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La Sociedad Y La Naturaleza

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Darki Rosalía Beltré y Darielis Valdez

La Sociedad Y La Naturaleza
ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE
Alumnas:

Darki Rosalía Beltré Mariñez

Darielis Valdez

Matrículas:

19-EPSS-1-384

21-SPSS-1-157

Tema:

La Sociedad Y La Naturaleza

Asignatura:

Ecología Y Medio Ambiente

Facilitador:

Juan Carlos Guerrero

Sección:

0387C

SANTO DOMINGO
REPÚBLICA DOMINICANA
2
Índice

Introducción 3

La Sociedad y La Naturaleza 4

¿Qué es una sociedad? 4

¿Qué es la naturaleza? 4

La sociedad y la naturaleza ¿Relación? 5

La sociedad y la naturaleza ¿Sostenibles? 8

La sociedad y la naturaleza (Local RD) 10

Urbanismo vs Ecología 12

¿Qué es la ecología urbana? 12

Crecimiento Urbano En El Distrito Nacional 1900 Al 2020 14

¿Qué es el desarrollo sostenible? 21

¿Qué se busca con la sostenibilidad ambiental? 21

Ejemplos de desarrollo sostenibilidad 22

Conclusiones 24

Recomendaciones 25
2
INTRODUCCIÓN

Actualmente, la relación entre sociedad-naturaleza es un aspecto importante de debate


en los diferentes escenarios políticos, académicos y cotidianos, entre otros, debido a las
múltiples problemáticas resultantes hoy en día entre el ser humano y las interacciones
que este desarrolló en el entorno. Este tema es objeto de estudio y análisis en las
diversas relaciones políticas, económicas, sociales y culturales, y es abordado desde
diversos enfoques y aproximaciones conceptuales.

El antagonismo de la relación naturaleza-sociedad, las tendencias que surgen a partir de


esta y los nuevos enfoques que buscan integrar y asociar estos dos componentes
fundamentales para el desarrollo social y la preservación del ambiente, serán el objeto
de reflexión y descripción del presente documento

La Sociedad Y La Naturaleza
2
¿Qué es una sociedad?

Antes de entrar de lleno a definir la palabra sociedad que ahora nos ocupa es
fundamental que investiguemos y descubramos el origen etimológico de la misma. En
concreto, podemos subrayar que aquel se encuentra en el latín y más exactamente en el
término sociĕtas.

Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura
en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y
estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad. Aunque las
sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo estudio se encargan las ciencias
sociales como la sociología y la antropología), también existen las sociedades animales
(abordadas desde la sociobiología o la etología social).

Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los
habitantes y su entorno se interrelacionan en
un contexto común que les otorga una
identidad y sentido de pertenencia. El concepto
también implica que el grupo comparte lazos
ideológicos, económicos y políticos. Al
momento de analizar una sociedad, se tienen
en cuenta aspectos como su nivel de
desarrollo, los logros tecnológicos alcanzados
y la calidad de vida.

¿Qué es la naturaleza?

La noción de naturaleza permite referirse a los fenómenos que forman parte del
universo físico y a todo aquello vinculado a los organismos vivientes. La naturaleza
puede referirse a aquello que caracteriza a un ser.
2
Así, pues, existe el concepto de naturaleza humana. Con él lo que se intenta expresar es
que cualquier hombre o mujer tiene una serie de características que son inherentes a
todos los seres humanos y que irremediablemente están en relación con lo que son sus
formas de pensar, de actuar e incluso de sentir.

El término, por lo tanto, suele referirse a la totalidad de los seres vivos (incluyendo
seres humanos, animales y plantas) y a los fenómenos que surgen sin intervención de las
personas (como el viento o la nieve).

La Tierra, en este sentido, es el hogar de la naturaleza. Cuando la ecología señala la


importancia de la protección de la
naturaleza, está pidiendo por la
conservación de los seres vivos y
de los ecosistemas que forman el
planeta.

La Sociedad y La Naturaleza
¿Relación?

La naturaleza ha sido objeto de uso, apropiación y explotación para el ser humano y


para la sociedad y esto ha impactado de manera negativa en las condiciones de los
recursos naturales necesarios para la vida. El abordaje de esta problemática se llevará a
cabo mediante la revisión de los inicios y la evolución de la relación naturaleza-
sociedad, así como la manera en que estos elementos determinaron una tendencia en el
uso y manejo con la generación de impactos negativos que aún hoy no se han podido
mitigar.
2
Desde el punto de vista de los procesos civilizatorios, en principio, la relación que
existió entre el hombre y la naturaleza fue recíproca y de mutua transformación en las
diversas culturas, representada en una concepción integradora (Martínez, 2001, p. 4) "y
unificadora del contenedor y del contenido [que] en lugar de establecer jerarquías,
instaura lazos de continuidad y reciprocidad
entre lo viviente y lo inerte, como elementos
conformadores de una cultura, donde todo se
recrea y se renueva (Grillo, 1993, p. 15)"
(Flórez & Mosquera, 2013, p. 86). "Desde la
aparición de la especie humana, el hombre está
transformando la naturaleza (…) como
cualquier otro viviente, el hombre toma recursos
para asegurarse su supervivencia y devuelve la materia empleada" (Corte
Constitucional, 2012, p. 28).

