La Sociedad Y La Naturaleza
La Sociedad Y La Naturaleza
La Sociedad Y La Naturaleza
La Sociedad Y La Naturaleza
ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE
Alumnas:
Darielis Valdez
Matrículas:
19-EPSS-1-384
21-SPSS-1-157
Tema:
La Sociedad Y La Naturaleza
Asignatura:
Facilitador:
Sección:
0387C
SANTO DOMINGO
REPÚBLICA DOMINICANA
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Índice
Introducción 3
La Sociedad y La Naturaleza 4
¿Qué es la naturaleza? 4
Urbanismo vs Ecología 12
Conclusiones 24
Recomendaciones 25
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INTRODUCCIÓN
La Sociedad Y La Naturaleza
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¿Qué es una sociedad?
Antes de entrar de lleno a definir la palabra sociedad que ahora nos ocupa es
fundamental que investiguemos y descubramos el origen etimológico de la misma. En
concreto, podemos subrayar que aquel se encuentra en el latín y más exactamente en el
término sociĕtas.
Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura
en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y
estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad. Aunque las
sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo estudio se encargan las ciencias
sociales como la sociología y la antropología), también existen las sociedades animales
(abordadas desde la sociobiología o la etología social).
Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los
habitantes y su entorno se interrelacionan en
un contexto común que les otorga una
identidad y sentido de pertenencia. El concepto
también implica que el grupo comparte lazos
ideológicos, económicos y políticos. Al
momento de analizar una sociedad, se tienen
en cuenta aspectos como su nivel de
desarrollo, los logros tecnológicos alcanzados
y la calidad de vida.
¿Qué es la naturaleza?
La noción de naturaleza permite referirse a los fenómenos que forman parte del
universo físico y a todo aquello vinculado a los organismos vivientes. La naturaleza
puede referirse a aquello que caracteriza a un ser.
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Así, pues, existe el concepto de naturaleza humana. Con él lo que se intenta expresar es
que cualquier hombre o mujer tiene una serie de características que son inherentes a
todos los seres humanos y que irremediablemente están en relación con lo que son sus
formas de pensar, de actuar e incluso de sentir.
El término, por lo tanto, suele referirse a la totalidad de los seres vivos (incluyendo
seres humanos, animales y plantas) y a los fenómenos que surgen sin intervención de las
personas (como el viento o la nieve).
La Sociedad y La Naturaleza
¿Relación?
Los procesos civilizatorios demandaron más del entorno, con las consecuentes
modificaciones y las transformaciones de los sistemas naturales y sociales. Esto se
evidencia en las sociedades esclavistas y feudales que se desarrollaron alrededor de la
tierra, el poder del dominio y la propiedad sobre ella. Durante el período de las grandes
civilizaciones e imperios estudiados desde el enfoque eurocéntrico, los recursos se
aprovecharon sin límite y se acentuaron los intercambios comerciales. La esclavitud
sobre los pueblos conquistados y la imposición de la cultura, fueron una constante para
los períodos de conquista del mundo antiguo, propiciados por los pueblos babilónico,
persa, griego y romano.
El modelo del desarrollo sostenible tiene como principal objetivo mitigar los efectos del
cambio climático y propone la integración de la justicia social, el cuidado ambiental, el
respeto a la diversidad cultural y el crecimiento económico y se basa en 3 pilares:
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• Medio Ambiente: En esta vertiente se aborda a la naturaleza como una fuente finita de
recursos naturales, por ello vela por su
protección y su uso racional.
Si bien algunos sectores han abusado del concepto y éste ha sido apadrinado por quienes
no lo están poniendo en práctica, sino utizándolo publicitariamente con fines
exclusivamente de imagen y de presentarse dentro en las corrientes actuales, es
importante destacar que muchos organismos nacionales e internacionales hacen
esfuerzos por avanzar dentro de este nuevo estilo de desarrollo. Los esfuerzos por lograr
el consenso y conceptualización del desarrollo sostenible involucran a muchos sectores
de una manera dinámica.
