tal el “alboroto federal” que Sarmiento
llamó a la calma en tono exaltado, antes de contar su aleccionadora moraleja: “Señores: para hacer
valer cada uno la empanada de su predilección, hemos hecho caso omiso de la empanada nacional.
Esta discusión es un trozo de historia argentina, pues mucha de la sangre que hemos derramado
ha sido para defender cada uno su empanada… Amemos, señores, la empanada nacional, sin
perjuicio de saborear todas las empanadas de cada cual”.
“Amemos, señores, la empanada nacional, sin perjuicio de saborear todas las empanadas de cada
cual”

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 110


Los sabores de la historia

Desde la gastronomía, aunque también con un pie en la


historia y el costumbrismo de los argentinos, el chef
Martín Molteni aporta su propia mirada. Nos dice que
“aunque haya llegado de la mano de los españoles en
épocas del Virreinato, la empanada es cien por ciento un
producto de nuestra cultura, de la historia de nuestro
pueblo, de un contexto cultural determinado. Desde el
tamaño propio, más chica que la que trajeron los
españoles, por ejemplo, hasta la forma de comerla y de
compartirla. Como la carne, es nuestra gran embajadora
gastronómica”.
De algún modo, representa lo que somos como pueblo, esa idiosincrasia de compartir, de invitar
al otro, aunque sea con una comidita rápida y eso la hace más grande aún, aunque no deje de ser
un poco de masa que envuelve un relleno. Pero es mucho más que eso. Molteni, un innovador de la
gastronomía que puso su mirada en los platos autóctonos a los que les dio un delicado toque
gourmet sin perder su historia, lo analiza.
--¿Cómo sería el mapa de la empanada argentina?
--A trazo grueso, diría que tenemos cinco grandes regiones de empanadas con propiedades bien
definidas. Podemos hilar más fino y agregar más zonas, y estaría bien. Cada provincia tiene su
corazoncito, su forma diferenciada de prepararlas y es correcto compartir con ellas la patente de su
creación, por así decirlo. Pero en línea generales, yo hablaría de las empanadas del Norte, las de
Cuyo, las del Centro, las del Noreste y las de la Patagonia.
--¿Qué características propias tienen cada una? Empecemos por las del Norte.
--Creo que el emblema de la empanada del Norte es la salteña. La que más carácter tiene. El Norte
produce abundante papa, aunque en Jujuy decidieron no usarla en el relleno. En la zona le ponen
huevo picadito, verdeo, y condimentos autóctonos como pimentón o ají molido, propios de las
tradiciones de la cocina andina. También llevan comino, albahaca y orégano, más mediterráneos. Un
elemento muy distintivo es la carne cortada a cuchillo. En la región sobresale la influencia de la
cocina incaica, de las grandes civilizaciones aborígenes. El espíritu inca y coya están en esas
empanadas.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 111


--Viajemos al otro extremo, el Sur, la Patagonia…
--Acá se nota con más intensidad el contexto geográfico, político y cultural. Recién desde Rosas en
adelante, con la primera y la segunda expedición al Desierto de Roca, la región se incorpora
definitivamente a la geografía nacional. La prioridad de esa acción política y militar fue matar o
dominar al indio y después, poblar el territorio. Por eso la gastronomía tardó en asentarse allí. Y, sin
embargo, aparecieron empanadas con las carnes propias de la región, como vizcacha y ñandú
petiso, hasta que empezó la cría intensiva del cordero y ésa fue la identidad hasta hoy de la
empanada sureña: la grasa especial del cordero, su carne sabrosa. Y también la incorporación de
hongos, muy abundantes en los bosques de la región andino patagónica. Así que diría que cordero y
hongos son la gran base de la empanada sureña. No van a probar empanadas así en Salta, por
ejemplo.

--Cuándo menciona el Noreste, ¿de qué empanadas hablamos?

--Digamos primero que en una tierra que produce harinas y carnes en abundancia, toda empanada
es sencilla. Una masa, un poco de carne y estamos. Los ingredientes cambian de acuerdo a la
producción de alimentos de cada región. La zona litoraleña, por ejemplo, es un área más cálida, más
tropical, con zonas más inundables. No les hace falta mucho el trigo, por eso usan también harina de
mandioca. Y la carne de vaca la alternan con los pescados o con carne de yacaré, interesante, súper
rica, que por lógica no se acostumbra tanto en otros lados. Y la condimentación es más neutra, no
tan intensa como en el Norte.