Dicha concepción refleja vínculos equivalentes en el que nadie, nadie es autosuficiente


y en el que se logra la completitud por el concurso de todos (Rengifo, 1993, p. 168),
constituyéndose en los derechos de un grupo humano, compuesto por la población de
determinado lugar, una especie de perfecta comunidad, quienes son los sujetos activos o

pasivos de los derechos humanos, específicamente de los llamados derechos de tercera


generación que afectan toda una colectividad y que, por consiguiente, no deberían tener
la definición de "tercera generación", en razón a que, es cuestionable su división en la
medida que todos los derechos interactúan entre sí y son interdependientes. (Flórez &
Mosquera, 2013, p. 86).

A medida que las civilizaciones avanzaron, la relación sociedad-naturaleza sufrió


modificaciones que pasaron de una visión sagrada propia del mundo antiguo [en la que,
según Lobo (2004), lo eterno/lo espiritual se concibe en la naturaleza y se representa en
dioses y semidioses que son reflejo de la naturaleza misma], para dar inicio a una visión
antropocéntrica en el mundo greco-romano (en tanto lo espiritual se percibe fuera de la
naturaleza y puede ser confinado dentro de templos sagrados), la cual se consolida en la
Edad Media y la época industrial (ya que, de un lado, admite lo espiritual al interior del
2
ser humano y, al mismo tiempo, lo faculta a usar y abusar de la naturaleza) y se
transforma por último en una visión ambientalista de la relación ser humano-naturaleza
(en la medida en que se advierte lo finito de los recursos naturales, la crisis planetaria y
la necesidad de alimentar en el tiempo el papel simbólico/estético/funcional de las
configuraciones espaciales producidas por el ser humano como un conjunto de signos
cuyo significado es el espacio mismo).

Los procesos civilizatorios demandaron más del entorno, con las consecuentes
modificaciones y las transformaciones de los sistemas naturales y sociales. Esto se
evidencia en las sociedades esclavistas y feudales que se desarrollaron alrededor de la
tierra, el poder del dominio y la propiedad sobre ella. Durante el período de las grandes
civilizaciones e imperios estudiados desde el enfoque eurocéntrico, los recursos se
aprovecharon sin límite y se acentuaron los intercambios comerciales. La esclavitud
sobre los pueblos conquistados y la imposición de la cultura, fueron una constante para
los períodos de conquista del mundo antiguo, propiciados por los pueblos babilónico,
persa, griego y romano.

Con la modernidad y la occidentalización de la economía, el crecimiento de la


población, la creciente urbanización y el desarrollo de dos grandes proyectos
económicos durante la primera parte del siglo XX, el socialista y el capitalista, la
relación sociedad-naturaleza se tornó netamente económica y mercantil, e impulsó
interacciones fundamentadas en la explotación a gran escala para satisfacer las
necesidades de una sociedad que cada vez demandaba mayores bienes e insumos, para
consolidar una cultura de progreso basado en lo material. Esta visión capitalista
moderna derivada de la occidentalización de la economía da cuenta de la confrontación
y la oposición entre la sociedad como sujeto y la naturaleza como objeto (González,
2006).

La relación naturaleza-sociedad en el marco de lo sistémico ambiental y lo sostenible, se


apoya en esfuerzos que buscan evitar el aumento de la degradación de la naturaleza y
conservar la oferta natural ante el avance del desarrollo económico que pretende
2
responder a las demandas cada vez más crecientes y exigentes de un mundo
globalizado. Al respecto, los Estados continúan formulando políticas ambientales ante la
presión internacional, la exigencia del cumplimiento de normas internacionales y
locales por parte de individuos y grupos cada vez más capacitados, formados y con
mayor conocimiento de los derechos fundamentales sobre su base de sustento actual y
para las futuras generaciones.

Desde una mirada histórica retrospectiva de la relación sociedad-naturaleza y sus


interacciones, se consideran cinco grandes periodos. El primero, en el que el ser humano
integra en forma recíproca el sistema natural y tiene una relación armónica con él. El
segundo, se caracteriza por domesticación de la naturaleza, de la propiedad y del
dominio del hombre sobre esta. El tercer periodo considera la naturaleza como un objeto
de transformación, de materia prima, que incursiona en las leyes del mercado,
radicalizando la relación en la industrialización y el crecimiento económico. El cuarto
periodo contempla una relación que se mueve entre la industrialización y la
occidentalización de la economía, para consolidar la globalización como modelo en el
cual la naturaleza es vista como un factor de producción y se relaciona con el desarrollo
económico y el progreso material bajo la cultura del dominio, la explotación y el
consumo. El quinto periodo contempla la naturaleza como sujeto de derechos, en la que
se resignifica como ser vivo y sustenta el derecho de la naturaleza a través de los
principios de relacionalidad, correspondencia, complementariedad y reciprocidad.

La Sociedad y La Naturaleza ¿Sostenibles?

La sostenibilidad puede ser definida como la gestión eficiente de los procesos


productivos, en los que se reponen los recursos utilizados por otros recursos de igual o
mayor valor sin degradar o poner en peligro los sistemas biológicos naturales.