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La Sociedad y La Naturaleza (Local RD)
Este mapa resume los objetivos prioritarios del país relacionados con la naturaleza, el
clima y el desarrollo sostenible, mostrando los lugares en los que la protección, el
manejo y la restauración de la naturaleza pueden generar beneficios a las personas y al
medio ambiente. Con base en los mejores datos geoespaciales nacionales y mundiales
disponibles, el mapa ELSA de la República Dominicana está ayudando al país a
identificar dónde y cómo actuar para lograr una producción sostenible, entre otros
objetivos.
Por ejemplo, el mapa muestra cómo el país puede manejar de forma sostenible el 4,9%
de su superficie, progresando simultáneamente hacia sus objetivos de naturaleza, clima
y desarrollo sostenible. Esto incluye los objetivos del país referentes a aplicar prácticas
de conservación del suelo en el 75% de las explotaciones agrícolas; establecer una
producción de cacao a pequeña escala, resiliente al clima y con bajas emisiones de
carbono en 146,648 hectáreas de tierra (poco menos del doble del tamaño de la ciudad
de Nueva York) en 10 años; y evitar la extinción y el declive de especies amenazadas.
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Como parte del proyecto ELSA, la República Dominicana está fortaleciendo su papel
como líder mundial en la promoción del desarrollo sostenible, demostrando cómo los
datos geoespaciales permiten guiar el progreso de las prioridades nacionales y globales.
A través de este proyecto, la República Dominicana no sólo ha desarrollado mapas
ELSA dinámicos, sino que también ha forjado un camino para otros al perfeccionar los
métodos de planificación geoespacial que pueden servir de guía para la aplicación del
marco global de biodiversidad post-2020.
Urbanismo vs Ecología
La ecología es la rama de la
biología que estudia las relaciones
de los diferentes seres vivos entre
sí y su relación con el entorno: «la
biología de los ecosistemas».1
Estudia cómo estas interacciones
entre los organismos y su ambiente afectan a propiedades como la distribución o la
abundancia. En el ambiente se incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden
ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y
los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).
La ecología urbana es una disciplina que estudia las relaciones internas entre los
habitantes de una zona urbana y sus diversas interacciones con el medio ambiente. Se
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puede considerar, a su vez, como una subdisciplina de la ecología que se nutre de otras
como la arquitectura, la ingeniería, la sociología, la geografía y el urbanismo.
La mayor parte de las ciudades han incidido en su medio ambiente y han artificializado
sus estructuras, reduciendo la biodiversidad del territorio. Los procesos de urbanización
que se han producido a lo largo de los años han alterado las condiciones iniciales del
medio ambiente.
La ecología urbana nos permite comprender cómo funciona el mundo actual y cómo
podría funcionar mejor. Tiene el potencial de reconciliar las ciudades y a sus habitantes
con la biodiversidad, y es una oportunidad para reconectar a las personas con la
naturaleza.
En el mundo interconectado actual, los ecosistemas interactúan cada vez más con los
sistemas sociales y, obviamente, en las áreas urbanas. Teniendo en cuenta el cambio
climático y la urbanización a nivel global, con los efectos que implican en los sistemas
naturales, las ciudades son el primer plano para investigar nuevos enfoques hacia la
sostenibilidad y la habitabilidad.
Sin duda, los seres humanos somos parte de la naturaleza y hay que nadar con la marea
en lugar de tratar de dominarla. Si una industria contamina el agua y la tierra, se dirá
que está dañando la naturaleza. La defensa de la ecología, por lo tanto, contemplará
abandonar dicha actividad industrial o, al menos, buscar otras formas de llevarla a cabo.
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En este sentido es importante subrayar que el deterioro que se está produciendo por
diversas causas del entorno medioambiental que nos rodea es el que está llevando a que
se desarrollen diversos proyectos e iniciativas con el claro objetivo de concienciar a la
población de la importancia de conservar la naturaleza. Y es que de ella depende
nuestro propio bienestar, nuestra calidad de vida.