--¿Y las empanadas cuyanas?

--Cuyo es la gran región de la empanada, con Mendoza y San Juan como los dos grandes ejes.
También podríamos incluir en el área a La Rioja y Tucumán, aunque ambas están también
asociadas al norte. En Cuyo nos encontramos con empanadas de mucho carácter, que cobraron
gran auge en la zona, yo creo que por el tema político, por todo lo que significó Cuyo en el desarrollo
y gestación de nuestra Patria. Allí, la cultura de la empanada estuvo desde nuestros orígenes como
Nación en las tertulias, las reuniones políticas, los viajes, los encuentros, las batallas, así fue como
el plato fue adquiriendo su propia identidad. De acuerdo a los rasgos productivos regionales, a la
carne se le suma las aceitunas, la oliva, la papa, los frutos de la vid.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 112


--Nos quedan las empanadas de la zona central…
--Nos referimos a las empanadas bonaerenses y cordobesas,
básicamente. Las de Buenos Aires tienen un poquito de cada
lugar, una mixtura interesante. En Córdoba, como una forma de
buscarle otra vuelta, las pintan y les espolvorean con azúcar. Mi
abuela las hacía así, las pintaba con yema y las rociaba con
azúcar por encima, me gustaban mucho… ese toque agridulce,
más el sabor de la cebolla, del pimiento morrón, la carne, la
suavidad del azuquita arriba…

--Hablando de abuelas, ¿es una preparación que pasó de


moda?
--Noooo, pasa que ahora les ponen edulcorantes (ríe a
carcajadas de su propia ocurrencia). Acá lo importante es saber
que cada provincia va poniendo lo suyo, hay quienes usan
carne de matambre que lleva mucha cocción, como en
Tucumán. En Cuyo ponen énfasis en la carne rociada con la
cebolla y en el Norte acostumbran a cocinarla más rápido, con
agua caliente, y la pican para que después salga jugosa. En Tucumán le agregan mucha más grasa
adentro, Salta le pone más cebolla, aunque las tucumanas diría que utilizan el doble de cebolla. Eso
le da humedad, las cortan un poco con limón, para bajar esa cantidad de grasa que llevan. Y así
cada región arma su propio relleno, que es parte de su propia historia.

--Si, como se cree, la empanada tuvo un origen árabe y pasó a España para luego ser
trasplantada a nuestras tierras, ¿por qué la consideramos tan nuestra?
--Porque acá le agregamos nuestra cultura, nuestra forma de ser, hay un marco cultural que lo
explica, la empanada es nuestro folclore. Cuando te sentás con un argentino en cualquier lugar,
cerca de un horno de barro, en una finca, al lado de una parrilla, a la intemperie con el aire seco de
montaña, con un vino blanco frío o un buen tinto, una empanada es compartir todo eso. Como el
asado, con la empanada se comparte. Eso le da contexto y sentido.

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Empanada de Norte a Sur

Con matices diferentes, pero la misma pasión


de norte a sur, otros chefs complementan la
mirada de Molteni. María del Carmen
Vicario es cocinera de Casa Visitante, en la
Bodega Zuccardi, Mendoza. Con la
receta que aprendió de pequeña y unos
cambios que le sumó en búsqueda de la
perfección, logró el primer puesto en el
Concurso Fiesta de la Empanada 2019,
organizado por BA Capital Gastronómica. “Me
presenté muy nerviosa. Hice mil pruebas y
me esforcé por recordar todos los gramajes.
Mis compañeros me decían que las haga
como siempre, de memoria y a ojo, pero yo
quería estar segura. Al llegar a la
competencia… ¡no había balanza!”, comenta
entre risas y agrega: “Tuve que hacer todo a
ojo. Al final tanto medir todo y la terminé
haciendo como la hacía de chica”. Como
características de la empanada mendocina la
cocinera destaca que debe tener buen sabor,
buena masa (común u hojaldrada) y estar
bien cocida.
De la zona de Cuyo viajemos al centro del
país. Pedro Lambertini, reconocido cocinero cordobés, cuenta que la empanada de su tierra se
caracteriza principalmente por su dulzura, gracias al azúcar de la cubierta, las pasas y la zanahoria.
Se hace con carne picada (“molida”, dicen con precisión en su provincia), en vez de cortada a
cuchillo. La masa es criolla y son horneadas.