El modelo del desarrollo sostenible tiene como principal objetivo mitigar los efectos del
cambio climático y propone la integración de la justicia social, el cuidado ambiental, el
respeto a la diversidad cultural y el crecimiento económico y se basa en 3 pilares:
2
• Medio Ambiente: En esta vertiente se aborda a la naturaleza como una fuente finita de
recursos naturales, por ello vela por su
protección y su uso racional.

• Sociedad: En la parte social, la


sostenibilidad impulsa el desarrollo de
las personas, comunidades y culturas
para alcanzar un nivel de vida con
calidad, dignidad y equidad.

• Economía: Sobre la economía, se


pretende impulsar los desarrollos
económicos que generen riquezas equitativas sin perjudicar a los ecosistemas ni a las
comunidades rurales.

Es importante destacar que el desarrollo sostenible no se refiere a un estado inmutable


de la naturaleza y de los recursos naturales, pero sí incorpora una perspectiva de largo
plazo en el manejo de estos, por lo que ya no se apunta a una "explotación" de los
recursos naturales sino a un "manejo" de éstos; asimismo enfatiza en la necesidad de la
solidaridad hacia las actuales y futuras generaciones y defiende la equidad
intergeneracional. De otra parte, se defiende la necesidad de que la dirección de la
inversión y del progreso científico tecnológico estén encaminados a la satisfacción de
las necesidades presentes y futuras.

Si bien algunos sectores han abusado del concepto y éste ha sido apadrinado por quienes
no lo están poniendo en práctica, sino utizándolo publicitariamente con fines
exclusivamente de imagen y de presentarse dentro en las corrientes actuales, es
importante destacar que muchos organismos nacionales e internacionales hacen
esfuerzos por avanzar dentro de este nuevo estilo de desarrollo. Los esfuerzos por lograr
el consenso y conceptualización del desarrollo sostenible involucran a muchos sectores
de una manera dinámica.
2
La Sociedad y La Naturaleza (Local RD)

La República Dominicana goza de una gran riqueza natural, albergando bosques


nublados, campos fértiles, manglares, playas, selvas tropicales y mucho más dentro de
sus fronteras. La naturaleza no sólo representa una fuente de alegría y orgullo nacional,
sino que también favorece la economía del país. Además de su próspero sector turístico
impulsado por la naturaleza, el país es también uno de los mayores exportadores de
cacao orgánico del mundo y cuenta con un mercado de café orgánico en expansión. En
las regiones montañosas, el cacao y el café representan el principal sustento económico
de muchas familias, por lo que el potencial de la naturaleza tiene un gran significado
para la población del país.

No obstante, algunas prácticas agrícolas impactan negativamente sobre los recursos


naturales. Las prácticas insostenibles del uso de la tierra están dejando los campos
infértiles, además de provocar deforestación, erosión y contaminación del agua.
Además, estas prácticas contribuyen al cambio climático al aumentar los gases de efecto
invernadero en la atmósfera, al talar los árboles que fungen como reductores naturales
de carbono, y al aumentar el riesgo ante eventos climáticos como sequías e
inundaciones.

Para mitigar estos impactos y fortalecer su relación con la naturaleza, la República


Dominicana ha establecido nuevos objetivos nacionales en torno a la producción
agrícola y la biodiversidad. Por ejemplo, la Contribución Nacionalmente Determinada
2020 del país incluye el objetivo de poner bajo manejo sostenible 75,102 hectáreas de
zona cafetera para 2035. Además, el Plan de Acción Nacional de Lucha contra la
Desertificación y los Efectos de la Sequías establece objetivos para mejorar 30,000
hectáreas de bosques secos deteriorados y actuar en 14,000 hectáreas de cultivos de
laderas en tierra con alto potencial erosivo. La elaboración de objetivos positivos para la
naturaleza como éstos es un primer paso importante hacia un futuro sostenible.
2
Para poner en marcha estos objetivos, y sustentar la acción con datos sólidos, el
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana está
trabajando en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
en el proyecto "Mapeo de la naturaleza para las personas y el planeta". Conjuntamente,
representantes de diversos grupos como ministerios gubernamentales, organizaciones no
gubernamentales y productores de cacao, elaboraron un mapa de las Áreas Esenciales
para el Soporte de la Vida (ELSA, por sus siglas en inglés) del país.

Este mapa resume los objetivos prioritarios del país relacionados con la naturaleza, el
clima y el desarrollo sostenible, mostrando los lugares en los que la protección, el
manejo y la restauración de la naturaleza pueden generar beneficios a las personas y al
medio ambiente. Con base en los mejores datos geoespaciales nacionales y mundiales
disponibles, el mapa ELSA de la República Dominicana está ayudando al país a
identificar dónde y cómo actuar para lograr una producción sostenible, entre otros
objetivos.

A través de su mapa ELSA, el país está examinando la interrelación entre la naturaleza,


la producción y el desarrollo humano para ayudar a garantizar que las comunidades más
vulnerables tengan acceso a medios de vida sostenibles. El mapa ha contribuido a
identificar oportunidades para mejorar la resiliencia a los efectos del cambio climático,
restaurar los bosques y los servicios de los ecosistemas, y aumentar la cubierta vegetal.