Entrando la década de los ochenta, la ciudad de Santo Domingo aún era pequeña, su
población apenas rozaba los 750 mil habitantes, poseía un parque vehicular inferior a
200 mil unidades, una cobertura de áreas verdes adecuada, transportación pública
formal y su centro geográfico no pasaba de Gascue. Hasta ese entonces parecía tener el
balance entre población, huella urbana, escala residencial y medio ambiente urbano que
hace a las ciudades sostenibles y gobernables, más allá de la crisis económica y política
que atravesaba en esos años. Crecimientos sostenidos llevaron a Santo Domingo a
duplicar su población en menos de 10 años y a alcanzar dos millones de habitantes a
finales de los noventa.
Las estadísticas son muy claras en prever una ciudad que deberá asumir una gran
porción de la población de un territorio nacional que ya ha alcanzado el 80% de
habitantes urbanos. A esto hay que agregarle que comparte la isla con Haití, una nación
que pasará de tener un 50% de población urbana a un 65% en tan solo 10 años. En el
2040 vivirán más de 21 millones de habitantes en conglomerados urbanos en la isla La
Hispaniola (según data de las Naciones Unidas), de los cuales un alto porcentaje
habitará en el Gran Santo Domingo.
Nuestra ciudad se acerca a esta coyuntura en tal estado de crisis que obliga a una
reflexión urgente, ya que sus problemas fundamentales no pueden ser resueltos desde el
ámbito aislado de las alcaldías. La sociedad y su representación política han sido
negligentes en entender la relevancia de esta metrópolis para el futuro de la nación
dominicana. Esta metrópolis representa ya el 25% de la población nacional, el 48% del
parque vehicular, maneja más del 50% de la inversión pública y obtiene el 84% de las
recaudaciones totales de impuestos del país. Sin embargo, la ciudad y sus gobiernos
locales son recursos de negociaciones electorales de parcelas políticas, desarticulando
así cualquier propuesta integral que nazca del conocimiento del territorio, el análisis
profesional y la participación de sus munícipes.
Administrar este territorio periurbano constituyó una tarea difícil para un solo gobierno
municipal y llevó a la aprobación de la Ley de división político-administrativa del
Distrito Nacional en el 2001, la cual buscaba restablecer el “equilibrio político y
económico a través de una modificación de la geografía urbana”. Al abordarse desde la
óptica político-administrativa, esta modificación de la geografía urbana del territorio
dividió la ciudad en municipios de condiciones económicas e infraestructuras
desiguales. Quince años después aún no cuentan con los instrumentos mínimos
necesarios para un desarrollo adecuado y sostenible.
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Sin embargo, es en esta periferia urbana difusa que reposa el futuro del Gran Santo
Domingo. Nos preparamos a recibir un incremento poblacional significativo en los
próximos veinte años y los municipios de la Provincia Santo Domingo serán
depositarios principales de este crecimiento. Este territorio se ha convertido en espacio
clave para soluciones estratégicas vinculadas al transporte, los desechos sólidos y las
aguas servidas. Además, poseen áreas agrícolas, recursos naturales y culturales
fundamentales para el funcionamiento de la metrópolis en conjunto.
¿Pero de qué manera puede la regionalización ser clave para la prosperidad económica
de nuestros municipios? La producción de bienes y servicios dependen de recursos que
solo pueden ser planificados y administrados desde una óptica regional, como son la
infraestructura, la transportación y el medio ambiente. Un municipio próspero
dependería de una gobernanza mancomunada que entienda las aportaciones locales a la
competitividad de su región, pero que también gestione servicios que son administrados
desde el gobierno local. En este contexto, los alcaldes se convierten en promotores del
desarrollo de sus comunidades, pero también en gestores de territorio, por lo que se
requiere el manejo de instrumentos técnicos operativos que superan el ámbito aislado de
sus alcaldías.
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Existen cuatro instrumentos legales que facilitarían una estructura administrativa capaz
de planificar a escala del Gran Santo Domingo. Estos son:
Las personas son la base para establecer ventajas competitivas en el futuro. Mientras
que, para la transportación, la infraestructura y el medio ambiente los objetivos
presentan un carácter necesariamente regional, es la fuerza laboral y la formación
educativa la garantía para planificar municipios productivos que aporten a la
competitividad nacional.
