Sentencia 04119-2005-AA
Sentencia 04119-2005-AA
Sentencia 04119-2005-AA
SENTENCIA: 04119-2005-AA
INTERROGANTES:
A. ¿Qué problemas advierte el Tribunal Constitucional respecto de la ejecución de las
sentencias cuando el obligado es el Estado mismo?
La ejecución de las sentencias se corresponde con los niveles de eficacia que las normas
otorgan a las decisiones del máximo intérprete de la Constitución. En efecto, parece un
hecho incontrastable que una decisión de la Corte Suprema Norteamericana, del Tribunal
Federal Alemán, de la Corte Italiana o del Tribunal Constitucional Español, obliga a los
poderes públicos de sus países respectivos, sin que pueda ponerse en cuestión su eficacia.
Asimismo, el problema de la ejecución de las sentencias constitucionales en estos
escenarios no es el del mandato que emitan las Cortes o Tribunales en un caso particular.
Es decir, no existe, en términos generales, un problema de efectividad de la orden concreta
que emana del más alto Tribunal.
En el presente caso lo que se cuestiona es la aplicación del artículo 6.° inciso b), de la
Ley N.O 26421, el cual dispone la prohibición de ejecución de resoluciones contra las
empresas disueltas por la Corte Suprema de Justicia de la República. Si bien la norma
aparenta un nivel de abstracción y generalidad, en realidad regula con precisión el supuesto
de hecho a que se refiere el caso. Es decir, en la medida en que CLAE es una institución
disuelta por una Resolución de la Corte Suprema, el supuesto de hecho de la Leyes
precisamente aquella empresa que ha sido requerida para que cumpla una sentencia que
ordena abonar una suma de dinero a favor del recurrente. Su ámbito de aplicación incide,
por tanto, de modo directo en la pretensión del recurrente, quien, a partir de la emisión del
acto legislativo en cuestión, no podría cobrar su acreencia a CLAE por la interferencia
producida por la Ley en cuestión. Se trata, entonces, de un supuesto donde el proceso de
amparo resulta procedente para cuestionar la aludida Ley. El Tribunal Constitucional
precisa que en la resolución de una controversia en materia constitucional, en la cual está de
por medio la tutela de derechos fundamentales, el juez constitucional asume un rol tutelar
de tales derechos. Ello implica que en la resolución de un caso concreto no se debe limitar a
la aplicación automática de la norma, si fuera el caso, al objeto de la controversia
constitucional, sino que debe realizar un análisis integral de todos los elementos aportados
por las partes.
Ahora bien, debe tenerse en cuenta que si bien el desarrollo de la función legislativa
permite un considerable nivel de discrecionalidad; esto no implica que puedan dejar de
observarse las pautas que emanan de la Constitución y del RCR, pues ello ingresaría en el
ámbito de lo constitucionalmente prohibido. En otras palabras, si bien el procedimiento
parlamentario cuenta con un considerable margen de maniobra política, este no puede ser
contrario a las obligaciones que emanan de la Constitución o de las normas que conforman
el bloque de constitucionalidad. Al respecto, cabe recordar que el proceso de
inconstitucionalidad implica un control abstracto de las normas con rango de ley tomando a
la Constitución, en su carácter de norma suprema del ordenamiento, como parámetro de
evaluación.