Por ejemplo, el mapa muestra cómo el país puede manejar de forma sostenible el 4,9%
de su superficie, progresando simultáneamente hacia sus objetivos de naturaleza, clima
y desarrollo sostenible. Esto incluye los objetivos del país referentes a aplicar prácticas
de conservación del suelo en el 75% de las explotaciones agrícolas; establecer una
producción de cacao a pequeña escala, resiliente al clima y con bajas emisiones de
carbono en 146,648 hectáreas de tierra (poco menos del doble del tamaño de la ciudad
de Nueva York) en 10 años; y evitar la extinción y el declive de especies amenazadas.
2
Como parte del proyecto ELSA, la República Dominicana está fortaleciendo su papel
como líder mundial en la promoción del desarrollo sostenible, demostrando cómo los
datos geoespaciales permiten guiar el progreso de las prioridades nacionales y globales.
A través de este proyecto, la República Dominicana no sólo ha desarrollado mapas
ELSA dinámicos, sino que también ha forjado un camino para otros al perfeccionar los
métodos de planificación geoespacial que pueden servir de guía para la aplicación del
marco global de biodiversidad post-2020.

Urbanismo vs Ecología

La ecología es la rama de la
biología que estudia las relaciones
de los diferentes seres vivos entre
sí y su relación con el entorno: «la
biología de los ecosistemas».1
Estudia cómo estas interacciones
entre los organismos y su ambiente afectan a propiedades como la distribución o la
abundancia. En el ambiente se incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden
ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y
los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).

El urbanismo es el estudio de cómo los habitantes de áreas urbanas, como pueblos y


ciudades, interactúan con el entorno construido. Es un componente directo de
disciplinas como la planificación urbana, que es la profesión que se centra en el diseño
físico y la gestión de las estructuras urbanas.

¿Qué es la ecología urbana?

La ecología urbana es una disciplina que estudia las relaciones internas entre los
habitantes de una zona urbana y sus diversas interacciones con el medio ambiente. Se
2
puede considerar, a su vez, como una subdisciplina de la ecología que se nutre de otras
como la arquitectura, la ingeniería, la sociología, la geografía y el urbanismo.

La mayor parte de las ciudades han incidido en su medio ambiente y han artificializado
sus estructuras, reduciendo la biodiversidad del territorio. Los procesos de urbanización
que se han producido a lo largo de los años han alterado las condiciones iniciales del
medio ambiente.

Lo anterior ha provocado grandes prejuicios no solo a los habitantes de las ciudades,


también a la fauna y a la flora. Cada vez existe un mayor consumo de recursos y ha
aumentado la generación de residuos.

La ecología urbana nos permite comprender cómo funciona el mundo actual y cómo
podría funcionar mejor. Tiene el potencial de reconciliar las ciudades y a sus habitantes
con la biodiversidad, y es una oportunidad para reconectar a las personas con la
naturaleza.

En el mundo interconectado actual, los ecosistemas interactúan cada vez más con los
sistemas sociales y, obviamente, en las áreas urbanas. Teniendo en cuenta el cambio
climático y la urbanización a nivel global, con los efectos que implican en los sistemas
naturales, las ciudades son el primer plano para investigar nuevos enfoques hacia la
sostenibilidad y la habitabilidad.

Sin duda, los seres humanos somos parte de la naturaleza y hay que nadar con la marea
en lugar de tratar de dominarla. Si una industria contamina el agua y la tierra, se dirá
que está dañando la naturaleza. La defensa de la ecología, por lo tanto, contemplará
abandonar dicha actividad industrial o, al menos, buscar otras formas de llevarla a cabo.
2
En este sentido es importante subrayar que el deterioro que se está produciendo por
diversas causas del entorno medioambiental que nos rodea es el que está llevando a que
se desarrollen diversos proyectos e iniciativas con el claro objetivo de concienciar a la
población de la importancia de conservar la naturaleza. Y es que de ella depende
nuestro propio bienestar, nuestra calidad de vida.

Crecimiento Urbano En El Distrito Nacional 1900 Al 2020

Entrando la década de los ochenta, la ciudad de Santo Domingo aún era pequeña, su
población apenas rozaba los 750 mil habitantes, poseía un parque vehicular inferior a
200 mil unidades, una cobertura de áreas verdes adecuada, transportación pública
formal y su centro geográfico no pasaba de Gascue. Hasta ese entonces parecía tener el
balance entre población, huella urbana, escala residencial y medio ambiente urbano que
hace a las ciudades sostenibles y gobernables, más allá de la crisis económica y política
que atravesaba en esos años. Crecimientos sostenidos llevaron a Santo Domingo a
duplicar su población en menos de 10 años y a alcanzar dos millones de habitantes a
finales de los noventa.

Al inicio del milenio, la promulgación de una ley de división administrativa creó la


Provincia de Santo Domingo, segmentando el hasta entonces Distrito Nacional y
dividiendo su administración en cinco ayuntamientos. No es hasta el 2004 que se
modifican las regiones nacionales de desarrollo y se crea la Región Ozama o
Metropolitana, la cual en estos momentos integra ocho municipios y ocho distritos
municipales en una superficie de 1,393 km 2 y una población de 3,339,410 habitantes.
Sin embargo, la huella urbana de la ciudad ha crecido de tal manera que la conurbación
ya la vincula con municipios de otras provincias (como sucede con los Bajos de Haina
de San Cristóbal) y coloca su centro geográfico aproximadamente en la Kennedy con
Abraham Lincoln.