Como secretito para que salgan bien y no se rompan explica que la masa debe resultar dura para
que las tapas sean resistentes y no “copien” la forma del relleno. Si no se desea utilizar grasa, se
pueden hacer con una parte de manteca para suavizarlas, tanto en el relleno como en la masa. “Es
importante trabajar el relleno por separado y unir para “administrar jugos. Queremos que el relleno
libere toda su humedad dentro del horno”, señala el chef y recomienda que, si se van a freezar,
“mejor sin el huevo”.

En el Litoral, al Noreste de Argentina, la cocinera Gisela Medina, coordinadora gastronómica de


la Red de Cocineros de Iberá, explica que según la zona y la biodiversidad de la misma, varían los
rellenos y masas. “En los lugares cercanos a esteros y lagunas, es común encontrar entre los
locales empanadas, por ejemplo, de yacaré, palometas, pacú, boga o surubí. También encontramos
de algún animal de caza, siendo la más común la de carpinchos y ciervos axis”, enumera.

Sin embargo, en estos tiempos ha disminuido la elaboración con estos productos de caza debido a
la preservación de la flora y fauna de la provincia y el compromiso con el Gran Parque Iberá: si bien
no está prohibido su consumo, se evita el exceso. “Hay dos estilos de empanadas en Corrientes por
las características heredadas de la cocina guaranítica paraguaya: el chipá So'o que lleva una masa
de harina de maíz y queso sin tener forma clásica de empanadas, y el pastel mandó, masa de puré
de mandiocas, huevos, harina de maíz”, agrega la coordinadora de la primera red de cocineros de
gastronomía regional del país.

Pregón Criollo Nº 106. Academia Nacional del Folklore Página 114


Es sabido que las empanadas del norte son las más jugosas de todas. Las salteñas se destacan
por su pequeño tamaño, por ser muy sabrosas y por llevar en ocasiones cubitos de papa, mientras
que las tucumanas se hacen pura y exclusivamente de matambre, cortado a cuchillo. Desde
Empanadas Salteñas, Natacha de Pablo cuenta que el secreto para lograr tanta humedad en el
relleno es llevar las empanadas directamente del freezer (o heladera) al horno fuerte. “Ni bien las
sacás del horno, las empanadas salteñas están llenas de jugo. Por eso no hay que recalentarlas
porque se secan y pierden toda la gracia”, explica Natacha y destaca la importancia de añadir la
papa a último momento para que ésta no se vuelva puré y arruine el relleno.
Llegando al Sur, Gustavo Rapretti, chef referente de la gastronomía de Puerto Madryn y dueño del
restaurante En mis Fuegos, concuerda con Medina en que las empanadas varían mucho en la zona.
“Luego de unos años aprendiendo y conviviendo con gente de las regiones de la meseta y el mar
patagónico, fuimos elaborando una con mayor incidencia de identidad, la denominada empanadilla
de capón (cordero grande)”, cuenta, y agrega que la masa se realiza con materia grasa de capón,
amasada en una unión con el mar con el alga wakame, lo que da una masa característica y muy
diferente. El relleno de esta empanadilla se compone de paleta de cordero asado con verduras y
merken (ají molido ahumado, condimento típico del sur del país). Pueden cocinarse tanto al horno
como freírlas en grasa. “Si estás en la Patagonia, comer una empanada de sofrito con carne de
capón cortada a cuchillo y luego frita en grasa del mismo animal, debería ser una obligación”,
bromea Rapretti.
Sea cual fuere su relleno o su zona de procedencia, la empanada siempre será un símbolo federal,
de la diversidad regional y de la vitalidad cultural de las gastronomías provinciales. Ahora
sabemos un poco más de este producto tan nuestro. En cualquiera de sus variantes, sea cual fuere
la forma de prepararlas, el mapa y la geografía nos identifican con ellas. Como afirma el chef
Molteni, en una tierra que tiene harinas y carne en abundancia, la empanada no podía sino
conquistar nuestros paladares. Además, un dato importante: es sencilla de preparar. Frita o al horno,
más seca o más grasosa, nunca faltará en nuestra mesa, aunque se puede saborear en cualquier
lado, según las costumbres. Eso sí: suele ser ideal para comerla en compañía. ¿Qué mejor velada
gastronómica que amigos, familia, vino y empanadas? Esa masa con rellenos diversos, que no se
puede creer lo ricos que son, a su modo nos hermanan de Norte a Sur.
Fuente : Clarín 14/02/2020