Diariamente más de doscientos mil vehículos entran al Distrito Nacional a lo largo del
Corredor Duarte, transportando aproximadamente medio millón de pasajeros. De estos
transeúntes, un buen porcentaje permanece en la ciudad capital buscando los servicios
urbanos, el empleo o la educación que no obtiene en los municipios periféricos de
origen. El 74% de estos viajes son hechos en vehículos privados, lo que indica el alto
impacto que el crecimiento de este parque está teniendo en la cotidianidad de la ciudad.
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¿Qué es el desarrollo sostenible?
Por ejemplo, talar árboles se puede considerar una actividad sostenible siempre y
cuando esté asegurada la repoblación de estos. Por el contrario, la consumición de
petróleo actualmente no es una actividad ligada al desarrollo sostenible, puesto que no
podemos reponerlo de forma relativamente inmediata para generaciones venideras, lo
cual ocurre con gran parte de las actividades humanas tal y como se desarrollan hoy en
día.
Existe una gran variedad de proyectos relacionados con el desarrollo sostenible que
conducen a un aprovechamiento más racional de los recursos creando un menor
impacto. Algunos de ellos son:
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Conclusiones
Dentro de las tendencias planteadas, este documento resalta la corriente ambiental con
enfoque sistémico, por el carácter integrador que subyace en su discurso y que permite
reflexionar sobre la dicotomía entre hombre y naturaleza. Este planteamiento permite
integrar estos dos componentes o, como lo menciona Arturo Escobar, reconciliar estos
dos enemigos: naturaleza y sociedad.
La separación entre naturaleza y sociedad ha dejado ver una independencia entre los
procesos sociales y los ecosistémicos, dado que las explicaciones y abordaje de las
problemáticas ambientales se hacen bajo el razonamiento externo a los problemas
sociales y se adjudican a problemas de los ecosistemas. Lo anterior es un error, dado
que son ambos, en forma conjunta e integrada, los que garantizan la continuación de la
vida y la calidad de vida de la sociedad. Por consiguiente, no se deben considerar en
forma desintegrada y aislada sino en una interdependencia holística permanente.
La finalidad del desarrollo sustentable es lograr un bienestar social más armónico, justo,
y equitativo y así permitir a la sociedad satisfacer sus necesidades, pero sin arriesgar los
recursos de las generaciones futuras. Existen organizaciones encargadas de llevar a cabo
acciones para conservar nuestros recursos evitando el deterioro de las bases física y
biológicas de los ecosistemas, paralelas al crecimiento económico que busquen como
objetivo mejorar la distribución de la riqueza y la calidad de vida de la población, no
podemos ni debemos dejarle todo a estas, no olvidemos que todos somos parte del
problema y de este mundo y con lo que se haga en el presente podremos también
construir y formar parte de la solución del futuro.
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Recomendaciones
Por eso, puedes optar por tomar una ducha en lugar de tomar un baño, y al mismo
tiempo no alargar el tiempo que pases en la ducha más de cinco minutos. También,
pequeños gestos como cerrar el grifo cuando te lavas los dientes o te enjabonas las
manos, utilizar cisternas de doble descarga o llenar el lavavajillas antes de usarlo son
muy aconsejables para no desperdiciar tanta agua.
Apagar las luces siempre que salgas de una habitación, utilizar bombillas de bajo
consumo o mantener los aparatos electrónicos como el aire acondicionado a una
temperatura razonable son pequeños gestos muy fáciles de incorporar en tu rutina diaria
y que son perfectos para ayudar a fomentar el ahorro energético.
Otro de los gestos que puedes implementar en tu vida diaria para contribuir al desarrollo
sostenible es hacer un uso del coche más responsable, pues el sector del transporte es
uno de los que más emisiones contaminantes genera.
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Para ello es bueno hacer un uso más frecuente del transporte público, o incluso elegir
transportes más sostenibles como la bicicleta o ir caminando hasta los sitios que estén
cerca son alternativas más sostenibles con las que contribuirás a la mejora del medio
ambiente.
Para lograr esto, siempre que puedas reduce la cantidad de basura que generas, reutiliza
todos los envases y bolsas de plástico que puedas, y ante todo, separa tu basura
correctamente y recicla todos los envases que deseches.