Esta metrópolis que llamamos el Gran Santo Domingo agrupa ya 2 provincias, un


Distrito Nacional, 11 municipios y una población de aproximadamente cuatro millones
2
de habitantes. En este conglomerado urbano se eligen 3 senadores, 11 alcaldes, 58
diputados y aproximadamente 168 regidores, para una ciudad que es la más grande y
poblada de Centroamérica y el Caribe y que está entre las veinte más pobladas de
América Latina.

Las estadísticas son muy claras en prever una ciudad que deberá asumir una gran
porción de la población de un territorio nacional que ya ha alcanzado el 80% de
habitantes urbanos. A esto hay que agregarle que comparte la isla con Haití, una nación
que pasará de tener un 50% de población urbana a un 65% en tan solo 10 años. En el
2040 vivirán más de 21 millones de habitantes en conglomerados urbanos en la isla La
Hispaniola (según data de las Naciones Unidas), de los cuales un alto porcentaje
habitará en el Gran Santo Domingo.

Nuestra ciudad se acerca a esta coyuntura en tal estado de crisis que obliga a una
reflexión urgente, ya que sus problemas fundamentales no pueden ser resueltos desde el
ámbito aislado de las alcaldías. La sociedad y su representación política han sido
negligentes en entender la relevancia de esta metrópolis para el futuro de la nación
dominicana. Esta metrópolis representa ya el 25% de la población nacional, el 48% del
parque vehicular, maneja más del 50% de la inversión pública y obtiene el 84% de las
recaudaciones totales de impuestos del país. Sin embargo, la ciudad y sus gobiernos
locales son recursos de negociaciones electorales de parcelas políticas, desarticulando
así cualquier propuesta integral que nazca del conocimiento del territorio, el análisis
profesional y la participación de sus munícipes.

Quienes asuman la responsabilidad política de administrar este territorio en los


próximos 20 años deberán utilizar los instrumentos necesarios para gobernar de manera
mancomunada. Para esto, analizaremos ciertas propuestas para el futuro de este
territorio compartido, asumiendo los siguientes cinco puntos estratégicos para
desarrollar el Gran Santo Domingo.

Estos cinco puntos son:


2
1-Regionalización y prosperidad económica: Las regiones metropolitanas compiten
entre sí, no necesariamente los municipios o las naciones. Las ciudades capitales
latinoamericanas se enfrentan a evoluciones administrativas vinculadas al crecimiento
poblacional y físico que en muchos casos es un fenómeno nuevo y poco analizado.

El Gran Santo Domingo no ha podido vincular su crecimiento físico a una estructura


administrativa eficiente. Esta situación no ha permitido que sus impactos ambientales
puedan ser medidos y que sus necesidades sociales sean suplidas adecuadamente. Más
allá del Distrito Nacional, la ciudad se convierte en un territorio difuso y poco servido
que debería ser considerado periurbano, término que hasta ahora no existe en nuestro
glosario territorial oficial.

Existen características comunes que definen estos territorios periurbanos:

• Sus límites administrativos son confusos.

• Poseen escasa infraestructura de servicio y equipamiento.

• Están ubicados en áreas hídricas o ambientales muy vulnerables.

• Poseen escasas normativas de uso de suelo y desarrollo urbano.

• Son sectores de mucha informalidad edificatoria y muy vulnerables a riesgos diversos.

• Son territorios de potencial crecimiento poblacional, y podrían duplicar y hasta


triplicar su población en menos de 20 años.

Administrar este territorio periurbano constituyó una tarea difícil para un solo gobierno
municipal y llevó a la aprobación de la Ley de división político-administrativa del
Distrito Nacional en el 2001, la cual buscaba restablecer el “equilibrio político y
económico a través de una modificación de la geografía urbana”. Al abordarse desde la
óptica político-administrativa, esta modificación de la geografía urbana del territorio
dividió la ciudad en municipios de condiciones económicas e infraestructuras
desiguales. Quince años después aún no cuentan con los instrumentos mínimos
necesarios para un desarrollo adecuado y sostenible.
2
Sin embargo, es en esta periferia urbana difusa que reposa el futuro del Gran Santo
Domingo. Nos preparamos a recibir un incremento poblacional significativo en los
próximos veinte años y los municipios de la Provincia Santo Domingo serán
depositarios principales de este crecimiento. Este territorio se ha convertido en espacio
clave para soluciones estratégicas vinculadas al transporte, los desechos sólidos y las
aguas servidas. Además, poseen áreas agrícolas, recursos naturales y culturales
fundamentales para el funcionamiento de la metrópolis en conjunto.