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El Arte de este Numero

Mario Anganuzzi

Mario Nicolás Irineo Anganuzzi, (Buenos Aires 26 de agosto de 1888 - Buenos Aires 25 de marzo de
1975) fue un pintor de aire libre argentino impresionista y autodidacta. Dedicó gran parte de su obra
a pintar paisajes, animales, evocando un costumbrismo descriptivo.1

Obra[editar]

Anganuzzi, fue un pintor impresionista de aire libre que realizó su obra principalmente en dos
regiones diferenciadas de Argentina. La primera en Potrerillos (Mendoza), y la segunda en Chilecito
(La Rioja).2 A través de su obra representó motivos típicos mendocinos y pintó escenas descriptivas
del costumbrismo regional.2

Su obra fue fuertemente influenciada por Fernando Fader, clave en la formación de las escuelas
provincianas y que negaba el naturalismo meramente descriptivo para exaltar las características
específicas presentes en cada región.3

Participó de manera asidua en salones provinciales, nacionales e internacionales.2 En 1918 realizó


su primera exposición integrada con motivos típicos mendocinos. En 1928, se trasladó a Chilecito,
provincia de La Rioja, donde realizó su obra más importante como pintor y como docente, donde fue
docente de pintura en la escuela mixta y en las escuelas nacionales de bellas artes Manuel Belgrano
y Prilidiano Pueyrredón.1

Mario Nicolás Irineo Anganuzzi, su nombre completo, nació en Buenos Aires el 26 de agosto de
1888. De formación autodidacta ha realizado su obra en dos regiones y épocas muy definidas. La
primera corresponde a su actuación en Potrerillos, Mendoza y la segunda, a la de Chilecito, La Rioja,
en donde se radicó y volcó su amor por el lugar en obras de paisajes, figuras y animales evocando
un costumbrismo descriptivo. Ejerció la docencia artística en la Escuela Normal Mixta "Joaquín V.
González" de Chilecito durante 14 años y en Buenos Aires en las Escuelas Nacionales de Bellas
Artes "Manuel Belgrano" y "Prilidiano Pueyrredón“. Expuso en el Salón Costa (1918); en las salas
nacionales del Museo de Bellas Artes de Buenos Aires (1923); en la Galería Witcomb de Buenos
Aires (repetidas veces entre 1925 y 1950); en la Galería Argentina (1952); en el Salón Banco
Provincial (Mendoza, 1927) y en la galería Witcomb de Rosario (1932), entre otras. Murió el 25 de
marzo de 1975.

Anganuzzi, Mario | Bio

(Buenos Aires, 1888-1975) Pintor autodidacto. En 1918 realizó su primera exposición integrada con
motivos típicos mendocinos. Diez años después se trasladó a Chilecito (La Rioja) y pintó escenas y
tipos de la región con fuerte policromía descriptiva del costumbrismo regional.

Concurrió asiduamente a salones provinciales, nacionales y exposiciones internacionales.

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Fue profesor de dibujo en la escuela normal mixta de Chilecito, y en las escuelas nacionales de
Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón.

Se halla representado en los museos de Santa Fe, Paraná, Rosario, La Plata, y en la galería
presidencial de la Casa de Gobierno, entre otros.

En 1976 se realizó una exposición en Witcomb al cumplir sus bodas de oro con la pintura.

Los Mineros

Paisaje de La Rioja

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Cerril

Chilecito, Rancho

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Corral de Chilecito

Ranchos

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. La capataza
de don Atahualpa Yupanqui

undécima entrega

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Pregón Criollo
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Nota: La Academia Nacional del Folklore, y este Pregon Criollo, utilizan la grafia original del
término folklore (con K) aunque ahora se acepta (por ej. el Diccionario de la Real Academia), su uso
con C. Cada autor elige el modo de expresarse y asi lo respetamos, aunque reservamos su ajuste
cuando eventualmente se refieran a la Institución o sus productos, en cuyo caso mantenemos la
grafia propia.

Cuando aparecen subrayados en ciertos textos nombres propios, corresponden en general a las
fotografías que ilustran dichos textos.

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Pregón Criollo”, que sale todos los meses. Desde luego aceptamos (esperamos) tanto sugerencias
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