En los últimos veinte años, el Estado ha fomentado el crecimiento horizontal de la


ciudad dando prioridad a corredores de tránsito interurbanos diseñados para el
transporte privado. Prioridad que, al colocarse por encima de la planificación integral y
las ordenanzas municipales, ha fomentado la suburbanización, creando serias
consecuencias para el futuro:

• Amenaza a las áreas protegidas

• Pérdida de tierra agrícola productiva

• Amenaza a sistemas hídricos subterráneos y superficiales

• Desaparición de comunidades rurales y sus tradiciones

• Fomento de la arrabalización e impactos derivados

¿Pero de qué manera puede la regionalización ser clave para la prosperidad económica
de nuestros municipios? La producción de bienes y servicios dependen de recursos que
solo pueden ser planificados y administrados desde una óptica regional, como son la
infraestructura, la transportación y el medio ambiente. Un municipio próspero
dependería de una gobernanza mancomunada que entienda las aportaciones locales a la
competitividad de su región, pero que también gestione servicios que son administrados
desde el gobierno local. En este contexto, los alcaldes se convierten en promotores del
desarrollo de sus comunidades, pero también en gestores de territorio, por lo que se
requiere el manejo de instrumentos técnicos operativos que superan el ámbito aislado de
sus alcaldías.
2
Existen cuatro instrumentos legales que facilitarían una estructura administrativa capaz
de planificar a escala del Gran Santo Domingo. Estos son:

1. La Ley del Distrito Nacional y Municipios del 2007. Introduce la figura de la


“Mancomunidad” para la ejecución de obras y servicios municipales “sin que
necesariamente pertenezcan a la misma provincia o exista continuidad territorial”. Está
formado por un presidente, un vicepresidente y un consejo general.

2. El decreto 710-04, que convierte a la Provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional


en la décima región de desarrollo. Promueve la solidaridad y el apoyo al desarrollo
regional, provincial o municipal, además de articular la prestación de servicios ofrecidos
al gobierno municipal desde el gobierno central. Crea la figura del intendente regional y
un Consejo Regional de Desarrollo.

3. La Estrategia Nacional de Desarrollo del año 2012. Integra el concepto de cohesión


territorial en el diseño y gestión de políticas públicas y “promueve reducir las disparidad
urbano-rural e interregional en el acceso a servicios y oportunidades económicas”.

4. Proyecto de ley de ordenamiento territorial y uso de suelo. Plantea la creación del


Sistema Nacional de Ordenamiento Territorial, dirigido por un Consejo de
Ordenamiento Territorial. Introduce tres niveles jerárquicos de ordenamiento del
territorio: el nivel nacional, el nivel regional y el nivel municipal.

2-Sostenibilidad y resiliencia: La desigual distribución de la población, la inadecuada


infraestructura de transporte, la poca cobertura de drenaje sanitario, la ineficiente
generación de energía y el impacto de la construcción informal amenazan nuestras
escasas reservas naturales. Analizar el impacto de la proyección demográfica de la isla
sobre el desarrollo de nuevos asentamientos periféricos en Santo Domingo es
importante para considerar el futuro de su huella urbana y los riesgos implícitos ante el
cambio climático.

El Gran Santo Domingo no ha podido asumir políticas territoriales de sostenibilidad que


superen las buenas intenciones de programas locales de reciclaje e insuficientes
2
esfuerzos en el manejo de desechos sólidos. A medida que la desigual distribución de la
población, la inadecuada infraestructura de transporte, la poca cobertura de drenaje
sanitario, la ineficiente generación de energía y el impacto de la construcción informal
amenazan nuestras escasas reservas naturales, es evidente que tendremos que asumir
una actitud resiliente frente a los impactos que nosotros mismos hemos construido.

3-Educación y tecnología: Las personas constituyen la base para establecer ventajas


comparativas en el futuro. Mientras la transportación, la infraestructura y el medio
ambiente tienen un carácter regional en cuanto a los objetivos, es la capacidad y la
educación de la fuerza laboral la garantía para planificar municipios productivos que
aporten a la competitividad nacional.

Las personas son la base para establecer ventajas competitivas en el futuro. Mientras
que, para la transportación, la infraestructura y el medio ambiente los objetivos
presentan un carácter necesariamente regional, es la fuerza laboral y la formación
educativa la garantía para planificar municipios productivos que aporten a la
competitividad nacional.

Los miles de jóvenes estudiantes —en su mayoría mujeres— de las instituciones de


educación superior que se ubican en menos de 3 km 2 del centro mismo del Distrito
Nacional, junto con la gran cantidad de colegios privados que se distribuyen en el
municipio, requieren la satisfacción de necesidades de transportación y de servicios
conexos que deben ser aportados por el Estado y que podrían ser co-gestados entre las
mismas instituciones educativas. Atender estas necesidades a medida que la educación
se vuelve universal, y por tanto debe ser más accesible, debe ser garantía de una
sociedad que forma un capital social para un futuro urbano que depende cada vez más
de la tecnología y el conocimiento (Florida, 2002).

4-Vivienda y desarrollo comunitario: Las políticas urbanas deben estar orientadas


primordialmente a la calidad de vida de sus ciudadanos. La prioridad de una agenda
comunitaria no siempre se encuentra en la provisión de vivienda nueva, el bienestar
2
familiar se soporta en el equipamiento y los servicios que rodean sus habitáculos, sobre
todo en una sociedad donde el 70% de la construcción es informal.

En la República Dominicana, el origen de la vivienda colectiva se remonta a la primera


década del siglo XX. Una vez derribada la muralla, se plantea la posibilidad de
desarrollar viviendas en serie, para obreros, en los nuevos terrenos baldíos que quedaron
disponibles para una incipiente clase industrial. Pero no es hasta mediados de siglo XX
que se originan los primeros proyectos de vivienda social desarrollados por el Estado,
los cuales se realizaron en el sector de María Auxiliadora, en la parte noreste del
Distrito Nacional. Previo a este tipo de desarrollo, el Estado se limitaba a proveer de
predios y servicios a los sectores menos pudientes en la parte norte de la ciudad,
mientras hacia el este se ejecutaban proyectos privados para las clases socioeconómicas
de mayores ingresos.

5-Transporte y accesibilidad: El optimismo económico ha tendido en Latinoamérica a


aumentar progresivamente el parque vehicular privado, y no parece que la tendencia en
República Dominicana sea diferente. Este patrón de movilidad es un ejemplo que
genera graves externalidades negativas, como la contaminación del aire, las muertes por
accidente, la congestión vial y, como consecuencia, un progresivo abandono de los
espacios públicos. La gestión de políticas públicas eficientes y el involucramiento
municipal en la calidad del espacio urbano a través de la provisión de transporte público
de calidad pueden motivar un retorno de la ciudadanía al uso intensivo de sus espacios
comunitarios.

Diariamente más de doscientos mil vehículos entran al Distrito Nacional a lo largo del
Corredor Duarte, transportando aproximadamente medio millón de pasajeros. De estos
transeúntes, un buen porcentaje permanece en la ciudad capital buscando los servicios
urbanos, el empleo o la educación que no obtiene en los municipios periféricos de
origen. El 74% de estos viajes son hechos en vehículos privados, lo que indica el alto
impacto que el crecimiento de este parque está teniendo en la cotidianidad de la ciudad.
2
¿Qué es el desarrollo sostenible?

Se trata de un concepto que emergió


por primera vez en el año 1987 en la
publicación del Informe Brundtland,
el cual creaba una alerta sobre las
consecuencias negativas que se
estaban generando en el medio
ambiente a causa del desarrollo
económico y la globalización. El desarrollo sostenible hace referencia al desarrollo que
tiene la capacidad de satisfacer las necesidades de la generación actual mediante el
consumo de los recursos naturales sin comprometer a la disponibilidad de estos para
futuras generaciones.

Por ejemplo, talar árboles se puede considerar una actividad sostenible siempre y
cuando esté asegurada la repoblación de estos. Por el contrario, la consumición de
petróleo actualmente no es una actividad ligada al desarrollo sostenible, puesto que no
podemos reponerlo de forma relativamente inmediata para generaciones venideras, lo
cual ocurre con gran parte de las actividades humanas tal y como se desarrollan hoy en
día.

Al cumplir las normativas medioambientales, se logra evitar incurrir en delitos,


sanciones, multas o demandas. Ayuda a las empresas a mejorar el posicionamiento
respecto a posibles licitaciones, subvenciones y recursos financieros.

¿Qué se busca con la sostenibilidad ambiental?

Como hemos mencionado, la sostenibilidad ambiental busca proteger el medioambiente


donde se desarrolla el hombre y minimizar en el mayor grado posible el efecto o
impacto de las actividades humanas en él. Pone especial interés en:
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 Cuidado del agua: se debe hacer un consumo razonable del agua. Frente a la
escasez, el ahorro debe ser considerado como mandatorio en la conducta humana
e industrial.
 Consumo de energía: el uso de nuevas fuentes de energía que tengan menos
incidencia en el ambiente, (energía eólica y solar). Es importante fomentar una
cultura de ahorro de energía.
 Consumo de combustible: minimizar el consumo de combustible, promover el
uso compartido de vehículos, de bicicletas, etc.
 Reciclaje: colocar contenedores de reciclaje en lugares de fácil acceso y con una
clara señalización del material que debe depositarse en cada uno de ellos. Es
importante aprovechar los residuos generados para darles un nuevo uso.

Ejemplos de desarrollo sostenibilidad

Existe una gran variedad de proyectos relacionados con el desarrollo sostenible que
conducen a un aprovechamiento más racional de los recursos creando un menor
impacto. Algunos de ellos son:

 Reciclaje de la basura inorgánica, ya que esta puede ser transformada


posteriormente en materiales reutilizables tales como bolsas, botellas o envases.
 Reciclaje de la basura biodegradable para utilizarse como abono en agricultura o
jardinería.
 Plantas de energía solar que utilicen la luz solar para la producción de energía
eléctrica.
 Parques eólicos que aprovechen la fuerza del viento para la producción de
energía eléctrica a través de aerogeneradores.
 Utilización de la energía undimotriz, que se genera también energía eléctrica a
partir de la fuerza de las olas del mar, en el cual se encuentran boyas flotantes
que aprovechan el movimiento del oleaje para producir la presión hidráulica que
posteriormente se convertirá en electricidad. Junto con la energía solar y eólica,
se considera un tipo de energía renovable.
 Aprovechamiento del agua de la lluvia mediante su recogida y almacenamiento.
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 Agricultura ecológica, que consiste en el uso óptimo de los recursos naturales
para producir alimentos sin dejar de proteger los suelos, el agua y el clima,
puesto que reduce el efecto invernadero.
 Ecoturismo, que hace referencia a un tipo de turismo ecológico en el que los
turistas experimentan la forma de vida rural, lo cual además les permite disfrutar
del entorno natural sin interferir negativamente en él produciendo los daños y
contaminación del turismo tradicional.
 Movilidad sostenible como el empleo de coches eléctricos impulsados por
fuentes de energía limpia o "ciclopistas" solares que durante el día aprovechan la
energía solar para iluminarse por las noches permitiendo el desplazamiento a
través de bicicletas.

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Conclusiones

En este trabajo se desarrolló una reflexión descriptiva de cómo ha sido la relación


sociedad-naturaleza y medio ambiente, la cual ha estado caracterizada en los diferentes
períodos históricos por relaciones de uso, apropiación, y manejo, que han trascendido
las esferas económicas, sociales, políticas y culturales, así como las naturales que dan
hoy cuenta de una crisis ambiental y social, resultado de las interacciones y de los
conflictos que subyacen en ella.

Dentro de las tendencias planteadas, este documento resalta la corriente ambiental con
enfoque sistémico, por el carácter integrador que subyace en su discurso y que permite
reflexionar sobre la dicotomía entre hombre y naturaleza. Este planteamiento permite
integrar estos dos componentes o, como lo menciona Arturo Escobar, reconciliar estos
dos enemigos: naturaleza y sociedad.

La separación entre naturaleza y sociedad ha dejado ver una independencia entre los
procesos sociales y los ecosistémicos, dado que las explicaciones y abordaje de las
problemáticas ambientales se hacen bajo el razonamiento externo a los problemas
sociales y se adjudican a problemas de los ecosistemas. Lo anterior es un error, dado
que son ambos, en forma conjunta e integrada, los que garantizan la continuación de la
vida y la calidad de vida de la sociedad. Por consiguiente, no se deben considerar en
forma desintegrada y aislada sino en una interdependencia holística permanente.

La finalidad del desarrollo sustentable es lograr un bienestar social más armónico, justo,
y equitativo y así permitir a la sociedad satisfacer sus necesidades, pero sin arriesgar los
recursos de las generaciones futuras. Existen organizaciones encargadas de llevar a cabo
acciones para conservar nuestros recursos evitando el deterioro de las bases física y
biológicas de los ecosistemas, paralelas al crecimiento económico que busquen como
objetivo mejorar la distribución de la riqueza y la calidad de vida de la población, no
podemos ni debemos dejarle todo a estas, no olvidemos que todos somos parte del
problema y de este mundo y con lo que se haga en el presente podremos también
construir y formar parte de la solución del futuro.
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Recomendaciones

 Procura no malgastar el agua

Actualmente la escasez de agua es un problema que afecta al 40% de la población


mundial. Cada día que pasa, contaminamos el agua del planeta con nuestras acciones
mucho más rápido de lo que la propia naturaleza es capaz de purificar y renovar.

Por eso, puedes optar por tomar una ducha en lugar de tomar un baño, y al mismo
tiempo no alargar el tiempo que pases en la ducha más de cinco minutos. También,
pequeños gestos como cerrar el grifo cuando te lavas los dientes o te enjabonas las
manos, utilizar cisternas de doble descarga o llenar el lavavajillas antes de usarlo son
muy aconsejables para no desperdiciar tanta agua.

 Contribuye al ahorro de energía

Hacer un uso responsable de la energía es esencial para contribuir a frenar la huella de


carbono. Por eso, llevar a cabo algunos hábitos de ahorro energético en tu día a día será
un buen comienzo para empezar a ser más sostenible.

Apagar las luces siempre que salgas de una habitación, utilizar bombillas de bajo
consumo o mantener los aparatos electrónicos como el aire acondicionado a una
temperatura razonable son pequeños gestos muy fáciles de incorporar en tu rutina diaria
y que son perfectos para ayudar a fomentar el ahorro energético.

 Haz un mayor uso del transporte público

Otro de los gestos que puedes implementar en tu vida diaria para contribuir al desarrollo
sostenible es hacer un uso del coche más responsable, pues el sector del transporte es
uno de los que más emisiones contaminantes genera.
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Para ello es bueno hacer un uso más frecuente del transporte público, o incluso elegir
transportes más sostenibles como la bicicleta o ir caminando hasta los sitios que estén
cerca son alternativas más sostenibles con las que contribuirás a la mejora del medio
ambiente.

 Realiza un consumo responsable

No realizar un consumismo extremo y comprar sólo aquellas cosas que realmente


necesites es también una forma de contribuir a la sostenibilidad. Pequeñas acciones
como hacer compras locales o adquirir productos a granel en lugar de productos
envasados pueden contribuir a realizar un cambio a mejor para el medio ambiente.

Como consumidores es responsabilidad nuestra y cambiar nuestros hábitos de consumo,


al igual que también muchas marcas cada vez son más conscientes del problema del
cambio climático y están comenzando a ser más responsables en sus procesos de
producción y también en sus métodos de envasado utilizando menos plásticos de un
solo uso.

 Gestiona tus residuos y recicla siempre

Reciclar es más importante de lo que te imaginas, al igual que ser conscientes de la


cantidad de residuos que somos capaces de llegar a generar en un día. Si buscas realizar
un cambio, debes preguntarte si cumples la regla de las tres erres (reducir, reutilizar y
reciclar) en tu día a día.

Para lograr esto, siempre que puedas reduce la cantidad de basura que generas, reutiliza
todos los envases y bolsas de plástico que puedas, y ante todo, separa tu basura
correctamente y recicla todos los envases que deseches.

Contribuir a la sostenibilidad y a garantizar un futuro mejor es posible y mucho más


fácil de lo que puede parecer.
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